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La constructividad corporal
Apuntes sobre el desarrollo psicomotor
para Jorge Garbaz

Introducción

Si en las diferentes definiciones de psicomotricidad buscáramos aquellas palabras que


podrían dar cuenta del objeto de estudio enunciado como propio en el ámbito de acción
de la psicomotricidad, encontraríamos ciertas respuestas en las siguientes palabras, por
un lado: comportamiento, personalidad, capacidades psíquicas, pensamiento, deseo,
psíquico-intelectual y por el otro: evolución motora, motricidad, función motriz.
Estos dos grupos de palabras pertenecen a las siguientes disciplinas: la psicología y la
neurofisiología.
Tendríamos en un principio que la psicomotricidad trata de definir a su objeto de
estudio y la acción psicomotriz retomando información de ambas disciplinas. Quedan
delimitados dos aspectos que se interrelacionan y que ya están connotados desde la
misma palabra psicomotricidad:

PSICO MOTRICIDAD

1. la motricidad, en la cual se incluye la función motriz propiamente dicha en su


dependencia básica con las funciones musculares, articulatorias y del sistema nervioso
central.
Ajuriaguerra considera que el efecto de la interrelación del sistema piramidal
(movimiento involuntario), el sistema extrapiramidal (motricidad automática o
automatizada) y el sistema cerebeloso (regulador de la armonía del equilibrio interno
del movimiento) da lugar a la función motriz1; funciones propias de la especie humana,
y que se desarrollan según las siguientes leyes de maduración: Ley de Babinski, Ley de
Coghil y Leyes de Maduración Postural.

Estas leyes que enunciaremos en los próximos puntos explicitan el orden y la secuencia
de presentación de los patrones motrices comunes al ser humano como especie
diferenciada. Estableciendo una cronología a la que vamos a definir como los aspectos
cuantitativos en la estructura psicomotriz.
Estos forman parte de las etapas de maduración, comunes a todos los sujetos (pautas
que si no se presentan tal cual se enuncian dan lugar a los diferentes problemas del
desarrollo psicomotor).

2. lo psico. La psicología nos informa respecto de los aspectos causales y las


variables intervinientes en los procesos de equilibración continua en torno a los cuales
se va estructurando la inteligencia y los procesos de diferenciación y conciencia de sí,
ejes constitutivos del sujeto autónomo.
Explicitando que las características de articulación y expresión de dichos procesos
están definidas según la historia y las experiencias y que determinan lo unívoco, lo
individual y propio de cada sujeto.

1
Julián de Ajuriaguerra, Manual de Psiquiatría Infantil, 1º edición, Barcelona, Toray Masson, 1972, p. 213.
De forma tal que la psicología informa de cómo lo que siendo de un orden de la
especie, lo general se constituye en un orden particular. Por ejemplo: La marcha es un
patrón motriz común a todos los seres humanos, su tiempo de presentación oscila entre
los 10 meses y los 18 meses, dicha variabilidad de presentación está estrictamente
ligada a las experiencias relacionales del sujeto tanto a nivel de la propia articulación
de las estructuras de constitución neurológicas y psicológicas, como del interjuego con
un otro.
La psicología da cuenta de los aspectos cualitativos de la estructura psicomotriz.
La organización psicomotriz es una antigua pregunta a la cual se ha intentado
responder de diferentes maneras; algunas de ellas son las siguientes:

1. Ley de psicomotricidad de Dupré: establece que hay un estrecho paralelismo


entre el “desarrollo de las funciones psíquicas y el de las funciones motrices. A cada
estado psíquico le corresponde un estado motor.” Este concepto denominado
psicomotricidad fisiológica, está compuesto de tres aspectos: psicomotricidad paralela,
psicomotricidad centrífuga y psicomotricidad centrípeta.

2. Por su parte Heuyer dice: “en todos los estadios, el dinamismo motor está
estrechamente ligado a la actividad mental”. Es un verdadero paralelismo psicomotor y
luego agrega: “es algo más que un paralelismo de desarrollo”; se trata de una serie de
contactos establecidos en la proximidad de las células corticales (las motrices y las
psíquicas). No solamente “contigüidad entre ambas células sino que existen haces
asociativos entre las células motrices de la corticalidad y los centros subcorticales de la
afectividad”. Por ejemplo: la sonrisa.
 fenómeno motor: pone en juego músculos orofaciales.
 fenómeno psíquico: - afectivo: expresión de placer
- intelectual: discriminación de la persona.

