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Thomson Reuters La Ley convoca al Concurso Internacional “Premio Thomson Reuters La Ley” a la mejor
obra jurídica de producción nacional o extranjera, individual, original e inédita, en idioma castellano.
El premio consistirá en la celebración de un contrato de edición de la obra con la Editorial La Ley y la sus-
cripción a la base online íntegra de TR Profesional del Sistema de Información Legal por el plazo de un año.
Podrán concursar abogados o quienes tengan títulos equivalentes, egresados de cualquier Universidad
nacional o extranjera.
La obra deberá ser individualizada con un título y firmada bajo un seudónimo; y los concursantes debe-
rán ajustarse estrictamente al Reglamento. El plazo de presentación vencerá el 28 de febrero de 2017.
El Jurado estará integrado por los Doctores Héctor Alegria, Jorge Horacio Alterini, Juan Carlos Cassagne,
Luis F. P. Leiva Fernández, Jorge Reinaldo Vanossi, Rodolfo Vigo y Guillermo Yacobucci. Será secretario
del jurado Fulvio Santarelli.
Reglamento
ARTÍCULO PRIMERO: El premio “THOMSON REUTERS LA LEY” se otorgará a la mejor obra individual,
original e inédita, nacional o extranjera, sobre temas jurídicos en idioma castellano.
ARTÍCULO SEGUNDO: El premio consistirá en la celebración de un contrato de edición de la obra con
la Editorial La Ley y la suscripción a la base online íntegra de TR Profesional del Sistema de Información
Legal por el plazo de un año.
El Jurado podrá declarar desierto el premio. Asimismo, estará facultado para realizar menciones espe-
ciales a otros aportes, en número no mayor de dos, que se instrumentarán en sendos diplomas. En todos
los casos deberá explicitar los fundamentos de las decisiones que adopte.
ARTÍCULO TERCERO: Podrán concursar abogados o quienes tengan títulos equivalentes, egresados de
cualquier universidad nacional o extranjera.
ARTÍCULO CUARTO: A los fines de su admisión, la obra deberá ajustarse a las pautas y requisitos que
figuran en el presente artículo, como exigencias inexcusables.
a) Condición académica de abogado a la que refiere el artículo tercero, la que deberá ser
acreditada con documentación oficial expedida por la respectiva casa de estudios.
b) Tener una extensión mínima de 700.000 (setecientos mil) caracteres —con espacios y no-
tas incluidos— y no superar, en los mismos términos, los 1.400.000 (un millón cuatrocientos
mil) caracteres. Las ideas fundamentales sostenidas en el trabajo deberán resumirse en
conclusiones que no excedan los 8.000 caracteres.
c) Las citas de doctrina y jurisprudencia deberán figurar al pie de página, numeradas en
forma correlativa mediante caracteres arábigos, observando los siguientes criterios: nom-
bre del autor (apellido en mayúscula, nombre en mayúscula-minúscula), título del libro o
artículo seguido del nombre de la publicación (con sus respectivos tomos o números), edi-
torial, lugar, año y página. Las referencias textuales o la inclusión de párrafos de trabajos
de otros autores deberán ir entrecomilladas. Las citas de jurisprudencia se indicarán en el
siguiente orden: tribunal, fecha, partes litigantes y lugar de publicación, si lo hubiera.
d) Estar individualizada con un título y firmada bajo un seudónimo.
e) Respetar todas las características sustanciales y formales propias de la investigación cien-
tífica.
f) Presentar un ejemplar impreso de la obra y otro en formato digital (CD/DVD/pendrive)
en un sobre cerrado en la Editorial La Ley, sita en la calle Tucumán 1471, Código postal
C1050AAC, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, con la siguiente enuncia-
ción en el anverso: “PREMIO THOMSON REUTERS LA LEY”.
En sobre aparte, identificado por el título de la obra y seudónimo, se precisarán los datos
de identidad de los participantes, consistentes en: nombre, apellido, DNI, domicilio, direc-
ción de correo electrónico y universidad de pertenencia; se acompañará la documentación
exigida en el presente reglamento. Si con anterioridad a la apertura del sobre el nombre y
apellido del autor pudieran ser identificados de alguna manera, la obra será excluida sin
más.
ARTÍCULO QUINTO: Para cada convocatoria se conformará un Jurado que estará integrado por un nú-
mero impar no menor a cinco miembros, a designar por Thomson Reuters La Ley, elegidos entre los
juristas de la más destacada trayectoria académica. Su composición deberá figurar en la convocatoria.
El Jurado deberá pronunciarse dentro de los 90 (noventa) días posteriores a la fecha de vencimiento del
plazo de presentación de las obras.
ARTÍCULO SEXTO: Thomson Reuters La Ley podrá, a su exclusivo criterio, modificar los plazos del con-
curso, los premios o introducir modificaciones a cualquiera de los puntos enunciados en las presentes
Bases y Condiciones con motivo de las sucesivas convocatorias, con la publicidad suficiente.
ARTÍCULO SÉPTIMO: Al presentar la obra los participantes proporcionarán datos personales veraces.
El hecho de brindar información incorrecta es contrario al presente Reglamento y, en caso de ser verifi-
cado, Thomson Reuters La Ley podrá disponer, a su exclusivo criterio, la descalificación del participante.
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de los ganadores por los medios y formas de comunicación que considere convenientes, sin derecho a
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pudieren incurrir los participantes, quedando aquéllos a su exclusivo cargo.
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glamento.
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a los respectivos concursos se genere entre el participante y Thomson Reuters La Ley será regida por
las leyes de la República Argentina, renunciando el participante a cualquier otra ley o norma a cuya
aplicación pudiera creerse con derecho. Cualquier controversia que surja entre Thomson Reuters La Ley
y el participante será dirimida por los Tribunales Nacionales en lo Comercial de la Capital Federal o los
que los sucedan, cualquiera sea la causa del reclamo, con renuncia expresa a cualquier otra jurisdicción.
sumario
Presentación
Por Eduardo Guillermo Roveda............................................................................................. 1
Medidas excepcionales bajo la mirada del principio de tutela judicial efectiva y el tiempo
del proceso
Por María Marta Nieto............................................................................................................ 14
Adopción y discapacidad
Por Lorena Sarquis.................................................................................................................. 54
I
Doctrina
Orientación sexual, identidad de género, categorías sospechosas e iura novit curiae ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos
Por Rolando E. Gialdino....................................................................................................................... 69
Jurisprudencia
DERECHO TRIBUTARIO (En particular) / Impuesto a las ganancias. Cuestiones generales. Bene-
ficiarios del exterior. Depósito en almacén del usuario de la zona franca para su posterior venta en
territorio nacional. Categorización como ganancias de fuente argentina (C. Nac. Cont. Adm. Fed.,
sala 4ª, 28/6/2016)................................................................................................................................ 103
II
Dossier
Presentación
El derecho de familia en general y la adopción simple, eliminando los límites rígidos que el ante-
en particular han tenido grandes cambios en el rior ordenamiento contenía en cuanto a los efec-
Código Civil y Comercial de la Nación, lo que ha tos de una y otra.
obligado a una nueva mirada sobre muchos ins-
titutos, y la necesidad de encararlos desde otra Desde esta orientación hemos elaborado los tra-
perspectiva. bajos de doctrina que a continuación se presen-
tan; así Romina Méndez analiza los principios ge-
En materia de adopción, sucesivas reformas fue- nerales de la adopción y su aplicación concreta y
ron intentando mejorar el instituto sin grandes re- María Marta Nieto estudia desde un punto de vis-
sultados hasta el momento, así los tiempos de ta procesal la exigencia del plazo razonable en el
los procesos se eternizan y los derechos de los ni- proceso preadoptivo.
ños/as y adolescentes involucrados terminan sien-
do vulnerados bajo el pretexto de su protección. También hemos estudiado, a través de los traba-
jos de Florencia Burdeos y Patricia Soledad Gio-
El Código Civil y Comercial embate nuevamente vannetti, los efectos que el ordenamiento les da
buscando esos objetivos y es de esperar, por el a las guardas de hecho y el control judicial de las
bien de nuestra niñez, que tenga éxito. medidas provisionales que se tomen.
Uno de los objetivos de la nueva legislación es el En materia de efectos Carla Alonso Reina estudia
de acortar los tiempos del proceso entre el mo- las modificaciones entre la adopción simple y la
mento que indica la necesidad de adoptar me- plena, y María Alejandra Massano la incorporada
didas provisionales ante la existencia de un niño adopción de integración.
que requiere el resguardo urgente de sus dere-
chos y la sentencia final de adopción cuando se Por último, hemos decidido incorporar la cuestión
hubiere determinado la necesidad de esa solu- de la discapacidad y el instituto de la adopción,
ción legal. De allí el establecimiento de plazos pa- por considerarlos íntimamente relacionados y, en
ra las distintas etapas del proceso hasta alcanzar general, poco analizados por nuestra doctrina.
la declaración de adoptabilidad. Ese trabajo ha estado a cargo de Lorena Sarquis.
También se ha intentado dotar al proceso de guar- Es mi esperanza que los trabajos seleccionados
da preadoptiva de garantías para evitar el tráfico sean útiles para ir delineando los alcances de las
de niños, sin perder de vista los tiempos del pro- modificaciones recaídas sobre el instituto de la
ceso. adopción, a la luz del Código Civil y Comercial de
la Nación y que contribuyan a su interpretación a
Otro objetivo es la flexibilización de las diferen- favor de los derechos de los niños, niñas y ado-
tes formas de adopción y la posibilidad que le es lescentes.
dada al juez de adaptar la sentencia a los dere-
chos del niño/a o adolescente. Así se pueden mo-
dificar los alcances de la adopción plena y de la Eduardo Guillermo Roveda
SUMARIO:
2
El procedimiento de la adopción en el CCiv.yCom.
cuando estos aspectos no pueden ser proporcio- y, por otro lado, en la menor restricción de ellos,
nados por su familia de origen (conforme arts. 3.1 analizándose a tales fines cómo los derechos y los
y 21, inc. a], de la CDN; art. 11, último párrafo, de intereses de la persona menor de edad se ven o
la ley 26.061, y art. 594 del CCiv.yCom.). se verán afectados por las decisiones y las medi-
das que se adopten o, en su caso, por la omisión
En esa línea argumentativa, el art. 595 establece de su dictado (1).
los principios generales que deben contemplarse
en todos los procesos de adopción: a) el interés 2.– El derecho a la identidad
superior del niño; b) el respeto por el derecho a la
identidad; c) el agotamiento de las posibilidades El derecho a la identidad ha sido conceptuali-
de permanencia en la familia de origen o amplia- zado en numerosos trabajos de autores, y en la
da; d) la preservación de los vínculos fraternos, mayoría de la doctrina y jurisprudencia, a par-
priorizándose la adopción de grupos de herma- tir de la definición dada por el jurista Fernández
nos en la misma familia adoptiva o, en su defec- Sessarego, quien lo define como: “El conjunto de
to, el mantenimiento de vínculos jurídicos entre atributos y características que permiten individua-
los hermanos, excepto razones debidamente fun- lizar a la persona en sociedad… es todo aque-
dadas; e) el derecho a conocer los orígenes, y f) el llo que hace que cada cual sea ‘uno mismo’ y no
derecho del niño, niña o adolescente a ser oído ‘otro’… nadie pretende que la identificación de
según su edad y grado de madurez siendo obli- una persona se agote a través de un solo y único
gatorio requerir su consentimiento a partir de los medio, como podría ser el nombre, sino que ella
diez años. es el resultado de un conjunto de elementos di-
námicos y estáticos que, globalmente considera-
1.– Interés superior del niño dos, nos conducen a la determinación de la iden-
tidad personal…” (2).
La consideración primordial del interés del NNyA
–conforme art. 3.1 de la CDN y art. 3º de la A partir de tales nociones, para el jurista, el dere-
ley 26.061– se impone como criterio de decisión cho a la identidad presenta dos vertientes: una es-
en todos los asuntos concernientes a aquellos tática y otra dinámica. Mientras en la faz estática
que tomen tanto los tribunales como las institu- se encuentran los atributos de identificación y el
ciones públicas o privadas y las autoridades ad- origen genético (huellas digitales y signos distinti-
ministrativas o los órganos legislativos. Esta pauta vos de la persona como el nombre, la fecha de na-
valorativa orienta y condiciona cualquier decisión cimiento, nacionalidad, edad, etc.), la faz dinámi-
de los tribunales en todas las instancias llamados ca refiere a la proyección histórico-existencial de
al juzgamiento de los casos. Se trata de un con- la persona. Ambos aspectos se combinan e inte-
cepto que recepta el ordenamiento jurídico en di- raccionan para darle a la persona su propia iden-
ferentes normas, incorporado especialmente den- tidad. Desde el marco normativo, el derecho a la
tro de los principios generales que deben regir en identidad se encuentra consagrado en los arts. 33
los procesos de familia, regulado en art. 706, y 43, tercer párrafo, de la Constitución Nacional,
inc. c), del CCiv.yCom. En efecto, en los procesos en el art. 11 de la ley 26.061 en los arts. 7º y 8º
de adopción este principio se traducen en el logro de la CDN, en el art. 17 del Pacto de San José de
de la mayor cantidad de derechos para los NNyA Costa Rica, art. 19 de la Declaración Americana
(1) Con fundamento en el interés superior del niño en un fallo se dispuso: “La sentencia que declaró el esta-
do de abandono y adoptabilidad de cuatro niños debe confirmarse, pues ésta es la solución que mejor respe-
ta el interés superior de los menores brindándoles la posibilidad de continuar desarrollándose en un ámbito fa-
miliar estable, que propicie un adecuado crecimiento integral, garantizándole así el ejercicio de sus derechos
constitucionales y la posibilidad de una vida digna y se presentan los presupuestos previstos en el art. 607 de
Código Civil y Comercial de la Nación en tanto las medidas tendientes a que los niños permanecieran en su fa-
milia de origen no han dado resultado y ha transcurrido con creces un plazo mayor a ciento ochenta días sin re-
vertirse las causas que motivaron la medida de excepción adoptada, sin que ningún familiar o referente afectivo
de los niños se haya ofrecido para asumir su guarda” (C. Familia Mendoza, 2/9/2015, “DINAF p/los menores S.
L.; K. V. S. L., y R. A. s/control de legalidad”, LLGran Cuyo 2015 [noviembre], 1128; DJ del 25/11/2015, p. 69;
RCCiv.yCom. 2015 [diciembre], 118; DFyP 2016 (marzo), AR/JUR/29430/2015.
(2) Fernández Sessarego, Carlos, Derecho a la identidad personal, Astrea, Buenos Aires, 1992, ps. 124/131.
Con tal previsión, con fecha 16/3/2016, la Supre- 5.– El derecho del niño a ser oído
ma Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Ai-
res resolvió rechazar el recurso extraordinario de El derecho del niño a ser oído en juicios de adop-
inaplicabilidad de la ley interpuesto por el progeni- ción cobra suma importancia por todos los res-
tor de una niña que había sido declarada en situa- tantes derechos que se ponen en juego y con
ción de adoptabilidad. Sin embargo, ordenó a la el fin de colocarlo como un verdadero sujeto de
instancia de origen evaluar la posibilidad de resta- derechos. Ésta es la postura que se tomó en el
(3) Herrera, Marisa, El derecho a la identidad en la adopción, t. I, Universidad, Buenos Aires, 2008, p. 39.
(4) Sup. Corte Bs. As., 16/3/2016, causa C.119.647, “M., S. A. s/guarda”.
(5) Al respecto se ha dicho: “El valiosísimo principio de la unidad de los hermanos no debe llevar indefectible-
mente en todos los casos a excluir la posibilidad de separación. Por el contrario, algunas circunstancias especia-
les pueden justificar excepcionalmente su no aplicación” (C. Civ., 1ª Circunscripción, Mendoza, 4/5/2000, fallo
190.336, elDial.com - A152155). En ese criterio se resolvió un caso en el cual se habían agotado las alterna-
tivas previstas por el sistema para proveer a los hermanos de una única familia que los acogiera. En tal sentido
se dijo: “De ahí la necesidad de justipreciar con suma delicadeza y prudencia la solución al alcance –pese a re-
conocer que no es la ideal– para permitir a estos niños crecer en un ámbito familiar –y no institucionalizados–,
tal como vienen reclamando sistemáticamente desde hace más de un año (basta observar los diferentes infor-
mes elevados al Juzgado por la institución que los abriga que dan cuenta del constante reclamo de los niños por
egresar con una familia)… Es decir, si no se proveen ahora dos ámbitos familiares para este grupo de hermanos,
ante la ausencia de postulantes para asumir la guarda de todos los niños juntos, se avanza hacia un callejón sin
salida en el cual, a futuro, lamentablemente se llegará a la separación de los niños en ámbitos institucionales
diferentes, pese a que la voluntad de la ley expresa un criterio opuesto” (Juzg. Nac. Civ. n. 12, 21/12/2012, “C.
M. A. L. s/protección especial”, elDial.com - AA7DB7, publicado el 9/4/2013).
(6) Juzg. Familia y Menores Goya, 26/8/2015, “N., M. M. y S. M. M. s/guarda preadoptiva”, La Ley Online, AR/
JUR/29435/2015.
4
El procedimiento de la adopción en el CCiv.yCom.
CCiv.yCom. Específicamente, el art. 617 indica nea argumentativa, los adoptantes deben com-
que los NNyA que cuentan con edad y grado de prometerse expresamente a hacer conocer sus
madurez suficientes son parte en el proceso de orígenes al adoptado, quedando constancia de
adopción, debiendo contar con asistencia letrada; esa declaración en el expediente. Ello así, dentro
el juez debe oír personalmente al pretenso adop- de un vínculo familiar es imprescindible que una
tado y tener en cuenta su opinión según su edad persona sepa quién es, cuál es su nombre, cuál
y grado de madurez. En caso de que el NNyA sea es su origen, quiénes son sus padres biológicos,
mayor a 10 años, debe prestar su consentimien- para poder ejercer su derecho a la identidad y que
to para que el acto se perfeccione concordante- aquél sea respetado. Pues esta noción confiere el
mente con lo dispuesto en el at. 595, inc. f). A su derecho de pertenencia, para así entender el pre-
vez, el art. 26 regula la participación del NNyA en sente y construir el futuro.
el proceso disponiendo que “la persona menor de
edad tiene derecho a ser oída en todo proceso ju- c) Personas que pueden ser adoptadas
dicial que le concierne así como a participar en las
decisiones sobre su persona”. Del mismo modo, Establece el CCiv.yCom. que pueden ser adop-
el art. 707 señala que los NNyA con edad y gra- tadas aquellas personas menores de edad no
do de madurez suficientes para formarse un juicio emancipadas y declaradas en estado de adopta-
propio tienen derecho a ser oídos y a que su opi- bilidad o cuyos padres han sido privados de la res-
nión sea tenida en cuenta en todos los procesos ponsabilidad parental. En otras palabras, el orde-
que los afecten directamente según las circuns- namiento jurídico prevé que una persona menor
tancias del caso. Esa regla se complementa con de 18 años no emancipada (arts. 25 y 27) podrá
las disposiciones de los arts. 24 y 27, ley 26.061. ser adoptada tomando la fecha de otorgamiento
Ciertamente, en la comunidad jurídica internacio- de la guarda para la comprobación de tal requisi-
nal el derecho del NNyA a ser escuchado se en- to en virtud del efecto retroactivo de la sentencia
cuentra plasmado en el art. 12 de la CDN (7). de adopción que establece el art. 618.
b) Derecho del NNyA a conocer los orígenes No obstante, se permite la adopción de personas
mayores de edad, cuando sea el hijo del cónyuge
En consonancia con el principio del respeto a la o conviviente de la persona que pretende adoptar
identidad, el art. 596 dispone que el adoptado (adopción integrativa) o cuando hubo posesión de
con edad y grado de madurez suficientes tiene estado de hijo mientras era menor de edad, cir-
derecho a conocer los datos relativos a su ori- cunstancia que deberá ser fehacientemente com-
gen y puede acceder, cuando lo requiera, al expe- probada. Es decir, cuando hubo trato filial del pre-
diente judicial y administrativo en el que se trami- tenso adoptado desde que aquél era menor de
tó su adopción y a otra información que conste en edad (situación de hecho) y se obtiene la senten-
registros judiciales o administrativos. En caso de cia de adopción, por diversos factores, al alcan-
que la persona sea menor de edad, el juez pue- zar aquél la mayoría de edad (art. 597). En todos
de disponer la intervención del equipo técnico del estos casos, se deberá contar con el consenti-
tribunal, del organismo de protección o del regis- miento del pretenso adoptado en los términos del
tro de adoptantes para que presten colaboración. art. 595, inc. f).
