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Una aproximación al

per l del emprendimiento


social femenino en Ibagué
(Tolima-Colombia)

Mercedes Parra Alviz


José Rodrigo Cática Barbosa
Hernando Augusto Triana González
Una aproximación al
perfil del emprendimiento
social femenino en Ibagué
(Tolima-Colombia)

Mercedes Parra Alviz


José Rodrigo Cática Barbosa
Hernando Augusto Triana González

Grupo de Investigación Desarrollo Económico


y Empresarial de la Universidad del Tolima
(GIDEUT). Grupo de Investigación en
Mercadeo y Negocios (GIMN).

2021

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 1
Parra Alviz, Mercedes
Una aproximación al perfil del emprendimiento social
femenino en Ibagué (Tolima - Colombia) / Mercedes Parra
Alviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto
Triana González. -- 1ª. Ed. -- Ibagué : Sello Editorial
Universidad del Tolima, 2021.
196 p. : il., gráficas, tablas
Contenido: Parte 1: Marco teórico -- Parte 2: Enfoque
Investigativo.

ISBN:

1. Responsabilidad social de los negocios – Colombia,


Tolima 2. Emprendimiento social – Colombia, Tolima 3.
Nuevas empresas I. Cática Barbosa, José Rodrigo II.
Triana González, Hernando Augusto III. Título

658.11
P259a

©Sello Editorial Universidad del Tolima, 2021


©Mercedes Parra Alviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana
González

Primera edición, 200 ejemplares.


ISBN:
ISBN versión digital:
Número de páginas: 196
Ibagué-Tolima

Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad del Tolima.


Grupo de Investigación Desarrollo Económico y Empresarial. Grupo de
Investigación en Mercadeo y Negocios de la Universidad del Tolima.

publicaciones@ut.edu.co
mparra@ut.edu.co

Impresión, diseño y diagramación por: Colors Editores S.A.S.®


Ibagué – Tolima – Colombia.

Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial por


cualquier medio, sin permiso expreso del autor.
2 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
“No podría entender mi vida, tal como es, sin la importancia
que han tenido en ella las mujeres. Fui criado por una abuela y
numerosas tías que se intercambiaban en sus atenciones para
conmigo, y por mujeres del servicio que me daban instantes de
gran felicidad durante mi infancia”

Gabriel García Márquez

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 3
4 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Dedicatoria
A mi madre y mis dos abuelas por tenerme en cuenta en sus oraciones,
A Verónica, Amir, Wilson, Hibense, Gilberto y Yorley, mis hermanos del alma.
A Jader, por ser mi compañero y cómplice en mis proyectos académicos,
A Daniela, Valentina y Julián por acompañarme en esta aventura de la vida.
A Roma, por llegar a nuestras vidas, en el momento oportuno.
Mercedes.

A Dios, todo poderoso.


A Leito, mi madre, la nobleza, lealtad y fidelidad hecha realidad.
A Richar, mi padre, evidencia de principios y amor por una familia.
A mi esposa, ejemplo de madre, hija, hermana y esposa.
A mis hijos, motor de un hogar y orgullo por siempre.
A mis hermanos, la gran fortaleza de familia.
Al “viejo Ceci”; una inspiración desconocida.
Rodrigo.

A Dios por mi vida.


A Ruby, mi Madre, por ser mi mayor motivación.
A Bernardo, mi Padre, por su apoyo incondicional.
A Lorna y Óscar, mis hermanos, por su cariño y comprensión.
A la abuelita más hermosa y dulce, doña Mery.
Hernando.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 5
¿Qué tipo de árbol somos?
Los hombres somos árboles diversos.
- Hay árboles con grandes raíces agarradas a la tierra
y con copas casi sin follaje.
- Hay otros árboles con copas frondosas y raíces muy
pequeñas, casi sosteniendo el suelo.
- Hay árboles con raíces firmes y copas colmadas de hojas.
Los primeros, corren el riesgo de detener su crecimiento y secarse.
Los segundos, aunque son vistosos y
pintorescos, están supeditados a que una violenta
tormenta o un viento furioso los voltee.
Los últimos, permiten dar sombra placentera,
cobijo a los pájaros y compartir sus frutos jugosos.

Dr. Fernando Daniel Peiró

6 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Agradecimientos

E
l apartado de reconocimientos o agradecimientos siempre es una labor
grata e ingrata al mismo tiempo, ya que por un lado se intenta dar las
gracias públicas a quienes han contribuido para hacer realidad este trabajo
y, por el otro, es posible que de manera involuntaria se dejen por fuera a personas
que, de una u otra forma, han incidido en el resultado final de este ejercicio.

Los autores expresan sus más sinceros agradecimientos a todas las mujeres
empresarias que fueron objeto de esta investigación, las cuales nos concedieron
un tiempo valioso de su vida para facilitarnos la información requerida para sacar
adelante este proyecto.

Del mismo modo, a las varias generaciones de estudiantes, de pregrado y


postgrado, que nos han dado el impulso para mejorar continuamente en nuestros
conocimientos, a repensar el día a día la academia y los diferentes procesos de
enseñanza en un mundo tan dinámico y cambiante. Es a ellos que nos debemos
como docentes e investigadores y por ellos tenemos el desafío y la responsabilidad
de ser cada día buenos académicos y mejores personas.

A la vez, queremos agradecer a la Oficina de Investigaciones y Desarrollo


Científico de la Universidad del Tolima por apoyarnos con recursos financieros
para sacar adelante la investigación de la cual se originó el presente libro.

Agradecemos al colegaje de docentes que participaron en este proyecto


académico aportando sus ideas, conocimientos, comentarios y experiencias.
Finalmente, expresar nuestros sinceros agradecimientos a nuestras familias
porque han sido el pilar fundamental para todos nuestros proyectos que hemos
desarrollado, en especial este libro.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 7
Tabla de contenido

Dedicatoria 5
Agradecimientos 7
Presentación 14
Primera parte. Marco teórico
Capítulo 1. El emprendedor 18
1.1. Conceptualización 20
1.2. Tipos de emprendedores 30
1.3. Características de los emprendedores 33
1.4. Emprendedor social 45
Capítulo 2. El Emprendimiento 53
2.1. Conceptualización 55
2.2. Evolución histórica del concepto emprendimiento 57
2.3. Tipos de emprendimiento 58
2.4. Modelos de emprendimientos 62
2.4.1. Modelo de Albert Shapero 62
2.4.2. Modelo de Jeffrey Timmons 64
2.4.3. Modelo del Sistema de Desarrollo Emprendedor del Banco
Industrial de Desarrollo 65
2.4.4. Modelo de Vesga 66
2.4.5. Modelo Global Empresariado Monitor (GEM) 68
2.4.6. Modelo de emprendimiento según Barrera 69
2.4.7. Modelo de emprendimiento de CANVAS 71
2.4.8. Modelo transferible de emprendimiento TI (Ministerio de Ciencia
y Tecnología, Colciencias y ParqueSoft) 72
2.4.9. Modelo de emprendimiento y análisis de los factores determinantes
para su sostenibilidad (Borja, Carvajal y Vité) 74

8 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Capítulo 3. El emprendimiento social 76
3.1. Emprendimiento social como proceso 89
3.2. Ecosistema para el emprendimiento social 94
3.3. Emprendimiento social en Colombia. 96
Capítulo 4. El emprendimiento femenino 100
4.1. La mujer en la historia 102
4.2. Emprendimiento femenino a nivel mundial 105
4.3. Las mujeres como emprendedoras 108
4.4. Obstáculos que enfrentan las mujeres empresarias 109
Segunda parte. Enfoque investigativo
Capítulo 5. Metodología 113
5.1. Enfoque de investigación 116
5.2. Población y muestra 117
5.3. Recolección y análisis de la información 117
5.4. Indicadores de validez y confiabilidad 118
5.5. Contrastación empírica: consistencia, validez y confiabilidad 119
Capítulo 6. Análisis estadístico y discusión 121
6.1. Dimensión 1. Datos generales 123
6.2. Dimensión 2. Datos del emprendimiento 129
6.3. Dimensión 3. Apoyo institucional 141
Capítulo 7. Análisis multivariado 146
7.1. Análisis de correlaciones 148
7.2. Análisis por correspondencias 150
Conclusiones 158
Recomendaciones 163
Referencias bibliográficas 165

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 9
Índice de figuras

Figura 1. Tipos de emprendedores según Bóveda, Oviedo y Yakusik (s/f) 32


Figura 2. Tipos de emprendedores 33
Figura 3. Características de los emprendedores 40
Figura 4. Características según Anzola 41
Figura 5. Elementos del proceso empresarial según Shapero (1985) 63
Figura 6. Modelo de Jeffrey Timmons 64
Figura 7. Sistema de Desarrollo Emprendedor del Banco Industrial de
Desarrollo 65
Figura 8. Modelo de emprendimiento y de innovación 67
Figura 9. Modelo de emprendimiento de GEM (Global Empresariado
Monitor) 68
Figura 10. Modelo de emprendimiento según Barrera (2011) 69
Figura 11. Modelo de CANVAS 72
Figura 12. Modelo transferible de emprendimiento TI 73
Figura 13. Modelo de emprendimiento, según Borja, Carvajal y Vité 75
Figura 14. Matriz de emprendimiento social 79
Figura 15. La posición del emprendimiento social en medio de los
sectores tradicionales de la economía 81
Figura 16. Modelo propuesto por Austin, Stevenson y Wei-Skillern (2006) 92
Figura 17. Modelo propuesto por Weerawardena y Mort 2006 92
Figura 18. Modelo propuesto por Trivedi 94
Figura 19. Distribución de las comunas en la ciudad de Ibagué 132
Figura 20. Mapa multidimensional, dimensiones NED y SEP. Mujeres
cabeza de familia 151
Figura 21. Mapa multidimensional, dimensiones NH y SEP 152
Figura 22. Gráfica de respuesta de PLS para DE 156

10 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Índice de tablas

Tabla 1. Evolución del concepto de emprendedor 21


Tabla 2. Características del emprendedor según Alcaraz 34
Tabla 3. Características de los emprendedores según Briceño, Briceño
y López 35
Tabla 4. Las motivaciones y características de los emprendedores 38
Tabla 5. Las contribuciones al desarrollo del emprendimiento 44
Tabla 6. Definiciones de emprendedores sociales 49
Tabla 7. Características de los emprendedores sociales 51
Tabla 8. Diferencias entre IDE y SME 60
Tabla 9. Definiciones emprendimiento social 85
Tabla 10. Otras definiciones de emprendimiento social 87
Tabla 11. Escuelas de Pensamientos de Emprendimiento Social 89
Tabla 12. Normatividad por la que se rige Colombia en materia de
emprendimiento 98
Tabla 13. Tamaño de la muestra mujeres cabeza de hogar 117
Tabla 14. Resumen del procesamiento de los casos 119
Tabla 15. Resultados: Alfa de Cronbach. Estadísticos de fiabilidad 119
Tabla 16. Edad de las mujeres 123
Tabla 17. Estrato social de las mujeres emprendedoras 124
Tabla 18. Nivel educativo 125
Tabla 19. Número de hijos 126
Tabla 20. Edad de inicio en que las mujeres trabajan 127
Tabla 21. Tiempo de emprendimiento 128
Tabla 22. Número de emprendimientos 130
Tabla 23. Localización de los Emprendimiento 133
Tabla 24. Ubicación del emprendimiento, mujeres emprendedoras 134
Tabla 25. Tipo de emprendimiento realizados por las mujeres 135
Tabla 26. Empleos que genera el emprendimiento 136
Tabla 27. Beneficiarios del emprendimiento 136

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 11
Tabla 28. Pertenecer a una asociación 137
Tabla 29. Mujeres que trabajan en los emprendimientos 137
Tabla 30. Necesidades que incentivan el emprendimiento 138
Tabla 31. Redes sociales que utilizan las mujeres para su emprendimiento 139
Tabla 32. Conformación de recursos para el emprendimiento 140
Tabla 33. Apoyo institucional 142
Tabla 34. Tabla de contingencia edad vs nivel educativo 143
Tabla 35. Tiempo de emprendimiento (TEP) vs el estrato social (EST) 143
Tabla 36. Correlaciones entre Nivel educativo (NED), Estrato (EST),
y Sector al que pertenece el emprendimiento (SEP) y los
Beneficiarios del emprendimiento (BEP). Mujeres cabeza de
familia 148
Tabla 37. Tabla de correlaciones NBO 149
Tabla 38. Tabla de correlaciones entre Tamaño de la empresa (TEM),
Sector al que pertenece el emprendimiento (SEP), quiénes son
los Beneficiarios del emprendimiento (BEP). Mujeres cabeza de
familia 150
Tabla 39. Dimensiones de estudio, mujeres cabeza de familia 150
Tabla 40. Selección y validación del modelo para BEP 153
Tabla 41. Análisis de varianza de EX 153
Tabla 42. Variables explicativas 154
Tabla 43. Selección y validación del modelo para BEP 155
Tabla 44. Análisis de varianza de EX 156
Tabla 45. Coeficientes del modelo 157

12 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Glosario
SIGLAS CONCEPTOS
OEA Organización de los Estados Americanos.
BID Banco Interamericano de Desarrollo.
ES Emprendimiento Social.
VS Visión Social.
NAVES Nuevas Aventuras Empresariales.
CEL Consejo Europeo de Lisboa.
CVE Consejo de la Unión Europea.
UE Unión Europea.
GEM: Global Entrepreneurship Monitor.
SAS Sociedad Anónima Simplificada.
CEINFI Creación de Empresas con Impacto Nacional y Futuro Internacional.
SENA: Servicio Nacional de Aprendizaje.
RF Retornos Financieros.
TEA Tasa de Actividad Emprendedora.
ONG Organizaciones No Gubernamentales.
CESE Comité Económico y Social Europeo.
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
PYME Pequeñas y Medianas Empresas.
OCDE Organización para la Cooperación de Desarrollo Económico.
EIV Economist Intelligence Unit.
SELA Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe.
FOMIN Fondo Multilateral de Inversiones.
NE Nivel Educativo.
SEP Sector al que Pertenece el Emprendimiento.
BE Beneficios del Emprendimiento.
TEM Tamaño del Emprendimiento.
ANOVA Análisis de Varianza.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 13
Presentación

E
n las últimas décadas, el tema del emprendimiento ha tenido un amplio
protagonismo en un mundo donde la creatividad y la innovación son
aspectos relevantes para el desarrollo social y económico de los países. Razón
por la cual, tanto las instituciones públicas como privadas le están apostando a esa
iniciativa de promover y cooperar con el fomento de la cultura del emprendimiento
debido a que esto trae innumerables beneficios económicos, sociales y, en
particular, incorpora nuevas formas de beneficio para el desarrollo económico de
las regiones. En este mismo sentido y, como respuesta al reconocimiento de los
beneficios del emprendimiento, la Organización de Estados Americanos (OEA)
y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han incorporado en sus políticas
organizacionales la promoción y fomento de la cultura del emprendimiento.

En Colombia, tanto las instituciones públicas como las privadas han


venido promoviendo el fomento de la cultura del emprendimiento con el
ánimo de avalar iniciativas innovadoras, que permitan dinamizar la economía
del país. Actualmente, existe la Ley 1014 de 2006 del Congreso de la República
de Colombia, y su objeto es promover el espíritu emprendedor en todos los
estamentos educativos del país, en el cual se propenda y trabaje conjuntamente
sobre los principios y valores que establece la Constitución y se materialicen los
preceptos establecidos en la presente ley.

El emprendimiento tiene muchos apellidos y para este caso en particular se


profundizará sobre el social. El Emprendimiento Social (ES):

[…] es un fenómeno complejo de abordar, pues se refiere a una orientación laboral


y social específica, centrada en el desarrollo de proyectos laborales y sociales que
no pueden catalogarse solo como emprendimiento tradicional. Es decir, va más
allá de generar un negocio rentable en vistas de una oportunidad o necesidad
de emprender, que implica elaborar, ejecutar y sustentar iniciativas orientadas a
la superación de una dificultad social, y al logro de un beneficio común para un
grupo humano determinado, ya sea por medio de actividades empresariales o
social-comunitarias (Bargsted, 2013, p. 122).

14 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


El emprendedor social tiene las particularidades de todo emprendedor,
pero con un alto grado de sensibilidad a las necesidades sociales, convirtiéndose
en agentes de cambio social (Pérez, Jiménez y Gómez, 2017).

Este tipo de emprendimiento también se caracteriza por abordar


componentes de innovación y por su contribución en la solución de una
problemática que tiene un grupo o comunidad. Es importante tener claro que
existe una diferencia marcada entre emprendimiento social y emprendimiento
comercial, donde el primero trata sobre la preponderancia de los objetivos sociales
y/o ambientales, mientras que el segundo, persigue fines puramente económicos
(Cohen, Smith y Mitchel, 2008).

Del mismo modo, se quiere resaltar el papel que ha venido jugando la mujer
como emprendedora, donde representa un fenómeno de estudio cuya relevancia
ha ido aumentando en las últimas décadas. Briceño, Briceño y López (2016),
señalan que, desde el punto de vista “social y económico, la mujer ha venido
logrando una evolución en el rol que desempeña” (p. 24). Además, manifiestan
que la literatura del emprendimiento femenino se ha:

[…] concentrado tradicionalmente por entender las diferencias de género que


se dan en el emprendimiento, enfocándose en variables relacionadas con apoyos
legales y financieros. Sin embargo, se ha puesto poca atención a los factores del
entorno que influyen en la motivación y el impacto de la actividad empresarial de
la mujer particularmente en países en desarrollo (p.24).

De acuerdo a lo anterior, los autores vieron relevante plantear una


investigación denominada “El emprendimiento social en las mujeres cabeza de
familia en situación vulnerable de la ciudad de Ibagué-Tolima en el periodo 2011-
2016”, con el fin de conocer si existen iniciativas o empresas relacionadas con lo
social. Para tal fin, se procedió a identificar una muestra representativa de 382
mujeres emprendedoras cabeza de familia para luego obtener información de la
misma mediante la aplicación del instrumento, que para este caso fue la encuesta,
con el fin de consolidar la información necesaria y poder dar respuestas a los
objetivos planteados en el presente estudio.

El libro es producto de la investigación que se mencionó anteriormente, el


cual contempla dos partes. La parte 1, hace referencia al marco teórico, el cual se
divide en cuatro capítulos. El capítulo 1, se denomina el “Emprendedor”, donde
se aborda la conceptualización, tipo de emprendedores, características de los
emprendedores y emprendedor social. El capítulo 2, se refiere al “Generalidades del
emprendimiento”, que se enmarca en la evolución histórica del emprendimiento,
tipos de emprendimientos y modelos de emprendimientos. El capítulo 3,
denominado “Emprendimiento social” donde se enmarca el emprendimiento

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 15
social como proceso, ecosistema para el emprendimiento social y emprendimiento
social en Colombia. El capítulo 4, se refiere al “Emprendimiento femenino”,
donde se ilustra sobre la mujer en la historia, emprendimiento femenino a nivel
mundial, las mujeres como emprendedoras y obstáculos que enfrentan las mujeres
empresarias.

La parte 2, hace énfasis en el enfoque investigativo y contempla 3 capítulos.


El capítulo 5, hace mención a la “metodología”, donde se desarrolló enfoque
de investigación, población y muestra, recolección, análisis de la información,
indicadores de validez y confiabilidad, contrastación empírica, consistencia,
validez y confiabilidad. El capítulo 6, se refiere al “análisis estadístico y discusión”,
donde se desarrolló la dimensión 1 (datos generales), dimensión 2 (datos del
emprendimiento) y dimensión 3 (apoyo institucional). El capítulo 7 hace énfasis
al análisis multivariado, donde se evidencia el estudio de correlaciones y por
correspondencia. Finalmente, se encuentran las conclusiones, recomendaciones
y bibliografía.

16 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Primera parte. Marco teórico
Capítulo 1. El emprendedor.

Capítulo 2. Generalidades del emprendimiento.

Capítulo 3. El emprendimiento social.

Capítulo 4. El emprendimiento femenino.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 17
Capítulo 1. El emprendedor
Capítulo 2.
“El ingrediente más importante es
levantarte y hacer algo. Así de simple.
Muchas personas tienen ideas, pero
solo algunas deciden hacer algo hoy.
No mañana. No la siguiente semana.
Sino hoy. El verdadero emprendedor
actúa en lugar de soñar”.

Nolan Bushnell.

18 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Fuente: https://pixabay.com/es/illustrations/ni%C3%B1a-mujer-%C3%A1frica-belleza-modelo-4887757/

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 19
S
e podría mencionar que el emprendimiento ha tenido sus orígenes en la
historia de la humanidad, donde el hombre en toda su existencia ha luchado
por superarse, por hallar mejores formas de realizar actividades para tener
una mejor calidad de vida. Esto permite deducir, que el emprendimiento es
algo inherente en la humanidad, aunque, este no se ha desarrollado en todas las
personas. Posiblemente, el emprendimiento ha marcado la gran diferencia entre el
hombre y los demás seres vivos, ya que estos últimos no han logrado superarse en
miles de años, mientras que el hombre ha alcanzado un extraordinario progreso y
todo gracias a su espíritu emprendedor.

El emprendimiento se puede tomar como una alternativa de opción de


vida que lo puede llevar a cabo todas las personas que posean habilidades de
comunicación, liderazgo, trabajo en equipo y sobre todo una buena actitud para
identificar oportunidades y darle solución a los problemas que presenten las
personas o comunidad. Es una forma de actuar, de enfrentar los retos que significa
un nuevo comienzo, una nueva oportunidad y/o la necesidad de hacer las cosas
de otra manera.

1.1 Conceptualización

El término emprendedor (a) se origina del francés “entreprendre, que


significa llevar a cabo, y aparece en el siglo XVIII con el propósito de llamar así
a aquellas personas que iniciaban un proyecto” (Barrera, 2011, p. 234) hacia la
incertidumbre, es decir, sin saber con certeza qué esperar. Luego, fue utilizado
para denotar así a quienes comenzaban una empresa. Después fue ligado a los
empresarios innovadores y posteriormente se enmarcó dentro del contexto del
entorno social y económico (González, Cerón y Alcazar, 2010).

Silva (2008), señala que el término emprendedor proviene de las locuciones


latinas in, en, y prendere, coger, cuyo significado es acometer o llevar a cabo. Por
extensión y probablemente por influencia del francés y del italiano, lenguas en las
que empresario se dice entrepreneur e imprenditore respectivamente, el vocablo se
utiliza para señalar a quien inicia una empresa.

El origen de la palabra “emprendedor” se remonta a la Francia del siglo


XVII y representaba a quien se comprometía con un proyecto o actividad. En

20 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


un comienzo, el término emprendedor fue utilizado para identificar a individuos
que eran contratados para desarrollar tareas riesgosas y peligrosas. Más tarde,
los economistas franceses extendieron el término para incluir a personas que
sobrellevaban el riesgo y la incertidumbre para realizar innovaciones (Tan W. L.,
2005). Sánchez (2009), afirma que los emprendedores se pueden clasificar en dos
categorías: emprendedores económicos y sociales. Los primeros están totalmente
orientados hacia el mercado comercial, mientras que los segundos se adhieren a
conceptos ligados a la búsqueda del bien común.

Ahora, la Ley 1014 de 2006 del Congreso de la República de Colombia,


define emprendedor como una persona con capacidad de innovar; entendida esta
como la capacidad de generar bienes y servicios de una forma creativa, metódica,
ética, responsable y efectiva; y emprendimiento como una manera de pensar y
actuar orientada hacia la creación de riqueza. Es una forma de pensar, razonar y
actuar centrada en las oportunidades, planteada con visión global y llevada a cabo
mediante un liderazgo equilibrado y la gestión de un riesgo calculado. Su resultado
es la creación de valor que beneficia a la empresa, la economía y la sociedad.

A continuación, se plantea un resumen de los conceptos del término


emprendedor emitidos durante más de un siglo, los cuales están organizados
cronológicamente para visualizar cómo el término ha ido evolucionando, según
los diferentes autores y enfoques. (Tabla 1).

Tabla 1. Evolución del concepto de emprendedor


AUTOR CONCEPTO
Cantillón (1755). Un agente que compra medios de producción a precios que son inciertos
al momento en que se compromete a sus costos; además, reconoce la
actividad económica que lleva a cabo, destaca los elementos de la dirección,
y los factores de especulación que entran de algún modo en la actividad
empresarial.
Schumpeter (1912). Es un agente irracional que permite, gracias a sus innovaciones en los
procesos productivos, el avance de la sociedad. Es un innovador que rompe
con la forma tradicional de hacer las cosas con las rutinas establecidas.
Debe ser una persona con dotes de liderazgo, y con un talento especial para
identificar el mejor modo de actuar.
Ely y Hess (1937). Quien asume la tarea y la responsabilidad de combinar los factores de
producción en una organización de negocios y mantener su organización
en operación. Él ordena las fuerzas industriales y sobre él descansa la
responsabilidad de su éxito o su falla.
McClelland (1961). Es una persona que ejerce algún control sobre los medios de producción
y produce más de lo que él puede consumir, para luego venderlo para sus
ingresos individuales.
Lachman (1980). Es una persona que usa una nueva combinación de factores de producción
para producir la primera marca de la industria.
Mescon y Montanari Es una persona fundadora de nuevas empresas.
(1981).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 21
AUTOR CONCEPTO
Stevenson (1983). Es aquella persona que ve una oportunidad y sin importar los recursos que
tiene, ejecuta esa oportunidad.
Olson (1985). Es una persona con orientación hacia el futuro, capaz de asumir riesgos
para involucrarse en la identificación y desarrollo de nuevas ideas.
Garrido (1993). Cualquiera que dirija un equipo de personas para alcanzar unos fines que
no tienen por qué ser exclusivamente materiales, mediante la aplicación de
unos recursos económicos.
Halloran (1997). Es aquel que asume el riesgo de obtener beneficios o incurrir en pérdidas
realizando operaciones empresariales, así, el emprendedor es un empresario
que lleva a cabo una aventura, la organiza, busca capital para financiarla y
asume el riesgo.
Kirzner (1997). Aquel sujeto que descubre en el mundo de conocimiento imperfecto una
oportunidad que otros no han percibido.
Sharma y Chrisman Individuo o grupo de individuos que actúan independientemente o
(1999). como parte de un sistema corporativo, creando nuevas organizaciones o
induciendo la renovación y las innovaciones que ocurren dentro o fuera de
una organización existente.
Varela (2001). Persona capaz de percibir una oportunidad de producción o de servicio y
ante ella, formular libre e independientemente una decisión de consecución
de recursos naturales, financieros, tecnológicos y humanos necesarios para
poner en marcha la empresa, que además de crear valor incremental para la
economía, genera trabajo para él y para otros.
Schumpeter (2003). Introduce al concepto de emprendedor la función de innovador y lo
visualiza como líder del cambio económico y de los avances de la sociedad.
Goss (2005). Es un ser que encuentra importantes motivaciones derivadas de la elevada
energía emocional de la no rutina y de la realización de actividades
innovadoras, mientras que la gente normal encuentra confort en la baja
energía emocional de la rutina de la conformidad y la aversión al riesgo.
Ley 1014 de 2006 Define emprendedor como una persona con capacidad de innovar,
del Congreso de entendida esta como la capacidad de generar bienes y servicios de una
la República de forma creativa, metódica, ética, responsable y efectiva; y emprendimiento
Colombia. como una manera de pensar y actuar orientada hacia la creación de riqueza.
Quintero (2007). Una persona que busca y aprovecha las oportunidades de negocios que le
brinda el entorno o ambiente, para ello se requiere que la persona que sea
innovadora, creativa, visionaria, independiente, con deseos de superación.
González, Cerón, y Emprendedores fue utilizado para denotar así a quienes comenzaban una
Alcazar, (2010). empresa. Después fue ligado a los empresarios innovadores y posteriormente
se enmarcó dentro del contexto del entorno social y económico.
García (2011). Emprender “es iniciar algo, pasar de una idea a una acción, es transformar
un sueño en realidad, es hacer que las cosas sucedan, es comprometerse
a cumplir un objetivo, es identificarse con un propósito, es lograr metas”.
Corma, (2011). La actividad o capacidad emprendedora es la capacidad de emprender. El
camino de un emprendedor comienza con una oportunidad a partir de la
cual busca los recursos necesarios para explotarla y transformarla en una
empresa.
Herrera y Montoya Es aquel que, mediante un proceso, y teniendo en cuenta los factores
(2013). endógenos (cualidades, habilidades, conocimiento, experiencia, formación,
entre otros) y exógenos (las mutaciones del entorno), lleva a cabo un
proyecto, bien sea económico, social, político y/o ambiental.

22 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


AUTOR CONCEPTO
Heredira, (2013). Se entiende, entonces, que la persona empresaria (en el idioma inglés
conocido como “entrepreneur”) es aquel agente, con la energía, el
dinamismo y la flexibilidad para resolver los problemas y además ambiciosa
e inquiridora.
Bucardo, Saavedra y El emprendedor está impulsado por la necesidad de innovar y tomar riesgos
Camarena (2015). hacia lo desconocido, es decir, es capaz de trabajar con un alto grado de
incertidumbre.
Primo y Turizo El emprendedor representa la figura estelar de la economía de mercado y se
(2016). encarna en un agente con determinadas características para crear e innovar,
también para adoptar las decisiones necesarias que le permitan acometer
con éxito nuevos proyectos o negocios y saber asumir los riesgos que se
encuentran en este desempeño particular.
Primo y Turizo Desde el enfoque neoclásico, el emprendedor o empresario es aquel que
(2016). cumple con la función de coordinar, organizar y supervisar un negocio.
Es la persona que adquiere diversos factores productivos (trabajo, capital
y tierra) y los combinan de una determinada manera en el proceso
económico (función empresarial), para vender un producto que genere
los ingresos suficientes con el fin de remunerar a los distintos factores y
obtener un beneficio.
Parra, Rubio y El emprendedor es un líder que se abandera de una idea y la lleva a feliz
López (2017) término o por lo menos insiste en ella hasta lograrlo.
Fuente: López, Parra y Rubio (2017) y ampliado por los autores.

El concepto más aceptado de “Emprendedor” fue popularizado por el


economista Joseph Schumpeter en 1912/45, definiéndolo como alguien
versátil, que posee las habilidades técnicas para saber producir, reunir
recursos financieros, organizar las operaciones internas y capitalizar sus
esfuerzos a través de las ventas.

Se puede analizar que, en sus inicios, en el concepto de emprendedor se


resalta la asociatividad de este con aquellas personas capaces de crear empresa,
estableciéndose una similitud en los términos emprendedor y empresario
(Cantillón, 1755; Ely y Hess, 1937; McClelland, 1961; Lachman, 1980; Mescon y
Montanari, 1981).

Siendo contemporáneo con los autores antes mencionados y a pesar del


tiempo transcurrido y de las diferencias existentes en los contextos, Schumpeter
(2003) / [1912] le introduce al concepto de emprendedor la función de innovador
y lo visualiza como líder del cambio económico y de los avances de la sociedad.
Aunque su análisis se hace desde el punto de vista económico, es el primer autor en
proponer e incorporar al concepto de emprendimiento a la creación de empresas,
el descubrir oportunidades y el manejo del riesgo. Ideas que siguen siendo válidas
y que aún son tomadas como marco de referencia para hacer análisis relacionados
con la historia empresarial y el desarrollo económico, porque crean una diferencia
entre el emprendedor, el inventor y el capitalista.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 23
Posteriormente, a ese concepto de emprendedor son introducidos el entorno,
sus exigencias y la capacidad de adoptar y tomar decisiones con alto grado de
asertividad, apareciendo el concepto dado por Kirzner (1997) que complementa
el de Schumpeter (2003) / [1912], haciendo referencia al emprendedor que es
capaz de crear y percibir las oportunidades en los mercados turbulentos.

Al tiempo aparece el concepto de McClelland (1971[1961], pp. 109-


110), que aclara que el emprendedor es aquella persona que vive un proceso de
innovaciones continuas y que al momento que deja de realizarlas, deja de ser
emprendedor (Pereira, 2003), es decir, que el empresario puede ser emprendedor
al momento de iniciar su empresa, basado en la variable o característica de
innovador, pero posteriormente podrá dejar de serlo al momento de dedicarse a
asegurar la existencia de la misma y el retorno de la inversión. Lo que plantea este
concepto es la necesidad permanente de iniciativas que coadyuven a la mejora
constante de las iniciativas de ejecución por parte del emprendedor.

La constante exploración de oportunidades conlleva a estudiar el


emprendimiento desde dos referentes: En lo social y en lo relacionado con los
negocios (Austin, Stevenson y Wei-Skillern, 2006; Corner y Ho, 2010; Gaglio y
Katz, 2001). Nicolas y Rubio (2012, p.1), señalan que “cuando un individuo decide
poner en marcha un negocio, además de generar rentas económicas de las que
el mismo se beneficia, desarrolla una labor social en su entorno, al contribuir
indirectamente a la creación de empleo y riqueza”. Un aspecto que podría llevar a la
interpretación rápida de que toda iniciativa de emprendimiento posee inmerso el
concepto de lo social, de lo común, del aporte a los demás, dado que esa iniciativa
se mueve desde la sociedad y para la sociedad.

Esta apreciación, ha generado un debate amplio en la academia entre


aquellos que argumentan que el emprendimiento comercial y el social no deben
diferenciarse, dado que los dos crean valor social (Acs et al., 2011), y los que, por el
contrario, sitúan al emprendimiento social como un tipo de emprendimiento con
algunas particularidades que le diferencian rotundamente del emprendimiento
comercial (Austin et al., 2006; Bornstein y Davis, 2010).

Sin embargo, al medio de esta discusión, Nicolás y Rubio, (2012, p.1),


plantean que lo que coinciden muchas de las investigaciones es que, aunque
ambos tipos de emprendimiento puedan generar valor para la sociedad, para
el emprendedor social la creación de valor social no es algo secundario o
indirecto, sino la verdadera razón de ser de su negocio. Situación que plantea la
interpretación que para el emprendedor social prima el efecto sobre la comunidad
y no propiamente el beneficio económico particular.

24 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Este aspecto, ha hecho que algunos autores tomen como foco principal de
sus investigaciones la relevancia de las oportunidades en los diferentes contextos
-social y económico- (Ardichvili, Cardozo y Ray, 2003; Gaglio y Katz, 2001;
Valliere, 2013).

Simón, Sastre y Revuelto (2015, p. 2), plantean que existen dos perspectivas
desde las cuales se puede analizar la oportunidad. La primera es la teoría de la
creación (creationtheory), que precisa que las oportunidades son creadas por los
emprendedores (Álvarez y Barney, 2007; Ardichvili et al., 2003). Esta teoría está
ligada con la teoría de la realización o ejecución (effectuation theory), que plantea
que el emprendedor es el que crea las oportunidades a partir de los recursos que
tiene (Chandler, DeTienne, McKelvie y Mumford, 2011; Saravasthy, 2001). De
acuerdo a este planteamiento, más que buscar una oportunidad, los emprendedores
“entran en un proceso de aprendizaje iterativo que puede desembocar en la
formación de una oportunidad” (Álvarez y Barney, 2007, p.11-12).

La segunda de las perspectivas se basa en la teoría del descubrimiento


(discovery theory), en donde las oportunidades no son creadas, sino descubiertas
(Álvarez y Barney, 2007). Es decir, la alerta emprendedora (entrepreneurial
alertness) (Kirzner, 1979) proporciona el descubrimiento de la oportunidad por
parte del emprendedor sin necesidad de que exista una pesquisa activa de las
oportunidades.

Entonces, “El emprendedor es quien descubre, evalúa y explota


oportunidades rentables, tomando en cuenta el riesgo, alerta a las oportunidades
y necesidad por la innovación. ¿Entonces dónde encaja el aspecto social al
interior de este marco conceptual para el emprendimiento?” (Roberts y Woods,
2005, p. 46). Lo que entendemos por emprendedor descansa en las siguientes tres
particularidades: (1) el emprendedor como agente de cambio, (2) la capacidad
para identificar oportunidades donde hay problemas o en los cambios y (3) la
capacidad de generar valor (Caballero, Fuchs y Prialé, 2013, p.7).

Bajo este criterio aparecen otros autores afirmando que los conceptos
de emprendedor y empresarios no son equivalentes (Gartner, 1989; Pereira,
2003; Zorrilla, 2009). Zorrilla (2009) hace una distinción entre emprendedor,
inversionista y empresario, haciendo referencia al emprendedor como la
persona que tiene la idea, o el concepto de un producto o servicio a realizar; el
inversionista, como el que tiene el capital necesario para el sostenimiento inicial y
la puesta en marcha del negocio; y el empresario, como la persona que se encarga
de administrar y rendir cuentas del negocio.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 25
[…] Covarrubias (2005), afirma que no todo emprendedor es un empresario, pero
que todo empresario es un emprendedor, siempre y cuando el empresario realice el
siguiente proceso: descubrir necesidades insatisfechas y encontrar oportunidades
apropiadas para satisfacerlas para posteriormente asumir estas oportunidades y
soportar los riesgos psicosociales y financieros que se puedan presentar (p.8).

Significa entonces, que aquel empresario que se mantiene de la dinámica


inercial de su empresa, deja de lado su espíritu de emprendedor y se convierte la
simple cabeza visible de esa unidad de negocio.

Al seguir estas acciones, tendrá que ensamblar y coordinar equipos y redes


de individuos y organizaciones que reúnan el talento y los recursos necesarios
para producir el cambio. Un análisis similar es desarrollado por Barrera (2011)
al describir que existe una serie de actividades que realiza un emprendedor antes
de crear la organización, las cuales corresponden, unas, a las actividades que se
desarrollan en el momento de la creación y otras diferentes cuando la empresa
inicia su crecimiento.

Ante esta gran variedad de postulados, el punto más importante de esta


discusión adicional a la definición de emprendedor es identificar si dicho concepto
enmarca el término empresario, discusión que a la fecha aún está sin terminar, ya
que el mismo tiene múltiples acepciones, según el contexto en el que sea empleado
y entendido. Es así como Gámez (2008) citado por Herrera y Montoya (2013),
en su artículo destaca que “empresario en francés, es quien dirige una empresa,
mientras que en Estados Unidos y Canadá es quien negocia o financia negocios,
los dirige u organiza. En inglés, las acepciones de empresario aluden al productor
(producer) y en francés es el hombre de empresa” (p.19).

Para Moulden (2009) “los nuevos emprendedores (activistas, empresarios


e innovadores por igual) experimentan una especie de llamada: una voz interna
o un evento externo que anuncia el fin de una etapa de su vida y el principio de
otra” (p. 13). Según Vargas (2010), otro enfoque bajo el cual se puede etiquetar
al “emprendedor es el del líder emprendedor, con un perfil contemporáneo,
flexible, de mentalidad abierta a las personas y al cambio, caracterizado por ser un
orientador eficaz del colectivo hacia el logro de su proyecto” (p.87).

A su vez Chiavenato y Sapiro (2011) enfatizan que el emprendedor no


solo es un fundador de nuevas organizaciones o constructor de nuevos negocios.
Apalanca los recursos, promueve talentos y concretas ideas; esta concepción
circunscribe nuevamente al emprendedor como un creador de organizaciones,
avanzando más allá del planteamiento de Dess, Limpkon y Eisner (2011), e
igualmente Chiavenato et, al (2011) elevan al “emprendedor a una condición de
estratega, al asignarle la capacidad de descubrir nuevas oportunidades fortuitas
con rapidez antes que las descubran otros aventureros” (p.253).

26 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Basta con acceder a las bases de datos de las instituciones de diverso orden,
que se han encargado de promocionar las actividades de emprendimiento en el
país, para encontrar que un porcentaje muy bajo de la población ha accedido a
estas fuentes de financiación. Cualquier persona como potencial emprendedor
tiene el reto de romper este paradigma y convertirse no solo en un promotor
del desarrollo económico y social del país sino en el promotor de su propio
sendero de vida. A su vez el emprendedor es arriesgado, imaginativo, inquieto,
inconforme, rompe paradigmas, ve oportunidades donde nadie más las ve, es
creativo e ingenioso entre otras cualidades, apreciación esta que coincide con
lo argumentado por Schumpeter (1942) citado por Pulgarín y Cardina (2011),
cuando define al emprendedor “como una persona dinámica y fuera de lo común,
que promueve nuevas combinaciones o innovaciones” (p. 25).

En este sentido el emprendedor es un líder que se abandera de una idea


y la lleva a feliz término o por lo menos insiste en ella; esa idea o proyecto tuvo
un imaginario y requiere de un protagonista que sea capaz de llevarla a cabo,
sorteando todos los obstáculos que se le puedan presentar; a su vez el líder es un
creador de soluciones, es el bastión del engranaje organizacional y por supuesto
está comprometido también con el éxito del negocio (Parra, Rubio, López, 2017,
p. 23).

El emprendedor lidera su proyecto y el líder simboliza un ideal de éxito


que no necesariamente exige la creación de una organización como tal; pero
no por ello debe despreciarse su rol, pues según Dess, Lumpkin y Eisner (2011)
“los responsables de emprender se necesitan para hacerse cargo de los negocios
generados internamente; los responsables de producto ganadores (o proyecto)
son aquellas personas que trabajan dentro de una corporación y presentan
ideas emprendedoras” (p. 430), es decir, elevan la impronta del emprendedor
a ser básicamente un generador de ideas revolucionarias que cambien el status
organizacional.

