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IX Congreso Argentino de Antropología Social.

Facultad de Humanidades y Ciencias


Sociales - Universidad Nacional de Misiones, Posadas, 2008.

Propietarios y arrenderos en
su lucha por el territorio y la
identidad. Santa Catalina .

Cristina Serapio.

Cita: Cristina Serapio (2008). Propietarios y arrenderos en su lucha por el


territorio y la identidad. Santa Catalina. IX Congreso Argentino de
Antropología Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales -
Universidad Nacional de Misiones, Posadas.

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Propietarios y arrenderos en su lucha por el territorio y la identidad. Santa
Catalina – Jujuy.
Autor: Cristina Serapio
Palabras claves: grupos domésticos – comunidad aborigen – territorio - puna
Institución: Instituto Interdisciplinario Tilcara (UBA)
cristina_ser@hotmail.com

Resumen

En este trabajo nos interesa discutir la conformación de dos comunidades aborígenes en


el pueblo de Santa Catalina (Jujuy) – comunidad aborigen Aucapiña-Chambi y
comunidad aborigen de Propietarios Hallpa Noñakaki- con el interés focalizado en sus
diferencias, de construcción, de intereses, de apropiación de capitales económicos y
simbólicos y los enfrentamientos suscitados, y cómo éstos empañan la discusión del
problema mas profundo: la contradicción de las condiciones reales de existencia.
El pueblo de Santa Catalina - 65 km de La Quiaca – se ubica en la puna jujeña1. Según
el censo 2001 la cantidad de habitantes del pueblo es de 332 habitantes2. A pesar de
constituir un pueblo pequeño, las dinámicas relaciones sociales y políticas reflejan la
complejidad del espacio de fuerzas, resguardando su particularidad.
Los agentes sociales recrean cotidianamente este espacio con sus prácticas y discursos,
relaciones que no siempre son armónicas o equilibradas, como proyecta el imaginario
social nacional sobre la Puna, sino que exponen sus más fuertes contradicciones, que
históricamente intentaron ser invisibilizadas por los sectores hegemónicos.
Nos interesa indagar en el campo político, sobre la construcción de organizaciones
políticas locales, en el que se juegan distintos capitales no solo por la apropiación de los
recursos materiales, sino que se traslada a una lucha simbólica por la apropiación de la
identidad, de los verdaderos originarios, de la legitimidad de los pobladores.
Distinguimos dos grupos sociales3 que se contraponen principalmente por su posición
objetiva (y los dispositivos internalizados) en el subcampo de la legalidad, referente a la
propiedad y tenencia de la tierra: los propietarios y los arrenderos, que condice su
posición en el campo económico y juega a las formas de apropiación y distribución de
los bienes materiales y de los recursos naturales, en estrecha relación con la producción
y apropiación de los capitales simbólicos4.
El interés principal de los agentes en el campo es la apropiación o reconocimiento legal
sobre las tierras, con la característica particular de que la mayoría de las tierras
reclamadas no son fiscales, sino privadas. De allí esta controvertida situación de las
“comunidades aborígenes” de reclamar tierras (al estado) que son privadas y cuyos
propietarios son locales (aunque ausentistas), lo que genera un enfrentamiento muy

1
El pueblo se encuentra situado a 3.750 msnm, en la Puna jujeña que es la continuación del altiplano boliviano. Es una meseta alta,
árida, seccionada verticalmente por montañas bajas; está cubierta por espacios dispersos de pastura natural de arbustos pequeños
(Rutledge, I. Cambio Agrario e Integración (1987), pp 65). Las lluvias estivales oscilan los 300 mm anuales, por ello se explica la
aridez del territorio.
2
La cantidad de habitantes del Municipio es de 1.350 y la población del Departamento es de 2.500 habitantes (Censo 2001).
3
Grupos sociales que se caracterizan por situarse en un determinado espacio-temporal, en similares posiciones y que comparten
determinados intereses. Pierre Bourdieu.
4
Se reconocen ambos grupos sociales como categorías analíticas que nos permiten comprender mas adecuadamente sus diferencias
y relaciones y por otra parte delinear las oposiciones al interior de cada uno, reflexionando sobre su heterogeneidad y sus posibles
transformaciones en la dinámica de la vida social.
directo y personal en el espacio local. Ante esta amenaza, los propietarios reaccionan
apropiándose de la estrategia de los rivales: la conformación de la Comunidad Aborigen
de “propietarios”.

Tierras
En este espacio, comprendido como un campo de conflictos y competencias, la disputa
por la propiedad de las tierras se remonta a tiempos coloniales.
Según el historiador G. Paz (1991) en la época colonial la puna fue apropiada a través
de mercedes reales y fraccionadas en grandes fincas, que se vinculaban al mercado
potosino y a la minería de Lípez en cuanto proveedora de animales de carga. Esta
articulación se debilita durante la guerra de la independencia y los propietarios se
concentran en el cobro de una renta (arriendo) a los grupos domésticos, como su
principal fuente de ingresos. (Madrazo, G. 1982)
Estas familias arrendatarias deben producir un excedente para pagar dicha renta. Según
Madrazo, eran antiguos encomendados trasladados desde sus campos a estas haciendas
y otros habían mantenido su posesión, pero ahora se veían presionados por el pago de la
renta y a trabajar determinados días (15) para el propietario. Tanto Madrazo como G.
Paz suponen que estos arrenderos pertenecen a la sociedad indígena y que conservan su
integridad y cohesión aunque en forma más desleída en Santa Catalina5.
G. Paz nos ofrece un cuadro sobre el estado de las propiedades rurales y propietarios en
el departamento de Santa Catalina en 1855 (1991, pp 68):

Departamento Propietario Propiedad Valor ($ bolivianos)


Cochinota Fernando Campero Cochinota y Casabindo ¿
Rinconada Candelaria Bárcena Rinconada 9.012
Sra. Torres Oros y Merco* 2.569
Pastora Ramos San Juan – San León y 3.000
Granadas*
Santa Catalina Fernando Campero Yoscaba ¿
José M. Apaza Ciénaga? 700
Mayar y Aramayo Santa Catalina ¿
A. Marquiegui Tafna y Toquero ¿
Yavi Fernando Campero Yavi 50.000
José F. Quispe Quiaca 1.000
Celedonio Bargas Rodeo 225
Antolin Alvarado ¿ 150
A. Marquiegui Cerrillos ¿
* Compradas por A. Estopiñan y C. Esquibel en 1860 por 2.000 $ bolivianos y 8.000 $ bolivianos
respectivamente (AHPJ, Jujuy, 1860).
Fuente: “Estadísticas de las propiedades urbanas y rurales y enfitéuticas registradas por la Comisión
reguladora” (ATJ, 1855).

A esta información se puede agregar la proporcionada por E. Cardozo (2000) para 1876.

“En el departamento de Santa Catalina: 1.- Fernández Campero era dueño de la finca de Yoscaba, que
abarcaba una gran extensión: los distritos de Yoscaba, Río Grande, Puesto Chico, Hornillos, Rodeo
Chico, Cóndor, Canchuelas, Oratorio, Timón Cruz, Tolar, San Juan de oros y Altarcito. 2.- El prebístero
Ignacio Marquiegui, de la Finca de Cieneguillas, Tafna, Toquero y Cerrillos, que enmarcaban además
los distritos de pasajes, Yangaso y Corral Blanco. 3.- pedro Pablo Aramayo era dueño de la Finca de
Santa Catalina de gran extensión tomando los distritos de Calahoyo, Puesto Grande, Carayoc, Santa

5
Madrazo, G. (1982), pp 143
Catalina, Piscuno, San Francisco y La Cruz. 4.- Calixto Esquivel era propietario de la Finca de Merco,
San León y San Juan, que encerraba además a los parajes de Cabreras, La Ciénega y el Angosto”.
Cardozo, E. (2000), pp 55.

La presencia de los arrenderos en el pueblo de Santa Catalina en este siglo, quedó


registrada en los documentos históricos (trabajados por G. Paz, Madrazo, I. Rutledge, F.
Berdeja). La mayoría de estos documentos son denuncias de los arrendatarios hacia los
propietarios o encargados de las haciendas, por los excesivos aumentos de los arriendos
y la violencia ejercida para su cobro, presentados ante las autoridades provinciales.
El avance de las instituciones estatales en el pueblo (juez de paz, recaudadores,
comisarios, guardia nacional, escuelas, etc) se supeditaba a las necesidades de los
propietarios y de los comerciantes y encargados de las fincas que comenzaron a delinear
la elite local. Inclusive muchos de los integrantes de estas familias ocuparon cargos
estatales, generando una cadena casi hereditaria. Las familias que acceden a este poder
en Santa Catalina son Saravia, Wayar y Farfán. Esta monopolización de poder estatal
local reforzó la explotación de las comunidades para el pago de la renta y el trabajo
semi-servil (Madrazo, G. (1982), pp 149).

“Dueño del comercio local, de los cargos políticos y en algunas casos de la tierra, la pequeña elite de
comerciantes y terratenientes funcionarios era el sector mas favorecido”.
G. Paz. (1991), pp 71.

