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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA PRIVADA DE

SANTA CRUZ (UTEPSA)

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS Y SOCIALES

CARRERA: DERECHO

TEMA : MONARQUIA ROMANA

DOCENTE : HOMERO CARVALHO

MATERIA : DERECHO ROMANO

INTEGRANTE : RAFAEL LISANDRO GONZALES VASQUEZ

SANTA CRUZ-BOLIVIA

2023

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INDICE
INTRODUCION.......................................................................................................................................3
FUNDACION DE ROMA.........................................................................................................................5
MAGISTRATURAS ROMANAS..............................................................................................................9
a) Magistraturas ordinarias mayores....................................................................................................9
-El consulado........................................................................................................................................9
-La pretura.........................................................................................................................................9
-Los censor ……………………………………………………………………………………………....9

b) Magistraturas ordinarias menores..............................................................................................10


-La edilidad......................................................................................................................................10
-La cuestura....................................................................................................................................10
LOS 7 REYES DE ROMA.....................................................................................................................11
1.-RÓMULO, EL FUNDADOR...........................................................................................................11
2.-NUMA POMPILIO, EL DEVOTO...................................................................................................11
3.-TULO HOSTILIO, EL BELICOSO..................................................................................................11
4.- ANCO MARCIO, EL ENIGMA ………………………………………………………………………... 11

5.- TARQUINIO PRISCO, EL CONSTRUCTOR ………………………………………………………..12

6.- SERVIO TULIO, EL LEGISLADOR ………………………………………………………………….. 12

7.- TARQUINIO, EL SOBERBIO ………………………………………………………………………….13

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INTRODUCION.

El objetivo principal de este trabajo es el de conocer los orígenes de la ciudad que terminó

consagrándose como un gran Imperio que dominó durante siglos en la Edad Antigua, un

gran territorio alrededor del mar Mediterráneo, y que ha influido en gran medida en muchas

facetas de la sociedad actual; un claro ejemplo es el de nuestro idioma, pero también en la

cultura o la arquitectura y urbanismo, ya que muchos monumentos de época romana se

conservan en la actualidad, y muchas de las técnicas que fueron desarrolladas por los romanos

han sido la base para la construcción de las ciudades actuales, como por ejemplo, los sistemas

de alcantarillado o la distribución de la ciudad. Hasta el alfabeto, los números y el calendario

que fueron utilizados por los romanos en su día son usados aún a día de hoy. Junto a todo

ello, la influencia en materias como la religión, la política y el derecho ha sido fundamental

para el desarrollo de las sociedades modernas, ya que las instituciones e ideología republicana,

las leyes romanas y el desarrollo del cristianismo han sido pilares sobre los que la mayoría de

estados ha desarrollado su organización política a lo largo de los siglos posteriores.

A pesar de la enorme importancia que el pueblo romano ha tenido en la sociedad actual, algo

muy reconocido y por todos sabido, me parece que existe un gran desconocimiento sobre el

origen de Roma, lo que hace que la monarquía sea una época mucho menos conocida en

comparación a la época Republicana y a la época Imperial, que son bastante más reconocidas

por lo general entre la población. En lo relativo a la fundación y los primeros siglos de Roma,

el conocimiento popular no va más allá de una idea general sobre la historia de Rómulo, sin

saber quiénes fueron los siguientes reyes, cómo se organizaba y se desarrolló Roma en sus

orígenes, o los motivos que provocaron la caída de la monarquía para empezar el período

republicano.

