Está en la página 1de 35

Unidad 4

Riesgos Ambientales, Sitios Contaminados y Pasivo Ambiental


1. RIESGOS ASOCIADOS A LOS RESIDUOS PELIGROSOS
Los residuos peligrosos pueden estar constituidos por uno o varios componentes con distintos grados
de peligrosidad. El peligro refiere a toda propiedad inherente o intrínseca del componente que le
confiere la capacidad de provocar daños o pérdidas y en particular de causar efectos adversos en los
ecosistemas o la salud humana.
Los componentes peligrosos presentes en los residuos pueden ser agentes biológicos, productos
químicos o elementos físicos. El grado de peligrosidad de un residuo va a depender de factores tales
como la agresividad de los organismos infecciosos, la toxicidad de las sustancias químicas, la
corrosividad, reactividad, inflamabilidad, capacidad de producir explosión de los componentes o la
forma de los objetos presentes.
Para que se manifiesten efectos adversos sobre los ecosistemas o la salud, no alcanza con la presencia
del material peligroso sino que debe existir exposición, esto es que los individuos de una determinada
especie deben tener contacto con el material peligroso.
El riesgo asociado a un residuo peligroso se refiere a la probabilidad de que se produzcan efectos
adversos en la salud humana, el ecosistema, los compartimientos ambientales o los bienes, en función
de la exposición directa a dichos residuos o a la contaminación generada por las actividades de manejo
de los mismos. Por lo tanto el nivel de riesgo será una función de la peligrosidad del residuo y del tipo,
magnitud y duración de la exposición.
Riesgo = f (peligro, exposición)
De lo anterior surge claramente que el riesgo puede ser gestionado a efecto de minimizarlo, mientras
que el peligro será intrínseco al residuo y sólo se podrá modificar sometiendo al residuo a procesos de
transformación.
La gestión de residuos peligrosos requiere el conocimiento y la evaluación de los efectos perjudiciales
que estos pueden representar para la salud del trabajador, la población, el medio ambiente y los
bienes, de forma que las operaciones de manejo estén orientadas a prevenir o reducir dichos efectos.
Esto comprende un estudio de múltiples etapas denominado evaluación de riesgo.
1.1 Evaluación de Riesgo
La evaluación de riesgo es un proceso sistemático para estimar la magnitud y probabilidad de
ocurrencia de efectos adversos derivados de los residuos peligrosos.
Los riesgos asociados a los residuos peligrosos pueden estar presentes en cualquiera de las etapas de
su manejo: generación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final. El objetivo de la
evaluación de riesgo es proporcionar una estimación cuantitativa o cualitativa de los riesgos asociados
a una determinada situación, a efectos de ayudar a la toma de decisiones sobre la aceptabilidad del
riesgo y a establecer las medidas a adoptar para su prevención y minimización, aspecto que se
denomina "gestión del riesgo".
Desde el punto de vista del receptor de los posibles efectos adversos, los riesgos asociados al manejo
de residuos peligrosos se pueden agrupar en las siguientes categorías:
 Riesgo para la salud humana incluida la salud del trabajador.
 Riesgo para el ecosistema.
 Riesgo de afectación de compartimientos ambientales (agua, aire, suelo).
 Riesgos para los bienes, incluyendo entre otros riesgo de incendio y explosión, de degradación
química de los cimientos y estructuras, de desvalorización de la propiedad y de afectación de
explotaciones productivas.
En general se debe tener en cuenta que la evaluación de riesgo es un proceso complejo que involucra
un trabajo multidisciplinario y que está sujeto a un grado de incertidumbre que en algunos casos
puede ser muy importante. En función del tipo riesgos se han desarrollado diferentes metodologías
para su evaluación, el alcance de este documento se limita a los aspectos básicos relacionados a los
riesgos para la salud y el ecosistema.
La estimación de la probabilidad de ocurrencia de efectos adversos al receptor del riesgo, en las
condiciones particulares de cada etapa de manejo de los residuos, integra los denominados análisis de
peligrosidad y análisis de exposición.

Análisis de la Peligrosidad

+ = Evaluación de Riesgo

Análisis de Exposición
En cuanto al receptor, se debe tener en cuenta que no todos los individuos de una población o de un
ecosistema son igualmente sensibles a un determinado peligro y a una forma de exposición, por lo que
necesariamente cuando se habla de riesgo debemos indicar a la población a la que está referido.
Teniendo en cuenta que la protección de la salud y el ecosistema tiene por objetivo la protección de
todos y cada uno de los individuos de una población, la evaluación de riesgo deberá centrarse en
aquellos grupos más sensibles o vulnerables. La vulnerabilidad de los individuos será función de la
especie, edad, género, sensibilidad al contaminante y estado de salud, así como del tipo, magnitud y
frecuencia de la exposición. Para el caso de los seres humanos, las mujeres y los niños son los grupos
más vulnerables.
Como se representa en el siguiente cuadro, la exposición a los residuos peligrosos o a los
contaminantes derivados de los mismos puede ser directa o indirecta. La primera corresponde al
contacto directo con los residuos, mientras que la indirecta se da cuando existe contacto con un medio
que ha sufrido contaminación derivada de los mismos.

1.2. Tipos de exposición

 Exposición Directa
Operaciones de  Liberación y  Aire
Manejo de  Exposición
Transferencia de
Residuos  Agua
Contaminantes Indirecta
 Suelo
 Alimentos

Para el caso de la exposición directa la población más vulnerable estará constituida principalmente
por los trabajadores afectados a las distintas etapas de manejo, quienes tendrán la frecuencia de
exposición más alta. La gestión de este riesgo involucra la inclusión de una serie de medidas de
seguridad tendientes a minimizar la exposición del trabajador afectado al manejo de residuos
peligrosos. Estas medidas de seguridad involucran aspectos vinculados al diseño y operación de los
sistemas de manejo de residuos, utilización de elementos de protección personal y un adecuado
entrenamiento y comunicación de riesgos.
Cuando existen operadores informales en el manejo de residuos peligrosos, el riesgo de la exposición
directa aumenta, tanto para el operador informal en si mismo como para la población y el ecosistema.
De no gestionarse adecuadamente los residuos peligrosos, pueden existir otras poblaciones expuestas
directamente, involucrando así un alto riesgo para la salud y el medio ambiente. Los niños representan
un grupo de alta vulnerabilidad, ya que no conocen el peligro que representan los residuos y además
son la población más sensible a la exposición de un contaminante, debido a su bajo peso corporal y a
los efectos que dichos contaminantes puede causar en las etapas de desarrollo.
La exposición indirecta a los residuos peligrosos o los contaminantes derivados de su manejo es
causada por la exposición de los individuos a medios receptores de la contaminación derivadas de las
distintas operaciones de manejo de los residuos peligrosos. Los medios receptores directos de la
contaminación son el agua, aire, suelo y los alimentos, existiendo a su vez íntimas relaciones entre
ellos.
La contaminación de los medios estará condicionada por las propiedades intrínsecas del contaminante,
por las características de la fuente que determinarán las vías de liberación de contaminantes al medio,
el proceso de transporte de contaminantes en los medios y las interrelaciones que existen entre ellos.

1.3. Análisis de la peligrosidad

El análisis de la peligrosidad involucra conocer los constituyentes principales que le confieren la


peligrosidad al residuo, así como otros contaminantes potenciales que se puedan generar como
resultado de las transformaciones del residuo (como ejemplo, dioxinas y furanos en el caso de la
incineración) y el peligro que estos constituyentes y contaminantes presentan para la salud y el
ecosistema.
Dicho análisis requiere entre otras cosas el estudio de las características de toxicidad de los
contaminantes, las características y efectos de los agentes infecciosos y las características de
inflamabilidad, reactividad o corrosividad del residuo.
Se debe tener en cuenta que la toxicidad de una sustancia surge como resultado de un proceso de
evaluación cuantitativa de la información toxicológica donde se estudian las relaciones entre las dosis
de un contaminante determinado y la respuesta de una población expuesta. Los valores de toxicidad
son generados por la comunidad científica y se desarrollan para humanos y para distintas especies
sensibles del ecosistema.
Cuando analizamos los datos de toxicidad de un contaminante debemos tener claro los siguientes
aspectos:
 La población a la que se refiere el análisis
 Los tipos de efectos que causa el contaminante sobre la población
 Las vías de exposición (ingestión, inhalación, contacto cutáneo)
 La duración de exposición ( crónica, aguda)
La toxicidad aguda evalúa los efectos ante una exposición de corto plazo mientras que la toxicidad
crónica lo hace para una exposición de un organismo a una determinada sustancia por un período
prolongado respecto a su tiempo de vida. Se debe tener en cuenta además que los efectos de las
sustancias químicas sobre los organismos vivos pueden ser diferentes dependiendo del tipo de
exposición (crónica o aguda) y que algunas sustancias pueden presentar toxicidad aguda pero no
crónica y viceversa.
Los datos de toxicidad aguda más frecuentemente reportados se encuentran referidos a
investigaciones donde se estudia la dosis letal para la mitad de una población de un determinado
organismo, expuesto oralmente a una determinada sustancia por un período breve de tiempo. Se
expresa como LD50 mg/kg y estará referida a la especie en que se realizó el ensayo.
La toxicidad crónica es más difícil de cuantificar que la aguda, entre otras cosas porque es menor el
conocimiento sobre los efectos a largo plazo que produce la exposición a una pequeña dosis de un
contaminante.
En general los ensayos dosis-respuesta realizados para cuantificar la toxicidad crónica se basan en
exponer a un organismo por períodos de tiempo prolongado a dosis incrementales de un
contaminante.
Estos estudios permiten determinar el nivel máximo de dosis por debajo del cual no se observan
efectos adversos en los organismos ensayados, denominado NOAEL (No Observed Adverse Effects
Level).
El índice de toxicidad más utilizado en la evaluación de riesgos por exposición a sustancias no
cancerígenas es la Dosis de Referencia (DdR). Este valor representa el nivel de exposición diaria que no
produce un riesgo apreciable de daño y se calcula en base al NOAEL. En primer lugar se requiere
conocer el NOAEL de la sustancia correspondiente a la vía de exposición para la cual se desea calcular
la DdR. Posteriormente el valor de NOAEL es afectado por una serie de factores de seguridad.
1.4. Análisis de exposición
El análisis de exposición se realiza con el objetivo de estimar el tipo y la magnitud de la exposición a la
que estarán sujetos los receptores del riesgo. Este análisis debe dar como resultado la estimación de la
exposición actual o prevista para el receptor y la concentración real o potencial del contaminante en
los distintos medios sujetos a la contaminación por la fuente. El análisis de exposición debe incluir
tanto la exposición por la operación normal como por las posibles contingencias.
En este análisis se procederá a realizar la evaluación de la fuente, entendiendo por fuente a toda
aquella operación de manejo de residuos sujeto a la evaluación de riesgo o un sitio contaminado por
estos. La evaluación de las operaciones de manejo de residuos tendrá en cuenta la tecnología utilizada,
así como las medidas de mitigación y seguridad que tenga incorporadas.
El análisis de exposición incluye la identificación y caracterización de poblaciones expuestas, en
particular de aquellas más sensibles, el estudio de los medios por los cuales se transportan los
contaminantes, la evaluación del comportamiento de los contaminantes una vez liberados al medio,
las rutas de exposición, duración y frecuencia de la exposición.
Las poblaciones expuestas (humanas o del ecosistema) serán aquellas que están expuestas
directamente a los residuos o las que están expuestas en forma indirecta como resultado de la
liberación y el transporte de contaminantes en el medio desde la fuente.
Para el análisis de exposición indirecta es necesario tener en cuenta factores relacionados con el
medio físico donde está implantada la actividad y el uso del suelo en el área de influencia incluyendo,
usos actuales y futuros. En este caso la identificación y análisis de las rutas de exposición involucra el
relacionamiento de la fuente, la localización y el tipo de liberación al medio del contaminante a efectos
de determinar las principales rutas de exposición que serán evaluadas.
Para evaluar la exposición será necesario entonces conocer los siguientes aspectos:
 Fuentes y mecanismos de liberación del contaminante al medio
 Transporte de contaminantes en el medio y/o acumulación
 Punto de contacto de la población al contaminante o punto de exposición
 Vías de exposición en el punto de contacto
La estimación de la exposición cuantificará la magnitud, frecuencia y duración de la exposición para las
diferentes poblaciones y rutas de exposición seleccionadas como claves. Esta estimación es
sumamente compleja por todos los aspectos que tiene involucrado.
En la evaluación de riesgo para la salud, la estimación de la exposición de una población, se realiza
mediante la estimación de las concentraciones de contaminante en los medios de contacto y los
alimentos, cuantificándose la ingesta específica para cada ruta.
La dosis de exposición representa la exposición normalizada para el tiempo y peso corporal, expresada
en masa de contaminante por unidad de peso corporal y por unidad de tiempo (mg/kg.día). La forma
de cálculo es la siguiente:

Dosis Ci * TI * FE
____________________
=
(mg / kg.d) PC

Donde:
Ci Concentración del contaminante en el medio ambiental
seleccionado (por ejemplo mg/l en agua)
TI Ingesta media diaria (por ejemplo 2 l/d de agua para adultos)
FE Factor de exposición que incluye datos de biodisponibilidad,
absorción y la frecuencia y duración de la exposición.
PC Peso corporal medio del individuo (por ejemplo 70 kg para
adultos)

1.5. Caracterización del riesgo para la salud


La caracterización del riesgo para la salud se realiza utilizando procedimientos diferentes si los
contaminantes tienen o no efectos cancerígenos.
Para contaminantes con efectos no cancerígenos, la caracterización del riesgo se realiza comparando
la dosis que recibe el individuo (estimada a través del análisis de exposición) con una dosis de
referencia toxicológica definida para el contaminante analizado, para cada vía de exposición (oral,
inhalación y dérmica). La dosis de referencia es aquella que garantiza que no existen efectos adversos
sobre la salud humana (DdR). Se define el cociente de riesgo como la relación entre ambas dosis,
correspondientes a un tipo similar de exposición.