Gustavo Paz afirma que frente a estas prácticas de opresión los arrenderos también
generaron estrategias (de adaptación o resistencia siguiendo a S. Stern), como quejas y
reclamos ante los gobiernos provinciales, negativa a pagar el arriendo, moras e inclusive
motines, prácticas que quedaron documentadas.
Aproximadamente a fines de 1872 los arrenderos de Cochinoca elevan un pedido formal
al gobierno provincial en el cual reclaman que la propiedad de las fincas de Cochinoca y
Casabindo pertenece al estado y no al propietario privado (Fernando Campero), porque
la encomienda (argumento del propietario) implicaba un control sobre la mano de obra,
pero no sobre los títulos de propiedad.
En los primeros juicios legales, los arrenderos no reclaman la propiedad de la tierra para
ellos, sino que cuestionan a los terratenientes sobre la veracidad/legitimidad de sus
títulos y sus pedidos apuntan al reconocimiento de las tierras como fiscales. Aunque en
1873 los arrenderos de Granadas y San Juan y Yoscaba reclaman las tierras como
propias, pero no es tomada en consideración (G. Paz. Op cit. pp. 81). En ese mismo año
se levantan los indígenas de Yavi, encabezados por Anastacio Inca y reclaman esas
tierras como fiscales. La medida de protesta que plantean por lo general es el no pago de
arriendo.
Frente a éstos reclamos, el gobernador de Jujuy (Sánchez de Bustamante) en vista de
réditos políticos y la tensión social (Berdeja, 1997), decide considerarlos pertinentes y
decreta el traspaso de las fincas de Cochinoca y Casabindo como tierras del estado
provincial, decisión que perturba a los terratenientes y elites locales, desatando una
confrontación mayor.
El contexto nacional tenía una connotación política muy fuerte. Era un año electoral y
oponía como rivales políticos a Avellaneda y Mitre, contraposición que fraccionó a la
elite jujeña y local. La disputa a nivel nacional repercute en la provincia. El gobernador
provincial (Sánchez de Bustamante) aliado de Mitre es “volteado” por las Tropas
Nacionales y depuesto como autoridad. Asume Álvarez Prado quien tiene un intenso
compromiso con los propietarios locales, y como primera medida decreta la restitución
de los territorios de Cochinoca y Casabindo a su antiguo dueño (Fernando Campero).
Estos sucesos incentivan y agudizan un enfrentamiento armado entre los arrenderos
puneños y el nuevo gobierno provincial, lo que va a desembocar en la batalla de Quera.
Se organiza el movimiento de arrenderos indígenas -encabezado por A. Inca- y se suma
Laureano Saravia, un comerciante importante de Santa Catalina, proveniente de la “elite
local”, que ocupó distintos cargos estatales (comisario de policía, juez de paz, etc), que
es conectado por Sánchez de Bustamante. La presencia de Saravia crea un escenario
paradójico por su posición en el campo social y económico, inclusive éste había sido
denunciado por los mismos arrenderos (de Santa Catalina) por el aumento de los
impuestos y de la violenta forma en que exigía a las familias el pago de los mismos6.
Es en este punto de inflexión donde los investigadores se interrogan y debaten acerca de
la existencia de conexión del movimiento puneño (indígena) y el conflicto nacional,
incitado por Sánchez de Bustamante y localmente por L. Saravia.
Independientemente de la conexión que pudo existir, coincido con G. Paz en que no
consideramos que haya habido una desviación (Bernal, I) o un cambio de los objetivos
del movimiento de los arrenderos por la participación de L. Saravia, si no que aprovecha
el espacio de conflicto para introducir otros reclamos o enfrentamientos, y a la vez los
indígenas refuerzan los el apoyo del ex gobernador y de algunos miembros de la elite,
para fortificar la legitimidad del reclamo de tierras.

“Inca y Saravia combatieron juntos, pero con motivaciones diferentes. Con Inca el movimiento era
espontáneo, de profunda raíz nativa (…) Con Saravia se incorporaba el paternalismo articulador de la
política criolla, con expectativas sobre la tierra en las que los indígenas no tenían cabida”
G. Madrazo (1981), pp 173

En noviembre de 1874 el movimiento indígena toma las localidades de Yavi, Santa


Catalina y se aproxima para Rinconada. Estos enfrentamientos armados terminan en la
batalla entablada en los campos de Quera (1875), en el cual los indígenas son reducidos
por las fuerzas represivas del estado provincial y nacional. Considero importante
señalar que los cabecillas-comandantes indígenas fueron fusilados en las plazas de los
pueblos (A. Inca, Gonza, Zurita, Nieve, Chambi, Aucapiña), mientras que los cabecillas
de la elite “tuvieron la suerte” de escapar o esconderse (Saravia, Maidana).
Sin embargo en 1876 las indígenas de la puna siguen reclamando el reconocimiento de
las tierras como fiscales, vuelven a plantear su estrategia de No pago de arriendo y
elevan nuevamente el reclamo legal ante las autoridades. En 1885 con el gobernador
Tello, el estado provincial comienza a tratar de resolver la problemática de tierras y
propone una compra-venta entre los dueños de las tierras privadas y las familias
arrenderas e interviene en la negociación de manera directa. Esta propuesta es aceptada
por algunos arrenderos

“Después de la batalla, los indígenas cambian la táctica y pelean con las armas de la inteligencia y el
saber” Cardozo, 2000, pp 57.

Según E. Cardozo (Mapa, 2.000) en ese momento en el departamento de Santa Catalina


habían tres grandes latifundios y uno mas pequeño: Finca de Yoscaba de Fernando
Campero, Finca Cieneguillas (Tafna, Toquero y Cerrillos) del prebístero Marquiegui,

6
Son varios los interrogantes que se plantean en torno a su presencia. Para E. Cardozo no es una presencia
conflictiva, sino justamente es reconocido como el líder y héroe de la batalla de Quera, representación que se
extiende a las elites locales. G. Paz sugiere, según los documentos analizados, que al parecer Saravia estaba siendo
buscado por las nuevas autoridades de la municipalidad, porque no había rendido un dinero de su ejercicio anterior y
también mantenía una lucha interna por el control del comercio local, factores que impulsaron a que aproveche la
conmoción y se sume a la lucha de los arrenderos, con el apoyo del ex gobernador.
después de Fermín Grande, Finca Santa Catalina de Pedro Aramayo (de Bolivia) y la
cuarta mas pequeña Finca Merco-San León y San Juan de Calixto Esquivel.

Una de las primeras haciendas que se logra negociar es Yoscaba, quien es adquirida por
varios arrenderos en 1886 y deslindada en parcelas privadas en 1903 (G. Paz, 1992, Pp
227). Según los documentos históricos, los arrenderos se organizaron en Yoscaba bajo
la representación de P. Maidana (ex comandante de la Batalla de Quera). Se organizan,
gestionan los permisos y trámites legales para la compra, recolectan el dinero y piden un
préstamo al Banco Nación para alcanzar el monto total. Los arrenderos que compran la
finca son: Pedro Cari, Agustín Gutiérrez, León Maidana, Cipriano Bruno, José
Maidana, Estanislao Bautista, Dámaso Huanco, Asencio Esteban, Prudencio Alberto,
León Alberto, Domingo Polo, José Bautista, Melchor Flores, Pascual Cardozo, Juana
Bautista, Tomás Chorolque, María Choque, Carmen Chorolque, Martín Alberto,
Pascual Alberto, Mariano Polo, Tomás Bautista, Basilia Maidana, Jorge Maidana, Juan
Calizaya, Eusebio Maidana, Tomás Adrián, Juana Maidana, Pedro Maidana, Idelfonso
Jerónimo, Polonia Jerónimo, Antonia Rojas, Mauricio Julián, Bautista Alberto, Isidro
Calisaya, Pedro Cruz, Lorenzo Calisaya, Francisca Calisaya, María Alberto, Rafael
Julián, Pablo Mamaní, José Calixto Calisaya, Buenaventura Calisaya, Rumualda
Gutiérrez, Mariano Julián y Cristónomo Peñaloza (Cardozo, pp 104).
Los datos aportados por G. Paz (1992):

Si bien Cardozo despliega una lista con mayor cantidad de nombres, podemos observar
que los apellidos son los mismos y la cantidad de familias también.
A partir de estos datos, nos parece necesario señalar la cantidad de tierras que compra
cada familia. Si consideramos el grupo Maidana, observamos que compra
aproximadamente unas 40.000 hectáreas, después la familia Peñaloza compra unas
6.500 hectáreas, Julián unas 3.800 hectáreas y las familias restantes menos de 2.501
hectáreas, inclusive la familia Huanco, Bautista, Calisaya y Navarro menos de 700
hectáreas, diferencia que nos parece significativa y que analizaremos posteriormente.
En 1903 el agrimensor deja establecido legalmente las divisiones en fracciones de cada
familia.
La Finca de Cieneguillas se vende en 1887 a un solo dueño y va pasando de mano en
mano hasta que en 1904 es adquirida mediante la compra comunal por los arrenderos
(Solís, Maidana, Mamaní, Ramos, Cayo). La venta de la finca de Santa Catalina es
diferente, los herederos de la misma venden cada uno su parcela de manera individual
(sin la intervención del estado) a I. Wayar, quien acapara la finca para después revender
los lotes a las familias arrenderos (Navarro, Calisaya, Farfán, Rueda, Puca, Cruz,
Choque, Bautista, Pacci) casi a 60 familias (Cardozo, 2000). Así también lo confirma
los propietarios entrevistados:

“si, quien adquirió en la familia es él (Fructuoso Farfán). El terrateniente que vivía en Bolivia, don
Aramayo, don Aramayo compra toda la finca , las fincas de Santa Catalina, después la va fraccionando y
vendiendo tierras”Entrevista Propietario 1, 2007

Y la Finca de Merco y San León también es vendida a las familias arrenderas (Farfán,
Cardozo, Navarro, Rueda) (Cardozo, 2000, pp 114).
Este proceso de compra de tierras privadas por parte de los arrenderos del departamento
de Santa Catalina constituye un caso muy particular en el territorio de la Puna. En otras
localidades, a pesar de la intervención del estado, las tierras privadas son vendidas a
foráneos que especulan con el mercado de la tierra, o a los mismos ex terratenientes, lo
que reprodujo la situación de opresión en la exigencia de arriendos.
Sin embargo las familias que logran comprar las tierras, son aquellas que manejan cierto
capital económico7. A medida que transcurre el tiempo algunas familias logran mejorar
su posición en el campo económico y social por su participación y acceso a los cargos
políticos y concentración del poder local y su integración a través de redes de alianza y
parentesco con las familias comerciantes de la elite. Algunas compran y anexan parcelas
de aquellas familias que no pudieron afrontar las deudas (por la compra) o que por otras
circunstancias económicas se vieron imposibilitadas de mantener sus parcelas. Se
reacomodan las posiciones en el campo de fuerzas, hay una re-acaparamiento de tierras
que arroja nuevos y viejos grupos domésticos al arrendamiento. El arriendo sigue siendo
en la actualidad el ingreso principal de algunas familias propietarias.
Esta lucha histórica por la apropiación de las tierras, no solo se plantea en el campo
económico, en la apropiación y distribución de los recursos naturales (tierras, agua,
minerales) sino que juega y atraviesa el campo simbólico, plasmado en la violencia
simbólica del discurso, del acto lingüístico, de la construcción de la historia oficial, la
apropiación de la “verdadera identidad”, de la “legitimidad”.