El emprendedor es el principal actor del desarrollo económico y social


de un país, para lo cual debe identificar oportunidades, aprovecharlas y buscar
los recursos para transformarlas en negocios rentables, en esencia, es su misión
(Boveda, Oviedo, Yakusik, s/f). Su actuar ha dejado claro un protagonismo en
beneficio del desarrollo empresarial y la mejora significativa en las condiciones de
vida de grandes poblaciones en el mundo entero.

De otra parte, Hellriegel, Jackson y Slocum (2009), explican que entre las:

[…] características singulares de los emprendedores, se encuentra en primer


término la competencia para la auto administración entendida esta como la
necesidad de logros, deseo de independencia, confianza en sí mismo y sacrificio

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 27
personal; competencia para la acción estratégica, competencia para la planeación y
gestión, competencia para el trabajo en equipo, competencia para la comunicación,
competencia multicultural y conocimiento especializado (pp.188-195).

Aunque se acaban de presentar algunos conceptos y características


del emprendedor y del líder, se hace necesario concretar sus diferencias y
similitudes. Amaru (2008) manifiesta que “el liderazgo es uno de los papeles de los
administradores en las empresas. En su carácter de líder, el emprendedor influye
en el comportamiento de sus empleados para que estos cumplan con los objetivos
de la empresa” (p.167), como se desprende de esta consideración, el autor le asigna
la cualidad del líder al emprendedor colocándolos prácticamente al mismo plano.

Es conveniente señalar que hay más similitudes que diferencias entre los
constructos de emprendedor y líder, lo cual puede evidenciarse en la exposición
de Moreno y Espíritu (2010), cuando al referirse a las:

[…] habilidades del emprendedor lo destacan como un innovador, visionario,


persistente, orientador y gestor del cambio y que asume riesgos; así mismo como
características comunes entre el líder y el emprendedor destacan la creatividad e
innovación, la comunicación, la orientación al logro, asumir riesgos, habilidades de
negociación, pensamiento sistémico, competencias estratégicas e interpersonales,
crear redes y alianzas (pp. 108-110).

Igualmente señalan entre las diferencias la autoridad gerencial o legal


otorgada al líder, el poder subyacente a ella, el status-quo, la seguridad y la
estabilidad; contrario al emprendedor que propende por su independencia, por
su autodeterminación, por su iniciativa y desarrollo empresarial hacia la creación
de empresas, poco le interesa el status-quo y la jerarquía organizacional.

Desde otra perspectiva pero no menos importante resulta difícil desligar


el concepto “espíritu emprendedor” del emprendedor; Hellriegel, Jackson y
Slocum (2009) expresan que “tener espíritu emprendedor significa crear una
organización innovadora con el objeto de obtener ganancias económicas o crecer
en condiciones de riesgo o incertidumbre”, este criterio coincide con casi todos los
autores citados, a excepción de Dess et, al (2011), que como se anotó etiquetan al
emprendedor como integrante de una corporación y no necesariamente como su
pionero; pero al mismo tiempo se distingue de lo argumentado por Correa (2009)
cuando esta autora manifiesta:

[…] La visión operativa del emprendimiento constituye una debilidad para la


sociedad, especialmente porque se ha mantenido la idea de que el rol social del
emprendimiento es la creación de riqueza y a esto se debe la actual preocupación
de la economía, de hacer emprendimiento según la visión capitalista. Sus prácticas

28 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


van desde la elaboración de planes de negocio hasta proyectos y planes de empresa,
caracterizados por una concepción racional e instrumental centrada en el hacer
(p. 29).

Sin desconocer la importancia del acervo conceptual subyacente a la figura


del emprendedor y el emprendimiento por incipiente que este sea, la misma
autora lo reconoce y por ello propone una aproximación al marco teórico acerca
de la fenomenología y el emprendimiento dentro de su tesis doctoral; no pueden
desconocerse como ella lo afirma las herramientas y procesos que se requieren
para materializar una idea; seguramente habrán mayores posibilidades de éxito
para una propuesta debidamente documentada que asegure en alguna medida la
perdurabilidad de un negocio.

En esta misma línea de trabajo Sepúlveda, Zúñiga y Fracica (2001) a


instancias de los cursos que sobre emprendimiento se imparten en los MBA,
afirman que:

[…] En Colombia, desde principios de la década de los ochenta, tanto el Estado


como de las universidades, le ha dado un fuerte impulso a la creación de empresas
y el desarrollo del espíritu empresarial. En medio de esta gran actividad cabría
preguntarse: ¿Cuál es el aporte de estos cursos al desarrollo de sus participantes?
(p.61).

En el caso analizado por los profesores Sepúlveda et, al (2008), se encuentran


algunos referentes internacionales de escuelas de negocios, que dan cuenta de un
porcentaje importante de sus egresados de MBA que trabajan por cuenta propia.
En el caso del MBA de Harvard es del 29%, el 25% para los MBA de Babson
College y el 30% para los graduados del MBA del IESE.

En cuanto a la situación de Colombia frente a este mismo escenario, se estudió


al INALDE a través del curso “Nuevas Aventuras Empresariales” (NAVES), cuyos
resultados se materializan así: el 32% de los planes de negocio realizados iniciaron
labores como empresas legalmente constituidas, el 64% de los participantes ha
tenido la intención de crear su propio negocio, de este porcentaje el 45% ha tenido
alguna vez un negocio propio, del cual el 47% ha sido su fundador, el 35% lo ha
heredado y el 18% lo ha comprado. Igualmente, solo el 26% se ha arriesgado a
montar su negocio de forma individual, el resto ha preferido hacerlo con socios.
Los autores plantearon que estos programas académicos se han concentrado más
en la formación directiva que en la promoción de la creatividad entre sus alumnos.
Además, consideran que los emprendedores deben tener ciertas actitudes tales
como:

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 29
• Tener los objetivos claros en la vida.
• Creer en el propio proyecto.
• Las cosas no suceden por sí solas, sino que uno mismo hace que sucedan.
• Dedicar todo el tiempo.
• Recurso y esfuerzo necesario para lograr nuestros objetivos.
• Es necesario tomar riesgos en la vida y disfrutar de estos desafíos.
• Disponer de gran energía.
• Saber que actuar con honestidad es beneficioso.
• Valorar la perseverancia y el esfuerzo.
• Valor de la educación permanente.
• Comprometerse a trabajar con ética.
• Comprometerse con los factores ambientales y sociales.
• Comprometerse a tener estabilidad en las relaciones personales.
• Ser un buen comunicador.
• Darle la pasión del amor a lo que se hace.

1.2. Tipos de emprendedores

Los emprendedores son personas con necesidades psicológicas elementales


al igual que todas las personas; pero, en ellos se destacan tres: la necesidad de
logro, la necesidad de afiliación y la necesidad de poder. De las tres necesidades
mencionadas, la primera es la más importante para establecer sus actitudes y
actuaciones, dado que está relacionada con el grado en la cual una persona quiere
realizar tareas difíciles y desafiadoras en un alto nivel.

Según el modelo Global Entrepreneur Monitor1, señala que para que se


desarrolle una buena actividad emprendedora es importante tener presente
algunas condiciones, tales como:

• Condiciones generales del país: gobierno, infraestructura, mercado


financiero, instituciones, etc.
• Condiciones específicas para el desarrollo de los emprendedores: acceso al
capital, apertura del mercado interno, acceso a la infraestructura, programas
de gobierno, educación y entrenamiento, transferencia de tecnologías,
normas culturales y sociales, infraestructura legal y comercial, etc.
• Crecimiento económico nacional: hay que considerar que en líneas
generales el número de nuevos emprendimientos crece cuando lo hace la
economía de un país.
• Dinámica de los negocios: cantidad de empresas que nacen y se expanden,
cantidad de empresas que se achican y mueren.

1 El GEM “Global Entrepreneur Monitor” un programa de investigación a nivel global que estudia la relación
entre la actividad emprendedora y el desarrollo económico.

30 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


• Oportunidades de negocios: existencia objetiva y percepción.
• Capacidades emprendedoras: actitud emprendedora, aptitud emprendedora
y ambición emprendedora.

Boveda, Oviedo y Yakusik (s/f) plantean otros tipos de emprendedores:

• Emprendedores externos. Son aquellas personas que visualizan


oportunidades, diferentes líneas de producción, nuevos productos o
servicios y consolidan nuevos proyectos estratégicamente relevantes por
medio de la optimización de sus capacidades de innovación.
• Emprendedores internos (intraemprendedores). Son aquellos empleados
que tienen visión empresarial, que plantean ideas innovadoras desde el
interior de las empresas a través de procesos abiertos que los recogen,
moldean, mejoran y canalizan en forma de negocio, beneficiándoles a ellos
mismos y al crecimiento de la empresa en la que prestan sus servicios.
• Emprendedores creadores. Son aquellos que toman la decisión de crear
empresa por oportunidad.
• Emprendedores por necesidad. Son aquellos que emprenden un negocio
porque no encuentran ninguna otra alternativa para su subsistencia
personal o familiar. Por lo general, estos emprendedores no cuentan con
una educación profesional.
• Emprendedores por oportunidad. Este tipo de emprendedores, crean
empresa porque han visto la oportunidad de dar soluciones por medio de
los servicios o productos.
• Emprendedores de la industria digital. Son emprendedores que desarrollan
proyectos orientados a explotar las oportunidades que ofrece el Internet,
software en general, aplicaciones para celulares inteligentes y tablets,
desarrollo de videojuegos, etc.
• Emprendedores sociales. Se encuentran los emprendimientos sin fines de
lucro.
• Emprendedor apasionado. Es aquel que le encanta trabajar, es decir, no le
gusta quedarse solo con la idea en la mente, sino que su meta es hacerla
realidad. Cuando algo lo motiva se llena de energía, tanto que puede pasar
horas y horas trabajando sin quejarse.
• Emprendedor persuasivo. Es la persona que influye positivamente en las
acciones de las personas para emprender, por lo tanto, es un líder nato.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 31
• Emprendedor por azar. Este tipo de emprendedor tal vez heredó un negocio
exitoso. Muchas veces fue invitado por amigos o familiares a formar parte
de un proyecto y aceptó.
• Multi-emprendedor. Es aquel emprendedor que busca centrar su atención
en varios proyectos en paralelo para dar respuesta a diversas necesidades y
con ello busca la rentabilidad constante en varios negocios.
• Emprendedor inversionista. Es uno de los más comunes de hoy en día,
ya que son aquellos que cuentan con recursos suficientes para invertir en
proyectos. (Figura 1).

Emprendedores externos Intraempresario

Emprendedores inversionistas Emprendedores creadores

Multiemprendedores Emprendedores por necesidad


Tipos de
Emprendedores
Emprendedores por azar Emprendedores - oportunidad

Emprendedores persuasivos Emprendedores digitales

Emprendedores apasionados Emprendedores sociales

Figura 1. Tipos de emprendedores según Bóveda, Oviedo y Yakusik (s/f)


Fuente: Elaboración propia a partir de Boveda, Oviedo y Yakusik (s/f).

Emprender es un vocablo que denota un perfil, un conjunto de características


que hacen actuar a una persona de una manera determinada y le permiten mostrar
ciertas competencias para visualizar, definir y alcanzar objetivos (Alcaraz, 2011).
En este mismo, este autor identifica al emprendedor como aquella persona
capaz de ver las oportunidades para plantear y desarrollar un nuevo modelo de
negocio; es decir, tiene la virtud de descubrir y solucionar problemas mediante el
aprovechamiento de sus capacidades y de los recursos a su alcance, gracias a su
autoconfianza.

Alcaraz (2011), adiciona otro aspecto relevante para el perfil del


emprendedor, relacionado con la aceptación del riesgo, capacidad para aprender
de los errores o fracasos. Finalmente, señala que el emprendedor debe ser una
persona capaz de levantarse una y otra vez de sus fracasos, pero con una perspectiva
diferente de las cosas y un aprendizaje que le permitirá corregir su desempeño
para el logro de las metas y objetivos. Ahora, Schollhammer (1990), citado por
Alcaraz (2011, p.5) divide a los emprendedores en cinco tipos de personalidades.
(Figura 2).

32 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


El emprendedor Hace uso de la investigación y del desarrollo para crear
administrativo nuevas y mejores formas de hacer las cosas

El emprendedor Analiza las oportunidades que ha visto en el entorno y


oportunista decide iniciar un emprendimiento

El emprendedor Busca continuamente las oportunidades, indaga lo que


adquisitivo sucede en el entorno

El emprendedor Busca crecer y lograr oportunidades, crea unidades que


incubador al final se convierten en negocios nuevos

El emprendedor Genera sus procesos de innovación a partir de


imitador elementos básicos ya existentes mediante la mejora de ellos

Figura 2. Tipos de emprendedores


Fuente: Alcaraz (2011:5), adaptado por los autores (2016).

1.3. Características de los emprendedores

Según Alcaraz (2011), el emprendedor es una persona con características


muy particulares, tales como:

• Compromiso total, determinación y perseverancia.


• Capacidad para alcanzar metas.
• Orientación a las metas y oportunidades.
• Iniciativa y responsabilidad.
• Persistencia en la solución de problemas.
• Realismo.
• Autoconfianza.
• Altos niveles de energía.
• Busca la realimentación.
• Control interno alto.
• Toma de riesgos calculados.
• Baja necesidad de status y poder.
• Integridad y confiabilidad.
• Tolerancia al cambio.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 33
El emprendedor posee características que le facilitan no solo emprender,
sino también hacerlo con éxito. Entre ellas, algunas de las más mencionadas son:

• Creatividad e innovación.
• Confianza en él mismo.
• Perseverancia.
• Capacidad para manejar problemas.
• Aceptación del riesgo.

Las características que más sobresalen en los emprendedores son el


compromiso total, determinación y perseverancia, capacidad para alcanzar
metas y orientación a las metas y oportunidades, iniciativa y responsabilidad,
persistencia en la solución de problemas, realismo, autoconfianza, altos niveles de
energía, busca de realimentación, control interno alto, toma de riesgos calculados,
baja necesidad de estatus y poder, integridad y confiabilidad, tolerancia al cambio.

Además, Shane et al. (2003), argumenta que la creación de nuevas empresas


depende del proceder llevado por y a su vez está determinado por las características
particulares. En definitiva, el estudio de las características del emprendedor
establece un aspecto esencial para comprender el proceso de creación de empresas
en su conjunto (Baron, 2004). Por otro lado, García, Martínez y Fernández (2008),
plantean que también se puede hablar de características cognitivas de propensión
al riesgo de los emprendedores, los cuales pueden influir en la percepción del
resultado esperado de la iniciativa a desarrollar.

En este mismo sentido, Sánchez (2003), citado por Alcaraz (2011) presenta
otras características que presentan los emprendedores. (Tabla 2).

Tabla 2. Características del emprendedor según Alcaraz


Característica Descripción

• Necesidad de logro.
• Necesidad de reconocimiento.
• Necesidad de desarrollo personal.
Factores • Percepción del beneficio económico.
motivacionales. • Baja necesidad de poder y status.
• Necesidad de independencia.
• Necesidad de afiliación o ayuda a los demás.
• Necesidad de escape, refugio o subsistencia.

34 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Característica Descripción
• Iniciativa personal.
• Capacidad de decisión.
• Aceptación de riesgos moderados.
• Orientación hacia la oportunidad.
• Estabilidad emocional/autocontrol.
• Orientación hacia metas específicas.
• Locus de control interno (atribuye a él mismo sus éxitos o fracasos).
Características
• Tolerancia a la ambigüedad/incertidumbre.
personales.
• Es receptivo en sus relaciones sociales.
• Posee sentido de urgencia/tiempo valioso.
• Honestidad/integridad y confianza.
• Perseverancia/constancia.
• Responsabilidad personal.
• Es individualista.
• Es optimista.
Características • Energía.
físicas. • Trabaja con ahínco.
• Versatilidad/flexibilidad.
• Creatividad/imaginación/innovación.
• Búsqueda de la verdad e información.
Características • Planificación y seguimiento sistemático de resultados.
intelectuales. • Capacidad para analizar el ambiente (reflexión).
• Visión comprensiva de los problemas.
• Capacidad para solucionar problemas.
• Planificación con límites de tiempo.
Fuente: Alcaraz (2011).

Al mismo tiempo, el o la emprendedor(a) posee una serie de “características


y valores que le son comunes tales como: la pasión por el negocio, autoconfianza,
necesidad de logro, manejo de riesgos, iniciativa, tolerancia al riesgo, entre otros
(Briceño, Briceño y López”, 2017, p. 26). (Tabla 3).

Tabla 3. Características de los emprendedores según Briceño, Briceño y López


Características Descripción.
Pasión por el negocio. El emprendedor deberá tener mucho interés y pasión por el negocio, ya
que existirán muchos obstáculos que vencer y sin esta característica el
negocio no obtendrá el éxito deseado.
Autoconfianza. Los emprendedores tienen mucha confianza en sus habilidades y al
mismo tiempo en el concepto del negocio.
Necesidad de logros. Es el deseo del emprendedor de alcanzar el éxito y triunfar.
Manejo de riesgos. Los empresarios calculan los riesgos en la primera etapa del negocio y lo
controlan.
Iniciativa. El empresario tiene disposición para realizar las ideas que le apasionan.
Tolerancia al cambio. El emprendedor de éxito ve el cambio como normal, responden a este y lo
explota como oportunidad.
Trabajo en equipo. El emprendedor debe tener la capacidad de unificar ideas y lograr
consensos ante los diferentes obstáculos o problemas que se le presenta
logrando que el equipo con la cual trabaja funcione en armonía.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 35
Características Descripción.
Visión. Para alcanzar el éxito todo emprendedor requiere de un plan y la
visualización de los objetivos finales.
Capacidad de Todo emprendedor exitoso debe tener la capacidad de reconocer que a
aprendizaje. todo momento él está aprendiendo.
Creatividad e Entiéndase por creatividad como el proceso por medio del cual las ideas
innovación. son generadas, desarrolladas y transformadas con un valor agregado.
No se requiere inventar lo que ya está inventado, pero sí es ineludible
identificar otras alternativas de mejorar las cosas con un valor diferente
a lo establecido.
Sentido de El emprendedor para alcanzar el éxito debe identificar necesidades,
oportunidad. problemas y tendencias de las personas que habitan a su alrededor y por
consiguiente debe presentar alternativas de satisfacción o solución.
Riesgo. Es un elemento que, para muchos autores es una característica primordial
del acto de emprender, ya que consideran que el emprendedor es un
tomador de riesgos que pondera los beneficios y asume los peligros que
son inherentes a su consecución.
Fuente: Elaboración propia a partir de Briceño, Briceño y López (2016).

Desde la perspectiva de las características del emprendedor Castellanos,


Chávez y Jiménez, citados por Rodríguez y Gómez (2014), argumentan que el
emprendimiento requiere de competencias, es decir, las personas que promueven
una idea de negocio deben poseer determinados rasgos, entre ellos habilidades,
destrezas, aptitudes y capacidades (Alcaraz, 2006, citado por Silva, 2008, p. 20).

Entre las competencias se destacan la conformación de redes (Ruiz-


Arroyo, et al., 2015; Kadam y Ayarekar, 2014), competencia para la resolución
de problemas (Alcaraz, 2006, citado por Silva, 2008, p. 20), orientación al logro
(Alcaraz, 2006, citado por Silva, 2008, p.20), competencia para asumir riesgos
(Galindo y Echavarría, 2011; Hisrich, Peters y Dean, 2005; Amaru, 2008; Chan
y Balam, 2011), trabajo en equipo (Santín, 2012), creatividad (Chan y Balam,
2011; Duarte y Ruiz, 2009), autonomía e iniciativa (Sarasvathy, 2001; Kirby, 2004;
Gibb, 2005; Timmons y Spinelli, 2007, citados por Gómez y Satizábal, 2011);
generar ideas (Santín, 2012) y convertirlas en algo novedoso para transformar
su vida y su entorno (Hisrich et al., 2005; Duarte y Ruiz, 2009; Marco, 2015).
La edad (Abdesselam, Bonnet y Pape, 2004; Kalnins y Williams, 2014; Nuez y
Gorriz, 2008; Babu y Kasilingam, 2015), la experiencia y la formación son para
Sepúlveda y Reina (2016, pp. 43-44), las habilidades y rasgos de un emprendedor
que generalmente ayudan a la sostenibilidad de una empresa en el tiempo.

A propósito del estudio acerca de las características de los emprendedores


boyacenses, Rodríguez y Gómez (2014) destacan los siguientes hallazgos al
respecto: estos empresarios confían en su capacidad para el cumplimiento de los
objetivos que se proponen. En cuanto a su capacidad de exploración, la mayoría

36 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


de ellos no la ha desarrollado y prefieren seguir haciendo las cosas de la misma
manera como se han realizado anteriormente. El emprendedor boyacense tiene
una baja cultura de trabajo en equipo (Santín, 2012) y no posee un liderazgo
efectivo (González y Parra, 2008), lo cual se refleja en su baja influencia
interpersonal (Cholsta, Patzelt, Klein y Dromann, 2012). Desde el punto de vista
de la proactividad su tendencia es plegarse a lo que ya existe (Druker, 1974, citado
por Varela, 2001); así mismo se distingue por su baja capacidad de planificación
(Druker, 1974, citado por Varela, 2001).

Con respecto a las características comportamentales emprendedoras (CCE)


de micros y pequeñas empresas de la región centro del Valle del Jequitinhonha y
Mucuri/MG en Brasil, Cajaiba, Castro y Tabares (2014) hallaron que esas cualidades
no estaban directamente asociadas a la supervivencia de estas empresas. En este
mismo contexto, Huggins y Thompson (2014) en un estudio realizado en algunas
localidades de la Gran Bretaña, concluyeron que las diferencias en las tasas de
emprendimiento son fuertemente influenciadas por la cultura emprendedora
presente en esos lugares (Guettabi, 2015; GEM, 2012).

Así mismo una investigación realizada por las Universidades de Tufts y


Stanford mostró que la creatividad (Galindo y Echavarría, 2011; Birkinshaw, 2000,
citado por Kadam y Ayarekar, (2014); Santín, (2012), la iniciativa y el autocontrol,
así como poseer visión para los negocios (Hisrich et al., 2005; Santín, 2012) y
mantener contacto con emprendedores, son las características comunes en los
jóvenes que aspiran a ser emprendedores (Marco, 2015).

Para García de León (2014, p. 75) la decisión de emprender tiene su origen


en estímulos relacionados con el desempleo, incremento del ingreso familiar,
crear una fuente de trabajo que sea compatible con otras actividades, por tradición
familiar (Wong y Chirinos, 2016; Chlosta et al., 2012; Dunn y Holtz-Eakin,
2000; Laspita et al., 2012, citados por Fritsch y Storey, 2014), por independencia
(Hisrich, et al., 2005), desarrollo personal, experiencia, conocimiento, relaciones,
recursos con que se cuenta, insatisfacción con lo se hace y contar con ideas que
puedan ser buenas oportunidades de negocios. (Tabla 4).

Las características cognitivas de propensión al riesgo hacen que perciban


menos riesgos asociados a la creación y desarrollo de una empresa que otros
individuos y que, por tanto, muestren un menor temor al fracaso empresarial
(Baron, 2004). Sin embargo, cuanto mayor sea el miedo a fracasar, menos exacta
será la valoración que realicen de tales riesgos y peores serán sus expectativas
respecto del éxito derivado de las actividades emprendedoras (Iakovleva y
Kolvereid, 2005).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 37
Cuando una persona decide mejorarse a sí misma, a prepararse para ser
mejor en lo profesional y laboral, quizá sin saberlo está iniciando el camino del
emprendimiento. Aristóteles decía: “somos lo que hacemos de manera repetida.
La excelencia entonces no es un acto, sino un hábito”. Y es que gran parte del
éxito de los grandes emprendedores radica en la constancia, el trabajo duro, la
disciplina y las ganas de salir adelante. Por lo anterior, es aún más complicado
definir el término emprender, ya que no se trata solo de una serie de atributos,
sino también de la forma de utilizarlos para sacarles el máximo provecho.

Tabla 4. Las motivaciones y características de los emprendedores


Características específicas Autores
Competencias y habilidades. Schumpeter, 1934; Castellanos, Chávez y Jiménez, 2003,
citados por Rodríguez y Gómez, 2014.
Capacidad para conformar redes. Ruiz-Arroyo, et al., 2015; Kadam y Ayarekar, 2014.
Capacidad para resolver problemas. Alcaraz, 2006, citado por Silva, 2008.
Disposición para asumir riesgos. Galindo y Echavarría, 2011; Hisrich et al., 2005; Amaru,
2008; Chan y Balam, 2011.
Poseer destrezas, aptitudes y Alcaraz, 2006, citado por Silva, 2008.
capacidades.
Orientación al logro. Alcaraz, 2006, citado por Silva, 2008.
Cultura de trabajo en equipo. Santín, 2012.
Creatividad. Chan y Balam, 2011; Duarte y Ruiz, 2009; Galindo y
Echavarría, 2011; Birkinshaw, 2000, citado por Kadam
y Ayarekar, 2014; Santín, 2012.
Autonomía e iniciativa. Sarasvathy, 2001; Kirby, 2004; Gibb, 2005; Timmons
y Spinelli, 2007, citados por Gómez y Satizábal, 2011;
Druker, 1974, citado por Varela, 2001; Hisrich et al., 2005;
Santín, 2012.
Innovador y generador de ideas. Santín, 2012; Hisrich, et al., 2005; Duarte y Ruiz, 2009;
Marco, 2015.
La edad. Abdesselam et al., 2004; Bates, 1987; Kalnins y Williams,
2014; Cooper, et al., 1994; Nuez y Gorriz, 2008; Babu y
Kasilingam, 2015.
La experiencia y formación. Sepúlveda y Reina, 2016; García de León, 2014.
Liderazgo efectivo. González y Parra, 2008.
Relaciones interpersonales. Cholsta et al., 2012; García de León, 2014.
Visión. Hisrich et. al., 2005; Santín, 2012.
Establecer contacto con otros Marco, 2015.
emprendedores.
La tradición familiar. Wong y Chirinos, 2016; Chlosta et al., 2012; Dunn y
Holtz-Eakin, 2000; Laspita et al., 2012, citados por Fritsch
y Storey, 2014.
La independencia. Hisrich et al., 2005, García de León, 2014.
Fuente: Parra, Rubio y López (2017, p. 98).

De la misma manera, Gray y Cyr (1994), citado por Alcaraz (2011)


establecen que el término emprendedor es sinónimo de empresario. Pero, sobre

38 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


todo, es “alguien que organiza, controla y asume riesgos en un negocio ante
su deseo de enfrentar desafíos, la oportunidad de alcanzar logros y el impulso
por cumplir necesidades personales, emocionales y psicológicas” (p. 4). Por
consiguiente, Alcaraz (2011) definen al emprendedor como un individuo que
“inicia, administra y asume los riesgos y recompensas de un nuevo negocio”,
mientras que Longenecker, Moore y Petty (1994), citados por Alcaraz (2011), lo
definen como una persona con “aptitud para innovar y disposición para asumir
el riesgo”. Por otro lado, Anzola (2000) plantea la familia del emprendedor de la
siguiente forma:

• El padre éxito del emprendedor es el trabajo.


• La madre éxito del emprendedor es la visión.
• El hijo mayor del emprendedor es el sentido común.

Algunos de los demás hijos del emprendedor son:

• Perseverancia.
• Honestidad.
• Entusiasmo.
• Carácter.

Retomando los rasgos fundamentales del emprendedor, muchos consideran


que ser perseverante es seguir adelante en un proyecto a pesar de los obstáculos que
puedan aparecer; sin embargo, esa noción es incompleta porque la perseverancia
también incluye la capacidad, la voluntad y el temple de continuar los esfuerzos,
aun sin contratiempos de por medio, para alcanzar una meta. (Figura 3).

En lo referente a la característica específica de la honestidad, es imperativo


resaltar que una persona que actúa con honestidad lo hace siempre apoyada en
valores como la verdad y la justicia y, no antepone a estos sus propias necesidades
o intereses. Un emprendedor mantiene entusiasmo, es decir, la fuerza para
realizar una acción, favorecer una causa o desarrollar un proyecto y, finalmente, el
carácter es el conjunto de aspectos psicológicos que se moldean con la educación,
el trabajo y los hábitos. Es importante señalar que el carácter está íntimamente
ligado al temperamento de las personas. Algunas de las hermanas emprendedoras
son: jovialidad, lealtad, humildad, economía y oportunidad.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 39
Características de los emprendedores

Factores Según el Características Características


motivacionales comportamiento físicas individuales

Necesidad de Liderazgo, orientación Nivel energético Creatividad,


logro, necesidades hacia metas específicas, muy alto, capacidad imaginación
de independencia y alto nivel de de trabajo muy alto, e innovación,
autonomía, necesidad compromiso y apoyo a trabajo en equipo, conocimiento del
de poder, necesidad de las personas trabaja largas jornadas y negocio, conocimiento
motivación valora el tiempo del contexto

Figura 3. Características de los emprendedores


Fuente: Elaboración propia de los autores.

Además, Anzola, citado por García (2011, p.30), señala otras características
que debe tener el emprendedor como es saber controlar los miedos, estar dispuesto
a correr riesgos, que su vida sea una aventura emocionante, ser capaz de afrontar
las situaciones, lograr ser diferente, ser único, apasionado y saber controlar el
fracaso (si lo hay). En general, un emprendedor: debe tener verraquera. Levantarse
una y mil veces, lograr sus fines, tener una firme convicción, ser infatigable, hacer
su segundo, tercero y cuarto esfuerzo, para sostenerse en el mercado y no dejarse
derrumbar por la competencia.

Debe ser apasionado. Nunca desanimarse, siempre ver el lado bueno de


las cosas, aprender de las derrotas, hacer de los problemas sus oportunidades,
estar lleno de energía, saber pensar en grande, amar lo que está haciendo, trabajar
largas jornadas y promover nuevos proyectos.

Debe ser responsable. Implica asumir la responsabilidad de tus propias


acciones y ser capaz de explicarlas. La responsabilidad viene en muchas formas y
se usa en todos los aspectos de nuestra sociedad.

Debe tener confianza. Creer mucho en sí mismo, sentirse capaz de hacer las
cosas, que nada ni nadie lo derrumbe, ser una persona fuerte, saber que sí puede,
tener liderazgo, poder de convicción y escuchar a los demás. (Figura 4).

40 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Debe ser audaz Apasionado

Debe poseer iniciativa Responsable

Debe tener voluntad Debe tener confianza en sí


Características del
emprendedor
Asumir riesgos Debe ser honesto

Humilde Debe ser solidario

Debe poseer entusiasmo Debe tener principios y valores

Figura 4. Características según Anzola


Fuente: Elaboración propia a partir de Anzola (2000).

Debe tener iniciativa. Proponer nuevas ideas o proyectos, lograr que su


empresa tenga un reconocimiento ante los empleados y la sociedad, promover
nuevas posibilidades de crecimiento para la empresa y apoyar para que sus
empleados tengan una calidad de vida digna.

Debe tener voluntad. Significa tener fuerza para desarrollar una acción de
acuerdo a un resultado esperado. La voluntad implica generalmente la esperanza
de una recompensa futura, ya que la persona se esfuerza para reaccionar ante una
tendencia actual en pos de un beneficio ulterior.

De esta forma, se puede evidenciar que, por su naturaleza multidimensional


y su complejidad, el concepto de emprendedor aún sigue siendo motivo de análisis,
que en cada definición se describen algunas de las múltiples dimensiones y del
área del conocimiento desde donde se ha estudiado. En cualquier caso, existe un
consenso entre los autores al afirmar que el empresario es el encargado de tomar
las decisiones de forma individual o colectivamente, y que los factores externos
juegan un papel importante en las decisiones.

El Consejo de la Unión Europea (CUE) ha venido promoviendo, de forma


sistemática, el “espíritu emprendedor”, proporcionando un rol significativo a los
países y sus regiones. Es así que en el Consejo Europeo de Lisboa (2000), la Unión
Europea (UE) identifica el espíritu emprendedor dentro de las competencias
básicas para provocar una economía asentada en el conocimiento. Durante el
Consejo Europeo de Barcelona (2002), aprueba el programa de trabajo “Educación
y Formación 2010”, donde se desarrollan los principios y las nuevas competencias
propuestas en Lisboa. Es decir, se proclama que “el espíritu emprendedor debe
aprenderse por medio de los sistemas de educación y formación para facilitar la
puesta en marcha y la gestión de nuevos negocios”2.

2 Dirección General de la Empresa de la Comisión Europea, es la responsable de hacer el seguimiento de esta


iniciativa.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 41
La Comisión de las Comunidades Europeas aprobó a principios de 2003
el Libro Verde sobre El Espíritu empresarial en Europa. Con el fin de estimular el
emprendimiento, para lo cual, la Comisión plantea tres pilares:

• Derrumbar barreras al desarrollo de los negocios y el crecimiento.


• Equilibrar los riesgos y recompensas de la iniciativa empresarial.
• Y una sociedad que valore el entrepreneurship.

Recomienda que se trabaje de manera interactiva con el individuo, la


empresa y la sociedad. Como acciones de apoyo propone: simplificar los trámites
para crear nuevas empresas, reducir las barreras y los costes, suavizar la legislación
de insolvencia, promover el espíritu empresarial en la escuela, apoyarse en la
Universidad, acceso a préstamos y microcréditos, (…) (Salinas y Osorio, 2012, p.
134).

En este mismo sentido, Salinas y Osorio, (2012, p. 135), señalan que el espíritu
emprendedor está recogido a nivel europeo por la iniciativa política patrocinada
por la Comisión Europea en junio de 2008, denominada «Small Business Act for
Europe», por lo que es imperioso establecer una cultura no solo en la defensa de
la figura del emprendedor, sino en promover y fomentar su surgimiento, donde el
esfuerzo y la capacidad de superación ante la dificultad de los retos, sean alentados
y valorados. Para lograr lo anterior, se hace necesario e imperioso la colaboración
y empatía de los medios de comunicación para divulgar los mensajes adaptados a
nuestra actual situación socioeconómica.

Las políticas nacionales de emprendimiento y las iniciativas de algunas


universidades tanto públicas como privadas en Colombia son las que han generado
este compromiso y esta cultura. Este esfuerzo ha permitido acciones como: “La
semana mundial del emprendimiento” o “Global Entrepreneurship Week – GEW”,
Programas “emprender”, “Programa de capital semilla”, “Red nacional de creación,
desarrollo e incubación de empresas”, “Sociedades Anónimas simplificadas (SAS12)”,
“Aceleradores de emprendedores”, foros internacionales de emprendimiento,
conformando redes, asociaciones y cooperativas relacionados con tema.

Del mismo modo, se puede referenciar que algunas instituciones


colombianas vienen desarrollando la cátedra de Creación de Empresas con Impacto
Nacional y Futuro Internacional - CEINFI, también del Ministerio de Comercio
Industria y Turismo de Colombia; el Fondo Emprender del Servicio Nacional de
Aprendizaje -SENA; Jóvenes con Empresa. Las características de estos programas
están fundamentadas en el compromiso voluntario, fortalecimiento del tejido
empresarial, construcción colectiva y una red de apoyo interinstitucional entre
otras.

42 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


También la empresa privada mediante las fundaciones, apoyan estos
procesos de emprendimiento, pero especialmente con un componente asociativo,
es el caso de la Fundación Carvajal a través de la unidad de desarrollo empresarial.
Una iniciativa del Gobierno local del departamento de Antioquia – Colombia, es
el Parque del Emprendimiento - Proantioquia – Fundación para el progreso de
Antioquia (Salinas y Osorio, 2012, p. 137).

En términos generales, los resultados Global Entrepreneurship Monitor


(GEM, 2017) muestran que se ha generado una:

[…] cultura emprendedora en la que el estatus del empresario y la percepción del


emprendimiento como opción deseable de carrera profesional se han consolidado.
Por su parte, el miedo al fracaso ha disminuido, a pesar de que la percepción sobre
la cobertura de los medios de comunicación ha ido decreciendo. Al parecer, la
formulación e implementación de políticas que incentivan el emprendimiento
han afianzado la confianza de los colombianos en sus capacidades para iniciar
un negocio, lo que puede llevar a que la identificación de oportunidades sea más
selectiva, con lo cual se genera un entorno favorable para la creación de empresas
y el surgimiento de emprendedores potenciales (p. 21).

Es importante cerrar este espacio de referencia con la posición de (Montejo, 2020)

[…] la percepción de la cultura del emprendimiento es muy importante porque ella


define los valores con los cuales los emprendedores deben trabajar. No es posible
llevar a cabo una estrategia de negocio si ella no está en armonía con la cultura del
emprendimiento. Es necesario establecer que esta será una cultura de innovación
para impulsar el crecimiento sostenido a largo plazo. El actuar y el pensar de los
emprendedores produce la evolución de esta cultura (p. 58).

El emprendimiento se explica por la integración de los asuntos éticos


en los negocios, el compromiso con la comunidad, la responsabilidad social y
el desarrollo económico (Hockerts y Wüstenhagen, 2010, citados por Hörisch,
2016). Así mismo, el reto del emprendedor es desarrollar los negocios con el
apoyo de sus stakeholders tanto internos como externos, con la preocupación de
mantener un medio ambiente seguro para el negocio que emprenden (Mathew,
2009).

A su vez, los hallazgos de Ruiz, Sanz y Fuentes (2015) en su estudio


sobre la alerta emprendedora y el conocimiento previo para la identificación
de oportunidades de negocio, permitieron corroborar que a medida que los
emprendedores desarrollen su alerta emprendedora, entendida esta como la
habilidad de un individuo para identificar oportunidades que otros han pasado
por alto (Stevenson, 2000, citado por Guettabi, 2015; García-Cabrera, et. al., 2015),
más posibilidades podrán identificar, y este mayor número de oportunidades
explotadas, consecuentemente significa empresas creadas, que van generando

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 43
el correspondiente efecto positivo sobre el crecimiento económico (Kadamy
Ayarekar, 2014).

Preuss (2011), citando a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económico (OECD, 2000; Defra, 2006; Treasury, 2008), destaca la importancia que
la contratación en el sector público puede hacer como soporte al emprendimiento
y a las pequeñas empresas. Parra, López y Rubio (2017), consideran que en los
países industrializados la “contratación pública representa una parte significativa
del producto interno bruto y, en consecuencia, es fundamental para el desarrollo
económico local, regional y nacional utilizar este potencial” (p. 94).

Otro aspecto considerado de importancia en el desarrollo del


emprendimiento son los medios de comunicación social. En años recientes estos
se han manifestado en la forma de Facebook, YouTube, eBay, Twitter y otros, que
han aparecido como una forma de comunicación interactiva, constituyéndose
en un fenómeno que ha transformado la interacción y la comunicación de los
individuos a través del mundo. Estos medios ayudan a los emprendedores a
mantenerse en contacto con sus proveedores, consumidores y demás contactos, e
igualmente para adelantar el reclutamiento de empleados y la promoción de sus
perfiles y marcas.

En lo que respecta a la estrategia de negocios esta facilita a los emprendedores


la oportunidad para colaborar y compartir con sus redes de trabajo y así desarrollar
y crear nuevas y exitosas alternativas para mejorar sus operaciones; así mismo
tienen una considerable influencia en la decisión de compra de los consumidores
y, por lo tanto, estos ahora tienen más poder que nunca (Kadam y Ayarekar, 2014;
Ruiz-Arroyo et al., 2015). (Tabla 5).

Tabla 5. Las contribuciones al desarrollo del emprendimiento


Aportes Autores
Integración de los asuntos éticos en Hockerts y Wüstenhagen, 2010, citado por
los negocios, el compromiso con la Hörisch, 2016.
comunidad, la responsabilidad social
y el desarrollo económico.
Emprendimiento social. Lan, Zhu, Ness, Xing y Schneider, 2014.
Cambio tecnológico y las capacidades Lanza y Passarelli, 2014.
dinámicas empresariales.
Los rasgos de personalidad y Barba-Sánchez y Atienza-Sahuquillo, 2012, citados por
habilidades de los individuos. Marulanda et al., 2014; Zhao y Seibert, 2006; Zhaoet al.,
2010; Rauch y Frese, 2007; Caliendo et al., 2014, citados
por Fritsch y Storey, 2014; Paturel, 1997; Thomas et al.,
2014; Babu y Kasilingam, 2015; García-Cabrera, et. al.,
2015; Duarte y Ruiz, 2009; GEM: reporte anual Bogotá
2012-2013; Naldi, Achtenhageny Davidsson, 2015;
Caliendo y Kritikos, 2012, citados por Serrano-Bedia,
Pérez-Pérez, Palma-Ruiz y López-Fernández, 2016; García
de León, 2014; Guettabi, 2015.