Dosis de Exposición
Cociente de Riesgo = ____________________
(no cancerígeno) Dosis de Referencia

Se asume que para dosis inferiores a la de referencia (o sea cociente < 1) no se esperan efectos
adversos en la salud.
En el caso de contaminantes con efectos cancerígenos, el riesgo es estimado como el incremento de la
probabilidad de que un individuo desarrolle cáncer a lo largo de toda su vida por exposición a dicho
contaminante. La probabilidad se calcula multiplicando la dosis de exposición por el factor de potencia
cancerígeno (FPC).

Riesgo Cancerígeno = Dosis de Exposición * FPC


(probabilidad)

El FPC es una referencia toxicológica para un agente cancerígeno, una vía de exposición y una
población específica. Surge de la pendiente de la parte linealizada de la curva dosis-respuesta y sus
unidades son las inversas de las de la dosis de exposición.
En general se estima una dosis promediada para una exposición al contaminante durante 70 años.
El resultado obtenido se compara con valores de probabilidad establecidos como aceptables. Existen
diferentes niveles aceptables de riesgo cancerígeno, siendo el nivel más común el de un caso adicional
de cáncer por cada millón de individuos, pero este valor varía de acuerdo a la sustancia y al país.

2. DESASTRES AMBIENTALES

Accidentes o Emergencias Ambientales: “se pueden definir como eventos inesperados que afectan,
directa o indirectamente, la seguridad y la salud de la comunidad involucrada y causa impactos en el
ambiente”.
Accidentes o Desastres Naturales
Accidentes
Ambientales
Accidentes o Desastres Tecnológicos
Los accidentes o desastres naturales, son las catástrofes provocadas por fenómenos de la naturaleza.
En la mayoría de los desastres de este tipo no interviene la mano del hombre. En esta categoría están
incluidos los terremotos, maremotos, huracanes, etc.
Los accidentes o desastres tecnológicos, son las catástrofes provocadas por las actividades realizadas
por el hombre, tales como los accidentes nucleares, las fugas de sustancias químicas, etc.
Una emergencia o accidente químico es un acontecimiento o situación peligrosa que resulta de la
liberación de una sustancia o sustancias peligrosas para la salud humana y/o el medio ambiente, a
corto o largo plazo.
Accidentes en industrias: Los tipos de accidentes potenciales en instalaciones industriales que pueden
producir la pérdida del control sobre las sustancias peligrosas y desencadenar fenómenos peligrosos
para personas y bienes son debidos a: fugas, vertidos incontrolados, incendios o explosiones. Estos
fenómenos pueden ocurrir aislada, simultánea o secuencialmente.
2.1. Zonas de trabajo o control en un sitio de accidente

Figura 1. Diagrama de
las zonas de trabajo o
control en un sitio de
accidente. (fuente:
Standard Operating
Safety Guides,
U.S.Environmental
Protection Agency, 1988.)

Zonas de control o de trabajo


Son Áreas designadas en incidentes de materiales peligrosos, basadas en la seguridad y el grado de
riesgo. Las “zonas de control” se diseñan de modo que los trabajadores no se lleven accidentalmente
consigo las sustancias del derrame a otras áreas.
Muchos términos son usados para describir zonas de control; sin embargo, en la clase, estas zonas son
definidas como zonas caliente, tibia y fría (NFPA 472)
Zona caliente (Hot Zone)
Es el área inmediata que rodea a un incidente de materiales peligrosos, la cual se extiende lo suficiente
para prevenir los efectos adversos de la emisión de los materiales peligrosos para el personal fuera de
la zona.
Es la zona donde está la contaminación. Quienes entren a la zona caliente tienen que llevar la
protección apropiada para las sustancias químicas involucradas. Se debe mantener al mínimo el
número de personas permitidas en la zona caliente. Las personas siempre deberán entrar en parejas a
la zona.
Esta zona también se puede llamar zona de exclusión o zona restringida en otros documentos (NFPA
472).
Zona tibia (Warm Zone)
Esta es el área entre la zona contaminada (la zona caliente) y el área limpia. Es como una zona de
amortiguamiento. La zona tibia está puesta a distancia entre el derrame y el área limpia, y provee un
lugar seguro para la descontaminación.
Es el área donde el personal, el equipo de descontaminación y el apoyo de la zona caliente están
instalados (“estaciones de descontaminación”).
Incluye puntos de control para el acceso al corredor, lo que ayuda a reducir la propagación de la
contaminación.
En esas estaciones, los trabajadores al salir de la zona caliente dejan sus ropas y equipo de protección.
Todos los artículos utilizados serán lavados y/o desechados apropiadamente. El número de estaciones
de descontaminación que necesitará dependerá del número de trabajadores, el tipo de protección que
ellos están usando y del espacio disponible.
Al principio, la zona tibia se considera descontaminada. Pero cuando los trabajadores dejan la zona
caliente y se dirigen a descontaminarse, la zona tibia gradualmente se irá contaminando. Las personas,
equipo y vestimenta contaminados no tendrán que dejar la zona tibia hasta que todo haya sido
descontaminado.
Esto también se refiere a la descontaminación, reducción de la contaminación o zona de acceso
limitado en otros documentos (NFPA 472)
Zona fría (Cold Zone)
Esta zona se considera limpia. Las personas, equipo y vestimentas contaminadas no pueden entrar a la
zona fría. En esta área se establece el puesto de mando y otras funciones que se consideran necesarias
para controlar el incidente.
Las personas deben vestir ropas normales de trabajo en la zona fría. Esta es un área de preparación
para el trabajo de limpieza.
La ubicación de la zona fría está basada en: el monto de espacio disponible, la ubicación física, la
dirección del viento, la distancia entre la zona caliente y los recursos disponibles tales como teléfonos,
agua, materiales de referencia, estacionamientos y la facilidad de acceso para las personas que vienen
de afuera para trabajar sobre el derrame.
También se refieren a ella como la zona limpia o zona de apoyo en otros documentos (NFPA 472).
En el libro GRE_2012 del CIQUIME, puede utilizar las páginas 321 a 327, como complemento de los
conceptos dados.
3. RIESGO Y SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS

3.1. El Fuego

El fuego es una reacción química violenta que genera calor y llama. El fuego es una combustión que se
caracteriza por la emisión de calor acompañada de humo, llamas, o de ambos.
Se requieren tres elementos concordantes para la existencia de un fuego:
 El combustible: se trata del elemento principal de la combustión, puede encontrarse en estado
sólido, líquido o gaseoso (la cosa que se quema).
 El comburente: el comburente principal en la mayoría de los casos es el oxígeno.
 La energía de activación: es la energía necesaria para iniciar la combustión, puede ser una
chispa, una fuente de calor, una corriente eléctrica, etc.
Estos tres factores concurrentes conforman el Triángulo de Fuego. Si eliminamos de la combustión
cualquiera de los lados del triángulo el fuego se apagará.
El triángulo del fuego nos indica que elementos son necesarios para que se inicie la reacción de
combustión. Actualmente se ha descubierto que para que se mantenga la combustión es necesario un
cuarto elemento, la reacción en cadena.
El triángulo del fuego representa los elementos necesarios para que se produzca la combustión. Es
necesario que se encuentren presentes los tres lados del triángulo para que un combustible comience
a arder. Por este motivo el triángulo es de gran utilidad para explicar cómo podemos extinguir un
fuego eliminando uno de los lados del triángulo.
le
le

Ox
Ox

tib
tib

íg
us
íge
us

en
mb
mb

no

Triángulo
o

de Reacción
Co
Co

Fuego en
Cadena
Calor Calor Figura 2. Triángulo y Cuadrilátero de Fuego.

Al incluir la reacción en cadena en el esquema del triángulo del fuego obtenemos el tetraedro del
fuego.
El principio básico del tetraedro del fuego es el mismo que el del triángulo del fuego, todos los lados
del tetraedro son necesarios para que la combustión se mantenga ya que si eliminamos cualquiera de
los lados el fuego se apaga.
La reacción en cadena de la combustión desprende calor que es transmitido al combustible
realimentándolo y continuando la combustión.
Un incendio es el fuego incontrolado que al adquirir grandes proporciones puede causar grandes
daños a bienes y personas.

3.2. Medidas de protección contra incendios

A. Introducción
Para la aplicación en las empresas de medidas de seguridad contra incendios hay que tener en cuenta:
• Establecer y definir requisitos y condiciones a cumplir ante la situación creada por un incendio.
• Definir el ámbito en el que hay que actuar.
• Considerar las medidas de protección contra Incendios que ya tienen determinadas actividades
sectoriales o específicas.
• Conocer la reglamentación aplicable en cada caso.
• Analizar los riesgos de incendio inherentes a cada empresa para conocerlos y poder definir cómo
prevenirlos.
B. Condiciones
Hay que establecer y definir las condiciones a cumplir para que la empresa se pueda enfrentar ante
cualquier incendio:
1º. Hay que prevenir que se inicie, mediante el diseño de los edificios, sus contenidos de mobiliario y
decoración y los componentes de los sistemas de proceso, para evitar que se inicie.
2º. Ante la circunstancia de que se inicie, se deben adoptar las medidas idóneas para dar una
respuesta adecuada, teniendo en cuenta que:
– No se puede permitir su propagación, tanto por la disposición de los riesgos, como por
conseguir su confinamiento.
– Instalar las instalaciones de detección y extinción que faciliten la extinción.
C. Instalaciones de protección contra incendios

Protección Protección Pasiva o Estructural Limitar o Impedir


Contra Protección Activa o Extinción Atacar y Extinguir
Incendios Protección Preventiva Evitar
Protección Humana o Evacuación Capacitar, Señalizar, Adiestrar

Las instalaciones de protección contra incendios deben nacer cuando se diseñan las instalaciones.
Debe haber un Proyecto Técnico en el que se diseñe, una protección pasiva y una protección activa. La
protección pasiva se basa en medidas arquitectónicas y tecnológicas; mientras que la protección activa
se basa en las instalaciones y en equipos de protección contra incendio. A su vez, se debe prever una
Protección Preventiva donde se forme al personal en el manejo adecuado de los residuos peligrosos, y
una Protección Humana o Evacuación, donde se capacite al personal y se señalice adecuadamente el
establecimiento.

D. Limitación de los incendios por compartimentación. Planificación de la construcción y localización


de los edificios

El trabajo de ingeniería en materia de seguridad debe comenzar en la fase de proyecto del edificio,
pues los requisitos de seguridad contra incendios influyen en gran medida en la disposición y trazado
del mismo. Así, el proyectista podrá incorporar las medidas de seguridad contra incendios con mayor
facilidad y a menor coste. En el enfoque global deben tenerse en cuenta tanto el interior del edificio
como la planificación de la zona exterior.
Los requisitos normativos obligatorios están siendo sustituidos por requisitos funcionales, lo que se
traduce en un aumento de la demanda de expertos en este campo. Desde un principio, el proyectista
debe colaborar con expertos en incendios para:
• definir los riesgos específicos de incendio del edificio;
• definir las distintas alternativas para obtener el nivel de seguridad contra incendios más adecuado;
• analizar las alternativas pertinentes desde el punto de vista técnico y económico,
• establecer los criterios para elegir la mejor alternativa técnica.
Una vez determinado el emplazamiento, el arquitecto debe tener en cuenta las características técnicas
y funcionales del mismo en el proyecto. Del mismo modo, ha de considerar las características de la
ubicación antes de tomar decisiones sobre la protección contra incendios, pues ésta puede influir
considerablemente en el tipo de protección activa y pasiva que aconsejen los asesores de incendios. Al
elaborar el proyecto, hay que considerar los recursos locales disponibles para la lucha contra incendios
y el tiempo que se puede tardar en llegar al edificio. No es posible ni debe esperarse que el cuerpo de
bomberos se responsabilice totalmente de la protección de los ocupantes y los bienes del edificio; ha
de contar con la ayuda de protecciones activas y pasivas contra incendios en el edificio capaces de
proporcionarle una seguridad razonable en caso de incendio. En un incendio, las operaciones pueden
ser de rescate, control del incendio y protección de los bienes, siendo la máxima prioridad en cualquier
operación contra incendios la de garantizar la evacuación de todos los ocupantes del edificio antes de
la aparición de situaciones críticas.