La familia adoptante puede solicitar asesoramien-
to en los mismos organismos. A sus efectos, el d) Pluralidad de adoptados
expediente judicial y administrativo debe contener
la mayor cantidad de datos posibles de la identi- Indica el art. 598 que pueden ser adoptadas va-
dad del NNyA y de su familia de origen. En esa lí- rias personas, simultánea o sucesivamente, con-
(7) Esa postura fue tomada tanto en doctrina como en jurisprudencia, circunstancia que se evidencia en la prác-
tica judicial en la que hace tiempo se ha procedido a escuchar a NNyA conforme a su edad y grado de ma-
durez (ver, entre otros, C. Civ. y Com. Lomas de Zamora, sala 1ª, 12/8/2015, “R. C. A. E. v. G. A. A. s/exhor-
tos y oficios”, La Ley Online AR/JUR/27179/2015; C. Apels. Trelew, sala A, 21/8/2015, “Accesoria de Familia
e Incapaces s/medidas de protección [S. S. B.]”, La Ley Online AR/JUR/27891/2015; C. Familia Mendoza,
3/6/2014, “B. N. por su hija menor B. M. v. H. A. s/privación de la patria potestad”, LLGran Cuyo 2015 [mar-
zo], AR/JUR/24172/2014).
6
El procedimiento de la adopción en el CCiv.yCom.
dad a la regla de permanencia en su familia de ori- ma anuncia que la declaración judicial de la situa-
gen o ampliada en las siguientes circunstancias: ción de adoptabilidad no procede si algún familiar
o referente afectivo del NNyA ofrece asumir su
a) El NNyA no tiene filiación establecida o sus pa- guarda o tutela y tal pedido es considerado ade-
dres han fallecido, y se ha agotado la búsqueda cuado al interés de éste. Por otra parte, se esta-
de familiares de origen por parte del organismo blece el plazo máximo de noventa días para que el
administrativo competente en un plazo máximo juez resuelva sobre la situación de adoptabilidad.
de treinta días, prorrogables por un plazo igual só-
lo por razón fundada. Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Tucumán con fecha 28/9/2015 deter-
b) Los padres tomaron la decisión libre e informa- minó: “La sentencia de Cámara que al rechazar el
da de que el niño o niña sea adoptado. Esta ma- recurso de apelación intentado por la adolescen-
nifestación es válida sólo si se produce después te en situación de vulnerabilidad que pretendía la
de los cuarenta y cinco días de producido el naci- restitución de su hija a quien había entregado a un
miento. En este aspecto cabe aclarar que el plazo instituto de maternidad desde su nacimiento, con-
mencionado coincide con la etapa de puerperio firmó el estado de adoptabilidad de la menor, de-
de la mujer en la que puede llegar a sufrir des- be confirmarse, pues esto posiciona a la niña en
ajustes emocionales que la lleven a tomar una un contexto de mayor estabilidad dentro del cual
decisión viciada. Por otra parte, el espíritu de la pueda desarrollarse en plenitud, sumado a que el
norma tiende a otorgarles a los padres la posibili- pedido de aquélla no es considerado adecuado al
dad de tomar una decisión madurada respecto de interés de la niña en los términos del art. 607 del
la entrega del niño o niña y que ésta no esté con- Código Civil y Comercial de la Nación” (8).
dicionada a la falta de recursos u otras circuns-
tancias que pueden ser superadas por el Estado o A modo de ejemplo en otro fallo se dispuso: “La
con la ayuda de un equipo interdisciplinario. sentencia que declaró el estado de desamparo
y adoptabilidad de un niño debe confirmarse, ya
c) Las medidas excepcionales tendientes a que que se ha acreditado una situación fáctica evi-
el NNyA permanezca en su familia de origen o dente, manifiesta y continua de abandono hacia
ampliada, no han dado resultado en un plazo el niño por parte de sus progenitores, el que no
máximo de ciento ochenta días. Vencido el pla- queda revertido por la mera voluntad del padre
zo máximo sin revertirse las causas que motivaron de querer convivir junto a él –en el caso, la ma-
la medida, el organismo administrativo de protec- dre padece un retraso madurativo y el padre tie-
ción de derechos del NNyA que tomó la decisión ne problemas de alcoholismo y violencia–, pues si
debe dictaminar inmediatamente sobre la situa- bien se ha intentado denodadamente la revincu-
ción de adoptabilidad. Dicho dictamen debe co- lación y que aquél asuma su responsabilidad pa-
municarse al juez interviniente dentro del plazo de rental, la persistencia en una labor en la cual no
veinticuatro horas. se verifican resultados favorables y significativos,
importa la vulneración de los derechos de aque-
Ahora bien, siguiendo los lineamientos de las le- llos a quienes presuntamente se busca proteger y
yes especiales, jurisprudencia y doctrina, la nor- la revictimización de los intervenidos” (9).
(8) Sup. Corte Just. Tucumán, sala Civil y Penal, 28/9/2015, “Defensoría de Menores e Incapaces de la 1ª
Nominación (menor C. V.) s/depósito/protección de persona”, LL del 3/2/2016, 10; DJ del 13/4/2016, 49; DJ
del 13/4/2016; La Ley Online AR/JUR/36467/2015.
(9) C. Civil y Com. Azul, sala 1ª, 22/12/2015, “R. D. A. s/abrigo”, LLBA 2016 (marzo), 209; AR/JUR/62307/2015.
En similar sentido en otro fallo se dispuso: “La sentencia que declaró al menor en situación de abandono y pre-
adoptabilidad debe ser confirmada al estar acreditado que se encuentra en ese estado y ha sido víctima de mal-
tratos y violencia por parte de su madre biológica, habiendo expresado su voluntad de no volver a convivir con
ella, por lo cual se configura el supuesto de excepción del art. 9.1. de la Convención de los Derechos del Niño”
(Sup. Trib. Just. Santiago del Estero, sala Civil y Comercial, 21/9/2015, “Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia
y Familia s/medida excepcional de protección de derechos - Casación civil”, DJ del 30/3/2016, p. 40; La Ley
Online AR/JUR/36324/2015. Ver entre otros, 739/13/11F-665/14, “D. por la menor A. J. G. por control de le-
galidad”, 15/12/2015; C. Familia Mendoza, 14/8/2015, “C., N. E. y S. C., P. E. s/medida tutelar”, LLGran Cuyo
2015 (diciembre), 1232, DJ del 24/2/2016, 71; AR/JUR/36034/2015.
El art. 610 establece que la sentencia de priva- Conforme lo prevé el art. 608, el proceso que
ción de la responsabilidad parental equivale a la concluye con la declaración judicial de la situa-
declaración judicial de situación de adoptabilidad. ción de adoptabilidad requiere la intervención,
En efecto, otra excepción al principio general de con carácter de parte, del NNyA (si tiene edad
permanencia del NNyA en su entorno familiar, es- y grado de madurez suficiente), quien compare-
tá dado por el supuesto de incumplimiento de los ce con asistencia letrada (art. 26); con carácter
deberes que emergen de la responsabilidad pa- de parte, de los padres u otros representantes le-
rental que derivan en una situación de abandono. gales del NNyA, del organismo administrativo que
En este caso, el elemento central a analizar a fin participó en la etapa extrajudicial y del Ministerio
de tomar una decisión final, se focaliza en el per- Público. El juez también puede escuchar a los pa-
juicio grave que la situación de maltrato o inob- rientes y otros referentes afectivos.
servancias de las necesidades físicas o afectivas
hacia la persona menor de edad, le pudieren ha- Una vez firme la declaración del estado de adop-
ber irrogado, obstaculizando o impidiendo el de- tabilidad, el juez debe solicitar mediante oficio le-
sarrollo integral de su personalidad (arts. 3º y 8º gajos al registro de adoptantes y luego elegir a
de la CDN). los pretensos adoptantes de la nómina que se
le envíe (se deben tomar en cuenta, entre otras
Razonablemente, el art. 700 enumera entre las pautas: las condiciones personales, edades y ap-
causales que privan al padre o la madre de la titudes del o de los pretensos adoptantes; su ido-
responsabilidad parental –conforme lo prevé el neidad para cumplir con las funciones de cuida-
art. 625 posibilita la adopción plena–, los si- do, educación; sus motivaciones y expectativas
guientes supuestos: ser condenado como autor, frente a la adopción; el respeto asumido frente
coautor, instigador o cómplice de un delito dolo- al derecho a la identidad y origen del NNyA). En
so contra la persona o los bienes del hijo de que esa etapa puede convocar al órgano administra-
se trata, abandono del hijo, dejándolo en un total tivo que intervino en el proceso de la declaración
estado de desprotección, aun cuando quede ba- de adoptabilidad a los fines que estime corres-
jo el cuidado del otro progenitor o la guarda de un ponder.
tercero, poner en peligro la seguridad, la salud fí-
sica o psíquica del hijo o haberse declarado el es- Conviene aclarar que si el NNyA tiene edad y gra-
tado de adaptabilidad del hijo. do de madurez suficientes, debe ser citado por
8
El procedimiento de la adopción en el CCiv.yCom.
el juez para dar su opinión e iniciar el proceso de la llamada adopción integrativa, que es precisa-
revinculación. mente aquella donde se pretende adoptar al hi-
jo del cónyuge o al hijo del conviviente. Si bien
En fin, cumplidas las medidas precedentes, el este tipo de adopción no estaba regulada siste-
juez decreta la guarda con fines de adopción, figu- máticamente en las leyes 19.134 y 24.779, po-
ra que no puede exceder los 6 meses (art. 614). dían encontrarse en el Código normas aisladas
que configuraban este instituto, aplicado tanto en
d) Juicio de adopción doctrina como en jurisprudencia. En tal sentido,
el art. 619 del CCiv.yCom. distingue tres tipos de
Una vez concretado el período de guarda prea- adopción: a) plena, b) simple y c) de integración.
doptiva, se establece el inicio del proceso de
adopción, el que puede darse de oficio, a pedi- 1) Plena. La adopción plena confiere al adopta-
do de parte o de la autoridad administrativa que do la condición de hijo y extingue los vínculos ju-
intervino en la etapa previa. rídicos con la familia de origen, con la excepción
de que subsisten los impedimentos matrimonia-
En dicho período se aplican las siguientes reglas les. Así, el adoptado tiene en la familia adopti-
establecidas en el art. 617: 1) son parte los pre- va los mismos derechos y obligaciones de todo
tensos adoptantes y el pretenso adoptado; si tie- hijo (art. 620, primer párrafo). Se debe otorgar
ne edad y grado de madurez suficientes, debe preferentemente cuando se trata de NNyA huér-
comparecer con asistencia letrada; 2) el juez de- fanos o sin filiación, cuando se haya declarado
be oír personalmente al pretenso adoptado y te- situación de adoptabilidad, o padres privados de
ner en cuenta su opinión según su edad y gra- la responsabilidad parental, padres que mani-
do de madurez; 3) debe intervenir el Ministerio festaron su voluntad de dar al hijo en adopción
Público y el organismo administrativo; 4) el pre- (art. 625). Por otro lado, establece el art. 624
tenso adoptado mayor de diez años debe pres- que la adopción plena es irrevocable. Agrega la
tar consentimiento expreso; 5) las audiencias son normativa en cuestión que sin alterar los efectos
privadas y el expediente, reservado. de la adopción, procede la acción de filiación o
reconocimiento del NNyA contra sus progenitores
Por cierto, la Suprema Corte de Justicia de la Pro- sólo a efectos de posibilitar derechos sucesorios
vincia de Buenos Aires, en un reciente fallo, hi- y alimentarios.
zo lugar al recurso extraordinario presentado por
la Defensora Oficial sustentado en que no corres- Desde esa perspectiva, en una sentencia se dis-
pondía designarles a los progenitores biológicos puso que “(d)ado que el niño tiene una historia
defensores de ausentes en el marco del proceso previa a la que construyó con la adoptante en la
de adopción, en tanto ya se los había citado debi- que aparece la existencia de dos hermanos, co-
damente y publicado edictos (11). rresponde otorgar la adopción plena disponien-
do que no modifica el emplazamiento respecto de
Por último, se establece que la sentencia que aquéllos en los términos del art. 621 del Código
otorga la adopción tiene efecto retroactivo a la Civil y Comercial, pues la ruptura de un vínculo ju-
fecha de la sentencia que otorga la guarda con rídico sin la participación de todos los involucra-
fines adoptivos, excepto cuando se trata de la dos vulnera el art. 18 de la Constitución Nacional,
adopción del hijo del cónyuge o conviviente, cu- máxime cuando el trato personal con la familia
yos efectos se retrotraen a la fecha de promoción biológica puede contribuir a que el niño recons-
de la acción de adopción (art. 618). truya su historia personal en forma integral” (12).
(11) Sup. Corte Bs. As., 6/4/2016, causa C.117.542, “R., M. Abrigo”.
(12) Juzg. Familia Esquel, n. 1, 15/2/2016, “R., N. G. s/adopción plena”, La Ley Online AR/JUR/293/2016.
10
El procedimiento de la adopción en el CCiv.yCom.
menor hijo de la cónyuge del peticionario, mante- Consecuentemente, el art. 623 dice que el pre-
niendo subsistente el vínculo biológico con su ma- nombre del adoptado debe ser respetado. Sin em-
dre, ya que ello permitirá la máxima satisfacción bargo, excepcionalmente y por razones fundadas
de sus intereses, máxime cuando el instituto tiene en las prohibiciones establecidas en las reglas pa-
una finalidad integrativa y está previsto como figu- ra el prenombre en general o en el uso de un pre-
ra autónoma en el Código Civil y Comercial” (13). nombre con el cual el adoptado se siente identi-
ficado, el juez puede disponer la modificación del
Por lo demás, debe repararse que el art. 621 es- prenombre en el sentido que se peticione.
tablece como facultades del juez el otorgamien-
to de la adopción plena o simple según las cir- En ese contexto, el Tribunal de Familia de For-
cunstancias y atendiendo el interés superior del mosa llegó a la siguiente conclusión: “El art. 623
niño. Asimismo, cuando sea más conveniente pa- del Código Civil y Comercial regula que el pre-
ra NNyA a pedido de parte y por motivos funda- nombre del adoptado, como regla debe ser res-
dos, el juez puede mantener subsistente el víncu- petado, pero de manera excepcional se permite
lo jurídico con uno o varios parientes de la familia el cambio de conformidad con las reglas gene-
de origen en la adopción plena, y crear vínculo ju- rales para el prenombre o por el uso mantenido
rídico con uno o varios parientes de la familia del de un determinado prenombre con el cual el ni-
adoptante en la adopción simple. ño adoptado forjó su identidad. En este sentido,
los peticionantes expresaron que reconocen a la
Por otro lado, el art. 622 establece que a peti- niña como M. L., y que ella se identifica con ese
ción de parte y por razones fundadas, el juez pue- nombre, por lo que resulta admisible la modifica-
de convertir una adopción simple en plena. En tal ción del nombre de pila cuando el menor es de
caso, la conversión tiene efecto desde que la sen- corta edad, y que dadas las actividades, circuns-
tencia queda firme y para el futuro (14). criptas a las relaciones familiares y escolares,
permiten afirmar que el cambio no causa nin-
Para finalizar, cabe mencionar que el CCiv.yCom. gún perjuicio a terceros ni afecta la seguridad del
derogó la ley 18.248, incorporándose al Libro menor” (15).
Primero, Título I, Capítulo 4, Disposiciones relativas
al nombre. Como se explica en los Fundamentos V. NULIDAD E INSCRIPCIÓN
que acompañaron el Anteproyecto: “...se regu-
la el nombre, actualizando la ley 18.248 vigente, La adopción como acto jurídico participa de las
para ajustar la regulación a principios constitucio- normas generales referidas a su nulidad, por lo
nales que priorizan el derecho a la identidad, a la que resultarán aplicables los arts. 382 y ss., de
autonomía de la voluntad y a la igualdad”. De es- conformidad con lo previsto por el art. 636 en to-
ta manera se deja atrás la posibilidad de que los do lo que no esté regulado en el capítulo específi-
adoptantes elijan un nombre distinto al atribuido co sobre adopción. En rigor, son de nulidad abso-
originariamente al niño o niña adoptivo que con- luta los actos que contravienen el orden público,
taba con menos de 6 años de edad, conforme lo la moral o las buenas costumbres. Por otra parte,
disponía el art. 13 de la ley derogada, en resguar- son de nulidad relativa los actos a los cuales la ley
do del derecho a la identidad que establece el ac- impone esta sanción sólo en protección del inte-
tual art. 595, inc. b). rés de ciertas personas.
(13) Juzg. Civil de Personas y Familia Salta n. 6, 1/4/2015, “P., M. S. s/adopción”, LLNOA 2015 (junio), 574;
RCCiv.yCom. 2015 (julio), 125; La Ley Online AR/JUR/4095/2015.
(14) Sobre ello la jurisprudencia dijo: “El pedido de conversión de la adopción simple a plena solicitado por
la madre adoptiva debe admitirse aun cuando consintió la sentencia en la causa originaria si se acreditó que
la familia de aquélla representa para el adoptado el lugar donde logra la plena satisfacción de sus necesida-
des espirituales y económicas, pues, si bien la legislación actual no contempla esa figura, todo lo que no está
prohibido está permitido –art. 19, Constitución Nacional– y la solución es acorde al marco de los Tratados de
Derechos Humanos y al Código Civil y Comercial próximo a entrar en vigencia, que contempla esa posibilidad en
su art. 62 (Juzg. Civ. Salta n. 6, 29/4/2015, “R., M. S. s/adopción”, LLNOA 2015 [agosto], 813; La Ley Online
AR/JUR/9249/2015).
(15) Trib. Familia Formosa, 24/8/2015, expte. 107, año: 2013, “B., R. J. y P., N. s/adopción”.
(16) De conformidad con lo expuesto en un fallo se resolvió: “La sentencia que declaró el estado de abandono
o desamparo y adoptabilidad de un niño sin dar cumplimiento al art. 70 de la ley 9861 de la provincia de Entre
Ríos es nula y, en consecuencia, cabe dictar un nuevo pronunciamiento con respeto de los plazos establecidos
en el art. 607, inc. c), del Código Civil y Comercial, pues lo previsto por aquella norma es un recaudo necesaria-
mente previo al dictado de la sentencia en una delicada cuestión de familia en el que la mirada sobre el tema de
un tercero imparcial puede resultar de gran ayuda al juez, quien debe ajustar su accionar a la normativa vigente
a fin de que el transcurso del tiempo conspire en perjuicio del interés superior del menor” (C. Apels. Concordia,
sala Civil y Comercial I, 17/9/2015, “R. F., L .A. s/declaración de estado de abandono y guarda para futura adop-
ción”, RCCiv.yCom. 2015 [diciembre], 107; LLLitoral 2016 [febrero], 102; La Ley Online AR/JUR/30832/2015).
(17) Bossert, Gustavo y Zanonni, Eduardo, Manual de Derecho de Familia, 7ª ed., Astrea, Buenos Aires, 2016,
p. 367.
12
El procedimiento de la adopción en el CCiv.yCom.
proceso de adopción en el cual, a elección de los ces del lugar del otorgamiento o los del domicilio
pretensos adoptantes, podrá ser competente el del adoptado.
juez que otorgó la guarda del niño con fines de
adopción o el juez del lugar en el que NNyA tiene En cuanto al derecho aplicable en materia de
su centro de vida. adopción, el art. 2636 dice que “(l)os requisitos
y efectos de la adopción se rigen por el derecho
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de del domicilio del adoptado al tiempo de otorgarse
la Nación dispuso: “En los procesos relativos a la adopción”, y “(l)a anulación o revocación de la
los derechos de niños, niñas y adolescentes –en- adopción se rige por el derecho de su otorgamien-
tre los que se encuentran los procesos de guarda to o por el derecho del domicilio del adoptado”.
y adopción–, es competente el juez del lugar don-
de la persona menor de edad tiene su centro de VII. PALABRAS FINALES
vida –en el caso la Justicia Nacional en lo Civil y
no la provincial–, pues así lo establece el art. 716 El CCiv.yCom. recepta e incorpora los principios
Código Civil y Comercial de la Nación, que debe generales que rigen la adopción, establecidos en
ser aplicado en virtud de la entrada en vigencia los distintos tratados internacionales.
de la norma y en orden al principio de aplicación
inmediata de las leyes modificatorias de compe- En esos términos establece reglas de procedi-
tencia (18). miento con el fin de evitar demoras innecesarias
en perjuicio de los derechos del NNyA. Adicional-
En síntesis, recobra fundamental importancia el mente garantiza el derecho del NNyA a ser oído,
principio de inmediatez como punto de conexión de conformidad con su edad y grado de madurez,
con el concepto de centro de vida del NNyA y la y prioriza el interés superior de aquéllos por sobre
competencia territorial. Es decir, el principio de toda regla, observando los principios de inmedia-
inmediatez aplicado a los procesos que compro- tez y debido proceso.
meten derechos de NNyA permite concretar la
debida tutela judicial efectiva, la que tiene co- Asimismo, el CCiv.yCom. resalta el principio de
mo uno de sus ejes esenciales el acceso a la jus- protección de la familia, respetando el derecho
ticia y el respeto a las normas del debido proce- del NNyA a permanecer con su familia de origen
so legal. salvo casos excepcionales, de modo tal que pre-
valezca su derecho a la identidad en concordan-
Concordante con ello, el art. 2635 prevé que en cia con el derecho a conocer sus orígenes y con el
caso de niños con domicilio en la República, los propósito de respetar su subjetividad.
jueces argentinos son exclusivamente compe-
tentes para la declaración en situación de adop- En esa línea, se promulga el trabajo interdiscipli-
tabilidad, la decisión de la guarda con fines de nario a fin de tener distintas miradas profesiona-
adopción y para el otorgamiento de una adop- les sobre la problemática familiar, evaluando en
ción. Por otro lado, para la anulación o revoca- cada caso concreto la realidad existente al mo-
ción de una adopción son competentes los jue- mento de tomar una resolución.
