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2023

Modelo Económico Social y


Ecológicamente Responsable

INTEGRANTES:
Arlette Eliana Velasco
Claudia Fernández
Rebeca Serrudo
Juan Víctor Jiménez

RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA
1-1-2023
Introducción

El Modelo Económico Social y Ecológicamente Responsable es un enfoque


económico que tiene como objetivo integrar los aspectos económicos, sociales y
ambientales del desarrollo sostenible. Este modelo se basa en la idea de que el
crecimiento económico no debe tener un impacto negativo en el medio ambiente ni
en la sociedad, y busca establecer un equilibrio entre las necesidades de las
personas, el planeta y la prosperidad económica.

El Modelo Económico Social y Ecológicamente Responsable ha cobrado una


gran importancia en la actualidad debido a la creciente preocupación por el cambio
climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad social. Los efectos del cambio
climático, la contaminación y la explotación de los recursos naturales están
afectando gravemente nuestro planeta, mientras que la desigualdad social sigue
siendo un problema importante en muchos países.

El Modelo Económico Social y Ecológicamente Responsable tiene como


objetivo abordar estos problemas de manera integral, y promover un desarrollo
sostenible que sea justo, inclusivo y respetuoso con el medio ambiente. El modelo
se enfoca en lograr un equilibrio entre los objetivos económicos, sociales y
ambientales, y busca fomentar la innovación y la eficiencia en la producción y el
consumo.

En este trabajo de investigación, se explorará en profundidad el Modelo


Económico Social y Ecológicamente Responsable, analizando sus principios,
componentes y beneficios, así como su implementación y evaluación en diferentes
contextos. Además, se analizarán las políticas gubernamentales, estrategias
empresariales y prácticas sostenibles que pueden ayudar a fomentar la adopción
del modelo y se explorarán los desafíos y limitaciones que se enfrentan en
su implementación.
1. Antecedentes Históricos

Durante gran parte del siglo XX, los modelos económicos se centraron
principalmente en la maximización del crecimiento económico y el beneficio
empresarial, lo que a menudo implicaba la explotación de los recursos naturales y
la mano de obra barata. Sin embargo, a medida que el mundo se enfrenta a desafíos
cada vez más urgentes como el cambio climático y la desigualdad social, ha surgido
un enfoque económico alternativo que aboga por un equilibrio entre la prosperidad
económica, la justicia social y la sostenibilidad ambiental.
Este enfoque se conoce como modelo económico social y ecológicamente
responsable, también llamado economía social y solidaria. Su origen se remonta a
principios del siglo XX, cuando las cooperativas y otras formas de empresas
sociales surgieron en Europa y América Latina como respuesta a las desigualdades
económicas y sociales.

El modelo económico social y ecológicamente responsable tiene como


objetivo principal crear una economía más justa y sostenible mediante la promoción
de prácticas empresariales éticas, la equidad social y la protección del medio
ambiente. Esto se logra a través de la promoción de la participación ciudadana, la
cooperación y la solidaridad en la producción y distribución de bienes y servicios.
En los últimos años, ha habido un aumento en el interés y la adopción de
este modelo económico en todo el mundo. Muchas empresas y organizaciones
están comenzando a implementar prácticas más responsables social y
ecológicamente, mientras que los gobiernos están desarrollando políticas y
estrategias que promueven la economía social y solidaria.
Algunos de los antecedentes históricos más relevantes incluyen:

• El movimiento cooperativo: A fines del siglo XIX, surgió en Europa un


movimiento cooperativo que promovía la propiedad y gestión colectiva de
empresas y servicios. Este movimiento se basaba en los valores de
democracia, igualdad y solidaridad, y buscaba crear empresas más justas y
equitativas. Las cooperativas se expandieron rápidamente en todo el mundo
y hoy en día existen millones de cooperativas que operan en diferentes
sectores económicos.
• El movimiento obrero: A lo largo ¡el siglo XX, los trabajadores y las
trabajadoras en todo el mundo se organizaron en sindicatos y otros
movimientos sociales para exigir mejores condiciones laborales y salarios
más justos. Estos movimientos también abogaron por la propiedad y gestión
colectiva de empresas, así como por la participación de los trabajadores en
la toma de decisiones económicas.
• La economía solidaria: En la década de 1980, surgió en América Latina el
movimiento de la economía solidaria, que buscaba crear empresas y redes
económicas basadas en la solidaridad y la cooperación. La economía
solidaria promovía la creación de empresas comunitarias, la participación
ciudadana en la toma de decisiones económicas y la defensa de los derechos
de los trabajadores.
• La sostenibilidad ambiental: En las últimas décadas, el mundo ha enfrentado
desafíos ambientales cada vez más urgentes, como el cambio climático y la
pérdida de biodiversidad. Esto ha llevado a un aumento en la conciencia
sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental y ha llevado a muchos a
buscar formas más responsables de producir y consumir bienes y servicios.

