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Iglesia Reformada Siempre Reformándose

7 doctrinas reformadas que te


sorprenderán
Publicado por fereformadagt 29 marzo, 2021

Por: Alejandro González Viveros y Edwin Alarcón.

Si eres nuevo en la fe reformada, este artículo puede ser muy útil para ti. Probablemente ya
conoces el TULIP, al que también llaman «Las Doctrinas de la Gracia». Y, probablemente,
pienses que eso que conoces es el asunto principal o tal vez «el todo» de la teología
reformada (y lo digo porque, en su momento, también yo lo creí así), y entonces, tal vez, ya
te estás identificando como «reformado» ante los demás. Pero, si me permites, me gustaría
mostrarte algunas doctrinas reformadas que posiblemente no conozcas y que te dejarán
boquiabierto, y te harán decir «¿en serio los reformados creemos eso?». Estas son siete
doctrinas reformadas que te sorprenderán (y que tal vez, inicialmente, te niegues a aceptar).

1. Creemos que hacer o propagar cualquier imagen de cualquiera de las


personas de la Divinidad es pecado.
No sólo es pecado adorar a Dios por medio de imágenes, eso a toda la cristiandad le queda
claro. Por ello en las iglesias cristianas no suelen haber imágenes de un Jesús o vitrales de
la Trinidad (como si hay en las iglesias romanistas). Pero los reformados, y obviamente la
Biblia, afirmamos que crear imágenes de Dios es pecado sin importar el uso que le demos a
esas imágenes o el motivo por el cual las hagamos; sin importar si es para impartir clases
para niños o si es con fines meramente decorativos. Y no nos referimos únicamente de las
imágenes de Dios Padre, creemos que es pecado hacer cualquier representación gráfica de
cualquiera de las tres personas de la Trinidad. Esto significa que incluso es pecado hacer o
propagar imágenes de Jesús. Así es, la fe reformada no emplea ni recomienda materiales
para niños que contengan ilustraciones de Cristo ni tampoco permitimos cuadros para la
casa o pinturas para la iglesia con imágenes de Jesús. En la época de los reformadores, a
todas partes a donde los reformados llegaban, las imágenes eran destruidas por ser
consideradas monumentos de idolatría.
Puedes obtener más información de este punto en el siguiente enlace:
https://varonreformado.blogspot.com/2021/02/citas-considerar-sobre-las.html

2. Creemos que Dios sigue exigiendo que guardemos el día de reposo.


El día de reposo (llamado también «día del Señor»), desde la creación y hasta la
resurrección de Cristo debía ser guardado en el séptimo día de la semana, sin embargo,
creemos que desde entonces, debe ser guardado en el primer día de la semana,
precisamente debido a que Cristo resucitó en ese día. En la tradición reformada, la forma
correcta de santificar el día del Señor, es no realizando nada relacionado con nuestros
trabajos cotidianos y absteniéndonos también de actividades de ocio o entretenimiento. No
obstante, si nos abstenemos de estas cosas todavía no estaremos guardando
correctamente el día del Señor, debemos, además, acudir a la santa asamblea del Señor (el
culto de adoración pública), y dedicar todo el resto de nuestro tiempo a adorar a Dios en
familia o en privado, y todo esto debemos hacerlo con un corazón sincero con un deseo
genuino por el Señor. Creemos que no guardar el día del Señor es pecado.

Puedes obtener más información de este punto en el siguiente enlace:


https://varonreformado.blogspot.com/2020/09/como-santificar-el-dia-del-senor.html

Puedes leer un muy buen material gratuito sobre esto en el siguiente enlace:
https://drive.google.com/file/d/1-L_TlkumlzlJW0uH0EAx1jXFb7uctuF1/view?usp=sharing

3. Creemos que el magistrado civil debe penar incluso los pecados de la


primera tabla del decálogo.
La primera tabla del decálogo son los primeros cuatro mandamientos de aquellos
conocidísimos diez mandamientos dado al pueblo de Dios en el Sinaí. Estos cuatro
primeros mandamientos son, resumidamente: (1) No tendrás dioses ajenos… (2) no te
harás imagen… (3) no tomarás el nombre de Dios en vano… (4) acuérdate del día de
reposo para santificarlo… El punto es que es una convicción reformada que el magistrado
civil (o sea, el estado) así como castiga los pecados contra los demás mandamientos
(penando el robo o el asesinato) así debe castigar los pecados cometidos contra los
primeros cuatro mandamientos. Es decir, que el estado debería castigar, conforme a la luz
de la naturaleza y los principios generales de las Escrituras, a la persona que blasfeme
públicamente o que quebrante el día de reposo tanto como castiga al que roba o asesina.

Puedes obtener más información de este punto en el siguiente enlace:


https://fereformadagt.wordpress.com/2021/03/23/citas-sobre-el-deber-del-magistrado-civil-e
n-la-tradicion-reformada/

4. Creemos que los hijos de padres creyentes están en el Pacto de


Gracia, por lo que deben recibir el sello de pertenencia del pacto, que es
el bautismo. En pocas palabras, creemos que los bebés deben ser bautizados desde su
tierna edad. A diferencia de Roma, no creemos que el bautismo quite o limpie el pecado
original. Tampoco bautizamos a los hijos presuponiendo su salvación o su regeneración.
Practicamos el bautismo de infantes en la convicción de que ellos pertenecen a la
administración externa del Pacto de Gracia, estando en el pacto pero sin vida eterna.
Creemos que Dios es tan celoso con los sellos sagrados de su pacto que cuenta como
pecado, a los padres creyentes, el que ellos no marquen a sus hijos con el sello de la
promesa pudiendo hacerlo. En otras palabras, los padres que dejan a sus hijos sin bautismo
pecan y provocan la ira de Dios.

