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PROYECTO “FESTIVAL PARA LA PAZ”

Yessica Darlen Reyes Rivera

Yesica Bibiana Álvarez López

Yesica Jazmín Martínez Hernández.

Miriam Cristina Magaña Torres

Instituto Rosario Castellanos

Unidad Académica Azcapotzalco

Grupo:114, Bases Biológicas de la Conducta

Prof. Johana Soto

Mayo 08, 2021.


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INDICE

Resumen ..........................................................................................................................................3
Antecedentes ...................................................................................................................................4
Introducción ......................................................................................................................................5
Objetivo .............................................................................................................................................6
Justificación ......................................................................................................................................7
Violencia ...........................................................................................................................................9
Violencia Social ...........................................................................................................................9
Violencia Estructural .............................................................................................................10
Violencia sexual en el noviazgo adolescente en la mujer........................................................13
Factores biológicos de la conducta en la violencia sexual en el noviazgo adolescente......14
Aplicabilidad y utilidad del proyecto ............................................................................................18
Conclusión ......................................................................................................................................19
Bibliografía .....................................................................................................................................21
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RESUMEN

A nivel mundial y con alta incidencia en México, la violencia en el noviazgo adolescente es


un problema de salud pública. Los grupos más jóvenes tienen prevalencias más altas de
este fenómeno, para detener este problema debemos primeramente reconocer y analizar
los patrones de violencia que existen entre ellos.
Luego entonces, si un adolescente solo vive relaciones violentas, estás pueden llegar a ser
perpetuadas, siendo la única forma de relacionarse con su medio.
Las relaciones de violencia son edificadas y aprendidas social y culturalmente desde el
hogar y las instituciones tales; como la escuela, la iglesia y medios de comunicación.
Se considera que existen esfuerzos sistemáticos, por parte de la pareja, para controlar,
dominar y atemorizar a través de actos de violencia física, abuso emocional, coerción
sexual y aislamiento social.
Se reconocen tres tipos de maltrato en las parejas; psicológica/emocional, física y sexual.
En donde encontramos comúnmente; el psicológico y emocional.
El propósito de este trabajo es examinar, algunos aspectos de la violencia en el noviazgo
adolescente, enfocados en su contexto biológico.
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ANTECEDENTES

De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3 de cada 10


adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. En el caso mexicano, 76% de
las adolescentes entre 15 y 17 años ha sufrido violencia psicológica 17% sexual y 15%
física. Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo 2007
(ENVINOV), elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), se detectaron
datos preocupantes referentes a la existencia de violencia física, psicológica y sexual en el
noviazgo.
La violencia durante el noviazgo es un grave problema que afecta en grado considerable la
salud física y mental de las adolescentes. Este tipo de violencia se identificó como un
problema social a partir del estudio que realizó Kanin en los años cincuenta, cuando se
encontró que 30% de las estudiantes femeninas de la población de estudio tuvo amenazas
o relaciones sexuales forzadas durante el noviazgo. A principios del decenio de los ochenta,
la investigación de Makepeace llamó la atención del público sobre el problema de la
violencia durante el noviazgo, tras encontrar que 20% de la muestra de estudiantes padeció
violencia en la etapa del noviazgo adolescente.
Diversos estudios han reconocido que la violencia durante el noviazgo se vincula con
factores individuales, entre ellos la depresión, baja autoestima y ciertas conductas de riesgo
como el consumo de alcohol, inicio temprano de las relaciones sexuales y bajo rendimiento
escolar.

En México, son escasos los estudios realizados sobre violencia en etapa de noviazgo;
empero, ciertas evidencias señalan que la violencia contra las mujeres infligida por la pareja
o esposo es un fenómeno frecuente. Entre 30 y 72% de las mujeres mexicanas es víctima
de violencia cometida por la pareja.
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INTRODUCCIÓN

Con ayuda del juego didáctico analizaremos el alcance que tiene la violencia social y
estructural en la vida de los jóvenes y sus consecuencias que esta misma puede traer
consigo en un ámbito social, político y económico.
El juego didáctico aquí utilizado para su fácil compresión será un “memorama”, está idea
surgió ya que los estilos de aprendizaje que se van abordar serán el kinestésico y el visual,
esto hará que el receptor tenga una mejor comprensión, retención de la información y
obtención del tema que estamos tratando de hacerle llegar que en este caso es “violencia
social y estructural”.