Del análisis de las entrevistas realizadas se revela que ambos grupos reconocen y
remarcan estas diferencias, sostienen estas percepciones, según los hablantes, como la
“gente de arriba” y “gente de abajo”, “pueblo nuevo-pueblo viejo”.
Un análisis del uso del espacio nos permite comprender (aportar) al estudio. La
topografía del pueblo es despareja, tiene unos relieves muy pronunciados y se pueden
diferenciar dos secciones, una parte baja (pueblo viejo) y la otra como una meseta alta
(pueblo nuevo). El pueblo tiene aproximadamente 150 casas, las primeras se
construyeron alrededor de la Iglesia 8 y la plaza en la parte baja. Posteriormente se
edifican en este espacio el municipio, el registro civil, la biblioteca, el correo y se van
levantando las casas de los “propietarios” de fincas y haciendas.
Según el discurso de los propietarios, las familias asentadas en Pueblo Nuevo vinieron
hace poco tiempo desde los otros distritos y desde Bolivia. Según datos de las

7
C
8
Según Fortunato Farfán la iglesia fue construida en 1650. En la parroquia de La Quiaca se guardan los
primeros Libros de Bautismo y Casamiento de Santa Catalina del año 1780.
entrevistas realizadas en campo, estas familias se comienzan a instalar desde hace 30
años aproximadamente. Esos terrenos eran (son) privados y su propietario (Farfán) las
dona a la municipalidad, pero nunca ejecuta el traspaso legal.

En la parte de arriba del pueblo se concentran las casas de los grupos domésticos que
viven diariamente en el pueblo, se construyen las canchas, el galpón para los deportes o
los bailes, el cementerio.
Las familias aquí asentadas arriendan parcelas a los propietarios, en las cuales crían
ovejas y llamas y a veces cultivan en una pequeña chacra (papa, habas, trigo), hilan la
lana y tejen prendas. Muchas familias accedieron a un Plan Trabajar y desarrollan tareas
como limpieza y cocina en dependencias de la municipalidad, la escuela, el albergue, y
una cantidad menor de habitantes son empleados municipales. Según datos del Censo
2001, sobre la población ocupada (mayores de 14 años) del Municipio (234 habitantes)
el 67,5% es obrera o empleada del sector público. Esta población puede ser empleada
municipal o adjudicataria de un plan social. Según información proporcionada por
representantes de la Comisión municipal en la localidad hay aproximadamente 15
empleados municipales (4,5% de la población TOTAL) que trabajan en el albergue
municipal, la municipalidad, la telefónica, la biblioteca; y entre 25 y 30 planes de
trabajo (8% de la población TOTAL) con Plan jefe y jefa de hogar y Plan Familia9.
Sin embargo la mayoría de las familias que tienen un Plan de trabajo siguen trabajando
en sus tierras arrendadas.
En el municipio sólo el 2% es patrón (sobre la población ocupada) y el 23% es
trabajador por cuenta propia o trabajador familiar (censo 2001).
La mayoría de las familias argumentan que su traslado se debe principalmente a la idea
de mejorar la calidad de vida de su grupo, a través del acceso a servicios (luz, agua,
educación). Pero a la vez señalan la paradoja de la “modernidad”, ya que en este espacio
es necesario poseer capitales económicos, tener plata-efectivo para pagar los impuestos,
comprar mercadería, pagar transporte, mientras que en el campo “mal que mal uno tiene
su carnecita, su papita, su queso, su leña, sus llamas”. Al asentarse en el pueblo deben
jugar con otros capitales y dispositivos, y comenzar a posicionarse con muy escaso
capital y gran capacidad estratégica.
Reconocen fuertemente a las “familias propietarias” como aquellas que se apropiaron
(compraron) desde hace años las tierras y fueron anexando otras parcelas. Son
conscientes de los pagos de arriendo que vienen realizando a través de generaciones,
pero no sólo reconocen su posición dominada en el campo económico, sino que también
en lo simbólico “los de Abajo que se creen dueños de todo”.

Arrenderos - puesteros
La mayoría trabajaba como puestero o cuidador de las fincas privadas en el campo, en
tierras de las familias “propietarias” del pueblo. El resto eran arrenderos, arrendaba
parte de estas tierras.
Se conforman al menos dos formas distintas de uso de la tierra, según las relaciones que
se establecen con el propietario: Los cuidadores y los arrenderos.
Cuando se entabla una relación de “cuidadores-propietarios”, se negocia o más bien se
imponen por parte del propietario, los pagos, las condiciones de trabajo, etc. El grupo
domestico se asienta en la finca-hacienda y por lo general su actividad principal es
cuidar el ganado menor de los propietarios, a cambio de una retribución salarial y/o

9
Se están implementado los planes para las amas de casa, pero no nos proporcionaron mayor
información.
permiso para el uso de las tierras para que también pasten animales (de propiedad de los
cuidadores) y puedan mantener una pequeña chacra.
Aquellas familias que arrendaban las tierras se encontraban inmersas en una relación un
poco más “independiente” en cuanto a la cría de ganado, ya que pagan un arriendo a los
propietarios por el uso de determinadas parcelas. Al igual que con los cuidadores, los
propietarios imponen un monto a pagar por el uso, puede ser el pago en efectivo (la
mayoría de las veces) o con animales.

Estas distintas situaciones se acomodan según los capitales a jugar por los grupos
domésticos. Cuando tienen a disposición capital económico que pueda amortiguar el
alquiler (arriendo) y el capital social suficiente para conocer y negociar con el
propietario (o su encargado), quizás alguna conexión con otra familia asentada en esa
finca que interceda por ellos, aunque este uso de capital social es mas fuerte en aquellas
relaciones en que se asientan como cuidadores, y necesitan una “recomendación”.

En la actualidad se producen al interior de este campo confrontaciones y disputas por


esta situación de “arriendo” impulsada/avivada por la problemática sobre la propiedad
de la tierra. Estos enfrentamientos no solo son materiales y objetivos, sino que también
se recrean en la dimensión simbólica, como la negación por parte de algunas familias a
pagar el “arriendo” instituido, lo que significa una transformación en la distribución y
acceso a los bienes materiales (efectivo o animales) y a la vez una modificación en las
relaciones de autoridad y sometimiento/sumisión/dominación entre propietario y
arrendero/puestero.
Sin embargo esta situación llevó a que algunos propietarios comenzaran a expulsar a
familias asentadas hace años en las haciendas. En el caso de una finca de santa catalina,
de 23 familias que se asentaban, durante el proceso de menos de cinco años quedaron
solamente tres familias (entrevistas santa catalina, 2006-2007).
Pastoreo
Una de las principales actividades del campo es el pastoreo. Tienen a su cuidado ganado
menor, de ovejas principalmente, cabras (sobre todo para la zona de El Angosto), y
algunas llamas. Este trabajo lo realizan por lo general los niños y adolescentes, aunque
no es exclusivo de ellos. Esta situación se complica al quedar solamente en el grupo
domestico los padres y niños muy pequeños, ya que los jóvenes migran hacia las
ciudades, por lo que las actividades recaen en la pareja (en esta situación se comprende
la importancia de los ciclos en la vida de los grupos domésticos, remarcados por autores
como Chayanov, etc, como influye en la reproducción de la misma, según las
interrelaciones de las variables que mencionáramos anteriormente, como la producción
y el consumo) .
Del ganado menor se aprovecha la carne, los cueros y en el caso de la llama y la oveja la
lana. De la cabra los quesos.
La carne es vendida en lugares cercanos o trocada en las ferias o encuentros con otras
familias de otras localidades o del pueblo, pero fundamentalmente en la mayoría de las
familias arrenderas es para su consumo. Según las circunstancias de la familia se carnea
un animal, se la hace chalona, charqui o en caso de celebraciones familiares o vecinales
se lo comparte.
La lana es un producto que circula de manera corriente por la puna. En los intercambios,
en la feria, en el pueblo, llevan a vender a la Quiaca, a Jujuy, etc. La lana tiene una gran
demanda y oportunidad de mercado, aunque según los comentarios de los feriantes10, el

10
Feria Comunal de la Fiesta Patronal de Santa Catalina, 25 de noviembre (2007)
precio de la lana en los últimos años ha caído. Antes en la feria 5 kilos de lana equivalía
a una bolsa de harina de 50 kg, ahora la equivalencia es una bolsa de harina por casi 20
kilos de lana.
La lana es muy preciada para confeccionar tejidos para la venta y para el hogar.
Frazadas, pulloveres, chalecos, medias, sacos, ponchos, gorros, etc. Aunque según los
comentarios de las tejedoras del pueblo (2008), no tienen un mercado o a quien vender
sus productos. artesanales.
En las actas de matrimonio y Bautismo de los años 1889/1891, de 31 matrimonios 28
personas se identifican como teleros o hilanderas en cuanto a su ocupación, la mayoría
residía en el campo: en Cerrito, Timón Cruz, Hornillos, Puesto, Canchuelas, Yoscaba,
San Francisco, la Cruz, Tafna, La ciénega, Peña Blanca, Minas Azules, en Bolivia
Toquero, Esmoraca. Según el censo de 1895 la población total era de 2.454, de las
cuales sólo 179 vivían en el pueblo (0,7%), el resto en la zona “rural”.
De los padres de los matrimonios, también al menos hay 31 que declaran ser teleros o
hilanderos. Son cifras significativas (no para sacar porcentajes) sino que nos brindan un
panorama de la presencia e importancia de esta actividad en aquellos años.
En el año 1900, de 20 matrimonios, 16 personas son teleras o hilanderas, lo que sigue
reflejando la alta importancia de la actividad.
Pero para 1950 -si bien no todos los matrimonios registran su ocupación en estas actas
como lo hicieron anteriormente- ya no figura ningún hilandero o tejedor, y en las actas
de 1960 sólo se registran tres tejedoras/hilanderas..
Los conocimientos sobre esta ocupación eran transmitidos oralmente. Don E.L. siente
como esas prácticas se fueron perdiendo y en la actualidad no son revalorizadas ni
cultural ni económicamente.
En San Juan y Oros a través del Proyecto “Tejido Artesanal” con la municipalidad
(2006), se comenzaron a dictar cursos de Tejido en telar y a dos agujas. El objetivo es
recuperar una práctica económica social ancestral , revalorizar el sentido del tejido, del
hilado, aprovechar el acceso a la lana de los propios animales.
CHACRA
Estas prácticas son complementadas con otras también en el campo, con el interés de
tejer una red estratégica ante la vida cotidiana.
Muchas familias tienen su chacra para autoconsumo, una parcela pequeña donde cultiva
habas, papas, zanahoria, muy poco maíz, trigo, etc. Es una chacra pequeña que lleva
bastante trabajo, porque hay que cuidarla diariamente de los animales y de las
inclemencias del tiempo. Estas chacras se presentan más regularmente en las localidades
de La Ciénaga y El Angosto, cerca de las derivaciones del río san Juan y oros y San
Francisco.
Al igual que los demás productos obtenidos, algunas verduras o el maíz y trigo son
intercambiadas en las ferias y encuentros.
Practicas migratorias
Según las entrevistas hasta principios de l año 80, muchos hombres migraban
estacionalmente para trabajar en la zafra. La mayoría se dirigía para Ingenio Ledesma,
mediados por un contratista

