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MERCURIUS
MENTALES
ººº 1 Puede haber en Mercurius dos actitudes relacionadas: el deseo o la tendencia a matar a otros
o a sí mismo, que revelan, en última instancia, la acentuada tendencia destructiva de la sífilis (aún
en la mente), de la que este medicamento es uno de los principales, o quizás el más importante, de
los utilizados en su tratamiento. Hay deseos de matar, ya a sus seres queridos, a su propio hijo, a
su esposo (a quien le implora que esconda los cuchillos o navajas, porque verlos le produce
impulsos de matar); se agrava si lo contradicen o por la más mínima ofensa; bruscos impulsos de
matar durante la menstruación, especialmente a su esposo a quien adora. Hay una verdadera
tendencia a ser criminal, y su agresividad se manifiesta por su odio a los que lo han ofendido, su
crueldad o perversidad (que puede ser la base real de los anarquistas o revolucionarios), por ser
despreciativo, censurador de todo, insultante, por sus deseos de pelear o porque considera a cada
persona como su enemigo (cree que es perseguido por enemigos), y llega a creer que es un
criminal. Por otra parte, está descontento siempre y con todo, está disgustado con todo, y consigo
mismo, y no tiene valor para vivir; está cansado de la vida, a veces con sentimientos de culpa
(especialmente de noche, y que lo atormentan o lo ponen muy ansioso), remordimientos (se
reprocha) y deseos de morir, que lo conducen a una marcada tendencia suicida, especialmente
durante la menstruación o mientras transpira, o al ver un instrumento cortante; con cuchillo. Hay
pensamientos suicidas, con miedo a una ventana abierta o a un cuchillo, porque, a menudo, hay un
verdadero miedo al suicidio, que llega al extremo de no querer que lo dejen solo, por temor a
herirse a sí mismo.
ººº 2 Memoria escasa, débil; para nombres propios, personas o lugares; se olvida de lo que acaba
de leer, de lo que ha dicho o lo que estaba por decir, o a donde va. Tiene un déficit de ideación, se
concentra con dificultad, sobre todo para escribir o calcular (es incapaz de hacer cálculos), es
olvidadizo, está ausente, aturdido y hasta confuso, especialmente después de comer, no sabe
donde está y llega a perderse en calles bien conocidas o a no reconocer a sus parientes o a su
propia casa. Tiene errores cuando habla (coloca mal las palabras), al leer, al calcular o cuando
habla de lugares o localidades. Imbéciles (a veces crueles), o desarrollo mental precoz.
ºº 3 Miedo: de noche, a morir (con presentimientos), a morir pronto, a las enfermedades, a la locura
(más de noche), a los ladrones, al suicidio, a la sífilis; con palpitaciones. Ansiedad al anochecer y
de noche; con anticipación de hechos que pueden ocurrir. Asustadizo. Deseos de escapar,
corriendo; con ansiedad, de noche. Duda de curarse. Suspicaz, de día. Timidez. Falta de confianza
en sí mismo.
ºº 4 Siempre apurado, más en los movimientos o al hablar (o habla sin sentido o lentamente); o
contesta lentamente a las preguntas. Siente que el tiempo pasa muy lentamente. Inquietud: a las
20 horas; ansiosa; de noche; da vueltas en la cama o lo saca de ella o lo hace ir de una cama a la
otra; estando sentado; con somnolencia; en niños.
ºº 5 Llanto: durante las convulsiones; involuntario; con los dolores; durmiendo y al despertar;
alternado con risa; el llanto lo mejora y el consuelo lo empeora. Grito encefálico (con estupor en la
meningitis). Trastornos por decepciones o por mortificación. Aflicción con miedo de noche.
Quejidos cuando suda. Nostalgias.
º 7 Delirio: de noche, murmurante; de persecución; quiere estar desnudo, tanto cuando duerme
como en el delirio. Estados maníacos con rabia. Delirium tremens. Tiene alucinaciones, sobre todo
de noche: cree que está rodeado de enemigos, que cada persona es un enemigo, que es
perseguido, que ve fantasmas de noche o perros o ve correr agua, o que sufre los tormentos del
infierno sin poder explicarlo, o que ve ladrones en la casa.
º 9 Otros síntomas mentales: tristeza durante la diarrea, hipersensible a ruidos, con aversión y
agravación por la música; ninfomanía; sensación de que la abandonan, y está peor por estar sola;
deseos de viajar; pérdida de la voluntad; rompe cosas; aversión a que lo toquen; dice que está bien
cuando está muy enfermo; síntomas mentales por excesos sexuales.
GENERALES
ººº 12 Peor: por temperaturas extremas, frío y calor; tendencia a enfriamientos; peor por frío, frío
húmedo, aire frío o después de tomar frío (siente el frío en los huesos); por el aire caliente, el calor
general o de la cama o de las estufas; por corrientes de aire y al aire libre (le tiene aversión);
acostado sobre el lado derecho (no puede estar) o sobre el lado dolorido; por el baño; por
alimentos fríos y por dulces; antes de la menstruación; por el movimiento general y el de los sitios
afectados; antes de dormir y mientras duerme; por el menor contacto; por tocar cosas frías, en
Invierno; por la humedad; destapándose. Mejor: por llorar; en reposo y estando constipado.
ººº 13 El olor mercurial es ofensivo, fétido: aliento, sudores, heces, secreciones nasales y de los
oídos, expectoración, orina, etc.
ººº 14 Temblores (ver 38). Enfermedad de Parkinson ("El mejor remedio general para esta
enfermedad") (Clarke).
ººº 17 Dolores óseos, peor de noche; ablandamiento de huesos, caries óseas e inflamación de
huesos y periostio; espesamiento del periostio. Dolor, inflamación, induración, hinchazón y
supuración de ganglios linfáticos, sobre todo en cabeza, cuello, ingles y axilas. Exostosis
dolorosas. Gran fragilidad ósea.
º 18 Debilidad, con temblores, que se acentúan por el menor esfuerzo, por los sudores o después
de mover el vientre. Adelgazamiento.
DESEOS Y AVERSIONES
ºº 20 Deseos: de pan con manteca, de pan solo, de manteca sola, de leche, de bebidas frías, de
cerveza, de alimentos líquidos y de dulces.
21 Aversión: a las grasas, a los dulces y a la manteca; a alimentos calientes; a la carne; al vino.
PARTICULARES
ºº 24 Dolor de oídos quemante, presivo o en puntadas, peor de noche y por el calor de la cama; a
veces con sensación de frío, como si hubiera hielo en el oído. Sensación como si saliera agua
helada de los oídos, que aparece brusca e intermitentemente, con violento prurito en los intervalos.
Otitis medias. Supuración del oído medio. Perforación del tímpano. Secreción o descarga de los
oídos: purulenta (con ulceraciones y excoriaciones o fungosidades en la oreja), o verdosa,
amarillenta, amarillo verdosa; sanguinolenta, excoriante, fétida; con dolor. Descarga de cerumen.
Trastornos por supresión de las secreciones del oído. Forúnculos en el meato auditivo. Hipoacusia
o, por el contrario, intensa reverberación de todos los sonidos en el oído; a veces con sensación de
oído tapado, que cesa al tragar o sonarse la nariz. Obstrucción por hipertrofia de amígdalas o
vegetaciones adenoideas. Oye timbres, zumbidos o rugidos, principalmente al anochecer.
ºº 25 Coriza peor de noche, por el aire frío o caliente; seco, con obstrucción nasal, o fluyente, con
descarga copiosa de serosidad corrosiva; con frecuentes estornudos; puede acompañarse de
escalofríos o fiebre, laringitis o garganta dolorida. Descarga o secreción nasal: de pus verdoso,
fétido y corrosivo; sanguinolenta; excoriante; verdosa o amarillo verdosa; ofensiva; purulenta o
acuosa. Trastornos por supresión de la secreción nasal. Catarro nasal extendido a los senos
frontales. Ozena, con olor a podrido de la nariz. "Niños de nariz sucia". Hinchazón de los huesos
nasales, más en la raíz, con dolor al tocar. Hinchazón con enrojecimiento brilloso e inflamación de
la nariz, con prurito. Nariz de color negro. Presión y pesadez en la nariz. Costras dentro de la nariz,
que sangran al sacarlas. Epistaxis copiosas y frecuentes, durmiendo o al toser. Pústula dolorosa en
la nariz. Dolor en la nariz al tocarla.
ºº 26 Cara pálida o amarillenta o terrosa o plomiza; ojeras rojo azuladas; mejillas rojas y calientes.
Rasgos distorsionados. Cara abotagada o hinchada, sobre todo alrededor de los ojos; o de un solo
lado, con odontalgia y calor; o en las mejillas. Dolor facial: de noche, peor al sonarse la nariz;
inflamatorio; desgarrante en los huesos de la cara; por sinusitis maxilar. Sudores faciales. Tensión
en la piel de la cara. Manchas rojas. Granitos en la cara, con halo púrpura. Costras amarillentas en
cara y labios, con pústulas, ulceritas y secreción fétida; con prurito constante y ardor, y que
sangran después del rascado. Impétigo. Costra láctea. Labios: ásperos, secos y negruzcos, con
ardor al tocarlos; hinchados y ulcerados; con gusto salado. Los ángulos de la boca pueden
presentar erupciones o estar excoriados, fisurados o ulcerados. Costras amarillentas y pústulas en
el mentón. Trismo, movimientos convulsivos en los labios. Caries u osteítis de la mandíbula.
Parálisis facial por frío. Inflamación de los ganglios submaxilares. Hinchazón e inflamación de las
parótidas, especialmente la derecha; con pinchazos. Es uno de los principales medicamentos de
las paperas. Inflamación de las glándulas salivales sublinguales y submaxilares.
ººº 27 La boca es uno de los máximos lugares de acción de Mercurius, y también uno de los que
proporcionan mayor cantidad de signos o síntomas característicos. Aftas en la boca, en la lengua;
en niños. Ulceraciones en la boca: de base lardácea; quemantes; fétidas; dolorosas; pequeñas;
sifilíticas; amarillas, en el orificio de las glándulas salivales; en las encías, el paladar, el velo; en la
lengua, sifilíticas. Mucosa bucal inflamada, excoriada, hinchada y azulada; ampollas o vesículas
ardientes. Lengua húmeda ("rara vez debe darse Mercurius si la lengua está seca" [Guernsey]).
Lengua negra o con el centro negro o con los bordes rojos; pálida; toda roja o solo los bordes;
blanca, amarillenta o amarillo sucia; mapeada. Lengua hinchada y fláccida, con las impresiones
dentarias. Las encías sangran fácilmente, sobre todo al tocarlas; hinchadas, esponjosas;
separadas de los dientes; muy rojas; supurantes; o bien atróficas, blancas o negras. Pinchazos
como agujas en la punta de la lengua. Siente la lengua como quemada, o está rígida, insensible e
inmóvil. Salivación incrementada, más de noche o durmiendo (moja la almohada) y durante las
cefaleas. La saliva es fétida, ofensiva, espesa. Mal gusto en la boca. Gusto: amargo; a huevos
podridos; insípido; metálico; salado; pastoso; dulzón (el pan tiene gusto dulzón). Temblores en la
lengua. Tartamudea y, sin embargo, habla rápido; habla con dificultad. Mudez. El aliento es fétido,
ofensivo, pútrido, peor durante la menstruación; o dulzón.
ºº 28 Odontalgias: peor de noche, a las 21 horas, en la cama, por el calor de la cama (se hacen
insoportables), por el aire frío, exterior o en la boca, en Invierno, en tiempo húmedo o comiendo;
mejor por el calor externo o frotándose la mejilla; con salida involuntaria de saliva o con hinchazón
dolorosa de la cara o mejilla; el dolor se extiende a los oídos o a toda la cara. Dientes negros,
grises, amarillentos; flojos, aún estando sanos. Dentina inflamada. Rechina los dientes, despierto o
durmiendo. Ránula.
º 30 Hambre canina, aún después de comer. Saciedad rápida. El pan le cae pesado. Tiene mucha
más sed que apetito. Gastralgias, con gran sensibilidad al tacto en el epigastrio. Sensación de
vacío gástrico por la presión, que no mejora comiendo. Náuseas, peor después de comer, con una
sensación en la garganta como si hubiera comido cosas dulces. Eructos después de comer,
violentos, de gusto pútrido, amargo, ácido o rancio. Regurgitaciones después de comer o beber.
Hipo mientras come o después. Arcadas y vómitos mucosos, amargos o biliosos. Presión como por
una piedra en el estómago, mientras come o después, aunque haya comido poco; siente que
cuelga el estómago.
ºº 31 Afecciones hepáticas, sobre todo de la parte interna del hígado. La zona hepática está
hinchada y dolorosa, especialmente al tocarla o por el movimiento; no puede estar acostado cobre
el lado derecho. Cólico hepático. Hepatitis agudas. Atrofia hepática con gran adelgazamiento.
Endurecimiento e hipertrofia del hígado. Ictericia. Abdomen duro y distendido, y dolorido al tocarlo,
sobre todo en la región umbilical. Cólicos violentos, generalmente con diarrea, con dolores
cortantes (como puñaladas), peor de noche, por el fresco del anochecer, al tocar o agarrar algo frío
y por la menor presión o contacto, y mejoran o cesan al acostarse; pueden ser intolerables,
ardientes, presivos (como por una piedra), se localizan especialmente en la región umbilical y
suelen acompañarse de estremecimientos o calor y enrojecimiento de las mejillas. Siente como si
los intestinos estuvieran sueltos y se mueven al caminar, o como golpeados si se acuesta del lado
derecho. Vacío en el vientre. Flatulencia peor de noche, con distensión y borborigmos. Peritonitis.
Hinchazón dolorosa, dura y caliente, con gran sensibilidad, en la región ileocecal; apendicitis;
puntadas cortantes de derecha a izquierda, peor caminando. Dolores en las ingles, peor en la
derecha, especialmente estando acostado. Adenopatías inguinales con enrojecimiento y dolor al
caminar o estando parado. Ulceración y supuración de los ganglios de la ingle; bubones. Vientre
frío al tacto; duro y sensible.
ºº 33 Dolor en la región renal de noche. Dolor en la vejiga al comenzar a orinar. Dolores quemantes
o punzantes en la uretra cuando no orina o al comenzar a orinar. Deseos de orinar constantes o
muy frecuentes, a veces repentinos y urgentes, puede orinarse si no se apura. Enuresis nocturna.
Las micciones pueden ser copiosas y frecuentes (como en la diabetes), o gota a gota o en chorro
débil; frecuentes, día y noche y, sobre todo, de noche y durante los escalofríos. La orina es
ardiente, oscura, o marrón o blanca (como mezclada con harina o tiza) o sanguinolenta, o sale
sangre pura; de olor ácido o fuerte; con nubosidades blancas o filamentos blancos; con sedimento
espeso; turbia, sobre todo al sudar. Secreción uretral verdosa (más de noche), amarillo verdosa o
amarillenta, espesa; gonorreíca. Blenorragia con dolores uretrales punzantes. Fimosis. Inflamación
del meato uretral. Ardor uretral durante el coito.
º 36 Ronquera durante los resfrios, continua; o afonía; con ardor y cosquilleo en la laringe. Voz
nasal o temblorosa. Tos: peor de noche, en cama; durmiendo o al despertar a la mañana; seca, por
cosquilleo o sensación de sequedad en el pecho; peor por hablar y acostado del lado derecho; con
expectoración verdosa o amarillenta o mezclada con sangre, con gusto pútrido o salado, y sólo de
día. Coqueluche con dos paroxismos rápidamente seguidos. Tos con arcadas, vómitos y ahogos.
Duele el tórax al toser, como si fuera estallar. Tos con hemoptisis, en la tuberculosis. Disnea, peor
al subir escaleras, caminar rápido, de noche en cama, por el menor movimiento o por hablar;
necesita inspirar hondo. Dolores en el tórax, ardientes o cortantes, peor acostado sobre el lado
derecho. Puntadas en el tórax al toser, estornudar o respirar, sobre todo en la cara anterior y los
costados. Neumonía; en niños. Enfisema. Absceso de pulmón. Empiema. Abscesos en las axilas.
Cáncer de seno. Palpitaciones por el menor esfuerzo.
º 37 Adenopatías en la parte posterior del cuello; ganglios indurados. Dolor de espalda cuando
traspira y al levantarse de estar sentado. Dolor en el sacro cuando respira. Dolor quemante en los
omóplatos. puntadas en la región dorsal al toser.
