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CAMBIO CLIMÁTICO EN AMÉRICA LATINA

VANESA PULIDO RAMIREZ

COLEGIO NUEVO HORIZONTE

ÁREA DE CIENCIAS NATURALES

GRADO 11°

2022
Desafortunadamente, en los últimos 50 años, el calentamiento ha sido mayor que el de

cualquier otro periodo durante los últimos 1.300 años, en el que es evidente el derretimiento de la

nieve y del hielo generalizado, del aumento global del nivel del mar, de las temperaturas

promedio de la atmósfera y los océanos, cambios generalizados en las cantidades de

precipitación, salinidad de los océanos, patrones de viento, además de cambio en los eventos

extremos como sequías, lluvias torrenciales, ondas de calor e intensidad de los ciclones

tropicales. Estos datos son preocupantes, pero aún más, saber que se proyecta para las próximas

dos décadas que el calentamiento puede ser de aproximadamente 0,2°C por década, (según

Special Report on Emissions Scenarios), y que para el año 2.100 la temperatura pueda

incrementar entre 1.8 a 4.0°C. Además, se pronostican aumentos del nivel del mar entre 0.18 y

0.59 m, y es muy probable que los extremos de calor, sequias y fuertes tormentas sean más

frecuentes.

Como se puede apreciar, las consecuencias del cambio climático ya se están viviendo, y los

posibles impactos a futuro ya han sido pronosticados, pero no debemos perder la esperanza, si

cada uno de nosotros aportamos nuestro granito de arena, podemos cambiar esta situación, y así,

dejar un mundo más limpio para las millones de especies y generaciones futuras.

El cambio climático son cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos.

Estos cambios pueden ser naturales como variaciones del ciclo solar, sin embargo, desde el siglo

XIX, las actividades humanas son el principal factor, a través de la quema de combustibles fósiles

como el carbón, el petróleo y el gas. Esto genera emisiones de gases de efecto invernadero que

actúan atrapando todo el calor del sol en la Tierra y así eleva las temperaturas. Los causantes de

estas emisiones son varias, ya que provienen del dióxido de carbono y el metano, por tal motivo

el uso de la gasolina, los vertederos de basura, la agricultura, la energía, la industria, el transporte,


los edificios y el uso del suelo son algunos de los principales. Sus consecuencias pueden ser muy

graves, debido que se generan sequias intensas, escasez de agua, incendios, aumento del nivel del

mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la

biodiversidad. En ciertos medios de comunicación dicen que todos estos acontecimientos se

harán presente dentro de algunos años, la realidad es que ya están ocurriendo, así como las

tormentas que afectan a Centroamérica y el Caribe que son cada vez más poderosas, frecuentes e

intensas produciendo un aumento de las precipitaciones y mayor marejada, los países más

afectados en la región han sido Cuba, México y Haití con 110 tormentas, 5000 muertes, 29

millones de personas siniestradas y 39000 millones de dólares en daños totales en los últimos 20

años. Y no solo esto, pues aguaceros torrenciales (totales máximos de 32 cm) provocan

inundaciones y deslizamiento de tierra, así como la tormenta tropical Erika que pasó al norte de

Dominica que afecto al 40% de la población y causo daños mayores a 483 millones, lo que

equivale al 90% del PIB del país. A pesar de que no hace parte de América Latina, nos permite

visualizar como estos desastres puede afectar la población y la economía de un país.

En este mismo periodo se presentaron fuertes terremotos, en América Central y del Sur como

lo fueron Chile, Perú, Ecuador, El salvador y Haití, en los que fueron superiores a 7,0 y no

mayores a 8,8. En el caso de Haiti, fue algo catastrófico, a causa de la vulnerabilidad de

población y la falta de preparación y capacidad de respuesta de las autoridades nacionales, por el

contrario, en Chile, ya tiene protocolos rigurosos, y eventualmente se realizan simulaciones de

evacuación motivado por la frecuencia de los sismos pequeños y medianos que presentan. Según

estudios sismológicos, algunas zonas de estos países siguen representando una gran posibilidad

de producir sismos de gran magnitud en el futuro. Algo de gran preocupación, pues son países
pocos desarrollados que no cuentan con buenas economías para enfrentar estos desastres, además

de poca pedagogía y preparación.

Como si fuera poco, las inundaciones y deslizamientos son uno de los peligros recurrentes y

más común en América Latina, en los últimos 20 años se registraron 548 de estos fenómenos, con

perdidas que alcanzan los 1000 millones de dólares y unos 53 millones de personas afectadas.

Los países con mayor riesgo son Brasil, Colombia, Panamá, Costa Rica, Venezuela, Perú,

Bolovia, Uruguay y Argentina. En Colombia más de 10 millones de personas han sido

gravemente afectadas en los últimos años, desafortunadamente no tenemos grandes recursos

económicos para atender estas situaciones, por lo cual muchas personas han tenido dificultades

para seguir adelante. Esta catástrofe natural se considera una de las más costosas debido al

alcance de los daños, que van desde perdidas ambientales, pertenencias, viviendas, sistemas

ecológicos, producción en todos los sectores económicos, hasta la salud y la perdida de vidas

humanas. Frente a los deslizamientos, Guatemala en 2015 causó 350 muertes, Colombia en 2017

causó 349 muertes y afectó a más de 45000 personas, el origen de estos puede ser variados, desde

precipitaciones, cambios en el nivel del agua, erosión de la corriente, entre otros, pero la

actividad humana también hace parte de este problema, pues la construcción de carreteras y

estructuras sin una adecuada nivelación de las pendientes es el principal causante humano.

