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Asociados numerarios de El Colegio de Jalisco
Ayuntamiento de Guadalajara
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El Colegio de México, A.C.
El Colegio de Michoacán, A.C.
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
Gobierno del Estado de Jalisco
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Subsecretaría de Educación Superior-sep
Universidad de Guadalajara
Jaime Olveda
Coordinador
Esta publicación fue arbitrada por pares académicos, recibida por el Consejo
Editorial de El Colegio de Jalisco el día 06 del mes de julio del año 2015 y
aceptada para su publicación el día 14 del mes de octubre del año 2015.
972.02 R382
Relaciones intercoloniales : Nueva España y Filipinas / coord. Jaime
Olveda – 1ª. ed. – Zapopan, Jalisco : El Colegio de Jalisco, 2017.
312 p. : mapas, fots. ; 23 x 16.5 cm. – (Colección Temas de Estudio)
Incluye bibliografía, índice y fuentes consultadas
ISBN 978-607-8350-67-4
ISBN 978-607-8350-67-4
Prólogo
Jaime Olveda 11
[9]
LOS INTERCAMBIOS COMERCIALES
[10]
PRÓLOGO
[11]
Jaime Olveda
12
Prólogo
Jaime Olveda
13
LOS VIAJES DE CIRCUNNAVEGACIÓN DE FRANCIS
DRAKE Y THOMAS CAVENDISH Y SU PASO POR EL
PACÍFICO NOVOHISPANO, 1577-1588
Lourdes de Ita
Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo
1
En 1525, Juan Sebastián Elcano y Jofre García de Loaysa intentaron encontrar la ruta de tornaviaje
desde Filipinas hacia América, pero fue un viaje complicado y ambos murieron de escorbuto en el
Pacíico en 1526. En 1527, Hernán Cortés despachó tres naves desde la costa occidental novohispana
hacia las Molucas al mando de Álvaro de Saavedra y Cerón, del que sólo una embarcación llegaría a su
destino, donde Saavedra se uniría con los supervivientes de la expedición de Loaysa, pero fracasaría
en su intento de regresar a América por el Pacíico. Otra expedición zarpó de Nueva España en 1537
comandada por Juan de Grijalva, pero los motines de que fue objeto, la hicieron fracasar. El último
intento de llegar a las Molucas lo hizo la compañía de Ruy López de Villalobos, que zarpó de La Navi-
dad; tocaron las islas Marshall pero fueron expulsados de las Molucas por los portugueses, y tampoco
lograron regresar por el Pacíico. Los supervivientes de todas estas expediciones dependieron de los
portugueses para su inal repatriación vía el océano Índico. Miguel León Portilla. Cartografía y Crónicas
de la Antigua California. México: iih-uNam, 2001, pp. 40-45; Peter Whitield. New Found Lands, Maps in
the History of Exploration. Londres: The British Library, 1998, pp. 94-95.
[31]
Lourdes de Ita
2
Jaime Olveda. “Las villas y los puertos del Pacíico norte novohispano”, Lourdes de Ita. (Coord.).
Organización del Espacio en el México Colonial: Puertos, Ciudades y Caminos. México: iih-umsNh/Conacyt,
2012, pp. 236; Jaime Olveda. “La Navidad. El comercio y la penetración ilipina”, Jaime Olveda y Juan
Carlos Reyes (coords.). Los puertos noroccidentales de México. Zapopan: El Colegio de Jalisco/Universidad
de Colima/iNah, 1994, pp. 18-19.
3
Ese día alcanzarían por primera vez la latitud 39º Norte en una longitud de 170º Este; posterior-
mente, el 4 de septiembre, descendieron a los 32º Norte, para volver otra vez a los 39º 30´ Norte.
El moverse entre estos dos extremos, aunque alargó el tiempo del viaje, tuvo la inalidad de veriicar
la longitud, una coordenada difícil de medir en aquella época, pero vital para el cálculo del cruce
transversal del Pacíico. Según el diario del piloto, Urdaneta calculó estar a una distancia de 270 leguas
de Cabo Mendocino. José Ramón de Miguel Bosch, Andrés de Urdaneta and the Return Voyage, http://
www.andresurdaneta.org/urdaneta500; Euskonews Nº 211. Zbk (2003/05/23-30). www.euskonews.
com; Mariano Cuevas. Monje y Marino, la vida y los tiempos de Andrés de Urdaneta, Españoles en América ii:
Expediciones a las Filipinas. México: Galatea/Layac, 1943, p. 229.
