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Tres llaves de principe - Bernardo Stamateas  

Génesis 32: 27

La sombra es la parte mala que todos los seres


humanos tenemos; se llaman así porque no la
reconocemos en nosotros pero sí, la percibimos en los
demás.
Todo lo que critico, persigo y me molesta de otra
persona, esa es mi sombra.
Cuando una pareja pelea, lo que uno le reprocha al otro
es lo que él posee, o sea su sombra. Generalmente es
algo que se reprime, por eso no se observar en sí
mismo, sino que la proyectamos en otro.
Cuando una persona es buena, muy buena, es porque
su sombra es la violencia; cuando una persona es
sumamente generosa, su sombra (el área que reprimió,
que no acepta) es el egoísmo; cuando una persona
ataca el autoritarismo es porque es autoritaria; cuando
alguien persigue a los homosexuales, es porque eso es
lo que reprimió.
Todos tenemos un Caín y Abel adentro; a José y a sus
hermanos en el interior. La Biblia dice que no hay justo
ni aún uno, todos somos pecadores; y si alguno dice
que no tiene pecado lo hace a Dios mentiroso, porque
todos pecamos, o sea que tenemos partes malas.
La diferencia entre el bueno y el malo, es que el bueno
tiene una parte mala pero no la ejerce. Cuando una
persona acepta que tiene partes malas, egoístas,
violentas, celosas, envidiosas, infantiles, recién
entonces, podrá llevarlo a la cruz y crucificarlo. En la
cruz Jesús le dijo a los discípulos: si ustedes quieren
ser mis discípulos tomen su cruz. En la cruz muere lo
malo; no muere la autoestima sino el egoísmo, los
celos, la maldad, que todos tenemos.

1º llave: Potencial.

Cuando un papá no acepta su sombra, no reconoce lo


malo que tiene, lo reprime, entonces será eso lo que
proyectará en sus hijos.
Todo lo malo que tus papás te dijeron cuando eras
chico, es la sombra de ellos, lo que no se aceptaron y lo
proyectaron en vos. Cuando te decían "sos un vago",
es porque ellos lo eran; si tu papá te decía sos violento,
ponía en vos lo que no aceptaba de sí mismo, la parte
de Caín.
"Sos un vago", "un impulsivo", "una tonta", "no vas a
lograr nada", "no vas a poder", nos pusieron su sombra
y como hijos, la adquirimos como propia. Pero debemos
entender que no nos pertenece, que es la proyección
de lo malo de los demás, y el enemigo hizo que
compremos esa mentira para no poder ver quienes
somos en Dios. Dios te ha dado potencial.
Jacob -que quiere decir tramposo-, peleaba con el
ángel. (Lo único que sabía hacer Jacob era pelear, ya
desde el vientre de su madre peleó con su hermano
gemelo Esaú.) En medio de la pelea, el ángel le
preguntó su nombre y le dijo "tramposo", y el ángel le
dijo: Ya no sos tramposo, sos un príncipe.

Todo lo malo que pusieron en vos no te pertenece, lo


verdadero es que sos un príncipe, una princesa; Dios te
ha dado potencial para que logres todo lo que te
propongas; te dio capacidad, fuerza, para que
gobiernes y logres tu sueño; te ha hecho a su imagen y
semejanza, y puso un potencial grande dentro tuyo.
Jesús le dijo a Simón: "ese es tu nombre, pero no te
llamarás más así, vas a ser Pedro, una roca."
Cuando decís "no puedo", "no sé", esa es la sombra
que pusieron dentro tuyo, pero vamos a quitarla para
que puedas ver tu verdadera naturaleza.
Dios sopló vida en nosotros y podemos hacer los
negocios más maravillosos; podemos tener la familia
que quisimos; ser el padre que no tuvimos; alcanzar,
viajar; lograr todo lo que deseamos, porque Dios nos
dio un potencial ilimitado.

2º llave: Propósito.

Debemos conocer el pensamiento de Dios. Todo lo que


Dios hace tiene propósito. Cada elemento fue creado
para algo, y cuando Dios nos creó, fue con un
propósito. Cinco mil millones de personas en la tierra
fueron creadas por Dios con el potencial para lograr su
propósito.
Propósito es vivir para aquello para lo cual Dios te creó;
es el plan original para el que fuiste creado; es tu
verdadera vocación; es vivir para aquello que estas en
la tierra, para lo cual Dios te dio vida... Conocer y
cumplir el propósito, me hará feliz.
Ese propósito te fue dado en el vientre de tu mamá.
Hoy sabemos que a los cinco meses de embarazo, el
bebe puede oír, recordar y aprender.
El primer violonchelista del Colón, contó que cierta vez
estaban ensayando una composición musical muy
difícil, que los otros músicos no podían tocar, y sin
embargo a él le resultaba fácil. Cuando llegó a su casa
le contó a su madre lo ocurrido, y ella dijo: "No me
sorprende, ese tema musical era el que yo oía cuando
estabas en la panza."

