Está en la página 1de 9

EL DEBER DE LOS DISCIPULOS

Bueno, abramos nuestras Biblias para nuestro tiempo en la Palabra de Dios, capítulo 5 de 1
Tesalonicenses. Capítulo 5 de 1 de Tesalonicenses. El último día del Señor y esta mañana,
estamos estudiando los versículos 12 y 13. Permítame leérselos. 1 Tesalonicenses 5, 12 y 13:
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en
el Señor y os amonestan, y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra.
Tened paz entre vosotros.” Estos dos versículos explican cómo las ovejas deben tratar al
pastor y cómo los pastores deben tratar a las ovejas. Dentro del marco de la comunión
cristiana en la iglesia

leer la biografía de Jonathan Edwards, escrito por Jan Murray y aprendí de todos los dolores
personales que tuvo en su propia iglesia. El pastor de una iglesia, lo expulsó después, lo sacó,
después de todo ese tiempo de un Ministerio profundo y bendecido, Jonathan Edwards,
inclusive, fue un líder clave en el gran despertar norteamericano, el más grande avivamiento
que jamás ha sacudido esta nación. Su iglesia no pareció haber considerado eso. Y mientras
que aunque estoy en el año 22 no espero un destino así. Sé lo que es sufrir crítica. Sé lo que es
ser un sujeto constante de acusación tanto adentro como afuera de la iglesia. Ha habido
momentos créanme, cuando dejar la iglesia me ha parecido atractivo y hay casi una pregunta
constante para mí: ¿por qué no dejas Somos Casa de Oración y haces algo más? Pero nunca he
contemplado un cambio así seriamente porque amo mi llamado de Dios, amo mi lugar y amo a
mi congregación, permanezco estando totalmente comprometido con el deber de ser un
pastor, y hay varias razones por las que pienso eso.

Número uno, la iglesia es la única institución que Cristo prometió bendecir y edificar. Él dijo:
“Yo edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Y encuentro gran
consuelo y confianza en el hecho de que soy parte de la más grande institución sobre la faz de
la tierra, la cual es la iglesia local. Estoy agradecido por tener una parte pequeña en la gran
obra de Nuestro Señor de edificar la iglesia.

En segundo lugar, soy un pastor porque las funciones colectivas del cuerpo se llevan a cabo en
la iglesia. Tan pronto como usted se sale de la iglesia usted se divorcia del lugar de celebración,
el lugar de adoración, el lugar de la mesa del Señor, el lugar del bautismo, el lugar de aliento,
el lugar de edificación, el lugar de instrucción y si vamos a venir -como dijo el salmista-, y
adorar y a postrarnos; y si vamos a venir y participar de la mesa del Señor; y si vamos a venir a
las aguas del bautismo; y si vamos a venir a ser alimentados, y enseñados, y nutridos, y
discipulados, y a disfrutar de las riquezas de la comunión, todo eso sucede en la iglesia local.

En tercer lugar, soy un pastor porque la predicación es el medio primordial que Dios usa para
extender su Gracia. El apóstol Pablo le mandó a Timoteo a predicar la Palabra. Es mediante la
Palabra predicada, mediante la proclamación de la Palabra, que la congregación es edificada, y
alentada, y fortalecida, y motivada, y confrontada, y convencida de pecado, y reprendida y
restaurada. Tengo el privilegio, cada domingo, de proclamar el mensaje de Dios, -una vez en la
mañana y una vez en la noche-, y para ser realmente honestos con ustedes, la razón por la que
tenemos un servicio de domingo por la noche, es, simplemente, porque queremos tener otra
oportunidad de proclamar esa verdad y todas las cosas que van con esto.

En cuarto lugar, soy un pastor porque puedo estar consumido en el estudio y la comunión con
Dios toda mi vida. No me gustaría estar involucrado en administrar alguna organización en
donde estuviera inmerso en los detalles y lo trivial y los detalles de las cosas que son diferentes
de la Palabra de Dios porque estoy inmerso en las cosas de las Escrituras. Alguien me preguntó
esta semana pasada: “¿Qué es lo que te motiva?” Y lo que dije es: “Mi amor por la Palabra de
Dios.” Eso es lo que me motiva, y el hecho de que puedo pasar mi vida entera haciendo lo que
me encanta hacer para mí es una emoción enorme.

En el proceso de preparación no puedo divorciarme de una conversación continua con Dios


conforme busco conocer Su Mente y Su Corazón y Su Voluntad y después aplicar a mi corazón
lo que estoy estudiando y aprendiendo y, tarde o temprano, predicarlo.