•Concepto de noviazgo
“Es una vinculación que se establece entre dos personas que se sienten atraídas
mutuamente; representa una oportunidad para conocerse, una etapa de experimentación y
de búsqueda, con actividades, gustos y pensamientos en común, y es un preámbulo para
una relación duradera”.
•Violencia en el noviazgo
La violencia en una relación de pareja se entiende por cualquier agresión física, psicológica,
mental y sexual con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Comienza
con cualquier comentario incómodo, después con un jaloneo que al principio puede parecer
un juego entre ambos, pero conforme pasa el tiempo la situación puede llegar a ser más
grave.
La violencia sexual es un abuso basado en el género, según se establece en la Declaración
para la Erradicación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
Hartman y Burgess informan que un patrón de síntomas de moderados a severos,
denominados "síndrome por trauma de violación", es común de encontrar en las víctimas
de violación, y lo entienden como una reacción aguda a una crisis situacional impuesta
externamente. Estas respuestas han sido encontradas como consistentes con el criterio
diagnóstico del trastorno por estrés postraumático (TEPT) del Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana.
Es así que, en las relaciones inmersas en la violencia, por lo regular es difícil salir. Se
convierte en un círculo vicioso, en el que la pareja agresora muestra arrepentimiento del
acto cometido y pide disculpas, mostrándose cariñoso, aunque tiempo después vuelva a
cometer el mismo acto violento.
“La violencia de pareja no solo se extiende a las parejas casadas o en convivencia, sino a
las parejas de novios o de otra índole en donde existe una relación afectiva y sexual, sean
o no del mismo sexo”. Las personas que son víctimas en sus relaciones a menudo también
cometen actos de violencia, pero no todas las relaciones implican violencia mutua.
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OBJETIVO

Nuestro memorama tiene la finalidad de retener información y con ello, contribuir a


concientizar a la población sobre los vínculos bio-psicosociales de la violencia sexual en el
noviazgo adolescente en la mujer, así también como sus elementos. Analizaremos que la
violencia está presente en diferentes ámbitos de la vida del ser humano.
La elección de este juego está dirigido también a identificar la violencia sexual en el
noviazgo, reconociendo las causas biológicas de los factores del comportamiento agresivo,
y de la victima de este fenómeno.
Se busca reconocer que la violencia sexual es una expresión de discriminación contra la
mujer, resultado de una violencia estructural basada en su género y estereotipos. Esto nos
llevara a reflexionar en las consecuencias que sufren las mujeres ante este hecho, siendo
parte de un noviazgo.
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JUSTIFICACIÓN

Los conflictos son inevitables en cualquier sistema relacional e inherentes a las relaciones
de pareja (Linares, 2006). Las relaciones de noviazgo de los adolescentes y jóvenes no son
ajenas a estos comportamientos agresivos. Se considera violencia en las relaciones de
noviazgo de los adolescentes y jóvenes (VRN) a cualquier tipo de agresión intencionada de
un miembro de la pareja contra el otro durante el noviazgo (Rubio-Garay, 2017)
La violencia en el noviazgo es considerada un problema de salud pública a nivel mundial y
con alta incidencia en México. De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. En el
caso mexicano, 76% de las adolescentes entre 15 y 17 años ha sufrido violencia psicológica
17% sexual y 15% física. (Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo ENVIN).
Mexicano de la Juventud (IMJUVE), dio a conocer que, en nuestro país, cerca del 30 por
ciento de jóvenes entre 12 y 29 años de edad han sufrido conductas violentas durante el
noviazgo. En un estudio que realizó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
se afirma que entre los 15 y los 19 años, el 32% de los jóvenes sufre violencia emocional,
mientras que en el rango de los 20 a los 24, la cifra aumenta a 41%. En México, 39% de los
jóvenes de ambos sexos, de entre 15 y 24 años de edad, que tienen una relación de
noviazgo, sufren violencia emocional.
Es en la familia donde se construyen las bases de las relaciones que se reproducen en las
diferentes etapas de la vida, como sería el noviazgo. Las personas adquieren el
comportamiento agresivo basado en experiencia vividas y observando la conducta de los
demás. Estas violencias se van naturalizando en los entornos cotidianos tanto dentro y
fuera del hogar. Las conductas agresivas son susceptibles de adquirirse y mantenerse a
través del aprendizaje social. El cual puede ser por imitación de modelos agresivos y de
una reafirmación de este aprendizaje ya que desde lo cognoscitivo se postulan guiones
“violentos” aprendidos desde la niñez que median la interacción entre factores biológico,
entorno físico y el contexto social (Huesmann, 2003). Según este modelo las personas
violentas presentan retrasos de desarrollo social, son antisociales y muestran
anormalidades psicológicas. Obedecen a estímulos antecedentes selecciones por sus
consecuencias e interpretación de sucesos ocurridos variando según la frecuencia, la
duración y la forma en que se presentan. Han codificado un gran número de guiones
agresivos para poder responder agresivamente a cualquier situación que ellos perciban
hostil. Estas circunstancias que las comparan con sus estándares autorregulados para
poder responder mediante la agresión ya que la violencia es única manera de resolver
conflictos.
En el curso de la VN la duración de la relación y el nivel de compromiso serán determinantes
para que se presenten actos de actos de violencia ya que se encuentran involucrados
sentimientos y las emociones más intensas en la pareja.
La edad de los integrantes es otro factor que influye en la violencia de noviazgo. En la etapa
de la adolescencia se tienen relaciones afectivas; algunas de ellas pueden presentar
aspectos violentos. Al respecto, Duke, Pettingell, McMorris y Borowsky (2010), mencionan
que los adolescentes que tuvieron múltiples experiencias negativas en la infancia, como el
abuso y la disfunción familiar, se asocian con la violencia, entre ellas la violencia en el
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noviazgo. El mayor compromiso en la relación puede aumentar el riesgo de violencia al


