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LECTURAS ADAS

ANEXO 2: “Criterios básicos de evaluación para la intervención de desarrollo”


(Material de examen)

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la


evaluación del desarrollo “[…] es una valoración sistemática y objetiva de una intervención
para el desarrollo en curso o ya concluida, de su concepción, su puesta en práctica y sus
resultados. En el contexto del desarrollo, por evaluación se entiende la determinación del
valor o importancia de una intervención de esta naturaleza”. Existen diferentes tipos de
evaluaciones según la Dirección General de Planificación y Evaluación de Políticas de
Desarrollo (DGPOLDE, 2007): según el contenido de las mismas (de diseño, de proceso,
de impacto,…), según los actores que la promueven (individuales, conjuntas), según
quiénes las realizan (autoevaluaciones, externas o mixtas) o según el momento en que se
realizan (ex-ante, intermedia, ex-post o final).
Según la DGPOLDE (2007), los siguientes criterios son parámetros que permiten enjuiciar
los éxitos o fracasos de la intervención de desarrollo: la pertinencia consiste en valorar la
adecuación de los resultados y de los objetivos de la intervención con el contexto en el que
se realiza; la eficiencia hace referencia al estudio y valoración de los resultados alcanzados
en comparación con los recursos empleados; la eficacia trata de medir y valorar el grado
de consecución de los objetivos inicialmente previstos; el impacto trata de identificar los
efectos generados por la intervención; mientras que la viabilidad o sostenibilidad se
centra en la continuidad en el tiempo de los efectos positivos generados por el proyecto
cuando la ayuda exterior finaliza. “Se trata de determinar la pertinencia de los objetivos y
su grado de realización, la eficiencia en cuanto al desarrollo, la eficacia, el impacto y la
viabilidad. Una evaluación debe proporcionar unas informaciones creíbles y útiles, que
permitan integrar las enseñanzas sacadas en los mecanismos de elaboración de las
decisiones, tanto de los países de acogida como de los donantes” (Comité de Ayuda al
Desarollo, 1995, p. 178). No obstante, no todas las evaluaciones se realizan exclusivamente
con estos cinco criterios.
La DGPOLDE (2007) propone otros criterios que considera importantes, tales como la
coherencia, la apropiación, la participación, el alineamiento o la armonización, en clara
sintonía con las recomendaciones de la Declaración de París sobre la eficacia de la ayuda
al desarrollo.
Aunado a lo anterior, podemos señalar como coherencia, la idoneidad de la estructura
interna de la intervención y a su complementariedad con otras intervenciones.
La cobertura, por otro lado, busca en este tipo de intervenciones averiguar “hasta qué
punto (el proyecto) está alcanzando la población o el área a la que pretendía llegar”.

Nota: Texto tomado de Pimentel, B. et al. Desarrollo Comunitario Tomo 2. Quinto y sexto semestre. Secretaría de Educación
Pública. Telebachillerato Comunitario. México, 2015 (p.49 y 56)

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