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Investigación

Elizabeth sanjur 4-810-411


Que es la doctrina del destino manifiesto
es una frase e idea que expresa la creencia imperialista de que los Estados Unidos de
América es una nación elegida o predestinada por Dios y destinada a crecer, multiplicarse
y expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico, a costa incluso de
poblaciones autóctonas indígenas que se cuida de no adoptar en mestizaje, ni asimila o
integra, y que más o menos activa o pasivamente condena al estigma, la marginación, el
genocidio o la explotación colonial; forma parte del llamado mito de la frontera. Esta
mentalidad generó una actitud que llevó, por ejemplo, a la usurpación de la mitad del
territorio nacional de México mediante el Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) o a una
guerra contra España (1898) para apoderarse de Puerto Rico e intervenir en Cuba y las
Islas Filipinas con esperanza de colonizarlas y explotarlas. Se usa también para justificar
otras adquisiciones territoriales. Los partidarios de esta ideología creen que la expansión
no solo es buena, sino también obvia (manifiesta) y certera y obra de la divina
Providencia (o, más bien, de la calvinista Predestinación) más que de la desarrollada
tecnología armamentística y militar de los Estados Unidos. Esta ideología podría
resumirse en la frase: «Por la Autoridad Divina o de Dios»-

Que es la doctrina Monroe

La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue


elaborada en 1823 en Estados Unidos por John Q. Adams y atribuida al presidente
James Monroe. Establecía que cualquier intervención de los europeos en América
sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de los Estados
Unidos de América.1​
La doctrina fue presentada por el presidente Monroe durante su quinto discurso al
Congreso sobre el Estado de la Unión. Recibida inicialmente con dudas, y luego con
entusiasmo, constituyó un momento decisivo en la política exterior de los Estados
Unidos. La doctrina fue concebida por sus autores, en especial John Quincy Adams,
como una proclamación por parte de los Estados Unidos de su oposición al
colonialismo en respuesta a la amenaza que suponía la restauración monárquica en
Europa y la Santa Alianza tras las guerras napoleónicas.
Que es la doctrina Santa Alianza

La Santa Alianza (en alemán: Heiligen Allianz; en ruso: Священный союз, transliterado
como Sviashchenny soyuz o, de manera académica, como Svejaščennyj Sojuz) fue un
pacto celebrado, por iniciativa de Alejandro I de Rusia, entre Austria, Rusia y Prusia, el 26
de septiembre de 1815 en París (Francia), tras la batalla de Waterloo. Los tres monarcas
invocaron los principios cristianos, previendo mantener en sus relaciones políticas los
«preceptos de justicia, de caridad y de paz»,1​con el objetivo de contener el liberalismo y
el secularismo que se había implantado en Europa fruto de la Revolución francesa. En su
pacto ellos se comprometían a intervenir donde fuera necesario para defender la
legitimidad monárquica y los principios del absolutismo y sofocar cualquier movimiento
revolucionario. Se suele confundir a menudo con la Cuádruple Alianza (1815), que incluye
a Reino Unido. Otto von Bismarck logró reunir la Santa Alianza después de la unificación
de Alemania en 1871, pero la alianza volvió a fallar en la década de 1880 debido a los
conflictos de intereses de Austria y Rusia sobre la disolución del Imperio otomano.2​
Es un acuerdo internacional particular, ya que se basa en el Cristianismo y, aunque
aceptaba la adhesión de otras casas reales cristianas afines a esta causa, dejaba
deliberadamente fuera a potencias como el Imperio otomano o Reino Unido.

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