(18) Corte Sup., 27/10/2015, “D., L. A. y otro s/guarda”, LL del 3/12/2015, p. 7; ED del 15/12/2015, p. 7;
RCCiv.yCom. 2015 (diciembre), 135; DJ del 17/2/2016, p. 33; La Ley Online AR/JUR/42158/2015.
SUMARIO:
14
Medidas excepcionales bajo la mirada...
titución de un nuevo orden de familia por medio galidad de las medidas excepcionales adoptadas
de una justicia no dirimente sino de acompaña- por los órganos administrativos de protección de
miento”. Conclusiones a las que nuevamente se derechos o las tramitadas desde su inicio ante los
arriba en el XXVIII Congreso Argentino de Derecho tribunales de familia, conforme la legislación lo-
Procesal celebrado en la ciudad de Jujuy en sep- cal y nacional, a la luz del principio de tutela ju-
tiembre del año 2015, ya vigente el texto del nue- dicial efectiva, comprensivo de la oficiosidad, ba-
vo CCiv.yCom. jo la luz de los instrumentos internacionales a los
que hemos adherido, las específicas mandas con-
En virtud de este principio es que Morello habla tenidas en el Código Civil y Comercial, haciendo
de la justicia de “colaboración” y no duda en afir- especialmente hincapié en la duración razonable
mar que debemos pasar de un juez “clásico” para del proceso.
dar lugar a un juez de “acompañamiento”, un juez
empujado a salir de su rol pasivo de árbitro para II. ACTIVISMO JUDICIAL Y OFICIOCIDAD
adoptar la función de juez entrenador, protector,
preventor, que asiste al juego de partes e intervie- Sabido es que el derecho a un pronunciamien-
ne cuando advierte que este juego corre el riesgo to judicial rápido, en tiempo razonable, es un de-
de llevar a decisiones injustas por estar fundadas recho humano básico y se entronca con la efec-
sobre una comprobación inadecuada” (1). tiva tutela judicial de los derechos como garantía
explícita (arts. 18 y 33 de la CN y pactos incorpo-
Afirmaciones que también comparte el Dr. Edgard rados según art. 75, inc. 22, CN) al punto que el
Baracat, quien respecto a la tutela anticipada derecho al debido proceso, incluso el de “igual-
ha afirmado en el XXVIII Congreso Nacional de dad de armas” debe enmarcarse en la celeridad y
Derecho Procesal Jujuy 2015 que “no sólo tien- economía procesal.
de a evitar un daño, sino también a evitar el re-
crudecimiento de un daño ya provocado. Previene La jurisprudencia señala que la tutela judicial
un daño que va a producirse y el agravamiento efectiva surge también a través de los arts. 18,
del producido”, cuestiones también aplicables a DADDH y 81, CADH, entre otros, “que descarta,
los procesos de resolución de medidas excepcio- por incompatible, toda dilación perjudicial o inde-
nales, concretando la filosofía de nuestro Código bida del proceso y cuya virtualidad jurídica no se
Civil y Comercial de prevención de daños agota en el acceso al control judicial sobre la Ad-
ministración y en el derecho al debido proceso en
Y en este sentido, como sostiene la Dra. Mabel igualdad de armas procesales, sino que trascien-
Alicia de los Santos, “el CCiv.yCom. ha puesto de a la etapa misma de la ejecución de senten-
un punto final a la discusión entre los partidarios cia en los propios términos del derecho sustancial
del ‘activismo procesal’ y los autodenominados en ella reconocido” (3). El Código Civil y Comer-
‘garantistas’, quienes entienden que el autismo cial recepta y profundiza esta regla de adecuación
del juez lesiona garantías procesales de las par- constitucional/convencional y, en consecuencia,
tes” (2), postura esta última que sólo da lugar al se constituye como un cuerpo jurídico diseñado
exceso de rigor formal, permitiéndose el opera- y testado bajo la lupa de los derechos humanos.
dor judicial descansar en una zona de confort co-
mo pueden resultar los viejos códigos procesales Con claridad lo expresan los Fundamentos del en-
de la Nación y las provincias, privilegiando las for- tonces Anteproyecto al decir: “Todos los tratados
mas sobre el fondo. internacionales suscriptos por el país y que resul-
tan obligatorios deben ser tenidos en cuenta para
Así, analizaremos cómo deberían tramitar ante la decidir un caso. Ésa es la función que tienen co-
jurisdicción, los procesos donde se controla la le- mo fuente de derecho referida en el art. 1º. Pero
(1) Taruffo, Michele, “Poderes probatorios de las partes y del juez en Europa”, trad. de Eduardo Oteiza en RDP
2006-2-431, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe.
(2) “Las formas y la efectividad de la justicia de familia”, ponencia presentada en el XXVIII Congreso Nacional
de Derecho Procesal Jujuy, 2015.
(3) Trib. Sup. Just. Córdoba, sala Laboral, 9/11/2004, “Lázzari, Julián E. v. Consejo Nacional de Educación
Técnica dependiente del Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia”, AP 70020655.
(4) Peyrano, Jorge, “Sobre el activismo judicial”, en Activismo y garantismo judicial, Academia Nacional de
Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Córdoba, 2009, ps. 11 y ss.
(5) Ver Kemelmajer de Carlucci, Aída, “Principios procesales y tribunales de familia”, JA 1993-IV-676.
16
Medidas excepcionales bajo la mirada...
En efecto, si bien se trató de un proceso de da- En este sentido, la Corte Interamericana de Dere-
ños y no de una medida excepcional, resulta su- chos Humanos recordó que cuando el transcurso
mamente clarificador a los fines de comprender del tiempo repercuta de manera relevante en la
la importancia del principio oficioso y el activis- situación jurídica de un individuo en situación de
mo judicial lo resuelto el 31/8/2012 por la Corte vulnerabilidad, resultará necesario que el procedi-
Interamericana de Derechos Humanos, oportuni- miento avance con mayor diligencia a fin de que
dad en que declaró al Estado argentino interna- el caso se resuelva en un tiempo breve.
cionalmente responsable por haber excedido el
plazo razonable en el proceso civil por daños, vul- Advierto aquí que, en este contexto fáctico, la
nerar el derecho a la protección judicial y el dere- Corte identifica al plazo razonable con un lap-
cho a la propiedad privada y por el incumplimiento so que califica como breve y prescinde para es-
de la obligación de garantizar, sin discriminación, ta calificación de las precisiones que al respecto
el derecho de acceso a la justicia y el derecho a contuvieran las normas procesales infraconven-
la integridad personal, en perjuicio de Sebastián cionales aplicables a los procesos de conocimien-
Claus Furlan. to. Finalmente, el organismo jurisdiccional regio-
nal puntualizó que de la brevedad del proceso
En la sentencia dictada en el caso “Furlan”, la dependía el objetivo primordial del proceso judi-
Corte Interamericana de Derechos Humanos fue cial, cual era, en dicho caso, el de obtener una
enfática al considerar que el Estado, en ejercicio indemnización orientada a satisfacer las erogacio-
de su función jurisdiccional, ostenta un deber ju- nes indispensables para su rehabilitación y que la
rídico propio, por lo que la conducta de las auto- prolongación del proceso en este caso incidió de
ridades judiciales no debe quedar exclusivamen- manera relevante y cierta en la situación jurídica
te supeditada a la iniciativa procesal de la parte de la víctima con carácter irreversible, por cuan-
actora, observación que implica una clara desen- to al retrasarse la indemnización que necesitaba,
tronización del principio dispositivo infraconstitu- tampoco pudo recibir los tratamientos que hubie-
cional que rige el proceso en Argentina, al menos ran podido brindarle una mejor calidad de vida.
en la mayoría de las legislaciones procesales pro-
vinciales, y hasta la entrada en vigencia del nue- En atención a su naturaleza cautelar y protecto-
vo CCiv.yCom., momento en el cual todas ellas ria de los niños, niñas y adolescentes, cuanto más
debieran ser readecuadas conforme los principios aplicables resultan estas premisas sentadas por
allí sentados. la Corte a los controles de legalidad de las me-
didas excepcionales o al proceso de declaración
En dicho antecedente, el órgano jurisdiccional re- de adoptabilidad previstos en el nuevo texto del
gional atribuyó responsabilidad al Estado Argen- Código, donde el sujeto del proceso siempre se en-
tino sobre la base de considerar que, no obstan- cuentra en situación de vulnerabilidad y afectado
te tratarse de una pretensión orientada a obtener en cuanto a su derecho a la convivencia familiar.
una indemnización derivada de la discapacidad
física sobreviniente de una persona menor de En dicho precedente, una vez analizados los cua-
edad, el juez no había hecho uso de las que iden- tro elementos para determinar la razonabilidad
tifica como facultades ordenatorias e instructorias del plazo, la Corte Interamericana concluyó que
para resolver este asunto objeto de su conoci- las autoridades judiciales a cargo del proceso ci-
miento. El pronunciamiento de la Corte Interame- vil por daños y perjuicios y del cobro de la indem-
ricana de Derechos Humanos en este consideran- nización no actuaron con la debida diligencia y
do parece operar una suerte de caracterización de el deber de celeridad que exigía la situación de
las potestades jurisdiccionales como obligaciones vulnerabilidad en la que se encontraba el actor,
que reconocen como sujeto pasivo al juez nacio- razón por la cual excedieron el plazo razonable,
nal. Además, adujo que en el caso era imperati- violación que vulneró el derecho a las garantías
va la adopción de medidas positivas, determina- judiciales establecido en el art. 8.1, en relación
bles en función de las particulares necesidades con los arts. 19 y 1.1, todos de la Convención
de protección del sujeto de derecho. Americana, en perjuicio de Sebastián Furlan (6).
(6) Corte IDH, “Caso Furlan y Familiares v. Argentina”, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2012. Serie C. Nro. 246.
(7) Wagmaister, Adriana, citada por Arias de Ronchietto, Catalina E., La adopción, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
p. 104.
(8) Conf. D’Antonio, Daniel H., Régimen legal de la adopción, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe.
18
Medidas excepcionales bajo la mirada...
ser necesaria en casos particulares, por ejemplo, debido proceso, por medio de la cual debe defi-
en los casos en que el niño sea objeto de maltrato nirse la situación de niños, evitando que los pro-
o descuido por parte de sus progenitores. cesos donde se encuentran involucrados sus inte-
reses se prolonguen indebidamente en el tiempo.
A su vez, el art. 20 de la CDN se refiere al derecho
de los niños temporal o permanentemente priva- Es que corresponde resolver sobre la situa-
dos de su medio familiar, o cuyo superior interés ción legal de los NNyA a efectos de hacer ope-
exija que no permanezcan en este medio, a go- rativos los derechos contenidos en los Pactos
zar de la protección y asistencia especiales del Internacionales, Convención de los Derechos del
Estado, el que garantizará otro tipo de cuidado Niño (derecho a la convivencia familiar y comu-
para éstos, entre los cuales figurarán entre otros, nitaria, para que se desarrolle en plenitud); en
la integración en hogares de guarda… la adop- un tiempo razonable, conforme los parámetros
ción o, de ser necesario, la incorporación en ins- brindados por la Corte Interamericana en el caso
tituciones adecuadas de protección de menores. “Furlan”, en el menor tiempo posible, optimizan-
do los recursos judiciales y extrajudiciales a fin de
En un reciente artículo publicado, Silvia Eugenia que la decisión judicial sobre lo que pueda acon-
Fernández afirma: “En este último aspecto, la pro- tecer en el futuro al NNyA respecto del cual se di-
pia interpretación convencional que incluye en la rige la tutela legal, de acuerdo a su superior inte-
conceptualización del derecho a la vida familiar rés (arts. 2º y 5º, Convención sobre los Derechos
el estándar de prevalencia o ‘prioridad de la fa- del Niño, y art. 75, inc. 22, CN) se constituya
milia de origen’ exige que el Estado despliegue en el mejor resultado que la actividad del Estado
injerencias positivas lícitas en la vida familiar, es pueda brindar al caso concreto.
decir, acciones concretas y eficaces dirigidas a
garantizar la permanencia del niño en el ámbito En efecto, como desmembramiento de la garan-
de su familia; estas acciones son prioritariamen- tía al debido proceso contenida en el art. 18 de la
te de índole administrativas pero también juris- CN, es preciso resaltar que todo individuo no de-
diccionales. Es ésta la perspectiva de la doctrina be estar sujeto a un proceso judicial en forma pro-
de protección integral, que habilita la intervención longada. El principio de un juzgamiento en un pla-
estatal a partir de la noción de ‘vulneración de de- zo razonable debe tener mayor observancia en el
rechos’ del niño, disponiendo la intervención de caso de que quienes vean inciertos sus derechos
los organismos administrativos pertinentes, cuya y su situación, sean menores de edad. Así, se ha
misión es el restablecimiento de derechos” (9). afirmado con total acierto que “(l)a jerarquía de
los derechos vulnerados… y la consideración pri-
Ahora bien, en el marco de las medidas excep- mordial del interés del menor deben guiar la so-
cionales donde los NNyA han sido privados tem- lución del caso en orden a restablecerlos por una
poralmente de su derecho a la convivencia fami- parte y hacerlo con el menor costo posible –en-
liar en su grupo de origen, conforme el principio tendiendo esto último en términos de economía
de tutela judicial efectiva, y lo sostenido en cuan- y celeridad procesales–, atendiendo a razones de
to a prevenir el daño que se ocasiona en este tipo elemental equidad, todo ello sin mengua de la se-
de medidas urgentes, ¿cuál es el plazo razonable guridad jurídica, valor igualmente ponderable por
o el tiempo que debiera durar el proceso de reso- su trascendencia en toda decisión que tomen los
lución sobre la procedencia de las medidas dic- jueces (10).
tadas y, sobre todo, sobre la eficacia de las ac-
ciones implementadas en pos de restablecer los Tanto en doctrina como en jurisprudencia, he-
derechos vulnerados? mos repetido innumerable cantidad de veces que
la formula “el interés superior del niño” no pue-
Para responder debemos tener especialmente en de sustentarse vacía de contenido, sino que de-
cuenta el respeto a la garantía constitucional de be fundarse con miras a reconocer a los niños
(9) “La prevención del daño. Principio de prevención y derechos personalísimos. Una mirada desde la protección
del derecho a la vida familiar en el Código Civil y Comercial de la Nación”, AP AR/DOC/949/2016.
(10) Dra. Kogan, Ac. 56.535 sent. del 26/10/1996; Ac. 71.303, sent. del 12/4/2000; Ac. 78.726, sent. del
19/2/2002.
(11) Schneider, Mariel, “El tiempo como factor de respeto al Interés Superior del Niño”, Revista de Derecho de
Familia, 2011-V, p. 109.
20
La prohibición de la guarda de hecho en el CCiv.yCom.
desvirtuar la misión específica de los Juzgados de “…Una moderna concepción del proceso exige
Familia si éstos se limitaran a decidir problemas poner el acento en el valor eficacia de la función
humanos mediante la aplicación de una suerte de jurisdiccional y en el carácter instrumental de las
fórmulas o modelos prefijados, desatendiéndose normas procesales, en el sentido que su finalidad
de las circunstancias del caso que la ley les man- radica en hacer efectivos los derechos sustancia-
da concretamente a valorar (12). les cuya protección se requiere, y en ese marco
de actuación las medidas de la naturaleza de la
Así, compartimos el postulado que afirma que el solicitada se presentan como una de las vías ap-
juez de familia es un verdadero director del pro- tas, durante el trámite del juicio, para asegurar
ceso con amplios poderes de impulso y de prue- el adecuado servicio de justicia y evitar el riesgo
ba. Por ello el Código le impone el deber de impul- de una sentencia favorable pero ineficaz por tar-
sar el procedimiento, y le reconoce una actividad día…”. En ese pronunciamiento, la Corte Supre-
investigativa autónoma. Por la propia naturale- ma de Justicia de la Nación también recordó la
za del problema que se ventila en las medidas necesidad de que los jueces asuman su respon-
excepcionales, es menester que el juez pueda or- sabilidad de fallar los casos conforme a las parti-
denar el procedimiento, adecuándolo, instando el culares circunstancias de cada uno de ellos.
trámite, pues de ello no sólo derivará un conoci-
miento más certero del conflicto, sino el respeto Como sostuviera, los principios generales de los
por la duración razonable del proceso. procesos de familia, tal como se encuentran
incorporados al texto del CCiv.yCom. constituyen
Por lo demás, tal pareciera ser el horizonte hacia en la actualidad un texto normativo al cual se en-
el que se dirige la Corte Suprema de Justicia de cuentran sujetos los jueces, de allí la obligatorie-
la Nación que, en autos “Pardo, Héctor Paulino dad de adecuar sus intervenciones a la efectiva
y otro v. Di Césare, Luis Alberto y otro s/art. 250 prestación del servicio de justicia, utilizando las
del CPP”, dictada en el año 2011, enseñó que formas sólo en cuanto organizan el proceso.
SUMARIO:
I. Introducción.– II. La prohibición en el Código Civil y Comercial.– III. La excep-
ción a las guardas de hecho.– IV. Conclusiones
(1) Cafferata, José Ignacio, La guarda de menores, Buenos Aires, 1978, p. 55.
(2) C. Nac. Civ., sala E, 7/11/1995, LL 1997-E-690.
(3) Gutiérrez, Delia M. - Del Frade, Silvia C., “La nueva ley de adopción: una oportunidad perdida”, LL 1997-B-575.
(4) Herrera, Marisa, El derecho a la identidad en la adopción, t. I, Buenos Aires, 2008, p. 413.
(5) Burdeos, Florencia, “Reglamentación del Registro Único Nacional de Aspirantes a Guardas con Fines
Adoptivos ¿Mayor celeridad y transparencia para la adopción?”, Revista Lexis Nexis Buenos Aires, nro. 11, no-
viembre de 2006, Sección Doctrina, ps. 1213/1218; Burdeos, Florencia - Roveda, Eduardo G., “La flexibiliza-
ción del requisito de inscripción en el Registro de Aspirantes a Guardas con Fines de Adopción en la jurispru-
dencia”, elDial.com - DC160E, edición especial “Guarda preadoptiva: aspectos controvertidos del proceso”, del
23/6/2011.
(6) Lógicamente cuando se produce una entrega directa, la prolongación en el tiempo de la convivencia del ni-
ño con las personas a quienes fue entregado para su cuidado termina convirtiéndose en una “guarda de he-
cho”, que pone al juez ante la difícil situación de resolver sobre su continuidad o no, debido a los lazos afecti-
vos creados.
22
La prohibición de la guarda de hecho en el CCiv.yCom.
dadores solicitasen la adopción –con fundamento de un debido asesoramiento y apoyo acerca de la
en los lazos afectivos creados– para que la situa- decisión que adopten, a fin de que se trate efecti-
ción de hecho encontrara su correlato en la situa- vamente de un consentimiento informado (8).
ción jurídica.
En este marco, y garantizada la libertad en dicha
Este escenario es evidentemente distinto de las decisión, no veíamos obstáculo para que la opi-
guardas de hecho iniciadas a través de una entre- nión de la madre acerca de los futuros adoptan-
ga directa que tiene por objetivo obtener la adop- tes sea escuchada, y eventualmente, tenida en
ción (7). Es decir, de aquellos supuestos en que cuenta, siempre que el “superior interés del niño”
los progenitores entregan a su hijo a una perso- así lo aconseje.
na o matrimonio en guarda –sin recurrir al proce-
dimiento establecido legalmente–, quienes dejan Como veremos en los párrafos que siguen, la pro-
transcurrir el tiempo y se presentan mucho des- hibición de la guarda de hecho en el Código Civil
pués solicitando al juez su adopción. y Comercial, de manera expresa y categórica y la
posibilidad de reconocerle efectos sólo cuando se
En definitiva, concluíamos que la inclusión expre- funde en la existencia de un vínculo de parentes-
sa de las guardas de hecho en la ley, reconocien- co entre los progenitores del niño y los pretensos
do sus efectos, dejaba abierta la posibilidad de guardadores coincide, en gran medida, con la lí-
que se subsumieran dentro de la norma legal pre- nea de pensamiento que habíamos sostenido du-
vista situaciones fraudulentas o irregulares de ob- rante la vigencia de la ley 24.779.
tención de niños (esto es, las llamadas “entre-
gas directas”). II. LA PROHIBICIÓN EN EL CÓDIGO CIVIL
Y COMERCIAL
Ello no conlleva necesariamente a sostener que
los deseos y preferencias de la madre respecto El Código Civil y Comercial, en el art. 611 esta-
de la persona a quien quisiera entregar la guarda, blece:
no puedan ser especialmente considerados y, en
su caso, tenidos en cuenta; y solamente despla- “Guarda de hecho. Prohibición. Queda prohibida
zados cuando el interés superior del niño o mejor expresamente la entrega directa en guarda de ni-
interés debidamente comprobado en el caso en ños, niñas y adolescentes mediante escritura pú-
particular así lo aconsejase. blica o acto administrativo, así como la entrega
directa en guarda otorgada por cualquiera de los
Sentado ello, era nuestra opinión que si bien es progenitores u otros familiares del niño.
posible que los padres biológicos opinen acerca
de quiénes podrían ser los futuros adoptantes de ”La transgresión de la prohibición habilita al juez a
su hijo, ello debe hacerse dentro del marco ade- separar al niño transitoria o definitivamente de su
cuado, como es ante la autoridad judicial, luego guardador, excepto que se compruebe judicialmen-
(7) En idéntico sentido se pronuncia Esteban Caride, que en los supuestos de entrega directa de un hijo por par-
te de una madre a quienes serán los padres adoptivos del niño no habría técnicamente una guarda de hecho,
toda vez que conceptualiza a esta figura como “aquella situación en que los padres biológicos ponen a su hijo
bajo la custodia de un tercero para que –precisamente– lo guarden en el sentido de protegerlo y cuidarlo. Pero
no por ello se desprenden de su hijo en forma definitiva…”; preguntándose: “¿Y a quién es lógico confiar un hi-
jo propio en estas condiciones? A la persona que merezca la mayor confianza y la más cercana posible. Será a
los abuelos del niño, a un tío, a un hermano mayor, tal vez a un vecino…” (ver Caride, Esteban, “El abuso de la
guarda de hecho y el fraude a la ley”, LL 2002-C-915).