Ustedes ven el lado público mío, pero hay un lado privado, que Dios conoce y solo Dios
conoce.. Ese es el gozo, ese es el amor, ese es la pasión del Ministerio.

En quinto lugar, soy un pastor porque soy responsable, de manera directa, a Dios por las vidas
de la congregación que me ha encomendado para pastorear y me encanta esa
responsabilidad.. No me molesta mandarle mis palabras a personas que no conozco, sea que
me oigan por la. Pero tengo una relación con mi congregación como la de un pastor con las
ovejas y tengo el privilegio llamado de Dios de cuidar de sus almas, como de alguien que va a
dar cuentas a Dios y la única manera en la que puedo cumplir con ese llamado es en una iglesia
local. Solo puedo ser responsable a Dios por las almas de las ovejas que están en mi propio
rebaño. Y a eso he sido llamado y deseo ser fiel a eso.

En sexto lugar, también soy responsable a la gente en mi iglesia. No solo soy responsable a
Dios por la gente en mi iglesia, sino que soy responsable a la gente en mi iglesia por ser fiel a
Dios. Todo está expuesto para ustedes, después de casi 7 años. Todo está expuesto ahí. Mi
esposa, mis hijos, mi vida familiar, mis fortalezas personales, mis debilidades personales, lo
que me gusta, lo que no me gusta, el estilo de vida que vivo. Todo está ahí, y me gusta rendir
cuentas de esa manera. Dice usted: “¿Por qué?” Porque me mantienen donde debo estar. Es
un aliento constante para mí reflejar a Cristo en todo lo que digo y hago porque esa es la única
manera en la que puedo apoyar un mensaje. La gente puede escucharme y no tiene ni idea de
cómo vivo. pero ustedes sí, y lo saben y ese tipo de rendición de cuentas es muy, muy bueno
para mí.

Número siete, soy un pastor porque me encanta en desafío de edificar, de construir, de formar
un equipo de liderazgo eficaz a partir de la gente que Dios ha colocado en la iglesia.
Realmente, creo que ser un líder de eficacia en la iglesia es el reto más desafiante que hay
sobre la faz de la tierra. Hay varias razones. Una de ellas, por ejemplo, es que cuando usted
comienza una empresa, una compañía y usted quiere ser exitoso, usted puede contratar a
quien usted quiera, pero cuando usted edifica una iglesia usted tiene que tomar lo que Dios
da. Eso es muy diferente, muy diferente. Y es una organización de voluntarios. Usted no solo
toma lo que Dios da, usted toma la gente que Dios da y está dispuesta a dar y es a partir de ese
tipo de desafío que usted es llamado a formar un equipo de liderazgo que puede extender el
reino de Dios y, francamente, no estoy diciendo esto para mostrar falta de esperanza pero
quiero que sepan lo que la Biblia dice: “No muchos de ustedes son sabios no muchos son
poderosos y no muchos son los nobles.” 1 de Corintios 1:26.

Básicamente, somos la gente ordinaria del mundo, ¿no es cierto? Y le doy gracias a Dios, una y
otra vez, de que no me metió en algún tipo de iglesia elitista. Yo ni siquiera quise pastorear
una iglesia constituida por la élite, quise una iglesia que fuera promedio, constituida por gente
ordinaria, el Cuerpo de Cristo, en donde solo habría unos cuantos que serán considerados los
fuertes y los nobles y la mayoría de nosotros seríamos personas fieles. Simplemente, me veo a
mí mismo como entre ellos y ha sido un gozo tremendo ver al Espíritu de Dios edificar a un
equipo de liderazgo y extender su Reino a través de nuestra iglesia. Y ¡qué desafío es ese!

Número ocho, soy un pastor porque el pastorado incluye toda la vida. La vida entera. No sé
acerca de usted, pero me encanta la aventura, me encanta la variedad y si usted quiere una
vida de aventura y variedad, sea un pastor. No hay dos días que sean iguales, no hay dos días
idénticos. Todos los gozos, todas las emociones y momentos felices de la vida, todas las
tragedias, dificultades, pruebas y dolores de la vida. Es una aventura increíble que puede
comenzar en cualquier momento porque en cualquier momento algo fuera de lo ordinario
sucede y, de alguna manera, estoy involucrado en eso. Es un gozo ir más allá del sermón. Lo
cual es la parte predecible del Ministerio, y de ahí pasar a la parte impredecible, conforme
usted está ahí intercediendo a favor de la gente. Intercediendo en lugar de Cristo a Dios.