E. La Protección contra incendios de un edificio

Figura 3. Medidas de Protección. a) Rociador,


b) Contención térmica de cañerías (Fuente Internet).

La protección contra incendios en un edificio requiere dos tipos de protección:


 Protección activa contra incendios.
 Protección pasiva contra incendios.
La primera se refiere a la detección y extinción de un incendio y la segunda se refiere a la contención.
¿Por qué son ambas necesarias?
F. Protección activa contra incendios
La Protección activa contra incendios desempeña un papel curativo y representa todos los sistemas de
detección y extinción de incendios (detectores, rociadores, extintores, etc.), por lo tanto, está
destinada a advertir a los usuarios de un incendio y actuar sobre él a través de una intervención
automática o humana.
G. Protección pasiva contra incendios
La Protección pasiva contra incendios juega un papel preventivo. Representa todas las medidas
constructivas que permiten que una estructura resista un incendio durante un tiempo determinado
(fijado por las normas relativas al tipo de edificio).

Estas medidas constructivas están destinadas a:


 Detener la progresión de los humos.
 Evitar la propagación de las llamas.
 Contener los efectos térmicos en el área del desastre.
 Mantener la estabilidad al fuego de los elementos estructurales.
Todas estas medidas se llaman pasivas porque funcionan sin intervención humana o aporte de energía
externa. Su objetivo es permitir la evacuación de las personas y la intervención de los servicios de
emergencia, confinando el fuego el mayor tiempo posible en el único espacio donde se declara.
Para proporcionar una respuesta a todos estos tipos de requisitos, distinguimos dos tipos de
soluciones para esta protección contra incendios:
 Soluciones de protección estructural, como los revestimientos intumescentes.
 Soluciones contra incendios, como espumas, selladores y cortafuegos.
La protección pasiva contra incendios debe ser incorporada desde el diseño de un edificio, tanto por el
contratista como por todo el equipo de gestión del proyecto (arquitecto, economista, ingeniería,
Oficina de Diseño Estructural, Oficina de Estudios de Fluidos, Oficina de Estudios Térmicos, etc.).
H.- Protección Preventiva
Su función es evitar la gestación de incendios, se ocupa del estudio y confección de normas y
reglamentos sobre situaciones e instalaciones que potencialmente puedan provocar incendios y de su
divulgación a la industria y a la sociedad. Se ocupa de las instalaciones eléctricas, de calefacción, gas,
hornos, chimeneas, transporte, almacenamiento y uso de sustancias inflamables, estudio de
materiales atacables por el fuego y toda otra cuestión vinculada con causas de origen de incendios.
I.- Protección Humana o Evacuación
Sus funciones son: capacitar, adiestrar a las personas para que sepan actuar correctamente en caso de
incendio, y señalizar las vías de escape de los edificios para poder realizar en orden el rol de
evacuación.
Capacitar: al personal de la planta, haciéndoles saber qué es el fuego, cuáles son los peligros del
mismo, las posibilidades de fuego en sus áreas de trabajo, los pasos a seguir en caso de incendio para
una rápida evacuación y asistencia de primeros auxilios, etc.
Señalizar: mostrando las rutas de escape, indicando las salidas, puertas y peligros, colocando sistemas
de iluminación de emergencia.
Adiestramiento: organizando simulacros, formando brigadas contra incendios, estableciendo líneas de
mando y todo lo referente a comunicaciones (internas y externas).
J.- Agentes Extintores
Un extintor es un aparato que contiene en su interior un producto cuya acción provoca la extinción del
fuego, que puede ser proyectado o dirigido sobre un incendio por acción de una presión interna, con el
fin de apagar el fuego en su fase inicial. Puede transportarse y operarse a mano.
Para facilitar la aplicación de los agentes extintores, se han clasificado los fuegos en cinco clases, según
el elemento combustible del que se trate:
Tabla I - Tipo de Fuegos
Clase A Fuego de materiales combustibles sólidos (madera, tejidos, papel, goma,
etc.). Para su extinción requieren de enfriamiento, o sea se elimina el
componente temperatura
Clase B Fuego de líquidos combustibles (pinturas, grasas, solventes, naftas, etc.).
También gases combustibles como el propano y butano. Se apagan
eliminando el aire, o interrumpiendo la reacción en cadena.
Clase C Fuego de equipos eléctricos bajo tensión. El agente extintor no debe ser
conductor de la electricidad. Una vez desconectado el aparato se lo
puede apagar con extintores tipo A o B.
Clase D Fuego de ciertos metales combustibles (magnesio, titanio, zirconio,
sodio, potasio, uranio, etc.). Requieren extintores especiales

Clase K Fuego de aceites vegetales (ejemplo: aceite de cocina). Requieren


extintores especiales. Como involucra a grasas y aceites presentes en las
cocinas de ahí su denominación K = Kitchen (cocina en inglés).
Los Matafuegos se componen de los siguientes elementos:
• Carga: es la masa de agente extintor contenida en él.
• Tiempo de funcionamiento: es el periodo durante el cual tiene lugar la proyección del agente
extintor sin que halla interrupción, estando la válvula totalmente abierta y sin tener en cuenta
el gas impulsor residual.
• Alcance medio: es la medida sobre el suelo, desde el orificio de proyección y el centro del lugar
donde cae el agente extintor.
Además de sus componentes mecánicos, el extintor debe disponer de:
• Agente extintor: Adecuado al fuego a combatir.
• Gas impulsor: Adecuado según el agente extintor contenido.
En función del peso del aparato, los extintores pueden ser (figura 4):
Portátiles manuales: aquellos cuyo peso total no exceda de los 20 kg. Representa el medio más simple
que puede utilizarse en la lucha contra un incendio. Tiene una capacidad limitada de agente extintor y,
en consecuencia, su capacidad o potencia también es limitada.
Móviles sobre ruedas: montados en una estructura con ruedas para su transporte, puede ser movido
por una o varias personas o mediante remolque.
A B

Figura 4. Extintores o Matafuegos. A) Portátil manual. B) Móvil


sobre ruedas (Fuente Internet).

Tabla II - Tipo de Matafuegos


En la tabla II se presentan los distintos tipos de matafuegos y sobre que tipo de fuego actúan. De este
cuadro resumen, puede desprenderse fácilmente que el agente extintor más completo y versátil es el
polvo ABC o polivalente. Donde existan elementos eléctricos y electrónicos, se considera como idóneo
el Halón.

4. SITIOS CONTAMINADOS

La gestión de los residuos peligrosos se encuentra en la actualidad sujeta a programas reguladores


globales, pero en el pasado gran parte de estos residuos se abandonaban indiscriminadamente o se
depositaban en instalaciones inadecuadas. Este problema, así como el relacionado con derrames de
productos o pérdidas de depósitos, fue ignorado. Estas prácticas llegaron a contaminar con sustancias
tóxicas terrenos que hoy en día suponen una amenaza para la población humana. Un caso típico
consiste en el paso de sustancias tóxicas de la superficie contaminada hacia las capas inferiores, donde
el agua de lluvia infiltrada, los disolventes derramados y las aguas subterráneas transportan
gradualmente los agentes contaminantes hacia zonas de descarga superficial o de utilización (pozos)
de estas aguas.
La Comunidad Europea utiliza el término ‘Sitio Potencialmente Contaminado' (PCS), que se refiere a
sitios dónde la contaminación de la tierra es sospechada pero no verificada, y donde detalladas
investigaciones necesitan ser llevadas a cabo para verificar si hay un riesgo inaceptable de impactos
adversos en los receptores ambientales. El término ‘Sitio Contaminado' (CS) se refiere a un área bien
definida dónde la presencia de suelos contaminados ha sido confirmada y esto presenta un riesgo
potencial a los humanos, agua, ecosistemas u otros receptores ambientales. Las medidas del manejo
del riesgo, por ejemplo la remediación, pueden necesitarse dependiendo de la severidad del riesgo de
impactos adversos a los receptores ambientales teniendo en cuenta el uso del sitio actual o planificado
(van Liedekerke et al. 2014)1.
Otras formas de definir un Sitio Contaminado…
“Sitio contaminado es un término general para describir los sitios y amplias áreas de terreno que
presentan elevadas concentraciones de químicos u otras sustancias (contaminación) usualmente
resultantes del uso antrópico de la tierra” (Agencia Ambiental Federal de Austria, 2002). Es la
contaminación resultante de prácticas pasadas y comprende al conjunto de medios receptores de los
agentes contaminantes en una ubicación geográfica específica 2.
Un Sitio Contaminado, se refiere a todo aquel sitio cuyas características físicas, químicas o biológicas
han sido alteradas negativamente por la presencia de sustancias contaminantes de origen humano, en
concentraciones tal que, en función del uso actual o previsto del sitio y sus alrededores, comporte un
riesgo para la salud humana y/o ambiente23.
4.1. Aspectos de la problemática de los sitios contaminados
Los sitios con problemas de contaminación pueden corresponderse con:
 Áreas de vuelco incontrolado de residuos industriales.
 Áreas industriales donde el subsuelo ha sido afectado por sustancias tóxicas debido a vuelcos
intencionales o accidentales durante el tiempo de funcionamiento de dichas industrias.
 Antiguos sitios de disposición de residuos industriales, en los cuales se constató
posteriormente que los requisitos técnicos adoptados y/o las metodologías empleadas no eran
las adecuadas.

1
van Liedekerke et al. (2014). Progress in the management of Contaminated Sites in Europe, JRC
Reference Reports Joint Research Centre
2
Definición dada en Programa Nacional para la Gestión Ambiental de Sitios Contaminados. Secretaria
Medio Ambiente de la Nación. Disponible en www.medioambiente.gov.ar
3
Definición de la ley de la provincia de Buenos Aires 14.343 sobre Pasivos Ambientales.
4.2. Inventarios:
El procedimiento comprende la realización de inventarios, que es elaborar información detallada de
cada uno de los sitios contaminados para luego asignarles prioridades dentro de los programas de
saneamiento.
Estos inventarios incluyen la siguiente información:
 Localización, tamaño, y condiciones en que se encuentran los residuos y/o sustancias peligrosas
en el sitio.
 Uso previo del sitio, incluyendo descripción de estructuras, instalaciones y equipos existentes.
 Tipos y cantidades de los residuos descargados o de las sustancias y productos químicos que se
manipulaban en el lugar.
 Impactos ambientales sobre áreas críticas o sensitivas, especies amenazadas a causa de las
sustancias y/o residuos peligrosos.
Las sustancias mas comúnmente halladas en sitios afectados por contaminación industrial, según los
inventarios para saneamiento, son las siguientes:
 Metales pesados tales como cadmio, plomo, mercurio, cromo, níquel, cobre, cinc, y arsénico.
 Compuestos inorgánicos tales como cianuros, nitratos, complejos cianurados de plomo.
 Hidrocarburos aromáticos como benceno, tolueno, y xileno (BTEX).
 Hidrocarburos policíclicos aromáticos como benzo - a - pireno.
 Compuestos volátiles halogenados como tetracloroetileno, tricloroetileno, 1,1,1-tricloroetano,
y productos asociados resultantes de su descomposición.
 Compuestos semivolátiles como bifenilos policlorados (PCB’s), dioxinas, furanos,
hexaclorociclohexano, clorobencenos, clorofenoles, y productos asociados resultantes de su
descomposición.
Todas estas sustancias amenazan el ambiente de diferentes formas. En general se pueden mencionar
los siguientes pasos dentro de la cadena de afectación:
 Cadena alimentaria (suelo - vegetales / animales - hombre).
 Contacto cutáneo directo, ingestión, inhalación.
 Migración de gases fuera del área afectada.
 Transporte de sustancias o compuestos peligrosos por el viento o por difusión.
 Transporte de contaminantes por agua superficial.
 Transporte de contaminantes a través del subsuelo, fuera del área afectada, mediante el
escurrimiento del agua subterránea.
Los mecanismos de transporte se hallan influenciados de distinta forma por las propiedades de los
contaminantes y por las características del medio.
A continuación se mencionan industrias y actividades cuyas instalaciones abandonadas o inactivas
pueden considerarse potenciales sitios de contaminación.
Minas de carbón. Plantas de coke. Empresas de Instalaciones de procesamiento de productos
gas. químicos agotados (utilizados).
Manufactura producción y procesamiento de Fabricación de vidrio.
combustible nuclear.
Manufactura de lámparas. Aserraderos, plantas de preservación de la
madera.
Minas de minerales, talleres metalúrgicos, Procesamiento y estampado de papel.
fundiciones.
Refinerías de petróleo, plantas de Procesamiento de plásticos, gomas, asbestos.
almacenamiento de combustibles.
Galvanoplastías, electroplatinado, aleaciones. Curtiembres, procesamiento de cueros.
Fabricación de baterías y acumuladores. Plantas de tratamiento de aguas.
Fabricación de armas y municiones. Tintorerías industriales.
Producción de productos químicos inorgánicos. Instalaciones ferroviarias.
Industria química, producción de fertilizantes, Aeropuertos.
plásticos, herbicidas e insecticidas.
Industrias de pinturas y barnices.

