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Promover y defender los Derechos Humanos y las Normas Internacionales del Trabajo es una tarea
que está en el corazón del actuar de la Confederación Mundial del Trabajo (CMT) y sus
organizaciones afiliadas.
Es así como, desde principios de los años 2000, el departamento de Derechos Humanos y Normas
Internacionales del Trabajo ha apostado por un enfoque integrado del tratamiento de casos de
irrespeto a los derechos de los trabajadores. Esta nueva visión ha permitido consolidar campañas
en torno a casos difíciles y lograr resultados sólidos para el mayor beneficio de los trabajadores.
De esta manera se ha abierto aún más el abanico de procedimientos del que disponemos para
realizar campañas de denuncia de violaciones a los derechos humanos. Hoy en día, contamos con
importantes procedimientos de control normativo en la OIT, pilar de nuestra acción. En otras
diversas instituciones internacionales se están abriendo nuevas perspectivas para una mayor
consideración de las denuncias planteadas por las organizaciones de trabajadores. Además,
aunando fuerzas con diversas organizaciones de la sociedad civil, se han promovido varias formas
de campañas y convergencias.
Toda organización nacional de trabajadores puede introducir una reclamación ante la OIT,
mencionando explícitamente que lo hace en virtud del Artículo 24 de la Constitución de la OIT.
Cuando la reclamación es declarada admisible, se crea una comisión tripartita conformada por tres
miembros del Consejo de Administración, encargado de examinar la reclamación y la respuesta del
gobierno involucrado.
En el informe que somete dicha comisión al Consejo de Administración se precisan los aspectos
jurídicos y prácticos del caso, se evalúan las informaciones presentadas y se formulan conclusiones
bajo la forma de recomendaciones.
Actualmente, es la Mesa del Consejo de Administración quien, sobre la base del Reglamento
correspondiente, determina la admisibilidad de las reclamaciones. Si el Consejo de
Administración decide que una reclamación es admisible, puede establecer un comité
tripartito, compuesto por tres miembros, para examinar la reclamación y la respuesta del
gobierno en sesiones privadas y confidenciales. Hasta ahora, las reclamaciones relativas a la
aplicación de los Convenios núms. 87 y 98 se referían a menudo al Comité de Libertad Sindical
(CLS) para su examen.
Como miembro del comité tripartito, que examina una reclamación, el representante del
empleador tiene la oportunidad singular de determinar conjuntamente el análisis y el
contenido del informe y, por consiguiente, la respuesta de la OIT a cuestiones particulares
relacionadas con el Convenio en cuestión. El representante del empleador es un
«copropietario/ responsable» del informe propuesto para adopción. La participación activa del
representante del empleador que defienda las posiciones y las prioridades de los empleadores
en las deliberaciones y recomendaciones del comité es de vital importancia.
Colabora con la Oficina de la OIT para garantizar que el representante del empleador de un
comité tripartito cuenta con todo el material de referencia necesario para llevar a cabo un
examen exhaustivo e informado de la reclamación.
Grecia ratificó el Convenio sobre la inspección del trabajo, 1947 (núm. 81) en 1955. En 1994,
aprobó una ley que descentralizaba la inspección del trabajo, colocándola bajo la
responsabilidad de las administraciones de las prefecturas autónomas. Posteriormente, la
Federación de asociaciones de funcionarios públicos del Ministerio de Trabajo de Grecia
(FAMIT) presentó una reclamación ante la OIT, en la que sostenía que la ley contravenía el
principio del Convenio núm. 81, que establece que la inspección del trabajo debe situarse bajo
la supervisión y el control de una autoridad central. El comité tripartito creado para examinar
esta reclamación la consideró pertinente e instó al Gobierno griego a enmendar su legislación
para dar cumplimiento al Convenio. En 1998, el Gobierno griego adoptó nuevas leyes que
volvieron a situar la inspección del trabajo bajo una autoridad central. Ese año, la Comisión de
Expertos acogió con agrado la diligencia del Gobierno griego y la atención prestada a las
recomendaciones realizadas por el comité tripartito.
