Está en la página 1de 6

República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.


Colegio Universitario de Caracas
Trayecto I.I
Teoría y Práctica del Mercadeo

Modificaciones en el modelo de consumo


venezolano (transculturización). Y
fragmentación del mercado y ubicación de
nichos poco asistidos.

Profesora Integrantes:

Pacheco, Ángel.       Aguilarte, Guelmis


C.I.: 25.663.021
Gonzalez, Ramón
C.I: 26.953.360
                 Gómez, Dainefer
                C.I:

Caracas, 20 de Abril de 2017.


Introducción

Para hablar de los hábitos de consumo en Venezuela, en principio debe


analizarse las necesidades del consumidor o comprador, la oferta de
bienes y servicios y la demanda de los mismos, así como también las
incidencia de elementos internos y externos en la economía que envuelve
al individuo, la incidencia de los elementos de carácter social, político,
económico y las políticas de estado para regular dichos elementos que
afectan el entorno del consumidor, bien sean mejorando o en su defecto
deteriorando su calidad de vida. Por ende debemos en principio aceptar
como premisa que la economía de Venezuela a diferencia de cualquier
otra economía de la región no se rige en la actualidad por las normas de
mercado que caracterizan el mundo globalizado.
Modificaciones en el nuevo modelo del consumo venezolano
(transculturización).

La transculturización en Venezuela es una mezcla de tres culturas


distintas, la indígena, la africana y la española. Las dos primeras a su vez
tenían culturas diferenciadas según las tribus. La transculturación y
asimilación, condicionó para llegar a la cultura venezolana actual, similar
en muchos aspectos al resto de América Latina, pero el medio natural
hace que haya diferencias importantes. La influencia indígena se limita al
vocabulario de algunas palabras y la gastronomía. La influencia africana
del mismo modo, además de la música como el tambor. La influencia
española fue más importante y en particular de las regiones de Andalucía
y Extremadura, que eran la mayoría de colonos en la zona del Caribe de
la época colonial. Ejemplos culturales de ellos, se pueden mencionar las
edificaciones, parte de la música, la religión católica y el idioma. Una
influencia evidente española son las corridas de toros y parte de la
gastronomía. Venezuela también se enriqueció por otras corrientes
culturales de origen antillano y europeo en el siglo XIX, en especial de
procedencia francesa. En etapa más reciente en las grandes ciudades y
las regiones petrolíferas irrumpieron manifestaciones culturales de origen
estadounidense y de la nueva inmigración de origen español, italiano y
portugués. Aumentando el ya complejo mosaico cultural. Así por ejemplo
de Estados Unidos llega la influencia del gusto del deporte de béisbol, del
cine, el arte y las construcciones arquitectónicas actuales.

La transición de la Venezuela rural a la urbana a inicios del siglo XX se


tradujo también en importantes cambios relacionados con el estilo de
vida, innovaciones en la transformación de alimentos, las unidades
tradicionales de expendio al detal y servicios ofrecidos, así como el ritual
mismo del consumo alimentario vinculado con la capacidad de compra,
hábitos y lugar.

Durante el período 1920-1930 una ola de productos de preparación rápida


e instantánea amplió la oferta hasta entonces disponible, en gran medida
por la influencia de la colonia norteamericana y vinculada con las
actividades de la industria petrolera, con cuyo desarrollo comenzó a llegar
una gran variedad de productos hasta ese entonces desconocidos: Corn
Flakes, All Bran, grape nuts, quesos Kraft, leche Klim, Leapton tea,
Quaker oats, carnes enlatadas y congeladas, Coca-Cola, tocineta
americana en lonjas, sopas Campbells, entre otros.

Entre 1940-1960 destaca el caso de las frutas importadas, más baratas


que las criollas o los postres de preparación casi instantánea, que en
cierta forma atentaban contra la tradicional dulcería criolla. Este proceso
se vio favorecido por el Tratado de Reciprocidad Comercial con EE.UU.
(firmado en 1939), que concedía un estatus privilegiado para la
importación –entre otros- de alimentos enlatados y refrigerados. Esta
importación masiva influyó notablemente en la creación de un patrón
interno de consumo al estilo norteamericano, generalizándose a partir de
la posguerra (particularmente durante las décadas de 1940 y 1950).

En este sentido la gastronomía se fue convirtiendo en un factor clave de


la transculturización de Venezuela, hasta el desarrollo tecnológico
culinario ha traído un cambio de cultura radical en Venezuela y sus platos
“criollos”.