¿Dónde se ponen en juego y se evidencian dicho paralelismo psicomotor y dichas leyes


de psicomotricidad? ¿Dónde resuena y se concretiza la dialéctica especie-individuo?
¿Dónde accionan y se articulan los aspectos cualitativos –procesos- y cuantitativos –
etapas- que conforman el sujeto humano y de los que la neurofisiología y la psicología
nos hablan?
En el cuerpo del sujeto como lugar de una particular integración estructural
(neurofisiológica-psíquica) llevada a cabo a lo largo de un recorrido histórico que
configura en una unidad relacional aquello que, siendo del orden de la especie humana,
se significa estructurando al sujeto.
PSICO MOTRICIDAD

Aparato psíquico Función motriz

Psicología Neurofisiología

Aspectos cualitativos Aspectos cuantitativos

Proceso de constitución Etapas de maduración

Orden de lo particular Orden de lo general

CUERPO

Sobre el cuerpo como una construcción

La especie humana no sabe de su cuerpo si no es a partir de un otro. El hombre no


desenvuelve por sí solo los dispositivos genéticos de lo que denominaremos el proceso
de constructividad corporal.
Cuando un ser humano nace se establece una ruptura de la adecuación natural con la
que contaba en el vientre materno. En la cultura esa ruptura está señalada por el llanto
del bebé en el momento del nacimiento. Se interpreta como el inicio de la disposición
adaptativa al nuevo ámbito y en dicho llanto se observa:
a. que generalmente está acompañado por una descarga motriz y una apertura y
contracción en extensión de las diferentes partes del cuerpo, la boca, los miembros
superiores e inferiores. En esta primera adecuación postural el sujeto desdibuja la
primaria postura en flexión e incorpora al respirar uno de los primeros índices de
extensión postural que luego se reactualiza constantemente en la toma de contacto con
las diferentes superficies sobre las cuales se dispone a los bebés.
b. seguidamente al llanto que es expresión de un desequilibrio, el bebé es
atendido: se lo calma o baña o alimenta. Es una escena de un primer registro de
tensión-distensión que el sujeto estructura.
Es la primera situación de búsqueda-encuentro que el sujeto establece con otro
diferente a sí, es el primer intercambio que el bebé establece con el medio y que se
articula a nivel de la estructura tónica, a nivel de su cuerpo.

Decimos entonces que el cuerpo es en construcción en y para la relación con un otro.


Es a partir de otro que el cuerpo de un sujeto se va construyendo y sabiendo de dicha
construcción.
La presencia del otro materno soporta otorgando un sentido al cuerpo y posibilitando el
cumplimiento de procesos, órdenes y caracteres que enuncian la neurofisiología y la
psicología. Los cuales en un principio se integran a nivel de la estructura tónica. Las
modificaciones que experimenta y evidencia dicha estructura tónica y que según las
respuestas del otro se caracterizan, van constituyendo el primer código de
comunicación entre el sujeto y el medio. Código tónico-postural absolutamente
particular, singular y propio a cada sujeto. Y sobre el cual un sí mismo y un otro van
tomando efecto, registrándose a nivel de lo agradable, lo que quiere mantener, lo
equilibrado –distensión– por oposición a lo que molesta, genera tensión, lo que no se
quiere y no se busca.
Situamos en dicha experiencia tónica y en el diálogo tónico-postural uno de los
primeros lugares donde se ponen en marcha los procesos del desarrollo psicomotor a lo
que nombraremos como el proceso de constructividad corporal.

