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[DEPRESIÓN Y MELANCOLÍA]

[ENTREVISTA]

Tener en cuenta lo planteado por Liberman, respecto al modo de comunicación de los depresivos:
 Dificultades para valorizar los mensajes recibidos, así como también para seleccionar lo que ellos
emiten.
 Lentitud de la comunicación.
 Oscilaciones del humor.
 Disminución cuantitativa de los mensajes que reciben y transmiten.
 Pérdida de la distancia interpersonal para conservar la empatía con el terapeuta.
 Falta de iniciativa y accesibilidad a la comunicación.
 Falta de sincronía entre los sistemas verbales y no verbales.
 Dificultades para encontrar las palabras adecuadas para trasmitir lo que siente o piensa.
 Dificultades para percibir correctamente el mensaje verbal.
 En general, presentan autocríticas en relación a sus trabajos.
 Escaso gasto de energía, poco interés, ausencia de creatividad.
 Discurso que implica impotencia (“no tengo idea”, “no se más”), resignación o destrucción.
 Se puede mostrar tenso, y sintiendo que todo lo que tiene que hacer es exigido.
 Pérdida de autoestima (tristeza, inhibición psicomotriz, autorreproches, visión pesimista de la vida).
 Irritabilidad y apatía.
 Sienten una penosa sensación de que los objetos y el mundo están vacíos.
 Rasgo de ambivalencia, tanto consigo mismo como hacia los objetos.
[TÉCNICAS GRÁFICAS]

BENDER
 No hay grandes alteraciones.
 Pueden no prestarse a la tarea por el esfuerzo que implica.
 Trazo débil.
 No es esperable que tenga grandes dificultades (a menos que haya algún tipo de límite yoico).
 Atender al tono de realización (tono de obediencia en el mejor de los casos, o de desinterés en el peor) y
a los comentarios (autocríticas).
 Suelen hacer micrografías.

H.T.P + DOS PERSONAS

1. CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES DEL DIBUJO:


 Tamaño: el tamaño contiene indicios acerca del realismo de la autoestima del examinado, de su
autoexpansividad característica, o bien de sus fantasías de omnipotencia. Los dibujos pequeños
corresponden a personas con sentimientos de inadecuación y quizás con tendencias al retraimiento. Se
correlacionan con un sentimiento de inferioridad. Es característico de los depresivos una micrografía.
 Trazo: son característicos de los depresivos los trazos débiles, inseguros, continuos, vacilantes e
inhibidos.
 Simetría: los dibujos con fallas en la simetría revelan una inadecuación de los sentimientos de seguridad
en la vida emocional. La simetría excesivamente acentuada produce efectos de rigidez. Ello es
característico de los pacientes depresivos.
 Emplazamiento: cuanto más debajo del punto medio de la hoja esté el dibujo, habrá más probabilidades
de que la persona se sienta insegura e inadaptable, y que ese sentimiento le produzca un estado de
depresión.
 Movimiento: los depresivos dibujan pocos o ningún elemento móvil.
 Perspectiva: generalmente los depresivos, suelen dibujar desde una perspectiva como si el dibujo se
estuviera viendo desde abajo, o desde una perspectiva lejana.
 Bidimensionalidad: da cuenta de la pobreza y estrechez del involucramiento vincular.

2. CONTENIDO GRÁFICO:
 Detalles: la ausencia de detalles adecuados transmite una sensación de vacío y de reducción enérgica
característica de las personas que utilizan el aislamiento como defensa, y en ocasiones de personas
depresivas.
 CASA: el dibujo de la casa en los depresivos es simple, vacía, con puertas abiertas, pobreza de contenido,
que dan la sensación de una casa sola, abandonada, deshabitada. Estos pacientes suelen dibujar
chimeneas, con humo (grandes conflictos internos).
 ÁRBOL: es característico de los depresivos el dibujo de árboles pequeños, tenues, desvalidos, caídos, con
ramas débiles, raíces finas, con poco follaje u hojas. Por otro lado, suelen aparecer signos de
desvitalización, el depresivo dibuja un árbol muerto.
 PERSONA: las figuras humanas dibujadas por los depresivos, muestran un aspecto de debilidad, vacío,
inseguridad, desaliento, con expresión de tristeza. Suelen estar representadas en forma quieta, sin fuerza,
con falta de impulsos o agotadas. En depresiones intensas suelen aparecer representaciones de personas
sentadas o reclinadas (bajo nivel de energía).

En síntesis:
Grassano de Píccolo ofrece un recorrido detallado del cuadro depresivo en personalidades neuróticas
como en la melancolía y en la hipomanía. A grandes rasgos, pero no olvidando que cada caso presenta
siempre su peculiaridad, podría decirse que el trazo en los gráficos realizados tanto en los depresivos
neuróticos como en los melancólicos tienen las características de ser débiles, inseguros, cortos, inhibidos y
vacilantes: los dibujos tienden a ser desvitalizados. Mientras que en las presentaciones hipomaniacas se
observa frecuentemente una tendencia a efectuar trazados más bien fuertes y gruesos.
El gráfico de la casa se presenta generalmente simple, vacío, dando la idea de un ambiente inhóspito y
frío, con falta de caminos de accesos en algunos casos. En los casos de hipomanía puede observarse un
mayor énfasis en puertas y ventanas.
El árbol también de aspecto desvitalizado, aunque en neurosis y melancolía su tamaño suele ser pequeño
mientras que en la hipomanía tienden a ser más grandes con una mayor utilización del papel.
La figura humana se presenta con mayores variaciones según el caso, pero se comparte su acentuación en
la realización del rostro y el tronco. En el caso de las neurosis depresivas y las melancolías las personas se
perciben estáticas, sin vida o con actitud pasiva, sin fuerza, débiles, inseguras y con expresión de tristeza,
cuando no opera un mecanismo maníaco compensatorio, en este último caso suelen hallarse sonrisas
exageradas.
El tamaño suele ser variable, en la hipomanía puede haber un mayor predominio de producciones
grandes, y cuyo aspecto suele ser triunfal o con sonrisas forzadas.
[CUESTIONARIO DESIDERATIVO]

INDICADOR 1: CUALIDADES Y FUNCIONES VALORADAS Y ENFATIZADAS EN EL OBJETO


Habitualmente eligen primero el animal, con la cualidad de animales domesticables, poco agresivos y que
son cuidados por seres humanos, en una relación de cercanía y contacto corporal. Son elegidos por ser
buenos, útiles, sin agresión, con capacidad para alegrar otros. En el contacto con los otros enfatizan la
sensibilidad propioceptiva (contacto suave, caricia, calidez, cualidades de tersura del pelaje). A medida que
se intensifican rasgos masoquistas, enfatizan la capacidad de alimentar a otros, desestimando el elemento de
muerte (alimento para ser comido, por ejemplo). Cuando en cambio dominan elementos maniacos, el énfasis
se ubica progresivamente en la capacidad de dar de los objetos elegidos más que en la necesidad de recibir
contacto físico y afecto.

