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Ana recibe un diario como regalo en su cumpleaños número 13, cuando aún no habían
entrado al encierro. Ese mismo día comienza a escribir en él como fue su día y los
regalos maravillosos que había recibido.
La familia Frank, los Van Pels y el dentista Dussel estuvieron escondidos durante dos
años con la ayuda de varios empleados de Otto Frank. Estos fueron Miep, el Sr.
Koophuis, Eli y Vossen.
En virtud del encierro, Ana Frank decide comenzar a escribir en su diario, al que llamo
‘La casa de atrás’. Ese nombre se debía a que la casa donde se escondían era un
apartamento pequeño de dos pisos que se ubicaba en la parte superior y posterior de la
antigua fábrica de sus padres.
El Diario de Ana Frank se compone de tres cuadernos. En ellos, no solo relata lo que
sucede en la casa sino que además incluye algunos cuentos y el comienzo de una
novela. Asimismo, contiene las citas que Ana escribe en su cuaderno de frases buenas,
las cuales son tomadas de los libros que lee.
Ana describe en sus relatos como permanecieron encerrados sin poder salir a la calle y
teniendo sumo cuidado de no hacer ningún tipo de ruido. Esto especialmente en las
horas del día cuando los trabajadores se encontraban aún en la fábrica.
Inclusive se menciona dentro del diario que no podían siquiera tirar la cadena del
escusado o abrir los grifos del agua. Solo podían hacer esto en las noches cuando el
edificio estuviese solo. Además, la bañera debía utilizarse por turnos.
Todos los refugiados viven con incertidumbre y miedo, según lo escrito por Ana
Frank. Esto mantiene un ambiente cargado de tensiones constantes. Además, la falta
de privacidad provocaba en la adolescente molestia y frustración, algo que ocurre
cuando llega Alberto Dussel (el dentista) a la casa y es instalado en la habitación de
Ana.
Un aspecto que también queda plasmado dentro del Diario de Ana Frank es la tensa
relación con su madre. Ella no aprobaba la actitud rebelde de la adolescente y discutían
constantemente, al punto que el padre intervenía para ayudarlas a mantener la
calma. Ana considera a su madre sarcástica, dura y desordenada.
Por ese motivo, también deja escrito que ama a su padre profundamente y que espera
de él siempre la aprobación de sus actos.
Durante el tiempo que Ana Frank escribió su diario también leyó muchos libros,
estudio taquigrafía y francés. Esto le permitió mejorar el estilo de escribir. Su habilidad
cada día aumentaba, a la par de su confianza.
Incluso dentro de esas líneas deja claro su deseo de convertirse en una famosa
escritora. Esta es la razón por la cual su padre Otto decide publicar el diario luego de
su muerte.
Del mismo modo, Ana deja claro en sus escritos las dudas que tenía sobre el amor de
su padre Otto hacia Edith, su madre. Llega incluso a considerar que seguían juntos por
alguna conveniencia.
Al transcurrir de los meses, Ana comienza a interesarse por Peter Van Pels, a quien
describe inicialmente como un joven tímido y aburrido. Sin embargo, la relación no
prosperó.
Del mismo modo, según el diario, Ana estaba enterada tanto de las deportaciones
como del dinero que ofrecían los Nazis por información sobre judíos. Este aspecto fue
lo que al final llevo a la detención de Ana y el resto de las personas escondidas, excepto
Otto Frank.
A través de los relatos de Ana se nota lo afligida que está en algunos momentos, cómo
extraña a sus amigas y su vida en el exterior. Se siente cansada de los regaños de su
madre y la señora Van Pels, así como de los ejercicios matutinos del Señor Dussel. Ella
denomina a este periodo Días de Tumba.
Sin embargo, en mayo de 1943, casi un año después de haber comenzado el encierro,
las familias comienzan a sufrir los estragos de la guerra. Para ese momento los
empleados que los ayudaban enferman y no pueden recibir las raciones de comida.
Ana decide reescribir sus diarios sueltos en una sola historia luego que Radio Orange
emitiera un llamado del Ministerio de Educación del gobierno Holandés. La invitación
era a guardar diarios y documentos de guerra, por ello Ana junta sus cuadernos y los
titula Het Achterhuis (“La casa de Atrás”).
Ana acababa de cumplir 15 años cuando fue descubierta por los Nazis junto a su
familia y demás miembros de la casa de atrás. Todos son llevados a campos de
concentración.
Ana y su hermana contraen la fiebre Tifoidea debido a las condiciones pésimas e
insalubres de los sitios de reclusión. Ambas mueren en el año de 1945, justamente un
mes antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial. ´
En el diario expresa sus puntos de vista sobre diferentes temas, analiza sus propias experiencias y
describe cuidadosamente el entorno en el que vive. Ella desea convertirse en periodista y luego
en una escritora famosa. Otra persona que se menciona es Otto Frank, El padre de Ana, nativo
de una antigua familia judía alemana. No asistió a escuelas judías, ni estudió religión hebrea y
judía. Trabajó como banquero en Frankfurt, pero perdió su trabajo durante la Gran crisis
económica lo que disminuyó significativamente la fortuna de la familia.
Emigró a los Países Bajos en 1933, después del ascenso de los nazis al poder en Alemania, creó
y administró la filial no holandesa Opekta y Pectacon, que comercializó pectina y especias para
la producción de salchichas. Quería ofrecer a sus hijas una educación cultural alemana clásica, y
como resultado de su diplomacia y dulzura, se convierte en la única persona a la que Ana acepta
consejos.
Hans van Daan es un experto alemán en especias empleado en la compañía de Otto Frank
debido a sus habilidades y conocimientos. Pasa su tiempo en el escondite haciendo o reparando
varios artículos para el hogar. Se queja de la falta de comida y especialmente del tabaco, siendo
un fumador difícil. Tiene puntos de vista oportunos, aunque algo pesimistas sobre la política y
apoya firmemente sus puntos de vista. La esposa de Hans va Daan, Petronella van Daan es una
mujer nerviosa, orgullosa y egocéntrica.
También se menciona un dentista alemán que había huido a los Países Bajos llamado Albert
Dussel era normalmente un hombre callado y amistoso, pero su separación de su prometida
cristiana y su dolor artrítico lo ponían nervioso. Ana que comparte una habitación estrecha con
él, lo describe de manera negativa. ¿Necesitas ayuda para tu vida? lee el alquimista tiene
enseñanzas muy buena que te ayudarán en tu dia dia.
Personajes principales
– Ana Frank: protagonista y narradora de la historia.
– Alfred Dussel: De profesión dentista, fue invitado a vivir con los Frank y
los Van Pels.