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1. INTRODUCCIÓN
En cierta medida, este hecho está directamente relacionado con los cambios
estructurales que se han ido produciendo en España desde entonces y que han
provocado un incremento paulatino de la flexibilidad de los forjados. Antes las
estructuras no solían plantear problemas de este tipo, por lo que la comprobación de
deformaciones era obviada sistemáticamente por los técnicos.
1
Con frecuencia, la presencia de garajes en las plantas bajas o sótanos obliga, para conseguir un máximo
aprovechamiento del espacio, a buscar separaciones entre caras de pilar que sean múltiplo de 2,20 m (ancho libre
mínimo de una plaza de garaje), no siendo por ello extraño encontrar separaciones de 6,60 m.
Lección 17. E.L.S. de deformación 5
Construcción III
luces habituales en 1960 estaban en el rango de los 4,00 ó 4,50 m; hoy en día
esa cifra ha pasado a ser del orden de los 6,00 m, lo que se traduce en un
incremento considerable de la flecha.
a) Problemas de aspecto.
Flechas verticales excesivas que, sin riesgo para los elementos no
estructurales, producen un mal efecto estético. A su vez, las flechas que hacen
Lección 17. E.L.S. de deformación 6
Construcción III
b) Pérdida de funcionalidad.
- Retención de aguas pluviales. Este problema puede presentarse en
cubiertas planas de muy escasa pendiente.
- Funcionamiento deficiente de puertas y ventanas.
- Desnivelación de máquinas e instrumentos. Estos problemas son
manifestaciones evidentes de la evolución de la flecha con el tiempo.
- Aparición de manchas de humedad y formación de puentes térmicos como
consecuencia de la fisuración de los cerramientos.
Las fisuras son los daños más importantes que se producen en la tabiquería. Por
una parte, afectan al aspecto del edificio y reducen la función de aislamiento de los
tabiques afectados. Por otra parte, la aparición de fisuras tiene un fuerte impacto
psicológico sobre el usuario pues, a los ojos del profano, siempre presentan un grave
peligro para la seguridad del conjunto, aunque en realidad no sea así.
- En vanos. Suelen aparecer dos tipos de fisuras bien diferenciados: fisuras con
tendencia a manifestar un arco de descarga, y fisuras horizontales en juntas
débiles del tabique.
El proceso consiste en distribuir el peso del forjado recién construido entre los
forjados inferiores que reciben las cimbras y en retirar luego, al cabo de un tiempo, la
cimbra situada en el nivel más bajo, que se traslada al último piso para construir un
nuevo forjado. Las dos operaciones, construcción de un forjado nuevo y retirada de
una cimbra, se repiten cuantas veces sea preciso.
Cimbras y apeos deben proyectarse para soportar todas las cargas verticales y
horizontales derivadas del proceso constructivo hasta que la estructura pueda
absorberlas. Dichas cargas están básicamente compuestas por el peso del forjado, el
peso propio de los enconfrados y puntales, así como por diversas cargas variables,
tales como el peso de los operarios o las derivadas del vertido del hormigón
(amontonamiento del hormigón fresco, efectos dinámicos producidos por el vertido y
compactación, etc.).
1) La rigidez de todos los forjados es la misma. Aunque sus edades son distintas, la
variación del módulo de deformación con la edad es muy rápida a edades
tempranas, por lo que las diferencias de Ec entre unos y otros es muy pequeña.
(g1 + S) / 3
(g1 + S) / 3
(g1 + S) / 3
g1
Figura 2.
b) Si hay n plantas cimbradas, al retirar los puntales que descansan sobre el forjado
más bajo y pasarlos a la última planta para continuar el proceso constructivo de
la estructura, dicho forjado pasa a soportar sólo su peso propio g1. La diferencia
entre la carga total G que recibía antes de dicha operación y su peso propio g1,
se reparte entre los n forjados superiores, por lo que cada uno de ellos sufre un
incremento de carga igual a:
G g1
n
2
La carga de ejecución S sólo cuantifica las cargas que se generan durante los trabajos de hormigonado de
un forjado y no las sobrecargas que se pudiesen producir en el mismo una vez que el hormigón ya se ha colocado
y empezado a endurecer (por ej., peso de operarios y material de acopio). Hoy por hoy, en España no está
normalizada ninguna sobrecarga de construcción de este tipo, pero es evidente la necesidad de su consideración.