INDICADOR 2: CUALIDADES RECHAZADAS EN EL OBJETO


Las cualidades temidas son las relacionadas con la agresión oral-sádica o anal. Lo temido es la privación
de contacto cercano con el objeto, el rechazo emocional, caída en estados de desvalorización y disminución
de la autoestima.

INDICADOR 3: CUALIDADES POSITIVAS O NEGATIVAS OMITIDAS


Ofrecen descripciones muy teñidas emocionalmente, en el sentido de la parcialización: toman solo las
cualidades del objeto real que se ajustan a esas características y omiten los rasgos agresivos y el sufrimiento
implicado en la dependencia o ausencia de autonomía. Omiten tanto las cualidades reales como las
necesidades referidas a movimiento, búsqueda de independencia, agresión y dolor por las situaciones de
privación y sometimiento. Están omitidas las funciones de “mirar”. Las alusiones a mirar solo aparecen con
una connotación persecutoria en las negativas, y se expresan como temor a ser visto por un observador
moralista y censurador (Superyó) en situaciones de descontrol agresivo oral-sádico o anal-sádico.

INDICADOR 4: PARES DE CUALIDADES DISOCIADAS


La disociación se establece entre bondad y maldad. Lo bueno implica objetos sin agresión o con agresión
controlada, sin movimiento autónomo, dependiente y complaciente. Lo malo, objetos con agresión
manifiesta oral (muerde, pinchan) o anal explosiva (sucios). Los objetos buenos premian con afecto y
compañía. Los objetos malos castigan con el rechazo, la privación de afecto o la censura.

INDICADOR 5: ESPECIFICIDAD DE LAS FANTASÍAS REPARATORIAS Y DESTRUCTIVAS


Predomina la confusión de amor con sometimiento y odio con rechazo e indiferencia. Las fantasías
destructivas giran alrededor del temor a destruir con críticas mordaces, hirientes o ensuciadoras. Las
fantasías patológicas de reparación toman la forma de anular la capacidad de crítica, observación, autonomía
y defensa de las propias necesidades, para plegarse a las necesidades del objeto. Defender las propias
necesidades y reparar auténticamente al Yo implica el riesgo de muerte del objeto.

INDICADOR 6: VINCULACIÓN PREDOMINANTE: CON PERSONAS, CON SERES VIVOS O


INANIMADOS
Las otras personas están presentes como objetos existentes a los que hay que cuidar, alimentar, alegrar
para que premien con amor y cercanía o pata evitar la contraparte, que castiguen con repudio y abandono.
Domina la necesidad de aplacar al objeto convenciéndolo acerca de la “bondad” del Yo.

INDICADOR 7: DEFENSA DOMINANTE Y DEFENSAS SUBYACENTES


a. Identificación introyectiva patológica: en las negativas, temor a quedar invadidos y encerrados en la
identificación con un objeto atacado, destruido, roto, ensuciado: rata, basura, algo sin valor, tumba,
cementerio.
b. Formación reactiva.
c. Bloqueo o inhibición del Yo.
d. Defensas maniacas (identificación con el objeto que da y proyección de la necesidad en el otro).

INDICADOR 8: ESTILO DE VERBALIZACIÓN


Participación emocional referida a pérdida de distancia emocional con el objeto-símbolo: en las positivas
esto se observa en formas verbales que se refieren al objeto en primera persona: yo sería, yo haría, me
querrían, y en las negativas, en actitudes de repulsa moral y critica frente al objeto rechazado (identificación
con los aspectos superyóicos censuradores). Habitualmente pueden recuperar un lenguaje más espontáneo y
dramático en las negativas, en las que pueden “depositar” la “maldad” en el objeto y asumir ellos la
conducta moralista y censuradora. El bloqueo de la creatividad e imaginación en consecuencia del temor al
descontrol de las fantasías sádicas.

INDICADOR 9: PUNTO DE FIJACIÓN DOMINANTE


La ansiedad está relacionada con las fantasías oral-sádicas contenidas en vínculos con objetos parciales
muertos, moribundos a causa del descontrol y que exigen ser reparados a riesgo de morir y abrumar de culpa
al Yo, devorándolo desde su interior (autorreproche).

INDICADOR 10: DELIMITACIÓN DE LA FANTASÍA DOMINANTE ACERCA DE LA


SATISFACCIÓN ESPERADA POR EL OBJETO.
El objeto exige el sometimiento masoquista del Yo, que implica escisión de la agresión y pérdida de
autonomía. Como meta contrapuesta, exige altos desarrollos creativos e intelectuales, que el Yo nunca logra
satisfacer.
En síntesis:
En las neurosis depresivas la diferencia entre las catexias positivas y negativas está marcada por la
polarización de elecciones basadas en la bondad y la maldad. En cuanto al estilo de verbalización a veces se
escucha una pérdida de la distancia emocional con el símbolo escogido, así el sujeto responde en primera
persona bajo la forma “yo sería” o “yo haría”. Las cualidades fuertemente valoradas por estos sujetos
responden a la elección de símbolos sobre la base de:
 Objetos elegidos que contienen dentro de sí aspectos buenos u objetos buenos.
 El símbolo elegido connota en sí mismo lo bueno, lo no dañino.
 Aquellos que están en contacto o dentro de (personas o continentes para ser, o porque así son cuidados,
protegidos).
 Mientras que la elección de objetos negativos se da sobre la base de:
 Objetos que pinchan, muerden, destruyen, envenenan.
 Objetos que hacen daño a otros.

