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En un mundo que cada vez corre mas de prisa y nos abruma con tantas cosas al
mismo tiempo, el cristiano corre el peligro de quedar atrapado en esta clase de vida
de tal forma que su prioridades se vean desenfocadas drasticamente.
Notes
Transcript
Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le
recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual,
sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con
muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana
me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta,
Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es
necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
38Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le
recibió en su casa. 39Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual,
sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40Pero Marta se preocupaba con
muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana
me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41Respondiendo Jesús, le dijo: Marta,
Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42Pero sólo una cosa es
necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
INTRODUCCIÓN.
La palabra “prioridad” se ha vuelto de uso muy común en nuestros días. Se utiliza
con mucha frecuencia y en casi todos los ámbitos de la vida, pero en muchas
ocasiones no sabemos ni que son.
Prioridad = 1 Ventaja o preferencia que una persona o cosa tiene sobre otra, estos
asuntos tienen prioridad; 2 Cosa que se considera más importante que otra; Una mis
prioridades es comprarme un coche.
Sin embargo, esa vida tan agitada y con tantas cosas por hacer, va provocando al
mismo tiempo que las mismas personas batallen por enfocarse en lo que deberían
ser verdaderamente sus prioridades.
Debemos recordar que una prioridad es un asunto que se sitúa por encima de los
demás.
Incluso, los creyentes no están exentos de esa clase de ideas.Una iglesia grande,
muchas actividades (seminarios, congresos, campamentos, estudios, etc), muchos
congregantes, un terreno o lugar propio, etc.
Muchas de esas cosas en si mismas no tiene nada de malo, sin embargo ninguna de
ella debe tener la máxima prioridad en la vida del creyente verdadero. La máxima
prioridad en la vida del creyente verdadero en su vida debe ser: Amar a Dios.
NBV Lo que pido de Dios, lo que más deseo, es el privilegio de meditar en su
templo, vivir en su presencia cada día de mi vida y deleitarme en su perfección y
gloria.
Para el rey David, su prioridades más importantes en su vida, era amar a Dios y
vivir para estar frente a su presencia todos los día de su vida. Antes que el reino,
antes que las victorias, o los territorios conquistados, para el; Dios tenía el primer
lugar.
De la misma forma para el Apóstol Pablo, cada día de su vida era un esfuerzo
constante para seguir adelante en la vida cristiana, hasta que que Cristo fuera
formado en el. Su deseo era cada día hacer la voluntad expresa de Jesús en sus
vida.
Ambos hombres aunque de épocas distintas, compartieron las mismas prioridades
en sus vidas: Conocer profundamente a Dios y ser transformados por el poder de
su palabra.
El pasaje de hoy es un recordatorio a todo los creyentes sobre cual debe ser nuestras
prioridades máximas mientras estemos en nuestro transitar por esta tierra.
Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta
le recibió en su casa.
Debemos recordar que Lucas escribe su evangelio de una forma temática más que
cronológica, por lo que la referencia de tiempo no es muy importante.
Así que Jesús junto con sus 12 discípulo iban recorriendo las aldeas y llegaron a esta,
donde encontraron la casa de una familia que Jesús amaba profundamente.
Muchas veces Jesús y sus discípulos recorrían diversas ciudades y era recibidos en
hogares, otra veces no, pero es muy posible que esta vez el Señor quisiera pasar a
casa de uno amigos que el apreciaba profundamente ( Y amaba Jesús a Marta, a su
hermana y a Lázaro) para corregir algunos asuntos.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́ blicas Unidas.para
corregir algunas cosas.
Es un deber de todo cristiano ser hospitalario para con aquellos que llegan a su
hogar a visitarlos. Esa conducta de testimonio de nuestra conversión
Algunos no les gusta que los ven en sus casas o invitar a nadie, porque no les gusta ser
hospitalarios.Eso refleja cierto egoísmo de nuestra parte
DHH No se olviden de ser amables con los que lleguen a su casa, pues de esa
manera, sin saberlo, algunos hospedaron ángeles.
Es necesario recordarlo, porque a veces se nos olvida ser amables con aquellos que
nos visitan.
Cuando Jesús llego a la casa, fue Marta (Señora; era la encarada del hogar) la que le
recibió en la puerta y le dio la bienvenida, con alegría, no murmurando a diciendo
(hay ese Jesús ya vino otra vez).
Marta era amable y buena anfitriona con Jesús, estaba contenta que Jesús
estuviera en su hogar.
De acuerdo al relato de y podemos ver que Marta era la hermana mayor de las dos
hermanas.
De acuerdo al relato de y podemos ver que Marta era la hermana mayor de las dos
hermanas.
Seguramente ambas hermanas estaban felices que Jesús llegara junto con los
discípulos a visitarlas.
Hay que resaltar que Lucas nos deja entre ver que una vez que Jesús paso a interior
de la casa, María inmediatamente dejo lo que estuviera haciendo, para atender al
Maestro.
Sal 127:2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y
que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.
Thompson, F. C., & Jauchen, J. S. (1987). Biblia de referencia Thompson: Notas (p.