En resumen, el modelo económico social y ecológicamente responsable tiene sus


raíces en una serie de movimientos y prácticas económicas que surgieron a lo largo
del siglo XX, como el movimiento cooperativo, el movimiento obrero, la economía
solidaria y la sostenibilidad ambiental. Estos movimientos compartían valores como
la democracia, la igualdad, la solidaridad y la sostenibilidad, y buscaban crear una
economía más justa y equitativa
2. Definición de conceptos clave del Modelo Económico Social y
Ecológicamente Responsable
• Justicia social: se refiere al conjunto de medidas y acciones destinadas a
garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso equitativo a los recursos
y beneficios sociales para todas las personas, independientemente de su
origen social, económico, cultural o étnico. La justicia social busca reducir las
desigualdades y la discriminación, promoviendo la inclusión, la diversidad y
el respeto a los derechos humanos.
• Sostenibilidad ecológica: hace referencia a la capacidad de mantener en
el tiempo el equilibrio y la armonía entre los seres humanos y el medio
ambiente. La sostenibilidad ecológica implica una gestión responsable y
consciente de los recursos naturales, una reducción de la huella ecológica y
un compromiso con la protección y conservación de la biodiversidad y los
ecosistemas.
• Eficiencia económica: se refiere a la capacidad de producir bienes y
servicios con el menor costo posible, maximizando el uso de los recursos y
minimizando los desperdicios. La eficiencia económica busca optimizar el
rendimiento y la productividad de las empresas y organizaciones, mejorando
su competitividad y rentabilidad, al mismo tiempo que contribuye al
crecimiento económico y al bienestar social.

3. Justicia Social

La justicia social es un concepto amplio que se refiere a la igualdad de


oportunidades, la distribución justa de los recursos y la protección social para todos
los miembros de la sociedad. Desde el punto de vista económico, una justicia social
sólida requiere un modelo económico ecológicamente responsable, que aborde la
necesidad de crecimiento económico sostenible y al mismo tiempo garantice que la
prosperidad se distribuya de manera justa.

En términos de distribución justa de los recursos, un modelo económico


ecológicamente responsable debe enfatizar la equidad y la sostenibilidad en la
asignación de recursos naturales. Esto podría lograrse mediante la implementación
de políticas que promuevan la protección del medio ambiente y la utilización
sostenible de los recursos naturales. También se podría establecer impuestos y
regulaciones para reducir la concentración de la riqueza y la desigualdad en la
distribución de los recursos.
La justicia social es un pilar clave del modelo económico social y ecológicamente
responsable. Esto significa que la economía debe ser justa e inclusiva para todos
los miembros de la sociedad, y no solo para una élite privilegiada. Para lograr esto,
el modelo económico social y ecológicamente responsable se basa en tres
principios:

• Distribución justa de los recursos: la riqueza y los recursos deben ser


distribuidos de manera justa y equitativa entre todos los miembros de la
sociedad, de manera que todos tengan acceso a los recursos necesarios
para vivir una vida digna.
• Igualdad de oportunidades: todas las personas deben tener igualdad de
oportunidades para acceder a la educación, la atención médica, la vivienda,
el empleo y otros recursos necesarios para una vida digna.
• Protección social: la sociedad debe proporcionar una red de seguridad
social para garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención
médica, la vivienda, la nutrición y otros recursos necesarios para una vida
digna.

