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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Medicina
III Cátedra de Anatomía
Prof. Dr. José Luis Ciucci

Resumen de
Bulbo Raquídeo

Se recomienda al alumno que para su mayor comprensión


acerca del tema, lea la bibliografía oficial.

Supervisión: Autores:
Prof. Dr. Víctor Hugo Acevedo Aux. Docentes
Benitez Nicolas; Duzer Valentina; Figueredo Lucía
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Medicina
III Cátedra de Anatomía
Prof. Dr. José Luis Ciucci

Introducción.

El bulbo raquídeo, es el segmento mas basal del tronco del encéfalo. Se extiende desde el
nivel del foramen magno hasta el puente. Su cavidad consiste en una parte estrecha,
caudal, que es la continuación del conducto central de la medula cervical, y una porción
rostral, ensanchad, que es la parte bulbar del cuarto ventrículo. Todos los tractos que
discurren desde o hacia la medula atraviesan el bulbo y 7 de los 12 nervios craneales se
asocian al bulbo o a la unión pontobulbar. Además, la formación reticular bulbar contiene
grupos celulares que influyen sobre la frecuencia cardiaca y la respiración.

Configuración Interna.

Vías Ascendentes. Los tractos ascendentes que se originan en la sustancia gris de la


medula espinal y en los ganglios raquídeos se continúan en el bulbo. Algunas fibras del
sistema anterolateral terminan en el bulbo, como fibras espinorreticulares, otras conducen
información dolorosa y térmica hacia niveles mas rostrales como las fibras
espinomesencefalicas y espinotalámicas. Las fibras de los cordones posteriores hacen
sinapsis en el bulbo, la información táctil y vibratoria trasmitida por estas fibras se continua
rostralmente a través del lemnisco1 medial. Los axones espinocerebelosos posteriores
entran en el cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso inferior, mientras que los
anteriores lo hacen por el pedúnculo cerebeloso superior. Otros haces ascendentes, como
las fibras espinoolivares y espinovestibulares, terminan en el bulbo.
Vías Descendentes. Los tractos descendentes que se originan en el córtex cerebral,
mesencéfalo y el puente atraviesan el bulbo en su trayecto hacia la medula espinal. El
bulbo contribuye con fibras adicionales a estos dos últimos sistemas de fibras
descendentes. A este nivel el fascículo longitudinal medial solo contiene fibras
descendentes. La mayoría de estos axones descendentes influye directa o indirectamente
en los patrones de descarga de las motoneuronas de la sustancia gris de la medula
espinal.

1
Lemnisco: Conjunto de axones dispuestos de forma aplanada.

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Corte de bulbo, nivel de la decusación motora.


En la decusación motora, aproximadamente en el 90% de las fibras corticoespinales cruza
la línea media para formar el tracto corticoespinal lateral de la medula. En este nivel
aparecen en la parte posterior los núcleos grácil y cuneiforme en sus fascículos
respectivos. Lateralmente, el tracto espinal del trigémino ocasiona en la superficie del
bulbo el relieve del tubérculo trigeminal. Internamente al tracto espinal del trigémino se
encuentra la porción caudal del núcleo espinal del trigémino. Hay que recordar que este
tracto también recibe fibras que se originan en los nervios craneales VII, IX y X. Del núcleo
espinal del trigémino se proyectará hacia el tálamo contralateral el tracto trigeminotalámico
anterior. En el bulbo lateral, el sistema anterolateral y el tracto rubroespinal se encuentran
por dentro de los tractos espinocerebelosos posterior y anterior, que son superficiales. Es
importante tener en cuenta que las fibras del sistema anterolateral (conducen información
dolorosa y térmica de la mitad contralateral) y las fibras del tracto espinal del trigémino
(sensibilidad dolorosa y térmica del lado ipsilateral de la cara) viajan a lo largo del área
lateral del bulbo próximas unas a otras.
El bulbo anterior contiene la parte más rostral del núcleo del nervio accesorio, un resto
de la columna motora de C1, el fascículo longitudinal medial y el sistema
tectobulboespinal. A este nivel las fibras tectoespinales del sistema tectobulboespinal se
incorporan al fascículo longitudinal medial. Estos pequeños haces son desplazados por la
decusación motora, que pasa a ocupar posiciones más laterales en relación con su
localización medial en niveles más rostrales.
La sustancia gris central rodea al conducto central del bulbo y contiene los extremos
caudales de los núcleos del hipogloso y motor dorsal del vago.