En este sentido, ya que dichas cargas no son tenidas en cuenta en los cálculos, es preciso controlar durante la
construcción de la obra que no se realicen grandes acopios de material en plantas cimbradas.
3
Si la rigidez de los forjados no fuese la misma (por ej., distinto canto) , el reparto de cargas en cada planta
debe de hacerse de forma proporcional a su rigidez.
Lección 17. E.L.S. de deformación 10
Construcción III
(G - g1 ) / 3
(G - g1 ) / 3
(G - g1 ) / 3
g1
g1
Figura 3.
Ahora bien, una vez levantadas todas las plantas, a medida que se van des-
cimbrando los forjados, las cimbras ya no se trasladan al último forjado sino que
se retiran de la obra. En este caso, el incremento de carga que sufren los n for-
jados superiores cuando se descimbra la planta más baja de las cimbradas es:
(G 0,1g1 ) g1
n
(G - 0,1 g1 - g1 ) / 3
(G - 0,1 g1 - g1 ) / 3
(G - 0,1 g1 - g1 ) / 3
g1
g1
Figura 4.
d) En el caso de edificios con forjado sanitario hay que tener en cuenta que, salvo
que se realice un encofrado perdido debidamente apuntalado, las cargas
procedentes de las plantas superiores a través de los puntales no podrán
transmitirse hasta el terreno, debiendo absorberlas dicho forjado sanitario.
Lección 17. E.L.S. de deformación 11
Construcción III
De acuerdo con todas estas consideraciones, es fácil establecer las cargas que
actúan en cada forjado a lo largo del proceso constructivo (figs. 5 y 6).
0 1,0 0
N=2
0 0 1,1 0
0 0,25 1,0
0 0,65 1,0
Carga total 1,1 + S 2,2 + S 2,2 3,2 + S 3,2 4,2 + S 4,1 4,0
0 0,14
En dichas figuras, la carga que soporta cada forjado viene cuantificada a través
de unos coeficientes k, denominados coeficientes de carga, que son el factor por el
que hay que multiplicar el peso propio del forjado g1 para obtener la carga actuante en
dicho forjado. Dependiendo de la fase de construcción, a la carga total obtenida de
multiplicar k por g1 habrá que añadirle la carga debida a la sobrecarga de ejecución S.
Por último, hay que señalar que para el cálculo de una estructura hay que tener
en cuenta todas las fases por la que ésta pasa a lo largo del tiempo y, por lo tanto, que
para la comprobación de los distintos Estados Límite, tanto Últimos como de Servicio,
hay que considerar las cargas que se producen, no sólo durante la fase de servicio,
sino también las que se producen durante la fase de construcción.
con
p 'd
p ' 'd
siendo p’d la carga pésima mayorada en fase de ejecución, p’’d la carga mayorada con
que realmente se ha realizado la comprobación de los E.L.U. (la mayor de las
ponderadas obtenidas en fase de construcción y en fase de servicio) y s un coeficiente
que adopta los siguientes valores4:
- s = 0,20 para cementos de clases resistentes 42,5R, 52,5N y 52,5 R
- s = 0,25 para cementos de clases resistentes 32,5R y 42,5 N
- s = 0,38 para cementos de clase resistente 32,5 N
4. CÁLCULO DE FLECHAS
4
De acuerdo con el art. 33.3 del Código Estructural, se consideran hormigones de endurecimiento rápido los
fabricados con cemento 42,5R, 52,5 o 52,5R siempre que su relación a/c sea menor o igual que 0,60, los
fabricados con cemento 32,5R o 42,5 siempre que su relación a/c sea menor o igual que 0,50 o bien aquellos en
los que se utilice acelerante de fraguado. El resto de casos se consideran hormigones de endurecimiento normal.
Lección 17. E.L.S. de deformación 14
Construcción III
Este método es bastante laborioso6, por lo que en esta lección se ha optado por
utilizar otro método, el desarrollado por Branson y que ha sido adoptado, por ejemplo,
por normas como la norteamericana ACI-318 o la española EHE-08.
5
En los estudios de patología muchos de los datos que se manejan son conocidos (cargas, dimensiones,
resistencia de los materiales), por lo que el uso de métodos de cálculo sofisticados está más justificado.