5. PASIVOS AMBIENTALES
5.1. Definición y conceptos
Un pasivo ambiental podría definirse como “aquella situación ambiental que, generada por el hombre
en el pasado y con deterioro progresivo en el tiempo, representa actualmente un riesgo al ambiente y
la calidad de vida de las personas”. Un pasivo ambiental puede afectar la calidad del agua, el suelo, el
aire, y los ecosistemas deteriorándolos. Estos han sido generalmente producidos por las actividades
del hombre, ya sea por desconocimiento, negligencia, o por accidentes, a lo largo de su historia.
También puede definirse el pasivo ambiental como al conjunto de los daños ambientales, en términos
de contaminación del agua, del suelo, del aire, del deterioro de los recursos naturales y de los
ecosistemas, producidos por cualquier tipo de actividad pública o privada, durante su funcionamiento
ordinario o por hechos imprevistos a lo largo de su historia, que constituyan un riesgo permanente y/o
potencial para la salud de la población, el ecosistema circundante y la propiedad, y que haya sido
abandonado por el responsable (2).
Un Pasivo Ambiental es equivalente a Sitio Contaminado.
Los pasivos ambientales son complejos y complicados para su recuperación, debido a las
características físico químicas, los elevados costos para su control y rehabilitación, la falta de
identificación de responsables y en otros casos por el incipiente desarrollo tecnológico para su
recuperación.
Entonces, si definimos al pasivo ambiental como un hecho histórico, causado por alguna actividad a lo
largo del tiempo, es claramente diferenciable de los posibles riesgos ambientales que se pueden
presentar en el presente, bajo una visión de prevención y control ambiental más preparado para
enfrentarlos.

Pasivo Ambiental = Hecho Histórico


Riesgo Ambiental = Riesgo Presente

5.2. Generación de los Pasivos Ambientales


En el pasado no existían una serie de elementos con los cuáles sí se cuenta hoy en día. Los avances
tecnológicos, el conocimiento científico y el marco normativo correspondiente permitieron a las
empresas y las personas realizar sus actividades sin pensar que tal vez podrían causar daño al
ambiente. El proceso de industrialización a lo largo del siglo pasado y la urbanización descontrolada
produjo también problemas ambientales más difusos, no circunscriptos a un sitio específico.
Esta situación del pasado se acentúa por el abandono de instalaciones o zonas ambientales
degradadas sin un manejo que evite su presencia negativa. De esta manera se va degradando el
ambiente generando la pérdida progresiva de la capacidad de algunos recursos naturales para prestar
bienes y servicios a la humanidad, así como la del medio físico para mantenerse en condiciones
adecuadas.
Algunos de los problemas más críticos e importantes que pueden mencionarse en los pasivos
ambientales son los siguientes:
 Manejo y disposición de residuos sólidos
 Contaminación de aguas debido a descargas de origen doméstico
 Contaminación de aguas debido a descargas de origen industrial
 Contaminación del aire proveniente de fuentes fijas y móviles
 Destrucción de hábitat de flora y fauna
 Sobreexplotación de recursos forestales y pesqueros
 Problemas urbanos resultantes de la expansión de las ciudades
 Falta de infraestructura de transporte
 Falta de espacios recreacionales, plazas, parques, etc.
 Deterioro de la calidad del suelo

Son muchas las actividades que han originado pasivos ambientales, entre ellas encontramos, la
minería, la industria manufacturera, la extracción de hidrocarburos, la pesca, la agricultura, los
residuos municipales, y nosotros mismos, los seres humanos, en nuestra vida diaria. La industria
manufacturera originó pasivos a través de la liberación de sustancias tóxicas (cromo, dioxinas, aguas
ácidas, materia orgánica, entre otros) y disposición de material residual industrial de manera
inadecuada.
La minería originó pasivos a través de excavaciones abiertas abandonadas, socavones abandonados,
relaves sujetos a erosión, depósitos de residuos sólidos industriales, deforestación y eliminación de
cobertura vegetal, disposición de sustancias tóxicas y movimiento de tierras. Uno de los grandes
problemas que resultan de estos pasivos ambientales es la generación de drenaje ácido. La extracción
de hidrocarburos generó pasivos por el derrame de hidrocarburos en el ambiente, rebalse de piletas
de sedimentación con agua salada, roturas de tuberías, pozos mal sellados y movimiento de tierras.
La pesca generó pasivos al verter sanguaza y aguas de cola al mar, así como algunos compuestos
inorgánicos; mientras que la agricultura lo hace por el uso excesivo de agroquímicos para fertilización y
control de plagas, uso excesivo de aguas para riego en tierras con mal drenaje que ocasiona
salinización y pérdida de productividad, y abandono de infraestructura hidráulica de riego sin uso.
Asimismo, los residuos domésticos originados por las poblaciones como el arrojo indiscriminado de
residuos sólidos de viviendas, locales públicos y privados, comercio, hospitales y el vertimiento de
aguas residuales domésticas con elevada carga orgánica y bacteriana, originan pasivos ambientales,
que los Municipios no han tenido mucho éxito en prevenir o controlar.
Los pasivos ambientales pueden encontrarse en casi todos los lugares donde está presente el hombre
y sus diferentes actividades productivas si es que no se ha tomado el debido cuidado ambiental.
Los pasivos ambientales no se limitan exclusivamente a lo que esté pasando dentro de los límites de
una propiedad que se define como un sitio contaminado. La emisión de polvos o partículas podría
estar dañando la salud de la comunidad vecina o la contaminación alcanzando agua subterránea que al
moverse contamina propiedades contiguas.
Muchos pasivos son procesos activos y mientras más tiempo pase antes de detectarlo, su impacto en
las finanzas de la empresa podría ser mayor. Sin embargo, hay momentos en los que es especialmente
importante. Si la empresa está interesada en vender su compañía o aliarse con alguna otra empresa,
es un buen momento para hacerlo. El valor de su empresa podría verse afectado por el monto que
representen sus pasivos ambientales; un aliado o comprador sofisticado lo sabe y, por lo tanto,
investigará al respecto antes de hacer una oferta definitiva o cerrar un acuerdo. Si está por dar en
arrendamiento una propiedad para que se use en actividades industriales, considere que en caso de
que no hubiera pasivos en su propiedad, tendría una base para poder exigir la reparación de cualquier
daño que ocasione el inquilino. Es evidente, por tanto, que también es importante investigar los
pasivos ambientales existentes en una propiedad o que tiene una empresa antes de rentarla,
comprarla o de que se vaya el inquilino actual.
Conocer los pasivos ambientales propios o de la contraparte resulta ser de vital importancia en el
momento de las negociaciones, ya que esta información se verá reflejada en el monto de las mismas.
Desconocer la presencia de pasivos podría tomarlo por sorpresa y reducir los beneficios que se
obtendrían de la operación, o bien, en adquirir una empresa o terreno cuyo valor podría ser menor al
de restaurar los daños al ambiente asociados.
5.3. Recursos afectados en los Pasivos Ambientales
Los pasivos ambientales, pueden afectar los cuerpos de agua, como ríos, lagos, lagunas las aguas
subterráneas y el mar, los suelos, el aire, el paisaje, la cobertura vegetal, ambiente, la salud humana y
la infraestructura.
Los efectos pueden ser variados, pudiéndose alterar las características químicas, físicas, biológicas de
los cuerpos receptores. La forma cómo estos cuerpos se alteran también es variada, dependiendo de la
temperatura local, la geografía del lugar, el aislamiento poblacional de la zona, la pluviosidad, los
ecosistemas circundantes, etc.
5.4. ¿Se pueden repetir los Pasivos Ambientales?
Si bien antes no existían los elementos –tecnológicos, científicos o normativos- que permiten proteger
el ambiente, la sociedad ha incorporado esto elementos de manera progresiva para muchas de las
actividades que se realizan.
Así, los pasivos ambientales no podrán repetirse, toda vez que las empresas y personas están
obligadas a cumplir adecuadamente las normas ambientales y a utilizar la tecnología limpia que
permita proteger el ambiente.
El Límite Máximo Permisible (LMP), es la concentración o grado de elementos, sustancias o parámetros
físicos, químicos y biológicos, que caracterizan a un efluente o a una emisión, que al ser excedido causa
o puede causar daños a la salud, bienestar humano y al ambiente. Su cumplimiento es exigible
legalmente. Dependiendo del parámetro en particular a que se refiera, la concentración o grado podrá
ser expresado en máximos, mínimos o rangos.
Así, todos los sectores están obligados a presentar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que es un
informe en el que se recogen los posibles problemas ambientales que una determinada actividad
generará y tiene como objetivo principal predecir, identificar, ponderar, corregir y de ser posible
eliminar dichos problemas.
5.5. Responsabilidad Legal en los Pasivos Ambientales
Ante un caso de un pasivo ambiental ¿Quién debe asumir la responsabilidad por el mismo?
Generalmente aquellas empresas o personas que originaron el pasivo son quienes deben reparar los
daños y rehabilitar él o los componentes ambientales alterados. En algunos casos, el propietario del
predio, aunque no haya desarrollado las actividades contaminantes, puede ser legalmente solidario
con el daño involucrado.
El problema puede surgir cuando no es posible individualizar la responsabilidad, ya sea porque son
muchos los sujetos responsables o las actividades pasan por diferentes propietarios o ya no operan. En
este caso, ni los antiguos propietarios ni los nuevos quieren hacerse cargo de los daños provocados en
el pasado y el Estado se ve obligado a hacerlo. Infortunadamente, generalmente no tiene los recursos
ni la voluntad política para ejecutarlo.
5.6. ¿Qué se debe hacer?
Resulta importante reflexionar sobre quién o quiénes son los responsables de los pasivos ambientales
aunque su conocimiento no necesariamente conduzca a la solución del problema. Por ello, es
importante contar con un marco normativo adecuado que permita la rehabilitación de las áreas
afectadas mediante mecanismos de cooperación entre diferentes instituciones, públicas y privadas,
resultando en acciones inmediatas sobre las zonas más afectadas y en la emisión de pautas técnicas y
administrativas que ayuden en su solución.
En relación a la solución costo-efectiva al problema de regulación de pasivos ambientales, existe un
acuerdo entre todos los expertos en regulación ambiental: “la inversión en abatimiento y reducción de
la contaminación es preferible a la solución de internalización de los costos sociales generados por las
externalidades ambientales”.
Es importante en la relación de costo-beneficio de los sistemas políticos a fin de que no se malgasten
los recursos. Resulta difícil definir hasta qué punto se puede recuperar un recurso, es decir, cuando el
pasivo ambiental se vuelve "0". No siempre es posible recuperar el 100 x 100 del valor de un recurso
impactado. De la misma forma se debe definir el "valor", es decir, si se está tratando de recuperar el
valor monetario del bien o el valor ambiental del bien, que muchas veces no son iguales.
Algunos pasivos ambientales se refieren a bienes con patrimonio histórico, la extinción de especies o
ecosistemas gravemente afectados.
La participación pública resulta muy útil - y muchas veces es la única - que es de utilidad para la
identificación de pasivos ambientales, que permiten establecer prioridades en la asignación de
recursos para revertir el daño provocado. Se debería buscar el consenso para dar prioridad a los
pasivos, áreas o lugares más críticos, utilizando criterios de ámbito de afectación, magnitud de los
impactos, sensibilidad de las poblaciones vecinas y costos e iniciar los primeros esfuerzos en su
remediación.
Sabemos que rehabilitar problemas ambientales es complicado. Por ello, muchos sectores,
considerando la normatividad ambiental y otros elementos, ya están tomando las medidas necesarias
para prevenir riesgos y daños ambientales; así como muchas personas ya están tomando conciencia de
que su comportamiento también puede generar impactos ambientales. Además, ya se están tomando
las medidas necesarias para eliminar o rehabilitar los pasivos existentes y de esta manera mejorar la
calidad de vida de las poblaciones vecinas. Fomentar políticas de Producción Limpia y de cuidado
responsable coadyuva a disminuir las necesidades de asignación de recursos a futuro necesarios para
solventar el pasivo ambiental a producirse.
5.7. Impacto del Problema - Conclusiones
1. Riesgos sobre la salud humana por la exposición de comunidades a contaminantes de pasivos
ambientales.
2. Deterioro de bienes y servicios ambientales (agua, aire, bosques, biodiversidad, suelo, salud
ambiental) en ecosistemas estratégicos.
3. Sobre-costos para la actual sociedad que debe asumir los costos derivados de pasivos ambientales y
por efectos sobre la salud humana causados por generaciones actuales o anteriores.
4. Sobre-costos para las generaciones futuras que deberán cargar con los efectos de los pasivos
ambientales y pagar por la recuperación de los bienes y servicios ambientales y por los efectos sobre la
salud humana causados por generaciones actuales o anteriores.