(8) Informar, en este sentido y siguiendo la opinión de Marisa Herrera, implica que el Estado ejecute políticas
sociales destinadas a educar, concienciar y contener desde varios aspectos (donde el económico, por lo ge-
neral, deviene el más urgente pero no el único) a las/os madres-padres biológicos. De este modo, la decisión
de entregar a su hijo en adopción será posterior a un abordaje integral que intente movilizar los recursos inter-
nos que posee toda persona con el fin de ampliar sus redes sociales (en especial la familiar) y así intentar res-
tituir derechos vulnerados (Herrera, Marisa, “¿Ciudadanos de ‘Segunda’? Autonomía de la voluntad y entrega
en adopción”, ponencia presentada en las XIX Jornadas Nacionales de Derecho Civil, Rosario 2003, Libro de
Ponencias, t. II, p. 195).
(9) Herrera, Marisa - Caramelo, Gustavo - Picasso, Sebastián (dirs.), Código Civil y Comercial de la Nación co-
mentado, t. II, Buenos Aires, 2015, p. 417.
(10) En esta inteligencia, es dable señalar que en una compulsa de expedientes de adopción realizada como
parte de trabajo de campo de una beca de doctorado del Conicet, se observó que los esfuerzos por conocer
quién era el padre del niño y de intentar llegar a él para que expresara su deseo de hacerse cargo o no del ni-
ño, eran casi nulos y que se consideraba suficiente la sola manifestación de la progenitora (ver resultados publi-
cados en la ponencia presentada para las I Jornadas del Servicio Social, Burdeos, Florencia, “Los derechos del
niño: acciones y omisiones”, en el Hospital Zonal Especializado “Dr. Noel H. Sbarra”, 7 y 9 de junio de 2007).
(11) Corte IDH, “Fornerón e hija v. Argentina”, Fondo, reparaciones y costas, del 27/4/2012.
(12) Cabe recordar que el art. 595, que enumera los principios generales que rigen la adopción, establece en su
inc. c) que deben agotarse las posibilidades de permanencia en la familia de origen o ampliada.
24
La prohibición de la guarda de hecho en el CCiv.yCom.
III. LA EXCEPCIÓN A LAS GUARDAS Por lo demás, ha señalado que la supresión de
DE HECHO la excepción basada en los lazos afectivos, pre-
senta otro obstáculo, cual es el hecho de que
El Anteproyecto de reforma –y también el texto de dos legislaciones locales regularon el proce-
presentado al Congreso de la Nación– disponía so de adopción siguiendo la línea legislativa del
como excepción a la regla de prohibición de la Anteproyecto y no del Código Civil y Comercial.
guarda de hecho, la existencia de una relación Se trata de las provincias de Buenos Aires, con la
de parentesco entre los guardadores y los padres, sanción de la ley 14.528, y la de Chaco, a través
como así también la relación previa de afectividad de la ley 7388.
entre estos mismos actores.
Según Marisa Herrera, este escenario legislativo
No obstante, se mantiene únicamente en el tex- de disonancia entre la normativa nacional y las le-
to aprobado del Código Civil y Comercial la excep- yes provinciales genera una gran cantidad de inte-
ción fundada en la existencia de un vínculo de rrogantes que merecen ser explicitados, amén de
parentesco –que incluye tanto la consanguinidad dejar abierto un nuevo debate de fuerte impac-
como la afinidad– entre los progenitores y los pre- to práctico. Ante una situación fáctica-afectiva o
tensos guardadores, supuesto en el cual se per- de “socio afectividad”, en la que los padres deci-
mite la convalidación de la guarda de hecho. Con- den que su hijo sea cuidado por alguna persona
validación que, no obstante, no será automática, de su entorno directo o indirecto que no sea téc-
esto es, por el solo hecho de ser pariente, sino nicamente pariente, y esto acontece en la provin-
que quien pretende asumir la crianza deberá ser cia de Buenos Aires o en el Chaco ¿qué normativa
evaluado por el juez, para garantizar su aptitud se aplicaría? ¿La ley provincial que admite como
adoptiva. excepción el vínculo o relación afectiva entre los
padres y los guardadores o el Código Civil que lo
La eliminación de la excepción fundada en la re- prohíbe y que en su excepción no está supuesto?
lación afectiva fue criticada por Marisa Herrera, ¿La guarda de hecho es materia de fondo o pro-
que entiende que no todo contacto directo entre cedimental? ¿Si se considera que es una cuestión
los padres de origen –por lo general las madres– de fondo, habría una extralimitación de la com-
y los pretensos adoptantes –guardadores de he- petencia provincial en materia federal? ¿Ley pos-
cho– responde o se debe a una interacción con terior (nuevo Código Civil) derogaría a ley anterior
ribetes de irregularidad y que, descartar de pla- (provincial)? En definitiva, ¿qué normativa termi-
no de la ley la posibilidad de reconocer que pue- naría resolviendo un conflicto como el planteado?
da existir una relación previa entre los padres de
origen y los pretensos adoptivos fundados en el No obstante los interrogantes que plantea esta
afecto entre ellos, constituye una decisión erró- autora, cabe señalar que en el ámbito de la pro-
nea porque sólo se valora el vínculo de parentes- vincia de Buenos Aires se ha aprobado un nue-
co como el único hábil para ser la excepción a la vo Reglamento del Registro Central de Aspiran-
prohibición de la guarda de hecho (13). tes a Guardas con Fines de Adopción, a través de
la Acordada 3607 –que derogó la anterior Acor-
Según esta autora, el texto que reza el art. 611 del dada 2707–, que se alinea con la prohibición de
CCiv.yCom. parte de un presupuesto general al pre- las guardas de hecho que establece el Código Ci-
sumir que toda relación de afecto que pueda tener vil y Comercial.
un niño con una persona que no sean sus padres
o parientes es, de por sí, una interacción irregu- En este sentido, el art. 2º contiene entre las obli-
lar más cercana a la apropiación que a un supues- gaciones de información de los magistrados, la de
to de adopción, lo que no es siempre así. Por en- comunicar “datos sobre las llamadas guardas de
de, si hay excepciones –aunque sean situaciones hecho, cuando en el marco de la inscripción de
de este tenor, excepcionales– ello podría haber si- postulantes a guardas con fines de adopción y/o
do contemplado por la ley civil y era lo que se pre- de la sustanciación de actuaciones judiciales se
tendía hacer en la redacción originaria del art. 611. constatara la existencia de las mismas” (inc. f]).
(13) Herrera, Marisa, “Panorama general del derecho de las familias en el Código Civil y Comercial. Reformar pa-
ra transformar”, Sup. Especial Nuevo Código Civil y Comercial 2014 (noviembre), 17/11/2014, p. 39.
(14) Nótese que en el art. 625, que establece las pautas para el otorgamiento de la adopción plena, se refie-
re al supuesto en que los progenitores hayan manifestado ante el juez su decisión libre e informada de dar a
su hijo en adopción.
(15) En el mismo sentido, Carolina Videtta ha manifestado su opinión contraria a las guardas de hecho, porque
claramente se contraponen a los principios que pregona tanto la CDN como la ley 26.061 y que el Código Civil
y Comercial introduce expresamente en el proceso de adopción. Así, se cuestiona: “¿Quién garantizó que real-
mente fuera imposible para ese niño su permanencia en la familia de origen? ¿Y la familia ampliada? ¿Y el de-
recho a la identidad de ese niño? Sin dejar de mencionar que estas prácticas cosifican a los niños, fomentan
el tráfico de los mismos y el ‘amiguismo’ en la entrega. Por otra parte, se ‘entrega’ a los niños a personas cu-
ya habilidad y aptitud no ha sido evaluada para garantizar a los mismos, de manera permanente y duradera, su
protección y respeto. Esto sin olvidarnos de mencionar a quienes, respetuosos de la ley, se someten al trámi-
te legal” (Videtta, Carolina, “El proceso de adopción y su interacción con el Sistema de Protección Integral de
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes”, LL, Suplemento Especial “Familia: filiación y responsabilidad paren-
tal”, mayo 2015, p. 123).
26
La prohibición de la guarda de hecho en el CCiv.yCom.
es decir, aquellas “guardas de hecho” iniciadas Por lo demás, esta delegación en el ejercicio de
por motivos circunstanciales y temporarios (enfer- la responsabilidad parental se caracteriza preci-
medad, viaje, dificultades económicas, etc.), des- samente por su transitoriedad, pues la norma fija
tinadas a ser transitorias, encuentran ahora re- un plazo máximo de un año –prorrogable por úni-
cepción legal en el art. 643 del CCiv.yCom., que ca vez por razones fundadas y con intervención de
faculta a los progenitores a delegar el ejercicio de todos los involucrados por el mismo plazo–, ven-
la responsabilidad parental en un pariente. cido el cual deberá, eventualmente, resolverse la
situación del niño, niña o adolescente bajo alguna
Así, la norma establece que “(e)n el interés del de las figuras previstas en el Código.
hijo y por razones suficientemente justificadas,
los progenitores pueden convenir que el ejerci- Y, para robustecer la prohibición de las guardas
cio de la responsabilidad parental sea otorgado a de hecho, se establece además en el párrafo fi-
un pariente, sin perjuicio de lo establecido en el nal del art. 611 que ni la guarda judicial ni la de-
art. 674. El acuerdo con la persona que acepta legación del ejercicio de la responsabilidad pa-
la delegación debe ser homologado judicialmen- rental deben ser consideradas a los fines de la
te, debiendo oírse necesariamente al hijo. Tiene adopción.
un plazo máximo de un año, pudiendo renovarse
judicialmente por razones debidamente fundadas, Vinculado con ello, el art. 106 establece la pre-
por un período más con participación de las par- sunción de que “(s)i los padres hubieran delegado
tes involucradas. Los progenitores conservan la ti- el ejercicio de la responsabilidad parental en un
tularidad de la responsabilidad parental, y mantie- tercero, se presume la voluntad de que se lo nom-
nen el derecho a supervisar la crianza y educación bre tutor de sus hijos menores de edad”.
del hijo en función de sus posibilidades.
En definitiva, si vencidos los plazos de guarda ju-
”Igual régimen es aplicable al hijo que sólo tiene dicial o de delegación del ejercicio de la respon-
un vínculo filial establecido”. sabilidad parental, el niño, niña o adolescente no
pudiera volver con sus progenitores, el juez de-
A su vez, en los mismos supuestos que los previs- berá resolver la situación del niño, inclinándose,
tos en esta norma, el juez puede otorgar la guarda en primer lugar, por otorgar la tutela a quienes
a un pariente por idéntico plazo, vencido el cual tienen su guarda. Eventualmente, podrá consi-
debe resolver la situación del niño, niña o adoles- derar la posibilidad de otorgar la adopción, para
cente mediante otras figuras que se regulan en lo cual deberá previamente declarar la situación
el Código (art. 657 del CCiv.yCom.). Se advierte, de adoptabilidad, cumpliendo el trámite especial-
entonces, que justamente estas normas prevén mente previsto para llegar a dicha decisión.
la posibilidad de que los progenitores, ante situa-
ciones excepcionales, de gravedad y transitorias, IV. CONCLUSIONES
puedan delegar el ejercicio de la responsabilidad
parental en un tercero, que además debe ser pa- Entendemos que la prohibición de las guardas de
riente y cuya idoneidad será evaluada por el juez hecho establecida en el art. 611 del CCiv.yCom.
en forma previa a su otorgamiento. tiene una finalidad notoriamente preventiva, que
tiende a erradicar las “entregas directas” de niños
La circunstancia de que la persona elegida por los con miras a su futura adopción, priorizando sobre
progenitores para ejercer la responsabilidad pa- todo el interés superior del niño involucrado, pero
rental tenga que ser pariente (16) está justamente también el de su familia de origen.
destinada a evitar que se utilice esta nueva figura
para formalizar una guarda de hecho, reforzando Ya la Corte Suprema (17) había dicho en un fa-
una vez más su prohibición. llo que “(e)l apartamiento de sus pautas [de la
(16) La delegación de la responsabilidad parental puede recaer también en el progenitor afín, que pese a no ser
pariente, encuentra su razón de ser en la convivencia con el niño, niña o adolescente y está regulada de mane-
ra específica en el art. 674 del Código Civil y Comercial.
(17) Del Dictamen del Procurador General, en el fallo de la Corte Sup., 16/9/2008, “G., M. G.”, LL del 1/10/2008,
p. 11; LL 2008-F-59, con nota de Rodolfo G. Jáuregui; LL 2009-A-450, con nota de Silvia E. Fernández.
SUMARIO:
I. Introducción.– II. Medidas de protección de derechos.– III. Características de
las medidas de abrigo.– IV. La declaración de adoptabilidad.– V. Interés superior
del niño.– VI. Las normas del Código Civil y Comercial.– VII. Conclusión
28
Las medidas de protección de derechos...
(BO 26/10/2005) y en el ámbito de la provincia gral de derechos” (arts. 37 de la ley 26.061 y 35
de Buenos Aires por ley 13.298 (BO Provincia de de la ley 13.298). La doctrina las ha calificado
Buenos Aires del 27/1/2005). Ambas legislacio- como “medidas de protección ordinaria” y “medi-
nes establecen un sistema de protección de de- das de protección excepcionales” o “especiales”.
rechos de los niños, niñas y adolescentes, rea-
firmando el cambio de paradigma que produjo la En este orden de ideas, las ordinarias son aque-
norma internacional en cuanto a que el niño ya llas tendientes a que las niñas, niños o adoles-
no es objeto de derecho sino sujeto de derecho. centes permanezcan conviviendo con su grupo
familiar, como solicitud de becas de estudio o pa-
La ley 26.061 sigue los lineamientos generales ra jardines maternales o de infantes, e inclusión
de la Convención, imponiendo obligaciones al y permanencia en programas de apoyo escolar;
Estado dentro de los tres poderes constituciona- asistencia integral a la embarazada; inclusión de
les (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Asimismo, la niña, niño, adolescente y la familia en progra-
adopta una concepción de la infancia basada en mas destinados al fortalecimiento y apoyo fami-
los siguientes principios: 1) el reconocimiento de liar; cuidado de la niña, niño y adolescente en su
la niñez como una etapa específica e indispensa- propio hogar, orientando y apoyando a los padres,
ble del desarrollo humano, y 2) el reconocimiento representantes legales o responsables en el cum-
de los niños como titulares de derecho (1). Espe- plimiento de sus obligaciones, juntamente con el
cíficamente, en aquellos casos en que la perma- seguimiento temporal de la familia de la niña, ni-
nencia del niño con sus padres biológicos no sea ño o adolescente a través de un programa; tra-
posible, ya sea por abandono, por fallecimien- tamiento médico, psicológico o psiquiátrico de
to de sus progenitores, o por separación de és- la niña, niño o adolescente o de alguno de sus
tos en función de su interés superior, el art. 20 padres, responsables legales o representantes y
de la CDN establece la obligación del Estado de asistencia económica.
brindar protección y asistencia especial a esos
niños. Como se puede observar, son medidas general-
mente de carácter económico y dirigido a todo el
Antes de la sanción de las leyes 26.061 y 13.298, grupo familiar, no sólo al niño, y es el Poder Eje-
ante una situación de “desprotección” o “desam- cutivo el obligado principal de otorgar estas me-
paro” de un niño por parte de su familia, se daba didas. El Poder Judicial puede ordenar al Estado
intervención directamente al Poder Judicial, a tra- a establecer políticas públicas que garanticen los
vés de denuncias o comunicaciones efectuadas derechos consagrados en la normativa.
por otros efectores sociales (policía, hospital, es-
cuela), el cual decidía la “disposición” del niño y En este orden de ideas, la jurisprudencia orde-
su internación en alguna institución dependiente nó al Estado a través de su servicio zonal de pro-
del Poder Ejecutivo. moción y protección de los derechos del niño a
la asistencia económica de la familia. Así dispu-
En este trabajo analizaré las medidas de protec- so: a) la proporción de materiales para la cons-
ción de derechos y la declaración de adoptabili- trucción necesarios a fin de que se termine de
dad establecidas en las mencionadas legislacio- edificar en la casa familiar la habitación necesa-
nes, el interés superior del niño y su regulación en ria para que la progenitora viva con sus hijos, sin
el Código Civil y Comercial. cargo de reintegro; b) la proporción de pañales y
asistencia económica necesaria para que alimen-
II. MEDIDAS DE PROTECCIÓN DE DERECHOS te, vista y brinde atención de salud que los niños
requieren durante el plazo de un año y medio,
Tanto la ley nacional como la provincial estable- y c) la inclusión de la progenitora en planes de ca-
cen la aplicación de “medidas de protección inte- pacitación laboral (2).
(1) Herrera, Marisa (De la Torre, Natalia - Fernández, Silvia E. [colabs.]), Manual de Derecho de las Familias,
AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2015, p. 38.
(2) C. Civ. y Com. Mercedes, sala 1ª, 8/11/2013, “M., D s/medida de abrigo”, AR/JUS/75371/2013, con nota
de Giovannetti, Patricia - Roveda, Eduardo G., “El principio de inmediatez y su aplicación imprescindible en los
procesos de familia”, RDFyP, año IV, nro. I, enero-febrero 2014, p. 86.
La aplicación de este tipo de medidas debe ser Para la adopción de la “medida excepcional”, la
ante circunstancias que revistan tal gravedad ley es exigente en cuanto a sus fundamentos, re-
(3) Fernández, Silvia E., “Medidas de protección de derechos de la infancia y adopción. A propósito de un fallo
de la Corte Sup.”, LL del 9/2/2009, p. 7; LL 2009-A-450.
(4) Sup. Corte Bs. As., 15/7/2015, C.C.119.047, “S., H. E. s/abrigo”, http://juba.scba.gov.ar/VerTextoCompleto.
aspx?idFallo=126521.
30
Las medidas de protección de derechos...
quisitos y control. Los motivos que la habilitan se En cambio, la ley provincial establece el plazo de
califican como “graves” y la naturaleza de tal “gra- 180 días sin prever prórroga alguna.
vedad” está dada por la referencia a los arts. 9º y
19 de la CDN. La medida también procede a re- Determinar un lapso idóneo para estas decisiones
querimiento del propio niño. resulta tarea compleja, pues detrás de la indefi-
nición de los tiempos de “los” procesos de adop-
El decreto 415/2006 la autoriza cuando se ve- ción, confluyen la necesidad de compatibilizar la
rifiquen “circunstancias graves que amenacen o exigencia de pronta resolución de la situación del
causen perjuicio a la salud física o mental del ni- niño con el cumplimiento de los plazos del debido
ño... y/o cuando fuere víctima de abuso o maltra- proceso de sus progenitores. Esto pone en juego
to por parte de sus padres o convivientes” y no re- trascendentes intereses: los de los niños, los de
sulte posible la exclusión del hogar de la persona los pretensos adoptantes y los padres biológicos
que causa el daño. cuya responsabilidad parental se extinguirá (6).
(5) Fernández, Silvia E., “Medidas de protección de derechos de la infancia y adopción…”, cit.
(6) Fernández, Silvia E., “Medidas de protección de derechos y adopción. La complejidad en la articulación y el
Código Civil y Comercial”, RCCyC 2015 (noviembre), 17/11/2015, p. 29.
Dicha declaración requiere, según el supuesto, de “A los efectos de la presente ley se entiende por
la previa decisión de privar a los padres de la pa- interés superior de la niña, niño y adolescente la
tria potestad, o del consentimiento informado de máxima satisfacción, integral y simultánea de los
los progenitores. derechos y garantías reconocidos en esta ley.
En la actualidad, la mirada en los juicios de fami- ”e) El equilibrio entre los derechos y garantías de
lia tiene que estar puesta en los niños y respon- las niñas, niños y adolescentes y las exigencias
der a su superior interés, ya que es la parte más del bien común;
débil de dichos procesos judiciales.
”f) Su centro de vida. Se entiende por centro de
El art. 3º de la Convención sobre los Derechos del vida el lugar donde las niñas, niños y adolescen-
Niño sienta como regla general que en todo asun- tes hubiesen transcurrido en condiciones legíti-
to donde se involucren niños debe estarse a su mas la mayor parte de su existencia.
interés superior, siendo éste una fórmula amplia
y general que deberá determinarse en cada caso ”Este principio rige en materia de patria potestad,
en concreto. pautas a las que se ajustarán el ejercicio de la
misma, filiación, restitución del niño, la niña o el
La Observación 14 del Comité de los Derechos adolescente, adopción, emancipación y toda cir-
del Niño, en su párr. 4º, establece: “El objetivo cunstancia vinculada a las anteriores cualquiera
del concepto de interés superior del niño es ga- sea el ámbito donde deba desempeñarse.
