práctico de los aspectos fundamentales necesarios para tener una vida saludable, feliz y en armonía con todo lo que nos rodea. Gestionar nuestras emociones de manera positiva para que nuestros afectos generen conductas creativas que nos lleven ser mejor persona, aumentar la calidad de nuestra relación con los demás y con el entorno ambiental. Las emociones no son un obstáculo sino un lenguaje distinto y complementario que nos aportan color al paisaje y sirven para orientarnos en el mundo. Somos responsables de la persona que somos y corresponsables del mundo que habitamos. Debemos ser inteligentes, apostar por la sostenibilidad emocional y reducir el nivel de tóxicos que emanamos, reutilizar y reciclar capacidades y habilidades adormecidas, y reparar heridas para conseguir la armonía. No podemos vivir de espalda a nuestras emociones ni tampoco dejarnos controlar por ellas, mediante un cambio profundo de ideas, promueva la cultura de la sostenibilidad. Vivimos fragmentados por dentro con nuestros pensamientos, emociones, valores y recuerdos viajando por rutas y sentidos distintos, por fuera viendo a la naturaleza y a los demás como algo ajeno a nosotros. No es dejar que el corazón decida, ya que solo fluirán emociones negativas, toca hace equilibrio con tu visión raciona del problema, es que tus vecinos no tiene normas y principios de para vivir en una comunidad sin tener que estar pendientes de tus emociones. Tanto que la discreción esta errada en esta vida.