Soy un pastor por otras dos razones. Número nueve, tengo miedo de no ser pastor. Y esa es la
verdad. Cuando tenía 18 años de edad, Dios me sacó de una vida inútil . Por la Gracia de Dios
no morí y por la Gracia de Dios me comprometí a ser pastor porque antes de eso yo sabía que
el Señor me había llamado a eso. Estaba siendo rebelde y decidí que si el Señor iba a pelear
conmigo así, yo iba a rendirme, iba a ser un pastor o lo que Él quisiera que fuera

soy un pastor porque la recompensa del pastoreo son absolutamente maravillosas. Tengo
que decirle: me siento amado, me siento valorado, me siento necesitado, siento que la gente
confía en mí. Todas esas cosas, ¿por qué? No es por mí, sino porque ser un instrumento de
Dios cambia la vida de las personas. Cuando Dios lo usa a usted para predicar Su Palabra,
enseñar Su Palabra, aplicar Su Palabra, las vidas de la gente cambia, y usted tiene el sentido de
un significado de la vida maravilloso, maravilloso. La vida es de tanto valor para mí, por cómo
Dios la usa para hacer lo que hace. Sé que ustedes oran por mí, sé que ustedes se preocupan
por mí, lo sé. Tengo una deuda de gratitud a Dios por ello, porque no soy digno de eso, pero
entiendo eso. Eso va de la mano con ser un instrumento, mediante el cual la Gracia de Dios
puede influir a la gente. Aunque, Dios lo está haciendo todo y el Espíritu de Dios lo está
haciendo todo. Conforme la gratitud es expresada a Dios de alguna manera pasa, mediante el
canal por el que vino, y esa es una realidad maravillosa y emocionante. Y, cuando todo se ha
acabado, el gozo y satisfacción de ser un pastor es la respuesta y el amor mutuo que el pastor
y las ovejas comparten.

Quiero que sepan que todos los años que he estado aquí, nunca he administrado sin gozo,
nunca he administrado sin satisfacción, nunca he administrado en un vacío de amor. Ustedes
siempre me han amado, ustedes siempre han alentado mi corazón y ha sido la respuesta de las
ovejas al pastor que ha hecho que este Ministerio sea tan emocionante para mí.

Muchas iglesias son oscurecidas con las marcas de salidas repentinas de pastores que han sido
abusados y golpeados por una congregación llena de ingratitud. Ese no ha sido mi caso. Pero
eso presenta la pregunta para nosotros en el texto ¿cómo es que los pastores deben ser
tratados? ¿Cómo es que usted debe tratar al pastor? Ahora le doy este mensaje con algo de
resistencia porque alguien con toda seguridad va a decir: “Bueno, alguien ha estado atrás de
John para que él predicara este mensaje para enderezarlo.” Y no es verdad. Sabe usted que
resulta que llegamos al capítulo 5 versículo 12 y 13, ¿verdad? Y usted sabe que nos vemos
obligados por el plan de Dios, no por algún plan personal que yo tengo.

¿Cómo es que las ovejas deben tratar a los pastores?


La semana pasada hablamos de cómo es que los pastores deben tratar a las ovejas y les dije
que podrían vivir de manera irresponsable por una semana más, pero ya se acabó el tiempo.
Se acabó. Aquí estamos. Aquí está la responsabilidad de las ovejas, para con los pastores.
Ahora, para algunas personas ni siquiera piensan en esto. Algunas veces, el asunto es poco
más que una broma, como el pastor que, literalmente, le molestaba ser distraído por un
hombre que se quedaba dormido todo domingo en medio de su sermón. Y el hombre era un
miembro prominente de la iglesia. Y él se dormía en todo sermón. Finalmente, el pastor
decidió “no me importa si es prominente, no me importa si él da mucho, tengo que
confrontarlo.” Y él dijo: “¿Por qué, señor, es que usted se queda dormido cuando estoy
predicando mi sermón? Muestra una falta de respeto.” A lo cual el hombre respondió: “¿Crees
que me quedaría dormido si no confiara en ti?” Miren, no necesito ese tipo de confianza, si es
el mismo caso con ustedes.

¿Cómo es que las ovejas deben tratar a sus pastores?

El siguiente artículo titulado Cómo deshacerse de un pastor, apareció en un boletín de iglesia.


