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DAISAMAR RAFAELA FELIZ VARGAS

100541534
DERECHO DE SUCESIONES Y DONACIONES
SEC 8
MARTIN HIDALGO RODRIGUEZ

TRANSMISION DE LA SUCESION
Para suceder es preciso existir necesariamente en el momento en que la
sucesión se abre. Por consiguiente, están incapacitados para suceder:
1o. el que no ha sido aún concebido;
2o. el niño que no haya nacido viable.
La ley establece que los primeros en heredar son los descendientes, es
decir, hijos y nietos, luego los ascendientes (padre y abuelos), después los
colaterales entre ellos encontramos los hermanos, primos y tíos y en un
último grado la esposa.
En caso de no aparecer ningún sucesor la herencia pasa a manos del
Estado. No obstante, que suceda esto es muy difícil ya que siempre
aparece alguien que reclama el patrimonio.
LA INDIGNIDAD SUCESORIA
La indignidad sucesoria es una especie de sanción, mediante la cual se
puede excluir a una persona de la sucesión. El Código Civil en su artículo
727 dispone que son considerados indignos los que han sido sentenciados
por asesinato o intento de asesinato en contra de quien se deba suceder, el
que haya hecho una acusación calumniosa en contra del de cujus y el que
se haya enterado de la violenta muerte del fallecido y no lo haya
denunciado.
En caso de que una persona antes de ser declarada indigna haya percibido
la porción que le corresponde de la herencia, deberá devolver los bienes
recibidos ya que el mismo se considera que lo posee de mala fe. También
deberá restituir los frutos que haya percibido mientras tenía bajo su
posesión los bienes de la herencia, así como también, deberá responder por
los daños de los que hayan sido objetos los bienes. Los hijos de la persona
indigna podrán heredar si tienen derecho a la sucesión directamente y no
por representación.
La persona declarada indigna se considera como si nunca hubiese sido
heredero, pero si esta recibió liberalidades de parte del difunto, las
conserva. Esto significa que, si en vida el fallecido decidió dejar bienes a la
persona declarada indigna, mediante el documento establecido por la ley y
cumpliendo con las formalidades necesarias para esto, puede conservar
dichos bienes y hacer libremente lo que entienda con ellos.

En el año 1946 se promulga la Ley No. 1047 sobre Desheredación de Hijos,


mediante la cual se agrega una cuarta causa de indignidad, basada la
misma en las actuaciones perjudiciales de los hijos que afecten la dignidad
y reputación de sus padres, así como el maltrato tanto con hecho o con
palabras y de cualquier otra manera, llevar una vida que afecte el buen
nombre de la familia y el haber sido condenados a una pena que tenga
como consecuencia la perdida de los derechos civiles o por haber cometido
delitos graves en contra de sus padres.
Para que un hijo pueda declararse indigno por una de las causas señaladas
anteriormente, se deberá interponer una demanda por ante el Tribunal de
Primera Instancia, con la finalidad de que este verifique e investigue si
realmente existieron los hechos establecidos por el demandante. En caso
de que el tribunal entienda que existen suficientes elementos para declarar
indigno al demandado, procederá a pronunciar sentencia, la cual no será
susceptible de Recurso de Apelación y se presume ejecutada con la
notificación de esta a la persona declarada indigna.

¿Qué efectos tiene la indignidad para suceder?

El efecto fundamental de la indignidad es el de inhabilitar al indigno para


suceder; el indigno, pues, como persona inhábil para suceder, no recibe la
delación hereditaria. Así lo entiende la mayor parte de la doctrina y de la
jurisprudencia. Sin embargo, hay otra teoría, defendida, entre otros, por
LACRUZ, que considera que el indigno sí sucede al causante, pero su
sucesión es impugnable por razón de la indignidad.

Si el indigno, pese a serlo, acepta la herencia o adquiere el legado y hace


suyos la herencia o el legado o bien la causa de indignidad consta después
de su adquisición de la herencia o del legado, es decir, en todo caso en que
el indigno "hubiese entrado en la posesión de los bienes hereditarios" como
dice el artículo 760 CC, "estará obligado a restituirlos con sus accesiones y
con todos los frutos y rentas que haya percibido".