darse una mayor implicación, emociones más intensas y más oportunidades para que surja
el conflicto (Cleveland, Herrera y Stuewig, 2003).
El noviazgo es una relación transitoria entre un hombre y una mujer, la cual les brinda la
oportunidad de conocerse más afondo para decidir, en un determinado momento, pasar a
la siguiente fase que es el matrimonio. Es un periodo sensible donde las pautas de
interacción aprendidas, o bien, se repiten y continúa o se transforman, el hecho de que los
hijos observen la violencia dentro de casa, puede ser factor de conductas agresivas. Las
parejas violentas pueden ser tanto los hombres como las mujeres. Muestran un
temperamento explosivo, son celosos, desdeñan a su pareja, aíslan a su pareja de sus
amigos y familiares, hacen acusaciones falsas, sufren cambios de humor, suelen ser
posesivos o mandones y presionan a su pareja para que haga cosas en contra de su
voluntad.
La violencia en el noviazgo comienza de manera gradual y progresiva. Inicialmente se
manifiesta a través de agresiones psicológicas como humillaciones, aislamiento, actitudes
hostiles que buscan el poder y el control sobre la pareja. Es bastante habitual que las
primeras agresiones en el noviazgo no conduzcan a la ruptura de la relación, sino que ésta
permanezca sobre la base de ciertas ideas como, por ejemplo, “el amor lo puede todo”
(González y Santana, 2001). Lamentablemente, muchas veces estas actitudes violentas no
son percibidas ni por las víctimas ni por los maltratadores, y es confundida con una
expresión de amor e interés.
Los adolescentes que son víctimas de la violencia en el noviazgo se ven inmersos en un
círculo en un círculo vicioso, en el que la pareja agresora muestra arrepentimiento del acto
cometido y pide disculpas, mostrándose cariñoso, aunque tiempo después vuelva a
cometer el mismo acto violento.

Memorama de la violencia sexual en el noviazgo adolescente en la mujer.


El equipo decidió que el memorama era el juego indicado para desarrollar y diseñar ya que
este juego sirve para desarrollar la memoria facilitando el aprendizaje por medio de
imágenes. El diseño del memorama que propones llevara imágenes y palabras ya que
“según el profesor de psicología de la Universidad de Western Ontario Allan Paivio, los
estímulos con imágenes tienen una ventaja sobre los estímulos con palabras porque están
codificados doblemente en nuestro cerebro: generan tanto un código verbal como un código
de imagen, mientras que las palabras sólo generan un código verbal“. Esto ayudara tanto
en la decodificación del concepto y la reafirmar el conocimiento.
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VIOLENCIA

El estudio de la violencia tiene un par de problemas a la hora de dar una definición precisa,
esto es porque tiene múltiples características y formas en que se presenta. La multiplicidad
de factores hace que el estudio de la violencia se enfoque en las “violencias” y no de manera
singular. Ahora bien, el hecho de que se estudie desde diferentes campos de conocimiento
dificulta la definición y la aceptación clara. Pero después de todo, el estudio desde varios
campos disciplinarios ha contribuido acentuar cualidades específicas de las causas, las
dinámicas o funciones que asumen las diferentes formas de violencia, así como las formas
en que esta se presenta.
Luego entonces, después de varias definiciones, hay elementos como; el uso de la fuerza
por un particular; el daño; siendo por una o varias personas, y todo ello, bajo el propósito
de dar o hacer algo que no quiere. Sin embargo, no solo el uso de la fuerza física es
elemento para definir a la violencia, sino también lo que esta “escondido”, esto es; bajo
amenazas, o coacción psicológica. La violencia física es irracional, y traer como
consecuencia una contusión, un rasguño, un dolor de cabeza, una conmoción, un hueso
roto, la pérdida de un miembro, un ataque al corazón, y hasta la misma muerte.
Cuando se habla de rasgos violentos, se consideran los daños, esto es, la afectación
sexual, integración física y hasta patrimonial. Otro de los rasgos, en las interacciones
violentas es la repetitividad de ciertos comportamientos violentos, esto es, que el sujeto que
ejerce como activo, presenta patrones de comportamiento que marca la relación e
intencionalidad de la relación.
La violencia, se da a través de la cultura; siendo está llena de prácticas de
inclusión/exclusión, de estereotipos negativos, prejuicios, calumnias, de individuos que se
sienten inferiores a otros y poco importantes, y esto llega a ser normalizado en nuestras
prácticas cotidianas. Ejemplos claros; la promulgación de creencias machistas,
homofóbicas y racistas.