Lavadores de oro
El lavado de oro es una práctica ancestral que la realizan los grupos domésticos de
manera artesanal e intima. En grupo de tres o cuatro hombres se aproximan a la orilla
del río a buscar oro aluvional.
Según las distintas entrevistas recogidas en campo, las exploraciones auríferas se
realizan desde tiempos pre-coloniales. Los conocimientos prácticos vienen desde
generaciones pasadas.
Durante el trabajo de campo (2006), pudimos encontrarnos y entrevistarnos con los
“lavadores de oro”, rompiendo con mitos y deshilvanando fantasmas.
En la actualidad todavía se sigue realizando esta actividad, con los mismos
instrumentos y conocimientos locales. Estos trabajadores buscan de manera precaria y
rústica oro aluvional a la orilla del río (San Felipe) con una batea y un balde.
Esta practica se extiende a las localidades de Oratorio, San Juan y Oros, Misa Rumi,
Timón Cruz y una parte de Santa Catalina; en los ríos Río Grande de San Juan de Oros
y sus afluentes como San Felipe, arroyos que unidos al San Juan de Oros, sigue su
recorrido hacia el norte hasta encontrarse con el Río Pilcomayo, río que atraviesa la
mitad de la Argentina y va a servir al río de La Plata (Cuenca Alta del Río Pilcomayo).
Los rios Orosmayo, Granadas, Queñoal y sus afluentes forman un curso de importancia,
el río San Juan Mayo, denominado Camblaya en Bolivia y que es afluente del
Pilcomayo (Sgrosso, pp 94).
Este trabajo pertenece al grupo doméstico, a la esfera personal y privada. Se arman
equipos de tres o cuatro hombres – la mayoría de las veces parientes- locales, residentes
del lugar, hombres de distintas edades (menos los extremos). El trabajo es realizado por
todos juntos, no hay especialización de tareas y todo lo obtenido es vendido y repartido
en partes iguales (en términos generales).
Los agentes sociales se acercan a los arroyos, en lugares históricamente trabajados por
sus padres y abuelos, y jugando su sentido práctico determinan el lugar donde van a
trabajar ese año.
La difíciles condiciones de trabajo y del medio - recorrer casi 3 kilómetros a pie para
llegar al aluvión, con ropa inadecuada, con botas comunes metidos en el agua casi 10
horas, sin casco, ni chaquetas, sumado al bajo (y a veces nulo) volumen de mineral
obtenido, son factores que hacen a esta actividad poco redituable y de poca proyección.

Las familias tradicionales


En la actualidad las casas de las familias tradicionales están con candados, cerradas,
porque sus moradores son ausentistas -su residencia por lo general es en San Salvador
de Jujuy-.
Estas familias visitan su pueblo natal, o más bien el pueblo de sus abuelos, solamente
para las fiestas patronales, las jornadas veraniegas y algún evento religioso, días en los
cuales recuperan-retoman el pueblo, ventilan sus casas, controlan las tareas
desarrolladas por sus puesteros, ocupan los primeros asientos en la iglesia o en los
eventos sociales, recuperan su espacio de poder e intentan actualizar las relaciones de
control y opresión en este espacio que durante la mayor parte del año se encuentra
vacío, pero cargado de una alta connotación simbólica.
Los pobladores operan un sentido práctico del uso del espacio que se refleja hasta en un
partido de fútbol o en una partida de “sapo”. La lucha simbólica se trasluce hasta en la
organización de un baile, donde se discute y se disputa por el salón municipal (abajo) o
por el galpón (arriba).

El proceso de la formación de las comunidades aborígenes


Los Arrenderos – Aucapiña Chambi
Frente a las nuevas legislaciones nacionales e internacionales con relación a los
derechos de las comunidades aborígenes y al impulso del INAI, las familias que viven
(y trabajan) ancestralmente dentro de las fincas de los propietarios y aquellas que hace
relativamente pocos años se instalaron en el pueblo pero son arrenderas de esas tierras,
se organizan para ser reconocidas como Comunidades Aborígenes.
Este proceso de organización se construye en relación recíproca con otras comunidades
del departamento de Santa Catalina - comunidades de Oratorio, de San Juan y Oros, de
Misa Rumi, La Ciénaga, Cabrerías y El Angosto, así también como el fuerte apoyo y
asesoramiento de las Comunidades Ayllus de Bolivia, de Estarca, Casira y Talina. En
continuas reuniones y encuentros entre comunidades se plantea y reflexiona sobre los
distintos obstáculos, problemas, posibles causas y se comparte experiencias y
trayectorias para mejorar la coherencia interna de cada organización

Principios de la comisión aborigen


Cuando nos relatan acerca del proceso de formación y organización en comunidad
aborigen, se remontan a fines de los 90, cuando se arma en Santa Catalina un
movimiento de desocupados, de pobladores arrenderos que reclamaban al gobierno
provincial y nacional fuentes de trabajo.
La intención era conformarse como una organización popular y gestionar la personería
jurídica para acceder a proyectos y planes sociales, pero frente a la complejidad del
campo burocrático y la falta de capital para jugar en él, esta organización se une al
trabajo político y social que venía desarrollando la parroquia de la Quiaca, en donde
encuentra un espacio para expresarse, reclamar sus demandas y relacionarse con otros
movimiento de reivindicación social.
A pesar de sus reclamos (fuentes de trabajo) sólo logran obtener planes sociales para las
mujeres del pueblo (a través de la parroquia) planes que proyectan recuperar, mantener
y reproducir prácticas ancestrales como el tejido y el hilado.
Estas nuevas configuraciones sociales y políticas que posibilitaban un espacio para los
reclamos de reivindicación étnica y el encuentro con otras comunidades van perfilando
la idea de formarse como “comunidad aborigen” reconocida legalmente. Según los
representantes de la comunidad, ante el traslado del principal impulsor del movimiento
en La Quiaca (padre Jesús), las aguas se calman, se relajan y sus reclamos ya no tienen
contención en este espacio, por lo que deciden comenzar a tramitar el pedido de
reconocimiento como comunidad.

A partir del año 2000 se van conformando las comunidades aborígenes: Comunidad
aborigen Santa Catalina Aucapiña-Chambi11, Comunidad Aborigen La Ciénega,
Comunidad Aborigen Cabrerías, Comunidad Aborigen El Angosto, Comunidad
Aborigen de Oratorio, Comunidad Aborigen San Juan y Oros, todas del departamento
de Santa Catalina. Estas comunidades están formadas por las familias que viven en el
campo, la mayoría arrenderas desde la antigüedad.
A pesar de la apertura de las políticas estatales para contemplar las situaciones o los
pedidos administrativos-burocráticos de los sectores mas marginados, para la
presentación de su pedido de reconocimiento se manifiesta la alta complejidad y los
niveles de exigencia de los papeles, lo que exige un uso de capitales específicos que
muy pocos integrantes poseen lo que dificultad la competencia en este campo
burocrático y se hace imprescindible la ayuda del INAI y otros organismos.

11
Esta comunidad aborigen de la localidad Santa Catalina reivindica la imagen de los dos guerreros
indígenas que participaron activamente de la Batalla de Quera y que fueron asesinados en la plaza
principal como muestra de escarmiento y terror para los insurrectos, y que la historia oficial invisibilizó,
imponiendo la imagen de los agentes del sector de propietarios como los héroes de la batalla.
Además de estas problemáticas administrativas-burocráticas, en este proceso se
despliegan otros conflictos al interior del grupo. Son muy remarcados los problemas y
dificultades de organizarse, de convocar a los vecinos y que participen:

E: Por eso yo, los que estamos viendo ahora, hay muchas cosas....de poder hacer se puede, el asunto es
que juntarse cuesta, cuesta juntarse, si cuesta cuesta..
Y: Sí? cuesta organizarse
E: pero si escucha cuando hay... pero si cuando hay algo, que hay en la reunión? Dicen, si hubiera un
banquete bajan todos perro y gato
Risas
E: yo digo así, yo les digo así, yo iría y directamente compraría una bolsa de huesos, y bajen ala reunión
de los aborígenes hay asado!!!! Y pondría ahí todos los huesos, y ahí bajarían todos, si así es (Risas) Es
así, así les digo yo en verdad les digo así, no así son, pero sabes que yo cuando se trata reunión de
aborigen o cuando se trata de reuniones, que están cansados, que están con sueños, que tengo
compromiso.
Representante Comisión Aborigen 2, 2008

Estas afirmaciones si bien pueden resultar un poco duras por parte de los enunciadores,
reflejan la problemática sobre la convocatoria y participación de los vecinos y su
heterogeneidad al interior, remarcando que no todos los agentes tienen la misma
convicción, los mismos intereses, la misma intensidad y las mismas expectativas. Así
también remarca la necesidad de capital económico para mantener y dinamizar el
movimiento.
Estos análisis y observaciones nos confirman que la organización aborigen, como todo
campo social, no es homogénea, sino que también se suscitan luchas y posiciones al
interior de la misma.

Comunidad - argumentos
El principal argumento para presentarse como Comunidad es su historia ancestral,
relatar sus actividades y practicas ancestrales. Se adjunta al expediente de solicitud de
reconocimiento la historia oral de sus abuelos mayores, que recuerdan “el antes”,
cuando no había provincias ni fronteras y las familias se ayudaban entre ellas, a través
de estrategias como la Minga:

E: minga, minga, minga. Claro, en ese tiempo no se ...no hacía falta plata, voy por ejemplo y ya te
ayudaban, ayudan a con la minga, con la turno-vuelta, como le dicen turno-vuelta se llama
Y: eso le contó su abuela?
E: si, si , si con mis abuelos, y con mi madre
Y: Era como una ayuda...?
E: Hoy trabajo para ... para mi vecino, la otra semana trabaja para mi, en la siembra, en la siembra, en la
ayuda que vos podías, entonces para mi era bueno, ahora ya no, ahora ya no ...
Representante Comunidad Aborigen 1, 2007

El intercambio es otra forma de resguardar su identidad, como una práctica económica


inscripta en sus habitus y que legitiman su condición de indígena:
E.(....) antes como no había frontera, no había Bolivia, no había Argentina, y pasaban así por ejemplo de
aquí de santa catalina, de estos lugares algunos bajaban hasta Tarija, iban a cambiar, ellos hacían
trueque, cambio, trueque, cambio, bueno eso, cambiaban eso, ellos por ejemplo daban chalona entonces
de allá traían el maíz, la harina... con los burros y llamas.
Representante Comunidad Aborigen 2, 2008

Se recurre a las historias sobre las prácticas que evidencian lazos de solidaridad y ayuda
mutua.
Estos capitales simbólicos basados en la historia oral, en los principios de solidaridad,
en los lazos de compañerismo y ayuda mutua, se transforma en un arma para reclamar
su legitimidad como comunidad.

