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RESUMEN ANALÍTICO

Estudiante:

Brayan Cesar Pozo Rios

Docente:

Joe Fizpatrick

Curso:

Cristo en el Antiguo Testamento

Cochabamba – Bolivia

2023
I. Título: El Misterio Revelado, Descubriendo a Cristo en el Antiguo Testamento
II. Autor: Edmundo P. Clowney
III. Referencia del Documento:

Edmundo P. Clowney, El misterio Revelado, Descubriendo a Cristo en el Antiguo


Testamento (2014) Colombia: SDG

IV. Palabras Clave:

Aquellas palabras muy importantes dentro del trabajo.

Prefigurado, Teofanía, Libertador, Salvador, Humillación, Exaltación, Cristo, Promesa

¿Qué palabras nuevas aprendió?

Tipología, Cuneiforme, Ordalía, Inanición, Ambiguo, Teofanía, Pregonar, Ignominia,


Doxología, Exuberancia

V. Porcentaje de Lectura:

Una lectura completa de: 100 %

VI. Tipo de Trabajo:

Libro

VII. Resumen del documento:

La historia de Jesús, no comienza con el cumplimiento de la promesa, sino con la


promesa misma y con los actos de Dios que acompañaron Su palabra. Vemos a lo largo
de todo el Antiguo Testamento, que, tanto el pueblo de Israel, como también los Reyes,
profetas, jueces pudieron cumplir la promesa dada por Dios, por lo tanto, era necesario
que Uno Mayor tendría que venir, para que se cumpliese las promesas de Dios.

CAPÍTULO 1 EL NUEVO HOMBRE

El pueblo de Israel fue escogido por Dios, para dar testimonio a las naciones. Para eso
debían conocer a su Señor como el creador del mundo y de la raza humana.

Dios creó al hombre para tener una relación permanente, pero a causa de la incapacidad
del hombre para mantenerse Fiel al Dios, se perdió esa relación. Entonces fue necesario
que Cristo se ofreciera por rescate de su pueblo, de su Esposa. Cristo reivindica a la
iglesia como la novia del Señor.
CAPÍTULO 2 EL HIJO DE LA MUJER

Las genealogías descritas en Génesis son muy importantes, pues demuestran como Dios
cumple su promesa dada en huerto de Edén a Adán y Eva, cuando fallaron en obedecer
a Dios. Por lo tanto sin interrupción Dios se encarga de que la promesa se lleve a cabo, a
traves de toda la historia de la humanidad, en su Hijo Jesucristo el único hombre capaz
de llevar a cabo el plan eterno, por medio del Espíritu Santo, con un solo propósito de
revelar a Dios en todo su esplendor.

CAPÍTULO 3 EL HIJO DE ABRAHAM

El llamado de Dios a Abraham (llamado así por Dios que significa “Padre de una
multitud”) contenía una doble promesa: que Él bendeciría a Abraham y que Él lo haría
una bendición. Por más absurdos que parezcan las promesas de Dios, siempre cumplirá
su promesa, es lo que vemos en Abraham y Sara, ambos de edad avanzada, Dios
cumplió su Promesa. Lo cual Abraham por fe recibió la promesa, el fijo su esperanza en
lo que dijo Dios que haría con su descendencia, y Abraham creyó y le fue contado por
justicia. Muchas veces olvidamos la bendición que recibimos de Dios, al ser parte de la
promesa dada a Abraham. Pues únicamente fue posible por el sacrificio, y
derramamiento de sangre del Hijo de Dios. Pues el costo de la Redención es todo, así
mismo Dios demanda de sus hijos todo su ser, que dependan y confíen Él siempre. La fe
mira a Dios, no al hombre, como el dador.

CAPÍTULO 4 EL HEREDERO DE LA PROMESA

Solo Dios puede establece la comunicación entre el cielo y la Tierra, la verdadera


comunión con Dios no emana del hombre sino de la intervención de Dios. La
humanidad no busca a cercarse a Dios, si no al contrario huir, alejarse de su presencia.
Siempre es Dios quien toma la iniciativa, a la hora de tener relación con sus criaturas,
con el hombre. Betel- la casa de Dios, Cristo es Emanuel, Dios con nosotros, la casa de
Dios. Jesús es la puerta del cielo, también es la escalera a la casa de Dios. El mediador
entre Dios y los hombres. La fe gana cuando sabe que todo está perdido y se aferra solo
a Dios. Fue necesario que Dios se humillara para que los pecadores recibieran la
bendición de la promesa. Las promesas de Dios se cumplen no por el poderío del
hombre, sino por el poder del Espíritu de Dios.

CAPÍTULO 5 EL SEÑOR Y SU SIERVO

Vemos como Dios sigue obrando a traves de Moisés, para llevar a cabo su plan eterno,
la promesa dada. La historia de la liberación del pueblo de Israel de los Egipcios, es una
muestra más del poderío y control soberano de nuestro Dios. Pues la gran liberación del
pueblo de Israel es únicamente obra de Dios. La Salvación siempre es y será del Señor,
este es el gran tema de la Biblia. Dios liberó a su pueblo del yugo de esclavitud, para
pertenecerle únicamente a él, para su yugo.