5.8. Remediación y Rehabilitación de Sitios Contaminados / Pasivos Ambientales


La remediación de un sitio contaminado sólo se justifica si la presencia de los contaminantes
representa un riesgo para la salud de la población o el medio ambiente.
La reducción de la exposición a niveles aceptables, puede requerir de operaciones extraordinarias y de
alto costo, por tanto antes de iniciar cualquier tarea es necesario definir el proceso a seguir y estimar
la relación costo / beneficio de la remediación.
A comienzos de los años 80 hasta los años 90, las alternativas de remediación consistían en el traslado
del suelo contaminado hasta un relleno de seguridad o hacia incineradores. En los últimos años se ha
prestado especial atención a las técnicas de recuperación del suelo (descontaminación) que posibilitan
su reutilización.
El desarrollo tecnológico se ha orientado hacia el diseño de procesos físicos, químicos, biológicos o
combinaciones de ellos con las siguientes características:
 Transformación de los contaminantes en sustancias menos peligrosas ya sea por:
a. destruirlos completamente,
b. disminuir su toxicidad,
c. disminuir su concentración en los medios que entran en contacto con las poblaciones,
d. modificarlos químicamente de forma de disminuir la probabilidad de que se produzcan
exposiciones.
 Riesgos tolerables para la salud durante el proceso de remediación / rehabilitación
 Riesgos remanentes, después de terminada la restauración, iguales o menores a los
establecidos como metas
 Tratamiento en el sitio, de ser posible sin tener que desplazar el medio contaminado
 Disminución o eliminación del peligro para la salud en tiempos y costos razonables
La preferencia de una u otra alternativa está basada en un análisis costo/beneficio y por tanto es
importante que las etapas de caracterización ambiental y la evaluación de riesgo se realicen de forma
ajustada, para que permitan definir si es necesario realizar acciones y en ese caso la extensión de las
áreas a remediar.
El término remediación implica la realización de acciones para la corrección, minimización o mitigación
de los riesgos para la salud y el medio ambiente, causados por la exposición a un sitio contaminado.
Con un criterio más amplio, se habla de rehabilitación de sitios contaminados, que comprende la
remediación y el establecimiento de un plan de acondicionamiento y ordenamiento para un
determinado uso.
Se han desarrollado diferentes tecnologías para la remediación de sitios contaminados, ninguna de
ellas es universal y la aptitud de cada una de ellas dependerá de las características específicas del sitio
y de las sustancias presentes.
Las tecnologías pueden dividirse en tres grandes grupos: tecnologías de tratamiento in situ y ex situ. El
procedimiento in situ, es el que requiere menos manejo del suelo contaminado, pero su aplicación
resulta frecuentemente difícil de llevar a la práctica, dada la dificultad que representa el poner en
contacto íntimo a los agentes "limpiadores" con la masa del suelo. El tratamiento ex situ, puede a su
vez ser on site y off site. En el caso de un tratamiento on site, el suelo se excava y se trata en el propio
terreno. En el método off site, el tratamiento se realiza fuera del sitio en donde se excavó; requiere las
etapas de: excavación, transporte, tratamiento en las plantas depuradoras, devolución al sitio y
enterramiento. Este proceso exige mayores inversiones pero es más rápido y con él se consiguen
recuperaciones más completas.
In situ Ex situ
Ventajas – Permiten tratar el suelo sin – Menor tiempo de
necesidad de excavar ni excavar tratamiento
– Potencial disminución en – Más seguros en cuanto a
costos uniformidad: es posible
homogeneizar y muestrear
periódicamente
Desventajas – Mayores tiempos de – Necesidad de excavar el
tratamiento suelo
– Pueden ser inseguros en – Aumento en costos e
cuanto a uniformidad: ingeniería para equipos
heterogeneidad en las – Debe considerarse la
características de suelo manipulación del material y la
– Dificultad para verificar la posible exposición al
eficacia del proceso contaminante
Tabla III. Ventajas y desventajas de los tratamientos in situ y ex situ. (Volke & Velasco, 2002) en 7.

Las tecnologías de remediación/rehabilitación de sitios más empleadas están basadas en el


confinamiento o en el tratamiento de los suelos y materiales contaminados. Alternativas de
confinamiento de suelos y materiales contaminados, aplicadas en actividades de remediación, se verán
en las siguientes unidades de la materia.

6. CONSIDERACIONES SOBRE LA CONTAMINACIÓN DE SUELOS Y AGUA SUBTERRÁNEA

En el medio subterráneo es posible encontrar sustancias contaminantes en diversos estados o fases.


Las que se encuentran disueltas en agua se denominan solubles, siendo el agua la sustancia disolvente.
En principio el contaminante va a descender por gravedad en la zona de aireación o vadosa. Una vez
que un contaminante ingresó en la zona saturada del suelo, no se dispersa en todo el acuífero, sino
que se moverá influenciado por el flujo del agua subterránea.
6.1. Contaminantes de fluidos miscibles en el agua
Cuando se ponen en contacto dos fluidos miscibles, se forma una interfase que da lugar a una zona de
transición en la cual las diferencias entre las propiedades físicas (por ej.: las concentraciones) de
ambos fluidos tiende a desaparecer con el transcurso del tiempo. La evolución de la zona de transición
entre dos fluidos miscibles en movimiento puede interpretarse como una tendencia hacia la
homogeneización química de la composición de la mezcla.
El efecto de dispersión es consecuencia de la acción simultánea de fenómenos físico - químicos (por
ej.: difusión molecular) y de fenómenos mecánicos derivados de las características microscópicas del
suelo.
Como resultado de la cinética química, las sustancias contaminantes se trasladan de áreas de mayor a
menor concentración a causa de la difusión molecular. A escala microscópica el medio poroso se
encuentra compuesto por partículas sólidas discretas y por espacios porosos o vacíos. La distribución
de velocidades de un fluido moviéndose en un medio poroso no es uniforme.
El agua fluye a través de los espacios porosos interconectados. Al toparse con las partículas sólidas del
medio poroso, el flujo de agua debe alterar su curso y circular alrededor de dichas partículas. Este
proceso se repite infinidad de veces dando como resultado una mezcla del flujo de aguas conocido
como dispersión mecánica (o dispersión hidrodinámica). La consecuencia más importante es el reparto
de sustancias contaminantes hacia zonas que no ocuparían normalmente si no fuese por este
fenómeno mecánico.
Como resultado de la dispersión mecánica que contribuye a la expansión de la masa de sustancias
contaminantes en un volumen de agua subterránea progresivamente mayor, facilitando su mezcla con
aguas carentes de estas sustancias, se produce una disminución de la concentración de sustancias
contaminantes, que se trasladan con el flujo del agua subterránea, variando su concentración como
resultado de la dispersión.
La masa de agua contaminada que se mueve en el suelo tiende a adoptar una forma irregular, siendo
esta forma con la que se desplazará a través del sistema.
Este cuerpo de agua contaminada que fluye se llama pluma y se extiende desde el punto donde se
halla la fuente de contaminación hasta puntos aguas abajo (figura 5).
El tamaño y forma de la pluma depende de varias variables, como por ejemplo condiciones geológicas
del terreno, flujo regional del agua subterránea, tipo de contaminantes y concentración, grado de
continuidad de la fuente contaminante y cualquier otra modificación de las condiciones del sistema,
tales como la entrada en operación de un pozo de bombeo.

Figura 5. Pluma contaminante de una


sustancia LNAPL – Light nonaqueous-phase liquid (Fuente Internet).
El desarrollo vertical de la pluma dependerá del espesor del acuífero, del gradiente hidráulico y de la
permeabilidad del acuífero. Cualquier capa impermeable importante representará una condición de
contorno para el flujo e inicialmente limitará la migración de la pluma en esta dirección. El
esparcimiento de la pluma se hará entonces mas acentuado en la dirección horizontal, alargándose en
el sentido del flujo del agua subterránea.
Si la descarga contaminante continúa, el extremo inicial de la pluma permanecerá estable, localizado
debajo de la fuente y extendiéndose‚ principalmente aguas abajo. Si el ingreso cesara, la pluma se
moverá alejándose de la fuente como si fuera una nube que se desplaza.
Cuando una mezcla de contaminantes ingresa a la zona saturada del suelo, cada especie química en
general se moverá a su propia velocidad, es decir la pluma está separada en diferentes zonas, cada una
de las cuales, avanza en la misma dirección, pero a diferentes velocidades.
Además del gradiente regional del agua subterránea, un factor importante es el representado por la
carga impulsora derivado de la corriente contaminante que desciende desde la fuente filtrando a
través del suelo.
Según lo expresado el peor caso para este efecto seria por ejemplo una perdida puntual ubicada sobre
un acuífero que presenta un gradiente hidráulico relativamente plano (i = 0), debido a que en este
caso la influencia de la carga impulsora impuesta por el flujo contaminante descendente incrementará
la velocidad de escurrimiento del agua subterránea tanto aguas abajo como aguas arriba de la vertical
donde se halla el punto de perdida. El esparcimiento horizontal de la pluma será en todas direcciones.

6.2. Contaminantes parcialmente solubles en el agua


En el caso de contaminantes parcialmente solubles en agua, su comportamiento al ingresar al acuífero
es diferente. Es el caso de los productos de petróleo y otros compuestos orgánicos (figura 6).
En este caso dos factores interrelacionados determinan el desarrollo de un tipo de pluma diferente:
#) Densidad: los compuestos orgánicos tales como pentaclorofenol, tetracloroetileno y
hexaclorobenceno, los cuales son mas densos que el agua tienden a descender hacia el fondo del
acuífero, mientras que aquellos menos densos como las naftas, y el etilbenceno tienden a flotar sobre
el nivel libre del agua.
Las características de la pluma contaminante que se formará dependerá entonces de la densidad de el
(los) contaminante(s).
#) Solubilidad: mientras que los aceites minerales y los productos más pesados derivados del petróleo
son relativamente inmiscibles en agua, los productos de hidrocarburos mas livianos tales como las
naftas y muchas otras sustancias orgánicas, son lo suficientemente solubles como para constituirse en
contaminantes importantes que afectarán al agua subterránea.
Por ejemplo la nafta (tiene un rango de solubilidad de 20 a 80 mg / l de agua) es perjudicial tanto para el
gusto como para el olor del agua subterránea a concentraciones menores a 0,005 mg / l de agua.
Otros productos orgánicos tales como acetona, benceno, y tetracloruro de carbono tienen aún
mayores valores de solubilidad en agua.
En base a lo anterior se deduce que un producto pesado y con relativamente baja solubilidad, tal como
el hexaclorobenceno (densidad especifica: 1,6 y solubilidad de 0,11 mg / l de agua) tendería a descender
al fondo del acuífero y migrar por gravedad a lo largo del contorno superior de la capa de baja
permeabilidad.

Figura 6. Plumas contaminantes de


sustancias LNAPL (izquierda) y DNAPL (derecha) (Fuente Internet).
Si la capa de baja permeabilidad tuviese una inclinación contraria al movimiento del agua subterránea,
el sentido del movimiento de la pluma contaminante, a diferencia del típico esparcimiento de una
pluma, podría ser contrario al sentido de flujo del agua subterránea.
Los productos orgánicos menos densos que el agua pero un poco más solubles (como las naftas)
tenderán a desarrollar una pluma con capas múltiples en la zona de transición adyacente al nivel libre
del agua subterránea.
El desarrollo inicial de la pluma ante una pérdida de naftas será vertical por acción de la gravedad. Sin
embargo y dado que las naftas son tan volátiles, una zona de vapor comenzará a desarrollarse en la
zona no saturada del suelo sobre el nivel freático. Cuando el producto libre alcanza el nivel freático,
tendera a esparcirse lateralmente flotando sobre el nivel libre del agua subterránea. Con el transcurso
del tiempo se hará mas alargada en la zona capilar, moviéndose en la dirección de flujo del agua
subterránea. Los hidrocarburos que están en contacto con el nivel libre del agua originan una pluma
transitoria multicapa. En el caso de pérdidas de este tipo, en régimen estacionario, la capa de
hidrocarburos disueltos se esparcirá más rápidamente y con el paso del tiempo dicha capa tenderá a
separarse del resto de la pluma.
Los parámetros de interés en un estudio de dispersión son: densidad, concentración, y velocidad.
En el subsuelo la velocidad y el desplazamiento de los contaminantes están afectados también por
factores llamados de atenuación.
Atenuación es la denominación general para indicar cualquier disminución en la concentración de los
contaminantes independientemente del proceso implicado.
Al analizar los mecanismos de atenuación, se debe diferenciar entre la zona no saturada y la saturada
del acuífero.
En la zona no saturada, el flujo ocurre a más baja velocidad en comparación con la zona saturada. La
zona no saturada ofrece entonces una capacidad de “amortiguación” con mayor tiempo de residencia
para los contaminantes, donde los mecanismos naturales tales como la filtración, degradación
microbiología y adsorción iónica podrían comenzar a actuar. Tan pronto los contaminantes alcanzan el
nivel freático se mezclan con el agua subterránea, la dilución se convierte en el principal mecanismo
de atenuación, aunque otros procesos de retardación (incluyendo procesos químicos) también son
importantes.
Zona no saturada: esta zona es particularmente importante en la atenuación de productos orgánicos.
Los mismos pueden ser oxidados o reducidos o bien ser alterados para formar precipitados, partículas,
trazas de elementos y gases. Los gases pueden ser volatilizados a la atmósfera, mientras que los
precipitados, material particulado, trazas de metales pesados, virus y bacterias pueden ser atrapados
por filtración y/o neutralizados por adsorción iónica.
Zona saturada: En esta zona pueden ocurrir dos mecanismos importantes:
#) Dispersión hidrodinámica: los contaminantes solubles que alcanzan el nivel freático se mezclan con
el agua no contaminada y sus concentraciones se diluyen inmediatamente en un cierto grado. El
mecanismo de dilución puede ser magnificado adicionalmente por las velocidades variables y por las
sinuosas trayectorias que sigue el soluto en el suelo como consecuencia de las características
microscópicas del suelo.
La sinuosidad de las trayectorias del flujo dispersa la pluma y contribuye al mezclado de la pluma con
otros volúmenes de agua subterránea no contaminada (dilución). Además las moléculas de agua
fluyen a diferentes velocidades a causa de la fricción en los microconductos (canalículos del suelo) y
esto promueve la difusión molecular.
En general la difusión puede describirse como un lento proceso de intercambio iónico o molecular por
el cual los solutos en alta concentración se mueven hacia zonas de menor concentración en un intento
por establecer el equilibrio químico.
La dispersión hidrodinámica comprende ambos componentes: dilución mecánica y difusión molecular.
#) Retardo: mientras que la difusión se refiere a la migración iónica dentro de la fase liquida, el retardo
se relaciona con el intercambio de iones entre líquido y sólido. El potencial de intercambio iónico está
limitado a partículas coloidales tales como las arcillas. Sin embargo, no todos los contaminantes
exhiben la misma atracción por los suelos de alta capacidad de intercambio iónico. Los metales
pesados por ejemplo, tienden a exhibir un alto potencial por el retardo. Los cationes son
moderadamente retardados y los aniones (son la mayoría de los componentes móviles de un lixiviado)
muestran un bajo potencial de adsorción.
Dado que el esparcimiento del contaminante está confinado a la pluma, solamente áreas localizadas
de un acuífero, necesitan ser saneadas y restauradas. Si bien la limpieza de un acuífero es costosa,
consume tiempo y exige esfuerzos técnicos, es posible efectuarla.
Se debe definir entonces: la localización de las fuentes contaminantes, las dimensiones del medio
subterráneo a sanear, los potenciales caminos de transporte del contaminante, determinar la
extensión y concentración del o los contaminantes y finalmente estudiar la factibilidad de
implementación del procedimiento de saneamiento seleccionado.
Figura 7. Procesos que
influencian el destino y el comportamiento de los constituyentes de los residuos en el ambiente
suelo – zona no saturada (Fuente Sims et al. 1984).