Violencia social
La violencia social se refiere a cualquier tipo de violencia con impacto social cometida por
individuos o por la comunidad. Estos actos violentos adoptan diversas formas en los
distintos países, incluyendo conflictos armados, violencia de pandillas, agresiones físicas
de padres a hijos (por ejemplo, castigos corporales), terrorismo, desplazamiento forzado y
segregación.

Tipos de violencia social


Violencia doméstica, ataques racistas u homófobos, ataques terroristas, secuestros,
asesinatos u homicidios, agresiones sexuales, vandalismo, acoso escolar o laboral, todo lo
que altere el orden público mediante el ejercicio de la violencia. Estereotipos, prejuicios,
calumnias y todo lo que pueda incitar al odio o menosprecio a una persona o colectivo.
Ejemplos claros, la promulgación y expansión de creencias que incitan al machismo,
homofobia o racismo.
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Violencia estructural
El término violencia estructural es aplicable en aquellas situaciones en las que se produce
un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar,
identidad o libertad) como resultado de los procesos de estratificación social, es decir, sin
necesidad de formas de violencia directa.

Violencia sexual
La Organización Mundial de la Salud, define la violencia sexual como “todo acto sexual, la
tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no
deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad
de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de
ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y lugar de trabajo”.
La Violencia Sexual, implica el uso de la fuerza física, la coerción o la intimidación
psicológica para hacer que una persona lleve a cabo un acto sexual u otros
comportamientos sexuales indeseados.
La Violencia Sexual, implica el uso de la fuerza física, la coerción o la intimidación
psicológica para hacer que una persona lleve a cabo un acto sexual u otros
comportamientos sexuales indeseados.

La violencia sexual incluye, pero no se limita a lo siguiente:


•Violación en el matrimonio o en citas amorosas;
•Violación por desconocidos o conocidos;
•Insinuaciones sexuales no deseadas o acoso sexual (en la escuela, el lugar de trabajo,
etc.);
•Violación sistemática, esclavitud sexual y otras formas de violencia particularmente
comunes en situaciones de conflicto armado (por ejemplo, fecundación forzada);
•Abuso sexual de personas física o mentalmente discapacitadas;
•Violación y abuso sexual de niños; y
•Formas “tradicionales” de violencia sexual, como matrimonio o cohabitación forzados y
“herencia de viuda”.
•Formas de violencia sexual.

Comúnmente se piensa que el abuso o las agresiones sexuales implican contacto físico, no
obstante, existen diversas formas en que pueden presentarse, las cuales se clasifican en:

Por tipo de contacto Físico

•Tocamiento de genitales, glúteos o pechos del agredido(a) por parte del abusador(a) por
encima o debajo de la ropa.
•Convencer u obligar a niñas, niños y adolescentes a tocar los genitales del abusador(a).
•Frotamiento de los genitales del agresor/a contra el cuerpo o encima de la vestimenta del
niño, niña o adolescente.
•Besos sexuados en la boca o caricias en otras partes del cuerpo por encima o debajo de
la ropa.
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•Contacto bucogenital entre el abusador(a) y la niña, niño o adolescente o succionar, besar,


lamer o morder pechos o nalgas u otras partes del cuerpo con interés sexual.
•Violación, que es la introducción del pene en el cuerpo de la niña o niño por vía vaginal,
anal o bucal, o bien por vía vaginal o anal de cualquier elemento, instrumento, o cualquier
parte del cuerpo humano distinta del pene por parte del agresor(a) con fines sexuales.

Consecuencias que se derivan de la Violencia Sexual


Las consecuencias dependen en gran medida del tipo de abuso y sus circunstancias.
Estudios estiman que un alto porcentaje de las víctimas de Violencia o Abuso sexual
presentan secuelas, dentro de las que están: desconfianza, miedo, hostilidad hacia el sexo
de quien agredió o hacia la familia si se siente que no se protegió, vergüenza, ansiedad,
culpa, huida de casa, fracaso escolar e ingestión de drogas, alta incidencia de insatisfacción
y disfunciones sexuales, depresión, angustia, mayor incidencia de embarazos no deseados
y embarazo temprano, inicio temprano de las relaciones sexuales e infecciones de
transmisión sexual.

FISICAS EMOCIONALES
Rasgaduras Sentimientos de culpa
Infecciones retransmisión Vergüenza
sexual
Abortos Cambios de conducta
Dolores crónicos de origen Depresión
desconocido
Desorden Alimenticio Tendencias a cambiarse la ropa y bañarse
constantemente,utoagresión
Alteración del sueño Llantos incontrolados
Infecciones del tracto urinario Desconfianza
de manera frecuente.
Embarazos no deseados Abuso de drogas
Heridas en áreas genitales
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Cuadro ll
CONSECUENCIAS DE VIOLENCIA SEXUAL
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VIOLENCIA SEXUAL EN EL NOVIAZGO ADOLESCENTE EN LA MUJER