4
Un año después de este primer viaje de la tornavuelta, Urdaneta se presentó en Castilla ante Felipe ii
para informarle de sus hallazgos. Regresó al monasterio de San Agustín en México, donde murió el 3
de junio de 1568.
5
Concepto desarrollado por la crítica posmarxista para explicar la lógica y la dinámica de las relaciones
económicas, geopolíticas y sociales a lo largo de la historia moderna. Algunos de sus exponentes han
sido Samir Amin, Gunder Frank e Immanuel Wallerstein.
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Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
A partir del siglo xvi, los poderes europeos libraron sus guerras en el mar, atacaron a las
colonias, las rutas comerciales y las fuentes de riqueza de unos y otros. Ésta fue la gran
lección de Drake y la que transformó a Inglaterra en una nación que tuvo al mar como
elemento central.7
Fue en una serie de viajes entre los años de 1560 y 1568 cuando Francis
Drake tuvo sus primeras experiencias formativas en la navegación más allá
de Europa y la navegación transoceánica, y acerca del mundo de las negocia-
ciones comerciales, la piratería, la esclavitud y los conlictos armados en los
mares americanos entre las autoridades locales y la poderosa España.
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Lourdes de Ita
8
El primer viaje de Hawkins de tráico de esclavos africanos hacia el Caribe, se llevó a cabo fue de
octubre de 1562 a septiembre de 1563.
9
Según J. A. Williamson, este personaje ha sido considerado “el mejor embajador enviado por España
a la corte de Isabel i.” J. A. Williamson. Sir John Hawkins, the Time and the Man. Clarendon: Press, Ox-
ford, 1927, p. 98.
10
Irene A. Wright. Spanish Documents Concerning English Voyages to the Caribbean, 1527-1568. Londres: Hak-
luyt Society, Segundas Series, vol. lxii, 1929, pp. 15-16, documento 13, pto. 14, p. 89; J.A. Williamson,
op. cit., 1927, pp. 122-123.
11
Irene A. Wright, op. cit., documentos 18 al 20.
12
La otra embarcación de Hawkins, el William and John, se perdió en una tempestad antes de salir de las
costas de África. Las dos barcas más pequeñas eran llamadas Angel y Swallow.
34
Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
del río Pánuco a más de cien ingleses, “a la merced de los salvajes e inieles”
y de los españoles.13
Alrededor de tres meses después del episodio de San Juan de Ulúa, Drake
retornó a Inglaterra. Como el Minion y los supervivientes aún no regresaban,
fue llamado para informarle a Sir William Cecil, secretario de Estado de la
reina Isabel, lo ocurrido en Veracruz; probablemente ése haya sido su primer
contacto directo con la corte isabelina.
Después de aquel aciago viaje, Drake se dio a la tarea de trasladarse a los
principales puertos americanos de las Antillas y de Tierra Firme; mediante la
observación directa y sus alianzas con los cimarrones, buscó obtener infor-
mación geográica e hidrográica de las costas, los puertos de la región, los
asentamientos y los comandos costeros, para hacer un registro cuidadoso de
los puertos naturales, las corrientes, los pasajes y las características del istmo
centroamericano; además buscó adueñarse de los cargamentos para compen-
sar, según airmaba, las pérdidas que él y su pariente John Hawkins habían
sufrido en San Juan de Ulúa.
Drake volvió en 1570 al istmo de lo que hoy identiicamos como Cen-
troamérica. Durante ese viaje, en el puerto caribeño Nombre de Dios se en-
contró con un grupo de franceses, con quienes intercambió información, que
había llegado a la región por aquellos meses capitaneado por Pierre Chuetot.14
Después del encuentro con Drake, los galos se dirigieron a la península de
Yucatán donde desembarcaron y más tarde fueron capturados por los hispa-
nos, muriendo parte de ellos en batalla;15 los supervivientes fueron requeridos
por el Santo Oicio y trasladados a las cárceles de la Inquisición en la ciudad
de México, donde fueron procesados y juzgados junto con los marinos de la
expedición de Hawkins.
13
La derrota y la traición adjudicada al virrey Enríquez de Almansa en San Juan de Ulúa se recordarían
con gran celo y amargura en la historiografía inglesa desde el siglo xvi y durante muchas generaciones
hasta bien entrado el siglo xx; no sucedió así en la historiografía española, ni en la latinoamericana, en
las que esta batalla apenas ha sido mencionada por unos cuantos historiadores a lo largo de la historia
moderna. Richard Hakluyt. The Principal Navigations, Voyages, Trafiques and Discoveries of the English Na-
tion made by sea or over lande in the compasse of these 1600 years. Londres: The Hakluyt Society, 1909, vol.
ix, pp. 408-410.
