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ÍNDICE

Introducción…………………………………………………………………………. 3
Objetivos Generales…………………………………………………………............. 4
Objetivos Específicos…………………………………………………..……………. 4
Justificación……………………………………………………………………………. 5
Antecedentes……………………………………………………………………….. 6
Motivación…………………………………………………………………………….. 7
Estrategia Metodológica……………………………………………………………. 8
Las cosas…………………………………………………………………………….. 9
Cosas humanis juris…………………………………………………………………. 10
Res ComunesRes Publicae. ………………………………………………………. 10
Res Universitatis. ……………………………………………………………………. 10
Res Privatae o Singulorum. ……………………………………………………….. 10
Cosas masipis mecnacipis………………………………………………………… 10
Res Mancipi y Res Nec Mancipi………………………………………………….. 11
Cosas corporales y cosas incorporales………………………………………….. 11
Clasificación de las cosas por su apropiación…………………………………….. 11
Res nullius…………………………………………………………………………….. 11
Cosas Comunes ……………………………………………………………………. 11
Cosas sin dueño…………………………………………………………………….. 12
Cosas públicas………………………………………………………………………. 13
Res “extra commercium” y res “in commercio”……………………………………. 13
Res “extra commercium…………………………………………………………….. 13
Res divini iuris (Cosas Divina……………………………………………………… 13
Res Quodam modo divini iuris…………………………………………………….. 13
Res in comercio……………………………………………………………………… 14
Res nullius…………….…………………………………………………………….. 14
Res derelictae………………………………………………………………………. 14
Res sine domino……………………………………………………………………. 14
Res publicae y res privatae………………………………………………………… 19
Res publicae (Cosa Pública)………………………………………………………. 20
Res privatae (Cosa Privada)………………………………………………………… 21
Res Mancipi y Res Nec Mancipi…………………………………………………… 22
Res Mancipi…………………………………………………………………………. 22
Res Nec Mancipi……………………………………………………………………… 23
Res “Immobiles” y Res “Mobiles…………………………………………………… 23
Res Immobiles……………………………………………………………………….. 23
Res Mobiles…………………………………………………………………………… 23
Cosas Consumibles y Cosas No Consumibles…………………………………… 23
Las cosas pueden ser física o jurídicamente consumibles………………………. 23
Cosas Inconsumibles ……………………………………………………………….. 23
Cosas Fungibles y Cosas No Fungibles……………………………………………. 23
Conclusión……………………………………………………………………..……… 24
Bibliografía………………………………………………………………………… …. 25
INTRODUCCIÓN
Es impresionante notar como los romanos tenían una división casi completa de las
cosas, de manera que en las divisiones que hicieron y en la forma de clasificarlas
tuvieron gran acierto en cada uno de los conceptos que podemos tener hasta hoy.
Por otro lado es impresionante ver como las definiciones respectos de cómo se
clasificaban las cosas de acuerdo a las cantidades, usos, ubicaciones o
asignaciones ellos tenías una idea clara de para que eran y como debía usarse
correctamente.

En este trabajo lo que vamos hacer es un amplio estudio de cada una de las


formas en que los romanos lograron clasificar las cosas de acuerdo a su cantidad
y calidad para poder darles el valor y uso respectivo.

Si bien es cierto que los romanos no pudieron logran una definición exacta de la
palabra cosa, se puede decir que lograron desarrollar una amplia definición de sus
diferenciaciones, muchas de las cuales se puede tener en instituciones hasta el
día de hoy.

Una de las situaciones que quizá haya causado mucha extrañeza en nosotros es
ver como el imperio daba a los esclavos la categoría de cosas, es decir de ser un
objeto de derecho y no un sujeto de derecho, y era contado como parte
del patrimonio de un romano tanto así como si fuera ganado o un objeto más que
les permitía productividad.

Sin más que decir solo nos queda esperar que el presente trabajo cumpla las
expectativas de la docente, y que de gran aporte para los compañeros del aula.
OBJETIVO GENERAL:
Analizar todo lo relacionado con las cosas en derecho romano.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
• Determinar Res Mancipi y Res Nec Mancipi
• Analizar que son Cosas corporales e incorporales.
• Determinar la Clasificación de las cosas por su apropiación
• Conceptualizar que son Cosas Comunes
• Identificar que son Cosas sin dueño
• Explicar que son Cosas públicas
• Examinar que son Res “extra commercium” y res “in commercio”
• Fundamentar que es la Res “extra commercium
• Determinar que son Cosas Consumibles y Cosas No Consumibles
JUSTIFICACION
La Presente investigación se enfoca en estudiar ¨Las Cosas en el Imperio
Romano¨. El concepto Res significa cosas.

