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Muy buenos días tengan todos.

Demos gracias al Señor que nos permite hoy viernes 21 de


octubre iniciar el día con el regalo de su presencia a través de su Palabra. Soy, Luis,
misionero de la Comunidad Verbum Dei, y hoy el Señor nos regala la novedad de su
Evangelio en el capítulo 12, versículos del 54 al 59; para así contemplarle en su dimensión
misionera y nos mueva a vivir con impulso misionero de formar discípulos para su Reino.
Dice así:
"Dijo también a la multitud: «Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes
dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que
hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del
cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan
ustedes mismos lo que es justo? Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el
magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te
lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro
que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo»."
Jesús se ha dirigido a la multitud, a la gente, a sus paisanos, a todos aquellos que, como él,
forman y conforman la sociedad y el ambiente de su tiempo. Y les ha instado a reconocer
una capacidad tan natural: la de aprender a presagiar los signos del clima, de la atmósfera,
del ambiente natural a su alrededor (una nube que de occidente anuncia la lluvia, o el viento
del sur que anuncia la llegada del calor). Jesús viene a decirnos: “tienes capacidad de
conocer bien y a fondo, todo a tu alrededor, no solo la Creación, sino también la vida, la
convivencia, las relaciones, las crisis, los conflictos, las luchas y las esperanzas; la
existencia misma.”
Jesús, de fondo, está haciendo un llamado que podría parecer nuevo, pero que en realidad
es otra manera de comprender el seguimiento a Él y a su Palabra. Jesús está diciéndonos:
“Vivan con los pies puestos en la tierra”. Porque si hay una manera concreta de
comprender y vivir realistamente el seguimiento cristiano, es viviendo el rol de hombres y
mujeres conectados y empatizados con las circunstancias actuales e históricas del mundo.
Jesús está diciendo que el seguimiento cristiano no es la vivencia de una espiritualidad
extraviada e indiferente a lo que vive y muestra el mundo. El seguimiento cristiano no es un
escapismo, no es evasión, ni mucho menos es indiferencia al mundo y sus circunstancias.
Hay una cosa recurrente que suelo pedirle a Cristo: “Ayúdame a saber comprender,
entender y conectar con las necesidades y demandas de tantos hermanos y hermanas que
te buscan, unos más consciente que otros, pero que piden se les ayude a encontrarte.”
Ayúdame, Señor, porque corro el constante riesgo de quedarme acomodado o instalado en
las cosas que he aprendido y que tiendo a considerar únicas o completas; corro el riesgo de
no buscarte ni oírte más en las palabras y en las necesidades de los demás.
El ejemplo que pone Jesús sobre aquél que puede llegar a hacer las paces con el adversario,
antes de llegar ante el magistrado, el juez o el guardia; es una clara manera de comprender
que es tan vital en el seguimiento cristiano, discernir en medio de los acontecimientos
históricos del presente la voz de Dios y su voluntad y así secundar sus insinuaciones,
distinguir los signos de su presencia y su acción en medio de los acontecimientos de la vida
cotidiana.
Vamos a pedirle a Cristo y a su Espíritu, que nos ayuden a saber ser hombres y mujeres de
discernimiento, capaces de leer e interpretar, por medio de la escucha a su Palabra, la vida
propia, la de los hermanos, la de nuestro mundo. Porque ésta es la premisa de una eficaz
misión evangelizadora.
Que tengas una gran jornada misionera, de verdadero encuentro con los demás. Un abrazo.

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