14
Lourdes de Ita Rubio. “El primer ataque inglés a Campeche, por William Parker en 1596”, Tzintzún.
Revista de Estudios Históricos, núm. 41, enero-junio de 2005. Morelia: Instituto de Investigaciones His-
tóricas-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, p. 121.
15
Herlinda Ruíz Martínez. La expedición del corsario Pierre Chuetot al Circuncaribe y su desembarco en la Penín-
sula de Yucatán. 1570-1574. Zamora: El Colegio de Michoacán, 2010, p. 121, n. 27.
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Lourdes de Ita
16
Hakluyt, op. cit., vol. x, pp. xi-xii.
17
Las embarcaciones eran el Swan y el Pasha. En este viaje también acompañarían a Francis Drake sus
hermanos John y Joseph, pero ellos morirían en las batallas que se dieron en el Istmo.
18
Hakluyt, op. cit., xi, pp. 228-229.
19
Ibid., p. xii; Whitield, op. cit., p. 36.
20
Peter Bradley. Navegantes Británicos. Madrid: mapFre, 1992, p.62.
21
Por su parte, John Oxenham, su compañero del último viaje, en el año de 1575 repetiría la estrategia
de llevar botes desarmados para internarse en el istmo centroamericano con ayuda de los cimarrones.
Oxenham sí logró navegar el Pacíico en esa ocasión, convirtiéndose en el primer inglés en hacerlo;
pero un descuido lo retrasaría en el Mar del Sur y fue capturado, llevado a las cárceles del Santo Oicio
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Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
encadenó una serie de sucesos que no permitieron que la paz entre España
e Inglaterra fuera duradera. En 1570 se estableció formalmente el Tribunal
del Santo Oicio de la Inquisición en Nueva España y en Perú. Uno de los
primeros edictos de la Inquisición de México fue el que exigía a la población
la entrega de los ingleses supervivientes que Hawkins había desembarcado
en Pánuco en 1568. De no hacerlo, quien se relacionara con ellos sería tra-
tado como cómplice y castigado como sospechoso de herejía. Después de
la llegada de Pedro Moya de Contreras, primer inquisidor del virreinato en
noviembre de 1571, los ingleses de la compañía de Hawkins fueron entrega-
dos uno a uno para recluirlos en las cárceles del Santo Oicio. Todos fueron
juzgados y encontrados culpables. Con excepción de los menores de edad, se
les impuso como castigo la coniscación de bienes, 200 azotes en público, la
exigencia de renunciar públicamente a sus creencias y una condena de ocho
a doce años remando en galeras. Al darse el primer auto de fe en 1574, los
ingleses de Hawkins recibieron sus sentencias y sus castigos. George Ribley y
Martin Cornu del pequeño grupo de franceses que desembarcaron en Yuca-
tán en 1571, fueron condenados a morir en la hoguera. Consideramos que se
sentenció a uno de cada grupo a la hoguera a manera de advertencia y como
escarmiento para todos.
Estos sucesos se conocieron en Inglaterra y causaron una movilización
importante entre la red de intelectuales y comerciantes relacionados con el
Middle Temple, entre los que estaban los primos Hakluyt, los hermanos
Humphrey y Adrian Gilbert, Walter Raleigh, Martin Frobisher y otros, así
como sus contactos con cientíicos de la época, como Abraham Ortelius,
John Dee y Gerard Mercator y con mercaderes como Michael Lock y gente
cercana a Isabel i, en especial su secretario particular, Sir Francis Walsingham.
Muy probablemente esto haya tenido que ver con la reunión que tuvo la reina
con Francis Drake a principios de 1577 y para que en el otoño de ese año, éste
ya se encontrara preparando el periplo que en la historiografía británica ha
sido llamado el “famoso viaje de Sir Francis Drake” y que, si bien no tenía el
ambicioso propósito de circunnavegar la Tierra, sí el de pasar por el Estrecho
de Magallanes y navegar por el Pacíico de sur a norte hasta llegar mas allá de
los 30 grados de latitud norte, buscando en el lado occidental un posible pa-
en Lima y ejecutado, curiosamente no por las autoridades civiles, sino por las de la Inquisición, y no
por cargos de piratería, sino de herejía.