La violencia entre parejas adolescentes, también llamada violencia en relaciones íntimas


incluye cualquier tipo de maltrato físico, psicológico o sexual, acoso o acecho de cualquier
persona entre los 12 y 18 años.
•La violencia en noviazgos adolescentes puede incluir cualquiera, o una combinación de las
siguientes formas de maltrato:
•Físico: Golpear, sacudir, tirar cosas, empujar, morder o usar un arma.
•Emocional: Insultar, aislar a una pareja de otros, decir mentiras, evitar que la pareja se
vaya, amenazar con lastimarse, ignorar los sentimientos de la pareja o insultar sus
creencias o valores.
•Sexual: Forzar a la pareja a tener relaciones sexuales, a tener relaciones sexuales sin
protección u obligar a la pareja a hacer otros actos sexuales que no quiere hacer.
Posesividad, decirle a alguien qué hacer o presionar repetidamente a alguien para que
tenga relaciones sexuales
No existen dos relaciones iguales, por lo que a menudo puede ser difícil diferenciar entre
relaciones saludables y no saludables.

La violencia sexual ejercida a través del esquema dominio-sumisión entre


compañeros/as y entre parejas de adolescentes está relacionada.
La agresión entre compañeros y compañeras y entre parejas nos informa que los chicos
son más agresores que las chicas, en ambos casos (compañeros/as y parejas).
• La violencia sexual es más frecuente en parejas casuales y grupos mixtos que en parejas
con relaciones más serias, en ambos sexos. Esto podría considerarse como un aspecto
diferenciador con la violencia sexual entre adultos, donde creemos que se producen dichas
actitudes violentas cuanta mayor vinculación emocional existe o se perciba que existe en la
pareja (Ortega, Ortega-Rivera y Sánchez, 2008).
• Es más frecuente la violencia sexual en los adolescentes de más edad que en los de
menor edad, además suelen ser menos empáticos, más agresivos con el profesorado
(Díaz-Aguado et al., 2004).
• Los chicos y chicas de menor edad es donde mayor violencia sexual existe
La violencia juvenil en las relaciones de pareja y entre iguales a través de la transferencia
del esquema dominio-sumisión, consiste en que los adolescentes tienden a identificarse
con un modelo social basado en el dominio de los unos y en la sumisión de los otros. Esto
apoya una hipótesis que nos parece fundamental y de tremenda actualidad y es que la
violencia sexual se transmite de unos contextos a otros, lo que nos induce a pensar que ser
agresor/a (con compañeros/as o parejas) en la adolescencia puede ser un factor de riesgo
para serlo también en la edad adulta.
Además, puede perpetuar y establecer con mayor probabilidad una dinámica estructural
violenta en la pareja, ya que muchos y muchas adolescentes presentan el doble rol de
agresor/a o víctima al mismo tiempo (Ortega et al., 2008).

Todos estos datos trasmiten que el esquema de dominio-sumisión se trasfiere en diversos


contextos y lugares, entre ellos en la escuela o en la familia, y como consecuencia los
adolescentes adquieren procedimientos conductuales basados en dominio-sumisión
cuando se trata de las relaciones personales.
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FACTORES BIOLÓGICOS DE LA CONDUCTA EN LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL


