Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
b) Bernardo tiene 52 años y más de 20 de casado. Generoso, creyente, buen marido y padre. Su
vida ha sido siempre su familia y su trabajo. Lleva junto con otros hermanos una empresa familiar
que él ha sacado adelante de la nada. En su trabajo se ha sentido realizado: ahí ha encontrado
algo por que luchar y el medio de dar de comer a su mujer y sus dos hijos, que ya son mayores.
Pero en este último mes la empresa se ha situado al borde de la quiebra. Las cosas no marchan y
esto ha sumido a Bernardo en una profunda crisis. Siente su vida como un total fracaso; si esa
empresa es la fatiga de toda su vida...
Para reflexionar:
¿ Qué les pasa en el fondo a estas personas? ¿ En qué basaban su vida? ¿ Qué significará para Marta y
Bernardo afrontar la realidad?
¿Has tenido tú alguna experiencia así en que sentías que todo quedaba "vuelta al aire"?
Personalizar es:
De entrada, nos traicionan las palabras. Porque personalizar no es aprender una serie de
contenidos nuevos, ni cubrir un nuevo temario. Se trata de incorporar un talante, una forma de
ser y de vivir que parte de la "sospecha" de que no todo está claro en nuestra vida.
¿Por qué no introducimos una sana sospecha sobre nuestro talante habitual de vivir la vida?
Muchas veces, vivimos "tirando" y funcionando como podemos hasta que un día nos vemos
envueltos en una crisis, en una mala racha y entonces parece que todo se hunde. ¿Por qué?
Por eso, los primeros pasos que hay que dar son:
1. Aprender la complejidad: de la vida, de las personas. Normalmente, el ritmo de vida que
llevamos se nos convierte en la primera dificultad: hacemos y hacemos sin parar y no nos fijamos
ni en lo que llevamos entre manos, ni en ese acompañante nuestro más cercano
-nuestro yo- que pide que se le escuche y respete.
2. Sintonizar con una misma: interiorizar, pero en el sentido de hacer mío. No sólo lo pienso
sino lo vivo, me vivo a mí misma. No sólo internalizo roles, me adapto, respondo a lo que se pide
de mí sino que me atrevo a ser yo mismo, a ser libre.
5. Darme cuenta de que la fe tiene todo que ver con el hacerse persona: asumir la libertad y
el riesgo, reconciliarme con mi historia, aceptarme, etc.
Nombrar: nuestros fantasmas interiores, miedos, conflictos, etc.; la persona está en lo afectivo;
Dar sentido: no por ideología que racionaliza, sino porque percibo una historia de salvación;