ººº 38 Flexiona el pulgar dentro de los otros dedos. Calambres en manos y dedos. Temblores en
las extremidades, sobre todo por excitación, por el movimiento o caminando. Temblor en los
miembros superiores al escribir, especialmente acusado en los antebrazos. Temblor en las manos
al asir objetos o al agarrarlos con firmeza, o con la mano libre o al llevar algo a la boca o por
cualquier trabajo manual, y también al levantar en alto las manos; no puede alimentarse ni vestirse.
Temblor paralítico o con debilidad. Temblor en los pies. Dolores en los miembros, especialmente
de noche, peor por el calor de la cama, con los sudores y en tiempo húmedo; lo sacan de la cama.
Reumatismo agudo. Dolores óseos y articulares en los miembros, peor de noche. Codo hinchado,
caliente y rojo. Crujidos y debilidad en las manos. Sudor en las palmas; pies fríos y sudados.
Hinchazón de las articulaciones de los dedos de las manos; los dedos están arrugados durante la
transpiración. Dedos "muertos". Erupciones con violento prurito nocturno. Grietas profundas y
sangrantes en manos y dedos. Rigidez, hinchazón y dolor en las muñecas. Casi no puede estar
parado, por debilidad en las rodillas. Edemas en miembros inferiores. Calambres en pantorrillas y
dedos de pies. Hinchazón dolorosa de los metatarsianos. Ulceraciones en los miembros inferiores;
profundas, quemantes, fétidas y que sangran fácilmente.
ººº 40 Escalofríos a la mañana, al levantarse o en la cama, pero sobre todo al acostarse a la noche,
y durante la noche (con polaquiuria), como si le echaran agua fría encima, y que no mejora por el
calor de la estufa. Escalofríos entre una deposición diarreica y otra, y al aire libre. Fiebre de noche,
más después de medianoche; con sudores y con intensa sed de bebidas frías; fiebres catarrales o
inflamatorias; fiebre remitente. Oleadas de calor con escalofríos. Son los sudores los que señalan
una de las grandes características de Mercurius: aparecen de día, con náuseas y languidez y,
especialmente, de noche en cama, durando toda la noche sin traer ningún alivio; de olor ofensivo,
sobre todo de noche, o ácido; aceitosos, más de noche; tiñen la ropa de un color amarillento, muy
difícil de sacar con el lavado. Sudor frío y ansiedad mientras come. Suda por los dolores, más en
las partes afectadas. Sudores antes, durante o después de defecar, y el sudor caliente se hace frío
y pegajoso.
ººº 41 Piel amarillo sucia, áspera y seca. Ictericia. Erupciones: sangrantes, con hinchazón, con
prurito peor de noche y por el calor. Herpes zoster. Erupciones sifilíticas, manchas cobrizas,
redondas y brillantes. Varicela, viruela, erisipela, exantemas ardientes, pústulas, urticaria,
equimosis (con manchas azules o negras), gangrena. Prurito violento y voluptuoso en todo el
cuerpo, peor de noche y por el calor de la cama; con ardores en la piel después del rascado.
Ulceraciones en la piel: sangrantes; quemantes (más en los bordes); costrosas; profundas; con
secreción sanguinolenta o purulenta, corrosiva, ofensiva, pútrida o acuosa; de bordes indurados,
hinchados o sensibles, con pinchazos; de base lardácea; fagedénicas; pulsatiles de noche;
sifilíticas. Chancros. Sífilis primaria y secundaria.
2.- H C ALLEN
MERCURIUS SOLUBILIS
Azogue elementos
Se adapta mejor a las personas de cabellos claros; piel y músculos laxos.
En las enfermedades de los huesos, LOS DOLORES SE EMPEORAN EN LA NOCHE;
hinchazones glandulares, con o sin supuración pero especialmente si la supuración es muy profusa
(Hep. Sil.).
Hinchazones frías; abscesos tardíos para supurar.
Sudores profusos en la mayoría de los sufrimientos, pero que no alivian; pueden hasta aumentar
el sufrimiento (sudor profuso que alivia Nat.m. , Psor., Ver.).
Mucha debilidad y temblor al más ligero ejercicio.
Mal olor del aliento y de la transpiración (Psor.).
Apresurado y rápido para hablar (Hep.).
Catarro con muchos estornudos; fluente, acre, corrosivo; las ventanas de la nariz están
desolladas; mucosidades amarillo verdosas, fétidas, como pus; hinchazón de los huesos de la
nariz, se empeora en la noche y con el tiempo húmedo.
Odontalgia; pulsátil, desgarrante, lacerante, punzando en la cara y en los oídos; peor con el calor
de la cama, con el tiempo húmedo y con el aire de la tarde, con las cosas frías o con las calientes;
mejorada frotándose la mejilla.
Las coronas de las muelas están cariadas, las raíces permanecen bien, (las coronas intactas y las
raíces cariadas Mez.).
Ptialismo; saliva tenaz, como jabón, filamentosa, profusa, fétida, cobriza, con sabor a metal.
Lengua: ancha flácida, que muestra LA IMPRESION DE LOS DIENTES SEÑALADA (Chel., Pod.,
Rhus.); dolorosa, ulcerada; roja-o blanca.
Sed intensa, no obstante que la lengua está húmeda y la saliva es abundante (boca seca, pero sin
sed, Puls.).
Parotiditis, difteria, tonsilitis con salivación profusa y fétida; lengua ancha, flácida, con la impresión
de los dientes marcada; lengua mapeada (Lanch., Nat., Tarax.).
Difteria: inflamación en las tonsilas, úvula hinchada, alargada, constante deseo de deglutir; gruesa,
gris, con los bordes desgarrados, adherentes o libres.
Disentería: DEPOSICIONES VISCOSAS, SANGUINOLENTAS, con cólico y desmayo; mucho
tenesmo durante y DESPUES de defecar. NO SE MEJORA con la defecación, seguida de calosfrío
y de una sensación de "no puede acabar". Mientras más sangre, mejor indicado está.
La cantidad de orina emitida, es mayor que la cantidad de agua ingerida; urgencia frecuente por
orinar.
Emisiones nocturnas estriadas de sangre (Led., Sars.).
Leucorrea: acre, ardorosa, escozor con desollamiento: siempre peor en la noche; prurito
aumentado con el contacto de la orina, tiene necesidad de lavarse las partes después de la micción
( Sulph.) .
Náuseas en las mañanas; salivación profusa, humedece la almohada durante el sueño (Lac. ac.).
Senos dolorosos, como si en cada periodo menstrual se fuera a ulcerar (Con., Lac. c.); leche en
los pechos en vez de menstruación.
Tos: seca, fatigante, atormentadora; en dos paroxismos, peor en la noche y con el calor de la
cama; con absoluta imposibilidad de acostarse del lado derecho.
Afecta el lóbulo inferior del pulmón derecho; punzadas en toda la espalda (Chel., Kali c.).
Supuración de los pulmones después de las hemorragias de la pneumonía (Kali c.).
Ulceras en las encías, lengua, garganta, interior de los carrillos, con salivación profusa; irregulares
en su forma y de bordes no definidos; presentan un aspecto sucio, malsano, base lardácea,
rodeadas de un halo obscuro; con tendencia a extenderse (las úlceras sifilíticas son redondas,
atacan las partes posteriores de la boca y de la garganta, tienen bordes bien definidos y se
presentan rodeadas de un color cobrizo, no se extienden de su primitivo lugar).
Temblor de las extremidades, sobre todo las manos; parálisis agitante.
Relaciones
-Sigue bien; después de Bell., Hep., Lach., Sulph., pero no se debe dar ni antes ni después de Sil.
Si se da en potencias bajas (débiles) apresura más bien que aborta la supuración.
Los malos efectos de Mer., se antidotan con Aur., Hep. Lach., Mez., Nit. ac., Sulph.; y con una
dosis de Merc., a una potencia fuerte (alta), siempre que correspondan los síntomas.
Compárese Mez., su análogo vegetal por los malos efectos que producen las dosis grandes o
demasiado frecuentes.
Padecimientos ocasionados por el azúcar, piquetes de insectos, vapores de arsénico, o de cobre.
Enfermedades que se presentan durante el invierno.
Agravacion
- En la noche, con el tiempo lluvioso, húmedo (Rhus); durante el otoño, sean los días calientes o
fríos y las noches húmedas; acostándose sobre el lado derecho.
Merc. tiene agravación con el calor, mejoría con descansar en la cama.
Ars., mejoría con el calor, pero agravación con descansar en la cama.
3.- E B NASH
MERCURIUS SOLUBILIS
Lengua hinchada, fláccida, cuyo borde conserva la impresión de los dientes; encías también
hinchadas, esponjosas o sangrantes; aliento muy fétido.
Transpiración día y noche que no produce ningún alivio; esto ocurre en muchas dolencias.
Escalofríos a flor de piel: se presentan al comienzo de un resfrío o en inminencia de supuración.
Viscosidad de las mucosas.
Lengua húmeda, con intensa sed.
Tumefacciones ganglionares frías, con tendencia a la supuración; úlceras con base lardácea.
Modalidades: < a la noche al calor de la cama, durante la transpiración, estando acostado sobre el
lado derecho.
Enfermedades óseas; con dolores agravados a la noche.
Disentería: deposiciones mucosas, sanguinolentas, cólicos, desvanecimiento; gran tenesmo
durante y después de deponer, seguido de escalofríos y de una "sensación de no haber
terminado".
Cuanta más sangre y más dolor, mejor indicado.
Afecta el lóbulo inferior del pulmón derecho; punzadas transfixiantes hacia la espalda
(Chelidonium, Kali Carbonicum).
Intensa sed, a pesar de que la lengua está húmeda y la saliva es abundante.
En bajas potencias activa la supuración, en altas la hace abortar; así ocurre con el absceso peri
amigdalino.
Como en Antimonium Crudum, también en Mercurius la característica principal se la encuentra en
la boca. Yo debería más bien decir "características", porque las encías están tumefactas,
esponjosas y algunas veces sangrantes; la lengua está asimismo hinchada, blanda y recibe la
impresión de los dientes en su borde (Arsenicum, Chelidonium, Podophyllum, Rhus toxicodendron
y Stramonium), generalmente está húmeda y sin embargo hay intensa sed; la boca entera está
húmeda y presenta una salivación jabonosa o filante. El olor de la boca es muy fétido: se lo puede
advertir en toda la habitación. Ningún otro remedio tiene este estado de la boca en el mismo grado
que Mercurius. Se lo halla en muchísimas dolencias y si se deseara una prueba para corroborar la
verdad del "similia similibus curantur", ese deseo estaría satisfecho por el poder curativo de
Mercurius cuando está indicado por aquellos síntomas. Muchas veces he proporcionado gran alivio
a mi paciente y he procurado gran crédito a la Homeopatía, con brillantes curas a una tan dolorosa
afección como es el absceso peri amigdalino, dejándome guiar por aquellos síntomas.
Naturalmente, además de los signos anteriores, las amígdalas estaban muy hinchadas y, a
menudo, con todo el aspecto de una supuración inminente. Me permito hacer una advertencia
acerca del empleo en este caso de Mercurius en potencias demasiado bajas, porque estas
potencias activarán la supuración en vez de hacerla abortar. Si alguien abriga escepticismo en
cuanto a la eficacia de las potencias muy altas, yo lo invito a ensayarlas precisamente en tales
casos. Que administre una sola dosis en seco sobre la lengua o, si prefiere hacer algo más, que
disuelva un papel en cuatro cucharadas de agua y dé una toma cada media hora. Luego debe
esperar. He hecho eso muchas veces y estoy convencido. Si el paciente tiene esa otra mareada
característica de Mercurius, a saber: transpiración profusa que no produce ningún alivio del
padecimiento, el éxito es doblemente seguro. (La transpiración alivia en Arsenicum, Natrum
muriaticum, Psorinum.)
-Deseo declarar aquí, por ser quizás el lugar más apropiado, que no soy un partidario exclusivo de
las potencias altas. La cuestión de la dosis es y seguirá siendo un problema pendiente, yo creo,
mientras se encuentren distintos grados de sensibilidad al medicamento en diferentes
enfermedades y en diferentes personas. He ensayado las potencias de uno a otro extremo y sé
que tanto las altas como las bajas son eficaces en ciertos casos. El predominio de la evidencia, sin
embargo, está ampliamente en favor de las altas y de las altísimas. Esta es mi opinión. Otros
pueden disentir y tienen el derecho de hacerlo.
-Los síntomas febriles de Mercurius son muy notables, especialmente en lo que se refiere a la
transpiración. Pero el escalofrío también es peculiar, según lo he observado. No es un escalofrío
con estremecimiento, sino simplemente un escalofrío a flor de piel. A menudo este escalofrío
representa el primer síntoma de un enfriamiento que, desatendido, puede dar lugar a un coriza,
una angina, una bronquitis y hasta una neumonía; pero una dosis de Mercurius, si se la toma al
comienzo, puede evitar todos esos problemas. El escalofrío es experimentado con mayor
frecuencia al atardecer y aumenta por la noche si no se lo ha hecho desaparecer con Mercurius.
También alterna con oleadas de calor: primero escalofríos, luego calor, y nuevamente escalofríos,
etc., como sucede con Arsenicum. A menudo se lo siente solamente en partes aisladas. También
se lo experimenta en los abscesos y es el signo precursor de la formación del pus. Si el pus ya se
ha formado y su cantidad es considerable, lo único que puede hacer Mercurius es activar la
descarga; pero si su cantidad es escasa, o nada se ha formado, una dosis de Mercurius en alta
potencia muchas veces detendrá la formación y será seguida a menudo de una profusa
transpiración, con disminución de la hinchazón y rápida curación del proceso.
Pasemos ahora a la transpiración. Es copiosa y no alivia, como generalmente calman los sudores
de las enfermedades inflamatorias sino que, por el contrario, los trastornos se acrecientan con la
transpiración. (Tilia). ¿En qué enfermedades encontramos esta particularidad?. Puede hallarse
en casi todas las enfermedades: en las anginas, bronquitis, neumonías, pleuritis, peritonitis,
abscesos, reumatismo, etc. En suma, en cualquier enfermedad donde esté presente esta sudación
profusa y persistente que no produce alivio, Mercurius es el primer remedio en que debemos
pensar.
-La agravación nocturna y especialmente, por el calor de la cama, es otra marcada característica
de Mercurius. (Ledum palustre.) Existe una extensa lista de remedios que tienen agravación
durante la noche, pero no tantos por el calor de la cama. Yo he curado muchas afecciones de la
piel, con diversas denominaciones, guiado por esta modalidad. Los ganglios y los huesos también
se hallan marcadamente sometidos a la influencia de este remedio. Los infartos ganglionares son
fríos, tienen tendencia a supurar y se acompañan de esos escalofríos ya mencionados. Estos,
como los dolores en las exostosis y caries, se agravan durante la noche y por el calor de la cama.
-Todas las mucosas están afectadas. Los derrames procedentes de ellas son al principio serosos
y excoriantes, y se extienden desde el catarro nasal hasta las deposiciones diarreicas o
disentéricas; después se vuelven más espesos o menos irritantes, como los derrames de Pulsatilla.
También éstos se agravan durante la noche, incluso la leucorrea.
-Hahnemann colocó a Mercurius en primer lugar para la sífilis, como hizo con Sulphur para la
psora y con Thuja para la sycosis y, sin duda, con justicia, porque Mercurius, en sus diversas
formas, cubre más casos de esa enfermedad que cualquier otro remedio. Pero debemos recordar
que Mercurius no es una panacea para la sífilis, como tampoco lo es Sulphur para la psora, ni
Thuja para la sycosis; si fuera de otro modo no sería verdadera la ley de la similitud. El caso a
tratar debe asemejarse a Mercurius, y si no es así, este remedio no está "en él", sino que lo estará
algún otro. La experiencia corrobora esto abundantemente y prueba la verdad de nuestra ley,
similia similibus curantur.
4.- GEORGE VITHOULKAS
MERCURIUS SOLUBILIS
Excesiva salivación, moja la almohada durante el sueño.
Aliento ofensivo.
