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Ficha 2:

Al comenzar estos temas de personalización, vamos a partir de algunas historias personales de


vida, tal y como se presentan habitualmente. A continuación te presentamos dos casos, pero
sería mejor si vos misma pensaras y comentaras algún otro que conozcas y que vaya en la misma
línea.

a) En la celebración de una Pascua, Marta ha intuido de forma especial la grandeza del


Evangelio. Tiene 23 años y, aunque había vivido otras experiencias y retiros, nunca como en esta
ocasión ha sentido tan fuerte la necesidad, las ganas de entregarse por Jesús y su Reino. De
hecho, se está planteando hacer una prueba seria en algún convento. Pero tras la Pascua vuelve a
casa y en menos de un mes siente que los humos primeros se han bajado, que ya no tiene la
fuerza de los primeros días y que poco a poco se disipa la idea de ir al convento De hecho, por
medio ha empezado a rondarle un chico y a ella no le disgusta en absoluto. Pero, ¿si aquello que
vivió en la Pascua era verdad?, ¿si prometió entregarse al Señor con todas sus fuerzas?, ¿qué es
ella: una incoherente, una inconstante y una traidora?

b) Bernardo tiene 52 años y más de 20 de casado. Generoso, creyente, buen marido y padre. Su
vida ha sido siempre su familia y su trabajo. Lleva junto con otros hermanos una empresa familiar
que él ha sacado adelante de la nada. En su trabajo se ha sentido realizado: ahí ha encontrado
algo por que luchar y el medio de dar de comer a su mujer y sus dos hijos, que ya son mayores.
Pero en este último mes la empresa se ha situado al borde de la quiebra. Las cosas no marchan y
esto ha sumido a Bernardo en una profunda crisis. Siente su vida como un total fracaso; si esa
empresa es la fatiga de toda su vida...

 Para reflexionar:
¿ Qué les pasa en el fondo a estas personas? ¿ En qué basaban su vida? ¿ Qué significará para Marta y
Bernardo afrontar la realidad?
¿Has tenido tú alguna experiencia así en que sentías que todo quedaba "vuelta al aire"?

Personalizar es:

De entrada, nos traicionan las palabras. Porque personalizar no es aprender una serie de
contenidos nuevos, ni cubrir un nuevo temario. Se trata de incorporar un talante, una forma de
ser y de vivir que parte de la "sospecha" de que no todo está claro en nuestra vida.

¿Por qué no introducimos una sana sospecha sobre nuestro talante habitual de vivir la vida?

Muchas veces, vivimos "tirando" y funcionando como podemos hasta que un día nos vemos
envueltos en una crisis, en una mala racha y entonces parece que todo se hunde. ¿Por qué?

Por eso, los primeros pasos que hay que dar son:
1. Aprender la complejidad: de la vida, de las personas. Normalmente, el ritmo de vida que
llevamos se nos convierte en la primera dificultad: hacemos y hacemos sin parar y no nos fijamos
ni en lo que llevamos entre manos, ni en ese acompañante nuestro más cercano
-nuestro yo- que pide que se le escuche y respete.

2. Sintonizar con una misma: interiorizar, pero en el sentido de hacer mío. No sólo lo pienso
sino lo vivo, me vivo a mí misma. No sólo internalizo roles, me adapto, respondo a lo que se pide
de mí sino que me atrevo a ser yo mismo, a ser libre.

3. Despertar procesos - despuntar personas: cambio de identificación a proceso: de la


asimilación de valores y deseos profundos en los que se despierta lo mejor de nosotros mismos a
asumir mi propia realidad. Me voy dando cuenta de que el proceso de hacerme persona es largo,
que implica muchas cosas, auto-conocerme, dar nombres a las cosas, aprender a mirarme
globalmente, etc.

4. Descubrir mis mecanismos despersonalizadores: ir más allá de lasapariencias, de los roles,


de las identificaciones, de mis montajes; salir del anonimato y descubrir mi identidad.

5. Darme cuenta de que la fe tiene todo que ver con el hacerse persona: asumir la libertad y
el riesgo, reconciliarme con mi historia, aceptarme, etc.

6. Vivir en discernimiento: vivir desde el riesgo de la fe y asumir lo que Dios va haciendo


dentro de mí.

Algunas palabras clave


Recordar: más que enumerar acontecimientos o hechos, revivir con elcorazón;

Nombrar: nuestros fantasmas interiores, miedos, conflictos, etc.; la persona está en lo afectivo;

Vivenciar: aprender a leer lo que me pasa;

Relacionar: el sentido se percibe en el conjunto;

Asumir: es mi vida, mi historia;

Dar sentido: no por ideología que racionaliza, sino porque percibo una historia de salvación;

Orar: porque todo es gracia.

Ejercicio: Tomá un acontecimiento significativo de tu vida, o una relación, o un sentimiento o


crisis mal resuelta y revivilo, recordalo. Sin miedo, poné nombre a las cosas: ¿qué te dice de vos,
de tu vida, de tu situación actual?

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