7. MUESTREOS DE SUELOS
El muestreo y trabajo analítico para la caracterización de los suelos contaminados son costosos; sin
embargo, más costosa aún puede resultar la restauración de suelos con daño ambiental o su
eliminación cuando el daño excede a las concentraciones aceptables. El muestreo podría ahorrar
mucho trabajo en la restauración de tierra o eliminación del suelo si se establecen fronteras y límites
precisos de las áreas contaminadas.
Aunque este capítulo se centra en la caracterización del suelo exclusivamente, hay que considerar que
dependiendo de los usos del emplazamiento y de los objetivos puede ser necesario también muestrear
todos o alguno de los siguientes medios: Aguas superficiales, Aguas subterráneas, Vegetación y Fauna
y Población Humana.
7.1. Plan de muestreo del suelo: Existen tres enfoques básicos para el muestreo:
Selectivo: consiste en escoger sitios para el muestreo en base a diferencias obvias o típicas. Tales
diferencias se determinan según la experiencia del muestreador y generalmente incluyen factores
tales como la visibilidad del área de un derrame de químicos, los cambios en el color del suelo, las
áreas de perturbación física anterior o las áreas sin vegetación o con vegetación muerta.
Sistemático: es un método mediante el cual los puntos de muestreo seleccionados se ubican a
distancias uniformes entre sí. En los sitios con derrames de químicos líquidos o con deposición aérea
de contaminantes, este método es útil para documentar probables gradientes de concentración.
Al azar: el muestreo al azar se basa en la teoría de probabilidades y la necesidad de un riguroso análisis
estadístico. El muestreo al azar permite toda combinación posible de unidades de muestras a
seleccionarse y el número de combinaciones posibles está sólo limitado por el tamaño de la muestra.
Una combinación de muestreo selectivo, sistemático y al azar es a menudo el enfoque más factible.
7.2. La seguridad en el muestreo: Los emplazamientos contaminados contienen concentraciones de
sustancias químicas que pueden ser dañinas a las personas, incluyendo aquéllas que recogen las
muestras en dichos sitios. Consecuentemente, en el desarrollo de cualquier plan de muestreo se
deberá tomar siempre en cuenta la salud y la seguridad.
ENFOQUE Nº RELATIVO DE DESVIACIÓN CRITERIOS
SELECCIÓN
MUESTRAS RELATIVA
SELECTIVO El más pequeño La mas amplia La más amplia historia
previa, evaluación
visual o criterio
técnico
SISTEMATICO Mayor Mas pequeña Rejilla o patrón
consistente
AL AZAR El máximo La menor de todas Simple selección al
azar
Tabla IV – Enfoques básicos de muestreos.
7.3. Equipos de muestreo: Los dispositivos de muestreo de suelo deben escogerse luego de considerar
la profundidad de la muestra a tomarse, las características del suelo, el contenido de humedad, la
textura, etc., y la naturaleza del análisis de interés (por ejemplo, orgánico o inorgánico, volátil o no
volátil).
El muestreo de superficie se podrá escoger para derrames o contaminación recientes y para tasas
reducidas de migración de contaminantes. Si los contaminantes han estado en contacto con el suelo
por un período prolongado de tiempo, podrá ser necesario el muestreo a mayores profundidades.
A continuación se presenta una tabla que incluye una lista de los sistemas comúnmente utilizados para
la toma de muestras sólidas, indicando su aplicación y las ventajas e inconvenientes.
SISTEMA APLICACIÓN AL DISEÑO VENTAJAS Y DESVENTAJAS
DE MUESTREO
CALICATAS Suelo de superficie Barato; fácil para usar, capacidad de
suave, 0-100 cm profundidad limitada.
SONDEOS MANUALES Suelo duro, 0-100 cm Relativamente fácil de usar; capacidad de
profundidad limitada; costes bajos.
SONDEOS Suelo rocoso o Buen rango de profundidad; puede requerir
SEMIMECANICOS arenoso, hasta 10 m de dos a más operadores; costes medios.
SONDEOS Todo tipo de suelo, Buen rango de profundidad, generalmente
MECÁNICOS Grandes profundidades empleado para ganar acceso a horizontes de
suelo más profundos; requiere de mano de
obra experimentada, costo más elevado.
Tabla V – Sistemas de muestreos.
También existen dispositivos específicos de muestreo para muestras de naturaleza líquida y gaseosa.
7.4. Preservación de las muestras: El tiempo transcurrido entre la toma de las muestras y su posterior
análisis ha de ser el mínimo posible con objeto de que las propiedades de las muestra permanezcan
inalteradas. Es habitual el uso de aditivos o refrigeración para garantizar la estabilidad de las muestras
hasta llegar al laboratorio de análisis.
7.5. Análisis de los suelos: Análisis ‘In Situ’: Los análisis in situ son técnicas complementarias a las
pruebas de laboratorio se pueden utilizar para estimar la concentración inicial de contaminantes,
caracterizar propiedades del suelo o un rápido análisis en el transcurso de una investigación.
Análisis en Laboratorio - Grupos de contaminantes: Este tipo de análisis, proporcionan únicamente
una información aproximada acerca de la gravedad de la contaminación y no siempre es fácil valorar
los resultados obtenidos. Como ventaja evita los altos costes que supone la determinación de los
contaminantes de forma individual. Por ejemplo: La determinación de Compuestos Orgánicos
Volátiles (COV´s) responde a un análisis de grupo de contaminantes muy amplio porque incluye a
todas aquellas sustancias que presentan un punto de ebullición inferior a 200 ºC a presión atmosférica.
A su vez en este gran grupo de contaminantes (COV´s) aun se incluyen otros grupos de contaminantes:
Hidrocarburos aromáticos (benceno, tolueno, xileno, etilbenceno y naftaleno). Hidrocarburos
alifáticos clorados como el diclorometano, triclorometano, tetracloruro de carbono, 1, 1,1-
tricloroetano, 1,1- y 1,2-dicloroetano, tricloroetileno, tetracloroetileno y clorobenceno.
Conocer la concentración de un grupo de contaminantes, COV´s, no permite conocer la concentración
de todos y cada uno de los contaminantes incluidos en el grupo: benceno, tolueno, diclorometano,
triclorometano, tetracloruro de carbono, etc.
Ahora bien si que sabremos que la concentración de benceno nunca superará a la obtenida para los
COV´s. Esto último hace que en función de los resultados obtenidos para los grupos de contaminantes
(si son valores muy bajos) pueda ser innecesaria la determinación de todos y cada uno de los
contaminantes individuales que se incluyen en el grupo.
Contaminantes individuales: Este tipo de análisis, es el que aporta una mayor información cuantitativa
a la investigación de la calidad del suelo. Existen publicados una gran variedad de métodos analíticos
que permiten la determinación de los contaminantes. Por ejemplo: Conocer cual es la concentración
de tolueno en un suelo supone la realización de un análisis de tolueno (contaminante individual).
El análisis de los COV´s presentes o incluso de los hidrocarburos aromáticos (recordemos que son
grupos de contaminantes entre los que se incluye el tolueno), no permitirá conocer la concentración
de tolueno. Ahora bien si que sabremos que la concentración de tolueno nunca superará a la obtenida
para los hidrocarburos aromáticos, ni a la de COV´s.
Para la realización de los análisis químicos es necesario aplicar métodos normalizados, aunque es
posible la utilización de metodologías no estandarizadas, siempre y cuando hayan sido
adecuadamente validadas.

Unidad 5 – Técnicas de Procesado.