Mercurius solubilis
5.- J T KENT
Mercurius solubilis
La patogénesis del Mercury se halla en las pruebas de Merc. viv. y Merc. sol., dos
preparaciones ligeramente diferentes, pero no lo bastante distintas para hacer una
distinción en la práctica . Mercury se emplea al poner a prueba la temperatura y
una constitución Mercury es igualmente variable y sensible al calor y al frío. El
paciente empeora con temperaturas extremas, tanto de frío como de calor. Tanto
los síntomas como el paciente empeoran en un ambiente caluroso, y también al
aire libre y con el frío. Los malestares de Mercury cuando son lo bastante agudos
para enviarlo a la cama, empeoran con el calor de la cama, por lo que se ve
obligado a destaparse; pero después de destaparse y refrescarse vuelve a
empeorar, por lo que le resulta difícil sentirse bien. Esto se aplica a los dolores, la
fiebre, las úlceras y las erupciones, y al paciente mismo. Es un paciente
maloliente. Hablamos de los olores mercuriales. Especialmente, el aliento resulta
muy fétido y puede ser detectado desde que se entra en la habitación; impregna
toda la habitación. La transpiración es maloliente; tiene un olor fuerte, dulzón,
penetrante. El mal olor sale de todas partes; orina, deposición y sudor malolientes;
los olores de la nariz y de la boca son ofensivos. Cuando se usa Merc. en grandes
dosis y el paciente saliva, da esos olores. Quien haya olido alguna vez a un
paciente que saliva recordar el olor mercurial. Recuerdo que, cuando yo era
estudiante, casi todas las habitaciones tenían el olor mercurial. Se daba Mercury
hasta que se tocaban las encías y se producía la salivación. Ese olor es muchas
veces indicio del uso de Merc. Empeora por la noche. Los dolores a los huesos,
afecciones en las articulaciones y estados inflamatorios empeoran todos por la
noche y se alivian algo durante el día. Los dolores de huesos son universales,
pero especialmente cuando hay poca carne sobre los huesos. Dolores periósticos,
perforantes, peores por la noche y con el calor de la cama. Las glándulas están
inflamadas, hinchadas;. Las glándulas parótidas, sublinguales, linfáticas, del
cuello, ingle y axilas están todas afectadas; las mamas se hinchan y existe
inflamación e hinchazón del hígado. Es preeminentemente un remedio glandular.
El endurecimiento es también un general; las partes inflamadas se endurecen. Si
la piel se inflama, está endurecida. Las glándulas inflamadas están duras. Hay
endurecimiento con ulceración. En el remedio hay tendencia a la ulceración. Se
encuentran úlceras en todas partes, en la garganta, la nariz, la boca y en las
extremidades inferiores. Las úlceras pican y arden y tienen una base grasienta, un
aspecto blanco-ceniza que da la impresión de extenderse sobre una capa de
grasa. Parece una exudación diftérica, y Merc. tiene exudaciones diftéricas sobre
superficies inflamadas. Las úlceras en la garganta tienen este aspecto. La mucosa
a veces se inflama sin ulceración, pero con exudación, y por ello es útil en difteria.
Tiene el mismo estado en las úlceras; cuando el sistema está debilitado exudan un
depósito gris grasiento o ceniza. Los chancros toman esa forma, un depósito
caseoso
blancuzco en la base. Cuando vemos que los malestares de Merc. empeoran por
la noche y pensamos en los dolores de huesos, inflamaciones periósticas, etc., no
debe sorprendernos que Merc. algunas veces cure la sífilis. Es maravilloso que el
alópata recurra a él para esta enfermedad, y cure o suprima suficientes casos por
similitud para justificar su uso continuado. Cura si es administrado
adecuadamente.
6.- LATHOUD
MERCURIUS
Síntomas mentales
En esto se parece a arg. nit., alum., aur. met., lil. tig., medorr., nit. mur., nux vom.,
sulph. ac., etc. ANGUSTIADO, ANSIOSO, como si una desgracia le fuera a
pasar;MIEDO DE PERDER LA RAZÓN (arg. nit., calc. carb., alum., cimicif., lil. tig.,
mancin., medorr.) No le gusta estar solo, quiere salir siempre de casa. Tendencia
a ideas impulsivas: cóleras súbitas con impulsos violentos, deseo impulsivo de
suicidio, de matar, etc. El debilitamiento de la inteligencia puede llegar a
IMBECILIDAD, con gran laxitud, postración y reblandecimiento del cerebro. Sueño
De día, somnoliento; tiene sueño en cuanto se sienta. De noche, el sueño viene
tarde, con sudores al dormirse, insomnio. Cuando logra dormirse, sueño agitado,
sobresaltos continuos con necesidad de cambiar sin cesar los miembros de lugar;
sueño poblado de sueños, muy a menudo terroríficos; cortado por despertares
frecuentes, como por violenta cólera, gritos; sonambulismo.
Cabeza
Ojos
Oídos
Secreción espesa, purulenta, fétida. Otalgia peor de noche, al calor del lecho;
dolores lancinantes de los oídos, pinchazo (apis). Forúnculos de conducto auditivo
externo.
Cara
Pálida, terrosa, hinchada; labios secos, fisurados, partidos, ulceración de
comisuras; alrededor del mentón, erupciones más o menos netas. Puede tener
neuralgias más o menos ligadas a lesiones periósticas de huesos de la cara.
Sensación de contractura de maxilares. Sensación como si insectos u hormigas
corriesen por mejillas o frente.
Aparato digestivo
FARINGE: Merc. tiene gran afinidad para esta región y es gran remedio para su
inflamación: SE EXTIENDE DE ARRIBA A ABAJO Y LA MUCOSA ESTA MUY
ROJA, PÚRPURA. Faringe muy sensible y disposición marcada y crónica a
dolores de garganta. INFLAMACIÓN DE GARGANTA AL MENOR CAMBIO DE
TEMPERATURA. Sensación de sequedad y de gran calor en garganta, ardor,
punzadas, conconstante deseo de tragar saliva. Deglución difícil y penosa, con
DOLORES HASTA EL OÍDO y los líquidos vuelven a salir por la nariz cuando
traga. Amígdalas inflamadas, hinchadas, rojo azuladas, sobre todo a la derecha.
Absceso de amígdala; merc. es útil en angina cuando el pus está formado.
Campanilla inflamada, alargada. PSEUDO MEMBRANAS ESPESAS, CON
GIRONES DE BORDES ADHERENTES O LIBRES. ESTOMAGO : HAMBRE
CANINA O FALTA DE APETITO; REPUGNANCIA A LA CARNE : (Alum., arnica,
calc. carb., carb. veg., puls., sepia, etc.). POR GRASAS (puls., calc. carb., carb.
an., carb. veg., hep. sulf., petrol). POR CAFÉ (cham., flúor. ac., lycop., nux vom.,
phosph., ac.). POR AGUARDIENTE Y VINO (ignat., mancin., rhus., sabad.,
zincum). LA LECHE NO LES CAE BIEN Y SE AGRIA EN EL ESTOMAGO. (Carb.
veg., guaiac., puls., sepia, silic., sulph.,). LOS DULCES NO LE CONVIENEN
(graph., sinap.). SED ARDIENTE DE BEBIDAS FRÍAS, DE AGUA FRÍA (acon.,
ars., bell., bryon.,china, nat. mur., etc.). Digestión débil, difícil, a pesar de lo cual
tiene buen apetito. Estómago sensible al tacto, sensación de estar lleno y
contraído; de piedra en el estómago; hipo durante y después de las comidas,
regurgitaciones de líquido rancio; náuseas y deseos de vomitar; ardor, "hierro al
rojo" en el estómago, dolor ardiente en el hueco epigastrio.
Aparato urinario
Órganos genitales
1) MASCULINOS: Frigidez genital, pérdida de poder sexual o al contrario
exaltación del apetito venéreo con gran lascivia. Erecciones nocturnas dolorosas y
a veces poluciones sanguinolentas. Verga pequeña, fría y blanda. Hinchazón
inflamatoria de prepucio con sensación de puntadas en el glande. Secreción
purulenta entre prepucio y glande. Balanitis con pus nauseabundo, fétido, prepucio
irritado, comezón. Ulceraciones en prepucio y glande. Secreción verdosa por
uretra; sensación de ardor de uretra al comenzar a orinar. Gonorrea que dura
desde hace un tiempo, con secreción espesa amarillo verdosa y fétida. Escozor y
ardor de uretra al orinar (Kent). Bubón, orquitis (clematis, hamam., puls.). Dolores
tirantes en testículos y cordón espermático.
Aparato respiratorio
Aparato circulatorio
Espalda y extremidades
Piel.
Fiebre
7.- W BOERICKE
MERCURIUS
Mente
Cabeza
Ojos
Oídos
Nariz
Muchos estornudos
Estornudos por la luz del sol Alas de la nariz desolladas, ulceradas; huesos
nasales hinchados Secreción como pus, verde-amarillenta, fétida Coriza;
secreción acre, pero demasiado espesa para bajar al labio; peor en una habitación
caliente Dolor e hinchazón de los huesos de la nariz, caries con ulceraciones
verdosas fétidas Epistaxis por la noche Secreción profusa de mucosidad
corroente Coriza con estornudos; sensación de escozor, adolorida, desollada;
peor en tiempo húmedo; profusa, fluente.
Cara
Pálida, terrosa, apariencia sucia, edematosa Adolorimiento en los huesos
faciales Pústulas sifilíticas en la cara.
Boca
Garganta
Estómago
Eructos pútridos Intensa sed de bebidas frías. Digestión débil, con hambre
constante. Estómago sensible al tacto Hipo y regurgitaciones Se siente lleno y
con constricción.
Abdomen
Heces
Orina
Deseo frecuente Secreción verdosa de la uretra; ardor en la uretra al comenzar
a orinar Orina oscura, escasa, sanguinolenta, albuminosa.
Masculino
Femenino
Respiratorio
Espalda
Extremidades
Piel
Fiebre
8.- VANIER
MERCURIUS
9.- CLARCKE
MERCURIUS SOLUBILIS
Sintomas
- 3. Ojos. - Ojos confusos, embotados y rodeados de un círculo lívido. - Presión en los ojos, como
por arena, principalmente cuando fija la atención en un objeto. - Súbitos, prurito, cosquilleo y
ardor en los ojos, principalmente al aire libre. - Ojos rojos, inflamados, con enrojecimiento de la
conjuntiva o esclerótica e inyección de los vasos de la esclerótica o del canto externo. - Lagrimeo
profuso, principalmente al anochecer. - Ojos lagañosos. - Ceguera borrosa delante del ojo
izquierdo. - Contracciones de los párpados. - Excesiva sensibilidad de los ojos a la luz, y al brillo del
fuego. - Luz del fuego deslumbra grandemente a los ojos. - Ojos inflamados con tarso invertido
hinchado. - Pupilas dilatadas. - Incapacidad de abrir los ojos bien, como si se aglutinaran a los ojos.
- Pústulas en la conjuntiva y úlceras en la córnea. - Párpados rojos, inflamados, hinchados,
ulcerados en los márgenes y cubiertos con costras. - Sensación como si un instrumento cortante
estuviera debajo del párpado. - Tumor en párpado como un chalazión. - Aglutinación nocturna de
los párpados. - Cierre espasmódico de los párpados con dificultad para abrirlos. - Costras alrededor
de los ojos. - Ambliopía y visión confusa, como mirando a través de niebla (pérdida periódica de la
visión); pérdida momentánea de la visión; puntos negros, moscas volantes, llamas y chispas
delante de los ojos. - Movimiento aparente de las letras, cuando lee.
- 4. Oídos. - Dolores jaloneantes, súbitos, desgarrantes, en los oídos, algunas veces con una
sensación de frialdad, como si hubiera hielo en el oído, aumentado por el calor de la cama. - Como
agua helada saliera de los oídos; aparece súbitamente, dura pocos minutos, y recurre; prurito
violento en los oídos a intervalos. - Oído y conducto auditivo inflamados, con dolor como calambre
y dolores súbitos. - Adolorido en oído interno. - Meato hinchado con mucha otalgia cuando
mastica. - Ulceras pequeñas en frente de la membrana del tímpano izquierdo. - Secresión de pus
del oído, con ulceración del oído externo. - Excoriación y ulceración de la oreja. - Otorrea
purulenta y excrecencias fungosas en el oído, con desgarrante en el lado de la cabeza afectada y
cara. - Sangrado de oídos. - Secresión de cerumen. - Tumor subcutáneo, y furfuráceo y granos
húmedos en el lóbulo. - Dificultad para oir algunas con obstrucción de los oídos, que cesa cuando
deglute o se suena la nariz (o la obstrucción es causada por crecimiento de las amígdalas), o con
una reverberación extraordinaria de toda clase de sonidos en los oídos. - Tintineos, ruidos, y
zumbidos en los oídos, principalmente al anochecer. - Tinnitus obstinado. - Sensibilidad dolorosa e
hinchazón inflamatoria de parótidas. - Hinchazón inflamatoria de la gándula parótida derecha con
aguijoneos.
- 5. Nariz. - Hinchazón de los huesos de la nariz (nariz externa, así como el puente de la nariz
puede hincharse muy grande en ambos lados), con sensibilidad dolorosa al tacto. - Prurito en la
nariz. - Tensión, presión y sensación de pesadez en la nariz. - Color negruzco de la nariz. -
Hinchazón inflamatoria y enrojecimiento brillante de la nariz, con prurito. - Costras en fosas
nasales (sangra cuando se limpia). - Secresión de pus corrosivo, verdoso, fétido, de fosas nasales. -
"Nariz sucia de los niños". - Sangrado frecuente y profuso de la nariz, aun durante el sueño, y
algunas veces cuando tose. - Obstrucción y sequedad de la nariz. - Estornudo frecuente. - Coriza
seco con obstrucción de la nariz o coriza fluente, con secresión copiosa de suero corrosivo. - Olor
fétido de la nariz. - Pústula dolorosa en la nariz.
- 6. Cara. - Cara pálida o amarillenta o color plomo, o terrosa (con ojos opacos sin lustre). - Aspecto
descompuesto y jalado. - Ojeras. - Calor febril y enrojecimiento de las mejillas. - Abotagada e
hinchazón de la cara, principalmente alrededor de los ojos. - Hinchazón de un lado (derecha) de la
cara, con calor y odontalgia. - Hinchazón de la mejilla. - Desgarrante en los huesos y músculos de la
cara (un lado). - Adolorido y espinoso en apófisis cigomática. - Sensación de tensión de la piel en la
cara y cabeza. - Sudor en la cara. - Lugares rojos y empeines en la cara. - Costras amarillentas en la
cara, con secresión de un líquido fétido, prurito constante, día y noche, y sangrado de los lugares
que se ha rascado. - Costra de leche. - Labios ásperos, secos y negruzcos, con ardor cuando son
tocados. - Gusto salado en los labios. - Hinchazón y ulceración en los labios. - Costras amarillentas,
pústulas purulentas y pequeñas úlceras en los labios y alrededor del mentón. - Granos ardorosos
con costras amarillas en los labios. - Fisuras, grietas y ulceraciones en ángulos de la boca (y labios).
- Distorsión de la boca y movimientos convulsivos de los labios. - Músculos maseteros contraídos
así que habla con dificultad. - Atrofia y exfoliación de los alveólos. - Cierre e inmovilidad de
maxilares, con hinchazón inflamatoria del maxilar inferior, y tensión en los músculos del cuello. -
Trismus con dolores aguijoneantes y congestión, e hinchazón inflamatoria de gánglios
submaxilares, con dolores súbitos o pulsátiles, o sin dolor. - Caries del maxilar. - Parálisis facial por
frío, lado derecho e izquierdo; cási específico (R. T. C.).
- 8. Boca. - (este medicamento cubre en general, afecciones de la boca y fauces; lado derecho de
las fauces; lado derecho del cuello; nuca del cuello (afecciones aparecen en cualquiera de los
lugares mencionados); rara vez dar Merc. si la lengua está seca - Guernsey -). - Olor pútrido de la
boca. - Dolor ardoroso, vesículas, ampollas, aftas y úlceras en la boca. - Estomatitis. - Sensación de
sequedad en la boca y paladar, o acumulación de mucosidad tenaz. - Ulceración del orificio de
conducto salival, y secresión profusa de saliva excesivamente fétida, que alguna vez es
sanguinolenta (o tenaz). - Lengua húmeda, saburral blanca y gruesa, o seca, mucosidad café o
negruzca. - (Placas de excoriación como islas en la lengua en niños, con deseo de grasas). -
Hinchazón inflamatoria dura (supuración) y ulceración de la lengua, con dolores súbitos. - Surcos
longitudinales en la lengua con dolores espinosos. - Piquetes como de agujas en la punta de la
lengua. - Lengua hinchada, blanda, los bordes se vuelven indentados por la impresión de los
dientes. - lengua roja e hinchada; ulcerada; negra con bordes rojos; húmeda con sed intensa;
placas grises en los bordes, saburral amarilla sucia o superficie superior. - Aftas en la boca;
azulosas y esponjosas; úlceras se extienden sin penetrar en la carne. - Inflamación y ulceración
superficial de la membrana mucosa de la boca. - Glándulas salivales hinchadas y dolorosas; saliva
fétida o gusto a cobre. - Rigidez, insensibilidad e inmovilidad de la lengua. - Sensación como si la
lengua estuviera quemada. - Estremecimiento de la lengua. - Hablar rápido y tartamudeo; pérdida
entera del lenguaje; pérdida entera del lenguaje y la voz; ella escucha todo bien, pero sólo
responde con signos y gestos; aspecto hundido, llora por su estado; no puede dormir, se siente
muy agotada; buen apetito, sed por cerveza; heces y orina, pasan muy lentamente; dura tres días;
cási completa mejoría por Hyosc . - Ránula. - Ulceración y caries del paladar.