El tono vehiculiza la primera modalidad de ser en el cuerpo con que el sujeto cuenta, la
primera modalidad de aprehender sobre sí y sobre el otro.
La estructura tónico postural es el primer índice del proceso de constructividad
corporal del ser humano.
El tono, con su juego de tensión y distensión, se integra en la estructura de
movimientos reflejos y pone en evidencia a través de las respuestas tónico-posturales y
motrices el carácter expresivo, de comunicación que es propio a su función. Es el
primer momento del desarrollo psicomotor del bebé que –según Ajuriaguerra2– se
caracteriza por:

“la organización del esqueleto motriz; la organización tónica; la organización


propioceptiva.” “La actualización de las posibilidades reflejas constituye de por sí una
modalidad asimiladora, que se acomoda al medio en cuanto se pone en
funcionamiento.” Especificando que, “para pasar de los reflejos a los actos del hombre,
ha de sentir la resistencia del medio en forma de estímulos procedentes del exterior,
que quebrantan su equilibrio organizativo.”3

En la ejercitación funcional de los reflejos que lleva a cabo el bebé no sólo se


desenvuelve una modalidad asimiladora que se acomoda al medio sino que es
evocación, reedición, intento de encuentro y búsqueda de situaciones placenteras.

2
Julián de Ajuriaguerra, ob. cit. p. 214
3
Ibid.
Por ejemplo, en relación al reflejo de succión observamos que los bebés suelen llevar a
cabo la ejercitación funcional independientemente de la necesidad de alimentación: a
través de chupar la lengua, el pulgar, evocando el estado de placer relativo al momento
del amamantamiento, la distensión, el afecto donado por el otro materno. Es así, como
el bebé reedita la escena, sitúa como propia la fuente del estado de placer recibido y
modifica en esa búsqueda las praxias orofaciales, creando nuevos movimientos que se
alejan paulatinamente del originario carácter reflejo.
El tiempo asume el valor de los órdenes, de las secuencias e intervalos que sus
búsquedas-encuentros, -placer-displacer, establecen.
El espacio está referido a los puntos o lugares donde culminan y que transportan las
búsquedas: boca, mirada, mano, colcha, y por otro lado, pecho de su madre, cuerpo de
su madre.
Tiempo y espacio producto de la búsqueda de la distensión y de la experiencia de
tensión.
Esta primera fase del proceso de constructividad corporal se caracteriza por el
desarrollo de la estructura refleja y la organización tónico-postural. El cuerpo orgánico
del bebé está significado por la presencia de su madre que le otorga un sentido a cada
una de sus producciones como ya lo hemos mencionado: niño-madre constituyen un
solo cuerpo: el cuerpo del niño es objeto del accionar del adulto.
El niño sabe de sí a través de la madre y del cuerpo de la madre que brinda un orden y
una respuesta a cada uno de sus estados.
En esta fase también la musculatura de sostén de la visión comienza a actuar.
El niño mira fijamente, la permanencia de la mirada depende del otro. Dicha mirada
asume el valor de auténticos encuentros, de diálogos preverbales, profundamente
significativos que se presentarán en tanto el bebé tenga la posibilidad de captar la
mirada de un otro y dejarse captar, poseer por otro que se aproxima al espacio de su
cuerpo.
Ese cuerpo que siendo objeto del movimiento del adulto comienza a producir miradas,
sonidos, manipulaciones, contactos, movimientos que van relevando a nuevos y
propios códigos las formas de la relación con el otro y con el propio cuerpo que en un
principio se desarrollaban a través de la organización tónico-postural y en el diálogo
tónico-postural. En este camino se llevará a cabo la construcción paulatina de la
próxima fase de constructividad corporal denominada del cuerpo instrumental.

La construcción del cuerpo instrumental se lleva a cabo a través de las leyes de


maduración del sistema nervioso.4
 El sujeto accede desde las posturas de flexión a las posturas de extensión: del
cierre, del apego, la búsqueda de cuidado, a la apertura y la autonomía.
 El sujeto, en su búsqueda, lleva a cabo un uso privilegiado de los segmentos
próximos para luego servirse de los distales; la maduración se instala en los segmentos
cefálicos para luego acceder a los caudales.

 del arriba hacia el abajo


 desde el centro hacia el afuera

4
Las leyes de desarrollo que se desprenden de los estudios de maduración de Gessel son la Ley Céfalo
Caudal y la Ley Próximo Distal.
 de lo cerca a lo lejos

