Está en la página 1de 2

Para muchos las historias que escuchamos día a día, es algo que no asumimos con

mucha importancia. Pensamos que nunca nos sucederá o que solo ocurre para
niños de escasos recursos.

Puede que tengamos razón, por ejemplo: el caso que paso hace unos dias en
Bogota, con aquella criatura de tan solo 8 años, quien no solo perdió a su madre
este año sino que desde el 2015 ha venido siendo violado por su propio padre,
Aunque sus abuelos tomaron ya su custodia, hay secuelas que nunca se olvidan.

Hoy llego a ustedes para contarles una triste historia,de una pequeña niña llamada
Ameli, quien tras la pérdida de su padre, se quiso refugiar en un hombre que con su
apariencia inocente se ganó su afecto y con el tiempo mostró esa faceta de: LOBO
ESTÁ.

Un año después, su madre decide rehacer su vida con Matías, empiezan a salir y la
relación prospera poco a poco. Aunque la niña estaba en desacuerdo, acepta su
decisión pues quiere volverla a ver feliz.

Con el tiempo, Ameli le empieza tomar cariño a Matias, el hombre le recuerda a su


padre. Empiezan a jugar constantemente en el patio de su casa.. De un tiempo
para acá la niña prefiere ir a la casa de su abuela paterna, saca cualquier excusa
para lograrlo. Para Ángeles eso era normal. pues en esa casa aún quedaban
recuerdos de aquel difunto; sin saber que se venía una oscura y dolorosa
avalancha de sentimientos.

Transcurridas las semanas, la niña se estaba preparando para una de sus clases;
estaba en el cuarto cambiandose, pero de un momento a otro siente que alguien la
observa. Aunque la pequeña no ve a nadie, siente miedo.

Se acercaba su cumpleaños y todo transcurría muy normal. Angeles decide darle a


Ameli ese vestido que tanto había anhelado durante varias semanas. La sonrisa de
la pequeña fue tanta que sus ojos se iluminaron como estrellas. Lastimosamente,
al poco tiempo toda su felicidad se desvaneció, cuando Matias le dice que lo
acompañará a la cocina y al llegar le susurra al oído: “ Me gustaría que ese vestido
fuera más cortico y que lo usaras sin ropa interior”.

Al caer la noche, ya todos se encontraban en sus respectivas habitaciones; aunque


la niña acostumbraba a dormir con la puerta abierta pero desde que Matias llegó a
su vida, esa puerta rosa, se mantenía cerrada. Pasaron las horas y de un momento
a otro Ameli, siente a alguien que se acostó en su cama. La niña perpleja y
asustada se despierta e intenta levantarse con agilidad, pero esa persona la toma
de la muñeca bruscamente haciendo que quede de nuevo acostada; cuando aclara
su mirada hacia la silueta, se da cuenta que es Matias, quedando perpleja.

El hombre,le tapa la boca con su mano y cuando estaba encima de ella, le


susurra al oído ¡POR FIN SERÁS MÍA!... Aunque ella intenta resistirse, todo su
esfuerzo es en vano, el hombre la agredió.

Al día siguiente, se sentía una tensión que invadía cada espacio de la casa.
Angeles tenía una corazonada de que algo estaba sucediendo, pues su hija al ver
a Matias, salia despavorida, lloraba o se ponía a gritar sin motivo alguno; esa niña
dulce y risueña que cantaba todas las mañanas se esfumo, solo quedaba un ser
con una mirada perdida, triste, fría y apagada.

Por cosas de la vida, ese mismo día Ángeles decide regresar a su casa; pues
había discutido con la pequeña en la mañana y tampoco se sentía bien de salud.
Al llegar, la mujer encuentra una escena desgarradora, que le hará tomar
decisiones por el bien de su hija

También podría gustarte