El tipo de verbalización que se encuentra en la melancolía es pobre, escueto, con pausas marcadas y una
actitud pasiva, sometida y autodesvalorizada. Se puede producir una reiteración de las mismas
racionalizaciones en distintas elecciones, o la estereotipia de contenido, que es usada para reiterar ideas
delirantes sobre la bondad y la maldad.
Los símbolos elegidos por estos sujetos tienen la característica de ser objetos pasivos carente de vida
propia y de movimiento, o personajes religiosos que carecen de corporeidad y por lo tanto de “maldad
instintiva”, o cualidades abstractas como “la bondad”, “lo blanco” o “lo puro”. Dichas elecciones evitan
incluir cualquier tipo de vivencia emocional o de contacto corporal por parte de estas personas.
Mientras que los objetos altamente rechazados son aquellos que simbolizan lo violento, destructivo o
desintegrante (cáncer, bombas, armas de fuego), abstracciones del tipo “maldad”, “enfermedad”, “diablo” u
objetos que simbolizan la destrucción del mundo interno o la disminución de la autoestima.

En la hipomanía se enfatiza sobre los aspectos vitales de los objetos, su capacidad de ser alegres o
alegrar, ser fuente de vida o alimento. La elección de estos símbolos se basa en sus propiedades de ayudar,
alegrar a otros, por su cualidad de ser simpáticos o divertidos, o porque están en permanente moviendo
(mariposa, picaflor). Los objetos idealizados son objetos enteros, completos, perfectos en su forma o
estructura; mientras que los rechazados son aquellos rotos, despedazadas, sucios, críticos o que necesitan de
otros para sobrevivir. De aquí se comprende el par de cualidades disociadas, por un lado, el
autoabastecimiento y control en contraposición al desamparo, la necesidad y el sometimiento.
[RORSCHACH]

EN NEUROSIS:

CONDUCTA/ACTITUD EN EL TEST:
 (R) < 15. Poca productividad por falta de energía psíquica y disponibilidad.
 T.R. muy largos (o no).
 Ocasionalmente, críticas al test.
 Crítica de objeto y sujeto.
 Sucesión rígida. No hay movilidad.
 Respuestas ordinarias, sin creatividad.
 (P%) > 30.
 Disminución de signos “+”.
 Chatura en la calidad de las (F), el (A%) y (Hd).

LOCALIZACIONES:
 (W) ≤ 4 o 5. Hay poco circulante (las globales necesita mucho circulante). Aferramiento a lo concreto.
 (D) y (Do): tipo aperceptivo empobrecido. (D) es la localización más típica porque es lo obvio, permite
no comprometerse mucho y salir del compromiso. El (D%) elevado indica aferramiento a lo
convencional.

DETERMINANTES:
 (F%) AUMENTADO por aumento de rigidez yoica, control excesivo, lo convencional, lo objetivo.
 (F+%) AUMENTADO: apego a la realidad. Sostenido en la intelectualización; una razón desprovista de
afecto.
 (M) tendientes a 0: falta de interés en el contacto humano y elaboración. Toda actividad ideacional está
restringida.
 (m%) AUMENTADO: sensación de exposición a fuerzas ajenas al propio control.
 (C) AUSENTE por pérdida de receptividad del color.
 Suma (C) = - 0 = a 1,5. Falta de interés en afectos placenteros.
 (C’) y (K) AUMENTADOS: ánimo melancólico y pasividad. El mundo interno es oscuro, triste. Estado
de ánimo lúgubre. La presencia de respuestas (K) indica angustia libre y flotante por carencias afectivas
(falta holding). Depresión y afectos displacenteros.
 T.V coartativo (bajos M y C).
 Índice de egocentrismo bajo. Desesperanza, resignación.
CONTENIDOS:
 (A%) AUMENTADO: empobrecimiento, rigidez vincular, estereotipia, no comprometido.
 (Hd) AUMENTADO: alto juicio crítico. Autocrítica implícita o explícita.
 (H) DISMINUIDO por descatectización del mundo humano
 Contenidos destruidos, rotos, ruinas, deteriorados, hojas de otoño (indicador patognomónico).
 Contenido mórbido AUMENTADO (indicador patognomónico).
 Respuestas (At) o de radiografía, si la depresión tiene alguna vertiente dirigida al daño corporal, con
alguna preocupación hipocondríaca. También cuando se responsabiliza al cuerpo.

FENÓMENOS ESPECIALES:
 1 o más fracasos.
 Autocríticas: la agresividad está vuelta contra sí mismo.

TEMÁTICAS:
 Actitudes depresivas en las historias: vivencias de irreparabilidad, sumisión, resignación.

EN PSICOSIS:
 (F+%) 60 (bajo por ser depresión): distorsión en el contacto con la realidad.
 (F%) elevado: s/ M:C: inhibición y pobreza energía.
 (C) puro a veces (sangre en Lámina II y III).
 (C’): oscilaría entre un polo paranoide y un polo depresivo.
 Respuestas sexuales: verbalizaciones desviadas.