NOVIAZGO ADOLESCENTE

El aumento del GABA y de su aminoácido precursor han sido vinculados con el incremento
de conductas agresivas.
La agresión impulsiva se relaciona con la falta de inhibición de la corteza orbito frontal sobre
la amígdala, de forma que una disminución de la actividad serotonérgica correlaciona con
agresión impulsivas.
La presencia de altos niveles de testosterona en hombres correlaciona con mayor actividad
de los sistemas hipotálamo - gonadal e hipotálamo - suprarrenal, que coincide ampliamente
con el aumento del comportamiento agresivo ante situaciones análogas a las ya citadas.
La corticosterona y la cortisona están probablemente involucradas en la fisiología de la
agresión. La demostración de un vínculo humoral entre el hipotálamo y la corteza
suprarrenal, ha estimulado el interés por, la relación entre los estados emocionales y la
función adrenocortical.
La agresión sexual se ve originada por factores cognitivos, sociales y biológicos,
destacando tres de éstos últimos: el nivel de serotonina, el nivel de arousal ante un estímulo
sexual y el sexo del agresor.
Sistema monoaminérgico
Numerosos estudios han encontrado una relación entre el funcionamiento del sistema
monoaminérgico cerebral y rasgos propios de los agresores sexuales como la dominancia
o la agresividad. (Verde y Sánchez, 1994), especialmente en el caso de la serotonina. Bajos
niveles de serotonina se relacionan con comportamientos impulsivos, respuestas
exageradas al estrés, agresividad y comportamiento antisocial, rasgos propios de algunos
delincuentes, entre ellos los delincuentes sexuales (Gallardo et al, 2008). De hecho,
investigadores como Hucker et al (1988), citado por Laws y O’Donohue (2008), encontraron
que los agresores sexuales tenían mayores deficiencias en el sistema serotoninérgico que
otro tipo de delincuentes.
Los adolescentes se encuentran consolidando tanto las estructuras prefrontales del cerebro
asociadas con los procesos de autorregulación social, emocional y cognitiva (Crosnoc &
Johnson, 2011), y las áreas relacionadas con el sistema de recompensa (Oliva & Antolín,
2010), siendo ambas funciones directamente implicadas en la expresión del
comportamiento violento.
Si bien hay una importante cantidad de evidencias empíricas que enfatizan en lo elementos
anatómicos y fisiológicos asociados a la violencia, a futuro las investigaciones en el área
sugieren que incluso las pautas comportamentales más sencillas están bajo un complejo
control neuro-hormonal en interacción mutua (Ramírez, 2006).
Según esto, parece improbable que en un individuo una sola sustancia química (un
neurotransmisor o una hormona específica) o una estructura anatómica aislada sean las
responsables del desencadenamiento o modulación de cualquier comportamiento violento;
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más aún, el propio comportamiento agresivo puede retroalimentar la bioquímica general del
organismo.
Otras consecuencias de la violencia sexual se pueden agrupar en categorías somáticas,
psicofisiológicas y psicológicas.
Arousal
El término arousal hace referencia al estado de activación y excitación fisiológica (Carrasco
y Calderón, 2006). La activación ante un estímulo sexual es una buena medida del carácter
apetitivo del mismo (Verde y Sánchez, 1994). Es decir, cuando una persona se activa y se
excita ante una situación concreta, significa que ésta le gusta o apetece. Diversos estudios
muestran que los agresores sexuales presentan un mayor nivel de activación (arousal) ante
escenas de violación en comparación con la visión de escenas de sexo consentido (Abel et
al. 1977), citado por Verde y Sánchez (1994). Por tanto, se puede deducir que un
incremento anormal del grado de arousal implica una disfunción en el funcionamiento
psicosocial y la posible presencia de una desviación sexual. Así pues, este nivel
anormalmente incrementado de arousal estaría relacionado con la comisión y la
reincidencia sexual (Ramírez et al. 2007; Kingston et al, 2009).
Las consecuencias que genera el abuso sexual se agrupan en problemas emocionales, de
relación, de adaptación social, funcionales, sexuales, así como trastornos de personalidad
y trastorno de estrés postraumático (Díaz et al., 2015; Hébert, Lavoie, & Blais, 2013; Pereda,
2010; Vallejo Samudio, & Córdoba, 2011). Asimismo, los comportamientos de autoagresión
que se podrían encontrar asociados al abuso sexual, según Ibáñez-Aguirre (2017) pueden
tener cuatro objetivos, a saber: 1) aliviar sentimientos negativos; 2) ayudar a afrontar
dificultades personales o problemas interpersonales; 3) reducir los efectos del estrés, y 4)
como forma de autocastigo.
Si la violencia sexual ocurre en edades tempranas, parece existir un mayor riesgo de
desarrollar diversos problemas tales como la fuga del hogar, el fracaso escolar, la
drogadicción, los sentimientos de hostilidad y desconfianza, la insatisfacción sexual y los
embarazos no deseados.
Existe poca investigación acerca de los efectos de la violación en las vidas y la salud mental
de las mujeres en los países en desarrollo. En México, se cuenta con algunos reportes de
estudios relacionados con los efectos de la violación en la salud mental, y los derivados de
la atención clínica a estos casos, los cuales documentan que esta violencia suele tener
consecuencias muy severas en cuanto a síntomas postraumáticos, depresivos y ansiosos.
Sintomatología depresiva e ideación suicida. La sintomatología depresiva se evaluó a partir
de las respuestas dadas a la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos
(CES-D, por sus siglas en inglés), construida originalmente por Radloff,31 en su versión
para población mexicana, la cual ha obtenido una alta confiabilidad (alpha=0.93).32 La
escala está compuesta por 20 reactivos que evalúan la presencia y frecuencia de
manifestaciones de afecto deprimido, sentimientos de culpa y minusvalía, sentimientos de
desesperanza y desamparo, retardo psicomotor, pérdida del apetito y trastornos del sueño
durante la semana previa a la aplicación. Para este estudio definimos como casos de
sintomatología depresiva elevada a aquellas mujeres que, según la distribución de la propia
población, obtuvieron un puntaje mayor o igual a la media más una desviación estándar.
16

Esta escala incluye cuatro reactivos más que evalúan la ideación suicida (alpha=0.74), los
cuales fueron aplicados para determinar también los casos de ideación suicida elevada con
base en la distribución de la propia población: un puntaje mayor o igual a la media más una
desviación estándar.

Intento suicida. Con el objeto de investigar la conducta suicida se incluyó un reactivo


construido y probado por González-Forteza33 en población adolescente que hace
referencia a si la persona se ha herido, cortado, intoxicado o hecho daño alguna vez con el
fin de quitarse la vida.

