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Psicología
Psicología Social
Grupo #B065
Alumno:
Managua, Nicaragua
Marzo, 2023
1984
LA GUERRA ES LA PAZ.
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD.
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA
Cualquier persona se daría cuenta de lo ilógico y absurdo que son estas consignas
porque se genera una contradicción a la hora de conceptualizar esos términos.
Se logra observar como se controlan las acciones y sonidos que puede realizar una
persona, es decir, lo que se puede o no hacer y lo que se puede o no decir. A este
aparato se le llama telepantalla (recibe y transmite sonidos al igual que se conecta
con una radio de visión). Sin embargo, se habla de un aparato que me genera
interés, el instrumento llamado teidoatítalia podía ser amortiguado, pero no había
manera de cerrarlo del todo, a nivel personal me recuerda un poco al cerebro,
puedes enfocarte en otros pensamientos o en tu entorno pero al final no puedes
cerrarlo ni apagarlo por completo, siempre va a funcionar.
Las calles están rodeadas de carteles con la misma frase, “El Gran Hermano Te
Vigila”, esto no solo genera pánico ni frustración a la sociedad, sino que también es
una clara violación a la privacidad y otros derechos humanos. Además se puede
observar como esta sociedad presenta sus Ministerios.
Una crítica actual a lo que es el cine hoy en día, Winston nos explica un suceso que
pasó en un cine, las personas se rían por tragedias y no cuestionaban las
consecuencias de las acciones, la cinematografía era simplemente usada como un
método de entretenimiento, ¿dónde quedó el cuestionamiento, la educación, las
analogías y diferentes emociones además de la gracia?. Pero, es increíble como
siempre no importa dónde ni cómo siempre va a existir una persona que sea la
“oveja negra” que realmente se pregunta si esto esta bien o mal y el por qué de ello.
Lo que Winston plantea son los “Dos Minutos de Odio”, donde variaba cada día,
pero en ninguno de ellos dejaba de ser Emmanuel Goldstein el protagonista. Era el
traidor por excelencia, el que antes y más que nadie había manchado la pureza del
Partido. Todos los subsiguientes crímenes contra el Partido, todos los actos de
sabotaje, herejías, desviaciones y traiciones de toda clase procedían directamente
de sus enseñanzas.
Pero al final se reproducía la amenazadora figura del rostro del Gran Hermano.
Winston lo consideraba consideraba un fenómeno óptico psicológico de que el
rostro del Gran Hermano persistía en la pantalla durante algunos segundos, como
si el «impacto» que había producido en las retinas de los espectadores fuera
demasiado intenso para borrarse inmediatamente.
Bibliografía