Quejas
El procedimiento de queja se rige por los artículos 26 al 34 de la Constitución de la OIT. En
virtud de estas disposiciones, puede presentarse una queja contra un Estado Miembro, por
incumplimiento de un Convenio que haya ratificado, por otro Estado Miembro que hubiese
ratificado el mismo Convenio, por un delegado a la Conferencia Internacional del Trabajo o por
el Consejo de Administración en el marco de sus competencias. Después de haber recibido la
queja, el Consejo de Administración puede constituir una comisión de encuesta para el caso,
compuesta por tres miembros independientes, que será responsable de realizar una
investigación profunda de la queja, determinándose todos los hechos del caso y formulándose
recomendaciones sobre las medidas que deben tomarse para tratar los problemas planteados
por la queja. La comisión de encuesta es el procedimiento de investigación de más alto nivel de
la OIT. En general, se recurre a esa comisión cuando un Estado Miembro es acusado de
cometer violaciones persistentes y graves, y este se hubiese negado reiteradamente a
ocuparse de ello. Hasta la fecha se han creado 13 comisiones de encuesta , la más reciente de
las cuales, votada en marzo de 2018 por el Consejo de Administración, es consecuencia de una
denuncia presentada en virtud del artículo 26 contra el Gobierno de la República Bolivariana
de Venezuela .
Cuando un país se niega a cumplir con las recomendaciones de una comisión de encuesta, el
Consejo de Administración puede tomar medidas en virtud del artículo 33 de la Constitución
de la OIT. Esta disposición establece que, «en caso de que un Miembro no dé cumplimiento
dentro del plazo prescrito a las recomendaciones que pudiere contener el informe de la
comisión de encuesta o la decisión de la Corte Internacional de Justicia, según sea el caso, el
Consejo de Administración recomendará a la Conferencia las medidas que estime
convenientes para obtener el cumplimiento de dichas recomendaciones.» El artículo 33 fue
invocado por primera vez en la historia de la OIT en 2000, cuando el Consejo de Administración
solicitó a la Conferencia Internacional del Trabajo que adoptase las medidas necesarias para
hacer que Myanmar pusiese fin a la utilización del trabajo forzoso. En 1996, se había
presentado una queja contra Myanmar en virtud del artículo 26 de la Constitución por
violación del Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29) , y la Comisión de Encuesta
resultante constató que en este país estaba muy extendido y era sistemático el uso del trabajo
forzoso.
Polonia ratificó en 1957, tanto el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho
de sindicación, 1948 (núm. 87) como el Convenio sobre el derecho de sindicación y de
negociación colectiva, 1949 (núm. 98). Cuando se impuso la ley marcial en Polonia, en 1981, el
Gobierno suspendió las actividades del sindicato Solidarnosc y detuvo o despidió a muchos de
sus dirigentes y afiliados. Después de que el caso hubiese sido examinado por el Comité de
Libertad Sindical, algunos delegados a la Conferencia Internacional del Trabajo de 1982,
presentaron una queja en virtud del artículo 26 contra Polonia. La comisión de encuesta que
se creó constató graves violaciones de ambos convenios. Basándose en las conclusiones de la
Comisión, la OIT, al igual que muchos países y organizaciones, presionaron a Polonia para que
reparase la situación, y en 1989 el Gobierno polaco legalizó Solidarnosc. El dirigente de este
sindicato, y posterior Presidente de Polonia, Lech Walesa, señaló que «la comisión de encuesta
creada por la OIT después de la imposición de la ley marcial en mi país hizo contribuciones
significativas a los cambios que llevaron la democracia a Polonia».
1. Cualquier Miembro podrá presentar ante la Oficina Internacional del Trabajo una queja
contra otro Miembro que, a su parecer, no haya adoptado medidas para el cumplimiento
satisfactorio de un convenio que ambos hayan ratificado en virtud de los artículos
precedentes.
Cuando una organización que ha sometido una queja expresa el deseo de retirar la misma, el
Comité, aunque ha considerado que el deseo ex presado constituye un elemento que se debe
tomar plenamente en consideración, no es de por sí motivo suficiente para que
automáticamente abandone el examen de la queja. En estos casos, el Comité estima que le
corresponde juzgar con plena libertad las razones invocadas para explicar el retiro de una
queja y averiguar si éstas son suficientemente plausibles para que pueda considerar que el
retiro ha sido solicitado con plena independencia. En efecto, el Comité ha observado que
podría haber casos en que el retiro de una queja por la organización que la ha presentado
fuese consecuencia no de la falta de objeto de la queja misma, sino de presiones
gubernamentales ejercidas sobre los querellantes, viéndose éstos amenazados con el
empeoramiento de la situación si no consienten en retirar la queja.