6
En el caso de calcular la flecha de acuerdo con el Código Estructural, el módulo de deformación del
hormigón que hay que considerar no es el módulo de deformación secante, sino el módulo de deformación
efectivo, que tiene en cuenta la fluencia del hormigón. Además, hay que considerar una curvatura debida a la
retracción (Anejo 19, art. 7.4.3), por lo que es conveniente trabajar con curvaturas en vez de con flechas.
Lección 17. E.L.S. de deformación 15
Construcción III
4.1. Definiciones
a) Flecha instantánea.
Es la flecha que se produce en el instante en que se aplica la carga. Para su
cálculo se considera que el comportamiento de la pieza es elástico, isótropo y
homogéneo, aplicándose, en consecuencia, las fórmulas clásicas de la
Resistencia de Materiales.
Como señalan algunos autores, la denominación de flecha instantánea es un
tanto convencional, pues a partir del instante en que se aplica la carga la
deformación va creciendo paulatinamente, siendo realmente difícil, por no decir
imposible, establecer en que momento puede dejar de considerarse flecha
instantánea para considerarse flecha diferida. Además, esta deformación no es
ni completamente reversible (siempre existe una pequeña deformación
remanente al retirar la carga) ni totalmente elástica.
b) Flecha diferida.
Si se mantiene aplicada una carga a lo largo del tiempo, tras la deformación
inicial o instantánea se va produciendo un incremento paulatino de la flecha. A
este incremento se le denomina flecha diferida. Es decir, es la flecha producida
por las cargas de larga duración debido a los fenómenos de fluencia y retracción.
Esta flecha puede obtenerse multiplicando la flecha instantánea por un
coeficiente :
f d fi
Lección 17. E.L.S. de deformación 16
Construcción III
c) Flecha activa.
Es la flecha que se produce a partir de un determinado instante o fase de la obra
y que necesita estimarse con el fin de prevenir posibles deterioros en algunos
elementos constructivos, tales como los de compartimentación y cerramiento.
4.2. Acciones
G k Qk 1
i 1
0 Qk i
G
k 2 Qk
Como ya
a se ha señalado anteriormente, el cálcu
ulo de flechhas se rea
aliza como
o
suma de dos flechas: la instantánea
a y la diferiida.
Elá
ástica: Elás
stica:
Fle
echa máxima:
Flec
cha máxima (a > b):
Elá
ástica: Elás
stica:
Fle
echa máxima:
Lecciión 17. E.L.SS. de deforma
ación 188
Construcción III
Elá
ástica: Elás
stica:
Fle
echa máxima:
Flec
cha máxima:
Por lo qu
ue respecta
a a cada u
uno de esto
os paráme
etros convi ene tener en cuenta
a
las ssiguientes considerac
c ciones:
b) Módulo de
d deformación secan
nte del horm
migón Ec.
El módulo
o de deform
mación seccante que hay que co
onsiderar ees el corres
spondiente
e
a la edad
d de aplica
ación de la
a carga. Así
A pues, en
e sentido estricto, si
s como ess
habitual la carga se
e aplica po
or fraccione
es, para ca
ada escalóón de carg
ga hay que
e
establece
er el consig
guiente valo
or de Ec.
,
𝐸 𝑗 𝑗 𝐸 ,
𝐸 , 22000 0,1
1 𝑓 ,
22000 0,1 𝑓 8 ,
(MP
Pa)
donde es
e un coefficiente que
e tiene en cuenta
c do7 y cc (j))
el tipo de áriddo emplead
es un coe
eficiente de
e valor:
7
El coeficiennte adopta lo
os siguientes vvalores en función del tipo de
d árido:
cuarcíticoo calizo
o arenissca basááltico
1,0 0,9 0,77 1,2
Lección 17. E.L.S. de deformación 19
Construcción III
28
s 1
c ( j) e j
Ie = Ie,cv
siendo Ie,cv el momento de inercia equivalente en la sección de centro de
vano.
- En voladizos:
El de la sección de apoyo, es decir, Ie = Ie,ap
M
3
M
3
I e f I h 1 f I f Ih
Ma M a
siendo:
8
Realmente, la norma EHE-08 adopta una simplificación de la fórmula de Branson que consiste en sustituir el
momento de inercia de la sección homogeneizada sin fisurar por el de la sección bruta de hormigón.