En la investigación sobre las cosas el objetivo es ilustrar a todos sobre el porque


es importante en la actualidad la distribución de las cosas, además como fueron
realizadas, el porqué de las mismas y sobre todo lo que significa esa distribución
de ¨Res¨ en el Imperio Romano.
ANTECEDENTES
Para la búsqueda de antecedentes relacionados con esta investigación pudimos
constactar que en la Universidad Catolica de Valparaiso, Chile, donde hallamos un
trabajo de investigación con el tema ¨Conceptos de Res en los Juristas Romanos
II¨. La Res Comunes Omniun, la misma fue sustentada por Juan David Ponce
Terraza. El cual baso su objetivo en analizar la incidencia en Conceptos de Res en
los Juristas Romanos II¨. Amparada por la Revista de Estudios Históricos –
Jurídicos, num. XXXIV, 20212, P.P. 127-163. Universidad Catolica de Valpraiso,
Chile.
MOTIVACIÓN
Nuestro deseo constante de aprendizaje, desarrollo y de compartir experiencias
con los demás.

Este impulso inquebrantable nos transporta a lograr nuestros objetivos.


Representa todo aquello que anhelamos para cumplir con nuestra meta y a un
determinado fin.
ESTRATEGIA METODOLOGICA
Recurrimos a indagar en diferentes fuentes bibliografías; así como fuentes de
videos, documentos y un coloquio de nuestro grupo de universidad, de ese modo
sustentamos, escogimos, depuramos, constatamos y validamos todas las
informaciones obtenidas en las fuentes de las cuales tuvimos importantísima
investigación sobre ¨Las Cosas y su clasificación en el Imperio Romano¨
Las cosas
Cosa –res–, en sentido propio, es todo objeto del mundo exterior sobre el cual
pueden recaer derechos.

En el patrimonio.
Eran los bienes pertene- cientes al padre de familia denominado “res familia&“, o
“familia pecu- niaque”.

El patrimonio es el conjunto de bienes y derechos susceptibles de valoración


económica que pertenecían al paterfamilias.

Cosas divinis juiris


Las res divini iuris eran aquellas cosas que estaban sus traídas al comercio de
los hombres en virtud del fin divino a que estaban destinadas: 13. Vel cuius
commercium no habuerit 

Las res divini iuris están consagradas a los dioses y se encuentran bajo la
autoridad de los pontífices; son cosas de derecho divino las cosas sagradas y las
religiosas. También son cosas de derecho divino los muros y las puertas de la
ciudad. A éstas se oponen las cosas de derecho humano.

Res sacrae, religiosas y santae.


Res sancrae.
Para Gayo las cosas sagradas son aquellas que están consagradas a los dioses
de lo alto, como los terrenos, los templos y los objetos dedicados a su culto. Para
que la cosa sagrada se vuelva profana es necesaria una exauguratio, solemnidad
contraria a la consagración que hacían los pontífices.

Res religiosae.
Las cosas religiosas son aquellas que están dedicadas a los dioses manes, a los
antepasados; son las sepulturas y los monumentos mortuorios unidos a ellas y
están incuestionablemente fuera del comercio, a diferencia de la res sacrae, dan
lugar a un verdadero derecho privado conocido con el nombre de ius sepulcri
(derecho de sepulcro).

Res sanctae.
Cosas santas son las puertas y los muros de la ciudad, porque encerraban a sus
dioses. No significan cosas santas, sino cosas cuya violación está penada.

Cosas humanis juris.


Res Humani Iuris.
Las cosas que no pertenecen al derecho divino son de derecho humano, llamadas
también profanas por oposición a las divinas. Éstas se dividen en:

Res Comunes. Se llama así a ciertas cosas que por su naturaleza escapan a toda
apropiación privada, tales como el aire, el agua corriente y la mar.