 El movimiento parte con un carácter global -donde el niño compromete la


totalidad del cuerpo aún para movimientos pequeños- para llegar al uso independiente
de los diferentes segmentos corporales.
 El movimiento se desarrolla desde un estado de estatismo a una progresiva
conquista de lo dinámico.
 Del cuerpo que es conducido, orientado por otro, al desplazamiento por sí
mismo (maduración postural).
Estas situaciones de dinamismo, de búsqueda activa del niño se observan primero en la
zona orofacial, luego en la mirada, en la sonrisa y en la audición; y en un tercer
momento, en la prensión voluntaria.
El mirar, el escuchar, el hablar y el tomar ya no es recibir, ya no es ser objeto de:
cuando el bebé toma tiene la posibilidad de ser sujeto que agarra, tira, sacude, da
vueltas, hace ruidos, modifica a los objetos; desplegando en dichos actos un interés,
una intención, un descubrimiento que no sólo benefician la maduración de las
funciones sino que se trata de la afirmación de un sí mismo.
Se va dejando la búsqueda por placer funcional, es entonces la intención la que releva
al placer funcional determinando la construcción del cuerpo instrumental ya
mencionado y, que se produce a partir de la organización y desenvolvimiento del plano
motor y que se observa en el equilibrio estático (posturas) y dinámico (de los miembros
inferiores y superiores).
En síntesis, situamos en la intención uno de los caminos a través del cual se produce el
relevo del cuerpo tónico al cuerpo instrumental, momento a partir del cual los
intercambios que el sujeto establece con un otro diferente de sí se evidencian en el
desenvolvimiento de la posturo-motricidad.
El plano motor que está sostenido por el cuerpo tónico (por la fase anterior) a la vez da
continente a dicho cuerpo tónico. El espacio adquiere junto con la organización de la
temporalidad y causalidad, evidencia y presencia; ya no se usan solamente los
pequeños espacios del cuerpo, el niño sale a recorrer el espacio, se separa cada vez más
del cuerpo del adulto tomando el tiempo, el espacio y la causalidad de sus acciones otra
significación.
Como ya lo hemos planteado, denominamos a este momento donde el niño privilegia el
plano motor y la conquista del espacio como elemento primordial de relación con el
otro y consigo mismo: fase del cuerpo instrumental, la que se organiza y desenvuelve a
partir de las siguientes variables relacionales5: prensión voluntaria, desarrollo
postural, desarrollo de la coordinación dinámica general y desarrollo de la
coordinación de miembros superiores.

1. Desarrollo postural y prensión voluntaria


5
Variables relacionales: Variable: que varía o puede variar. Relacional: perteneciente o relativo a la relación.
La nominación Variables relacionales ha sido usada para hacer referencia a un conjunto de producciones
corporales que son variables o puede variar en el transcurso del despliegue del desarrollo psicomotor y que
derivadas del equipamiento, pertenecen o son relativos a la relación del ser humano con su propio cuerpo y
con el otro.
En la organización postural se observa un abandono progresivo de la horizontalidad: a
través de las posturas intermedias; de sentado y de rodillas el niño va perdiendo el
apoyo y seguridad que le brinda la posición acostada. Las bases de sustentación de las
posturas se van achicando cada vez más; puede apoyarse por sí mismo y por lo tanto
apoyar cada vez menos su cuerpo en el otro.
Se pone de pie. Accede a la vertical, conquista con su cuerpo el volumen, la
profundidad. Su cuerpo y todo lo que éste produce al estar liberado de la búsqueda de
la propia seguridad, construye acciones con los objetos y accede al espacio próximo.