1364). Miami, FL: Editorial Vida..
Seguramente Marta ofreció pasar a Jesús y tomar asiento, mientras que le aviso a su
hermana donde estaba Jesús.
María no escogió el otro lado de la mesa, o la sala donde Jesús estaba, sino que
Lucas nos dice que se sentó a los pies de Jesús.
La posición de María denota claramente el interés que ella tenía por escuchar lo
que Jesús tenía que decirles aquella tarde.Cual era la prioridad más importante para
ella.
Oía = gr, 191 akoúo; escuchar, entender, llegar a oídos de; obedecer.
DHH Pero la semilla que cayó en buena tierra, son las personas que con corazón
bueno y dispuesto escuchan y hacen caso del mensaje y, permaneciendo firmes,
dan una buena cosecha.
Es esta la actitud de un verdadero creyente, aquel que no solo viene se sienta cada
reunión, cada vez que pone un audio en el internet o en el auto, sino quien hace caso
de lo Jesús dice.
Es imposible tener claramente cuales son las prioridades de nuestra vida, cuando
lo que hacemos es ir detrás de cualquier cosa antes de atender a la palabra de Dios.
María escuchaba de cerca las palabras de Jesús, no para usarlas contra Marta, no
para recriminarle algo a Lazaro, sino para ponerlas en acción en su propia vida.
Para el Creyente verdadero su prioridad máxima debe poner por obra la Palabra
de Dios.
Don Whitney “No hay vida cristiana sana aparte de una dieta de la leche y carne de las
Escrituras.
(Quieren que Dios bendiga sus familias, pero siguen viviendo en un desorden, donde
todos los miembros de la familia hacen lo que quieren, quiene bendición en el trabajo,
pero no respetan a sus jefes, quieren que les bendiga en la escuela, pero no estudian,
etc.)
Podemos estar seguro que las escrituras es la Palabra de Dios, que revela su
voluntad apara los hombre, y nuestra obediencia a ella es para nuestro propio
beneficios.
13Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra
de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros
los creyentes.
Si queremos conocer a Dios y ser como El; nuestro deber es conocer la Palabra de
Dios íntimamente.
Seguramente que para María escuchar cada enseñanza de Jesús, era no solo un
renuevo para su alma, sino la medicina necesaria para su alma en medio de un
mundo de aflicción.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́ blicas Unidas.
Debemos tener cuidado de no ser juiciosos con Marta, muchos pueden pensar acerca
de ella, como una mujer incrédula, mundana, superficial, pero nada más lejano de la
realidad.
Marta era una fiel creyente también del Señor Jesús. Ella y su hermana juntas
decidieron llamar a Jesús cuando su hermanos estaba enfermo, porque sabían de su
poder sanador y milagroso.
20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María
se quedó en casa. 21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi
hermano no habría muerto. 22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a
Dios, Dios te lo dará. 23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: Yo sé
que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 25 Le dijo Jesús: Yo soy la
resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel
que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27 Le dijo: Sí, Señor; yo
he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Pero por desgracia aun los verdaderos creyentes pueden perder el enfoque de lo
que realmente importa.
Trate de ponerse un poco en los zapatos de esta mujer, ella estaba ocupada de cada
uno de los detalles en la visita de Jesús a sus casa.
“Debo cuidar de todos los detalles de la comida, el punto de sal, la cocción, la carne
las verduras, los condimentos, el pan, la limpieza de la casa, el acomodo de los
muebles, la distribución de los invitados, los lugares, los platos- Es Jesús, sus 12, mi
hermana, mi hermano, etc.”
Ella estaba tan ocupada en todos los preparativos de aquella reunión con Jesús,
que se olvido de escuchar al invitado.
En medio de tantas cosas que había que hacer para atender a Jesús como era lo
pertinente, Marta fue arrastrada de tal forma que perdió de vista a Jesús.
Estaba tan distraída con todo el ajetreo en la casa, tenía tantos quehaceres que se
olvido de que Jesús ya estaba en casa, que estaba enseñando.
El servicio de Marta para Jesús era legítimo, ella quería darle lo mejor a Jesús, que
todo estuviera ordenado, limpio, por la gran cantidad de cosas frente a ella, ella se
permitió perder de vista a Jesús. Se desenfoco, cambiando las prioridades
Cuantas veces podemos estar nosotros en la misma condición nosotros, cuantas
ocaciones las cosas “importantes” de la vida, como el trabajo, la comida, el vestido,
la familia, la escuela, las tareas nos alejan de la prioridad máxima que es escuchar
voz del Señor por medio de su palabra.
No quiere decir que todas estas cosas no sean legitimas, claro que lo son, pero no
deben tener más importancia de la debida.
Hay que flojera es domingo, otra vez reunión, mejor lo escucho cuando lo suban al
face, ir los Jueves, hay no que horror, salir tarde, dormirse tarde, si me tengo que
levantar temprano al otro día.
Cuantas veces estamos mas preocupados por las cosas que tenemos que hacer, del
trabajo, de la casa, aún del propio ministerio y nos olvidamos de estar con Jesús.