La monarquía romana duró desde el año 753 hasta el año 509 antes de Cristo, cuando una
revolución terminó con este sistema. Los últimos reyes fueron etruscos que habían conquistado
Roma y dejaron una notable influencia cultural, religiosa y política. A partir del 509 a. C. Roma se
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convirtió en una república, sistema que regirá durante cinco siglos hasta la proclamación del Imperio
a fines del siglo I a. C. En sus inicios la república fue aristocrática pero evolucionó gracias a las
luchas de los plebeyos, hacia formas claramente democráticas, en lo político, pese a que se
mantenían las enormes diferencias sociales y económicas. La república sobrevivió a innumerables
crisis sociales y económicas, pero finalmente acabó por derrumbarse tras cruentas disputas internas
y se transformó en un Imperio absolutista a partir del «principado» de Augusto en el año 27 a. C. Con
él comenzó el período denominado Alto Imperio que se extendió hasta el año 192 d. C., cuando el
emperador Cómodo fue derrocado por una revuelta militar. Se produjo entonces la llamada crisis del
siglo III que dio lugar al Bajo Imperio que comenzó en el año 284 con Diocleciano. El emperador
Teodosio dispuso en su testamento que el Imperio fuera dividido entre sus hijos. Así a partir de
entonces hubo un Imperio Romano de Occidente y otro de Oriente. Este período finaliza con la caída
del Imperio de Occidente en manos de los invasores bárbaros en el año 476.

Es por ello que me ha parecido adecuado estructurar el trabajo del modo que se ha señalado

en el índice, haciendo en primer lugar un repaso a la historia de Roma y su fundación según

lo reflejado en las fuentes clásicas, viendo inicialmente la leyenda de fundación de Roma y

después los acontecimientos que se atribuyen a uno u otro rey, para después analizar estos

textos clásicos comparándolos con otras leyendas de la época y con los datos que conocemos

gracias a la arqueología para así poder desgranar e identificar aquellos acontecimientos que

son meramente fantasiosos de otros que sí pudieron ser históricos, teniendo siempre en

cuenta la escasez de las fuentes, lo que hace muy complicado en ocasiones tener certezas

sobre esta materia.

A continuación, me he referido con mayor detenimiento a la caída de la monarquía,

dedicando un epígrafe a este tema debido a su gran importancia. Me pareció importante

analizar detenidamente la leyenda de la expulsión del último de los reyes de la ciudad para

conocer las circunstancias que dieron lugar al inicio del período republicano, cuál era la

opinión popular de los romanos de la época sobre la monarquía y el porqué de la repulsión

que sentían durante el período republicano sobre esta forma de gobierno, algo que se

manifiesta en el temor que sintieron en determinados momentos de este período a que

personajes como Julio César pudieran recuperar la figura del monarca.

Por tanto, he establecido como objetivos a la hora de elaborar este trabajo el de conocer el

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origen de la ciudad y el período monárquico según las fuentes.

FUNDACION DE ROMA
A pesar de que todos los historiadores están de acuerdo en que no tienen ningún valor

histórico las leyendas sobre la fundación de la ciudad, conviene conocerlas ya que gracias a

ellas podemos obtener valiosa información sobre los albores de Roma si es que las

analizamos y contrastamos con los datos arqueológicos que se van obteniendo de los

yacimientos. Muchos de los autores romanos como Tito Livio, Plutarco, Dion Casio, Ovidio

o Dioniso de Halicarnaso se refirieron a la leyenda de fundación de Roma en términos

semejantes, aunque difiriendo en algunos aspectos fundamentales, como por ejemplo en la

fecha de fundación de la ciudad, que ha sido objeto de debate; sin embargo, la más reconocida

fue la versión aportada por Varrón, según la cual se fijó el nacimiento de la ciudad el día 21

de abril del año 753 a. C., día en que según la leyenda el primero de los reyes, Rómulo, fundó

la ciudad de Roma.

