Leer (mujeres) salva: Graciela Hierro Perézcastro

“Hojeaba libros con frustración. Buscaba material para la tesis. Había

cambiado ya dos veces de tema. Los textos de las mujeres que me
interesaban no aparecían por ningún lado, estaban escondidos, incompletos
y dañados. ¿Por qué a nadie le preocupó guardar estos documentos?” (2020,
p. 7). ¿Por qué algunos sí fueron editados y cuidados?, ¿Por qué lo escrito por
mujeres no tiene tanta difusión?

Me parece peculiar que muchas de las respuestas a estas preguntas se

enfocan en precisar que posiblemente esas obras no han sobrevivido porque
“no eran tan buenas”, de haberlo sido, seguro habría “una Víctor Hugo o una
Shakespeare”. Que si no hay mujeres dentro de los famosos clásicos
universales, bueno, es porque seguramente estaban muy desinteresadas en
la cultura y por tanto no se daban el tiempo de escribir, pero, ¿es cierto esto?
¿Será que las mujeres estaban tan ocupadas en sí mismas que no querían
compartir su conocimiento con otros?, ¿eso tendría que reprocharse?, ¿A
quién le corresponde divulgar lo “poco” escrito?

Graciela Hierro Perézcastro, fue una filósofa que introdujo el feminismo en

México, dejando huella y como contribución “la creación de espacios
académicos en los que el feminismo y los estudios de género se incorporaron
a la reflexión teórica y filosófica por derecho propio” (2020, p. 1). Teniendo
como proyecto la elaboración de una ética feminista que busca afirmar la
dignidad y autonomía de las mujeres, en tanto seres sociales con estados de
ánimo, ciertas disposiciones, características anímicas y, por supuesto, con
ciertos patrones de conducta.

Precisamente, los patrones de conducta, son los que permiten “evidenciar

que el control de los cuerpos y placeres de las mujeres para controlar sus
vidas, sentimientos y mentes” (2020, p.
V). Uno de los ejemplos a los que más recurre; rescatando a Shulamith
Firestone, es que el amor ha significado para las mujeres la única posibilidad
de valorarse, tanto individual como colectivamente, ocasionando que se les
niegue la posibilidad de crear cultura, identidad emocional a través del
trabajo o algún reconocimiento en el mundo más allá de algo relacionado con
los hombres.

Si no es fácil acceder a lo escrito por mujeres es porque, como bien menciona

Graciela Hierro “Se trata de la situación histórica que vive la mujer […] y que
obedece en forma primaria, a los requerimientos culturales de la vida
sedentaria cuando se hace indispensable una prole numerosa, el cuidado
infantil concomitante y la necesidad de que se realice la tarea doméstica”
(2020, p. 27) esto influye a que las mujeres no tengan el suficiente tiempo
para dedicarlo a algo que sea “para sí” y no para otros.

Graciela Hierro apuesta por una filosofía que contribuya a que las mujeres
tengan posesión sobre sus cuerpos y placeres. Se coloca y comparte el mismo
espacio con filósofas como Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos y
Simone de Beauvoir, para decir que tanto ellas como las mujeres del
presente se han tenido que enfrentar a un mundo de la cultura como un
terreno vedado, puesto que se ha intentado “responder a la interrogante de
por qué las mujeres han sido sistemáticamente excluidas del mismo” (2020,
p. VII), tratando de reivindicar la condición de posibilidad de la libertad que
defienda el derecho de las mujeres a la cultura, tanto en su consumo como
en su creación.

¿Por qué abrirse espacio en la cultura?” Siguiendo el legado de Graciela

Hierro, porque “Ni Sartre, ni Marx, ni Freud, ni Nietzsche pensaron en las
mujeres para construir sus mundos. Sólo en ellos mismos […] pensemos en
nosotras la rebelión feminista” (2004, p. 23), porque leer mujeres salva a la
amiga, a la madre, la compañera, a nosotras mismas, a otras y a las que
vienen.
Bibliografía
Castellanos, R. (2020). El eterno femenino. México: FCE
Hierro, G. (2020). Ética y feminismo.
México: UNAM
Hierro, G. (2004). Me confieso mujer. México: DEMAC
Muro, A. (2020). Introducción En La única. México: UNAM

Artículo de:
Carmen Isabel
Hernández Galván
(autora invitada)
Estudiante de la Licenciatura en Filosofía y consejera académica por la
Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro. Sus temas
de interés son: la literatura, retórica, feminismos, filosofía de la educación,
filosofía política y epistemología.