Ilustración 1 Corte de bulbo a nivel de la decusación motora

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Corte de bulbo, nivel de la decusación sensitiva.


Así denominada porque es el punto en el que una importante vía sensitiva (columna
dorsal-lemnisco medial) cruza la línea media. A este nivel el bulbo, las columnas
posteriores (fascículos grácil y cuneiforme) son en gran medida reemplazadas por los
núcleos del mismo nombre. Aquí terminan las fibras que conducen la sensibilidad táctil y
vibratoria. Los axones de sus células se incurvan anteromedialmente para formar las
fibras arcuatas internas, las cuales cruzan la línea media constituyendo la decusación
sensitiva y se reúnen en el lado contralateral para formar le lemnisco medial. La
información de las extremidades inferiores es conducida en la parte anterior del lemnisco
medial, mientras que la información de las extremidades superiores es conducida en la
parte posterior.
El tracto y el núcleo espinal del trigémino mantienen su posición en el bulbo lateral. Sin
embargo, a este nivel el tracto espinal queda cubierto por las fibras espinocerebelosas
posteriores, que se han desplazado posteriormente anunciando el comienzo del
pedúnculo cerebeloso inferior. Medial al núcleo del tracto espinal del trigémino aparecen
una columna de motoneuronas, el núcleo ambiguo. Las fibras del sistema anterolateral y
del tracto rubroespinal se localizan en el bulbo anterolateral.
Las estructuras características de la superficie anterior del bulbo a este nivel incluyen las
pirámides, las fibras del nervio hipogloso y el extremo caudal del complejo olivar inferior.
Internamente a la pirámide, y a lo largo de la línea media, se sitúan de delante a atrás el
lemnisco medial, las fibras tectobulboespinales y el fascículo longitudinal medial. A este
nivel las fibras de este último fascículo se encuentran de forma característica adyacentes
a la línea media y por delante de las estructuras de la sustancia gris central. La sustancia
gris central es mayor a este nivel que a nivel de la decusación motora y pueden
identificarse en su perímetro las partes caudales de los núcleos hipogloso, motor dorsal
del vago y el núcleo y tracto solitario.

Ilustración 2 Corte de bulbo a nivel de la decusación sensitiva.

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Corte de bulbo a nivel rostral.


En el suelo del cuarto ventrículo, las zonas que albergan los núcleos hipogloso y motor
dorsal de vago en niveles mas caudales son ahora ocupadas por el núcleo prepósito (del
hipogloso) y el núcleo salivar inferior. Los núcleos vestibulares medial e inferior son
prominentes a este nivel encontrándose por detrás del núcleo salivar inferior y del núcleo y
tracto solitario. También aparecen los núcleos cocleares posterior y anterior. Estos últimos
se disponen junto a las caras posterior y lateral del pedúnculo cerebeloso inferior, en la
unión pontobulbar. Medialmente al pedúnculo cerebeloso inferior se encuentra el tracto
espinal del trigémino y la porción oral del núcleo espinal del trigémino. A este nivel rostral
del bulbo, el núcleo y el tracto solitario mantienen sus posiciones inmediatamente
anteriores a los núcleos vestibulares medial e inferior. Esta porción más rostral del núcleo
recibe mayoritariamente aferencias gustativas, por lo que recibe el nombre de núcleo
gustativo. En la línea media y anteriormente al núcleo prepósito encontramos de posterior
a anterior al fascículo longitudinal medial, el sistema tectobulboespinal, el lemnisco medial
y por último delante de este a las pirámides bulbares. A este nivel y posterolateralmente a
las pirámides bulbares encontramos a los núcleos olivar accesorio medial, olivar accesorio
posterior y olivar principal que forman parte del complejo olivar superior.

Ilustración 3 Corte de bulbo a nivel rostral

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Bibliografía

• Haines, E. Duane. (2014). Principios de neurociencia. Aplicaciones


básicas y clínicas. España: Elsevier

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