44 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Aportes Autores
El ambiente o entorno: marco legal, Paturel, 1997; Thomas et al., 2014, Marulanda et. al.,
estímulos. 2004; García-Cabrera et. al., 2015; García de León, 2014;
Guettabi, 2015; 2014; Duarte y Ruiz, 2009
Las oportunidades de negocio. Ruiz-Arroyo, et al., 2015; Stevenson, 2000 citado por
Guettabi, 2015; Stevenson y Gumpert, 1991 citados por
García-Cabrera, et al., 2015; Kirzner, 1979, citado por
Ruiz-Arroyo, et al. 2015.
La contratación pública. Preuss, 2011.
El desempleo e incremento del García de León, 2014.
ingreso familiar.
La creación de empresas en Colombia Henríquez Daza, Mosquera Sánchez, Arias Sandoval
desde las percepciones femenina y (2010).
masculina.
Fuente: Parra, Rubio y López (2017, p. 95).

1.4. Emprendedor social

Dentro del campo del emprendimiento ha venido tomando fuerza el


denominado emprendimiento social, que según Lan, Zhu, Ness, Xing y Schneider
(2014), en los últimos años ha conducido a cambios importantes en las recién
creadas cooperativas rurales de China, las cuales son administradas por los líderes
de la comunidad y demás personas con iniciativa empresarial y valores básicos
compartidos que llevan el mensaje de la prosperidad a los habitantes del pueblo,
pero no necesariamente en función de obtener beneficios económicos, sino de
liderar procesos sociales que permitan satisfacer las demandas y necesidades de
una parte de la población. Estas personas dirigen las comunidades rurales con
una clara misión social a través del desarrollo de cooperativas como empresas
de propiedad colectiva de los aldeanos. El emprendimiento social juega un rol
fundamental en los procesos de desarrollo comunitario, así como contribuyendo
a la construcción de nación y una prosperidad común (Parra, Rubio y López,
2017, p. 92).

La investigación sobre el emprendedor social nace del análisis del espíritu


empresarial, por lo cual, los diferentes “enfoques creados en el campo del
emprendimiento han sido adaptados y adoptados para definirlas especificidades del
emprendimiento social dentro de la actividad emprendedora” (Apetrei, Robeiro,
Roig y Mas, 2013, p. 39). En las últimas décadas, el estudio a los emprendedores
sociales ha ido en aumento, desde la dimensión teórica como práctica (Alvord,
Brown & Letts, 2004). Además, el debate de discusión sobre el emprendimiento
social se ha centrado en el cambio del estado de bienestar, la amplitud de la idea
de subsidiariedad y en los cambios socioeconómicos (Achleitner, 2007 y Austin,
Stevenson & Wei -Skillern, 2003).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 45
De acuerdo con sus objetivos, se puede definir al “emprendedor social como
una persona que trata de resolver un problema social con un enfoque innovador
a la vez que desarrolla una actividad emprendedora” (Apetrei, Ribeiro, Rong y
Mas 2013, p. 6). Los emprendedores sociales son un grupo de personas que se
encuentran inmersos dentro del género de los emprendedores. De un modo más
simple, se puede señalar que se trata de un tipo de emprendedores que persigue
fines sociales.

El emprendedor social tiene como fin específico generar valor social en vez
de riqueza personal (Urbano, Toledano y Ribeiro, 2010) a través de los procesos
de innovación social – y no la innovación económica – (Kramer, 2005, Austin et
al., 2003) y afrontando problemas sociales en lugar de necesidades individuales
(Harding, 2006).

De acuerdo con lo anterior, la actividad de los emprendedores sociales se


ve apoyada en aquellos que suscitan este tipo de emprendimiento cautivando la
atención del público a los cambios sociales, fundamentalmente en los países en
vías de desarrollo. Ahora, el discurso que recae sobre el emprendimiento social
intuye en la política y los medios de comunicación (Dey, 2006) y enfatiza en
problemas como la pobreza, la desigualdad social o el medio ambiente (Dancin,
Dancin y Tracey, 2011).

El emprendedor social debe diseñar un proyecto que propicie mejoras


sociales sobre un determinado sector de la sociedad, y además debe enfocarse en
que ese beneficio llegue al mayor número de personas posible. Dees, Anderson y
Wei-Skillern (2004) discuten esencialmente este asunto y por consiguiente trazan
algunas estrategias para divulgar las innovaciones sociales de una manera óptima.
Estos autores plantean las tres formas que los emprendedores sociales utilizan
para difundir sus innovaciones a gran escala:

• Elaboración de un modelo organizativo.


• Creación de un programa.
• Establecimiento de unos principios.

La literatura muestra una diversidad de definiciones, pero todas estas se


agrupan en cuatro elementos clave del emprendedor social (Dancin, Dancin y
Tracey, 2011):

• Las características individuales de los emprendedores sociales (Light,


2009).
• La esfera de actuación de las acciones que llevan a cabo (Tracey et al., 2011).

46 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


• Los procesos y los recursos utilizados por los mismos (Dancin, Dancin y
Tracey, 2011).
• La misión de los emprendedores sociales (Peredo y McLean, 2006, Dancin,
Dancin y Tracey, 2011).

Se puede plantear que el emprendedor, es una persona con capacidad


creativa e innovadora, quien, a partir de la percepción de una oportunidad,
concibe, impulsa y desarrolla una idea sobrepasando los riesgos, aprovechando
las oportunidades y superando las amenazas del entorno. Por otro lado, Koe Hwee
Nga y Shamuganathan (2010) exponen cinco características del emprendedor
social:

• Visión Social (VS). La visión social es el sentido de responsabilidad


y conexión emocional de lucha por una causa social o ambiental que
consideran justa. Es decir, este es el norte del emprendedor social que
imposibilita que otras motivaciones (como la económica) alteren el objetivo
social del emprendedor.
• Aprecio por prácticas sostenibles (SUST). Esta dimensión nace producto de
tomar conciencia de que las personas y organizaciones se interconectan y
forman parte de un mismo ecosistema. Esta orientación permite encontrar
un balance de los intereses económicos, sociales y ambientales (también
llamado “triple resultado”) de manera responsable. Aquí el emprendedor
social debe girar en torno a la búsqueda de soluciones que propicien el
triple resultado por medio de la innovación responsable.
• Habilidad para desarrollar redes de contacto (SN). Se refiere a las relaciones
positivas formales o informales con las personas o instituciones que se
encuentran en su entorno. La cooperación activa en redes sociales permite
el aprendizaje colectivo, debido a que puede ofrecer conocimientos e
información valiosa para que el emprendedor encuentre soluciones
efectivas.
• Capacidad innovadora (INNOV). Los emprendedores sociales para generar
cambios positivos para la sociedad, deben buscan soluciones innovadoras y
así alcanzar las metas. Además, su fin social rasga con el esquema tradicional
de buscar objetivos económicos lo que los lleva evidentemente a innovar en
los procesos.
• Habilidad para generar retornos financieros (FR). Es la capacidad de
forjar retornos económicos porque eso garantiza la sostenibilidad de la
organización. Sin embargo, el fin social no hay que perderlo de vista ya que
este siempre será prioritario.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 47
El emprendedor social debe cumplir son ciertas características como lo
plantea la Universidad Autónoma de Madrid, citado por Arbeláez (2011, p. 31):

• Estar dispuesto a compartir abiertamente sus innovaciones y los resultados


de sus iniciativas con la perspectiva de su desarrollo potencial.
• No esperar la seguridad de los recursos para poner en marcha sus iniciativas.
• Estar abierto a redefinir y readaptar su proyecto para dar respuesta a
necesidades y sugerencias de su entorno.
• Ser capaz de gestionar una compleja red de relaciones donde se puedan
diferenciar a clientes, beneficiarios, financiadores, reguladores y agentes
sociales.
• Gestionar recursos escasos y normalmente de carácter temporal vinculados
a proyectos.
• Trabajar con recursos humanos muy heterogéneos y con diferentes
vinculaciones a la organización.

Estos emprendedores conservan rasgos muy puntales como es la pasión por


alcanzar su visión, capacidad de liderazgo y una fibra ética muy enérgica (Mair y
Martí, 2006). Ahora, Drayton (2002), puntualiza que un emprendedor social tiene
la misma condición que un emprendedor comercial, ya que ambos reconocen
cuando una parte de la sociedad está estancada y proporcionan diferentes formas
de impulsarla. Ambos visualizan un cambio sistémico identificando los puntos
clave que les permitirá empujar a la sociedad en esta nueva tendencia y persistir
hasta que logran su objetivo. Moreira y Urriolagoitia (2011, p. 23), señalan que
un emprendedor social además de tener una poderosa visión, posee cuatro
características:

• Creatividad que se relaciona con establecer los objetivos y en proponer


solución a los problemas.
• Calidad emprendedora, que según Drayton es la cualidad más primordial,
pero a la vez, la más difícil de definir. Esta se refiere a que un emprendedor
no descansará hasta ver los cambios producidos en la sociedad, con su
proyecto innovador.
• Las otras dos características son la capacidad de extender el impacto de sus
acciones y la fibra ética del emprendedor social.

Existen diversidad de definiciones sobre emprendedores sociales, tal como


se muestra a continuación. (Tabla 6).

48 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Tabla 6. Definiciones de emprendedores sociales.
Autor y año Definición y/o descripción
Waddock y Post Los emprendedores sociales son personas particulares que juegan un rol
(1991). crítico para el logro de cambios catalíticos relacionados con la agenda del
sector público y en el conocimiento de los problemas sociales.
Thake y Zadek (1997). Los emprendedores sociales están inducidos por una ambición de justicia
social. Investigan una relación directa entre sus acciones y una mejora en
la calidad de vida de los individuos con las que trabajan o interactúan. Su
fin es promover soluciones que sean sostenibles financiera, organizativa,
social y ambientalmente.
Dees (1998). Los emprendedores sociales desempeñan el papel de agentes de cambio
en el sector social, a través de: (1) la adopción de una misión para crear
y mantener valor social, (2) el reconocimiento y la implacable búsqueda
de nuevas oportunidades para servir a esa misión, (3) la realización de un
proceso de continua innovación, adaptación y aprendizaje, (4) que actúan
con valentía y sin estar limitado por los recursos actualmente disponibles,
y (5) que presenta una alta responsabilidad sobre los beneficiarios
atendidos y por los resultados creados.
Prabhu (1999). Los líderes sociales son individuos que crean y gestionan las organizaciones
empresariales cuya misión vital es el cambio social y el desarrollo de su
grupo de interés.
Thompson et al. Los emprendedores se dan cuenta que hay una oportunidad para
(2000). satisfacer alguna necesidad no satisfecha y que el Estado no quiere o no
puede cumplir.
Brinkerhoff (2001). Los emprendedores sociales son personas que continuamente están
averiguando nuevas formas de ayudar a sus beneficiarios y añadir valor
a los servicios existentes.
Labarre et al. (2001). Los emprendedores sociales son innovadores consagrados a abordar
algunos de los desafíos más difíciles de la sociedad mediante la propuesta
de nuevas ideas de negocio.
Guclu et al. (2002). Los emprendedores sociales comienzan con la visión de una oportunidad
atractiva con suficiente potencial de tener un impacto social positivo
para justificar la inversión de tiempo, energía y dinero necesarios para
perseguirla.
Morse y Dudley Los emprendedores sociales son aquellos que combinan el espíritu de
(2002). empresa y el espíritu de la comunidad para construir capital social en el
proceso de mejoramiento de la comunidad.
Sullivan et al. (2003). Los emprendedores sociales están impulsados por la misión social
de creación de un mejor valor social que sus competidores, lo que se
traduce en que exhiben un comportamiento virtuoso empresarialmente.
En segundo lugar, exhiben un juicio equilibrado, una unidad coherente
de propósitos y de acción frente a la complejidad. En tercer lugar, los
emprendedores sociales exploran y reconocen las oportunidades para
crear un mejor valor social para sus clientes. Por último, los empresarios
sociales muestran la capacidad de innovación, proactividad y asunción de
riesgos en la toma de decisiones clave.
Roa (2005) El emprendimiento social alude al tercer sector, organizaciones
(Organización As- sociales que se profesionalizan, que pueden o no tener ánimo de lucro
hoka). y que trabajan para un objetivo social definido en cualquier campo del
desarrollo humano.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 49
Autor y año Definición y/o descripción
Tan et al. (2005). La obtención de beneficios a través de la innovación asumiendo el riesgo
con la participación de un segmento de la sociedad, y cuando todos o
parte de los beneficios se acumulan a ese mismo segmento de la sociedad.
Roberts y Woods Construcción, evaluación y persecución de oportunidades para el cambio
(2005). social transformativo.
Tan, Williams y Tan Emprendimiento centrado en la generación de beneficios para la sociedad
(2005). a partir de la innovación y la asunción de riesgos.
Korosec y Berman La actividad de los individuos y las organizaciones privadas de tomar la
(2006). iniciativa para hacer frente a los desafíos sociales en sus comunidades.
Hartigan (2006) Tipo de emprendimiento que se encamina hacia la progresiva
(Scwab Foun-dation). transformación social a través de un nuevo tipo de negocios.
Tracey y Phillips Soluciones económicamente sustentables para problemas sociales.
(2007).
Cohen et al. (2008). Emprendimiento como creación de valor con múltiples dimensiones y
ampliado a diferentes tipos de objetivos.
Guzmán y Trujillo Tipo específico de emprendimiento que busca soluciones a problemas
(2008). sociales mediante la construcción, evaluación y consecución de
oportunidades que permitan generar valor social sostenible con diversas
modalidades de organizaciones.
Céspedes (2009). Tiene como meta resolver una necesidad social. Responde a una creciente
conciencia de que hay un límite a lo que los gobiernos pueden hacer en
términos de la prestación de servicios como salud, educación y vivienda.
Murphy y Coombes Creación y realización de una empresa orientada a promover un propósito
(2009). o causa social específica en el contexto de la movilización.
Zahra, Gedajlovic, Actividades y procesos realizados para descubrir, definir y aprovechar las
Neubaum y Shulman oportunidades, a fin de aumentar la riqueza social mediante la creación de
(2009). nuevas empresas o la gestión de las organizaciones existentes de manera
innovadora
Bossman y Livie Individuos u organizaciones comprometidas en actividades de
(2010). emprendimiento con un objetivo social.
Skoll Foundation Los emprendedores sociales son agentes de cambio de la sociedad:
(2014). creadores de innovaciones que alteran el statu quo y cambian nuestro
mundo para mejor. Crean modelos innovadores que pueden desencadenar
en un cambio a gran escala de los problemas sociales aparentemente
insolubles.
Fuente: López de Toro (2014, p.21-26) y Bargsted (2012, p. 12).

Sin embargo, las características y comportamientos de los emprendedores


sociales todavía no se encuentran plenamente identificados. Sin embargo, algunos
autores revelan que son los comportamientos los que diferencian al emprendedor
social (Dees, 1998; Sullivan et al., 2003). Siguiendo la teoría del interaccionismo, se
considera que el comportamiento es secuela de la interacción entre personalidad
y situación (Giddens, 1984).

Así pues, una “persona ya no es vista en términos de un conjunto de


rasgos de la personalidad, sino más bien, un conjunto de constructos cognitivos
con orientación social, que permiten a la persona comprender, orientarse y dar

50 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


sentido a su mundo” (Weick, 1969; Mischel, 1973; Chell, 1985; Weick, 1989). La
actividad emprendedora, tanto clásica como social, puede ser vista en términos
de las características personales y del entorno en que se desarrolla (Cuervo, 2005).
(Tabla 7).

Tabla 7. Características de los emprendedores sociales


Autor y año Comportamiento
Dees, 1998; Thompson et al., 2000; Sullivan et al., 2003; Weerawardena y Tolerancia al riesgo.
Sullivan, 2006; Brooks, 2009; Curto, 2012.
Dees, 1998; Sullivan et al., 2003; Weerawardena y Sullivan, 2006; Chell, Proactividad.
2007; Martín y Osberg, 2007; Guzmán y Trujillo, 2008.
Dees, 1998; Pearce, 2003; Sullivan et al., 2003; Austin et al., 2006; Mair Innovación.
y Noboa, 2006; Weerawardena y Sullivan, 2006; Martín y Osberg, 2007;
Thompson, 2008; Brooks, 2009; Zahra et al., 2009; Curto, 2012.
Bolton y Thompson, 2003; Sullivan et al., 2003; Roberts y Woods, 2005; Reconocimiento de
Austin et al., 2006; Weerawardena y Sullivan, 2006; Chell, 2007; Martín y Oportunidad.
Osberg, 2007; Guzmán y Trujillo, 2008; Thompson, 2008; Zahra et al. 2009.
Sullivan et al., 2003; Weerawardena y Sullivan, 2006. Capacidad de
juicio.
Comunian y Gielen, 1995; Sullivan et al., 2003; Bolton, 2006. Virtuosidad.
Fuente: López de Toro (2014, p. 49).

La mayoría de los autores incluyen otras características propias del


emprendedor social: la tolerancia al riesgo, la proactividad, la innovación y el
reconocimiento y explotación de la oportunidad como elementos del emprendedor
social. Actualmente, el emprendimiento social ha tomado tanta importancia,
que, a partir del 2011, existen dos nuevas revistas científicas especializadas en
emprendimiento social: Journal of Social Entrepreneurship y International Journal
of Social Entrepreneurship and Innovation. Del mismo modo, se evidencia una
gran amplitud de artículos y libros divulgados. Esta amplitud de contenidos da
cuenta de diferentes definiciones de emprendimiento social y en particular, de
múltiples miradas en relación con:

• El tipo de emprendimiento (con o sin fines de lucro).


• El impacto potencial (cambio de estructuras macroeconómicas, superación
de la pobreza, cambio social; niveles intermedios tales como la incorporación
en la formación profesional; y niveles micro tales como las características
de los/las emprendedores/ as sociales, etc.).
• El motivo social subyacente (filantropía, altruismo, egoísmo/racionalismo).
• Las estrategias de investigación (estudio de casos de grandes filántropos,
estudio de casos de microemprendedores sociales, estudios de seguimiento,

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 51
estudios ex post facto, etc.). Parte de esta revisión se puede apreciar en la
tabla 1, donde se resumen las principales perspectivas y autores (Bargsted,
2013, p. 122).

Roper y Cheney (2005) después de una exhaustiva revisión de publicaciones


concluyeron que existen tres tipos de emprendedores sociales:

• El primero, es el consejero delegado de una empresa con una visión de


negocio que genera valor social, identifica nuevas oportunidades acordes
con esa visión, innova constantemente y considera las actividades lucrativas
como un medio más que un objetivo.
• El segundo, tipo de emprendedor social lo conforman más bien un grupo
de personas que pertenecen al tercer sector y que tienen objetivos muy
claros sobre el problema social que pretenden solucionar.
• El tercer tipo de emprendedor social, es el filántropo que se considera como
el catalizador del cambio organizativo y social. Los autores destacan también
las excepcionales características personales de estos emprendedores sociales
refiriéndose al carisma como un factor esencial.

De acuerdo a Drayton (2002), citado por Moreira y Urriolagoitia (2011,


p. 25) plantean que un emprendedor social tiene la misma condición que un
emprendedor del mundo de los negocios, ya que ambos reconocen cuando una
parte de la sociedad está estancada y proveen nuevas formas de activarla. “Ambos
emprendedores conciben un cambio sistémico identificando los puntos clave que
les permitirá empujar a la sociedad en esta nueva tendencia y persistir hasta que
logran su objetivo”. El mismo autor afirma que

[…] un emprendedor social además de tener una poderosa visión, posee cuatro
características: creatividad que se manifiesta tanto al establecer los objetivos como
en la solución de los problemas, calidad emprendedora, que según Drayton es la
cualidad más importante y la más difícil de definir y se refiere a que un emprendedor
no descansará hasta ver que se ha producido el cambio en la sociedad. Las otras dos
características son la capacidad de extender el impacto de sus acciones y la fibra
ética del emprendedor social.

52 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Generalidades del
Capítulo 2.
emprendimiento
¿Qué tipo de árbol somos?
Los hombres somos árboles diversos.
- Hay árboles con grandes raíces agarradas a la tierra
y con copas casi sin follaje.
- Hay otros árboles con copas frondosas y raíces muy
pequeñas, casi sosteniendo el suelo.
- Hay árboles con raíces firmes y copas colmadas de
hojas.
Los primeros, corren el riesgo de detener su
crecimiento y secarse.
Los segundos, aunque son vistosos y
pintorescos, están supeditados a que una violenta
tormenta o un viento furioso los voltee.
Los últimos, permiten dar sombra placentera,
cobijo a los pájaros y compartir sus frutos jugosos.

Dr. Fernando Daniel Peiró

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 53
Fuente: https://pixabay.com/es/illustrations/de-hadas-fantas%C3%ADa-oto%C3%B1o-
ni%C3%B1a-mujer-3549891/

54 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


E
l emprendimiento ha cobrado gran importancia en la mayoría de países,
y puede ser explicado a partir de dimensiones económicas, sociales
e individuales (Khan, Kanwal, Nabi y Shah, 2016) en un contexto de
desarrollo nacional, regional y local (Tibaduiza y Calderón, 2020), dado que
permite satisfacer necesidades, genera valor agregado a la producción de bienes y
servicios (Jennings y Brush, 2013), promueve el desarrollo, dinamiza la economía
y aporta a la reducción de la desigualdad (Formichella y Massigoge, 2004; Trujillo,
2019).

2.1. Conceptualización

Desde Cantillón (1755) hasta el trabajo efectuado por Shane y


Venkataraman (2000), se ha referenciado el emprendimiento con el hallazgo de
oportunidades rentables. Ahora, Casson (1982), señala que las “oportunidades
de emprendimiento son aquellas situaciones en las que nuevos bienes, servicios,
materias primas y métodos de organización, pueden ser vendidos e introducidos
a un precio mayor que sus costos de producción” (Shane y Venkataraman, 2000,
p. 220).

Para la Real Academia Española la palabra emprendimiento significa


la acción y efecto de emprender, que no es más que “acometer y comenzar una
obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. De
acuerdo a la Ley 1014 de 2006 el emprendimiento es “una manera de pensar y
actuar orientada hacia la creación de riqueza”.

El emprendimiento o entrepreneurship según Hisrich (2006) citado por


Cervilla y Puente (2013) es el proceso llevado a cabo por un individuo para
crear algo nuevo que agregue valor, asignando el tiempo y el esfuerzo necesarios,
asumiendo los riesgos financieros, sociales y sicológicos asociados, y recibiendo
la recompensa resultante en términos monetarios, de satisfacción personal y de
independencia. Siendo considerado como uno de los motores utilizados para el
progreso de la sociedad y por ende al crecimiento de las economías desarrolladas
y en desarrollo.

Algunos autores consideran que desde el emprendimiento los aportes a


la sociedad que genera la creación de empresas, cobra mayor preponderancia,

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 55
si luego de superada esta etapa, la empresa crece y alcanza la madurez en el
mercado; es decir, cuando se incrementa la generación de empleos y sus ingresos
y utilidades van en aumento (Low y MacMillan 1988; Baumol, 2002; Kantis, 2004;
Barrera, 2011; Cervilla y Puente, 2013).

Una visión conceptual del emprendimiento está enfocada en considerar la


creación de empresas como fuente de innovación, competitividad, crecimiento y
desarrollo para la sociedad (Sánchez y Fuentes, 2013). Sin embargo, también es
posible encontrar analogía entre el grado de innovación y el emprendimiento de
un país con su desarrollo (Lundvall, Joseph, Chaminade y Vang, 2011), citados
por Parra, López y Rubio (2020, p. 11). El emprendimiento no hace distinción de
género, ni de disciplina, ni de edad; es una acción natural, cultural y tradicional
propia del ser humano (Amoros y Pizarro, 2006; Osorio y Pereira, 2011; Strobino,
2009).

El emprendimiento ha sido estudiado por ciencias como la economía,


la psicología, la sociología y la antropología. Al inicio, la economía lo estudio
indagando la relación del mismo con el desarrollo desde un contexto estrictamente
económico. Luego, la psicología, la sociología y la antropología realizaron aportes
desde un punto de vista social. Al interior de las escuelas de negocios, ha generado
gran interés desde la década de los ochenta debido a la relación con la creación y
dirección de empresas, entre otras razones (Guzmán y Trujillo, 2008, p.107).

Cunningham y Lischeron (1991), citado por López (2014, p. 18), consideran


que existen seis escuelas que estudian el emprendimiento desde diferentes
aspectos:

• La escuela de grandes hombres que estudian la intuición, los rasgos y el


instinto del emprendedor.

• La escuela de las características psicológicas que investiga sobre las


actitudes, valores y necesidades.

• La escuela clásica que se centra en la innovación.

• La escuela de dirección que profundiza sobre la asunción del riesgo y la


organización del negocio.

• La escuela de liderazgo que ve al empresario como líder.

• La escuela de intraemprendimiento, donde analizan aquellas habilidades


de emprendimiento que son buenas para organizaciones complejas.

56 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Martín y Osberg (2007), señalan que el concepto de emprendimiento
(o emprendedor) es un concepto expost, es decir, solo en caso de que el
emprendimiento tenga éxito se le considera como tal. De hecho, algunos
autores consideran que el emprendimiento solo es tal si se realiza de manera
habitual (Bolton y Thompson, 2000; Thompson, 2008). Razón por la cual, el
emprendimiento es una mezcla de oportunidad, creatividad, innovación y
determinación para crear algo de valor. Lo anterior puede ser aplicable tanto a
emprendimientos de carácter económico como a emprendimientos de carácter
social (Cukier et al., 2011).

Es más, algunos autores sugieren que también las empresas con fines
lucrativos o las administraciones pueden hacer emprendimiento social, ya que
todas las empresas tienen un fin social y que no existe una completa separación
entre el emprendimiento comercial y el emprendimiento social (Austin, Stevenson
y Wei-Skillern, 2006).

En el mundo científico se ha relacionado el emprendimiento, en un


campo muy amplio, con grandes beneficios económicos (Almodovar 2018).
Ahora, considerando que los resultados de la actividad emprendedora son
obligatoriamente positivos, parte de los investigadores y de los poderes públicos
han postergado a un segundo plano el impacto real del emprendimiento,
enfocándose principalmente en su promoción (Audrestsch, 2009; Almodóvar,
2016).

2.2. Evolución histórica del concepto emprendimiento

Moya y Santana (2016), hacen un esbozo de forma general sobre la evolución


que ha tenido el concepto de emprendimiento desde las diferentes escuelas.

La Escuela Clásica Francesa. Los primeros pensadores en hablar de


emprendimientos fueron los economistas franceses. Cantillón fue el primero en
utilizar el término “emprendimiento” en un contexto económico (Hébert y Link,
1988; Binks y Vale, 1990), en su texto Essai Sur la Nature du Commerce en Général,
publicado en 1732. Cantillón introdujo un sistema económico basado en tres
diferentes clases de actores y los emprendedores son una de estas tres clases. Los
emprendedores exitosos fueron aquellos individuos que hicieron mejores juicios
sobre los cambios en el mercado y que enfrentaron el riesgo y la incertidumbre
mejor que sus contrapartes.

La Escuela Clásica Británica. Por lo general, se considera que la Escuela


Clásica Británica incluye los postulados de economistas políticos escoceses,
ingleses y galeses: por ejemplo; “La riqueza de las naciones” de Adam Smith y
“Principios de Economía Política” de John Stuart Mill. Aunque es probable

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 57
que varios de los autores clave de esta escuela de pensamiento hayan estado
familiarizados con el término emprendedor, nunca lo utilizaron en sus escritos o
introdujeron una versión anglosajona equivalente.

La Escuela Microeconómica y Neoclásica. Al igual que la Escuela Clásica


Británica, este grupo de pensadores han sido criticados por su descuido del papel
que desempeñan los emprendedores en la economía (Kirzner, 1980). Lo anterior,
ayuda a comprender por qué el emprendimiento ha surgido fuera de la disciplina
económica.

La Escuela Austríaca y la Escuela Neo-Austríaca. Uno de los primeros en


hablar sobre emprendimiento de esta escuela fue Knight (1921), quien trató de
explicar el sistema de mercado como realmente funciona (Ricketts, 1987) y esto
lo distingue de la escuela neoclásica de la época. Además, Knight explicó que la
oferta y la demanda no pueden estar en equilibrio porque existen otras fuerzas
que alteran las condiciones del mercado. Knight sostiene que el emprendimiento
en lugar de ser una función, un papel o una clase de personas, como en teorías
anteriores, es de hecho un tipo de decisión que requiere acción frente a futuros
eventos desconocidos.

La Escuela Schumpeteriana. Schumpeter introdujo un concepto de


emprendimiento que es muy diferente de los otros discutidos hasta ese entonces.
Su teoría se centra en el desarrollo económico y el papel del emprendedor en
el proceso de desarrollo. Schumpeter sostiene, algo contrario al pensamiento
establecido de la época, que la cuestión importante en el capitalismo no es cómo
apoyar las estructuras y los mercados existentes, sino cómo se crean y cómo se
destruyen estos mercados.

2.3. Tipos de emprendimiento

Global Entrepreneurship Monitor (2017) distingue dos motivaciones


principales para emprender, de modo que diferencia entre los emprendimientos
generados por razones asociadas a la necesidad y aquellos generados por la
identificación de una oportunidad (p. 25). Además, en cualquier tipo de economía
se espera que las “empresas se creen por una oportunidad del mercado y no por
una necesidad personal de generación de ingresos, ya que las empresas que nacen
por una oportunidad de mercado tienen una probabilidad mayor de permanencia
que aquellas que nacen por necesidad” (Sepúlveda y Gutiérrez, 2016, p. 25).

Los emprendimientos motivados por una oportunidad son definidos por


Dawson, Fountain y Cohen (2011), citados por López y Apolinario (2015) como
aquellos que influyen directamente sobre el crecimiento económico, creando

58 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


incentivos y a la vez trae desarrollo y bienestar a una comunidad. Sin embargo, a
veces estos emprendimientos se ven restringidos en su capacidad de crecimiento
cuando los emprendedores efectúan su acción de creación de negocios más como
un estilo de vida que con el horizonte empresarial que deben tener.

Por otro lado, los emprendimientos motivados por la necesidad según


Amorós y Bosma (2014), citado por López y Apolinario (2015) son más propios
de los países en desarrollo por las condiciones de pobreza y alta vulnerabilidad
social. Por tal razón, Larroulet y Ramírez (2008); Cancino y Bonilla, (2011)
plantean que este tipo de emprendimiento no contribuye en nada al crecimiento
económico porque están relacionados con la subsistencia individual y familiar
(Lohest, 2011).

En este mismo sentido, Pietikainen (2012), señala que el emprendimiento


por necesidad es más propio en las zonas rurales debido a las pocas oportunidades
que se tienen para lograr una inserción laboral o niveles de ingreso que satisfagan
las necesidades básicas. Dado lo anterior, estas experiencias de emprendimientos
pueden estar predestinadas a fracasar en el tiempo por el poco conocimiento de
gestión administrativa y comercial del negocio, además, se le puede agregar, el poco
acceso a crédito productivo que permita apalancar la formación y crecimiento de
la iniciativa de negocio, dado que el emprendedor por necesidad inicia su actividad
(negocio) con lo poco que tiene sin hacer ningún estudio de mercado (Fuel,
2014). Vélez y Ortiz (2016), plantean que dentro de los tipos de emprendimientos
se pueden mencionar los siguientes: por necesidad, el tradicional y el dinámico.

Emprendimiento por necesidad. Es aquel que se direcciona en generar


los ingresos diarios para vivir, se consiguen bajos niveles de ingresos, utilidad y
activos. Se identifica por no tener una planificación o visión de crecimiento para el
futuro, por esta razón no se proyecta a los mercados nacionales o internacionales.

Emprendimiento tradicional. Son emprendimientos que tienen un


crecimiento por su estructura competitiva pero que no cumple con criterios de
ventas, rentabilidad y sostenibilidad alta. Se identifica porque sus productos y/o
servicios no son diferenciados, por lo general, sus empleados no son capacitados,
tienen muy pocas tecnologías y generalmente están formalizadas.

Emprendimiento dinámico. Son aquellos emprendimientos que tienen un


crecimiento rápido, rentable y sostenido, teniendo un nivel de ventas representativo
después de una década (p.352).

Ahora, Aulet y Murray (2013) plantean dos tipos de emprendimientos:


innovation-driven entrepreneurship (IDE) y small business entrepreneurship

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 59
(SME). El primero (IDE) se determina por buscar oportunidades y darles a los
clientes muchas innovaciones. Moya y Santana (2016), enfatizan que, dentro de
este contexto, se entiende innovación como el poder insertar nuevas ideas en el
mercado, la técnica o el modelo de negocios. (Tabla 8).

Tabla 8. Diferencias entre IDE y SME


SME IDE
Abarca solo mercados locales y Se focaliza en mercados globales.
Foco. regionales.
Base. La innovación no es necesaria La compañía se basa en algún tipo de
para establecerse o crecer. innovación (técnica, proceso o modelo de
negocios) que se constituye en su ventaja
competitiva.
Tipos de empleos Los trabajos se llevan a cabo Los trabajos no tienen por qué
generados. en el plano local, restaurantes, llevarse a cabo de forma local.
servicios para la industria, etc.
Tipo de empresa En general, son negocios Existen diferentes tipos de propietarios,
creada. familiares con muy poco incluyendo un amplio rango de capitales
capital externo. externos.
Tipo de La compañía crece de forma La compañía comienza perdiendo
crecimiento. lineal. Cuando se invierte dinero, pero si es exitosa tendrá un
dinero en la compañía, el crecimiento exponencial. Requiere
sistema responde rápidamente inversión. Cuando se invierte dinero
de una manera positiva. en la compañía, el sistema no
responde rápidamente.
Fuente: Moya y Santana (2016).

El segundo (SME), intenta proporcionar a mercados locales con ideas de


negocios bien comprendidas y con ventajas competitivas limitadas.

Por otro lado, Gutterman (2015) agrega otros dos tipos de emprendimiento:
una basada en la motivación de los emprendedores y otra en el reconocimiento de
oportunidades. Con respecto a la primera, un gran número de investigadores se
han enfocado en la existencia e influencia de factores situacionales (push o pull)
en la motivación de los individuos al momento de comprometerse en actividades
emprendedoras. Moya y Santana, (2016), señalan que los factores identificados en
relación a la motivación incluyen la frustración del emprendedor con su estilo de
vida actual, influencias de la infancia, ambiente familiar, edad, educación, historia
de trabajo y redes de apoyo.

Por consiguiente, Moya y Santana, (2016), manifiestan que muchos


emprendedores pueden ser, literalmente, ‘empujados’ (pushed) hacia el
emprendimiento, en contra de sus deseos y otros emprendedores pueden ser
‘impulsados’ (pulled) a la creación de nuevos negocios.

60 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


En relación a la segunda, categoría se refiere a aquella que descansa en la
dicotomía entre ‘basado en la oportunidad’ (opportunity-based) y ‘basado en la
necesidad’ (necessity based) Moya y Santana, señalan que los emprendimientos
basados en la oportunidad tienen como característica principal el reconocimiento
de que se hace una elección voluntaria sobre el camino que se debe seguir en la
actividad emprendedora. Desde otra perspectiva, los emprendimientos basados en
la necesidad son escogidos solo porque las otras opciones no estaban disponibles
o fueron consideradas como insatisfactorias.

Ahora, Thurow (s.f.), citado por Moya y Santana (2016), propone otros tres
tipos de emprendimientos como son: el tecnológico, geográfico y sociológico.
El emprendimiento tecnológico trae una nueva tecnología al mercado en forma
de nuevos productos o procesos para producir viejos productos. Por ejemplo, la
televisión satelital es un nuevo proceso para llevar a la audiencia un viejo producto:
los programas de televisión.

El emprendimiento geográfico mueve la tecnología, los productos o los


servicios desde un lugar a otro; por lo general, esto significa el desplazamiento de
una tecnología desde el primer al tercer mundo. Por último, el emprendimiento
sociológico encuentra un nuevo contexto en el cual vender un viejo producto. El
mejor ejemplo podría ser Starbucks que, usando un contexto diferente, persuadió
a millones de personas a pagar U$2.50 por un café que cuesta comúnmente
50 centavos. A continuación, se presenta un recorrido desde el año 2013 hasta
2017, sobre el comportamiento de la Tasa de Emprendimiento Temprano en
Colombia, con el fin de dar a conocer cómo ha sido esta dinámica en relación a
los emprendimientos por necesidad y por oportunidad.

En “Colombia se observa que durante 2013 la TEA (Tasa de


Emprendimiento Temprano) por oportunidad fue casi cinco veces mayor que
la TEA por necesidad. La tendencia histórica es que las variaciones de esta
TEA han fluctuado con comportamientos opuestos, es decir, cuando la TEA
por oportunidad asciende, la TEA por necesidad disminuye y viceversa. De
esta manera, para el 2014 la TEA por oportunidad descendió en 6,7 puntos
porcentuales y la TEA por necesidad aumentó 1,9 puntos porcentuales, mientras
que para 2015 la TEA por oportunidad aumentó en 2,6 puntos porcentuales y la
TEA por necesidad aumentó 1,3 puntos porcentuales, de manera que es este el
único año en que no se observa una tendencia normal.

En 2016 la TEA por oportunidad aumentó en 8,6 puntos porcentuales y la


TEA por necesidad disminuyó en 3,9 puntos porcentuales, y en 2017 la TEA por
oportunidad cae en 9 puntos porcentuales y la TEA por necesidad aumentó en 0,2
puntos porcentuales” (Global Entrepreneurship Monitor (2017, p.25).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 61
El GEM (2017), señala que al comparar la TEA por oportunidad y por
necesidad de Colombia con el promedio de los distintos grupos de países, se observa
que la TEA por oportunidad de Colombia es la más alta sin importar el grupo a
comparar. Colombia aventaja el promedio de las economías basadas en eficiencia
con 3,9 puntos porcentuales, mientras que poseen una TEA por necesidad muy
similar. En comparación con el promedio de países de Latinoamérica y el Caribe,
Colombia supera a este grupo con 1,4 puntos porcentuales en cuanto a la TEA
por oportunidad se refiere, mientras que el promedio de países de Latinoamérica
tiene una TEA por necesidad mayor en 1,4 puntos porcentuales.

Los resultados de la tasa de emprendedores nacientes y nuevos


emprendedores presentan aumentos importantes en 2018, lo que es un dato
positivo; sin embargo, la tasa de empresarios establecidos disminuyó debido a que
el flujo de emprendimientos que se consolidaron no fueron lo suficientemente
elevado para compensar los negocios que cierran (GEM-2018). De igual forma,
se tiene que, para el país, la actividad empresarial para 2018 fue un 13 % superior
a la registrada en el año anterior.

2.4. Modelos de emprendimientos

Existen diversos modelos que analizan desde las diferentes perspectivas


el emprendimiento, gran parte de estos modelos incluyen la oferta o propuesta
de valor de la empresa y las actividades que esta lleva a cabo para producir o
entregar sus productos o servicios (Cervilla & Puente, 2013). Del mismo modo,
existen algunos modelos que pretenden explicar cómo funcionan los procesos
de emprendimiento, apoyados en la psicología, la sociología, la economía, la
administración y la pedagogía, entre otras. Estos modelos abordan aspectos afines
con la motivación, la toma de decisiones, riesgos y los procesos iníciales en la
creación de empresas, el plan de negocio y modelos complejos centrados en lo
humano, lo financiero o lo operativo (Bruyat y Julien, 2000).

2.4.1 Modelo de Albert Shapero

El modelo presentado por Albert Shapero (1985), citado por Varela


(2001, p. 84), sobre el proceso de formación de las empresas, propone que es el
resultado de una acción humana, ya que es impulsado por los diversos factores
personales, laborales, o académicos y es así que decide convertirse en empresario.
Este individuo toma la decisión de emprender un proyecto, desde el deseo que
adquiere durante su formación de ser empresario y del resultado de la percepción
de factibilidad, la cual surge de un análisis al tipo de negocio y a las expectativas
de utilidades que pueda generar el mismo. (Figura 5).

62 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Shapero (1985) analiza que existen patrones multivariados, complejos y
generales que son reconocibles en este proceso, pero que no son manipulables
(Barrera, 2011, p. 237). Shapero, argumenta que en el proceso empresarial se dan
ciertas características, como son:

• Toma de Iniciativa. Es la decisión de una persona para identificar y colocar


la oportunidad de negocio.
• Acumulación de recursos. Es el proceso de determinar las necesidades y
asignar los recursos tanto físicos, humanos, financieros y tecnológicos que
se requieran para llevar a cabo la empresa.
• Administración. Es la capacidad de organizar y dar una dirección (gerencia)
a la nueva empresa y llevarla a cabo.
• Autonomía. Es la libertad de los empresarios para tomar decisiones sobre la
forma cómo se va a llevar la empresa.
• Toma de riesgos. Es la disposición a enfrentar las recompensas o las pérdidas
que el proceso cause por las malas decisiones.

PERCEPCIÓN DE
DESEABILIDAD

CAMBIO DE
TRAYECTORIA VITAL

PERCEPCIÓN DE
FACTIBILIDAD

Figura 5. Elementos del proceso empresarial según Shapero (1985)


Fuente: Barrera (2011), citados en López, Parra y Rubio (2018).