Según el discurso de sus representantes el principal reclamo es la tenencia de tierras. El


problema se complejiza por ser éstas tierras privadas, cuyos dueños son las “familias
propietarias-tradicionales”, que en la actualidad todos (a excepción de CF) son
propietarios ausentistas, pero locales, que viven en la ciudad de Jujuy o en otra ciudad
cercana. En realidad es el reclamo de territorio:
“... tierras, Territorio, territorio, eso. Porque siempre nos dan la tierra, pero el resto? Nosotros pedimos
territorio...!!” Representante Comunidad Aborigen 1, 2007

El territorio implica el espacio social, cultural y económico que atañe a sus economías
de reproducción económica y social de tiempos inmemorables. Por ello afirman la
necesidad de recuperar sus tierras, no como una reivindicación de los pueblos indígenas
sino también para controlar la explotación de los recursos naturales y el accionar de las
empresas mineras, los recursos extraídos, su destino, el uso del río, etc.

“ Tierras privadas, mas que todo las tierras privadas, porque sabes que esta pasando, hay muchos que
están entrando porque hay tierras privadas que permite el dueño, si eso fuera de la comunidad no sería no,
no , no sería tanto, nos paramos ahí nomás en la ruta...” Representante Comunidad Aborigen 1, 2007

La propuesta del representante de la comunidad es trabajar principalmente con los


presidentes de las demás comunidades -del distrito y de la zona- como ya lo vienen
haciendo, para compartir experiencias y afianzar los lazos de comunidad, frente al
escaso apoyo de la política local

Planes de trabajo
Los representantes de la comisión aborigen señalan las graves consecuencias sufridas
por la implementación de los planes de trabajo e interpretan su política como un plan
instalado desde los centros de poder para anular las percepciones sobre la solidaridad y
el trabajo de las familias y como una política que tiende a despreciar las prácticas y
capacidades de los grupos domésticos (a pesar de que también se fomenta “rescatar y
mantener prácticas ancestrales como el hilado, pero desde una política
descontextualizada, individualista y paternalista). Apuntan fundamentalmente a
despojar de independencia y quedar subyugadas al diagrama de las políticas externas.12
Consideran que es una estrategia peligrosa de los sectores hegemónicos que penetra
sigilosamente en las percepciones de los arrenderos, quienes se centran en el reclamo de
aumento de planes de trabajo antes que en el reclamo por la tenencia de tierras.

“mucha mas fuerza y la gente se da cuenta, pero aquí no, no , no , esperando por los planes trabajar
nomás, esperando nomás me hacen dar rabia... tan pocas becas para aquí una bequita, una bequita para
mi,... una beca, por dios digo!

Contradicción con políticos


Con respecto a la dimensión política, en general marcan un perfil negativo sobre los
agentes políticos locales, argumentando que son agentes que están de paso, actúan

12
Los propietarios también están en descuerdo con la política de los planes sociales, pero bajo otra
mirada que condice sus posicionamientos. Los planes de trabajo fomentan la
!"#$
según sus intereses propios o del partido y de ninguna manera trabajan por las
necesidades de la población, menos por los sectores marginados.

el político jamás defiende y no va a defender nunca, si, te va a decir pero vota para mí, vota para mí, eso
es lo político que buscan votante. Representante Comunidad Aborigen 1, 2007

En la actualidad tienen un enfrentamiento muy fuerte con las nuevas autoridades


municipales, debido a las medidas y decisiones adoptadas por los antecesores
partidarios.

“pero ya cuando viene un político están parando la oreja hasta que se congelen las orejas siguen ahí de
pie, no les importa, a quien mas creemos? a los políticos o a los que trabajan por la tierra? Porque
quiere su tierra? No, a ellos le importa la política, te traigo un regalito, quizás que están por un vaso de
vino están toda la noche, no... yo veo eso, la gente no ha aprendido a madurar, no ha aprendido a
madurar desgraciadamente” Representante Comunidad Aborigen 1, 2007

Estas posiciones discursivas quizás también se deban a que los representantes de la


comunidad consideran a los políticos como un rival riesgoso, porque éstos les pueden
disputar la participación o adhesión de los arrenderos, es un agente que puede competir
con ellos en este punto, no así los propietarios.

Los Propietarios - La Comunidad aborigen Hallpa Noñakaki

Ante este escenario las familias propietarias planean elaborar una estrategia que
resguarde sus intereses ante estas nuevas amenazas.
Embargados en este juego, soslayan sus diferencias expresadas en las luchas simbólicas
a su interior y se unen para formar una “Comunidad aborigen de propietarios Hallpa
Noñakaki” que en quechua significa “Nuestra Tierra”, para frenar posibles
expropiaciones por parte de las familias arrenderas.
Esta estrategia es elaborada – a nivel generacional -por los bisnietos (y nietos) de los
primeros propietarios que pudieron acceder a títulos o acciones.
Su reclamo principal es ser reconocidos como Comunidad Aborigen de propietarios.
Esta es la característica controvertida: son propietarios, dueños legales de tierras, por lo
que su reclamo no es la lucha por la tenencia de la tierra, sino que mas bien es una
estrategia que pretende cubrirlos y protegerlos legalmente de posibles procesos de
expropiación de las tierras para repartirla a las comunidades demandantes.

Los integrantes de esta comunidad manejan un importante capital para enfrentar el


campo burocrático-administrativo y legal del INAI o la secretaria de Derechos
Humanos de Jujuy13. No sólo manejan el tema legal de manera más práctica, sino que la
información está más cerca, más a mano y tienen un alto nivel de consulta, debido al
uso de sus capitales sociales y académicos-profesionales, que los juegan es esta lucha.
Los conocidos en Jujuy, los amigos que trabajan en el estado, los vecinos profesionales,
la profesionalización inclusive de ellos mismos y su centro de residencia en Jujuy les
permiten desplazarse muchos más rápido y con mayor calidad de información en el
campo burocrático.
Con estos conocimientos fundamentan su conformación como comunidad e inclusive
les proporciona información para criticar a los organismos estatales, supuestos
defensores de las comunidades aborígenes, como el INAI. Su crítica mas filosa se

13
Esta dependencia estatal es la encargada de analizar y aprobar los pedidos de conformación de
comunidades aborígenes.
refiere a la entrega por parte de organismos internacionales (UNESCO?) al gobierno
nacional –INAI- mas de 30 millones de pesos para solucionar (comprar) el conflicto de
los territorios de la comunidades, a través de la ley 25.160 de “emergencia territorial
para la comunidades aborígenes”, y que hasta ahora no hubo ninguna solución ni
informe de este convenio. Por otra parte se cuestiona que se financian -o se proyectan
futuras compras de tierras- comunidades “que ellos mismos formaron”, porque antes no
había comunidades.

Nos parece interesante analizar el sentido de esta estrategia –formarse como


comunidad- no solo como una estrategia para defenderse de sus “rivales“, sino que sea
un arma extraída del campo rival.
Los propietarios organizados -70 familias aproximadamente- presentan el pedido de
reconocimiento como Comunidad Aborigen de Propietarios a la Secretaría de Derechos
Humanos de Jujuy. Las familias son de Santa Catalina, Rinconada y un propietario de
Yavi. Esta integrado por las grandes propietarios como Farfán, Maidana, Rueda, pero
también por mas pequeños como Navarro, Farfán (de la línea de Fortunato F), Morales,
Solís, etc.

Uno de los primeros argumentos para pedir su reconocimiento como Comunidad se


fundamenta en la profunda e histórica permanencia de sus familias en esas tierras, “sus
profundas raíces” y la forma de compartir costumbres y tradiciones entre ellos, que los
acredita o los legitima como comunidad.
Esta idea de lo que es comunidad o lo que debería ser, su pertinencia, su validez, su
autenticidad, se va reconstruyendo paralelamente en el proceso de lucha para la
construcción de una “identidad”, lucha simbólica que sobrepasa la dimensión política y
social, para jugar con los capitales de poder y prestigio, en la cual los propietarios
cuestionan la identidad de los arrenderos, y juegan con sus capitales reordenados para
pelear por transformar esas posiciones en el campo simbólico , en el cual supuestamente
los arrendatarios son vistos por los demás sectores e instituciones como los verdaderos
originarios y por lo tanto dueños ancestrales de estas tierras a pesar de no tener títulos, o
al menos el discurso de ellos que presentan ante organismos estatales; los propietarios
se juegan a transformar esa posición para ser ellos reconocidos como la verdadera
comunidad, lograr ser identificados como comunidad, forjar su identidad.
No solo proponen hacerse reconocer como comunidades por los mismos organismos
estatales que apoyan la formación de la comunidades aborígenes sin tierras, sino que en
su discurso cuestionan la legitimidad de las comunidades aborígenes en reciente
formación, ya que afirman que “nunca formaron comunidad” porque no existe, ni
existía, ninguna organización, ni una esencia que atraviese a las familias congregadas
que fomente el compartir de las practicas cotidianas.

Esta es la crítica mas fuerte hacia las comunidades aborígenes que “no son realmente
comunidades comunitarias”, porque según sus observaciones e historias contadas por
sus abuelos

“el coya de esta zona nunca ha sido comunitario”


Entrevista Propietario 1, 2007

Cada uno tiene sus ovejas y su lugar para pastar de manera individual, es más...