Introyección y proyección, según Klein, son dos mecanismos psíquicos que funcionan desde el
comienzo de la vida, las primeras actividades yoicas. Mediante la introyección los objetos del mundo
externo son experimentados como tales y, además, llegan a formar parte del mundo interno, introduciéndose
en el self. La proyección, en cambio, implica la capacidad para atribuir a otros cercanos sentimientos de
diversas clases, entre los que van a predominar el amor y el odio.
Será el doble proceso introyección-proyección el que contribuye a la interacción entre factores internos y
externos, que se conservará a lo largo de la vida. Así, la percepción de la realidad, jamás se libera
completamente de la influencia del mundo interno.
De acuerdo a lo postulado por Klein, toda conducta debe ser entendida como vínculo, porque está
siempre ligada a un objeto, contiene “Es la acción combinada de la introyección y la proyección, la que
explica la transformación de una parte del Ello en Yo, de modo que, toda perturbación de este interjuego
conduce a una falla en el desarrollo”. En el caso de un estado de intensa depresión (la cual implica una
regresión a la fase oral del desarrollo), se puede ver como las fantasías sobre el objeto introyectado
comprenden un elemento de Yo, y cuan fluidos son los sentimientos sobre lo que es Yo y lo que es objeto.
El análisis de estos estados da un cuadro de las oscilaciones entre el yo y los objetos, internos y externos.
Del funcionamiento y devenir de estos dos mecanismos psíquicos primordiales, dependerán las
características del grado de integración de la identidad y las relaciones objetales; y el tipo de operaciones
defensivas que las conformen. El tipo de mentalización que el sujeto pueda realizar será decisivo para lo que
pueda desplegar a nivel defensivo en relación al estímulo Rorschach. Si bien es cierto que no hay
indicadores patognomónicos de la depresión para dicha prueba, por ser este un cuadro; encontraremos sí,
determinados indicadores cuantitativos que se darán con una alta frecuencia.
El primero de ellos es el fenómeno especial de DESVITALIZACIÓN. Consiste en que a una respuesta
(H) o (A), que en un principio tenía asignadas características vitales, en un segundo momento le son
quitadas. Las características vitales no necesariamente son explícitas o incluyen el determinante del
movimiento proyectado por el sujeto.
Passalacqua señala que este fenómeno se presenta en protocolos donde hay angustia y/o depresión;
especialmente en personas fóbicas que desvitalizan los contenidos como forma de controlar el miedo. Como
así también en personas deprimidas e inseguras. Dirá que es un fenómeno indicador de defensas por
aislamiento.
Según Schafer, se refiere a la fragmentación de la experiencia que puede mantener separadas ideas que
están unidas emocionalmente; como así ideas y sus afectos correspondientes. La desvitalización busca aislar
el impulso amenazante del Ello del cual deriva la carga emocional perteneciente a la idea desplazada o
reprimida.
En el caso de la depresión, la hipótesis interpretativa en relación a este mecanismo defensivo, está en
relación a la quita del afecto que es desplazado catectizando el Yo. A diferencia de lo que ocurre en el
aislamiento más característico de la neurosis obsesiva, hay una introversión de la libido, por eso el mundo
pierde vida, pierde movimiento.
Lunazzi, llevando a cabo una aproximación a la problemática Rorschach, advierte que a la hora de
evaluar el establecimiento de relaciones objetales maduras en los sujetos, será importante atender a la
capacidad de expresar los afectos, lo cual implica un control maduro de los impulsos, además de haber
arribado a una tolerancia a la frustración y ansiedades concomitantes y el logro de una adecuada y flexible
adaptación a la realidad. Advirtiendo que por adaptación a la realidad no es sólo ausencia de distorsiones de
la percepción, sino que además es preciso evaluar la rigidez, flexibilidad, amplitud, profundidad,
superficialidad, etc., del vínculo con los demás y con el mundo exterior.