2. Desarrollo de la coordinación dinámica general


Al tener el niño la posibilidad de desplazarse se agranda el espacio de dominio; ya no
necesita tirar los objetos para conquistar el espacio; ahora es el propio cuerpo con sus
producciones y accionar el que inviste el espacio.
La marcha está en un comienzo sostenida y conducida por las manos; la mirada, los
gestos de aprobación y las palabras de un otro. En un segundo momento -cuando ya el
niño comienza a desplazarse por sí mismo- observamos: una marcha vacilante, de
pasos cortos, de poca elevación, de poca amplitud y con caídas frecuentes, caracteres
reveladores aún de la necesidad de protección y cuidado de un otro.
La carrera implica un aumento de velocidad en los desplazamientos, una modificación
en la base de sustentación, más energía puesta en juego, más distancia en el tiempo y
más recorridos en el espacio. Se agranda el poder del cuerpo al agrandarse el espacio al
que el cuerpo tiene acceso.
Poder casi absoluto que se logra con el salto cuando se quiere probar que se alcanza lo
que está arriba, lo que es grande, lo que está en el mundo de los grandes. Cuando se
está aquí pero allí, en una sucesión dialéctica como así también cuando se está
dispuesto a perder el punto de referencia de la unidad corporal que otorga el registro de
la base de sustentación.
Al saltar, el niño tiene que, por un lado, contar con una representación de la unidad
corporal para la elevación y por otro contar consigo mismo y sus apoyos para recibir a
su cuerpo con sus pies en la caída. El salto implica estar dispuesto a soltar los pies y
volver a tomarlos para caer sobre ellos; en cada una de estas situaciones el niño va
diciendo: YO. YO puedo, YO hago, YO soy.
Marca diferencias con su hacer, utilizando la propia acción, al propio cuerpo como
referencia para construir relaciones respecto de los otros, de los objetos y de las
categorías del tiempo y del espacio.
El espacio, el cuerpo y los objetos van a ser conocidos y cualificados no solo según la
intencionalidad sino con el poder de su accionar.
Las dimensiones, las distancias, la proximidad, la ausencia y la presencia, las
direcciones como así también las secuencias y los intervalos se van aprehendiendo a
partir del registro y de la vivencia de las acciones; ya no son objeto de la acción de otro
sino que están sujetados por la propia acción que va significándolas en el registro de la
intención y el hacer.
La organización tónico-postural puesta al servicio de la afirmación de un Yo y de un
No Yo. El recorrido relacional del cuerpo tónico se reedita y se enriquece en las
características con que el niño utiliza el cuerpo instrumental que es el cuerpo de la
vivencia y de la acción.
3. Desarrollo de la coordinación de miembros superiores
Paralelamente los movimientos de los miembros superiores van adquiriendo
independencia y el niño puede utilizar diferenciadamente cada uno de los segmentos
corporales que componen a los miembros superiores: los brazos, las manos, los dedos,
pueden llevar a cabo movimientos disociados, simultáneos y/o alternativos. Se
construyen los movimientos gestuales, manuales y digitales. Estos logros en la
independencia segmentaria están también ligados a la organización postural y a las
experiencias de simetría y asimetría que se construyen respecto del mencionado campo
postural. De esta manera el niño ya no solo vivencia la diferencia del sí mismo con un
otro externo sino ubica en la propia unidad corporal segmentos que accionan y otros
que permanecen desvinculados de la acción directa pero seguramente soportándola de
alguna manera.
La exterioridad vivida y accionada comienza a ser mediatizada por el acceso del sujeto
a la representación; se privilegia la percepción que orienta la acción.
Tiempo y espacio percibido.
Dicho cuerpo instrumental que a través de la acción comenzó a ser percibido, es
paulatinamente relevado a un cuerpo cognitivo, que organiza y estructura las acciones y
nociones en relaciones cognitivas.
Es el relevo de la intención a la anticipación, a la representación sobre aquello
investido que ya comienza a ser representado.
De esta manera empieza a presentarse la tercera fase de la constructividad corporal, “el
cuerpo cognitivo”.
Desde el punto de vista del desenvolvimiento psicomotor es la precisión que se
presenta en este momento. Es el poder anticipar lo que quiero y delinear un camino a
recorrer para lograrlo; se constituye el proyecto de acción para concretar las
intenciones.
El niño cuenta con su cuerpo que ya pone en juego el qué, el cuándo, el por qué, el para
qué, con qué, con quién accionar.

