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Las prácticas culturales y agronómicas como siembras en contorno, acequias de ladera, barreras vivas, cobertura y abonos verdes, curvas a nivel, banquetas y terrazas, y rotación de cultivos ayudan a conservar el suelo al controlar la erosión y mantener su fertilidad. La clasificación agroecológica de los suelos incluye grupos A y B, donde los suelos del grupo A son más adecuados para la agricultura y requieren prácticas de conservación moderadas, m
Las prácticas culturales y agronómicas como siembras en contorno, acequias de ladera, barreras vivas, cobertura y abonos verdes, curvas a nivel, banquetas y terrazas, y rotación de cultivos ayudan a conservar el suelo al controlar la erosión y mantener su fertilidad. La clasificación agroecológica de los suelos incluye grupos A y B, donde los suelos del grupo A son más adecuados para la agricultura y requieren prácticas de conservación moderadas, m
Las prácticas culturales y agronómicas como siembras en contorno, acequias de ladera, barreras vivas, cobertura y abonos verdes, curvas a nivel, banquetas y terrazas, y rotación de cultivos ayudan a conservar el suelo al controlar la erosión y mantener su fertilidad. La clasificación agroecológica de los suelos incluye grupos A y B, donde los suelos del grupo A son más adecuados para la agricultura y requieren prácticas de conservación moderadas, m
PRÁCTICAS CULTURALES Y AGRONÓMICAS PARA LA CONSERVACIÓN DEL
SUELO
Consiste en mantener la capacidad del suelo en forma productiva, incorporando para
ello prácticas de protección y mejoramiento continuo, de tal forma que ayude a controlar la erosión. Toda acción que contribuya a recuperar el suelo y no a desgastarlo, es una medida de conservación, por ello el agricultor debe aprender que labrar el suelo no es minarlo, ni saquearlo; sino utilizarlo de tal manera que sus descendientes lo reciben en el mismo estado de fertilidad que le fue entregado por sus antecesores, es común oír decir que nuestras tierras están cansadas, ello es un campanazo de alerta para extremar los cuidados y la atención al manejo de esta parte de la naturaleza. Una esmerada selección del tipo de práctica es la garantía para obtener de la tierra los máximos beneficios en forma duradera, sin deteriorar del suelo. Veamos entonces cuales podrían ser estas prácticas culturales y agronómicas que nos permiten conservar y hacer buen uso de este gran recurso como lo es el suelo. Siembras en contorno: Consiste en sembrar a través de la pendiente, es decir en forma transversal a la pendiente. Se recomienda utilizar esta práctica en terrenos donde la pendiente sea mayor del 5%, ella reduce el escurrimiento superficial y puede combinarse con otras medidas de conservación, como as zanjas de infiltración o drenaje, barreras vivas. Acequias de ladera: Su función principal es sacar el agua de escorrentía a un lugar protegido, se emplean más que todo en las cabeceras de las cárcavas Barreras vivas: Son barreras que proporcionan buen material orgánico para disminuir la velocidad del agua, siguiendo las curvas de nivel; utilizándose para ello pastos, limoncillo, Leucaena, Matarratón, Guandul, king grass, Quiebrabarrigo, cañabrava, cabuya o sauce. Dependiendo del vegetal elegido, debe procurarse mantener una altura tal que no perjudique el cultivo que protege e impedir que este se ensanche o invada el cultivo. Cobertura y abonos verdes: Son plantas que cubren la superficie del suelo y llenan la capa superficial con raíces densas y profundas, que mantienen el suelo en su lugar disminuyendo la erosión, los cultivos de cobertura, además de proteger el suelo, proporcionan la recuperación del mismo. Las plantas de cobertura más utilizadas son: pastos, tréboles, alfalfa, legumbres. Esta práctica es la que mejores resultados ha dado en el control de la erosión. Curvas a nivel: Es una práctica muy difundida que se utiliza en las siembras de cultivos, en la construcción de canales, en el establecimiento de barreras vivas y en cultivos en fajas, entre otros para trazar las curvas a nivel se emplean el agronivel y el caballete. Banquetas y terrazas: Se hacen con el fin de quitarle velocidad al agua; esta es una práctica de mayor cuidado. Rotación de cultivos: Consiste en la siembra alterna de cultivos por periodos definidos de tiempo, empleando plantas de diferente familia. CLASIFICACIÓN AGROECOLÓGICA DEL SUELO Esta clasificación ha sido dada por el departamento de agricultura de los EE.UU. de acuerdo a su potencial y sus limitaciones, y los ha clasificado en dos grandes grupos así: Grupo A: Terrenos adecuados para la agricultura y otros usos Grupo B: terrenos de uso limitado, no adecuado para cultivos Grupo A: Suelos de clase 1, estos se presentan en relieves planos, son profundos, bien drenados, con texturas medias, niveles de fertilidad altos, Ph ideal, facilitan la labranza. Suelos de clase 2: tiene algunas limitaciones que exigen practicas moderadas de conservación, pueden cultivarse intensivamente, se presentan en relieves ondulados, poseen drenaje moderado, con una estructura adecuada, de una fertilidad media que requiere del uso de abonos y correctivos. Suelos de clase 3: son difíciles de mantener y requieren tanto cuidado que la rentabilidad de las cosechas puede verse afectada; en éstos, las pendientes son causa de erosión, tienen mal drenaje, son poco profundos y de textura muy fina, requieren de correctivos debido a su alta concentración de sales. Suelos de clase 4: exigen cuidadoso laboreo y solo son adecuados para cultivos limpios, los riesgos de erosión son muy altos y la rentabilidad de las cosechas es baja, se recomienda emplearse mejor en ganadería, reforestación o cultivos que no requieran de suelos desnudos. Grupo B Suelos de clase 5: limitan su uso, de profundidad muy baja, igual su fertilidad, de concentración de sales muy alta. Suelos de clase 6: tiene pendientes muy marcadas, con alto riesgo de erosión, drenaje muy pobre, baja fertilidad y presencia de rocas., no son aptos para cultivos pero se pueden utilizar en siembra de pastos, bosques, frutales. Suelos de clase 7: son aptos solo para reforestación con especies protectoras no comerciales. Suelos de clase 8: pueden no tener capa arable, tiene afloraciones rocosas o arenas sueltas.
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