Escúchelo. No hace mucho tiempo atrás un grupo de bien intencionado de laicos, vino de una
iglesia vecina para verme. Querían que los aconsejara en algún método conveniente y no
doloroso para deshacerse de su pastor. No obstante, me temo que no les ayudé mucho. En ese
entonces no había tenido la oportunidad de pensar seriamente en eso, pero, desde ese
entonces, he ponderado el asunto mucho y la próxima vez que alguien venga a buscar consejo
acerca de cómo deshacerse del pastor, esto es lo que les diré: “Uno, vea al pastor fijamente a
los ojos mientras que está predicando y diga “Amén” una vez, de vez en cuando, y él va a
predicar hasta morir. Dos, denle unas palmadas en la espalda, reconozca sus buenos puntos y,
probablemente, él va a trabajar hasta morir. Tres, rededique su vida a Cristo y pídale al
predicador que usted haga algún trabajo, de preferencia algunas personas perdidas que usted
podría ganar a Cristo, y él va a morir de un infarto. En cuarto lugar, haga que la iglesia se una
en oración por el predicador y, rápidamente, él se va a volver tan eficaz que una iglesia grande
lo va a quitar de sus manos. Y él, rápidamente, se va a volver tan eficaz que una iglesia más
grande que la suya le va a pedir que salga de donde está y lo va a quitar de sus manos.

Da lugar a algunas preguntas vitales cuando pensamos en eso. ¿Cómo debemos tratar al
pastor? Una encuesta de 3.000 iglesias pastores y laicos incluidos en la encuesta hicieron la
pregunta: ¿Cuáles son las razones primordiales por las que la gente se va de una iglesia?

Una de las respuestas más comunes fueron:

“No me cae bien el pastor.” ¿Cuál es nuestro deber? Regresemos a nuestro texto. Ya vimos la
responsabilidad de los pastores para con sus ovejas y señalamos que deben laborar entre las
ovejas, en primer lugar. En segundo lugar, deben ejercer autoridad sobre las ovejas y deben
darle instrucción a las ovejas y delineamos, cuidadosamente, esas tres cosas.

El primer punto, laborando entre las ovejas, lo ven ahí en el versículo 2. Los que trabajan
entre vosotros, pastores, ancianos, supervisores, pastores, deben trabajar, laborar duro.
Trabajar al punto de trabajar exhaustos en una vida sacrificial de servicio, junto a las ovejas,
una dedicación total se ve ahí. Esa es la función de humildad de un siervo. Y, después,
observen -si son tan amables también-, que os presiden en el Señor, tienen autoridad sobre las
ovejas debido al Llamado del Señor, por causa de Él, por Su Voluntad, para Su Gloria, deben
presidir, dirigir y guiar. Y, después, al final del versículo 12, deben darles instrucción, la
instrucción para las ovejas. La enseñanza es el elemento primordial. Deben ser maestros
capaces, capaces en delinear y diseminar la Palabra de Verdad.
Ahora, vayamos a la responsabilidad de las ovejas a sus pastores. Y esto es muy, muy básico,
digo, la iglesia debe conocer esto. Esta es la médula en nuestra relación, juntos. Algunas veces
las ovejas pueden ser muy duras con los pastores.

Alguien dijo: “Pensamos que las ovejas son pequeñas criaturas, fáciles de tratar porque las
únicas con las que jamás tratamos son las de peluche, y eso es verdad. Si alguna vez usted ha
trabajado con las ovejas y ha estado expuesto a ellas lo suficiente como para saber que son
débiles, inútiles, no organizadas, tienden a desviarse, demandantes, son sucias y tienen
pezuñas filosas. Y cuando el Señor estaba describiéndonos como ovejas, Él estaba hablando de
ovejas como ovejas, no ovejas como animales de peluche. Las ovejas pueden hacer que la vida
no sea gozosa para el pastor si no siguen el camino de su deber. Pueden hacer que la vida sea
miserable si no son obedientes.

Entonces, veamos las tres características o principios que se nos mandan como ovejas hacia
nuestros pastores.

Número uno, valoren a sus pastores. El versículo 12 dice: “Os rogamos, hermanos, que
reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor y os amonestan.” La
palabra “reconozcáis”, por un momento, es oida en el griego. Significa conocer. Es una palabra
común usada por todo el Nuevo Testamento para conocer. Pero significa el tipo de
conocimiento que viene mediante la experiencia. Haber aprendido a conocer, haber llegado a
conocer mediante la experiencia o llegar al conocimiento. Y aquí tiene la idea de un
conocimiento profundo. Y un conocimiento que incluye en este conocimiento, respeto y
valoración. Conocer o valorar es la implicación de la palabra aquí, quizás la mejor traducción es
la palabra “apreciar”.