(7) Burdeos, Florencia, “La adopción como medida de protección”, UNLP 2008 (agosto), 1/1/2008, p. 122;
AR/DOC/831/2008.
32
Las medidas de protección de derechos...
”Cuando exista conflicto entre los derechos e plia acepción del vocablo, y son sus necesidades
intereses de las niñas, niños y adolescentes fren- las que definen su interés en cada momento de la
te a otros derechos e intereses igualmente legíti- historia y de la vida” (9).
mos, prevalecerán los primeros”.
Asimismo, dispuso que “en la práctica, la aplica-
Así, también se establece dicho interés en el ción del interés superior es una cuestión compleja
art. 4º de la ley provincial: y su contenido debe determinarse caso por caso.
De este modo puede definirse al ‘interés del me-
“Se entiende por interés superior del niño la máxi- nor’ como el conjunto de bienes necesarios para
ma satisfacción integral y simultánea de sus dere- el desarrollo integral y la protección de la perso-
chos en un marco de libertad, respeto y dignidad, na y los bienes de un menor dado, y entre ellos,
para lograr el desenvolvimiento de sus potencia- el que más conviene en una circunstancia histó-
lidades, y el despliegue integral y armónico de su rica determinada, analizado en concreto, ya no
personalidad. es concebible un interés del menor puramente
abstracto, por lo que debe quedar excluida toda
”Para determinar el interés superior del niño, en consideración dogmática para entender exclusi-
una situación concreta, se debe apreciar: vamente a la circunstancias particulares que pre-
senta cada caso…” (10).
”a) La condición específica de los niños como su-
jetos de derecho. Tanto las medidas de protección de derechos co-
mo el estado de adoptabilidad deben tenerse en
”b) La opinión de los niños de acuerdo a su desa- cuenta y sobre todo centrarse dicha decisión en el
rrollo psicofísico. interés superior de los niños, niñas o adolescentes.
”c) La necesidad de equilibrio entre los derechos y En este orden de ideas, la mencionada Observa-
garantías de los niños, y sus deberes. ción 14 del Comité de los Derechos dispone: “El
objetivo del art. 3º, párr. 1º, es velar por que el
”d) La necesidad de equilibrio entre los derechos derecho se observe en todas las decisiones y me-
y garantías de los niños, y las exigencias de una didas relacionadas con el niño. Esto significa que,
sociedad justa y democrática. en cualquier medida que tenga que ver con uno
o varios niños, su interés superior deberá ser una
”En aplicación del principio del interés superior consideración primordial a que se atenderá. El
del niño, cuando exista conflicto entre los dere- término ‘medida’ incluye no sólo las decisiones,
chos e intereses de todos los niños, frente a otros sino también todos los actos, conductas, pro-
derechos e intereses igualmente legítimos, preva- puestas, servicios, procedimientos y demás ini-
lecerán los primeros”. ciativas” (punto IV, A, 1 a, 17).
Ha dicho reiteradamente la Suprema Corte de la VI. LAS NORMAS DEL CÓDIGO CIVIL
Provincia de Buenos Aires que el interés superior Y COMERCIAL
del menor excluye toda consideración dogmática
“…Lo que hoy resulta conveniente mañana pue- El Código Civil y Comercial recoge lo que la doc-
de ya no serlo, y a la inversa, lo que hoy aparece trina y la jurisprudencia han venido utilizando
como inoportuno puede en el futuro transformar- en la práctica, esto es, el decreto de estado de
se en algo pertinente” (8). adoptabilidad.
También dijo que “el interés superior del niño se Marisa Herrera entiende que el Código Unificado
conecta con la idea de bienestar en la más am- regula dos procesos para alcanzar la adopción
(8) Conforme fallos: Sup. Corte Bs. As., 5/12/2007, “B., G. S. v. M. G., R. A. s/incidente de modificación régi-
men de visitas”, C.87.970; íd., 21/5/2008, “F., M. B. v. R., L. s/venia supletoria”, C.99.273; íd., 26/10/2010,
“D., A. E. v. D., C. y otro s/tenencia”, C.91.622.
(9) Sup. Corte Bs. As., 6/10/2010, “N., N o U., V. s/protección de personas”, C.111.870.
(10) Fernández, Silvia E., “Medidas de protección de derechos de la infancia y adopción…”, cit.
(11) Herrera, Marisa (De la Torre, Natalia - Fernández, Silvia E. [colabs.]), Manual de Derecho de las Familias,
AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2015, p. 588.
(12) Medina, Graciela - Roveda, Eduardo G., en Rivera, Julio César - Medina, Graciela (dirs.), Derecho de
Familia, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2016, p. 621.
(13) Medina, Graciela - Roveda, Eduardo G., en Rivera, Julio César - Medina, Graciela (dirs.), Derecho de
Familia, cit., p. 620.
(14) Kemelmajer de Carlucci, Aída - Herrera, Marisa - Lloveras, Nora (dirs.), Tratado de Derecho de Familia se-
gún el Código Civil y Comercial de 2014, t. III, “Arts. 594 a 637”, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2015, p. 18.
(15) Roveda Eduardo G. - Alonso Reina, Carla F., “Declaración judicial de adoptabilidad (comentario art. 607)”,
en Rivera, Julio César - Medina, Graciela (dirs.) - Esper, Mariano (coord.), Código Civil y Comercial comentado,
La Ley, Buenos Aires, 2015, p. 442.
34
Las medidas de protección de derechos...
preservación de los vínculos fraternos, priorizándo- En este contexto, las leyes de protección de dere-
se la adopción de grupos de hermanos en la mis- chos de los niños, niñas y adolescentes ponen el
ma familia adoptiva o, en su defecto, el manteni- acento en ellos y en su interés superior.
miento de vínculos jurídicos entre los hermanos,
excepto razones debidamente fundadas; e) el de- Dicho interés debe estar enfocado en las circuns-
recho a conocer los orígenes; f) el derecho del ni- tancias actuales de cada uno de ellos y tendiendo
ño, niña o adolescente a ser oído y a que su opi- a que cese su estado de indefensión y vulneración
nión sea tenida en cuenta según su edad y grado de derechos, en el plazo más breve posible, para
de madurez, siendo obligatorio requerir su consen- no seguir exponiendo a los niños a ese estado de
timiento a partir de los diez años”. vulnerabilidad en el que se encuentran.
En esta etapa, necesariamente deben intervenir, Acertadamente, tanto la Convención como las le-
con carácter de parte, el niño, niña o adolescen- yes nacional y provincial disponen como regla ge-
te, si su edad y grado de madurez se lo permiten, neral que los niños deben criarse y crecer dentro
más los padres u otros representantes legales del del seno de su familia biológica, y sólo como me-
niño, niña o adolescente. También deben actuar dida excepcional y en circunstancias “graves” que
en la primera fase del proceso el organismo ad- hagan imposible dicho objetivo, se posibilita el
ministrativo que participó en la etapa extrajudicial, dictado de las denominadas “medidas de abrigo”.
y el Ministerio Público, debido a lo preceptuado
por el art. 103 del ordenamiento civil. A su vez, el Como manifesté en los capítulos anteriores, las
juez está facultado para escuchar a otras perso- legislaciones no preveían la declaración del esta-
nas –quienes también pueden comparecer, pero do de adoptabilidad. Sin embargo, en la práctica
no con el carácter de parte–, tales como parien- judicial se dictaban bajo diferentes denominacio-
tes y otros referentes afectivos, que podrían apor- nes: “declaración de adoptabilidad”, “declara-
tar datos relevantes y significativos sobre la situa- ción de estado de adoptabilidad”, “declaración de
ción del niño (art. 608). abandono”.
El Código Civil y Comercial fija plazos concretos El Código Civil y Comercial no sólo recepta lo que
para la toma de estas decisiones. Así, al plazo la doctrina y jurisprudencia han venido sostenien-
máximo de las medidas de protección integral, es do, regulando expresamente dentro del proce-
decir 180 días (art. 607, inc. c]), se suma un lap- dimiento de adopción, el decreto de estado de
so máximo para la definición de la situación de adoptabilidad, sino que además, en el afán de la
adoptabilidad de 90 días (art. 607, final). “constitucionalización del derecho privado”, que
caracteriza a la nueva normativa civil, se han es-
El proceso finaliza con la sentencia que declara tablecido los principios esenciales que consagra
la situación de adoptabilidad y que debe disponer la Convención de los Derechos del Niño.
las medidas pertinentes para, en un plazo máximo
de diez días, seleccionar postulantes del Registro Así se puede ver que todo el procedimiento de
de Aspirantes a Guarda con Fines de Adopción. adopción tiene como finalidad proteger el dere-
cho de los niños, niñas y adolescentes a vivir y a
Por su parte, la guarda con fines de adopción no es desarrollarse en una familia que les procure los
un proceso independiente, sino un paso intermedio cuidados tendientes a satisfacer sus necesida-
entre la situación de adoptabilidad y la adopción, des afectivas y materiales, cuando éstos no pue-
dirigido a la evaluación del vínculo entre los preten- den ser proporcionados por su familia de origen
sos adoptantes y el niño, cuyo plazo será fijado por (art. 594).
el juez, no pudiendo exceder de seis meses.
Asimismo, se destaca que los niños, niñas y ado-
VII. CONCLUSIÓN lescentes son parte en el proceso si tienen edad
y grado de madurez suficiente, en concordancia
La Convención sobre los Derechos del Niño esta- con lo dispuesto en el art. 12 de la Convención
blece un cambio de paradigma en cuento el niño sobre los Derechos del Niño, que consagra el de-
deja de ser objeto de derecho, para pasar a ser recho a ser oído en cualquier proceso judicial que
sujeto de derecho. los afecte.
SUMARIO:
El instituto de la adopción fue incorporado en La ley 13.512 fue precisamente la que incorporó
nuestro derecho positivo en el año 1948, suplien- el instituto de la adopción en nuestra legislación,
36
La adopción simple y plena. Conceptos
otorgando parentesco sólo entre el adoptado y el su otorgamiento en la adopción plena, la acción
adoptante, admitiendo de este modo solamente de filiación o reconocimiento posterior a la adop-
la adopción en forma simple. ción simple y las facultades reconocidas al juez a
la hora de otorgar una adopción, intentando en
Posteriormente, la ley 19.134 incorporó a nues- todo tiempo establecer las diferencias existentes
tro derecho la adopción plena, que se admitió respecto del Código sustituido.
respecto de menores abandonados, sin filiación
acreditada, huérfanos o cuyos padres hubiesen Asimismo, trataré el tema del prenombre y del ape-
perdido la patria potestad. Sin perjuicio de esto se llido del adoptado según sea el tipo de adopción de
mantenía la adopción simple respecto de aquellos que se trate, y la posibilidad de convertir la adop-
menores que no se encontrasen en alguno de es- ción simple en plena en el nuevo ordenamiento.
tos supuestos.
Finalmente, analizaré la conveniencia de otorgar
Finalmente, y como consecuencia de la incor- uno u otro tipo adoptivo, considerando las reglas
poración de la Convención Internacional de los que debe tener en cuenta el juez al momento de
Derechos del Niño al texto constitucional –a tra- tomar esta decisión.
vés del art. 75, inc. 22– en el año 1997 fue san-
cionada la ley 24.779, la cual mantuvo la duali- II. LA ADOPCIÓN PLENA EN EL CÓDIGO
dad de los tipos adoptivos. CIVIL Y COMERCIAL. CONCEPTO. EFECTOS
A su vez, en el art. 330 del Código actualmente El art. 620 de nuestro Código Civil y Comercial de-
sustituido se establecía que el juez podía otorgar fine a la adopción plena como aquella que “con-
la adopción simple y no plena cuando sea más fiere al adoptado la condición de hijo y extingue
conveniente para el menor o a pedido de parte los vínculos jurídicos con la familia de origen, con
por motivos fundados. la excepción de que subsisten los impedimentos
matrimoniales”. A su vez, establece que el adop-
Actualmente, el Código Civil y Comercial incorpo- tado tiene en la familia adoptiva los mismos dere-
ra una clasificación tripartita, en el Libro II, Título chos y obligaciones de todo hijo.
VI, cap. 5, en relación con el instituto de la adop-
ción. El art. 619, más precisamente, enumera los En otras palabras, la adopción plena otorga al
tres tipos de adopción que existen: plena, simple adoptado una filiación que sustituye a la de ori-
y de integración. gen, y como consecuencia de ello, deja de per-
tenecer a su familia biológica, extinguiéndose de
Como veremos, la nueva legislación opta por no esta forma el parentesco con los integrantes de
crear sistemas rígidos de adopción, privilegiando su familia de origen.
el mantenimiento de las relaciones con la familia
biológica en el supuesto de adopción plena, y fa- Podemos notar que este artículo conserva la an-
voreciendo el vínculo jurídico con los parientes de tigua estructura del art. 323 del Código sustitui-
la familia del adoptante en la adopción simple. do, manteniendo así, como principio general, la
extinción de los vínculos con la familia de origen.
De esta forma, la adopción plena y simple se rela-
tivizan, manteniéndose lazos con la familia de ori- Sin embargo, el Código, en su art. 621, otorga al
gen en la primera y creándose lazos con la familia juez la facultad de mantener subsistente el víncu-
del adoptante en la segunda (1). lo jurídico con uno o varios parientes de la familia
de origen –a pedido de parte y por motivos funda-
Me enfocaré en analizar dentro del nuevo régimen dos–, siempre y cuando sea más conveniente pa-
solamente el instituto de la adopción plena y sim- ra el niño, niña o adolescente.
ple, desarrollando sus efectos, juntamente con la
mayor flexibilización que se les ha otorgado en al- Dentro de los efectos de este tipo adoptivo, sin
gunos casos a algunos de ellos, las pautas para lugar a dudas la posibilidad de preservar la sub-
(1) Medina, Graciela, “Las diez grandes reformas al derecho de familia”, Revista de Derecho de Familia y
Personas, 2012.
Estimo que el supuesto más común en el cual Sin embargo, esta excepción podría estar justifi-
se mantendrán los lazos con la familia de origen cada cuando se trate de alimentos, sin perjuicio
en la adopción plena será en el caso de herma- de que dicha circunstancia es una de las que de-
nos. Puede ser que un grupo de hermanos no be evaluarse de los adoptantes, mas resulta injus-
puedan ser dados todos en adopción a una mis- tificable en términos sucesorios, ya que el adop-
ma familia, ya sea porque no se encuentre es- tado podrá eventualmente adoptar como hijo a
ta familia o porque algunos niños no quieran ser más de un padre o una madre (4).
adoptados y otros sí. En estos supuestos, puede
resultar conveniente tanto la adopción plena co- III. PAUTAS PARA EL OTORGAMIENTO
mo el mantenimiento de los lazos fraternos y es DE LA ADOPCIÓN PLENA
correcto que la norma no impida la adopción ple-
na por beneficiar el lazo de los hermanos, ni vice- Las pautas para el otorgamiento de la adopción
versa, cuando se puede dejar a estos persistentes plena, se encuentran establecidas en el art. 625
al tiempo que se adopta plenamente (2). del Código Civil y Comercial, y sirven de guía pa-
ra el juez, al momento de discernir respecto de
Otro efecto de la adopción plena es su irrevocabi- la adopción plena, teniendo en consideración las
lidad. Esta característica hace al objeto sustancial circunstancias del caso y el interés superior del
de su otorgamiento y contribuye a afianzar los vín- niño.
culos familiares creados.
Debemos distinguir dos situaciones diferentes
Es importante señalar en este punto, que si bien que nos plantea la norma citada: la que surge del
se mantiene la irrevocabilidad de la adopción ple- primer párrafo, que es obligatoria para el juez, y
na –tal como sucedía en el Código anterior–, el la que se desprende de la segunda parte del ar-
nuevo Código permite en su art. 624 la acción de tículo, la cual es facultativa para el magistrado,
filiación o el reconocimiento posterior a su otor- siempre teniendo en cuenta las circunstancias del
gamiento sólo a los efectos de posibilitar el dere- caso y en el mejor interés de los niños, niñas o
cho alimentario y sucesorio a favor del adoptado, adolescentes a otorgar la adopción plena.
sin verse alterados los otros efectos derivados de
la adopción. Cabe agregar que la utilización del término “pre-
ferentemente” nos está diciendo que el legislador
En principio, esto parecería contradictorio, ya que, ha establecido una selección normativa que debe
como vimos, la adopción plena confiere al adop- ser utilizada de modo preponderante: la adopción
tado la condición de hijo y extingue los vínculos ju- plena para niños huérfanos o con filiación desco-
rídicos con la familia de origen. nocida (5).
(2) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, t. II,
La Ley, Buenos Aires, 2014.
(3) Kemelmajer de Carlucci, Aída - Herrera, Marisa - Lloveras, Nora, Tratado de Derecho de Familia según el
Código Civil y Comercial de 2014, t. III, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2014.
(4) Medina, Graciela, “Las diez grandes reformas al derecho de familia”, cit.
(5) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.,
t. II.
38
La adopción simple y plena. Conceptos
En otras palabras, se impone al juez el otorga- En este caso, será el juez quien valore estas cir-
miento de la adopción plena en caso de encon- cunstancias, determinando si resultan contrarias
trarnos con niños, niñas o adolescentes que sean al interés del menor, y así construir el concepto de
huérfanos de padre y madre (aquellos que por desamparo o abandono que coloque al niño en si-
cualquier circunstancia hubieren perdido a sus tuación de adoptabilidad.
padres), o que no tengan una filiación acredita-
da (es decir, los hijos de padres desconocidos). b) Cuando sean hijos de padres privados de la
responsabilidad parental: Este inciso considera
En cambio, en el resto de los supuestos que enu- que se encuentran en situación de ser adoptados
mera la norma, se prevé como una posibilidad, en forma plena los menores cuyos padres hubie-
autorizando al juez a decidir respecto de la adop- sen sido privados de la patria potestad.
ción plena, teniendo en cuenta las circunstancias
del caso y el interés superior del niño. Para que sea factible la adopción conforme esta
causal, ambos progenitores deben haber sido pa-
Con esta fórmula, el Código desecha la plasma- sibles de esta medida por estar incursos en algu-
da en el art. 325 del Código derogado, que es- nos de los supuestos previstos en el art. 700 del
tablecía: “Sólo podrá otorgarse la adopción ple- Código. Debemos distinguir esta situación de los
na...”, en la que igualaba distintas hipótesis que casos de suspensión de su ejercicio, en los cua-
encorsetaban las posibilidades, produciendo en les corresponde discernir la tutela del menor, de
muchos casos situaciones de injusticia, y la re- conformidad con lo dispuesto en el art. 703 del
emplaza por guías que le confieren al sentencian- citado Código.
te mayor libertad de acción (6).
c) Cuando los progenitores hayan manifestado an-
Pasaré entonces a analizar los restantes supues- te el juez su decisión libre e informada de dar a su
tos que nos brinda la mentada norma: hijo en adopción: El último inciso prevé la situa-
ción en la que los padres hubiesen manifestado
a) Cuando se haya declarado al niño, niña o ado- judicialmente su voluntad de entrega del menor.
lescente en situación de adoptabilidad: El art. 607 Los progenitores sólo pueden efectuar esta decla-
del Código establece a través de tres incisos, los ración de voluntad en el ámbito judicial, y ésta só-
casos en los cuales se debe dictar la declaración lo será válida si se produce luego de transcurridos
judicial de la situación de adoptabilidad. los primeros cuarenta y cinco días de vida del niño,
conforme a lo previsto en el inc. b), del art. 607.
Para los dos primeros incisos que contempla esta
norma, no sería necesario que exista una decla- Como observamos, son varias las modificaciones
ración judicial de la situación de adoptabilidad, morfológicas que este Código introduce respec-
ya que dentro de las pautas para el otorgamien- to de los supuestos fácticos que ameritan el otor-
to de la adopción plena se encuentran contem- gamiento de una adopción en forma plena, pero
plados estos supuestos, sin necesidad de que mayores son los cambios que introduce sobre el
exista dicha declaración judicial. Por lo tanto, me modo de entender esta enunciación en relación
referiré al tercer inciso contemplado en la menta- con la facultad judicial de otorgar la adopción ple-
da norma, el cual hace referencia a aquellas ni- na o simple atendiendo a las circunstancias del
ñas, niños y adolescentes que estuvieran tem- caso (art. 621) (7).
poral o permanentemente privados de su medio
familiar o cuyo superior interés exija que no per- IV. LA ADOPCIÓN SIMPLE EN EL CÓDIGO
manezcan en ese medio, circunstancias que re- CIVIL Y COMERCIAL. CONCEPTO. EFECTOS
quieren de una valoración judicial. Acá se pone
en consideración a la familia biológica a través Conforme al art. 620 del nuevo Código: “La adop-
de dos conceptos amplios: desentendimiento y ción simple confiere el estado de hijo al adoptado,
desamparo. pero no crea vínculos jurídicos con los parientes ni
(6) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.