“y cuando una oveja se pasa al campo del otro, el otro tiene derecho a retener la oveja hasta que el
dueño vaya a pagar lo que la oveja ha comido de pasto! Pasado un tiempo si no la reclama, esa oveja
pasa a ser dueño... pasa a ser propiedad de donde se la encontró, cualquier animal, ya sea llama, oveja,
burro, lo que sea, entonces desde esa época se esta viendo de que no hay comunidad”
Entrevista Propietario 2, 2007

Se pone en duda los lazos de comunidad y solidaridad, afirmando que los aborígenes y
sus antepasados no tuvieron la práctica de compartir14.
Pero esta misma crítica cae sobre ellos evidenciada en las contradicciones al interior del
discurso, porque cuestionan el sentido y la aceptabilidad del concepto de comunidad de
las comunidades “porque si es comunidad es comunidad en todo no en algunas cosas”,
se debería compartir todo (animales, pastos, herramientas, trabajo, etc), sin embargo
ellos juegan la misma moneda: ser reconocidos como comunidad propietaria, cuando su
característica principal es la tenencia de tierras privadas.
Por otra parte expresan que encima de todo, las comunidades aborígenes quieren ser
reconocidas como comunidad para acceder a las tierras, pero después “van a querer ser
propietarios individuales”

Porque ellos quieren tierras comunitarias, pensando que a lo mejor algún día puedan acceder a las
tierras privadas

porque yo te aseguro que el día que le den las tierras comunitarias yo te aseguro que mas de uno va a
querer decir “ esto es mío”, y adonde van a ir a para esas tierras?
Entrevista Propietario 1, 2007

E incluso se van a generar conflictos entre ellos en función de quien se queda con esas
tierras, porque en el fondo son individualistas.

Por otra parte afirman que las comunidades aborígenes son “formaciones políticas”
construidas por extraños-foráneos, con el fin primero de beneficiar a éstos agentes
estatales (Inai y funcionarios), en segundo lugar para generar conflictos y
enfrentamientos entre sectores “que antes eran armónicas”, y por ultimo perjudicar a
los propietarios.

..es algo político, poder político y en parte de los curas también.


Entrevista Propietario 2, 2007

A este reclamo se adjunta y se construye el sentido de reapropiarse de la verdadera


identidad, en su reclamo está presente la idea de ser ellos identificados y reconocidos
como nativos, como descendientes legítimos (social y simbólicamente) de sus
bisabuelos “verdaderos” oriundos de la zona. Juegan a identificarse con un sentido
hasta incluso más “originario” desacreditando la “validez” de los “otros”, “porque éstos
vienen de Bolivia”.
Defenderse con la misma estrategia y a la vez fortificarse con el uso de los mismos
capitales simbólicos de relatos e historias orales, que avalan la identidad, la ”validez”
étnica, nos parece una interesante estrategia. Intentan luchar en el campo político y
enfrentarse con las armas del rival, hacer uso de los capitales simbólicos para buscar

14
A pesar de que en otros contextos discursivos cuando relatan temas mas “despolitizados” o la historia
“pintoresca” de Santa Catalina, por ejemplo en sus relatos sobre la siembra y la Señalada surgen
referencias hacia la MINGA, como el trabajo solidario (ayuda mutua), el trabajo de señalar a los
animales, como un trabajo de vecinos solidarios, ante el ofrecimiento generoso de comida y bebida. No
interiorizan estas prácticas en su esencia y como parte de su historia, sino más bien como relatos pasados
y de dimensiones místicos.
legitimación y reconocimiento y a la vez mantener sus posiciones objetivas (en el
campo económico), conservar las formas de distribución de los capitales materiales, y
para afianzar aún mas esta situación, pujan por reforzar su posición en la dimensión
simbólico y posicionarse jerárquicamente.
Nosotros “tenemos raíces mas profundas” o mejor dicho son los verdaderos dueños
legítimos de la historia y de las tierras, son las “verdaderas raíces” en contraposición a
las familias arrenderas recién asentadas del pueblo, porque en realidad vienen de
Bolivia.

claro ahora todas la gente que esta viviendo en Santa Catalina se han venido de los alrededores, de los
distritos, todos se han ido casi la mayoría, el único que queda de acá de santa catalina, de los
tradicionales, somos nosotros,
Entrevista Propietario 1, 2007

Según sus discursos la historia de sus antepasados es muy rica y esta muy bien
“documentada”, fueron los primeros en asentarse en estas tierras, en trabajarla
duramente, en impulsar el progreso, en hacer crecer a Santa Catalina, dedicaron su vida
y su esfuerzo a estas tierras. Sus antepasados fueron los fundadores de escuelas,
tuvieron cargos políticos y administrativos, lucharon en la batalla de Quera, escribieron
la historia del pueblo. Su capital simbólico intenta un mayor peso frente al de las
familias arrenderas.

y nuestra comunidad aborigen tiene mucho más antecedentes y antepasados y árboles genealógicos que
son oriundos de esta zona, que todas las comunidades que se han formado políticamente, porque es gente
que viene de Bolivia a establecerse en esta zona.

Somos... tenemos historias ancestrales mas profundas que ellos


Entrevista Propietario 2, 2007

Tierras legales
Frente a la problemática expresan sus conclusiones más lógicas: estas tierras fueron
adquiridas de manera legal por sus antepasados y la ley (código civil) ampara sus
derechos como ciudadanos propietarios privados. Si bien este argumento no se esboza
ante el pedido a los organismos estatales.

porque lo que que pasa es que acá se corre la voz de que los propietarios no son propietarios, que esas
tierras van a quedar para los que están ocupando ahora, y no es así!! Nosotros tenemos nuestras
escrituras, nuestros papeles en regla y ...Entrevista Propietario 1, 2007

Esas tierras son el fruto del esfuerzo de sus bisabuelos, quienes adquirieron esas tierras
por su trabajo cotidiano y duro, por lo que es justo y legal que estén en manos de sus
bisnietos. Es necesario valorar y reivindicar el sacrificio de sus ancestros, porque se ha
de quitar propiedad a quien con tanto esfuerzo lo consiguió?

porque vamos a regalar algo que ha sido el sacrificio de antepasado, porque vamos a resignar ese
esfuerzo!!!? Así como ellos se han preocupado por sus hijos, sus hijos por sus nietos, así nos tenemos
que preocupar nosotros por los que nos siguen. Entrevista Propietario 2, 2007

Se trasladan al subcampo legal – derecho civil- y se animan a jugar con los principios
regulatorios impuestos por el propio estado, son dueños de hacer lo que quieran con su
propiedad privada porque la ley los avala. Como un ejemplo representativo, comparan
la situación de las tierras con una casa: si el dueño se quiere ir a vivir a otra parte, y más
si es por una necesidad de progreso, de estudios y capacitación, porque no se va a poder
ir y cerrar la casa? Es dueño, es su casa, es su derecho, el ciudadano tiene derecho de
vivir donde le plazca. La enunciación de este derecho es relacionada a la necesidad de
“capacitación y progreso” de los propietarios que debieron trasladarse a Jujuy.
Se asocia el “trabajo” a la posibilidad de adquirir “propiedad”, por lo tanto es fruto del
esfuerzo. Esta asociación trabajo-propiedad es también usada cuando se desdobla el
discurso y afirman que en realidad no les interesa tanto cobrar el arriendo, porque no es
casi nada de plata, si no que es para que los arrenderos sepan y valoren su esfuerzo. Una
afirmación muy fuerte que refleja las relaciones asimétricas y condescendientes, son
ellos los dueños legítimos del conocimiento y deben enseñar y guiar el camino al resto
de los pobladores –familias pobres e ignorantes-.
Con respecto al cobro de los arriendos, también se escudan en el código civil y leyes
derivadas, como la ley de aparcería. Todo ciudadano que vive o trabaja con una
propiedad que no es suya, sino que tiene un dueño legal, debe pagarle un tipo de
alquiler o arriendo, es lógico y totalmente legal en este sistema.

pero yo me pregunto, en que lugar del mundo la gente vive gratis! sin pagar impuestos, Sin pagar
arriendos, el arriendo es como un alquiler!! hay una ley que en este momento no me acuerdo el número,
pero que se llama ley de Aparcería rural, donde te reglamenta como es el aparcero y el arrendero,
cuanto tienen que pagar por arrendar un campo. Entrevista Propietario 2, 2007

Sus derechos sobre la tenencia de la tierra es legal y el pago de arriendo también lo es,
son mecanismos coherente con el sistema en el que vivimos. Por el uso de algo que no
es nuestro debemos pagarle al dueño. Es claro.

Luchas y enfrentamientos

Según el discurso de los propietarios, las relaciones establecidas anteriormente entre


ellos y las familias arrendatarias eran armónicas, siempre fueron pacificas y tranquilas.
Por una cuestión política y aprovechando la “ignorancia” de los arrendatarios, se genera
el conflicto y enfrentamiento.

entonces que es lo que se logró con esto? Se logró enfrentar gente y enfrentamientos serios de los que
tienen y no tienen!! Ahora yo me pregunto, a río revuelto gana el pescador, quienes van a ganar?? Van a
ser los abogados del INAI que están fomentando el despelote entre nosotros!! y desgraciadamente se
aprovechan de la ignorancia de la gente, para decir que esto va a ser suyo

estos enfrentamientos se deben específicamente al INAI


Entrevista Propietaria 3, 2007 (fem)

Los propietarios afirman que anteriormente las relaciones mal que mal eran llevaderas.

antes convivíamos, mal que mal, bien que bien, pero estábamos conviviendo en paz, pero con esto …de
que nos van a quitar las tierras eso es más.. mas ya nos estamos…
tenso.. Entrevista Propietario 1, 2007

Y acusan al INAI de ser el principal responsable de esta confrontación. Esta crítica es


muy controvertida ya que cuestiona una figura legal y estatal, atributos que ellos
supuestamente respetan y enuncian como fuentes de aval (Código Civil, las leyes de
aparcería, Ley de arriendos, etc), pero lo interesante es que reproducen el discurso de
subestimación hacia las familias arrenderas, despojándolas de sus experiencias y
trayectorias, de sus conocimientos ancestrales, negando una vez mas su capacidad de
expresión y de resistencia ante los violentas opresiones.
El conflicto es grave y ellos (INAI) tienen que solucionarlo.
pero para todo esto el despelote ya estaba hecho, ya está!! el despelote lo vivimos los propietarios contra
los que no tienen tierra, y eso es grave! Lo tienen que solucionar, porque me parecería totalmente injusto
que a alguien se le quiten sus tierras para darles a otros. Entrevista Propietario 2, 2007

Sostienen que los conflictos estallados se deben a la intervención del Inai y también por
el respaldo de la iglesia. Las familias propietarias quedaron desorientadas frente a los
consejos de los representantes de la iglesia de Santa Catalina a los arrenderos sobre “no
pagar los arriendos” hasta que se tomen nuevas decisiones, desorienta porque éstas
familias siempre intentaron monopolizar el perdón/bendición de la iglesia, participan en
los eventos mas importantes en los primeros lugares, realizan donaciones y ayudas
económicas, para de esta manera monopolizar el perdón y ser reconocidas como las
“buenas familias”.