Dios sigue manifestándose como lo hizo en la antigüedad, con una gran diferencia, ya
que ahora, Dios nos habla por medio de su hijo-Jesucristo. Jesús es la última palabra de
Dios. Dios es “celoso” con aquello que le pertenece, su celo es amor ferviente, ardor
que tiene ante su pueblo escogido, apartado, por el cual, pago un alto precio infinito con
un valor infinito.
No podemos entender los diez mandamientos separados de Jesucristo, pues su propósito
es de reconocer a Dios como nuestro Señor y Salvador. Jesús es el que hace posible
todo lo que el hombre no puede hacer para restaurar su relación con su creador, es por
Cristo nuestra restauración, él es el verdadero ISRAEL.

CAPÍTULO 6 LA ROCA DE MOISÉS: ¿ESTÁ EL SEÑOR ENTRE NOSOTROS?

Cuando el pueblo de Israel transito en el desierto por cuarenta años, fueron en muchas
ocasiones rebeldes ante Dios, echando la culpa a Moisés de sus sufrimientos, escasez y
necesidades. En otras palabras ellos estaban diciendo que Dios no cumpliría su promesa,
ya que creían que Dios los había olvidado. Pero una vez más, Dios les demuestra que es
fiel, y siempre cumplirá su promesa.

CAPÍTULO 7 EL UNGIDO DEL SEÑOR

Dios permite que sus hijos lleven a cabo su juicio a las naciones, y lo hace a traves de
medios no humanos, si no por medio de su Palabra y el Poder del Espíritu Santo, los
juicios de Dios siempre son perfectos y justos, pues todos somos dignos y merecedores
de su Juicio y Ira. Dios utiliza a sus siervos para demostrar su Fuerza y Señorío para
salvar a su pueblo. Finalmente todo apunta al nacimiento de Jesús, el salvador del
mundo, la promesa dada por Dios a la humanidad, él es el segundo Adán, la cabeza de
la nueva humanidad.

CAPÍTULO 8 EL PRINCIPE DE PAZ

L sabiduría del rey Salomón es un reflejo de la infinita sabiduría de Dios, encarnado en


Cristo. Dios es el Poseedor de la sabiduría, el hombre jamás hallará satisfacción hasta
que venga a los pies de Dios rendido y humillado.

CAPÍTULO 9 EL SEÑOR QUE VENDRÁ

Dios cumplirá su promesa, ninguna palabra es demasiado para Dios, el hará lo que
prometió. Nuestra esperanza es Cristo, él vendrá por su iglesia, por su esposa, para vivir
juntamente en su presencia por toda la eternidad.

Toda la creación le pertenece, por él y para él fueron hechas. Dios siempre cumplirá sus
promesas, todo se hará conforme a su voluntad establecida desde la eternidad.

VIII. Análisis del Documento

¿Qué elementos abordados por el texto le parecieron interesantes? ¿Por qué razón?

Todo lo registrado en la Escrituras desde el principio con el primer hombre y hasta el


último de los profetas, era un indicio, una prefiguración de Cristo. No hubo uno que,
cumpliera el propósito en su perfección, todos fueron el medio necesario, para que
viniese el verdadero Adán el cual llevaría a cabo el plan de Dios por el cual creó todo lo
que existe.

¿Qué falacias, contradicciones encontró en el texto?

¿Qué aprendizaje le genera el texto a nivel personal?

Que todo y todos somos únicamente parte de su plan eterno, de principio a fin Dios esta
orquestando su plan por medio de sus criaturas, con la finalidad de cumplir su voluntad
perfecta, justa y eterna.

¿Qué preguntas le genera el texto?

¿Qué importancia tiene la responsabilidad el hombre, para que se lleve a cabo el plan de
Redención de Dios?

¿Cuál fue motivo para que Dios cumpliera su promesa?

¿Qué similitud tiene Adán con Jesucristo?

¿Cuál es la razón por el cual, la promesa dada a Abraham tomó bastante tiempo para
que se cumpliese?

IX. Conclusiones

Realmente los caminos, planes, y propósitos de Dios son un misterio, son tan perfectos
que es difícil para el hombre comprenderlas y sobre todo aceptarlas. Son tas justas que
no podemos entender su manera de actuar desde el principio de la creación. Solo
podemos descansar en su palabra, en plan, en sus promesas, pero sobre llevar una vida
en agradecimiento por quién es y por lo que hará , con nosotros, sus hijos, su pueblo
escogido, por quién dio su vida, para salvarnos y restaurarnos con nuestro Creador.
X. Referencias Bibliográficas

Henri Blocher, In the Beginning: The Opening Chapters of Genesis, (En El Principio:
Los Capítulos Iniciales de Génesis), D. G. Preston, trans. (Leicester, Inglaterra: Inter
Varsity Press, 1984)

K.A. Kitchen sobre “Mahanaim” en J. D. Douglas, ed., The Illustrated Bible Dictionary,
(Diccionario Ilustrado de la Biblia), Parte 2 (Wheaton, Ill.: Tyndale House Publishers,
1980)

James B. Pritchard, ed., The Ancient Near East, (El Antiguo Cercano Oriente), Vol. 1
(Princeton, N.J.: Princeton University Press, 1958, 1973)

E. W. Hengstenberg, Christology of the Old Testament, (Cristología del Antiguo


Testamento), (Grand Rapids: Kregel Publications, 1970)

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