Contexto histórico de la Biotecnología

La biotecnología ha acompañado al ser humano prácticamente desde sus orígenes, y es que, a pesar
de que muchos de los conocimientos actuales no se tenían en la prehistoria, la necesidad de
sobrevivir y mejor la calidad de vida del ser humano ha sido la fuerza impulsora más importante en
el desarrollo de esta. La particularidad más importante sobre otro tipo de aplicaciones de los saberes
de las ciencias básicas es que en la biotecnología, la tecnología parte del empleo de recursos
biológicos.
En ambos recursos se habla de las aplicaciones que ha tenido la biotecnología con múltiples
avances, partiendo de la categorización de esta como antigua, clásica y moderna, basada
principalmente en los avances tecnológicos y saberes sobre la aplicación de esta en procesos y
métodos de estudio, así como el entendimiento de la vida en sus distintas formas. En ellos, se puede
observar que la biotecnología ha pasado de la observación de la naturaleza para la satisfacción de
necesidades básicas, a la observación con evidencias científicas en el desarrollo de los fundamentos
para la transferencia de información genética (en un esfuerzo por entender el origen de la vida y la
transformación de recursos biológicos para la atención de asuntos de salud con vacunas y
antibióticos), para dar después un salto exponencial hacia los descubrimientos referentes al DNA,
desde su estructura, hasta su replicación y modificación. Este recorrido por los avances científicos
en materia permite entender no solo la antigüedad de esta rama, sino que incluso pone en
perspectiva el papel de la biotecnología en todo lo que nos rodea; desde el aprendizaje empírico por
parte de nuestras mamás y abuelas sobre el uso de determinadas flores para ahuyentar las plagas
(como el uso de albaca para alejar las cucarachas del hogar), los alimentos que consumimos como
los chiles en conserva, las mermeladas, la cerveza, o los productos lácteos con probióticos, hasta las
vacunas que se desarrollaron ante la emergencia mundial por la pandemia de COVID-19. Con un
par de ejemplos es posible observar que la biotecnología forma parte de nuestra vida, y que incluso,
somos dependientes de algunos de sus desarrollos para poder mantener el estilo de vida que
actualmente llevamos.
Además de esto, ambos recursos nos invitan a plantearnos el futuro de la biotecnología, que si bien
ha demostrado que puede brindar grandes avances en la modificación de materias primas para
beneficio de la sociedad, puede volverse un arma de doble filo si pensamos en el desarrollo de la
ciencia bajo intereses mundiales, en los que no solo se busque el avance para ver una mejora en la
calidad de vida, sino que esto pueda estar impulsado por la ambición del ser humano por demostrar
se poderío sobre la ciencia y la vida en el planeta, como es la idea de poder generar en algún
momento humanos con las características elegidas por los padres antes de que nazcan. Parte de la
labor científica y de su divulgación recae en quitar el estigma sobre estos intereses detrás de los
avances (como es el caso de las vacunas, y el pensamiento de que estas son usadas como un medio
de control por parte de las altas esferas de la sociedad), así como de ser capaces de tener un ojo
crítico sobre la aplicación que se le piense dar a estos, y cómo podría repercutir en el modo de vida,
no solo del ser humano, sino también de todo el medio que nos rodea.