Esta leyenda está marcada en gran medida por la influencia en la época del pueblo griego

sobre los romanos, y es que estos dos pueblos cada vez estaban más en contacto. Para hacer

menos doloroso el dominio romano sobre los ciudadanos griegos, se buscó comparar y

conectar ambos pueblos; tal conexión se refleja en la propia leyenda de fundación de la ciudad

de Roma, ya que según los autores clásicos Rómulo desciende de un héroe troyano llamado

Eneas, quien tras la guerra contra los griegos se vio obligado a vagar por el Mediterráneo,

hasta que un día despertó sobresaltado por una visión en la que el dios Mercurio le transmitió

un mensaje del dios Júpiter indicándole que su destino era fundar una ciudad; este viaje de

Eneas tras la guerra de Troya está narrado en “La Eneida” de Virgilio, uno de los poemas

más famosos del siglo I a.C. Con este objetivo, Eneas llegó a Sicilia, desde donde ascendió a

las tierras laurentinas. Los autóctonos lucharon contra sus partidarios, pero fueron

derrotados, de modo que el rey Latino para sellar la paz concedió a Eneas a su hija en

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matrimonio y le aceptó como huésped. Eneas fundó una nueva ciudad, a la que llamó Lavinio

en homenaje a su mujer, sin embargo, el matrimonio de Eneas provocó una guerra contra el

pueblo de los rútulos, puesto que su rey Turno había estado prometido anteriormente con

Lavinia; los rútulos fueron vencidos y buscaron apoyo en los etruscos, a los que la llegada de

los troyanos a la península itálica no había gustado, desencadenando así un nuevo combate

contra los partidarios de Eneas, conocidos entonces como latinos, un término que aglutinaba

tanto a los habitantes de Lavinio como a los autóctonos tras la muerte del rey Latino. En

dicho combate vencieron los latinos: en este punto difieren las versiones, ya que por ejemplo

“La Eneida” termina con la muerte de Turno a manos de Eneas; sin embargo, según otras

fuentes Eneas falleció durante la batalla.

Ascanio, el hijo de Eneas, abandonó la ciudad de Lavinio fundando en el monte Albano una

nueva, que se conoció como Alba Longa. Tras una larga línea de reyes de Alba Longa

nacieron los gemelos Rómulo y Remo. Su madre Rea Silvia era la hija del depuesto rey

Númitor, que fue traicionado por su hermano Amulio, quien, después de usurpar el trono al

legítimo rey, trató de asegurarse que ningún descendiente de Númitor pudiera ser

pretendiente al trono matando a sus propios sobrinos y obligando a su sobrina Rea Silvia a

hacerse sacerdotisa vestal, pretendiendo de ese modo evitar que pudiera tener descendencia,

por la virginidad que se exigía a las vestales; sin embargo, Rea Silvia quedó embarazada

proclamando al dios Marte como padre.

Tras el nacimiento de los gemelos, Rómulo y Remo, el rey Amulio ordenó arrojarlos al río

Tíber para que se ahogaran, por lo que los gemelos fueron colocados en una cesta y

abandonados en las aguas del Tíber, que en aquella época se conocía por el nombre de Álbula;

sin embargo, la cesta, en vez de hundirse por la corriente, encalló en la base de una higuera,

el llamado ficus ruminalis, cerca de los montes donde en un futuro se consagró la ciudad de

Roma, salvándose de este modo los gemelos.

En el lugar en el que Rómulo y Remo quedaron encallados, una loba, llamada Luperca, los

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recogió, los amamantó y los cuidó hasta que Fáustulo, un pastor, los encontró y los recogió

llevándolos consigo y cuidándolos junto a su mujer, Aca Larentia, como a sus propios hijos

hasta que fueron adultos. Los propios autores clásicos dudan de la veracidad de que fuera

una loba la que amamantó y cuidó a los gemelos, pues el propio Tito Livio1

indica que

Larentia, la mujer del pastor Fáustulo era llamada “loba” por otros habitantes de la zona

porque prostituía su cuerpo.

Una vez llegaron a la edad adulta, Rómulo y Remo vivieron como bandoleros junto a un

grupo de jóvenes pastores hasta que, tras el encarcelamiento de Remo por los soldados del

rey, descubrieron su verdadero origen; fue entonces cuando, junto a su grupo de pastores,

mataron al rey usurpador Amulio, devolviendo el trono a su abuelo, el rey Númitor.

Tras devolver el trono a su abuelo, Rómulo y Remo decidieron fundar una colonia de la

ciudad de Alba Longa en la zona donde cuando eran bebés fueron rescatados por la loba.

