Está en la página 1de 7

Nombre: Hugo Alberto Ortiz Anaya

Asignatura: ORGANIZACIÓN COMPUTACIONAL


Grupo: G303
MATERIA: NANCY ROSALINA GUTIERREZ SOTO
Presentación
La memoria principal almacena datos y programas temporalmente para ser
ejecutados por el procesador en código binario 0 y 1. La memoria secundaria se
utiliza para guardar datos indefinidamente.
Propósito:
Distinguir que el sistema de memoria, sus tipos y usos son tan importante como el
CPU a fin de determinar su rendimiento y utilidad.
Indicaciones de la actividad:
1. Revisa el siguiente planteamiento que es un análisis sobre la historia de la
memoria principal de las computadoras:
Las modernas computadoras de escritorio y laptop tienen capacidades RAM que
superan las memorias secundarias de las primeras computadoras digitales más
poderosas ya que estas no tenían memorias de acceso aleatorio, más bien
usaban memorias seriales en las que los objetos de datos se movían en una ruta
circular; el acceso a un objeto particular requería largas esperas hasta que el
objeto aparecía en la posición correcta para su lectura. Incluso cuando la
capacidad del acceso aleatorio apareció en las memorias de núcleo magnético, el
proceso de fabricación era complicado y costoso, ello propició el uso de memorias
principales muy pequeñas para los estándares actuales. Otros ejemplos de las
ahora abandonadas tecnologías de memoria incluyen las memorias de rodillo
alambrado, las memorias de línea de retardo sónico y las memorias de burbuja
magnética.
2. Elige alguna de estas memorias antiguas:
· Memorias secundarias de las viejas computadoras
· Memoria de rodillo alambrado
· Memorias de rodillo de retardo sónico
· Memorias de burbuja magnética
3. Investiga en fuentes confiables y escribe un informe que describa la tecnología,
las organizaciones de memoria asociadas y el rango de aplicaciones prácticas en
computadoras digitales y otras partes.
4. Elabora un documento con tu investigación.
5. Ingresa al foro y comparte tu documento en formato WORD y contesta la
siguiente pregunta:

Porqué el sistema de memoria, sus tipos y usos son tan importante como el
CPU
Por qué la relación entre CPU, RAM y
almacenamiento decide el rendimiento

Una de las variables que más caracterizan a un portátil es la del rendimiento. Por
rendimiento entendemos la capacidad de un ordenador para resolver tareas en el
menor tiempo posible, sean de la índole que sean. Si estamos editando un vídeo,
asociamos a mayor rendimiento que el renderizado se realice cuanto antes, o que
la previsualización de una transición se lleve a cabo en tiempo real. Si estamos
jugando, lo vinculamos a una tasa de frames más elevada, que implica que el
procesador es capaz de renderizarlos en un lapso de tiempo menor.
Lo que no es tan fácil de identificar es qué componentes intervienen en la
obtención de un mayor rendimiento. La CPU parece claro que tiene que ver con
ello. A mejor procesador, mayor rendimiento tendremos. Pero la memoria RAM o
el almacenamiento también son relevantes de cara a que los ordenadores finalicen
las tareas lo antes posible.
Cómo funciona un procesador
Para entenderlo, primero tendremos que explicar cómo funciona un
microprocesador. Como su nombre indica, procesa instrucciones que son las que
conforman los programas que ejecutamos o el propio sistema operativo. Estas
provienen de las memorias caché de diferentes niveles (L1, L2 o L3), siendo la de
nivel 1 la que está más “cerca” de los núcleos del procesador, y también la más
rápida y la de menor capacidad. La de nivel 2 es menos veloz, pero tiene más
capacidad, mientras que la última es la más lenta y amplia.
Por ejemplo, un Intel Core i7-7700HQ (Kaby Lake) tiene una caché L1, por núcleo,
de 32 KB de instrucciones y 32 KB de datos, 256 KB de caché L2 por núcleo y una
caché L3 de 6 MB compartida por todos los núcleos. Los procesadores Ice Lake de
décima generación, como el Intel Core i7-1068G7, tienen 32 KB de caché L1 para i
instrucciones y 48 KB para datos por núcleo, 512 KB de caché L2 por núcleo y 8 MB
de L3.

os procesadores solo «entienden» instrucciones que estén en la caché L1. Gran


parte del trabajo de un procesador es el de “adivinar” qué instrucciones se van a
ejecutar para tenerlas en la caché L1. Si no está en esa memoria caché, la buscará
en la de segundo nivel y, si no la encuentra ahí, irá a la L3. Si no está tampoco en
esta última, acudirá a la RAM y, si tampoco tiene éxito, a la unidad de
almacenamiento.
El problema es que la velocidad de las memorias va disminuyendo a medida que
nos “alejamos” del procesador. Así, la memoria caché de primer nivel L1 puede
alcanzar más de 300 GB/s de velocidad, mientras que la L2 está en torno a los 150
GB/s y la L3 en torno a los 90 GB/s. La RAM con tecnología DDR4 está en torno a
los 21 GB/s de velocidad.
Si el procesador tiene que recurrir al almacenamiento en disco, encontramos que
la velocidad baja aún más. Un disco tradicional magnético puede alcanzar
velocidades de entre 50 y 150 MB/s, mientras que los SSD NVMe llegan a los 2 – 3
GB/s con latencias que se miden en milisegundos para los HDDs y microsegundos
para los SSDs, llegando a nanosegundos para la memoria Intel Optane. La latencia
es importante, al medir el tiempo que tarda la memoria en ejecutar la orden de
transferencia de datos. Si tenemos 1.000 peticiones de lectura de archivos
pequeños, una unidad HDD con una latencia de 10 ms, invertiría 10.000 ms tan
solo en tiempos muertos entre transferencias. Nada menos que 10 segundos.

Con 8 GB, la situación mejora, aunque si usamos varias aplicaciones en escenarios


multitarea, lo recomendable será dar el salto a los 16 GB, especialmente ahora,
cuando la memoria ya no se puede ampliar en los portátiles que la llevan soldada
en la placa base.
La RAM: velocidad y doble o único canal
Un aspecto que afecta al rendimiento de la RAM en algunos casos es el de la
configuración de los módulos de memoria que se instalan en el equipo. El
procesador puede usar dos canales de comunicación en
paralelo con la RAM si esta

se instala en forma de dos módulos. De este modo, las transferencias pueden


duplicar la velocidad efectiva frente a configuraciones de un único canal, que son
aquellas en las que solo tenemos un módulo de memoria instalado.

En los resultados de las pruebas de rendimiento sintéticas como las que se pueden
realizar con programas como SiSoft Sandra, la diferencia es de prácticamente la
mitad de ancho de banda para configuraciones de un único canal frente a las de
dos. Pero en la vida real las diferencias suelen ser inapreciables, salvo en
aplicaciones que hagan un uso intensivo de la memoria durante mucho tiempo o
en equipos que usen gráficos integrados en los que la memoria gráfica se
comparte con la RAM.

REFERENCIAS

Servicios de la marca Webedia. (2019, 23 de octubre). Por qué la relación entre


CPU, RAM y disco duro deciden el rendimiento . Territorio Intel.
https://territoriointel.xataka.com/que-relacion-cpu-ram-almacenamiento-decide-
rendimiento/

(Webedia Brand Services, 2019)

También podría gustarte