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Lourdes de Ita
saje que comunicara el Atlántico con el Pacíico a la vez que otro navegante,
Martin Frobisher, lo buscaría desde su porción oriental.22
22
Los patrocinadores de esta empresa fueron el propio Francis Walsingham, los duques de Leicester y
Lincoln, Sir Christopher Hatton, Sir William Winter y John Hawkins. La reina proveyó una embarca-
ción real, la Swallow. Whitield, op. cit., p. 50.
23
Versión oicial: Francis Fletcher. The World Encompassed by Sir Francis Drake. Londres: Nicholas Bourne,
1628. Richard Hakluyt lo presentó en su Principal Navigations como El famoso viaje de sir Francis Drake al
Mar del Sur y de ahí alrededor del globo terráqueo, el cual comenzó en el año del Señor de 1577. Con este nombre
Hakluyt destaca las principales acciones de Drake durante este viaje tan relevante, en particular su
presencia en el Mar del Sur y su cruce del Paciico.
24
Para mayor información al respecto, véase: Walter Raleigh, “The English Voyages of the Sixteenth
Century”, R. Hakluyt, op. cit., vol. xii, p. 58; Peter Whitield, op. cit., pp. 49-56; Lourdes de Ita. Viajeros
Isabelinos en la Nueva España. México: umsNh/Fce, 2001, pp. 125-126.
25
Oskar H.K. Spate. “The Spanish Lake”, The Paciic since Magellan, vol. 1. Londres: Crown Helm, 1979.
38
Fuente: Cathyn Lombardini L., John Lombardini V. y Lynn Stoney. Latin American History:
A Teaching Atlas. Wisconsin: The University of Wisconsin, Press,1983.
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Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
27
La traducción es nuestra. Yale Center for British Art, página consultada el 13 de enero de 2015.
http://collections.britishart.yale.edu/vuind/Record/2038921,
41
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28
Jesús Veiga Alonso. El Puerto del Hambre, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://www.cervan-
tesvirtual.com/servlet/SirveObras/05818363299492706317857/p0000001.htm, consultada el 12 de
diciembre de 2014.
29
Vide Infra.
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Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
quemó ahí un gran número de barcos que se alistaban para invadir Inglaterra.
El efecto propagandístico de esta acción fue sumamente notable.30 En 1588,
ambos participaron como estrategas en la organización de la defensa de la isla
inglesa ante la inminente invasión planeada por la Armada de Felipe ii, apoda-
da La Invencible. La victoria inglesa se debió en parte a los conocimientos acu-
mulados por los “marinos irregulares” ingleses acerca de la lota española y la
remodelación paulatina de la marina inglesa durante los años precedentes, y
en parte a los fenómenos meteorológicos que tuvieron lugar durante los días
de la batalla. De cualquier manera, el suceso signiicó mucho más que una
victoria naval; apuntaló el nacionalismo y la unidad en Inglaterra, y provocó
un pesimismo generalizado en España.31
El último viaje de Drake al Caribe se dio en 1595. Viajó, como la primera
vez, con John Hawkins, quien no había regresado a la región desde aquel fu-
nesto recorrido de 1568, hacía casi treinta años. Algunos autores piensan que
ese viaje tenía la difícil y desesperada intención de cruzar el Istmo de Panamá
y procurar llegar a Perú para rescatar a Richard Hawkins, el hijo único de
John, quien en 1594 fue hecho prisionero en las costas del Pacíico y que para
entonces estaba en las cárceles de la Inquisición en Lima. Drake y Hawkins
no lograron cruzar el Istmo porque fueron víctimas de una epidemia de ie-
bre hemorrágica que se propagó entre la tripulación inglesa. Hawkins murió
en el océano Atlántico antes de llegar a las Antillas, en noviembre de 1595, y
Drake cerca de Porto Belo dos meses después, en enero de 1596.
Después de la muerte de Drake, diversos autores españoles e ingleses se
interesaron en él. Hubo poemas, escritos épicos y elegías. En el imaginario
español se mantuvo una imagen ambivalente de este navegante, incluso, des-
pués de la publicación de La Dragontea de Lope de Vega, poema épico en el
que el autor modiicó el relato histórico con el in de realzar iguras legenda-
rias españolas frente a Francis Drake. Se ha dicho de ese libro, que sobrepuso
la verdad poética a la histórica al describir a los personajes y que procuró un
“nacionalismo a ultranza, iguración maniquea que establece la rivalidad entre
30
Bradley, op. cit., p. 79
31
Juan Antonio Ortega y Medina. El conlicto anglo-español por el dominio oceánico, siglos xvi y xvii. México:
uNam; 1981, pp. 192-210; Andrews Kenneth R. Trade, Plunder and Settlement, Maritime Enterprise and the
Genesis of British Empire. Cambridge: University Press, 1991, pp. 223-255.