Cuando estas cosas pasan, lo que sucede es que nuestras prioridades se han
desvirtuando, se van extraviando, dejamos de hacerlo para Cristo y comenzamos a
hacerlo para nosotros mismos, para nuestro reconocimiento, para nuestro esfuerzo.
Y eso tiene consecuencias en nuestra vida.
Cuando se percato de todo lo que había que hacer y que solo ella estaba trabajando,
le pareció injusto, desigual.
Ahora Marta estaba tan enfocada en su tarea que quería que Jesús le reconociera
por lo que estaba haciendo. Pensaba impresionar a Jesús con todo lo que hacia.
Entre tanta actividad, Marta perdió una oportunidad única, Jesús estaba en su
casa, estaba enseñando una predica especial para ellas, y ella simplemente la vio
pasar de largo.
Con las prioridades equivocadas, Marta perdió el gozo de servir. En lugar de eso,
ella cada vez estaba más nerviosa, estaba cada vez más agitada, y su frustración
iba cada vez en aumento.
Tanto trabajo y María ahí sentada, sin hacer nada. Ahora ya Marta había pasado de
una amable anfitriona aun hermana encolerizada por la aparente indolencia de su
hermana ante la situación.
Incluso ella le reclama también con enojo al Señor Jesús de que el no haga nada. Dile
que me ayude ¿Señor no estas viendo que yo estoy trabajando y ella no me ayuda?
Muchos creyentes están en la misma situación; Señor no ves lo que me esta pasando
en mi trabajo, no vez que me están cargando la mano, y nadie me ayuda? ¿No ves que
en la casa mi esposo /a esta leyendo la biblia y orando y hay un montón de ropa por
lavar?¿No ves que yo sirvo y sirvo todo en tiempo en la iglesia y nadie me ayuda?
¿No ves que yo sirvo y sirvo todo en tiempo en la iglesia y nadie me ayuda?
Cuando Cristo deja de ser la prioridad máxima de nuestra vida, nos llenamos de
irritación, ya cualquier cosa nos hace estallar, perdemos el control de forma irreflexiva
y comenzamos irritarnos por cualquier cosa culpando a otros.
Thompson, F. C., & Jauchen, J. S. (1987). Biblia de referencia Thompson: Notas (p.
1364). Miami, FL: Editorial Vida.
Cuando permitimos que las cosas temporales llenen nuestras mentes y quiten del
centro las cosas celestiales, estas simplemente se convierten en un maldición en
lugar de una bendición e incluso queremos darle ordenes al Señor de como debe
actuar.
Si las cosas, incluso aquellas que en si mismas no tienen nada de malo, nos apartan
de Cristo, de la eternidad, si dejamos de escuchar la Voz de Jesús por medio de la
Palabra, nos convertiremos en oidores descuidados del Evangelio.
Por esa Razón Pablo exhorta, que por nada estemos llenos de afanes, sino mas bien
que vayamos delante de aquel que tiene presente todas las cosas, que conoce
nuestra condición, quien puede darnos consolación.
Pero Jesús siempre nos sorprende, porque en lugar de hacer un reclamo airado, una
corrección despiadada; lo que hizo con Marta fue una lección de paciencia y amor.
El Enfasis de en repetir su nombre, eran una señal de una solemne pero amorosa
corrección para aquella mujer que se había extraviado en sus prioridades.
Jesús dio el diagnostico preciso para ella; afanada y turbada con muchas cosas.
Muchas veces en medio de los afanes, los ajetreos de la vida, las prisas de todos los
días estamos demasiado preocupados, incluso hasta perturbados, ya nos roba la
paz, simplemente porque en el trayecto de estas cosas nos hemos olvidado de ir al
consuelo de la palabra de Dios.
No hay razón para preocuparse tanto por las cosas temporales, aun las que creemos
que son necesarias, de todas ellas Dios siempre tiene cuidado.
28 »¿Y por qué preocuparse por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No
trabajan ni cosen su ropa; 29 sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan
hermoso como ellos. 30 Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores
silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará
de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?
42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no
le será quitada.
Solo hay una cosa por hacer para el creyente verdadero: es estar todos los días a los
pies de Jesús para escuchar sus Palabras.
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna
permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
Thompson, F. C., & Jauchen, J. S. (1987). Biblia de referencia Thompson: Notas (p.
1491). Miami, FL: Editorial Vida.
Cada día el creyente debe buscar la guía la dirección el consejo de Dios por medio de
la Palabra, debe tener relación con Jesús por medio de la oración. Es solo en la
gracia de Cristo, en la comunión continua y en el estudio de las Escrituras que
encontraremos paz, gozo para nuestras afligidas almas.
María lo había entendido claramente, ella por eso dejo todo lo que tenía por hacer
cuando entro Jesús a la casa. No es que las cosas no tuvieran importancia, más bien
ella ponía las cosas en su verdadera importancia.
no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas
que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Thompson, F. C., & Jauchen, J. S. (1987). Biblia de referencia Thompson: Notas (p.
1491). Miami, FL: Editorial Vida.
Porque la palabra de