Los gemelos no se pusieron de acuerdo sobre el lugar exacto en el que establecer la ciudad y

sobre quién debería gobernar sobre ella, puesto que Rómulo prefería ubicarla en el monte

Palatino mientras que Remo prefería el Aventino. Para escoger la ubicación realizaron unos

augurios para que fueran los dioses quienes decidieran.

El primero que obtuvo augurio se dice que fue Remo, quien observó a seis aves; sin embargo,

al poco, Rómulo vio doce, de modo que los augurios le fueron favorables a este último.

Ante estos augurios hubo una disputa entre los partidarios de Remo, que le apoyaban por la

prioridad temporal de su augurio, y los partidarios de Rómulo, que se basaban en el mayor

número de aves. Se dice que Remo se burló de la nueva muralla que estaba construyendo

Rómulo en el Palatino, que no era más que un pequeño foso y una defensa creada con tierra

apilada y una empalizada de madera, y tras traspasarla para demostrar la poca protección que

aportaba, Rómulo le condenó a morir. Tampoco hay un acuerdo en las fuentes en lo relativo

a la muerte de Remo; la versión más extendida y defendida, entre otros, por Tito Livio2

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es

que fue su hermano Rómulo quien le mató; sin embargo, otras fuentes, como Plutarco3

indican que no fue Rómulo sino un ciudadano compañero de este llamado Céler quien acabó

con la vida de Remo, e incluso hay quienes defienden que Remo escapó y fundó su propia

ciudad.

Como vemos, a pesar de que la estructura principal es semejante en todas las fuentes clásicas,

éstas presentan bastantes variantes sobre los acontecimientos que rodean al mito de la

fundación de la ciudad.

Lo más seguro es que se trate de dos leyendas independientes: por un lado, la de Rómulo y

Remo, y por otro, la de Eneas el troyano, que fueron unidas por los griegos. Ya en La Ilíada

se profetizó que los descendientes de Eneas serían soberanos de los troyanos, por ello los

griegos se dedicaron a investigar qué había ocurrido con Eneas tras la caída de Troya. Por el

siglo V a.C. estaba muy extendida la leyenda de que los sobrevivientes de Troya habían huido

para refugiarse en occidente, de modo que cuando los romanos y los griegos comenzaron a

mantener relaciones se debió de considerar que esa era la ciudad de los descendientes de

Eneas. Es por ello que debieron de ser los griegos quienes crearon la leyenda de que los

romanos descendían de los troyanos, ante lo que los romanos decidieron aceptarla de buen

gusto porque para ellos era un orgullo que se les relacionara con las cualidades que

representaba Eneas y con la cultura griega

De este modo, se debió de unir la leyenda griega de Eneas con la de la fundación de Roma.

Las primeras versiones de la leyenda llegaron a indicar que Rómulo era hijo o nieto de Eneas,

algo que pronto vieron que era imposible y tuvieron que descartar, ya que los historiadores

romanos situaron a Rómulo en el siglo VIII a.C., mientras que Eneas, al haber participado

en la guerra de Troya, debió de vivir según los historiadores griegos en torno al 1200 a.C.

Por ello, los historiadores romanos se vieron obligados a incorporar a la leyenda, para dotarla

de consistencia, una larga lista de reyes de Alba Longa que actúan de enlace entre la figura de

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Eneas y la de Róm

MAGISTRATURAS ROMANAS
a) Magistraturas ordinarias mayores
-El consulado
Se denominó consulado a la magistratura romana que sustituyó a la monarquía al frente del Estado.
Se ocupaban de ejecutar leyes y tomar las decisiones más importantes (véase República romana).
Cada año se elegían dos cónsules.