Otra podría ser que valoren a aquellos que trabajan diligentemente entre ustedes, que
respeten a aquellos que laboran diligentemente entre ustedes. No significa conocer sus
nombres, no es ese tipo de conocimiento simplista. No significa conocer, únicamente, los
nombres de sus hijos, o su esposa, o su código postal, o dónde viven, o de dónde se graduaron,
o qué tipo de auto manejan, o lo que sea. Significa que usted llega a un conocimiento personal
e íntimo que lleva a valorarlos. Usted los conoce lo suficiente como para preocuparse por ellos.
Esa palabra “reconozcáis”, algunas veces, se traduce para referirse al acto físico entre un
hombre y una mujer. El tipo de conocimiento profundo, el tipo íntimo de conocimiento en
donde un hombre conoce a una mujer y ella engendra un hijo, es el sentido de conocer alguien
y la dignidad de ese alguien.

Usted me conoce al saber lo que sale de mi corazón. Usted me conoce al conocer las pasiones
de mi vida. Es fácil ser grosero, es fácil ser crítico y es fácil ser indiferente con alguien a quien
usted no conoce profunda e íntimamente, pero cuando usted conoce a alguien y usted ha
llegado a conocerlos por la experiencia y usted entiende la pasión de su corazón, hay cierto
respeto que nace a partir de ese tipo de conocimiento y, entonces, ustedes tienen la obligación
de que ustedes lleguen a conocer a sus líderes. Si ustedes van a respetarlos y valorarlos y
admirarlos y entender su valor y dignidad, significa que ustedes tienen que llegar a conocerlos.
Y después cuando les conoce usted demuestra ese tipo de respeto.

Ahora, necesito decir que esto tiene algunos tonos con respecto al apoyo financiero y, de
nuevo, quiero aclarar esto. No quiero que me den un sueldo, , pero es importante que ustedes
sepan, que la conexión en el texto implica que esta cuestión de valorar, reconocer a alguien,
involucra darles apoyo financiero. Para mostrarles eso usted solo necesita ver 1 Timoteo 5:17.
Brevemente ahí simplemente donde dice: “Los ancianos que gobiernan bien, aquellos que lo
hacen con excelencia, sean tenidos por dignos de doble honor. Mayormente, los que trabajan
en predicar y enseñar.”

Ahora aquí hay ancianos gobernando, guiando. Son hombres dignos. Su dignidad llama doble
honor, timé. Ahora, ¿qué significa eso? Bueno, puede significar respeto, puede significar alta
estima, pero el contexto aquí muestra que incluye paga.: “Si gobiernan bien, son dignos de
doble timé.” Por cierto, en varias ocasiones en el Nuevo Testamento, Mateo 27:6 al 9 y 1
Corintio 6:20, la palabra timé está asociada con dinero. Entonces, él está diciendo, denle
respeto remuneración, y háganlo doble, doble honor, doble respeto y paga generosa. ¿Por
qué? Porque ustedes están recompensando a ancianos que gobiernan bien, a aquellos que son
diligentes, ancianos fieles son dignos, lo merecen. Y por cierto a manera de comentario al
margen, no hay nadie mejor en quien usted pueda confiar, que un hombre piadoso con los
recursos que usted les da.

Entonces, hay una especie de flujo aquí. Los ancianos son dignos de honor, los ancianos son
dignos de honor con la remuneración. Los ancianos que trabajan duro son dignos de doble
honor. Los ancianos que trabajan duro y son excelentes, que se concentran, primordialmente,
en predicar y enseñar, son particularmente dignos de respeto y remuneración. Entonces, todo
pastor fiel debe ser valorado, respetado, admirado, honrado y apoyado. Hay un versículo muy
simple y directo que afirma esto, de regreso a 1 Corintios 9, -y estamos moviéndonos rápido
entre los dos puntos de regreso-, en 1 Corintios 9, no voy a tomar mucho tiempo para
profundizar en el punto. Hay un principio en el versículo 14, 1 Corintios 9:14 lo resume.
Entonces, el Señor dirigió que aquellos que proclaman el Evangelio, vivan del Evangelio.
Aquellos que proclaman el Evangelio deben vivir del Evangelio. Eso significa que si usted va a
pasar su vida haciéndolo, debe ser apoyado al hacerlo. Ahora, usted puede regresar a nuestro
texto, 1 Tesalonicenses capítulo 5. Lo primero que la congregación debe darle a los líderes, los
ancianos, pastores, es respeto, que incorpora cuidado, remuneración, apoyarlos, honrarlos
doblemente, ser generosos, no solo darles lo mínimo para que tengan qué -¿lo suficiente para
vivir?-, sino mostrar gran generosidad y respeto y admiración a ellos, sabiendo que van a ser
buenos administradores de lo que usted les da.