8. MÉTODOS PASIVOS DE LIMPIEZA DE VERTEDEROS NO CONTROLADOS


8.1. Introducción
En el pasado, las actividades industriales y la gestión de residuos no se hicieron de manera
ambientalmente sustentable y han contaminado, diez de cada mil suelos y aguas subterráneas. Por lo
cual, se comienza a tomar en serio la proposición de la limpieza de “los errores del pasado”.
Muchos de esos lugares incluyen algún riesgo de migración de la contaminación al subsuelo. Está claro
que una porción significativa de los recursos de nuestra gestión de residuos son, y continuarán siendo,
dedicados a la valoración y limpieza de los lugares existentes con residuos peligrosos.
La limpieza de lugares con residuos peligrosos requiere una caracterización minuciosa de la zona y una
valoración del riesgo. Pero primero es necesario conocer las alternativas de limpieza disponibles. En
algunos casos, la supresión de la fuente de contaminación puede ser suficiente para eliminar el
transporte del mismo en el medio ambiente. Sin embargo, más frecuentemente, es necesario
disminuir la velocidad de migración del contaminante fuera de la zona afectada, empleando
tecnologías de confinamiento con el fin de minimizar el riesgo para la salud pública y el medio
ambiente. Para la implantación de estrategias de limpieza del lugar a largo plazo, estas tecnologías
pueden estar asociadas con otras (como tecnologías de limpieza in situ).
Veremos las tecnologías de confinamiento apropiadas para la limpieza de los lugares existentes con
residuos peligrosos, poniendo un énfasis especial en las tecnologías que frecuentemente son
empleadas, conjuntamente con otras técnicas. En este capítulo, primero se describen los controles
pasivos, tales como paredes de aislamiento de zanjas con lechada y cubiertas. En la unidad 5 se
presentarán los controles activos de aguas subterráneas, tales como bombeo y tratamiento, y sistemas
de recolección de aguas subterráneas, siendo también discutidas tecnologías de eliminación
adicionales, las cuales no corresponden a las categorías arriba mencionadas.
8.2. Objetivos
Los objetivos de la limpieza varían de un lugar a otro y de una organización a otra. En sentido amplio,
los objetivos de cualquier programa de limpieza son dar seguridad al lugar para los usos futuros. Para
su realización, el esquema de limpieza tiene que ser la minimización o eliminación del peligro para la
salud humana y el medio ambiente. ¿Cómo realizamos la eliminación o minimización del peligro? ¿Es
necesaria la eliminación de los contaminantes del suelo, agua y residuos para efectuar una limpieza? Si
se selecciona la eliminación como consideración de limpieza, ¿significa esto que toda molécula del
contaminante tiene que ser eliminada? Las consideraciones de la limpieza del lugar son muchas y
variadas. En muchos casos, la eliminación es la solución más rentable y que más protege el medio
ambientalmente. En algunas situaciones se pueden seleccionar tratamientos in situ y en otras, el
confinamiento puede ser suficiente. En muchos casos, la cuestión del riesgo tiene que ser tratada y,
por lo tanto, la selección de las alternativas de limpieza estará influenciada por su capacidad de reducir
el riesgo.
Para llevar a cabo el objetivo, el cual es dar al lugar y al medio ambiente circundante una seguridad
para los usos propuestos, son necesarios programas de limpieza o depuración. Este objetivo guiará la
selección de acción de limpieza apropiada, y a su vez, cada componente del programa de limpieza
tendrá una meta. Para algunos, la eliminación completa de los contaminantes es sólo un objetivo de
limpieza conveniente. Para otros, el control de la vía de migración de los contaminantes es adecuado
(y rentable). En realidad, no se limpiará completamente cada molécula de contaminación de la zona.
Igualmente impracticable es la extracción de todo el terreno contaminado y el transporte de los
materiales a un vertedero, debido a que de esta forma sólo se realiza una transferencia de la
contaminación de un lugar a otro. Para muchas zonas, la utilización aislada del confinamiento es
también impracticable. En la actualidad, los objetivos de limpieza dependen de numerosos factores
sociales, técnicos y políticos. Este capítulo enfoca los aspectos técnicos de la limpieza del terreno.
¿Cuántos datos son necesarios para los estudios de la caracterización de la zona en la selección, diseño
e implantación de un programa de acción de limpieza? Es suficiente decir que toda la información
deseada no está nunca disponible; el lugar no está nunca totalmente caracterizado. En términos
científicos, tenemos que reconocer que hay un cierto grado de incertidumbre. ¿Cómo se tratan las
incertidumbres? Una aproximación es tratándolo y probándolo en el área de la ingeniería geotécnica,
denominándose ésta aproximación observacional. La aplicación de esta aproximación en la limpieza de
lugares con residuos peligrosos requiere el reconocimiento de las siguientes incertidumbres y
suposiciones: 1) diseño de la limpieza basada en las condiciones más probables del terreno, 2)
identificación de las posibles desviaciones de esas condiciones, 3) identificación de los parámetros de
control y las condiciones verificadas, y realización del diseño de la limpieza, y 4) planes de contingencia
para la desviación potencial. El reconocimiento de las incertidumbres y la aplicación de la
aproximación observacional ofrecen la mejor oportunidad para alcanzar la protección medioambiental
deseada, consiguiendo el menor riesgo a un menor coste.
Debido a la posibilidad de utilización de más de una tecnología en la limpieza de suelos, el
confinamiento es probablemente un componente del sistema de limpieza. Como principio de cada
tecnología descrita, se identifica su sitio en el universo de métodos disponibles. Para la discusión
sistemática en el texto de los sistemas de limpieza, las tecnologías son clasificadas como componentes
activos o pasivos de los sistemas de limpieza.
• Los componentes activos del sistema requieren un esfuerzo considerable y el desarrollo de una
entrada de energía para su funcionamiento (por ejemplo, pozos de bombeo).
• Los componentes pasivos del sistema trabajan sin mucha atención, excepto para su mantenimiento
(tal como una cubierta).
Este marco nos permite el examen de sistemas mediante la función y diferenciación entre éstos,
trabajando con la misma función.
8.3. Sistemas pasivos del control de la contaminación
La función de los sistemas pasivos de control de la contaminación en la limpieza in situ es la
minimización de las velocidades de transporte del contaminante. Para examinar esta función, en un
vertedero incontrolado de residuos peligrosos (figura 8), se consideran las vías potenciales de la
migración del contaminante. La precipitación de la zona permanece o escurre por el terreno, o se
infiltra o retorna a la atmósfera, a través de la evapotranspiración. La precipitación mediante la
escorrentía encuentra residuos o suelos contaminados, pudiéndolos transportar al medio ambiente
circundante. Esta precipitación también puede infiltrarse dentro de los residuos generando un
lixiviado, y la migración de éste hacia las aguas subterráneas puede introducir en ellas contaminantes
que arrastren y, posteriormente, transportarlos y descargarlos en aguas superficiales, si ambas están
conectadas. El enfoque de las tecnologías de control pasivo de la contaminación es el de controlar las
vías hidrogeológicas de la migración de los contaminantes. Esta consideración es, a menudo,
denominada confinamiento. Debido a las incertidumbres asociadas al diseño, construcción y seguridad
a largo plazo del confinamiento, en zonas con altos niveles de contaminación, esta técnica no es
recomendable como sistema único de limpieza del terreno. El confinamiento es utilizado,
conjuntamente, con fuentes de eliminación de la parte confinada y con controles institucionales.

Figura 8. Vías de la
contaminación (Fuente LaGrega et al. 1996).
Las tecnologías de control de las vías de transporte de la contaminación son discutidas, con respecto a
su función, dentro de un programa de limpieza. Por ejemplo, es necesario el control del impacto de la
precipitación y del transporte hidráulico de los contaminantes, con el fin de prevenir
convenientemente la contaminación. Por ello, se tratarán las tecnologías de control de las aguas
superficiales y de las aguas subterráneas.
La selección, diseño y construcción de las tecnologías de confinamiento, tienen que reconocer cada
uno de los procesos de afloramiento y transporte. Los procesos de transporte de contaminantes y de
aguas subterráneas, incluyen la advección, dispersión (incluyendo la difusión molecular y la mezcla
mecánica), absorción, retardo y las transformaciones biológicas o químicas. La tecnología de
confinamiento seleccionada tiene que considerar esos procesos de transporte para asegurar la eficacia
en el control de la migración de los contaminantes hacia el medio ambiente circundante.
8.4. Tecnologías de control de aguas superficiales
La figura 5 indica la necesidad de prevenir la precipitación, la cual transporta contaminantes fuera de
la zona afectada mediante la escorrentía de aguas superficiales o por la generación de lixiviados. Para
este propósito se emplean los sistemas de control de las cubiertas/envolturas, desviaciones de las
aguas superficiales y la sedimentación y erosión. Los sistemas que previenen el transporte de la
contaminación fuera de la zona también son incorporados en el diseño de nuevos vertederos y
sistemas de almacenamiento. Este tópico se verá en la unidad 8 sobre Rellenos de Seguridad.
Aunque las tecnologías de control de las aguas superficiales son sólo un componente del sistema de
limpieza global, ocasionalmente, las condiciones del lugar permiten su empleo como método único de
limpieza, en particular en países diferentes de los Estados Unidos, donde las tecnologías de limpieza
para zonas contaminadas son seleccionadas en función del uso futuro propuesto. Un ejemplo de esta
aplicación será un lugar que descansa en profundidad sobre depósitos del cretácico y que contiene en
el suelo concentraciones de residuos metálicos procedentes de las actividades anteriores. La
urbanización de la zona para continuar su utilización industrial puede involucrar el recubrimiento del
lugar para impedir el contacto directo, eliminando la escorrentía de la contaminación y la
minimización/eliminación de la infiltración y lixiviado con el fin de reducir el riesgo y proporcionar un
adecuado nivel de protección de la salud pública y el medio ambiente.
¿Cómo se integran las tecnologías de control de aguas superficiales en el esquema de limpieza global
del terreno? La respuesta es su dependencia de otros componentes del sistema de limpieza. Por
ejemplo, el programa de limpieza en el Love Canal incorpora cubiertas superficiales conjuntamente
con la recogida del lixiviado/aguas subterráneas y sistemas de tratamiento. La cubierta reduce la
infiltración y elimina los problemas del contacto directo anteriormente mencionados.
Debido a que las tecnologías de control del agua superficial tienen que estar presentes y ser discutidas
en el contexto de los sistemas de disposición sobre el terreno, para detalles adicionales con respecto a
estas tecnologías véase la Sección 13.4 de LaGrega et al. (1996).
8.5. Control de aguas subterráneas
Las barreras verticales del subsuelo se emplean para contener los contaminantes y disminuir el flujo de
las aguas subterráneas. Estas barreras para el transporte horizontal de la contaminación y del flujo de
aguas subterráneas, utilizadas en la gestión de residuos peligrosos, se han desarrollado para
aplicaciones convencionales de ingeniería, tales como la deshidratación de excavaciones y el control
del flujo de aguas subterráneas bajo diques y malecones. Las barreras verticales disponibles incluyen
paredes de aislamiento de zanjas con lechada (realizadas en suelo-bentonita, cemento-bentonita u
hormigón plástico), cortinas de lechada de cemento (realizadas con cemento o lechada química) y
pilotes de láminas de acero.
Primero es necesario establecer la función de una barrera en el marco de los sistemas de limpieza del
terreno. Una función de las paredes de las barreras verticales es proporcionar el confinamiento para
prevenir la migración de los contaminantes en el agua subterránea. Debido al empleo de paredes de
barreras verticales alrededor del terreno, la velocidad de la migración del contaminante disminuye,
particularmente en acuíferos anisotrópicos y formaciones con una conductividad hidráulica horizontal
mucho más alta que la vertical. El confinamiento pasivo de contaminantes no ha sido ampliamente
empleado en los Estados Unidos como un método de limpieza del terreno con residuos peligrosos. Sin
embargo, es evidente que después de la reducción de los niveles de la contaminación en los lugares
sometidos a limpieza mediante métodos de “bombeo y tratamiento”, la pared de la barrera vertical
dejará un lugar, durante largo tiempo, que servirá como una barrera pasiva para reducir la velocidad a
la cual los contaminantes residuales pueden migrar por el medio ambiente del subsuelo.
La función más común de una barrera vertical de un sistema de limpieza no es el confinamiento, sino
la inhibición del flujo de las aguas subterráneas sin contaminar hacia el interior del lugar. Para llevar a
cabo esta función, las barreras verticales son utilizadas normalmente en conjunto con sistemas de
extracción y tratamiento de aguas subterráneas. Como muestra la figura 9, en esta aplicación, el agua
subterránea es extraída del interior de la pared de aislamiento y es enviada a tratamiento. Sin la
instalación de una barrera vertical, el agua subterránea no contaminada fluirá por debajo del lugar,
contaminándose e incrementándose así la cantidad de agua en los componentes de bombeo y
tratamiento del sistema de limpieza. Con la instalación de una barrera vertical se previene la entrada
del agua subterránea de la zona sin contaminar en el sistema de bombeo y tratamiento.

Figura 9. Pared de aislamiento perimetral


(Fuente LaGrega et al. 1996).
Las barreras verticales también proporcionan un control de las aguas subterráneas durante
construcciones para el tratamiento directo de residuos o eliminación de residuos que requieren
excavaciones en el subsuelo, o la construcción de sistemas de tuberías. Inicialmente, las barreras
verticales facilitan la construcción.
Las barreras verticales para controlar el flujo horizontal de las aguas subterráneas y la migración de la
contaminación pueden ser configuradas por diversos caminos. Como se muestra en la figura 9, la
configuración más común es una pared de aislamiento periférica que rodea el residuo o la zona
contaminada. Los muros de las barreras verticales también pueden estar localizados en el terreno
aguas arriba o abajo, dependiendo de la función propuesta de la barrera.
El propósito principal de la pared de una barrera vertical aguas arriba (figura 10) es el de proporcionar
un aislamiento para controlar el influjo de agua subterránea no contaminada en las regiones aguas
abajo. Cuando se utiliza conjuntamente con sistemas de bombeo localizados en la zona aguas abajo (y
no una barrera vertical en esa zona), el reflujo del agua subterránea puede recuperar los
contaminantes que han migrado aguas abajo de la zona. De esta forma, los contaminantes que se han
mantenido “libres” en los limites del lugar pueden ser capturados y retornados al lugar del programa
de tratamiento de los contaminantes.
10 11

Figura 10. Barrera vertical aguas arriba. Figura 11. Barrera vertical aguas abajo (Fuente LaGrega et al.
1996).
El propósito principal de una pared de aislamiento aguas abajo de la corriente, como se muestra en la
figura 11, es el de utilizar el agua subterránea que fluye bajo el lugar para activar el flujo de
contaminantes bajo la zona. Una pared aguas abajo es efectiva acelerando la eliminación de
contaminantes del subsuelo, auxiliando a los sistemas de bombeo y tratamiento. Este método
desarrollado del muro de barreras verticales fue seleccionado en la limpieza de la zona del Arsenal de
las Montañas Rocosas.