El individuo toma la decisión de emprender un proyecto, desde el deseo que


adquiere durante su formación de ser empresario y del resultado de la percepción
de factibilidad, la cual surge de un análisis al tipo de negocio y a las expectativas
de utilidades que pueda generar el mismo. Adicionalmente, Shapero analiza que
existen patrones multivariados, complejos y generales que son reconocibles en
este proceso, pero que no son manipulables (Barrera, 2011, p. 237).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 63
2.4.2 Modelo de Jeffrey Timmons

Jeffrey Timmons (1999), citado por López, Parra y Rubio (2017) es


el precursor de modelos aplicados a la práctica y defensor de la idea que los
emprendedores no nacen, sino que se forman, y que independientemente
de la formación del individuo en cualquier etapa de su vida puede adquirir la
motivación para ser emprendedor. (Figura 6).

Oportunidad Recursos

Plan de negocios
Creatividad Liderazgo
Equipo

Sostenibilidad: para el ambiente, la comunidad y la sociedad

Figura 6. Modelo de Jeffrey Timmons


Fuente: Varela y Bedoya Arturo (2006), citados en López, Parra y Rubio (2018).

Este autor desarrolló un sencillo modelo de emprendimiento, producto


de su labor diaria de formar emprendedores y de su experiencia como fundador
de empresas e inversionista. Este modelo está compuesto por tres elementos o
pilares: la oportunidad, los recursos y el equipo (Varela y Bedoya, 2006).

La oportunidad se refiere a la identificación de una necesidad latente en


la población y una idea capaz de satisfacerla. La oportunidad es la base sobre la
que se fundamentan las empresas y sobre la que los empresarios trabajan para
puntualizar las soluciones o productos y así generar sus ingresos. Los recursos
hacen referencia a lo necesario para llevar a cabo una idea de negocio y el equipo
empresarial, que construye el emprendedor. Todo negocio en mayor o menor
medida necesita recursos para así llevar a cabo sus planes, sin recursos la idea de
negocio no podrá ser ejecutada. Es así, que las ideas se filtran o se transforman
en oportunidades, y los recursos que se necesitan se determinan y se evalúan con
base en múltiples alternativas (Varela y Bedoya, 2006).

Este modelo permite facilitar la conversión de una idea a un emprendimiento


de éxito, es decir, cuando el emprendedor quiere iniciar un proyecto, lo primero
que se debe precisar es una idea para luego concretarlo en un plan de negocio
para conseguir los recursos que se requiere y así facilitar el éxito del proyecto de
empresa.

64 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


2.4.3 Modelo del Sistema de Desarrollo Emprendedor del Banco Industrial de
Desarrollo

Otro de los modelo de gran relevancia para el estudio de la empresarialidad


es el desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a partir del
año 1999, donde se utilizó un enfoque sistémico centrado en la identificación
y el análisis de los factores que inciden en las etapas del proceso emprendedor,
conceptualizado a través de la revisión de literatura y de entrevistas a emprendedores
de países como: Argentina, Brasil, México, Perú, Chile, Costa Rica, El Salvador,
Taiwán, Corea, Japón, Singapur, España e Italia.

Este proceso de investigación da lugar al concepto del sistema de desarrollo


emprendedor “como el conjunto de elementos y factores que inciden sobre
el proceso emprendedor contribuyendo u obstaculizando el nacimiento y
desarrollo de emprendedores y de empresas tanto en términos cuantitativos como
cualitativos” (Banco Interamericano de Desarrollo - BID, 2004, p. 25). Las etapas
del proceso emprendedor descritas por este modelo son la gestación del proyecto,
la puesta en marcha y su desarrollo inicial.

La etapa de gestación incluye la motivación para emprender, la formación


de las competencias empresariales, la identificación de la idea de negocio y la
elaboración del proyecto. La etapa del lanzamiento del negocio, comprende la
decisión de iniciar la actividad y el eje central de actividades se concentra en
el acceso a los recursos y su organización. En la etapa de desarrollo inicial, el
emprendedor y sus colaboradores deben confrontar el proyecto con la realidad,
siendo el ingreso al mercado y los primeros años de vida críticos para la
supervivencia. (López, Parra y Guerrero, 2017). (Figura 7).

Condiciones
Aspectos PUESTA EN DESARROLLO REGULACIONES
sociales y GESTACIÓN POLÍTICAS
personales MARCHA INICIAL
económicas

Mercados de factores

Estructura dinámica y productiva

Figura 7. Sistema de Desarrollo Emprendedor del Banco Industrial de Desarrollo


Fuente: Corporación de Fomento de la Producción, Corfo (2014), citados en López, Parra y Rubio
(2018).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 65
Estas etapas están condicionadas por ese conjunto de elementos que
componen el concepto de sistema de desarrollo emprendedor y que el BID (2004)
agrupa en algunas categorías como: condiciones sociales y económicas; cultura y
sistema educativo; estructura y dinámica productiva; aspectos personales; redes
del emprendedor; mercado de factores, regulaciones y políticas.

2.4.4. Modelo de Vesga

Vesga (2009), señala que “el impacto del emprendimiento y la innovación


sobre los negocios avanza de una manera tan rápida y tiene un alcance tan vasto,
que resulta difícil entender cómo actuar para lograrlos resultados que un país
como Colombia busca en este frente. La evidencia internacional confirma que los
niveles más altos de desarrollo corresponden a países que muestran también altos
niveles de emprendimiento innovador en sus economías” (p. 1).

Por su parte, Vesga (2009) en su modelo destaca al emprendimiento como


motor del desarrollo económico, ligándolo a la innovación. Su modelo permite
identificar fortalezas y debilidades críticas para el desarrollo del capitalismo del
emprendimiento. Este mismo autor, considera tres niveles diferentes de análisis,
los cuales interactúan entre sí con variables de decisión en cada uno de estos
niveles, permitiendo actuar para cambiar e identificar resultados acumulados.

En el primer nivel, llamado nivel macroeconómico, se identifican los


elementos y variables que las empresas y las personas deben afrontar del entorno
para el desarrollo de su actividad; el segundo nivel, el de las organizaciones,
se identifican variables propias de cada empresa, y el tercer nivel, ubica a los
individuos como la base de la actividad del emprendimiento, donde las variables
a analizar son factores críticos del comportamiento del mismo. (Figura 8).

66 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


NIVEL MACRO

DESARROLLO AMPLITUD DE INTENSIDAD DE LA TECNOLOGÍA DEMOGRAFÍA


ECONÓMICO COMPETENCIA
MERCADOS

Relación
Educación Vías Crédito Información
Instituciones (reglas del juego)
C&T Telecomuni_ bancario redes

Cultura de toma de riesgos


Política de caciones - Inversionistas Universidades
competencia Puertos Ángeles

Acceso a Capital
Comercio Energía Capital de

Infraestructura
Producción Aplicación
exterior riesgo
de de
Propiedad
Conocimiento Conocimiento
intelectual
Migración
Laboral

Relación
Tributaria
Trámites
Inversión
extranjera

NIVEL DE LAS EMPRESAS

ESTRATEGIA
ESTRATEGIA RECURSOS Y CULTURA GOBIERNO
CAPACIDADES ORGANIZACIONAL CORPORATIVO
NAL
Instituciones (reglas del juego) para

innovador en las organizaciones

INFORMACIÓN - REDES
Incentivos al comportamiento

Cultura de toma de riesgos


la creación de empresas

Acceso a capital

NIVEL DE LOS INDIVIDUOS

EDUCACIÓN
EDUCACIÓN HABILIDADES
HABILIDADES IdentificaciónDE
IDENTIFICACIÓN de Preferencia Recursos
PREFERENCIA RECURSOS
OPORTUNIDADES
Oportunidades PORpor el Riesgo
EL RIESGO Sicológicos
SICOLÓGICOS

Figura 8. Modelo de emprendimiento y de innovación


Fuente: Vesga (2009), citados en López, Parra y Rubio (2018).

Es de resaltar que en este modelo el papel que juega la universidad como


entidad crítica en la generación y difusión de conocimiento para la innovación,
la cual hace parte importante de la conexión entre el entorno y las empresas.
Finalmente, Vesga (2009), señala que:

[…] el problema es complejo, pues el emprendimiento y la innovación se realizan


realmente en tres niveles: el nivel macro del país y el entorno, el nivel intermedio
de las empresas y el nivel básico de los individuos. El emprendimiento innovador
es una actitud en las personas, una cultura y una capacidad en las empresas y una
característica del entorno competitivo en los países. Estos tres niveles tienen que
funcionar al mismo tiempo, pues cada uno de ellos se alimenta de los demás. Para
lograr una sociedad más emprendedora, es necesario activar el potencial de las
personas, las empresas y el contexto macro (p.1).

2.4.5. Modelo Global Empresariado Monitor (GEM)

Otro modelo de gran importancia es el utilizado por la GEM (Global


Empresariado Monitor), el cual surgió con el objetivo de convertirse en una red

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 67
de investigación mundial, focalizada por el estudio de los procesos asociados
con la concepción, creación, puesta en marcha y desarrollo de las iniciativas
empresariales. (Figura 9).

Tuvo su inicio para el año de 1999 a través de London Business School y Babson


College, pero es en el año 2005 cuando se crea una organización denominada
Global Empresariado Research Association (GERA), para administrar todas las
operaciones de GEM, convirtiéndose como la red más grande de investigación en
tema de emprendimientos. Actualmente, en el GEM participan 75 países, entre
esos Colombia3, los cuales representan el 75 % de la población mundial y más de
400 investigadores directos.

Este establece un índice conocido como “Tasa Total de Actividad” (Total


Entrepreneurial Activity-TEA) que mide la actividad creadora de empresas en
países del mundo a través de dos dimensiones cuantitativas, así: (1) el número
de individuos potenciales que serán empresarios y (2) el número de individuos
que ya son empresarios pero que continúan con actividades de emprendimiento
empresarial.

Requerimientos Básicos:
-Instituciones
Contexto Político, Social y cultural general

-Estabilidad macroeconómica
-Salud y educación primaria Empresas establecidas
(Economía primaria)

Potencial de eficiencia:
-Educación superior y formación
-Eficiencia del mercado de bienes Nuevas sucursales,
- Eficiencia del mercado laboral Crecimiento de la empresa
- Mercado financiero sofisticado
Crecimiento
- Preparación tecnológica
económico
- Tamaño del mercado
EMPRENDIMIENTO nacional
(Empleo de
técnicas de
Actitudes
Innovación y - Percepción de
Innovación)
emprendimiento: oportunidades
-Financiamiento al - Percepción de capacidades
emprendimiento
- Políticas de Gobierno Actividades
- Programas gubernamentales de - Fase inicial
emprendimiento
- Persistencia
- Educación emprendedora
- Transferencia del I+D - Salidas
- Infraestructura legal y comercial
para emprendedores Aspiraciones
- Apertura del mercado - Crecimiento
- Infraestructura física - Innovación
- Normas sociales y culturales - Creación de valor social
Tom

Figura 9. Modelo de emprendimiento de GEM (Global Empresariado Monitor)


Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo - BID, (2004), citados en López, Parra y Rubio (2018).

3 Global Empresariado Monitor. (GEM) Informe 2014. Participación de 75 países: Angola, Bolivia, Botsuana,
Burkina Faso, Camerún, Filipinas, India, Irán, Uganda, Vietnam, Argentina, Barbados, Bosnia Herzegovina,
Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Croacia, Ecuador, El Salvador, Georgia, Guatemala, Hungría,
Indonesia, Jamaica, Kazakstán, Lituania, Malasia, Panamá, Perú, Polonia, Rumania, Rusia, Sudáfrica, Surinam,
Tailandia, Uruguay, Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estados
Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, Noruega, Portugal,
Puerto Rico, Qatar, Reino Unido, Singapur, Suecia, Suiza, Taiwán, Trinidad y Tobago.

68 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Este modelo recolecta la información a través de la aplicación de encuestas,
donde se busca obtener información en tres dimensiones:

• Actividades previas a la creación de una empresa,


• Actividades de creación de nuevas empresas y
• Actividades emprendedoras en empresas ya creadas.

Otro objetivo fundamental de la metodología GEM consiste en aplicar el


Cuestionario GEM a una muestra representativa de emprendedores de empresas
formales, aunque los autores han propuesto incluir también empresas informales
por varias regiones con alto desempleo y niveles significativos de economía
informal, como es el caso del contexto latinoamericano.

Adicionalmente, en el 2009 el modelo GEM propuso un nuevo indicador


sobre los emprendedores que tienen objetivos sociales. Esto a través de la “Tasa
Promedio de Actividad Empresarial Social-SEA” que complementará al índice
tradicional: TEA.

2.4.6. Modelo de emprendimiento según Barrera

Otra propuesta de modelo es la realizada por Barrera (2011), donde resalta


que el emprendimiento se convierte en un ciclo continúo que propicia creación y
crecimiento por las empresas y, por ende, el progreso económico y social. (Figura
10).

M1: Influencia del entorno y la formación


FC1: Aplicación experiencia y conocimientos previos
M2: Cubrir necesidades de seguridad

FC2: Habilidad comunicativa


M3: No ingresa al sistema laboral

DECISIÓN CREACIÓN

CRECIMIENTO VISIÓN

IC3: Alto estándar de calidad

IC2: Innovación constante

IC1: Esfuerzo y persistencia

Figura 10. Modelo de emprendimiento según Barrera (2011)


Fuente: Barrera Malpica (2011, p. 242), citados en López, Parra y Rubio (2018).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 69
Barrera (2011) señala que este modelo utiliza como variable principal lo que
hizo el empresario para la creación de su empresa y como variables secundarias
la formación, e involucra tres motivantes (M): el primer motivante (M1) es la
influencia que ejercen el entorno y la formación de un emprendedor desde su
infancia hasta aspectos como el valor del trabajo y la manera de obtener recursos;
el segundo motivante (M2) está dado porque el individuo requiere cubrir las
necesidades de seguridad, que comprenden percibir ingresos y obtener recursos
para el bienestar propio y de la familia, encontrándose que esta percepción es
fundamental en la decisión del emprendimiento; y como último, el motivante
(M3),el no ingreso al sistema laboral de las personas, por circunstancias como
no encontrar empleo, bajos salarios, deficientes relaciones con los superiores o el
desenvolvimiento económico de manera independiente (2011, p. 241).

Cumplidos los tres motivantes y los dos factores de creación (FC), así: FC1:
la aplicación de experiencia y conocimientos previos, es decir, que el individuo
crea la organización en un área que conoce y, FC2: la habilidad de comunicar sus
ideas, se prosigue a la consecución de los recursos financieros para la creación y
funcionamiento de la nueva empresa.

A este modelo Barrera (2011) le incorpora también al emprendedor


la tarea del crecimiento de la empresa, que se da gracias a la visión, la imagen
mental del futuro de la misma, la toma de decisiones, el aprovechamiento de las
oportunidades y tres impulsores de crecimiento al interior de la organización (IC):
IC1, manejar altos estándares de calidad en los productos y servicios que ofrece
la empresa; IC2, la innovación constante; e IC3, el esfuerzo y la persistencia del
emprendedor.

Como se puede evidenciar en los modelos descritos y por los autores


McClelland, 1961; Kirzner, 1973; Shapero, 1985; Timmons, 1999; BID, 2004 y
Gámez, 2009, se visualiza como primera etapa del proceso de emprendimiento
la generación o percepción de la idea a través de la detección de la oportunidad
de negocio como resultado de la existencia inicial de una predisposición
del emprendedor, ubicando al individuo como la base para la actividad del
emprendimiento. Esta decisión de emprender es condicionada por varios factores
como la influencia del entorno con sus diversas condiciones de carácter social,
económico, político e institucional y por la dinámica del mercado (BID, 2004 y
Gámez, 2009), lo que genera un impacto en el éxito o fracaso de los proyectos de
emprendimiento.

Autores como McClelland, 1961; Vesga, 2009; y Barrera, 2011, tienen en


común que a través de la innovación las empresas mejoran su productividad,
lo cual se traduce como mayor crecimiento y más recursos que despliegan una

70 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


relación entre el desarrollo empresarial y económico (Varela, 2001; GEM, 2004,
y Hisrich, Peters y Shepherd, 2006). De igual forma, se resalta la importancia de
la historia empresarial y el papel que ha aportado al conocimiento de procesos
empresariales como de la actividad emprendedora.

2.4.7 Modelo de emprendimiento de CANVAS

Este modelo fue propuesto por Alexander Osterwalder en el 2004, con


el fin de establecer una relación lógica entre cada uno de los componentes de
la organización y todos los factores que influyen para que tenga o no éxito.
Alexander Osterwalder definió una ontología consistente en una estructura de
nueve bloques temáticos (Osterwalder, 2004, 2008, 2010, 2011), que agrupan las
principales variables de un negocio que proporciona y capta valor.

Para llevar a cabo una empresa, se requiere contar con aliados, los cuales
pueden ser: socios, colaboradores, proveedores y empresas. Actividades clave. Se
debe plantear cuáles son las actividades esenciales para que sea posible entregar
la propuesta de valor. Recursos. Son los recursos necesarios para realizar las
actividades claves. Propuesta de valor. Es lo que diferencia a tu empresa de las
demás, por qué el cliente va a comprar tu producto y no de la competencia. Lo
que tu empresa va a ofrecer para el mercado que realmente tendrá valor para
los clientes. Flujo de ingresos. Son las formas de obtener ingresos por medio de
propuestas de valor. Estructura de costes. Son los costos relevantes necesarios
para que la estructura propuesta pueda funcionar.

Segmentos de clientes. Qué segmentos de clientes tu empresa se centrará.


Es muy importante definir tus clientes, porque tu modelo de negocio e incluso
tu producto pueden variar en función de ellos. Relación con clientes. Cómo tu
empresa se relacionará con cada segmento de cliente. Tus clientes requirieren
atención personalizada, exclusiva, una relación más personal, o una atención
automatizada. Recuerda: la relación con tus clientes debe estar siempre de acuerdo
con el mensaje de tu marca. Canales: cómo el cliente compra y recibe tu producto
y servicio. En definitiva, este modelo es una herramienta para definir y crear
modelos de negocio innovadores que contempla cuatro áreas: clientes, oferta,
infraestructura y viabilidad económica en un recuadro con nueve divisiones, tal
como se explicó anteriormente. (Figura 11).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 71
Actividades
Relación cliente
claves
Aliados Propuesta Segmento
Recursos Canales

Estructura de costes Flujos de ingresos

Figura 11. Modelo de CANVAS


Fuente: Osterwalder (2010).

2.4.8 Modelo transferible de emprendimiento TI (Ministerio de Ciencia y


Tecnología, Colciencias y ParqueSoft)

Este modelo, hace énfasis en el ecosistema para el emprendimiento


que permite estimular el trabajo por regiones, donde admite capitalizar las
oportunidades creativas e intelectuales de las personas de la mano del sector
público y privado. El modelo, contempla estrategias, procesos y actividades
para consolidar un ambiente que incentive la cultura del emprendimiento. Los
elementos que conforman el modelo transferible de emprendimiento TI, son: el
entorno, es decir, las regiones, conectadas con las demandas globales de mercado,
innovación, y creación de empresas; el ecosistema, donde se interrelaciona todos
los actores, emprendedores, instituciones, academia, las dimensiones estratégicas
y tácticas para aplicarlo y hacerlo una realidad.

Se incorporan estos dos elementos para resaltar que la labor del emprendedor
y el desarrollo del emprendimiento no se dan en el vacío; hay unas condiciones
de entorno políticas, económicas, sociales, ambientales, tecnológicas, legales y
unas instituciones gubernamentales, privadas y no gubernamentales que generan
oportunidades y amenazas para el emprendimiento, restringiendo en algunos
aspectos y potenciando en otros sus posibilidades de supervivencia y crecimiento.
(Figura 12).

72 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Figura 12. Modelo transferible de emprendimiento TI
Fuente: Ministerio de Ciencia y Tecnologías, Colciencias y ParqueSoft (2015).

Dimensión estratégica. El modelo le apuesta a la inclusión en las diferentes


regiones, debido a la multiculturalidad que hay en Colombia, donde tiene como
fin impulsar la economía del país y, sobre todo, permitir que más personas tengan
más y mejores oportunidades.

Además, el modelo contempla otros aspectos dentro de la dimensión


estratégica que son vitales para trazar la ruta del emprendimiento por
las Instituciones de Apoyo al Emprendimiento tales como: investigación
(implementación de acciones que permeen a los emprendedores con el
conocimiento aplicado a sus productos y servicios), informalidad (lograr que las
empresas sean resilientes, capaces de transformarse rápidamente y evolucionar
de manera pertinente con las demandas propias de la industria TI), ingresos
(lograr que las empresas sean competitivas en el mercado), huella (la generación
de confianza para continuar con un pensamiento vigente hacia la innovación y
hacia el emprendimiento.

Dimensión táctica. Este modelo se encuentra apoyado en 20 programas


diseñados desde una visión sinérgica y estratégica, para acompañar a las
Instituciones de Apoyo al Emprendimiento y a los emprendedores para así
impulsar un ecosistema para el emprendimiento en TI y, de otra parte, para los
emprendedores, un método para organizar sus estrategias que refuercen sus
proyectos. Por lo tanto, son las Instituciones de Apoyo al Emprendimiento como
los emprendedores quienes, al estudiar esta propuesta, deben introducir cada uno
de los programas en los momentos apropiados.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 73
Finalmente, el modelo contempla la infraestructura y soporte para la
innovación, productividad y competitividad, que consiste en la creación de los
escenarios apropiados, pensados para emprender. Estos ambientes serán los
ecosistemas que permitirán acelerar el crecimiento de los proyectos, conquistar
nuevos mercados, construir sinergias para mejorar los procesos internos de lo
que en un futuro serán las nuevas compañías creadas por emprendedores. Todos
los programas que conducen al fortalecimiento del ecosistema responden a la
necesidad de impulsar las motivaciones y realizaciones de los emprendimientos.
Por lo tanto, el desarrollo y la aplicación de cada programa deben estar
direccionados por este objetivo, indispensable para el emprendimiento, la
innovación y la producción de capital social

2.4.9 Modelo de emprendimiento y análisis de los factores determinantes para


su sostenibilidad (Borja, Carvajal y Vité)

Este modelo surgió como respuesta de la teoría y de la información


recabada a lo largo de la investigación que plantearon Borja, Carvajal y Vité,
(2020). El interés que se encuentra presente en la investigación es el de determinar
los factores que hacen posible la sostenibilidad de las Mypimes.

Idea del Negocio. El emprendedor debe considerar que la idea de negocio es


el punto de partida de cualquier proyecto y, por lo tanto, se debe estar en capacidad
de hacer los respectivos análisis para que este no fracase, del mismo modo, la idea
debe ser original o si otras personas ya han explotado esta idea, es importante
mostrar un valor agregado sobre el producto o servicio al cliente. Los autores
consideran que la idea se debe analizar desde el enfoque: financiero, tecnológico,
mediombiental, legal y de comercialización. De acuerdo a Consenz & Noto (2017)
citado por Borja, Carvajal y Vité, (2020), consideran que la herramienta clave
para formalizar y desarrollar ideas de negocios, es el diseño de una estructura
estratégica que propicié valor e ingresos.

Competencias personales. Hace énfasis a las capacidades que tienen las


personas para emprender, las cuales deben estar soportadas en las habilidades,
conocimientos y características que tienen los individuos para llevar a cabo sus
ideas (Gómez, et al., 2018). En este sentido, las competencias personales que
deben ser desarrolladas por los emprendedores están en función de: pensamiento
crítico, capacidad de comunicarse, investigación, capacidad de adaptarse a los
cambios, negociación, ética y resiliencia. (Figura 13).

74 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Figura 13. Modelo de emprendimiento, según Borja, Carvajal y Vité
Fuente: Borja, Carvajal y Vité (2020).

Competencias comerciales y sociales. Dentro de las competencias


comerciales se tienen: ventas, calidad, servicio, cliente, servicio al cliente,
fidelización. Y las competencias sociales son: negociación, liderazgo y
corporativismo y cooperación.

Gestión empresarial. La gestión empresarial es transcendental para


alcanzar el éxito del proyecto de empresa, debido a que de ella dependen todas
las funciones administrativas, permitiendo reducir la incertidumbre y minimizar
también los riesgos.

Visión empresarial. Es relevante tener claro el horizonte a dónde quiere


llegar la empresa para su sostenimiento, especialmente en el largo plazo
(González, et al., 2010). La visión empresarial hace que la empresa crezca y así
se logre un posicionamiento en el mercado. Además, la visión empresarial debe
detectar oportunidades, innovar o crear, superar las adversidades, adaptación a
los cambios y asumir riesgos.

Estructura financiera. Se refiere a los recursos financieros que se debe tener


para la creación de la empresa, es un poco complicado al inicio ya que en muchos
casos no se cuenta con los recursos disponibles, lo cual es necesario acceder a
préstamos bancarios.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 75
Capítulo 3. El emprendimiento social

“No debes centrarte en por qué no puedes


hacer algo, eso lo hace todo el mundo. Céntrate
en conseguirlo y convertirte en la excepción”

Steve Case

76 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


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Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 77
E
l término de emprendimiento social, se empezó a usar formalmente hacía
los años 70s, donde uno de los precursores es el señor Muhammad Yunus,
quien en los 70s fundó en Bangladesh el Banco Grameen, la primera
empresa de micro finanzas orientada a ofrecer pequeños créditos a personas en
condiciones de pobreza extrema con el fin que usaran el capital para crear sus
propias fuentes de ingreso (Del cerro, 2016, p. 34). Esta iniciativa, le dio el mérito
para que, en el año 1998, se le concediera el Premio Príncipe de Asturias de la
Concordia a Muhammad Yunus y, para el año 2006, se le concediera el Premio
Nobel de Paz, por el hecho de promover oportunidades económicas y sociales
para las personas de bajos recursos. Desde la creación del Banco Grameen, Yunus
ha fundado varias empresas sociales como Danone.

Al trabajo de Yunus se sumó Bill Drayton, quien resolvió consagrar su


vida a ubicar y apoyar a los emprendedores sociales de todo el mundo, para lo
cual funda Ashoka, la red más grande de emprendedores sociales en el mundo.
Para el año 2011, se le concedió el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación
Internacional a Bill Drayton, fundador de Ashoka, entidad que engloba a más
de 3.000 emprendedores sociales. “Los emprendedores sociales no se conforman
con dar un pescado o enseñar a pescar a la gente. Ellos no descansarán hasta que
hayan revolucionado la industria pesquera.” Bill Drayton, fundador y presidente
de Ashoka.

El trabajo de Drayton y Yunus, así como el de muchos otros fundadores del


emprendimiento social, como de organizaciones convencidas del potencial de este
modelo de trabajo, han logrado que el emprendimiento social se haya convertido
en una fuerza a nivel mundial (Del cerro, 2016, p. 35).

En la actualidad no existe claridad respecto a lo que representa el


emprendimiento social. “El crecimiento del emprendimiento social en términos
globales para la última década ha sido impresionante, pero el significado preciso
del término permanece como un asunto de debate” (Harding, 2004, p. 40). La
confusión respecto a este tipo de actividad emprendedora, reside en el desarrollo
teórico dentro de los diferentes dominios o áreas de conocimiento, conduciendo
a una falta de coherencia relacionada al enfoque con el cual es referenciada esta
temática (Weerawardena y Sullivan, 2006).

78 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


En un sentido amplio, se puede plantear como emprendimiento social
“cualquier acción, iniciativa o movimiento dentro de la esfera socioeconómica,
de origen privado y orientado a favor del interés general y del bien común o
que beneficie a una franja significativa de población” (Fournier 2011. p. 10). Es
elemental resaltar que el emprendimiento social no es lo mismo que la caridad
o la benevolencia, tampoco es necesariamente no rentable. Los emprendedores
sociales actúan a través de empresas sociales, las cuales, según Trexler (2008) se
caracterizan por recurrir a los fondos públicos y privados de manera eficiente;
tienen una estructura, estrategia, normas y valores específicamente diferentes a las
organizaciones con fines de lucro.

Difiere del “clásico” concepto de empresa sin fines de lucro en el sentido de


buscar ser rentables para sostenerse y crear valor. Sus resultados tienen un alto
impacto social y son el resultado de un ejercicio colectivo que persigue el bienestar
de una comunidad a través de la auto-ayuda. La matriz de emprendimiento
social de Massetti (2008) ayuda a analizar las diferentes tipologías de empresa
y comprender el modelo de negocio que funda el emprendedor social (Núñez,
2010, p. 582). (Figura 14).

Figura 14. Matriz de emprendimiento social


Fuente: Massetti (2008), tomado de Núñez (2010, p. 582).

De acuerdo a la matriz, una empresa puede situarse en uno de los cuatro


cuadrantes, dependiendo del objetivo que busque. En el cuadrante I se halla la
empresa sin fines de lucro tradicional, se identifica por estar motivada por una
misión social y no importa la rentabilidad.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 79
En el cuadrante II, se ubica la empresa lucrativa tradicional, se define por ser
una empresa orientada a un mercado y motivada por la obtención de ganancias;
sin embargo, son empresas conscientes de su responsabilidad social corporativa.

En el cuadrante III, se encuentran las instituciones sociales en transición,


dado que dan respuesta a las demandas de un mercado, pero no está motivada por
la necesidad de lograr ganancias; el financiamiento se logra mediante donaciones,
programas gubernamentales y fondos establecidos; su fin es resolver un problema
social que puede o no derivar en ganancias monetarias; así mismo, requieren
modificar su oferta según los cambios del mercado.

Ahora, el cuadrante IV se encuentra el modelo nuevo de organización


social. Núñez, (2010, p. 582), señala que:

[…] Las empresas sociales son organizaciones motivadas tanto por su misión
social como por la necesidad de ser lucrativas para operar y cumplir con sus
metas; son empresas en desarrollo que prometen ser el nuevo modelo para la
transformación económica y social; utilizan los fondos tradicionales de apoyo
social pero reinvierten sus ganancias para financiar su operación y mantenerse
independientes; están comprometidas con el cambio social a través de asistir a las
comunidades a resolver sus problemas en lugar de proporcionar ayuda directa;
promueven el desarrollo participativo al facilitar la relación entre comunidades
y los programas de desarrollo socio-económico propuestos por el gobierno,
ONG y empresas privadas; movilizan recursos de calidad para incrementar las
capacidades técnicas, productivas y comerciales de las comunidades en desventaja
socioeconómica, considerando sus condiciones regionales, sociales y culturales.

Fournier (2011. p. 12), señala que el emprendimiento social desde el punto


de vista institucional y moderno tiene dos inicios históricamente identificables.
En primer momento, para los años de 1990, florece en Estados Unidos Social
Entreprise Iniciative, un programa de investigación y enseñanza lanzado por
Harvard Business School. A raíz de esa gran iniciativa, otras universidades y
fundaciones del mismo país plantearon programas de capacitación y apoyo a los
emprendedores sociales (Les repères de l’AVISE, 2007).

El segundo momento, es que en Europa el tema de emprendimiento social


surge en el mismo período de la economía social y de su tradición cooperativa y
mutualista (Les repères de l’AVISE, 2007). Es así, que en Italia se crea un estatuto
especial de “cooperativas sociales” que se despliega enérgicamente con el fin de
responder a necesidades insatisfechas por el sector de los servicios públicos. Esta
experiencia sirvió para que otros países la tomaran como referencia. A pesar de la
diferencia en cómo se desarrollaron en cada uno de los países, existen unos rasgos
comunes que compartieron:

• Multiplicación de las empresas sociales (entre otros sectores: inserción,


servicios de proximidad, medioambiente, servicios sociales y comercio
justo).

80 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


• Creación de nuevos estatutos y marcos jurídicos.
• Emergencia de nuevos dispositivos de creación, desarrollo y
acompañamiento de empresas sociales.
• Incremento en la audiencia de estos proyectos sociales (media,
publicaciones, enseñanza, movilización y sensibilización de los diferentes
actores económicos).
A pesar de su diversidad (en términos de estatuto jurídico –empresas,
entidades públicas, asociaciones, fundaciones, organizaciones no gubernamentales
(ONG) – y de origen de las iniciativas –sector empresarial tradicional, sector
estatal o tercer sector–), las experiencias y entidades del sector del emprendimiento
social tienen principios en común:
• Son el resultante de iniciativas privadas lideradas por ciudadanos
preocupados por defender el interés colectivo, por cambiar la sociedad.
• Son indisociables de la noción de innovación social, bien sea a nivel de
la oferta de bien o servicios propuestos, o a nivel de la creación de valor
social y económico; bien sea en el modelo económico y de movilización de
recursos, o en las cooperaciones (asociaciones) con otros actores, bien sea
el management (la gerencia).
• Pertenecen plenamente a la economía de mercado por mucho que las
utilidades no representen un fin en sí, sino un medio para lograr un objetivo
social, Fournier (2011. p. 12) (Figura 15).

Figura 15. La posición del emprendimiento social en medio de los sectores tradicionales de la economía
Fuente, Soulage, F. (2007). Panorama Général de l’économie sociale, IDES.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 81
En los últimos años se ha venido dando un gran repunte a las iniciativas
que estén relacionadas con el emprendimiento social (Martin y Osberg, 2007).
Actualmente, existen cuatro organizaciones a nivel mundial que promueven el
concepto de emprendimiento social como es la Fundación Ashoka, Fundación
Skoll, Fundación Schwab y el Centro Yunus; así como otras organizaciones
practicantes y relacionadas con la enseñanza del concepto en educación superior
(Bravo, 2016).

Fundación Ashoka. Fundada en 1980 por el estadounidense Bill Drayton,


considerada como una red de apoyo al emprendimiento social con más de tres
mil miembros, hace presencia en 32 países y con proyectos en más de 70 países.
Ashoka desarrolla su misión a través de la intervención en tres niveles: personal,
grupal, y sectorial. Esta Fundación apoya el esfuerzo de emprendedores que
pretenden resolver problemas sociales (Fundación Ashoka, 2015).

Fundación Skoll. Fundada en 1999 por señor Jeff Skoll, actualmente es


una de las fundaciones más significativas en el campo del emprendimiento
social, habiendo invertido más de $500 millones de dólares alrededor del mundo
(Fundación Skoll, 2015). Promueve el cambio social a gran escala a través de la
inversión en proyectos de emprendimiento social que ya están en marcha.

Fundación Schwab. Fundada en 1998 por el economista suizo Karl Schwab,


concibe al emprendedor social como un líder visionario que logra el cambio
social a gran escala por medio de proyectos innovadores, sostenibles y de gran
alcance. La Fundación considera que el emprendimiento social debe ser como un
catalizador de la innovación y progreso social (Fundación Schwab, 2015).

Centro Yunus. Fue creado en el 2002 por el profesor bangladesí Muhammad


Yunus. Promueve la creación de negocios sociales y deben ser compañías
financieramente sostenibles, que no generen dividendos a sus accionistas,
dedicadas a alcanzar un objetivo social (Centro Yunus, 2015).

Bravo (2016) señala que el tema del emprendimiento social se ha convertido


en un pilar de gran interés para gobiernos, organizaciones no gubernamentales,
corporaciones y la sociedad civil, ya que trae a la mesa la posibilidad de resolver
problemas que afectan a nuestra sociedad, que ninguno de los entes anteriormente
mencionados ha podido resolver de manera definitiva hasta ahora. Además,
la crisis que se ha venido dando en los países occidentales ha conllevado a los
gobiernos a promover la actividad emprendedora de sus habitantes, con el ánimo
de atender las necesidades de algunos colectivos (López 2014, p. 14).

82 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


El emprendimiento social es el proceso mediante el cual los ciudadanos construyen
o transforman instituciones o sistemas para resolver problemas sociales. Implica la
creación de nuevos equipos y recursos que mejoren la capacidad de la sociedad para
abordar problemas y así, maximizar el impacto social a través de la sustentabilidad
y la sostenibilidad” Ashoka, citado por Del Cerro (2016, p. 13).

“El Emprendimiento Social es un acercamiento práctico, innovador y sustentable


a los problemas económicos y sociales, un acercamiento que divide sectores
y disciplinas basándose en ciertos valores y procesos comunes para todos los
emprendedores sociales independientemente de cuál sea su enfoque, o si su
organización es con fines de lucro o sin fines de lucro” Scwhab Foundation, citado
por Del Cerro (2016, p. 13).

Desde al ámbito académico, se ha visto un notable crecimiento en los últimos


años de producción de artículos y publicaciones referentes al emprendimiento
social (Guzmán y Trujillo, 2008; Cukier, Trenholm, Carl, Gekas, 2011; Dacin,
Dacin y Tracey 2011; Jiao, 2011). Sin embargo, este aumento de publicaciones
no ha sido comparable con otros contextos estudiados (Cukier et al., 2011) por
consiguiente, sigue siendo un campo incipiente (Dees y Anderson 2006).

Unos autores se preguntan si verdaderamente el emprendimiento social


es un campo específico de estudio (Dacin, Dacin y Matear, 2010), dado que no
hay una conceptualización clara y consensuada de lo que es el emprendimiento
social. Inclusive existen marcos conceptuales que están compitiendo entre sí
(Mair y Marti, 2006; Nicholls, 2006; Peredo y McLean, 2006; Cukier et al., 2011;
Dacin et al., 2011). Según Roberts y Woods (2005, p. 46) “no existe un método
probado, código de prácticas o modelo de negocio a seguir”. Cukier et al. (2011),
señala que lo más elemental es la reflexión que hace Nicholls (2006) de que el
“emprendimiento social no conseguirá su total desarrollo hasta que se comprenda
más exhaustivamente cómo funciona y qué lo motiva”.

Un factor clave que distingue a un proyecto de emprendimiento social es


la existencia de fines sociales. Es decir, la línea que separa a los emprendedores
empresariales de los emprendedores sociales es el compromiso de los últimos de
crear un impacto social (Curto, 2013, p. 11).

Durante las décadas que han trascurrido desde la popularización del


término «emprendimiento social», son muchos los proyectos y organizaciones
que, con mayor o menor éxito, han surgido dentro de este campo. Sharir y Lerner
(2006) se centraron por estudiar los emprendedores sociales que operaban en
Israel. Su estudio se basó sobre el análisis cualitativo de 33 empresas sociales
establecidas por los años noventa.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 83
El examen se realizó teniendo en cuenta cuatro dimensiones (el
emprendedor, el entorno, la organización y el proceso). Ahora, Alvord et al. (2004)
escogen para su estudio un grupo más reducido de casos, pero con el valor añadido
de estar ubicados en distintas localizaciones del mundo (Asia, África, América
Latina y Norteamérica). Todos ellos han conseguido logros considerables para
los beneficiarios de las iniciativas y son potenciales catalizadores de importantes
trasformaciones sociales.

En un sentido amplio, se puede designar como emprendimiento social


cualquier acción, iniciativa o movimiento dentro de la esfera socioeconómica,
de origen privado y orientado a favor del interés general y del bien común o que
beneficie a una franja significativa de población (Fournie, 2011 p 10). Ramírez
(2008) afirma que el emprendimiento social hace un aporte de cuatro maneras:

• Generando empleo y desarrollo a población vulnerable.


• Mejorando la calidad de los servicios sociales.
• Fomentando prácticas éticas en los mercados (comercio justo).
• Sensibilizando a nuevos empresarios que quieran hacer una diferencia en
la sociedad.

Ashoka (2014), plantea que los emprendedores sociales son individuos


con soluciones innovadoras a los problemas sociales que tiene la sociedad. Por
lo general, son personas ambiciosas y persistentes, afrontando los principales
problemas sociales y ofreciendo soluciones para el cambio. Los emprendedores
sociales ostentan dos atributos: una idea innovadora que produzca un cambio
social significativo y una visión emprendedora a la hora de ejecutar sus proyectos.
Son individuos que ostentan la visión, la creatividad y la determinación para
generar un cambio social profundo.

Según Guzmán y Trujillo (2008), el emprendimiento social es un tipo


específico de emprendimiento que busca soluciones para problemas sociales
a través de la construcción, evaluación y persecución de oportunidades que
permitan la generación de valor social sostenible, alcanzando equilibrios nuevos
y estables en relación con las condiciones sociales, a través de la acción directa
llevada a cabo por organizaciones sin ánimo de lucro, empresas u organismos
gubernamentales.

El emprendimiento social está relacionado con la búsqueda de soluciones


a problemas sociales en donde se identifican oportunidades que se presentan
a sí mismas como problemas que requieren soluciones. Los emprendedores
sociales hacen aportes significativos y las diferentes comunidades mediante la

84 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


implementación de modelos de negocio para brindar soluciones creativas a los
problemas (Zahra, Gedajlovic, Neubaum, y Shulman, 2009).

El emprendimiento social, se constituye en el uso de la conducta


empresarial con fines sociales, es decir, para el beneficio de un grupo de personas
desfavorecidos (Leadbeater, 1997). Este se ejerce cuando una persona o grupo
alcanzan el objetivo de la creación de valor social, en tal sentido revelan una
capacidad de reconocer y aprovechar las oportunidades de empleo, innovación
y aceptar un grado por encima del promedio de riesgo (Peredo y Mclean, 2005).