- 10. Apetito. - Gusto pútrido, salado, dulzón o metálico. - Gusto amargo, principalmente en
ayunas, en la mañana. - Pan de centeno tiene un gusto amargo o dulzón. - Acido y gusto mucoso
durante un alimento, también en otros momentos. - Gusto salado en los labios. - Sed ardorosa
violenta, día y noche, con deseo de bebidas frías, y principalmente por leche y cerveza. - Deseo por
vinos y alcoholes. - Apetito insaciable y deseo (o completa pérdida del apetito) con aparente
insipidez del alimento. - Apetito sólo por pan y mantequilla; aversión a la grasa. - Bulimia con gran
debilidad. - Hambre canina, aun después de comer. - Falta de apetito. - Sin deseo por alimentos,
que sin embargo son agradables al gusto cuando come. - Sed más que apetito. - Saciedad rápida
cuando come. - Estómago lo siente repleto y constricción. - Repugnancia por todos los alimentos,
especialmente los sólidos, carne, carnes dulces, alimentos cocidos y café. - No tiene apetito por
alimentos secos, le gusta alimentos líquidos. - Gran debilidad de la digestión, con hambre continua
y presión en el estómago, eructos frecuentes, pirosis y muchos otros inconvenientes después de
comer. - Pan es pesado en el estómago.
- 11. Estómago. - Excesiva náusea e inclinación al vómito, frecuentemente con dolores incisivos y
presivos en el estómago, pecho y abdomen, ansiedad e inquietud, cefalea, vértigo, visión borrosa y
calor transitorio. - La náusea frecuentemente aumenta después de un alimento y se acompaña de
una sensación en la garganta, como si algo endulzado con azúcar hubiera comido. - Eructos de
aire. - Eructos principalmente después de comer, y frecuentemente de un gusto ácido, o pútrido, o
amargo o rancio. - Eructos en vacío violentos. - Regurgitaciones (de alimentos) después de comer
o beber. - Pirosis, rgurgitaciones de un líquido rancio, e hipo durante o después de comer. -
Arqueo y vómito de mucosidad o materia amarga, o de bilis. - Vómito violento con movimientos
convulsivos. - Dolor violento, ardoroso y excesiva sensibilidad (especialmente al tacto) en el
estómago, y en la región precordial. - Tensión, llenura y presión como una piedra en la boca del
estómago, principalmente durante o después de un alimento, aunque poco se haya comido;
estómago cuelga pesadamente. - Dolor agudo constrictivo en la región precordial. - Dolores como
calambres en el estómago, aun después de una ligera colación.
- 12. Abdomen. - Sensibilidad dolorosa en la región hepática, con dolores súbitos ardorosos,
agravados por cualquier movimiento del cuerpo o de la parte afectada. - Región del hígado,
hinchada, dolorosa, sensible al contacto; no puede acostarse sobre el lado derecho. - Atrofia
crónica del hígado, con emaciación y adelgazamiento del cuerpo. - Hinchazón y dureza del hígado.
- Ictericia completa. - Abdomen duro y distendido, con adolorimiento cuando lo tocan,
principalmente en la región umbilical. - Cólico que sólo desaparece en posición recumbente. -
Cólico violento (con diarrea), con cortantes, lancinantes, como por cuchillos, contracción dolorosa
y pinchantes en el abdomen, principalmente en la noche o en el frío del anochecer, especialmente
cuando toca o sostiene algo frío. - Tensión, distensión y presión, como por una piedra,
principalmente en la región umbilical (y sensible al tacto). - Ardor en el abdomen alrededor del
ombligo. - Excesivos y dolores insoportables en el abdomen, que cesan solamente acostado. -
Dolor en el abdomen, como causado por frío. - Sensación como si los intestinos estuvieran flojos y
se movieran en el bdomen, cuando camina. - Intestinos se sienten golpeados si se acuesta sobre el
lado derecho. - Los dolores del abomen se acompañan frecuentemente por escalofrío o por calor y
enrojecimiento en las mejillas, así como por gran sensibilidad del abdomen y en región precordial,
a todo contacto, y a la menor presión. - Sensación de vacío en el abdomen. - Sufrimientos por
flatulencias, principalmente en la noche, con distensión del abdomen, borborigmos y ruidos. -
Punzada cortante en abdomen inferior, de derecha a izquierda; agrava caminando. - Tensión,
adolorido y lancinantes, en ingles como por cuchillos. - Inflamación del peritoneo y de intestinos. -
Dolor taladrante en ingle derecha. - Obstrucción e hinchazón inflamatoria de los gánglios de la
ingle, con enrojecimiento y sensibilidad dolorosa, cuando camina o se para. - Afecciones de la
región interna del hígado; abdomen externo, que puede ser duro y sensible al tacto; anillo
inguinal, cualquiera de ellos (H. N. G.). - Hinchazón sensible, dolorosa, dura, caliente, en la región
ileocecal. - Ulceración y supuración de los gánglios inguinales. - Bubones. - Abdomen externo, frío
al tacto.
- 13. Heces y ano. - Heces: acres; sanguinolentas, nudosas; contienen pus; viscosas. - Malestares
antes de obrar (una sensación de desmayo, dolorosa, enfermiza, aparece justamente antes). -
Molestias durante; tenesmo; tenesmo sin obrar; diarrea con viscosidad (Merc. está raramente
indicado en los casos donde hay viscosidad - H. N. G.). - Constipación con heces nudosas, duras,
tenaces, que no puede expulsar sin esfuerzo. - Heces de forma pequeña; como listones. - Ineficaz,
pero deseo frecuente de obrar, especialmente en la noche, y algunas veces con tenesmo,
protrusión de hemorroides y náusea. - Evacuaciones flojas y disentéricas, principalmente en la
noche, con cólico y cortantes violentos, deseo urgente de obrar, tenesmo y ardor en el ano,
pirosis, náusea y eructos, angustia, sudor frío o caliente en la cara, escalofrío y estremecimiento,
agotamiento y temblor en todas las extremidades. - Diarrea (precedida por cólico), causada por el
aire fresco al anochecer. - Escalofrío entre las heces diarreícas. - Durante heces diarreícas, náusea
y eructos. - Evacuaciones escasas de mucosidad sanguinolenta. - Evacuaciones que son mucosas,
biliosas o pútridas, o ácidas, o de un color verduzco o café, o rojizas, o amarillas, como azufre; o
blancas-grisáceas. - Heces de consistencia de papilla, o espumosas o como desmenuzadas. -
Evacuaciones de materia fecal corrosiva y ardorosa. - Secresión de mucosidad sanguinolenta
acompañada de cólico y tenesmo; disentería. - Secresión de sangre o mucosidad del recto, aun con
evacuaciones que no son sueltas, y aun sin heces, algunas con tenesmo en el ano. - Protrusión de
hemorroides. - Expulsión de áscaris y lombrices. - Prurito, súbitos y excoriación en el ano. -
Después de obrar, prolapso del ano; o cuando presiona y hace esfuerzo para obrar. - Prolapso del
recto, que cuando protrude, parece negro y sanguinolento. - Evacuación de substancias
indigeridas, o negras, y como brea; sangre y mucosidad, indigeridas, olor ácido, excorian el ano.
- 14. Organos urinarios. - Orina acre; turbia; muy frecuente; molestias cuando orina y después. -
Afecciones de la uretra,. - Continuo deseo de orinar, día y noche, algunas veces con esfuerzos
abortivos o con escasa orina. - El chorro de orina es excesivamente pequeño. - Deseo súbito,
irresistible de orinar. - Emisión frecuente y copiosa de orina, como en diabetes, con gran
emaciación. - Emisión involuntaria de orina. - Urgente deseo de orinar, con incontinencia de orina.
- La cantiad de orina emitida es mayor que la cantidad de líquidos bebidos. - Enuresis nocturna. -
Emisión de orina, gota a gota. - Orina de color intenso, o roja, o café, o blanca, como mezclada con
harina o gis, o de color de sangre. - Orina ofensiva, turbia, que forma un sedimento. - Orina
sanguinolenta, de olor picante o ácida. - Orina corrosiva y ardorosa. - Sedimento espeso en la
orina. - Blanca y nubecillas como pelusa, en la orina (o como conteniendo pus; escasa, roja
intensa). - Emisión de mucosidad dura, o como pelusa, y filamentos blancos durante o después de
la emisión de orina. - Secresión de sangre de la uretra. - Dolores incisivos y de contracción en la
región renal en la noche. - Dolores incisivos, pulsátiles, ardorosos y súbitos, en la uretra, aun
cuando no orine. - Inflamación del orificio de la uretra y secresión de materia blanquizca, espesa,
amarilla, o serosa. - Secresión verdosa espesa ( o amarilla) de la uretra, más en la noche,
(gonorrea) con fimosis; chancroides.
- 15. Organos sexuales masculinos. - Aumento del deseo sexual y gran lascivia, con frecuentes
erecciones y poluciones. - (Erecciones: muchachos pequeños pueden tener esto, dura toda la
noche, causa emaciación; muchachos frecuntemente jalan y desgarran el prepucio todo el tiempo,
que puede causar gran emaciación y resulta la muerte; adultos frecuentemente tienen este
jaloneo, la causa es una clase de prurito y una sensación como si "debe hacerlo"; colección de
esmegma detrás del glande. H. N. G.) - Total pérdida del poder sexual. - Erecciones dolorosas
nocturnas, y algunas veces poluciones sanguinolentas. - El pene está pequeño, frío, flácido. -
Glande frío y arrugado. - Prurito voluptuoso, cosquilleo,, desgarrante y súbitos, en el glande y
prepucio. - Hinchazón inflamatoria o edematosa del prepucio, algunas veces con dolor ardoroso,
fisuras, grietas y erupciones. - Ardor en uretra durante el coito. - Secresión purulenta entre
prepucio y glande, algunas veces con hinchazón, calor y enrojecimiento en la parte anterior del
pene. - Hinchazón de los vasos linfáticos a lo largo del pene. - Vesículas y úlceras fagedénicas
(chancros) con base lardácea o como queso, y bordes levantados, en el glande o prepucio. -
Sensación de frialdad en los testículos. - Testículos hinchados y duros, con enrojecimiento brillante
del escroto, y dolor jaloneante en testículos y cordones espermáticos. - Prurito, cosquilleo y
súbitos en testículos. - Sudoración profusa de los lugares cuando camina. - Excoriación entre los
genitales y muslos. - Escara del escroto.
- 16. Organos sexuales femeninos. - Supresión de reglas. - Reglas muy copiosas, con inquietud y
cólico. - Metrorragia. - Secresión de sangre en mujeres viejas, 11 años después que han cesado las
reglas. - Antes de reglas: calor seco con ebullición de la sangre y congestión en la cabeza. -
Congestión de sangre en el útero. - Inflamación del útero y ovarios. - Durante reglas:
enrojecimiento de la lengua, con color intenso y lugares ardorosos, gusto salado en la boca,
dientes se cierran en sus bordes, y encías blanqueadas. - Leucorrea en general; molestias
concomitantes a la leucorrea. - Leucorrea siempre se agrava en la noche; secresión verdosa;
punzadas, corroe, prurito, ardor después de rascarse. - Leucorrea corrosiva purulenta, con prurito
en las partes, menos por lavarse con agua fría. - Tubérculos duros en labios mayores. - Granos con
prurito y nudosidades en los labios. - Prurito en genitales, agravado por el contacto de la orina. -
Hinchazón inflamatoria en la vagina, con una sensación como si estuviera desollada y excoriada. -
Hinchazón de los labios, con calor, endurecimiento, enrojecimiento brillante, gran sensibilidad al
tacto y dolores súbitos, ardorosos, pulsátiles. - Prolapso uterino y vaginal; se siente mejor después
del coito. - Esterilidad con menstruación muy profusa. - Coito fácil y cierta concepción. - Hinchazón
dura en mamas, con dolor como de ulceración (en cada período menstrual), o con supuración y
verdadera ulceración; pezones ulcerados. - Leche en mamas en lugar de reglas; en mamas de
muchachos o muchachas. - Excoriación de mamas. - El infante rechaza la leche.
- 17. Órganos respiratorios. - Catarro con escalofrío febril, humor hipocondriaco, repugnancia por
todos los alimentos y constipación. - Catarro con tos, ronquera, coriza fluente y garganta
inflamada. - Ronquera continua y pérdida de la voz. - Voz nasal. - Ardor y cosquilleo en la laringe
con ronquera. - Tos seca, algunas veces fatigante y sacudiente, principalmente en la cama, al
anochecer, o en la noche, también durante el sueño y al despertar en la mañana, excitada por un
cosquilleo o una sensación de sequedad en el pecho, y aumenta por hablar. - Tos, como causada
por irritación en el estómago. - Tos convulsiva, con arqueo. - Tos espasmódica (tosferina); dos
paroxismos seguidos uno tras otro rápidamente, por cosquilleo en la laringe y parte superior del
pecho, en la noche, sin tos durante el día, con expectoración de mucosidad amarilla acre, que
alguna vez con sangre coagulada, gusto pútrido o salado. - Tos aumenta en el aire de la noche, en
la noche y cuando está acostado sobre el lado izquierdo. - Disnea (sensación de contracción
espasmódica cuando tose o estornuda). - Dolores en la cabeza y pecho cuando tose, como si estos
lugares fueran a explotar; o súbitos en el occipucio; o dolor como de excoriación en el pecho y
dolor en lomos. - Inclinación a vomitar con los ataques de ahogamiento cuando tose. - Tos con
expectoración de pura sangre. - Esputo sanguinolento en tuberculosis. - Tos ronca, con sensación
de sequedad y súbitos en la garganta.
- 18. Pecho. - Respiración difícil, como falta de aliento, o corta y respiración ruidosa. - Aliento tiene
un mal olor. - Cortedad de la respiración cuando sube escaleras y cuando camina rápido. -
Opresión ansiosa del pecho, y dificultad para respirar con deseo de tomar una inspiración
profunda, principalmente después de alimentos, o con ataques de sofocación en la noche, o al
anochecer en la cama, cuando está acostado (sobre el lado izquierdo). - sensación de sequedad en
el pecho. - falta de aliento, con apretado y tensión en el pecho, y sensación al menor movimiento
o intento de hablar, como si la vida llegara a su fin. - Dolores agudos, y sensación como si los
músculos del pecho estuvieran golpeados. - Adolorido en el pecho, algunas veces penetra en la
espalda, con incapacidad de tomar una inspiración completa. - Ardor en el pecho, algunas veces se
extiende a la garganta. - Adolorido y ardor en el pecho. - Lancinantes (como causados por
cuchillos) en el pecho y los lados. o hasta la espalda, principalmente cuando respira, estornuda o
tose. - Punzadas en el pecho derecho a través de la escápula; inflamación de los pulmones. -
Sensación como de contracción y de hinchado, y dolor como de excoriación y ulceración, en el
pecho. - Supuración de los pulmones después de hemorragia, o después de neumonía. - Enfisema
de los pulmones.
- 19. Corazón. - Palpitaciones del corazón; al menor ejercicio. - Desmayo. - Síncope fatal.
- 20. Cuello y espalda. - Ardor y dolor jaloneante en la espalda y en nuca del cuello. - Linfáticos
indurados. - Rigidez e hinchazón reumática de la nuca del cuello. - Súbitos en los músculos del
cuello. - Congestión e hinchazón inflamatoria de los gánglios del cuello, con dolores presivos y
súbitos. - Dolores súbitos, inestabilidad y debilidad de los lomos. - Dolor como de golpeado en el
sacro, espalda y omóplatos. - Inflamación erisipelatosa se extiende a la espalda como un cinturón
alrededor del abdomen (Herpes zona).