Uso de alcohol y otras drogas alguna vez en la vida. Para medir el uso de alcohol y otras
drogas se elaboraron varias preguntas que evalúan el consumo de alcohol, el uso de
medicamentos – como los tranquilizantes y los antidepresivos– , y sustancias ilegales
– como la marihuana y la cocaína– alguna vez en la vida, la frecuencia de uso y problemas
asociados al consumo. Estas preguntas fueron construidas con base en la experiencia de
una de las coautoras de este artículo, cuyo campo específico de investigación es el
consumo de drogas en población femenina.34,35
Las consecuencias que genera el abuso sexual se agrupan en problemas emocionales, de
relación, de adaptación social, funcionales, sexuales, así como trastornos de personalidad
y trastorno de estrés postraumático (Díaz et al., 2015; Hébert, Lavoie, & Blais, 2013; Pereda,
2010; Vallejo Samudio, & Córdoba, 2011). Asimismo, los comportamientos de autoagresión
que se podrían encontrar asociados al abuso sexual, según Ibáñez-Aguirre (2017) pueden
tener cuatro objetivos, a saber: 1) aliviar sentimientos negativos; 2) ayudar a afrontar
dificultades personales o problemas interpersonales; 3) reducir los efectos del estrés, y 4)
como forma de autocastigo.
En la discusión planteada por Rodríguez et al. (2007), el cuerpo es una barrera entre el
mundo externo y el interno, y lo que pretenden las víctimas de abuso sexual y de trastornos
en la alimentación con la autoagresión es precisamente borrar estos límites. Lo simbólico
del lenguaje desaparece en las autolesiones y en la impulsividad de la autoagresión, la
palabra deja de ser el vehículo para transportar los afectos y sensaciones en el psiquismo
del sujeto.
En cuanto a los problemas de relación, se encuentra la presencia de aislamiento y ansiedad
social; dificultad para establecer relaciones con pares; poca participación en actividades
comunitarias; inconvenientes en las relaciones de pareja relacionados con la inestabilidad,
culpabilidad y evaluación negativa de sí mismas (Fleming, Mullen, Sibthorpe, & Bammer,
1999; Nelson et al., 2002). Los problemas de conducta y adaptación social presentes en las
menores abusadas sexualmente son altos niveles de agresividad en las relaciones sociales,
aparición de conductas antisociales y conductas de escape como huir a edades tempranas
de su hogar y de las instituciones que las acogen tras la situación de abuso (Abdulrehman,
& De Luca, 2001; Haj-Yahia, & Tamish, 2001; Kaufman, & Widom, 1999).
En el caso de los problemas funcionales, se identifica la aparición de sintomatología física
en las adolescentes violentadas sexualmente, encontrándose en ellas, dolores de cabeza,
fibromialgias, trastornos gastrointestinales, crisis convulsivas no epilépticas, trastornos de
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conducta alimentaria como la bulimia nerviosa y desórdenes ginecológicos (Noll, Zeller,


Trickett, & Putnam, 2007; Owens, & Chard, 2003; Walker et al., 1999). Además, existe la
presencia de abuso de sustancias psicoactivas en las adolescentes víctimas de abuso
sexual (Díaz, González, Minor, & Moreno, 2008; Dunlap, Golub, & Johnson, 2003;
Swantson et al., 2003), junto a conductas de autolesión con fin o sin fin suicida (Frías,
Vázquez, & Sánchez, 2012; Rodríguez et al., 2007; Ulloa, Contreras, Paniagua, & Victoria,
2013). Por último, entre los problemas sexuales presentes, se encuentra la vivencia de una
sexualidad insatisfactoria y poco placentera, conductas sexuales de riesgo, ejercicio de la
prostitución y maternidad a temprana edad (Dunlap et al., 2003; Malow, Dévieux, &
Lucenko, 2006).
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APLICABILIDAD Y UTILIDAD DEL PROYECTO

