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Afirmó que los gobiernos son cada vez más de las ‘urgencias’ y planteó la
necesidad de cambiar paradigmas, como el de enfrentar las inundaciones
con la construcción de muros, medida que ha fracasado, y adelantar
reubicaciones.
“Tengo que reconocer que en muchas partes del país donde he estado, siempre
existe la misma tendencia de un paradigma de la ingeniería que en realidad está
en cuestión: la creencia que se puede dominar el agua. Expertos mundiales en
este tipo de ingeniería, los holandeses, hoy reconocen que no se puede”;
puntualizó.
Reiteró su pedido para que la cadena hotelera de la isla abra sus puertas para el
refugio. “No entendería cómo en San Andrés, donde la actividad turística es el
gran negocio, con capitales fuertes allí, no se puedan abrir las puertas cuando la
población que es la verdadera propietaria de la isla tiene una crisis de vida
existencial, como la que va a sentir hoy”, remarcó.
Explicó que cuando se analizan las cifras de inflación que entregó el DANE para el
mes de septiembre, estas muestran que los alimentos siguen jalonando el proceso
inflacionario, pero hay un cambio: ya no jalona el precio internacional del alimento
importado el proceso inflacionario, sino el precio del alimento interno, como la
yuca.
“A ese cambio hay que ponerle cuidado, porque significa que estas lluvias están
restringiendo la oferta interna. Es lo que yo llamo la ‘tormenta perfecta’, problemas
en la alimentación importada en el mundo y ahora restricción de la oferta interna
alimentaria. Resultado: hambre”, afirmó.
Extendió su propuesta de trabajo mancomunado de acá a final del año y para los
primeros meses de 2023, para ver cómo en cada departamento se afronta la
alimentación de la población más pobre, que puede llegar en promedio nacional al
40% de la población.
“Enfrentar el hambre tiene medidas de corto plazo, en cómo llevar comida como
podamos; y tiene elementos de mediano y largo plazo: cómo hacer una reforma
agraria para producir más alimentos, cómo subsidiar los fertilizantes; cómo lograr
que la tecnología se transfiera; cómo recuperar la vocación de la población para
cultivar la tierra”, manifestó.
Además, propuso que el PAE no puede ser un dinero para los poderes que lo
manejan actualmente, sino que se pueda invertir en la contratación de la
alimentación del campesinado de la región y empresas que logran
agroindustrialización alimentaria. “Ese dinero puede ser un reactivador económico
regional. Como en la Guajira”, detalló.
(Fin/cfac)