Lección 17. E.L.S. de deformación 21
Construcción III
4.3.2. Flecha diferida.- La flecha diferida producida por una determinada carga se
obtiene multiplicando la flecha instantánea generada por dicha carga por un factor
que es función de la edad de aplicación de la carga, de la duración de las mismas y de
la cuantía geométrica de armadura de compresión ’.
f d fi
siendo:
1 50 '
donde:
el coeficientte .
8. Valores de
Figura 8
Ahora bie
en, si se ap
plican las ccargas a edades
e más avanzaddas, se ha observado
o
que la deforma
ación diferrida que su
ufre la piez
za es men
nor, y tantoo menor cu
uanto máss
avan d puesta en carga 9. En esto
nzada sea la edad de os casos, es decir, cuando
c se
e
quiere conocerr la deform
mación a un
na edad t de
d una carrga aplicadda a una edad j, ésta
a
se obtiene por diferencia de deform
maciones, es
e decir, se
e toma com e el dado
mo valor de o
por:
(t ) ( j )
4.3.3
3. Flecha activa.-
a De
D acuerdo con la deffinición dad
da en el appartado 4.1
1, la flecha
a
activva es la fle
echa que se
s produce
e a partir de
d un dete
erminado innstante o fase de la
a
obra
a, y, por lo tanto,
t es la
a suma de las flechas instantán
neas y difeeridas producidas porr
9
Enn gran parte, ello
e es debido al incrementoo de resistenciaa del hormigón n con la edad,, de tal forma que si frente a
un miismo esfuerzoo la relación entre
e la resisteencia y el niveel tensional (ffc / ) es mayo
yor, la fluenciaa, en términoss
relativvos, es menor.
Lección 17. E.L.S. de deformación 23
Construcción III
los elementos colocados en obra durante o después de esa fase y de sólo parte de la
flecha diferida de los elementos colocados antes.
a) Flechas instantáneas.
La flecha instantánea que se produce al aplicar una carga sólo afecta a los
elementos existentes en ese instante en la estructura. En consecuencia, la flecha
instantánea de todos los elementos construidos antes de la edad j no debe
tenerse en cuenta a efectos de cálculo de la flecha activa y sí la de los
construidos a partir de esa fecha.
Dado que para el cálculo de flechas se está suponiendo un comportamiento
elástico y lineal de la estructura, la flecha instantánea producida por una fracción
P1 de la carga total Q será directamente proporcional a la relación entre P1 y Q:
P1
f i , P1 fi
Q
b) Flechas diferidas.
La parte de flecha diferida que se pueda producir antes de la edad j no debe
tenerse en cuenta porque, lógicamente, no puede afectar a un elemento que
todavía no ha sido construido. Así pues, en este caso, también hay que distinguir
dos posibles situaciones:
t j t j
f i , P1 j t f i , P1 t f i , P1 f i , P1 j f i , P1
1 50 ' 1 50 ' 1 50 ' 1 50 '
Lección 17. E.L.S. de deformación 24
Construcción III
t
f d , P1 f i , P1 t f i , P1
1 50 '
5. CANTOS MÍNIMOS.
𝐿 1
𝐾 11 1,5 𝑓 𝑓 𝑠𝑖
𝑑 12
donde:
Tabla 3. Valores del coeficiente K y relaciones L/d obtenidas usando las expresiones
anteriores para los casos más habituales de elementos sometidos a flexión.
Elementos fuerte- Elementos débil-
Sistema estructural K mente armados mente armados
= As / b d = 0,015) = As / b d = 0,005)
Viga simplemente apoyada, losa
unidireccional o bidireccional simplemente 1,0 14 20
apoyada
Viga continua en un extremo. Losa
unidireccional 1 continua o bidireccional 1,3 18 26
continua en una dirección
Viga continua en ambos extremos. Losa
1,5 20 30
unidireccional 1 o bidireccional continua
Losa apoyada en pilares sin vigas 2 (losa
1,2 17 24
plana) (para grandes longitudes
Voladizo 0,4 6 9
1
En losas unidireccionales y bidireccionales, las esbelteces dadas se refieren a la luz menor.
2
En losas sobre apoyos aislados (pilares), las esbelteces dadas se refieren a la luz mayor.
