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Los productos adulterados son aquellos a los que se ha adicionado una sustancia o se les ha
sustraído un compuesto químico con intenciones de fraude, en forma parcial, de sus
elementos útiles o característicos, reemplazándolos o no, por otros inertes o extraños de
cualquier naturaleza, para disimular u ocultar alteraciones, deficiente calidad de materias
primas o defectos de elaboración.
Los productos falsificados consisten en crear un objeto nuevo, por imitación, copia o
sustitución total de otro auténtico o genuino. Son aquellos que tienen la apariencia de un
producto legítimo, protegido o no por marca registrada, o se denomina como éste sin serlo o
que no procede de sus verdaderos fabricantes, o que no procede de una zona de producción
conocida o declarada[3].
Los productos contaminados son aquellos que contienen componentes naturales tóxicos en
concentraciones mayores a las permitidas por exigencias reglamentarias, o sustancias que son
riesgosas para la salud, como ser sustancias químicas (insecticidas, desinfectantes entre
otros), físicas (polvo, vidrios, etc.) o biológicas (bacterias, virus, hongos y parásitos) que son
extrañas a su composición normal.
Las técnicas usuales para la adulteración de alimentos, cosméticos y medicamentos son las
siguientes:
Disminución u omisión: se agrega a un producto legítimo cantidades de una sustancia de
características similares, que pasan desapercibida a fin de aumentar volumen o peso,
generalmente de menor valor.
Las Resolución Grupo Mercado Común 031/92 y 018/93 fueron incorporadas en el Derecho
interno por Resolución MSyAS N° 003 del año 1995 y son consideradas con la denominación de
“normas específicas”, siendo producto de armonización dentro del MERCOSUR. En ellas se
define alimento: “toda sustancia o mezcla de sustancias naturales o elaboradas que ingeridas
por el hombre aporten a su organismo los materiales y la energía necesarios para el desarrollo
de sus procesos biológicos. La designación "alimento" incluye además las sustancias o mezclas
de sustancias que se ingieren por hábito, costumbres, o como coadyuvantes, tengan o no valor
nutritivo”. Entendemos incluidas sustancias sólidas semisólidas y líquidas, excluidas aquellas
de carácter gaseoso, que si bien en forma general aportan los materiales y energías necesarios
para el desarrollo de las funciones organolépticas o procesos biológicos. Sin embargo hay
sustancias que no nutren pero son igualmente consideradas como alimentos.
La Ley N° 27.233 del año 2015 declara de interés nacional la sanidad de los animales y los
vegetales, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades y de las
plagas que afecten la producción silvo-agropecuaria nacional, la flora y la fauna, la calidad
de las materias primas producto de las actividades silvo-agrícolas, ganaderas y de la pesca,
así como también la producción, inocuidad y calidad de los agroalimentos, los insumos
agropecuarios específicos y el control de los residuos químicos y contaminantes químicos y
microbiológicos en los alimentos y el comercio nacional e internacional de dichos productos
y subproductos. Quedan comprendidas en los alcances de la ley 27.233 las medidas sanitarias
y fitosanitarias definidas en el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio (OMC), aprobado por la ley 24.425.
Esta declaración abarca todas las etapas de la producción primaria, elaboración,
transformación, transporte, comercialización y consumo de agroalimentos y el control de los
insumos y productos de origen agropecuario que ingresen al país, así como también las
producciones de agricultura familiar o artesanal con destino a la comercialización.
El art. 3 de la Ley N° 27.233 dice que “será responsabilidad primaria e ineludible de toda
persona física o jurídica vinculada a la producción, obtención o industrialización de
productos, subproductos y derivados de origen silvo-agropecuario y de la pesca, cuya
actividad se encuentre sujeta al contralor de la autoridad de aplicación, el velar y responder
por la sanidad, inocuidad, higiene y calidad de su producción, de conformidad a la normativa
vigente y a la que en el futuro se establezca. Esta responsabilidad se extiende a quienes
produzcan, elaboren, fraccionen, conserven, depositen, concentren, transporten,
comercialicen, expendan, importen o exporten animales, vegetales, alimentos, materias
primas, aditivos alimentarios, material reproductivo, alimentos para animales y sus materias
primas, productos de la pesca y otros productos de origen animal y/o vegetal que actúen en
forma individual, conjunta o sucesiva, en la cadena agroalimentaria”. La intervención de las
autoridades sanitarias competentes, en cuanto corresponda a su actividad de control, no
exime la responsabilidad directa o solidaria de los distintos actores de la cadena
agroalimentaria respecto de los riesgos, peligros o daños a terceros que deriven de la
actividad desarrollada por estos. Esta responsabilidad en materia civil es objetiva en los
términos del artículo 1757 del Código Civil y Comercial de la Nación.
En los casos de importaciones desde países con los que rija n tratados de integración
económica o acuerdos de reciprocidad, la Autoridad Sanitaria Nacional podrá también
considerar satisfechas las exigencias del Código Alimentario, previa evaluación del sistema
de control alimentario en cada país de origen”.