Sobre la construcción del cuerpo y el desarrollo psicomotor

Para ir finalizando cabe tomar el tema “¿Cómo definir el desarrollo psicomotor


teniendo en cuenta la constructividad corporal6 y las variables relacionales?7

6
Constructividad corporal: usamos la palabra constructividad como sustantivación del verbo construir ya que
se adecua mejor al sentido que nos interesa asignar al proceso de construcción del cuerpo vinculado al
desarrollo psicomotor.
Construcción proviene de construir que es edificar, fabricar; se construye un edificio, una obra de arte, una
obra de arquitectura; nos interesa rescatar, por un lado: la relación entre la construcción y la obra.
7
Variables relacionales: En el momento de escritura del artículo denominamos variables relacionales al
ordenamiento y disposición de lugares, funciones y funcionamientos corporales que se hacen presentes en el
espacio y en la dinámica de la constructividad corporal; muchas de dichas variables relacionales forman parte
de las conductas descriptas como pautas del desarrollo en los estudios de la psicología. Al repensar el
desarrollo psicomotor incluimos otras funciones y funcionamientos corporales que no estaban consideradas
como pautas madurativas y del desarrollo; pero que son coherentes con la perspectiva de observación y
reflexión que venimos desarrollando: no se trata solamente de la adquisición y maduración de pautas
posturo-motrices, sino que forman parte del desarrollo psicomotor funciones y funcionamiento corporales
tales como: tono, la fluctuación tónica, mirada, audición, gestos sonidos, etc. como ya ha sido planteado.
Desde la perspectiva de análisis expuesta digo que el desarrollo psicomotor es la
manera en la cual el sujeto en relación es siendo en su cuerpo:

a. - consigo mismo; nivel de integración estructural


- en relación a los objetos y a los sujetos

b. Decimos siendo para indicar secuencia y constructividad.

Desde otro ángulo también podemos aproximarnos al concepto de desarrollo a través


de pensarlo como aquello que el cuerpo produce al ser un cuerpo en construcción en y
para la relación con un otro.
¿Qué es aquello que el cuerpo produce? ¿cuáles son las producciones del cuerpo?:
estructura de movimiento reflejo, tono, postura, sonido, voz, mirada, escucha, sonrisa,
llanto, prensión, coordinaciones, gestos, espacio, tiempo, imagen, lateralidad, grafismo,
proyecto motor, lenguaje.
Producciones del cuerpo8 a las que vamos a llamar variables relacionales: los
espacios y funcionamientos corporales a través de los cuales se acciona y se vehiculiza
la relación del sujeto consigo mismo (integración estructural) y del sujeto con un otro.

¿Cómo acceder desde la mirada psicomotriz al desarrollo psicomotor?


En dichas variables relacionales, que concretamente se despliegan en el hacer y en el
juego, cada niño va a expresar su propia historia relacional, aquella que se inscribió en
la estructura tónica y que se reedita como matriz relacional en todas sus experiencias
corporales.
La diferenciación de las fases de constructividad del cuerpo: cuerpo tónico, cuerpo
instrumental y cuerpo cognitivo ha sido organizada con un criterio didáctico; no son
etapas y/o estadios en los cuales la entrada en uno de ellos implica la ausencia de la
fase anterior.
El cuerpo es una estructura tónica, instrumental y cognitiva; según las situaciones
privilegia en sus relaciones variables que corresponden a uno u otro aspecto. No
implican la exclusión o separación sino por el contrario hay permanentemente una
inclusión cuyos efectos son las variables relacionales y que, para su mejor
comprensión, han sido dispuestas en fases de organización y soporte. (*)

Bibliografía

Aucouturier, Bernard y Lapierre, André, El cuerpo y el inconsciente en educación y


terapia, Barcelona, Científico Técnica, 1980.

8
Producciones corporales:
Producciones: Suma de los productos. La producción está connotada particularmente por el producto y
también por la acción de producir que es engendrar, crear, originar, ocasionar.
Nombramos como producciones corporales, producciones del cuerpo a: aquellos funcionamientos del cuerpo
y de la estructura psicomotriz (incluyendo la temporalidad y la especialidad) que son el efecto de la
constructividad corporal y tienen su origen tanto en el desenvolvimiento del equipamiento como en la
relación con otro y en la relación del sujeto consigo mismo.
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(*) “La Constructividad Corporal: apuntes sobre el desarrollo psicomotor” fue escrito en el
año 1984 a partir de una invitación de Jorge Garbaz a dar una clase sobre el desarrollo
psicomotor en la Escuela Argentina de Psicomotricidad; que dependía de la Asociación
Argentina de Psicomotricidad; institución en la que he participado desde entonces,
particularmente respecto a la formación de los psicomotricistas; que ha sido el modo con el
cual he trabajado sobre mi propia formación.
También junto a Jorge y en el Centro Dra. Lydia Coriat, llevé a cabo mis primeras
experiencias en Clínica Psicomotriz.

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