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Declaración de la independencia dirigida a la santa

alianza
Este texto nos habla sobre como desde el 19 de abril de 1810 la República de Venezuela ha estado
luchando por su libertad, sacrificando todos sus bienes, sus goces y su pueblo.

El 20 de noviembre de 1818 el Libertador Simón Bolívar firmó una declaración en condición de jefe
supremo en la cual declaró la emancipación de la República de Venezuela respecto al imperio
español e instauraba su carácter de Estado independiente.

Simón Bolívar como jefe supremo de Venezuela realizó la denominada Declaración de Angostura
el 20 de noviembre de 1818, misma que podría ser considerada como la segunda declaración de
independencia. Previa convocatoria, se reunieron bajo la figura de Junta Nacional las principales
autoridades civiles y militares del Gobierno y declararon "que la República de Venezuela por
derecho divino y humano está emancipada de la nación española y constituida en un Estado
independiente, libre y soberano" y que la única manera en que trataría con España sería de "igual
a igual, en paz y en guerra, como lo hacen recíprocamente todas las naciones". De esta manera,
ratificaron la declaración de independencia absoluta del 5 de julio de 1811 y sin vacilar revalidaron
la guerra como mecanismo legítimo para alcanzar su objetivo más preciado: la libertad31. La
declaración tenía como propósito revestir de legitimidad el establecimiento de la nueva República,
de consolidar la representación nacional en el Congreso convocado y de desconocer la
intervención de las potencias europeas en el afán de la monarquía española de reconquista de los
antiguos territorios americanos.

Discurso de Angostura
El 15 de febrero de 1819, el Libertador Simón Bolívar convocó en Angostura del Orinoco
(actualmente Ciudad Bolívar, capital del estado Bolívar) el segundo Congreso Constituyente de
Venezuela, durante el cual ofreció un discurso que sentó las bases para la consolidación de la Gran
Colombia y de las naciones que la conformaron.

Simón Bolívar renuncia a los poderes absolutos que se le habían conferido como jefe militar ante
los legisladores a quienes les tocara dar una constitución a Venezuela y conformar un poder civil
legítimo. A su vez Bolívar expresa las ideas matrices para la conformación de un sistema político de
gobierno donde sus bases deberán ser la soberanía del pueblo y la democracia para así tener la
libertad absoluta con igualdad de derechos sociales. El aspecto social fue una de las prioridades de
este discurso, por lo que Bolívar planteó la eliminación de la esclavitud y el fomento de la
educación como base de la formación de un nuevo ciudadano con altos valores morales.

Ante los 26 diputados electos en plena guerra de independencia por las provincias de Caracas,
Cumaná, Trujillo, Margarita, Guayana, Barinas y Barcelona, Bolívar instó a discutir y debatir la Ley
Fundamental de la Gran Colombia que, entre otras cosas, debía poseer un sistema político basado
en la justicia social, la regulación de los poderes y la libre determinación de los pueblos.
En este documento Bolívar como jefe de Estado se dirige a los congresistas del país no sólo para
expresar su opinión sobre lo que debía ser el proyecto constitucional a sancionarse, sino también
para ofrecer una profunda reflexión sobre la situación que vivía Venezuela a fines de 1818 y
comienzos de 1819. En relación al proceso de elaboración de dicho texto, el mismo se llevó a cabo
fundamentalmente en su residencia de Angostura durante los últimos meses de 1818. Asimismo,
no vaciló Bolívar en confiar los originales de este importante documento a Manuel Palacio Fajardo,
estadista dotado de talento y erudición, para que le diera su opinión. En este sentido, Palacio
Fajardo formuló algunas observaciones, que Bolívar acepto con humildad.

La importancia de este discurso radicó en que se estableció el soporte sobre el que se formaría la
nueva nación, así como también se habló de la necesidad de la creación de nuevas instituciones,
que respondieran a las necesidades de los pueblos y de la promulgación de un Poder Moral para
velar por la probidad de los funcionarios encargados del resto de los poderes (Ejecutivo,
Legislativo y Judicial).

No se comprendería la historia de las naciones que conformaron la Gran Colombia sin el Congreso
de Angostura, ya que este representó el inicio y el punto de arranque en la historia republicana de
estas naciones, cuyas estructuras institucionales tienen sus orígenes en las palabras emitidas por
el Libertador durante ese momento histórico.

Este discurso es considerado por la historiografía como una de las obras más relevantes de Bolívar.
Su título original fue «Discurso pronunciado por el General Bolívar al Congreso General de
Venezuela en el acto de instalación» En este documento el Libertador planteaba, entre otros
puntos: su concepción política en una forma acabada, reconociendo además la autoridad del
Congreso. Igualmente, analizaba el pasado de Venezuela para comprender la situación que se vivía
en 1819. Expone sus ideas en cuanto a la educación y argumenta lo conveniente del poder central.
Asimismo, establece la Orden de los Libertadores para recompensar el heroísmo patrio.

1. “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado
más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un
instrumento ciego de su propia destrucción”.

2. “¿No dice el Espíritu de las Leyes que éstas deben ser propias para el pueblo que se hacen?,
¿qué es una gran casualidad que las de una nación puedan convenir a otra?, ¿que las leyes deben
ser relativas a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno, a su situación, a su extensión, al
género de vida de los pueblos; referirse al grado de libertad que la Constitución puede sufrir, a la
religión de los habitantes, a sus inclinaciones, a sus riquezas, a su número, a su comercio, a sus
costumbres, a sus modales?. ¡He aquí el Código que debíamos consultar, y no el de Washington!”.

3. “La esclavitud rompió sus grillos, y Venezuela se ha visto rodeada de nuevos hijos, de hijos
agradecidos que han convertido los instrumentos de su cautiverio en armas de libertad. Si, los que
antes eran esclavos ya son libres; los que antes eran enemigos de una madrastra, ya son
defensores de una patria”.

4. “Renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino
que quiere ser virtuoso (…) la educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor
paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras
primeras necesidades”.
5. “Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo,
eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno que haga
reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar, bajo el imperio de leyes
inexorables, la igualdad y la libertad”.

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