La renuncia sucesoral es el acto por el cual una persona abandona su
derecho sobre un bien o conjunto de bienes. La renuncia es la situación jurídica que se produce cuando el sucesible no acepta la sucesión que le ha sido deferida. ¿Cómo se formaliza la renuncia? Según lo establecido en el Art. 784: “la renuncia de una sucesión no se presume: debe hacerse precisamente en la Secretaria del Tribunal de Primera Instancia del Distrito en que se haya abierto la sucesión, debiendo inscribirse en un registro particular que al efecto se lleve”. La Renuncia nunca debe ser tácita, para la doctrina si un heredero deja pasar 20 años sin tomar partido se le considera renunciante. Consecuencias de la renuncia Según el Artículo 785: “Se reputa como si nunca hubiese sido heredero al que renunciare”. En consecuencia, ni puede retener parte alguna del activo ni queda comprometido con las cargas de la herencia. Otro de los efectos es el señalado por el Artículo 786:”la parte del renunciante acrece a sus coherederos; y si no los hubiere corresponderá al grado subsecuente”. En realidad, la renuncia aprovecha en su acrecentamiento, únicamente a los herederos a los cuales perjudica la presencia del renunciante. Un último efecto de la renuncia es el siguiente: Si el renunciante está sólo, su parte es devuelta al grado subsecuente, según dice el Artículo 786. Por ejemplo, si el difunto ha dejado a su padre y a su madre y a un hijo. Si el hijo renuncia y tiene a su vez hijos es a éstos y no al padre o a la madre del de cujus, que la herencia es devuelta, a pesar de que ellos son parientes en segundo grado mientras el padre y la madre lo son en primer grado, todo ellos como consecuencia de que el orden de los descendientes prevalece sobre el de los ascendientes. Retractación de la renuncia Mientras no haya prescrito el derecho de aceptar, tienen todavía los herederos que renunciaron la facultad de hacer suya la sucesión, si no ha sido aceptada ya por otros herederos sin perjuicios, se entiende de los derechos que hayan podido adquirir terceras personas en los bienes de la sucesión ya sea por prescripción o por contactos válidamente celebrados con el curador de la sucesión vacante. Según lo estipulado en el Artículo 790 del Código Civil la renuncia es revocable, aunque bajo ciertas condiciones: 1ero. Es necesario que la sucesión no haya sido aceptada por los demás herederos. Pero no se trata de la aceptación expresa, según el entendimiento de la doctrina, a esta palabra se le debe dar un sentido amplio en esta materia, de modo pues que una demanda en envío de posesión, intentada por el Estado o por un legatario, impide la retractación de la renuncia; 2do. Es necesario que la prescripción no haya surtido efecto. Si los demás herederos han dejado pasar 20 años, pues se considera que no aceptan la sucesión. Anulación de la renuncia Puede haber anulación de una renuncia. Esta anulación de la renuncia la puede pedir el heredero mismo que ha renunciado, con sus acreedores. Anulación de la renuncia a petición del heredero mismo Los casos en los cuales el heredero renunciante puede pedir la anulación de su renuncia son los siguientes: a) Cuando él invoca el no cumplimiento de las formas requeridas por la ley; b) Cuando él es incapaz y las formalidades prescritas por la ley para la validez de la renuncia no han sido cumplidas; c) Cuando el heredero renunció a consecuencia de violencias o maniobras fraudulentas que fueron determinantes para presentar la renuncia; d) Cuando la renuncia se ha debido a un error acerca del contenido de la herencia. Anulación de la renuncia a petición de los acreedores El Artículo 788 expresa lo siguiente: “los acreedores de aquel que renuncie en perjuicio de sus derechos pueden pedir que se les autorice judicialmente a aceptar la sucesión de su deuda, en su caso y lugar”. Los acreedores que pueden hacer esto son únicamente los acreedores personales del heredero. Ejercicio de la acción oblicua por parte de los acreedores Conforme al Artículo 790, el renunciante podría retractarse de su renuncia ya que ningún otro ha aceptado la sucesión. La aceptación beneficiaria necesita dos condiciones: 1ero. El inventario y 2do. La declaración en la Secretaria del Tribunal. Aceptación beneficiara impuesta Ocurre cuando: a) el heredero es menor o interdicto. El tutor después de estar autorizado por el consejo de familia, tiene que aceptar bajo beneficio de inventario; b) La segunda situación la prevé el Artículo 781 cuando dice: “Si aquel a quien corresponde una sucesión muere sin haberla repudiado o aceptado expresa tácitamente, sus herederos pueden aceptarla o repudiarla por si”. También el Artículo 782, expresa lo siguiente: “Si estos herederos no están de acuerdo, para aceptar o repudiarle herencia, debe ésta aceptarse a beneficio de inventario.” Casos en los cuales el beneficiario de inventario se ha perdido El heredero beneficiario puede perder el beneficio de inventario y convertirse en un aceptante puro y simple a este beneficio, sea por la pérdida en que él puede incurrir. Las causas de pérdidas son las siguientes: 1ero. El heredero se hace culpable de ocultación o ha omitido de modo consciente y de mala fe incluir en el inventario efectos de la sucesión. El Artículo 801, es claro cuando dice: “El heredero que se ha hecho culpable de ocultación de bienes, o que ha omitido conscientemente, o de mala fe, en el inventario, efectos que en el mismo debían figurar, perderá sus derechos al beneficio de inventario”; 2do. El heredero ha vendido muebles o inmuebles sucesorales sin observar las formalidades legales. Prescripción de la facultad de aceptar o de renunciar Según el Artículo 789: “La facultad de aceptar o repudiar una sucesión, prescribe por el transcurso del tiempo exigido para la más extensa prescripción de los derechos inmobiliarios”. Se trata de una prescripción extintiva cuyo plazo de 30 años ha sido reducido a 20 años.