- 24. Generales. - Edema de la cara, manos y pies con anemia. - Celulitis con nódulos en cualquier
región. - Periostitis después necrosis. - Dolores desgarrantes y jaloneantes, o súbitos en las
extremidades, principalmente en la noche, en el calor de la cama, que hace insoportable el dolor. -
Hinchazón inflamatoria roja y brillante. - Inflamación termina en exudación y supuración. - Dolores
nocturnos en los huesos. - Ablandamiento de los huesos, así que ellos se doblarán (raquitismo):
crecimiento de; caries de; inflamación de; espinoso de; desgarrantes en. - Afecciones de las
escápulas; tibias; huesos de la pierna. - Sufrimientos se agravan en la noche, o al anochecer,
también por aire fresco (anochecer). - Latidos, sensación de dislocación y dolores artríticos en las
articulaciones, con hinchazón. - Inflamación reumática y catarral. - Dolores reumáticos, con sudor
profuso, que no da mejoría. - El paciente se siente mucho mejor en la mañana y durante el reposo,
y especialmente cuando está acostado mas que sentado o caminando. - Todo el cuerpo se siente
golpeado, con adolorido en todos los huesos. - Gran agitación en las extremidades, con dolores en
las articulaciones, principalmente al anochecer. - Gran fatiga, debilidad y rápida pérdida de la
fuerza, con gran inquietud del cuerpo y la mente. - Ebullición de la sangre y temblor frecuente, aun
después del menor ejercicio. - Congestión sanguínea (a la cabeza, al pecho y abdomen) y
hemorragias. - Gran tendencia de las extremidades a entumirce. - Contracciones de algunas
partes. - Calambres, movimientos convulsivos y ataques nocturnos de epilepsia, con gritos, rigidez
del cuerpo, distensión del abdomen, prurito en la nariz y sed. - Sensación de frialdad en partes
externas; dolor ardoroso en partes internas; cortantes en partes internas; dolores como dardos en
partes externas; como dardos en los huesos. - Cara cetrina. - Eructos; vómito de bilis. - Negrura en
partes externas; sangrado de partes internas; inquietud del cuerpo; inflamación de partes
internas, también de membranas mucosas; secresión de mucosidad aumentada de cualquier
membrana mucosa. - Escorbuto, particularmente cuando hay mucha salivación; se adelgazan
partes blandas; estrecheces después de inflamación; hinchazón inflamatoria, lugares que
usualmente son blancos, se vuelven rojos; herpez zona. - Espasmos tónicos y tétanos. - Rigidez
cataléptica del cuerpo. - Ataques de desmayo. - Parálisis de varias clases en extremidades. -
Emaciación y atrofia de todo el cuerpo. - Excitabilidad y sensibilidad de todos los órganos. - No
puede acostarse sobre el lado derecho.
- 25. Piel. - Color amarillo de la piel, con sudoración que imparte un color amarillo a la ropa. - Piel
sucia amarilla, áspera y seca. - (Ictericia). - Congestión, inflamación y ulceración de los gánglios,
con dolores pulsátiles y súbitos, hinchazón dura, roja y brillante o sin ninguna alteración
perceptible en la piel. - Erupciones miliares, urticaria, con granos o pustular y purulenta. -
Exantema ardoroso; en forma de pústulas (por lo tanto uno piensa en este medicamento en
viruela); de color escarlata; con hinchazón; exantema purulento, ejemplo, ulceraciones; apariencia
equimótica, de manchas negras o azules, sin recibir ninguna lesión externa. - Erisipelas. - Esfacelos;
mortificación café. - Empeines en general; ardorosos; supurantes. - Ulceras en general; con ardor
en los bordes; dureza en los bordes; con pus sanguinolento; con pus corroente; con pus icoroso;
teniendo muy poco pus; también pus delgado; pus delgado, tenaz, viscoso; hinchadas, inflamadas;
se ven como lardáceas; espinosas; pulsátiles; dolorosas en los bordes; hinchadas en los bordes. -
Ulceras planas indoloras, pálidas, cubiertas con pus como plema; en cuero cabelludo, piel del
pene, etc. - Sífilis primaria y secundaria; manchas redondas rojo-cobrizas, brillan a través de la piel.
- Granos con prurito, que arden después de rascarse. - Erupciones que parecen sarna y que
sangran fácilmente. - Heridas se ulceran fácilmente (y se gangrenan). - Inflamación erisipelatosa. -
Manchas rojas y levantadas o manchas hepáticas, que se parecen a las manchas escorbúticas. -
Granos pequeños con mucho prurito, que se ulceran y forman costras. - Lugares con empeines,
excoriados y rezumando, o empeines secos con prurito y harinosos. - Descamación de la piel. -
Ulceras fagedénicas, o azulosas, fungosas y sangran fácilmente, o superficiales con apariencia
como de piquetes de insectos, o secretando un pus corrosivo e icoroso. - Ulceras chancrosas. -
Prurito violento y voluptuoso en todo el cuerpo, principalmente al anochecer, o en la noche,
agrava por el calor de la cama, y algunas veces se acompaña por ardor después de rascarse. -
Engrosamiento del periostio; exostosis y caries; abscesos en las articulaciones; gran fragilidad de
los huesos.
- 26. Sueño. - Excesiva somnolencia, día y noche; sueño profundo y prolongado. - Gran
somonolencia en el día. - Inclinación a dormirse sin poderlo hacer. - Sueño retrasado al anochecer
y también despierta muy temprano en la mañana. - Se duerme tarde; las molestias le evitan
dormir (como la odontalgia, o cualquier dolor severo o malestar, etc.); insomnio en general antes
de medianoche. - Sueño inquieto y muy ligero, con despertar frecuente, sobresaltos y susto. -
Insomnio por excitabilidad nerviosa. - Sueños frecuentes ansiosos, horribles, fantásticos,
históricos, vívidos y voluptuosos; sueños de ladrones, de perros que la muerden, de rebeliones, de
inundaciones, de descargas de armas de fuego, etc. - En la noche, inquietud, ansiedad, agitación e
inquieto, desasosiego, dolores, calor o sudor, ebullición de la sangre, gritos, llanto, palpitaciones
del corazón, vértigo y muchas otras afecciones. - Al dormirse: agravan los dolores, sobresaltos y
espectros terribles delante de la visión. - Durante sueño: habla, se queja, suspira, respiración
corta, con boca abierta y manos frías; al despertar, suda, grita, llora y expresión incoherente.
- 27. Fiebre. - Escalofrío temprano en la mañana, cuando se levanta, pero más al anochecer
después de acostarse, como si agua fría se le arrojara, y no mejora por el calor de la estufa. -
Escalofrío en la noche con micciones frecuentes. - Escalofrío entre heces diarréicas. - Escalofrío
interno con calor de la cara. - Calor mientras está en la cama; escalofrío en cuanto se levanta. -
Calor después de medianoche con sed violenta por bebidas frías. - Calor con ansiedad y
constricción del pecho, alterna con escalofrío. - Sudoración en la mañana, con sed y palpitaciones
del corazón; por el menor ejercicio aun cuando come. - Sudoración al anochecer antes de
acostarse. - Sudores nocturnos muy debilitantes. - Sudoración no da mejoría y acompaña a todos
los trastornos. - Fiebre intermitente. - Escalofrío al anochecer en la cama, después calor con sed
violenta. - Escalofrío y calor sin sed, sed durante la mañana; durante sudoración, palpitaciones del
corazón y náusea, la sudoración tiene olor ácido o fétido. - Frialdad, escalofrío y estremecimiento
en todo el cuerpo, principalmente después de haber dormido, ya sea en el día o en la noche, o
sólo en la noche, o al anochecer, y en la mañana en la cama, y algunas veces con color azuloso de
la piel, frío helado en manos y pies, palpitaciones musculares, movimientos convulsivos de la
cabeza, brazos y piernas, dolor contusivo en extremidades e inclinación a acostarse, temblor en las
extremidades, dolores agudos en la cabeza, deseo de orinar, somnolencia, etc. - Ebullición con
temblor por el menor ejercicio. - Calor en la cara y cabeza, con enrojecimiento y ardor de las
mejillas, y frialdad o escalofrío, o estremecimiento en todo el cuerpo; o calor, mesclado con
escalofrío o sudor. - Durante el calor, sed insaciable, gran deseo por leche, y agravan los dolores
cuando se descubre. - Ataque febril en la noche o al anochecer; fiebre con síntomas inflamatorios
o con putridez; fiebre lenta y héctica. - Pulso irregular o rápido, fuerte e intermitente, o débil,
lento y tembloroso (generalmente lleno y rápido, con latidos violentos en las arterias). - Sudor
copioso, excesivo y colicuativo, ambos, día y noche, en la mañana, al anochecer después de
acostarse y cuando come, y algunas veces fétido, viscoso, ácido o grasoso,da un color amarillo a la
ropa y arde la piel. - Sudor con náusea e inclinación al vómito, gran fatiga, sed, ansiedad,
respiración obstruida, punzadas en el lado, etc.
10.- GRANDGEORGE
Mercurius solubilis
11.- M. M. PHATAK
MERCURIUS SOLUBILIS
Generalidades
Las potencias se preparan por óxido negro soluble de Mercurio (preparado
originalmente por el Dr. Hahnemann), o por puro Mercurio metálico. No hay
diferencia entre los síntomas de estas preparaciones; pero parece que cuando
merc. sol. falla estando indicado, merc vivus actúa. El Merc. afecta más o menos
cada órgano y tejido del cuerpo; la sangre se descompone produciendo anemia
profunda; Las glándulas linfáticas están crecidas, la actividad glandular,
especialmente de las glándulas salivales y mucosas se incrementa. Las
secreciones son libres; delgadas, babosas, acres, ardientes, fétidas o gruesas
amarillo-verdosas. Ulceración; de las membranas mucosas, especialmente de
boca y garganta. Manifestaciones de sífilis hereditaria; burbujas; abscesos;
marasmo; moco o inflamación destructiva de los huesos, tejidos celulares; las
coyunturas están bajo este orden. El paciente sufre de una gran variedad de
síntomas; es incierto en su comportamiento físico y mental; tembloroso, sudoroso
y débil. Hinchazones edematosas; exudaciones contínuas. Enrojecimiento.
Congestiones lívidas. Los dolores se clavan en un punto. Supuraciones; pus;
sangrantes, delgadas, verdosas. Fetidez; de secreciones; del aliento; del cuerpo.
Amarillez; de ojos, dientes, descargas nasales; biliosidad; ictericia. Las partes
están muy hinchadas, con sensación de carne viva. Sensibilidad al calor y frío; un
barómetro humano. Todo parece muy corto. Débil, exhausto y listo para hundirse,
< después de evacuar. Reumatismo. Emaciación. Salados - labios, gusto,
expectoración, etc. Respiración oleosa. Sífilis, sycosis, escrófula. Convulsiones.
Rigidez cataléptica del cuerpo. Parálisis agitante; paraplejía. Contracción de las
articulaciones. Malos efectos del susto; gonorrea suprimida; sudor de pies. Como
si el cuerpo estuviese hecho de dulces. Dolores punzantes, ardientes. Temblores,
sacudidas, movimientos desordenados; de partes paralizadas. Estricturas después
de inflamación. Induraciones. Exóstosis; dolorosas. Reblandecimiento de los
huesos.
Agravación
Noche; aire. Sudando. Acostado sobre el lado derecho. Estando acalorado; por la
cama o fuego. Corrientes, en la cabeza. Clima - cambiante; nublado; húmedo y
frío. Resfriándose. Calor y frío. Pies mojados. Luz de fuego. Antes de evacuar.
Durante y después de orinar. Tocando cualquier cosa fría.
Mejoría
Temperatura moderada. Coito. Descanso.
Mente
Apresurado; en el lenguaje. Tartamudo, nervioso, con temblores. Impulsos
violentos, horribles; homicida; suicida. Inquietud con sudor. Cambia de lugar
constantemente. Miedo con deseo de escapar. Deseo incontrolable de viajar muy
lejos. Indiferencia por todo; ni siquiera se preocupa por comer. Inclinación a
cogerles la nariz a los extraños que pasan. Sucio de mente y cuerpo; hace
acciones tontas, dañinas, asquerosas. Lento para contestar preguntas. Cansado
de la vida. Pensamientos suicidas durante las reglas > llorando. Piensa que está
perdiendo la razón. Memoria débil; olvida todo. Pérdida del poder de la voluntad.
Siente un peligro inminente. Precoz. Llora y gime. Suspicaz. El tiempo pasa
lentamente.
Cabeza
Vértigo < acostándose sobre la espalda; como en una hamaca. Sensación de una
banda alrededor de la cabeza. Cafalalgia con dolor de oído y dientes. Exóstosis
con sensación de inflamación. Cuero cabelludo tenso, sudor oleoso en la cabeza.
Meningitis. Hidrocefalia. El niño voltea la cabeza de un lado a otro y llora. Cabeza
externa dolorosa al contacto. Cefalohematoma. Caída de cabello de los lados y las
sienes.
Ojos
Párpados; rojos, gruesos, hinchados; bordes hinchados y con caspa. Descarga
escasa o profusa, ardiente y acre. Los ojos se juntan. Puntos negros, flamas,
destellos delante de los ojos. Fotofobia < calor y luz intensa, de fuego; de los
fundidores. Arco senil. Iritis; con hipopión. Keratitis. Lagrimeo profuso, ardoroso y
acre. Conjuntivitis por enfriarse. Párpados espasmódicamente cerrados. Pérdida
de la vista periódica. Afección del nervio óptico y ojo en aquellos que trabajan en
fundidoras. Visión neblinosa.
Oídos
Dolores que se extienden al oído; desde los dientes, garganta, etc. Otorrea - con
descarga espesa, amarilla, fétida y sanguinolenta. Sordera al acalorarse; > al
deglutir y sonarse la nariz. Ampollas en el canal externo. Como si agua fría
escurriera desde el oído. Sensación de frialdad en los oídos; durante el embarazo.
Nariz
Muchos estornudos. Estornudos a la luz del sol. Fuelles nasales; en carne viva,
ulcerados. Los resfríos van hacia arriba, o atacan los ojos. Coriza; acre, purulenta;
demasiado espesa para escurrir. Nariz pesada. Nariz en los niños roja, ulcerada,
sucia. La nariz sangra, al toser; durante el sueño, la sangre cuelga en cuerdas
coaguladas y obscuras. Estornudos frecuentes, sin coriza. Sinusitis.
Cara
Pálida, amarilla, de aspecto sucio; abotagamiento bajo los ojos. Mejillas;
hinchadas rojas, calientes. Dolor en las mandíbulas. Paperas. Labios; salados,
secos, agrietados; en los ángulos (derecho); arden al tocarlos. Músculos
maseteros contraídos. Parálisis facial por frío.
Boca
Ofensiva, olor pútrido de la boca. Encías sangrantes, dolorosas, cortadas,
hinchadas. Flemón. Dientes; huecos, negros; dolor < calor y frío, noche; pies
sensibles y alargados. Aftas. Saliva; aumentada; fluye durante el sueño; amarilla;
sanguinolenta, de mal sabor, ofensiva. Lengua; ancha, floja, amarilla, indentada;
con picoteos como de aguja en la punta. Cubierta a través de la parte superior de
la lengua; con pinchazos. Dulzona. Gusto metálico. Lenguaje difícil por temblor de
la lengua. Pérdida del habla, contesta con señas y gestos. Tartamudeo. Ránula
con salivación y encías hinchadas. Comezón en el paladar. Ulceras detrás de la
lengua. Anginas crecidas. Como algo que se elevara en la garganta, con deseo de
tragarlo. Gusto dulzaíno; el pan sabe dulce. Estomatitis por masticar chicle.
Garganta
Inflamada; en carne viva, con punzadas, ardiente, como si vapores calientes
ascendieran. Como con un corazón de manzana, una pera que atragantara, o algo
que colgara. Ulceras en las tonsilas, en la faringe. Cinanquia con dificultad para
deglutir, después de que se ha formado pus. Punzadas en los oídos, al tragar.
Carraspea grandes bultos de la garganta. Inclinación constante a deglutir. Lo que
bebe se regresa por la nariz.
Estomago
Sed intensa por bebidas frías y cerveza. Digestión débil con hambre constante.
Se siente lleno y constreñido. Aversión a la carne, café, mantequilla y cosas
grasosas. Hay disgusto por la leche y las cosas dulces, aunque las desea. Eructos
rancios. Hipo frecuente. Agruras.
Abdomen
Hígado; crecido e inflamado; indurado. Ictericia. Los intestinos se sienten débiles,
los tiene que sostener. Los intestinos se sienten magullados al acostarse sobre el
lado derecho, o como si se cayeran hacia un lado sobre el que se está acostado.