Res Publicae. Son las cosas afectadas a un uso público, bien que aprovechen a
todos por el efecto de un disfrute directo e inmediato, como las plazas públicas, los
caminos, los ríos, los puertos, o solamente por una consecuencia de su destino,
como los arsenales y las fortalezas.

Res Universitatis. Las univeritates son las corporaciones y las ciudades, son
personas morales que tienen pertenencias para el uso de sus miembros; así, las
ciudades tienen teatros, baños, calles, que son de uso común de los ciudadanos.

Res Privatae o Singulorum. Son las cosas que la persona particular puede hacer
entrar a su patrimonio y que los jurisconsultos y sobre todo los comentaristas del
Derecho Romano han subdividido en muchos miembros: res mancipi y res nec
mancipi; res corporales y res incorporales, cosas muebles y cosas inmuebles, etc.
Cosas masipis mecnacipis.
Res Mancipi y Res Nec Mancipi: era esta una de las distinciones más propias
del derecho romano, y así Gayo decía que la diferencia entre ellas era
considerable.

Res Mancipi: eran aquellas cuyo dominio solamente podía ser adquirido por
medio de actos formales o solemnes de adquisición, tales como la mancipatio y la
in iure cessio.

Res Nec Mancipi: eran aquellas cuyo dominio podía ser adquirido mediante la
simple tradición (traditio).

De esta manera, eran res nec mancipi todas las que no quedaban comprendidas
dentro de las res mancipi.

Entre ellas se mencionaban la generalidad de las cosas incorporales como las


servidumbres de los predios urbanos; los predios estipendiarios y tributarios, los
primeros eran, a juicio de Gayo, los que estaban en las provincias pertenecientes
al populus Romanus, y los segundos aquellos que se hallaban en las provincias
tenidas por pertenecientes al César; las bestias feroces, como por ejemplo los
osos, los leones, y los animales asimilados a ellos, como los elefantes y los
camellos.

Cosas corporales e incorporales.


Cosas corporales y cosas incorporales: esta distinción aparecía en las
Instituciones de Gayo.

Cosas corporales: decía que eran corporales aquellas que podían ser tocadas
(sunt quae tangit possunt), como un fundo, un esclavo, un vestido, el oro, la plata y
otras innumerables cosas.
Cosas incorporales: eran en concepto de Gayo cosas incorporales las que no
podían ser tocadas (sunt quae tangit non possunt) y cuya existencia arrancaba del
derecho, tales como una herencia, un usufructo, las obligaciones de cualquier
modo contraídas. Contándose también dentro de ellas las servidumbres rústicas y
urbanas.

Clasificación de las cosas por su apropiación


Res nullius
Expresión latina que se refiere a las cosas que no tienen propietario, que carecen
actualmente de dueño y que pueden ser objeto de apropiación, fundamentalmente
a través de la ocupación (artículo 610 y siguientes del Código Civil).

Esta clasificación tuvo mucha importancia al comienzo de los sistemas jurídicos.


Sin embargo, en la actualidad su consideración tiene un campo muy limitado, pues
son muy pocas las cosas sin dueño.

Normalmente, se entienden como res nullius los bienes muebles sin dueño. Sobre


los bienes inmuebles, es algo más complejo, porque suele decirse que
pertenencen “desde luego” (esto es, desde el momento en que no tienen dueño),
al  Estado, como establecía en su día la antigua Ley de Mostrencos y, en la
actualidad, la vigente Ley de Patrimonio del Estado.

Este término suele confundirse con el de “res derelictae“, que se refiere


estrictamente a las cosas que, teniendo un dueño con anterioridad, han sido
abandonadas. Una res nullius nunca han tenido dueño. Sin embargo, cuando se
habla de res nullius suele hacerse para referirse a ambas categorías.

Cosas Comunes
Son cosas comunes las que no se hallan bajo el dominio de nadie, y su uso está
concedido a todos, como son el aire, el mar y el agua corriente.
Cosas sin dueño
En la actualidad se puede estimar que no existen cosas sin dueño, no obstante,
muchas de ellas tienen regulación del Estado, se diferencia de las cosas comunes,
por la posibilidad de apropiación que puede darse en diversas circunstancias, se
caracterizan por no tener dueños, pero que si pueden ser causa de apropiación
privada e incluso estar entre un contexto comercial en forma lícita; como decían
los Romanos (la res nullius), son elementos que existen en ciertos ámbitos y que
los seres humanos pueden apropiarse de ellos y convertirlos en propiedad
privada, como los animales del mar y de los bosques o de la pradera, que no han
sido domesticados y no tiene propietarios, como caballos salvajes, o reses
silvestres, que nunca tuvieron dueño, o el producto del mar, como los pescados y
que en un momento determinado llegan a producir efectos jurídicos por el
intercambio comercial que se establece en las relaciones humanas.