De acuerdo con el Código Alimentario Argentino, se entiende por alimento a toda sustancia o
mezcla de sustancias naturales o elaboradas que, ingeridas por el hombre, aporten a su
organismo la energía y los nutrientes necesarios para el desarrollo de sus procesos biológicos.
El Código Alimentario Argentino en su art. 6 bis - (Res. 49, 27.1.86) nos dice: "Queda
terminantemente prohibida la tenencia, circulación y venta de alimentos y sus primeras
materias, alterados, contaminados, adulterados, falsificados y/o falsamente rotulados bajo
pena de multa, prohibición de venta y comiso de la mercadería en infracción". El Código
Alimentario Argentino clasifica al alimento como genuino, alterado, contaminado, adulterado
o falsificado.
*Alterado: es el alimento que por causas naturales de origen físico, químico y / o biológico,
o derivadas de tratamientos tecnológicos inadecuados y o deficientes, sufre deterioro en sus
características propias y / o en su valor nutritivo.
*Adulterado: es el alimento que se encuentra privado, en forma parcial, por alguno de sus
elementos característicos que han sido reemplazados por otras sustancias extrañas; que está
acondicionado con aditivos no autorizados o sometido a tratamientos de cualquier naturaleza
para disimular u ocultar alteraciones, deficiencias de calidad de materias primas o defectos
de elaboración.
Sustituir ingredientes, vender alimentos convencionales como ecológicos, usar logotipos con
un origen o calidad específicos que no tienen, cambiar la fecha de vencimiento o etiquetar
de forma incorrecta son algunos de los casos de fraude alimentario detectados a nivel
mundial.
“Para aumentar el peso de los alimentos de grano se les agregaba arena o “basuritas. Un
informe revela que las hamburguesas de ternera vendidas por algunas cadenas de
supermercados británicas contenían ADN de caballo y de cerdo. En una oferta de
hamburguesas el análisis dio que había un 29 % de carne de caballo en el contenido total
supuesto de carne vacuna. En 2008, China pasó por uno de los peores problemas de seguridad
alimentaria del siglo cuando murieron seis pequeños y 300.000 bebés se enfermaron con leche
contaminada. Se encontró melamina en la leche en polvo y además se cree que fue agregada
deliberadamente para que pudiera pasar los controles de nutrición. La USP[4] publicó por
primera vez su base de datos en la revista Journal of Food Science en abril de 2012. Allí quedó
demostrado con casos documentados que la leche, los aceites vegetales y las especias eran
los productos más frecuentemente adulterados”[5].
Según un estudio publicado en Journal of Food Science, la lista de los siete alimentos que más
frecuentemente se adulteran es: 1.aceite de oliva, 2.leche, 3.miel, 4.azafrán, 5.jugo de
naranja, 6.Café, 7.jugo de manzana. El aceite de oliva es un producto de gran demanda y
relativamente caro. Por ello es frecuente que sea objeto de adulteración. Los fraudes más
frecuentes incluyen la mezcla de aceite de oliva con otros aceites más baratos, como aceite
de soja o girasol. En cuanto a la leche adulterada, el fraude afecta más frecuentemente a la
leche en polvo con la adición de melanina para falsear el contenido proteico del producto. El
azafrán es un producto muy atacado por la adulteración debido a su alto precio (es una de
las especias más caras del mundo). Algunos casos de adulteración de azafrán han utilizado
sustancias altamente tóxicas como el cromato de plomo o el tetra óxido de plomo. En cuanto
a los jugos el fraude más común es la adición de jugos de otras frutas o agua no declaradas
en el envase y el uso de conservantes no autorizados. En el café el fraude más común está
relacionado con el procesado del producto[6].
En autos “Barrera Jorge Ramón contra Coto -Centro Integral de Comercialización S.A.- s/
ordinario” (Expediente. N° 8169/2013), la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial de fecha 10/03/2016, confirmó la sentencia que condenó a la empresa COTO a
pagar $500.000 en concepto de daño punitivo y $20.000 por daño moral, por la
comercialización de una caja de pastas frescas en mal estado y con dos fechas de vencimiento
distintas superpuestas. Para el Tribunal, la absoluta falta de colaboración procesal de la
demandada a la hora de arrimar pruebas que la eximan de responsabilidad, sumada a la
gravedad de la falta, por estar comprometida la salud de los consumidores, justifican el
monto de la multa civil impuesta. La sentencia de primera instancia condenó a Coto abonar
al actor la suma de $510.000 con más sus intereses y a entregarle una caja de pastas similar
a la adquirida[7].
El suministro de alimentos inocuos y de calidad es esencial para una nutrición sana, no deben
poner en peligro la salud de los consumidores y deben ser presentados de tal modo que no
induzcan al engaño.
Notas [arriba]