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24 DE MARZO DE 2023

HISTORIA DE MEXICO
EMSAD 46
COLEGI
O DE
BACHILL
ERES DE
ALUMNA:
ALONDRA ÁLVAREZ ÁLVAREZ

MATERIA: TABASC
HISTORIA

MAESTRO:
O
LUIS MIGUEL GONZALEZ GONZALEZ

SEMESTRE:
4TO

GRUPO:
“A”

TRABAJO:
PROYECTO FINAL

INDICE

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INTRODUCCIÓN.......................................................................................................4
BLOQUE I: ASÍ LA FORMACIÓN DE MÉXICO COMO ESTADO NACIONAL......5
1.1 IDOLOLOGÍA AL INICIAR LA VIDA INDEPENDIENTE..................................5
1.2 PROYECTOS DE NACIÓN: MONÁRQUICO, IMPERIAL Y REPUBLICANO.9
1.3 EL IMPERIO MEXICANO...............................................................................16
BLOQUE II: PROCESO DE CONFORMACIÓN DEL ESTADO MEXICANO........23
2.1 PRIMERA REPUBLICA FEDERAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1824...........23
2.2 GOBIERNO CENTRALISTA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1836.....................30
2.3 INTERVENCIONES EXTRANJERAS............................................................40
2.3.1 PRIMERA INTERVENCION FRANCESA, 1836-1839................................41
2.3.2 LA INTERVENCIÓN NORTEAMERICANA, 1846 – 1848..........................42
2.4 REVOLUCIÓN DE AYUTLA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1857......................43
2.5 INTERVENCIÓN FRANCESA Y SEGUNDO IMPERIO................................53
2.6 REPUBLICA RESTAURADA.........................................................................59
BLOQUE III: PORFIRIATO Y LA REVOLUCIÓN MEXICANA..............................62
3.1 PORFIRIATO: ASCENSO, CONSOLIDACIÓN Y DECADENCIA.................62
3.1.1 ASCENSO...................................................................................................66
3.1.2 CONSOLIDACIÓN......................................................................................66
3.1.3 DECADENCIA.............................................................................................66
3.2 REVOLUCIÓN MEXICANA: MADERISMO...................................................67
3.2.1......................................................................................................................70
3.2.2 LUCHA DE FACCIONES............................................................................72
3.1.3 TRIUNFO DEL EJERCITO CONSTITUCIONALISTA Y CONGRESO
CONSTITUYENTE...............................................................................................75
3.3 CONSTITUCIÓN DE 1917.............................................................................88
3.3.1 CARÁCTER SOCIAL..................................................................................93
3.3.2 APLICACIÓN EN SUS DISTINTOS ÁMBITOS..........................................97
BLOQUE IV: MÉXICO POSREVOLUCIONARIO.................................................103
4.1 GOBIERNO POSREVOLUCIONARIO.........................................................103
4.2 MAXIMATO..................................................................................................110
4.3 CARDENISMO, APORTACIONES Y MOVIMIENTOS CULTURALES.......113
4.3.1 LA EDUCACIÓN SOCIALISTA.................................................................114
4.3.2 EL RESPALDO A LAS ORGANIZACIONES OBRERAS Y CAMPESINAS
............................................................................................................................117

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4.3.3 REPARTO AGRARIO...............................................................................119
4.3.4 LA EXPROPIACION PETROLERA...........................................................120
CONCLUSIÓN.......................................................................................................122
BIBLIOGRAFÍA.....................................................................................................123

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es una recopilación de los temas vistos en clases en la


asignatura de Historia de México. Ciertamente muchas veces nos hemos
preguntado ¿qué importancia tiene el estudio de la historia?, ¿qué importancia
puede tener el aprender fechas y nombres de acontecimientos que sucedieron
hace muchos años?, ¿por qué se enseña historia desde la escuela primaria?,
¿qué es la historia? y ¿para qué sirve estudiar historia? Las respuestas a estas
preguntas no son fáciles, pero son necesarias para entender la importancia del
estudio de la historia. La Historia no solo consiste en memorizar fechas y nombres
de acontecimientos y personajes importantes del pasado. Es la ciencia que nos
permite obtener una visión totalizadora de la sociedad en el tiempo y espacio, una
mirada a las actividades que realizaron los hombres en la sociedad y que dan por
resultado el presente. Así mediante el estudio de la historia podemos conocer y
analizar la sociedad que nos tocó vivir, pero para ello es necesario conocer los
conceptos fundamentales de Historia y comprender el sentido de su estudio.
En este caso, durante este trabajo hablaremos de temas importantes de la historia
de nuestro país, procesos y situaciones que nos llevaron a ser el país que somos
actualmente.

BLOQUE I: ASÍ LA FORMACIÓN DE MÉXICO COMO ESTADO NACIONAL

1.1 IDOLOLOGÍA AL INICIAR LA VIDA INDEPENDIENTE

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México Independiente: México Independiente es el nombre con el que se conoce a
la etapa de la historia de México (Consumación de la Independencia de México)
de 1821 hasta 1876 en la cual hubo varios problemas debido a la economía y
formas de gobierno. En noviembre de 1756 el gobierno de la república expidió un
decreto en el que convocaba a elecciones de diputados para el Congreso, que
comenzó sus sesiones el 24 de febrero de 1821. Se llegó al acuerdo de establecer
la religión católica oficial y de dividir el gobierno en tres poderes; sin embargo, los
diputados se dividían en republicanos y monárquicos, conservadores y liberales,
entre los últimos existían dos facciones: iturbidistas, partidarios de Agustín de
Iturbide y de borbonistas deseosos de ser gobernados por un príncipe español.

El 18 de mayo de 1822 el sargento encabezó una rebelión cuyo fin era llevar a
Iturbide a la corona imperial. El Congreso, presionado, decidió aceptar la
propuesta y coronó a Iturbide como Agustín I el 21 de julio.

Sin embargo, el poder legislativo ya tenía serios problemas con el emperador,


quien mandó disolverlo el 31 de octubre. Iturbide era ahora monarca absoluto, lo
que aunado a la pésima situación socio-económica del país le granjeó serios
enemigos, como los viejos insurgentes. El 1 de febrero de 1823 Antonio López de
Santa Anna lanzó el Plan de Casa Mata que desconocía a Iturbide. Las tropas
imperiales del general José Antonio de Echávarri, aunque eran superiores a los
rebeldes, decidieron pactar con ellos. Iturbide abdicó el 19 de marzo de 1823 y se
exilió, aunque volvió un año más tarde y el Congreso lo sentenció a morir fusilado.

CONTEXTO HISTÓRICO EN EL QUE SURGE MÉXICO COMO PAÍS


INDEPENDIENTE
Conoce un poco más sobre algunos pensadores europeos, como Rousseau, un
pensador europeo de la ilustración, y sobre los factores externos que influyeron en
América para impulsar movimientos de independencia y libertad.

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Escritor ginebrino del siglo XVIII, radicado en Francia. Fue, probable-mente, el
autor más leído y seguido por los políticos y criollos ilustrados de la Nueva España
antes de la independencia y en los años que siguieron a ésta, por sus ideas a
favor de la democracia, la libertad y la soberanía popular, con criterio liberal,
individualista y revolucionario.

El pensamiento de éste y otros autores franceses e ingleses también influyó en las


13 colonias de Norteamérica, que habían concretado su independencia en 1776 al
constituirse como Estados Unidos de América. La Casa de Borbón reinante en
España, había hecho reformas importantes que afectaron a los pueblos
conquistados.

Para 1808, la monarquía española pasaba por uno de los momentos más débiles
de su historia. El rey Carlos IV había confiado en su ministro Manuel Godoy para
permitirle el paso por España a Napoleón Bonaparte, quien, una vez en el país,
hizo que el rey y su heredero, Fernando VII abdicaran a favor de su hermano,
José Bonaparte.

Cuando esto sucedió, los criollos en la Nueva España, intentaron formar una junta
de representantes encabezada por el virrey José de Iturrigaray, pero fue apresado
y el descontento aumentó. Con la familia real destituida y extranjeros en el poder,
¿qué motivación podrían tener los novohispanos para obedecer unas leyes que
consideraban injustas?
La organización social de los habitantes de la Nueva España, a principios del siglo
XIX era:

 Criollos: Estaban cansados de no poder acceder a los puestos más


importantes del poder.

 Indígenas: En medio de una sociedad racista, fueron relegados y marginados,


realizaban los trabajos peor pagados.

 Mestizos: Aun siendo la mayoría de la población, no tenían representación en


los cargos públicos, ni podían influir en las disposiciones que afectaban
fundamentalmente su forma de vida.

 Las sequías y heladas habían elevado mucho los precios del maíz y otros
alimentos indispensables; también hubo epidemias e inundaciones, además
de la mayor desigualdad entre ricos y pobres.

LAS DIFERENTES IDEOLOGÍAS DEL SIGLO XIX: LIBERAL Y


CONSERVADORA

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 Una vez consumada la independencia, dos posiciones ideológicas
pretendieron imponer su modelo de organización para el país: liberales y
conservadores.

 Destacaron en nuestro País, por el lado liberal José María Luis Mora, quien
había sido ordenado sacerdote, pero después abandonó el clero, tomando
una actitud radicalmente distinta. Estudió leyes y perteneció a la masonería.
Llegó a ser el principal pensador de los liberales.

 Para él, la moral pública era la libre obediencia que los ciudadanos como
individuo prestaban a las leyes civiles y al gobierno, establecidas por los
mecanismos de la representación política. La religión no tendría nada que
ver con la organización social.

 Consideraba indispensable una revolución mental en el pueblo, una obra de


reforma de las costumbres conducida por las autoridades públicas mediante
la educación y la afirmación de la preponderancia de las leyes y las
autoridades civiles sobre los dogmas, los fueros y los medios de influencia
social de la Iglesia.

 Y, del otro lado, Lucas Alamán, intelectual e historiador, fue uno de los
políticos más influyentes en esa época, diputado en España y ministro de
Relaciones en tres gabinetes diferentes en México.

 Durante este periodo hubo un importante desarrollo de la masonería


yorkina en México, partidaria del federalismo y de la amistad con Estados
Unidos, en tanto que su rival, la masonería escocesa —que existía desde la
época virreinal y recibía lineamientos europeos— optó por el centralismo.

 Algunos masones mexicanos, tratando de unir a escoceses y yorkinos y de


unificar las fuerzas políticas del país, fundaron el Rito Nacional Mexicano,
pero no lograron su cometido.

 En el siguiente cuadro podrás ver algunos de los elementos característicos


de los grupos masónicos en México:

Masonería Masonería yorkina Rito nacional


escocesa mexicano
Origen Europa Estados Unidos México
Presencia en Finales del Alrededor de 1825 Hacia 1826
México virreinato
Figuras clave Nicolás Bravo Poinsset, Lorenzo de Zavala, Valentín Gómez
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Vicente Guerrero, Guadalupe Farías, José
Victoria Ma. Luis Mora,
Andrés
Quintana Roo
Tendencia República República federalista República
política centralista federalista

 Esta pugna se debía en buena medida a la falta de mecanismos


establecidos en este país para una participación civil en torno a las grandes
decisiones nacionales.

 Simplificando, podemos decir que las posiciones ideológicas liberal y


conservadora correspondieron a proyectos de nación republicanos
federalista y centralista, respectivamente.

 El Partido Liberal estaba dividido en dos grupos, el de los radicales o puros,


que sostenían que esta doctrina debía aplicarse por encima de todo y a
pesar de todo; y los moderados quienes creían que la implantación debía
ser por la vía de la persuasión, y de manera gradual. Una de sus
intenciones era separar a la Iglesia del Estado y establecer un orden que
protegiera las libertades del individuo.

 El Partido Conservador fue fundado por Lucas Alamán, ministro de


Relaciones Exteriores y del Interior. Participaron con él Anastasio
Bustamante, Nicolás Bravo, Miguel Barragán y Miguel Miramón. Los cuales
se mantuvieron fieles a la Iglesia y luchaban por mantener su situación
económica y social. Entre sus principales postulados se encontraba el
mantener la religión católica como la única, de todos los mexicanos.

 También querían que siguiera siendo responsable de la educación, para


evitar que se infiltraran ideas liberales. Del mismo modo, trataron de
mantener los fueros militares y la autonomía del ejército.

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1.2 PROYECTOS DE NACIÓN: MONÁRQUICO, IMPERIAL Y REPUBLICANO

¿QUÉ ES UN PROYECTO DE NACIÓN?


Se le llama proyecto de nación a un conjunto de pactos, ordenados en diferentes
niveles y diferentes ámbitos sociales para efectuar un plan con la idea de
prosperar la política, economía y sociabilidad de un país. 

Las posiciones ideológicas existentes en la nación, una vez consumada la


independencia, se confrontaron sobre la forma en que funcionaría el país, es decir,
cómo lograrían el desarrollo que buscaban al separarse de España. Había que
definir qué proyecto de nación era el conveniente.

Los grupos que actuaban en la vida pública eran tres:

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Cuando las cortes españolas desconocieron la independencia del territorio
mexicano, los borbones dejaron de ser candidatos al trono de México. El sargento
Pío Marcha y su regimiento, con el fin de impulsar la candidatura de Iturbide,
promovieron una manifestación cívico-militar el 18 de mayo de 1822. Después de
deliberar, el Congreso lo proclamó emperador el 21 de julio del mismo año. A
pesar del título tenía menos facultades que cuando era regente.

La acumulación de descontento de los antiguos insurgentes contra el emperador,


provocó organizar conspiraciones. La situación se tornó tan crítica que Iturbide
disolvió el Congreso sustituyéndolo por una Junta Nacional Constituyente, aunque
sus miembros eran prácticamente los mismos.

El brigadier Antonio López de Santa Anna, el 2 de diciembre de 1822, desconoció


al imperio y exigió la restauración del Congreso y el establecimiento de un
gobierno republicano.

Iturbide envió tropas a combatir a Santa Anna, pero las propias tropas imperiales
firmaran el Plan de Casa Mata, que exigía la “instalación del Congreso a la mayor
brevedad”. Iturbide atendió lo solicitado; sin embargo, el malestar seguía, y
finalmente las presiones políticas y económicas lo llevaron a abdicar el 22 de
marzo de 1823; poco después fue exiliado y fusilado. El Congreso nombró
entonces un triunvirato para ejercer el Supremo Poder Ejecutivo formado por
Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo.

El 4 de octubre del año siguiente, la república fue formalmente instituida con la


promulgación de la Constitución de 1824, que establecía una república
representativa, popular y federal. Mantenía al catolicismo como religión de Estado,
sin tolerancia de otra. Y decretaba que el gobierno se dividía en tres poderes:
Ejecutivo, Judicial y Legislativo, considerando a este último como dominante. Días
después, el 10 de octubre, fue nombrado el primer presidente de la república:
Guadalupe Victoria, —cuyo verdadero nombre era José Miguel Ramón Adaucto
Fernández y Félix— con Nicolás Bravo como vicepresidente.

Su periodo presidencial pudo iniciar con desahogo porque el Congreso negoció


con el gobierno y la banca inglesa un préstamo de 12.2 millones de pesos. En las
cinco décadas posteriores a la independencia de México, Guadalupe Victoria fue
el único presidente que pudo terminar su mandato de cuatro años. Por ese tiempo
nació la masonería de rito yorkino en México, impulsada por Poinsett.

Otro acontecimiento importante fue la rendición de los españoles en la fortaleza de


San Juan de Ulúa, el 18 de noviembre de 1825. El gobierno mexicano, al
considerar que España no había abandonado las esperanzas de recuperar su
dominio, decretó la expulsión de todos los hispanos del país, lo cual impactó a
México en varios aspectos: económico, cultural y demográfico,
porque disminuyó la población

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1.2.1 PROYECTO MONÁRQUICO - LOS BORBONISTAS
El veintisiete de septiembre de mil ochocientos veintiunos con la entrada del
ejército Trigarante a la capital se consuma la independencia de México tras once
años de intensa lucha.

Tras ello, instalados Juan O' Donojú y también Iturbide en la capital de México
vieron a organizar el gobierno conforme hadas en el tratado de Córdoba. De esta
manera el veintiocho de septiembre se instaló la junta temporal gubernativa
compuesta por treinta y ocho miembros entre los que estaban Juan o bien donoju,
Matías Monteagudo Iturbide y Anastasio Bustamante. Agustín Iturbide fue
designado unánimemente presidente de dicha Junta. Además de esto ese día de
noche se elaboró la declaración del Acta de la Independencia del imperio
mexicano.

El proyecto monárquico borbonista propuesto por españoles y apoyado por ciertos


Criollos americanos (mercaderes enriquecidos, militares, burócratas mayores y
autoridades de la Iglesia Católica y dueños de grandes extensiones de tierra)
que aspiraban a que el imperio mexicano, tal y como lo afirmaban los tratados,
fueran regidos por un migrante de la casa Borbón (dinastía reinante en España
desde el siglo XVIII) para seguir la política de Fernando VII.
Con el proyecto monárquico Borbón se buscaba el desarrollo económico, social y
político.

Proyecto monárquico borbónico

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Economía
La economía sería basada a través de la exportación de materias primas, sin
embargo, el problema ir a duda pendiente con la mayoría de los pobladores. Los
mestizos excluidos carecían de Justicia social y de tierras, hasta que los reclamos
estallaron en la revolución mexicana de 1910.

Sociedad
Dentro de la sociedad podemos mencionar que la mayoría de liberales
(principalmente Criollos y mestizos) pertenecían a la clase media y muchos de
ellos personas con profesiones como abogados, periodistas, profesores, club
algunos comerciantes y hacendados del centro y parte del Norte del país eran de
ideología liberal. Rechazaban el proyecto monárquico y la herencia colonial.
Se inició el conflicto entre los centralistas (grupo conservador formado por el líder
de la ley de los religiosos, criollos, terratenientes y oficiales del ejército) quienes
estaban decididos a mantener una forma de gobierno centralista.
Política
Los tratados de Córdoba fueron firmados el 24 de agosto de 1821 en Córdoba,
Veracruz, México, por Agustín de Iturbide y Juan O'Donojú con los cuales se
establecía la independencia mexicana del imperio español tras la conclusión de la
guerra de Independencia de México. La idea era ofrecer el trono al rey de España
Fernando VII y en el caso de que no aceptara, se pondría una lista de múltiples
infantes de la casa reinante de España y en el caso de que absolutamente nadie
admitiera las cortes mexicanas estarían en capacitad de escoger un monarca
propio.
En espera de que llegase el monarca, se decidió formar una junta temporal
gubernativa.
En 1821 empezó la historia de la constitución de nuestra nación y la labor era
formarla como tal.
El 21 de mayo de 1822, Iturbide fue coronado por el arzobispo de México en la
catedral metropolitana, juro proteger la religión y respetar la constitución que
redactaría el congreso mientras que tantos regiría en el imperio la constitución de
Cádiz.
Los conquistadores españoles, la población indígena y los esclavos africanos, van
a suministrar los elementos culturales que gestaron una nueva nación.

1.2.2 PROYECTO IMPERIAL - AGUSTÍN DE ITURBIDE


En el mes de febrero de 1822 Las cortes españolas habían declarado nulos y
también ilícitos los Tratados de Córdoba, negándose a reconocer la
Independencia de México; se hizo manifiesto el odio caro Los españoles
peninsulares y especialmente contra los borbonistas. Los iturbidistas creyeron
favorece la ocasión para exaltar los ánimos del pueblo a favor de La elección de

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un monarca surgido del movimiento de Independencia y en ese instante no había
héroe más grande que Iturbide.

El 18 de mayo de 1822 Iturbide fue ovacionado emperador por un regimiento con


un ejército de 25 mil hombres (mismo que había obligado), Al día después el
congreso votó resultando 67 a favor contra 15 que deseaban preguntar las
provincias.

Agustín de Iturbide Proyecto Imperial

La orden de los Caballeros de Guadalupe


Iturbide fundó la orden de los Caballeros de Guadalupe con la que se pretendía
crear una nobleza mexicana que honrara a aquellos militares que habían
participado en La Independencia Iturbidista. La proclamación de Iturbide como
emperador fue respaldada con la anexión voluntaria de Centroamérica. Pronto
comenzaron a correr Los rumores acerca de una conspiración auspiciada por La
facción republicana, el emperador mandó apresar a varios congresistas por
rebeldes. A fines de octubre de 1822 Iturbide decretó La disolución del Congreso
para formar una Junta Instituyente que integró con personas fieles al emperador.

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La crisis política se agudizaba, La económica se acrecentaba debido a Los gastos
excesivos de La corte imperial, y en Lo social, Las clases medias y bajas estaban
desilusionadas porque no se había vivido una transformación en su estructura
socioeconómica. Ante estas circunstancias sólo faltaba un golpe de Estado y el
descontento surgió desde el Ejército encabezado por un joven Liberal: Antonio
López de Santa Anna quien Lanzó el primer plan político contra el gobierno
llamado Plan de Casa Mata que proponía La destitución del emperador y el
establecimiento de La República el 1° de febrero de 1823. EL plan se extendió por
gran parte del país, razón por: a cuál Iturbide tuvo que abdicar al trono.

A su renuncia no le quedó más que aceptar el exilio del país con una pensión de
$25, 000. 00 por servicios prestados a la patria y bajo La amenaza de ser fusilados
pisaba tierra mexicana. Este último punto se cumplió en marzo de 1824, fecha en
la cual fue capturado y posteriormente fue fusilado en Tamaulipas en julio de
1824.

1.2.3 PROYECTO REPUBLICANO - GUADALUPE VICTORIA


En 1822 Iturbide fue proclamado emperador con el nombre de Agustín I. Diez
meses después fue destituido por una rebelión dirigida por Antonio López de
Santa Anna, su precedente cooperador. Se proclamó la república y Guadalupe
Victoria se transformó en el primer presidente. México, no obstante, no estaba listo
para la repentina democracia. Se comenzó el enfrentamiento entre los centralistas
(conjunto conservador formado por líderes religiosos, terratenientes, criollos y
oficiales del ejército, resueltos a sostener una forma de gobierno centralizada) y
los partidarios de un gobierno federal (facción liberal y anticlerical que apoyaba el
establecimiento de estados soberanos unidos en una federación, aparte del apoyo
social a los indígenas y a otros conjuntos oprimidos).

Vicente Guerrero, líder liberal, llegó a ser presidente en 1829, mas fue asesinado
en 1830 y uno por las fuerzas dirigidas por el mandatario político y militar
Anastasio Bustamante.

Hasta mil ochocientos treinta y tres, año en que López de Santa Anna fue
escogido presidente, se sucedieron las rebeliones en el país. No obstante, poco
tras su llegada al poder, su política centralista implicó a la nueva república en una
guerra.

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Tras la Guerra de Independencia (1810-1821), en México se produjo una disputa
política acerca del proyecto de nación más adecuado para el país. Las diferencias
entre los líderes de la independencia quedaron de manifiesto en el Congreso que
se convocó en 1822. Existían, básicamente, dos grupos:
 Por una parte, los partidarios de una monarquía; estos se dividían, a su vez,
en dos grupos: monárquicos o borbonistas e imperiales o iturbidistas.
 Por otra parte, se encontraban los republicanos, que estaban a favor de
establecer una república y que se subdividían en dos grupos: federalistas y
centralistas.
Las principales características de los proyectos de nación cada grupo son las
siguientes:
Monárquico
 Sostenía que México debía ser una monarquía gobernada por un rey de la
casa de Borbón (que era la dinastía a la que pertenecía el rey de España
Fernando VII), con el fin de continuar la relación con la metrópoli y obtener,
así, el reconocimiento internacional como nación.
 Era apoyado por españoles residentes en México y por algunos criollos. No
llegó a ser realizado.

Imperial
 Coincidía con el proyecto monárquico en que México debía ser una
monarquía, pero plantaba que el gobierno debía estar a cargo de un
monarca mexicano. Se trataba, por lo tanto, de una monarquía de carácter
nacionalista.

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 Fue impulsado por Agustín de Iturbide, líder de la Guerra de Independencia
y apoyado por grupos criollos. Iturbide logró su objetivo, y el 18 de mayo
de1822 fue coronado emperador de México, con el nombre de Agustín I.

Republicano
 Propugnaba el establecimiento en México de una república, similar a los
Estados Unidos de América, con un gobierno dividido en tres
poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), y un presidente electo por el voto
a cargo del Poder Ejecutivo.
 Entre sus partidarios se encontraban algunos que se inclinaban por
una república centralista o unitaria, con un gobierno central a cargo de
todas las regiones del país, y otros que consideraban más adecuada
una república federal, en la que la nación se organizara en Estados
relativamente autónomos que delegaban solo ciertas facultadas en el poder
central (por ejemplo, las relaciones exteriores).
 Era apoyado por los criollos, entre los que se destacaba Fray Servando
Teresa de Mier. Recibió el apoyo del general Antonio López de Santa Anna,
quien se rebeló contra Iturbide y en 1823 puso fin al Primer Imperio
Mexicano. El 1 de noviembre de ese mismo año se proclamó la República
Federal, que duraría hasta 1835, cuando se instauró una República
centralista.

1.3 EL IMPERIO MEXICANO

En 1820, la reinstalación de la legislación liberal atentó contra los intereses y


privilegios de las élites novohispanas, lo que provocó que surgieran conjuras
contra el gobierno español. La más conocida de ellas fue la de La Profesa.
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Ilustración de un águila con las alas extendidas, parada en su pata derecha sobre
un nopal y portando una bandera con la leyenda “Libertad”

Dicha confabulación no logró evitar el restablecimiento de la Constitución de Cádiz


por el virrey Ruiz de Apodaca, pero si consiguieron que Agustín de Iturbide fuera
designado comandante de las fuerzas del sur. A pesar de mantenerse alejado por
cuatro años de las armas, su reconocida trayectoria en el Ejército Realista lo
posicionó como la persona idónea, para terminar con la lucha que aún sostenía el
insurgente Vicente Guerrero en esa zona.

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Sin embargo, a su regreso comenzó a proyectar una alianza con Vicente Guerrero
—a pesar del odio ferviente que había manifestado en un principio en contra del
movimiento iniciado por Miguel Hidalgo y Costilla; y continuado por José María
Morelos—. Al parecer, entre el período que se había mantenido fuera del combate
(1816 y 1820), viró su opinión sobre la independencia de la Nueva España.

Para el 24 de febrero de 1821, Agustín de Iturbide oficialmente dio a conocer


el Plan de Iguala, donde se proclamó la independencia de México y su
conformación como imperio bajo una forma de gobierno monárquico
constitucionalista; la defensa a ultranza de la religión católica, sin tolerancia de
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otra alguna; y el respeto a los privilegios de la clase alta. Todas estas
resoluciones, defendidas por el Ejército Trigarante, formado principalmente por
militares del Ejército Realista.

Ba
jo este plan logró adherir a gran parte de la población novohispana a la causa,
obligando a que el 24 de agosto de 1821 el capitán general don Juan O'Donojú
firmara los Tratados de Córdoba, texto en el que, de manera no oficial, la Corona
de España reconocía la independencia del Imperio Mexicano.

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Con la entrada del Ejército Trigarante a la capital del país —el 27 de septiembre—,
y la firma del Acta de Independencia del Imperio Mexicano, se consumó la
soberanía de la nación. Al día siguiente se instituyó la Junta Provisional
Gubernativa, que asumió el poder legislativo. Su tarea consistió en convocar a un
Congreso constituyente y organizar la Regencia, que fungió como poder ejecutivo
mientras se reunía el Congreso, para definir quién debería ocupar el trono
mexicano.

El Congreso se instaló el 24 de febrero de 1822 y las desavenencias se hicieron


notar de inmediato. Por todos los medios —incluyendo los ritos solemnes de las
secciones—, los congresistas buscaron menoscabar la figura de Agustín de
Iturbide.