FORMA DE LA QUEJA
Las quejas deben ser presentadas por escrito, debidamente firmadas por el representante de
un organismo facultado para presentarlas, y deben ir acompañadas, en la medida de lo
posible, de pruebas en apoyo de las alegaciones relativas a casos precisos de violación de los
derechos sindicales.
Cuando el Comité conoce, sea directamente, sea por intermedio de las Naciones Unidas, de
simples copias de comunicaciones dirigidas por organizaciones a terceros, ha estimado hasta
ahora que esas comunicaciones no constituían un recurso formal y no requerían acción alguna
de su parte.
QUEJAS IDÉNTICAS
En lo que concierne a las quejas que se refieren a violaciones idénticas a aquellas sobre las
cuales el Comité se ha pronunciado ya, el Director General puede someter dichas quejas, en
primer lugar, al Comité de Libertad Sindical para que decida si debe o no darse curso a las
mismas.
En varios casos, el Comité ha considerado que no podía volver a abrir un caso que ya había
sido examinado a fondo y sobre el cual ya había formulado recomendaciones definitivas al
Consejo de Administración, a menos que se reúnan y pongan en su conocimiento nuevas
pruebas.
Las quejas presentadas ante la OIT, ya sea directamente, o por inter medio de las Naciones
Unidas, deben emanar de organizaciones de trabaja dores, de empleadores, o de gobiernos.
Las alegaciones sólo serán admisibles si son presentadas por una organización nacional
directamente interesada en la cuestión, por organizaciones internacionales de empleadores o
de trabaja dores que tengan estatuto consultivo ante la OIT, o si emanan de otras
organizaciones internacionales de empleadores o de trabajadores, cuando se refieran a
cuestiones que afecten directamente a las organizaciones afiliadas a dichas organizaciones
internacionales. Estas quejas pueden ser presentadas con independencia de que el país de que
se trate haya o no ratificado los convenios sobre libertad sindical. El Comité tiene plena
libertad para decidir si una organización puede o no ser considerada como una organización
profesional de empleadores o de trabajadores según la Constitución de la OIT y no se
considera ligado por ninguna definición nacional al respecto. El Comité no considera
inadmisible una queja solamente porque proceda de organizaciones sindicales que hayan sido
disueltas o que se encuentren en exilio.
Las quejas por violación de los derechos sindicales recibidas por las Naciones Unidas, pero
formuladas contra Estados miembros de las Naciones Unidas que no son miembros de la OIT,
se transmitirán a la Comisión por intermedio del Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo cuando el Secretario General de las Naciones Unidas, actuando en
nombre del Consejo Económico y Social, haya recibido el consentimiento del gobierno
interesado, y si el Consejo Económico y Social estima que estas quejas merecen ser
transmitidas. A falta del consentimiento del gobierno, el Consejo Económico y Social
examinará la situación creada por esta negativa con el fin de tomar cualquier otra medida
apropiada para proteger los derechos relativos a la libertad de asociación que esté en juego en
el caso. Si el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo conoce de
quejas relativas a violaciones de los derechos sindicales formuladas contra un miembro de las
Naciones Unidas que no sea miembro de la OIT, someterá estas quejas en primer lugar al
Consejo Económico y Social.
El procedimiento para examinar las quejas relativas a supuestas violaciones de los derechos
sindicales, prevé el examen de las quejas contra Estados Miembros de la OIT. Evidentemente,
es posible que las consecuencias de los hechos que motivaron la presentación de la queja
puedan subsistir después de la creación de un nuevo Estado que se ha convertido en Miembro
de la OIT, pero si tal caso se presentara, los querellantes tendrían la posibilidad de recurrir
ante el nuevo Estado, a través del procedimiento establecido para el examen de quejas por
violación de los derechos sindicales.
De conformidad con una decisión tomada inicialmente por el Consejo de Administración, las
quejas contra Estados Miembros de la OIT eran sometidas en primera instancia a la Mesa del
Consejo de Administración para su examen preliminar. A raíz de las deliberaciones del Consejo
de Administración en sus 116.a y 117.a reuniones, el Consejo decidió instituir un Comité de
Libertad Sindical para proceder a ese examen preliminar.
Así pues, existen hoy tres organismos llamados a conocer las quejas por violación de la libertad
sindical presentadas a la OIT: el Comité de Libertad Sindical, creado por el Consejo de
Administración, el propio Consejo de Administración y la Comisión de Investigación y de
Conciliación en Materia de Libertad Sindical. Habida cuenta del objeto de la presente
Recopilación, nos vamos a referir a las reglas aplicadas por el Comité en la materia.