43
Lourdes de Ita
32
Antonio Carreño (ed.). Obras Completas de Lope de Vega. Poesía i. Madrid: Biblioteca Castro, Ediciones
de la Fundación José Antonio de Castro, 2002, p. xix.
33
Elizabeth Wright, “From Drake to Draque: A Spanish Hero with an English Accent”, Anne J. Cruz,
Material and Symbolic Circulation Between Spain and England, 1554-1604, Ashgate, 2008, p. 38. Lourdes de
Ita, “Imágenes cruzadas entre Nueva España, España e Inglaterra: el imaginario y la pirateríaa inglesa
en la América colonial del xvi”, Lourdes de Ita y Roberto Sánchez Benítez (coords.). Imágenes Cruzadas
y Cultura en Hispanoamérica: 9 Ensayos Plurales. Morelia: umsNh-Instituto de Investigaciones Históricas,
2013, pp. 11-34.
34
De Ita, Viajeros… pp. 37-45.
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Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
35
Vide supra.
36
D. A. Young. According to Hakluyt. Toronto, Vancouver: Clarke, Irwin, 1973, p. 125.
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Los viajes de circunnavegación de Francis Drake y Thomas Cavendish...
persecución del galeón por los buques ingleses; después de este tiempo tuvo
que rendirse y su tripulación fue bajada a tierra en San Lucas. Durante más de
dos semanas, Cavendish y sus hombres transportaron los tesoros que podían
llevarse del Santa Ana al Content y al Desire. Cuando terminaron, prendieron
fuego al galeón, con todo lo que quedaba dentro de él. Se alejaron los ingleses
en sus barcos, dejando a los pasajeros del galeón en las playas despobladas de
Cabo San Lucas, sin herramientas ni alimentos. Lograron sobrevivir gracias a
los recursos locales y a que rescataron restos del galeón hundido, con lo que
construyeron una rústica barca en la que se desplazaron hasta Acapulco, a
donde llegaron varios meses después.
Los barcos de Cavendish lograron cruzar el Pacíico con la ayuda de
Michel Sancius. Regresaron a Inglaterra por el océano Índico y después na-
vegaron por el sur y el oeste de África, hasta entrar por el río Támesis en
septiembre de 1588. Llegaron haciendo alarde de las ganancias obtenidas en
su incursión americana. Su regreso se dio apenas unas semanas después de la
batalla que se había librado entre la marina real inglesa y la Armada de Felipe
ii, en la que los ingleses resultaron vencedores.
Esa victoria inglesa sobre la Armada de Felipe ii en 1588, fue uno de los
hitos en esa serie de acontecimientos que llevaron a Inglaterra a perilarse
como una potencia marítima en la Europa atlántica. En la batalla contra la
Armada de España participaron como estrategas los navegantes ingleses que
habían aprendido las tácticas de lucha y de navegación hispanas en aguas
americanas: Hawkins, Drake, Frobisher y otros que iban acompañados en
los barcos por algunos nobles reconocidos, quienes se habían forjado en los
mares americanos. Como ya se dijo, los resultados de esa batalla redundarían
en un fortalecimiento del nacionalismo inglés y en mayor conianza y energía
para sus subsecuentes empresas marítimas.
Después del paso de Drake y Cavendish por el Estrecho de Magallanes,
el Pacíico no volvería a ser un espacio marítimo exclusivamente español. El
acceso al Pacíico por el Estrecho de Magallanes animaría a otros navegantes
a embarcarse en empresas semejantes, en particular a los de los Países Bajos,
como Oliver van Noort, quien circundaría el planeta de 1598 a 1601. Durante
el siglo xvii, la presencia holandesa se haría patente en los mares y puertos
americanos y en el sureste asiático. Después de las circunnavegaciones de la
segunda mitad del xvi y a lo largo del xvii, la percepción de los océanos como
mares particulares o cerrados cambiaría por una en la que fueron vistos como
caminos abiertos hacia cualquier punto de la Tierra.
47