Glándulas inguinales hinchadas o supurantes. Evacuaciones; dolorosas; escasas;
sangrantes; limosas y verdes; cenizas, blancas, acres; luego tenesmo o escalofrío;
sensación de nunca terminar. Tenesmo rectal, con tenesmo de vejiga. Apendicitis,
> acostándose sobre la espalda. Prolapso del ano después de evacuar. Hinchazón
de glándulas inguinales al resfriarse. Disentería. Abdomen externo frío al contacto.
Urinario
Necesidad frecuente de orinar día y noche, con orina copiosa o escasa. La orina
causa comezón. Orina más de lo que bebe. Albuminuria; orina negra,
sanguinolenta. Ardor después de la micción. El chorro de la orina es muy
pequeño. Disuria. Hematuria, indolora.
Hombres
Glande y prepucio inflamado e hinchado; fimosis. Testículos; hinchados, duros,
con escroto rojo brillante. Los niños y adultos se jalan y rascan los genitales; por
un tipo de comezón que los obliga a hacerlo. Emisiones sanguinolentas. Gonorrea.
Meato rojo. Vesículas, úlceras, chancros suaves. Herpes prepucial. Hinchazón de
los vasos linfáticos a lo largo del pene.
Mujeres
Colapso y desvanecimiento al inicio de las reglas. Reglas; profusas con dolores
abdominales. Los genitales se sienten en carne viva. Leucorrea; espesa, blanca,
al orinar; > coito. Comezón < orinando > lavándose con agua fría. Prolapso del
útero con vagina > coito. Mamas dolorosas y llenas de leche durante las reglas.
Esterilidad, con reglas demasiado profusas. Coito fácil con concepción segura.
Dolores punzantes en el ovario. Dolor bajo la mama (derecha) que atravieza la
escápula. Tendencia al aborto por debilidad ligera. Los abscesos aparecen
dondequiera en el cuerpo durante las reglas y desaparecen después de ellas.
Leucorrea en niñas pequeñas, causando postración. Mamas hinchadas, se
vuelven duras con dolores ulcerativos durante las reglas. Cáncer de mama y útero.
Comezón en la vulva. Leche podrida. Leche en pechos de niños; y en niñas en
lugar de las reglas.
Respiratorio
Voz ronca y áspera. Tos; en ataque doble; seca por la noche; esputo amarillo
verde durante el día. Respiración difícil < acostada sobre el lado izquierdo pero tos
< acostándose sobre el lado derecho. Punzadas desde el lado inferior derecho del
pecho a la espalda, < estornudando o tosiendo. Sensación de burbujas o como de
vapor caliente en el pecho. Epistáxis durante la tosferina. Tos < por fumar.
Ictericia; en la neumonía. Respiración corta al ascender escaleras o caminar
rápidamente. Asma > por el humo del tabaco y el aire frío.
Corazón
Palpitación por esfuerzo ligero. Despierta con temblor cardíaco. Pulso irregular,
rápido, fuerte e intermitente o suave y tembloroso.
Cuello y espalda
Cuello rígido; glándulas cervicales crecidas. Dolor ardoroso en la espalda < por
emisiones. Dolor desgarrante en el cóccix < presionando el abdomen. Dolor hacia
adelante desde la escápula derecha.
Extremidades
Debilidad y temblor de los miembros; especialmente de las manos. Dedos
entumidos. Sudor frío en los pies por la mañana; en la cama. Flegmasía alba
dolens. Hinchazones hidrópicas de los pies y las piernas. Manos con frío helado
después de una emisión. Dolores óseos - profundos o cercanos a la superficie <
por la noche; debe levantarse y caminar. Tobillos fríos. Sensación de que las
rodillas fueran más grandes.
Piel
Tendencia general a la transpiración fácil, pero no mejora al paciente; piel
siempre húmeda. Piel; amarilla; sensible, excoriada, como carne cruda.
Erupciones costrosas y húmedas. Ulceras; irregulares, difundidas; superficiales;
sangrantes; con carnosidad y cortadas. Granitos alrededor de la erupción
principal. Ampollas y abscesos que se forman al tiempo de las reglas. Amarilla.
Ictericia con comezón en el abdomen. Comezón por la noche en cama. Eczema
húmedo. Insensible.
Sueño
Insomnio por la noche; por ebullición de la sangre (en pecho y cabeza); por
excitabilidad nerviosa; por dolor y otros problemas.
Fiebre
Escalofriado fácilmente o sobrecalentado. Alternan frío y calor. Escalofríos
reptantes. Escalofrío dentro de los abscesos. Fiebres catarrales, gástricas y
biliosas. Sarampión. Fiebre después de supresiones. Sudoración fácil y profusa
sin alivio; durante el sueño; con dolores; oleosa; fétida; ácida o con un olor fuerte
dulzón y penetrante; en la cabeza; en el pecho; marca de amarillo indeleble.
Complementarios
Bell; Sil.
Relaciones
Kali-io.
12.- HAHNEMANNS
Mercurius solubilis Como sabemos hoy que las enfermedades crónicas, exceptuando solamente la
sífilis y la sicosis, provienen de la psora más o menos desarrollada; que, en los casos en que la sífilis
y la sicosis se complican con una psora desenvuelta, es esta última la que desde luego debe llamar
nuestra atención, y que el mercurio jamás puede procurar la curación; que, lejos de esto, la vuelve
de cada vez más tenaz, no será difícil por lo tanto el dar razón por qué tantos tratamientos de
enfermedades crónicas son la deshonra de aquéllos que los dirigen. Para que la homeopatía se
decida a dar la dosis más débil de mercurio puro como hemos dicho, es indispensable que haya
reconocido la necesidad de emplearla en un caso dado de enfermedad crónica, a menos que una
sífilis pura no complicada de psora no lo exija de un modo absoluto, puesto que entonces una sola
dosis de las más exiguas basta para extinguir completamente el miasma crónico. He encontrado
que una muy pequeña parte de gota de la quintillonésima dilución de sublimado corrosivo, o
mejor de la decillonésima, era casi específica en las disenterías autumnales ordinarias; es
suficiente entonces una sola dosis de esta sustancia, sin emplear ningún otro medicamento. La
verdad de la ley homeopática se confirma igualmente aquí de una manera admirable. Cuando la
preparación mercurial, aún la más pura, ha sido empleada en casos en que no convenía, es decir,
de una manera no homeopática, y que ocasiona accidentes, se combaten estos últimos, según las
circunstancias, con el hígado de azufre, el azufre, el alcanfor, el opio, la quina o el ácido nítrico,
dados todos a muy pequeña dosis. Se pretende que la electricidad conviene en los
emponzoñamientos lentos por el mercurio y notablemente en el temblor de los doradores de
metales. Este estado: "Pérdida de la voz y de la palabra (F. Hahnemann, síntoma 283)," producido
por el oxido negro de mercurio, que duró tres días, fué curado casi enteramente con el beleño, de
suerte que, al cuarto día, la mujer podía hablar con su metal de voz ordinario, aunque todavía con
un poco de trabajo. El síntoma 111 del óxido negro de mercurio (Ensueños agradables, después de
media noche) es quizá un efecto curativo, que sucede a un estado contrario que le había
precedido.
Las preparaciones de mercurio usadas en Homeopatía son: Mercurius vivus y solubilis, Mercurius
dulcis, corrosivus, aceticus, protoidatus, biniodatus, cyanatus, cinnabaris, Mercurius sulph, y
Mercurius precipit. rub. Sus antídotos son los siguientes: Hepar, Cinchona, Nitric. acid. Dulcamara,
Kali hidroiodicum, Aurum, Asofaetida, Staph, Lachesis, Iodium, Mezereum y Stillingia. Hoy
iniciamos nuestro trabajo con el estudio del mercurio y sus preparaciones. El mercurio ha sido
usado y conocido desde largo tiempo como un medicamento en la antigua escuela. Su abuso, al
darse con exceso e impropiedad, lo ha colocado como un medicamento imporpular. Hay muchos
médicos de la que llamamos la antigua escuela, que se han esforzado por obtener un substituto
del mercurio que responda al mismo fin sin sus efectos nocivos. Más o menos han tenido éxito,
pero jamás han logrado en realidad, alguna cosa que equivalga a este medicamento en toda su
utilidad. En nuestros días no hay tantos médicos alópatas que prescriban grandes dósis de
mercurio, como se acostumbraba antes. Esta precaución en su administración, no es una evidencia
de adelanto en el mundo médico, científicamente hablando, sino que solamente se han inclinado a
este modo de proceder por los resultados nocivos y por el clamor popular. Hay muchos médicos
que temen hacer saber a sus pacientes que les prescriben mercuriales. Los ecléticos lo han
substituído por algunas plantas como el Podophyllum y la Leptandra, especialmente en las
afecciones del hígado. Nosotros, en la escuela homeopática, no tememos al uso de los
mercuriales, porque obramos de acuerdo con una ley fija, guiados por sus efectos sobre el
organismo y de aquí que no nos expongamos a peligrosos resultados consecutivos a la exageración
de las dosis o a las malas aplicaciones del medicamento. Notarán ustedes que he colocado en la
lista algún número de Comentario Las Preparaciones Mercuriales; todas ellas poseen propiedades
medicinales, pero no disponemos de tiempo para tratar en detalle cada una de ellas. Nuestro
principal objeto es tratar las principales acciones del mercurio en general y señalar a ustedes las
prinicpales características, que nos permitan diferenciar unas de otras, estas preparaciones en la
práctica. Por el carácter general del enfermo sabremos que necesita de alguna de Comentario Las
Preparaciones Mercuriales, pero necesitamos saber cuál de ellas es la indicada. Aquí tenemos a
dos preparaciones: Mercurius vivus y Mercurius solubilis, que he colocado en la misma línea; no es
posible separarlas por sus síntomas; los experimentos han sido relatados por separado en la
Enciclopedia de Allen, pero yo no me encuentro capaz de ver alguna diferencia entre ellas. Estas
preparaciones son el azogue o mercurio metálico y el mercurio soluble de Hahnemann. Mercurius
solubilis no es una preparación mercurial pura; contiene amoniaco y ácido nítrico; solamente hay
huellas de este último ácido y sin embargo, modifica en algo su sintomatología, pero hasta un
grado que no puedo precisar. Las experimentaciones de Mercurius solubilis son excelentes; mucho
más completas que las de Mercurius vivus. Estos últimos se han reunido, más por los casos de
envenenamiento y por los casos clínicos, que por las experimentaciones realizadas. Si pues, los
síntomas han sido colocados en forma precisa en la Enciclopedia en Mercurius solubilis,
aconsejare a ustedes el en empleo de esta preparación.
Después de los mercurios vivus y solubilis, en la lista tenemos dos preparaciones de cloruro de
mercurio; después viene Mercurius aceticus del que sólo tememos muy pocos síntomas. En
seguida, los dos yoduros de mercurio que son muy importantes; el biyoduro es rojo, el
protoyoduro amarillo. También tenemos al cianuro de Mercurio. A continuación tenemos el
Cinnabaris que es el sulfuro de mercurio; después el sulfato de mercurio y por último el Mercurius
precipitatus ruber. De los tres últimos sólo tenemos pocos síntomas. Cinnabaris, los dos yoduros,
el corrosivus, el solubilis y el vivus, son los más frecuentemente empleados. Existe una lista de
antídotos de Mercurius que por sí misma es un detalle de los múltiples malos efectos que pueden
resultar de su abuso; no todos tienen la misma importancia. Ya en otra conferencia dije que Hepar
es el antídoto más imporante de Mercurius y también de muchos otros metales. Es de utilidad en
los síntomas mentales que pueden seguir al abuso del mercurio: ansiedad, angustia y aún la manía
del suicidio; también para los dolores osteócopos, la inflamación de la boca, las úlceras y los
síntomas gástricos. Nitricum acidum debe recordarse particularmente, cuando los tejidos menos
complejos son afectados, como el huesos y el tejido fibroso. El enfermo tiene dolores de huesos
que empeoran por la noche, doliendo las tibias en el tiempo húmedo; úlceras en la garganta, sobre
todo si la sífilis secundaria está complicada por el envenenamiento mercurial. Se dice que
Cinchona antidotiza el ptialismo crónico producido por el mercurio. Dulcamara se ha usado con
éxito en la salivación mercurial, sobre todo cuando hay agravación por cualquier cambio de
temperatura. Kali hidroiodicum o yoduro de potasio, es un antídoto del mercurio, bien conocido y
se ha impuesto en la práctica de pocos años a la fecha en ambas escuelas, de un modo amplio, ya
se trate de un caso sifilítico o no; como el ácido nítrico, está particularmente indicado, cuando la
sífilis y el mercurio se combinan en la etiología de la enfermedad, sobre todo, cuando han sido
afectados los tejidos de órden inferior, como el periostio, los huesos y las glándulas; cuando existe
el bien conocido ocena sifilítico y hay una descarga acuosa por la nariz, que irrita el labio superior
produciendo desolladuras. Encontraremos en éste el mejor medicamento que poseemos para los
catarros de repetición, consecutivos al abuso del mercurio. Cualquiera exposición a una atmósfera
húmeda y aún al aire frío, produce coriza. Recordémosle en un caso de envenenamiento mercurial
antidotizado por el yoduro de potasio. Los ojos están calientes, lacrimosos e inflamados; hay
dolores neurálgicos en los carrillos; la nariz se siente obstruida y está hinchada; el flujo del coriza
es acuoso, abundate y excoriante y la garganta está más o menos inflamada. Estos síntomas se
presentan por cualquiera exposición al frío. Difícilmente hay alguna otra droga que pueda curar
este caso tan violentamente como el yoduro de potasio. Hay otra sal de potasa que tiene relación
de antidotismo con Mercurius y el Kali chloricum es un antídoto eficiente cuando se ha
desarrollado una especie de escorbuto; las encías están esponjadas, suaves y sangran con
facilidad; hay úlceras de carácter aftoso en la boca y garganta y fetidez del aliento. Haremos
mención de Aurum; lo encontramos indicado sobre todo en la depresión mental y manía suicida,
que puede desarrollarse después de una cura mercurial, y también para las caries óseas sobre
todo si se trata de los huesos del paladar o de la nariz, etc. Asafoetida también está considerado
como un medicamento en le que debemos pensar en las afecciones de los huesos desarrolladas
por el mercurio. Tenemos aquí como característica, distinguiéndolo de los otros medicamentos, la
extremada sensibilidad en la periferia de la porción del hueso afectado. Por ejemplo, en el caso de
una úlcera que comunica con la caries de la tibia, las partes están tan sensibles, que el enfermo
difícilmente puede soportar la venda que se le ponga. Notaremos que los tejidos están
firmemente adheridos al hueso en una pequeña porción que rodea la parte enferma. En fin,
algunas veces también encontraremos indicado a Asafoetida en la iritis que sobreviene a la
mercurialización. En este caso, para distinguirlo de los demás, buscaremos la misma característica;
extremada sensibilidad de los huesos alrededor del ojo. Staphisagria es un antídoto de Mercurius,
también en los casos graves, cuando la economía está muy deprimida por el veneno mercurial.