Cosas públicas
Las cosas públicas son cosas con dueño, no pueden incluirse en la categoría de
las cosas que no tienen dueño, ni con las cosas comunes, porque son diferentes.
Estas cosas públicas, tienen un régimen de regulación, como reglamentos internos
de su uso, no pueden ser apropiadas por personas físicas civiles.

Res “extra commercium” y res “in commercio”: si se atiende a la posibilidad


de apropiación o adquisición de las cosas había algunas que se hallaban
excluidas de la pertenencia personal en dominio (res quarum commercium non
est) y otras que sí podían ser objeto de apropiación o adquisición (in
commercium).

Res “extra commercium”: eran las que se hallaban fuera del comercio y
respecto de las cuales no era posible el denominado ius commercii. En
consecuencia, no podían ser objeto de adquisición ni de actos patrimoniales entre
vivos o por causa de muerte, dentro de tal condición se hallaban las siguientes:
a) Res divini iuris (Cosas Divina): las que comprendían según el criterio de
Gayo a las res sacrae y a las res religiosae. Las res sacrae, eran aquellas que se
habían consagrado a los dioses superiores, tales como los templos y los altares y
cuyo carácter sacro derivaba de haber sido consagradas mediante una ceremonia
ritual denominada consecratio, que debía ser autorizada por medio de una ley o de
un senadoconsulto. Las res religiosae, eran las que se habían destinado al culto
de los dioses Manes, tales como el suelo en el que había sido sepultado el cuerpo
de un difunto, en consecuencia eran hechas “religiosas” por un acto de voluntad.

b) Res Quodammodo divini iuris: es decir, las cosas en cierto modo de derecho
divino que, según Gayo eran las res sanctae, tales como los muros y las puertas
de las ciudades, que habían sido puestos bajo la protección de los dioses
mediante una ceremonia denominada inauguratio.

En las Instituciones de Justiniano se incluyó a las res sanctae dentro de las que
eran de derecho divino (divini iuris), de modo tal que estas ahora comprendían tres
especies diversas, a saber, las res sacrae, las res religiosae y las res sanctae,
aunque al definir a estas últimas mantenía la expresión gayana quodammodo
divini iuris.

c) Res communes omnium: es decir, cosas que por derecho natural eran comunes
a todos, tales como el aire, el agua corriente y el mar y sus costas, no eran
susceptibles de posesión ni de adquisición particular por ninguna persona privada.

Res in commercio: eran todas aquellas cosas susceptibles de apropiación y que,


por lo tanto, se hallaban dentro del comercio humano, por lo cual eran cosas de
derecho humano (res humani iuris).

Las cosas que se hallaban dentro del comercio humano podían encontrarse
actualmente dentro de un patrimonio (intra patrimonium), es decir, haber sido ya
adquiridas por alguien, o bien hallarse aún en la situación de no haber sido
adquiridas, pero poder llegar a serlo (extra patrimonium).

Cosas que se hallaban in commercio y que se encontraban en la situación de aún


no haber sido apropiadas o adquiridas por alguien eran las siguientes:

a) Res nullius: eran estas las “cosas de nadie”, es decir, aquellas que desde el
momento en que tenían ser carecían de dueño, de las que Gayo decía que eran
las que con anterioridad eran de nadie, dentro de las cuales se consideraban los
animales que se capturaban en la tierra (fera bestiae), en el mar (pisces), y en el
cielo (volucres); la isla nacida en el mar (insula in mare nata); las cosas
encontradas en la ribera del mar, tales como las perlas o piedras (res in litore
maris inventae).

b) Res hostiles: esto es, las cosas del enemigo, pues ellas aunque habían
pertenecido precisamente al enemigo, eran consideradas como de nadie, en
cuanto los hostes eran considerados como fuera del orbe y su derecho era
desconocido.

c) Res derelictae: eran estas las cosas que habían sido abandonadas por sus
dueños y, así al instante dejaban de ser de ellos, sin que fueran posible cometer
hurto respecto de ellas.

d) Res sine domino: es decir, las cosas que no tenían dueño, tales como las que
formaban parte de una herencia yacente.