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El conflicto entre el Congreso e Iturbide se desbordó, la facción política
republicana y la borbonista se unieron, para evitar la entronización del Héroe de
Iguala al conocer la deliberación del gobierno de España, de no aceptar enviar a
un descendiente de la dinastía de la Casa de Borbón. Por ello, los iturbidistas,
junto con el apoyo del pueblo, proclamaron la noche del 18 de mayo de 1822, la
entronización de Agustín de Iturbide como primer emperador de México. Al día
siguiente, el Congreso no tuvo otra salida que la ratificación. No obstante, los
conflictos continuaron y Agustín I decidió disolver el Congreso y nombrar una
Junta Nacional Instituyente.
La única manera que logró mantenerse aquel efímero Primer Imperio Mexicano,
fue por medio del Ejército Trigarante, pero el 2 de diciembre de 1822, Santa Anna
salió al frente de su regimiento y recorrió las calles de Veracruz proclamando la
república. Unos días después lanzó el Plan de Veracruz y el 1 de febrero de 1823
dio a conocer el Acta de Casa Mata, el cual convocaba la reinstauración del
Congreso. Así, obteniendo la simpatía de la élite política y del Ejército Trigarante,
el gobierno de Agustín I quedó sin apoyo.
El 3 de marzo de 1823 Iturbide decidió restablecer el Congreso y para evitar el
derramamiento de más sangre presentó su dimisión. El 29 de aquel mes se
declaró inexistente el Imperio y se procedió a nombrar al Supremo Poder
Ejecutivo. Éste se entregó a un triunvirato de generales: dos insurgentes y un
realista.

El nuevo Congreso se reunió el 5 de noviembre de 1823 y dos días después


quedó instalado solemnemente. Se nombró a Miguel Ramos Arizpe presidente de
la Comisión de Constitución, quien presentó el Acta Constitutiva que establecía el
sistema federal y que fue aprobada el 31 de enero de 1824 con el nombre de Acta
Constitutiva de la Federación. Dos meses después, el 1 de abril de 1824, se inició
el debate sobre el proyecto de Constitución Federativa de los Estados Unidos
Mexicanos, la cual fue aprobada el 3 de octubre, promulgada el 4 y publicada el 25
del mismo mes, bajo el título de Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos.

PRIMER IMPERIO MEXICANO


México vivió una etapa de su historia a la que generalmente se le nombra como
el Primer Imperio Mexicano, la cual duró de 1821 a 1823, tiempo durante el cual
el país se gobernó bajo una monarquía constitucional.
Esta forma de gobierno estaba asentada en el Plan de Iguala, y ratificada en
los Tratados de Córdoba, que estipulaban un gobierno a cargo de un
representante de la casa reinante en España.
Durante este proceso para conformar el primer Imperio Mexicano, se nombró una
junta Provisional Gubernativa, conformada por miembros del clero y personajes
ricos, como los terratenientes y comerciantes, y ningún insurgente.
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Entre las figuras que conformaron esta junta estuvo Juan O’Donojú y Agustín de
Iturbide, que fue nombrado regente de la junta que al poco tiempo lanza una
convocatoria para instalar un congreso, mismo que se instaló como tal el 24 de
febrero de 1822, con tres bloques políticos que pugnaban por sus diferentes ideas
y opiniones: los partidarios de Iturbide, llamados iturbidistas, los borbonistas,
partidarios de que un miembro del reino español gobernara México, y
los republicanos, conformados por insurgentes que pugnaban por un gobierno
republicano.
De estos tres grupos, fueron los iturbidistas los que triunfaron imponiendo
a Agustín de Iturbide como primer emperador del Imperio Mexicano, toda vez que
en España se desconocieron los Tratados de Córdoba y así también la
independencia del país.
Esta situación fue aprovechada, y en la noche del 18 de mayo de 1822, el
sargento Pío Marcha y el coronel Epitacio Sánchez salieron junto a su tropa
gritando por la ciudad de México «Viva Iturbide I», y juntaron a los ciudadanos que
se unieron al grito.

Iturbide, que según algunos historiadores no aceptaba tal cargo al principio,


acepta ser envestido como primer emperador de México. Así, el 21 de julio de
1822 es coronado en la catedral de la ciudad de México como Agustín I. Durante
su corto gobierno, que corrió del 18 de mayo de 1822 al 19 de marzo de 1823, el
país vivió un absolutismo y miseria que acarreó críticas del congreso, el cual
Iturbide disolvió para formar una junta nacional instituyente que fuera afín a sus
aspiraciones dictatoriales.

Antonio López de Santa Anna desconoce a Agustín de Iturbide como emperador


mediante el Plan de Casa Mata, Vicente Guerrero y Nicolás Bravo también se
levantan en armas pidiendo la reinstalación inmediata del congreso.
Reinstalado el congreso el 7 de marzo de 1823, el emperador Agustín I abdica a la
corona del imperio mexicano el 19 de marzo del mismo año, y parte hacia el exilio
desde el Puerto de Veracruz el 11 de mayo de 1823, hacia Europa. En México,
poco tiempo después es declarado traidor por lo que a su regreso es aprendido y
fusilado el 19 de julio de 1824 en la localidad de Padilla, Tamaulipas.

El Primer Imperio Mexicano tuvo una extensión territorial de 4.925.283 km 2,


teniendo a las provincias centroamericanas como parte del mismo, al integrarse en
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1822 a México, declarándose independientes de España, y separándose del
Imperio Mexicano en 1823.

SÍMBOLOS NACIONALES DEL PRIMER IMPERIO MEXICANO


Años Símbolo Información

1822 Primera bandera nacional. Utilizada


- durante el Primer Imperio mexicano de
1823 Agustín de Iturbide, según Orden de la
Soberana Junta Provisional Gubernativa
del 2 de noviembre de 1821, que
establece «que el pabellón nacional y
banderas del ejército deberán ser
tricolores, adoptándose los colores verde,
blanco y encarnado en franjas verticales,
y dibujándose en la blanca un águila
coronada», nótese que el escudo no lleva
una serpiente ni una corona de ramas de
laureles u olivas.
1822 Gran escudo del Imperio mexicano. El
- blasonamiento es el siguiente: "En campo
1823 de Plata perfilado en Oro, el Águila
Mexicana Coronada Imperialmente al
natural, parada sobre su garra diestra
sobre un nopal en sinople y florado en
gules, nacido de una peña que brota del
agua. Yelmo de Soberano coronado
Imperialmente y con lambrequines al
interior en plata y al exterior alternando
sinople y gules. Acolados al blasón la
Cruz de la Independencia de primera
clase y época y el collar de la Orden
Imperial de Nuestra Señora de
Guadalupe. Manto imperial de gules
timbrado con corona imperial y por divisa
"Independencia, Religión y Unión".
1822 Escudo pequeño del Imperio mexicano. El
- Decreto de la Soberana Junta
1823 Gubernativa del Imperio, fechado el 7 de
enero de 1822 y establece que "las Armas
del Imperio para todas las clases de sellos
sean solamente el nopal nacido de una
peña que sale de la laguna, y sobre él
parada en el pie izquierdo un águila con

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corona imperial".

BLOQUE II: PROCESO DE CONFORMACIÓN DEL ESTADO MEXICANO

2.1 PRIMERA REPUBLICA FEDERAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1824

LA PRIMERA REPÚBLICA FEDERAL 1824-1835


En el seno del Congreso se enfrentaron dos proyectos de forma de gobierno: por
una parte, se encuentra la postura que argumentaba que la república debería
estar conformada por una federación de estados y por otra, la postura que
señalaba que la república debería ser unitaria o centralista. Los centralistas
argumentaban que debería existir una construcción válida para todos los
departamentos o estados; que los recursos económicos de todas las provincias
debían enviarse al centro y desde ahí ser redistribuidos a los departamentos; que
el gobierno central podía alterar los límites de los estados.
Los federalistas consideraban que cada entidad federativa debía poseer autoridad
para resolver sus problemas internos, cada estado sería soberano y libre para
articular su propia constitución, emitir sus propias leyes y manejar sus propios
recursos económicos. El gobierno federal sólo se encargaría de las relaciones con
el exterior, de formar un ejército y de emitir moneda. Los estados no podían tener
la capacidad de alterar los límites territoriales sino solamente el poder federal.
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La corriente centralista argumentaba que sólo una república unitaria podía
garantizar la frágil unidad del país porque no existían en las provincias los
elementos necesarios para ser una entidad autónoma. Uno de los máximos
exponentes de esta postura fue Fray Servando Teresa de Mier.
Por su parte, los federalistas afirmaban que, debido a la extensión de las
provincias del Oriente y su lejanía respecto a los lugares en donde residía el poder
y en la conveniencia obvia que sus gobernantes tuvieran un cabal conocimiento de
los problemas específicos de cada entidad, era indispensable un sistema federal.
Fue Ramos Arizpe uno de los más brillantes exponentes de esta corriente política
A los argumentos esgrimidos por los diputados federalistas se sumaron múltiples
peticiones que las juntas de gobierno hicieron llegar a los legisladores para exigir
la adopción del régimen federal. Ante lo cual, el Congreso aprobó el 31 de enero
de 1824 una Acta constitutiva que señalaba que la nación mexicana adoptaba
como forma de gobierno la de república representativa popular federal.
La Constitución se promulgó el 4 de octubre de 1824. La Federación quedaba
integrada por diecinueve estados y cuatro territorios. Se consignaba también la
división de poderes tanto en el ámbito federal como en el local o municipal.
El poder ejecutivo de la Federación quedaba depositado en un presidente; el
poder legislativo en un congreso general formado por dos cámaras, la de
diputados y la de senadores; y el poder judicial quedaba depositado en una corte
suprema de justicia.
Se estableció también la figura de vicepresidente de la República, que sería el
sustituto del jefe del poder ejecutivo en casos de ausencia temporal o definitiva.
Asimismo, se prohibió el ejercicio de cualquier otra religión que no fuese la
católica.
La Constitución de 1824 no contempló transformaciones radicales dentro de los
ejes de la sociedad, ningún artículo se refiere a la problemática de la enorme
desigualdad social que prevalecía desde la Colonia, ni introduce mejoras para los
trabajadores del campo y de los talleres.
Se preservaron el fuero militar y religioso. Los indígenas, al ser considerados
ciudadanos, obtuvieron derechos, pero también adquirieron obligaciones fiscales
que para la mayoría fueron desastrosas para su endeble bienestar
De acuerdo con lo prescrito en dicha Constitución, se efectuaron elecciones, en
las que llegó a la presidencia el general Guadalupe Victoria y como vicepresidente
el general Nicolás Bravo. Tomaron posesión de sus cargos el 10 de octubre de
1824 y gobernaron hasta abril de 1829.
El 1o. de septiembre de 1828 se llevaron a efecto elecciones para determinar al
siguiente presidente, siendo favorecido el general Manuel Gómez Pedraza. Sin
embargo, el general Santa Anna en Veracruz inicia un levantamiento militar con el
fin de impedir la toma de posesión por parte de Gómez Pedraza. La revuelta se

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extiende por el sur del país y en la ciudad de México. Por lo cual el militar electo
decide salir voluntariamente de México, el general Vicente Guerrero es designado
presidente interino por el Congreso de la Unión.
Con estos hechos se inicia una serie de levantamientos militares cada vez que
había cambio del poder ejecutivo de unas manos a otras en medio de un estado
de guerra civil casi crónico. El gobierno de Guerrero duró unos cuantos meses, ya
que cuando en diciembre de 1829, al combatir en Veracruz una revuelta militar, en
la ciudad de México se produjo otro levantamiento armado. El Congreso
presionado por esta revuelta entregó el poder ejecutivo al general Bustamante,
que gobernó entre enero de 1830 y mayo de 1832, sin que durante su periodo
presidencial cesara la guerra civil.
En 1832, el general Santa Anna nuevamente se subleva para exigir que el poder
ejecutivo fuera entregado al general Gómez Pedraza. Esta revuelta triunfa y en
diciembre Gómez Pedraza asume la presidencia. En abril de 1833 se realiza una
elección en donde López de Santa Anna es elegido presidente y Gómez Farías
vicepresidente. Dicho periodo fue sumamente dispar ya que cuatro veces López
de Santa Anna estuvo al frente del poder ejecutivo y otras tantas Gómez Farías.
Cabe resaltar que entre 1833 a 1855 López de Santa Anna asumió el cargo de
presidente en once periodos diferentes, en unas representando a los liberales o
federalistas y en otras a los centralistas o conservadores.
Entre 1833 y 1834, el gobierno encabezado por Gómez Farías y en donde se
hallaban distinguidos intelectuales, tales como José María Luis Mora y Lorenzo
Zavala, articuló una serie de reformas con la finalidad de cancelar la influencia del
clero y del ejército en la marcha del Estado.

Entre las más importantes destacan el decretar la libertad de culto; la separación


entre Iglesia y Estado; la liberación de los agricultores de la obligación civil de

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pagar el diezmo eclesiástico; la secularización de los bienes de las misiones de
California; la destrucción del monopolio del clero en la educación mediante la
creación de un Directorio de Instrucción Pública con el cual el Estado tomaba la
responsabilidad de proporcionar y supervisar la educación a los ciudadanos; la
clausura de la antigua Universidad y del Colegio; la disolución de los cuerpos del
ejército que se hubieran sublevado contra el gobierno y la creación de la milicia
nacional, organizada por los estados con elementos del pueblo para mantener el
Estado de derecho y evitar las constantes rebeliones de los jefes militares.
Ante tales reformas, el clero y el ejército, que habían sido afectados en sus
intereses, exigieron a López de Santa Anna que asumiera la presidencia y
reprimiera a los liberales. Posteriormente, López de Santa Anna deroga todas las
disposiciones emitidas por Gómez Farías.
En la ciudad de Morelia se produce un levantamiento de militares instigados por el
clero, que al grito de “Religión y Fueros”, reclaman la cancelación de las reformas
y la restauración del viejo orden. López de Santa Anna sale a combatirlos y
nuevamente Gómez Farías asume la presidencia, restablece las reformas y
deroga las modificaciones efectuadas por Santa Anna.
En 1835 surge otra revuelta conservadora en Cuernavaca con la finalidad de
anular las leyes liberales dictadas por el Congreso y que volviese López de Santa
Anna al poder con el carácter de gobernante absoluto.
Dicha revuelta triunfa con el apoyo de él mismo y en octubre de ese año reúne un
Congreso constituyente para promulgar una nueva constitución centralista o
conservadora.

LA CONSTITUCIÓN DE 1824
“Una constitución incapaz de transformarse es una constitución sin posibilidades
de existencia.”

El 4 de octubre de 1824 entró en vigor la primera Constitución Federal de los


Estados Unidos Mexicanos, siendo este un documento de carácter jurídico y
político que estableció el sistema político federal y tuvo como fin principal el de
declarar el carácter independiente de México como país.

La creación de esta Constitución Federal se dio tiempo después de concluido el


Primer Imperio Mexicano, de Agustín de Iturbide, y que México se declarara una
nación independiente. Entonces se estableció un gobierno provisional que
convocó a un Congreso Constituyente: se reunió el 5 de noviembre de 1823, y dos
días después, el 7 de noviembre, celebró su instalación solemne. Lo que pretendía
este Congreso era tratar de conciliar las tendencias políticas existentes, y después
de varios debates se aprobó el 24 de enero de 1824 el documento llamado Acta
Constitutiva de la Federación Mexicana, en el cual se establecieron las bases
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fundamentales para la Constitución Federal. El Congreso Constituyente siguió con
sus sesiones hasta el 5 de octubre de 1824, cuando clausuró sus actividades. El
día anterior, el primer presidente de la República, el general Guadalupe Victoria,
había jurado solemnemente la Constitución Federal de los Estados Unidos
Mexicanos promulgada en esa fecha, que terminó de manera definitiva la vigencia
de la Carta Española de Cádiz de 1812.

Debido a lo anterior, el 1 de abril de 1824 se inició el proyecto de Constitución


Federativa de los Estados Unidos Mexicanos, la cual fue aprobada el 3 de octubre,
promulgada el 4 y publicada el 25 del mismo mes, teniendo como título
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
La Constitución de 1824 se conformó por 7 títulos y 171 artículos, y esbozó una
mezcla de antecedentes hispánicos y estadounidenses, es decir, una combinación
de lineamientos provenientes tanto de la Constitución liberal española promulgada
el 19 de marzo de 1812 por las Cortes reunidas en Cádiz, durante el periodo de
lucha contra el gobierno de José Bonaparte impuesto por el ejército francés, como
de la carta federal de los Estados Unidos, aprobada en Filadelfia en 1787. Por otro
lado, se considera a este documento el resultado de la Guerra de Independencia,
cuyos conceptos trascendieron hasta la Constitución de 1917 que nos rige hoy en
día. Ejemplo de éstos son: soberanía nacional, derechos humanos, federalismo,
división de poderes y democracia representativa.

Así, la combinación de los tres modelos ―español, colonial y estadounidense―


dio como resultado un sistema judicial muy peculiar en el texto aprobado por el
Congreso Constituyente y promulgado el 4 de octubre de 1824. Algunos de los
artículos más significativos son los primeros seis, declaran a los Estados Unidos
Mexicanos como país libre e independiente, establecen los alcances del territorio,
proclaman una sola religión, definen los estados de la República y anuncian la
división del Supremo Poder de la federación, para su ejercicio, en legislativo,
ejecutivo y judicial

La rebelión del Plan de Casa Mata (febrero 1, 1823) obligó a Agustín de Iturbide a
reinstalar el congreso. Este pidió la abdicación del emperador, que Iturbide firmó.
Así terminó el Primer Imperio Mexicano.

El 30 de junio de 1823 tuvo lugar la convocatoria para la instalación del Congreso


Constituyente. El poder ejecutivo en ese momento estaba conformado por Nicolás
Bravo, Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete.

Las sesiones del Congreso Constituyente iniciaron el 7 de noviembre de 1823. La


pugna principal dividía federalistas contra centralistas. Entre los constituyentes
más notorios figuraron Lorenzo de Zavala, Miguel Ramos Arizpe, Valentín Gómez
Farías y Carlos María de Bustamante.

El primer borrador del Proyecto de Constitución fue presentado para su debate el

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1 de abril de 1824. Una de las discusiones se centró en la conformación del
“Supremo Poder Ejecutivo”: en este primer borrador, ese poder se depositaría en
tres miembros. Entre los adversarios de un ejecutivo plural destacó José María
Luis Mora, representante por el Estado de México. Una comisión presidida por
Ramos Arizpe elaboró una nueva versión, del 28 de junio. Proponía un ejecutivo
unitario: un presidente y un vicepresidente.

Este segundo borrador fue aparentemente aprobado el 20 de julio de 1824. A


nuestro entender es esta versión, o una posterior si la hubo, la que aquí
mostramos, pues en ella leemos en efecto: “El Supremo Poder Ejecutivo de la
federación residirá en un solo individuo que se denominará presidente de los
Estados Unidos Mexicanos”, y que además habría un vicepresidente.

El borrador presenta correcciones diversas. La “constitución federativa” se volvía


“constitución federal”. Escribía indiferentemente “mexicano” y “mejicano”.

La Constitución fue promulgada el 4 de octubre de 1824. Planteada como un pacto


entre los estados, dividía la República en 19 estados y cinco territorios. Cada
estado elegiría su gobierno y su congreso. El gobierno se compondría de tres
poderes: ejecutivo, legislativo –senadores y diputados- y judicial. El poder judicial
estaría a cargo de la Suprema Corte de Justicia. Determinaba la libertad de
imprenta y de palabra. Contenía 171 artículos en siete títulos. La constitución tal
como fue promulgada puede consultarse en www.diputados.gob.mx.  Su original
se encuentra en el Archivo General de la Nación.

El Congreso Constituyente determinó también que la sede del Distrito Federal,


lugar de residencia de los poderes de la Federación, sería la ciudad de México
(decreto del 20 de noviembre de 1824). La opción perdedora fue Querétaro.

No sabemos acerca de la procedencia de este documento; suponemos que


perteneció a José María Lafragua y que llegó con sus libros y documentos a la
biblioteca de ese nombre, en 1885.

Una vez consumada la Independencia de México, el 28 septiembre de 1821 se


proclamó el Acta de Independencia Mexicana en la que se reiteraron los principios
asentados en el Plan de Iguala, así como en los Tratados de Córdoba.

El 10 de noviembre de ese mismo año, se convocó al Congreso Constituyente,


que se reunió por primera vez el 24 de febrero de 1822, con la intención de
elaborar una constitución que proporcionara legalidad al Estado Mexicano.

Durante el breve periodo en el que Agustín de Iturbide asumió el trono del Imperio
de México, ordenó suspender el Congreso Constituyente que se encargaría de
redactar la primera Carta Magna del país. Esta acción provocó un movimiento
armado encabezado por el General Antonio López de Santa Anna, quien promulgó
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el Plan de Casa Mata, en el que exigió la restauración del Congreso, así como la
instalación de un sistema republicano como forma de gobierno para el país.

El movimiento finalmente provocó que Iturbide abdicara al cargo, el 19 de marzo


de 1823; unos días después, se restableció el Congreso y el Poder Ejecutivo se
instituyó como un triunvirato integrado por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y
Pedro Celestino Negrete, vigente de mayo de 1823 a octubre de 1824.

El nuevo Congreso Constituyente se integró con 114 diputados que se inspiraron


en la Constitución de Cádiz, la de Apatzingán, la Carta Magna de los Estados
Unidos de América y el Plan de Iguala, para llevar a cabo la redacción de la
Constitución Federal de 1824.

El 7 de noviembre, se instaló el recinto parlamentario donde sesionó el Congreso,


ubicado en el antiguo templo de San Pedro y San Pablo en la Ciudad de México,
de inmediato iniciaron los trabajos para elaborar y aprobar el Acta Constitutiva de
la Federación Mexicana, que se promulgó el 4 de octubre de 1824.

En la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, se estableció que la


nación mexicana era para siempre libre e independiente del gobierno español y de
cualquier otra potencia, además de adoptar para su gobierno la forma de república
representativa, popular y federal; divida en tres poderes legislativo, ejecutivo y
judicial.

El poder legislativo de la federación lo ejercería un congreso general dividido en


dos cámaras: una de diputados y otra de senadores; el supremo poder ejecutivo
de la federación recaía en un sólo individuo que se denominaría presidente de los
Estados Unidos Mexicanos; y el poder judicial residiría en una Corte Suprema de
Justicia, en los Tribunales de Circuito y en los Juzgados de Distrito.

Sobre los estados que integrarían la República Mexicana, en la Carta Magna se


dispuso que el gobierno de cada estado se dividiera para su ejercicio en los tres
poderes: legislativo, ejecutivo y judicial; estableciendo que nunca podría reunirse
dos o más de ellos en una corporación o persona, ni el legislativo depositarse en
un solo individuo.

La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos permaneció vigente


desde octubre de 1824 hasta el 29 de diciembre de 1836, cuando fue sustituida
por una Constitución Centralista.

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2.2 GOBIERNO CENTRALISTA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1836

La República Centralista fue el período de la historia de México en que el Estado


estuvo organizado bajo un régimen político unitario. El régimen centralista fue
establecido formalmente el día 30 de diciembre de 1836, con la promulgación de
las Siete Leyes Constitucionales, aunque ya en 1835 se había derrocado la
constitución federal del año 1824. La República Centralista duró casi once años. El
22 de agosto de 1846, el presidente interino José Mariano Salas, expidió el
decreto que restauró la vigencia de la Constitución de 1824.
El período centralista del Estado mexicano fue un intento del sector conservador
de ese país que intentó poner fin a las disputas entre las élites regionales y entre
los diversos caudillos que protagonizaban la vida política nacional. Sin embargo,
como ocurrió durante la Primera República Federal y el Primer Imperio, el país
siguió padeciendo de una grave inestabilidad política y levantamientos armados.
La supresión del régimen federal fue detonante de la reacción de los partidarios
del federalismo en Zacatecas (1835), Tabasco (1841 y 1846), y el noreste de
México, particularmente en el estado de Tamaulipas. Las respuestas más
radicales a la instauración del régimen unitario fueron la proclamación de
la independencia de Texas (1836) y de Yucatán.
Asimismo, México enfrentó en este período dos conflictos internacionales:
la Primera Intervención francesa en México, provocada por reclamaciones
económicas de súbditos franceses al gobierno de México; y la Intervención
estadounidense en México, como consecuencia de la anexión de Texas realizada
por los Estados Unidos.
Debido al caos político y contienda, y en la “Guerra de los pasteles”, gobernaron
los centralistas después de que los conservadores asesinaran a Vicente Guerrero,
el continuo debate entre federalistas y centralistas aun después de proclamada
la Constitución de 1824 y las diversas sublevaciones provocadas por las reformas
liberales expedidas por Valentín Gómez Farías, los conservadores iniciaron

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acciones para disolver la federación, imponer una república centralista y cancelar
la reformas realizadas bajo el mandato de Gómez Farías.

Óleo de Vicente Guerrero en sus últimos años, por Ramón Sagredo (1865)
A mediados de 1835, el partido conservador estableció un Congreso, el cual se
declaró constituyente y promulgó el 23 de octubre de ese año las Bases
Constitucionales. El 30 de diciembre de 1836, se promulgaron las Siete Leyes
Constitucionales, que establecían el régimen de centralización gubernamental y
administrativa en el país.
Después de los levantamientos armados causados por no respetar las elecciones
de 1828, y de la firma de los Convenios de Zavaleta, Manuel Gómez
Pedraza asume la presidencia del país el 24 de diciembre de 1832, ocupando así
el puesto que había ganado en 1828. Sin embargo, sólo duró tres meses en la

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presidencia, ya que su gestión durante este corto periodo fue el de concluir el
periodo presidencial que constitucionalmente inició en 1828.
Nuevas elecciones presidenciales dan como ganador a Antonio López de Santa
Anna como presidente y a Valentín Gómez Farias como vicepresidente, de esta
manera el primero de abril de 1833 la historia de los gobiernos centralistas en
México comenzó a escribirse.
Valentín Gómez Farias gobernaría el país de forma interina al no presentarse
López de Santa Anna a ocupar el cargo. Gómez Farias conduciría de forma liberal
el país, con planes de prosperidad que sólo fueron limitados por la falta de capital
para llevarlos a cabo, y el enojo de la Iglesia por suprimir todos los privilegios
económicos y de tierras que tenía, lo que provoca un levantamiento armado para
frenar las reformas liberales de Gómez Farias.
Este levantamiento armado logra que Santa Anna regrese al poder, y por lo tanto,
la anulación de las reformas, además disuelve el congreso, lesiona el estado de
derecho de los estados que formaban la federación y se declara abiertamente
conservador, así comienza la etapa del gobierno centralista en México, que
básicamente se resume en que la antigua autonomía con la que gozaban los
estados para tomar decisiones por sí mismos fue suprimida, logrando esto con la
anulación de la Constitución de 1824 y la creación de un nuevo congreso
constituyente, que expediría las leyes o bases del centralismo.

Antonio Lopez de Santa Anna dominó durante todo el centralismo en México,


gobernando de forma dictatorial en 11 ocasiones.

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El 23 de octubre de 1835 se decreta que la nueva reorganización del país
abandona el federalismo, para volverse un estado centralista. Posteriormente es
reafirmado este principio por las llamadas Siete Leyes Constitucionales
Centralistas promulgadas el 30 de diciembre de 1836.
Este cambio de régimen dio pie a diversos conflictos entre los estados de la unión
y el centro del poder, esto fue la causa entre muchas otras de la independencia de
Texas y de diversos conflictos internos como la separación de la unión de los
estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y la declaración de independencia
de Yucatán.
En esta etapa de la historia de México se vivieron los primeros conflictos
internacionales con Francia y los Estados Unidos de América. La forma
de gobierno centralista duró de 1835 a 1846, y a su caída se instaura de nueva
cuenta el sistema federalista formándose la Segunda República Federal.

La primera de las siete leyes se promulgó el 15 de diciembre de 1835. Las seis


restantes fueron aprobadas sucesivamente. La Constitución centralista se terminó
el 6 y se promulgó el 29 de diciembre de 1836. Con ésta se pensó que se
resolverían los problemas de la nación. Sin embargo, la realidad fue muy diferente:
el sistema centralista motivó a Texas y a otras regiones, como Yucatán, a declarar
su independencia.