¿Cuál es la responsabilidad de la congregación? Respeto, admiración, honor, aprecio. En


segundo lugar, y esto emana de eso, estímenlos. Estímenlos. Él dice ahí en el versículo 13: “Y
que los tengáis en mucha estima por causa de su obra.” Ahora, este es muy parecido al
primero, no hay mucha diferencia: “Estima hegeomae.” Significa considerar, pensar. Significa
ir un poco más profundo que el primer deber, porque dice que usted debe estimarlos ¿cómo?
Tenerlos en mucha estima. ¿Sabe lo que es eso en el griego? Más allá de toda medida. Más allá
de toda medida. Y después la palabra clave “en amor”, “en amor”. No debido a su obra, no
debido a su personalidad, este no es un concurso de personalidades, sino debido a su trabajo.
Usted debe estimarlos más allá de toda medida. Usted debe estimar a un pastor fiel más allá
de toda medida. El punto es que no hay límite. No hay límite al respeto que usted debe tenerle
a ese hombre, al amor que usted debe tenerle a ese hombre. Usted debe amar a ese hombre.
¿Qué significa “amor”? Significa servicio sacrificial hacia él, significa afecto hacia él. No debido
a su personalidad, no debido a que le ha hecho favores a usted, sino debido a su trabajo,
porque él le ministra a usted la Palabra de Dios, porque él alimenta su alma necesitada.
En Gálatas usted notará en el capítulo 4 versículo 14, Pablo dice: “Aquello que fue una prueba
para ustedes en mi condición corporal. Ustedes no menospreciaron o aborrecieron.” Pablo
tuvo alguna condición corporal que lo hacía repulsivo al verlo, estar con él y él dice: “Ustedes
no odiaron eso.” No había nada atractivo en el hombre, nada en absoluto. “Ustedes no lo
aborrecieron, ustedes me recibieron como un ángel de Dios, ustedes me recibieron como
Cristo Jesús mismo.” Ese es el espíritu, esa es la actitud. No importa cuál sea la personalidad,
no importa cuáles son las cosas que no sean bienvenidas, como alguna enfermedad
aborrecible. “Ustedes me recibieron como si fuera un ángel de Dios o Cristo mismo.” Y
después él dice en versículo 15: “Si fuera posible, ustedes se habrían sacado sus ojos y me los
habrían dado a mí.” Bien pudo haber sido, algunos piensan que tenía algún problema horrible
en los ojos, donde tenía algún tipo de sustancia y él dice: “Ustedes se habrían sacado sus
propios ojos y me los habrían dado si hubieran podido hacerlo.”

Ahora, eso es estimar más allá de toda medida. Ustedes me amaron a pesar de lo que era
aborrecible acerca de mi condición, me amaron a pesar del hecho de que no era algo
agradable de ver y se habrían sacado sus ojos por mí. Ese tipo de amor sacrificial. En Gálatas
recordará usted, no es cierto, conforme Pablo escribe la carta, él realmente les está diciendo:
“Así era.” ¿Qué es lo que pasó para cambiar eso? Y él escribe en un tono de corazón
quebrantado: “¿Qué pasó para cambiar eso? ¿Qué hice para cambiar su amor? Las ovejas,
entonces, deben valorar. Más que eso. No solo deben dar respeto y remuneración al que ellos
conocen como su pastor sino que deben amar al pastor más allá de toda medida al punto de
cualquier sacrificio personal. ¿Por qué? No debido a su personalidad, sino debido a su trabajo.
Han sido llamados por Dios, han sido apartados para un trabajo especial y la congregación
debe valorarlos y reconocer en amor ese trabajo que han sido llamados a hacer.