Res publicae y res privatae: aquellas cosas que ya habían sido apropiadas
podían ser públicas (res publicae) o privadas (res privatae).

Res publicae (Cosa Pública): eran las que pertenecían al pueblo romano, dentro
de las cuales los juristas distinguían diversas especies en consideración a la
protección que podían tener mediante interdictos, y tales eran:

a) Las que, perteneciendo al pueblo romano, estaban destinadas, mediante un


edicto especial llamado publicatio, al uso público (quae publico usui destinatae
sunt), tales como las vías públicas o calles, los puentes, foros, plazas, teatros,
baños y termas.
b) Las que por derecho de gentes eran de uso público, como el mar y sus costas.

c) Los ríos perennes (flumina perennia), es decir, aquellos que fluían de manera
permanente.

d) Las que se hallaban dentro del patrimonio del pueblo, y cuyo uso no era
público, pues el pueblo se comportaba respecto de ellas como un dueño de
derecho privado, por ejemplo, el suelo público (ager publicus), los esclavos
públicos (servi publici).

Res privatae (Cosa Privada): eran aquellas que pertenecían a cada hombre en
singular, vale decir, todas aquellas que no se encontraban en alguna de las
especies de res publicae.

Res Mancipi y Res Nec Mancipi: era esta una de las distinciones más propias
del derecho romano, y así Gayo decía que la diferencia entre ellas era
considerable.

Res Mancipi: eran aquellas cuyo dominio solamente podía ser adquirido por
medio de actos formales o solemnes de adquisición, tales como la mancipatio y la
in iure cessio.

Durante la época clásica las res mancipi constituían un número cerrado y


determinado de cosas y eran estas las siguientes:
a) Fundos en suelo itálico (fundi Italici) y los edificios construidos en ellos.
b) Los esclavos.
c) Los animales que se suelen domar por el cuello o por el lomo (quae collo
dorsove domari solent) como por ejemplo los bueyes, los caballos, las
mulas y los asnos.
d) Las servidumbres de los predios rústicos en suelo itálico.

Res Nec Mancipi: eran aquellas cuyo dominio podía ser adquirido mediante la
simple tradición (traditio).

De esta manera, eran res nec mancipi todas las que no quedaban comprendidas
dentro de las res mancipi.

Entre ellas se mencionaban la generalidad de las cosas incorporales como las


servidumbres de los predios urbanos; los predios estipendiarios y tributarios, los
primeros eran, a juicio de Gayo, los que estaban en las provincias pertenecientes
al populus Romanus, y los segundos aquellos que se hallaban en las provincias
tenidas por pertenecientes al César; las bestias feroces, como por ejemplo los
osos, los leones, y los animales asimilados a ellos, como los elefantes y los
camellos.

Res “Immobiles” y Res “Mobiles”: esta distinción atendía a si la cosa podía


desplazarse o no, sobre la base de la inamovilidad del suelo.

Res Immobiles: bienes inmuebles, llamados clásicamente res fundi, praedium,


ager, eran simplemente los bienes raíces y sus construcciones (aedes, villae), en
cuanto suelo que no podía desplazarse de un sitio a otro.

Las voces fundus y praedium eran denominaciones de carácter general, y ellos


podían ser Itálicos o Provinciales. Sólo sobre los primeros existía dominio civil, no
así sobre los provinciales que eran considerados ager publicus. Fundos rústicos
eran aquellos ubicados en el campo, y urbanos los situados en la ciudad. Los
fundos rústicos podían ser agri arcifinii si sus deslindes estaban fijados solamente
por accidentes naturales; o agri limitati, si sus límites habían sido señalados por
una parcelación oficial (limitatio).

Res Mobiles: cosas muebles eran aquellas que podían desplazarse de un lugar a
otro. En tal categoría entraban aquellos seres vivos que se movían por sí solos
(semovientes), y las cosas inanimadas.

Cosas Consumibles y Cosas No Consumibles: esta distinción se basaba en el


hecho de si el primer uso de la cosa conforme a su naturaleza las destruía o no.
Cosas Consumibles: eran aquellas cuyo primer uso adecuado a su naturaleza
las destruía.