(7) De Lorenzo, Miguel F. - Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial de la Nación comentado, Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 2015.
b) La familia de origen tiene derecho de comu- Otro de los efectos de la adopción simple es que
nicación con el adoptado, excepto que sea con- ésta es revocable, siempre que se dé alguno de
trario al interés superior del niño. Es característi- los supuestos contemplados en el art. 629 del
ca de la adopción simple el mantenimiento de la Código.
relación consanguínea con la familia de origen,
siempre y cuando ésta no sea contraria al interés La revocación de la adopción es el acto jurídico
superior del niño. familiar constitutivo y de desplazamiento del esta-
do de familia adoptivo que cesa por razones pos-
La reforma resulta un claro avance en el recono- teriores a su constitución y que la priva de efectos
cimiento expreso de que subsiste o, mejor dicho, hacia el futuro (10).
(8) Bossert, Gustavo A. - Zannoni, Eduardo A., Manual de Derecho de Familia, Astrea, Buenos Aires, 2016.
(9) Medina, Graciela - Roveda, Eduardo, Derecho de Familia, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2016.
(10) De Lorenzo, Miguel F. - Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial de la Nación Comentado…, cit.
40
La adopción simple y plena. Conceptos
A diferencia de la nulidad, que es causal de inefi- el futuro y con la muerte cesan los efectos per-
cacia aplicable a ambos tipos adoptivos, plena y sonales de la adopción y los efectos patrimonia-
simple, la revocación sólo procede respecto de les se encuentran resguardados con las causales
esta última (11). de indignidad sucesoria que son también causa-
les de revocación de la adopción (12).
El art. 335 del Código sustituido también contem-
plaba la posibilidad de revocación de la adopción No obstante este principio, si alguna de las par-
simple, no obstante el Código modifica parcial- tes fallece después de entablada la de revoca-
mente sus causales. ción, el proceso podrá ser continuado por los su-
cesores del difunto.
a) Características de la revocación
b) Causales de revocación
a) Enumeración taxativa: los supuestos de revo-
cación de la adopción simple son los estableci- Como mencioné, el art. 629 de Código establece
dos expresamente en el art. 629, que comenta- que “la adopción simple es revocable…”:
ré a continuación, quedando exceptuado cualquier
otro supuesto que no encuadre en la norma citada. a) Por haber incurrido el adoptado o el adoptan-
te en las causales de indignidad previstas en es-
b) Voluntaria y personal: requiere de la voluntad te Código. La adopción puede revocarse por haber
personal del adoptado, del adoptante o de am- incurrido el adoptado o el adoptante en alguna
bos, no pudiendo ser declarada de oficio por el de las causales de indignidad que impiden la vo-
juez, ni produciéndose de pleno derecho. cación hereditaria, que son las previstas en el
art. 2281 del nuevo Código. Se trata de supues-
Es importante señalar que cuando la acción fuera tos enumerados con carácter taxativo que impli-
entablada por un menor de edad, será necesario can una sanción civil al que incurriere en ellos.
que se le nombre un tutor ad litem para que lo re-
presente en el proceso, ya que el padre adoptivo b) Por petición justificada del adoptado mayor de
es quien ejerce el derecho de representación del edad. Este supuesto permite al adoptado, una vez
menor adoptado en forma simple, sin perjuicio de alcanzada la mayoría de edad, solicitar la revo-
la representación del Ministerio Público, pudiendo cación por motivos justificados. Se trata de ca-
también a pedido del menor, y teniendo en cuenta sos distintos de los que configuran las causales
su edad y grado de madurez, darse intervención a de indignidad pero que de todas maneras, por su
un abogado del niño. gravedad, implican la imposibilidad de continuar
con el vínculo adoptivo. La justificación de la pe-
En resumen, la revocación puede ser solicitada tición del adoptado será valorada por el juez a te-
por el adoptante y adoptado, pero no por la fami- nor de las circunstancias del caso.
lia de origen o por terceros.
c) Por acuerdo de adoptante y adoptado mayor
c) De interpretación restrictiva: la revocación de la de edad manifestado judicialmente. El último su-
adopción simple debe ser interpretada restrictiva- puesto que prevé la norma es el acuerdo entre el
mente, ya que si bien en principio sólo crea vín- adoptante y el adoptado mayor de edad para res-
culos entre adoptado y adoptante, los efectos de cindir la adopción. No se exige aquí la expresión
este tipo adoptivo pueden alcanzar a los descen- de los motivos que llevaron a la solicitud.
dientes del adoptado.
Corresponde destacar en este punto que la com-
d) Es un acto jurídico entre vivos: no podría ser petencia para la acción de revocación de la adop-
intentado a la muerte de alguna de las partes, ción simple corresponderá al juez que entendió en
máxime cuando sus efectos se producen hacia el proceso de adopción.
(11) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.,
t. II.
(12) Chechile, Ana María, Derecho de Familia conforme al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación,
AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2015.
(13) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.,
t. II.
(14) Grosman, Cecilia, “La faz dinámica del derecho a la identidad”, Derecho de Familia. Revista Interdisciplinaria
de Doctrina y Jurisprudencia, 2011.
(15) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.,
t. II.
42
La adopción simple y plena. Conceptos
Si bien los padres biológicos pueden reconocer tantes podrán pedir el cambio del nombre de pila
al hijo después de otorgada la adopción simple, o la adición de otro. Si fuere de más edad, se le
ello no significa que recuperen todos los dere- podrá agregar otro nombre después del que ante-
chos inherentes a la responsabilidad parental, pe- riormente tenía el adoptado, con la limitación del
ro readquieren los derivados de su condición de art. 3º, inc. 5º”.
padres biológicos en relación con los efectos que
se mantienen una vez otorgada la adopción sim- Como observamos, la norma no establecía distin-
ple. Es decir que el reconocimiento practicado por ción alguna entre la adopción simple o plena, sin
el progenitor no modifica los efectos legales del embargo tanto la doctrina como la jurisprudencia
art. 627 del Código, continuando el adoptante en se inclinaron por considerar aplicable este artícu-
la titularidad y ejercicio de la responsabilidad pa- lo a ambos tipos adoptivos.
rental (16).
El Código, en cambio, establece en su art. 623
Uno de los fundamentos de esta norma ha sido la sobre el prenombre del adoptado, como regla,
subsistencia de los vínculos del adoptado con su que debe ser respetado el que viene dado de su
familia de origen. Así, no hay inconveniente en un familia de origen y sólo de manera excepcional, y
reconocimiento voluntario efectuado por los pro- por razones fundadas en las prohibiciones esta-
genitores, ni en reclamos por el adoptado por vía blecidas en las reglas para el prenombre en ge-
de la acción de reclamación de estado filial (17). neral o en el uso de un prenombre con el cual el
adoptado se siente identificado, el juez puede dis-
La diferencia con la adopción plena radica en que poner la modificación del prenombre en el sentido
en ésta sólo es admisible la acción de filiación del que se le peticione.
adoptado contra sus progenitores o el reconoci-
miento a los efectos de posibilitar los derechos Esta conservación del prenombre continúa con la
alimentarios y sucesorios del adoptado, sin alte- lógica del actual sistema adoptivo y sus principios
rar los otros efectos de la adopción. generales, especialmente en cuanto a la perma-
nencia en la familia de origen, la conservación de
VII. PRENOMBRE DEL ADOPTADO los vínculos fraternos y el mantenimiento de los
EN LA ADOPCIÓN PLENA Y SIMPLE vínculos con uno o más miembros de la familia
de origen o ampliada en el caso de que el juez lo
El Código introduce un cambio sustancial res- disponga tal como lo establece el art. 621. Por el
pecto del prenombre del adoptado. Las leyes de contrario, no podría pensarse que se permita la
adopción anteriores a esta modificación (13.252, modificación del prenombre de un niño menor a
19.134 y 24.779) no contenían norma alguna seis años a quienes los miembros de su familia de
referida a la temática, sólo preveían disposicio- origen (con quienes puede continuar lazos) identi-
nes respecto del apellido del niño adoptado, de- ficaban de cierta manera (tal como lo contempla-
pendiendo sus reglas del tipo adoptivo de que se ba la Ley de Nombre 18.248) (19).
trate (18).
Dentro de los legitimados para peticionar la mo-
Anteriormente, la ley 18.248 introdujo algunas dificación del prenombre, se encuentran, por un
disposiciones expresas relativas al nombre y al lado, el menor, que si tiene edad y grado de ma-
apellido del hijo adoptivo, que fueron complemen- durez suficientes podrá hacerlo con asistencia le-
tadas posteriormente por las leyes de adopción trada; y por la otra, podrán ser los padres adop-
19.134 y 24.779. tivos los que soliciten el cambio de prenombre,
debiendo el juez fundado en el interés superior
En el art. 13 de la citada ley se preveía: “Cuando de niño decidir sobre la conveniencia del cam-
se adoptare a un menor de seis años, los adop- bio requerido.
(16) Medina, Graciela, “Las diez grandes reformas al derecho de familia”, cit.
(17) De Lorenzo, Miguel F. - Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial de la Nación Comentado…, cit.
(18) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.,
t. II.
(19) De Lorenzo, Miguel F. - Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial de la Nación Comentado…, cit.
(20) Medina, Graciela, “Las diez grandes reformas al derecho de familia”, cit.
(21) Kemelmajer de Carlucci, Aída - Herrera, Marisa - Lloveras, Nora, Tratado de Derecho de Familia…, cit.
44
La adopción simple y plena. Conceptos
las mismas reglas de la adopción plena. Si fuera Entre los supuestos probables de adecuación a
revocada la adopción, el adoptado pierde el ape- esta norma puede pensarse, p. ej., en el caso de
llido de adopción. Sin embargo, con fundamen- un adoptado cuya adopción simple fue concedida
to en el derecho a la identidad, puede ser autori- por existir lazos con su familia biológica mas lue-
zado por el juez a conservarlo, como ya comenté go éstos se concluyen por algún motivo o también
anteriormente. que se fortalezcan los lazos con la familia de su
adoptante. Es decir que la conversión debe fun-
En este aspecto, se modifica lo que disponía el darse en las circunstancias particulares de cada
anterior art. 332, ya que al adoptado se le impo- niño, niña y adolescente y debe concederse en su
nía tomar el apellido del adoptante y sólo se le beneficio de su interés superior (23).
permitía solicitar la adición de su apellido de ori-
gen a partir de los 18 años. Dentro de los legitimados para solicitar la conver-
sión, la norma indica “a petición de parte”, por lo
Según Medina y Roveda, “esta modificación, con- que podrá ser solicitada tanto por el adoptante
tribuye a preservar la historia personal y el pa- como por el adoptado, siempre considerando su
sado del adoptado, y fundamentalmente importa edad y grado de madurez, al momento de resol-
la consolidación de los principios anteriormente ver la petición.
mencionados en lo que hace a un derecho perso-
nalísimo como es mantener su apellido de origen, Debemos recordar que nuestro Código sustituido
como parte integrante del derecho a la identidad no contenía ninguna norma referente a esta fi-
y del interés superior del niño y su función rectora gura.
en el instituto de la adopción” (22).
Sin embargo, en el ámbito nacional, la ley 19.134
Asimismo, también se aclara que de no mediar preveía en su art. 34 la posibilidad de conversión
petición expresa, se aplicarán las reglas dispues- de las adopciones conferidas bajo el régimen an-
tas en el art. 626, debiéndose siempre considerar terior (es decir, las adopciones pronunciadas ba-
la opinión del adoptado de acuerdo con su edad y jo la vigencia de la ley 13.512) en adopciones
grado de madurez. plenas a pedido de los adoptantes, con consen-
timiento de los adoptados mayores de edad o
IX. CONVERSIÓN DE LA ADOPCIÓN SIMPLE viceversa.
EN PLENA
X. ¿ADOPCIÓN PLENA O SIMPLE?
Otra modificación que introduce el Código refie-
re a la conversión de la adopción simple en ple- Conforme a todo lo analizado hasta aquí, cabe
na por razones fundadas, generando desde que entonces preguntarnos si es conveniente otorgar
la sentencia queda firme efectos para el futuro. la adopción de manera plena o simple.
Podría ocurrir que al momento en que se dicta Claramente, el otorgamiento de la adopción con
la sentencia de adopción, existan motivos para carácter plena o simple dependerá de las circuns-
mantener el vínculo con la familia de origen y que, tancias del caso en concreto, y de aquello que
posteriormente, éstos pierdan su razón de ser. Por sea más conveniente para el menor, teniendo en
esta razón es que se habilita la conversión de sim- miras su interés superior.
ple a plena de conformidad con lo dispuesto en
el art. 622. Como vimos, para que proceda la adopción plena
es necesario que se dé alguna de las situaciones
Cabe destacar que este artículo prevé la conver- enumeradas en el art. 625 del Código.
sión de una adopción simple en plena, pero no
tiene prevista la posibilidad de revertir la adopción A contrario sensu, deberá otorgarse la adopción
de plena a simple, incluso si se dieran los moti- simple, cuando no encuadre el caso particular
vos fundados que establece el mentado artículo. en la citada norma; cuando la adopción simple
(22) De Lorenzo, Miguel F. - Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial de la Nación Comentado…, cit.
(23) De Lorenzo, Miguel F. - Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial de la Nación Comentado…, cit.
A lo largo del presente trabajo hemos analizado Justamente, la posibilidad de mantener los víncu-
el instituto de la adopción plena y simple desde los con algunos de los miembros de la familia de
sus orígenes hasta la reforma introducida por el origen o ampliada es uno de los cambios más inno-
Código Civil y Comercial, los efectos de cada una vadores que nos trae el Código Civil y Comercial.
de ellas, las pautas que tiene que tener en cuen-
ta el juez a la hora de otorgar una adopción, y las Por esta razón, considero que el papel del juez a
facultades que le asisten al momento de discer- la hora de otorgar la adopción de un menor se-
nir los vínculos que quedarán subsistentes en es- rá fundamental, ya que deberá determinar el ti-
ta relación jurídica, entre otros temas. po adoptivo que mejor se adapte a la situación
del niño, niña o adolescente, así como los efec-
Esto, como mencioné, es consecuencia de esta tos que habrá de otorgarle al tipo adoptivo elegi-
flexibilización de los tipos adoptivos, por los que do, siempre teniendo en cuenta las reglas consi-
opta el nuevo Código, privilegiando en todo tiem- deradas en el presente trabajo, los principios que
po los vínculos familiares, el contexto afectivo, y rigen en la materia, los pactos internacionales y
por sobre todas las cosas el interés superior del las leyes aplicables.
(24) Rivera, Julio César (dir.) - Medina, Graciela (coord.), Código Civil y Comercial de la Nación comentado, cit.
46
La adopción de integración en el CCiv.yCom.
SUMARIO:
I. Introducción.– II. Regulación del Código Civil derogado. Críticas.– III. Regulación
del Código Civil y Comercial.– IV. Conclusiones
El Código Civil recientemente derogado regulaba Quedaban afuera de la regulación legal las unio-
la adopción integrativa en forma dispersa, a tra- nes de hecho. Ello fue objeto de numerosas críti-
(1) Fanzolato, Eduardo I., La filiación adoptiva, Advocatus, Buenos Aires, 1998, p. 126.
(2) Sup. Corte Bs. As., 13/12/2000, LLBA 2001-1019.
(3) Kemelmajer de Carlucci, Aída, “De los llamados requisitos rígidos de la ley de adopción y el interés superior
del niño. Breve paralelo de la jurisprudencia italiana y argentina”, DJ 1998-III-972.
(4) Moreno, Gustavo D., “Adopción integrativa y la necesidad de una nueva reforma del régimen de adopción”,
Derecho de Familia. Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, nro. 17, LexisNexis, 2000, p. 62;
Carminati, Adriana - Ventura, Ana Isabel - Siderio, Alejandro J., “La adopción del hijo del cónyuge. Adopción
de integración y una necesaria valoración integral”, Derecho de Familia. Revista Interdisciplinaria de Doctrina y
Jurisprudencia, nro. 25, LexisNexis, 2002, p. 44; Loyarte, Dolores, “La adopción del hijo del cónyuge. Solución
jurisprudencial a una cuestión particular. Aportes para una reforma legal”, Revista Jurídica de Mar del Plata,
Universidad Fasta, vol. 2, 2003, ps. 271/276.
(5) C. Nac. Civ, en pleno, 3/6/1987, ED 123-547, JA 1987-III-67; Trib. Familia Mar del Plata, n. 2, 15/7/2009,
“F. s/adopción. Acciones vinculadas”.
(6) C. Nac. Civ., sala K, 28/12/2000; íd., Corte Sup., 30/6/1999, “I., E. H.”, LL 1999-E-50.
48
La adopción de integración en el CCiv.yCom.
ge del progenitor la adopción plena, decretándo- dicos con la familia de origen. Por el contrario, la
se la inaplicabilidad del art. 313 del Código Civil. adopción simple se circunscribe a crear lazos ju-
Dichas decisiones se fundaron, por ejemplo, en rídicos entre adoptado y adoptante… Fácil se ad-
haberse “acreditado vínculos emocionales y afec- vierte la necesidad de contar con una figura que
tivos entre la menor adoptada y los padres del permita tener vínculo con los adoptantes, la fa-
adoptante, quienes en la realidad cumplen el rol milia de éstos y la familia de origen. ¿Qué institu-
de abuelos de ella; por lo que el interés de la ni- ción puede tener tal amplitud? La adopción ple-
ña en cuestión debe ser armonizado con las nece- na con la posibilidad de mantener ciertos vínculos
sidades del grupo familiar y con la familia exten- con uno o varios miembros de la familia de origen
sa del adoptante, facilitando la integración de ella se presenta como una respuesta posible. Una he-
como una nieta más con relación a quienes ac- rramienta más en el abanico de posibilidades ac-
túan como sus abuelos paternos” (7). tuales” (10).
Grosman sostiene que “(s)i realmente estamos La jurisprudencia siguió avanzando bajo esa línea
dispuestos a pensar en el interés del niño, por en- y resolvió en un caso otorgar la adopción plena,
cima de los preconceptos, prejuicios y supuestos pero limitándose sus efectos a través del mante-
subyacentes que aún corren por las arterias de nimiento del vínculo jurídico de los adoptandos
nuestra sociedad, es imprescindible valorar si la con sus hermanas biológicas. Para ello se decla-
adopción es o no beneficiosa para el niño frente a ró de oficio la inconstitucionalidad del art. 323 del
cada historia que es única, tiene su propia identi- CCiv., ya que en su aplicación al caso viola nor-
dad y porvenir. Lo que es bueno para uno puede mas constitucionales. De esa manera se respetó
no serlo para otro. Se lesiona el principio de jus- debidamente el mejor interés de los niños involu-
ticia al clausurar caminos que desmoronen la ra- crados (no se trató el art. 313, en virtud de no ser
zón primordial de la decisión judicial: cuidar de la un caso de adopción integrativa) (11).
persona del niño, lo que se identifica con la aten-
ción de sus necesidades vitales” (8). En un comentario a dicho fallo, Galli Fiant sos-
tiene que el mantenimiento del vínculo fraternal
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de biológico en el caso marplatense debería hacer-
Buenos Aires tiene dicho que las exigencias lega- se extensivo a otros tipos de vínculos de paren-
les en materia de adopción ceden “...en su rigidez tesco valiosos para el niño. Expresamente refie-
frente a razones de orden superior... El principio li- re que “los lazos afectivos positivos que pueden
minar al que corresponde sujetarse en materia de existir entre el menor adoptando y sus consan-
adopción de menores es el interés de éstos, que guíneos deben tener su expresión jurídica gracias
la misma ley califica como superior en el art. 322 a la subsistencia del vínculo parental con algu-
del CCiv... La constitucionalización de los dere- nas personas relevantes para su formación y pa-
chos del niño implica un replanteo de las situa- ra la reconstrucción de su historia personal. Esa
ciones que antes sólo estaban regidas por las le- ventaja no debe obstar la creación legal de vín-
gislaciones civiles de derecho común...” (9). culos plenos entre el adoptando, e/los adoptan-
tes y la familia consanguínea de éstos. Así, por
Herrera, por su parte, sostiene: “Según el régi- idénticos motivos a los expuestos en el fallo del
men dual vigente, sólo la adopción plena hace Tribunal de Familia de Mar del Plata, podría acor-
nacer vínculos jurídicos con la familia del adop- darse la adopción plena de un menor por parte de
tante, además de romper casi todos los lazos jurí- una persona o matrimonio ajeno a su familia, con
(7) C. Civ. y Com. y Cont. Adm. San Francisco, 28/6/2007, AP 70040005; Trib. Familia Mar del Plata, n. 2,
26/12/2006, “L. Y., s/adopción”, Revista Jurisprudencial del Departamento Judicial Mar del Plata, vol. 4, año
2007.
(8) Grosman, Cecilia P., “Los tiempos de hoy y los de ayer, formas de familia y las demandas de adopción”,
Derecho de Familia. Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, nro. 27, LexisNexis, p. 52.
(9) Sup. Corte Bs. As., Ac. 70.180, 13/12/2000, “B., P. A. s/adopción”, DJBA 160-35; ED 193, 62; LLBA
2001-1019.
(10) Herrera, Marisa, El derecho a la identidad en la adopción, t. I, Universidad, Buenos Aires, 2008, p. 48.