Escuche a Juan 13:20: “De cierto os digo que quien recibe a quien yo envío me recibe a mí, y el
que me recibe a mí recibe al que me envió.” Cuando usted recibe al pastor, usted está
recibiendo al Gran Pastor quien lo envió y al Dios que envió al Gran Pastor en amor, en amor.
Usted estima a sus ancianos, sus pastores y su estima hacia ellos no tiene límites, sea cual sea
el aprecio que usted tiene hacia ellos ahora, increméntelo en amor. Usted debe amarlos
debido a lo que hacen, y si usted no lo hace usted está en desobediencia a estas palabras
directas de las Escrituras. Ese amor significa que busca lo mejor para ellos, ese amor significa
que, pasa por alto sus debilidades, ese amor significa que habla bien de ellos, ese amor
significa que los anima, ese amor significa que los levanta como hombres llamados por Dios,
que le han traído la verdad. Y, finalmente, y tercer lugar, él dice en el versículo 13: “Tened paz
entre vosotros.” Eso es lo tercero. Sométase a sus pastores. No hay nada que traiga más
tristeza y más distracción, más dificultad, más dolor que discordia en la iglesia. Ese concepto
de vivir en paz unos con otros es una exhortación muy conocida en el Nuevo Testamento.
Sabemos de esto, está por todo el Nuevo Testamento y usted lo puede encontrar en Romanos
14:19, en 2 Corintios 13:11, en Efesios 4:3, Colosenses 3:15, Santiago 3:18. Una y otra vez el
Nuevo Testamento llama a la paz pero aquí es muy específico. Aquí está en el contexto de la
relación entre los pastores y las ovejas. Y debe ser una pacífica. Sométase a sus pastores es el
punto. Sométase. Elimine el conflicto sin contención. Obviamente, esto da por sentado un
pastor fiel. Y donde hay un hombre que es fiel y está haciendo su mejor esfuerzo por servir en
la fortaleza del Espíritu de Dios usted debe someterse a eso. Ese es un mandato de las
Escrituras.

Vaya a Hebreos 13, y vamos a concluir con este punto de esta escritura en particular. Hebreos
13:7. Usted tiene tres escrituras en Hebreos 13 que se dirigen a sí mismas a la congregación
cómo deben tratar con el pastor. En el versículo 7 dice: “Acordaos de los que os hablaron la
Palabra de Dios.” Acordaos de aquellos que os guiaron, sus líderes, recuérdenlos quienes son,
que os hablaron la Palabra de Dios a vosotros. Y, al recordar, hay un acordarse de amor, es un
recordar el afecto: “Y recuerden que os hablaron la Palabra de Dios a vosotros y consideraos
cual es el resultado de su conducta e imitad su fe.” Ellos les hablaron mediante la Palabra.
Acuérdense del resultado de su conducta, cómo Dios bendijo sus vidas y los usó
poderosamente. Imiten su fe, imiten su fe y sepan que Jesucristo, quien es el mismo ayer hoy y
por los siglos, va a tratar con ustedes en obediencia en la misma manera que él trató con ellos
en obediencia y no se atrevan a ser arrastrados por diferentes enseñanzas.

Acuérdense de aquellos que les enseñaron la verdad, valórenlos y ámenlos y estímenlos.


Después ahí en el versículo 17 él añade de manera más directa. En primer lugar él dice:
“Acuérdense de ellos con un corazón agradecido.” Y ahora él dice en el versículo 17:
“Obedezcan a su líderes y sométanse a ellos. Obedezcan a sus líderes y sométanse a ellos.”
Dice usted: “Bueno, creo que pueden estar mal.” Muy bien, obedézcanlos y sométase a ellos
de cualquier manera. Ellos tienen que rendir cuentas, usted no. Nunca piense que usted puede
hacer a un lado el liderazgo de ellos. Ellos rinden cuentas. A menos que ellos le pidan a usted
que haga algo no bíblico, no escritural, impío, pecaminoso, usted debe seguirlos. Tenemos un
deber sobrio como pastores. Rendimos cuentas, ustedes siguen al liderazgo. Obedeced a
vuestros pastores y someteos a ellos porque ellos velan por vuestras almas como aquellos que
deben dar cuenta. Esa es una afirmación fuerte y es algo enorme que una persona de liderazgo
espiritual como yo o cualquier otro pastor o anciano tenga que cumplir con eso. Tenemos un
deber sobrio. Daremos cuentas delante de Dios, eso es bastante difícil con que vivir. Yo vivo
con eso todo el tiempo. Soy responsable a Dios por la condición de las ovejas. Soy responsable
a Dios por las decisiones que tomo y nosotros, como grupo, somos responsables a Dios por lo
que decidimos conforme buscamos la sabiduría del Espíritu.