Las cosas pueden ser física o jurídicamente consumibles:


Las física o materialmente consumibles son aquellas cuyo primer uso adecuado a
su naturaleza las destruye y, en consecuencia, las vuelve ineptas para un nuevo
uso, tales como los alimentos.

Las cosas son jurídicamente consumibles cuando están destinadas de un modo


permanente a su enajenación, de tal manera que su uso las hace salir del
patrimonio de quien las tenía, tales como el dinero.

Cosas Inconsumibles: eran aquellas cuyo primer uso adecuado a su naturaleza


no las destruía material ni jurídicamente y, por lo tanto, podían ser usadas de
nuevo. Ejemplo: arrendamiento todas las cosas corporales o incorporales, que
pueden usarse sin consumirse; excepto aquellas que la ley prohíbe arrendar, y los
derechos estrictamente personales, como los de habitación y uso.

Cosas Fungibles y Cosas No Fungibles: esta distinción atendía a la mayor o


menor identificabilidad de la cosa, de la cual dependía el que en un negocio
concreto pudieran o no ser substituidas por otras.

Cosas fungibles: son aquellas que se identifican, no por su individualidad, sino


por su género y cantidad, vale decir, aquellas que se pesan, cuentan, o miden
(quae pondere numero mensurave sunt).V. gr. un esclavo.

Cosas no fungibles: son aquellas que se identifican por su individualidad, y por


ende, no pueden ser substituidas, unas por otras. V. gr. el esclavo Pánfilo.
En la medida en que en un negocio jurídico se identifique una cosa por su género,
número, peso o medida, se dice que es una cosa genérica, y si se la identifica por
su individualidad, se dice que es una cosa específica.

La voluntad de las partes puede hacer que se considere como específica una cosa
que naturalmente es fungible, por ejemplo, el dinero contenido dentro de cierto
cofre.

Cosas principales y cosas accesorias, era esta una distinción que atendía a la
función o finalidad a la cual estaba destinado el todo.

Cosas principales: eran aquellas que individualmente cumplían la función a que


estaba destinado el todo.

Cosas accesorias: eran las cosas que auxiliaban la función a que estaba dirigido
el todo, o que aumentaban su valor. Por ejemplo los adornos son accesorios
respecto de los objetos en lo que se ponen.

Respecto de esta distinción se aplicaba la regla conforme a la cual “Lo accesorio


sigue la suerte de lo principal”.
Cosas divisibles y cosas indivisibles:
Cosas divisibles: son divisibles aquellas cosas que podían parcelarse
conservando un valor proporcional al que tenía el todo, como por ejemplo las
tierras.

Cosas indivisibles: son aquellas que por el hecho de dividirlas se destruyen.

Cosas simples y cosas compuestas.


Cosas simples: eran aquellas que contenían un solo espíritu, como una oveja o
un libro.

Cosas compuestas: eran las que sin perder su identidad componían conjuntos
(universitates rerum), tales como un rebaño, o una biblioteca.
Las cosas compuestas podían ser consideradas como una unidad en un negocio
jurídico concreto
Cosas fuera del comercio
Cosas susceptibles de apropiación y cuya enajenación está prohibida: están fuera
del comercio jurídico.
 Res nec mancipi
 Por razones físicas
 Por razones jurídicas
 Por razones divinas

Clasificación de las cosas por su utilización


Estas se clasifican en fructíferas y no fructíferas, consumibles y no consumibles, y
fungibles y no fungibles.

Las cosas fructíferas son aquellas susceptibles de producir frutos y la no


fructíferas, aquellas que no lo producen.

Frutos: estos se clasifican en: 1. Frutos por naturaleza. Son los que las  cosas
producen periódicamente sin alteración ni disminución de su sustancia. Estos se
clasifican a su vez en naturales: son los frutos que la cosa da por el solo efecto de
la naturaleza; industriales, son los frutos que la cosa da con ayuda del trabajo o la
industria del hombre, y los frutos civiles, que son las sumas de dinero que la cosa
produce periódicamente, ya sea explotada por el propietario o por un particular.
Ejemplo: los intereses de dinero, las rentas de inmuebles, etc.