Este tipo de modalidades conductuales, la autora explica, pueden verse reflejadas en los distintos tipos de
respuestas al color. Puesto que de acuerdo a lo que indica la autora, las respuestas al Color, reflejarán
aspectos de la organización perceptual, mental, y debido a que se relacionan específicamente con la
resonancia afectiva y su manejo en la conducta manifiesta, la relación Color-afecto, debe ser considerada
como un aspecto especial, dentro de un fenómeno más general. Los colores dan vida, tibieza, expresión y
cualidades sentimentales a las escenas. Aluden entonces, a un circulante vital y expresan la capacidad de
dejarse afectar y al mismo tiempo reconocer los fuertes impactos sensoriales y emocionales presentes en las
láminas, manifestándolo simbólicamente en la construcción de una respuesta al estímulo Rorschach.
La autora citará a Schachtel, quien ha trabajado acerca de la relación entre color y afecto en las diferentes
lenguas. Y lo que este autor evidencia es que a través de una investigación etimológica de la palabra
“afecto”, lo que esta expresa es la pasividad del sujeto, quien es movido o afectado. El autor dirá, el sujeto
no se mueve, es movido, el no hace, se le hace, el sujeto “es tocado por la piedad, capturado o aprisionado
por la rabia, es dominado por el enojo”. Lunazzi explica que psicoanalíticamente, esta pasividad del sujeto
frente a los afectos, es posible de ser comprendida, en relación al Yo. Puesto que será resultado del “éxito”
del “trabajo” del Yo frente a la demanda o impacto emocional, que la experiencia de pasividad sea extrema
con fuerte invasión afectiva y descarga, o que en vez se halle un “manejo” adecuado de la respectiva
respuesta.
Ejemplificando posibles conductas frente al estímulo de Color, se describe a la conducta “racional”, la
cual indica una evitación defensiva con un fuerte control represivo del Yo. Luego otra posible conducta será,
la pasividad o la actividad del Yo. En el caso de la pasividad lo que se encontraría sería una invasión
afectiva y descarga emocional masiva, un ejemplo de lo que podría acontecer en una Situación Rorschach,
es el rechazo a producir respuestas. En el caso de la actividad del Yo, lo que será posible hallar, es la
recepción seguida de “manejo” del impacto emocional. Una respuesta de este tipo en una Situación
Rorschach, es aquella en donde el Yo del sujeto, pueda llevar a cabo una integración del afecto y la idea que
pretende transmitir. Así, la Actividad y Pasividad del Yo, se refieren en especial a una de las más
importantes Funciones yoicas vinculadas a la regulación y control de los impulsos afectos.
Lunazzi indica que, en la experiencia del afecto, el color y el funcionamiento del Yo, la aparición del
color, como demanda en las situaciones interpersonales, muestra congruencia dinámica en la Situación
Rorschach, con el manejo de los afectos y el estado del Yo para realizar la recepción y manejo de dicha
demanda. Indica además que la Pasividad o la Actividad del Yo, depende de los medios de ajuste del Yo. Y
también, que el funcionamiento de Yo, mostrará el estado de los procesos de pensamiento, prueba de
realidad y juicio, y el estado de las relaciones interpersonales u objetales, clase de relación y compromiso
con los otros, relaciones que se hallen fijadas sobre pautas arcaicas e inconsciente o más consciente y
actuales, relaciones donde prime, o no, la percepción de los otros como entidades separadas y que incluyen o
no, tolerancia a la ansiedad y hostilidad provenientes del objeto.
Las respuestas al color se hallan ausentes en las depresiones psicóticas, y en las depresiones neuróticas
son escasas; en tanto la depresión se caracteriza por una disminución de la energía psíquica circulante y una
importante descatectización del mundo externo.
Sin embargo, Vera Campo remarca que la ausencia de color cromático es menos frecuente, llama mucho
más la atención y tiene mayor implicancia psicológica y diagnóstica que la ausencia de Color Acromático.
En relación a las respuestas acromáticas, Lunazzi señala que las mismas parecieran estar asociadas a
formas de experiencia emocional amortiguadas, a reacciones emocionales reprimidas, sofocadas, ahogadas,
que no osan manifestarse. Por ello pueden considerarse representantes de modalidades de expresión, donde
lo que acontece es una restricción afectiva. Advierte que además son un reflejo de cautela a efectos
mórbidos vinculados también a depresión, disforia (gris y negro) o a intentos de negar maníacamente tales
afectos (blanco).
Este tipo de respuestas se relaciona con la idea de ansiedad, que se caracteriza por una falta de sostén, una
severa desintegración del lugar seguro en relación al medio y a los otros.
Implica reacciones menos diferenciadas y más regresivas que las respuestas al color cromático, reflejando
un tono emocional relacionado con la angustia depresiva. Por eso es esperable que este tipo de respuesta
prime en cuadros depresivos en relación al color cromático. Sin embargo, tal amortiguación -según Vera
Campo-, correspondería en realidad a la ansiedad persecutoria que es la que no permite la libre expansión
afectiva, y no necesariamente a la depresión. La (C') hablaría de una actitud defensiva generalizada que
oscila entre los polos paranoide y depresivo. No se trataría sólo de una disminución de la capacidad de
respuesta emocional, sino otro tipo de respuesta. Dichas vertientes, son ansiedades y afectos a menudo
coexistentes o alternantes en los estados depresivos. Alternancia entre tristeza y mal humor, pena y culpa
que persigue -autorreproche-, duelo por, y odio hacia el objeto que abandona.
Cuando hay un predominio de respuestas acromáticas sobre las respuestas al sombreado, implica un
proceso perceptual más primario, inmediato y de menor nivel de estimulación que cuando si se lo utiliza en
sus diferentes tonalidades construyendo conceptos que aludan a perspectiva, textura, cualidades de
superficie.
Vera Campo indica que la ausencia total de respuestas de color acromático en pacientes melancólicos,
por ejemplo, parece tan significativa como el exceso de ellas en cualquier protocolo.
No necesariamente el color acromático es patognomónico para el diagnóstico diferencial de los cuadros
depresivos, porque el determinante condiciona al contenido y viceversa. Un mismo contenido tendrá
diversos significados según el cuadro en el que esté inserto. Recordando además que este tipo de respuestas
se encuentran ausentes en las depresiones psicóticas.
Lo que sería predominante para el diagnóstico diferencial de la depresión son las respuestas de tipo
MOR. Los contenidos mórbidos son característicos en las producciones Rorschach de los cuadros
depresivos, y es necesario poder diferenciarlos de los contenidos desvitalizados. Contenidos rotos,
destruidos o con temas de ruina, que pueden ser considerados expresión del mecanismo de introyección.
Que no siempre, aunque muy a menudo si lo hacen, acompañan a las desvitalizaciones.
La incorporación de objetos parciales destruidos, dañados, característica de este cuadro, se refleja a través
de estos contenidos: modo en que el sujeto se percibiría a sí mismo; y el estado en el que queda el Yo: vacío,
empobrecido, etc. Contenidos que se encontrarán a lo largo de todo el proceso psicodiagnóstico, no sólo en
esta técnica.
Según el sistema comprensivo de Exner, se utiliza la clasificación contenido mórbido cuando en una
repuesta el objeto se caracteriza por la identificación de un objeto como muerto, destruido, arruinado,
estropeado, herido o roto; o por la atribución a un objeto de sentimientos o características disfóricas. Es
importante aclarar que estos contenidos dañados son tales por haber sufrido un deterioro; no tanto por lo
grotesco o violento. Esta clasificación se la relaciona con estados depresivos graves.
Tanto en los contenidos MOR, como en la desvitalización, estos fenómenos no se dan por lo conflictivo
de la afectividad como en la neurosis. Lo que se proyecta es el Yo dañado del sujeto, que tiende a lo
mortífero. En el caso de los contenidos MOR, se proyecta el daño experimentado directamente en el Yo, por
las pulsiones agresivas. Y en segundo, es la desvitalización de los objetos como consecuencia del repliegue
narcisístico.

En cuanto al discurso, en esta prueba se observan las mismas características que Liberman aborda de
manera general sobre este cuadro. Puede observarse una actitud particular frente al examinador. Se establece
entre ellos una relación transferencial donde la persona depresiva es exigente y sensible, sin embargo,
pueden observarse actitudes de sumisión.
El paciente muchas veces no logra una objetividad para comprender las afirmaciones provenientes del
psicólogo contenidas en la interpretación. Esto lleva a sostener que el sujeto carece de un Yo observador
solidario con los propósitos terapéuticos. Estos sujetos proyectan su Superyó sobre el terapeuta. Ocurren así,
en esta relación transferencial, fenómenos emotivos y afectivos cada vez que esta relación bipersonal es
equiparada por el paciente con lo que ocurre dentro de su propia persona.