El emprendimiento social es considerado una clase específica de


emprendimiento (Dees, 1998; Sullivan et al., 2003; Austin et al., 2006; Chell, 2007;
Martín y Osberg, 2007). El campo del emprendimiento social sigue siendo un
campo y este concepto significa diferentes cosas para diferentes personas creando
confusión tanto en la teoría como por la práctica (Zahra et al., 2008). Bravo
(2016), señala que, en términos generales, el:

[…]emprendimiento en los negocios busca identificar un segmento en el mercado


que no está siendo considerado, y diseña un producto o servicio que atienda a
este mercado de manera rentable. El emprendimiento social también identifica
un segmento en el mercado que no está siendo atendido adecuadamente, con la
diferencia de que el problema que este emprendimiento intenta resolver es un
problema social, y este es el único punto de coincidencia de todas las definiciones
de emprendimiento social (p.20).

A continuación, se recogen algunas de las principales definiciones que se le


ha dado a este término. (Tabla 9).

Tabla 9. Definiciones emprendimiento social


Autor y año Definición y/o descripción
Johnson (2000). El emprendimiento social es un enfoque innovador para hacer frente a
las necesidades sociales complejas, donde su énfasis es la resolución de
problemas y la innovación social.
Smallbone et al. Empresas sociales definidas como empresas competitivas que actúan y
(2001). comercian con un fin social.
MacMillan (2003). Proceso mediante el cual la creación de una nueva empresa de negocios
conduce a la mejora de la riqueza social tanto para la sociedad como para
el beneficio empresarial.
Alford et al. (2004). Crea soluciones innovadoras a los problemas sociales inmediatos y
moviliza las ideas, las capacidades, los recursos y los acuerdos sociales
necesarios para llevar a cabo transformaciones sociales.
Harding (2004). Los empresarios motivados por objetivos sociales para instigar algún tipo
de nueva actividad o emprendimiento.
Fuqua School (2005). El arte de llevar a cabo de forma simultánea el retorno de la inversión
tanto financiera como social.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 85
Autor y año Definición y/o descripción
Seelos y Mair (2005). Organizaciones que han creado modelos para la resolución de manera
eficiente de las necesidades humanas básicas que los mercados y las
instituciones existentes no han podido satisfacer. El emprendimiento
social combina el ingenio del espíritu empresarial tradicional con la
misión de cambiar la sociedad.
Martin y Osberg El emprendimiento social está compuesto de tres componentes: (1)
(2007). identificación de equilibrio estable pero injusto, (2) identificación de
oportunidad que desarrolle una proposición de valor social y (3) creación
de nuevo equilibrio estable que mejora al grupo objetivo.
Guzmán y Trujillo El emprendimiento social es un tipo específico de emprendimiento que
(2008). busca soluciones para problemas sociales a través de la construcción,
evaluación y persecución de oportunidades que permitan la generación
de valor social sostenible, alcanzando equilibrios nuevos y estables en
relación con las condiciones sociales, a través de la acción directa llevada
a cabo por organizaciones sin ánimo de lucro, empresas u organismos
gubernamentales.
Zahra et al. (2009). El emprendimiento social abarca las actividades y procesos realizados
para descubrir, definir y aprovechar las oportunidades para mejorar la
riqueza social mediante la creación de nuevas empresas o la gestión de las
organizaciones existentes de una manera innovadora.
Saïd Business School El emprendimiento social se refiere a la práctica de combinar la innovación,
(2014). el ingenio y la oportunidad de abordar los desafíos sociales y ambientales
críticos. Los emprendedores sociales se centran en transformar los
sistemas y prácticas que son las causas fundamentales de la pobreza,
la marginación, el deterioro ambiental y la consiguiente pérdida de la
dignidad humana. Al hacerlo, pueden configurarse con fines de lucro o
sin fines de lucro, y en ambos casos, su objetivo principal es la creación de
cambios sostenibles de los sistemas.
Fuente: López de Toro (2014, p.21-26).

De acuerdo con las anteriores definiciones, se puede evidenciar que el


emprendimiento social se identifica por ser un negocio o empresa (en un sentido
amplio) con un objetivo característico que ha sido planteado, que es fin social
(Bargsted, 2013, p. 124). Algunos autores destacan la relevancia de la creación de
valor (Cohen et al., 2008; Mair y Martí, 2006; Tan et al., 2005). Para Jiao (2011)
las definiciones de emprendimiento social se pueden concentrar en tres grupos:

• Basadas en la misión (Dees, 1998 y 2003; Bornstein, 2004).


• Basadas en las dimensiones múltiples (Sullivan et al., 2003; Weerawardena
y Sullivan, 2006).
• Basadas en los procesos o mecanismos de sus operaciones (Dees et al.,
2002; Robert y Woods, 2005; Mair y Marti, 2006; Peredo y McLean, 2006;
Robinson, 2006; Chell, 2007).

Ahora, visto desde la postura de Bargsted (2013, p. 123), presenta otras


definiciones de emprendimiento social. (Tabla 10).

86 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Tabla 10. Otras definiciones de emprendimiento social
Autor y año Definición y/o descripción
Vasakarla (2008) Implica actividades relativas a responsabilidad social y filantropía.
Bossman y Livie (2010). Individuos u organizaciones comprometidas en actividades de
emprendimiento con un objetivo social.
Alvord, Brown y Letts (2004). Innovación para generar impacto social.
Tracey y Phillips (2007). Soluciones económicamente sustentables para problemas sociales.
Cohen et al. (2008) Emprendimiento como creación de valor con múltiples
dimensiones y ampliado a diferentes tipos de objetivos.
Roa (2005) (Organización El emprendimiento social alude al tercer sector, organizaciones
Ashoka). sociales que se profesionalizan, que pueden o no tener ánimo de
lucro y que trabajan para un objetivo social definido en cualquier
campo del desarrollo humano.
Céspedes (2009). Tiene como meta resolver una necesidad social. Responde a una
creciente conciencia de que hay un límite a lo que los gobiernos
pueden hacer en términos de la prestación de servicios como
salud,
educación y vivienda.
Roberts y Woods (2005). Construcción, evaluación y persecución de oportunidades para el
cambio social transformativo.
Murphy y Coombes (2009). Creación y realización de una empresa orientada a promover
un propósito o causa social específica en el contexto de la
movilización.
Hartigan (2006) (Schwab Tipo de emprendimiento que se encamina hacia la progresiva
Foundation). transformación social a través de un nuevo tipo de negocios.
Tan, Williams y Tan (2005). Emprendimiento centrado en la generación de beneficios para la
sociedad a partir de la innovación y la asunción de riesgos.
Zahra, Gedajlovic, Neubaum Actividades y procesos realizados para descubrir, definir y
y aprovechar las oportunidades, a fin de aumentar la riqueza social
Shulman (2009). mediante la creación de nuevas empresas o la gestión de las
organizaciones existentes de manera innovadora.
Fuente: Bargsted (2013, p. 123).

López de Toro (2014, p. 26), señalan, que a pesar de las distintas visiones en
torno a las definiciones de emprendimiento social han encontrado unos elementos
comunes a todas ellas, como son:

• El principal elemento es que el emprendimiento social tiene un doble


objetivo: por una parte, tiene un objetivo social, busca solucionar problemas
sociales,
• Y por otra parte está unido a la sostenibilidad de la empresa (Dees, 1998;
Johnson, 2000; Sullivan et al., 2003; Haugh, 2005; Austin et al., 2006; Mair
y Marti, 2006; Nicholls, 2006; Weerawardena y Sullivan, 2006; Martín y
Osberg, 2007; Guzman y Trujillo, 2008; Thompson, 2008; Zahra et al., 2009;
Dacin et al., 2011; Curto, 2012).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 87
Del mismo modo, López de Toro (2014, p. 26), puntualiza que si “bien en
la literatura especializada se entiende que deben de existir estas dos dimensiones
(dual bottom line en su expresión inglesa) se mantiene la discrepancia de si hay
primacía de un objetivo sobre otro o deben estar ambos objetivos al mismo nivel”.
Para Dacin et al. (2011) piensan que es igualmente trascendental el aspecto social
como el económico del emprendimiento, mientras que Dearlove (2004) o Dees
(1998) creen que la misión social está por arriba de la sostenibilidad económica.

Dees y Anderson (2006) señalan que existen dos escuelas de pensamiento


que estudian el emprendimiento social desde el enfoque de las prácticas de
perspectivas, prioridades y valores: la Escuela de Empresa Social y la Escuela de
Innovación Social. Con respecto a la Escuela de Empresa Social, esta considera
que el emprendedor social es aquella persona que organiza y opera un negocio
que apoya un objetivo social, ya sea que el negocio reparta ganancias o no. La
Escuela de Innovación Social señala que el emprendedor social es aquel individuo
que revoluciona los patrones de producción de valor social.

Ahora, Bravo (2016), logró identificar a través de su investigación tres


escuelas de pensamiento de emprendimiento social: la Escuela de Innovación,
la Escuela de Negocios del Oeste y la Escuela de Negocios de Asia. “La Escuela
de Innovación considera que todos los individuos que tienen como objetivo la
solución de problemas sociales son considerados emprendedores sociales”. Este
mismo autor, argumenta en su investigación, que para la “Escuela de Innovación,
la innovación en la solución de problemas sociales siendo está el componente más
importante; otros componentes como ingreso, escalabilidad y replicabilidad son
deseables, pero no obligatorios” (p. 26).

Dentro de la Escuela de Negocios Sociales, el componente principal es el


negocio social, descrito como un ente emprendedor, sin fines de lucro, que genera
sus propios ingresos por medio de la venta de un producto o servicio, mientras
atiende a una visión social (Bravo 2016, p.26). Y la Escuela de Negocios Sociales
del Oeste, los tres componentes de ingreso, replicabilidad y escalabilidad son
indispensables para cualquier organización que se considere un emprendimiento
social. (Tabla 11).

88 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Tabla 11. Escuelas de Pensamientos de Emprendimiento Social
Definición de Características del Organizaciones
Escuela
emprendimiento social emprendimiento social estudiadas.
Escuela de Individuos que trabajan en La innovación es el Fundación
Innovación. la solución innovadora de componente clave. Ashoka
problemas sociales. La generación de ingresos Socia Lab.
propios, escalabilidad
y replicabilidad son
deseados, pero no
obligatorios.
Escuela de Negocios sin fines de lucro La generación de ingresos Fundación Skoll,
Negocios Sociales que generen sus propias propios, la escalabilidad Fundación
del Oeste. fuentes de ingreso a través y la replicabilidad son Schwab y Global
de la venta de productos o componentes obligatorios. Social Benefit
servicios, mientras cumplen Institute.
con una misión social.
Escuela de Negocios sin fines de lucro La generación de ingresos Yunus Center y
Negocios Sociales que generen sus propias propios es obligatoria, BRAC University.
de Asia. fuentes de ingreso a través la escalabilidad y
de la venta de productos o replicabilidad es deseada,
servicios, mientras cumplen pero no obligatoria.
con una misión social.
Fuente: Bravo, M. C. (2016, p. 25).

A manera de conclusión, se puede plantear que el emprendimiento social


puede ser comprendido como un concepto multidimensional nacido de la misión
social, conducido por la sostenibilidad e influenciado por las dinámicas del
entorno (Weerawardena y Sullivan, 2006). El punto clave en la conceptualización
de emprendimiento social está sobre la doble dimensión financiera y social,
razón por la cual algunos autores han clasificado las distintas concepciones de
emprendimiento social según sitúen el énfasis de una u otra dimensión (Sastre et
al., 2014).

3.1. Emprendimiento social como proceso

A partir de las teorías desarrolladas por el área de emprendimiento de


negocios y estudios más recientes sobre el emprendimiento, Mair y Martí (2006),
señalan que el emprendimiento social se puede considerar como un proceso de
creación de valor social. Los autores consideran que al igual que el emprendimiento
de negocios, un emprendimiento social conlleva una evolución a través de
distintas etapas de formación, de inicio, de crecimiento y de consolidación las
cuales se van desarrollando como consecuencia de las continuas interacciones del
emprendimiento social y del contexto socio-económico en el que está inmerso
(Moreira y Urriolagoitia, 2011, p. 30).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 89
Sin embargo, hay un amplio consenso entre los autores al mencionar que
el reconocimiento de una oportunidad es esencial tanto en el emprendimiento de
negocios como en el social (Austin et al., 2006; Mair y Martí, 2006; Shaw y Carter,
2007; Zahra et al., 2007).

Martin y Osberg (2007) resaltan que se debe diferenciar entre el


emprendimiento social del activismo social y de la provisión social de servicios.
El activismo social se diferencia del emprendimiento social por el tipo de acción,
es decir, en vez de emprender una acción directa, el activista pretende influir al
gobierno, a las ONG, a los consumidores o a los trabajadores entre otros, para que
estos ejecuten acciones directas para solucionar un problema social.

Aunque algunos autores plantean que los activistas sociales pueden forjar
un cambio social, no se les debe considerar emprendedores sociales dada la
naturaleza estratégica de su acción (Moreira y Urriolagoitia, 2011, p. 20). Por otro
lado, el proveedor de servicios sociales ayuda a satisfacer una necesidad social
siguiendo unos parámetros determinados y con un impacto mínimo, es decir, sin
generar un cambio social sostenido. En el mundo existen muchos organismos, con
buena voluntad y ejemplares en su ejecución, pero que no deben ser confundidas
con los emprendimientos sociales.

Ahora, Murphy y Coombes (2009) han desarrollado un modelo desde


una perspectiva teórica sobre el descubrimiento de oportunidades en el
emprendimiento social. Primordialmente, los autores exponen que cuando los
recursos económicos, sociales y medioambientales confluyen y además van
acompañados de una movilización social, generan nuevas oportunidades de tal
manera que nuevos emprendimientos sociales sean factibles.

Zahra et al., (2008) señala que uno de los factores que más diferencia
el emprendimiento social de otros emprendimientos es lo relacionado a las
oportunidades sociales que el emprendedor social puede explotar. En este mismo
orden de ideas, los autores comentan que el concepto de oportunidad social está
substancialmente cargado de ambigüedad. Para contribuir a su entendimiento,
los autores parten de la teoría del comportamiento de la firma, la cual sugiere
cinco criterios para delinear las oportunidades sociales globales: preponderancia,
relevancia, urgencia, accesibilidad y radicalidad.

Zahra et al., (2008) explican que la certeza de las personas sobre la


preponderancia (situación de superioridad que tiene un hecho o una cosa
frente a otra) de un problema social puede afectar significativamente sobre
qué oportunidades cree un emprendedor social merecen su atención. Por otro
lado, para los autores, el criterio de relevancia denota una conexión entre la

90 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


importancia de una oportunidad para el emprendedor y sus valores, habilidades
y recursos. En cuanto a la urgencia, se halla normalmente en la respuesta de los
emprendedores sociales a eventos impredecibles como catástrofes naturales o
eventos de devastación.

En relación a la accesibilidad se refiere al grado de dificultad apreciada


por los esfuerzos por atender una necesidad social a través de mecanismos
tradicionales por parte del gobierno o un fondo de caridad. Los autores destacan
que la “accesibilidad es similar a la noción de barreras de entrada en estrategia de
negocios, salvo que en el caso de las oportunidades sociales funcionan exactamente,
al contrario”. Por último, la radicalidad de una oportunidad hace relación al grado
que una innovación es necesaria para abordar un problema en específico. Es decir,
un emprendedor que anhela a una mejora social puede inspeccionar la necesidad
de introducir una innovación substancial con el objetivo de dar solución a un
problema, algo que otro tipo de empresas son incapaces de ejecutar.

Austin, Stevenson y Wei-Skillern (2006) ajustaron un modelo sobre el


proceso de un emprendimiento de negocios desarrollado por Sahlman (1996) en
donde se destaca cuatro componentes interrelacionados: las personas, el contexto,
la transacción y la oportunidad. Ahora, con el propósito de resaltar la centralidad
del objetivo social, los autores proponen que este factor debe ser el eje integrador
del modelo. (Figura 16).

De esta manera, los autores enfatizan que los cuatro elementos tienen
diferentes características y, por ende, distintos alcances en el marco de un
emprendimiento social. En relación a la dimensión de la oportunidad, hace
relación a que el emprendedor social puede tomar una oportunidad para lograr
el cambio social debido justamente a la inhospitalidad del contexto. Con el fin
de permitir un análisis más desagregado de las fuerzas contextuales que parecen
particularmente relevantes para un emprendimiento social, los autores han
añadido al modelo factores demográficos, políticos y socio culturales.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 91
Figura 16. Modelo propuesto por Austin, Stevenson y Wei-Skillern (2006)
Fuente: Austin, Stevenson y Wei-Skillern (2006).

En este mismo orden de ideas, se ha desarrollado otro modelo sobre el


proceso del emprendimiento social, donde la creación de valor social como variable
dependiente está en función del nivel de innovación, del nivel de pro actividad
y de la gestión de riesgos, y que estos están relacionados a la sostenibilidad, la
misión social y al ambiente (Weerawardena y Mort 2006). (Figura 17).

Figura 17. Modelo propuesto por Weerawardena y Mort 2006


Fuente: Weerawardena y Mort (2006).

92 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Asimismo, estos elementos están permanentemente interactuando en
un ambiente dinámico y turbulento que los motiva a alcanzar la sostenibilidad
posiblemente dentro de un marco de relativa escasez de recursos. Bloom y Dees
(2008) proponen desarrollar un mapa del ecosistema el cual nace de la teoría de
la economía industrial. El primer paso de un emprendedor social para elaborar
un mapa de su ecosistema es precisar el impacto que intenta lograr a través de su
emprendimiento social, así como los pasos que le llevarán a este impacto.

El segundo paso es identificar las partes del ecosistema que incluye


los integrantes (que son los individuos y las organizaciones) y las condiciones
ambientales (normas, mercados, leyes) que potencialmente pueden influir la
habilidad del emprendimiento social de crear y mantener el impacto que busca
concebir. Los autores explican que los ecosistemas biológicos están constituidos
por complejas redes de organismos interrelacionados entre sí y donde cada uno
tiene un rol (Morerira y Urriolagoitia, 2011, p. 33).

Moreira y Urriolagoitia (2011, p. 33) afirman que los ecosistemas sociales


funcionan de la misma manera, los emprendedores sociales obtienen ayuda de
individuos y organizaciones, esquivan amenazas de otros y compiten con otros.
Los emprendedores sociales deben identificar a todos los integrantes y determinar
el rol que juegan: proveedores, competidores, organizaciones complementarias o
aliadas, beneficiarios y clientes, oponentes y creadores de problemas e integrantes
afectados indirectamente. En cuanto a las condiciones medioambientales, estas
tienen un impacto significativo sobre el ecosistema y son las estructuras políticas
y administrativas, las economías y los mercados, la geografía y la infraestructura.

Trivedi (2010) plantea un modelo conceptual cimentado por los principios


de la ecología social, un campo que presta exclusiva atención al contexto social,
institucional y cultural en el que interactúan las personas. Este modelo de Trivedi
abarca tres ejes que representan tres dimensiones:

• El rol del emprendedor en el proceso del cambio social.


• La aproximación al problema social.
• El alcance del problema social.

Con respecto al rol del emprendedor, este se enfoca a las habilidades de


liderazgo, motivación y compromiso. En el modelo, esta dimensión fluctúa en
un continuo con dos extremos, por un lado, está el rol no catalítico y, por otro,
el rol catalítico del emprendedor. Cuando un emprendimiento social está en
sus primeras etapas de desarrollo, “el emprendedor será no-catalítico”, es decir,
que su participación debe ser directa y constante. No obstante, a medida que el
emprendimiento evoluciona hacia la etapa de institucionalización y expansión a

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 93
gran escala, su rol será catalítico y el cambio social podrá ser sostenido por la
comunidad.

En cuanto a la aproximación al problema social, de acuerdo a Trivedi,


esta se desarrolla entre contextual y genérica. Habitualmente, en los períodos
iníciales el emprendedor social afronta el problema social desde un aspecto más
contextual, es decir, específica al contexto socio-económico y cultural en el que
opera, pero con el trascurso de los días esta aproximación puede convertirse
más genérica gracias a la expansión de la notoriedad del problema y de las redes
sociales involucradas por el emprendimiento. (Figura 18).

Figura 18. Modelo propuesto por Trivedi


Fuente: Trivedi (2010).

Finalmente, se asumen que un emprendimiento social surgirá a nivel local,


por lo que la escala inicial del cambio social será pequeña. Este escenario puede
cambiar con el tiempo al evolucionar hacia la etapa de difusión y réplica del
emprendimiento.

3.2. Ecosistema para el emprendimiento social

La Unión Europea ha evolucionado con respecto al concepto de empresa y


los diferentes modelos societarios que operan en su seno.

De un inicio no diferencial se agrupaban entidades civiles, mercantiles e incluso


cooperativas, siempre y cuando tuvieran personalidad jurídica según cada
legislación interna (art. 58 Tratado de la UE), se ha ido evolucionando hacia un

94 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


reconocimiento de la diversidad de modelos. Se ha ido prestando atención y
desarrollando políticas de diversa naturaleza para cooperativas, mutualidades,
asociaciones, fundaciones, entidades participadas, empresas pequeñas y medianas
(Enciso, Gómez, Mugarra, 2012, p. 60).

La Comisión considera la conveniencia de “crear un ecosistema para


promover las empresas sociales en el centro de la economía y las innovaciones
sociales”. Esta idea de “ecosistema” y cómo se aplica a las empresas sociales a
nivel de la Unión Europea fue desarrollada por el comisario de Empleo, Asuntos
Sociales e Inclusión, L. Andor en la Conferencia Europea sobre la iniciativa de
empresas sociales celebrada en Bruselas el 18 de noviembre de 2011 (Enciso,
Gómez, Mugarra, 2012, p. 61).

En esta iniciativa, indica que el ecosistema, como metáfora, ayuda a


comprender cómo las empresas co-evolucionan con otras para buscar relaciones
de mutuo beneficio. Razón por la cual, surge la necesidad de esta iniciativa, cuya
finalidad no es cambiar las normas de la evolución (siguiendo con la metáfora
del ecosistema), sino que por el contrario es reforzar las fuerzas y mecanismos
endógenos que lo gobiernan.

Esta misma idea fue planteada por el Comité Económico y Social Europeo
del año 2009 sobre distintos tipos de empresas (CESE, 2009:10) donde se recoge
que “Lo esencial debería ser cómo apoyar a estos emprendedores con entornos
que les permitan desarrollar su capacidad de innovación, una habilidad que en
tiempos de crisis económica resulta especialmente valiosa.” Por consiguiente,
conlleva a la Comisión Europea a que plantee una política para empresas sociales
(Enciso, Gómez, Mugarra, 2012, p. 61).

El plan de acción elaborado por la Comisión Europea para incitar el


desarrollo de este tipo de empresa, encierra tres grandes objetivos: mejorar la
visibilidad de este sector, su entorno jurídico y su acceso a la financiación. En
relación, al primer objetivo (mejorar la visibilidad de este sector) incluye no solo
aspectos de mejora sobre clasificación de actividades y recopilación estadística,
sino que, además, pretende generar las buenas prácticas y modelos reproducibles
que susciten el aprendizaje común y la extensión del sector. Para lograr esto
último, se propone el refuerzo de las competencias nacionales y regionales para
el apoyo y financiación de estas empresas, creando un entorno más próspero para
su desarrollo.

Con respecto al segundo objetivo, se propone, en primer lugar, la


implementación de reformas jurídicas que permitan a estas empresas actuar a
nivel transnacional y competir en el mercado. Del mismo modo, plantea como
medidas clave a llevar a cabo: la propuesta de simplificación del Reglamento sobre

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 95
el Estatuto de la Sociedad Cooperativa Europea, la propuesta de Reglamento que
establezca el Estatuto de la Fundación Europea y el inicio de un estudio sobre la
situación y actividad transfroteriza de las mutuas en el mercado interior. (Enciso,
Gómez, Mugarra, 2012, p. 62).

En relación al tercer objetivo (acceso a la financiación) se considera


conveniente la creación de un instrumento europeo específico que apoye la
financiación de empresas sociales atrayendo y facilitando hacia ellas la inversión
pública y privada a través de préstamos o participación en el capital (Enciso,
Gómez, Mugarra, 2012, p. 62). Se requiere crear un marco normativo que
promueva fondos de inversión solidaria que permitan el acceso a los mercados
financieros y facilite su actuación en el conjunto del mercado interior.

Por tal razón, la Comisión cita la inclusión de una propuesta de prioridad


por la inversión relacionada con empresas sociales en los Reglamentos del Fondo
Social Europeo y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Se trata con ello de
que tanto las regiones como los estados miembros puedan incorporar al período
de la política regional (2014-2020) acciones específicas de inversión referente a los
negocios sociales en sus programas del FSE y del FEDER. Por último, la Comisión
plantea a esta Comunicación la creación de un instrumento financiero europeo
de 90 millones de euros dirigido a la financiación de empresas sociales (Enciso,
Gómez, Mugarra, 2012, p. 62).

3.3. Emprendimiento social en Colombia

El emprendimiento social ha crecido en Colombia invisible ante los ojos


de miles de ciudadanos que todavía no entienden este concepto. Para hacerlo
simple, se trata de una asociación deliberada de individuos, una suma pensante
de sinergias en torno a una causa distinta que la de hacer dinero. Los convoca
un objetivo superior, el de cambiar comunidades vulnerables, mejorar el nivel
de vida de otros, conectar esfuerzos sociales para hacerlos crecer con táctica y
estrategia, y dejar las palabras a un lado para convertirlas en proyectos concretos.
En Colombia existe al menos:

[…] tres modelos diferentes de inversión de las empresas en la sociedad: i) unas


han decidido crear sus propios programas al interior de la empresa; ii) otras han
decidido crear una organización aparte (una fundación, una corporación o una
asociación) o apoyar una organización sin fines de lucro ya existente; y iii) algunas
más participan en programas sociales liderados por otros (iniciativas de un gremio,
de una organización sin fines de lucro ya existente, de una red específica o del
gobierno de turno). Las fundaciones empresariales y las fundaciones con empresas
tienen una estrecha relación con una empresa particular y su rango de acción es
amplio Gutiérrez (2007), citado por Moreno (2019, p. 48).

96 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


En Colombia, existen unas instituciones que vienen promoviendo el
emprendimiento social, como son:

Ashoka. Organización que llega a Colombia en 1994 y los proyectos que


ha venido trabajando están relacionados con educación, medio ambiente y
participación ciudadana, su función ha sido identificar y apoyar los principales
emprendedores sociales. En Colombia, se desarrollan actividades para fortalecer
los:

[…] programas de Venture and Fellowship, Escuelas Transformadoras, Ashoka


Joven y Ashoka U. A la fecha se han seleccionado 69 Emprendedores Sociales
en este país, que trabajan en diferentes áreas del sector social: Salud, Ambiente,
Educación, Derechos Humanos, Participación Social y Desarrollo Económico. La
red de Changemaker Schools cuenta con 8 Escuelas (Moreno, 2019, p.49).

RECON. Organización colombiana sin ánimo de lucro que identifica,


visibiliza, apoya y fortalece iniciativas de emprendimiento e innovación social
para el desarrollo, que conlleven a la transformación de las realidades para
construir un futuro distinto. Su trabajo está “alineado con la visión de los objetivos
de Desarrollo Sostenible y trabajan por las comunidades más vulnerables del país,
aplicando un enfoque territorial, étnico, y de género. Cuentan con el apoyo con
el Gobierno de Suecia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PNUD y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional”
USAID (Moreno, 2019, p.50).

ASEC. Esta organización fue creada por emprendedores con el apoyo del
BID/FOMIN y la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica. Se orientan en
mejorar las circunstancias para emprender y hacer crecer empresa en Colombia,
flexibilizar la tributación y modernizar la contratación pública, apoyar el desarrollo
de una industria de financiación enfocada al emprendedor y en el fortalecimiento
de agendas públicas y programas de apoyo al emprendimiento femenino (ASEC -
Asociación de emprendedores de Colombia, 2019).

El emprendimiento social es la más razonable de todas las esperanzas


para quienes aún tenemos algo de fe en la raza humana (Portafolio, 2012). En el
Tolima con el programa Transformación del campo y ordenamiento productivo y
social para la paz de la Gobernación del Tolima durante 2016 apoyo 60 proyectos
de emprendimiento social o económico de víctimas del conflicto armado,
organizaciones juveniles y de mujeres fortalecidos.4 Además, con capital semilla
fortaleció procesos de emprendimiento y generación de empleo en Ibagué.

4 http://www.ejecutortolima.gov.co/historico_indicadoresdesubprograma.php?id=1456

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 97
El programa “Ibagué emprende, produce e innova” de la Secretaría de Apoyo
a la Gestión y Asuntos de la Juventud desarrolla talleres sobre innovación social y
metodologías participativas. Buscando que más ciudadanos puedan apostarles a
proyectos que piensen en el desarrollo del ambiente y la sociedad. 

Castrillón y Ricaurte (2008), señalan que el gobierno nacional ha venido


implementando una política de igualdad de oportunidades para mujeres y
hombres consignada en los planes nacionales de desarrollo, la cual se articula con
la política social y de seguridad democrática. Dentro de las políticas se encuentran:

Programa Mujer Cabeza de Familia Microempresaria –PMCFM: Dirigido


a mujeres cabeza de familia microempresarias, de estratos 1 y 2 del sector urbano
y rural.

Programa Feria Nacional de la Mujer Empresaria –Expoempresaria:


vitrina comercial de carácter social para impulsar las actividades empresariales
de las mujeres, presentar microempresas competitivas en el mercado nacional,
regional y local, y establecer nexos entre las microempresarias, los consumidores
y las instituciones gubernamentales que trabajan a favor del desarrollo del sector
microempresarial.

Fondo de Fomento para las Mujeres Rurales –Fommur: reglamentado a


partir de la Resolución 00127 de 2003 del Ministerio de Agricultura, orientado
a promover el apoyo a planes, programas y proyectos de actividades rurales
que permitan la incorporación y consolidación de las mujeres rurales y sus
organizaciones en la política económica y social del país. Además, Pérez (2013),
agrega otras disposiciones legales que complementan el emprendimiento en
Colombia. (Tabla 12).

Tabla 12. Normatividad por la que se rige Colombia en materia de emprendimiento


Ley Descripción
Ley 29 de 1990. Por la cual se dictan disposiciones para el fomento de la investigación
científica y el desarrollo tecnológico y se otorgan facultades extraordinarias.
Ley 344 de 1996. Por la cual se dictan normas tendientes a la racionalización del gasto
público, se conceden unas facultades extraordinarias y se expiden otras
disposiciones.
Ley 590 de 2000. Sobre promoción del desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa
colombiana, modificada por la Ley 905 de 2004 y por la Ley 1151 de 2007
por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010.
Ley 789 de 2002. Artículo 40, por la cual se crea el Fondo Emprender.
Ley 1014 de 2006. De fomento a la cultura del emprendimiento.
Ley 1286 de 2009. Por la cual se modifica la Ley 29 de 1990, se transforma a Colciencias en
Departamento Administrativo, se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación en Colombia y se dictan otras disposiciones.

98 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


Ley Descripción
Decretos Descripción
Decreto 393 de 1991. Por el cual se dictan normas sobre asociación para actividades científicas y
tecnológicas, proyectos de investigación y creación de tecnologías.
Decreto 585 de 1991. Por el cual se crea el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, se
reorganiza el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la
Tecnología (Colciencias) y se dictan otras disposiciones.
Decreto 4466 de Por el cual se reglamenta el artículo 22 de la Ley 1014 de 2006, sobre
2006. constitución de nuevas empresas.
Decreto 2175 de Sobre la administración y gestión de carteras colectivas, en el cual se
2007. precisaron algunos aspectos relativos a los FCP.
Decreto 525 de 2009. Por el cual se reglamenta el artículo 43 de la Ley 590 de 2000, sobre la
gradualidad del pago de parafiscales.
Decreto 1192 de Por el cual se reglamenta la Ley 1014 de 2006 sobre el fomento a la cultura
2009. del emprendimiento y se dictan otras disposiciones.
Resolución 470 de De la Superintendencia Financiera, que permitió el establecimiento de
2005. fondos de capital privado.
Circular 8 de 2008. De la Superintendencia Financiera, que autorizó a las administradoras
de fondos de pensiones del régimen de pensión obligatoria, para realizar
inversiones en fondos de capital privado colombianos.
Documentos
Descripción
CONPES
CONPES 3297 del 26 Que define la Agenda Interna para la Productividad y Competitividad.
de julio de 2004.
CONPES 3424 del 16 Sobre Banca de las Oportunidades.
de mayo de 2006.
CONPES 3439 del 14 Que crea el Sistema Administrativo Nacional de Competitividad (El
de agosto de 2006. Decreto 1475 de mayo de 2008 incluye al MCIT en la Secretaria Técnica y
define que MCIT y Confecámaras coordinarán las Comisiones Regionales
de Competitividad).
CONPES 3484 del 13 Sobre política nacional para la transformación productiva y la promoción
de agosto de 2007. de las Mipymes.
CONPES 3527 del 23 Sobre la Política Nacional de Competitividad y Productividad. Según
de junio de 2008. la Política Nacional de Competitividad y Productividad, un país
puede aumentar el valor de su producción por tres vías: produciendo
más (productividad), produciendo mejor (aumentando la calidad)
o produciendo nuevos productos (transformación productiva). El
emprendimiento es fundamental para alcanzar la transformación
productiva y de ahí su estrecha relación con la competitividad
CONPES 3533 del 14 “Bases para la adecuación del sistema de propiedad intelectual a la
de julio de 2008. competitividad y productividad nacional”.
Fuente: Pérez (2013).

Colombia debe seguir en la dinámica de fortalecimiento del sector


empresarial y la creación de empresa, como una de las alternativas para el
crecimiento y desarrollo económico.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 99
Capítulo 4. El emprendimiento femenino

“Es posible que no siempre tengas una vida cómoda


y no siempre podrás resolver todos los problemas
del mundo a la vez, pero nunca subestimes la
importancia que puedes tener porque la historia nos
ha demostrado que el valor puede ser contagioso y
tener esperanza puede adquirir una vida propia”.

Michelle Obama (la primera dama afroamericana


de Estados Unidos).

100 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Fuente: https://pixabay.com/es/photos/ni%C3%B1a-cara-colorido-colores-2696947/

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 101
E
l emprendimiento le ha permitido a la mujer alcanzar niveles de
empoderamiento, desarrollo profesional, autorrealización y nuevas
oportunidades; sin embargo, las mujeres emprendedoras están afectadas
por la desigualdad a nivel estructural y por estereotipos de género (Alario y
Morales, 2016; Al-Dajani y Marlow, 2013; Covarrubias y Ochoa, 2017; Londono,
2019; Munster, 2017).

El estudio de la mujer emprendedora ha cobrado gran interés en la


academia (Aponte, 2002; Veciana, Aponte y Urbano, 2005), dado que esta ha
ido ganando espacio en el ambiente empresarial, por su empuje, disciplina y
compromiso a la hora de crear empresas. Sin embargo, existen cuestionamientos
sobre el desempeño de las mujeres y la multifuncionalidad tradicional que deben
asumir como empresarias, esposas, madres y estudiantes (Molina, Contreras y
López, 2014).

Dentro de este contexto y dada la importancia del emprendimiento, como


un factor crítico del desarrollo económico de un país, es indispensable generar
un ecosistema que facilite a la mujer el desarrollo de sus proyectos empresariales
en condiciones adecuadas, que consulten la realidad que a diario viven ellas en
un escenario en el cual desempeñan múltiples roles (Parra, López y Rubio, 2020).

4.1. La mujer en la historia

Si se hace una mirada a la historia, la sabiduría de las mujeres, “la intuición”,


no era reconocida como un saber, lo que la dejaba en un plano desconsolante
frente al hombre. La mujer era considerada el sexo débil y la ubicaban como el
ser que reproduce y transmite; sus funciones eran cuidar la familia, preservar la
cultura, implantar valores y desarrollar tareas cotidianas del hogar.

La mujer era sometida al hombre como producto de las costumbres,


la cultura y la ideología, lo que no cambió durante varios siglos. Incluso, en la
Constitución de 1886, la mujer no gozaba de libertad alguna, no era considerada
una ciudadana y, por lo tanto, su opinión no era tenida en cuenta en ningún
ámbito y no tenía libertad para cubrir sus necesidades básicas, Velázquez (1989),
citado por Caputto (2008). Los hombres pensaban que la labor esencial de toda
mujer era ser ama de casa, esposa y madre, que si ella trabajaba en una fábrica era

102 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
mal visto, porque era un gran desafío al género masculino, ya que estos tenían el
poder sobre ellas.

Sus luchas han logrado que el “Estado apruebe leyes para mejorar su
condición económica, social y política, lo que les ha permitido sobresalir,
escalar posiciones en los sectores público y privado, ser elegidas en cargos de
representación popular e incursionar en la creación de empresas (Berdugo
y Gámez, 2015, p.151). Desde el año 1957, en el Gobierno de Rojas Pinilla, la
mujer se le concedió el derecho al voto, y luego la Constitución de 1991 ratifica los
mismos derechos y deberes a las mujeres y a los hombres en todos los aspectos,
lo que conllevó a que la mujer empezará a ganar protagonismo o reconocimiento
en todos los escenarios de la sociedad, Velásquez 1989, citado por Caputo (2008).

En las últimas décadas, el papel de la mujer en Colombia ha cambiado, ya


que esta ha venido incursionando en el mercado laboral. Sin embargo, aún existe
una desigualdad de género en el ámbito profesional, que sigue siendo dominado
por los hombres. Del mismo modo Berdugo y Gámez (2015), agregan que:

En el último medio siglo muestra cambios significativos, pero insuficientes, pues


aún permanecen rasgos de discriminación y barreras en los países en vías de
desarrollo; la discriminación por razón de género está presente, incluso en el sector
empresarial, sustentada en imaginarios creados a través de muchos siglos sobre el
papel productivo, propio del hombre, y el reproductivo, de la mujer. Los contextos
económico, social, político e institucional limitan la capacidad emprendedora de
las mujeres de manera que su incursión y desempeño en el aparato productivo se
ejerce en condiciones inferiores a las de los hombres (p. 151).

Berdugo y Gámez (2015), señalan que en Colombia se ha investigado


muy poco sobre el tema de las mujeres como emprendedoras; sin embargo, se ha
venido haciendo algunos esfuerzos por conocer más sobre el papel de la mujer en
el mundo empresarial, por lo cual se citarán algunas experiencias:

[…]El libro de Ortiz, Morales, León y Herrera (2013), Historias de empresarias


innovadoras, y el de Gómez (2013), Silvia Tcherassi, diseñadora colombiana,
empresaria internacional. Así mismo, el artículo de Berdugo y Gámez (2014), “Las
mujeres emprendedoras colombianas: factores, incidentes y caracterización de sus
empresas”; el de Ortiz Riaga, León y Morales (2014), “Trayectorias y condiciones
para la innovación en empresas de propiedad femenina: análisis comparativo de dos
ciudades colombianas”; el de Ortiz y Duque (2009), “Prácticas de responsabilidad
social en mujeres empresarias profesionales de Bogotá, Medellín y Cali”, y el de
Berdugo (2008), “Historia empresarial colombiana. Bodytech”. También vale
la pena destacar el dossier “La mujer en la historia empresarial”, publicado en
el Boletín Historia y Empresariado No. 5, de agosto de 2014, por la Facultad
de Administración de la Universidad de los Andes. Finalmente, las ponencias

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 103
Berdugo (2011), Empresarias exitosas colombianas. El caso de Luz Mary Guerrero
Hernández, fundadora y propietaria de Servientrega S. A., en el II Encuentro
Internacional de Investigadores en Administración de Empresas de la Universidad
Externado de Colombia; y Berdugo (2011), Empresarias colombianas exitosas:
Beatriz Fernández, fundadora y propietaria de Crepes & Waffles, en el III Simposio
Internacional de Empresas de Familia de la Universidad de La Salle” (p. 152).

Ahora, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y el Banco


Mundial (BIRF/ BID, 2010, p. 11-12), señala que las mujeres tienen un triple desafío
como es hacer malabares para compatibilizar su empleo, desarrollar las labores
domésticas y la más grande “la crianza de sus hijos”; lo que implica, que el peso
de la familia recae sobre los hombros de la mujer. Sin embargo, sigue existiendo
una brecha salarial muy alta entre hombres y mujeres, falta de oportunidades para
emplearse en el sector privado y la necesidad de tener una ocupación más flexible,
conllevando a que las mujeres desarrollen actividades dentro del sector informal.

Por ejemplo, según el informe de la Organización para Cooperación y


Desarrollo Económico (OCDE, 2009) casi el 50 % de las grandes corporaciones de
los países que la integran, no tienen mujeres en los puestos de toma de decisiones.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) (2017-2018), en Colombia, la
proporción de:

Mujeres emprendedoras es casi la misma que la de hombres emprendedores,


si se tiene en cuenta un desempeño similar con respecto a la proporción de
emprendedores. Al analizar los datos históricos para Colombia se observa una
disminución de las brechas de la actividad emprendedora por género. En el 2013,
los hombres superaron a las mujeres en 13,2 puntos porcentuales, de manera que
fue la proporción de hombres casi el doble con relación a la de las mujeres. La
diferencia disminuyó a 8,2% en el 2014 para luego aumentar levemente a 8,6 puntos
porcentuales en el 2015. En el 2016, la diferencia fue de 5,0 puntos porcentuales, y
para el 2017 se presenta la diferencia más baja registrada por GEM, la cual es de 1
punto porcentual (p. 34).