Existe una distinción entre los frutos naturales, industriales, y civiles y es que en
los dos primeros el usufructuario adquiere los frutos por percepción, mientras que
en los civiles adquiere los frutos día por día.

Frutos por decisión de la ley: son productos que la ley trata como frutos en
cuanto a los derechos del usufructuario.
Productos: es todo lo que se retira de una cosa que no es fruto. Yoseran
establece que producto es todo lo que sale del capital. Los productos al igual que
los frutos pueden ser naturales, industriales, y civiles.

La distinción entre fruto y producto presenta interés desde el punto de vista fiscal
ya que el impuesto sobre la renta que se entrega al estado es una parte de los
frutos percibidos y no del capital. También presenta interés en el plano del
derecho civil, en cuanto a los derechos del usufructuario y a los derechos del
poseedor de buena fe ya que estos solo adquieren los frutos y no los productos.

Cosas consumibles y no consumibles: las consumibles son aquellas que


desaparecen cuando se les utiliza, en cambio las no consumibles cabe utilizarlas
sin que desaparezcan. Esta distinción presenta interés desde el punto de vista de
los derechos del usufructuario y del préstamo de uso, ya que en ambos casos no
pueden recaer  estos derechos sobre cosas consumibles.

Los bienes o cosas fungibles, son los muebles de los que no puede hacerse el
uso adecuado a su naturaleza sin consumirlos y aquellos en reemplazo de los
cuales se admite legalmente otro tanto de igual calidad.

Cosas fungibles: las fungibles son aquellas cosas intercambiables, es decir, que
pueden reemplazarse por otra.

Cosas fungibles son las sustituibles por cualesquiera otras del mismo género,
como los ejemplares de la misma edición de un libro, las monedas de determinada
especie o valor entre sí, un saco de trigo que pueda ser exactamente substituido
por otro saco. Si a tales cosas se las considera en atención a la cantidad, o sea
por el número, el peso o la medida, se llaman también cosas
cuantitativas, quantitetes, o sea res quae, numero, pondere, mensura consistunt.
Las demás cosas fungibles, consideradas en el comercio por sus cualidades
genéricas más que por su específica individualidad, se conocen con el nombre de
cosas genéricas o géneros.

Cláusulas de inenajenabilidad
Art. 1972. Cláusulas de inenajenabilidad. En los actos a título oneroso es nula la
cláusula de no transmitir a persona alguna el dominio de una cosa determinada o
de no constituir sobre ella otros derechos reales. Estas cláusulas son válidas si se
refieren a persona o personas determinadas.

En los actos a título gratuito todas las cláusulas señaladas en el primer párrafo son
válidas si su plazo no excede de diez años.

Si la convención no fija plazo, o establece un plazo incierto o superior a diez años,


se considera celebrada por ese tiempo. Es renovable de manera expresa por un
lapso que no exceda de diez años contados desde que se establece.
CONCLUSION
Después de haber analizado el tema asignado puedo concluir de la siguiente
manera: Por ello la importancia de conocer la clasificación de las cosas que
enunciaron los romanos ya que implican las cosas dentro del comercio y fuera del
comercio y en cual de esta clasificación hay posibilidad de tener un derecho real
sea de propiedad, sea sobre una cosa ajena.

Para que se entienda mejor, la palabra res, significa cosa, que en el derecho


romano era todo lo que pudiera ser objeto de derechos, pero al haber cosas que
no podían ser objeto de derecho privado; entonces se puede decir que había
cosas en el patrimonio y fuera del patrimonio. Para terminar, cabe aclarar que en
esta época se dio la clasificación de cosas de derecho divino y cosas del derecho
humano.
BIBLIOGRAFIA
 ETIT, EUGENE: TRATADO ELEMENTAL DE DERECHO ROMANO,
Traducido por: MANUEL RODRIGUEZ CARRASCO, Editora Dalis
 BERNAD MAINAR, Rafael; CURSO DE DERECHO PRIVADO ROMANO;
Universidad Católica Andrés Bello, Segunda Edición, Caracas 2006.
• HURTADO, A; LECCIONES DE DERECHO ROMANO, Ediciones
Justiniano, Caracas, S. R. L., 1983.
• VILLA SAINZ, David; GUÍA DE ROMANO, Universidad de Zaragoza
Noviembre 1.996.
• Apuntes de Derecho Romano I, Universidad de Carabobo, Valencia 1984.

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