Progresivamente va perdiendo atribuciones: primero algunas facultades judiciales civiles y criminales


(delegadas en cuestores o decenviros nombrados en cada caso); después sus decisiones debieron
ser refrendadas por el Senado; después perdió la administración del Tesoro (en favor de los
cuestores) y la de los archivos públicos; después perdió el control de las arcas del ejército (en favor
de los Cuestores Militares); más tarde perdió sus funciones de censor (en favor de los censores) y de
nombrar las vacantes del Senado (también atribuidas a los Censores); después perdió la facultad de
nombrar Cuestores (que pasó a los comicios tribunados); luego perdió otras atribuciones judiciales
(en favor del pretor); después las competencias sobre fiestas, policía y mercados (en favor de los
ediles curules), y también la facultad de nombrar dictador (que pasó al Senado). Al final solo
conservaba algunas funciones menores, el poder ejecutivo de las leyes y el mando del Ejército.

-La pretura
Artículo principal: Pretor

Los pretores eran los encargados de presidir los tribunales, durante un año, aunque finalizado ese
tiempo podían convertirse en propretores y gobernar otro año sobre unos territorios determinados.
Eran ocho, y podían considerarse los ayudantes de los cónsules. Se encargaba de realizar los
juicios, y aplicar los castigos a los culpables.

El cónsul perdió las funciones judiciales civiles en favor de un magistrado curul designado como
Pretor, por plazo de un año, que poseía el imperium y figuraba entre los magistrados de mayor
jerarquía. Su nombramiento recayó en los Comicios Centuriados y con el mismo ceremonial religioso
que se usaba para la elección del cónsul. La insignia de su cargo era la toga pretexta. Al Pretor
correspondían además las funciones consulares cuando los cónsules estaban ausentes.

El pretor era patricio hasta el 337 a. C. en que pudieron acceder a la pretura los plebeyos.3
Progresivamente los plebeyos ostentaron la magistratura en la mayoría de las ocasiones.

El pretor de Roma dividió sus funciones a partir del 242 a. C.: el Praetor Urbanus se ocupó de las
cuestiones de los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre ciudadanos
romanos y no ciudadanos. La división de funciones fue necesaria por el incremento de las causas.

-La censura
Artículo principal: Censor romano

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Las funciones del censor estaban inicialmente confiadas al cónsul, que podía delegarlas. Se ejercían
cada cinco años y al terminar se realizaba un ritual de purificación con varios sacrificios llamado
lustro. Después, se crearon los dos censores, elegidos cada cinco años de entre los senadores que
habían desempeñado el consulado, constituyendo esta magistratura la culminación de su carrera o
cursus honorum. Sus competencias consistían en revisar la lista de ciudadanos, la del Senado, y
decidir qué obras públicas iban a ser costeadas por la República en los siguientes cinco años.4 Sus
tareas se realizaban durante 18 meses, y terminaban con la realización de la ceremonia lustral ya
reseñada, cesando inmediatamente después en el cargo.

b) Magistraturas ordinarias menores


-La edilidad
Artículo principal: Edil romano

Los ediles eran magistrados menores sin imperio. Originalmente se crearon, al margen de la
constitución romana, ediles plebeyos como asistentes del tribuno de la plebe. En el año 367 a. C. se
estableció el edil curul, como magistrado constitucional patricio. Al tiempo, se reconocería
constitucionalidad a los ediles plebeyos. Dada la igualdad de funciones, los ediles curules y plebeyos
terminaron confundiéndose en una sola magistratura. Tales funciones eran: cuidar el orden público
(cura urbis); organizar juegos y fiestas públicas (cura ludorum); vigilar el orden y resolver las
controversias que pudieran presentarse en los mercados (cura annonae). Se ocupaban de
administrar las ciudades Romanas.

-La cuestura
Artículo principal: Cuestor

Los primeros cuestores fueron jueces encargados de los casos de asesinato de alta traición. Con el
tiempo su denominación más común fue Decemviri Perduellionis et parricidii. Eran nombrados para
cada caso y no constituían una magistratura permanente.

A fines del siglo III a. C. los Decemviri o Cuestores perdieron sus atribuciones judiciales que pasaron
a los Triunviri nocturni.