En cuanto a la reacción de la prueba, hay una fuerte tendencia al rechazo a dar respuestas.
Las temáticas de estos pacientes aparecen en el Rorschach son: muerte, soledad, sujetos abatidos y
sometidos, y esto mismo proyectado en animales. Se observa un gran contenido mórbido como objetos
muertos, destruidos u objetos de sentimientos y características disfóricas, esto puede darse debido a que el
sujeto está proyectando las consecuencias que ha sufrido su yo de los ataques por las mociones destructivas.
Por otro lado, puede observarse una actitud particular frente al examinador. Se establece entre ellos una
relación transferencial donde la persona depresiva es exigente y sensible, sin embargo, pueden observarse
actitudes de sumisión. Un ejemplo de ello suele ser “no sé... ¿qué tengo que decir?”.
Se observa además un gran contenido mórbido como objetos muertos, destruidos u objetos de
sentimientos y características disfóricas, esto puede darse debido a que el sujeto está proyectando las
consecuencias que ha sufrido su yo de los ataques por las mociones destructivas. Ejemplos de ello suelen
ser; una mariposa con alas rotas, un pájaro muerto, un árbol triste, personas llorando, entre otros. También
suelen aparecer personas o animales desvitalizados, sin identidad, sin cuerpo, respuestas de estas temáticas
son “alma en pena”, “espíritu”, entre otros.
Respecto a los indicadores cualitativos: tener en cuenta el tono emocional, el discurso, las temáticas,
actitud frente al psicólogo y a la situación de test. En los depresivos, genera mente se observa un tono
emocional calmo, relajado, más o menos positivo, con irrupciones momentáneas del llanto, risas, angustia,
tristeza, irritabilidad, y ello concuerda con el tema tratado. Suelen adoptar una posición sumisa, o, por el
contrario, intentan controlar la situación. Por otro lado, se muestran interesados y cooperantes en la tarea.

Respecto a lo cuantitativo, los indicadores son:


- La fórmula M:C nos permite saber si el sujeto busca gratificaciones a través del mundo interno (M
supera a C) o externo (C supera a M). Además, nos da a conocer si existen trastornos específicos en el
vínculo con el mundo externo (coartativa y no ambigua) lo cual es característico de la depresión.
- El índice de angustia nos da a conocer el nivel de sobrecarga emocional a nivel psíquico o la descarga
de dicha tensión mediante la acción. Lo esperado es que el valor no supere el 12%. Mientras que, si se
obtienen valores menores a 8, nos encontramos ante sujetos que están en riesgo del pasaje al acto. Tal como
es el caso de la melancolía.
- (A%) mayor al 50% da cuenta del empobrecimiento y rigidez de los vínculos, ya sea por limitaciones
neurológicas, melancólicas o necesidad de control exacerbado.
- La fórmula FC:(CF+C) informa acerca de la afectividad controlada y modulada ligada a la palabra, en
relación a reacciones egocéntricas, dificultades en la demora y presencia de descargas afectivas, con la
consiguiente liberación de los impulsos. Lo característico de los depresivos es que los valores del segundo
término de la fórmula, sean mayores que los del primero.
- La fórmula Acromático:Cromático nos indica acerca de la disponibilidad para vincularse con el
mundo externo, y las necesidades de afectos. En los depresivos, generalmente los valores del término
acromático son mayores que los cromáticos.
- La fórmula (FK + FC): F informa sobre la presencia de las necesidades afectivas y de dependencia, con
su posible carga de angustia, con respecto a las respuestas objetivas del sujeto a su medio. Lo esperado es
que el primer término de la fórmula (FK + Fc) sea de un cuarto a tres cuartos del puntaje de (F). En la
depresión, los valores del primer término suelen estar aumentados, en relación al segundo término.
- La fórmula Sombreado Diferenciado : Indiferenciado nos informa acerca de la necesidad de afecto
integrada en la personalidad. En la depresión, generalmente lo indiferenciado, supera a lo diferenciado,
dando cuenta de que a necesidad de afecto está pobremente integrada en la personalidad.
- Es de esperarse que aparezcan contenidos mórbidos, fenómenos de desvitalización, respuestas al
claroscuro, color acromático y cromático en menor medida.

Contenido MOR. Respuestas cromáticas y acromáticas. Desvitalización en Rorschach:


El contenido mórbido (MOR), las respuestas al color cromático y acromático, y la desvitalización como
fenómeno especial, son indicadores característicos del Rorschach, de gran relevancia para fundamentar la
presencia de un cuadro depresivo.
De acuerdo con Exner, el contenido MOR, constituye una clasificación que se utiliza cuando en una
respuesta el objeto es identificado por cualquiera de estas características:
- Identificación de un objeto como muerto, destruido, arruinado, estropeado, herido o roto.
- Atribución a un objeto de sentimientos o características claramente disfóricas, como por ejemplo
tristeza, infelicidad, depresión.
La hipótesis interpretativa en Rorschach del contenido MOR, dice que se lo relaciona con estados
depresivos graves, y ha sido incorporado dentro de la constelación del potencial suicida.
A menudo en el contenido tenemos acceso a cómo el sujeto se vivencia a sí mismo - tanto en los niveles
conscientes como inconscientes- y, así, de cómo es la experiencia que tiene del mundo de relaciones y
objetos externos.
El contenido MOR refleja la imagen del sí y la íntima relación con la autopercepción. Una respuesta con
contenido MOR en un protocolo no es significativo. Dos respuestas de contenido MOR es signo de alerta.
Podría indicar que el sujeto ha comenzado a ver la imagen de sí mismo de forma pesimista, no consciente.
Tres o más respuestas de contenido MOR puede reflejar que el sujeto se encuentra dentro de la constelación
del potencial suicida (siempre que haya otros indicadores que lo respalden).
El punto fundamental de la presencia de estas respuestas en la depresión se encuentra en el
mecanismo de defensa patognomónico, la INTROYECCIÓN: se introyecta parte del objeto (aspecto
negativo) que fue perdido y que supuestamente fue dañado.