En enero de 1839, Santa Anna regresó a la Presidencia de la República y de


inmediato envió al Congreso un proyecto de iniciativa de reformas
constitucionales. El 28 de septiembre de 1841 se proclamaron las Bases de
Tacubaya, con el objetivo de derrocar al presidente Anastasio Bustamante y
desconocer a los cuatro poderes constitucionales del gobierno centralista.

El 11 de diciembre de 1842, los habitantes de Huejotzingo, Puebla, se


pronunciaron, desconociendo al Congreso Constituyente. Ocho días después, el
gobierno expidió un decreto que facultó al gobierno para nombrar una junta de
notables para que formaran las bases que organizaran a la nación.
Y el 6 de enero de 1843 quedó formalmente instalada la Junta Nacional
Legislativa.

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El 12 de junio de 1843 se sancionaron las Bases Orgánicas de la República
Mexicana (202 artículos y XI títulos); y el 22 se publicaron. Ahí reiteraron la
independencia de la nación y la organización en república centralista; se conservó
la división territorial establecida en 1836, se suprimió al Supremo Poder
Conservador —creado en 1836, cuya finalidad era fungir como mediador entre los
demás poderes y con suficiente poder para vetar leyes—; se declaró que el país
profesaba y protegía la religión católica; y se condicionó la ciudadanía a la
percepción de una renta anual.

Las Bases Orgánicas robustecieron los principios conservadores signados en


1836. No obstante, Mariano Paredes y Arrillaga lanzó, el 14 de diciembre de 1845,
el Plan de San Luis, que destituyó al presidente José Joaquín Herrera y convocó a
un Congreso Extraordinario.

José Antonio Aguilar Rivera, investigador del CIDE, comenta que el Plan formó
parte de una conspiración encabezada por Lucas Alamán, entre otros, para
instaurar una monarquía constitucional en México.

El 4 de agosto de 1846 —tres años después de publicadas las Bases—, Mariano


Salas y Valentín Gómez Farías proclamaron el Plan de la Ciudadela, convocando
a un Congreso con representantes nombrados popularmente; además de excluir la
forma de gobierno monárquica y proponer el regreso de Santa Anna.
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El Congreso congregado el 6 de diciembre de 1846, cargó sobre sí la difícil
situación del país; y a él concurrieron personajes de la talla de Mariano Otero,
Manuel Crescencio Rejón, Valentín Gómez Farías y Benito Juárez.

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Algunos datos sobre el periodo centralista son:

 Antonio López de Santa Anna asumió once veces la Presidencia de la


República.
 Santa Anna vivió desterrado en Cuba, Saint Thomas y Estados Unidos.
Murió el 20 de junio de 1876, en la Ciudad de México.
 En 1935, al disolverse las legislaturas de los estados, se inauguró la etapa
centralista.

 Las Siete Leyes, señalan, a grandes rasgos:


o Primera: Promulgada el 15 de diciembre de 1835, contenía 15
artículos y se refería a los Derechos y obligaciones de los mexicanos
y habitantes de la República.
o Segunda: Compuesta de 23 artículos, fue toda una innovación, pues
contempló la creación del Supremo Poder Conservador.
o Tercera: Contenía 58 disposiciones y trataba sobre el Poder
Legislativo.
o Cuarta: Con 34 artículos, se refirió a la organización del Supremo
Poder Ejecutivo,
o Quinta: Incluía 51 puntos que trataban sobre el Poder Judicial de la
República mexicana.
o Sexta: En 31 artículos se abordó la División del territorio de la
República y gobierno interior de sus pueblos. Y se estableció que la
República se dividiría en departamentos.
o Séptima: Con 6 artículos y 8 transitorios, estipuló que en seis años
no se le podrían hacer modificaciones a la Constitución.

 En la Declaración del pueblo de Tejas, fechada el 17 de noviembre de


1835, se determinó que en virtud de haberse disuelto por la fuerza a las
instituciones federales de México, el pueblo de Tejas tomaba las armas en
defensa de sus derechos, libertades y de los principios republicanos de la
Constitución federal de México de 1824.
 Diecinueve gobiernos diferentes se sucedieron a partir de 1834 y hasta
1846.
 El Tratado de Paz y Amistad suscrito el 28 de diciembre de 1836, entre
nuestro país y España; y publicado el 2 de mayo de 1837, reconoció a
México como nación libre, soberana e independiente.
 El 30 de noviembre de 1838, se publicó una ley por la que se declaró que la
nación se encontraba en estado de guerra con el gobierno francés; y el 9 de
marzo de 1839 se firmó el tratado de paz. Esto a causa de las
reclamaciones de indemnizaciones sobre daños causados a
establecimientos de franceses radicados en México, durante los disturbios
provocados por la reducción de la moneda de cobre, decretada el 8 de
marzo de 1837.

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 En 1940 Yucatán intentó independizarse. En 1941 se instaló el Congreso
Constituyente del Estado y en marzo se publicó la Constitución Política
yucateca, donde aparecen, por vez primera, el juicio de amparo y la libertad
de cultos.
 Las tensiones internas del país se agudizaron y surgieron de nuevo las
ideas monárquicas. El propio Santa Anna manifestó a los gobiernos de
Inglaterra y Francia su convicción de que el restablecimiento de una
monarquía constitucional traería estabilidad al país.
 En abril de 1846, el gobierno estadounidense inició la invasión a México. El
conflicto llegó a su fin con la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo en
1848.

ANALIZAN APORTACIONES DE LAS “SIETE LEYES” DE 1836 A LA


HISTORIA CONSTITUCIONAL MEXICANA 
La vida constitucional de México tiene más de 100 años de historia. De las tres
constituciones precursoras a la que nos rige actualmente, la más rechazadas por
los expertos es la de 1836, conocida como “Las Siete Leyes” por su carácter
conservador. La Dra. Catherine Andrews, profesora-investigadora de la División de
Historia del CIDE indagó sobre su impacto en las subsecuentes leyes mexicanas,
incluida la actual Constitución de 1917 y demostró que tuvo un legado importante.

El legado de las siete leyes: una revaluación de las aportaciones del


constitucionalismo centralista a la historia constitucional mexicana, publicado
en Historia Mexicana, fue el artículo de la Dra. Andrews que examina diversos
documentos para ubicar el impacto que tuvo la Constitución de 1836.

La historia constitucional mexicana se remonta al siglo XIX, ya que en 1812 la


Constitución de Cádiz comenzó a regir el territorio, durante la guerra de
Independencia. Después del imperio mexicano de Agustín de Iturbide, en 1824,
entró en vigor un nuevo documento.  En el 36 aparecen las “Siete Leyes” y en
1857, cuando gobernaba Ignacio Comonfort entra en vigor una Constitución de
carácter liberal. Actualmente nos rige la Carta Magna que se redactó en 1917.

En entrevista, la Dra. Andrews comentó la importancia de examinar documentos


constitucionales históricos:

“Es útil para entender los orígenes y los diferentes intentos que se han hecho en el
país de establecer una Constitución que funcione. Sirve para entender el presente,
porque estamos en un momento en donde hay fuertes cuestionamientos a la
constitución de 1917: si es apta para la actualidad, si debe reformarse; cómo
debemos enfrentar los retos de organizar un gobierno que sea resistente a la
corrupción o al autoritarismo.”

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El surgimiento de «Las Siete Leyes»

Para entender el significado del dictamen constitucional de 1836 es importante


establecer un contexto político y social. La Dra. Catherine Andrews explicó al
respecto

“De 1824 a 1835 hay un periodo de crisis, rebeliones y pronunciamientos y en


general había mucho movimiento en el poder ejecutivo. Iban y venían presidentes.
Algunos políticos señalaron a la Constitución de 1824 como la causante de los
problemas y el descontento. Abogaban por una mejor organización para evitar
rebeliones. Es en 1830, cuando se pensó en reformar la Carta Magna, pero en el
32 se interrumpió el proceso debido a una revuelta que acabó con el gobierno de
Anastasio Bustamante, a favor de estos cambios.

Antonio López de Santa Anna fue presidente en los años siguientes. Su gobierno
propuso que la Iglesia estuviera bajo control total del Estado, lo que condujo a un
nuevo levantamiento de armas y sumó un nuevo acto fallido de reformar la
Constitución de 1824.

Se produjeron nuevas rebeliones que demandaron el centralismo y deciden hacer


caso a la voluntad popular. Es entonces cuando se transformó al Congreso
Constitucional a Congreso Constituyente y se comienza a redactar una Carta
Magna Centralista. “Las Siete Leyes” fueron proclamadas en 1836.

La primera ley hablaba sobre ciudadanía y derechos, la segunda del Supremo


Poder Conservador; en la ley número tres se indagó sobre el poder legislativo, la
cuatro correspondió al ejecutivo y la quinta al judicial. Las dos últimas se refirieron
al gobierno de las provincias y los departamentos y al final las maneras de
reformar.

Se debe poner atención en el Supremo Poder Conservador, ya que fue


contemplado como un cuarto poder capaz de revocar leyes o normas. Es por eso
que “Las Siete Leyes” comenzaron a tener mala fama, pues a este ente se le
calificaba de omnipotente. Al respecto, la Dra. Catherine explicó

“Es el primer intento de introducir un control de la constitucionalidad. También


tenía la capacidad de revocar actos judiciales y sentencias, o actos del poder
ejecutivo, como nombramientos por nepotismo o compadrazgos.”
 

El legado de las Siete Leyes


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Después de reunir documentos, examinar las constituciones anteriores y
posteriores a la de 1836, explorar la historia constitucional francesa, así como ver
otros ejemplos en América Latina, la Dra. Catherine Andrews propone en su
artículo que «Las Siete Leyes» influenciaron las Bases Orgánicas, el
constitucionalismo conservador posterior y el liberal.

Una de sus aportaciones es el amparo. Esta figura jurídica (aparecida en 1847)


busca proteger al ciudadano que alega que cierta ley vulnera sus derechos por
parte de alguna autoridad y si el poder judicial o el tribunal creen que es así,
establece que esa ley ya no es aplicable en él.

Otro legado de la Constitución de 1836 fue la idea de revocar leyes, pero no se le


da a un solo poder, existe un proceso.

“La constitución de 1857, que es la que antecede a la de 1917 solo retoma al


amparo, rechaza en la discusión continuar con los poderes para revocar las leyes
federales, ya no conservan esos procesos, pero en los 40 del siglo XIX sí
perduraba” concluyó la Dra. Catherine Andrews.
El artículo publicado en Historia Mexicana es parte de un libro en que actualmente
trabaja la Dra. Catherine Andrews. Se trata de una investigación que desarrolla la
historia anterior a la constitución de 1836. Se estudian diferentes modelos
pasados, proyectos y planes constitucionales que existieron desde 1812, con la
Constitución de Cádiz, hasta el 36, con ‘’Las Siete Leyes’’.

Catherine Andrews es Doctora en Historia de México por la Universidad de St.


Andrews, Escocia. Es autora de los libros Del Nuevo Santander a Tamaulipas.
Génesis y construcción de un estado periférico en México, 1770-1825 y De Cádiz
a Querétaro. Historiografía y bibliografía del constitucionalismo mexicano.

Sus líneas de investigación son la historia del pensamiento constitucional e ideas


políticas de México, la historia comparada del pensamiento constitucional atlántico
y la historia del pensamiento feminista.

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2.3 INTERVENCIONES EXTRANJERAS

La Independencia y las Intervenciones

México surgió a la vida independiente como una nación con gran extensión
territorial pero económicamente exhausta tras diez años de guerra. La
construcción de la nación enfrentaba grandes problemas, así como la necesidad
de definiciones sobre la organización política del país, sus instituciones y sus
leyes. Conservadores y liberales se enfrentaron durante más de 50 años por la
República o la monarquía y el estado laico.

La Independencia de México

Descubierta la conspiración de Querétaro, el 16 de septiembre de 1810, Miguel


Hidalgo llamó a la lucha por la Independencia acompañado por Allende, Aldama y
una docena de hombres. En unas semanas se incorporaron a sus filas decenas de
miles. La insurgencia por la Independencia se había iniciado.

Las primeras intervenciones armadas en México

México alcanzó la Independencia de España en 1821. Extenuado por diez años de


guerra, empobrecido, iniciaba la construcción de la Nación. Enfrentó desde ese
momento el acoso de las potencias extranjeras necesitadas de recursos naturales,
mercados donde colocar sus excedentes de producción, territorios para desbordar
a su población o enclaves políticos que facilitaran su influencia en el continente

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americano. En los primeros diecisiete años de vida independiente México sufrió el
ataque de dos naciones europeas: España y Francia.

2.3.1 PRIMERA INTERVENCION FRANCESA, 1836-1839

Con el triunfo de la República después de la guerra de tres años (1858-1860),


Benito Juárez fue electo presidente. Cuando los liberales recuperaron el poder, la
crisis económica se exacerbó, las deudas contraídas por liberales y conservadores
incrementaron a deuda externa, los países acreedores exigían el pago.

La Batalla del 5 de Mayo de 1862

El general Ignacio Zaragoza fue designado Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas
mexicanas al iniciarse la Intervención francesa. Defendió la ciudad de Puebla
amenazada por los conservadores desde el interior y los franceses desde el
exterior. México estaba dividido, el ejército de los conservadores peleaba al lado
de Francia.

El gobierno de Porfirio Díaz

Porfirio Díaz Mori gobernó México más de 30 años (1876-1880 y 1884-1911),


pacificó al país y logró un largo periodo de expansión económica sin precedente.
Modificó la Constitución para reelegirse una y otra vez, concentró el poder político,
económico y militar. La modernidad y el progreso porfiristas beneficiaron a unos
pocos y a los inversionistas extranjeros. Mientras tanto, un amplio sector de la
población en el campo, en las ciudades y en la industria sufría pobreza, despojos,
represión e injusticias laborales.

La Revolución social, 1910-1917

El 20 de noviembre de 1910 estalló la Revolución a la que llamó Francisco I.


Madero. Francisco Villa se levantó en el norte y Emiliano Zapata en el sur. En
mayo de 1911, el ejército revolucionario de Villa y Pascual Orozco tomó Ciudad
Juárez. Fue el derrumbe de la dictadura porfirista y un triunfo para Madero. Se
firmaron los Pactos de Ciudad Juárez; Porfirio Díaz renunció y salió al exilio. El
presidente interino, León de la Barra, convocó a elecciones.

La invasión a Veracruz

El 21 de abril de 1914, el Puerto de Veracruz fue bombardeado e invadido por una


flota militar de Estados Unidos. El pretexto fue la negativa de Huerta a aceptar una
exigencia de desagravio, izando la bandera de aquel país. No hubo declaración de
la guerra, el almirante Fletcher encabezó el bombardeo y la invasión. Hubo muerte
y destrucción. La defensa del puerto, por parte de la Armada de México y de la

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población, fue heroica. Los marines yanquis, con superioridad militar, ocuparon
Veracruz.

La expedición punitiva de Pershing contra Villa, 1916

Una vez derrotado Huerta por el Ejército Constitucionalista, los revolucionarios se


dividieron. Villa se declaró enemigo de Carranza y lo combatió. En el Bajío, fue
derrotado por el general Álvaro Obregón. Pancho Villa se replegó a la Sierra de
Chihuahua con un ejército muy diezmado y reorganizó a sus hombres en guerrillas
para recuperar fuerza.

Villa planeó un golpe militar para atacar los objetivos estadounidenses, así como
la destrucción, incendios y robos en el poblado y en la guarnición militar. El
presidente Woodrow Wilson envió, a territorio mexicano, una expedición militar
para perseguir y castigar a Francisco Villa y sus guerrilleros. Las tropas enviadas
por Wilson no pidieron permiso; entraron a Chihuahua cuando Carranza pretendía
apagar el incendio provocado por el ataque a Columbus.

2.3.2 LA INTERVENCIÓN NORTEAMERICANA, 1846 – 1848

La invasión de Estados Unidos a México, entre 1846 y 1848, ha sido el conflicto


más grave ocurrido entre nuestro país y la nación vecina. La guerra sostenida por
dos países desiguales, en 1847, marcó el devenir de cada uno. Para México el
resultado sería desastroso: pocos años después de haber alcanzado su
independencia de España, y cuando apenas comenzaba a consolidarse como
nación, perdió más de la mitad de su territorio. Mientras tanto Estados Unidos, en
plena expansión territorial y con un ejército bien armado, amplió sus fronteras
hacia el sur e inició con ello su consolidación como potencia continental.

La guerra entre México y Estados Unidos

La guerra de intervención de Estados Unidos contra México (1846-1848) tuvo


como objetivo expandir el territorio de la Unión Americana. La anexión de Texas
en 1845, que México nunca reconoció, abrió el mayor conflicto en la historia de los
dos países. Paralelamente, Washington insistía en la adquisición de Nuevo México
y la Alta California, ante la negativa mexicana. Las presiones aumentaron y
Washington inició campañas militares en Nuevo México, California, Texas, Nuevo
León, Coahuila y Chihuahua. El primer choque entre los dos ejércitos, tuvo lugar
en las márgenes del Río Bravo en abril de 1846. El presidente James Polk declaró
la guerra a México el 13 de mayo de 1846.

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Batallas del Valle de México

Las batallas en el Valle de México definieron la guerra con el triunfo del ejército
norteamericano. El plano de las batallas que libró el ejército encabezado por el
General Winfield Scott detalla la estrategia en el Valle de México: las rutas por las
que avanzaron, los efectivos que participaron en cada batalla, las bajas.

Los tratados de Guadalupe Hidalgo, fin de la guerra

La guerra de Estados Unidos contra México marcó el destino y rumbo de los dos
países. Después de la derrota y la ocupación de México, las pláticas para un
tratado de paz se iniciaron en enero de 1848. Nicholas Trist negoció a nombre de
Estados Unidos a pesar de que el presidente Polk le había retirado las facultades
para hacerlo. Con el país ocupado por las tropas de la Unión Americana, los
negociadores mexicanos encabezados por Bernardo Couto enfrentaron graves
problemas. Lo principal era que la guerra y la ocupación terminaran, y que las
tropas norteamericanas abandonaran México. La Unión Americana reclamó y
obtuvo Texas, la Alta California y Nuevo México. México perdió 2.4 millones de
kilómetros cuadrados, más de la mitad del territorio. Los negociadores mexicanos
lograron mantener la Baja California y territorios de Sonora. Trist aceptó renunciar
a las pretensiones de derecho de tránsito por el Istmo de Tehuantepec.

La guerra de Reforma

La guerra de Reforma (1858-1860) enfrentó a liberales y conservadores que


apoyados por la iglesia exigieron la anulación de la Constitución de 1857. Hubo
levantamientos armados. Ignacio Comonfort fue electo presidente, integró a su
gobierno a liberales y conservadores pretendiendo con ello restablecer la
imposible unidad.

2.4 REVOLUCIÓN DE AYUTLA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1857

El 1 de marzo de 1854 fue promulgado el Plan de Ayutla, un documento histórico


cuyo contenido versa en torno a la revolución que dio fin a la dictadura de Antonio
López de Santa Anna y convocó al Congreso Constituyente para formular y
promulgar la Constitución de 1857.

Este documento fue redactado en la hacienda “La Providencia”, por Juan Álvarez,
Ignacio Comonfort, Trinidad Gómez, Tomás Moreno y Rafael Benavides. El Plan
de Ayutla hizo escuchar el malestar, tanto del bando liberal como del bando
conservador, contra el gobierno dictatorial que se había impuesto.

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La destitución de Santa Anna, obedecía también al señalamiento del mandatario
como una amenaza a las garantías de las y los ciudadanos, a la integridad de la
República tras la venta llevada a cabo de la Mesilla, así como a los principios
democráticos y del federalismo.

El contenido del Plan de Ayutla consta de nueve artículos, destacando tres: el


cese de Santa Anna y sus funcionarios en el ejercicio del poder; designar a un
presidente interino, Juan N. Álvarez, y convocar a un congreso extraordinario
constituyente para redactar y promulgar una nueva Constitución, de carácter
representativa y popular.

A raíz de la promulgación del Plan de Ayutla, hubo aliados e inconformes; por


ejemplo, Nicolás Bravo, quien se pronunció en contra, llamando a continuar bajo el
gobierno de Santa Anna; o Juan Álvarez, quien en hizo de su conocimiento a
Ignacio Comonfort aceptar el Plan de Ayutla y ponerse a su servicio. 

El último gobierno de Antonio López de Santa Anna resultó ser un auténtico


fracaso, lejos de lograr la unidad y estabilidad política que se esperaba obtener
cuando se le permitió establecer un gobierno fuerte que se creía necesario para
obtener esos objetivos, consiguió un gobierno tiránico que lastimaba a todas las
esferas de la sociedad. Salvo algunas manifestaciones menores que fueron
duramente suprimidas, la mayoría de los grupos carecían de las armas y la
organización necesarias para oponerse al dictador.
Los únicos posibles adversarios de Santa Anna eran los caciques locales quienes,
contaban, al menos en su reducido espacio geográfico, con elementos necesarios
para disputarle el poder. Por esta razón, el gobierno central realizó una serie de
reformas que pretendían ir minando las fuerzas y apoyos de estos hombres
fuertes. Así el 31 de octubre de 1853, el coronel Florencio Villareal fue destituido
de la comandancia principal de Costa Chica, ordenándole que se presentara en la
capital de la República. Temeroso de posibles represalias por su cercanía a Juan
Álvarez, Villareal no se presentó pretextando una enfermedad.
En enero del año siguiente Ignacio Comonfort fue separado de la Aduana de
Acapulco de la que era administrador. Un poco más tarde, el gobierno central tuvo
noticia o fabricó la existencia de una conspiración de Faustino Villalba, quien en
combinación con Villareal y patrocinados por Juan Álvarez pretendía pronunciarse
con 150 hombres en Cacahuamilpa.
Para sofocar esta supuesta amenaza, el gobierno pensó trasladar al
Departamento de Guerrero a algunos cuerpos del ejército a los que tenía mayor
confianza, y posteriormente hacer una renovación de las autoridades, dejando
fuera del juego político a Juan Álvarez. Para evitar suspicacias, Santa Anna
comunicó a Álvarez que el movimiento de tropas tenía por objetivo asegurar el
puerto de Acapulco; que se hallaba amenazado de una invasión que en la

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California organizaba el conde Raouset de Boulbon. Bajo esta burda escusa se 
dispuso entonces que saliesen para Acapulco el 11° batallón permanente y el 2°
activo de Puebla y renovando la orden para que Florencio Villareal se presentara
en la capital “aunque fuera en camilla”.

Decidido a no permitir que la maniobra fructificara, el 27 de febrero expidió una


proclama desde su hacienda La Providencia, excitando a las fuerzas que le eran
fieles a no tolerar ya la tiránica administración de López de Santa Anna de quien
decía:
Por medio de intrigas y tortuosos manejos asaltó el general Santa-Anna el poder
supremo pocos meses ha, quien pérfido como siempre, burlando a los crédulos y
apoyándose en los proyectos, quiere sojuzgar a la nación, sin tener en cuenta la
mayoría inmensa de mexicanos que marcaremos el hasta aquí a sus temerarios
avances. Preciso es destruir su error, para que redunde en bien del país lección
tan provechosa.
¡Valientes compatriotas! Don Antonio López de Santa-Anna, que a su arbitrio
dispone de los destinos de nuestra patria, sirve de ciego instrumento a un partido
detestable que no contento con nuestra independencia, y enemigo jurado de la
libertad, trabaja sin descanso por arrebatarnos esos preciosos bienes, cuya
conquista nos costara cruentos sacrificios.
En ese momento se declaraba ya en franca rebeldía y por lo tanto, junto con
Ignacio Comonfort convino en la necesidad iniciar un levantamiento en forma que
derrocara de una vez por todo al dictador para lo cual en la misma hacienda se
reunieron con el general Tomás Moreno, que era el segundo jefe de la
comandancia del Estado de Guerrero, el Lic. Trinidad Gómez, Diego Álvarez y
Eligio Romero y allí redactaron el que hoy conocemos como el Plan de Ayutla. En
este documento se declaraba que cesaban en el ejercicio del poder público Santa
Anna y los demás funcionarios que hubiesen desmerecido la confianza de los
pueblos; al triunfo del movimiento se convocaría a un representante por cada
Estado o Territorio, quienes elegirían presidente interino quien, a los quince días
de haber entrado en funciones, convocaría un Congreso extraordinario que
constituyera a la nación en forma de República representativa popular. El ejército
sería cuidado y atendido, el comercio protegido liberalmente y puesto
provisionalmente en vigor el arancel aduanal promulgado durante la breve
administración de Juan B. Ceballos. Desde ese momento fueron derogadas las
leyes sobre sorteos, pasaportes, capitación.
Se determinó que quienes se opusieran al plan serían tratados como enemigos de
la independencia nacional, y por otra parte se invitaba para que lo suscribieran y
apoyaran a los generales Nicolás Bravo, Juan Álvarez y Tomás Moreno.
Una vez acordado y redactado el plan, se resolvió que lo proclamara el coronel
Florencio Villareal, quien lo hizo en la Villa de Ayutla el 1 de marzo de 1854,
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siendo casualmente ese día Miércoles de Ceniza. En Acapulco Ignacio Comonfort
hizo algunas modificaciones al texto del plan original, tratando principalmente de
atraer al movimiento a los federalistas.
Cuando en la capital se tuvo conocimiento de lo ocurrido en Ayutla, se intentó
estrangular el movimiento evitando que se extendiera por el resto de la República
dictándose órdenes a los departamentos de Puebla, Oaxaca, Michoacán y México
para que reforzaran sus guarniciones en las poblaciones limítrofes con el de
Guerrero mientras que se organizaba una expedición compuesta de cinco mil
efectivos y suficientes provisiones para la campaña que dirigiría en persona el
propio Santa Anna.
El 16 de marzo el presidente abandonó la ciudad de México confiado en que
obtendría un fácil victoria, suposición que fue reforzada cuando En el punto
conocido como el Coquillo, en el cruce del río Papagayo, tuvo lugar el 13 de abril
de 1854, el primer enfrentamiento entre las tropas de Santa Anna y las
revolucionarias comandadas por el coronel Villareal quien llevó la peor parte en la
acción, quedando prisioneros en poder de Santa Anna dos oficiales
revolucionarios José Miguel Indart, capitán de la primera compañía de San Marcos
y el también capitán Nicanor Vargas del Batallón de Costa Chica.
 En Acapulco Ignacio Comonfort quien tan sólo contaba con 600 hombres se hizo
atrincheró en el fuerte de San Diego desde donde repelió con éxito el ataque de
las tropas oficiales y rechazó la oferta de Santa Anna de entregar la plaza a
cambio de un soborno de 100 mil pesos.
Ante los pobres resultados y las condiciones climáticas desfavorables Santa Anna
se decidió a levantar el asedio sobre San Diego y retirarse.
En su repliegue Santa Anna destruyó todas las rancherías de las inmediaciones
de Acapulco y redujo a escombros los pueblos de Las Cruces, La Venta, Dos
Arroyos, Cacahuatepec. Pero no salió indemne pues durante su camino fue
constantemente hostilizado por las fuerzas de Tomás Moreno que el 30 de abril de
1854 le presentó batalla formal en el Cerro del Peregrino. Santa Anna perdió en
esa jornada más de trescientas bestias, la mayor parte cargadas de víveres,
municiones, armas y equipajes que fueron repartidas por el general Moreno entre
los vecinos de las inmediaciones que habían sufrido por las devastaciones de sus
pueblos.
Cuando el presidente Santa Anna regresó a la capital de la República, fue recibido
como un triunfador, pues se anunció que la campaña había sido un éxito, pero la
verdad pronto se hizo manifiesta. Lejos de apaciguar a los rebeldes, nuevos brotes
de insurrección estallaron en el territorio nacional.
En Michoacán el primero en sumarse a la revolución fue Gordiano Guzman, quien
encontró un fin trágico pero cuyo ejemplo alentó a Epitacio Huerta, Manuel García
Pueblita y otros más que corrieron con mejor suerte.