De lo anterior, se puede deducir que las mujeres colombianas actualmente


cuentan con un poco más de protagonismo en la dinamización de la economía,
pues son generadoras de ingreso y empleo como emprendedoras. A fin de analizar
las causas de este fenómeno se requieren estudios que profundicen en las razones
del cierre de estas brechas, a fin de determinar si esto se debe a mayor medida a
un cambio institucional, a uno coyuntural o a otras razones.

Para comprender el emprendimiento femenino, se hace necesario empezar


por definir que es género. Guerrero, Gómez y Armenteros (2014), señalan que
se entienden por género como el “conjunto de comportamientos, actitudes y
valores de hombres y mujeres, el cual es producto de una construcción histórica,

104 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
social y cultural” (p. 79). Al mecanismo de transmisión y perpetuación de los
roles de género se le denomina estereotipo (Alonso, 2003). En ese mismo sentido,
García, Blanco y Pacheco (1998) analizan desde la dimensión de los aspectos
sociodemográficos tres etapas para el estudio de la temática de género:

• La invisibilidad de la actividad económica de la mujer.


• Las diferencias existentes entre hombres y mujeres.
• Y su conversión en desigualdades dada la concentración y segregación
en actividades económicas y discriminaciones, que dan lugar a las
construcciones sociales de género.

La actividad emprendedora de las mujeres es heterogénea y encierra casi


todos los sectores de la actividad económica; sin embargo, las diferencias de
género aún son transcendentales, sobre todo cuando se evalúa la motivación para
emprender (Minniti, Bygrave y Autio (2006).

Cada día las investigaciones de género han crecido en los últimos años;
sin embargo, el empoderamiento y autonomía económica de las mujeres, en
particular en el mundo de los negocios se ven reducidos. Por esta razón, resulta
útil comprender cómo se están relacionando las mujeres en la creación de nuevas
empresas, y por consiguiente considerar que el emprendimiento liderado por ellas
es también un factor clave para incrementar el dinamismo en la economía (De
Bruin, Brush y Welter, 2006).

Por consiguiente, el emprendedor o emprendedora es aquella persona


que al percibir una oportunidad de negocio está dispuesto a asumir un riesgo
calculado crea y mantiene nuevas empresas, ya sea innovadoras o de conceptos
ya existentes (Lambing y Kuehl 1998), citado por García, García y Lira (2016). En
este sentido, las mujeres emprendedoras pueden ser definidas como la mujer o
grupo de mujeres que inicia, organiza y opera una empresa de negocios (Pandian,
Jesurajan y College, 2011).

4.2. Emprendimiento femenino a nivel mundial

Los estudios de mujeres empresarias han comenzado a despertar un


gran interés por parte de los investigadores, por ende, en Estados Unidos han
conseguido una relevancia fundamental. Estudios actuales sobre procesos de
trabajo y género destacan tres tipos de análisis:

• El del empresario emprendedor, innovador interesado en la ganancia, el


prestigio y el poder.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 105
• El del espíritu empresarial y las características psíquicas.
• Y el que se centra en la búsqueda monetaria para maximizar las ganancias,
conocida la recompensa de los empresarios (Hernández, 2006). Ahora, la
participación económica de la empresaria se ostenta en dos escenarios:
• El familiar, al ser la responsable y coordinadora de una unidad de consumo
y reproducción.
• Y el empresarial, al coordinar y administrar una unidad productiva (Serna,
2003).

Situación que se demuestra el hecho de que entre los periódicos más


importantes de emprendimiento en Europa y EE. UU tan solo el 25 % de las
publicaciones es sobre empresarias (Ortiz, Duque; Mayorga, 2008). Es a partir,
de los años 80 que se empieza a investigar sobre el perfil de las empresarias,
posteriormente hacia los años 90 se enfocaron en características socio-
demográficas, diferencias entre hombres y mujeres, la influencia del contexto,
como la definición cultural de género influye en la actividad y como se redefine el
género por medio de la actividad (Castiblanco, 2013).

En una publicación de la Comisión Económica para América Latina y el


Caribe (CEPAL), citado en Guerrero, Gómez y Armenteros (2014), señala que:

Las continuidades y transformaciones en la participación de la mujer


latinoamericana en actividades productivas, en un sentido amplio: se incluyen
pequeñas y medianas empresas (PYME) y micro emprendimientos. Se confirma
que las tasas de participación de mujeres en el mercado laboral se han incrementado
durante la última década en la mayoría de los países de la región, sin embargo,
persiste la segregación por género en ocupaciones de baja productividad. Ellas
siguen concentradas mayoritariamente, en áreas de la economía informal, como
el trabajo doméstico, trabajo familiar no remunerado, ocupaciones que ofrecen un
empleo precario, de baja calidad, irregular o sin remuneración, por lo cual tienen
escaso o nulo acceso a la seguridad social o a la protección social. Es aún muy
escasa la proporción de mujeres empleadoras en la mayoría de los países de la
región (p. 80).

Uno de los estudios de la Organización de las Naciones Unidas (2005),


citado por Ortiz, Duque y Camargo (2015) señala que unos de los estudios
realizados en el sur de Asia afirman que:

Hay una cantidad de barreras que impiden a las mujeres desarrollar su


potencial emprendedor para hacer contribuciones significativas a la sociedad. El
emprendimiento por definición es la capacidad de controlar la vida y las actividades
propias, y es allí donde muchas sociedades impiden el desarrollo femenino al coartar

106 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
la independencia de las mujeres. Las obligaciones familiares generalmente van en
contra de la posibilidad de iniciar negocios, y la responsabilidad de los hijos y de
otros miembros de la familia impide que la mujer pueda destinar tiempo y energía
a su propio negocio. Los roles tradicionales y actitudes machistas en muchos países
en vía de desarrollo hacen muy difícil a la mujer liberarse de sus responsabilidades
familiares. Además, inhibe la confianza, independencia y movilidad de la mujer,
lo que se refleja en poca posibilidad de acceso a información, créditos, tecnología,
mercados, etc., impidiendo a la mujer iniciar negocios y mantenerlos. El estudio
plantea que esta situación es más crítica en países como Bangladesh, Bután, India,
Nepal, Pakistán y Sri Lanka (p. 33).

Con respecto al emprendimiento femenino, se puede señalar que,


con las actuales mudanzas sociales, culturales, económicas y tecnológicas,
el número de mujeres incursionando en la actividad emprendedora ha ido
aumentando, sin embargo, continúan vivenciando dificultades y limitantes
para crear emprendimientos y permanecer en esta actividad por cuestiones de
género reproduciendo la tradicional división sexual del trabajo (Cataño 2015).
Kolland y Parikh (2005), citados en Ortiz, Duque y Camargo (2015), realizan una
investigación sobre el emprendimiento de las mujeres indias, afirmando que:

[…] Poco a poco las mujeres en este país han llegado a tener conciencia de su
existencia, sus derechos y situación laboral, por lo cual los estudios sobre este
tema son recientes. Establecen una relación por clases sociales afirmando que las
mujeres de clase media no están tan ansiosas o deseosas de cambiar su rol por
miedo a la reacción social. El progreso o la inclinación hacia el emprendimiento
son más visibles entre las familias de clase más alta en las ciudades urbanas. Dentro
de las conclusiones plantean que cualquier estudio sobre la mujer india, sobre
su identidad, y especialmente sobre su rol de optar o romper nuevos caminos,
será incompleto sin reconocer la historia de un país donde la mujer ha vivido e
internalizado varios modelos de rol. El estudio presenta una panorámica desde
los años 50 hasta el siglo XXI respecto a cómo ha transcurrido la transformación
en los roles de la mujer. Además, aborda el estatus de la mujer empresaria y los
problemas que enfrenta en su aventura de encontrar su propio espacio en el mundo
competitivo del ambiente empresarial (p. 38).

Dentro de las instituciones que actualmente investigan el emprendimiento


femenino está el Economist Intelligence Unit (EIU), citado por Cataño (2015)
mostró un conjunto de indicadores para entender el ambiente de los negocios
y los factores del éxito empresarial de las mujeres; la Secretaria Permanente del
SELA (2010) que presentó una visión global sobre la realidad de las mujeres
empresarias en América Latina; el Banco Mundial (2010) que público el libro
“Mujeres empresarias: barreras y oportunidades en el sector formal privado en
América Latina y el Caribe; el GEM (Global Entrepreneurship Monitor) que analiza
en varios países los componentes asociados con la creación y desarrollo de nuevos

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 107
negocios; y existe el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN, 2014), que realiza
investigaciones sobre historias de empresarias que lograron reconocimiento y
posicionamiento en el mercado.

4.3. Las mujeres como emprendedoras

La mujer ha sido objeto de una problemática universal que se conoce como


la discriminación de género, desigualdad de oportunidades y resultados porque
se considera que es quitarles poder a los hombres (Strorbino, 2009, Amorós y
Pizarro, 2006). Además, se creía que la función primordial de ella es cuidar y
proteger a la familia. Razón por la cual, Engels (2000), señala que el rol de la mujer
en el desarrollo empresarial ha estado marcado por la insuficiente trascendencia,
no exactamente porque haya sido su voluntad, si no como consecuencia de la
exclusión histórica a la que se ha visto sometida por parte de los hombres.
Razón por la cual, Justo (2008), señala que existe poca literatura que estudie el
emprendimiento femenino y esto obedece a la poca creación de empresas por
iniciativa de las mujeres.

Actualmente, la mujer ha venido rompiendo con los estereotipos culturales


y sociales mediante los procesos de formación académica, por lo que ha avanzado
en el campo laboral, empresarial y profesional (Segura y Pintor, 2010; Forero,
2019); además, se nota un incremento significativo de su participación en el
emprendimiento empresarial, como se observa en el Global Entrepreneurship
Monitor (GEM) (2018-2019).

En este sentido, el estudio de la mujer emprendedora ha cobrado gran interés


en el ambiente académico (Delmar y Davidsson, 2000; Aponte, 2002; Veciana et
al., 2005), dado que estas han ido ganando espacio en el ambiente empresarial,
por su empuje, disciplina y compromiso a la hora de crear empresas. Algunos
de los antecedentes de la actividad de las mujeres en la actividad empresarial es
que aparecen ciertos conflictos cuando comienza a considerarse que la mujer está
desempeñando una actividad tradicionalmente masculina, la cual es dominada
por los hombres. Sin embargo, existen algunos cuestionamientos sobre el
desempeño de las mujeres y la multifuncionalidad tradicional que deberá cubrir,
como empresaria, esposa, madre y otros roles (Molina, Contreras y López 2014,
p.279).

Otro de los aspectos que se describe sobre el desempeño económico de las


mujeres es la denominada “techo de cristal”, a lo cual Burín (2007) señala que esta
es una barrera invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar. El
término techo de cristal, hace relación a los aspectos sobre las responsabilidades
domésticas y el cuidado de los niños, el nivel de exigencias, los estereotipos

108 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
sociales, las percepciones que tienen de sí mismas las mujeres, el principio del
logro y los ideales juveniles.

4.4. Obstáculos que enfrentan las mujeres empresarias

Sin embargo, a pesar del esfuerzo que ha hecho la mujer por ganar los
espacios antes mencionados, sigue enfrentada a muchas dificultades que le impiden
seguir avanzado, entre las cuales se destacan responsabilidades domésticas, como
el cuidado de los niños (Olaz, Ángel y Ortiz, 2017), los estereotipos sociales,
sus propias percepciones, el principio del logro y los ideales juveniles que Burin
(2007) denomina “techo de cristal”. Estos aspectos de cierta forma han incidido
en que la mujer sea menos emprendedora que los hombres, y si lo hace incursiona
en negocios muy pequeños, fundamentalmente en el sector de servicios (Anna,
Chandler, Jansen y Mero, 2000).

Varios estudios plantean que existen barreras para las mujeres a la hora de
crear empresa, como es el caso del acceso limitado a servicios financieros (Lado,
Vivel y Seijas, 2017) donde se presentan dificultades a la hora de reunir el capital
inicial necesario para poner en marcha el negocio (Acosta, Zambrano y Suarez,
2017; Godwin et al., 2006; Jaka y Shava, 2018; Khan, Kanwal, Nabi y Shah, 2016;
Moreno, 2015; Valenzuela, 2004; Verheul y Thurik, 2001; Verheul et al., 2006).
Esta falta de crédito es altamente limitante porque, como lo muestra Cabal (1993),
las empresas que perciben crédito del sector formal aumentan el número de
trabajadores asalariados y tienden a permanecer más en el tiempo.

Para complementar García, Miranda y Plata (2018, p.369), agregan otros


problemas a lo cual se ven enfrentados las mujeres a la hora de crear empresas.

Obstáculos reales: el nivel de escolaridad, carencia de recursos económicos,


no tener un capital propio para respaldar una actividad, carencia de procesos de
capacitación, poca experiencia laboral, tiempo que demanda el trabajo doméstico
y el cuidado de los hijos, por lo cual se descuida el negocio, la falta de libertad para
trasladarse de un lugar a otro (su pareja no lo permite).

Obstáculos simbólicos: rol de la mujer como madre y ama de casa, por lo


que cualquier otra acción fuera de esa función provoca sentimientos de culpa,
falta de auto-reconocimiento, baja autoestima, falta de seguridad para tomar sus
propias decisiones, dependencia emocional, temor al fracaso, falta de apoyo en la
pareja o de la familia para desarrollar y promover su empresa.

Todas estas dificultades frenan el emprendimiento de las mujeres en el


país, por lo cual las mujeres tienen empresas más pequeñas y debido a ello sus

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 109
negocios no alcanzan altos niveles de rendimiento en términos de volúmenes e
incremento de facturación, tienen una menor tasa de supervivencia y crecimiento
en comparación con las empresas lideradas por varones. En este mismo
sentido, por lo general las empresas de las mujeres son pequeñas e incursionan
fundamentalmente en el sector de servicios (Anna, Chandler, Jansen, Mero, 2000).
Ahora, García, García y Lira (2016) exponen que una de las razones del por qué
la mujer emprende principalmente negocios pequeños es porque halla obstáculos
inmediatos, como son el acceso al capital. Además, Hossain, Naser, Zaman y
Nuseibeh (2009) hallaron que, en países en vías de desarrollo, las mujeres son
educadas en un ambiente socio-cultural conservador adverso, generando en ellas
inseguridad y temor por emprender.

Otros estudios revelan que los problemas que enfrenta la mujer al emprender
y la razón por la que sus empresas supuestamente no son tan exitosas como las de
los hombres no son por diferencia de género, si no por las peculiaridades propias
de la empresa asociadas con un mayor riesgo, como los son: el tamaño y la edad
de la empresa, el sector, la evolución en sus resultados, entre otros (Carter y Allen,
1997; Fabowale, Orser y Riding, 1995). De esta manera, Clancy (2005) indica
que el éxito de una empresa demanda de un compromiso total y una reducción
proporcional del tiempo que el empresario puede dedicar a sus familias y vidas
personales, y este es un precio que la mujer no está dispuesta a pagar. En contraste,
Yordanova (2011) expone que la falta de recursos y oportunidades restringen a las
mujeres sus intenciones de crecimiento

El rol de la mujer en la sociedad ha sido un pilar para el crecimiento y


desarrollo de la familia, Christine Blondel (2005) identifica los diversos roles que
la mujer desempeña en la empresa familiar, mencionado tres grandes ámbitos:
primero transmisión de valores, como madre, esposa, hermana, tía hacia los
miembros de su familia y comunidad; seguido de la siguiente generación, donde
la madre genera una fuerte influencia en la actitud de sus hijos respecto al trabajo
y la riqueza, formando nuevas generaciones con valores y virtudes definidos desde
la infancia; por último, la madre es una líder emocional que ayuda a mantener el
equilibrio entre empresa y familia (Compeán Flores, Belausteguigoitia Rius, &
Navarrete Jiménez, 2015).

Asimismo, existen otros factores por lo cual una mujer toma la decisión
de emprender. Al respecto, García, García y Lira (2016) considera que mientras
los hombres buscan en el emprendimiento autonomía, progreso, deseo de
satisfacción en el trabajo y deseo de ganar dinero; las mujeres eligen emprender
por insatisfacción de su carrera y están menos interesadas en las ganancias
económicas que les genere la actividad empresarial y al mismo tiempo ven
el espíritu empresarial como un medio para satisfacer simultáneamente las
necesidades de su carrera profesional y sus necesidades propias.

110 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
De igual forma, se pueden mencionar aspectos positivos y negativos en el
emprendimiento femenino (McClelland y Swail, 2005). Los positivos, conocidos
también de atracción y se refieren a la oportunidad de emprender un negocio;
mientras que los factores negativos, también llamados de empuje, incumben con
la necesidad de emprender ya sea por desempleo, insatisfacción con la fuerza de
trabajo o con un mercado laboral inflexible como también por la necesidad de
conseguir un ingreso para vivir y progresar económicamente.

La mujer emprendedora no solo busca ganancias económicas si no un


mejor ambiente para su familia y su comunidad. Una de las razones por las cuales
una mujer emprende es el conflicto del balance entre lo personal y lo económico-
profesional. Gholipour, Bod y Pirannejd (2010) reconocen que al entrar la mujer
al campo laboral se han duplicado sus tareas y esto podría causar una crisis en la
sociedad, ya que, en muchos países, la mujer representa un pilar indispensable
en el núcleo familiar. Al mismo tiempo, la mujer emprendedora posee una serie
de características y valores como son: la pasión por el negocio, autoconfianza,
necesidad de logro, manejo de riesgos, iniciativa, tolerancia al riesgo, entre otros.

Debido a factores culturales y sociales, las mujeres son menos emprendedoras


que los hombres (González, 2001) y tienen menos deseos de poner en marcha su
propio negocio (Rodríguez y Santos, 2010). Esta tesis es ratificada por Martínez,
Mira y Gómez (2012), quienes plantean que la tasa de participación femenina en
la creación de empresas es menor que la masculina. Esta afirmación se corrobora
con los resultados del GEM (2017, 2019), donde se evidencia que desde el 2006, en
Colombia, la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA, por sus siglas en ingles) de
los hombres con respecto al de las mujeres ha sido estable y en algunos momentos
superior. Sin embargo, para el 2018 la TEA de los hombres aumento en un 5.7 %
en relación con el 2017 y, por el contrario, la TEA de las mujeres disminuyo en
un 0.4 %.

En este mismo orden de ideas, se podría señalar que la fuerza laboral


de las mujeres está muy por debajo con relación a la de los hombres (López y
González, 2015). Adicionalmente, se ha planteado que las mujeres han venido
realizando labores no muy bien remuneradas y muchas de ellas se encuentran en
el sector informal (Elborgh et al., 2013). El Banco Mundial, citado por Larroul
(2005), argumenta que entre un 25 % y 35 % de las personas que inician empresas
corresponden a mujeres en Latinoamérica, cifra muy baja si se tiene en cuenta que
ellas están generando valor con sus desarrollos empresariales.

Larroul (2005), citando a la Organización Internacional del Trabajo (OIT)


(2004), manifiesta que las mujeres con sus emprendimientos contribuyen a la
generación de empleo y riqueza en sus países de origen y en sus hogares. En

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 111
este sentido, algunos autores explican que, si bien es cierto que las mujeres han
adquirido importancia económica, el porcentaje continúa siendo inferior al de los
hombres (Verheul, Van Stel y Thurik, 2006, p.152).

De acuerdo con Reynolds, Bygrave, Autio, Cox y Hay (2002) los hombres
tienen cerca de dos veces más la posibilidad de estar involucrados en la actividad
empresarial que las mujeres (GEM, 2009; Minniti, Arenius y Langowitz, 2005).
Segura y Pintor (2010) agregan que en los rangos de edades de las mujeres entre
18-24 y 45-54 años, sobresalen los emprendimientos por oportunidad, y entre
los rangos de los 25 a 34 años y 55 a 64 años sobresalen los emprendimientos por
necesidad.

Algunos estudios han mostrado que existen diferencias en cuanto a las


empresas creadas por mujeres y las empresas creadas por hombres (Cabal, 1993), y
por lo tanto las microempresarias enfrentan problemas particulares relacionados
con: (1) la visibilidad de su actividad empresarial dado que no hay una clara
separación entre las actividades para la microempresa y para el trabajo doméstico
(Olaz, Ángel y Ortiz, 2017); (2) su baja autopercepción como empresaria; (3) el
apoyo limitado de las instancias gubernamentales y no gubernamentales, que no
la visualizan como empresaria con necesidades y demandas diferentes a las del
hombre microempresario; (4) el tamaño muy reducido de sus microempresas,
que dificulta la atención adecuada a sus requerimientos de apoyo empresarial, y
(5) la falta de acceso a servicios financieros (Lado, Vivel y Seijas, 2017) y técnicos
confiables (Valenzuela, 2004; Godwin et al., 2006; Verheul y Thurik, 2001,Verheul
et al., 2006).

Actualmente existen distintos aspectos que permiten a las mujeres


incursionar en el mercado. Como sociedad se debe propiciar la innovación y las
oportunidades equitativas para aquellas mujeres emprendedoras, cuyos objetivos
enmarcan no solo un crecimiento en su vida personal, sino un desarrollo
empresarial altamente reconocido y valorado. No se trata de una lucha de géneros,
sino de un esfuerzo por la unidad y la equidad.

112 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Segunda parte. Enfoque Investigativo
Capítulo 5. Metodología.

Capítulo 6. Análisis estadístico y discusión.

Capítulo 7. Análisis multivariado.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 113
Capítulo 5. Metodología

“He perdido más de nueve mil oportunidades en


mi carrera. He perdido casi 300 juegos. Me han
confiado veintiséis veces el tiro ganador y he fallado.
He fracasado una y otra vez en mi vida y por eso he
tenido éxito”

Michael Jordan

114 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Fuente: https://pixabay.com/es/photos/pintura-maquillaje-ni%C3%B1a-cosm%C3%A9ti-
cos-2985569/

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 115
5.1. Enfoque de investigación

L
a investigación estará soportada en el paradigma cuantitativo, dado que este
busca una descripción lo más exacta posible de lo que ocurre en un contexto
determinado. Tiene un enfoque descriptivo ya que se pretende describir
fenómenos, situaciones, contextos y sucesos; esto es, detallar cómo son y se
manifiestan (Fernández-Sampieri, Fernández y Baptista (2014, p. 92). Finalmente,
se trata de una investigación de campo, que según Arias (2006) “consiste en la
recolección de datos directamente de los sujetos investigados, o de la realidad
donde ocurra los hechos, sin manipular o controlar variable alguna” (p. 28), esta
información será tomada de la muestra seleccionada de la población total de las
mujeres cabeza de hogar que hay en la ciudad de Ibagué (Tolima) y que se detalla
en el aparte de población y muestra. De forma puntual, para esta investigación
se tomarán como objeto de estudio las madres cabeza de familia que desarrollan
iniciativas de emprendimiento social en la ciudad de Ibagué-Tolima (Colombia).

El estudio comprende los análisis descriptivo, explicativo y correlacional.


Desde lo descriptivo “se reseñan las características o rasgos de la situación o
fenómeno objeto de estudio” (Salkind, 1998, citado por Bernal, 2016, p. 143).
Al mismo tiempo, permite identificar aspectos importantes de un análisis
descriptivo como la capacidad para seleccionar las características fundamentales
de la población objeto de estudio y su descripción detallada.

En cuanto al enfoque correlacional, se utilizará para evaluar los niveles de


asociación entre dos o más variables, sustentado en hipótesis sometidas a prueba
(Hernández et. Al., 2014). En esta perspectiva, interesó a los autores conocer el
grado de asociación entre las dimensiones que componen la edad, la escolaridad,
los sectores de actividad del emprendimiento social en las madres cabeza de
familia de la ciudad de Ibagué y su relación con las iniciativas de emprendimiento.

La investigación tiene un carácter explicativo debido a que descansa en


el desarrollo natural de los sucesos, es decir, no hay manipulación con respecto
a la realidad (Corbetta, 2003). Al mismo tiempo Bernal (2016) considera
que la investigación explicativa es aquella en la “que el investigador se plantea
como objetivos estudiar el porqué de las cosas, los hechos, los fenómenos o las
situaciones” (p. 148).

116 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
De acuerdo a los fines de la investigación y los objetivos planteados, esta se
desarrolla dentro de una investigación descriptiva y correlacional, debido a que se
han de describir los principales factores de impacto del emprendimiento social en
el municipio de Ibagué-Tolima y la correlación de los factores del emprendimiento
social con las madres cabeza de familia que pertenecen a la población vulnerable.

5.2. Población y muestra

Población. La población objeto del presente estudio lo conforman el total


de 53.634 mujeres cabeza de hogar que hay en la ciudad de Ibagué (Tolima), datos
suministrados por el informe estadístico del Sisbén Tolima 2015.

Muestra. En la presente investigación se realiza un muestreo aleatorio


simple a la población objeto de estudio (53.634 mujeres cabeza de hogar), teniendo
en cuenta un nivel de confianza del 95 % y un margen de error del 5 %. Se define
un tamaño muestral total de 382 (Tabla 13).

Fórmula 1. Tamaño de la muestra, Muestreo Aleatorio Simple (MÁS)


Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Tabla 13. Tamaño de la muestra mujeres cabeza de hogar


Tamaño de la Población (N) 53.634
Nivel de confianza. 95 %
Puntuación de Z (z). 1,96
Margen de error (e). 5%
Proporción (p). 0,5
Tamaño de la Muestra (n). 382 madres cabeza de hogar
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

5.3. Recolección y análisis de la información

Es importante tener claro, que el cuestionario es el componente principal


de una encuesta. Esta responde a los objetivos planteados y al problema de
investigación. Del mismo modo, el cuestionario se elaboró con preguntas simples
que le permite al encuestado entender cada una de las preguntas elaboradas y
relacionadas con el tema de estudio, y atender el mismo con unas respuestas que
direccionan al cumplimiento del objetivo de estudio de investigación.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 117
Como instrumento de recolección de información se toma la encuesta,
la cual tuvo como objetivo evaluar el impacto del emprendimiento social en
las mujeres cabeza de familia en situación vulnerable para la ciudad Ibagué.
La encuesta estuvo dividida por tres momentos: datos generales, datos de
emprendimiento y apoyo institucional (Apéndice 1).

En la encuesta se identificaron tres tipos de variables: continuas (variables


numéricas, como por ejemplo la edad que admite intervalos, categóricas, que son
además ordinales y, las binarias, que están denominadas como dicotómicas al
tomar valores como 0 (sí) y 1 (no). Lo anterior es importante indicarlo, pues de
ello permitirá la realización de un tratamiento estadístico adecuado.

La recolección de la información se realizó de manera directa a cada una


de las madres cabeza de familia en situación vulnerable y que desde luego están
seleccionadas como población objeto de estudio. Esta información fue recolectada
por parte de los investigadores a través de un cuestionario estructurado. Una vez
obtenidos los datos, se procedió a sistematizarlos para su interpretación y análisis
a través de la técnica del Análisis Exploratorio de Datos (EDA), que permitió
caracterizar la población estudiada en términos de frecuencias de respuesta a las
preguntas del instrumento y demás estadísticos descriptivos.

La encuesta fue diligenciada de manera manual, y para realizar el análisis


cuantitativo de los datos fue transcrita al programa Microsoft Excel, herramienta
con la cual se elaboraron las tablas y algunas graficas relacionadas para lograr el
proceso de análisis que se incorpora en el presente documento. Una vez tabulada
la base de datos de la encuesta o la información obtenida a través de la encuesta,
se realizó el análisis cuantitativo para determinar la fiabilidad del cuestionario,
para ello, se calculó el Alfa de Cronbach en el software estadístico SPSS versión 21.

5.4. Indicadores de validez y confiabilidad

Los instrumentos utilizados por los autores de la investigación no han sido


empleados por estudios anteriores, por lo cual se hace necesario su validación.
Para el proceso de validación, fue sometida a criterio de expertos, a análisis de
contenido del mismo y su relación directa con lo que se está midiendo. Así mismo
se calculó el alfa de Cronbach para los instrumentos de recolección de datos.

La encuesta fue diligenciada de manera manual, y para realizar el análisis


cuantitativo de los datos fue transcrita en el programa Microsoft Excel. Para el
proceso de confiabilidad se aplicó una prueba piloto al 10 % de la muestra
poblacional, es decir, a 38 mujeres cabeza de familia. Una vez tabulada la base de
datos de la presente encuesta, se realizó el análisis cuantitativo para determinar la

118 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
fiabilidad del cuestionario, para ello, se calculó el Alfa de Cronbach en el software
estadístico SPSS versión 21; coeficiente numérico entre 0 y 1 que señala el grado de
fiabilidad del cuestionario analizado; cuanto más se acerque el Alfa de Cronbach
a 1, mayor será la fiabilidad del cuestionario (González y Pazmiño, 2015). (Tabla
14).

Tabla 14. Resumen del procesamiento de los casos


N %
Casos Válidos 382 100,0
Excluidosa 0 ,0
Total 382 100,0
a. Eliminación por lista basada en todas las variables del procedimiento.
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Para esta aplicación, el coeficiente fue de 0.670, por lo que se concluye que el
cuestionario es fiable y los resultados obtenidos serán válidos teniendo en cuenta
que el instrumento es aplicado por primera vez. A continuación, se muestran los
resultados de la aplicación del Alfa de Cronbach para la encuesta. (Tabla 15).

Tabla 15. Resultados: Alfa de Cronbach. Estadísticos de fiabilidad


ALFA DE CRONBACH No. DE ELEMENTOS
,670 48
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

5.5. Contrastación empírica: consistencia, validez y confiabilidad

La consistencia es un estadístico que permite establecer si la muestra


utilizada tiene cierto grado de representatividad con relación a la población.
En cuanto a la validez y a la confiabilidad, se examina si el instrumento de
recolección de datos ha sido utilizado por otras investigaciones. En este sentido,
se considera igualmente importante calcular indicadores que garanticen que los
resultados son válidos y confiables para el caso estudiado. En esta perspectiva
Venkatraman y Grant (1996), plantean los siguientes índices para establecer la
validez y confiabilidad: validez de contenido, esta se realiza a través de la revisión
de literatura, conceptos de expertos y realización de pruebas piloto.

En forma general, la validez hace referencia al grado en que un instrumento


mide la variable que pretende medir. La validez de constructo es probablemente,
la más importante medida, sobre todo desde una perspectiva científica, pues se
refiere a qué tan exitosamente un instrumento representa y mide un concepto
teórico (Grinnell, Williams y Unrau, 2009). A esta validez le concierne en

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 119
particular el significado del instrumento, esto es, qué está midiendo y cómo opera
para medirlo. Integra la evidencia que soporta la interpretación del sentido que
poseen las puntuaciones del instrumento (Messick, 1995). Este estadístico incluye
tres etapas, según Carmines y Zeller (1991):

• Se establece y especifica la relación teórica entre los conceptos (sobre la


base de la revisión de la literatura).
• Se correlacionan los conceptos y se analiza cuidadosamente esta asociación.
• Se interpreta la evidencia empírica de acuerdo con el nivel con el que
clarifica la validez de constructo de una medición en particular.
• La fiabilidad: que se establece a través de la técnica de análisis factorial y el
estadístico de Cronbach con el fin de establecer la consistencia entre todas
las preguntas del instrumento.

120 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Capítulo 6. Análisis estadístico y discusión

“Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies


viviendo la vida de alguien más. No te dejes atrapar
por el dogma, que es vivir con los resultados de los
pensamientos de otras personas. No dejes que el ruido
de las opiniones de otros ahogue tu voz interior. Y lo
más importante: ten el coraje de seguir a tu corazón
e intuición. De algún modo ellos ya saben lo que
realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario”.
Esto lo dijo en 2005 en una ceremonia de graduación
en Stanford.

Steve Jobs. Cofundador de Apple

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 121
Fuente: https://pixabay.com/es/illustrations/resumen-decoraci%C3%B3n-decorativas-772506/

122 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
6.1. Dimensión 1. Datos generales

E
s importante aclarar que los siguientes resultados corresponden a una
muestra de 382 encuestas aplicadas a mujeres jefe de hogar emprendedoras
de la ciudad de Ibagué, de una población total identificada de 53.634
mujeres cabeza de familia.

Ya entrando a los resultados propios del estudio, al indagar sobre la edad de


las mujeres emprendedoras se encontró que el 48,43 % tenían más de 36 años, el
26.18 % de ellas, su edad oscilaba entre los 30 y 35 años y el 20.42 % tenían entre
24 y 29 años. (Tabla 16).

Tabla 16. Edad de las mujeres


  Frecuencia Participación (%)
18 y 23 19 4,97
24 y 29 78 20,42
Validos 30 y 35 100 26,18
más de 36 185 48,43
Total 382 100
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Los resultados demuestran que las mujeres emprendedoras en la ciudad


de Ibagué, se insertan en la actividad empresarial a una edad madura, lo que
conlleva a que, a mayor nivel de madurez, existe mayor disposición para sacar
adelante y continuar con los emprendimientos. Otra de las lecturas que se puede
hacer al respecto, es que la edad también puede estar relacionada con el nivel de
motivación que se tiene para emprender o continuar, dado que, a mayor necesidad,
más temprano toman la decisión de emprender.

Ahora, el empezar a una edad madura, también puede estar acondicionada


por factores culturales de la región o del país, donde las fuertes costumbres
como el machismo van desplazando psicológica y socialmente a la mujer a tareas
netamente caseras o a trabajos profesionales de bajo exigencia, incidiendo o
coartando desde edades muy tempranas el espíritu e iniciativa de crear empresas.

La GEM (2017), reportó que Colombia tuvo una gran participación de


los jóvenes con respecto a la actividad emprendedora, donde el 42,1 % de los

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 123
emprendedores se ubicaron entre los 18 y los 34 años. Ahora, al comparar estos
datos con los resultados de la investigación, se pudo evidenciar que, para este
caso, el mayor porcentaje de las mujeres contaban con más de 36 años, contrario
a lo que planeta la GEM (2017).

Se podría pensar que, a mayor edad, mayor madurez, más habilidades y


destrezas para afrontar los emprendimientos con un alto índice de seguridad. Se
resalta que la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA), desde el emprendimiento
femenino tiene mayor proporción en las edades entre 45 y 54 años con 10,1 % y en
emprendedores establecidos en el grupo de 18 a 24 años con 3,9 % y, que la mayor
brecha de genero por edad se encuentra en los emprendedores establecidos en los
grupos de 25 a 34 años y de 35 a 44 años.

Con respecto a los años anteriores (2013-2016), la distribución de la TEA


por rangos de edad no ha presentado cambios notables. En el 2013 la mayor parte
de la actividad emprendedora se concentraba en los individuos de entre 25 y 34
años de edad, y para el 2014 y el 2015 esta concentración se presentó por los
individuos entre las edades de 25 y 34 años. Esto cambió para el 2016, cuando los
emprendedores estaban en su mayoría entre los 18 y los 24 años de edad.

En cuanto al estrato socioeconómico, se evidenció que el 55,5 % de las


mujeres pertenecen al estrato 2, mientras que el 35,6 % se encuentran en el estrato
1 y solo un 8,9 % son del estrato 3. (Tabla 17).

Tabla 17. Estrato social de las mujeres emprendedoras


Frecuencia Participación (%)
Validos 1 136 35,6
2 212 55,5
3 34 8,9
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Este resultado demuestra la relación que se tiene con las cifras del Centro de
Información Municipal para la Población Participativa (CIMPP, 2018) donde la
mayor concentración de mujeres sisbenizadas se encuentra ubicadas en el estrato
2 con 112.748, seguido del estrato 1 con 75.261 mujeres y un estrato 3 con 15.760
señoras. De acuerdo a los resultados, el estrato es un aspecto característico del
inicio de iniciativas de emprendimiento, estas acciones están en los jóvenes que
sienten la necesidad constante de cambio (Moulden, 2009). Además, las mujeres
que se encuentran en los estratos 1 y 2, son personas que han tenido muy pocas
oportunidades de acceder a una educación o de lograr ubicarse en un puesto
laboral, por lo cual la única salida que ven es emprender algunos negocios que les
permitan tener unos ingresos (Vargas, 2010).

124 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
En cuanto al nivel educativo se encontró que tan solo el 18 % de las mujeres
encuestadas terminó estudios técnicos o superiores, el 49.5 % lograron finalizar
estudios de secundaria y el 32.5 % consiguieron culminar estudios de primaria.
(Tabla 18).

Tabla 18. Nivel educativo


Frecuencia Participación (%)
Validos Primaria 124 32,5
Secundaria 189 49,5
Técnica 46 12,0
Universidad 23 6,0
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Como se puede apreciar, son muy pocas las mujeres que han tenido la
oportunidad de terminar estudios técnicos o universitarios (Pietikainen, 2012) y
a la vez, son muy escasas las oportunidades para lograr una inserción laboral que
satisfagan las necesidades básicas. De igual forma, el emprendedor por necesidad
inicia su actividad empresarial con muy pocos recursos (Fuel, 2014) pero que la
luchan por salir adelante.

Ahora, es muy preocupante que en un alto porcentaje de mujeres escasamente


lograron culminar estudios de primaria y secundaria, pero esto no ha sido un
impedimento para emprender acciones empresariales. El tema de educación es
un elemento fundamental en otros países para poder crear empresas, dado que
a mayor formación, experiencia y competencias demuestre la mujer a la hora de
emprender y desarrollar un proyecto empresarial, mayores son las oportunidades
de éxito, de crecimiento, de supervivencia y de expansión de su empresa.

Este aspecto ha de tener una relación con las limitadas posibilidades de


empleos en la juventud colombiana y que encuentra una solución aproximada
en la necesidad de iniciar el propio negocio, en estructurar su propia dinámica
de generación de ingresos. La juventud emprendedora que posee las limitaciones
de iniciar programas de estudio se mueve hacia su propia generación de bienes y
servicios, tal como lo expresa la Ley 1014 de 2006 del Congreso de la República
de Colombia, cuando define emprendedor como aquella persona que tiene la
capacidad de generar bienes y servicios de una forma creativa, metódica, ética,
responsable y efectiva.

En este mismo sentido, el Global Entrepreneurship Monitor (2017), destacó


que el 52,4 % de los emprendedores cuenten con educación superior, ya que
esto significa un posible mayor uso del conocimiento por el emprendimiento.
Sin embargo, al comparar este dato con los encontrados en la investigación no

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 125
concuerda dado que tan solo el 18 % lograron culminar estudios técnicos y
universitarios.

Además, SELA5 (2010) afirma que las mujeres con menores niveles de
educación tienden a iniciar emprendimientos por necesidad, lo que puede tener
serias implicaciones sobre el tipo de empresas, lo cual las obliga a establecerse sobre
todo para el sector informal y sus posibilidades de crecimiento, sustentabilidad
y desarrollo se minimizarán en el tiempo. Esto lleva a la preocupación de la
generalización de iniciativas de emprendimiento sin un enfoque de organización
y permanente innovación para su estabilidad, tal como lo exige Primo y Turizo
(2016) al exponer que el emprendedor representa la figura estelar de la economía
de mercado y se encarna en un agente con determinadas características para
crear e innovar, también para adoptar las decisiones necesarias que le permitan
acometer con éxito nuevos proyectos o negocios y saber asumir los riesgos que se
encuentran en este desempeño particular.

Al cruzar los datos básicos de las personas que hacen parte de la TEA
y segmentarlos por su nivel de educación formal, motivación y género, se
observa que para hombres y mujeres la categoría con mayor frecuencia en el
emprendimiento por oportunidad es la de estudios universitarios mientras que
en el emprendimiento por necesidad corresponde a estudios secundarios.

Con respecto a la pregunta sobre el número de hijos, se evidenció que el


34.3 % de las mujeres encuestadas tienen 3 hijos, el 32,5 % tienen 2 hijos, seguido
por un 14,9 % con 4 hijos y el 12.8 % un hijo. Lo anterior, muestra que estas
personas tienen una mayor responsabilidad en tareas domésticas como líderes del
hogar, identificando a sus hijos como la principal motivación que las lleva a seguir
adelante con sus emprendimientos. (Tabla 19).

Tabla 19. Número de hijos


Frecuencia Participación (%)
1 49 12,8
2 124 32,5
3 131 34,3
Validos
4 57 14,9
Más de 5 21 5,5
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Sin embargo, los datos demuestran que las mujeres han optado por trabajos
que, aunque no les genere mucha ganancia les permita tener un tiempo suficiente

5 SELA (2010). Desarrollando mujeres empresarias: La necesidad de replantear políticas y programas de género
en el Desarrollo de PYMES. Caracas, Venezuela: Secretaría Permanente del SELA

126 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
para cumplir con otras obligaciones que demanda la familia (cuidado de los
hijos) ((BIRF/ BID, 2010). Además, las mujeres cada día se enfrentan a grandes
retos como es el caso de tener un trabajo, desarrollar labores domésticas y la más
importante “la crianza de sus hijos”.