Respuestas al color cromático:


Principalmente en atención a los cuadros depresivos, se debe tener en cuenta la hipótesis interpretativa
sobre la relación del color y el afecto. El color nos afecta, y respondemos a su presencia en formas
emocionalmente distintas. Las respuestas al color cromático expresan la capacidad de dejarse afectar y a la
vez de reconocer fuertes impactos sensoriales (emocionales) presentes en las láminas y de manifestarlo
simbólicamente en la construcción de respuestas.
Las respuestas cromáticas están ligadas al manejo del afecto. La presencia de forma cumple la función de
amortiguar y modular el impacto directo de su expresión o descarga inmediata:
- (FC): buena adaptación, estabilidad afectiva, equilibrio y control racional.
- (CF): relajamiento del control cognitivo-emocional, hay mayor liberación de los impulsos y emociones.
- (C): alude a reacciones violentas y sin demora, actuadoras y explosivas).
Las respuestas al color, suelen estar ausentes o escasas en los cuadros depresivos graves, debido a la
imposibilidad que tienen estos pacientes, de mantener un intercambio afectivo con el mundo externo. La
depresión se caracterizada por la disminución de la energía circundante y por una importante
descatextización del mundo externo.
Esto último, y la presencia de contenido MOR, justifica el hecho de que aparezca en el Rorschach, en los
depresivos, el fenómeno de desvitalización: fenómeno que implica que el sujeto le ha quitado vida a algo
que ya se le había dado anteriormente. Por ejemplo: en el primer momento de la administración el sujeto da
la siguiente respuesta en la lámina III: dos personas. Luego, en la fase del interrogatorio, dicen: son dos
estatuas. La desvitalización alude al quite de catexias, que se manifiesta como la caracterización de los
objetos como moribundos, dañados o sin vida (contenido MOR).

Las variantes de las respuestas al color (C) son:


Respuestas de gran actividad yoica:
- (FC) (forma color): buena adaptación, estabilidad afectiva, equilibrio y control racional. Supone una
ligazón a un objeto, mediante un vínculo diferenciado con él, con buena capacidad de relación afectiva, y de
comprensión e integración.
- (F<->C) (forma color forzada): se observa que el sujeto es fuertemente impactado por el color, pero
rígidamente prosigue con la tarea de articular formas, consiguiendo solo yuxtaponer el color. Subyace
entonces rigidez, tensión en el ámbito de las relaciones afectivas e interpersonales. Esta combinación no
natural, pone de manifiesto la falta de enriquecimiento afectivo y satisfacción, en sus interacciones. Este tipo
de producción se puede relacionar con la presencia de factores sobreadaptativos, exigentes y represivos de la
respuesta social y es común hallarla en contextos obsesivos-compulsivos y en grupos menos estructurados
donde predominan el control y la rigidez.
- (F/C) (forma y color arbitrarios): hay una apariencia de participación del color, ya que está allí presente.
Sin embargo, cualquier color del que se trate hubiera dado lo mismo, puesto que la asociación con el
concepto no es íntima, sentida, natural, sino superficial, convencional. Hay una fachada afectiva aparente,
sin pérdida del concepto emocional, por el contrario, a veces, parece una gran inundación afectiva, pero sin
llegar al “fondo” de los sentimientos del sujeto, quien internamente permanece opaco, “manejando” la
situación, sin vivirla realmente. El sujeto pareciera no involucrarse, ni comprometerse emocionalmente.
- (FC Sym) (forma color como simbólica): estas respuestas, muestran apertura al impacto del color, que
originaría una resonancia afectiva intensa, que “amenazaría” invadir el control racional, por lo que este
impacto del color se maneja cautamente, “a distancia” por medio de mecanismos de intelectualización,
principalmente, a los fines de preservar el control.
- (FC-) (forma color y nivel formal negativo): este tipo de respuestas indica esfuerzo no exitoso por
controlar las emociones. Ruptura del control emocional.

Respuestas al color con moderada actividad yoica:


- (CF) (color forma): en este tipo de respuestas, el color es el aspecto más importante; el sujeto permite
que el color determine su respuesta y no intenta referirlo a un objeto de forma definida. Interpretativamente
frente a estas respuestas, se abren dos variantes importantes, verlas como representantes de la impulsividad
egocéntrica, o verlas como representantes de apertura y espontaneidad preceptúales. Hablamos aquí, de
respuestas más abiertamente emocionales, con mayor liberación de los impulsos, y relajación del control
cognitivo-emocional.
- (C<->F) (color forzado y forma): el individuo en este caso siente que debe comprometerse
emocionalmente, pero es incapaz de hacerlo reteniendo un buen control racional.
- (C/F) (color arbitrario y forma): muestra la falta de relación esencial con los propios sentimientos,
superficialidad afectiva y sin control exitoso.
- (Csym F) (color simbólico y forma): predominancia de un tratamiento abstracto o intelectual de los
conflictos e impactos emocionales.
- (CF-) (color y forma negativos): donde el color puede ser el apropiado, pero sin esfuerzo por
reconciliarlo con la forma de la lámina por la gran excitabilidad emocional. Ruptura tanto del esfuerzo como
del control racional, dejándose llevar el individuo hasta un extremo donde se lo ve emocionalmente
impulsivo “interceptado” y “entregado” para hacer nada más allá. El signo negativo (-) toma en cuenta el
fracaso del Yo, que queda pasivamente a merced de los impactos emocionales, sin tratar de entenderlos ni
controlarlos, pudiendo expresarse tal situación a través de la descarga emocional intensa y masiva,
inadecuada con respecto a la situación social en la que se inscriba.

Respuestas con mínima actividad yoica:


Aunque las diversas clases de respuestas de este grupo (C, Cdes, Csym y Cn) manifiestan distintas
técnicas de control con respecto al impacto emocional, en conjunto, la ausencia del esfuerzo integrativo con
la forma, mostraría una renuncia del Yo en su contacto con la realidad, a la que se trata de un modo
totalmente autocéntrico-con valores de estímulos y respuesta de descarga- no adaptativamente. En términos
de relaciones objetales, tal indiferenciación de la respuesta, también supone una personalidad igualmente
indiferenciada, propensa a manejarse por Identificación primaria con el objeto, actuadora y explosiva, con
escasa actividad “mediadora” del Yo (demora, pensar, modular, diferenciar).
- (C) (color puro): su aparición puede tener que ver con una obliteración del pensamiento por la fuerte
intrusión emocional, en descontroles yoicos por factores orgánicos del tipo lesiones cerebrales, epilepsias,
etc., o por pérdida de las funciones integradoras del Yo, en las psicosis. Tradicionalmente, las (C) puras,
serían la expresión de la afectividad impulsiva cuya finalidad única es la descarga de afectos ya que no
pretende ni la relación objetal, ni la adaptación afectiva al ambiente. Se intenta “crear” el ambiente por sí
mismo, es la afectividad egocéntrica en términos de Rorschach.
- (Cn) (color nombre): considerada patológica, se clasifica sólo cuando es la única manera de tratar con la
lámina. Es necesario discriminar también cuando se trata de una manera de rechazar la lámina, y no
constituye una respuesta.
- (Cdes) (descripción de colores): se observa el objetivo de mantener el control, tras un fuerte impacto
emocional, que deja reducido al sujeto a mantener un trato superficial, “reservado” de los aspectos
referenciales y no esenciales del objeto, pero evitando así un contacto más profundo que amenazaría
invadirlo y dejarlo sometido a diversas catástrofes (descontrol, desborde emocional, manifestaciones
afectivas no permitidas inconscientemente, etc.). Lo característico de estas respuestas sería el encubrimiento
expresivo, sin verdadera elaboración del vínculo o efectivización de la tarea integrativa.
- Csym (color simbólico): lo característico de estas respuestas parece ser manejar o interpretar el color,
como “dato”, como referente, sin participación verdaderamente afectiva, evitándola tras un trato mental,
intelectual, y un manejo disociado del impacto y el compromiso afectivo, posiblemente con el objeto de
mantener el control y como único modo de preservar el desempeño amenazado, tras la fachada intelectual.
Tales datos hacen observable esta producción en diversos cuadros, cuyo denominador común sería muy un
muy precario control emocional, el que se intenta preservar principalmente a través de la intelectualización.