(11) Trib. Familia Mar del Plata, n. 2, 28/3/2008, “P. J. C. y otro s/adopción. Acciones vinculadas”, AP 70044640.
(12) Galli Fiant, María Magdalena, “Adopción y fraternidad”, Derecho de Familia, Revista Interdisciplinaria de
Doctrina y Jurisprudencia, 2008-III96.
(13) Moreno, Gustavo D., “Adopción integrativa…”, cit., p. 54; Bidart Campos, Germán, “De nuevo sobre la
adopción del hijo del cónyuge”, ED 121-249.
(14) Sup. Corte Bs. As., 13/12/2000, LLBA 2001-1019.
(15) C. Nac. Civ., sala C, 1/6/2000, ED 1888-688.
(16) Sup. Corte Bs. As., 4/7/2007, Ac. 93.525, “D., M. M. s/adopción, acciones vinculadas”, JUBA B29085.
50
La adopción de integración en el CCiv.yCom.
biendo de esta manera la crítica realizada al tex- de algunas de ellas. De lo que se trata es de regu-
to anterior por la técnica legislativa de dispersión lar una serie de opciones de vidas propias de una
normativa utilizada. sociedad pluralista, en la que conviven diferentes
visiones que el legislador no puede desatender”.
Así, el art. 619 establece que el Código Civil y Co-
mercial reconoce tres tipos de adopción: a) ple- Entendemos que debió hacerse referencia al insti-
na; b) simple; c) de integración. tuto de la “unión convivencial”, ya que este víncu
lo tiene reconocimiento legal y requisitos que ga-
Se centran en un solo acápite todas las disposi- rantizan su estabilidad como lo es el plazo de
ciones vinculadas a este tipo de adopción tan par- convivencia (art. 510). Esta referencia es me-
ticular, algunas de ellas en sintonía con el texto jor que la utilizada aquí, donde la mención de la
derogado y otras como recepción de los debates “convivencia” abarca supuestos donde la relación
doctrinarios y jurisprudenciales previamente desa- con el niño puede no estar establecida.
rrollados. A continuación detallaremos la regula-
ción dada por el nuevo ordenamiento legal. b) Efectos de la adopción de integración
52
La adopción de integración en el CCiv.yCom.
gencia de una diferencia de edad concreta pier- e) Revocación
de su justificación.
Según el art. 633, “la adopción de integración es
d) Normas de procedimiento revocable por las mismas causales previstas para
la adopción simple, se haya otorgado con carác-
El art. 632 del CCiv.yCom. establece, a su vez, ter de plena o simple”.
una serie de reglas procedimentales, las cuales
obedecen a las particularidades de este tipo de Independientemente del efecto dado a la adop-
adopción, a saber: ción de integración, la norma establece que ella
resulta revocable por las mismas causales previs-
a) los progenitores de origen deben ser escu- tas para la adopción simple, las cuales están re-
chados, excepto causas graves debidamente guladas en el art. 629 del CCiv.yCom. y son: haber
fundadas; incurrido el adoptado o el adoptante en las causa-
les de indignidad, petición justificada del adopta-
b) el adoptante no requiere estar previamente ins- do mayor de edad y acuerdo de adoptante y adop-
cripto en el registro de adoptantes; tado mayor de edad manifestado judicialmente.
Adopción y discapacidad
Por Lorena Sarquis
SUMARIO:
I. Introducción.– II. Personas con discapacidad: adultos y niños. Una lectura des-
de el bloque constitucional-convencional.– III. Discapacidad y el modelo social.–
IV. Niños, niñas y adolescentes con discapacidad: derecho a la vida familiar
versus Institucionalización.– V. Progenitores con discapacidad y su intervención
en el proceso de declaración en situación de adoptabilidad de sus hijos. Algunas
claves para su lectura.– VI. A modo de cierre
(1) Respecto de las personas con discapacidad, la Dra. Villaverde dice que la CDPCD “no incorpora nuevos de-
rechos humanos a los reconocidos en otros tratados, ya que en virtud de su universalidad y de la dignidad inhe-
rente, se aplican a todos los seres humanos; sino que en ella se detallan en forma exhaustiva los ya recono-
cidos, se profundiza su alcance y contenido al expresarlos de un modo que comprende las necesidades y la
situación social de las personas con discapacidad”, y se “impone[n] importantes obligaciones adicionales a los
gobiernos, que han de adoptar medidas para suprimir los obstáculos que dificultan la realización de los dere-
chos”. Villaverde, María S., “¿Qué son las barreras de accesibilidad al ejercicio de derechos?”, en Discapacidad,
Justicia y Estado, t. IV, Infojus, p. 5; en relación con la niñez, la Dra. Fernández afirma que el hecho de que cuen-
ten con una Convención específica “reafirma y refuerza los derechos generales, sumando otros propios deriva-
dos de su condición” (Fernández, Silvia E., “Nuevos perfiles del derecho de comunicación en el Código Civil y
Comercial de la Nación”, RDF, nro. 72, AbeledoPerrot, p. 130).
(2) Fernández, Silvia E., “Vulnerabilidad, infancia y protección especial. Sobre la especificación de derechos hu-
manos fundamentales como tutela reforzada de protección”, en Fernández, Silvia E. (dir.), Tratado de Derechos
de Niños, Niñas y Adolescentes, t. IV, p. 65.
54
Adopción y discapacidad
nes Unidas se adoptan la Convención sobre los Señala el Dr. Hitters, la adopción de instrumentos
Derechos de los Niños (3) (en adelante, CDN) y la específicos para proteger los derechos humanos
Convención sobre los Derechos de las Personas de determinados grupos “importa una clara mani-
con Discapacidad (4) (en adelante, CDPCD). Am- festación de la sensibilización progresiva del dere-
bos instrumentos gozan de jerarquía constitucional cho internacional de los derechos humanos” (8).
conforme el art. 75, inc. 22 de la Constitución Na-
cional y tienen como ejes fundamentales el princi- El primer tratado de derechos humanos que intro-
pio de no discriminación (5) y la consideración de dujo una referencia específica a la discapacidad
estas cuestiones en el marco de los derechos hu- fue la Convención sobre los Derechos del Niño; el
manos. Asimismo, nuestro país ha incorporado al art. 2º (9), relativo a la no discriminación (10), y el
derecho interno la Convención Interamericana pa- art. 23, dedicado exclusivamente a los derechos
ra la Eliminación de todas las Formas de Discrimi- y a las necesidades de los niños con discapaci-
nación contra las Personas con Discapacidad (6), dad (11). Por su parte, la CDPCD en el preámbu-
tratado que reviste jerarquía supralegal (7). lo reconoce que “los niños y las niñas con dis-
(3) Aprobada mediante ley 23.849, sancionada el 27/9/1990 y publicada en BO del 22/10/1990.
(4) Aprobada mediante ley 26.378, sancionada el 21/5/2008 y publicada en BO 9/6/2008; se le otorga jerar-
quía constitucional mediante ley 27.044, sancionada el 19/11/2014 y publicada en BO 22/12/2014.
(5) Arts. 2º de la CDN y 1º, 3.b y 5º de la CDPCD.
(6) Aprobada mediante ley 25.280, sancionada el 6/7/2000, y publicada en BO 4/8/2000. El Comité para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad, CEDDIS, que es la
instancia encargada del seguimiento de la implementación de la CIADDIS. Este tratado ha sido un instrumen-
to pionero no sólo dentro de la OEA, sino que ha sido referente mundial, toda vez que se encargó de aportar las
bases conceptuales en materia de discapacidad.
(7) Art. 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
(8) Su voto en C.118.472, “G. A. M. Insania y Curatela” y sus acumuladas C.118.473, “G. J. E. Abrigo” y C.
118.474, “S. R. B. y otro/a Abrigo”.
(9) Art. 2.1. Los Estados Parte respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y asegurarán su
aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color,
el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición
económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus
representantes legales. 2. Los Estados Parte tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño
se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las
opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o de sus familiares.
(10) Si bien la CDN utiliza la fórmula “niño impedido”, a la luz de la CDPCD corresponde hablar de niño con dis-
capacidad. Olmo, Juan Pablo, “La situación de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad en el marco
de Salud Mental”, en Revista Discapacidad, Justicia y Estado, nro. 4, “Barreras y Propuestas, Infojus, Buenos
Aires, p. 77.
(11) Art. 23.1. Los Estados Parte reconocen que el niño mental o físicamente impedido deberá disfrutar de una
vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a bastarse a sí mismo y faci-
liten la participación activa del niño en la comunidad. 2. Los Estados Parte reconocen el derecho del niño im-
pedido a recibir cuidados especiales y alentarán y asegurarán, con sujeción a los recursos disponibles, la pres-
tación al niño que reúna las condiciones requeridas y a los responsables de su cuidado de la asistencia que se
solicite y que sea adecuada al estado del niño y a las circunstancias de sus padres o de otras personas que cui-
den de él. 3. En atención a las necesidades especiales del niño impedido, la asistencia que se preste conforme
al párr. 2º del presente artículo será gratuita siempre que sea posible, habida cuenta de la situación económica
de los padres o de las otras personas que cuiden del niño, y estará destinada a asegurar que el niño impedido
tenga un acceso efectivo a la educación, la capacitación, los servicios sanitarios, los servicios de rehabilitación,
la preparación para el empleo y las oportunidades de esparcimiento y reciba tales servicios con el objeto de que
el niño logre la integración social y el desarrollo individual, incluido su desarrollo cultural y espiritual, en la máxi-
ma medida posible. 4. Los Estados Parte promoverán, con espíritu de cooperación internacional, el intercambio
de información adecuada en la esfera de la atención sanitaria preventiva y del tratamiento médico, psicológico
y funcional de los niños impedidos, incluida la difusión de información sobre los métodos de rehabilitación y los
servicios de enseñanza y formación profesional, así como el acceso a esa información a fin de que los Estados
Parte puedan mejorar su capacidad y conocimientos y ampliar su experiencia en estas esferas. A este respecto,
se tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los países en desarrollo.
(12) Art. 7º. Niños y niñas con discapacidad. 1. Los Estados Parte tomarán todas las medidas necesarias pa-
ra asegurar que todos los niños y las niñas con discapacidad gocen plenamente de todos los derechos huma-
nos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas. 2. En todas las activi-
dades relacionadas con los niños y las niñas con discapacidad, una consideración primordial será la protección
del interés superior del niño. 3. Los Estados Parte garantizarán que los niños y las niñas con discapacidad ten-
gan derecho a expresar su opinión libremente sobre todas las cuestiones que les afecten, opinión que recibirá la
debida consideración teniendo en cuenta su edad y madurez, en igualdad de condiciones con los demás niños
y niñas, y a recibir asistencia apropiada con arreglo a su discapacidad y edad para poder ejercer ese derecho.
(13) Corte Sup., P.489.XLIV, 15/11/2011, “Pellicori, Liliana Silvia v. Colegio de Abogados de la Capital Federal
s/amparo”; 6/8/2013, “Carranza Latrubesse, Gustavo v. Estado Nacional - Ministerio de Relaciones Exteriores -
Provincia de Chubut”; 7/12/2005, “Maldonado, Daniel Enrique y otro s/robo agravado por el uso de armas en
concurso real con homicidio calificado”, causa 1174C.
(14) CRPD/C/GC/1.
(15) CRPD/C/GC/2.
(16) El Comité DPCD habría efectuado una convocatoria pública con el objeto de recibir contribuciones de los
Estados Partes, ONG, y sociedad civil, sobre el borrador de la Observación General 3 sobre las mujeres con dis-
capacidad (art. 6º).
(17) CRC/C/GC/9 del 27/2/2007. Por otra parte, en octubre de 1997, el Comité de los Derechos del Niño cele-
bró un Debate general sobre “Los derechos de los niños con discapacidades”.
(18) Observación General 1: “Propósitos de la educación”; Observación General 2: “El papel de las institucio-
nes nacionales independientes de los derechos humanos en la promoción y protección de los derechos del ni-
ño”; Observación General 3: “El VIH/SIDA y los derechos del niño”; Observación General 4, “La salud y el desa-
rrollo de los adolescentes en el contexto de la Convención sobre los Derechos del Niño”; Observación General 5:
“Medidas generales de aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño”; Observación General 6: “Trato
de los niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados de su familia fuera de su país de origen”;
Observación General 7: “Realización de los derechos del niño en la primera infancia”; Observación General 8:
“El derecho del niño a la protección contra los castigos corporales y otras formas de castigo crueles o degradan-
tes”; Observación General 9: “Los derechos de los niños con discapacidad”; Observación General 10: “Los de-
rechos del niño en la justicia de niños, niñas y adolescentes”; Observación General 11: “Los niños indígenas y
sus derechos en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño”; Observación General 12: “El derecho del
niño a ser escuchado”; Observación General 13: “Derecho del niño a no ser objeto de ninguna forma de violen-
cia”; Observación General 14: “Sobre el derecho del niño a que su interés superior sea una consideración pri-
mordial”; Observación General 15: “Sobre el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud”;
Observación General 16: “Sobre las obligaciones del Estado en relación con el impacto del sector empresarial
en los derechos del niño”, y por último, la Observación General 17: “Sobre el derecho del niño al descanso, el
esparcimiento, el juego, las actividades recreativas, la vida cultural y las artes”. La Observación General 18 so-
bre prácticas nocivas fue elaborada en forma conjunta con el Comité para la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer, CEDAW/C/GC/31/CRC/C/GC/18.
(19) Con fecha 27/9/2012, el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad ha formulado obser-
vaciones finales con relación a la Argentina (CRPD/C/ARG/CO/1) y el Comité de los Derechos del Niño presentó
56
Adopción y discapacidad
de la ONU también abordan en forma particular de Justicia (en adelante, Corte IDH) se ha refe-
el tratamiento de las personas con discapacidad rido a los derechos de las personas con discapa-
en sus observaciones; a saber: la Observación Ge- cidad en los casos “Furlán y familiares v. Argen-
neral 18 del Comité para la Eliminación de la Dis- tina” (27); “Artavia Murillo y otros (fertilización in
criminación contra la Mujer (20), y la Observación vitro) v. Costa Rica” (28), y “González Lluy y otros
General 5 del Comité del Pacto Internacional de v. Ecuador” (29).
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (21);
otras Observaciones Generales que no dan trata- Por último, y volviendo al texto constitucional, tra-
miento particular si refieren de modo transversal a tándose de niñez y discapacidad, se impone re-
las personas con discapacidad (22). cordar que el art. 75, inc. 23, de la CN compele
a legislar y a promover “…medidas de acción po-
Por otra parte, en el Sistema Interamericano, la sitiva que garanticen la igualdad real de oportuni-
Comisión Interamericana de Derechos Humanos dades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los
(en adelante, Comisión IDH), lleva adelante una derechos reconocidos por esta Constitución y por
intensa labor en pos de los derechos de niños, los tratados internacionales vigentes sobre dere-
niñas y adolescentes (23) y de las personas con chos humanos” (30). En este sentido se ha di-
discapacidad; respecto de este último colectivo cho que “el principio de igualdad se quiebra frente
podemos señalar las ocho audiencias públicas a ciertas situaciones, y el legislador, reconocien-
celebradas en los últimos cinco años para mo- do este quiebre, dicta preventivamente normas
nitorear la situación de los derechos de las per- que intentan mantener incólume dicho principio
sonas con discapacidad en las Américas (24), la de igualdad, diferenciando porciones de la pobla-
adopción de medidas cautelares (25) y el meca- ción y dándoles una protección especial a cada
nismo de solución amistosa aplicado en otros ca- una, en atención a la diferencia particular que lle-
sos (26). Por su parte, la Corte Interamericana van ínsita” (31).
la última observación final respecto de los informes periódicos tercer y cuarto combinados de la Argentina, del
11/6/2010.
(20) 10ª período de sesiones, 1991; Mujeres discapacitadas, http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/re-
commendations/recomm-sp.htm.
(21) 11º período de sesiones, 1994, U.N. Doc. E/C.12/1994/13.
(22) Lidon Heras, Leonor, “Discapacidad y Observaciones Generales de los comités de derechos humanos de
la ONU: una relación asimétrica entre la invisibilidad, el modelo médico y el modelo de derechos humanos”,
Revista Española de Discapacidad, I [I]: 47-72.
(23) En un estudio de mi autoría abordo el tema en forma particular, “Derechos Humanos y Derechos del Niño.
Del ‘corpus iuris internacional’ al ‘corpus iuris de la niñez’”, RDF, nro. 71, AbeledoPerrot, ps. 275 y ss.
(24) Vinque Banfi, Analía - Puente Galván, Sofía, “Los derechos de las personas con discapacidad y la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos”, Revista Latinoamericana de Derecho Internacional, LADI, p. 13, dispo-
nible en: www.revistaladi.com.ar/numero1-banfi-galvan/.
(25) Caso “Pacientes del Hospital Neuropsiquiátrico de Paraguay”, CIDH, Medidas cautelares 2003, disponible
en: http://cidh.org/medidas/2003.sp.htm, y “Pacientes del Hospital Federico Mora de Guatemala”, 20/11/2012,
disponible en file:///C:/Users/seven/Downloads/medidas-cautelares-370-12-de-la-cidh.PDF.
(26) Ejemplo, en el caso “María Soledad Cisternas”, informe de solución amistosa nro. 86/11 del 21/7/2011,
disponible en https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/2011/CHSA12232ES.doc.
(27) “Furlán y Familiares vs. Argentina”, sentencia del 31/8/2012, Serie C, nro. 246; relativos a las personas
con discapacidad mental los casos “Ximenes López v. Brasil” (2002) y “Víctor Rosario Congo v. Ecuador”, 1999.
(28) “Artavia Murillo y otros (fertilización in vitro) v. Costa Rica”, sentencia del 28/11/2012.
(29) “González Lluy y otros v. Ecuador”, sentencia del 1/9/2015.
(30) La Corte Interamericana de Justicia se ha referido a las “medidas de acción positiva” aplicables a casos
de personas en situación de vulnerabilidad, entre otros, en el caso de “Furlán y Familiares v. Argentina” y en el
caso “Ximenes López v. Brasil”. Asimismo conforme señala la Dra. María Silvia Villaverde: “No ha de soslayar-
se que, el art. 75, inc. 23 no se dirige solamente al Congreso, sino también al juez como pauta orientadora en
la interpretación judicial de las normas aplicables a una causa sometida a su jurisdicción” (“La respuesta judi-
cial a las personas con discapacidad [El señorío de la llamada del otro a mi responsabilidad respecto a él])”, JA
2002-II-1421.
(31) Redondo, María Belén, 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de
Vulnerabilidad, Juris, Buenos Aires, 2015, p. 34.
58
Adopción y discapacidad
culizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce conectados. Con el fin de que las personas con
o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos discapacidad puedan vivir en forma independien-
los derechos humanos y libertades fundamenta- te y participar plenamente en todos los aspectos
les en los ámbitos político, económico, social, de la vida, resulta imprescindible generar condi-
cultural, civil o de otro tipo” (38). De allí que ocu- ciones de accesibilidad no sólo al entorno físico
pen un lugar clave en el modelo social también y social (42) sino principalmente a todos los de-
denominado “de barreras sociales” (39). La Cor- rechos humanos (43). A ese fin se presentan dos
te Interamericana respecto de las barreras o limi- grandes estrategias: el “diseño universal” (44)
taciones ha dicho que es deber del Estado que y los “ajustes razonables (45). Las medidas de
“sean desmanteladas” (40), en tanto la ausencia apoyo pueden describirse en términos de ajuste
de accesibilidad frustra de ordinario el ejercicio y encuentran reconocimiento en varios artículos
regular de los derechos de las personas con dis- de la CDPCD (46), pero adquieren centralidad en
capacidad (41). Barreras y accesibilidad univer- el art. 12, que en sus primeros apartados dice:
sal son términos opuestos, pero estrechamente “1. Los Estados Parte reafirman que las personas
(38) Bariffi, Francisco, “Barreras en el ejercicio de los Derechos de Familia de las Personas con Discapacidad”,
Revista Discapacidad, Justicia y Estado, nro. 4, “Barreras y Propuestas”, Infojus, p. 23.
(39) Palacios, Agustina, El modelo social de discapacidad, cit., ps. 118 y 123; Giovannetti, Patricia S. - Roveda,
Eduardo G., “La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Ley de Salud Mental”,
AR/DOC/6051/2012.
(40) Corte IDH, 28/11/2012, “Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) v. Costa Rica”, Serie C, nro. 257,
párr. 292.
(41) Pérez Bueno, Luis, “La configuración jurídica de los ajustes razonables”, disponible en www.coag.es/infor-
macion/.../la-configuracion-juridica-de-los-ajustes-razonables.pdf, consulta del 9/6/2016.
(42) Art. 9º CDPCD: “…los Estados Parte adoptarán medidas pertinentes para asegurar el acceso de las perso-
nas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, el transporte, la información
y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros
servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales…”: El con-
cepto “accesibilidad” fue receptado en el art. 35 del CCiv.yCom.
(43) Dictamen de la Procuración Nacional, causa “I. J. M. s/protección especial”.
(44) “Se entenderá el diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas,
en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado” (De Asis Roig, Rafael, “Sobre
el concepto de accesibilidad universal”, http://repositoriocdpd.net:8080/bitstream/handle/123456789/547/CL_
AsisRoigR_ConceptoAccesibilidadUniversal_2007.pdf?sequence=1, consultado el 15/5/2016.