si, de la iglesia que les esta dando manija y que ellos creen que los propietarios los están explotando con
los (arriendos¿) agropecuarios, que están cobrando excesivos arriendos, que los hacen trabajar a látigo,
que le hacen trabajar y no le pagan o por un plato de mote y montón de cosas, y siguen y siguen…
Entrevista Propietaria 3, 2007

Las medidas
Una de las medidas tomadas por las comunidades es el “no pago de arriendos”, decisión
que enfurece a los propietarios y por lo tanto responden en primer lugar con la
organización de la comunidad propietaria, pero además con la expulsión compulsiva de
las familias de sus fincas

entonces los tengo que sacar, antes que ellos me saquen a mí!!
Entrevista Propietario 1, 2007

Según las entrevistas realizadas, por ejemplo en una finca hasta hace dos/tres años
residían alrededor de casi cien familias, en la actualidad viven 30. es complicado
realizar un seguimiento lineal de la cantidad de familias expulsadas de manera directa,
porque muchas familias arrenderas se trasladaron en los últimos años al pueblo, sin
embargo los fines de semana se dirigen al campo a cuidar sus tierras arrendadas,
controlar sus animales, su chacra, etc. Una instancia más que contribuye a la
complicación del seguimiento estadístico es el dinámico flujo migratorio que se
despliega en el territorio, en el cual las familias se siguen desplazando entre el pueblo y
las casas adentro.
Pero según las entrevistas y conversaciones informales con los pobladores nos señalan
la importante cantidad de familias que fueron expulsadas de sus casas en las fincas,
familias cuidadoras o puesteras y familias arrenderas.

S: si, dice que antes eran 23 familias…


Y: 23 familias?
S: 23 familias Y ahora han quedado trecitas
Y: La han echado a todas?
S: la han echado a todas.
Entrevista Trabajadora independiente, 2006

En otra finca quedaron tres familias de casi veinte que eran, y siguen resistiendo ante las
presiones de los propietarios.

No, son tres. Pero había muchas, y poco a poco se han ido yendo. Pero ahora esos tres se creen dueños y
ya no quieren pagar, hay una familia que…Entrevista Propietaria 3, 2007
En otra entrevista una mujer cuenta como su abuela que sigue viviendo en el campo, en
la finca privadas es presionada violentamente ante su posición de no pagar el arriendo.
Es interesante como se toma una medida -no pagar arriendos- de trayectoria histórica,
todavía en la actualidad tiene sus fuertes consecuencias. Esta medida es tomada por
muchas familias, sin embargo a veces ante las amenazas e intimidaciones, sostenidas en
una intensa relación asimétrica con los dueños, algunas las abandonan.

… Los arriendos igual es porque uno le dice que o tiene, y lo mismos igual entra y ….saca algo a las
familias … Entrevista Trabajadora Municipal, 2007

Si, el es el único que cobra. va y cobra, va y cobra a la gente y si no cobra (¿??) va y carga nomás,
directamente, y saca las ovejas que él quiera!!
Si, eso me decía la señora. Que si no tiene plata ahí nomás carga las llamas
No le importa si son chiquitas, si son hembras, nada. A mi abuela le hace así.
Entrevista Trabajadora independiente, 2006

En las entrevistas y charlas informales -con las mujeres especialmente- se percibe la


violencia física y simbólica de los dueños/encargados de las fincas al recibir negativas
sobre el pago de los arriendos, y en algunas ocasiones no respetan esta decisión,
violentado la finca para llevarse animales como forma de pago.

E: Si, en pueblo viejo si, si, en parte para arriba muy poco, pero yo le digo los propietarios son unos
aprovechadores, unos atrevidos, que los putean cuando quieren a la gente pobre, los manejan como ellos
quieren, cuando quieren les pagan, cuando no quieren les pagan, pagan renegando, pagan una
miseria.... la aprovechan en el trabajo, no le pagan y cobran los arriendos hasta!! no les importa si ha
llovido, si no ha llovido, si ha habido ! No les importa, ellos quieren que le paguen y listo! Eso es lo que
pasa. Representante Comunidad Aborigen 2, 2007

siempre hay algunos pícaros que van y va a apuntar siempre al mas débil, el dueño, mira yo te voy a
cobrar tanto y vos dame tanto y arregla, y lo manda al frente. Representante comunidad Aborigen 2,
2007

Lo interesante de esta estrategia de resistencia es que genera no sólo el enojo de los


propietarios por el No pago en sí, por no recibir el dinero o los animales
correspondientes, sino la actitud de los arrenderos – como una practica de resistencia- y
su desafío abierto a las ordenes de los patrones, de cuestionar las posiciones delineadas
durante el proceso histórico.

y con los arrenderos, los arrenderos no quieren pagar, ya se hacen lo de… no acatar lo que uno dice, por
ejemplo si la tierra no está alambrada ellos igual pisotean el pasto de uno y del otro, y no puede ser ya!
Ya es buscar.. es buscar pelea.. buscar conflicto, entonces por eso entonces por eso habíamos formado
esa comisión y ver lo que pueden hacer.. Entrevista Propietario 1, 2007

No solo desafían estas posiciones sino que no acatan, no admiten algún tipo de
negociación sino que se enfrentan con sus “propias armas intentan jugar a las
transformaciones de las estructuras

pero mientras tantos esta gente que está así como arrendero ya se hace la idea de que nosotros no
tenemos ningún derecho y … y ellos quieren hacer lo que les da la gana, y no es así.. así que, pero ellos
ya tienen metido eso. Entrevista Propietaria 3, 2007

Pero también en algunas anécdotas sobre la resistencia de los arrenderos ante la


exigencia de los pagos por parte de los dueños, se proyecta (se cuenta) historias mas
exageradas o acentuadas en la humillación hacia los dueños, situaciones en las cuales
los arrenderos enfrentan dura y firmemente a los propietarios o encargados, humillan y
exigen papeles legales que ameriten la posesión. Estas historias son repetidas en el
pueblo, quizás para intentar penetrar en e imaginario social y dar fuerza a las demás
familias en este duro proceso de resistencia.

E: Si, yo digo, Cabrerías esta bien, había una chica, una flaquita, le van a cobrar la tierra y dice mira
uds son dueños de la tierras? dice, sabes que? Váyanse ya antes de que los quememos! así dice, váyanse
ya antes de que los quememos, y el hombre ha tenido que irse porque si no se ponía en riesgo de que le
quemen todo, tiene su titulo? A ver su titulo? esta inscripto en la DGI? Esta inscripto en inmuebles?
Donde esta la factura para que yo pague arriendo? y no tenía nada y lo corrieron
Entrevista Representante Comunidad Aborigen 2, 2007

Ya hemos pagado arriendo, venia yo soy el dueño, pagame arriendo, se paga tanto por año. Un día se
reniega mi tío, ha renega dice que... bueno de tanto pone, dice vos ya te hemos dado muchos años te
comer, te he dado de tragar!! así de frente le ha dicho, no? yo te he dado tantos años de tragar, mi papá
te ha seguido dando de tragar, de ha dado de comer y le has seguido cobrando arriendo y te ha dado de
tragar, y ahora me seguís cobrando a mi!!! Y después le vas a seguir cobrando a mis hijos y a mis nietos
le vas a seguir cobrando!! Que quieren uds? A ver los títulos de las propiedades. Porque de quien es
esta tierra? Quien ha comprado la tierra? “no, mi papá ha comprado la tierra”, el papá de quien ha
comprado la tierra? “no, no, de mi abuelo es” y tu abuelo a quien le ha comprado la tierra? Ahí está, de
quien, como? ¿?????????????? Vayan a traer un papel, andate y no aparezcas mas, porque no tenes
nada de papel, yo te voy a demandar, te voy a demandar los años que nos has robado a nosotros,
quitando el hambre de nosotros, te voy a demandar le dijo, te voy a demandar jurídicamente te voy a
demandar!!! Por vivir quitando el hambre de mis hermanos, el hambre de mi, el hambre de mi papá, y
que hemos comido con sopa! y con eso no ha vuelto mas!!! Por ahí pasa y mira y no dice nada
Entrevista Representante Comunidad Aborigen2, 2007

En estos enfrentamientos se cuestiona la legalidad o validez de los encargados o nuevos


dueños y se exige la presentación de papeles legales, correctos y en orden. De esta
manera también están alertando sobre sus conocimientos y usos de capitales
burocráticos y se animan a jugar en el campo de lo legal.
En estos discursos se puede analizar como se construye una historia de enfrentamiento
fuerte y seguro de parte de los arrenderos “lo vamos a quemar”, “andate y no aparezcas
mas” “te hemos dado de tragar”, etc, son frases que se repiten, como para afianzar la
idea o convencer(se) acerca de la validez y fidelidad de los hechos, así sucedió en
realidad.

