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Datos de la paciente
La paciente, Silvia B, de 27 años, está casada desde los 20 años, y tiene tres
hijos, varones, de 6, 4, y 2 años. De los hijos, el pequeño presenta frecuentes
problemas de conducta, y el mediano está en tratamiento psiquiátrico por
problemas emocionales a “raíz de mi depresión”, según ella comenta. Vive en
una capital española.
Motivo de consulta
Lo primero que comenta Silvia, en la primera sesión, es que está harta de todo,
de todos y de ella misma. Se queja de que siempre ha hecho lo que los demás
le decían que hiciera. Su relación con su marido es mala, casi inexistente. El
marido no se interesa por ella, por como está. No se muestra ni cariñoso, ni
amable con ella. Esta es una situación recíproca. Ha descartado separarse,
aunque siente deseos de huir de su casa, y estar completamente sola una buena
temporada. La razón para no separarse es que tiene miedo a que le quiten a sus
hijos. “Amenaza” que le ha sido hecha en repetidas ocasiones, por la familia de
su marido y por su marido, ya que la etiquetan de “loca”, de ser incapaz de
hacerse cargo, ni de ser responsable de su familia.
Describe a su madre (44 años) como débil de carácter, dura siempre con ella,
mostrándole amor sólo en algunas ocasiones, obligándola a hacer cosas, y sin
confianza en ella. Ahora, confía en ella, y se llevan muy bien (tampoco es capaz
de explicar ese cambio).
A pesar de los problemas de relación con ellos, Silvia se describía como alegre,
optimista, despreocupada, y con ganas de hacer cosas, la más alegre de su
grupo, y la que proponía lo que se tenía que hacer por iniciativa propia. Ahora no
le apetece estar con la gente ni hacer cosas, sino estar sola, y dejar de hacer lo
que los demás quieren. Desearía, “ser mejor madre, esposa, más optimista y
más feliz”, recuperar la alegría que perdió a raíz del matrimonio.
Como comenta en las primeras sesiones (4o sesión) se casó por “salir de casa
y ser libre.” De hecho se quedó embarazada antes del matrimonio y no dijo nada
en casa hasta que el embarazo fue obvio. Pero el hecho, tal y como ella reconoce
en las primeras sesiones, es que sigue implicada con sus padres, se da cuenta
de que no ha conseguido lo que esperaba y de que tiene otra familia con muchas
responsabilidades y “sin libertad”, una suegra y unas cuñadas a las que odia
porque interfieren con su matrimonio y la critican con frecuencia.
Aunque siempre ha llevado una vida familiar dura, todo se disparó cuando hubo
una discusión familiar en casa de su suegra en la que ésta le dijo que tenía dudas
de quien era el padre de sus nietos (los hijos de Silvia). En opinión de Silvia lo
peor no fue eso, sino que su marido no hizo nada por parar a su madre, o por
corregir la situación. Se limitó a quitarle importancia. Desde ese momento todos
los problemas en el matrimonio se hicieron más patentes y se incrementaron.
Descripción de su “personalidad”
Aunque esta categoría diagnóstica ha sido excluida del DSM-IV y puede implicar
un sesgo de género, algunas de las reacciones de Silvia se podían considerar
como expresiones de cólera y hostilidad encubiertas e indirectas hacia los
demás, siendo esto, la mayoría de las veces, su única “forma de resolver
problemas”.
Observaciones
Contrato terapéutico
Igualmente, se le pide permiso para grabar sus sesiones para poder analizar lo
ocurrido en terapia y el cómo y el por qué de su evolución, así como para utilizar
sus datos para investigación y académicamente. Silvia accede sin problemas a
todo ello.
PROCESO TERAPÉUTICO
Alianza terapéutica
Silvia colaboró mucho durante las sesiones y realizó adecuadamente las tareas
para casa. No las hizo aquellos días en los que se encontraba más deprimida y
hundida. Fue capaz de entrar en contacto con su “mundo cognitivo”, recordando
pensamientos y emociones, e internalizando fácilmente las metas de la terapia
cognitiva.
Aunque en su vida privada no parece una mujer muy asertiva, tenía y expresaba
sus opiniones sobre la terapia y sobre las interpretaciones que se le hacían en
terapia. Dado que la alianza terapéutica era elevada, se sentía segura para
expresar sus opiniones y para establecer metas y elementos a cambiar.
Sesión # 2
• - Me siento nerviosa
• - Estoy tan furiosa que estoy llorando
• - Me gustaría marcharme una temporada
• - Estoy con amigas, hablando y riéndome
• - Estoy tan cansada que no puedo hacer nada de nada
• - Estoy furiosa conmigo misma
• - He vuelto a discutir con mi marido por lo de siempre, quiero destruirlo
todo
• - Me siento un poco mejor porque he hecho mis obligaciones caseras con
cierta energía
• - Me gustaría estar sola, sin pensar en nada
• - Estoy en casa con mi marido e hijos y me siento tensa
• - Mi marido ha reñido a uno de los niños por una estupidez y me hizo
sentirme muy nerviosa
• - No quiero ver a nadie
Sesión # 4
Sesión # 5
agrado
Sesión # 6
Sesión # 16
Sesión # 18
Sesión # 20
Sesión # 22
Sesión # 23
- Esta tarde he estado en el parque, lo que pasa es que sigo con mi dolor de
cabeza y mis angustias, pero por lo demás estoy de maravilla, sobre todo con mi
marido
ACTIVIDAD
Comprender el problema
1. Resultado deseado
2. Datos
3. Condiciones
• ¿Se puede resolver el problema con las técnicas disponibles vistas en clase?
• ¿Mis habilidades como terapeuta: cómo pueden facilitar el trabajo con el
paciente, la alianza terapéutica?
• ¿Debería “inventarme” alguna técnica?
*Dimensiones y esquemas