En cuanto a la igualdad de oportunidades, un modelo económico ecológicamente


responsable debería trabajar para eliminar las barreras que impiden que ciertos
grupos de la sociedad tengan las mismas oportunidades que otros. Esto podría
lograrse mediante la implementación de políticas que garanticen una educación de
calidad para todos, el acceso a servicios básicos como la atención médica y la
vivienda, y la eliminación de la discriminación en el lugar de trabajo.
La protección social es un componente fundamental de la justicia social, y un
modelo económico ecológicamente responsable debe garantizar que todos los
miembros de la sociedad tengan acceso a la protección social, independientemente
de su situación económica. Esto podría lograrse mediante la implementación de
políticas que garanticen un sistema de seguridad social robusto y que proporcione
una red de seguridad para aquellos que enfrentan dificultades económicas.
Algunos ejemplos de políticas públicas que promueven la justicia social en un
modelo económico ecológicamente responsable incluyen:

a) Economía circular: La economía circular se basa en la idea de reutilizar


y reciclar los recursos existentes para reducir la dependencia de los
recursos naturales y minimizar los residuos. Las políticas públicas que
promueven la economía circular pueden incluir incentivos para el reciclaje
y la reutilización de productos, y la implementación de sistemas de
depósito y devolución para envases y botellas.
b) Energías renovables: La promoción de las energías renovables como la
energía solar y eólica puede ayudar a reducir la dependencia de los
combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto
invernadero. Las políticas públicas que fomentan el uso de energías
renovables pueden incluir incentivos fiscales para la instalación de
paneles solares y turbinas eólicas, y la creación de parques solares y
eólicos.
c) Educación y formación: La educación y la formación son claves para
reducir la desigualdad y promover la justicia social. Las políticas públicas
pueden incluir la creación de programas de educación y formación para
trabajadores de bajos ingresos, así como la promoción de la educación
técnica y profesional.
d) Salud pública: La promoción de la salud pública es fundamental para
garantizar el acceso a la atención médica y los medicamentos para todas
las personas. Las políticas públicas pueden incluir la creación de
programas de seguro de salud universal, la promoción de la medicina
preventiva y la lucha contra enfermedades infecciosas.
e) Vivienda asequible: La vivienda asequible es esencial para la justicia
social, ya que proporciona un hogar seguro y estable para las personas.
Las políticas públicas pueden incluir incentivos fiscales para la
construcción de viviendas asequibles, la creación de programas de
vivienda de protección oficial y la lucha contra la especulación
inmobiliaria.
f) Transporte público: El acceso al transporte público es importante para
garantizar el acceso a los empleos, la educación y los servicios para todas
las personas. Las políticas públicas pueden incluir la creación de sistemas
de transporte público eficientes y asequibles, la promoción de la bicicleta
como medio de transporte y la lucha contra la contaminación del aire y la
congestión del tráfico.
g) Igualdad de género: La igualdad de género es fundamental para la
justicia social, ya que garantiza el acceso a los mismos derechos y
oportunidades para hombres y mujeres. Las políticas públicas pueden
incluir la promoción de la igualdad de remuneración, la lucha contra la
violencia de género y la promoción de la igualdad en el acceso a la
educación y el empleo.

4. Sostenibilidad Ecológica
La sostenibilidad ecológica es un enfoque de la gestión económica que se centra
en el uso responsable y equilibrado de los recursos naturales, garantizando la
protección del medio ambiente a largo plazo y la calidad de vida de las generaciones
futuras. A continuación, se describen tres aspectos clave del modelo económico
ecológicamente responsable y algunos ejemplos de políticas públicas que
promueven la sostenibilidad ecológica.
La sostenibilidad ecológica es otro pilar clave del modelo económico social y
ecológicamente responsable. Esto significa que la economía debe operar dentro de
los límites ecológicos del planeta, de manera que se puedan satisfacer las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Para lograr esto, el
modelo económico social y ecológicamente responsable se basa en tres principios:
a) Conservación de los recursos naturales: la economía debe utilizar los
recursos naturales de manera responsable y sostenible, asegurando que no se
agoten o se degraden.

La conservación de los recursos naturales es fundamental para el modelo


económico ecológicamente responsable. Esto implica una gestión adecuada y
sostenible de los recursos naturales, para garantizar su disponibilidad a largo
plazo y minimizar el impacto ambiental.

