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Sociedad - Clima y ecología – Diario La Gaceta

La “Niña”, una de las causantes de la ola de calor


El fenómeno “Niña”, que causa una merma en las precipitaciones, transita su tercer año en
línea. Registro récord de altas temperaturas.

Las referencias al tiempo suelen usarse con frecuencia para romper un silencio incómodo. Por ejemplo, en una
parada de ómnibus. El vehículo demora, y dos completos desconocidos ya no soportan tanto mutismo en escasos 2 m².
“¡Qué calor que hace, ¿no?!”, dirá uno. Y su interlocutor asentirá, y aludirá a la prolongada falta de lluvia.
Esa situación puede darse los 365 días de cualquier año, en cualquier lugar de Tucumán. Pero desde hace varias
semanas -y meses-, tal diálogo resulta abrumadoramente cierto. No se trata de lugares comunes para “romper el hielo”.
El excesivo calor y la prolongada sequía son reales.
La Argentina padece el verano más cálido desde 1961, con una media de 1,3° C por encima de la temperatura
normal. Y la provincia no resulta ajena al fenómeno. Y la lluvia, que suele venir acompañada de un descenso de la
temperatura, se hace desear.
Este año es el tercero en línea en que se padecen los efectos de “La Niña”. Según el Servicio Meteorológico
Nacional (SMN), “El Niño/Oscilación del Sur” -tal su nombre oficial- es un fenómeno natural, caracterizado por la
fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la
atmósfera. Influye en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo; nuestro país, entre ellas. El fenómeno
comprende tres fases: “El Niño”, “La Niña” y una fase neutra. Los efectos sobre nuestro país varían según la fase.
Mientras se transita la fase “El Niño”, durante la primavera y verano suelen registrarse precipitaciones superiores a las
normales. Por el contrario, mientras se da la fase La Niña, los registros de lluvias se ubican por debajo de lo normal.

Situación infrecuente
Según los datos arrojados por la Organización Meteorológica Mundial, un tercer año consecutivo de “Niña” resulta
excepcional: solo ocurrió dos veces desde 1950. “El vínculo entre este fenómeno y la falta de precipitaciones pasa
porque precisamente se modifican los patrones de lluvia. Además, „La Niña‟ se caracteriza por producir un
enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales que hay en el Pacífico ecuatorial. Con los cambios en la presión y
el viento eso conduce a que las tormentas o descargas intensas se hagan esperar”, explicó la meteoróloga Azucena
Miranda a LA GACETA.
Otra parte de la responsabilidad corresponde al cambio climático propiamente dicho. “Las olas de calor y esta
sensación asfixiante aparecerán aun con mayor frecuencia e intensidad en el futuro. Los gases de efecto invernadero
(GEI) que se liberan no son ningún chiste; nuestras acciones contra el ambiente exacerban los extremos climáticos, y
ahora nos toca vivir las consecuencias”, advirtió.
Respecto de cuándo podrían aparecer las lluvias, Miranda se mostró muy prudente. “Predecir lo que ocurrirá dentro
de unos meses resulta complejo, pero acorde a las estadísticas la sequía en Tucumán continuará al menos hasta mayo”,
avisó.

Un marzo poco común


No hace falta ser un memorioso para afirmar que marzo no suele ser un mes caluroso. Debido a ello llama la
atención lo que está viviendo la Argentina. “Esta ola de calor es una combinación de factores desafortunados. Por un
lado, por efecto del cambio climático producido por actividades humanas”, explicó Carolina Vera, doctora en Ciencias
de la Atmósfera, investigadora principal del Conicet y vicepresidenta del grupo de trabajo I del Panel
Intergubernamental de Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (ONU). “Antes era muy raro que el
Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por ejemplo, tenga temperaturas por arriba de 34° C; y ahora es mucho
más frecuente”, añadió.
Gran parte del centro del país y el Litoral se encuentran desde el último día del mes pasado bajo un calor sofocante,
que ya batió récords históricos de temperaturas máximas para marzo en decenas de ciudades.
En el ámbito nacional, el país registró el verano más cálido de su historia con 1,3° C por encima de la temperatura
normal, según datos del SMN, sobre la base del período de referencia, que va de 1961 a la actualidad.
A su vez, este verano fue el tercero más seco de la historia en la Argentina; mientras que el mes pasado fue el
segundo febrero más seco, con un 41,9% menos de lluvia que la media.

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