Los efectos de la indignidad se producen por haber incurrido en una causa


de la misma, sin que sea preciso que medie una Sentencia que declare
expresamente la indignidad. El indigno lo es porque ha incurrido en causa
de indignidad; lo que ocurre es que, si lo niega u ocupa bienes de la
herencia, será preciso acudir a la vía judicial, pero en tal caso la Sentencia
no hará sino declarar que verdaderamente existe la indignidad discutida e
imponer sus consecuencias.

Cuando sea necesario ejercitar una acción para obtener una Sentencia que
declare la indignidad, el artículo 762 CC establece un plazo de caducidad de
cinco años "desde que el incapaz esté en posesión de la herencia o
legado".

La indignidad alcanza a la sucesión testada, intestada y a la forzosa, es


decir, a la legítima que no percibirá el legitimario indigno, pero si es hijo o
descendiente del causante se dará el derecho de representación a favor de
los hijos o descendientes del indigno, tal y como dispone el artículo 761 CC.

SUCESION IRREGULAR

Un sucesor irregular, es aquella persona que sin ser descendiente,


ascendiente o colateral,
accede a la herencia dejada por el difunto
Un sucesor irregular, es aquella persona que sin ser descendiente,
ascendiente o colateral,
accede a la herencia dejada por el difunto
Un sucesor irregular, es aquella persona que, sin ser descendiente,
ascendiente o colateral, accede a la herencia dejada por el difunto.
La Sucesión es irregular cuando el difunto no deja parientes en grado hábil
para sucederle, en cuyo caso la sucesión corresponderá a los herederos
irregulares, que son: primero al conyugue superviviente, y segundo al
Estado en ausencia del Conyuge superviviente.
LA REPRESENTACIÓN
La Representación es definida por Capitant como “el hecho de cumplir un
acto jurídico en nombre o por cuenta de otra persona, en mérito a un poder
legal o convencional y estableciendo para la persona representada un
derecho u obligación” (P.483). La ficción jurídica de la representación está
establecida con la finalidad de hacer entrar a los representantes en el lugar,
grado y derecho de sus representados.
La representación en el ámbito sucesoral es creada con el fin de que en
caso de que la persona que deba suceder al de cujus, haya muerto con
anterioridad a este, sus descendientes puedan ser beneficiarios del derecho
de sucesión que su ascendiente no pudo disfrutar mientras se encontraba
en vida. Un ejemplo de la representación es si una persona muere y deja
varios hijos, estos hijos heredan cada uno por sí mismo, pero si uno de ellos
muere antes que el padre, pero deja un hijo, es este hijo que entonces
heredera lo que le corresponde a su padre.
Cruz (2008) sostiene que el representante ocupa el lugar del representado o
titular del derecho, es decir hereda en el lugar de este y como la partición se
hace por estirpes, es decir que se refiere a la raíz o tronco familiar, el
representante obtiene lo que hubiere obtenido el representado, de acuerdo
a lo establecido en el artículo 743 del Código Civil Dominicano, que dispone
que cuando se admite la representación de la partición, la misma se hace
por estirpe, en razón de que según el texto citado, la representación obra
como si no hubiere existido el fallecimiento del representado.
Como resultado de ello, es necesario que haya un representante que
cumpla con las condiciones necesarias para que pueda ejercer la
representación, como es el caso del fallecimiento del representado, que
haya tenido durante el tiempo de vida condición para heredar al difunto, esto
significa que fuera capaz y que no haya sido declarado indigno; También
debe cumplir con la condición de haber sido concebido y nacido vivo (Cruz,
2008).
La representación está regulada en los artículos que van del 739 al 744 del
Código Civil Dominicano. En el artículo 739 se establece que el efecto de la
representación es entrar a los representantes en el grado y derechos de sus
representados. En los demás artículos que regulan la representación se
establece que la representación solo tiene lugar en favor de los
descendientes y no procede a favor de los ascendientes. Por otro lado, se
establece que no se puede representar a personas que se encuentren con
vida al momento de la sucesión, ya que, en ese caso, esa persona es la que
debe recibir los bienes dejados por el de cujus y no sus descendientes, en
la forma establecida por el Código Civil.

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