(A)

(B)

Figura 12. Asentamiento de la pared de barreras


verticales. 9a. Pared asentada de una barrera vertical. 9b. Pared suspendida de una barrera
vertical (Fuente LaGrega et al. 1996).
Los muros de las barreras verticales están clavados o asentados sobre materiales de baja
permeabilidad (figura 12a), aunque esto no es siempre necesario. En el caso de productos más ligeros
que el agua (por ejemplo, vertidos de tanques de almacenamientos subterráneos de fuel oil) no es
necesario que la barrera vertical penetre completamente en el acuífero; es decir, no debe sostenerse
sobre el acuitardo (figura 12b).
La evaluación de una velocidad permisible del transporte de contaminación a través, o paralelamente,
a la barrera, es esencial para las consideraciones de la tecnología de las barreras. En la actualidad, es
normal simplificar específicamente una barrera mediante una conductividad hidráulica de 1 x 10 -7
centímetros por segundo (cm/seg) o menor. En un diseño y construcción cuidadosa se elige esta
conductividad debido a que es la menor que puede estar disponible y ser económicamente viable. Sin
embargo, los cálculos de las velocidades específicas del flujo de la zona a través de la barrera pueden
demostrar que, para muchos proyectos de barreras con una conductividad hidráulica de 1 x 10 -6 ó 1 x
10-5, pueden ser adecuados. Este cambio en el requerimiento de la conductividad hidráulica amplía las
opciones disponibles y reduce potencialmente los costes globales de la pared. Normalmente es
necesario el empleo de modelos de aguas subterráneas para determinar anticipadamente el impacto
de la barrera. Por ejemplo, en un estudio propuesto de una pared de aislamiento de zanja con lechada,
el modelo de agua subterránea alternativa demostró que la presencia de la barrera vertical era
inefectiva para la reducción exterior de las cargas de los contaminantes, debido a que éste revelaba
que el transporte del contaminante se realizaba completamente por la roca fracturada sobre la que
estaba sostenida la barrera. Esto llevaba a los diseñadores de la pared a la conclusión de que las
tecnologías alternativas de limpieza serían más apropiadas para ese lugar específico y para esas
condiciones del subsuelo.
En la actualidad, las consideraciones del transporte de los contaminantes a través de las barreras
están, normalmente, limitadas por el flujo advectivo. Como se describe en la Sección 4.2 del texto
LaGrega et al. (1996), un análisis minucioso debe incluir el flujo advectivo y de difusión y la justificación
de las interacciones suelo-contaminante mediante los coeficientes de difusión y retardo. En un estudio
con una pared convencional de suelo-bentonita, el tiempo de avance para una concentración interior
de 1 mg/l de tetracloruro de carbono fue de alrededor de dos años. En el estudio se observó que el
tiempo de avance se incrementaba a 30 años cuando la pared era diseñada empleando una
composición de cenizas volantes de alto contenido en carbono. Estos resultados son importantes en la
consideración del transporte del contaminante cuando se diseña una pared de aislamiento.
Para seleccionar el tipo(s) de barrera vertical adecuada se relacionan la función de la pared de la
barrera vertical y su configuración con las condiciones de la zona y del subsuelo. Por ejemplo, las
cortinas de lechada de cemento son apropiadas para las barreras verticales en rocas fracturadas,
mientras que las técnicas de pared de aislamiento de zanja con lechada requieren, normalmente,
materiales más blandos, los cuales son los que permiten, por sí mismos, las técnicas de excavación de
suelos. Sin embargo, hay que observar que la utilización de las paredes de aislamiento de zanja con
lechada de suelo-bentonita parece ser el más común en las zonas de limpieza del Superhondo (USA).
En el capitulo 16 del Texto de LaGrega et al. (1996) se pueden ampliar las orientaciones para la
elección del tipo de barrera vertical más apropiada para condiciones específicas del subsuelo y
también se discuten cada una de las siguientes técnicas con más detalle, que aquí solo enunciamos:
 Paredes de aislamiento de zanjas con lechada de suelo-bentonita.
 Paredes de aislamiento de zanja con lechada de cemento-bentonita.
 Paredes de aislamiento de hormigón plástico.
 Paredes de aislamiento de membranas (estructural).
 Paredes de aislamiento de vigas móviles.
 Paredes de profundidad de suelo-mezcla.
 Paredes de aislamiento de metal compuesto.
 Paredes de aislamiento con tablestacas de acero.
 Cortinas de lechada de cemento.
8.6. Barreras Reactivas Permeables

Las barreras reactivas permeables o PRB, según sus siglas en inglés, también llamadas barreras de
tratamiento pasivas (passive treatment walls) son paredes que se construyen bajo la superficie del
terreno para eliminar la contaminación de las aguas subterráneas. Las paredes son permeables, lo que
significa que tiene pequeños orificios que dejan pasar el agua subterránea a través de ellas. Los
materiales reactivos de la pared atrapan las sustancias químicas peligrosas o las transforman en
sustancias ‘inofensivas’. Es decir, que los contaminantes son degradados o se reduce su peligrosidad o
son retenidos en una forma concentrada en el material de la barrera. Las aguas subterráneas salen
limpias del otro lado de la pared.
Las PRB se construyen cavando una zanja larga y estrecha en el camino de las aguas subterráneas
contaminadas. La zanja se llena de material reactivo capaz de eliminar las sustancias químicas
peligrosas.
Entre los materiales reactivos más corrientes que pueden emplearse están el hierro, la piedra caliza y
el carbono. Los materiales reactivos se mezclan con arena para facilitar que el agua fluya a través de la
pared, en lugar de alrededor de ella. En algunos sitios, la pared es parte de un embudo que dirige las
aguas subterráneas contaminadas hacia la parte reactiva de la pared. La zanja o el embudo relleno se
cubren con tierra por lo que normalmente no resulta visible en la superficie.

Figura 13. Barrera Reactiva


Permeable (PRB - Permeable Reactive Barriers) (fuente EPA 542-F-01-005S).
El material que se emplea para rellenar la zanja depende del tipo de sustancia química peligrosa que se
encuentre en las aguas subterráneas. Diferentes materiales eliminan la contaminación empleando
distintos métodos de las maneras siguientes:
Atrapando o sorbiendo las sustancias químicas en su superficie. Por ejemplo, el carbono tiene una
superficie a la que se sorben las sustancias químicas cuando las aguas subterráneas lo atraviesan.
Precipitando las sustancias químicas disueltas en el agua. Eso significa que las sustancias químicas se
depositan como sólidos que quedan atrapados en la pared. Por ejemplo, la piedra caliza hace que los
metales disueltos se precipiten.
Transformando las sustancias químicas peligrosas en inofensivas. Por ejemplo, el hierro puede
transformar algunos tipos de solventes en sustancias químicas inofensivas.
Estimulando a los microorganismos (bacterias extremófilas especializadas) en la barrera a que se
alimenten de las sustancias químicas. Por ejemplo, los nutrientes y el oxígeno en las PRB contribuyen a
que los microbios crezcan y coman más sustancias químicas. Cuando los microbios digieren totalmente
las sustancias químicas, las pueden transformar en agua y en gases inofensivos como el dióxido de
carbono o anhídrido carbónico. En unidades siguientes se describe cómo operan los microbios.
Las barreras reactivas permeables tienen un buen historial de seguridad. Una vez construidas, carecen
de partes móviles, equipamiento y ruido. Los materiales reactivos que se sitúan en las zanjas de las
PRB no perjudican las aguas subterráneas ni a las personas. Las aguas subterráneas contaminadas se
limpian bajo tierra de modo que los trabajadores que participan en la limpieza no tienen que entrar en
contacto con los contaminantes. Algunos suelos contaminados deben extraerse al cavar la zanja. La
Autoridad Ambiental se debe asegurar de que los suelos contaminados se manejen sin riegos. Por
ejemplo, se cubren los suelos poco compactos para impedir que el polvo y los gases dañinos pasen al
aire.
Se debe examinar el aire para asegurarse de que no se haya liberado ni polvo ni gases. Si está
contaminado el suelo (además del agua), puede ser descontaminado utilizando otro método. También
se puede eliminar el suelo contaminado soterrándolo correctamente en un vertedero. Las aguas
subterráneas se analizan químicamente regularmente para verificar el funcionamiento adecuado de
las PRB.
La eliminación de los contaminantes de las aguas subterráneas mediante las PRB puede demorar
muchos años. El tiempo que demora depende de dos factores principales que varían de un sitio a otro:
• Tipo y cantidad de contaminantes presentes en las aguas subterráneas
• Velocidad con que las aguas subterráneas atraviesan las PRB
El agua subterránea puede desplazarse de escasos a decenas de metros anualmente. Su velocidad
varía de un lugar a otro.
Las PRB funcionan mejor en sitios de suelos arenosos poco compactos con flujo sostenido de aguas
subterráneas. La contaminación no debe encontrarse por debajo de 15 metros de profundidad. Las
PRB eliminan muchos tipos de contaminación subterránea. Dado que no hay que bombear las aguas
subterráneas contaminadas a la superficie, las PRB pueden resultar más rápidas y económicas que
otros métodos. Hay que eliminar pocos desechos soterrándolos en vertederos, con lo que también se
ahorra dinero. No hay piezas que se rompan ni equipamiento sobre la superficie, de modo que los
terrenos pueden utilizarse mientras se está llevando a cabo la descontaminación. No se incurre en
costos energéticos con las PRB ya que funcionan con el flujo natural de las aguas subterráneas.

9. DEFINICIONES ÚTILES
Auditoria de Cierre. La auditoria de cierre, es aquel procedimiento por el cual un sitio se somete al
estudio, por parte de un profesional (inscripto ante el Registro creado por la Ley), con el propósito de
establecer el estado ambiental final del sitio.
Recomposición. Se entiende por recomposición las tareas de remediación, saneamiento y aquéllas
tendientes a establecer medidas de seguridad, a los fines de evitar daños a la población en general.
Remediación. Es la tarea o conjunto de tareas a desarrollarse en un sitio contaminado que tienen
como finalidad reducir las concentraciones de contaminantes, a fin de obtener niveles de riesgo
aceptables, en función de la protección de la salud humana y la integridad de los ecosistemas.
Responsabilidad Ambiental. Significa no dejar que los pequeños problemas ambientales se conviertan
en grandes.
Saneamiento. Importa la recomposición de las condiciones sanitarias de un sitio.
Seguro de Responsabilidad Ambiental. Es un seguro que en algunos países se puede contratar para
reparar el daño causado por alguna emergencia ambiental y/o pasivo ambiental.

FUENTE BIBLIOGRÁFICA

Puntos 1 y 2. Extractado de Martínez et al. 2005, Gestión de Residuos Peligrosos – Tomo I - Capítulo 4 -
Riesgos Asociados a los Residuos Peligrosos, páginas 31-38. (Libro digital disponible en Internet, a su vez
provisto por la cátedra).
Standard Operating Safety Guides, U.S. Environmental Protection Agency, 1988. (Disponible en Internet)
Equipos de Protección Personal. California-Arizona Consortium, Programa de Salud Laboral, Universidad de
California, Berkeley. (Disponible en Internet)
Punto 3. Quintela Cortes, J.M. La protección contra el fuego en la prevención de riesgos laborales. Prevención
Integral. Estrucplan On Line. Disponible en Internet.
Anderberg, Yngve. Medidas de protección pasiva contra incendios. En Capítulo 41. Incendios. Enciclopedia de
Salud y Seguridad en el Trabajo. Disponible en Internet www.oit.org.
Jaureguiberry, M. Protección contra incendios. Seguridad e Higiene en el Trabajo. Disponible en Internet.
http://www.expower.es/triangulo-tetraedro-fuego.htm
https://www.nullifire.com/es_ES/servicios/faqs/proteccion-contraincendios/
Puntos 4 y 6: Brion J.R. & Rosso M.E., 2000. Impacto de los Sitios Contaminados. Medidas de Saneamiento.
Disponible en www.ceamse.gov.ar
Punto 5: Informe de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Perú (Disponible en la web EEES-IQ-07-
2004-IA.pdf) con anexos citados. Rangel, J.C. Pasivos ambientales, ¿dónde están? | www.expansión.com.mx
Bertona, A., (2001). De que se trata cuando hablamos del Pasivo Ambiental. www.ambiente-ecologico.com.
Diferencia entre Pasivo Ambiental y Emergencia Ambiental. www.nrgibroker.com. MMA. 2000. Definición de
Herramientas de Gestión de Pasivos Ambientales. Ministerio del Medio Ambienta de Colombia, 135 págs. Ley
14.343 – Ley de Pasivos Ambientales de la Prov. Buenos Aires.
Punto 7. Sabroso Mª del C. & Pastor Ana, 2004. Guía sobre suelos contaminados. CEPIME Aragón – Gobierno de
Aragón – ENTECSA. Zaragoza, 109 págs.
Punto 8. Conceptos teóricos del texto LaGrega et al. (1996), Gestión de Residuos Tóxicos. Cap. 16.
Confinamiento.
Punto 8.6. A Citizen’s Guide to Permeable Reactive Barriers. EPA 542-F-01-005S.
Treatment Technologies for Site Cleanup: Annual Status Report (Ninth Edition) 1999 EPA-542-R99-001
(Disponibles en la web)

La bibliografía puede bajarse de Internet o solicitarse en la cátedra.


4.2 Referencias complementarias
Guía metodológica "Análisis de riesgos para la salud humana y los ecosistemas" Ihobe S.A.2000. www.ihobe.es
Guidelines for ecological risk assessment. Risk Assessment Forum. U.S. EPA, 1998. www.epa.gov
Manual de capacitación para comunidades expuestas a desechos peligrosos, ATSDR, 2005.
Metodología de identificación y evaluación de riesgos para la salud en sitios contaminados. F. Díaz Barriga.
CEPIS, OPS, OMS, 1999. www.cepis.ops-oms.org
Residuos sólidos y salud, Cristina Cortinas de Nava, Primer Congreso Nacional de Protección contra Riesgos
Sanitarios, México, 2005
Toxicología ambiental. Evaluación de riesgos y restauración ambiental. The University of Arizona, 2001

Cátedra de Tratamiento de Residuos Sólidos

También podría gustarte