Nos encontraremos al enfermo agotado y de aspecto enfermizo; con círculos azules alrededor de
los ojos; los bien marcados detalles mercuriales en la boca y la garganta; las encías esponjosas; la
lengua fláccida; úlceras en este órgano y la garganta y notable dolor de huesos. Lachesis en
ocasiones es un antídoto de Mercurius para algunos de sus síntomas cuando ha sido introducido
en la economía y las características de este medicamento están presentes. Iodium también obra
como antídoto, sobre todo cuando las glándulas han sido afectadas. Mezercum resulta excelente
cuando el envenenamiento mercurial ha invadido el sistema nervioso y se presentan las
neuralgias. Estas neuralgias pueden aparecer en los ojos, en la cara o en cualquiera otra parte del
cuerpo. Finalmente tenemos a Stillingia, que está indicado en los organismos agotados, cuando
hay periostitis y nudos en los huesos. Mercurius, como es bien sabido, se combina de un modo
inestable con los tejidos del organismo y puede ser eliminado por casi todos los emuntorios; se ha
encontrado en el sudor, la orina, la bilis, materias fecales y la saliva. Aún en los fetos ha sido
encontrado y en los niños de pecho, cuando la droga fué ingerida por la madre. Dije que Mercurius
se combina en forma inestable con los tejidos, y es por esto, a mi entender, que fácilmente puede
ser removido. Si una persona ha sido intoxicada por el mercurio, este será inmediatamente
eliminado por alguno de los medicamentos antes mencionados. Es solamente en los casos
crónicos en que debemos alarmarnos, por ser su curación muy difícil. Cuando la mercurialización
se ha combinado con otros venenos, como en la sífilis y la escrófula, entonces aumentarán las
dificultades. Los síntomas del envenenamiento por el mercurio son los siguientes: después de su
absorción, el aliento toma un olor mal sano, difícil de describir, pero fácil de recordar; sabor
metálico. Estos síntomas se presentan muy al principio y mucho antes de que aparezcan las
características bien conocidas del medicamento. El enfermo está lánguido y con frecuencia sufre
del estómago; vomita los alimentos sin motivo aparentes; la cara se pone pálida con círculos
obscuros alrededor de los ojos; los labios están bastante pálidos o purpurinos. Se queja de una
sensación de calor, sobre todo en la frente, que desciende hasta la nariz; no puede soportar el
calor de la cama; tan pronto como esta se calienta, se inician sus dolores y sus penas. La boca
principia a sentirse adolorida; la mucosa llega a inflamarse, se hincha y se enrojece más de lo
natural; las glándulas salivales empiezan a secretar con mayor rapidez y la boca se llena de saliva
que es normal en su composición. En un caso más avanzado, llega a alterarse, no siendo esto
debido al trabajo exagerado de las glándulas. El aliento es cada vez más fétido; las encías se
hinchan y están sensibles al tacto, llegando a aflojarse los dientes; una línea obscura aparece
algunas veces en el borde alveolar; más tarde aumenta lo esponjoso de las encías, se ponen de un
color blanco amarillento se ulceran y producen una secreción fétida. La lengua se hincha e
inmediatamente se grava la impresión de los dientes. Las glándulas llegan a afectarse y las
encontramos más o menos tumefactas, sobre todo las parótidas y los ganglios cervicales. Si se
inspecciona el interior de la boca, se encontrará el orificio del conducto de Stenon rojo e
inflamado, pudiendo estar hasta ulcerado. También otras glándulas son afectadas; el páncreas
puede ser afectado por el mercurio; el hígado también recibe parte de este veneno.
Probablemente estarán ustedes enterados de que el hígado es un glándula fácilmente afectada
por el mercurio y de que los médicos alópatas están acostumbrados a prescribir píldoras de
mercurio o calomel, en casi todas las afecciones hepáticas. Muy recientemente varias eminencias
médicas de la antigua escuela han declarado que Mercurius no aumenta la secreción biliar y por lo
tanto no es útil en las insuficiencias; pero aún cuando esto pueda suceder, lo cierto es que el
hígado es afectado en una o en otra forma. Produce catarro del duodeno, propagándose hasta el
hígado por el colédoco. Esta es una forma de desarreglo que frecuentemente produce ictericia y
en la que Mercurius presta utilidad. También ha producido y curado la hepatitis, particularmente
cuando uno o más abscesos se han formado en el hígado. La susceptibilidad individual y la edad,
modifican estos síntomas considerablemente. Encontraremos que es más difícil producir la
salivación en los niños que en los adultos. Algunas personas salivan con algunas pequeñas dósis,
en tanto que en otras es difícil lograrlo. Los escrofulosos son seriamente afectados por el
mercurio, como todos lo sabemos. Los síntomas más remotos del envenenamiento mercurial son
los siguientes: la sangre se empobrece; la albúmina y la fibrina que forman parte constitutiva de
este fluído, se alteran, disminuyen y en su lugar encontraremos cierta substancia grasosa, cuya
composición exacta se ignora. En consecuencia, como síntoma prominente, el cuerpo se adelgaza
y se extenúa; el enfermo tiene fiebre que más bien es de carácter héctico. El periostio llega a
afectarse y entonces tendremos un grupo característico de dolores mercuriales; dolores
osteócopos que empeoran por los cambios de temperatura y por el calor de la cama, y los
escalofríos febriles van seguidos de diarrea. La piel llega a ponerse de un tinte que tira al color
café; hay úlceras, sobre todo en las piernas; obstinadas y rebeldes a la curación. El enfermo es
importunado en la noche con insomnio y herbor de sangre; está acalorado y no puede dormir;
rápidamente entra en sudor, sin que éste produzca ninguna mejoría. Todo el sistema nervioso
también está afectado y aquí tenemos dos series de síntomas: al principio se pone ansioso,
inquieto y no puede sosegarse; cambia de posición; se mueve de un lugar a otro; parece tener
mucha ansiedad precordial, sobre, todo por la noche. Después, en la otra serie de síntomas hay
sacudimiento de los miembros haciendo aparecer al enfermo como si estuviera afecatado del mal
de San Vito. Podremos encontrar lo que todavía es más común: temblor de manos, sin control del
enfermo, extendiéndose gradualmente a todo el cuerpo, reproduciendo la apariencia de una
parálisis agitante. Finalmente el enfermo llega a paralizarse; no puede mover sus miembros; llega
a perder la memoria y tiene un perfecto cuadro de imbecilidad. Ejecuta toda clase de cosas
extravagantes. Se sienta en un rincón con sonrisa de idiota; juega con bagatelas; es olvidadizo y no
puede recordar ni aún de los sucesos más ordinarios. Llega a hacerse repugnante, sucio, se come
su propio excremento. De hecho es un perfecto idiota. Debemos tener cuidado al prescribir
Mercurius, pues es un medicamento pérfido. Puede parecer estar indicado con mucha frecuencia;
si lo damos, produce mejoría, pero el enfermo se empeora después de algunas semanas; volvemos
a prescribirlo y vuelve a producir mejoría. Poco a poco tiene menos acción. Por eso, cuando deseo
hacer una cura permanente, por ejemplo en un niño escrofuloso, rara vez prescribo Mercurius y si
lo hago, es como un medicamento intercurrente. He colocado en un cuadro, en forma tubular, una
lista de las sales mercuriales así como las partes del cuerpo sobre las que tienen acción. Donde
anoto una cruz, sabemos que la preparación obra sobre la parte del cuerpo situada en esa línea y
bajo el encabezado de Mercurius vivus. Este cuadro es solamente una forma convencional; nada
hay de práctico o científico en ella. MERCURIUS VIVUS Eim. Prot. Cyan. Dulc. Corr. Cina. Sulph.
Rub. Acet. Ojos - + - + + + - - - Nariz + + + - + + - - - Boca y garganta + + + + + + - - - Riñones y vegija -
+ - + - - - + Corazón - + + - + - + + - Pulmones + + - - + + + - - Genitales + + + - + + - + - Glándulas y
huesos + + + + + + + + + Piel + + + - + + - + - Estómago e hígado + + - - + + + - - Tomando a Mercurius
vivus como un tipo de conjunto, como un medicamento individual de hecho, nos lo encontramos
indicado en las personas de aspecto escrofuloso, sifilíticos o no, en quienes el sistema glandular es
muy activo. Esta actividad glandular se manifiesta de por sí de dos modos; en primer lugar
podemos tener un estado que simula plétora. En los estados más avanzados puede estar indicado
Mercurius, con aumento de volúmen de las glándulas, emaciación y estado defectuoso de la
sangre. También lo encontraremos indicado en los niños escrofulosos, especialmente de cabeza
anormalmente grande y cuando las fontanelas permanecen abiertas, sobre todo las anteriores;
son tardíos para aprender a andar; los dientes se forman de un modo imperfecto y muy lento; sus
miembros son propensos a enfriarse y a humedecerse y hay una sensación de humedad pegajosa
en ellos. Podemos distinguirlo de Calcarea, Silicea y Sulphur, por las siguientes características: la
cabeza suda con facilidad en el caso de Mercurius, pero el sudor es mal oliente y aceitoso; no está
indicado con tanta frecuencia como calcarea, Silicea y Sulphur ni es tan seguro, in tan permanente
en sus efectos; pero puede considerarse como un medicamento para mejorar al enfermo y
aplicarse como intercurrente en el curso del tratamiento con Sulphur, cuando éste último parece
fallar. Podemos encontrar al enfermo de Mercurius revelando la plétora con ansiedad e inquietud,
incomodidad y moviéndose de un lado a otro. Es uno de los medicamentos útiles en la nostalgia; el
enfermo llega a ponerse ansioso e irritable; ansiedad que parece radicar en la sangre, es decir,
siempre va acompañado de ebullición sanguínea, distinguiéndose en ésto de los otros
medicamentos. En las congestiones Mercurius está indicado después de Belladonna; hay
semejanzas entre estos dos medicamentos, que han sido bien confirmadas clínicamente. Con
frecuencia sigue a Belladonna en las inflamaciones, aún en las inflamaciones de las meninges
cerebrales, cuando como en Belladonna, existe la misma manera nerviosa, precipitada y rápida de
expresarse; el niño habla tan rápidamente, que enreda una palabra con otra; encontraremos la
cara roja muy parecida a como sucede en belladonna, pero además tendremos que distinguirlo de
este medicamento por la inflamación glandular y la tendencia notable a la irritación de la mucosa
de la boca. Mercurius está indicado con frecuencia en la fiebre gástrica o catarral cuando la cara
está abotagada y la garganta hinchada tanto interior, como exteriormente y las glándulas y tejido
celular están invadidos; cuando hay molestos dolores en las articulaciones, que empeoran por el
calor de la cama y no mejoran por el sudor. Además de esto, casi siempre hay una tendencia al
catarro intestinal, caracterizado por evacuaciones sanguinolentas, mucosas y acompañadas de
tenesmo que no cesa después de la evacuación. En este caso, también encontraremos que
Mercurius sigue bien a Belladonna. Mercurius está indicado en las hemorragias en muchas
ocasiones; en la epistaxis, sobre todo cuando la sangre coagulada pende de las vetanas de la nariz
como témpanos. Este es un detalle de importancia; supongamos que esta epistaxis tiene lugar en
un niño escrofuloso, en un paciente sanguíneo (pletórico), en un joven a la edad de quince o
dieciseis años, cuando se notan estas congestiones con tanta frecuencia, hemos prescrito
Belladonna, Hamamelis o Erigeron y han fallado; la sangre es de un color encendido notable; sale a
borbotones; los medicamentos no la cohiben. Esta condición. Esta condición corresponde a
Mercurius, lo indicaremos y curará, no solamente este caso, sino que evitará su repetición. Las
mismas indicaciones son aplicables a la metrorragia o a la menorragia, cuando el flujo es
abundante, obscuro y coagulado. Entonces, si hay hinchazón de las glándulas, boca irritada y
algunos otros síntomas, Mercurius será nuestro medicamento seguro. Mercurius también está
indicado en la neumonía; requiriéndose en este caso que el pulmón derecho sea el afectado y que
estén presentes los síntomas ictéricos. La piel tiene un color amarillento; hay agudos dolores
punzantes a través de la base del pulmón derecho; existirán otros síntomas patognomónicos de la
neumonía, pero éstos no necesitan ser especificados separadamente. Lo encontramos indicado en
la peritonitis, y aquí nuevamente sigue bien a Belladonna, cuando la supuración se ha iniciado y el
abdomen está timpánico evidenciando la efusión, que será en parte serosa y en parte purulenta;
habrá sudor, curvatura, etc. En este caso, Mercurius detiene el proceso supurativo. Otro estado en
el que podemos hacer uso de Mercurius, es en las inflamaciones en las que la supuración se ha
producido, ya se trate de un forúnculo, de una tonsilitis, o de cualquiera otra forma de
inflamación. Mercurius pertenece a un pequeño grupo interesante de medicamentos, que
tendremos que usar con mucha frecuencia, y son: Belladonna, Hepar, Mercurius y Lachesis. A
estos también podemos agregar Silicea y Sulphur. Deberemos preferir a Belladonna en el
comienzo de las inflamaciones, como en la tonsilitis; la garganta tiene un color rojo encendido e
hinchada; hay dificultad para deglutir los líquidos y dolores agudos en las tonsilas. Deberemos
cambiar a Hepar cuando los dolores agudos, punzantes y el escalofrío indican el comienzo de la
supuración; pudiendo evitarse ésta cuando se administra en el principio del proceso. Mercurius se
adapta a un estado más avanzado, cuando el pus se ha formado y hay que evacuarlo; Mercurius
no evita la formación de pus, sino mas bien la favorece; si se da muy al principio, se echará a
perder el caso. En los panadizos, si se da a baja dilución, generalmente favorecerá la rápida
formación de pus. Cuando el pus continúa produciéndose y la herida sea rebelde al tratamiento,
Silicea sigue a Hepar, mejor que a Mercurius; en estos casos una o dos dosis de Sulphur despertará
la reacción y Silicea curará. Lachesis estará estará indicado cuando el pus degenere y llegue a tener
un aspecto obscuro, delgado, mal oliente y la sensibilidad exquisita al tacto de este medicamento.
Mercurius vivus está indicado en la oftalmía generalmente cuando es de origen sifilítico o
escrofuloso; el enfermo se agrava por la luz brillante y el calor del fuego, por consecuencia huye
del fuego y de la habitación caliente. En ocasiones se encuentra indicado en la blefaritis, en los
obreros que trabajan cerca de la lumbre como los fundidores; los dolores empeoran por la noche;
los párpados engruesan, especialmente a nivel de los bordes de los cartílagos tarsos; los ojos
descargan moco-pus delgado y acre y hay pequeñas erupciones diseminadas en las mejillas.
Pueden formarse ulceras sobre la córnea; éstas son generalmente superficiales y tienen un
aspecto opaco, como si hubiera pus en las capas de la córnea. Mercurius estará indicado algunas
veces en la iritis sifilítica cuando hay hipopión. Es necesario ahora establecer distinciones entre
esta preparación de Mercurio y las demás. Mercurius bionidatus está indicado en las
inflamaciones de los ojos, siendo sus síntomas muy semejantes a los de Mercurius vivus, pero es
más notable la hinchazón ganglionar. Mercurius protoiodatus también está indicado con más
frecuencia en las inflamaciones de los ojos, más que Mercurius biniodatus. En las úlceras de la
córnea que se ven como si hubieran sido levantadas por la uña; generalmente hay una capa gruesa
y amarillenta sobre la base de la lengua, permaneciendo limpia y roja la parte anterior. Mercurius
dulcis o calomel, debe ser seleccionado por sus síntomas generales que son los siguientes: se
adapta a los niños escrofulosos y pálidos que tienen infartos ganglionares en la región cervical y en
otros lugares; la piel es bastante fofa y mal nutrida. La hinchazón fláccida y la palidez, son las
indicaciones para este medicamento. Después de estos tenemos al bicloruro de mercurio o
Mercurius corrosivus. Está indicado en los síntomas inflamatorios de carácter violento; no hay
compuesto mercurial que produzca tan intensos síntomas como ésta; causa ardor, angustiosos
dolores, con intensa fotofobia y abundante lagrimeo excoriante, que irrita las mejillas, casi
destrozando la piel por ser tan corrosivo. Hay dolores desgarrantes en los huesos, alrededor de los
ojos; ulceración de la córnea con tendencia a la perforación. En tales casos, naturalmente habrá
hipopión. Mercurius corrosivus es casi un específico para la iritis sifilítica; si los síntomas no
señalan a otra droga deberemos darlo en esta afección. si decidimos emplear la atropina
localmente, lo haremos con el fin de evitar las adherencias, casi inevitables en estos casos.