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En el norte Santiago Vidaurri se pronunció y en pocos días tomó la ciudad de
Monterrey, por su parte, en Ciudad Victoria, Juan José de la Garza se levantó en
armas, mientras que Vicente Vega lo hacía en San Luis Potosí.
A Principios de diciembre la revolución en el Sur tuvo un gran impulso pues
Ignacio Comonfort regresó de los Estados Unidos con abundantes recursos en
armas, municiones y dinero, que permitieron a los revolucionarios tomar la
iniciativa, obtener triunfos importantes y expandir su área de influencia.
 La situación se volvió insostenible para el régimen y así Antonio López de Santa
Anna abandonó la capital el 9 de agosto de 1855, renunciando al cargo de
presidente de la República unos días más tarde en Perote. (documento 5). Al día
siguiente la guarnición de la Ciudad de México se adhirió al Plan de Ayutla
poniendo fin al conflicto (documento 6).

CRONOLOGÍA
 Octubre de 1853.- Antonio López de Santa Anna destituye a Florencio Villareal de
la comandancia militar de la Costa Chica, afectando los intereses de Juan Álvarez.
Enero de 1854.- Por órdenes de Santa Anna, Ignacio Comonfort es separado de
su cargo de administrador de la Aduana de Acapulco.
1 de marzo de 1854.- Redactado en la hacienda La Providencia, propiedad de
Juan Álvarez, el coronel Florencio Villarreal proclama el Plan de Ayutla en contra
de la dictadura de Antonio López de Santa Anna.
10 de marzo de 1854.- Nicolás Bravo, desde su hacienda de Chichihualco, se
pronuncia en contra del Plan de Ayutla y llama a la nación a continuar bajo el
gobierno de Antonio López de Santa Anna.
11 de marzo de 1854.- en Acapulco, Ignacio Comonfort reforma el Plan de Ayutla.
Dicho plan desconocía a Antonio López de Santa Anna, se nombraría un
presidente interino que convocaría a un congreso que constituiría a la nación en
una república representativa popular, regida por instituciones liberales.
13 de marzo de 1854.- En Venta Vieja Juan Álvarez escribió a Comonfort, que
aceptaba el honor de ponerse al frente de las tropas que formarían el Ejército
Restaurador de la Libertad que sostendría el Plan de Ayutla reformado en
Acapulco.
16 de marzo de 1854.- Al frente de una división de cinco mil hombres, Antonio
López de Santa Anna sale de la Ciudad de México para combatir a los
rebeldes, dejando depositado en el Ministerio de Relaciones el pliego en que
designaba la persona o personas que debían sucederle en el mando, para el caso
de que no pudiera volver.

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30 de marzo de 1854.- Antonio López de Santa Anna, acompañado de Santiago
Blanco, ministro de Guerra, entra en Chilpancingo donde es objeto de una
fastuosa recepción.
11 de abril de 1854.- Gordiano Guzmán, antiguo insurgente y guerrillero liberal, es
fusilado en Huetamo por el coronel Francisco Cosío Bahamonde.
13 de abril de 1854.- en el punto conocido como el Coquillo, en el cruce del río
Papagayo, tiene lugar el primer enfrentamiento entre las tropas de Santa Anna y
las revolucionarias. el éxito fue contrario a los revolucionarios. El jefe de las tropas
pronunciadas que se batieron en esa acción fue Florencio Villarreal.
16 de abril de 1854.- Ignacio Comonfort ante el avance de las tropas santanistas
sobre la plaza, declara a Acapulco en estado de sitio.
19 de abril de 1854.- Ignacio López de Santa Anna arriba a las afueras del puerto
de Acapulco e invita a parlamentar a Comonfort quien rechaza la oferta.
20 de abril de 1854.- Antonio López de Santa Anna ataca sin éxito, en dos
ocasiones, el fuerte de San Diego, defendido por Ignacio Comonfort. Un
representante de Santa Anna intentó sobornar a Comonfort con una libranza de
100 mil pesos, pero fue rechazado.
22 de abril de 1854.- mueren Nicolás Bravo y su esposa en su hacienda de
Chichihualco. Los rumores de la época afirman que fue asesinado por orden de
Santa Anna por negarse a colaborar con él en contra de los revolucionarios de
Ayutla.
25 de abril de 1854.- en Acapulco, Antonio López de Santa Anna traslada su
campamento de las Huertas a las lomas del Herrador.
26 de abril de 1854.- en Acapulco, Antonio López de Santa Anna desiste de
atacar el fuerte de San Diego y se retira con dirección a la Ciudad de México.
—En Washington, el Senado norteamericano aprueba el Tratado de la Mesilla.
30 de abril de 1854.- tiene lugar la batalla del Cerro del Peregrino entre las
fuerzas santanistas y las revolucionarias comandadas por Tomás Moreno y
Encarnación Álvarez.
4 de mayo de 1854.- En su retirada rumbo a la Ciudad de México, Antonio López
de Santa Anna llega a Chilpancingo, donde permanecerá hasta el día 7 de mayo.
7 de mayo de 1854.- Tras abandonar Chilpancingo, Santa Anna es atacado por
Faustino Villalba en el paso de Mescala.
16 de mayo de 1854.- en la Ciudad de México, es recibido con un arco triunfal el
general Antonio López de Santa Anna.
24 de mayo de 1854.- el Ministerio de Guerra ordena al comandante militar del
estado de Guerrero que sea incendiado todo pueblo que se manifieste contrario al
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Supremo Gobierno y se ejecute a todo individuo sorprendido con las armas en la
mano.
31 de mayo de 1854.- en México, se ratifica el Tratado de la Mesilla.
7 de julio de 1854.- Juan José de la Garza, gobernador de Tamaulipas, se
pronuncia en Ciudad Victoria por el Plan de Ayutla.
9 de julio de 1854.- en nombre de la Revolución de Ayutla, Anacleto Tavares
toma Coyuca, Guerrero.
23 de julio de 1854.- Antonio Diez de Bonilla, gobernador del Distrito Federal,
promulga un bando contra los murmuradores, que serán juzgados como
conspiradores conforme a la ley de 1 de agosto de 1853.
24 de noviembre de 1854.- fuerzas liberales encabezadas por Epitacio Huerta y
Manuel García Pueblita atacan Morelia, defendida por los generales Domingo
Echegaray y Ramón Tavera.
1 de diciembre de 1854.- inicia un plebiscito convocado por Santa Anna
preguntando si debe continuar en la presidencia. 
El 9 de diciembre de 1854.- Tomás Moreno se enfrenta en la acción de Calvario,
cerca de Petatlán, Guerrero, a Félix Zuloaga.
12 de diciembre de 1854.- Marcial Caamaño se pronuncia en Huamuxtitlán por el
Plan de Ayutla.
13 de diciembre de 1854.- Juan Álvarez invita al general satanista Félix Zuloaga
a unirse con su brigada a la Revolución de Ayutla.
El 14 de diciembre de 1854.- Cuautla se adhiere al Plan de Ayutla.
El 19 de diciembre de 1854.- en Huajuapan se pronuncia el coronel Francisco
Herrera por el Plan de Ayutla.
13 de enero de 1855.- en la Hacienda de Nuzco se enfrenta Félix Zuloaga contra
tropas revolucionarias comandadas por Tomás Moreno.
16 de enero de 1855.- después de ocho días de sitio, Huetamo cae en manos de
los revolucionarios comandados por Luciano Martínez e Ignacio Díaz. El defensor
de la plaza, el coronel satanista Francisco Cosío Bahamonde, es fusilado al día
siguiente.
18 de enero de 1855.- la brigada de Félix Zuloaga acuerda desconocer al
gobierno de Santa Anna y engrosar las filas revolucionarias. Zuloaga se rinde a
Florencio Villarreal.
2 de febrero de 1855.- justificado en el plebiscito que convocó el año anterior,
Santa Anna expide un decreto en el que declara que es voluntad de la nación que
permanezca al frente del gobierno.

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26 de febrero de 1855.- fuerzas revolucionarias toman la ciudad de Chilapa,
Guerrero.
3 de marzo de 1855.- desde Iguala, Guerrero, Antonio López de Santa Anna da
órdenes al comandante militar de México para que Antonio Haro y Tamaríz sea
aprehendido y expulsados de la capital Octaviano Muñoz Ledo, Mariano Riva
Palacio, Furlong y otros a quienes considera desafectos a su régimen.
10 de marzo de 1855.- en Chilpancingo, Guerrero es fusilado el revolucionario
Francisco Rosendo Moreno, quien había sido hecho prisionero en la acción de
Petaquillas el 23 de febrero.
1 de abril de 1855.- tropas fieles al gobierno de Santa Anna entran sin resistencia
en Zitácuaro.
20 de abril de 1855.- el general liberal Santos Degollado toma Puruándiro.
22 de abril de 1855.- Miguel Negrete se pronuncia en Zamora en favor del Plan
de Ayutla.
El 5 de mayo de 1855.- Santa Anna y su ministro de Guerra, Santiago Blanco,
entran en Morelia.
13 de mayo, en Lampazos, Nuevo León, el general Santiago Vidaurri se
pronuncia contra la dictadura de Santa Anna con el Plan Restaurador de la
Libertad.
15 de mayo de 1855.- Antonio López de Santa Anna ocupa Zamora, abandonada
por Miguel Negrete sin presentar batalla. Si bien los revolucionarios abandonaban
sus posiciones, no se rendían por lo que la campaña en su contra no puede
juzgarse exitosa.
23 de mayo de 1855.- Santiago Vidaurri toma Monterrey y se declara gobernador
y comandante militar de Nuevo León.
25 de mayo de 1855.- la Villa de Guerrero, Tamaulipas, se pronuncia en favor de
la revolución.
9 de junio de 1855.- Declarando haber obtenido buenos resultados de su
campaña sobre Michoacán, Antonio López de Santa Anna regresa a la Ciudad de
México, sin embargo la revolución continúa y obtiene apoyo de varios puntos de la
República.
7 de julio de 1855.- el general Ignacio de la Llave se pronuncia en Orizaba a favor
del Plan de Ayutla.
El 22 de julio de 1855.- Ignacio Comonfort toma Zapotlán el Grande, Jalisco.
29 de julio de 1855.- Dolores Tosta esposa de López de Santa Anna salé de la
capital de la República. La opinión pública lo interpreta como un signo de la
próxima renuncia de Santa Anna a la presidencia.
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29 de julio de 1855.- Colima se adhiere al Plan de Ayutla y Comonfort la ocupa
sin resistencia.
8 de agosto de 1855.- para sucederlo en el poder ejecutivo, Santa Anna nombra
un triunvirato compuesto por Ignacio Pavón, presidente de la Suprema Corte, y los
generales Mariano Salas y Martín Carrera.
9 de agosto de 1855.- a las tres de la mañana, Antonio López de Santa Anna sale
de la Ciudad de México escoltado por un regimiento de lanceros y se dirige a
Veracruz.
12 de agosto de 1855.- Antonio López de Santa Anna publica en Perote un
manifiesto redactado en su finca El Encero donde renuncia a la Presidencia de la
República.
13 de agosto de 1855.- el Ayuntamiento y la guarnición de la capital se
pronuncian por el Plan de Ayutla y declaran presidente interino al general Rómulo
Díaz de la Vega, quien nombra una junta de representantes de la nación,
compuesta por dos individuos de cada departamento. La población de la capital
saqueó las propiedades de familiares de Santa Anna y de sus partidarios.
14 de agosto de 1855.- la junta de representantes en la capital nombra presidente
al general Martín Carrera.
18 de agosto de 1855.- Antonio López de Santa Anna se embarca en Veracruz en
el “Iturbide” rumbo al exilio.
4 de octubre de 1855.- En Cuernavaca de acuerdo con el Plan de Ayutla, es
elegido como presidente interino de la Republica el general Juan Álvarez.

“La comparación entre el texto original de la Constitución de 1857, el Proyecto que


presentó Carranza al Constituyente y la versión primera de la Constitución de
1917 es importante porque estos cuerpos jurídicos representan momentos
capitales de nuestra historia constitucional y de los proyectos de nación que
contenían.” 
 
5 de febrero de 1857, tras la apertura de sesión a voz del vicepresidente del
Congreso, León Guzmán, en el salón de sesiones de Palacio Nacional, leyó la
Carta Magna José María Mata, y al finalizar, más de noventa diputados desfilaron
ante el documento escrito, conforme se nombraba a sus respectivos estados, para
estampar su firma al calce y dar peso real a la nueva normatividad. Para cerrar
con broche de oro, Valentín Gómez Farías, el distinguido político liberal y
presidente del Congreso, entonces ya con 76 años de edad, juró la nueva Ley.
Los hombres que participaron en el gobierno emanado de la revolución de Ayutla
pertenecían a una nueva generación que buscaba cortar de tajo con cualquier
indicio del viejo régimen colonial.

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El 16 de junio de 1857 se presentó en Cámara el proyecto de Constitución
elaborado por Ponciano Arriaga, León Guzmán, Mariano Yáñez, José María de
Castillo, José María de Castillo Velasco, José María Mota y Pedro Escudero y
Echánove. Tras su discusión, la Constitución de 1857 quedó integrada por 8 títulos
y 120 artículos que garantizaba los derechos del hombre; la soberanía nacional;
dividía los poderes de la nación en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, donde se
depositaba el Poder Legislativo en el Congreso de la Unión que sería constituido
por una sola cámara, la de diputados; el Poder Judicial se integraría por tres
departamentos: la Suprema Corte de Justicia y los tribunales de circuito y de
distrito. Con respecto a los estados exige que adopten en su interior el régimen
republicano, representativo y popular, con una serie de restricciones que limiten la
soberanía estatal e impidan la disolución de la federación; se suprimen las
alcabalas y las aduanas interiores, medidas éstas conducentes al fortalecimiento
de la unión nacional.
Instituía el derecho de propiedad, y consagraba, entre otras, las libertades de
enseñanza, trabajo, pensamiento, asociación, comercio e imprenta. En ellas se
establecía el federalismo, la abolición de la esclavitud, la defensa de las ideas, y la
religión católica dejaba de ser oficial para abrir el panorama a la libertad de
credos. En resumen, se manifestaba el espíritu libre y soberano de las Leyes de
Reforma juaristas, y con ello se erguía una nueva concepción de país, de nación.

Esta Constitución fijaría la posibilidad de reformas posteriores en beneficio del


bien común y como medidas de adecuación a la realidad imperante. La
Constitución de 1857 se convirtió en la máxima ley que regiría sobre los destinos
del país; ninguna otra ley podría estar por encima de ella.
El 5 de febrero de 1917, sesenta años después, Venustiano Carranza promulgó la
Constitución que aún nos rige. La sede fue el Teatro de la República de la ciudad
de Querétaro, y entró en vigor el 1 de mayo. Surge cuando la revolución aún no ha
terminado, y pretende concentrar un nuevo orden bajo la ley. Con esto se trataba
de dar por terminada la lucha armada y regresar al orden legal.

Su base fue la Constitución predecesora, pero al emanar de la guerra


revolucionaria en un momento en que ésta aún no terminaba, zapatistas y villistas
aún luchaban por sus demandas, incluyó en sus planteamientos aquellos
fundamentos sociales que formaban parte de estas luchas, como la reforma
agraria, el municipio libre, la cuestión obrera, y la educación obligatoria y gratuita.
La Constitución de 1917 se consideró vanguardista, siendo ejemplo a nivel
internacional al ser la primera en incluir los derechos sociales en su texto. Constó
de 9 títulos, 136 artículos y 19 transitorios.
La Carta Magna está conformada por los siguientes títulos: I. De las garantías
individuales. II. De la soberanía nacional y de la forma de gobierno. III. De la
división de poderes. IV. De las responsabilidades de los funcionarios públicos. V.
De los Estados de la Federación. VI. Del trabajo y la previsión social. VII.

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Prevenciones generales. VIII. De las reformas a la Constitución. IX. De la
inviolabilidad de la Constitución.

Como la del 57, la Constitución de 1917 establecía el sistema federal, la


separación de poderes, la no reelección, un Poder Legislativo en dos Cámaras, y
una Comisión Legislativa Permanente. A diferencia de su antecesora, dio gran
fuerza al Ejecutivo.
La nueva Constitución trajo la protesta de los Estados Unidos ya que
consideraban que los artículos 3°, 27 y 123 lesionaban los intereses de los
extranjeros, a ella se sumó la queja de las compañías petroleras que veían
afectados sus intereses ya que el gobierno de Carranza trataba que los
hidrocarburos quedaran bajo el dominio de la nación. El conflicto tendría sus
puntos culminantes en los gobiernos que siguieron a Carranza.

2.5 INTERVENCIÓN FRANCESA Y SEGUNDO IMPERIO

Con la victoria de Benito Juárez en la guerra civil de 1858-1861 conocida como la


Guerra de Reforma, el nuevo gobierno mexicano se buscó un poderoso enemigo
al negarse a saldar las deudas que los conservadores, el bando perdedor, habían
contraído con Francia, España y el Imperio británico. Después de una serie de
negociaciones, España y Gran Bretaña reembarcaron sus tropas y abandonaron la
opción de la intervención, pero el Segundo Imperio francés continuó adelante.
Napoleón III buscaba sin duda volver a mostrar a Francia como una potencia
hegemónica que podía arbitrar asuntos internacionales.

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La idea de la intervención no solo nació por iniciativa de Napoleón III. Antes del
desembarco de las tropas imperiales francesas, los conservadores, que habían
sido derrotados en la finalizada Guerra de Reforma, habían contactado con
numerosas cortes de Europa para ofrecer el país a algún príncipe europeo, y sus
peticiones fueron bien recibidas por el emperador francés. Aparte de por
cuestiones financieras, París se embarcó en esta empresa por otros dos motivos
nada desdeñables: el primero, el mandatario francés quiso empeñar a su país en
una misión civilizatoria, algo típico del imperialismo y el colonialismo que estaba
comenzando a emerger en la época; el segundo, Estados Unidos estaba inmerso
en su propia guerra civil y era el momento propicio para establecer un
protectorado francés en México y eliminar la creciente influencia norteamericana.
La expedición original francesa contaba con 2400 soldados, frente a los 800
hombres que habían desplegado los británicos y 5600 españoles bajo las órdenes
de Juan Prim. Con la retirada de estas dos potencias, Francia decidió hacerse con
la capital mexicana. El ejército, reforzado con tropas llegadas de Europa, se puso
bajo el mando del general Charles Ferdinand Latrille, más conocido como el conde
de Lorencez. Con los refuerzos llegados de la metrópoli, las fuerzas francesas
alcanzarían los 6000 efectivos aproximadamente, una mezcolanza de unidades
coloniales y metropolitanas entre las que existían formaciones que habían
combatido recientemente en Crimea e Italia, por lo que tenían gran experiencia.

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El conde Lorencez y Napoleón III pensaron que este ejército expedicionario sería
suficiente para doblegar al nuevo gobierno mexicano, y no era descabellado pues
las condiciones sociales y sobre todo económicas del país vaticinaban un rápido
avance hacia la capital, Ciudad de México, desde su base en Veracruz. Y no
carecían de aliados, ya que miembros del derrocado partido conservador formaron
un gobierno paralelo que apoyaba la intervención. Sin embargo, el ejército
mexicano respondió rápidamente para intentar frenar la agresión francesa, cuyo
avance, después algunas escaramuzas y combates previos, se vio detenido en la
localidad de Puebla, en una batalla que quedaría grabada a fuego en el imaginario
colectivo nacional.

Allí se enfrentaron, un 5 de mayo de 1862, el ejército mexicano del general Ignacio


Zaragoza y el ejército francés del general Latrille. Zaragoza dispuso sus tropas en
el campo de batalla dejándole la iniciativa al enemigo, y se mantuvo en una
postura defensiva. Los franceses les superaban en número, armamento y
experiencia. Además, la oficialidad gala, sobre todo su jefe, despreciaron el valor
militar de los mexicanos, a los que calificaban de simples bandidos. En Puebla,
4000 soldados mexicanos derrotaron a 6000 franceses, toda una proeza que
alentó las esperanzas del Gobierno republicano de ganar la guerra.

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La batalla en realidad fue poco sangrienta, las fuerzas del conde Lorencez
sufrieron 117 muertos y 305 heridos, mientras que las unidades republicanas
mexicanas tuvieron 83 muertos y 232 heridos. La batalla de Puebla detuvo el
avance francés por el interior de México: el mazazo no había sido grande, pero sí
lo suficiente para replantear la estrategia que llevaría Francia en los años
siguientes. Napoleón III respondió a la derrota enviando 28 000 hombres al mando
del general Forey. La afrenta de que una tropa mal equipada y organizada hubiera
infligido una derrota al que muchos consideraban el mejor ejército del mundo no
podía quedar impune.

EL EFÍMERO SEGUNDO IMPERIO DE MAXIMILIANO DE MÉXICO (1864-1867)

El periodo de estancamiento de la guerra se alargó hasta inicios del año siguiente.


Tras reforzarse con los cerca de 28 000 hombres del general Forey que entre
septiembre y octubre de 1863 habían llegado de la metrópoli, el ejército francés se
puso una vez más en marcha hacia la capital mexicana. En su camino se
interpuso una vez más la población de Puebla. Un año antes, ni si quiera los
aguerridos zuavos, élite del ejército francés, habían conseguido doblegar la
resistencia mexicana, pero en esta segunda batalla la balanza se decantó al final
por las tropas de Forey, que consiguieron tomar la plaza después de un largo y
tedioso asedio para el que el general mexicano Jesús González Ortega había
contado con 22 000 hombres, mientras que Forey sumaba con 26 000. En este
enfrentamiento las bajas de ambos bandos fueron notablemente superiores al del
primer encuentro de mayo de 1862.

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Con el sitio de Puebla finalizado a mediados de mayo de 1863, la entrada francesa
en la capital no se hizo esperar, y el día 10 de junio el ejército de Forey marchaba
por las calles de Ciudad de México. No obstante, la guerra estaba muy lejos de
ganarse. Los políticos conservadores que habían sido expulsados en la Guerra de
Reforma vieron sus deseos rápidamente frustrados: el general Forey dio órdenes
de respetar las leyes juaristas en relación con la nacionalización de bienes de la
Iglesia y la libertad de culto. La administración francesa también ordenó la
creación de una Junta Provisional de Gobierno, que concluyó la idoneidad de una
monarquía moderada y hereditaria para México.
La Junta Provisional de Gobierno pensó entonces en ofrecerle el trono a Fernando
Maximiliano de Habsburgo. La comitiva mexicana encargada de llevarle la noticia
al duque austriaco, conformada por un nutrido grupo de conservadores y
eclesiásticos, llegó a su lugar de residencia en Trieste (Italia) en octubre de este
año, y en febrero del año siguiente, Maximiliano de Habsburgo aceptó convertirse
en emperador de México. De esta forma quedó constituido el a la postre
efímero Segundo Imperio mexicano, un ente subordinado al Segundo Imperio
francés. El flamante emperador no llegó a su nuevo país hasta el día 28 de mayo
y, para sorpresa de los conservadores, desde el principio llevó una política dirigida
a granjearse el apoyo de los liberales.
Las fuerzas del Gobierno republicano continuaban resistiendo a los franceses en
ciertos puntos y territorios de todo el país. La guerra de guerrillas que iniciaron los
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republicanos desgastó a las unidades galas, aunque nunca hasta el punto de
obligarlas a abandonara la lucha. El naciente Segundo Imperio intentó organizar
unas fuerzas armadas, aunque sin demasiado éxito. En una fecha tardía como
1866, tan solo contaba con 7650 soldados regulares, 9400 soldados auxiliares y
12 200 guardias rurales y policías, en total cerca de 30 000 hombres, mientras que
las fuerzas francesas alcanzaban los 38 000 efectivos. Por su parte, el ejército
republicano mexicano había aumentado considerablemente sus efectivos hasta
alcanzar unos números de aproximadamente 50 000 efectivos.
Sin embargo, el contexto internacional comenzó a jugar en contra de Maximiliano.
En el país vecino, en abril de 1865 la Unión logró imponerse finalmente a los
estados confederados. Estados Unidos estaba de nuevo reunificado y no tardaría
en tomar cartas en el asunto de lo que estaba ocurriendo en México. Un año
después, en 1866, los problemas comenzaron a acumularse para Francia. En
Europa, el Reino de Prusia, gobernado por Guillermo I y su canciller Otto von
Bismarck, puso en marcha una serie de conflictos armados cuyo objetivo final
sería la unificación de Alemania. Ante el inicio de las tensiones, Napoleón III
decidió replegar la mayoría de sus fuerzas de México, abandonando a Maximiliano
de Habsburgo a su suerte. Con la retirada francesa y el renovado avance
republicano, en 1867 el nuevo emperador cayó junto con todo su gobierno.

LAS CONSECUENCIAS DE LA INTERVENCIÓN FRANCESA

La descomposición del Segundo Imperio mexicano se sucedió rápidamente. Tras


la pérdida del control en los territorios que dominaba el imperio, Maximiliano y su
séquito más cercano se refugiaron en la ciudad de Querétaro. Allí, las últimas
fuerzas imperiales, agotadas sus raciones y municiones, capitularon tras 72 días
de asedio. Maximiliano fue capturado después de negarse a huir.
Entre los días 13 y 15 de junio de 1867, Maximiliano de México y sus
colaboradores Miguel Miramón (quién había sido un destacado líder conservador
en la Guerra de Reforma) y Tomás Mejía fueron condenados a muerte en un juicio
celebrado en el teatro Iturbide de Querétaro. El día 19 de junio, en el cerro de las
Campanas, los tres hombres fueron fusilados por un pelotón de siete soldados.
Antes de morir, el depuesto emperador llegó a decir:

“Voy a morir por una causa justa, la de la Independencia y la libertad de


México. Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria. ¡Viva
México!”

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Los restos de Maximiliano fueron embalsamados y trasladados a la capital
mexicana, donde fueron exhibidos en el convento de San Andrés. Tiempo más
tarde, el cuerpo fue trasladado de nuevo a su patria de origen, Austria, misión que
se encargó al almirante Wilhem von Tegetthoff y se realizó en la fragata Novafra,
la misma que había traído a Maximiliano a México en 1864.
Con su muerte y la desaparición del Segundo Imperio se cerraba en la República
mexicana un largo periodo de conflictos civiles y de intervención extranjera. Sin
embargo, México aún tendría muchos problemas que solucionar a lo largo de las
siguientes décadas y que llegarían hasta el mismo siglo XX.

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2.6 REPUBLICA RESTAURADA

Recuerde que:
• Durante la guerra de los tres años y la intervención francesa el principal
personaje de la política del bando liberal fue Benito Juárez, quien personificaba a
la República misma. Pero también algunos militares obtuvieron aprecio popular,
como el general Díaz. Por ello, cuando se restableció el orden Constitucional, los
principales actores políticos que se confrontaron fueron los experimentados
funcionarios civiles del gabinete de Juárez y los caudillos militares regionales. Una
de las consecuencias de los conflictivos años de 1857 a 1868 fue una hacienda
pública casi en bancarrota, por lo que era urgente emplear medidas con la
finalidad obtener ingresos para las finanzas del Estado.
Sabía que:
• Al periodo que va desde el triunfo del bando republicano sobre el imperio, hasta
el establecimiento del primer periodo presidencial del general Díaz se le denomina
la “República restaurada”.
• Durante el periodo de la “República restaurada”, B. Juárez fue electo presidente
de la República en dos ocasiones más, pero en la última no obtuvo la mayoría de
los votos.
• Una vez muerto Juárez, en 1872, el general Díaz se convirtió en una de las
figuras políticas más importantes del país. Por lo cual, el general Díaz siempre
aspiró a obtener la presidencia de México.
• El general Díaz tomó el poder político del país mediante el triunfo de la
sublevación militar que surgió en contra de la reelección de Lerdo de Tejada.
• Una vez en el poder, Díaz actuó hábilmente para crear una red política que le
permitiera establecer un cierto orden, y los mecanismos para permanecer en el
cargo del poder ejecutivo por más de ocho periodos, siete de manera consecutiva.
• Al sistema socioeconómico y político desarrollado durante las casi tres décadas
en que estuvo en la presidencia Díaz, se le denomina “Porfiriato”, puesto que el
general fungió como el máximo árbitro del sistema.
• Si bien el “Porfiriato” impulsó un gran desarrollo económico, también dio por
resultado una gran desigualdad socioeconómica, en la cual los únicos
beneficiarios fueron los inversionistas extranjeros y los grupos sociales allegados a
él.
Propósito: En esta unidad describiremos las acciones más relevantes de los
últimos periodos presidenciales de B. Juárez, así como del gobierno de Lerdo de
Tejada. También se señalará la manera en que el general Díaz asume el poder
político y las principales características del “Porfiriato”.