Algunas políticas públicas que promueven la conservación de los recursos


naturales son:
• Creación de áreas protegidas y reservas naturales: Las áreas protegidas son
zonas designadas para la conservación de la biodiversidad y la protección de
los ecosistemas. Estas zonas son importantes para garantizar la
sostenibilidad de los recursos naturales, especialmente en regiones con alta
biodiversidad y ecosistemas frágiles.
• Fomento de prácticas agrícolas sostenibles: La agricultura sostenible es una
práctica agrícola que minimiza el impacto ambiental y garantiza la
sostenibilidad de los recursos naturales. Algunas políticas públicas que
promueven la agricultura sostenible incluyen la implementación de prácticas
agrícolas ecológicas y el fomento de la agricultura orgánica.
• Promoción de la gestión sostenible de los bosques: La gestión sostenible de
los bosques implica la explotación de los recursos forestales de manera
responsable y sostenible. Las políticas públicas que promueven la gestión
sostenible de los bosques incluyen la certificación forestal y la
implementación de planes de manejo forestal.

b) Reducción de la huella de carbono: la huella de carbono se refiere a la


cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que se producen directa
o indirectamente por una actividad o producto. Para reducir la huella de carbono,
es necesario promover una economía baja en carbono, lo que implica reducir el
uso de combustibles fósiles y fomentar la utilización de energías renovables.

La reducción de la huella de carbono es un aspecto clave del modelo económico


ecológicamente responsable. Esto implica la reducción de las emisiones de
gases de efecto invernadero y la promoción de prácticas y tecnologías más
limpias y sostenibles. Algunas medidas para lograrlo incluyen:

• Fomentar la movilidad sostenible, como el uso de bicicletas, transporte


público eléctrico y vehículos híbridos o eléctricos.
• Promover la eficiencia energética en edificios, tanto en nuevas
construcciones como en edificios existentes, a través de la implementación
de medidas de aislamiento, la instalación de sistemas de energías
renovables y la sustitución de equipos y electrodomésticos por modelos más
eficientes.
• Fomentar la producción y consumo de alimentos locales y orgánicos,
ya que los productos locales tienen una huella de carbono más baja al reducir
la necesidad de transporte y los productos orgánicos promueven una
agricultura más sostenible.
c) Uso de tecnologías sostenibles: la economía debe desarrollar y utilizar
tecnologías que sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Por
supuesto, estaré encantado de ayudarte a desarrollar la sostenibilidad ecológica
desde el modelo económico ecológicamente responsable.

Las tecnologías sostenibles son aquellas que minimizan el impacto ambiental de


una actividad o producto. Algunas medidas para fomentar su uso son:

• Promover la investigación y el desarrollo de tecnologías sostenibles para


la producción de energía, el transporte y la gestión de residuos.
• Fomentar la utilización de tecnologías limpias en la industria, como la
producción de energía renovable, la utilización de materiales reciclables
y la reducción de la utilización de productos químicos nocivos.
• Promover el uso de tecnologías digitales, como la teletrabajo, la
videoconferencia y la gestión de la energía a distancia, para reducir la
necesidad de transporte y disminuir la huella de carbono.

5. Participación ciudadana en el Modelo Económico Ecológicamente


Responsable
La participación ciudadana es fundamental para la construcción de un
modelo económico ecológicamente responsable, ya que involucra a las personas
en la toma de decisiones y en la implementación de prácticas sostenibles en su
comunidad. Al fomentar la participación ciudadana, se puede lograr un cambio real
y duradero en la economía, mejorando la calidad de vida de las personas y
preservando el medio ambiente.
A continuación, se presentan algunas formas de fomentar la participación ciudadana
en la construcción de un modelo económico ecológicamente responsable:

