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os kurdos son considerados la nación más grande sin Estado, constituyen el

cuarto grupo étnico más grande de Medio Oriente. Su origen se remonta al año

2,500 A.C. cuando sus habitantes se asentaron en la región comprendida por

Turquía, Irán, Iraq y Siria. En Turquía se estima que habitan de 15 a 20 millones

de kurdos, en Irán de 10 a 12 millones mientras que en Iraq habitan entre 8 y 8.5

millones de kurdos, finalmente Siria tiene la menor proporción con 3.6 millones de

habitantes kurdos.

La población restante se distribuye en países como Armenia, Georgia y

Azerbaiyán. Su idioma oficial es de origen indoeuropeo y depende del territorio en

el que se encuentren. Por ejemplo, la mayoría de los kurdos de Turquía hablan

kurmanji, pero en el noroeste de la zona de predominio kurdo (por ejemplo, las

provincias de Tunceli y Elazig) también se habla Zaza.

El Kurdistán es definido como un espacio histórico y cultural, significa la tierra de

los kurdos. Aunque los kurdos habitan en al menos tres zonas geográficas

diferentes dentro de Oriente Medio como resultado de los desplazamientos

forzados, el área geográfica conocida como Kurdistán se localiza principalmente

en las zonas montañosas del este de Anatolia, la cordillera del Zagros, como

algunos valles y mesetas adyacentes de la Alta Mesopotamia.

Durante siglos dicho territorio se dividió entre el Imperio Otomano y el Imperio

Persa, posterior a la Primera Guerra Mundial y como resultado de los acuerdos

Sykes-Picott (1916) y el Tratado de Lausana (1923), quedó dividido entre cuatro

nuevos estados-nación: Turquía, Siria, Iraq e Irán .


Durante la guerra entre el Imperio Otomano y el Imperio Persa, en el siglo XVIII,

los kurdos apoyaron a los otomanos, ya que les prometieron mayor autonomía.

Incluso al finalizar la Primera Guerra Mundial, los aliados estipularon en la sección

III, artículo 64 del Tratado de Sèvres, la cuestión del Kurdistán y básicamente se le

garantiza al pueblo kurdo su independencia en un año. Sin embargo, con la

disolución del Imperio Otomano y el nacimiento de Turquía como República, el

nuevo gobierno turco no quiso ceder parte de su territorio y soberanía para las

aspiraciones del pueblo kurdo.

El pueblo kurdo ha llevado a cabo varios intentos a lo largo de los años para crear

un Estado independiente. En 1922, se instauró el Reino de Kurdistán en lo que

hoy es Irak pero fue desmantelado en 1924 por Reino Unido. Después, en 1927 se

proclama la República Kurda de Ararat como resultado de un levantamiento en el

sudeste de Turquía, pero derrocada tres años después por el ejército turco.

De la misma forma, en 1946 se proclama la independencia de la República del

Kurdistán que tendría su capital en Mahabad por los kurdos iraníes con respaldo

de la Unión Soviética aunque nuevamente se reintegró a Irán. La historia del

pueblo kurdo ha estado sujeta a violencia y a la falta de reconocimiento por parte

de los Estados que los hospedan, quiénes ven comprometida su integridad

territorial. Como respuesta a la falta de apoyo de la comunidad internacional, han

surgido movimientos independentistas entre el pueblo kurdo. Entre ellos, el Partido

de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que desde 1978 reclama la creación de

un Estado independiente dentro de Turquía.


Desde su inicio fue liderado por Abdullah Ocalan y es considerado como

organización terrorista por Turquía. Inicialmente la organización profesaba una

ideología política marxista-leninista, que hacía hincapié en la necesidad de una

transformación radical de la organización social y política de la sociedad kurda.

Después del golpe de Estado turco en 1980 los miembros del PKK se exiliaron en

el valle de Bekaa bajo la supervisión de Siria. El apoyo internacional se demostró

principalmente durante la guerra civil siria, Estados Unidos aprovechó para brindar

apoyo contra el Estado Islámico (Sanz, 2021). Durante la Guerra del Golfo (1990-

1991) un aproximado de 1,5 millones de kurdos huyeron a Turquía y como

resultado la nación cerró sus fronteras, dejando a los refugiados kurdos atrapados

y a la espera de un lugar seguro.

En 1992, el Frente Kurdistán Iraquí celebra elecciones parlamentarias y

presidenciales dando como resultado el establecimiento del Gobierno Regional del

Kurdistán (KRG por sus siglas en inglés). En 2013, Erdogan invitó al presidente

del GRK, Massoud Barzani, a Diyarbakir, la capital kurda de facto de Turquía.

Dicho acercamiento histórico convirtió al GRK en un aliado clave de Turquía,

además, en marzo del mismo año se había iniciado un proceso de paz con el PKK

de forma que beneficiara el interés nacional turco.

Sin embargo, el anuncio de Barzani en 2017 de llevar a cabo un referéndum

indignó a Erdogan así como a Bagdad y Teherán. Como resultado el gobierno

iraquí, con apoyo de fuerzas iraníes, turcas y estadounidenses ocuparon Kirkuk


junto con otros territorios en disputa, cerraron los dos aeropuertos internacionales

del GRK y rodeo los pasos fronterizos del GRK.

En el contexto histórico del conflicto kurdo se han distinguido varios

acontecimientos como la “Apertura kurda” en 2015, la ruptura del alto el fuego

entre Turquía y el PKK en julio de 2015, la retirada de las tropas estadounidenses

de Siria en 2018 y la incursión de Turquía en el Kurdistán sirio en octubre de 2019.

El pueblo kurdo ha servido a los intereses de las potencias bajo la promesa de un

reconocimiento internacional, un Estado, un territorio y libertad. No obstante las

aspiraciones kurdas no parecen tener resultados certeros mediante la diplomacia

o cooperación por el pasado constante de conflictos y promesas incumplidas.

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