Cuando descubras tu propósito te sonará como música


conocida, te resultará fácil, porque Dios ya te habló
desde el vientre de tu madre, te estuvo preparando.
Descubrí rápido tu propósito. Abraham descubrió su
propósito a los setenta y cinco años.
Una iglesia sana es aquella que encamina a cumplir el
propósito. Una persona es grande cuando se conecta
con el motivo por el cual vive.
El propósito de Miles Monroe es entrenar líderes.
El pueblo de Israel, durante cuatrocientos treinta años
fueron violados, y un día, la última generación, dijo
"basta"; se enojaron y clamaron a Dios. Y Dios dijo: ¡por
fin dijeron basta! Porque mi propósito no era que fueran
esclavos, sino que vivan en la tierra de bendición.
Enojate por vivir como un esclavo, por hacer lo que no
funciona, por vivir para los demás, decile: Padre, quiero
descubrir el motivo de mi vida, lo quiero abrazar y vivir
para ese propósito.
Dios nunca evalúa tu capacidad para el propósito;
cuando Dios te creo ya tenías el potencial para
alcanzarlo. Dios te revelará el propósito por el cual
vivis, y tal vez lo haga cuando pases por una dificultad.

Nos enoja mucho cuando un artefacto no funciona, y


especialmente cuando lo necesitamos con urgencia, de
la misma manera a Dios le enoja que no cumplamos
nuestro propósito.
Cuando un hombre contrae matrimonio y cree que la
mujer está para lavar, planchar, cuidar a los hijos y
estar en la casa, ese hombre no conoce el propósito
por el cual Dios creo a la mujer.
Si no sabes el propósito por el cual Dios creó a tu
mujer, te transformarás en un abusador. Cuando no
entiendas por qué Dios te dio a tus hijos, los vas a
abusar.
La grandeza de una persona viene cuando está
conectada con su propósito.

Potencial y propósito son las dos revelaciones mayores


que una persona puede logra. Saber que tiene la
habilidad y el poder para lograr lo que desee y que ha
venido a la tierra para cumplir el sueño que Dios le
puso en el vientre de su madre.

3º llave: Puertas

Liberamos el potencial, para alcanzar el propósito, a


través de puertas.
La puerta es un medio. Dinero no es mi propósito, sino
la puerta. La gente no es mi propósito, sino la puerta.
No debo enamorarme de la puerta, porque las puertas
cambian, se abren y se cierran, pero el propósito nunca
se modifica.

¿Cómo abro las puertas?

Debo identificar las puertas y orarlas. Específicamente


identificá la puerta que necesitas abrir (hablar con
determinada persona, hacer un viaje, ver a mi jefe,
hacer este negocio, escribir un libro). Durante años, los
cristianos hemos orado: "Padre, bendíceme, úngeme,
abre las puertas y que sea lo que tú quieres..." ¡No!, la
puerta debe ser específica, y orarle.
¿Por qué tengo que pedirle a Dios algo que Dios ya
sabe? Porque cuando Dios puso a Adán y Eva en la
tierra, les dijo: "Yo voy a intervenir en sus asunto sólo si
me lo piden" Entonces cuando orás no es porque lo
necesitas sino porque le estás dando autoridad a Dios
para que intervenga en tus cosas, de lo contrario no
intervendrá. "Padre, cubro con tu presencia la puerta de
mi jefe, de mi negocio, de mi auto", así autorizo a Dios
para cubrirlo. (Anotá las puertas que necesitás que se
abran.)

Saber tocar la puerta. Nos enseñaron "no fuerces las


puertas, Dios las abrirá solo"; ese concepto hay que
quemarlo. Jesús dijo: Llamad y se os abrirá.
Una vez identificada la puerta, debes golpear. Pero hay
que saber hacerlo, porque si golpeás sucio, o agresivo,
no se va a abrir. Mucha gente no ha sido bendecida
porque golpearon mal su puerta. Si lo hacés
negativamente, criticando, si sos impuntual, si te dieron
cinco minutos para hablar y hablaste diez, ¡golpeaste
mal! Se ha comprobado que en los primeros cinco o
diez minutos que una persona habla con otra se forma
la imagen, el concepto; por eso debes saber llamar.
Muchos no logran las cosas porque no saben
relacionarse con otros.
José fue ministro de Egipto. Estaba en la cárcel, y
faraón lo mandó a buscar para que interprete un sueño,
si faraón hablaba el idioma egipcio y José era hebreo,
¿cómo hizo para entenderle? Se preparó. En la cárcel
aprendió a hablar el idioma de su sueño. Todos los
sueños tienen un lenguaje, debemos aprenderlo.
José se preparó, aprendió golpear la puerta. Él sabía
que el faraón era su puerta, y cuando se abrió, supo
golpear correctamente.

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