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Los gobiernos de Juárez y Lerdo de Tejada
Con el triunfo de la República sobre los grupos conservadores y la intervención
francesa se establece en nuestro país una relativa estabilidad política, puesto que
cesaron las presiones extrajeras para conquistar a México y concluye el
enfrentamiento entre los dos proyectos de nación que habían originado las
confrontaciones civiles durante casi las cinco primeras décadas de vida
independiente de nuestro país.
Después de restablecerse el orden constitucional, el gobierno extraordinario de
Juárez expidió el 14 de agosto de 1867 la convocatoria para las elecciones de
presidente de la República; presidente del Congreso de la Unión y de la Suprema
Corte de Justicia. Fue electo como responsable del poder ejecutivo para el periodo
1867-71 Benito Juárez, y Sebastián Lerdo de Tejada como vicepresidente y
presidente de la Suprema Corte de Justicia para el mismo periodo.
Una de las medidas más importantes de Juárez en este periodo fue reducir y
organizar el enorme ejército con que se contaba en esos momentos (de 80,000 a
25,000 efectivos). Tal acción tenía por finalidad controlar políticamente a los
caudillos militares que habían surgido durante la guerra de los tres años y la
intervención, así como proporcionar a la hacienda mayor presupuesto, puesto que
no tendría que pagar los sueldos de la milicia.
Otras medidas del gobierno de Juárez fueron: realizar acciones para llevar a cabo
el programa de las Leyes de Reforma y de la Constitución de 1857; expedir una
ley de Instrucción Pública, con la cual cancelaba al clero el monopolio de la
educación de la niñez y de la juventud; fundó la Escuela Nacional Preparatoria y
estableció un programa para el mejoramiento de la enseñanza profesional de la
Medicina, Ingeniería y Leyes.

La República Restaurada es el periodo que va desde el triunfo de los liberales


encabezados por Juárez sobre la intervención y el Imperio en 1867 y abarca los
gobiernos de Benito Juárez (1867 a 1872) y de Sebastián Lerdo de Tejada (1872 a
1876). La restauración republicana significó la victoria de la Reforma y el inicio del
México moderno, regido bajo los postulados de la Constitución de 1857.

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Reformas a la Constitución Política de la República Mexicana del 5 de febrero de
1857. 

Gobierno de Benito Juárez


 (1858-1872)

Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada


 (1872-1876)

Gobierno de Porfirio Díaz


 (1876-1880)

Gobierno de Manuel González


 (1880-1884)

Gobierno de Porfirio Díaz


 (1884-1911)

Gobierno de Francisco I. Madero


 (1911-1913)

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BLOQUE III: PORFIRIATO Y LA REVOLUCIÓN MEXICANA

3.1 PORFIRIATO: ASCENSO, CONSOLIDACIÓN Y DECADENCIA.

El Porfiriato fue una etapa en la que el general Porfirio Díaz se mantuvo en la


presidencia de México. Esto a pesar de que, en un inicio, estaba en contra de la
reelección. Posteriormente, él mismo se reeligió varias veces e impuso un
gobierno autoritario que no soportaba la crítica o el cuestionamiento. 

Dicha dictadura, aunada a la desigualdad social, nula libertad de expresión y otros


factores, ocasionó que se desataran revueltas armadas en su contra y que,
después, culminara con el estallido de la Revolución Mexicana. Cabe señalar
que esta etapa duró 35 años (de 1876 a 1911). 

Porfirio Díaz gobernó al país durante casi 30 años, entre 1876 y 1911, en siete
periodos presidenciales distintos. Este controversial personaje, defendido por
algunos por el desarrollo económico e infraestructural que impulsó en el país, y
condenado por otros por la falta de libertad política y la desigualdad que provocó
el modelo económico de su gobierno.
Un ejemplo de esto último son las fincas de henequén, en las que se practicaba
el esclavismo sin nombrarlo como tal, lo cual reporta el periodista
norteamericano John Kenneth Turner en una serie de artículos bajo el título de
“México bárbaro” en 1909. 

En 1908, Díaz dio una entrevista al periodista norteamericano James Creelman,


en la que declaró que México estaba listo para la apertura política y que no se
reelegiría. Muchos historiadores señalan este punto como decisivo para el
desarrollo político de los siguientes años.

Con la esperanza de participar en las elecciones de 1910, se consolidaron


partidos de oposición, como el Democrático, en el que participó Benito Juárez
Mata, hijo del Benemérito de las Américas, el Nacional Antirreeleccionista de
Francisco I. Madero y el Liberal Mexicano de los magonistas.

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Puede ser que las declaraciones de Porfirio Díaz ante la prensa extranjera fueron
para dar una cara distinta, democrática, ante el exterior, pero tal vez solo cambió
de opinión al ver de cerca el momento de dejar el poder.
Sea lo que haya sido, Díaz se postuló de nuevo a la presidencia, encarceló a
Madero y ganó. La gente estaba cansada y Díaz, además de las elecciones, se
había ganado suficientes enemigos.

Porfirio Díaz: presidente de México durante casi 30 años. Se le reconocen logros,


sin embargo, la revolución comenzó por sus abusos de autoridad y la desigualdad
económica de su régimen.

El porfiriato o porfirismo fue un período de la historia de México durante el cual el


poder en México estuvo bajo control del militar oaxaqueño Porfirio Díaz entre el 28
de noviembre de 1876 y el 25 de mayo de 1911.

Al esparcirse las noticias sobre la caída del Segundo Imperio Mexicano, el 20 de


junio de 1867, la bandera blanca se ondeó en la capital junto con la orden de cese
de fuego, iniciando con ello, el restablecimiento del gobierno republicano. El 22 de
septiembre se dio principio a las elecciones primarias, pero no tuvieron la
convocatoria suficiente porque gran parte de la población se abstenía de votar.

En las elecciones secundarias se optó por reelegir al presidente Benito Juárez


para dar inicio con la restauración de la República (1867 a 1871), incorporó
nuevas reformas legales para sentar las bases que regirían al Estado Mexicano
con la finalidad de limitar el poder Legislativo y fortalecer al poder Ejecutivo, así
como proveer de los mecanismos de organización necesarios para alcanzar la
reducción paulatina del ejército sin afectar el orden público.

Al final de su administración Benito Juárez decidió lanzar su candidatura para un


nuevo periodo presidencial. Los candidatos para ocupar el cargo del Ejecutivo
Sebastián Lerdo de Tejada y el General Porfirio Díaz, mostraron su inconformidad
ante la determinación del presidente, porque era evidente que no estaba dispuesto
a abandonar el poder.

Razón por la que el General Díaz incitó una rebelión mediante el Plan de la


Noria de 1871, que fue considerada como el primer levantamiento organizado para
impedir que Juárez contendiera de nuevo a la presidencia, sin embargo, al final su
intento no fructífero y Juárez resultó reelecto para desempeñar esa función hasta
diciembre de 1876, eliminando toda posibilidad de una transición del poder
ejecutivo.

Benito Juárez al continuar en la presidencia enfrentó movimientos armados que


intentaron deponerlo y a pesar de haberlos controlado reflejaron la inestabilidad

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política que se vivía en el país, sin embargo, Juárez tendría que dejar el poder a
causa de una grave enfermedad que lo llevó a la muerte antes de empezar el
nuevo periodo presidencial, por eso fue necesario convocar a elecciones
extraordinarias en el año 1872.

En la contienda electoral extraordinaria se volvieron a enfrentar el General Porfirio


Díaz y Sebastián Lerdo de Tejada quien obtuvo el triunfo y asumió su gobierno a
partir del 18 de julio de 1872, pero durante su administración se suscitaron
levantamientos rebeldes que incrementaron la inseguridad que se tenía sobre su
autoridad, siendo uno de los motivos por los que intentó concebir nuevas reformas
constitucionales que le permitieran legitimar su poder y prolongar su estadía en la
presidencia.

Lerdo de Tejada finalmente consiguió reelegirse, pero Porfirio Díaz, no aceptó los
resultados de esta contienda y en respuesta; se levantó en armas en Tuxtepec,
Oaxaca. Las hostilidades comenzaron desde el mes de enero de 1876, además la
causa de Porfirio Díaz se propagó con rapidez porque prometió acabar con el
acaparamiento del poder.

Desde la destacada participación de Porfirio Díaz en la defensa de la Segunda


Intervención Francesa (1862-1867), adquirió simpatía entre la población y al
prometer defender a toda costa la soberanía del país, le dio la credibilidad
suficiente para que confiaran en él, al prometer garantizaría el respeto a la
Constitución enunciando la frase “Sufragio efectivo; No reelección”.

Mientras tanto en octubre el Congreso avaló la reelección de Lerdo y a


continuación ordenó enfrentar a los rebeldes que se dirigían al centro del país,
encomendando la tarea al General del Ejército Federal Ignacio R. Alatorre quien
organizó un frente en contra de las fuerzas de Díaz.

La Batalla de Tecoác, le permitió a Díaz concretar el ascenso al poder. El 23 de


noviembre los rebeldes entraron a la estación férrea Buenavista, en la Ciudad de
México y en cuanto ingresó a la Ciudad de México fue recibido con el júbilo
acostumbrado para los vencedores de las batallas y tras proclamar oficialmente el
Plan de Tuxtepec, Lerdo renunció a su cargo y dejó el país en 1877.

Al asumir la Presidencia de la República el General Porfirio Díaz, se dio a la tarea


de restructurar al Ejército; reorganizar el Estado Mayor e impulsar la educación e
intentó impartir por un sistema educativo riguroso para lograr establecer escuelas
primarias y escuelas de artes y oficios. Mientras que en cuanto a la Educación
Militar, creó escuelas de especialización; asimismo, en este periodo el Colegio
Militar se trasladó al Castillo de Chapultepec.

P á g i n a 66 | 128
De igual manera, impulsó la modernización del armamento y de la industria militar,
permitiendo la adquisición de maquinaria europea y restableciendo la Fábrica de
Pólvora, en la que se rediseñaron los sistemas de cerrojo "Mondragón" (que fue el
primer fusil semiautomático en el mundo) y se mejoró la capacidad de disparo del
cañón Saint Chamond Mondragón Cal. 75 mm. y 80 mm.

Pero el gobierno que estableció fue cambiando paulatinamente a causa de


múltiples factores; existen dos realidades paralelas ya que, durante su
administración, el progreso económico del país fue indiscutiblemente ascendente y
permitió la construcción de vías férreas que poco a poco facilitaron el intercambio
comercial y a su vez, incentivó los rubros de la industria, minería y agricultura con
fines para exportación.

Mientras que los cambios tan abruptos tuvieron consecuencias desfavorables


como la explotación desmedida de los recursos naturales y el empobrecimiento de
los sectores más desprotegidos, miles de campesinos fueron afectados por la
construcción de las vías férreas, lamentablemente el crecimiento económico fue
en detrimento del bienestar de la población, generando una creciente
diferenciación social, generalizando descontento y oposición al gobierno
establecido.    

En el año de 1908, Díaz declaró en una entrevista publicada en la revista británica


Person’s Magazine que finalmente había decidido retirarse de la presidencia al
concluir su periodo constitucional en curso y de ninguna manera aceptaría otro
periodo presidencial, aunque esta declaración fue contra decida tan sólo dos años
después al comenzar con la promoción de su candidatura nuevamente.

De inmediato provocó la molestia y desagrado de diversos sectores, así como el


surgimiento de organizaciones liberales que difundieron demandas de carácter
político sufragistas e influyeron en el despertar de la conciencia política del pueblo
mexicano. Entre el 8 y 9 de mayo de 1911 los revolucionarios tomaron Ciudad de
Juárez y para el 21 de mayo se firmaron los “Tratados de Ciudad Juárez” en el
que Porfirio Díaz se comprometía a renunciar al cargo, finalmente se originó la
transición del poder, que fue motivada mediante el levantamiento de la lucha
armada, sucesos que dieron origen al siguiente proceso histórico conocido como
la Revolución Mexicana. 

P á g i n a 67 | 128
3.1.1 ASCENSO

El 1 de marzo de 1879 Fermín Riestra obtuvo el triunfo como gobernador,


incremento la llegada de comerciantes extranjeros, comenzaron a utilizar las
fuerzas armadas ante cualquier manifestación de incomodidad.
En 1883 Francisco Tolentino obtuvo el triunfo y con apoyo de la policía y el ejercito
pudo acabar algunas inconformidades; introdujo alumbrado público en la ciudad
de Guadalajara. En este periodo el cañón de Tepic se separó de Jalisco
definitivamente.
El regreso de Ramon Corona a Jalisco desempeño el cargo de ministro
plenipotenciario en España y Portugal, compitió en las elecciones para el cargo de
gobernador de Jalisco, el cual gano y asumió su puesto en 1887. Estimulo la
educación y la inversión extranjera, la industria y el comercio. El progreso del país
aumento con la llegada del ferrocarril México-Guadalajara.

3.1.2 CONSOLIDACIÓN

En 1871 Porfirio Díaz emite el Plan de la Noria contra Juárez. Diaz perdió las
elecciones de 1872. El 7 de febrero de 1876 Donato Guerra se pronuncia a favor
de el plan de Tuxtepec contra Sebastián Lerdo de Tejada.

En marzo de 1876 se le da la presidencia a José María Iglesias. Hasta el 8 de


enero de 1877 fue que el congreso del Estado de Jalisco reconoció el plan de
Tuxtepec. El 5 de mayo de 1877 Diaz toma la presidencia hasta 1911. Se
esperaba la reincorporación de Nayarit antes Cañón de Tepic. La consolidación
del poder de Diaz se da cuando fallece Ramon Corona el 11 de noviembre de
1889.

3.1.3 DECADENCIA

Principios del siglo XX se empezó a manifestar un desgaste en la red del poder


político del sistema del general Diaz.

Diaz establece nuevamente la figura de vicepresidente y aumenta su periodo de


gobierno de 4 a 6 años. en 1910 Diaz aseguro que no volvería a lanzar
candidatura. Madero se convirtió en el líder que el pueblo estaba buscando. En
1910 Diaz olvido su promesa y se lanzó nuevamente su candidatura. En su sexto
periodo 1900-1904 Diaz manifestó se apoyó al secretario de hacienda. En 1906
grupos flores magonistas se levantaron en armas en Coahuila. En febrero de 1908

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Diaz declaro que ya no quería continuar en el poder. 25 de mayo de 1911 luego de
la renuncia de Diaz inicio su interinato.

3.2 REVOLUCIÓN MEXICANA: MADERISMO

La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que inició en 1910, como


consecuencia del descontento popular hacia la dictadura de Porfirio Díaz, y que
derivaría en una guerra civil que transformaría radicalmente las estructuras
políticas y sociales del país.
La revolución comenzó con el levantamiento liderado por Francisco I. Madero, que
se oponía a la reelección del general Porfirio Díaz a la presidencia, dictador que
había gobernado el país por más de treinta años.

Principales causas de la Revolución Mexicana

 La desigualdad social y la concentración de la riqueza. Durante el Porfiriato,


el país tuvo un crecimiento económico importante. Sin embargo, la riqueza
quedó repartida en unas cuantas manos nacionales y en otras pocas
extranjeras.

 No existía la libertad política. El pueblo no podía elegir a ningún


representante dentro de los poderes estatales ni federales. Estos eran
impuestos por Porfirio Díaz, quien, pese a estar en contra de la reelección,
permaneció en el poder más de 30 años.

 Despojo de tierras a los campesinos. Díaz hizo una serie de reformas a la


legislación que facilitaban la entrada a compañías extranjeras para que se
adueñaran de “terrenos baldíos” los cuales pertenecían a indígenas,
campesinos o gente muy pobre que no tenía el dinero para trabajar sus
tierras y eran despojados de ellas.
P á g i n a 69 | 128
 Creación de latifundios. Las haciendas de gran extensión pertenecían a
unos pocos propietarios mientras la mayoría de los mexicanos moría de
hambre.

 Disminuyó la calidad de la enseñanza popular. El 80% de la población era


analfabeta.

 No había libertad de expresión. La prensa tenía prohibido emitir cualquier


tipo de opinión en contra del gobierno y las huelgas estaban prohibidas
para todos los sectores.

 Obreros y campesinos carecían de protección laboral por lo cual estaban


expuestos a la sobreexplotación. La mayoría de los trabajadores debían
cumplir con jornadas de más de 12 horas por un sueldo miserable de 75
centavos.

 Represión y uso de la fuerza. Las condiciones laborales eran pésimas, sin


embargo, cuando los trabajadores y campesinos trataban de manifestar su
inconformidad, fueron reprimidos brutalmente. Un ejemplo es el asesinato
de obreros durante la Huelga de Cananea (1906) y de Río Blanco (1907)

Consecuencias de la Revolución Mexicana

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La Revolución Mexicana es una de las primeras revoluciones sociales del siglo XX
y fue la responsable de meter a México en el siglo XX. Entre sus logros y
consecuencias podemos mencionar los siguientes:

 Renuncia de Porfirio Díaz

 Promulgación de una nueva constitución en 1917

 Nacionalización del suelo y subsuelo

 Reforma agraria

 Reforma a la ley de educación pública

 Nacionalización del petróleo

 Mejora de la situación laboral de los trabajadores

 Creación del sindicalismo

 Repartición de los latifundios entre el campesinado El Porfiriato

La Revolución Mexicana fue iniciada por Francisco I. Madero, y se dice que inicia
con la formación del movimiento antirreeleccionista, pero quien era Madero?,
Madero era hijo de un hacendado del norte provenía de una de las familias más
ricas de México de aquella época, tal vez la familia más rica en el país, Madero a
los quince años fue a terminar sus estudios a los Estados Unidos y después a
Francia, se dice ahí tiene contacto con el espiritismo (Corriente espiritista), vuelve
a México a ocuparse de los negocios de su familia, que era numerosa, regresa a
su hacienda, San Pedro de las Colonias donde radicaría, se casa con una  joven
Doña Sara  Pérez, era filántropo, tenía interés en los negocios y favorecer a las
personas que trabajaban con él y a los hijos de ésas personas, practicaba la
Homeopatía, era persona buena, disciplinada de buenas intenciones, culto, le
gustaba leer. Posteriormente conoce a los hermanos Flores Magón y los ayuda
económicamente, aunque estaban en el exilio, los ayuda para seguir con su
periódico Regeneración (del partido Liberal de 1901), los ayuda porque creé que
puede incursionar en la lucha electoral, Madero se da cuenta que no era posible
combatir democráticamente al sistema, pues en el porfiriato, Madero se da cuenta
que existía una clase media que no podía desarrollarse. También se preparó
ideológicamente para un cambio (Escribió la sucesión ideológica) y para
entrevistarse con Porfirio Díaz, políticamente se preparó con una red de apoyo
que tendió a nivel nacional y económicamente se preparó vendiendo sus
propiedades, todo ello para su movimiento y moralmente también se preparó con
sus creencias espiritistas. Madero organizo el centro “antirreeleccionista de
P á g i n a 71 | 128
México” viajo por todo el país, en el viaje sólo eran  cuatro personas (su esposa,
un compañero orador, Roque Estrada, un taquígrafo y el) en ferrocarril a proponer
sus gestiones de cambio en el país en Abril de 1910 se hace la “convención
nacional antirreeleccionista” y lo nombran candidato a la presidencia y candidato a
la vicepresidencia a Francisco Vázquez Gómez y un día antes de la elección de
éstos nombramientos, Madero se entrevista con Porfirio Días con la mediación de
Teodoro Deésa gobernador de Veracruz, Madero abrigaba la idea de participar en
las elecciones de manera libre con la condición de que,  si  Díaz  perdía podía ser
Vicepresidente, pero sólo se habló de temas ajenos al objetivo de Madero.
La revolución estalla el 20 de Noviembre de 1920 y pone fin a la prolongada paz
porfiriana, estalla por las injusticias que se dan a las elecciones que se consideró
como un gran fraude electoral, hace un llamado desde San Luis Potosí a  tomar
las armas, aunque hace un paréntesis en lo planeado para no interrumpir los
festejos del gobierno  por  el centenario de la independencia, durante el desarrollo
de la revolución hay que recordar que murieron muchos mexicanos, y entre
migrantes, violencia epidemias y hambre, México quedo con 15.4 millones de
habitantes.
La revolución se dividió en diferentes movimientos: El movimiento campesino del
estado de Morelos con Emiliano Zapata, Movimiento sociopolítico en la zona Norte
con José María Maytorena, el magonismo ya citado, En chihuahua con Abraham
González, Pascual Orozco y Francisco Villa, hasta la culminación con los tratados
de ciudad Juárez con el que se firmó la paz, recordar que El plan rector del
Movimiento Revolucionario de Madero era el Plan de San Luis en el que
posteriormente quedaría como presidente interino Francisco León de la Barra en
el que habría divisionismo, se convoca a elecciones y Francisco I. Madero es el
nuevo presidente electo pero con un gabinete porfirista, le sigue el proceso
contrarrevolucionario de Bernardo Reyes y Félix Días  y finalmente la decena
trágica del 9 al 19 de Febrero de 1913 que se sustenta en la traición de Victoriano
Huerta por influencia del gobierno estadounidense a través del embajador Henry
Line Wilson, al final de éste pasaje y para justificar su golpe de estado Huerta, la
noche del 22 de Febrero mandó trasladar a Madero y a Pino Suarez a la
penitenciaria del Distrito Federal donde son asesinados.

3.2.1 EL MADERISMO Y LA REVOLUCIÓN MEXICANA: ¿EN QUÉ


CONSISTIERON?
Los efectos de esta etapa de la historia de México aún están en la cultura del país
latinoamericano.
Poco o muy poco se ha hablado de uno de los momentos más cruciales en la
historia político-social de México, pero a principios del siglo XX ocurrieron una
serie de acontecimientos que marcaron la trayectoria y destino del país durante 10
años. El movimiento del maderismo, por su ideólogo Francisco I. Madero (1873 -

P á g i n a 72 | 128
1913), fue un corto pero intenso período de revolución política en el país
latinoamericano.
El maderismo no duró más que un año y medio, entre otras cosas, por su escasa
naturaleza revolucionaria, por desavenencias internas del movimiento y,
finalmente, por un Golpe de Estado militar que se llevó a cabo en el año 1913 por
el general Victoriano Huerta y con el beneplácito de los Estados Unidos, que
apoyó política y logísticamente el levantamiento contra el maderismo. Sin
embargo, los efectos de esta etapa aún resuenan en la cultura de México. "
Los precedentes del maderismo
Ningún levantamiento político o social se puede explicar si entender los
antecedentes. México vivía desde hacía décadas una época de hermetismo
gubernamental, corrupción política y malversación de fondos públicos. José de la
Cruz Porfirio Díaz (1830 - 1915), presidente del país durante casi 30 años,
pretendía prolongar su mandato con un decreto que crispó los ánimos de la
sociedad.
El período que Díaz estuvo en el poder, conocido como el “porfirismo”,  sentó las
bases de un gobierno dictatorial, represor con los derechos civiles (tales como
libertad de prensa y organización) y que dirigió México con mano de hierro.
Impuso su legitimidad excusándose en la estabilidad y paz que se había
establecido en el país de épocas anteriores. Como suele darse en este tipo de
sistema político, Porfirio venía de una trayectoria militar sobresaliente, con apoyo
de las élites y el respaldo del ejército.
A pesar de la mejora económica en términos generales y la modernización del
país, el mandato del dictador Porfirio se caracterizó por el empobrecimiento de la
mayoría social, especialmente la agraria, que veía cómo sus condiciones se iban
deteriorando cada vez más. Por si fuera poco, el personalismo y despotismo que
adquirió el gobierno porfirista avivó aún más las voces contrarias a él.

El papel de Francisco Madero


Como no podía ser de otra manera, el maderismo tenía como representante a su
máximo representante, Francisco Madero, que inició su andadura en la política en
el año 1904, liderando políticas antirreeleccionistas para evitar así un nuevo
mandato del gobernador de su estado, Coahuila. Más tarde, se involucró y apoyó
al Partido Liberal Mexicano en aras de impulsar un cambio más radical para el
país. No obstante, por discrepancias ideológicas abandonó el partido.
Fue ese mismo año, 1906 cuando fundó el Partido Antirreeleccionista, que tenía
su fundamento ideológico en la reforma del sistema electoral mexicano,
haciéndolo más participativo, más democrático y con el objetivo final de eliminar la
lacra de la corrupción política. Aunque se le dio menos importancia por su breve
incidencia en la vida pública, el maderismo también recogía reformas del sistema

P á g i n a 73 | 128
sanitario y educativo, haciéndolo más accesible al pueblo llano, medidas bastante
avanzadas para su época.
De esta manera, Francisco luchó con igualdad de fuerzas contra el presidente
Porfirio en una batalla social y electoral, pero no consigue siquiera participar en las
elecciones. Porfirio decide encarcelar a Madero, asustado del apoyo popular que
estaba adquiriendo su movimiento y persona. Evidentemente, Díaz vuelve a ganar
las elecciones y Madero decide exiliarse en EE.UU. al fracasar su intento de ser
vicepresidente.
Plan de San Luís y caída del porfirismo
Frustrado por haber fallado en su plan de asaltar el poder por vías legales y
democráticas, Madero entendió que la única manera de hacer caer a Porfirio
era mediante la violencia y levantamiento popular. Así lo hizo con el famoso Plan
de San Luís de 1910, donde llamaba a las armas para el 20 de noviembre de ese
mismo año. El escrito pedía a toda la oposición el veto al gobierno reelegido, unión
contra el mismo y a la lucha directa con las armas.
Fue tal el éxito al llamamiento a la rebelión, que en tan sólo pocos meses todo el
país estaba en manos de los sublevados, guiados principalmente por las
promesas del maderismo a mejorar las condiciones del proletariado y trabajadores
asalariados, con medidas como la expropiación de tierras y reformas agrarias
profundas. Todo ello precipitó el exilio de Porfirio a los EE.UU.

Fracaso del maderismo


Para desgracia del país, el maderismo resultó ser un espejismo. Francisco I
Madero no cumplió la mayoría de sus promesas para con los agricultores. Tomó
un carácter mucho más reformista y moderado de los esperado, decepcionando a
sus seguidores. Tímidas medidas de redistribución de la riqueza, del sistema
productivo y más libertad política, no fueron suficientes para legitimar al gobierno
maderista.
Entre contrarios dentro de su mismo seno, y los porfiristas nostálgicos, el
maderismo se encontró acorralado y sin margen para maniobrar. Por estos
hechos, el mandato sólo duró 15 meses, lleno de inestabilidad y luchas fratricidas
que fueron seguidas por un Golpe de Estado en el 1913 de la mano de Victoriano
Huerta. Curiosamente, este momento histórico marcaría el porvenir de la siguiente
década del país mexicano, sumiéndose nuevamente en revueltas populares y
represión militar.