Para vigas y losas de más de 7,0 m, que soportan tabiques susceptibles de ser
dañados por deformaciones excesivas, los valores de L/d indicados en las
expresiones anteriores deben multiplicarse por 7,0 / Leff siendo Leff la luz de cálculo,
expresada en m. Dicha luz debe tomarse igual al menor de los dos siguientes valores:
- distancia entre ejes de apoyos
- luz libre más el canto de la viga (o la losa)
6. FLECHAS ADMISIBLES.
Los valores máximos admisibles de las flechas dependen del tipo y función de la
estructura, de las condiciones funcionales que deba satisfacer y de las condiciones
Lección 17. E.L.S. de deformación 26
Construcción III
que pueden imponer otros elementos no estructurales que se apoyan en ella. Por todo
ello es difícil establecer unos valores límite generales, debiendo, por lo tanto, definirse
en cada caso según las características particulares correspondientes.
11
El término “apariencia” hace referencia a criterios como deformación elevada o fisuración generalizada.
12
Las limitaciones que establece el Código Técnico son más restrictivas que las que establece el Código
Estructural.
13
Dado que parte de la carga variable tiene un carácter permanente (peso mobiliario), parece razonable
considerar la combinación cuasi-permanente para el cálculo de la flecha diferida debido a la sobrecarga de uso.
Lecciión 17. E.L.SS. de deforma
ación 277
Construcción III
c) Ap
pariencia de
d la obra
La flecha total bajo la com
mbinación cuasi-perm
manente de
ebe ser meenor que:
𝐿
𝑓
3000
ANEJO
O.
CÁ
ÁLCULO DE
D ACUER
RDO CON EL
E CÓDIGO ESTRUC
CTURAL
(Libro: “How
w to design concrete structures
s using
u Euroccode-2”)
Dado qu
ue hay que
e tener en cuenta el incremento
o de curvaatura generrado por la
a
acción, para
retra a el cálculo
o de flecha
as se debe trabajar co
on curvaturras.
La flech
ha se pued
de expresa
ar en función de la curvatura
c ((1/r = M/E
EI). Así porr
ejem
mplo, a parttir de las flechas que
e se obtienen en un prontuario,
p la flecha máxima
m en
n
el ca
aso de ca
arga contin
nua o de momento
o aplicado en un exxtremo en una viga
a
biapoyada:
Elá
ástica: Elá
ástica:
Fle
echa máxima:
Fle
echa máxima (aa > b):
5 𝑞𝑙 5 𝑞𝑙 𝑀 𝑀 1
𝑓 0,,104 𝑙 0,104 𝑙
384 𝐸𝐼 384 𝐸𝐼 𝑞𝑙 𝐸𝐼 𝑟
8
1 𝑀𝑙 𝑀 1
𝑓 0,0625 𝑙 0,0 625 𝑙
16 𝐸𝐼 𝐸𝐼 𝑟
En d
definitiva, la
a flecha de
ebida a una
a carga se puede exp
presar de laa siguiente forma:
1
𝑓 𝐾𝑙
𝑟
dond
de K es un
u coeficie
ente que d
depende en
e función
n del tipo de carga y de lass
cond
diciones de
e enlace y 1/r es lla curvaturra. Dicha curvatura es la sum
ma de lass
curvaturas deb
bidas a las cargas (1/rn) más la debida a la retraccióón (1/rcs):
Lección 17. E.L.S. de deformación 29
Construcción III
1 1 1
𝑟 𝑟 𝑟
Así pues, de acuerdo con el Código Estructural, la curvatura debida a las cargas se
calculará como promedio de dos curvaturas, una suponiendo que la pieza no está
fisurada (rI) y otra que la pieza está completamente fisurada (rII):
1 1 1 𝑀 𝑀
1 1
𝑟 𝑟 , 𝑟, 𝐸 , 𝐼 𝐸 , 𝐼
1 𝑆 𝑆 𝑆
1
𝑟 𝐼 𝐼 𝐼
siendo el módulo de deformación efectivo del hormigón (Anejo 19, art. 7.4.3):
𝐸
𝐸 ,
1 ∞, 𝑡
Dado que las cargas Q se aplican a distintas edades, se puede utilizar un módulo de
deformación promedio:
∑𝑄
𝐸 ,
𝑄 𝑄 𝑄
⋯
𝐸 , 𝐸 , 𝐸 ,
𝑆 𝐴 𝑑 𝑥 𝐴 𝑥 𝑐
𝑆 𝐴 𝑑 𝑥 𝐴 𝑥 𝑐