También encontraremos indicado a Mercurio corrosivus en la rinitis albuminúrica. Tenemos
después a Cinnabaris, indicado en varias inflamaciones de los ojos. Dare solamente un síntoma
para él y es el dolor lancinante que va de un ángulo al otro del ojo o que parece rodear a este
órgano. Veremos ahora la acción de Mercurius sobre la nariz. Encontraremos indicado a Mercurius
vivus en los catarros nasales y de la garganta que han sido provocados por el tiempo frío, y
húmedo o por el aire húmedo y frío de la tarde. Hay comezón en la nariz, arde ésta y se siente
tapada; juntamente con ésto, hay un coriza con secreción delgada. La garganta se siente desollada
y dolorida; hay dolor en diferentes articulaciones. Tales son los síntomas que nos indicarán a
Mercurius a la vez para la causa determinante, y para los síntomas presentes, con esto puede
haber una sensación de calor; la cara se abochorna y enrojece, brotando un sudor que no produce
mejoría, hay otra forma de coriza en la que podemos hacer uso de Mercurius, y es cuando el
catarro está "maduro" y la descarga nasal es verde-amarillenta y muco-purulenta. En esto rivaliza
con Pulsatilla y Kali sulphuricum; todos ellos son útiles para cuando se presentan estas descargas
nasales gruesas y verde-amarillentas; cuando el enfermo mejora por el aire libre y empeora por la
tarde. Pulsatilla, independientemente de sus otros síntomas, se distingue por el hecho de que la
descarga nunca es irritante, sino prefectamente inofensiva. La descarga de Kali sulphuricum es
más propensa a ser amarilla. También tendremos que distinguir a Mercurius de Nux vómica, que
se adapta al coriza ocasionado por la exposición al frío y cuando hay irritación, sensación de
aspereza e intensa roedura en la garganta. En Mercurius siempre hay escozor y sensación de
desolladura. Ahora bien, los síntomas de la garganta que corresponden a Mercurius vivus, pueden,
en ocasiones, inducirnos a pensar en él en la difteria. Pensemos en él tanto como queramos, pero
solamente para rehusarlo; no está indicado en la difteria; no creo que esté indicado ni aún en la
difteritis, pero hay otras preparaciones mercuriales que pueden usarse en este caso. Tanto
Mercurius biniodatus, como Mercurius protoiodatus, están indicados en la inflamación diftérica de
la garganta y aún en la difteria verdadera. Deberemos emplear el Mercurius biniodatus cuando la
membrana está del lado izquierdo; cuando la amígdala izquierda está inflamada y la membrana es
de un color gris amarillento; los ganglios del cuello están infartados; también hay alguna
complicación del tejido celular que rodea la garganta. El enfermo puede tener acumulación de
mucosidades o de un moco pegajoso en la boca y la garganta. Los síntomas empeoran por deglutir
en vacío, por lo que con sólo el intento de tragar la saliva, se despierta con más intensidad el dolor
que al deglutir los alimentos. Deberemos pensar en Mercurius protoidatus, cuando las membranas
se forman en el lado derecho de la garganta, con infarto de los ganglios del cuello y acumulación
de un moco tenaz en la misma garganta. Casi siempre existe una capa gruesa de color amarillo-
sucio sobre la base y la parte posterior de la lengua, permaneciendo la punta y los lados, rojos.
Estos dos medicamentos, con frecuencia están indicados en la inflamación diftérica de la garganta.
Anotaremos después a Mercurius cyantatus, que es una combinación del ácido hidrociánico con el
mercurio. Tenemos en esta droga uno de nuestros mejores medicamentos en la difteria,
especialmente cuando se trate de un verdadero tipo adinámico y maligno. Por razón de la
presencia del ácido prúsico, lo encontramos indicado en el comienzo, cuando el paciente está muy
postrado. El pulso es rápido, pudiendo llegar hasta 130 ó 140, careciendo por completo de
volúmen; la membrana al principio es blanca y cubre el velo del paladar y las tonsilas; no obstante,
los ganglios pronto comienzan a inflamarse y la membrana llega a ponerse obscura, amenazando
hasta la gangrena. La debilidad es extremada; el aliento fétido; hay pérdida del apetito; la lengua
está cubierta de un color café o se pone negra en los casos graves. Se presenta la epistaxis, que
como sabemos es un síntoma peligroso. Este medicamento también puede usarse en la difteria
laríngea; la expectoración es espesa y glutinosa y hay tos áspera, dura, cruposa y con disnea. En
estos casos, Mercurius cyanatus salvará la vida, aún cuando no siempre lo hace. Notaremos su
semejanza en el crup diftérico con Kali bichronicum; esta semejanza radica en la laringe y en la
expectoración espesa y tenaz. Puede distinguirse del modo siguiente: Mercurius cyanatus produce
gran debilidad; debilidad que no es una simple prostración producida por los esfuerzos del niño al
respirar; sino debida al envenenamiento de la sangre que se manifiesta por el color azuloso de la
superficie del cuerpo, la frialdad de las extremidades y el pulso débil y rápido. Si no se tienen estos
detalles, Kali bichromicum debe ser preferido.
Cinnabaris es un remedio que con frecuencia olvidamos en las afecciones catarrales; está indicado
en el catarro nasal, cuando hay notable presión en la raíz, con sensación de como si alguna cosa
pesada estuviera provocando esta compresión, unos lentes pesados, por ejemplo. Con frecuencia
también nos encontramos síntomas catarrales de la garganta; está inflamada y las tonsilas
aumentadas de volúmen y más rojas de lo normal; hay gran sequedad en la garganta, siendo más
molesta por la noche, hasta obligar a despertar al enfermo. Recuérdese esta sensación especial en
la raíz de la nariz y los caracteres de los síntomas de la garganta en relación con ella. Estos
síntomas pueden presentarse en los sifilíticos, en los escrofulosos y en las personas propensas al
catarro. Hemos encontrado a Cinnabaris como medicamento de uso en la escarlatina, cuando la
garganta está irritada, con frecuencia hay cierto carácter diftérico, cuando se acumula un moco
tenaz en las ventanas posteriores de la nariz; cuando este síntoma es prominente, Cinnabaris será
nuestro medicamento de emergencia. He utilizado con éxito el Mercurius corrosivus, cuando en la
nariz hay una acumulación de moco notablemente espeso, casi como la goma. En algunos casos de
sífilis de la nariz, encontraremos indicado a Mercurius corrosivus, cuando las úlceras perforan el
tabique nasal; en estos casos hay dolores quemantes y descargas acres que corroen los tejidos que
tocan. Los síntomas que en la garganta produce Mercurius corrosivus son muy violentos, podemos
concebir estos casos en que puede ser necesitado, como en la difteria, aún cuando nunca lo he
empleado en esta enfermedad; la úvula está hinchada, alargada, muy roja y obscura; hay intenso
ardor en la garganta, justamente tan intenso como sucede en Arsenicum album, Arsenicum
jodatum y Capsicum; este dolor ardiente se vuelve intolerable por cualquier presión exterior; va
acompañado de violenta constricción de la garganta; cualquier intento de deglutir, ya se trate de
substancias sólidas o líquidas, produce violentos espasmos de la garganta con inmediata expulsión
de estas substancias. Recordaremos aquí, desde luego, su semejanza con Belladonna, por el
carácter espasmódico de los síntomas. Mercurius corrosivus se distingue de este medicamento por
la tendencia inflamatoria de los síntomas, como lo indican estos extremados dolores quemantes;
por lo que tiene la cualidad constrictiva de Belladonna y además, la más intensa inflamación
destructiva de la garganta. Por otra parte, podremos distinguir a estos dos medicamentos por el
pulso; en Mercurius, es rápido, débil e irregular; en Belladonna, lleno y fuerte. Diremos ahora
algunas palabras acerca de la acción de los mercurios sobre las glándulas y los órganos genitales.
Los mercurios han sido empleados desde hace mucho tiempo en el tratamiento de la sífilis.
Mercurius solubilis o vivus, están indicados en el tratamiento de la sífilis primaria, para el chancro
(blando o chancroide). La ulceración es más bien superficial que profunda y su base de aspecto
sucio y grasiento. Mercurius solubilis ha producido úlceras como esta, y por lo tanto las ha curado.
La irritación de la garganta que sobreviene con frecuencia en la fiebre sifilítica, seis o siete
semanas después de la aparición de la lesión primitiva, se encuentra también bajo la acción de
Mercurius solubilis. Los yoduros de mercurio son medicamentos preferibles en los chancros
hunterianos o druos. Esta es una forma de úlcera que tanto Mercurius protoiodatus, como
Mercurius biniodatus, han producido y por lo tanto curado. No hay necesidad de aplicar
exteriormente cáusticos, porque el medicamento interno apropiado, si no impide del todo la
producción de síntomas secundarios, por lo menos su intensidad es atenuada. Mercurius
corrosivus debe preferirse a cualquiera de las drogas ya mencionadas para los síntomas sifilíticos,
cuando la úlcera es de carácter destructivo; ésta es serpinginosa; tiene bordes desgarrados y
consume y destruye en pocos días casi la mitad del pene. La sífilis secundaria puede ser tratada
con una u otra de estas preparaciones, si no se ha abusado de la droga en los primeros estadios.
Mercurius solubilis cura rápidamente las sifílides cutáneas de las palmas de las manos, que son de
color rojo, producen ligera comezón y escamas. Hay otro uso de Mercurius que debemos
mencionar aquí: cuando el niño constantemente se jala el pene, esto puede ser debido a una
irritación y en este caso, Mercurius será el medicamento, o tal vez Cantharis. Volviendo ahora a
Mercurius vivus, deseo decir algunas palabras referentes a su empleo en las afecciones del hígado.
La lengua está cubierta de un color blanco sucio y amarillento y tiene marcadas las impresiones de
los dientes. Los síntomas escorbúticos casi siempre están presentes; las encías se ulceran y llegan
a ponerse esponjosas; hay un olor desagradable y fétido de la boca; la piel y la conjuntiva tienen
un marcado tinte cetrino o ictérico; hay propensión a las congestiones cefálicas; la región hepática
está sensible al tacto; el abdomen bastante timpánico e inflamado, sobre todo a nivel del
epigastrio y en uno u otro de los hipocondrios. El enfermo no puede acostarse en decúbito lateral
derecho; con frecuencia encontraremos el hígado aumentado de volúmen y endurecido. Las
evacuaciones pueden ser de color arcilloso, por la ausencia de bilis, o biliosas, verde-amarillentas;
expulsadas con marcado tenesmo y seguidas de una sensación "de nunca acabar". Mercurius está
indicado en la disentería, sobre todo, cuando tiene lugar en la estación de los días calurosos
seguidos de noches frías. Nux vómica tiene muchas semejanzas con Mercurius, pero difiere en que
los dolores y el tenesmo cesan generalmente después de evacuar, en tanto que en Mercurius,
continúan. Aconitum muchas veces precede a Mercurius, en el estado de tiempo del que ya he
hablado: días calurosos seguidos de noches frías. En los casos incipientes, estas molestias pueden
ser corregidas por Aconitum. Si este falla, entonces Mercurius estará indicado. Muchas veces,
después que el tenesmo y la sangre han cesado y persiste el moco, Sulphur será el medicamento.
Hay otro remedio que debe ser recordado en relación con Mercurius en las afecciones biliares y es
Leptandra. Tanto uno como otro producen evacuaciones verdes, amarillentas o negras, como
alquitrán, y horriblemente fétidas. Los distinguiremos de este modo: Leptandra tiene urgencia
para evacuar, continuando después de este acto los cólicos, pero no el tenesmo. Leptandra con
frecuencia produce dolor sordo y ardor en la región posterior del hígado.
14.- EL ALMA DE LOS REMEDIOS
Mientras que por un lado, se siente dominado y desafía la autoridad, por el otro que puede llegar
a ser bastante dictatoriales mismo. Me refiero al artículo Misha Norland sobre Saddam Hussein y
Mercurio: "... tengo que luchar tenazmente, hasta el amargo final, incluso si todo en mi país se
destruye". Uno de los temas principales de Mercurio es la violencia - suicidas u homicidas. Él tiene
el impulso de matar a cualquiera que lo contradiga. Es desafiante hacia la autoridad en la medida
de matar o ser matado. Mercurio es un remedio de los extremos. Esta violencia y la ira es muy
repentino e impulsivo. En su furia violenta que puede matar con facilidad, y el momento siguiente,
que puede ser él mismo otra vez, como si nada hubiera sucedido, en realidad puede ser muy
jovial. Al igual que una persona Staphisagria, ha temblor cuando está enojado o furioso. En el
plano físico, la violencia y la destrucción son vistos en forma de úlceras, con un olor muy fétido, y
una tendencia a la decadencia. Mercurio y muchos de sus sales tienen prisa, la impaciencia, una
velocidad. Por ejemplo, estas personas suelen tartamudear porque son precipitadas en el lenguaje
- las palabras simplemente caen una sobre otra! He encontrado mucha inquietud entre los niños
Mercurio. También he encontrado que son precoces y desafiante. Mientras que pueden ser
precoz, por un lado, pueden ser aburrido y estúpido en el otro. Un caso de Mercurio que recuerdo
bien era la de un niño de 15 años de edad que fue llevado por su padre porque estaba aburrido y
no estaban interesados en sus estudios, o para el caso en el aprendizaje de cualquier cosa. Su
padre dijo que en la infancia y la primera infancia, el niño había sido muy superior a la media. El
problema parece haber comenzado cuando el consejero de orientación de menores le había
obligado a empezar a escribir con su mano derecha, mientras que el muchacho se quedó
naturalmente mano. Después de que perdió el interés en las cosas muy rápidamente: él no estaba
interesado en los estudios, actualidad, deportes o juegos, aunque yo lo observaba a ser fuerte e
inteligente. Era obstinado. También tenía un miedo intenso de los exámenes. Antes del examen,
que se confía, pero durante el examen, sólo se quedará en blanco y escribir nada. Él había
fracasado dos veces en la escuela como resultado de ello, y dijo que no pensaba en las
consecuencias. Él estaba obsesionado con los coches y garajes, y tenía el sueño de la misma. Él
también tenía un sueño recurrente que un hombre que parece que se asemejan a su padre está de
pie sobre una plataforma de tren lleno de gente, y parece que haya una mano apuñalando por la
espalda. Tuvo otro sueño de caer por las escaleras en un colegio. Si alguien discutía con él, se
enfadó muy rápido. Él no se llevaba bien con su madre. Ella le obligaría a hacer las cosas y tiraba
las cosas en ella. Ella le pedirá que no coma carne los viernes, se iba a comprar la carne con su
dinero de bolsillo e ir y decirle al respecto para que ella empezara a gritar en él. Le gustaba ver
películas de acción, thrillers y películas de artes marciales. Comprendí que se trataba de un
muchacho inteligente, que se convirtió en aburrido y estúpido, y desafiante cuando se vio obligado
a cambiar de su mano izquierda a su derecha. No le gustaba verse obligado a hacer las cosas. Este
era su punto sensible. Fue muy fuerte, no tenía miedo. Si fracasaba en la escuela, no le importaba.
Él iría en contra hasta el punto de destruir su propio futuro, su vida. Esta fue la actitud exterior.
Tenía el sueño de una mano a alguien punzante, probablemente su padre, en la parte posterior, lo
que indica la sensación de ser atacado y el deseo de atacar de nuevo a cambio. El potencial de este
chico fue a apuñalar y ser apuñalado. Vio cómo las películas de acción, películas de artes marciales
- la racha violenta había en él. Este es el miasma sifilítico, la destrucción. El punto más sensible
acerca de lo relacionado a la contradicción. Él estaba en contradicción, dijo que hacer lo contrario
de lo que hubiera querido hacer. Esto dio lugar a que el sueño de apuñalar a casi todas las noches.
En lo profundo de su subconsciente era el impulso de matar a la persona que lo contradice. De seis
a ocho semanas después de Mercurius 10M que reportaron haber tenido el mismo sueño una sola
vez. Su ira contra sus padres se habían reducido. Su padre dijo que él era menos lento y más
interesado en sus estudios. Otro mes más tarde, informó que soñó que alguien estaba
amenazando con atacarlo. Comprendí que se trata de una buena señal, la sensación de base
estaba relacionada con él y se acercaba a su conciencia. Su padre dijo que estaba más animada,
más interesado en las cosas y le iba bien en los exámenes. Su obsesión con los coches de motor se
había reducido. Dos años más tarde, sigue haciendo muy bien en todos los aspectos. Los síntomas
físicos Entre los síntomas físicos son diferentes: ° La transpiración que las manchas rápido, ya sea
dejando manchas de color amarillo o un depósito salada que endurece la ropa. ° Salivación profusa
durante el sueño. ° Las úlceras y agrandamiento de las glándulas; lesiones destructivas en todas las
partes del cuerpo con supuración. ° Desea: el pan y la mantequilla. Categorias ° Ilusión, el
enemigo, todo el mundo es. ° Ilusión, rodeado de enemigos. ° Ilusión, asesinado, será. ° Mata,
deseo, la contradice, que la persona. ° Contradice, disposición para. ° Dictatorial. ° Egoísmo. °
Misantropía. ° Suicidal disposición, ya los instrumentos de corte, en. ° Lesiones a sí mismo, teme
que lo dejen solo, para que no deberían. ° Mata, el impulso de, sí misma, por un delito leve. °
Ilusión, cuerpos mutilados, ve. ° Irritabilidad alternando con alegría. ° Discurso, apresurada. °
Discurso, ininteligible. ° Sentidos, torpeza, de. ° Memoria, la debilidad de, por lo que ha leído. ° La
ira, temblando. Phatak ° frío y calor tanto agravan. ° El semen, sangre. ° Muchos diversos síntomas.