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TRES DE AGOSTO.

Dice el extracto del diario de a bordo de Colón: “Vine a la villa de Palos,


que es puerto de mar, adonde armé yo tres navíos muy aptos para
semejante hecho, y partí del dicho puerto muy abastecido de muy muchos
mantenimientos y de mucha gente de la mar, a tres días del mes de
agosto del dicho año, en un viernes, antes de la salida del sol con media
hora…”; así comienza el relato de una de las más grandes epopeyas de la
historia, de nuestra historia mundial.

Años antes ya andaba por estas tierras ese señor llamado Cristóbal Colón,
que, cuentan, traía una idea, un boceto de un viaje a través de la mar
océana hacía el poniente, para llegar a las indias por occidente. Tuvo este
señor la gran suerte de encontrarse con la tierra y los hombres ideales
para semejante proyecto que, finalmente fue una gran empresa “coral”,
colectiva, y no tan individual como el ínclito Colón intentó demostrar al
mundo.

En esta tierra, en esta villa entonces –ahora ciudad–, de Palos de la


Frontera, se consiguió gestar y armar la gran empresa descubridora. Hoy
son muchos los que se quieren “apuntar el tanto”, o quieren quitar el
protagonismo a Palos de la Frontera, e incluso poner en duda toda la
historia descubridora llevada a cabo en esta ciudad como –sin ir más
lejos– ha hecho esta misma mañana vergonzosamente el ayuntamiento
vecino en sus redes sociales, que no tiene otra cosa que hacer que tratar
de empequeñecer la historia de su ciudad vecina; pero vamos, ese intento
va a prevalecer lo mismo –o sea, nada– que las tonterías inventadas por
un grupito de catalanes que quieren hacer de su tierra desde Colón,
Cervantes, y hasta a Adán y Eva, si los apuras. No hay ni un solo
historiador serio que diga otra cosa que la gesta se organizó, pertrechó y
partió de Palos de la Frontera, y NO de ningún otro lugar. Como decía la
sevillana de aquél mítico grupo Palermo, Sonido Andaluz, compuesta por
mi amigo Kiko Estirado:
“... Hoy todos quieren la gloria,
por la que ellos lucharon,
pero escrito está en la historia
que Colón salió de Palos.”
Metámonos un poquito en historia, pero en HISTORIA de verdad, así con
mayúsculas. Hoy hace ya 530 años que nuestros antepasados vieron salir
de nuestro histórico puerto, situado en el "Canal de Palos", aquellas tres
pequeñas naves con alrededor de 90/100 hombres de, principalmente,
nuestra zona del Tinto/Odiel. El "Canal de Palos" era una lengua de agua
del Tinto que llegaba casi a los pies de "la Fontanilla", la fuente pública de
la Villa de Palos y de la que se abastecieron de agua las naves
descubridoras.

No fue fácil, no todo fue llegar y topar, no. De hecho, poca gente se fio de
Colón, ese personaje un tanto oscuro, y ambicioso, que se encargó de
tener siempre ocultos sus orígenes, o procedencia exacta. En el cercano
Convento de la Rábida, también situado en el término municipal de Palos,
encontró Colón el auxilio cristiano de los hijos de San Francisco, los cuales
le abrieron todos los caminos posibles, tanto en la corona, como en Palos.
Fueron estos frailes los que pusieron al -supuesto- genovés en contacto
con quien, a la postre, le consiguió todo lo posible para realizar el viaje,
Martin Alonso Pinzón. Nuestro paisano, Martín Alonso, realizó un viaje a
Roma con el pretexto de llevar un cargamento de sardinas, pero en
realidad, probablemente aquello no fue más que una excusa para visitar la
biblioteca vaticana. Tenía un conocido allí, el sobrino del Papa, quien
posiblemente puso en sus manos ciertas cartas o mapas, y una escritura
que decía:
“…navegarás por el Mar Mediterráneo hasta el fin de España e allí al
poniente del sol, entre el norte e el mediodía, por la vía temperada hasta
95º del camino e fallarás una tierra de Çipango, la qual es tan fertyl e
abundosa, que con la su grandesa sojuzgaras Africa e Uropa".

Martín Alonso Pinzón, como podemos comprobar, fue el hombre


absolutamente imprescindible para esta epopeya, sin su apoyo
incondicional a la empresa difícilmente se podría haber realizado, al
menos en aquella época y en estos lugares. Como ya dije otros 3 de agosto
de años pasados, él puso el medio cuento de maravedís (500.000) que le
correspondía poner a Colón, él decidió finalmente qué carabelas se debían
elegir, atrajo para la expedición a los marineros más ideales de la zona,
gracias a su fama y experiencia marinos de otras localidades, como los
Niño de Moguer, se unieron a la empresa descubridora. Una vez
superadas todas las dificultades y terminados todos los preparativos,
partieron del histórico puerto de Palos. Tres naves, La Pinta, capitaneada
por el líder natural de la zona, Martín Alonso Pinzón, La Niña, carabela
perteneciente a la familia Niño de Moguer, iba capitaneada por el
hermano de Martín Alonso, Vicente Yáñez Pinzón, quien posteriormente
realizó varios viajes más a las Américas y, en uno de ellos, descubrió el
Brasil. Y por último la más grande, y menos marinera y maniobrable, la
Santa María que, según los escritos fue elegida personalmente por Colón,
y que era propiedad de Juan de la Cosa, amigo de Martín Alonso, y que fue
el que realizó el primer mapamundi que incluyó las primeras islas
americanas descubiertas.

El resto es historia que más o menos conocemos y que tuvo su zenit el 12


de octubre cuando desde la cofia de la Pinta, que capitaneaba el mayor de
los Pinzón se dio el grito más importante de la historia: TIERRA. Al regreso,
también Palos fue protagonista, porque la primera nave en llegar a puerto
español fue la Pinta capitaneada por Martín Alonso Pinzón, quien dio la
primera noticia de las tierras descubiertas.

Por eso el 3 de agosto NO es un día cualquiera, NO, es el día por


excelencia de Palos de la Frontera, de la comarca del Tinto–Odiel, de
España, de América y del mayor acontecimiento histórico, después del
nacimiento, muerte y resurrección de Ntro. Señor Jesucristo.

¡¡VIVA PALOS DE LA FRONTERA!!


¡¡VIVA SU HISTORIA!!

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