Esa la razón por la que nunca hacemos nada que no sea unánime entre nosotros como
ancianos, porque queremos asegurarnos de que conocemos la mente de Dios conforme los
guiamos a ustedes, porque tenemos que dar cuentas. Muy bien, él dice: “Obedezcan.” La
gente obstinada, voluntariosa, le roba el gozo a sus pastores y les trae tristeza. Sigue el
versículo 17: “Para que lo hagan con gozo y no con tristeza, porque esto no se es provechoso.”
¿Quiere una iglesia miserable? Tenga un pastor miserable. ¿Quiere un pastor miserable? No
se someta y usted le va a quitar su gozo y él va a ser un nombre miserable, y ustedes van a ser
una congregación miserable. La gente obstinada, voluntariosa, le roba el gozo a sus líderes y
no les da nada más que dolor. Eso no es provechoso para vosotros. Él dice: “No les va a
ayudar.” Eso no les va a ayudar, tener un pastor triste, tener un pastor sin gozo. Jeremías,
ciertamente, conoció eso. Jeremías tuvo el ministerio sin gozo porque estuvo en tanto
conflicto. Él estuvo en dolor constantemente porque la gente se rebeló y se reusó a someterse
a las cosas que él dijo aunque eran las Palabras de Dios.

Deberes simples, ¿no es cierto? Realmente lo son. Si la iglesia va a ser un lugar rico, dulce,
feliz, bendecido, entonces, los pastores deben ser responsables en cumplir su deber para sus
ovejas y las ovejas deben ser responsables de cumplir su deber para con los pastores. Eso
significa que usted los valora, con respeto y remuneración. Usted los estima más allá de
cualquier medida en amor, al punto que usted haría cualquier sacrifico por ellos, y eso significa
que usted los levanta, habla bien de ellos, usted los anima, hace lo que pueda por hacer su
Ministerio positivo, porque son el canal de bendición ha usado para traerle la verdad a usted.
Y, en tercer lugar, usted se somete a ellos para que usted pueda hacer que la iglesia sea un
lugar de paz y usted elimine todo conflicto.

Oremos. Padre el tiempo ha volado rápidamente pero sentimos que ha sido lleno de algunas
instrucciones directas y útiles para todos nosotros. Padre, te doy gracias por el privilegio
glorioso de haber sido llamado al Ministerio, aunque soy totalmente indigno. Te doy gracias
por la bendición especial que esta congregación es para mí. Tantos hombres no han tenido un
privilegio como este de estar en un lugar de amor y aprecio, respeto, remuneración y sumisión.
Padre te doy gracias por eso. No lo doy por sentado, sé que no es algo que alguien se gana. Sé
que esto es dado por Gracia. Te doy gracias por eso y te doy gracias, también, en nombre de
esta congregación que Tú me has dado a los largo de los años, a muchos pastores fieles que los
han guiado, no solo desde este púlpito, sino en todos los otros ministerios de esta iglesia. El
ministerio de niños, ministerios de jóvenes, todo tipo de ministerios de adultos, ministerios
misioneros. Padre, Tú has dado a muchos pastores fieles que han trabajo duro entre las ovejas
que han supervisado fielmente. Tú has dado muchos pastores fieles que han instruido en la
Palabra de Dios y Padre, queremos preservar esta unidad en el vínculo de la paz que tú nos has
concedido. Al continuar siendo fieles.

Oro por esta congregación, que Tú llenes sus corazones de aprecio, mucha estima y amor por
aquellos que sirven debido a su obra, no debido a su personalidad o algo en ellos que es
agradable, y que los hagas vivir en obediencia y sumisión a su liderazgo. Para que pueda haber
gran gozo en esta iglesia. Si hay un corazón que está luchando en reconocer estas cosas debido
a que hay amargura o debido a que hay enemistad, conflicto, rebelión, oramos Señor, porque
Tú limpies eso y nos des una armonía dulce. Haz de todos los pastores fieles y haz a las ovejas
fieles también para que podamos representarte apropiadamente en este mundo, para que
podamos conocer el gozo de la bendición completa y el poder que una comunidad que tan
bendecida de creyentes en el mundo tiene conforme toca a aquellos que necesitan tan
desesperadamente a Nuestro Cristo. Oramos, con ese fin en mente, para Tu Gloria en el
Nombre de Cristo, amén.

También podría gustarte