Actualmente, la mujer sin educación y de los estratos 1 y 2 han renunciado a


una serie de actividades (recreación, reuniones, deporte, etc.) por estar dedicadas
a las múltiples labores que demanda un hogar. Es triste ver que en pleno siglo XXI,
la mujer sigue siendo esclava de los quehaceres del hogar, limitándola a buscar o
cumplir sus sueños de acceder a una educación o posiblemente a un buen cargo.

A pesar de que la mujer ha ganado ciertos espacios en el campo


laboral, académico y político, Berdugo y Gámez (2015) aún sigue existiendo
la discriminación hacia las mujeres, dado que la mayoría de los puestos son
asignados a los hombres. En este mismo sentido, en los contextos económico,
social y político limitan la capacidad emprendedora de las mujeres de manera
que su incursión y desempeño en el aparato productivo se ejerce en condiciones
inferiores a las de los hombres (Berdugo y Gámez, 2015).

Con respecto a la edad en que las mujeres iniciaron a trabajar, se encontró


que el 47.1% de ellas empezaron entre los 16 a los 21 años, el 38.7 % manifestaron
iniciar labores entre los 10 y 15 años y el 13.9 % cuando tenían entre los 22 y 28
años. Esto demuestra que las mujeres desde una edad muy temprana les tocaron
enfrentarse a un mundo desconocido para ellas, como era el iniciar un negocio
o empresa, debido a que no encontraban oportunidades educativas para ellas.
(Tabla 20).

Tabla 20. Edad de inicio en que las mujeres trabajan


Frecuencia Participación (%)
Validos 10-15 148 38,7
16-21 180 47,1
22-28 53 13,9
29-36 1 0,3
Total 382 100
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

De acuerdo a los datos planteados (Burín, 2007), se puede deducir que


las mujeres siempre están pensando en el bienestar de la familia, por lo cual
luchan de manera incansable toda su vida por alcanzar objetivos y de esta forma
satisfacer las necesidades elementales. Al mismo tiempo, (Christine y Blondel,
2005), la mujer además de ser emprendedora, también desempeña otros roles
relacionados con la transmisión de valores, como madre y esposa, seguido de la

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 127
siguiente generación, donde la madre genera una fuerte influencia en la actitud de
sus hijos respecto al trabajo y la riqueza (Compeán, Flores, Belausteguigoitia Rius
y Navarrete Jiménez, 2015).

Es importante resaltar, que la mujer emprendedora no solo busca obtener


uno ingresos, sino, además, alcanzar una mejor calidad de vida para su familia.
Ahora, al incursionar la mujer en el campo laboral (Gholipour, Bod y Pirannejd,
2010), ha desatado una ruptura en la sociedad, dado que por necesidad debe dejar
sus hijos al cuidado de otras personas para ir al trabajo, generando la pérdida de
valores y principios.

De igual forma, la incorporación de la mujer a la actividad empresarial se


ha dado más por lograr una mejor calidad de vida de la familia y por la necesidad
de obtener y llevar dinero de más al hogar. Ahora, la mujer en algunas regiones del
país no es tan apremiada porque, por las horas de dedicación a su emprendimiento,
debe renunciar a una parte de su rol como madre o esposa que, culturalmente,
está muy asentado en nuestro país.

En relación al tiempo de emprendimiento, el 52,4 % de las mujeres


encuestadas llevan desarrollando sus emprendimientos más de 7 años, donde se
evidencia un trabajo continuo y dedicado en su actividad empresarial, el 22,3 %
llevan entre 1 y 3 años, lo cual permite identificar el surgimiento estable de nuevos
emprendimientos, el 15,4 % tienen entre 4 y 6 años de emprendimiento y solo un
3,7 % tiene menos de un año (Tabla 21).

Tabla 21. Tiempo de emprendimiento


Frecuencia Participación (%)
Ns/Nr 24 6,3
Menos de un año 14 3,7
1 y 3 años 85 22,3
Validos
4 y 6 años 59 15,4
Más de 7 años 200 52,4
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Según la GEM (2018-2019), los emprendedores establecidos son las


personas entre 18 y 64 años que son propietarios, administran una empresa y han
pagado salarios o retribuciones por más de 42 meses. Durante los años 2006 y
2018 la evolución de la tasa de emprendedores establecidos ha presentado niveles
entre 4 % y 14 % y, para el año 2018 es de 6,50 %, situándose por debajo del
promedio de todas las economías y se aproxima al nivel de Latinoamérica.

128 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
En la permanencia del emprendimiento en las madres cabeza de familia de
la ciudad de Ibagué, se pone de manifiesto las características que el emprendedor
es un líder que se abandera de una idea y la lleva a feliz término o por lo menos
insiste en ella; esa idea o proyecto tuvo un imaginario y requiere de un protagonista
que sea capaz de llevarla a cabo, sorteando todos los obstáculos que se le puedan
presentar; a su vez, el líder es un creador de soluciones, es el bastión del engranaje
organizacional y por supuesto está comprometido también con el éxito del negocio
(Parra, Rubio, López, 2017). Esa insistencia bien interpretada como permanencia
es la que se ve reflejada en los resultados del estudio al corroborar que el 52,4 % de
las mujeres encuestadas llevan desarrollando sus emprendimientos más de 7 años.

Con respecto a los modelos de emprendimientos, se puede señalar que según


Jeffrey Timmons (1999), citado por López, Parra y Guerrero (2017), manifiesta
que los emprendedores no nacen, sino que se forman, y que independientemente
de la formación del individuo en cualquier etapa de su vida puede adquirir la
motivación para ser emprendedor. Pero, además, Barrera (2011), resalta que
el emprendimiento se convierte en un ciclo continúo que propicia creación y
crecimiento por las empresas y, por ende, el progreso económico y social

6.2. Dimensión 2. Datos del emprendimiento

Con respecto al número de emprendimientos que realizan las mujeres


cabeza de hogar, se identificó que existen una gran variedad de actividades
desarrolladas por ellas, donde un 5,8 % desarrollan actividades relacionadas
con la panadería, seguido de un 5 % con elaboración de calzado y 4,5 % con la
preparación y comercialización de tamales siendo estos los más significativos de
la muestra. En este mismo sentido, las actividades ejecutadas por estas mujeres
van relacionadas con la producción, comercialización y venta de servicios (Tabla
22).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 129
Tabla 22. Número de emprendimientos

130
Actividad F* % Actividad F* % Actividad F* % Actividad F* %
Manicure y pedicure. Cultivo de plantas 3 ,8 Elaboración de postres. Bordados.
11 2,9 1 ,3 1 ,3
aromáticas.
Fábrica de bizcocho. 11 2,9 Venta de juguetes. 1 ,3 Bisutería. 2 ,5 Plásticos. 2 ,5
Jugos naturales. 12 3,1 Artículos varios. 3 ,8 Alquiler de inflables didácticos. 1 ,3 Oficina de viajes. 1 ,3
Fábrica de pulpa de fruta. 12 3,1 Venta de bolsos. 2 ,5 Venta de comidas rápidas. 8 2,1 Cafetería. 2 ,5
Postres y tortas. 11 2,9 Ventas de carnes. 1 ,3 Reciclaje. 1 ,3 Entrenadora física. 1 ,3
Elaboración de sacos e Venta de ropa. 11 2,9 Manualidades. Productos y servicios estéticos.
11 2,9 5 1,3 6 1,6
implementos.
Venta de almojábanas. Venta de productos para 1 ,3 Cacharrería. Asesorías contables.
11 2,9 3 ,8 4 1,0
niños.
Cenas navideñas. 11 2,9 Alquiler de togas. 1 ,3 Peluquería. 5 1,3 Venta de arepas. 7 1,8
Jugos de naranja. 11 2,9 Pintura de cerámicas. 3 ,8 Venta productos de catálogo. 4 1,0 Venta de avena y buñuelos. 3 ,8
Anchetas, desayunos y Venta de licores. 3 ,8 Tienda. Venta de perfumes.
11 2,9 5 1,3 3 ,8
sorpresas.
Venta de pollo. Fábrica de vestidos de baño. 1 ,3 Comercializadora productos de Venta de seguros.
10 2,6 2 ,5 3 ,8
aseo.
Ensaladas de frutas. 10 2,6 Modista. 2 ,5 Químicos y envases. 1 ,3 Ropa y calzado. 3 ,8
Ventas arepas de chócolo. 10 2,6 Muñecos de tela. 1 ,3 Fábrica de empanadas. 2 ,5 Venta de obleas. 1 ,3
Estampado de buzos. 10 2,6 Venta de avena. 1 ,3 Comidas procesadas. 1 ,3 Restaurante. 1 ,3
Comercializadora de Venta de papa al por mayor. 1 ,3 Pintura country. Clases de música.
12 3,1 1 ,3 1 ,3
fritanga.
Panadería. Elaboración de productos 2 ,5 Productos del campo Turismos equinos.
22 5,8 2 ,5 1 ,3
alimenticios.
Elaboración de tamales. 17 4,5 Elaboración de embutidos. 1 ,3 Venta de frutas y verduras. 9 2,4 Servicios de limpieza 1 ,3
Venta de dulces. 11 2,9 Venta de bebidas 9 2,4 Cultivo de viveros. 1 ,3 Vitrales 1 ,3
Calzado. 19 5,0 Producción de achiras. 1 ,3 Papelería. 1 ,3      
Venta de Helados. 1 ,3 Artesanías. 2 ,5 Venta de repuestos. 1 ,3 Total 382 100,0

Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)


*Frecuencia
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).
En Colombia, la creación de empresas se concentra en el sector consumo,
en detrimento de otros sectores fundamentales como el sector servicios —el cual
es el de mayor participación por las economías basadas en innovación— y el
sector de transformación —el cual genera altos niveles de empleo e ingreso—. La
mayor participación del sector consumo puede estar relacionada a bajos niveles
de innovación, debido a que se ubican en mercados donde existen productos
similares, además, de que no se utiliza tecnología de vanguardia relacionados a
sus procesos (GEM, 2017).

Aunque el crecimiento en el número de empresas propiedad de mujeres es


alentador, el tamaño de las empresas sigue siendo pequeño en términos de ingresos
y número de empleados, sobre todo en comparación a los negocios de propiedad
masculina (Ortiz, Duque y Camargo, 2008). Además, las mujeres se enfrentan a
las peculiaridades propias de las empresas como son el alto riesgo y la edad de
la empresa (Carter y Allen, 1997; Fabowale, Orser y Riding, 1995). Además, se
puede señalar que, para alcanzar el éxito deseado de una empresa, se debe tener
un alto compromiso y una disminución de tiempo a la familia (Clancy, 2005),
situación que muchas mujeres no comparten. En contraste, (Yordanova, 2011) la
falta de recursos y oportunidades restringen a las mujeres en sus intenciones de
crecimiento

Una explicación de esta disparidad es que los negocios propiedad de


mujeres se concentra especialmente en el sector de comercio al por menor y las
industrias de servicios, donde las empresas son comparativamente pequeñas en
términos de empleo e ingresos, frente a la alta tecnología, la construcción y la
industria manufacturera.

Ahora bien, la realidad en Latinoamérica es totalmente diferente, y así lo


confirma un estudio realizado en el 2010 para América Latina, donde se reconoce
que en su mayoría, las mujeres se convierten en empresarias más por necesidad
que por vocación, y el mayor reto que enfrentan es superar el rezago en diversas
áreas, fundamentalmente en la conciliación entre familia-trabajo, por lo que se
considera que el tipo de políticas públicas debe ser diferenciado para impulsar las
PYMES de hombres y mujeres. (Secretaría Permanente del SELA, 2010).

La necesidad del emprendimiento exige políticas que permitan una


estructuración formal de esas ideas que se cultivan y esperan la cosecha, así lo
corroboran Hellriegel, Jackson y Slocum (2009), cuando explican que entre las
características singulares de los emprendedores, se encuentra en primer término
la competencia para la auto administración entendida esta como la necesidad
de logros, deseo de independencia, confianza en sí mismo y sacrificio personal;
competencia para la acción estratégica, competencia para la planeación y gestión,

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 131
competencia para el trabajo en equipo, competencia para la comunicación,
competencia multicultural y conocimiento especializado. Estas son características
que están lejos de materializarse en las iniciativas antes expuestas, bien sea por
desconocimiento o por falta de apoyo institucional y gubernamental, para hacer
de estas iniciativas un motor de desarrollo económico y social.

En relación a la ubicación de los emprendimientos, se procede a referenciar


el mapa de la ciudad de Ibagué, la cual administrativamente se divide en 13
comunas en la zona urbana, que comprenden 703 barrios, mientras que la zona
rural se divide en 17 corregimientos que incluyen 144 asociaciones veredales
(Informe de evaluación de calidad de vida en Ibagué [2009-2010]). (Figura 19).

Figura 19. Distribución de las comunas en la ciudad de Ibagué


Fuente: Informe de evaluación de calidad de vida en Ibagué (2009-2010), citado en Parra, Campo
y Erazo (2015).

Con respecto a la localización de los emprendimientos, se encontró que


el 6,8 % están ubicados en barrio el Salado (Comuna 7), el 5 % se encuentran
ubicados en el barrio La Estación (Comuna 1), el 4,2 % en los barrios El Carmen
(Comuna 3) y La gaviota (Comuna 6), seguido de los barrios Refugio (Comuna
11) y Gaitán con un 3,7% (Comuna 4). Es importante resaltar que en su mayoría
los emprendimientos están ubicados en barrios populares6 de la ciudad de Ibagué
donde se encuentra gran parte de la población ibaguereña. (Tabla 23).

6 Los barrios populares son aquellos asentamientos que los mismos pobladores han autoconstruido para
proveerse de un techo. Estas características los distancian de otro tipo de barrios, como los residenciales para
clases sociales más adineradas o los barrios obreros producidos por el Estado. www.revistacredencial.com

132 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Tabla 23. Localización de los Emprendimiento
  Frecuencia Porcentaje
Ns/Nr 24 6,3
El Salado. 26 6,8
Gaitán. 14 3,7
Villa Marlen. 11 2,9
Jardín. 12 3,1
Villa Restrepo. 13 3,4
Esperanza. 11 2,9
Onzaga. 11 2,9
Ancón. 12 3,1
Validos Ciruelos. 10 2,6
El Carmen. 16 4,2
Pastales. 10 2,6
La Gaviota. 16 4,2
Interlaken. 10 2,6
La Estación. 19 5,0
Refugio. 14 3,7
Las Brisas. 13 3,4
Calle 37#3-21 10 2,6
Otros barrios. 130 34,03
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Ahora, en relación al sitio donde tienen los emprendimientos, se


logró observar que el 36.6 %, de las mujeres encuestadas, desarrollan sus
emprendimientos en los espacios públicos, debido a la informalidad que tienen las
actividades empresariales que despliegan estas emprendedoras. Ellas manifiestan
no contar con los recursos suficientes para crear de forma legal el negocio, ya que
esto les implica posiblemente pagar unos servicios públicos y arrendamientos.

De igual forma, el 29,8 % afirman desarrollar sus emprendimientos al


interior de sus casas, porque consideran que esto les permite estar cerca de la
familia (hijos). En este mismo sentido, el 13.4 % de las mujeres desarrollan sus
emprendimientos en los andenes7 de sus casas, como una alternativa para estar al
tanto del cuidado de la familia. Solo el 12.6 % tienen alquilado un local para poder
comercializar sus productos o servicios. (Tabla 24).

7 Andén: franja longitudinal de la vía urbana destinada exclusivamente a la circulación de peatones, ubicada
a los costados de esta. Los andenes forman parte del sistema de espacio público construido y constituyen el
conjunto de espacios de uso público destinados al tránsito y permanencia de peatones. Son paralelos a las
calzadas vehiculares, forman parte integral del perfil vial y se articulan funcionalmente con otros elementos
del espacio público construido, con los elementos de la estructura ecológica principal, la red de ciclorrutas y los
pasos y enlaces peatonales. (Decreto nacional 1077 de 2015 art. 2. 2.1.1).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 133
Tabla 24. Ubicación del emprendimiento, mujeres emprendedoras
Frecuencia Participación (%)
Ns/Nr 18 4,7
Calle 140 36,6
Casa-Calle 51 13,4
Válidos
Casa-local 11 2,9
Casa 114 29,8
Local 48 12,6
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Muchas de estas madres encuestadas, su objetivo principal de todos los


días es conseguir algo de dinero para el sustento diario de la familia, sobre todo
cuando son cabeza de familia. Para estas mujeres, la gran satisfacción es trabajar
para dar una mejor calidad de vida a sus hijos y poderlos sacar adelante a pesar
de las dificultades y marginalidad en que viven. Al respecto, Reina (2018), señala
que:

En Colombia, según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (Enut) del


Dane en el periodo 2016-2017, las mujeres dedican una hora y cinco minutos
más que los hombres a actividades de suministro de alimentos para el hogar. De
acuerdo con datos de 2018 del Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de
Bogotá, el 77 por ciento del total de horas de trabajo doméstico es realizado por
mujeres. Ellas emplean cinco horas y 33 minutos semanales a las tareas del hogar
frente a las dos horas y 22 minutos que dedican los hombres.

“La mayoría coincide en que, actualmente, los hombres, en el marco de parejas


heterosexuales, asumen más responsabilidades en tareas del hogar que en otras
épocas, como limpiar, cocinar y hacer las compras, pero no son los responsables
primarios de esas tareas. La evidencia indica que las mujeres, aunque también
trabajen fuera de casa, dedican más tiempo a las tareas de cuidado y crianza no
pagas del mundo doméstico. Y esto hace que todavía resignen sus espacios y tiempos
personales”, plantea Mariela Mociulsky, directora de la consultora Trendsity.

En relación al sector donde se sitúa el emprendimiento, se encontró que


el 52.4 % de las mujeres desarrollan sus emprendimientos relacionados con el
sector productivo, el 34.3% de estas mujeres tienen sus negocios en el sector del
comercio y el 9.2 % corresponde a servicios. (Tabla 25).

134 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Tabla 25. Tipo de emprendimiento realizados por las mujeres
  Frecuencia Participación (%)
Ns/Nr 7 1,8
Social. 1 ,3
Productivo. 200 52,4
Religioso. 3 ,8
Validos Servicios. 35 9,2
Cultural. 4 1,0
Otro (Comercio). 131 34,3
Productivo y Comercio. 1 ,3
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

En el año 2018 se registraron 5.782 nuevas empresas en la ciudad de Ibagué,


donde el 84,56 % se dedican a desarrollar actividades propias del sector económico
terciario, dentro de las cuales resaltan el comercio al por mayor y al por menor,
reparación de vehículos automotores y motocicletas, lo que representa el 38,76 %
del total de nuevas empresas, seguido de la actividad de alojamiento y servicios de
comida con un 18,80 % del total de matrículas. Por otro lado, el sector secundario
cuenta con el 13,85 % de las nuevas empresas, donde la industria manufacturera
representa el 8,58 % del total; y como tercer lugar, se encuentra el sector primario,
donde tan solo se registraron el 1,52 % de las nuevas empresas, principalmente
por la actividad de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca. (Cámara de
Comercio de Ibagué, 2019).

De acuerdo a los resultados, las actividades empresariales que realizan las


mujeres emprendedoras se encuentran en el sector terciario y secundario, donde
se resalta el sector productivo, seguido del comercio al por menor y finalmente el
de servicios. Ahora, Gholipour, Bod y Pirannejd (2010), argumentan que al entrar
la mujer al campo laboral se le han duplicado sus tareas y esto podría causar
una crisis en la sociedad, ya que, en muchos países, la mujer representa un pilar
indispensable en el núcleo familiar.

Con respecto a los empleos que genera los emprendimientos de las mujeres,
se pudo señalar que el 92.1 % genera entre 1 y 3 empleos, seguido de un 7,1 %
entre 4 y 7 empleos y, por último, un 0,8 % entre 8 y 10 empleos, demostrando
que las mujeres contribuyen en muy poca proporción en la generación de empleo,
dado que son empresas muy pequeñas. (Tabla 26).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 135
Tabla 26. Empleos que genera el emprendimiento
  Frecuencia Participación (%)
1y3 352 92,1
4y7 27 7,1
Validos
8 y 10 3 ,8
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Es importante resaltar, que los emprendimientos femeninos por lo general


no generan muchos empleos, dado que solo se limitan en primera instancia a
asegurar trabajo para la misma propietaria, asegurando de este modo su propia
subsistencia; en un segundo momento, existe la posibilidad de ofrecer empleo a
su círculo familiar; y, por último, a terceros, todo de acuerdo con las posibilidades
de crecimiento y tamaño de la empresa conformada.

Un aspecto prioritario de las emprendedoras cabeza de familia en la ciudad


de Ibagué, es garantizar sus propios ingresos, no necesariamente otros aspectos
complementarios como lo relaciona Hellriegel, Jackson y Slocum (2009), quien
explica que entre las características singulares de los emprendedores, se encuentra
en primer término la competencia para la auto administración conocida
como la necesidad de logro, deseo de independencia, confianza en sí mismo y
sacrificio personal; competencia para la acción estratégica, competencia para la
planeación y gestión, competencia para el trabajo en equipo, competencia para la
comunicación, competencia multicultural y conocimiento especializado.

En cuanto a los beneficiarios de los emprendimientos, primordialmente se


encuentran las familias con un 66,5 % debido a que estas mujeres indican ser las
jefas de hogar, seguido de un 29,1 % con personas, 1 % familias y personas y 3,4 %
dicen no sabe/no responde. Se identifica que para las mujeres emprendedoras los
principales beneficiarios son su familia, factor motivacional para llevar a cabo su
emprendimiento buscando mejorar su calidad de vida. (Tabla 27).

Tabla 27. Beneficiarios del emprendimiento


  Frecuencia Participación (%)
Ns/Nr 13 3,4
Familias. 254 66,5
Validos Personas. 111 29,1
Familias y personas. 4 1,0
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

En relación a la pregunta de si pertenece a una asociación, se encontró que


el 97,9 % dicen no pertenecer a una asociación o red de emprendimiento. Estos

136 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
términos son nuevos para ellas, argumentan que nunca los habían escuchado. Lo
anterior, puede ser el reflejo por el mismo nivel de formación que tienen y la
falta de visibilidad de las instituciones del Gobierno nacional, departamental y
municipal. (Tabla 28).

Tabla 28. Pertenecer a una asociación


  Frecuencia Participación (%)
Ns/Nr 7 1,8
Sí 1 ,3
Validos
No 374 97,9
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

La asociatividad es un camino hacia la cooperación y a la competitividad


sobre todo en las pequeñas y medianas empresas para así poder crecer y sostenerse
en el tiempo. Es de gran importancia empezar a trabajar con estas emprendedoras,
el tema de la formalidad y por consiguiente los beneficios que genera para ellas el
trabajar unidas, Rosales (1997) citado por Araya (2006).

En cuanto al número de mujeres que trabajan en cada emprendimiento, se


encontró que el 67,8 % manifestaron que trabaja una sola mujer, seguido con un
11,5 % las cuales argumentaron que en sus negocios trabajan 4 mujeres y el 7,6 %
solo 2 mujeres laboran. (Tabla 29).

Tabla 29. Mujeres que trabajan en los emprendimientos


  Frecuencia Participación (%)
Ns/Nr 11 2,9
0 mujeres. 1 ,3
1 mujer. 259 67,8
4 mujeres. 24 6,3
2 mujeres. 29 7,6
Validos
3 mujeres. 44 11,5
8 mujeres. 10 2,6
6 mujeres. 3 ,8
5 mujeres. 1 ,3
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Lo anterior, muestra que existe una falta de apoyo entre las mujeres
emprendedoras, ya que no les dan participación a otras mujeres de poder
desarrollar una actividad laboral y sobre todo cuando las tasas de desempleo son
altas en la ciudad de Ibagué, debido a que temen que en algún momento les roben
la idea o sencillamente les monten competencia, por lo cual son muy cautelosas a

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 137
la hora de contratar una persona, sea hombre o mujer. Aunque, en la mayoría de
casos contratan personas que son parte de la familia.

Con respecto a los factores que las llevaron a crear los emprendimientos, se
pudo verificar que uno de los aspectos de más relevancia fue conseguir un trabajo
con un 70.5 %, seguido de educación y superación con 12.5 % cada uno. (Tabla
30).

Tabla 30. Necesidades que incentivan el emprendimiento


  Frecuencia Participación (%)
Educación. 48 12.5%
Salud. 4 1.0%
Lucha contra la pobreza. 3 0.9%
Ayuda a mujeres. 1 0.4%
Validos
Trabajo. 270 70.5%
Motivación. 4 1.2%
Superación. 48 12.5%
Ayuda a adulto mayor. 4 1.0%
Total 382 100%
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Los datos reflejan en la mayoría de los casos, las mujeres emprenden


negocios por lograr su independencia y, además, por tener un poco más de
tiempo para compartir con sus hijos, ya que en su mayoría son madres cabeza de
familia (García, García y Lira, 2016). Todo parece indicar, que las mujeres están
hallando en el emprendimiento el medio ideal entre trabajo y vida personal, ya
que al ser empresaria permite mayor flexibilidad de tiempo lo que podría ser una
de las grandes motivaciones principales al momento de decidirse a emprender
(McClelland y Swail, 2005).

Al mismo tiempo, los resultados señalan que como consecuencia de los


altibajos de la economía por la cual atraviesa el país y el mismo municipio de
Ibagué, la mujer se ha visto abocada a emprender unidades empresariales dado
que no encuentra oportunidades laborales que le permita tener unos ingresos
seguros para el sostenimiento del hogar (Gholipour, Bod y Pirannejd, 2010).
Además, muchas de estas mujeres han sido víctimas del desplazamiento forzoso
por la violencia que se vive en ciertas regiones del Tolima, el cual deben abandonar
sus tierras y buscar nuevas oportunidades en otros lugares partiendo de cero y
volviendo a iniciar una vida junto a sus hijos.

Al confrontar esto con el modelo de emprendimientos planteado por Jeffrey


Timmons (1999), se puede corroborar que los emprendedores no nacen, sino
que se forman, y que independiente de la formación del individuo en cualquier

138 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
etapa de su vida puede adquirir la motivación para ser emprendedor. Este modelo
se soporta en tres pilares: la oportunidad, los recursos y el equipo, los cuales se
entrelazan y necesariamente contemplan el efecto de las personas que sustentan
la empresa.

Cuando se les pregunta, si utilizan las redes sociales para promocionar sus
negocios, se encontró que el 73,3 % no tiene ningún medio de comunicación que
permita hacer publicidad para el emprendimiento como estrategia de venta, el
14,4 % hace uso de Facebook, el 6,5 % utilizan Facebook, correo electrónico y
página web, el 3,1 % Facebook y página web, el 1,8 % Facebook, correo electrónico,
y el 0,08 % correo electrónico. (Tabla 31).

Tabla 31. Redes sociales que utilizan las mujeres para su emprendimiento
  Frecuencia Participación (%)
Facebook 55 14,4
Correo electrónico 3 ,8
No tiene 280 73,3
Validos Facebook - Pág. web 12 3,1
Facebook - Pág. web- correo electrónico 25 6,5
Facebook - Correo electrónico 7 1,8
Total 382 100,0
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Esto dificulta la divulgación de los emprendimientos a los clientes potenciales


que en la actualidad utilizan los medios electrónicos en sus tareas diarias con
mayor frecuencia, además, genera un desconocimiento de las actividades
empresariales que desarrollan las mujeres en la ciudad de Ibagué y que pueden
ser potencializadas a través de estas herramientas que nos brinda la tecnología.
Asimismo, en la actualidad las redes sociales en internet se han convertido en un
espacio de interrelación, intercambio, comunicación e información a nivel global,
convirtiéndose en el vehículo de integración de gran parte de la población en la
sociedad de la información y el conocimiento.

Además, cuando se habla de red social como Facebook, Twitter y LinkedIn o


aplicaciones como Snapchat e Instagram, típicos de la actualidad, viene a la mente
que se crearon como una nueva forma de relación entre empresas y clientes, abriendo
caminos tanto para la interacción, como para el anuncio de productos o servicios.
Para el caso de la investigación realizada, se encontró que solo el 26.6 % de las mujeres
han utilizado uno de estas plataformas para dar a conocer sus productos o servicios,
lo que conlleva a que se hace necesario educar al resto de las mujeres en el uso de estas
plataformas para que sus emprendimientos logren un alto desarrollo.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 139
En cuanto a las fuentes de financiamiento utilizadas para llevar a cabo los
emprendimientos, se encontró que el 22,25 % de las mujeres respondieron que la
financiación para sus actividades empresariales se ejecuta de por medio del ahorro
y capital propio como el de mayor relevancia, seguido por fuentes de financiación
vía terceros mediante el uso de microcréditos con un 17,28 %. (Tabla 32).

Tabla 32. Conformación de recursos para el emprendimiento


Conformación de recursos para el emprendimiento Frecuencia Participación (%)
Aportes Miembros de la Empresa - Actividad 1 0,26
Económica - Ahorro y Capital propio.
Aportes Miembros de la Empresa - Actividad. 16 4,19
Económica - Ahorro y Capital propio y
Microcréditos.
Actividad. Económica - Donaciones - Ahorro y 1 0,26
Capital propio.
Aportes Miembros de la Empresa - Actividad. 1 0,26
Económica.
Válidos Ahorro y Capital propio y Microcréditos. 66 17,28
Actividad. Económica - Ahorro y Capital propio y 1 0,26
Microcréditos.
Aportes Miembros de la Empresa y Microcréditos. 28 7,33
Actividad. Económica y Microcréditos. 10 2,62
Actividad Económica - Ahorro y Capital propio. 85 22,25
Microcréditos. 23 6,02
Ahorro y Capital propio. 50 13,09
Actividad. Económica. 45 11,78
Ns/Nr 55 14,40
 Total. 382 100
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Lo que permite identificar que el ahorro, capital propio y microcréditos,


han sido los principales impulsores de las actividades empresariales desarrolladas
por las mujeres madres cabeza de hogar en la ciudad de Ibagué.

La falta de apoyo de las distintas instituciones, organizaciones, unidades del


estado y cualquier otra entidad de índole particular y estatal, se hace visible en la
realidad de las mujeres cabeza de familia objeto de estudio, que aseguran la poca
oportunidad de financiar sus emprendimientos con recursos de terceros. Pero
más que la falta de recursos financieros, la realidad es la falta de acompañamiento
e institucionalización efectiva de la ley de emprendimiento (Fuel, 2014).

Se carece de apoyo estructural, es decir, no cuentan con un acompañamiento


técnico para garantizar la evolución y desarrollo de esas iniciativas de
emprendimientos. Eso conlleva a una necesidad complementaria de asegurar

140 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
fuentes de recursos que se comprometan para garantizar el éxito de las propuestas
de emprendimiento y llevarlas al límite de madurez como empresas consolidadas.

6.3. Dimensión 3. Apoyo institucional

Con respecto al apoyo institucional, se encontró que el 92,7 % de las mujeres


encuestadas afirman que no han recibido apoyo de alguna institución pública,
mientras que el 0,03 % dicen sí y el 7,1 % no saben/no responden. También se
puede observar que el 99% de los encuestados no reciben seguimiento de las
empresas que lo apoyan.

En lo referente a la identificación de los conceptos de ingresos, gastos e


inversión, por parte de las encuestadas, se logra establecer que el 98,2 % de las
madres cabeza de familia emprendedoras sí identifican los principales rubros de
inversión y gastos del emprendimiento, el 97,6 % sí identifica las fuentes de ingreso
que permite la auto sostenibilidad del emprendimiento, el 95,3 % afirman que sus
productos y servicios innovan permitiendo la competitividad y crecimiento del
emprendimiento, el 100 % de las encuestadas dicen que no cuentan con el apoyo
de redes e instituciones que aportan recursos (físicos, financieros, tecnológicos y
humanos) para consolidar el emprendimiento. (Tabla 33).

Así mismo, se logró identificar que tampoco se utilizan softwares contables


en los emprendimientos y se elaboran informes de actividades realizadas. Lo
anterior, coincide con lo que plantea Malagón (2016), donde señala que según
los resultados del Reporte Mundial de Emprendimiento (2015), el 90 % de los
colombianos tiene una actitud positiva hacia el emprendimiento; sin embargo, el
70 % considera que no existen apoyos institucionales concretos que favorezcan el
desarrollo de una cultura social de emprendimiento e innovación.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 141
Tabla 33. Apoyo institucional
  Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
% %
SÍ SÍ NO NO
¿Ha recibido apoyo de alguna 27 7,1 354 92,7
institución pública o privada?
¿Ha recibido seguimiento de las 4 1 378 99
empresas que lo apoyan?
¿Identifica los principales 375 98,2 7 1,8
rubros de inversión y gastos
del emprendimiento, lo que le
permite cumplir con todas sus
obligaciones oportunamente?
¿Identifica las fuentes de ingresos 373 97,6 9 2,4
permitiendo la autosostenibilidad
Validos del emprendimiento?
Los productos y servicios 364 95,3 18 4,7
se innovan gradualmente,
permitiendo la competitividad y
crecimiento del emprendimiento.
¿Cuenta con el apoyo de redes 0 0 382 100
e instituciones que aportan
recursos (físicos, financieros,
tecnológicos y humanos)
para la consolidación del
emprendimiento?
¿Utiliza la organización un 0 0 382 100
programa (software) contable?
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Al realizar el análisis de la edad y el nivel educativo de las mujeres


emprendedoras, se evidenció que el 31,1 % y el 35 % de las mujeres encuestadas
que se encuentran entre los 30 a 35 años y mayores de 36 años acreditan un nivel
educativo de primaria y secundaria, respectivamente. Mientras que tan solo el 18
% de todas las mujeres han culminado sus estudios técnicos y universitarios. Lo
cual permite identificar que la mayoría de las emprendedoras no poseen un nivel
de formación que les permitan contar con los conocimientos para desarrollar
su actividad económica desde el punto de vista organizacional, financiero y de
mercadeo, por lo que sus procesos de gestión en sus unidades de emprendimiento
se ejecutan de forma empírica. (Tabla 34).

142 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Tabla 34. Tabla de contingencia edad vs nivel educativo
Edad
Total
18 y 23 24 y 29 30 y 35 más de 36
Count 0 5 52 67 124
Primaria
% of Total 0,0% 1,3% 13,6% 17,5% 32,5%
Count 7 48 41 93 189
Secundaria
% of Total 1,8% 12,6% 10,7% 24,3% 49,5%
NED
Count 12 9 4 21 46
Técnica
% of Total 3,1% 2,4% 1,0% 5,5% 12,0%
Count 0 16 3 4 23
Universidad
% of Total 0,0% 4,2% 0,8% 1,0% 6,0%
Total Count 19 78 100 185 382
% of Total 5,0% 20,4% 26,2% 48,4% 100,0%
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

El 27,2 % de las mujeres encuestadas pertenecen al estrato 2, el 23,6 % de


estrato 1 reflejan llevar más de 7 años de emprendimiento, mientras que el 3,1 %
de las mujeres pertenecen al estrato 3 y llevan entre 4 y 6 años de emprendimiento.
Por otro lado, los emprendimientos en un 35,6 % pertenecen al estrato 1 y un 55,5
% al estrato 2, lo que quiere decir que la informalidad prevalece en estos negocios
debido a las condiciones socioeconómicas en las que desarrollan la actividad
económica, es decir, se puede señalar que el 68 % de los emprendimientos
realizados por las mujeres superan los 4 años de existencia. (Tabla 35).

Tabla 35. Tiempo de emprendimiento (TEP) vs el estrato social (EST).


EST
Total
1 2 3
Count 2 11 11 24
Ns/Nr
% of Total 0,5% 2,9% 2,9% 6,3%
Menos de un Count 1 12 1 14
año % of Total 0,3% 3,1% 0,3% 3,7%
Count 25 56 4 85
TEP 1 y 3 años
% of Total 6,5% 14,7% 1,0% 22,3%
Count 18 29 12 59
4 y 6 años
% of Total 4,7% 7,6% 3,1% 15,4%
Count 90 104 6 200
Más de 7 años
% of Total 23,6% 27,2% 1,6% 52,4%
Total Count 136 212 34 382
% of Total 35,6% 55,5% 8,9% 100,0%
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Las mujeres emprendedoras además de ser mujeres cabeza de familia,


también inician actividades de emprendimiento a edades cortas (Segura y Pintor,
2010). Situación que corresponden a la imperiosa necesidad por encontrar la

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 143
forma de garantizar una fuente de ingresos. Las emprendedoras se encuentran en
el camino más viable de materializar pequeñas unidades de negocio que den la
solución a un problema de escasos recursos y, estas mujeres se volcán a encontrar
una solución a sus necesidades desde la interpretación de iniciativas empresariales.

Las mujeres cabeza de familia con iniciativas de emprendimientos se


caracterizan por pertenecer a bajos estratos económicos, los cuales tienen una
relación con las limitadas posibilidades de empleos a las que se enfrenta hoy la
juventud colombiana (Acosta, Zambrano y Suarez, 2017; Godwin et al., 2006;
Jaka y Shava, 2018; Khan, Kanwal, Nabi y Shah, 2016; Moreno, 2015; Valenzuela,
2004; Verheul y Thurik, 2001; Verheul et al., 2006), De igual forma, las mujeres
se ven enfrentadas al poco acceso de los servicios financieros, lo que las lleva a
incursionar en emprendimientos pequeños y de servicios (García, García y Lira,
2016).

Un aspecto que refleja problemáticas económicas y sociales en la actualidad


colombiana y que corresponde entre otros a las limitadas posibilidades de acceso a
la educación en gratuitidad, se ve relejado en la juventud emprendedora que posee
esas mismas limitaciones de iniciar programas de estudio y que por consiguiente
se ve obligada a moverse hacia su propia generación de bienes y servicios, y desde
luego de ingresos para atender sus necesidades individuales y de grupo familiar.
El emprendimiento en las madres cabeza de familia de la ciudad de Ibagué, se
convierten en el camino sin alternativas para generar los recursos que garanticen
el bienestar de los suyos. Estas iniciativas son una forma de dar solución a la carga
que significa el mantenimiento de su hogar, constituido por un número promedio
de dos hijos (Olaz, Ángel y Ortiz, 2017).

Encontrar niveles de permanencia de las iniciativas de emprendimiento en


periodos superiores a los cinco años, muestran la continuidad del emprendimiento
en las madres cabeza de familia de la ciudad de Ibagué y se pone de manifiesto una
de las características que el emprendedor posee y que corresponde al de ser una
persona que se compromete con una idea de negocio y busca de cualquier forma
llevarla a feliz término, hasta encontrar los objetivos esperados y que desde luego,
con esa forma de ser jamás se ha de apartar de su empeñada idea de persistir por
esa iniciativa como su propia razón de ser (Yordanova, 2011).

Varios autores ponen de manifiesto un sinnúmero de características de los


emprendedores, que en la realidad de las mujeres emprendedoras objeto de estudio
están lejos de materializarse desde sus iniciativas reales. Pues difícilmente se
podrán lograr estas características en las emprendedoras, dado el desconocimiento
técnico de las mismas y la falta de apoyo institucional y gubernamental, que al
darse de manera efectiva se podrá lograr que los emprendimientos se conviertan
en un verdadero motor de desarrollo económico y social.

144 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Las iniciativas de los emprendimientos identificados se vienen dando con
escasa planeación, organización y gestión sin lineamientos técnicos, lejos de los
preceptos del emprendimiento estable. No se evidencian estándares de innovación,
ya que sus protagonistas manifiestan desconocimiento de estos elementos
estratégicos y aluden el poco o nulo apoyo institucional y gubernamental, para
hacer de estas unas iniciativas de permanencia y sostenibilidad (Alario y Morales,
2016; Al-Dajani y Marlow, 2013; Covarrubias y Ochoa, 2017; Londono, 2019;
Munster, 2017).

Gran cantidad de iniciativas, por no decir que todas, se generan por la


necesidad de atender gastos, compromisos y requerimientos de las mujeres
emprendedoras y de su grupo familiar. Por eso, el aspecto de prioridad para las
mujeres emprendedoras cabeza de familia de la ciudad de Ibagué, es garantizar
sus propios ingresos. Característica que corresponde apenas a uno de los tantos
rasgos que son propios al verdadero emprendedor.

Algunas características particulares de un emprendedor y que tienen que


ver con correr riesgos de manera razonable, gestionar el control del medio y
controlar el fracaso para sostenerse en el mercado y no dejarse derrumbar por
la competencia, es un aspecto que no se acompaña muy bien con el bajo nivel de
formación de las mujeres emprendedoras cabeza de familia de la ciudad de Ibagué.
Por consiguiente, estas circunstancias son poco favorables para garantizar los
preceptos que relacionan algunos autores respecto a la permanencia, insistencia
o continuidad en el mercado como rasgos propios del emprendedor (Compeán
Flores, Belausteguigoitia Rius, & Navarrete Jiménez, 2015).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 145
Capítulo 7. Análisis multivariado

Como seres humanos, todos queremos ser felices y


estar libres de la desgracia, todos hemos aprendido
que la llave de la felicidad es la paz interna. Los
mayores obstáculos para la paz interna son las
emociones perturbadoras como el odio, apego, miedo
y suspicacia, mientras que el amor y la compasión son
las fuentes de la paz y la felicidad.