S: si, en el campo. En el campo porque a veces se dicen que son los dueños de la tierra , pero al final los
mismos que viven hace años ahí nunca lo han visto ni nunca los conocieron a los dueños, y dicen porque
nos vienen a cobrar, con que papel nos dicen que somos los dueños y esto
Entrevista Trabajadora Independiente, 2006

Con respecto al pago de arriendos, algunos propietarios vuelven a manifestar su


posición (y disposiciones) jerárquicas hacia las familias arrenderas “pobres”

“No importa el dinero, porque al fin y al cabo es muy poco lo que pagan en arriendo, no alcanza para
nada” Entrevista Propietario 2, 2007

Estas expresiones son recurrentes en los descendientes de las familias mas tradicionales
“benefactoras y constructoras” de la imagen del pueblo, que reproducen la concepción
de “los pobrecitos”, “los ignorantes”. Incluso ellos no tienen problema en regalarle “los
espacios del pueblo”, pero porque le han de regalar el resto? Por supuesto que solo
queda en un discurso frente a aquellos foráneos (como yo) que preguntan sobre el tema
Aunque sostienen que el pago del arriendo es necesario, aunque sea el mínimo, porque
ellos -gente de la elite- “no es que viva” de los arriendos de los pobres, pero es
necesario porque hay una ley que cumplir y una soberanía que ganar, aunque sea lo
mínimo, aunque sea simbólico (¿) pero que paguen como debe ser.

nosotros acá le cobramos el 5% del valor de .. las cabezas, para decirte, para decirte el mínimo, mínimo,
para mantener la soberanía, (¿) para que no estén abandonadas, porque si están abandonadas si ellos
están ahí. Entrevista Propietario 2, 2007

Minería
A esta situación se suma otro factor de problema La minería. El territorio de la Puna por
sus propiedades geológicas-mineras es considerado como un territorio rico en
minerales, fundamentalmente por sus grandes salares, boratos y los yacimientos de oro,
plata y estaño.
La minería en Santa Catalina se desarrolló casi exclusivamente por la explotación de
yacimientos auríferos. Según fuentes bibliográficas, el territorio fue explorado y
explotado desde antes de la época colonial y posteriormente mantuvo una estrecha
relación con las minas del sur de Bolivia (Potosí, Lípez, etc) (Constant, 1995). El
investigador Marcelo Constant estudió la minería en el departamento que nos interesa -
Santa Catalina-, y señala que recién en las postrimerías del periodo colonial la
producción de oro en las minas era significativa, según lo evidencia los datos aportados
por Acevedo (1965)

Establecimientos mineros en Jujuy a fines del siglo XVIII

Parajes de situación Minas corrientes Marcos que Minas corrientes de oro Onzas que Propietario
de plata Producen de oro producen
San J. Rinconada Rinconada 3..000 Lizarraga
Alfaro
F y P Dávalo
D. Rodriguez
A. López
Santa Catalina Santa Catalina 2..000 S.B. Villega
T. Cruz
J. Huergo
Curato de Humahuaca cerro Aguilar abandonada
Curato de Rinconada Cerro Pan de Azúcar abandonada
Fuente: Acevedo, E. citado en M. Constant, pp 66

Estos datos evidencian la presencia de la explotación minera en esta época. Su hipótesis


sostiene que es posible que los sistemas de encomienda y mita hayan sido
refuncionalizados en función de las necesidades de la actividad minera privada15.
Según información que brinda el Plan aurífero 1992 (DPMyRE), la actividad aurífera
decae durante las guerras de la independencia y se anula casi por completo durante los
años de las guerras civiles e imperio del caudillaje.”16
Más allá de la búsqueda de un “origen” o de encontrar los “primeros
explotadores/exploradores”, lo que nos interesa señalar es la presencia de las

15
Marcelo Constant (1995), pp 66.
16
CFI-DPMyRE Plan Aurífero (1992) pp 14
explotaciones mineras por parte de empresas privadas y por otra parte el lavado de oro
artesanal como práctica de las economías domésticas ya en tiempos de la colonia.
Durante 1850/1900 estos años la minería en Santa Catalina tiene su esplendor,
registrados en varios trabajos geológicos-mineros.
Las principales explotaciones mineras fueron impulsadas por empresas privadas con
capitales extraprovinciales que trabajaban el oro, estaño y la plata. En el año 1889 en
Santa Catalina se registraron 33 minas, controladas por las empresas Ada y Cía, Ex
Insud SA - Miguel Alabi, Bach y Cia, José Giulanotti.
La explotación minera de la Puna de Jujuy se desarrolla más fuertemente en las últimas
décadas del siglo XIX. Se forman pequeñas compañías mineras de capitales extra-
provinciales. A pesar de la cantidad de las mismas, de sus proyecciones y exploraciones,
esta actividad no se puede expandir ni fortalecer, de modo que no repercute demasiado
en la economía nacional.
Durante su desarrollo en la zona, nunca pudo afianzarse de manera regular y continua,
sino con altibajos.
Según Constant y Pascual Sgrosso, los precarios conocimientos técnicos, la escasa e
inadecuada inversión en tecnología, la ausencia de estudios previos, las dificultades de
las vías de comunicación y accesibilidad, contribuyeron a generar una baja rentabilidad
de las exploraciones. Las empresas que se habían instalado para la exploración de
aluviones auríferos fracasan, sólo quedan algunos “pirquineros” que extraen oro por
métodos rudimentarios.
La dificultad del transporte sigue siendo un obstáculo inclusive para estos años
Entre otros inconvenientes para la exploración se señala los problemas surgidos en la
prospección aluvional, (inundaciones de pozos, derrumbes, falta de agua), al igual que
los costos en maquinaria para realizar pozos profundos para explotaciones de mayor
envergadura.
Recién en 1930 se descubren los rodados de estaño y plata en cantidad considerable y
comienza la atracción con otras perspectivas. A pesar de los numerosos yacimientos
auríferos, solamente se explota de manera regular los aluviones estanníferos .
Según Pascual Sgrosso, una década mas tarde, la provincia de Jujuy era la más rica en la
Argentina en lo que se refiere a minerales metalíferos en explotación (1943- pp 88),
debido al descubrimiento de los mismos, las exploraciones auríferas siguen siendo no
redituables o explotadas de manera inconstante e irregular por pequeños “pirquineros”.
Los trabajos de investigación de 1964 sobre la zona señalan que s e trabaja poco y las
minas mas importantes El Torno y Eureka se hallan inactivas desde hace tiempo. A
pesar de que la prospección aluvional permitió comprobar la amplia distribución de oro
en los arroyos y quebradas de la Cuenca de Santa Catalina.

Del análisis interpretativo de las entrevistas a pobladores de Santa Catalina, la imagen


sobre la minería en la zona está presente, sin embargo en cuanto a la absorción de mano
de obra es más difusa. Si bien es reconocida por todos los agentes de distintas
posiciones (y disposiciones) como una actividad empresaria que se desarrolla a fines del
1800, estos beneficios o desarrollo no impactaron o modificó las posiciones en los
campos social y económico de los pobladores en general. Los relatos orales de los
sujetos (comercio- propietario- puestero– tejedora), enuncian que las empresas mineras
absorben muy pocos trabajadores del pueblo, la gran mayoría son familias que vivían
cerca de las minas. En caso de contratar la cantidad era mínima (de cinco a diez
trabajadores) y de manera temporal y precaria, debido a la irregularidad del desarrollo
de la actividad.
Cuando alguna empresa se asienta en el territorio para su prospección, contrata mano de
obra local, fundamentalmente cuando realiza trabajos de exploración a través de
métodos de prospección de pozos de muestreo. Para cavar los pozos, realizar las
canaletas, utilizar las bateas “la operación esta a cargo del personal nativo cuya pericia
en esta tarea es incuestionable” (Aspilcueta y Salaberry, 1964), por su relación con el
lavado de oro.
Supuestamente cuando la empresa comienza su actividad de extracción o exploración
contrata mano de obra de pobladores locales, que viven cerca, alrededor de las minas. El
trabajo es temporal y sin ningún compromiso de reanudación.
Uno de los problemas es de la minería y su control, es que las minas se encuentran en
tierras privadas, por lo que las empresas negocian con las familias propietarias por un
alquiler o permiso para uso de esa parte de territorio. Según algunos abocados al tema
(E.P. – PM, entrevistas 2008) esto dificulta cualquier tipo de reclamo ante las empresas
mineras.
Hace aproximadamente un año en la comunidad de Oratorio la población se puso de
acuerdo para expulsar a una empresa minera de capitales europeas, porque estaba
explotando oro con cianuro en alta cantidad. (P.A – E.P). pero el hecho de que las minas
se encuentren en tierras privadas dificulta esta posibilidad de reclamo y expulsión. En
Libiara el conflicto fue mas grave, y a la vez la población se dividía en ambas
opiniones, por el si a la minas y por el no.
En este campo juegan otros intereses que sucintan a la lucha en su interior. Si bien las
empresas mineras pueden acaparar tierras, acaparar recursos naturales, además de la
explotación y exportación de minerales, genera precarias fuentes de trabajo que
posibilitan a algunos agentes a una modificación en la distribución de bienes, a adquirir
un salario fuerte, lo que genera conflictos al interior del pueblo.
La “conciencia” por el impacto de la explotación en el medio ambiente, la extracción de
minerales hacia el exterior, según los entrevistados no es visualizada como tal. La
población no reacciona ante estos golpes. quizás con el tema que se cuestiona se refiere
a cual es el beneficio para la población, para el territorio.
Si bien puede generar estas precarias fuentes de trabajo, nunca se vio una repercusión en
el pueblo, en su estructura, en las condiciones de vida de los trabajadores, etc.

Reflexiones
El campo político es un campo de luchas, un espacio de conflictos y rivalidades en el
cual los propietarios y arrendatarios se oponen y enfrentan para transformar o afianzar
las posiciones objetivas e imponer los principios y regulaciones que se corresponden
con sus intereses.
Estos análisis de espacio se sitúan en una historicidad. El interés principal de ambos
grupos es la tenencia legal de la tierra, pero se desplazan y atraviesan otros campos e
intervienen otros agentes como el capital privado, que a través de negociaciones y
solicitudes con los gobiernos provinciales y nacionales, las empresas minera siguen
explotando minerales, invadiendo tierras privadas y no, monopolizando recursos como
el agua, recursos indispensables para desarrollar la vida en el pueblo.
En la actualidad el contexto socio-político permite y recrea un espacio para el
reconocimiento de los derechos aborígenes, entonces los agentes se revelan más
fuertemente y la lucha se intensifica, sumado a las experiencias y trayectorias de cada
grupo uno. El campo político se reconfigura, la ilussio de ambos grupos se acentúa y se
disponen a jugar sus capitales y enfrentarse ante el rival, con las contrariedades de sus
sentidos prácticos, “por esa sensibilidad social que los guía”.
En este campo los arrenderos y propietarios crean y se re-apropian de estrategias,
rivalizan no sólo en el campo político, sino que sus luchas afectan a otros campos,
disputan el capital simbólico, el reconocimiento de la “verdadera identidad”, los
“legítimos dueños de la historia y de la tierra”.
Pero a la vez esta discusión desplaza la atención del problema de fondo: la
contradicción real de sus condiciones económicas y sociales. La concentración de la
propiedad de la tierra (reconocida legalmente) impulsa a que las familias desposeídas de
este medio de producción no les quede otra opción mas que arrendar unas parcelas para
su autoconsumo (y excedente para la renta) o a que se emplee como cuidador o puestero
en las fincas del propietario, reproduciendo las relaciones de opresión y violencia física
y simbólica de trayectoria histórica.
Los arrendatarios indígenas de la puna arrastran una historia de avasallamiento y
dominación, sin embargo crean y re-inventan estrategias para reclamar, resistir y seguir
enfrentando a sus “patrones”, jugando en ese cierto grado de indeterminación que
permite construir la historia.
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