También las sequias tienen un impacto, según datos de OCHA (Oficina de Naciones Unidas

para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) ha generado 45 muertes, más de 53 millones de

personas afectadas y provocado más de 13000 millones de dólares en daños totales. Lo más

afectado es América del Sur, incluida las zonas andinas de Ecuador, Perú y Bolivia. El evento de

El Niño en 2015 – 2016 fue muy alarmante, originó interrupciones graves en los patrones

climáticos que provocaron inundaciones y sequias durante diferentes fases, impacto en la


seguridad alimentaria y la producción agrícola, perjudicando los medios de vida, la salud, el

agua, el saneamiento y la educación. Un hecho más reciente registrado en el 2018, en América

central se redujo la producción agrícola hasta un 75%. Como resultado, más de 2,2 millones de

personas en estos países padecen inseguridad alimentaria y más de 1,4 millones de personas

necesitan asistencia. América Latina es la principal fuente de producción de alimentos a escala

mundial, Si en un futuro la sequia se incrementa, los cultivos y los sectores industriales se verán

gravemente afectados, y consigo el mundo entero. Situación que ya estima la Nasa a través de un

comunicado refiriéndose que los periodos de calor serán anormales, durarían días o semanas.

También se habla sobre el aumento del nivel del mar, esto ocurre por que, al haber un calor

intenso, los océanos se expanden, y se elevan al derretirse los glaciares. Los niveles del mar han

subido unos 23 centímetros desde 1880, y casi la mitad de esos centímetros han aumentado en los

últimos 25 años. Cada año, el mar sube otros 3,4 milímetros y Se estima que subirá entre 1 y 8

pies (entre 0,3 y 2,4 metros) para 2100. Aunque este fenómeno no ha generado grandes

dificultades, sino actuamos, en un futuro si lo hará, puesto que amenaza a la población

latinoamericana (gran parte de la cual vive en zonas costeras) por aumentar más las inundaciones

en muchas regiones. Además, el aumento de las temperaturas del agua genera más episodios de

blanqueamiento de los corales, lo que perjudica a los arrecifes y toda la vida marina que depende

de ellos.

Ya conociendo todos esos desastres que ha creado el ser humano, la forma en que nos afecta y

lo que se pronostica para el futuro, ¿podemos empezar a generar un cambio y evitar que todos

esos pronósticos se hagan realidad?

A través del comercio y el gobierno se deberá implementar las fuentes de energía bajas en

carbono que son más asequibles. Cambiar el sector energético a sistemas limpios y renovables
puede ser igual o más económicos que seguir usando los actuales sistemas intensivos de carbono

que causan tantos daños al planeta. Otro cambio importante por implementar es en la agricultura,

ya que es el principal impulsor de las emisiones de carbono y el destructor de hábitats de la vida

silvestre, hacer practicas sostenibles puede beneficiar la seguridad alimentaria y la biodiversidad.

También se deberán restaurar y expandir ecosistemas como los manglares que ayudan a absorber,

almacenar carbono, protege contra los climas extremos, sustenta a las comunidades y preserva

ecosistemas. Asimismo, se necesita inversión financiera, los gobiernos tienen que inyectar más

fondos en acciones climáticas transformadoras y en cooperaciones para un futuro mejor. Sin

embargo, esto no es todo, las personas, independiente a lo que se dediquen, igualmente juegan un

papel importante, el poder colectivo tiene una fuerza extraordinaria, unir las voces, exigir

acciones climáticas transformadoras puede influir en los líderes políticos, las industrias y las

empresas. Debemos reducir las emisiones a través de acciones sencillas pero efectivas, como

ahorrar energía, pues la mayoría de ellas funcionan con carbón, petróleo y gas. Usar

electrodomésticos de bajo consumo es una buena opción. Desplazarnos a pie, en bicicleta o

transporte público, dejar de comprar cosas innecesarias, reutilizar y reciclar, y si es importante,

elige productos ecológicos.

Yo aún no se a que me voy dedicar en mi vida profesional, pero lo que si tengo claro es que se

debemos empezar a tomar acciones para enfrentar y luchar contra el cambio climático, participar

en charlas de concientización, alzar la voz, difundir la problemática y acatar las

recomendaciones, es lo primordial.

Referencias
Naciones Unidas. (s.f.). ¿Qué es el cambio climático? Obtenido de Acción por el Clima:

https://www.un.org/es/climatechange/what-is-climate-change

Naciones Unidas. (3 de Enero de 2020). América Latina y el Caribe: la segunda región más

propensa a los desastres. Obtenido de Noticias ONU:

https://news.un.org/es/story/2020/01/1467501

Nasa. (11 de Octubre de 2022). Cambio climático ¿Cómo sabemos lo que sabemos? Obtenido de

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Zlatanova, R. (4 de Abril de 2022). El informe climático más reciente luce sombrío. Aún tenemos

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https://www.worldwildlife.org/descubre-wwf/historias/el-informe-climatico-mas-reciente-

luce-sombrio-aun-tenemos-esperanza-aqui-el-por-que#:~:text=%C2%BFQueda

%20alguna%20esperanza%3F,cient%C3%ADficos%20convocado%20por%20la

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Zorilla, C. C. (12 de Marzo de 2018). Cambio climático en América Latina y el Caribe: Impactos,

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