P á g i n a 74 | 128
3.2.2 LUCHA DE FACCIONES

La etapa de lucha de facciones hace referencia a los distintos grupos que se


crearon en la Revolución Mexicana, que mantenían ideologías e intereses
diferentes y que fueron los motivos de la prolongada lucha. 
Desde su comienzo, la revolución mexicana, no tuvo un carácter homogéneo, sino
que consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados
por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de
la nación. 
En agosto de 1914 se desintegró el huertismo y Obregón entró a la ciudad de
México, mientras que los ejércitos de Villa y Zapata, que actuaban
independientemente de Carranza y que habían logrado destruir diversos y
poderosos ejércitos federales, en una campaña que duró de noviembre de 1911 a
agosto de 1914, no fueron considerados ni convocados para tomar las decisiones
que restablecerían la paz y regresarían el país al orden constitucional. Ante esta
situación y en cumplimiento del Plan de San Luis Potosí, que establecía la
realización de acuerdos entre los jefes revolucionarios para tomar decisiones
sobre el rumbo de la revolución, los jefes militares convocaron a una reunión, la
Convención de Aguascalientes, en octubre de 1914.
En ella los jefes militares nombraron al coahuilense Eulalio Gutiérrez como
presidente provisional, para convocar a nuevas elecciones; sin embargo, Carranza
no aceptó los resolutivos de la Convención y, como Primer jefe del Ejército
Constitucionalista, ordenó la retirada de su ejército hacia Veracruz, en donde fijó
su gobierno provisional y se preparó para combatir a villistas y zapatistas.
Los norteamericanos habían bloqueado y luego ocupado los puertos de Veracruz
y Tampico, en abril de 1914; pero ante los resultados de la Convención y el

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traslado de Carranza a Veracruz desocuparon el puerto, dándole así al Primer
Jefe un reconocimiento no oficial, mientras que, en noviembre de 1914, entraron a
la ciudad de México los ejércitos zapatistas y villistas, acordando un pacto militar
para enfrentar al carrancismo.
La derrota de los ejércitos campesinos se realizó mediante la fuerza política,
militar y con el asesinato. Para combatir el apoyo popular a los líderes
campesinos, en enero de 1915, el carrancismo emitió desde su auto destierro en
Veracruz lo que llamó la Ley del 6 de enero; mediante la cual prometía una
redistribución y dotación territorial en forma de ejidos, y atender las reclamaciones
sobre despojos de tierras, que era lo que había iniciado la revuelta zapatista y
villista.

DEL 6 AL 7 DE ABRIL DE 1915, BATALLA DE CELAYA.


Secretaría de la Defensa Nacional | 01 de abril de 2019

Durante la Revolución Mexicana, las diferencias entre las facciones


revolucionarias se volvieron contundentes, particularmente durante el desarrollo
de la Convención de Aguascalientes, por lo que se inició la etapa conocida como
Lucha de Facciones, en la que se enfrentó el Ejército Convencionista, comandado
por el General Francisco Villa y el Ejército Constitucionalista bajo el mando del
General Álvaro Obregón.

Las diferencias llegaron al campo de Batalla, en Celaya, Guanajuato, acontecieron


una serie de combates que terminaron con el poderío villista y dieron la victoria al
Ejército Constitucionalista. 

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La primera batalla se libró del 6 al 7 de abril, al avanzar los villistas sobre Celaya,
sin embargo, fueron detenidos por el dispositivo de defensa de Obregón, durante
el día 7 se consumó la derrota de Villa. Del 13 al 15 de abril se desarrolló la
segunda batalla, que resultó un desastre para los villistas.

Después de las batallas, paulatinamente Villa perdió su fuerza militar, limitándose


a partir de entonces, a combatir de forma aislada. De este modo, el gobierno de
Venustiano Carranza se consolido, la estabilidad alcanzada le permitió promulgar
la Constitución Política de 1917.

El constitucionalismo, villismo y zapatismo, lograron derrotar al gobierno ilegítimo


de Victoriano Huerta en julio de 1914. Sin embargo, cuando ocurrió esta victoria
las diferencias entre Villa y Carranza habían llevado a la ruptura entre ambos
ejércitos. El Primer Jefe intentó evitar el enfrentamiento entre las corrientes
revolucionarias convocando a una Convención en la ciudad de México.
Villa no aceptó y se acordó celebrar una Convención Revolucionaria en la ciudad
neutral de Aguascalientes. En ella debían estar representadas todas las
corrientes, su objetivo sería discutir y aprobar el programa de gobierno
revolucionario.

Esta asamblea decidió asumir la soberanía del país, hacer a un lado a los tres
grandes caudillos, Carranza, Villa y Zapata, y elegir a un nuevo presidente de la
República nombrado por la propia Convención. Carranza rechazó la decisión. La
asamblea deliberante formuló un programa de reformas políticas, económicas y
sociales que incluyó las principales demandas enarboladas durante la lucha
revolucionaria. Estas leyes representan un antecedente de la Constitución de
1917.

3.1.3 TRIUNFO DEL EJERCITO CONSTITUCIONALISTA Y CONGRESO


CONSTITUYENTE

TRIUNFO DEL EJÉRCITO CONSTITUCIONALISTA


El 20 de agosto de 1914 el general Venustiano Carranza al frente del Ejército
Constitucionalista entraba triunfante a la ciudad de México, finalizando así la
“segunda etapa armada de la Revolución Mexicana”. Pero que había sucedido
antes para provocar nuevamente la fiebre revolucionaria en México.
Tras el cuartelazo que el general Victoriano Huerta hizo contra Francisco I.
Madero en febrero de 1913, para quitarlo de la presidencia de la república y

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después asesinarlo, este usurpa el poder nacional, provocando una nueva
revolución armada entre el pueblo mexicano. Venustiano Carranza, entonces
gobernador de Coahuila, desconoce a Huerta y proclama el Plan de Guadalupe.
Una vez hecho el llamado para el reinicio de las actividades bélicas en el país,
Carranza, Obregón, Villa y Zapata hacen renunciar y exiliar de la nación con sus
victorias militares al traidor Huerta. Tras firmar los tratados de Teoloyucan en
donde el Ejército Federal se rinde al Ejército Constitucionalista, Carranza finiquita
el periodo huertista en el poder, y se promueve como presidente de México.
La causa revolucionaria constitucionalista vio sus primeros frutos en los Tratados
de Teoloyucan el 13 de agosto de 1914, en el que se pactó la disolución del
Ejército Federal y la entrada del Ejército Constitucionalista a la Ciudad de México.
Desde días antes del arribo de Venustiano Carranza, Primer jefe del Ejército
Constitucionalista, el General Álvaro Obregón encabezó el desarme de las fuerzas
federales para garantizar su seguridad.
Finalmente, la entrada de Carranza a la ciudad acaeció el 20 de agosto de 1914,
acto que representó la esencia del triunfo revolucionario.
Carranza fue escoltado por su Estado Mayor, y acompañado por el General Álvaro
Obregón, jefe del Ejército del Noroeste y el General Juan G. Cabral, comandante
Militar de la Plaza de México. A las 12:30 horas replicaron las campanas de la
catedral metropolitana, uniéndose al festejo popular, la Guardia Constitucionalista
del Palacio Nacional rindió honores con una salva de 21 cañonazos.
Multitud de gente se dio cita en las aceras de la ciudad de México el 15 de agosto
de 1914 para mirar el paso de los revolucionarios norteños. Mujeres, niños,
ancianos, hombres, civiles y ex soldados vieron con curiosidad a la columna que
desfiló por esas calles con tanta tradición en la historia.
Si bien en términos militares la capital no tenía mucha importancia, políticamente
sí lo era. En primer lugar, el arribo de las fuerzas constitucionalistas a la ciudad de
México representó la rendición incondicional del gobierno huertista. Era una
victoria total que no había dejado siquiera lugar a una amnistía general.
Es decir, al no hacer ninguna concesión se tenía la sensación de una victoria sin
cortapisas. Desde la caída de Tenochtitlan, México ha sido la residencia del poder
por excelencia. Simbólicamente la entrada del Ejército Constitucionalista
significaba que había ganado la guerra.
Los constitucionalistas entraron por Tlalnepantla y siguieron el camino de
Azcapotzalco, Tacubaya, Popotla, la Tlaxpana, hasta llegar a Chapultepec. Al
llegar a este último lugar y en su cruce con la Calzada de La Verónica, los
revolucionarios relevaron a una fuerza federal que estaba encargada de custodiar
el punto.
El remplazo de las fuerzas militares federales por las revolucionarias representó el
cumplimiento de uno de los acuerdos de los Tratados de Teoloyucan, firmados
P á g i n a 78 | 128
apenas dos días atrás. Ahora la tropa a cargo de Álvaro Obregón asumía la
responsabilidad de dar protección y evitar los saqueos.
También significó que el valor humano y material que constituía el ex Ejército
federal quedaba a disposición de los constitucionalistas para ser utilizado cuando
así lo requiriese y se logró la desarticulación del peligro potencial que
representaban para ser utilizados por sí mismos como corporación o por una de
las corrientes ajenas al carrancismo.
Álvaro Obregón encabezaba la columna de 6000 hombres. Era el único caudillo
invicto de la revolución. De él se contaban innumerables hazañas y la gente quería
apreciarlo de cerca.
La entrada del sonorense antes que cualquier otro jefe revolucionario representó
una hábil estrategia de Carranza para tratar de asegurar la lealtad de uno de sus
más eficaces jefes militares. Seguramente esta concesión fue pensada
detenidamente.
Para entonces el de Sonora ya había dado indicios de cierta autonomía e
independencia de juicio con respecto a la primera jefatura.

CONGRESO CONSTITUYENTE
219 hombres ilustres sensibles de las necesidades sociales, discutieron un
proyecto de Constitución adelantado a su tiempo que más tarde sería referencia
para otras potencias.

P á g i n a 79 | 128
La primera ocasión en que Carranza manifestó el propósito de convocar a un
Constituyente, aparece en un cable con fecha del 3 de febrero de 1916 en el que
dice: “...Cuando la paz se restablezca, convocaré congreso debidamente electo
por todos los ciudadanos, el cual tendrá carácter de constituyente para elevar a
preceptos constitucionales las reformas dictadas durante la lucha”

Así, el 14 de septiembre 1916 el encargado del Poder Ejecutivo de la Unión,


convocó y fijó por decreto las fechas, términos y el lugar en que un Congreso
Constituyente habría de celebrar -durante dos meses- las sesiones de trabajo. La
convocatoria oficial conformada por 16 artículos, se publicó 5 días más tarde, el 19
del mes y año corriente a través del bando solemne en todo el país.
El proceso de integración del Congreso

P á g i n a 80 | 128
Para formar el Congreso Constituyente, el Distrito Federal y cada estado, nombró
un diputado propietario y un suplente por cada 60 mil habitantes o fracción de
población que pasara de 20 mil, teniendo como referencia para ello el censo
general de la República de 1910. La población del Estado o territorio menor de la
cifra que se había fijado en esta disposición, elegiría, un diputado propietario y un
suplente.
La Asamblea Constituyente se integró de 219 diputados quienes sesionaron de
manera previa del 27 al 30 de noviembre de 1916, para más tarde hacerlo como
Congreso Constituyente desde el 1 de diciembre de ese mismo año hasta el 31 de
enero de 1917, cuando finalmente se protestó y firmó la Constitución que hoy nos
rige. La Carta Magna de 1917 adquiere un sentido humano, cercano, a través de
la vida de sus diputados.
El constitucionalismo fue la corriente triunfante de la Revolución Mexicana. Logró
la victoria sobre el villismo y el zapatismo. Venustiano Carranza pudo establecer
su gobierno en la ciudad de México e iniciar la pacificación de todas las regiones
del país y el establecimiento del orden constitucional. Inició la etapa constructiva
de la Revolución, con la Convocatoria del Congreso Constituyente que se celebró
en la ciudad de Querétaro entre diciembre de 1916 y enero de 1917. La
Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917 plasmó las principales demandas
sociales, económicas y políticas de la Revolución y estableció un nuevo orden que
asumió como su principal función cumplir con el programa de la Revolución y ser
el eje articulador del desarrollo de la Nación mexicana en el siglo XX.

► Decreto que convoca a un Congreso Constituyente (septiembre 14, 1916)


► Convocatoria al Congreso Constituyente (septiembre 19, 1916) 
► Ley Electoral para la Formación del Congreso Constituyente(septiembre 20,
1916) 
► Directorio del Congreso Constituyente y Comisiones
► Lista de Diputados al Congreso Constituyente 1916-1917 
 

REGLAMENTO DEL CONGRESO CONSTITUYENTE


►Reglas sobre la Instalación del Congreso Constituyente, emitidas por Venustiano
Carranza (octubre 27, 1916)
► Dictamen de Reformas al Reglamento Interior del Congreso(diciembre 4, 1916) 
► Discusión del Dictamen de Reformas al Reglamento Interior del
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Congreso (diciembre 4, 1916)
► Reformas al Reglamento Interior del Congreso, aprobadas por el
Constituyente (diciembre 4, 1916) 
► Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados
Unidos Mexicanos (diciembre 20, 1897) 
► Juntas Preparatorias y Sesiones del Colegio Electoral 
► Sesión Inaugural del Congreso Constituyente (diciembre 1, 1916) 
► Discurso del C. Venustiano Carranza, Primer jefe del Ejército Constitucionalista,
en la Sesión Inaugural del Congreso Constituyente, (diciembre 1, 1916)
► Discurso del Dip. Luis Manuel Rojas, presidente del Congreso Constituyente, en
la Sesión Inaugural del Congreso Constituyente (diciembre 1, 1916) 
► Exposición de Motivos del Proyecto de Constitución de Venustiano
Carranza (diciembre 1, 1916)
► Proyecto de Constitución de Venustiano Carranza (diciembre 6, 1916)
► Cronología y Sumarios de las Sesiones

El Congreso Constituyente de México de 1917 fue el órgano electo para redactar


una nueva constitución para México, estuvo en funciones del 1 de
diciembre de 1916 al 31 de enero de 1917, y su sede fue el Gran Teatro Iturbide
(Hoy Teatro de la República) de la ciudad de Santiago de Querétaro, Querétaro.
El 5 de febrero de 1917 se promulgó oficialmente la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, mediante firma de Venustiano Carranza,
entonces Primer Jefe del Ejército Constitucionalista.
No existe legislatura alguna que pueda comparársele al Congreso Constituyente
de Querétaro en el número de publicaciones ni en las corrientes revisionistas
generadas en torno de sus interpretaciones. La trascendencia de esta asamblea
se fincó por la naturaleza de sus trabajos, pues sus diputados se reunieron
exclusivamente para cimentar las bases jurídicas de un nuevo Estado.

Los Constituyentes
En términos preparativos, lo que más preocupó y ocupó a don Venustiano fue que
llegara a Querétaro una amplia mayoría de simpatizantes suyos, en concreto
colaboradores del aparato gubernamental, ya fuera de nivel local o federal.
Hombre memorioso, tenía muy presente que la Convención, con una mayoría de
elementos contrarios a él, habría terminado por declararle la guerra. En Querétaro
no podía repetirse dicho enfrentamiento. Por eso decidió que el Congreso

P á g i n a 82 | 128
Constituyente no solamente estuviera conformado por constitucionalistas, sino que
predominaran los carrancistas.
Puesto que dicha filiación no era una garantía absoluta, para evitar que al paso de
las semanas aumentara su autonomía o disminuyera su lealtad, don Venustiano
decidió que la Asamblea durara dos meses. Además, procuró que se presentara
también el mayor número de constitucionalistas que tuvieran experiencia
legislativa.
El 22 de octubre se efectuaron las elecciones para elegir diputados al
Constituyente. El primer de diciembre de 1916, ante la presencia de 151
diputados, declaró abierto el periodo único de sesiones.
Estado / Territ Distrito Diputado Partido Estado / T Distrit Diputado
orio erritorio o
Aguascaliente 1 Aurelio L. Michoacán 7 Salvador
s González Álcaraz
Romero
Aguascaliente 2 Daniel Michoacán 8 Pascual
s Cervantes Ortiz Rubio
Gutiérrez
Baja California, 1 Ignacio Michoacán 9 Martín
Terr. de Roel Castrejón
Treviño
Campeche 1 Juan Michoacán 10 Alberto
Zurbarán Alvarado
Capmany
Campeche 2 Herminio Michoacán 11 José
Pérez Álvarez y
Abreu Álvarez
Chiapas 1 Enrique Michoacán 12 José Silva
Suárez Herrera
Chiapas 2 Enrique D. Michoacán 13 Rafael
Cruz Márquez
Chiapas 3 No se Michoacán 14 Amadeo
eligió Betancourt
diputado
Chiapas 4 No se Michoacán 15 Francisco
eligió J. Múgica
diputado
Chiapas 5 Cristóbal L. Michoacán 16 Jesús
Castillo Romero
Flores
Chiapas 6 J. Amilcar Michoacán 17 Florencio
Vidal G.
González
Chiapas 7 Daniel A. Morelos 1 Antonio
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Zepeda Garza
Zambrano
Chihuahua 1 No se Morelos 2 José L.
eligió Gómez
diputado
Chihuahua 2 Manuel M. Morelos 3 Álvaro L.
Prieto Alcázar
Chihuahua 3 No se Nuevo 1 Manuel
eligió León Amaya
diputado
Chihuahua 4 No se Nuevo 2 Nicéforo
eligió León Zambrano
diputado
Chihuahua 5 No se Nuevo 3 Luis
eligió León Ilizaliturri
diputado
Chihuahua 6 No se Nuevo 4 Ramón
eligió León Gómez
diputado
Coahuila 1 Manuel Nuevo 5 Reynaldo
Aguirre León Garza
Berlanga
Coahuila 2 Ernesto Nuevo 6 Agustín
Meade León Garza
Fierro González
Coahuila 3 José María Oaxaca 1 Salvador
Rodríguez González
y Torres
Rodríguez
Coahuila 4 Jorge Von Oaxaca 2 Israel del
Versen Castillo
Coahuila 5 Manuel Oaxaca 3 Leopoldo
Cepeda Payán
Medrano
Colima 1 Francisco Oaxaca 4 Luis
Ramírez Espinosa
Villarreal
Distrito 1 Ignacio L. Oaxaca 5 No se
Federal Pesqueira eligió
diputado
Distrito 2 Lauro Oaxaca 6 No se
Federal López eligió
Guerra diputado
Distrito 3 Gerzayn Oaxaca 7 No se
Federal Ugarte eligió

P á g i n a 84 | 128
diputado
Distrito 4 Amador Oaxaca 8 No se
Federal Lozano eligió
diputado
Distrito 5 Félix Oaxaca 9 Manuel
Federal Fulgencio Herrera
Palavicini
Distrito 6 Rafael Oaxaca 10 No se
Federal Martínez eligió
diputado
Distrito 7 Rafael L. Oaxaca 11 Manuel
Federal de los Ríos García
Vigil
Distrito 8 Arnulfo Oaxaca 12 Porfirio
Federal Silva Sosa
Distrito 9 Antonio Oaxaca 13 No se
Federal Norzagara eligió
y diputado
Distrito 10 Fernando Oaxaca 14 Celestino
Federal Vizcaíno Pérez
Distrito 11 Ciro B. Oaxaca 15 Crisóforo
Federal Ceballos Rivera
Cabrera
Distrito 12 Alfonso Oaxaca 16 Genaro
Federal Herrera López Miro
Durango 1 Silvestre Puebla 1 Daniel
Dorador Gómez
Durango 2 Rafael Puebla 2 Rafael
Espeleta Cañete
Durango 3 Antonio Puebla 3 Miguel
Gutiérrez Rosales
Rivera
Durango 4 Fernando Puebla 4 Gabriel
Castaños Rojano
Durango 5 Fernando Puebla 5 David
Gómez Pastrana
Palacio Jaimes
Durango 6 Alberto Puebla 6 Froilán C.
Terrones Manjarrez
Benítez
Durango 7 Jesús de la Puebla 7 Antonio de
Torre la Barrera
Guanajuato 1 Ramón Puebla 8 José
Frausto Rivera
Guanajuato 2 Vicente M. Puebla 9 Epigmenio

P á g i n a 85 | 128
Valtierra A. Martínez
Guanajuato 3 José Puebla 10 Pastor
Natividad Rouaix
Macías
Guanajuato 4 Dr. Puebla 11 Luis T.
Anastasio Navarro
López
Escobedo
Guanajuato 5 David Puebla 12 Porfirio del
Peñaflor Castillo
Guanajuato 6 José Puebla 13 Federico
Villaseñor Dinorín
Lomelí
Guanajuato 7 Antonio Puebla 14 Gabino
Madrazo Bandera y
Mata
Guanajuato 8 Hilario Puebla 15 Leopoldo
Medina Vázquez
Mellado
Guanajuato 9 Manuel G. Puebla 16 Gilberto de
Aranda la Fuente
Valvidia
Guanajuato 10 Enrique Puebla 17 Alfonso
Colunga Cabrera
Guanajuato 11 Ignacio Puebla 18 José
López Verástegui
Guanajuato 12 Alfredo Querétaro 1 Juan N.
Robles Frías
Domínguez
Guanajuato 13 Fernando Querétaro 2 Ernesto
Lizardi Perusquía
Guanajuato 14 Nicolás Querétaro 3 José María
Cano Truchuelo
Guanajuato 15 Gilberto M. San Luis 1 Samuel de
Navarro Potosí los Santos
Guanajuato 16 Luis San Luis 2 Arturo
Fernández Potosí Méndez
Martínez
Guanajuato 17 No se San Luis 3 Rafael
eligió Potosí Cepeda
diputado
Guanajuato 18 Carlos San Luis 4 Rafael
Ramírez Potosí Nieto
Llaca Compeán
Guerrero 1 Fidel San Luis 5 Dionisio

P á g i n a 86 | 128
Jiménez Potosí Zavala
Guerrero 2 Fidel R. San Luis 6 Gregorio A.
Guillén Potosí Tello
Guerrero 3 No se San Luis 7 Julián
eligió Potosí Ramírez y
diputado Martínez
Guerrero 4 No se San Luis 8 No se
eligió Potosí eligió
diputado diputado
Guerrero 5 No se San Luis 9 No se
eligió Potosí eligió
diputado diputado
Guerrero 6 Francisco San Luis 10 Rafael
Figueroa Potosí Curiel
Mata Gallegos
Guerrero 7 No se Sinaloa 1 Pedro R.
eligió Zavala
diputado
Guerrero 8 No se Sinaloa 2 Andrés
eligió Magallón
diputado
Hidalgo 1 Antonio Sinaloa 3 Carlos M.
Guerrero Esquerro
Hidalgo 2 Leopoldo Sinaloa 4 Cándido
Ruiz Avilés
Isunza
Hidalgo 3 Alberto M. Sinaloa 5 Emiliano C.
González García
Hidalgo 4 No se Sonora 1 Luis G.
eligió Monzón
diputado
Hidalgo 5 Rafael Sonora 2 Flavio A.
Vega Bórquez
Sánchez
Hidalgo 6 No se Sonora 3 Ramón
eligió Ross
diputado
Hidalgo 7 Alfonso Sonora 4 Juan de
Cravioto Dios
Bojórquez
Suple
a Eduardo
G. García
Hidalgo 8 Crisóforo Tabasco 1 Rafael
Aguirre Martínez

P á g i n a 87 | 128
Suple de Escobar
a Matías
Rodríguez
Hidalgo 9 Ismael Tabasco 2 Antenor
Pintado Sala
Sánchez
Hidalgo 10 Refugio M. Tabasco 3 Carmen
Mercado Sánchez
Magallanes
Hidalgo 11 Alfonso Tamaulipas 1 Pedro A.
Mayorga Chapa
Jalisco 1 Luis Tamaulipas 2 Zeferino
Manuel Fajardo
Rojas
Jalisco 2 Marcelino Tamaulipas 3 Emiliano P.
Dávalos Nafarrate
Ceceña
Jalisco 3 Federico E. Tamaulipas 4 Fortunato
Ibarra de Leija
Jalisco 4 Manuel Tepic, Terr. 1 Cristóbal
Dávalos de Limón
Ornelas
Jalisco 5 Francisco Tepic, Terr. 2 Marcelino
Martín del de Cedano
Campo
Jalisco 6 Bruno Tepic, Terr. 3 Juan
Moreno de Espinosa
Bávara
Jalisco 7 Gaspar Tlaxcala 1 Antonio
Bolaños V. Hidalgo
Sandoval
Jalisco 8 Ramón Tlaxcala 2 Modesto
Castañeda González
y Galindo
Castañeda
Jalisco 9 Juan de Tlaxcala 3 Ascensión
Dios Tépal
Robledo
Jalisco 10 Jorge Veracruz 1 No se
Villaseñor eligió
diputado
Jalisco 11 Amado Veracruz 2 Saúl
Aguirre Rodiles
Santiago
Jalisco 12 José I. Veracruz 3 Adalberto

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Solórzano Tejeda
Jalisco 13 Ignacio Veracruz 4 Benito G.
Ramos Ramírez
Praslow
Jalisco 14 Francisco Veracruz 5 Rodolfo
Labastida Curti
Izquierdo
Jalisco 15 José Veracruz 6 Eliseo L.
Manzano Céspedes
Jalisco 16 Joaquín Veracruz 7 Adolfo G.
Aguirre García
Berlanga
Jalisco 17 Esteban Veracruz 8 Josafat F.
Baca Márquez
Calderón
Jalisco 18 Paulino Veracruz 9 Alfredo
Machorro y Solares
Narváez
Jalisco 19 Sebastián Veracruz 10 Alberto
Allende Román
Jalisco 20 Rafael Veracruz 11 Silvestre
Ochoa Aguilar
México 1 Aldegundo Veracruz 12 Ángel
Villaseñor Juarico
México 2 Fernando Veracruz 13 Heriberto
Moreno Jara
México 3 Enrique Veracruz 14 Victorino E.
O'farril Góngora
México 4 Guillermo Veracruz 15 Cándido
Ordorica Aguilar
México 5 No se Veracruz 16 Marcelo
eligió Torres
diputado
México 6 No se Veracruz 17 Galdino H.
eligió Casados
diputado
México 7 No se Veracruz 18 Juan de
eligió Dios Palma
diputado
México 8 José J. Veracruz 19 Fernando
Reynoso A. Pereira
México 9 Jesús Yucatán 1 Antonio
Fuentes Ancona
Dávila Albertos
México 10 Macario Yucatán 2 Enrique

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Pérez Recio
México 11 Antonio Yucatán 3 Héctor
Aguilar Victoria
Aguilar
México 12 Juan Yucatán 4 Manuel
Manuel González
Giffard
México 13 José E. Yucatán 5 Miguel
Franco Alonzo
Romero
México 14 Enrique A. Zacatecas 1 Adolfo
Enríquez Villaseñor
México 15 Donato Zacatecas 2 Julián
Bravo Adame
Izquierdo
México 16 Rubén Zacatecas 3 Dyer Jairo
Martí R.
Michoacán 1 Francisco Zacatecas 4 No se
Ortiz Rubio eligió
diputado
Michoacán 2 Alberto Zacatecas 5 Rosendo
Peralta A. López

3.3 CONSTITUCIÓN DE 1917

A finales de 1916, la posición de Carranza se había consolidado en casi todos los


estados de México, a excepción de Chihuahua y Morelos. Había llegado la hora de
legitimar la Revolución, aprobar una nueva Constitución y ser elegido presidente.
Por lo tanto, en noviembre de 1916 invitó a la nueva clase política mexicana, la
mayoría reformadores procedentes de la clase media, a una convención
constitucional en Santiago de Querétaro, México.

La mitad de los asistentes habían asistido a la universidad, tenían títulos


profesionales, y sólo el 30% habían participado directamente en la Revolución.
Eran jóvenes, ambiciosos y relativamente apolíticos. Carranza pensó que la nueva
P á g i n a 90 | 128
constitución sería como la de 1857, pero la mayoría de los delegados eran
liberales del siglo XX, considerados radicales en México, como era el caso del
general Francisco Múgica, de Michoacán.

La Constitución de 1917, todavía vigente casi 100 años después, consta de 137
artículos. Estos artículos definen lo que significa la ciudadanía, la organización de
un gobierno, la reforma agraria, y enumeran una serie de derechos humanos
básicos para todos los mexicanos.

Los artículos están divididos en diez títulos en los que se abordan temas como la
definición nacional de ciudadanía, esboza derechos asociados, y especifica las
libertades de los extranjeros residentes en el país. También establece la forma de
gobierno, los servicios públicos y el bienestar social, y designa a la Ciudad de
México como la capital de la nación, con el Distrito Federal como una entidad
aparte y autónoma de la jurisdicción estatal.