Simultáneamente a estos Cuestores judiciales existieron los Cuestores administrativos, en los que el
rey delegaba la administración de los fondos públicos. Con la república sus funciones pasaron a los
cónsules, que las delegaron en dos cuestores civiles (para el Tesoro público) y dos cuestores
militares (para las arcas del Ejército). Más tarde su nombramiento pasó a los comicios tribunados.

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LOS 7 REYES DE ROMA
1.-RÓMULO, EL FUNDADOR
El primer rey de Roma habría sido su fundador mítico, Rómulo. Él estableció el pomerium, el límite
sagrado de la ciudad, y mató a su hermano Remo por haberlo profanando entrando en él con armas.
A continuación invitó a prófugos de las tierras cercanas a poblar la ciudad; y ante la falta de mujeres,
organizó un banquete para raptar a las de la tribu vecina, las sabinas. Tras evitarse la guerra por la
mediación de estas, ambos pueblos se unieron; y Rómulo compartió el resto de su reinado con Tito
Tacio, el jefe de los sabinos, que sería así un octavo rey no incluido en la lista.

Según la tradición, Rómulo habría establecido las bases de la organización política de Roma,
seleccionando a cien hombres de mayor linaje – a los que se añadirían luego otros cien tras la unión
con los sabinos – como patres, de los cuales descendían los patricios, la nobleza romana. También
instituyó los primeros sacerdotes, los augures, y la división política y militar en tribus y curias, que
representaban a los ciudadanos. Tras su muerte fue divinizado como Quirino, uno de los dioses más
antiguos de Roma.

2.-NUMA POMPILIO, EL DEVOTO


El segundo rey de la lista tradicional fue Numa Pompilio, yerno de Tito Tacio y el primero de los
reyes sabinos de Roma. Este fue un rey recordado sobre todo por su devoción a los dioses, puesto
que instituyó los grandes colegios sacerdotales como el de las vestales, los flamines y los pontífices;
y bajo su reinado se crearon los templos más antiguos de Roma, los de Vesta y Jano.

Más que ningún otro rey, Numa Pompilio parece encarnar los ideales de justicia, virtud y piedad. Por
ese motivo, no sería extraño suponer que se trate de una figura creada ad hoc para representar
dichos ideales y servir como un modelo del ciudadano romano. También, y esto entra en
contradicción con la historia romana, es recordado como un rey pacífico: se decía que durante su
reinado no hubo ni una sola guerra, algo bastante difícil de creer en una época como aquella.

3.-TULO HOSTILIO, EL BELICOSO


En cambio, el tercer rey de la lista parece encarnar todos los defectos en los que no debería caer – y
sin embargo cayó frecuentemente – Roma. De origen latino y emparentado con Rómulo, Tulo
Hostilio fue, como su propio apellido indica, un rey belicoso y déspota; vivía para la guerra y
descuidó todos los ideales que representaba su predecesor, Numa Pompilio, si bien es cierto que
representa otra faceta de Roma, las ansias de conquista.

Durante su reinado se produjo, según la tradición, un suceso que despierta muchas sospechas entre
quienes dudan de la existencia de estos reyes antiguos: la destrucción de Alba Longa, la ciudad
natal de Rómulo y Remo, fundada por los prófugos troyanos. La aniquilación de la “ciudad madre” de
su fundador habría supuesto un acto sumamente irrespetuoso por el que los dioses habrían
castigado a Roma con una plaga; el propio rey habría muerto fulminado por un rayo del dios Júpiter.

4.-ANCO MARCIO, EL ENIGMA


El cuarto rey de Roma fue Anco Marcio, el nieto de Numa Pompilio, de quien habría heredado el
carácter devoto, aunque no pacifista. Representa, en cierta medida, un equilibrio entre las virtudes

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de sus predecesores: expandió los dominios romanos, se preocupó de las instituciones políticas y
religiosas y construyó las primeras grandes obras urbanísticas de la ciudad, como la ampliación de
las murallas, el primer puente sobre el Tíber y puerto de Ostia, que tendría una gran importancia
para la historia de la Urbe. También estableció nuevos pobladores, deportados de las ciudades
conquistadas, que serían los primeros plebeyos, sin los mismos derechos ni obligaciones que los
habitante originarios, los patricios.