Dalai Lama

146 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Fuente: https://pixabay.com/es/illustrations/arte-pintura-t%C3%A9-recicladores-3180251/

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 147
7.1. Análisis de correlaciones

E
l análisis de correlación consiste en un procedimiento estadístico para
determinar si dos variables están relacionadas o no. El resultado del análisis
es un coeficiente de correlación que puede tomar valores entre -1 y +1.
El signo indica el tipo de correlación entre las dos variables. Un signo positivo
indica que existe una relación positiva entre las dos variables; es decir, cuando la
magnitud de una incrementa, la otra también. Un signo negativo indica que existe
una relación negativa entre las dos variables. El concepto de relación o correlación
se refiere al grado de variación conjunta existente entre dos o más variables.

Para el análisis se tienen en cuenta los siguientes coeficientes de correlación,


Pearson (1896), es quizás, el mejor coeficiente y el más utilizado para estudiar el
grado de relación lineal existente entre dos variables cuantitativas y Spearman
(1904) es el coeficiente de correlación rho aplicado después de transformar las
puntuaciones originales en rangos. Toma valores entre -1 y 1, y se interpreta
exactamente igual que el coeficiente de correlación de Pearson. Un valor de 1
indica relación lineal perfecta positiva; un valor de -1 indica relación perfecta
negativa; un valor de 0 indica relación lineal nula. (Tabla 36).

Tabla 36. Correlaciones entre Nivel educativo (NED), Estrato (EST), y Sector al que pertenece
el emprendimiento (SEP) y los Beneficiarios del emprendimiento (BEP). Mujeres cabeza de
familia
NED EST SEP BEP
NED Coeficiente de correlación 1,000 ,448** ,039 ,186**
Sig. (bilateral) . ,000 ,448 ,000
EST Coeficiente de correlación ,448** 1,000 -,048 ,292**
9Rho de Spearman
Sig. (bilateral) ,000 . ,347 ,000
SEP Coeficiente de correlación ,039 -,048 1,000 ,149**
Sig. (bilateral) ,448 ,347 . ,004
BEP Coeficiente de correlación ,186** ,292** ,149** 1,000
Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,004 .
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Se logra evidenciar que existen niveles de correlación positivos entre las


variables de nivel educativo (NED) y sector al que pertenece el emprendimiento

148 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
(SEP). Al mismo tiempo, entre los beneficiarios del emprendimiento (BEP) y el
sector al que pertenece el emprendimiento (SEP).

Está claro que las iniciativas de emprendimiento se dan para la generación


de ingresos desde la capacidad de generar bienes y servicios, así lo establece la Ley
1014 de 2006 del Congreso de la República de Colombia, define emprendedor
como una persona con capacidad de innovar; entendida esta como la capacidad
de generar bienes y servicios de una forma creativa, metódica, ética, responsable y
efectiva; y emprendimiento como una manera de pensar y actuar orientada hacia
la creación de riqueza.

Es una forma de pensar, razonar y actuar centrada en las oportunidades,


planteada con visión global y llevada a cabo mediante un liderazgo equilibrado y
la gestión de un riesgo calculado. Su resultado es la creación de valor que beneficia
a la empresa, la economía y la sociedad. Lo que se interpreta desde la correlación
entre beneficiarios del emprendimiento (BEP) y el sector al que pertenece el
emprendimiento (SEP), pues las madres cabeza de familia deben encontrar una
fuente de ingresos que atienda las necesidades de su núcleo familiar.

Existe una correlación directa entre el número aproximado de empleos que


generan (NBO) y el número de hijos (NH). Lo anterior permite inferir que los
emprendimientos liderados por mujeres cabeza de hogar en la ciudad de Ibagué
están orientados hacer negocios de corte familiar. (Tabla 37).

Tabla 37. Tabla de correlaciones NBO


NBO NH
Coeficiente de correlación 1,000 ,035
NBO
Sig. (bilateral) . ,449
Rho de Pearson
Coeficiente de correlación ,035 1,000
NH
Sig. (bilateral) ,449 ,235
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Se evidencia que existe una correlación directa entre las tres variables
mencionadas, como: TEM, SEP y BEP. Lo anterior permite inferir que los
emprendimientos liderados por mujeres cabeza de hogar en la ciudad de Ibagué,
tienden a hacer emprendimientos formales de corte microempresarial (1-10
empleados/emprendedores), que se ubican en sectores productivos y de servicios.
(Tabla 38).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 149
Tabla 38. Tabla de correlaciones entre Tamaño de la empresa (TEM), Sector al que pertenece
el emprendimiento (SEP), quiénes son los Beneficiarios del emprendimiento (BEP). Mujeres
cabeza de familia
TEM SEP BEP
Coeficiente de correlación 1,000 ,043 ,104*
TEM
Sig. (bilateral) . ,405 ,043
Coeficiente de correlación ,043 1,000 ,149**
Rho de Spearman SEP
Sig. (bilateral) ,405 . ,004
Coeficiente de correlación ,104* ,149** 1,000
BEP
Sig. (bilateral) ,043 ,004 .
* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Para concluir la anterior sección, se logran identificar las dimensiones


de estudio que permitirán realizar un análisis multivariado y de modelamiento
estadístico. (Tabla 39).

Tabla 39. Dimensiones de estudio, mujeres cabeza de familia


Notación Significado Tipo de variable
NED Nivel educativo. Categórica ordinal.
EST Estrato. Categórica ordinal.
SEP Sector al que pertenece el emprendimiento. Categórica ordinal.
BEP Beneficiarios del emprendimiento. Categórica ordinal.
NBO Número de Beneficiarios del emprendimiento. Numérica.
NH Número de hijos. Numérica.
TEM Tamaño de la empresa. Categórica ordinal.
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

7.2. Análisis por correspondencias

El análisis por correspondencias es una técnica descriptiva o exploratoria


cuyo objetivo es resumir una gran cantidad de datos en un número reducido
de dimensiones, con la menor perdida de información posible. En esta línea, su
objetivo es similar al de los métodos factoriales, salvo que en el caso del análisis
de correspondencias el método se aplica sobre variables categóricas u ordinales.
El análisis de correspondencia tiene dos objetivos básicos; asociación entre
categorías de columnas o filas y asociación entre categorías de filas y columnas
(De La Fuente Fernández, 2011).

El mapa multidimensional permite evidenciar la relación que existe en un


primer momento entre el nivel educativo de la mujer cabeza de familiar y el sector
al que pertenece el emprendimiento. (Figura 20).

150 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Figura 20. Mapa multidimensional, dimensiones NED y SEP. Mujeres cabeza de familia
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

A partir de este gráfico podemos concluir: las mujeres que tienen un nivel
educativo de primaria, secundaria y técnica, se ubican en los sectores productivos
y otros de comercio. Además, las mujeres que presentan una formación profesional
(universitaria), se ubican en el sector servicio. Finalmente, los emprendimientos
liderados por mujeres cabeza de hogar en la ciudad de Ibagué no se ubican en los
sectores de cultura, social, religioso.

Esta correspondencia está en la línea de las características de los


emprendedores tal como lo menciona Moreno y Espíritu (2010), aspectos que se
van forjando en la medida que el emprendedor tenga niveles de formación que le
permitan desarrollar esas competencias. Desde luego que poseer formaciones de
primaria, secundaria y técnica, les da ciertos elementos de habilidades técnicas
para que sus iniciativas se enfoquen en esos sectores productivos y de otros como
comercio. (Figura 21).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 151
Figura 21. Mapa multidimensional, dimensiones NH y SEP
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

A partir de este gráfico se concluye que las mujeres cabeza de familia no


tienen dentro de sus planes y/o deseos de tener más de 5 hijos, por el contrario,
se puede evidenciar que las mujeres cabeza de familia tienen de 1 a 4 hijos. Esto
permite identificar a la variable NH, como una variable explicativa dentro del
presente análisis por correspondencias.

Con el propósito de establecer la influencia que algunas variables del


constructo “emprendimiento social” tienen sobre los procesos realizados por
las mujeres cabeza de familia, se empleó la técnica de los mínimos cuadrados
parciales (PLS) (Wold, 1985; Esposito, Trinchera, y Amato, 2010), como
herramienta de modelación de este comportamiento. El PLS reúne aspectos del
Análisis de Componentes Principales y del Análisis de Regresión Lineal Múltiple
y permite explorar las relaciones entre varias variables respuesta de forma
simultánea; asimismo, posibilita la obtención de modelos con un elevado número
de variables explicativas partiendo, sin embargo, de un reducido número de datos
experimentales (Madrigal, Marino, Guijarro, y Hernando, 2012).

En este sentido, se seleccionó como atributo dependiente la variable


“Beneficiarios del emprendimiento” (BEP), pues dicha variable es considerada

152 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
dentro de los hallazgos de la presente investigación como una dimensión que
explica la situación actual del emprendimiento liderado por las mujeres cabeza
de hogar. (Tabla 40).

Tabla 40. Selección y validación del modelo para BEP


Varianza R-cuad.
Componentes Error R-cuad. PRESS
de X (pred.)
1 0,250341 48,7937 0,365428 54,3712 0,292892
2 0,435572 40,8572 0,468644 50,524 0,342925
3 34,3492 0,553282 51,2383 0,333636
4 31,8947 0,585203 52,9043 0,311969
5 31,4197 0,591381 53,7353 0,301161
6 31,1822 0,594469 55,3211 0,280538
7 31,0504 0,596183 56,9082 0,259898
8 31,0231 0,596539 57,5161 0,251992
9 31,0186 0,596597 57,4138 0,253322
Fuente: elaboración propia de los autores (2019).

A continuación, se muestran las salidas correspondientes a la modelación


de las variables objeto de estudio con el procedimiento de PLS, con el propósito de
cumplir con el objetivo relacionado con la descripción de las condiciones y barreras
de entrada presentes en los emprendimientos de la ciudad de Ibagué. El primer
resultado presentado en la tabla 37 para la variable dependiente “BEP” muestra el
modelo óptimo con dos componentes y con un coeficiente de determinación (R2)
de predicción de 0.625, que se considera bueno, pues está cercano a 1, teniendo
en cuenta solo dos categorías de nueve atributos considerados en la investigación.
Igualmente, el “Análisis de varianza (ANOVA)” se observa que este modelo es
significativo a una alfa de 0.05, dado que su nivel de significancia (p) es igual a
0.000. (Tabla 41).

Tabla 41. Análisis de varianza de EX


Fuente GL SC MC F P
Regresión 2 36,0351 18,0176 56,01 0,000
Error residual 127 40,8572 0,3217    
Total 129 76,8923      
Fuente: elaboración propia de los autores (2019).

En la encuesta se identificaron tres tipos de variables: continuas (variables


numéricas, como por ejemplo la edad que admite intervalos, categóricas, que son
además ordinales y las binarias, que están denominadas como dicotómicas al
tomar valores como 0 (sí) y 1 (no). Lo anterior es importante indicarlo, pues de
ello permitirá la realización de un tratamiento estadístico adecuado.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 153
Es importante indicar que la base de datos cuenta con 382 observaciones y
50 variables, claramente identificadas. Con el propósito de establecer la influencia
que algunas variables del constructo “emprendimiento social” tienen sobre los
procesos de realizados por las mujeres cabeza de familia, se empleó la técnica
de los mínimos cuadrados parciales (PLS) (Wold, 1985; Esposito, Trinchera, &
Amato, 2010), como herramienta de modelación de este comportamiento. El
PLS reúne aspectos del Análisis de Componentes Principales y del Análisis de
Regresión Lineal Múltiple y permite explorar las relaciones entre varias variables
respuesta de forma simultánea; asimismo, posibilita la obtención de modelos
con un elevado número de variables explicativas partiendo, sin embargo, de
un reducido número de datos experimentales (Madrigal, Marino, Guijarro, &
Hernando, 2012).

En este sentido, se seleccionó como atributo dependiente la variable


“Beneficiarios del emprendimiento” (BEP), pues dicha variable es considerada
dentro de los hallazgos de la presente investigación como una dimensión que
explica la situación actual del emprendimiento liderado por las mujeres cabeza
de hogar, al mismo tiempo que se tuvieron en cuenta las variables independientes
a destacar como “Nivel educativo” (NED), “Sector al que pertenece el
emprendimiento” (SEP), “Estrato socioeconómico” (EST) y “Número de hijos”
(NH) (Tabla 42). Pues dichas variables presentaron representatividad dentro de
los análisis descriptivos y de orden correlacional, conformadas por las siguientes
categorías de análisis:

Tabla 42. Variables explicativas


Variable Descripción Categoría
Ns/Nr
Primaria
Secundaria
NED ¿Cuál es el nivel de estudio?
Técnica
Tecnólogo
Universidad
Posgrados
Primaria
Ns/Nr
Social
Productivo
SEP Sector al que pertenece el emprendimiento
Religioso
Servicios
Cultural
Político
Otro (Comercio)
Productivo y Comercio

154 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Variable Descripción Categoría
Ns/Nr
EST ¿A qué estrato social pertenece? 1
2
3
Ns/Nr
1
NH Número de Hijos 2
3
4
Más de 5
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

A continuación, se muestran las salidas correspondientes a la modelación


de las variables objeto de estudio con el procedimiento de PLS, con el propósito de
cumplir con el objetivo relacionado con la descripción de las condiciones y barreras
de entrada presentes en los emprendimientos de la ciudad de Ibagué. El primer
resultado presentado en la Tabla 43 para la variable dependiente “BEP” muestra el
modelo óptimo con dos componentes y con un coeficiente de determinación (R2)
de predicción de 0.625, que se considera bueno, pues está cercano a 1, teniendo
en cuenta solo dos categorías de nueve atributos considerados en la investigación.

Tabla 43. Selección y validación del modelo para BEP


Varianza R-cuad.
Componentes Error R-cuad. PRESS
de X (pred.)
1 0,250341 48,7937 0,365428 54,3712 0,292892
2 0,435572 40,8572 0,468644 50,524 0,342925
3 34,3492 0,553282 51,2383 0,333636
4 31,8947 0,585203 52,9043 0,311969
5 31,4197 0,591381 53,7353 0,301161
6 31,1822 0,594469 55,3211 0,280538
7 31,0504 0,596183 56,9082 0,259898
8 31,0231 0,596539 57,5161 0,251992
9 31,0186 0,596597 57,4138 0,253322
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Igualmente, el “Análisis de varianza (ANOVA)” se observa que este modelo


es significativo una alfa de 0.05, dado que su nivel de significancia (p) es igual a
0.000. (Tabla 44).

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 155
Tabla 44. Análisis de varianza de EX
Fuente GL SC MC F P
Regresión 2 36,0351 18,0176 56,01 0,000
Error residual 127 40,8572 0,3217
Total 129 76,8923      
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

En la Figura 22 se encuentra que la línea vertical señala que el modelo


óptimo tiene dos componentes, lo cual coincide con lo hallado en la tabla anterior.
Igualmente, puede observarse aquí que la capacidad predictiva de este modelo
decrece rápidamente con más de dos factores. De otra parte, en esta gráfica
también se observa que el R2 para dos componentes es de 46.86 % y una R2 de
predicción de 34.29 %. Un modelo de 20 componentes tiene una R2 de 59.66 %,
pero un R2 de predicción de tan solo el 25.45 %.

Figura 22. Gráfica de respuesta de PLS para DE


Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

En esta misma perspectiva, se evidencia que la varianza explicada es de


43.55%, (Tabla 42) considerada adecuada para el número de factores extraídos
e indica la cantidad de variabilidad de los predictores que es explicada por el
modelo. Al mismo tiempo, se analiza que las observaciones se encuentran en un
patrón lineal, lo cual indica que el modelo se ajusta relativamente bien a los datos,
es decir, no se observan diferencias significativas entre los puntos de respuesta y
los de la validación cruzada, lo cual se corrobora con el análisis ANOVA.

156 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
A continuación, se observan los coeficientes del modelo considerando
como variable de respuesta o dependiente “BEP” y como ítems predictores o
explicativos las otras seis variables que constituyeron las dimensiones del estudio
(Tabla 45). En ese orden de ideas, el modelo estandarizado podría escribirse de
esta manera:

Modelo general: Y=β0+ β1 (X1) + β2(X2) + β3(X3) + β4(X4) + β5(X5) + β6(X6) + β7(X7) + ε

Modelo particular: Y=0,000000+ (0,202010)*(NED) + (0,14748)*(ESP)+


(0,1474)*(SEP)+ (0,092775)*(NH)+ ε

Tabla 45. Coeficientes del modelo


BEP
BEP
  Estandarizados
Constante 0,734535 0
NED -0,09551 -0,068362
ESP 0,026521 0,031561
SEP 0,006085 0,004395
NH -0,012988 -0,012765
Fuente: Elaboración propia de los autores (2019).

Los coeficientes del modelo propuesto indican que las variables Nivel
educativo (NED), Número de hijos (NH) contribuyen de manera negativa a la
hora de definir los beneficiarios del emprendimiento. Por el contrario, variables
como el estrato socioeconómico y el sector económico al que pertenece el
emprendimiento contribuyen positivamente sobre la manera como se definen los
beneficiarios del emprendimiento.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 157
Conclusiones

D
e acuerdo a los resultados de la investigación sobre una aproximación
al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima)
han permitido identificar ciertas características de las mujeres como
emprendedoras tal como se muestra a continuación.

1. Según datos suministrados por las mujeres encuestadas, se evidenció que


el 48.43 % tenían más de 36 años y el 46.60 % oscilaban entre los 24 y 35
años. Ahora, con respecto a la edad en que estas mujeres iniciaron su vida
laboral, se pudo constatar, que el 47.1 % empezaron a trabajar entre los 16
a los 21 años, el 38.7 % manifestaron iniciar labores entre los 10 y 15 años y
tan solo el 13.9 % empezaron cuando tenían entre los 22 y 28 años.
2. En este mismo sentido, las mujeres manifestaron que las circunstancias que
las llevaron a empezar desde muy temprana edad a trabajar fue debido a
la pobreza que rondaban a sus familias. Pero, además, señalaron que los
trabajos que realizaron en su momento eran como empleadas en las casas,
apoyar a sus padres a las ventas informales o simplemente apoyar en los
quehaceres en sus casas.
3. Ahora, el estudio develó que el 49.5 % de las mujeres lograron culminar
estudios de secundaria, el 32.5 % solo llegaron hasta el nivel de primaria
y tan solo el 12 % lograron sacar adelante una carreta técnica. Lo anterior,
demuestra que la mujer sigue siendo relegada a pesar de ciertos cambios
que se han dado tanto en el campo académico como laboral, pero sigue
siendo vista como la ama de casa que no tiene tantas oportunidades para
crecer, como en el caso de los hombres.
4. Además, el 55.5 % de las mujeres pertenecen al estrato 2 y el 35.6 % se
encuentran ubicadas en el estrato 1. En Colombia y por supuesto Ibagué no
es ajena a la realidad de que las personas que habitan en los barrios de estrato
1 y 2 tienen muchas necesidades de vivienda, educación, salud y carecen de
apoyo para emprender cualquier tipo de emprendimiento. Sin embargo,
por estar en estos estratos (1 y 2), estas mujeres tienen derecho a pertenecer

158 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
a un régimen subsidiado (SISBEN), lo que les facilita poder acceder a las
ayudas que ofrece el Estado con respecto a educación, alimentación y
vivienda. Sin embargo, las mujeres manifestaron que estas ayudas no son
suficientes para subsanar los gastos que demanda una familia, lo que las
obligó a crear negocios de manera informal y de esta forma tener un dinero
adicional.
5. En relación al número de hijos, se logró constatar que en promedio las
mujeres han tenido 3 hijos y por consiguiente recae en sus hombros la
responsabilidad de sacarlos adelante, dado que en su mayoría son mujeres
cabeza de hogar. Estas mujeres han desarrollado ciertos roles de madre y
empresaria que a la vez las han llevado a adquirir ciertos compromisos en
tareas domésticas, pero también en sacar adelante sus emprendimientos
como una alternativa de crecimiento y superación.
6. Con respecto al tiempo que llevan las mujeres con sus empresas, se encontró
que en promedio llevan 5 años de estar funcionando, contribuyendo de cierta
forma con el desarrollo de la ciudad, ya que son generadoras de empleos.
Frente a este último aspecto, las mujeres con sus emprendimientos generan
en promedio 4 empleos, que son ocupados por los mismos miembros de la
familia (hijos, madre, padre, hermanos).
7. Es importante resaltar, que los emprendimientos femeninos por lo general
no generan muchos empleos, dado que solo se limitan en primera instancia
a asegurar trabajo para la misma propietaria, asegurando de este modo
su propia subsistencia, en un segundo momento, existe la posibilidad de
ofrecer empleo a su círculo familiar y por último a terceros, todo de acuerdo
con las posibilidades de crecimiento y tamaño de la empresa conformada.
8. Además, los emprendimientos están enfocados al sector secundario ya
que las mujeres se dedican a la transformación de la materia prima para
producir ciertos productos de consumo como son artesanías, elaboración
de calzado, bisutería, producción de achiras, producción de embutidos,
elaboración de productos de aseo, producción de tamales, entre otros.
De igual forma, desarrollan otras actividades que se ubican en el sector
terciario, como es el caso de las peluquerías, venta de licores, venta de
papelería, comercialización de prendas de vestir, entre otras.
9. Al indagar, si las mujeres tenían sus empresas legales, se encontró que el
36.6 % desarrollan sus emprendimientos en la ilegalidad, es decir, realizan
las ventas en los espacios públicos ya que no contaban con los recursos
suficientes para pagar un arriendo y servicios, por tal razón, no tienen otra
alternativa. Dentro de esta actividad se encuentra la venta de comida rápida,
venta de empanadas y avena, venta de frutas y verduras, venta de juguetes,

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 159
venta de calzado, venta de ciertas prendas de vestir, etc. En este mismo
sentido, se encontró que un 29.8 % de los emprendimientos se realizan en
las casas donde habitan, como es el caso de la venta de licores, elaboración
y comercialización de productos de aseo, miscelánea, venta de juguetes,
venta de ropa para dama, peluquería, calzado para dama, venta de achiras
y embutidos, y venta de desayunos y almuerzos.
10. Al desarrollar sus emprendimientos en los respectivos hogares, les permite
a las mujeres dedicar un poco más de tiempo a sus hijos. Pero, además, se
encontró que ellas hacen de todo un poco ya que no le alcanza el dinero
para contratar mucho personal, no tienen un sueldo definido y toman
dinero para subsanar los gastos personales de las entradas de dinero del
negocio. Normalmente se adquiere la materia prima para el día a día, lo
que conlleva a pérdidas por descuentos, en muchas situaciones presentan
grandes dificultades económicas, de liquidez y bajo margen de ganancia.
11. Por lo general no se lleva registros contables ni datos estadísticos de las
ventas, solo los datos permanecen en la memoria. La mayoría de veces
estas empresarias acuden a préstamos personales con tasas que rondan y
hasta sobrepasan la usura (gota a gota), ya que estos no le colocan tanto
problema para el préstamo de dinero. Solo el 15 % de las empresarias han
acudido a préstamos bancarios de baja cuantía. El dueño generalmente
posee un gran conocimiento del producto que elabora, pero carece
del  conocimiento  administrativo  y por eso algunas veces fracasa o toma
malas decisiones.
12. En cuanto a los beneficiarios de los emprendimientos, primordialmente se
encuentran las familias con un 66,5 % debido a que estas mujeres indican
ser las jefas de hogar, seguido de un 29,1 % con personas, 1 % familias
y personas y 3,4 % dicen no sabe/no responde. Se identifica que para las
mujeres emprendedoras los principales beneficiarios son su familia, factor
motivacional para llevar a cabo su emprendimiento buscando mejorar su
calidad de vida.
13. Con respecto a los motivos que las llevaron a crear los emprendimientos,
se pudo verificar que uno de los aspectos de más relevancia fue conseguir
un trabajo que les permitiera conseguir algún dinero y de esta manera
satisfacer las necesidades básicas de su familia. En segunda medida, el
crear un negocio, podía tener un dinero adicional para poder continuar sus
estudios universitarios y, finalmente, el desarrollar un negocio les permitía
ser sus propios jefes y trabajar para ellos mismos y así conseguir una casa o
algo adicional que les diera una mejor calidad de vida.

160 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
14. Al mismo tiempo, los resultados señalan que como consecuencia de los
altibajos de la economía por la cual atraviesa el país y el mismo municipio
de Ibagué, la mujer se ha visto abocada a emprender unidades empresariales
pequeñas, dado que no encuentra oportunidades laborales que le genere
tener unos ingresos seguros para el sostenimiento del hogar. Además,
muchas de estas mujeres han sido víctimas del desplazamiento forzoso
por la violencia que se vive en ciertas regiones del Tolima, el cual deben
abandonar sus tierras y buscar nuevas oportunidades en otros lugares
partiendo de cero y volver a iniciar una vida junto a sus hijos.
15. Se encontró que el 97,9 % dicen no pertenecer a una asociación o red de
emprendimiento. Estos términos son nuevos para ellas, argumentan que
nunca lo había escuchado. Lo anterior, puede ser el reflejo por el mismo
nivel de formación que tienen y la falta de visibilidad de las instituciones
del Gobierno nacional, departamental y municipal. Sin embargo, cuando se
les comentaron las ventajas de pertenecer a estas asociaciones manifestaron
gran interés de algún día poder ingresar a ser parte de estas instituciones.
16. En la actualidad, las mujeres no hacen uso de ninguna de las plataformas
de las redes sociales ya que muchas de ellas desconocen el funcionamiento.
Existe un mínimo porcentaje que manifestó hacer usos de las redes sociales
y que esto les hizo aumentar las ventas, encontrar nuevos clientes y crear
relaciones positivas para el negocio, y sobre todo se encuentran muy
satisfechas ya que el costo es casi cero.
17. Una de las grandes problemáticas a las que se enfrentan las emprendedoras
a la hora de iniciar sus negocios y en su proceso en marcha, fue la falta de
capital, pues muchas no saben a qué entidades acudir para conseguir ese
apoyo. Este es el caso que se evidenció en la investigación, donde el 22.5 %
de las mujeres emprendedoras financian sus negocios con recursos propios
producto de sus ahorros y mediante los recursos de generación interna del
negocio. Además, un 17,28 de las mujeres emprendedoras manifestaron
que sus recursos de financiación de las unidades de emprendimientos se
han efectuado mediante Ahorro y Capital propio y Microcréditos.
18. Para cualquier emprendedor es clave que en algún momento reciba el
impulso que lleve su proyecto al siguiente nivel, y de esta manera le permita
pasar de una idea a un verdadero negocio, producto o servicio sostenible.
Por tal razón, es de gran ayuda para los emprendedores contar con el apoyo
de alguna institución para que le preste asesoría en temas relacionados
al negocio. Sin embargo, como dato curioso, se encontró que el 92.7 %
de las mujeres manifestaron que jamás han recibido apoyo por ninguna
institución tanto pública como privada. Un alto porcentaje de las mujeres
hicieron comentarios, donde manifestaron que cuando los políticos

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 161
necesitan de los votos, les prometen que les van a ayudar con sus negocios
dando subsidios para la financiación, pero esto jamás se ha visto, porque
luego se olvidan de lo prometido.
19. Como cosa curiosa se encontró que ningunos de los emprendimientos
realizados por las mujeres corresponden a emprendimientos sociales, dado
que estos fueron creados con un único propósito “tener unas ganancias”
para el sustento de la familia. Todos los emprendimientos llevados a cabo
por estas mujeres fueron creados por necesidad, tal como se ha explicado
en algunos de los puntos anteriores, puesto que no vieron otra alternativa.
20. El desarrollo de emprendimientos femenino no es una alternativa fácil sobre
todo en Colombia; sin embargo, algunas tomaron la decisión a pesar de los
altibajos, la lucha y sacrificio que requiere esta decisión de aventurarse en
el mundo empresarial y que con mucha creatividad se las ingeniaron para
sacar adelante sus proyectos y, además, estar pendientes del cuidado de sus
hijos.
21. Por más que la mujer haya ganado ciertos espacios en el campo laboral y
académico, el papel de ella en la sociedad y en la familia sigue exigiendo
tareas y obligaciones que a veces le exige renunciar a los sueños que algún
día tuvieron, dado que por encima de esos anhelos esta la familia (sus hijos).
Muchas de estas mujeres terminaron renunciando a lo que realmente las
hacía realizadas y felices como fue continuar con sus estudios.
22. Finalmente, se logró evidenciar que estas mujeres emprendedoras marcadas
por historias de pobreza, maltrato y abandonadas por el Estado, tienen un
rostro que refleja expresiones de alegría, verraquera, entusiasmo y amor por
su familia. Además, muestran una vocación por el servicio, emocionalmente
maduras y realistas sobre el rumbo de la economía de la ciudad y del país,
son seguras, independientes y auto reguladoras, demuestran un carácter
rígido y esclavas por el sentido del deber que tienen con su familia. Esta
mujer emprendedora, caracterizada por un espíritu activo y positivo, que
la llevó a asumir riesgos y compromisos, se levanta una y otra vez, para
empezar de nuevo viendo los problemas y fracasos como procesos de
aprendizaje.
23. El tema abordado deja abiertas algunos aspectos de interés para
continuar con la investigación en lo que respecta a determinar los rasgos
de personalidad de mujeres que desarrollan sus emprendimientos de
subsistencia e igualmente indagar qué compromisos tiene el Estado dentro
de su política de inclusión social en temas de equidad de género.

162 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
Recomendaciones
1. Incrementar la relación universidad- empresa, con el propósito de prestar
acompañamiento a las iniciativas desarrolladas por las mujeres empresarias,
dado que carecen de conocimiento en diversos temas empresariales.
2. Mediante una alianza entre la Universidad del Tolima y la Cámara de
Comercio de la ciudad de Ibagué ofrecer un diplomado gratis que contenga
temas de marketing, finanzas, aspectos legales y administrativos para lograr
que iniciativas creadas por estas mujeres tengan un direccionamiento
mucho más alentador.
3. Realizar reuniones periódicas con mujeres para trabajar en conjunto una
propuesta de asociatividad.
4. Buscar el apoyo de concejales y diputados para que se genere una iniciativa
de apoyo al fomento de iniciativas empresariales por parte de la mujer, ya
que el tema del emprendimiento ha ido cobrando mucha relevancia en la
economía del país.
5. Aunque el tema del emprendimiento hace parte de algunos pénsum
de programas universitarios, se hace necesario que sea una política
institucional de forma trasversal a todos los programas. De igual forma,
es necesario empezar a trabajar desde las escuelas y colegios la política de
fomento a la cultura empresarial.
6. Divulgar desde lo académico para que las mujeres se inicien sin temores
en el mundo empresarial y para lograrlo se requiere que las entidades
gubernamentales inicien campañas de sensibilización y desarrollen
programas de capacitación hacia la población joven femenina en la
ciudad de Ibagué, y de esta forma se tenga una visibilidad de los proyectos
emprendidos por las mujeres.
7. Trabajar en conjunto con las instituciones públicas y privadas una propuesta
que contemple estímulos para aquellas mujeres que quieren incursionar en
el mundo empresarial, como también para aquellas que han desarrollado

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 163
empresas y quieran exportar y así lograr una perspectiva empresarial más
amplia que les permita asumir mejores expectativas de éxito.
8. Para lograr que las empresas que están dentro de la informalidad, se vuelvan
legales, se requiere un trabajo riguroso de acompañamiento y asesoría y,
además, es relevante que a nivel nacional se reduzcan los trámites para
establecer una empresa legalmente.
9. Gestionar recursos con las empresas privadas para apoyar las iniciativas
de las mujeres con capital semilla mediante la presentación de planes de
negocios.
10. Crear redes de contacto entre mujeres emprendedoras, proveedores,
docentes, empresarios, gobierno local e inversionistas para lograr consolidar
un sistema que facilite la creación de nuevos proyectos encaminados al
desarrollo de la región.

164 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
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Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 191
APÉNDICE 1
ENCUESTA A MUJERES EMPRENDEDORAS

Para el Grupo de Investigación GIMN de la Universidad del Tolima es


muy importante registrar sus datos personales, como también estar al tanto
de su desempeño laboral, con el interés de conocer sus opiniones acerca del
emprendimiento social. Por lo anterior, le solicitamos muy respetuosamente
nos colabore en responder la siguiente encuesta, con la seguridad de que sus
conceptos, requerimientos, expectativas y opiniones serán tenidos en cuenta solo
para efectos académicos.

DATOS GENERALES DEL EMPRENDEDOR SOCIAL


Edad. entre 18 y 23 __ 24 y 29 __ 30 y 35 __ más de 36__

Estrato social. 1__ 2__ 3__

Ciudad de nacimiento
Nivel de estudio. primaria __ secundaria __técnica __ tecnológica __
universidad __ posgrados __
Estado civil. soltero__ casado__ separado__ viudo __ unión libre __

Número de hijos. 1 __ 2 __ 3 __4 __ más de 5 __


¿Desde qué edad trabaja?
¿Cuánto tiempo lleva como menos de un año__ entre 1 y 3 años__ entre 4 y 6 años__ más de
emprendedor (a)? 7 años__

DATOS DEL EMPRENDIMIENTO


Nombre del emprendimiento.
Dirección.
Dónde desarrolla su
emprendimiento =
Sector al que pertenece el social__ productivo__ religioso__ servicios__ cultural__
emprendimiento. político__ otra____ ¿Cuál? _______________________________

192 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
¿Qué motivó al fundador Experiencia profesional __
a crear la organización oProduce valor agregado __
proyecto? Puede marcar más
Preocupación por el medio ambiente __
de una alternativa. Preocupación por las personas en situación de vulnerabilidad
social __
Desarrollar un emprendimiento propio __
Interés por temas de sostenibilidad __
Preocupación religiosa __
Mejorar el nivel educativo de la zona __
Mejorar las condiciones de salud de la zona __
Da inclusión para las personas con discapacidad ___
Otras __ ¿Cuál? ______________________________________
Tamaño de la empresa Micro empresa (1 – 10 emprendedores/trabajadores) __
(marcar con x) Pequeña empresa (11 – 49 emprendedores/trabajadores) __
Mediana empresa (50-199 emprendedores/trabajadores) __
¿Cuántos empleos genera? entre 1 y 3__ entre 4 y 7 __entre 8 y 10__ más de 11__

Los empleos que se generan término fijo__ término indefinido__


en su actividad emprendedora
¿bajo qué tipo de contratación
se presentan?:
¿Quiénes son los beneficiarios familias__ personas__ empresas públicas__ empresas privadas__
del emprendimiento?
Indique el número entre 1 y 20 personas __
aproximado de beneficiarios entre 21 y 41personas __
de su organización o proyecto entre 42 y 62 personas __
entre 63 y 83 personas __
más de 84 personas __
Si contesto empresas privadas, colegios__ universidades__ restaurantes__ discotecas__
señale ¿cuál? supermercados__ tiendas__ otra__ ¿Cuál? _________________

¿Los logros del SÍ__ NO__ ¿Por qué? __________________________


emprendimiento han
generado cambios positivos
en los beneficiarios?
¿Pertenece a una asociación ¿SÍ__ NO__ Por qué? _______________________________
o redes de emprendimiento?
Si respondió SI, diga ¿cuál?
¿Cuál es el porcentaje Hombres___ Mujeres___
aproximado de hombres y
mujeres que trabajan en su
empresa?
¿Hace la organización un SÍ__ NO__ ¿Por qué? __________________________
esfuerzo adicional por incluir
mujeres o personas con
discapacidad física?
Señale las 5 necesidades más Educación__ Capacitación__ Protección ambiental__ Salud__
importantes que tienen para Lucha contra la pobreza__ Ayuda a jóvenes /niños__Arte__
los beneficiarios o clientes Ayuda a mujeres__ Trabajo__ Motivación__ Reciclaje__
directos, su emprendimiento. Alimentación__ Seguridad__ Comercio__ Política__ Religión__
Ayuda al adulto mayor__ Protección de animales__ Agricultura__
Infraestructura__ Deporte__ Energía renovable__

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 193
¿Los resultados obtenidos SÍ__ NO__ ¿Cómo o de qué manera? ______________
en el emprendimiento han
contribuido a la solución de
los problemas?

¿Cuáles son los medios de Facebook__ correo electrónico__ página web__ Google__
comunicación que usted Twitter__ YouTube__ prensa escrita__ revistas__ televisión__
utiliza para dar a conocer su publicidad en prensa online__ Google Ads__ no tiene medio para
producto o servicio? comunicarse__
¿Cuáles factores limitan el Recursos financieros__ Recursos humanos__ Entorno político__
impacto de su Financiación pública__ Cooperación__ Falta de oportunidades
organización o proyecto? de duplicación del modelo de negocio__ Poca demanda__ Falta
de profesionales calificados__ Falta de proveedores__ Riesgo
económico__ Mucha competencia__ Empleados resistentes al
cambio__ No existen limitaciones__
Factores de emprendimiento Perseverancia __ Pasión__ Determinación__ Visión___
Flexibilidad__ Creatividad__ Sociabilidad__ Buena
Comunicación___ Educación__ Otro___ ¿Cuál? ________

APOYO INSTITUCIONAL
¿Ha recibido apoyo de alguna ¿SÍ__ NO__ Cual? ______
institución pública o privada? ____________________________
Indique las fuentes de ingreso de Aportes de los miembros de la empresa__
la organización durante el periodo Actividades económicas__ Donaciones__
2011 -2016 Universidades__
Ahorro y capital propio__ Agencias públicas__ Premios
recibidos__ Fundaciones__ ONG internacionales__
Financiamiento colectivo__ Microcréditos__ Fondos de
inversión social__ Inversionistas de riesgos__ No tiene
fuentes de ingreso, apenas se está conformando a la
empresa__
Señale el tipo de apoyo que ha Capacitación__ Asesoría__ Dinero__ Maquinaria__
recibido (puede señalar más de uno) Equipos__ Acompañamiento__ Tecnología__
Infraestructura__
En el caso de ser dinero, señale el Entre 1.000.000 y 5.000.000 millones __
monto Entre 6.000.000 y 10.000.000 millones __
Entre 11.000.000 y 16.000.000 millones __
Entre 16.000.000 y 21.000.000 millones __
Más de 22.000.0000 millones __

APOYO INSTITUCIONAL SÍ NO
¿Ha recibido seguimiento de las
empresas que lo apoyan?
¿Identifica los principales
rubros de inversión y gastos del
emprendimiento, lo que le permite
cumplir con todas sus obligaciones
oportunamente?

194 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
¿Identifica las fuentes de ingresos
permitiendo la autosostenibilidad
del emprendimiento?
Los productos y servicios se innovan
gradualmente, permitiendo la
competitividad y crecimiento del
emprendimiento.
¿Cuenta con el apoyo de redes e
instituciones que aportan recursos
(físicos, financieros, tecnológicos y
humanos) para la consolidación del
emprendimiento?
¿Utiliza la organización un programa
(software) contable?
¿Publica la empresa un informe de
actividades realizadas?

Muchas gracias por su apoyo.

Mercedes Parra Álviz, José Rodrigo Cática Barbosa, Hernando Augusto Triana González 195
196 Una aproximación al perfil del emprendimiento social femenino en Ibagué (Tolima-Colombia)
E l estudio de la mujer emprendedora ha cobrado gran interés en la
academia (Aponte, 2002; Veciana, Aponte y Urbano, 2005), dado que
esta ha ido ganando espacio en el ambiente empresarial, por su empuje,
disciplina y compromiso a la hora de crear empresas. Sin embargo, existen
cuestionamientos sobre el desempeño de las mujeres y la multifuncionalidad
tradicional que deben asumir como empresarias, esposas, madres y estudiantes
(Molina, Contreras y López, 2014). Aspecto que induce de manera obligatoria a
identi car realidades que sirvan de punto de partida para dinamizar el empuje
y la iniciativa de las mujeres en su papel de auténticas y valiosas emprendedoras,
desde una sociedad que reclama iniciativas de aporte al desarrollo económico y
social.

Por tal motivo, el resultado de una juiciosa investigación ha permitido la


materialización del presente libro que se ha estructurado mediante 7 capítulos a
saber: El capítulo 1 que se denomina el emprendedor, caracteriza de manera
objetiva la realidad del ser emprendedor, el capítulo 2 recorre la
contextualización propia del emprendimiento, el capítulo 3 se centra en dar una
especial atención al concepto y la dinámica del emprendimiento social, el
capítulo 4 reconoce el esfuerzo de la mujer desde la caracterización del
emprendimiento femenino, el capítulo 5 aborda todo el proceso metodológico
de la investigación desde su enfoque de investigación hasta el proceso de
validez y con abilidad de los instrumentos, el capítulo 6 compila los resultados
del proceso de análisis y discusión desde los insumos estadísticos y, el capítulo
nal, es decir; el capítulo 7, corresponde al análisis multivariado, en el cual se
incorpora el proceso de correlación entre las variables objeto de estudio y se
detallan los resultados del análisis de correspondencias; desde el cual se resume
gran cantidad de datos para generar un número reducido de dimensiones que
identi can características propias del emprendimiento social femenino en
Ibagué (Tolima – Colombia).

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