La Revolución afectó profundamente a todos los asistentes a la convención y el


documento refleja sus experiencias personales. La Constitución de 1917 contiene
tres artículos esenciales.

El Artículo 3 estableció una educación gratuita, laica y obligatoria, y secularizó el


estado mexicano.

El Artículo 27 declaraba que todas las tierras que habían sido usurpadas a los
campesinos durante el porfiriato tenían que ser devueltas, aunque no tuvieran
títulos de propiedad. Además, podría asumir el control de todas las tierras que no
estuvieran siendo usadas “apropiadamente” y usarlas para el beneficio público.

Este mismo artículo también declaraba que los extranjeros no podían poseer
tierras a menos de 100 km de la frontera nacional o de 50 km del mar. El Artículo
123 estableció la jornada laboral de 8 horas, 6 días a la semana, el salario mínimo,
y una remuneración equitativa para todos por el mismo trabajo. Extendió tanto a
los trabajadores como a la patronal el derecho a organizarse, los trabajadores
podrían negociar colectivamente y se le reconoció el derecho a la huelga. Este
documento fue ratificado el 5 de febrero de 1917.

Se incluye un PDF del texto completo de la Constitución de 1917, la cual apareció


impresa en su totalidad en la mayoría de los diarios mexicanos después de que
fuera ratificada. Esta copia fue publicada en el Diario Oficial el 5 de febrero de
1917.

P á g i n a 91 | 128
CONSTITUCIÓN DE 1917; LOS CIMIENTOS DE LA DEMOCRACIA
La configuración de nuestra Constitución tal como la conocemos deviene de un
proceso histórico que es resultado de demandas y revoluciones sociales.

P á g i n a 92 | 128
Tras la llegada de Porfirio Díaz al poder y su permanencia en la presidencia por
más de treinta años, se desató un levantamiento social que se oponía a su
dictadura y que dio a luz a la Revolución. Con la promulgación del Plan de San
Luis despertó el movimiento armado que buscaba derrocar su mandato y
que explotó el 20 de noviembre de 1910. Ante el estallido social y la inminente
derrota, en mayo 1911 el presidente Díaz presentó su renuncia y se exilió en
Francia.

En octubre 1911 se realizaron elecciones y resultó vencedor Francisco I. Madero;


fue traicionado mediante un golpe de Estado orquestado por el general Victoriano
Huerta y asesinado junto al vicepresidente José María Pino Suárez en febrero
1913.

Venustiano Carranza desconoció la presidencia del llamado usurpador y lo


derrocó con el Ejército Constitucionalista, un movimiento armado de la Revolución.
Al convertirse en titular del Poder Ejecutivo convocó a la creación del Congreso
Constituyente de Querétaro para reformar la Constitución de 1857, la cual había
sido modificada en múltiples ocasiones por el gobierno de Díaz para adaptarla a
su proyecto de nación, entre estas modificaciones se encuentra la reelección y la
ampliación del periodo presidencial.

Así fue acuñada la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de


1917, la cual está vigente y se conforma por 136 artículos. En ella se recogieron
demandas de los grupos que se levantaron en armas durante la Revolución.

P á g i n a 93 | 128
Además de incluir los “derechos del hombre”, se abordaron los “derechos
sociales”, se decreta la no reelección, se ratifica la soberanía y la organización
federal, se instauran la libertad de culto y de expresión y la enseñanza laica y
gratuita.

Constitución de 1857
Con Antonio López de Santa Anna como presidente de México surgió un
movimiento encabezado por Juan N. Álvarez e Ignacio Comonfort que se opuso
a su mandato debido a su centralismo y forma de ejercer el poder de manera
dictatorial.

Cuando Santa Anna abandonó el país en 1855 tras la inevitable revolución,


Álvarez asumió la presidencia interina y Comonfort fue nombrado ministro de
Guerra.

Se convocó a elecciones en 1856 para conformar un Congreso Constitucional,


pues se aseguraba que era necesaria una nueva constitución para restablecer la
República Federal y proclamar las garantías individuales, ya que durante el
mandato de Santa Anna se publicó un marco normativo que sostenía su dictadura.
Como resultado de este congreso, fue promulgada la Constitución Política de la
República Mexicana de 1857. En ella se prohíbe la esclavitud, se expresan los
deberes y obligaciones de los mexicanos, se establece que la soberanía reside en
el pueblo y se reconoce el derecho de asociación y de reunión.

Constitución de 1824
Al cesar la guerra de Independencia en 1821, se conformó en México un gobierno
monárquico que tendría independencia de los españoles. Se instauró el Primer
Congreso Constituyente, de cuyas sesiones resultó nombrado Agustín de
Iturbide como emperador de México, en mayo de 1822.

Ante la presión para restituir el Congreso Constituyente, el cual fue disuelto por
Iturbide para crear un órgano que emitió un proyecto que desconocía
la Constitución de Cádiz e instauraba la independencia de la nación mexicana, el
emperador convocó a una asamblea.

Como resultado de este Segundo Congreso Constituyente se promulgó el Acta


Constitutiva de la Federación Mexicana, la cual establecía la República Federal
como forma de gobierno y abría paso a la promulgación de una constitución.

Así fue creada la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de


1824, cuyos principales mandatos definían al país como República Federal
Representativa, le daban el nombre de Estados Unidos Mexicanos y posicionaban
al catolicismo como la única religión.

P á g i n a 94 | 128
En este documento se establece la división de poderes, se instaura la libertad de
imprenta, se integra la figura de vicepresidente y se establece un periodo de poder
presidencial de cuatro años.

Constitución de Apatzingán
Debido a la invasión francesa y la abdicación de Carlos IV y Fernando VII como
consecuencia de ésta, un grupo conocido como los Insurgentes, entre
ellos Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende y José María Morelos y
Pavón, iniciaron la promoción de la independencia de la Nueva España del
Imperio Español, grito libertario que retumbaría en septiembre de 1810.

En 1813 los Insurgentes convocaron al Congreso de Anáhuac en Chilpancingo,


donde se declaró la independencia de la Nueva España. Para octubre de 1814,
cuando el congreso tuvo que trasladarse a Apatzingán, se promulgó el Decreto
Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, conocido también
como la Constitución de Apatzingán.

Este texto constitucional, inspirado en Los Sentimientos de la Nación que


Morelos leyó en la sesión fundacional del Congreso de Chilpancingo, se conoce
como el primer precedente de nuestra constitución. Pues, aunque nunca fue
aplicada, en ella se abolió la esclavitud y se consideró a todas las personas
iguales ante la ley.

P á g i n a 95 | 128
3.3.1 CARÁCTER SOCIAL

Constitución1917 Un siglo de constitucionalismo social


El 5 de febrero de 1917, en el Teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro, se
promulgó la Carta Magna que actualmente nos rige. Con ella se dio origen al
constitucionalismo social, el cual establece que la máxima ley de un pueblo no
sólo debe fijar la base organizativa del Estado y reconocer las garantías
individuales, sino también ser garante de los derechos sociales, económicos y
culturales de las clases populares.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917.


En ese sentido nuestra norma fundamental —que cumple su primer siglo de vida
—, se colocó a la vanguardia a nivel mundial, pues elevó a rango constitucional los
derechos sociales, con los artículos 3°, 27 y 123.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 consignó como
ley suprema los principios políticos, sociales y económicos que fueron la bandera
de la Revolución. Y su importancia reside en la responsabilidad ineludible del
Estado mexicano con el desarrollo integral de sus ciudadanos.

P á g i n a 96 | 128
En su centenario, nuestra Carta Magna nos invita a conocer algunos antecedentes
que tuvieron relevancia en su proceso de creación, iniciado en 1906 y concluido
en 1917, con la signatura del pacto fundacional del moderno Estado mexicano,
surgido de la lucha por la igualdad y libertad que el Porfiriato le negó al pueblo
durante 30 años.
El gobierno de Porfirio Díaz, quien ocupó la presidencia del país de 1876 a 1911,
fue un periodo caracterizado por el auge económico, que se tradujo en una
aparente estabilidad. Sin embargo, esto no se reflejó en la vida de la población. Al
contrario, durante esos años se cancelaron en todo el país las libertades políticas
y las garantías individuales. Una situación que llegó al límite con las huelgas de
Cananea y Río Blanco, así como diversos levantamientos armados —en las
postrimerías del régimen porfiriano—, auspiciados por el Partido Liberal Mexicano
(PLM), encabezado por los hermanos Flores Magón. Este periodo convulso
prefiguró el estallido social, que inició con la convocatoria realizada por Francisco
I. Madero en 1910.

El programa del PLM de 1906 se convirtió en la base de la Constitución de 1917,


no sólo en lo que se estipuló en el artículo 123 constitucional, referente al derecho
colectivo de trabajo, sino también en el derecho a la educación laica y obligatoria,
en el fortalecimiento de los municipios y en la nacionalización de la tierra.
Otros artículos que tuvieron su origen en el ideario del PLM son los que refieren el
derecho de los pueblos indígenas, para que la ley proteja y promueva el desarrollo
de sus culturas y formas específicas de organización social; el derecho a la
protección de la salud, a la justicia expedita y honesta; y el derecho de toda
persona al trabajo digno y socialmente útil.

P á g i n a 97 | 128
La lucha política a la que convocó Madero pronto devino en una irrupción popular,
donde campesinos y obreros tomaron las armas para hacer valer sus derechos y
deponer al usurpador Victoriano Huerta.
En este sentido, el programa del PLM constituyó la piedra angular e ideológica de
la Revolución mexicana; junto al Plan de Ayala promulgado por los zapatistas.
Ambos programas fueron recogidos por el Ejército Constitucionalista, encabezado
por Venustiano Carranza, quien en 1913 expidió el Plan de Guadalupe para
desconocer al gobierno de Huerta.
En 1914 se le hicieron adiciones al Plan de Guadalupe en las que se citó a los
jefes revolucionarios para que “acordaran un programa de Gobierno, que indicara
en síntesis general las reformas indispensables al logro de la redención social y
política de la Nación, y fijaran la forma y época para restablecer el orden
constitucional”.
Sumado a esto, en el artículo segundo del mencionado Plan se estableció que
durante el tiempo que aún durara la lucha se emitirían “todas las leyes,
disposiciones y medidas encaminadas a dar satisfacción a las necesidades
económicas, sociales y políticas del país”.
En los meses sucesivos Carranza decretó una serie de leyes que se integraron a
los debates del Congreso Constituyente, que inició labores en diciembre de 1916 y
concluyó dos meses después. Las leyes o decretos que emitió el Primer jefe
fueron: Ley del municipio libre, Ley de divorcio, Ley agraria, Ley de nacionalización
de bienes, legislación obrera y reformas al Código civil.
El 5 de febrero de 1917, las diferentes facciones revolucionarias que en 1910 se
alzaron para dar fin a la férrea dictadura del general Porfirio Díaz dejaron por
escrito en la Carta Magna los derechos de los mexicanos. Los constituyentes de
Querétaro definieron a la Nación como propietaria originaria de tierras y aguas
dentro del territorio nacional; y el derecho de regular el aprovechamiento de todos
los elementos susceptibles de apropiación.
La Constitución de 1917 tiene sustento en una serie de principios políticos que el
pueblo mexicano ha ido adoptando desde el Congreso de Chilpancingo. Esos
principios son:
 Soberanía popular.
 Garantía de los derechos individuales y sociales del hombre.
 El sistema representativo de gobierno.
 La división de poderes.
 El sistema federal.
 La rectoría del Estado sobre el desarrollo nacional y la economía mixta
 La separación entre el Estado y las iglesias.

P á g i n a 98 | 128
Algunos datos sobre la Constitución de 1917, son:
 La Constitución de 1917 consta de 9 títulos, 136 artículos y 16 transitorios.
 Primera constitución de la historia que incluye derechos sociales.
 La Constitución fue firmada por 209 diputados con la misma pluma con la
que fue firmado el Plan de Guadalupe.
 El único estado que no firmó la Constitución fue Campeche, aunque se
desconocen los motivos por los que ninguno de los dos disputados
propietarios y los dos suplentes no lo hicieron.
 El libro fue escrito a mano por Perfecto Arvizu Arcaute con tinta china y una
pluma de oro. Arvizu era el calígrafo del Congreso, uno de los más
reconocidos de la época.
 Las cantinas o centros de reunión, como Cosmos, que estaban cercanas al
teatro Iturbide, se convirtieron en sitos en donde se pactaban y acordaban
algunos puntos de la Carta Magna.
 Desde su entrada en vigor, el primero de mayo de 1917, se le han realizado
605 reformas.
 22 artículos han permanecido iguales desde su promulgación.
 Está disponible en 23 lenguas indígenas.

P á g i n a 99 | 128
3.3.2 APLICACIÓN EN SUS DISTINTOS ÁMBITOS

LOS PRINCIPIOS POLÍTICOS FUNDAMENTALES


Del texto constitucional se puede desprender un conjunto de principios o
decisiones políticas fundamentales que el pueblo mexicano ha venido adoptando
desde los primeros días de nuestra independencia, y que se ha plasmado en las
diversas Constituciones que hemos tenido. En nuestra vida política se destacan
tres cartas constitucionales, correspondientes a los tres grandes movimientos que
han marcado la evolución política de México: la Constitución de 1824, que
organizó políticamente al nuevo Estado mexicano; la de 1857, producto de la
Reforma, que plasmó el triunfo de los liberales sobre los conservadores, y la de
1917, cuyo nombre oficial es Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que reforma a la promulgada el 5 de febrero de 1857, para señalar la
línea de continuidad entre ambos documentos constitucionales. Ésta no se limitó a
reformas o adiciones menores, sino que incorporó el nuevo ideario que resultó de
la Revolución mexicana, cuyas preocupaciones principales giraron alrededor de
los ideales de la democracia, el nacionalismo y la justicia social.

EL CONSTITUCIONALISMO SOCIAL
En 1917 la Constitución mexicana dio origen al constitucionalismo social, que
prevalece hasta nuestros días, según el cual la ley fundamental de los pueblos no
se limita a establecer las bases de la organización política de los estados y a
reconocer y proteger los derechos del hombre, en su aspecto individual, sino que
agrega el valor de los derechos sociales y establece también las bases de nuestro
sistema económico. En efecto, la Constitución establece la propiedad de la nación
—dominio directo— sobre las aguas de tipo nacional, así como sobre los recursos
naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas.
Asimismo, el dominio directo se extiende a los minerales o sustancias que en
vetas, mantos o yacimientos sean distintas a la de los terrenos. Por reforma de
1938 se estipuló que, tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno
sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán
concesiones ni contratos ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado, y
que la nación llevará a cabo la explotación de estos productos. Disposición
análoga se incorporó a la Constitución por reforma de 1960 en lo que se refiere a
la generación, conducción, transformación, distribución y abastecimiento de
energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. Es,
asimismo, propiedad de la nación el espacio situado sobre el territorio nacional, en
la extensión y términos que fije el derecho internacional. Ulteriormente se
determinó la zona marítima exclusiva a 200 millas náuticas, medidas a partir de la
línea desde la que se mide el mar territorial, y se precisó que corresponde a la
nación el aprovechamiento de combustibles nucleares para la generación de
energía nuclear y la regulación de sus aplicaciones para otros propósitos, que sólo
podrán tener fines pacíficos. Todos estos preceptos tienden a asegurar la
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soberanía territorial del país sobre sus recursos naturales y sobre actividades
estratégicas.

LOS DERECHOS INDIVIDUALES


La Constitución de 1917 recogió los principios políticos fundamentales de la carta
de 1857 que correspondían a la doctrina del Estado liberal de derecho: protección
de los derechos del hombre, en su aspecto individual; el principio de la soberanía
nacional (en su llamada parte dogmática), así como las modalidades de su forma
de gobierno y de Estado: división de poderes y sistema federal (parte orgánica).
El derecho de propiedad
En el párrafo tercero del artículo 27, la Constitución revolucionaria estableció un
concepto del derecho de propiedad privada que caracterizaría a dicha carta como
una Constitución social, ya que establece que la nación tendrá en todo tiempo el
derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés
público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una
distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el
desarrollo del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población
rural y urbana. Este mismo precepto establece que se dictarán las medidas
necesarias para ordenar los asentamientos humanos y establecer adecuadas
provisiones, usos y destinos de tierras, aguas y bosques, a efecto de ejecutar
obras públicas y planear y regular la fundación, conservación, mejoramiento y

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crecimiento de los centros de población, y para preservar y restaurar el equilibrio
ecológico. Todas estas facultades y otras contenidas a lo largo de la Constitución
implicaron ya el concepto de la rectoría del Estado sobre el desarrollo nacional,
que se volvería explícito y sistemático por las reformas de 1983, a las que me
referiré más adelante.
Las garantías individuales
El artículo 1o. del título primero de la Constitución de 1917 consagró las garantías
individuales de los derechos del hombre, aunque posteriormente se agregaron
importantes derechos sociales. En efecto, dicho capítulo garantizó la libertad de
los hombres, prohibiendo la esclavitud (artículo 2o.); estableciendo la igualdad
ante la ley del varón y la mujer (artículo 5o.); el derecho a decidir, de manera libre,
responsable e informada el número y espaciamiento de sus hijos (artículo 4o.); la
libertad de profesión, industria y trabajo, siendo lícitos (artículo 5o.); la libertad de
manifestación de las ideas (artículo 6o.); la libertad de escribir y publicar escritos
sobre cualquier materia (artículo 7o.); el derecho de libre petición, siempre que
ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa (artículo 8o.); la
libertad de asociación o reunión en forma pacífica con cualquier objeto lícito, sin
que se proteja la reunión armada o en la que se profieran injurias contra la
autoridad, ni se haga uso de violencia o amenazas para intimidarla u obligarla a
resolver en el sentido que se desee (artículo 9o.); el derecho a poseer armas en
su domicilio para seguridad y legítima defensa (artículo 10); la libertad de tránsito
para entrar en la república, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de
residencia (artículo 11); la libertad de profesar la creencia religiosa que más le
agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo,
siempre que no constituyan delito o faltas penadas por la ley (artículo 24). Los
artículos 14-16 contienen diversas garantías de seguridad respecto a actos de
autoridad para proteger la vida, la libertad o las propiedades, posesiones o
derechos (artículo 14), familia, domicilio y papeles (artículo 16). El mismo artículo
16 y los subsecuentes, hasta el 23, establecen un régimen de garantías frente a
actos de autoridad que priven al individuo de su libertad o lo sujeten a procesos
penales.

LOS DERECHOS SOCIALES


Los derechos sociales, al nivel de la ley fundamental, fueron establecidos por
primera vez en la técnica constitucional del mundo en la Constitución mexicana de
1917, efectuando uno de los avances más ricos de esta carta suprema, producto
de la Revolución mexicana, que seguirían después y hasta la fecha muchas
Constituciones de otros países. Mención especial ameritan los derechos de los
campesinos (artículo 27) y los de los trabajadores (artículo 123). Con sus diversas
reformas y adiciones, los preceptos constitucionales establecen los siguientes
derechos sociales:

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a) El derecho a la educación —impartida por la Federación, los estados y lo
municipios— a nivel preescolar, primaria y secundaria, siendo obligatorias la
educación primaria y la secundaria. La educación será laica y, por tanto, se
mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa. Este precepto
(artículo 3o.) señala que la educación se basará en los resultados del progreso
científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los
fanatismos y los prejuicios, y el criterio que orientará a esa educación será
democrático, nacional y contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los
elementos que aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio a la
dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés
general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales
de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los
privilegios de razas, religiones, grupos, sexos o de individuos. Como parte del
derecho a la educación, el propio artículo 3o. (fracción VII) establece el derecho de
las universidades y de las demás instituciones de educación superior a las que la
ley otorgue autonomía, de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar,
investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios del mismo artículo 3o.,
respetando la libertad de cátedra y de investigación y de libre examen y discusión
de las ideas.
b) El derecho de los pueblos indígenas para que la ley proteja y promueva el
desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, y formas específicas de
organización social, así como el derecho de sus integrantes al efectivo acceso a la
jurisdicción del Estado.
c) El derecho a la protección de la salud (artículo 4o.).
d) El derecho de toda persona a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y
bienestar (artículo 46).
e) El derecho de toda familia a disfrutar de vivienda digna y decorosa (artículo
4o.).
f) El derecho de los niños y de las niñas a la satisfacción de sus necesidades de
alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.
Es deber de los padres preservar estos derechos de los menores y la ley
determinará los apoyos a la protección de los mismos, a cargo de las instituciones
públicas (artículo 4o.).
g) Las bases de la reforma agraria, mediante el reconocimiento de la personalidad
de los núcleos ejidales y comunales y la protección de su propiedad sobre la tierra,
tanto para el asentamiento humano como para actividades productivas. Se
prohíbe el latifundio y se define la pequeña propiedad agrícola y la ganadería
(fracciones VII-XVIII del artículo 27).
h) Derecho a la justicia expedita y honesta para los campesinos en lo que se
refiere a la tierra ejidal, comunal y de la pequeña propiedad (fracción XIX).

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i) Derecho al desarrollo rural integral (fracción XX), para lo cual el Estado
promoverá las condiciones que generen y garanticen a la población campesina el
bienestar y su participación en el desarrollo nacional.
j) El derecho de toda persona al trabajo digno y socialmente útil, mediante la
creación de empleos y la organización social para el trabajo (artículo 123). Este
mismo precepto contiene una amplia gama de disposiciones para regular la
relación de trabajo, en aspectos tales como la protección a menores, el descanso
semanal, las vacaciones, la protección a mujeres embarazadas, disposiciones
protectoras del salario, participación de los trabajadores en las utilidades de las
empresas, horas extras, vivienda obrera, capacitación y adiestramiento para el
trabajo, responsabilidad de los patrones por accidentes de trabajo y por
enfermedades profesionales, normas de higiene y seguridad en los centros de
trabajo, así como los derechos colectivos de trabajadores y empresarios para
coaligarse en defensa de sus respectivos intereses, formando sindicatos,
asociaciones profesionales, etcétera, derechos de huelga y paro y, en fin, bases
para la justicia laboral a cargo de tribunales especializados (juntas de conciliación
y arbitraje) integrados por igual número de representantes de obreros, patrones y
uno del gobierno, así como también un amplio catálogo de derechos individuales y
colectivos de los trabajadores, entre los que destacan la institución del patrimonio
familiar y el establecimiento del Seguro Social (artículo 123, apartado A). El
apartado B del propio artículo 123 regula las relaciones laborales entre los
poderes de la Unión y el gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores. Estas
relaciones entre los estados y sus trabajadores se regirán por las leyes que
expidan las legislaturas de los estados (artículo 16, fracción IV), así como las
relaciones laborales entre los municipios y sus trabajadores (artículo 15, fracción
VIII), en ambos casos con base en el artículo 123.

LOS DERECHOS POLÍTICOS


Son ciudadanos de la república los varones y mujeres que, teniendo la calidad de
mexicanos, hayan cumplido 18 años y tengan un modo honesto de vivir (artículo
34). Son prerrogativas del ciudadano: a) votar en las elecciones populares. b)
poder ser votado para todos los cargos de elección popular y nombrado para
cualquier otro cargo o comisión teniendo las cualidades que establezca la ley; c)
asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en los asuntos
políticos del país; d) tomar las armas en el ejército o guardia nacional para la
defensa de la república y de sus instituciones, en los términos que prescriban las
leyes, y e) ejercer en toda clase de negocios el derecho de petición (artículo 35).
El ejercicio de la acción política mediante la organización colectiva se realiza a
través, principalmente, de los partidos políticos, que son definidos por la
Constitución como entidades de interés público, los cuales tienen el derecho de
participar en las elecciones federales, locales y municipales. Los partidos tienen
como finalidad promover la participación del pueblo en la vida democrática,
contribuir a la integración de la representación nacional y, como organizaciones de
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ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de
acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio
universal, libre, secreto y directo. Sólo los ciudadanos —no las organizaciones—
pueden afiliarse libre e individualmente a los partidos políticos (artículo 41, párrafo
segundo).

SOBERANÍA POPULAR
Otro de los principios fundamentales que sustenta la Constitución de 1917 es el de
la soberanía popular. El texto constitucional señala: “La soberanía residen esencial
y originariamente en el pueblo. Todo poder público emana del pueblo y se instituye
en beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de
alterar o modificar la forma de su gobierno”.
El artículo 135 de la Constitución establece la facultad de revisar la misma
mediante adiciones o reformas, por el voto de las dos terceras partes de los
miembros presentes en el Congreso de la Unión y la aprobación de las legislaturas
de los estados. A la participación del Congreso y de las legislaturas, para este
propósito, se le denomina poder revisor de la Constitución.

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BLOQUE IV: MÉXICO POSREVOLUCIONARIO

4.1 GOBIERNO POSREVOLUCIONARIO

La Posrevolución es un término que hace referencia a un periodo  caracterizado


por múltiples cambios políticos, económicos y sociales, comenzó después de la
promulgación de la Constitución de 1917 y el fin de la lucha de facciones
revolucionarias; tuvo su desenlace hasta que México decidió declararse en la
condición de “Estado de Guerra” durante la Segunda Guerra Mundial a causa de
las hostilidades ejercidas por las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) en
contra de nuestro país, que provocaron el hundimiento de buques mercantes, este
conflicto marcó una etapa diferente en la historia de nuestro actual Ejército
Mexicano.
Este periodo fue testigo de una serie de cambios que existieron en la estructura de
la administración pública junto al fortalecimiento de los gobiernos y de nuevas
figuras públicas, asimismo con la apertura de dependencias o entidades políticas
que comenzaron a cumplir funciones relevantes en la construcción de las bases
del Estado que dieron origen a las instituciones que actualmente conocemos.
La consolidación del Partido Liberal Constitucionalista se formó con un carácter
social demócrata y en gran medida representó los ideales que había establecido
Venustiano Carranza al principio de la lucha revolucionaria, pero al favorecer la
P á g i n a 106 | 128
candidatura de Ignacio Bonillas provocó la inconformidad de algunos sectores
militares privilegiados, al permitir que líderes de procedencia civil pudieran estar al
frente del gobierno.
El 23 de abril de 1920, Adolfo de la Huerta, entonces Gobernador de Sonora junto
a sus más allegados seguidores proclamaron el Plan de Agua Prieta, para iniciar
una rebelión en su contra por el apoyo que dio a la candidatura de Bonillas,
asimismo acordaron favorecer a Álvaro Obregón. En el plan se estableció que se
desconocería a Venustiano Carranza como presidente de la República, para
designar a De la Huerta como jefe Supremo del Ejército y presidente provisional,
con el compromiso de que éste convocaría a elecciones.
Ante la revuelta, Carranza se vio obligado a trasladar su gobierno a Veracruz, el
21 de mayo de 1920, en el trayecto perdió la vida. Las nuevas elecciones fueron
celebradas hasta el mes de septiembre de 1920, mismas que le dieron el triunfo a
Álvaro Obregón y lejos de gestarse una transición para incorporar nuevos
gobiernos civiles, a partir de ese momento se desarrolló un fenómeno denominado
como el caudillismo (1920-1928) que fue asociado al surgimiento de líderes
políticos como Álvaro Obregón (1920-1924) y Plutarco Elías Calles (1924-1928)
que durante la Revolución Mexicana adquirieron papeles importantes y
ascendieron al poder mediante cualidades similares, debido a que eran hombres
de armas, con grandes dotes de popularidad, oratoria y carisma; además de que a
estos personajes se les atribuía la capacidad de representar y defender a la
nación por sus reconocidas trayectorias militares.
Durante el régimen de Obregón la situación política y social tomó un nuevo cauce,
la fundación de los nuevos partidos políticos definió la influencia que tendrían las
organizaciones obreras.
Durante este gobierno se incentivó la repartición de tierras para los campesinos e
impulsó económicamente a los pequeños propietarios agrícolas que permitió
establecer movimientos campesinos y obreros constituidos en su etapa inicial por
el Primer Congreso Nacional Agrarista, las Organizaciones Campesinas y la
influencia de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) con el apoyo
del Partido Laborista de 1919 y la Confederación Mexicana de trabajadores de
1921.
Al final del gobierno de Obregón promovió una Reforma Agraria basada en la
expropiación de latifundios y el reparto de las tierras, así como la iniciativa
petrolera, afectada por las exigencias de ciudadanos estadounidenses por los
reclamos sobre presuntos daños causados durante la Revolución Mexicana (1910-
1921).
Las negociaciones para frenar los conflictos que se pudieran suscitar a raíz de
estas denuncias comenzaron a partir del 15 de mayo de 1923 y terminaron hasta
el 13 de agosto de ese mismo año dando como resultado los Tratados de Bucareli
de 1923.