Prácticamente resulta más fácil encontrar una hamburguesa en cualquier


rincón de Venezuela que, por ejemplo, un tradicional mondongo; además,
no hay sitio donde no se encuentre un expendedor de perros calientes:
hasta en las urbanizaciones más distinguidas, donde las hamburguesas
desplazaron a las parrillas y otras comidas tradicionales.

Es un hecho inapelable que el modelo McDonalizado, masificado y


normalizado de consumo sigue predominando, con fuerte incidencia en
los colectivos más débiles (niños, jóvenes, ancianos) o en los que no
pueden resistirse por su escaso nivel económico y/o cultural.

Entre otro sentido, la música venezolana tambien es influenciada por


países extranjeros, en Venezuela la música se caracteriza por mezclar
elementos españoles y africanos, el más representativo del país es el
Joropo, que utiliza los instrumentos (Caribe anglófono y francófono).
Debido a la influencia cultural de Estados Unidos se escucha, Hip-hop,
dance, tecno, rock y el pop. El gusto musical del venezolano es muy
distinto al de los países sudamericanos, sólo con Colombia tienen algunos
gustos en común como el Llanera ya que en los llanos Orientales de
Colombia se produce esta manifestación musical, por ser fronterizos. El
gusto musical del país es netamente caribeño, en Venezuela la salsa, el
merengue y la cumbia es música para escuchar y no solo para bailar.
Vale recalcar que la música nacional es llamada música llanera, y
proviene de los principales llanos del país (Edo. Apure y Barinas). Debido
a la influencia afro-antillana, el calipso y tambor son unos importantes
géneros musicales en Venezuela.

Otro factor determinante es la televisión, por medio de este se transmite


grandes informaciones a los jóvenes, que son un blanco fácil para
transformar su cultura. El cómic es un objeto comunicacional que, al estar
enmarcado en un entorno sociocultural específico, se transforma en un
medio a través del cual es posible transmitir no sólo las características de
una determinada comunidad, cultura y contexto histórico, sino también las
diferentes ideologías dominantes en dicha comunidad.

Los hábitos de consumo de la Venezuela del siglo XXI viene


caracterizada por la sociedad actual en la que vivimos nos muestra un
modelo de desarrollo y realización personal errónea, donde el
consumismo se muestra como la solución a nuestra crisis económica e
incluso crisis de identidad como personas. Por una distorsión progresiva
de los elementos de mercado (Ley de oferta y demanda), competencia,
producción de bienes de consumo y servicios, la sustitución de una
economía autosustentable por una economía de importaciones sin
controles que perjudican al escaso aparato productivo nacional, el cual
tiende a desaparecer, producto de los excesivos controles impuestos de
manera unilateral por parte del estado, lo cual favorece a pocos en
perjuicio de muchos. Debemos determinar que la economía de Venezuela
se caracteriza por una inflación creciente años tras año, por una
disminución real y progresiva del producto interno bruto (P.I.B), por una
economía de estado sostenida solo en base a la producción de petróleo y
a la recaudación de impuestos por demás elevados (Impuesto Sobre La
Renta, imposición de aranceles, IVA), podríamos decir que la actual
economía venezolana, está al borde de una estanflación, es decir un
marco de inflación excesiva caracterizado por una economía decreciente
y un aparato productivo en negativo. Ahora bien, con relación de los
hábitos del consumo del venezolano, se podría decir, sin aplicar principios
universales que regulen una economía de mercado, que los hábitos del
consumo del venezolano vienen a representar una economía de
subsistencia, tomando en consideración que más del 70% de la población
posee un ingreso de subsistencia (Salario Mínimo), que en la mayoría de
los casos no le ayuda a cubrir el 100% de sus necesidades, por ende del
100% del ingreso se destina más del 80% a cubrir gastos esenciales
(Alimentación, Vivienda, Servicios Públicos entre otros.) Sin tomar en
consideración otros aspectos fundamentales como salud, educación,
recreación o esparcimiento, vestido entre otros. En la mayoría de los
casos, el consumidor opta por comprar de acuerdo a su poder adquisitivo,
sin tomar en consideración la relación precio-valor, mejor expresado en
leguaje criollo a comprar lo más barato, sin tomar en consideración, la
calidad , o durabilidad de bienes y servicios, por una parte y por otra, a
comprar solo lo que se encuentra en el mercado, compras que son casi
forzadas, debido a la ausencia de variedad de productos en el mercado,
caso clásico los alimentos, vehículos y productos de aseo personal.

Fragmentación del mercado y ubicación de nichos pocos asistidos.

También podría gustarte