La aplicabilidad de nuestro proyecto está enfocado en los alumnos universitarios, los cuales
daremos a conocer el alcance que tiene la violencia social y estructural, como se construye
la violencia y los medios que pueden ser utilizados para ingresar la violencia en la vida de
cada individuo, que va desde el impacto que tienen los programas de tv en la vida diaria, la
violencia que se puede dar en las instituciones e incluso en la propia universidad o en la
casa como violencia intrafamiliar. Se darán algunos ejemplos de violencia social y
estructural por medio de un juego; que en este caso elegimos un memorama, por tratarse
de una manera muy didáctica de aprendizaje.
Lo que queremos para este proyecto es que los alumnos universitarios se puedan quedar
con información necesaria para la prevención y detección de la violencia social y estructural,
que puedan detectar cuando están recibiendo o ejerciendo incluso violencia hacia otro
individuo y conocer cómo se puede detener dicha violencia.
Queremos que sea aplicada la información dada en esta investigación en la vida de cada
uno de los alumnos, que se puedan dar estrategias de prevención para no llegar a la
violencia aplicada hacia alguien más.
Se necesita mucha información y sensibilización hacia las personas para poder erradicar la
violencia, para dejar de ejercer violencia hacia los demás. Es importante hacer partícipes a
los alumnos en las escuelas donde se dé información necesaria para tener un conocimiento
claro del tema de violencia social y estructural, siendo así una estrategia para la reducción
o prevención de violencia.
Es importante conocer que se necesita educar en igualdad para poder detener muchos de
los casos de violencia que se suscitan en la actualidad, algunos estudios indican que la
educación que se da en los hogares en los niños influye mucho en su comportamiento en
la adultez, estos estudios indican que niños que viven en contextos violentos tienen una
mayor probabilidad de desarrollar comportamientos más agresivos que aquellos que viven
en contextos más pacíficos.
Conociendo los tipos de violencia social y estructural podemos observar que puede ser
diferentes causas que nos llevan a hacer víctimas o ejerce dores, como lo son factores
biológicos, ambientales, el lugar donde nos encontramos puede influir también en la
violencia, factores de tipo social, familiar y también los aspectos culturales. Se puede tratar
la violencia bajo una serie de intervenciones dependiendo la situación y el lugar que podría
incluir psicoterapia, medicación en algunos casos o incluso la hospitalización el cual ya
dependerá del psiquiatra.
Con respecto al juego realizado en este proyecto, la función es que tengan un mejor
conocimiento de los tipos de violencia social y estructural que nos afectan hoy en día, se
darán varias imágenes que tienen que ver con los tipos de violencia y los significados de
cada una de ellas, se tendrá que encontrar un parque de características de dichas
imágenes, de esta manera quedará grabada en la mente de la persona con el objetivo de
que pueda detectar a tiempo la violencia que pudiera estar ejerciendo o en su defecto
siendo víctima.
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CONCLUSIÓN

La violencia sexual en la adolescencia no debe ser normalizada, como se ha venido dando


en la actualidad, nuestro trabajo de investigación y didáctico, está encausado a este
propósito. Este fenómeno lo analizamos desde dos factores; biológico y social.

La percepción de la "violencia como natural" pone en el terreno de "lo innato" algo que en
realidad es social, cultural, modificable y/o condenable. La imposición de la masculinidad
hegemónica y sus estereotipos de varón vinculados a ser "fuerte, firme, recio, viril" abona
la representación de que la violencia es innata al hombre, es decir presentan lo que son
características históricas, culturales y socialmente construidas, como "dadas o naturales".

Bajo el punto de vista biológico, podemos concluir que; el temperamento y la genética son
dos elementos clave para actitud agresiva, el individuo en activo resulta ser influenciado
por el desarrollo durante su niñez, basándose también en estudios moleculares; el
comportamiento agresivo, por consecuencia tendrá problemas de índole interpersonal.

Vista desde el ángulo cultural; entendemos que la violencia sexual solo puede explicarse
desde el aspecto social, en las relaciones hombre-mujer se explica a partir de identidad
genérica en un entorno patriarcal asimétrico y violento.

Nosotras a razón de este proyecto creemos que el memorama es una excelente opción, ya
que porque son juegos de memoria. Son juegos en dónde debes de recordar las imágenes
y el lugar en el que estaban. Entre mejor seas recordando el juego te parecerá más fácil.
Cuando compites contra otros debes de memorizar más para ganarles.

Actualmente la violencia se presenta con mayor frecuencia en circunstancias sociales,


algunas de estas violencias ocurren con el propósito de mejor las condiciones de vida o
como forma de protesta. La violencia estructural está originada por un conjunto de
estructuras, tanto físicas como organizativas, que no permiten la satisfacción de las
necesidades.

Influencia de los estereotipos de género en la salud sexual en la adolescencia.

Los hallazgos permitieron afirmar que los/las adolescentes poseen información sexual
insuficiente y deformada proveniente de sus pares (otros adolescentes), pero estos
conocimientos no se traducen en comportamientos preventivos en sus prácticas sexuales
debido a estereotipos de género.

Lamentablemente, muchas veces estas actitudes violentas no son percibidas ni por las
víctimas ni por los maltratadores, y es confundida con una expresión de amor e interés.
Aunado a esto, la violencia en el noviazgo pasa también desapercibida porque se piensa
que son exageraciones de las y los adolescentes y jóvenes, dejando la violencia en el
noviazgo como un simple mito puesto que todo se justifica en el nombre del amor.
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La comisión de la violación es un fenómeno multifactorial, es decir, puede tener múltiples


causas interrelacionadas entre sí. En la información recabada en esta investigación
encontramos que existen diferentes factores biológicos de importancia como lo es la
activación (arousal) anormal ante escenas de violación en comparación con la visión de
escenas de sexo consentido, la cual parece que está bastante relacionada con la
reincidencia en este tipo de delito.

En definitiva, el agresor puede ser una persona predispuesta biológicamente a desarrollar


comportamientos antisociales (especialmente si es psicópata o tiene alguna deficiencia en
los factores biológicos anteriormente expuestos), o bien es una persona que no es agresivo
por naturaleza, pero que por las diferencias experiencias vitales y aprendizaje ha acabado
desarrollando este tipo de comportamiento sexual desviado.
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