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En 1924, Plutarco Elías Calles fue elegido presidente de la República, durante su
gobierno se impulsaron mecanismos que le permitieron fortalecer la infraestructura
y el sistema de comunicaciones del país, por ejemplo, se hicieron carreteras, se
creó la primera línea aérea, fundó la Escuela Médico-Veterinaria, construyó
presas, sistemas de riego y numerosas escuelas rurales. Además, se apoyó la
Creación del Banco de México en 1925 y la reorganización fiscal con el que se
estableció el financiamiento agrícola del Banco Cooperativo Agrícola y Comisión
Nacional de Irrigación.
También enfrentó conflictos como el movimiento Cristero que inició en 1926,
además de la influencia del Partido Laborista de Álvaro Obregón y la oposición del
Partido Nacional Antirreeleccionista con la candidatura de los Generales Arnulfo R.
Gómez y Francisco R. Serrano, quienes desataron una rebelión, además de los
conflictos suscitados por la guerra cristera.
Obregón fue asesinado por el cristero José de León Toral, el 17 de julio de 1928,
en el restaurante "La Bombilla", de la Ciudad de México.
Durante esta etapa en el Ejército surgió un Proyecto Educativo Militar, con el que
se reinauguró el Colegio Militar en Popotla el 1 de julio de 1926.
Este proceso de transición permitió a las Fuerzas Armadas emprender su camino
para el establecimiento y trasformación de la educación militar, proceso en el que
se destacó el General de División Joaquín Amaro quien, en el año de 1933, dio
cuenta de la apertura de las Escuelas Militares de Aplicación y Especialización.
Ante el asesinato del presidente electo, Emilio Portes Gil asumió la Presidencia
Interina el 1 de diciembre de 1928.
Los principales aspectos de su política, eran similares a los de sus antecesores
porque priorizó la reconstrucción económica, encaminada a modernizar el país,
además pretendía hacer efectivos los postulados de la constitución contenidos en
los artículos 27º y 123º relacionados con la propiedad de la tierra y con las
condiciones laborales, además de la formación de sindicatos.
Durante el gobierno del presidente Pascual Ortiz Rubio del 5 de febrero de 1930 al
2 de septiembre de 1932, se observaron una serie de inseguridades y diferencias
con los gobernadores y con su gabinete, como consecuencia de esa inestabilidad
política, finalmente decidió renunciar a la presidencia en el mes de septiembre de
1932, quedándose en su lugar Abelardo L. Rodríguez.
Abelardo C. Rodríguez ejerció la presidencia en calidad de sustituto del 4 de
septiembre de 1932 hasta el 30 de noviembre de 1934, tenía una larga trayectoria
había sido designado ministro de Industria, Trabajo y Comercio y ministro de
Guerra y Marina, ambos puestos en el gabinete de Pascual Ortiz Rubio.  
Pero durante su administración gestionó una iniciativa de reforma
antirreeleccionista a la Constitución, así como la Ley del Patrimonio Ejidal y la
creación del Banco Hipotecario y de Obras Públicas hoy Banco Nacional de Obras

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y Servicios Públicos (Banobras), además el 5 de enero de 1934, estableció el
salario mínimo.
Posteriormente fue elegido como presidente Lázaro Cárdenas del Río a partir del
1 de diciembre de 1934, al 30 de noviembre de 1940.
Impulsó la reforma agraria y consolidó las bases del funcionamiento del Partido
Nacional Revolucionario. En el plano educativo, creó el Instituto Politécnico
Nacional (IPN) y el Colegio de México (ColMex).
También Implementó el Plan Sexenal para activar la producción agraria, además
el 18 de marzo de 1938, decretó la expropiación petrolera, como resultado de
ejecución de la Ley de Expropiación del año 1936 y del artículo 27 de la
Constitución Mexicana y que consistió en la expropiación legal de armas,
instalaciones, edificios, refinerías, estaciones de distribución, embarcaciones,
oleoductos de la Compañía Mexicana de Petróleo.
Como consecuencia del avanzado fortalecimiento institucional del país, el 1 de
noviembre de 1937 por Decreto del presidente Lázaro Cárdenas, se publicó en el
Diario Oficial de la Federación de 25 de octubre de ese mismo año, que la
Secretaría de Guerra y Marina cambió de denominación a Secretaría de la
Defensa Nacional.
Fueron establecidas las misiones y funciones del Ejército Mexicano para defender
la integridad y la soberanía de la nación, además garantizar la Seguridad Interior y
Auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas.
Finalmente, las características que tuvo este proceso, cambiaron durante la
presidencia de Ávila Camacho cuando surgió la idea de una Unidad Nacional a
raíz de las hostilidades suscitadas durante la Segunda Guerra Mundial.

LA ETAPA POSREVOLUCIONARIA
Al término del movimiento revolucionario y como consolidación del Estado
mexicano, se adopta el 5 de febrero de 1917 la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
Se determina que el Congreso de la Unión, a través de la Cámara de Senadores,
analizaría la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal y ratificaría los
nombramientos de agentes diplomáticos y cónsules generales, así como los
compromisos internacionales que en el nombre de México se concreten.
De igual forma, se plantean en ella las atribuciones del presidente de la República
en el manejo y ejecución de las relaciones internacionales, la concertación de
compromisos con Estados extranjeros y el nombramiento y remoción de los
agentes diplomáticos y consulares.
Además, señalaba en su artículo 90 que el Congreso de la Unión legislaría sobre
la conformación de la administración pública. Así, el 14 de abril de 1917, se emitió
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una ley en la cual se establecía la existencia de seis secretarías y tres
departamentos de Estado, siendo una de ellas la Secretaría de Estado, a la cual
correspondería el despacho de los asuntos que tuviesen relación con el exterior.
El 25 de diciembre de 1917, el Congreso de la Unión expidió: la de Secretarías y
Departamentos de Estado; en la que se establecía que serán siete y cinco,
respectivamente, las unidades administrativas con las que contará la
administración pública para el desahogo de sus tareas, reestableciéndose el título
de Secretaría de Relaciones Exteriores a una de ellas.
La aparente tranquilidad política y social en que se desenvuelven los gobiernos
posrevolucionarios, hace que los regímenes que se suceden, orienten sus
esfuerzos a la satisfacción de las necesidades generales de la nación y procuren
la atención de las grandes tareas que implica el bienestar económico y social del
país. En esta tesitura, en 1922 se expidió la Ley Orgánica del Cuerpo Diplomático
y su reglamento.
El presidente Álvaro Obregón expidió el 9 de enero de 1922, la Ley orgánica del
Cuerpo Diplomático y el 15 de febrero su reglamento. Para este reglamento, el
servicio diplomático se compuso por los jefes de misión y el personal de carrera.
Por primera vez se determina la entrada al Servicio Exterior, mediante concurso
público, donde la competitividad es el punto de arranque para el proceso de
selección.
Como obligaciones comunes del personal diplomático se prescribieron el sigilo y la
discreción en los asuntos oficiales, abstenerse de intervenir en la política interna
del país en que se encuentra y discreción en los asuntos oficiales.
Por otro lado, los jefes de Misión podían ser removidos de su cargo por el
presidente la República sin necesidad de que expusiera los motivos de la
determinación, mientras que el personal de carrera solo podía ser privado de su
carácter diplomático en los casos de haber en contra de ellos una sentencia
condenatoria en un proceso criminal; contraer matrimonio con algún extranjero sin
previo aviso a la Secretaría; una infracción grave de los deberes oficiales; mala
conducta y abandono de empleo.
En lo que concierne a la legislación del Servicio Exterior Mexicano, el 9 de enero
de 1923 se expidió una Ley, decretándose una nueva estructura en la composición
de las oficinas consulares y en la integración del personal.
Bajo un acentuado criterio de correlatividad con la legislación diplomática, los
ordenamientos prescriben que el gobierno puede preferir para el cargo de cónsul
general a mexicanos que no pertenezcan al Cuerpo Consular y que gocen de una
notoria aptitud y de una buena conducta.
El año de 1928 es fundamental en la historia de la formación del estado
posrevolucionario; terminaba el periodo presidencial del general Plutarco Elías
Calles y era asesinado Álvaro Obregón, quien unos días antes había sido electo
por segunda vez para ocupar la primera magistratura del país.
P á g i n a 110 | 128
De esta manera, el aparato jurídico-administrativo sufrió transformaciones que
repercutirían en la composición orgánica de la administración pública, sin que se
afectase la existencia de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la cual es
contemplada en las Leyes de Secretarias y Departamentos de Estado que emitió
el Congreso de la Unión el 6 de abril de 1934, 31 de diciembre de 1935, 30 de
diciembre de 1939, 13 de diciembre de 1946, 1° de enero de 1947 y su
Reglamento, así como la del 24 de diciembre de 1958.
En este sentido, se resalta que en 1934 se emitió la Ley del Servicio Exterior, y la
Ley Orgánica de los Cuerpos Diplomáticos y Consular Mexicanos y su
Reglamento de 1934. Con estos documentos se regulaba, en materia de
competencia, que correspondía al servicio exterior promover y mantener las
relaciones políticas económicas y culturales entre México y los países extranjeros
(artículo primero del Reglamento), velar por el prestigio de la República y el
cumplimiento de los tratados, convenciones y obligaciones de carácter
internacional en el que el gobierno mexicano hubiese sido parte.
Las oficinas del servicio diplomático, fueron denominadas embajadas y
Legaciones, mientras que las oficinas consulares comprendían a los consulados
generales, consulados, agencias consulares y consulados honorarios.
A su vez el personal diplomático con carácter de funcionarios, comprendía:
embajador extraordinario y plenipotenciario, enviado extraordinario, enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario, encargado de negocios, consejero,
primer secretario, segundo secretario, tercer secretario y agregado. Asimismo, el
personal de los consulados: cónsul general, cónsul de primera, cónsul de
segunda, cónsul de tercera, cónsul de cuarta y vicecónsul.
En este documento se establecía una prolija normatividad en materia de comercio,
protección a los mexicanos, marina nacional, registro civil consular, funcionarios
notariales, régimen aduanal, sanidad y migración. Por otro lado, esta Ley fue poco
elogiada por la modalidad que otorgaba para que el Ejecutivo de la Unión
designara personal diplomático y consular en todas las categorías para el
desempeño de una comisión determinada y por tiempo definido.
Como se había mencionado anteriormente, el complemento a toda esta regulación
jurídica se emitió el 26 de noviembre de 1940, cuando se expidió el sexto
Reglamento Interior de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

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4.2 MAXIMATO

¿Qué fue el Maximato?


Se conoce como el Maximato al período histórico y político de México entre 1928 y
1934. Comenzó con el gobierno interino de Emilio Portes Gil y finalizó cuando
Lázaro Cárdenas asumió la presidencia. Su nombre se debe a la influencia política
que ejerció Plutarco Elías Calles (1877-1945), un político y militar con el título
informal de “jefe Máximo de la Revolución”.
Plutarco Elías Calles fue una figura central en la historia política mexicana
posrevolucionaria, a partir de su mandato presidencial formal entre 1924 y 1928.
También tuvo una enorme influencia en los gobiernos títeres posteriores a la
muerte de Álvaro Obregón en 1928.
En este lapso político se creó un partido único de estado: el Partido Nacional
Revolucionario o PNR, bajo la consigna de que quien quisiera la silla presidencial,
“que se forme”, como lo decía el mismo Calles, quien imponía las reglas
de juego del momento.
Así, el Maximato es recordado como el gobierno de “un hombre fuerte” y como el
último de los gobiernos caudillistas mexicanos. Además, fue, paradójicamente, un
período en el que el impulso revolucionario de cambio social empezó a atenuarse
y disminuir, en parte debido a la crisis económica mundial de 1929 (conocida
como “La Gran Depresión”).
Sin embargo, los efectos modernizadores e institucionalizadores de este
período fueron una importante herencia para México.

Antecedentes del Maximato

El Maximato comenzó con el gobierno interino de Emilio Portes Gil.

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Luego de la revolución, México se debatió entre diversas tendencias políticas,
cada una con “hombres fuertes” de la política local tirando de los hilos. El más
importante de ellos fue Álvaro Obregón, militar que había participado en
la Guerra Civil y que fue electo presidente para el período de 1920 a 1924.
Como la reelección no era posible, como sucesor logró hacer elegir a su
delfín, Plutarco Elías Calles que gobernó entre 1924 y 1928. En su
gobierno proliferaron las iniciativas nacionales modernas: se creó el Banco de
México, se expandió la red de carreteras, se creó la primera línea aérea nacional,
se fundó la Escuela Médico-Veterinaria y numerosas escuelas rurales.
Por otro lado, las tensiones entre el Estado y la iglesia, dieron pie a la Guerra
Cristera de 1927. El ex presidente Obregón tuvo enorme influencia en las políticas
mexicanas de Calles, y promovió una modificación de la constitución nacional para
permitir una reelección. Así, Álvaro Obregón fue reelecto en 1928 pero no logró
asumir, pues fue asesinado en julio de ese año.
Así las cosas, asumió el gobierno interino Emilio Portes Gil (1928-1930), en el cual
Calles fue un actor fundamental, llegando incluso a elegir a dedo los miembros de
su gabinete.
Ese fue el inicio formal al Maximato, durante el cual gobernaron también Pascual
Ortiz Rubio (1930-1932), quien renunció al cargo, y Abelardo Rodríguez (1932-
1034) como presidente interino, siendo ambos gobiernos sometidos a la voluntad
de Calles también.
Consecuencias del Maximato
El Maximato fue una importante fuerza industrializadora y modernizadora del país.
Enfrentó abiertamente los privilegios de la Iglesia Católica y procedió al reparto de
tierras, la reforma agraria y la interconexión de los distintos rincones de México a
través de la red vial.
A pesar de su tendencia a la centralización del poder en Calles y en el PNR, el
Maximato legó a la república nuevas instituciones que pusieron fin al caudillato
tradicional. Dejó como herencia una sociedad más urbana, más laica y más
activamente involucrada en la política nacional.
Fin del Maximato

Calles no pudo manipular el gobierno de Lázaro Cárdenas.


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El Maximato acabó en 1934 con la elección de Lázaro Cárdenas para el cargo de
presidente. El nuevo gobierno fue menos manipulable por Calles, quien en ese
entonces yacía enfermo de la vesícula y debió ser operado en Estados Unidos.
Esta tendencia se formalizó en 1935, cuando Cárdenas solicitó la renuncia de todo
el gabinete de filiación callista, en un clima de confrontaciones obreras y división
en el parlamento. Finalmente, Calles fue expulsado del país por Cárdenas en
1936, iniciando un exilio en Estados Unidos que duró hasta 1941, arrebatándole
así toda influencia política en el país.

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4.3 CARDENISMO, APORTACIONES Y MOVIMIENTOS CULTURALES

¿QUÉ FUE EL CARDENISMO?


Se conoce como cardenismo en la historia política mexicana al período de
gobierno de dicha nación por Lázaro Cárdenas del Río (1895-1970), así como a la
corriente ideológica izquierdista inaugurada durante los seis años de
su gobierno (de 1934 a 1940). Sus detractores prefieren el término “Cardenato”.
El cardenismo fue un gobierno del Partido Nacional Revolucionario
(PRM), antecesor del Partido de la Revolución Mexicana y también del Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
Este último fue célebre por medidas populares de atención a los sectores
campesinos y por la nacionalización de la industria petrolera mexicana, así como
el acogimiento de numerosos exiliados españoles que huían de la Guerra
Civil contra Franco.
CONTEXTO HISTÓRICO DEL CARDENISMO
El México de principios de siglo XX vivió un período particularmente turbulento en
materia política y social.
En 1911 terminó el régimen dictatorial conocido como el “porfiriato” y se dio lugar
a una serie de insurrecciones populares.
Estas derivaron a lo largo de 10 años en una guerra civil, conocida hasta hoy
como la Revolución Mexicana (1910-1920).
Este conflicto nacional fue tan importante que cambió radicalmente el país para
siempre, a manos de numerosos líderes revolucionarios. Sin embargo, una vez
hechos con el poder, jamás lograron ponerse de acuerdo respecto al modo de
sostenerlo y lucharon unos contra otros hasta morir.
Este período culminó con la redacción de la proclamación de la Constitución
Mexicana de 1917 y la presidencia de Plutarco Elías Calles en 1924.

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Cárdenas fue de los pocos políticos mexicanos que no se enriqueció en su
mandato.
Nacido en Michoacán, México, Lázaro Cárdenas del Río fue un militar y estadista
que participó en la Revolución Mexicana bajo el mando de Martín Castejón. Logró
el rango de General con apenas 25 años.
Ocupó distintos cargos públicos, como Gobernador de Michoacán (1928-1930),
secretario de la Gobernación del presidente Pascual Ortiz Rubio (1931) y
finalmente presidente del Partido Nacional Revolucionario (1930-1031). En 1934
fue electo como presidente de la República, cargo que sostuvo hasta 1940.
Se le conoce por ser uno de los pocos políticos mexicanos que no se
enriquecieron durante su ejercicio del poder. Tras servir como secretario de
Defensa, en 1945 se retiró a una modesta casa cerca del Lago Pátzcuaro. Allí
dedicó el resto de su vida al trabajo social, educativo y agrario, hasta su muerte
por cáncer en 1970.

4.3.1 LA EDUCACIÓN SOCIALISTA

Se apuntó a una educación laica, focalizada en lo agrario como motor de riquezas.

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El gobierno implementó un modelo educativo abiertamente dirigido a una
educación laica, en abierto combate contra “el fanatismo y los prejuicios”.
Este nuevo modelo educativo, que se denominó «socialista» reflejaba una idea de
país más moderna, justa y equitativa. Su foco estuvo en lo agrario como motor de
riquezas, así como en la industrialización de las ciudades.
El cardenismo repartió libros a alumnos de escuelas rurales y urbanas, con
enfoques radicalmente distintos de la educación “colonizada” anterior, en la que se
imponían modelos raciales de blancura y catolicismo. Los nuevos libros
visibilizaban a niños de piel oscura y ojos negros, a menudo en sus
viviendas rurales de recursos limitados.

El Plan Sexenal
Este fue el nombre del plan principal del gobierno de Cárdenas, basado en el
distanciamiento de las políticas del gobierno anterior, de Plutarco Elías Calles.
Se enfocaba en brindar apoyo a los movimientos sindicales para impulsar el
crecimiento agrario, industrial y urbano de México.
Su nombre proviene del período de gobierno (un sexenio, seis años) y de la
promesa que Cárdenas le hacía al pueblo de ejecutar todas esas medidas en su
tiempo de mandato.
Legado del cardenismo

El cardenismo fue un modelo que satisfacía las demandan populares.

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El reparto de tierras durante el cardenismo fue el mayor de la historia de México.
En la historia de México, resalta como un modelo alternativo de satisfacción de
demandas populares, rurales y obreras.
Sin embargo, el gobierno siguiente (1940-1946) se frenó paulatinamente hasta
lograr revertirlo en muchos casos.
Al volver a enajenar las tierras, se deshicieron los enormes avances de Cárdenas
contra el latifundio.
Uno de los grandes reproches del cardenismo es que a pesar de haber insistido
en instalar un modelo de país nacionalista y moderno, al abandonar el poder
México no se parecía en nada a lo prometido.
Por otro lado, su anticlericalismo y prédica socialista le granjearon muchos
detractores.

El Partido Cardenista

El hijo de Lázaro Cárdenas comenzó su carrera política en el Partido Cardenista.


El Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, o simplemente
Partido Cardenista, fue una agrupación política que existió entre 1987 y
1997. Reivindicaba la figura de Lázaro Cárdenas como su autor intelectual.
Para las elecciones de 1988 el partido se adhirió al Frente Democrático
Nacional para postular a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del expresidente
de la República, como candidato a la presidencia mexicana.

ECONOMÍA DEL CARDENISMO

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Durante el cardenismo se nacionalizaron diversas empresas extranjeras.
El cardenismo se caracterizó por ser un gobierno nacionalista y de izquierdas.
Creía en un Estado fuerte, capaz de profundizar las reivindicaciones populares
que habían motivado la lucha armada durante la época revolucionaria.
La economía, en ese sentido, constituía una de sus principales preocupaciones.
Durante el cardenismo se nacionalizaron diversas empresas extranjeras, entre
ellas las petroleras y las de ferrocarriles. Además, se modificó la Ley agraria, se
ampliaron las carreteras y aumentó en gasto público (representando casi un 40%
de la economía).
Muchos de estos cambios significaron tocar poderosos intereses, por lo que el
Estado contó con el apoyo del ejército nacional, de los sectores populares
(trabajadores y campesinos) y, curiosamente, con el de la Iglesia.
Nacionalización del petróleo mexicano
Una de las medidas más arriesgadas del cardenismo fue arrebatarle a los
estadounidenses y británicos el control del crudo mexicano, asignándoselo al
Estado. Esto causó no pocas tensiones internacionales, especialmente con Gran
Bretaña, país que amenazó con bloquear México en represalia.
Fue así que se creó Petróleos Mexicanos (Pemex), una floreciente
industria hidrocarbúrica, a pesar de que las empresas privadas procuraron llevarse
todo lo posible y no dejarle nada al Estado con lo que pudiese trabajar.
Sin embargo, el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial permitió que los
intereses estadounidenses consideraran prioritaria la cooperación con México, con
tal de contar con una venta estable de petróleo. Eso no evitó que continuaran las
enormes fricciones internacionales.

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4.3.2 EL RESPALDO A LAS ORGANIZACIONES OBRERAS Y
CAMPESINAS

En su Gobierno, Cárdenas fue un fiel defensor de la justicia y la igualdad de


derechos para todo el pueblo, así como de los ideales de la Revolución Mexicana. 
Diversos líderes han dejado su huella en México a través de sus ideales,
pensamientos patrióticos o gestiones durante sus Gobiernos, como el militar y
expresidente Lázaro Cárdenas (1934-1940).
Cárdenas fue un gran estadista, recordado como un fiel luchador de la Revolución
Mexicana, defensor de la justicia y la igualdad de derechos para todo el pueblo. 
Además, ejerció como gobernador de Michoacán y ganó las elecciones
presidenciales de 1934.
Posteriormente, creó el Partido Revolucionario Mexicano (PRM) que incluyó a
quienes se sentían identificados con pensamientos progresistas.

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CREACIÓN DE EJIDOS CAMPESINOS
El cardenismo creó un número importante de ejidos campesinos. Aunque estos
ejidos no fueron unidades económicamente relevantes hasta mucho después, el
nivel de vida de la clase campesina mejoró casi inmediatamente.
Hay que considerar que el balance de exportaciones de México se había visto muy
perjudicado de la Gran Depresión, y recién durante los primeros años del
cardenismo empezó a levantarse nuevamente.
Educación
El líder mexicano creó instituciones educativas y culturales como el Instituto
Politécnico Nacional (IPN), la Escuela Nacional de Educación Física, el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Museo Nacional de Historia o el
Colegio de México (Colmex), los cuales fueron pilares para el progreso académico
del país.
Nacionalización de ferrocarriles
Durante el Gobierno de Cárdena, fue retomado el control de las redes ferroviarias,
así como el diseño y construcción de una red más extensa mediante la
colaboración de la compañía Ferrocarriles Nacionales de México.
Vías de comunicación
Como parte de las políticas públicas de Cárdenas, fueron construidas nuevas
carreteras en el país, lo que favoreció la movilización de transporte, modernizó la
nación además de incrementar el comercio.

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4.3.3 REPARTO AGRARIO

El Estado apoyó movimientos rurales revolucionarios.


La agricultura mexicana a inicios del siglo tenía aún la huella de la sociedad
colonial de la cual provenía, pero después de las modificaciones introducidas por
Cárdenas no volvió a ser la misma.
El reparto de tierras cultivables en el norte del país, como había prometido en su
momento Emiliano Zapata, alcanzó la cifra de 18 millones de hectáreas durante el
cardenismo. Así, no sólo se saldó una deuda social histórica, sino que también se
conformaron pequeñas unidades productivas.
De esta manera, el Estado apoyó movimientos rurales revolucionarios como el
movimiento agrarista “El asalto a las tierras” en el norte de Baja California.
Además, introdujo ayudantías económicas para los campesinos.
Por otro lado, el establecimiento de escuelas rurales permitió ofrecer a niños y
jóvenes el conocimiento necesario para formar centros agropecuarios productivos.
Reforma agraria
Parte del progreso económico del país fue la reforma agraria, la cual ordenaba la
repartición de las tierras entre los campesinos. Esto disminuyó los desacuerdos
comerciales entre ellos.

4.3.4 LA EXPROPIACION PETROLERA

A través de la legalización del petróleo, los mexicanos tuvieron más acceso al


combustible y evitaron que manos extranjeras se apropiaran de él. Esta medida
permitió brindar mayores ofertas de empleo y mejoras salariales a trabajadores.
El régimen del general Lázaro Cárdenas trabajó durante cuatro años en
la necesidad de un encuentro con los principios fundadores del país contenidos en
la Constitución de 1917.
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Grandes cambios se vivían en el México posrevolucionario y la expropiación
petrolera fue uno de los momentos más impresionantes en la historia del país.

El petróleo en México
En 1862 fue perforado en Tabasco el primer pozo petrolero por el ingeniero
Antonio de Castillo. Fue durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo que se
emitió un decreto en el cual se permitía la explotación del petróleo mexicano con
la intervención y aprobación del gobierno. Las concesiones petroleras fueron
otorgadas a particulares y el pueblo de ninguna manera se vio beneficiado.
La explotación y consumo del petróleo en México durante el gobierno de Porfirio
Díaz se encontraba en manos de industrias extranjeras, principalmente
estadounidenses. La actividad petrolera fue organizada en el Golfo de México
en los estados de Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí.

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CONCLUSIÓN

Después de haber realizado este trabajo de recolección de información la cual


plasmamos de manera breve que abarcó en buena medida un repaso histórico,
más que eso, un conocimiento nuevo acerca de la historia de nuestra patria,
con datos suficientes por ser un "recordatorio" para mirar nuestro pasado con
otros ojos.
Nos hemos dado cuenta como cada pasaje de la historia ha repercutido en la
realidad actual de México, cosas que sucedieron hace muchos años se siguen
vengando, y errores que se repitieron en el pasado se siguen repitiendo. Y como
si no revivimos nuestras raíces y las vivimos profundamente, el
liberalismo masónico cumplirá su objetivo y nos dejará como entes vivientes sin la
esperanza de una vida eterna.

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BIBLIOGRAFÍA

Archivo General de la Nación | 19 de mayo de 2018


Fuente: Secretaría de Educación Pública. (2015). Historia de México II. Ciudad de
México.

Bibliografía básica

o Actas constitucionales mexicanas (1821-1824), 10 vols. México, UNAM,


Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1980 (edición facsimilar).
o Manuel Ferrer Muñoz, La formación de un estado nacional en México: el
Imperio y la República federal, 1821-1835. México, UNAM, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, 1995.
o Constitución Federal de 1824. Crónicas. México, Secretaría de
Gobernación, Cámaras de Diputados y de Senadores del Congreso de la
Unión, Comisión Nacional para la conmemoración del Sesquicentenario de
la República Federal y del Centenario de la Restauración del Senado, 1974.
o Clavijo, Fernando y Valdivieso, Susana, “La política industrial de México,
1988-1994”, en La industria mexicana en el mercado mundial. Elementos
para una política industrial, Fondo de Cultura Económica, México, 1994.
o Reformas económicas en México, 1982-1999, Fondo de Cultura
Económica, México, 2000.

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