Respuestas al color acromático:


Dicen que el color acromático se asocia a reacciones emocionales reprimidas, sofocadas, ahogadas, que
no osan manifestarse. Indican una fuerte restricción y aislamiento afectivo. En general reflejan cautela a
efectos mórbidos vinculados también a depresión, disforia (gris y negro) o a intentos de negar maniacamente
tales afectos (blanco).
Si las respuestas acromáticas junto con las de textura superan a las respuestas de color cromático, puede
interpretarse que la reponsividad a estímulos externos ha sido inferida por experiencias traumáticas
resultando en una organización caracterológica de aislamiento afectivo.
Vera Campo sostiene que el color acromático no constituye un color desteñido (tiende a asociar el color
acromático a la textura, más que al color cromático) y que, además, trasciende la depresión.
(C') hablaría de una actitud defensiva generalizada que oscilaría entre dos polos: el persecutorio y el
depresivo. La percepción de (C') está asociada a la pasividad, apatía y resignación, afectos “clásicos”
próximos a los estados de depresión. Los dos polos mencionados, constituyen ansiedades y afectos muy
coexistentes o alternantes en los estados depresivos. La alternancia entre tristeza y mal humor, pena y culpa
que persigue (autorreproche), duelo por odio hacia el objeto que abandona. Se haya vinculada también a la
ansiedad persecutoria, siendo la emoción acompañante el mal humor y la irritación. Otra posible elaboración
defensiva de la ansiedad persecutoria sería su opuesto: la pasividad o paralización frente al peligro, con
sensación de desvalorización. Ello puede llevar a una disminución de los contactos con el mundo externo.
Un gran aumento de lo acromático corresponde a una conducta de inhibición, frustración, cautela,
retraimiento, con temor a ser rechazado o herido. Cabe aclarar si esta conducta depende más del factor
textura o del factor acromático, dado que la primacía de uno o de otro dará la pauta respecto del tipo de
sentimiento o vivencias que frenan la manifestación de la reacción afectiva espontánea frente a otras
personas.
Cuando prima el componente (C') se podría tratar de una cautela paranoide que puede generar cualquiera
de los dos polos de conductas mencionados: el retraimiento y la inhibición temerosa (depresiva), o bien, la
irritación mal humorada (persecutoria). En cambio, en el caso de predominar la textura, el temor consistiría
fundamentalmente en sentirse abandonado, poco apreciado, querido, estimado.
Distingue el valor de las respuestas acromáticas, en función de la presencia de la forma. Una respuesta
(FC’): muestra un buen nivel de integración, ansiedad depresiva. Una respuesta (CF): muestra un nivel
latente de desintegración; y una respuesta (C'): muestra una desintegración inminente, ansiedad
persecutoria.
El sujeto (C') siente un gran fastidio hacia y con quienes lo rodean: “me han jodido, no puedo hacer
nada” (aspecto paranoide), o “estoy jodido, no puedo hacer nada” (aspecto depresivo).
Vera Campo concluye: puede haber (C') en la depresión, pero este determinante no es necesariamente
patognomónico, ni necesario para arribar al diagnóstico de dicho cuadro.

Slullitel (siguiendo a Schachtel) intenta comprender el fenómeno perceptual y experiencial que


determina una respuesta acromática, más que darle un valor signo para el diagnóstico.
Va a decir que cuando un sujeto percibe de manera instantánea y unitaria, como un “todo” lo negro, gris o
blanco, el proceso perceptual involucrado es más primario, inmediato y de menor nivel de estructuración
que cuando en esas mismas láminas hace intervenir el sombreado en sus tonalidades.
Tradicionalmente y subjetivamente el negro está asociado con la idea de muerte, lo más disfórico y
persecutorio. Ello se ve en las respuestas (CF) y (C'), donde la forma se encuentra indiferenciada o ausente.
Hay una predominancia masiva del color negro, gris o blanco. No hay control racional, hay por el contrario
una difusión e inestabilidad interna. (KF) y (K), implican una percepción más discriminada, y
emocionalmente un momento evolutivo más evolucionado.
Una cosa es la desaparición de algo fijo y definido (KF y K), que indicaría angustia libremente flotante
ante la frustración de necesidades afectivas, con las cuales el sujeto no ha erigido aun defensas adecuadas; y
otra cosa es la invasión total del negro o gris (CF y C'), que indicaría sentimientos de aniquilación y
desintegración. Slullitel llega a la conclusión de que una respuesta acromática es valiosa porque nos permite
evidenciar los recursos y modalidades defensivas más primarias. Propone una denominación para ello:
“reacción acromática” (rc'), que incluye toda conducta sea o no una respuesta acromática.
La presencia de (C') y (K) en un protocolo puede ser signo de depresión. Junto a la presencia de (m)
indicarían posibilidad de suicidio, en tanto evidencian una fuerte lucha interna de impulsos instintivos.

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