• Información y educación: Es importante proporcionar a los ciudadanos


información clara y precisa sobre la importancia de la sostenibilidad y los
impactos negativos de las prácticas insostenibles en el medio ambiente y la
sociedad. La educación ambiental puede ser una herramienta útil para
aumentar la conciencia y la comprensión de los ciudadanos sobre las
cuestiones ambientales y económicas.
• Participación activa: La participación activa de los ciudadanos en la toma de
decisiones puede ser un medio efectivo para fomentar la responsabilidad
social y ambiental en las empresas y en la sociedad en general. Las
empresas y los gobiernos deben ser transparentes y abiertos a las
sugerencias y comentarios de los ciudadanos y permitirles participar en
procesos de consulta y deliberación.
• Movilización ciudadana: La movilización ciudadana es una herramienta
poderosa para generar cambios y lograr la acción colectiva. Los ciudadanos
pueden organizarse para crear grupos de presión y grupos de interés que
busquen la protección del medio ambiente y promuevan prácticas sostenibles
en la economía.
• Incentivos y recompensas: Los incentivos y recompensas pueden ser una
forma efectiva de fomentar la participación ciudadana en la construcción de
un modelo económico ecológicamente responsable. Los gobiernos y las
empresas pueden proporcionar incentivos a los ciudadanos que implementen
prácticas sostenibles en sus hogares o negocios.
• Alianzas público-privadas: Las alianzas público-privadas pueden ser una
herramienta eficaz para promover la sostenibilidad y fomentar la participación
ciudadana. Los gobiernos y las empresas pueden colaborar con
organizaciones no gubernamentales y grupos comunitarios para desarrollar
proyectos y programas que promuevan la sostenibilidad y la participación
ciudadana.

La participación ciudadana es fundamental para la construcción de un modelo


económico ecológicamente responsable. Las empresas, los gobiernos y las
organizaciones de la sociedad civil deben trabajar juntos para fomentar la
participación ciudadana y promover prácticas sostenibles en la economía. Al
hacerlo, podemos crear un futuro más sostenible y justo para todos.
6. Valores Y Ética Ambiental

Los valores ambientales hacen referencia a la conducta que tienen las personas
con el medio ambiente. Vienen determinados por actuaciones positivas destinadas
a hacer uso de los recursos naturales de forma responsable, así como para
conservar, mantener y proteger el entorno natural y los seres vivos. Por ello, a los
valores ambientales, a veces, también se les conoce como valores ecológicos.
Para conseguir estos valores en las personas es fundamental la educación
ambiental, ya que gracias a ella se producirán cambios hacia una sociedad más
justa y equitativa basada en una convivencia respetuosa con nosotros y el medio
ambiente

Ahora que ya conocemos la definición de los valores ambientales, pasamos a


exponer cuáles son los valores ambientales exactamente:
Austeridad: se trata de hacer pequeños gestos cotidianos, como cerrar el grifo
cuando nos lavamos los dientes o no dejar las luces encendidas. También podemos
buscar productos reutilizables, como botellas de cristal para el agua para sustituir el
plástico o usar bolsas de tela para hacer la compra. En este otro post sobre Qué es
el consumo responsable podrás aprender muchos más gestos sencillos y efectivos
para este fin.

Respeto: el ser humano no podría vivir sin agua, si no cuidamos las reservas de
agua que existen esta se contamina siendo perjudicial para los seres vivos, incluidas
las personas. El agua es solo un ejemplo, pero realmente el ser humano es
dependiente de la naturaleza, es por eso que debe respetarla.
Solidaridad: una forma de ser solidario podría ser tener un huerto ecológico entre
un grupo de personas y repartir entre todos los productos del huerto. Aquí puedes
aprender Cómo hacer un huerto urbano de forma ecológica.
Co-responsabilidad: la participación en voluntariados, movimientos contra el
cambio climático, como los pequeños cambios que hacemos en nuestra vida para
proteger la naturaleza, son formas de co-responsabilidad.
Empatía: ¿cómo podemos ser empáticos con el medio ambiente? Desplazándonos
en bicicleta, que además de ser una actividad beneficiosa para la salud no emite
CO2 y así contribuimos a mejorar la calidad del aire que es respirado por todos los
seres vivos. También usando el transporte público, que a veces incluso es más útil
y cómodo que usar el coche

Coherencia: como ejemplo, podemos pensar que una persona comprometida con
el medio ambiente para poner en práctica su compromiso, podría realizar talleres
de educación ambiental.

Existe otra clasificación de los valores ambientales que, a modo de resumen, indica
los siguientes:

• El amor ambiental.
• La conciencia ambiental.
• El respeto ambiental.
• La responsabilidad ambiental.
• La conservación ambiental.
• La convivencia ambiental.
• La sensibilidad ambiental.
• La iniciativa ambiental.
• La participación ambiental.

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