Puedes obtener más información de este punto en el siguiente enlace:


https://fereformadagt.wordpress.com/2020/06/05/entendiendo-el-bautismo-de-infantes/

5. Creemos que hay pecados más grandes que otros.


Es común escuchar que todos los pecados son iguales, sin embargo, esto no es lo que la
Biblia enseña y, como es de esperarse, tampoco es lo que enseña la religión reformada. El
Catecismo Mayor de Westminster, en las preguntas 150 y 151, enseña de forma bastante
convincente cuales son las agravantes de los pecados. Es decir, qué factores hacen que
unos pecados sean más graves que otros. Yo menciono el Catecismo no porque este tenga
autoridad en sí mismo sino porque ahí hay numerosas referencias bíblicas de utilidad para
quien esté interesado en ahondar en este tema. En la fe reformada creemos que los
pecados cometidos directamente contra Dios son más graves que los pecados cometidos
contra el prójimo. Por ejemplo, el maldecir a Dios es más grave que el maldecir al prójimo.
Los pecados que desembocan en actos son más graves que aquellos que se quedan solo
en el corazón. Por ejemplo, asesinar es más grave que solo desear que alguien muera u
odiarle. Hay más agravantes de pecado pero aquí solo he mencionado algunas como
ejemplo. Naturalmente, esto significa que hay grados de castigos en el infierno, pero eso
sería otro tema.

6. Creemos que en el culto público es pecado hacer cualquier cosa que


no cuente con la autorización de Dios.
Creemos que en el culto público de adoración, no podemos hacer lo que nosotros queramos
sino que debemos hacer exclusivamente lo que Dios ha autorizado en su Palabra. Creemos
que si nosotros introducimos en el culto público algún elemento que no cuente con la
autorización del Señor estaremos pecando y provocando la ira de Dios contra nosotros.
Algunos de los elementos que Dios ha autorizado para su culto son: La lectura y predicación
de sus Escrituras, la oración, el canto de los salmos y la administración de sus
sacramentos. De modo que si nosotros incluimos en su culto, por ejemplo, una obra de
teatro, un segmento de danza, una participación coral, o una ceremonia con velas,
estaremos pecando contra Dios debido a que Él no ha autorizado ninguna de esas cosas.
En el culto púbico, la pregunta correcta no es «¿lo prohibió Dios?» sino «¿lo autorizó
Dios?» Y si algo no ha sido autorizado, entonces no debe ser incluido en su adoración.

Puedes obtener más información de este punto en el siguiente enlace:


https://fereformadagt.wordpress.com/2020/01/01/adoracion-reformada-el-principio-regulador
/

7. Creemos en la Iglesia Católica.


No, esto no significa que apoyemos al romanismo o al papa ¡De ninguna manera! La
palabra «católico» simplemente significa «universal». La iglesia reformada cree en la iglesia
universal. Esto significa que sostenemos que nuestra iglesia no inicio en la reforma
protestante, y nuestro fundador no fue Juan Calvino. La verdad de la Palabra de Dios y la
iluminación para entender las Escrituras no iniciaron en la reforma protestante pero fueron
retomadas en la reforma protestante. Nos consideramos herederos de la iglesia universal e
histórica de todos los siglos de cristianismo. Esta iglesia católica tuvo la verdad y fue
corrompiéndose poco a poco de modo que, en el tiempo de la reforma protestante, en el
siglo XVI, personajes como Juan Calvino no pensaron en iniciar una nueva religión, sino
rescatar a la misma iglesia católica de siempre de su torcedura y corrupción. Esto lo
conseguimos, la iglesia católica fue rescatada, pero lo fue en la iglesia reformada. Nosotros
somos la iglesia católica reformada. El papismo y el romanismo son la torcedura que quedó
atrás y se negó a enmendarse y a regresar a la verdadera herencia apostólica e histórica.
Nosotros no somos una ramificación de la iglesia de roma, nosotros somos la continuación
del tronco principal y roma la rama podrida.

Estas son algunas ideas y conceptos que este humilde varón reformado ha ido hallando en
su caminar en fe. Cada una de estas ideas, en su momento, fueron difíciles de procesar
para mí y difíciles de aceptar a pesar de que yo ya sostenía las Doctrinas de la Gracia. Por
lo tanto, estimado lector, no espero que sea fácil que tú las aceptes. Pero te invito a que
busques más información de cada uno de estos temas y los estudies con tu Biblia a un lado
y en oración. Creo que el Señor es fiel y te mostrará la verdad de estas proposiciones si lo
buscas con un corazón sincero. Cada una de estas ideas son parte de la fe reformada y si
tú dices ser reformado y, por alguna razón, deseas retener esa etiqueta para ti mismo, sería
bueno que conozcan un poco más de esto. Pero, no solo por eso, sino principalmente
porque estas son verdades bíblicas y toda verdad de las Escrituras nos lleva a conocer
mejor a nuestro Dios y vivir mejor en santidad, en su servicio. ¿Acaso no es eso lo que
todos nosotros deseamos? ¡Que el Señor nos asista!

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