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Noción teológica de la escatología: términos, cuestión del nombre.

Es muy dispendioso buscar un término sintético para expresar lo que es la


escatología. El texto al que se suele recurrir para hablar de escatología es el de
Eclo 7, 36: “en todas tus obras piensa en el fin, y nunca pecarás”. La Vulgata
traduce: “In ómnibus operibus tuis memorare novissima tua et in aeternum
non peccabis” (… acuérdate de tus novísimos); en griego se traduce el termino
novísimos por τά έσχατα. Se buscó hacer un tratado dogmático sobre este
tema: De novissimi, De extremis, etc., aunque no fue posible ya que se trataría
de la muerte individual, concibiendo la muerte como simple conclusión de la
vida. Eclo no trata de la muerte en si misma ni del enigma que representa. En
el Nuevo Testamento el termino έσχατος se utiliza tanto para realidades antes
de la muerte como para aquellas que están después de la muerte. Según el dato
bíblico, no hay dificultad en hablar de un componente escatológico de la fe y
de la teología.

La palabra escatología es relativamente reciente: es utilizada por primera vez


en el Sistema locorum theologicorum de A. Calov, en el vol. XII, titulado
Eschatologia sacra, que trata de la muerte, la resurrección, el juicio y la
consumación del mundo. Schleiermacher lo vuelve de uso común. La teología
patrística y escolástica no tenían termino alguno para las realidades
trascendentales. Aquí algunos ejemplos.

AUTOR TÉRMINOS USADOS


En su obra De Sacramentis
Hugo de San Víctor christianae fidei, utiliza De fine
saeculi y De statu futuri saeculi.
En el Suplemento a la Suma
Santo Tomás de Aquino
Teológica utiliza De resurrectione.
En el Breviloquium habla de los
San Buenaventura
esjata en el De statu finalis iudicii.

La dogmática tradicional había fijado claramente el objeto de la escatología: el


fin del hombre y del mundo y los problemas especiales con relación a ese fin.

En el NT se utiliza el termino έσχατος designa el fenómeno del


acontecimiento último. En nuestros días, el adjetivo “escatológico” se utiliza
para referirse a todo lo que tenga relación con los sucesos del fin de los
tiempos, y no a los sucesos mismos. Son “escatológicas” las ideas sobre las
“realidades ultimas”, no propiamente estas; el vocabulario no el contenido.
Los términos escatología y escatológico dan pie a dos afirmaciones de tipo
general:
1. Que el término “escatológico” no hace referencia a los esjata, sino que la
relación del termino se refiere también a un análisis histórico-critico, dado que
estas realidades supernas no están presentes tan solo en el cristianismo sino
también en muchas religiones. Se propone una clarificación al denominar
teológica a la escatología propiamente cristiana. El problema ahora es, que si
lo ‘escatológico’ hace referencia o tiene relación también con un análisis
histórico-critico, como o en qué momento pasa a ser una escatología llamada
teológica.

2. la visión futurista de la escatología ha llevado a ampliar su significado y


sentido. Se pasa de una escatológica reducida a la ciencia de los novísimos. La
utilización de los términos escatología y escatológico ha permitido que se
apliquen también a la fe y la teología, de modo que la escatología pasa a ser
una realidad teológico-trascendental.

Las modificaciones principales (signo también de la evolución escatológica)


se dan en tres momentos: a) Jesús anuncia la venida del reino de Dios; b) una
fe proyectada hacia la llegada efectiva de las realidades ultimas; c)
desembocando en la escatología secularizada judeo-cristiana de la filosofía de
la historia.

Es necesario tener en cuenta el comentario de Karl Barth a la carta a los


Romanos. Él dice que “¿Cuándo acabará tanta palabrería inútil sobre una
parusía que todavía no ha llegado? El fin anunciado en el NT no es un
acontecimiento temporal ni un fabuloso “fin del mundo” ni tiene relación con
ninguna catástrofe histórica, telúrica o cósmica, sino que es sencillamente el
fin, y lo es de tal manera que, diecinueve siglos no significan prácticamente
nada en cuanto a proximidad o lejanía, hasta tal punto que ya Abrahán vio ese
día y se regocijó”.

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