Algunos estudiosos sostienen que Anco Marcio no es solo un personaje ficticio, sino una duplicación
del propio Numa Pompilio o tal vez el original, siendo Numa Pompilio tan solo una encarnación de la
faceta religiosa de Anco Macio: una posible prueba de ello es que este último a veces aparece
mencionado como Numa Marcio. Ambos destacaron por su carácter devoto, pero Anco Macio
destacó por instituir el concepto de la “guerra justa”, es decir, las condiciones que se debían cumplir
para declarar la guerra con el beneplácito de los dioses.

5.- TARQUINIO PRISCO, EL CONSTRUCTOR

El quinto rey fue Lucio Tarquino Prisco, un migrante de origen etrusco que fue adoptado por Anco
Marció. A él se le atribuyen la mayoría de las grandes obras de ingeniería de la Roma arcaica: la
construcción del Circo Máximo y la promoción de los primeros espectáculos de masas; el drenaje de
las marismas situadas al pie de las colinas romanas, en cuyo lugar se empezó a construir el Foro; y
especialmente la Cloaca Máxima, el sistema de alcantarillado más antiguo del mundo que aún sigue
en funcionamiento.

Tarquino Prisco fue el responsable de convertir Roma en una potencia regional: sometió
definitivamente a las tribus vecinas del Lacio, los sabinos y los latinos; y venció a una coalición de
ciudades etruscas, marcando el principio de la derrota y asimilación de esta cultura por parte de los
romanos. Esto comportó una notable reforma política y militar de la sociedad romana, de ahí la
necesidad de impulsar la construcción de infraestructuras y de crear espacios de reunión como el
Foro y el Circo.

6.-SERVIO TULIO, EL LEGISLADOR

A Tarquinio Prisco le sucedió su yerno Servio Tulio, también de origen etrusco. Su reinado se centró
en las reformas necesarias debido a la expansión territorial y demográfica de Roma, especialmente
en el ámbito legislativo, pero también urbanístico, con la creación de las primeras murallas que
abarcaban las tradicionales siete colinas.

Su legislación tuvo un impacto perenne en la historia de Roma, puesto que por una parte ligaba el
poder político a la riqueza (lo cual favorecía a los patricios) pero por otra aseguraba que los plebeyos
tuvieran también sus representantes electos para velar por sus derechos. Para ello creó el primer
censo de la historia romana, basado por una parte en el poder adquisitivo y por otro en lo que
podríamos llamar barrios de la ciudad, creando diversos organismos de representación ciudadana en
base a estos factores.

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7.-TARQUINIO, EL SOBERBIO

El apodo del séptimo y último rey de Roma lo dice todo. Lucio Tarquinio, llamado "el soberbio", era
nieto (o menos probablemente, hijo) de Tarquinio Prisco y accedió al trono en el apogeo del poder de
la monarquía romana, algo que aprovechó en beneficio propio: las fuentes clásicas mencionan que
gobernó como un tirano, mediante la violencia y el terror, lo que finalmente provocaría su caída. La
gota que colmó el vaso fue la violación de Lucrecia, una patricia romana, a manos de su hijo: esta
prefirió el suicidio a vivir con su honor “mancillado” y un pariente suyo, Lucio Junio Bruto, incitó al
Senado a expulsar a los Tarquinios de Roma y establecer una república.

El final de la monarquía romana dejó una impronta imborrable en la memoria colectiva de Roma, que
desde entonces detestó la monarquía como sistema político. Siglos más tarde Julio César fue
asesinado por un descendiente de Bruto, bajo la acusación de querer coronarse rey; y los
emperadores romanos se guardaron mucho de adoptar títulos y maneras reales: quienes actuaron
como tales, como Calígula o Nerón, generalmente terminaron asesinados.

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