(45) En palabras de De Asis Roig, Rafael, “Sobre el concepto de accesibilidad universal”, cit.: “Los ajustes ra-
zonables son aquellas medidas que pretenden adaptar el entorno, bienes y servicios a las específicas necesida-
des de personas que se encuentran en ciertas situaciones (como por ejemplo una situación de discapacidad).
Se adoptan cuando falla el diseño para todos y tienen en cuenta las necesidades específicas de una persona.
Es una estrategia para la satisfacción de la accesibilidad de carácter particular”. La definición surge del art. 2º,
CDPCD y la denegación de ajustes razonables es entendida como una forma de discriminación; sobre acce-
sibilidad y ajustes razonables se puede leer el fallo de la Cámara Federal de San Martín, sala 2ª, 17/3/2014,
“Emiliano, Naranjo v. Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) s/amparo ley 16.986”, AR/JUR/3338/2014.
El fallo quedó firme, en tanto la Corte Sup. rechazó el recurso de queja interpuesto por la Universidad (https://
docs.com/user533713/4863/csjn-naranjo-pablo-c-unlam-10-11-15). En los fundamentos de la sentencia de
segunda instancia puede leerse: “La Universidad Nacional demandada deberá, en forma inmediata, inscribir al
amparista, quien es una persona con discapacidad motora, en la carrera del Profesorado de Educación Física y,
en consecuencia, revisar los métodos de examen en cuanto a los requerimientos físicos, con los ajustes razo-
nables relativos a las destrezas de aquél a fin de que no sea de imposible cumplimiento y resultar acorde con
los principios de igualdad de oportunidades e inclusión académica y social reconocidos por la Convención so-
bre los Derechos de las Personas con Discapacidad”. En el Código Civil y Comercial se hace referencia expre-
sa en los arts. 32 y 35.
(46) Sólo algunos ejemplos: a “Asistencia y apoyo a las personas con discapacidad para asegurar su acceso a la
información” (art. 9º, inc. f]); “Alentar a las entidades que fabrican ayudas para la movilidad, dispositivos y tec-
nologías de apoyo a que tengan en cuenta todos los aspectos de la movilidad de las personas con discapaci-
dad” (art. 20, inc. d]); “Se faciliten medidas de apoyo personalizadas y efectivas en entornos que fomenten al
máximo el desarrollo académico y social, de conformidad con el objetivo de la plena inclusión” (art. 24, inc. e]).
(47) Rosales, Pablo, “Una mirada desde lo legal acerca de la discriminación por discapacidad, los estereotipos
y la necesidad de toma de conciencia”, Revista Discapacidad, Justicia y Estado, nro. 1, “Discriminación, este-
reotipos toma de conciencia”, Infojus, p. 22.
(48) El principio de dignidad del riesgo es el derecho de transitar y vivir en el mundo, con todos sus peligros y la
posibilidad de equivocarse (Kraut, A. - Diana, N., “Derecho de las personas con discapacidad mental: hacia una
legislación protectoria”, LL 2011-C-1039); este principio fue receptado en el fallo “Z, A. M. Insania”, 7/5/2014
de la Sup. Corte Bs. As.
(49) Apart. 4º del art. 12 de la CDPCD: “4. Los Estados Parte asegurarán que en todas las medidas relativas al
ejercicio de la capacidad jurídica se proporcionen salvaguardias adecuadas y efectivas para impedir los abusos
de conformidad con el derecho internacional en materia de derechos humanos. Esas salvaguardias asegurarán
que las medidas relativas al ejercicio de la capacidad jurídica respeten los derechos, la voluntad y las referencias
de la persona, que no haya conflicto de intereses ni influencia indebida, que sean proporcionales y adaptadas
a las circunstancias de la persona, que se apliquen en el plazo más corto posible y que estén sujetas a exáme-
nes periódicos por parte de una autoridad o un órgano judicial competente, independiente e imparcial. Las sal-
vaguardias serán proporcionales al grado en que dichas medidas afecten a los derechos e intereses de las per-
sonas”. Apart. 20 de la Observación General 1: “En el art. 12, párr. 4º, se describen las salvaguardias con que
debe contar un sistema de apoyo en el ejercicio de la capacidad jurídica. El art. 12, párr. 4º, debe interpretarse
en conjunción con el resto del art. 12 y con toda la Convención. En este párrafo se exige a los Estados partes
que creen salvaguardias adecuadas y efectivas para el ejercicio de la capacidad jurídica. El objetivo principal de
esas salvaguardias debe ser garantizar el respeto de los derechos, la voluntad y las preferencias de la persona.
Para lograrlo, las salvaguardias deben proporcionar protección contra los abusos, en igualdad de condiciones
con las demás personas”. El término salvaguardia no surge expresamente del CCiv.yCom. pero alude a ellas en
el art. 43: “…El interesado puede proponer al juez la designación de una o más personas de su confianza para
que le presten apoyo. El juez debe evaluar los alcances de la designación y procurar la protección de la persona
respecto de eventuales conflictos de intereses o influencia indebida. La resolución debe establecer la condición
y la calidad de las medidas de apoyo y, de ser necesario, ser inscripta en el Registro de Estado Civil y Capacidad
de las Personas”; se alude a ellas en forma indirecta (el destacado nos corresponde).
(50) Rosales, Pablo, “Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Una introducción al
marco teórico y jurídico de la discapacidad y los Derechos Humanos”, Revista Discapacidad, Justicia y Estado,
nro. 1, Infojus, p. 22.
(51) Apart. 3º, Observación General 1, CRPD/C/GC/1.
(52) Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. VI); Declaración Universal de los Dere
chos Humanos (arts. 12 y 16); Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (arts. 17, 23 y 24); Pacto de
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 10); Convención Americana sobre Derechos
60
Adopción y discapacidad
cidad se trata, a modo de reafirmación, el art. 23, do sea absolutamente necesario y responda al
inc. 3º, de la CDPCD establece: “Los Estados Par- interés superior del niño (54).
te asegurarán que los niños y las niñas con dis-
capacidad tengan los mismos derechos con res- En el transcurso del presente año, fue presentado
pecto a la vida en familia. Para hacer efectivos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
estos derechos, y a fin de prevenir la ocultación, (TEDH) por el Bulgarian Helsinki Committee (BHC)
el abandono, la negligencia y la segregación de –organización no gubernamental independiente
los niños y las niñas con discapacidad, los Es- para la protección de los derechos humanos– el
tados Parte velarán por que se proporcione con cuarto caso consecutivo por la muerte de un niño
anticipación información, servicios y apoyo gene- en un “hogar para niños”, esta vez, por la muer-
rales a los menores con discapacidad y a sus fa- te de una niña con discapacidad física, hecho que
milias”. se produce como consecuencia de una negligen-
cia sistemática que la llevó a un estado grave de
El Comité de los Derechos del Niño (53) ha expre- desnutrición. El BHC alega que se violó su dere-
sado su preocupación por el gran número de ni- cho a vivir una vida libre de trato inhumano y de-
ños con discapacidad que son colocados en ins- gradante, su derecho a un tratamiento eficaz y a
tituciones y porque la institucionalización sea la no ser discriminada (55).
opción preferida en muchos países; reconoce que
los niños con discapacidad en esa situación son Surge del relato del caso de la niña búlgara que
más vulnerables a los abusos mentales, físicos, ella había sido institucionalizada en razón de su
sexuales y de otro tipo, así como al descuido y al discapacidad, pero conforme reconoce y alerta la
trato negligente. Comisión IDH existen otros casos donde es justa-
mente la institucionalización la que se constituye
Como consecuencia de ello, ha instado a los en el hecho generador de la discapacidad en los
Estados Parte a que utilicen la colocación en insti- niños y de acuerdo con la evidencia científica en
tuciones únicamente como último recurso, cuan- la que se fundamenta será más severa de mane-
Humanos (arts. 11, 17 y 19); Convención sobre los Derechos del Niño (arts. 5º, 7º, 8º, 9º, 16, 18 y 20);
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (art. 23) y la Convención Interamericana so-
bre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (art. 12, apart. c], II y III y 16).
(53) Observación General 9, CDN, aparts. 47 y ss.
(54) Observación General 9, CDN, apart. 47. Véase, en este sentido, lo señalado por el Comité de la ONU so-
bre Discapacidad respecto del informe remitido por el Estado paraguayo en cumplimiento con lo establecido
en el art. 35 CDPCD: “55. Al Comité le preocupa que el Estado Parte refuerce los esquemas de hogares de
albergue de niños y niñas con discapacidad en detrimento del derecho que tienen de vivir en familia. 56. El
Comité insta al Estado Parte a que adopte medidas para alentar a las familias de acogida y apoyar económica-
mente a familias de ingresos bajos que tienen niños o niñas con discapacidad para que éstos puedan perma-
necer en ellas y participar activamente en la comunidad. El Comité insta también al Estado Parte a garantizar
la igualdad de trato de los niños y niñas con discapacidad en el Programa de Acogimiento Familiar de Niños,
Niñas y Adolescentes Sujetos a Protección y Apoyo y a que revise el proyecto de Reglamento Operativo para
Subsidio a Familias Acogedoras e Instituciones de Cuidado Residencial y lo adapte a los mandatos estableci-
dos en el art. 23 de la Convención…”, CRPD/C/PRY/CO/1, 15/5/2013; citado por Bariffi, Francisco, “Barreras y
Propuestas, Discapacidad, Justicia y Estado”, Infojus, p. 30.
(55) Ralitsa nació el 23 de abril de 1993 con una discapacidad física. A los seis meses de edad, se le diagnos-
ticó “retraso mental severo”. En 1996, cuando tenía tres años, fue llevada a un hogar para niños con discapa-
cidad mental en el pueblo de Petrovo, Blagoevgrad (Bulgaria) donde pasó el resto de su vida. Cuando murió en
2005, Ralitsa tenía 11 años y pesaba sólo ocho kilos. La causa oficial de su muerte fue “enfermedad cardio
vascular”. En esa institución no recibió la atención necesaria. Los fiscales iniciaron la fase de instrucción en
2010, cinco años después de su muerte, sólo debido a la insistencia continua del Bulgarian Helsinki Committee
(BHC) en su defensa de los niños que viven en estos centros. En 2015, 10 años después de su muerte y cinco
del inicio de la fase de instrucción del juicio, tras la insistencia del BHC, la Fiscalía de Apelación dictaminó que
aunque “existen pruebas de que su médico de cabecera contribuyó a la muerte de Ralitsa, por negligencia en
el ejercicio de sus funciones como médico”, el plazo para el enjuiciamiento ya había expirado; http://www.liber-
ties.eu/es/news/bhc-juicio-sobre-muerte-nina-tedh, consultado el 29/5/2016.
(56) Informe “Derechos del niño y la niña a la familia. Cuidado alternativo. Poniendo fin a la institucionalización
en las Américas”, párr. 305. Autoras nacionales han tratado el tema de la responsabilidad del Estado por la ins-
titucionalización; pueden leerse los siguientes trabajos: Grosman, Cecilia P., “La responsabilidad del Estado en
la institucionalización de niños y adolescentes”, JA 2007-IV-1078. Respecto de la “Responsabilidad del Estado
por violaciones a derechos humanos de niños y adolescentes en situación de internación-institucionalización”,
Fernández, Silvia E., “Separación familiar y responsabilidad del Estado por decisiones administrativas y judiciales
que causan daño a niños, niñas y adolescentes”, RDF, nro. 65, ps. 193 y ss., y de la misma autora, “Principio
de prevención y derechos personalísimos. Una mirada desde la protección del derecho a la vida familiar en el
Código Civil y Comercial de la Nación”, RCCyC, 2016 (abril), p. 38, AR/DOC/949/2016; Maciel, Nora R., “El re-
medio no cura. Las prácticas de institucionalización de los niños, niñas y adolescentes”, http://www.pensamien-
tocivil.com.ar/.
(57) Unicef, Informe Mundial sobre la violencia contra los niños y niñas, Ginebra, 2006, p. 189, disponible en
http://www.unicef.org/lac/Informe_Mundial_Sobre_Violencia_1[1].pdf.
(58) Galván Puente, Sofía, “La realización progresiva del derecho de las personas con discapacidad a vivir de
forma independiente y a ser incluidas en la sociedad, Fascículo 3, Colección sobre los Derechos Económicos,
Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), CNDH 25 años, p. 46; también hace referencia a ello el TEDH, en el
caso “Kutzner v. Germany”, 26/2/2002, párr. 76, Boletín Electrónico de Jurisprudencia Internacional, Protección
de la Familia.
(59) Ver informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, año 2012. En el apart. 38, relativo al alcance del concepto de priva-
ción de libertad, dice: “Cualquier forma de detención, encarcelamiento, institucionalización, o custodia de una
persona, por razones de asistencia humanitaria, tratamiento, tutela, protección, o por delitos e infracciones a la
ley, ordenada por o bajo el control de facto de una autoridad judicial o administrativa o cualquier otra autoridad,
ya sea en una institución pública o privada, en la cual no pueda disponer de su libertad ambulatoria. Se entien-
de entre esta categoría de personas, no sólo a las personas privadas de libertad por delitos o por infracciones e
incumplimientos a la ley, ya sean éstas procesadas o condenadas, sino también a las personas que están ba-
jo la custodia y la responsabilidad de ciertas instituciones, tales como: hospitales psiquiátricos y otros estable-
cimientos para personas con discapacidades físicas, mentales o sensoriales; instituciones para niños, niñas y
adultos mayores; centros para migrantes, refugiados, solicitantes de asilo o refugio, apátridas e indocumenta-
dos; y cualquier otra institución similar destinada a la privación de libertad de personas. Disponible en https://
www.oas.org/es/cidh/ppl/docs/pdf/ppl2011esp.pdf.
62
Adopción y discapacidad
pas (60), plazos (61), partes y terceros intervi- V. PROGENITORES CON DISCAPACIDAD
nientes (62). Y SU INTERVENCIÓN EN EL PROCESO
DE DECLARACIÓN EN SITUACIÓN DE
Por último, desde el plano fáctico, no queremos ADOPTABILIDAD DE SUS HIJOS.
dejar de traer los datos que brinda la Dirección ALGUNAS CLAVES PARA SU LECTURA
Nacional del Registro Único de Aspirantes a
Guarda con fines Adoptivos (DNRUA), en relación a) El derecho a la igualdad y la prohibición
con la distribución de postulantes respecto de la de discriminación (66)
situación de salud de los NNA: el 74% de los ins-
criptos no aceptan niños con patologías; un 16% “Los Estados Parte tomarán medidas efectivas y
sólo acepta patologías leves, de un 6% se desco- pertinentes para poner fin a la discriminación con-
noce esa información y sólo un 4% acepta patolo- tra las personas con discapacidad en todas las
gías leves y severas (63). cuestiones relacionadas con el matrimonio, la fa-
milia, la paternidad y las relaciones personales,
Por otra parte, del listado de Convocatorias Pú- y lograr que las personas con discapacidad es-
blicas se puede leer una cantidad significativa de tén en igualdad de condiciones con las demás”
niños, niñas y adolescentes con diversidades fí- (art. 23, primera parte).
sicas, mentales, intelectuales o sensoriales res-
pecto de las cuales se efectúa una búsqueda Con íntima relación en los modelos de tratamien-
orientada a quienes decidan asumir el compro- to que la CDPCD pretende desterrar las personas
miso de ofrecerles un entorno familiar de afecto y con discapacidad, que suelen ser percibidas por
protección (64). la sociedad de forma estereotipada y estigmati-
zante, circunstancia que supone una clara des-
Estos datos nos advierten de la necesidad de que ventaja para la realización de sus proyectos fami-
el Estado argentino, en cumplimiento del art. 4º liares. Partiendo de esa premisa, y puestos en la
de la CDN y del art. 4º de la CDPCD –garantía de tarea de evaluar la separación del niño de su fa-
efectividad de los derechos– implemente con ma- milia de origen o ampliada, entendemos que re-
yor vigor políticas y programas de asistencia social sulta central reconocer esa histórica construcción
apropiados que, entre otras cosas, permitan elu- de estereotipos porque en realidad importan prác-
dir una institucionalización innecesaria (65). ticas discriminatorias al relacionar a las personas
(60) Nos referimos a la declaración de situación de adoptabilidad, guarda con fines adoptivos y juicio de
adopción.
(61) Se incorpora así el estándar de “plazo razonable”. La Corte IDH, en forma reiterada, ha hecho expresa
mención esgrimiendo que “(l)os procedimientos administrativos y judiciales que conciernen a la protección de
los derechos humanos de personas menores de edad, particularmente aquellos procesos judiciales relaciona-
dos con la adopción, la guarda y la custodia de niños y niñas que se encuentran en su primera infancia, de-
ben ser manejados con una diligencia y celeridad excepcional por parte de las autoridades”; Casos “Fornerón
e hija v. Argentina” y “Medidas provisionales respecto de Paraguay”, de fecha 1/7/2011; “L. M. Medidas provi-
sionales respecto del Paraguay”, del 1/7/2011, párr. 16; caso “Furlán y familiares v. Argentina”, sentencia del
31/8/2012.
(62) En particular, la intervención con carácter de parte en la etapa de la declaración de situación de adoptabi-
lidad de los padres u otros representantes legales del NNA y el impedimento de que dicha resolución no pueda
dictarse “si algún familiar o referente afectivo del NNA ofrece asumir la guarda o tutela y tal pedido es conside-
rado adecuado al interés de éste (art. 607).
(63) Guía informativa sobre adopción. Hacia una protección integral de los derechos de los niños, niñas y ado-
lescentes, DNRUA - Ministerio de Justicia de la Nación, Infojus, 2015, p. 18.
(64) Información que puede ser extraída de la página del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines
Adoptivos, http://www.jus.gob.ar/registro-aspirantes-con-fines-adoptivos/convocatorias-publicas-de-postulantes.
aspx.
(65) Informe “El derecho del niño y la niña a la familia. Cuidado alternativo. Poniendo fin a la institucionalización
en las Américas”, UNICEF-CIDH-OEA-2013, párr. 552. Se puede ver en http://www.cidh.org.
(66) Art. 16, CN; arts. 1º de la Convención Americana; arts. 2º y 5º de la CDPCD; arts. 1º y 2º de la Convención
Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad,
y art. 1º de la ley 23.592, “Actos discriminatorios”.
Aquí se presentan varias cuestiones, de las cuales En segundo término, la Corte resalta cuál es el
queremos destacar al menos dos. Una primera es efecto jurídico directo de que una condición o ca-
que cualquier medida de separación que se adop- racterística de una persona se enmarque dentro
te respecto de los hijos de personas en situación de las categorías del art. 1.1 de la Convención, y
de discapacidad, que se base exclusivamente en es “que el escrutinio judicial debe ser más estricto
esa condición o característica, configura un ca- al valorar diferencias de trato basadas en dichas
so de discriminación por motivos de discapaci- categorías”; ello importa que la eventual restric-
dad. La Corte IDH, en el caso “Atala Riffo” –don- ción de un derecho exige “una fundamentación ri-
de incorpora por vía interpretativa como categoría gurosa y de mucho peso, invirtiéndose, además,
sospechosa de discriminación “la orientación se- la carga de la prueba, lo que significa que corres-
xual” en los términos del art. 1º de la Convención ponde a la autoridad demostrar que su decisión
Americana (69)–, precisa cuáles son los elemen- no tenía un propósito ni un efecto discriminatorio.
tos determinantes que deben ser considerados Esto es especialmente relevante en un caso como
al momento de definir el interés superior del ni- el presente, teniendo en cuenta que la determi-
ño en caso de cuidados parentales ejercidos por nación de un daño debe sustentarse en evidencia
personas incorporadas en esas categorías. Esos técnica y en dictámenes de expertos e investiga-
estándares han servido de base y fundamento al dores en aras de establecer conclusiones que no
art. 656 del CCiv.yCom., que dice: “…cualquier resulten en decisiones discriminatorias” (71). Se
decisión en materia de cuidado personal del hijo extrae de dicha afirmación que cualquier autori-
(67) Sobre el tema se puede consultar el trabajo de Carrillo Hernández, Edith, “Con las carricolas vacías. La
maternidad impedida y cuestionada. Mujeres calificadas como malas madres por el Estado”, Revista Instituto
Interamericano de Derechos Humanos, nro. 53, enero-julio 2011, ps. 185 y ss., disponible en https://www.
iidh.ed.cr/IIDH/media/1634/revista-iidh53.pdf, consultada el 1/6/2016; Paz, Melina - Núñez, Cecilia - Azparren,
María Emilia - Rivero, Cecilia - Mattioni, Mara - Bruni, Martín, “La discapacidad mental y la maternidad son
realidades incompatibles: ¿Mito o realidad?”, Revista Margen, nro. 66, septiembre de 2012; Seda, Juan,
“Nacidos para la adopción: hijos de personas con discapacidad mental o intelectual”, Revista Inclusiones, vol. 1,
nro. 3, julio-septiembre 2014, y del mismo autor, “Adopción de hijos de personas con discapacidad mental
o intelectual”, en Bagdassarián, Dora - Iglesias, Arturo (coords.), Cuestiones relativas al Derecho de Familia,
Centro de Estudios de Derecho Comparado del Mercosur, Facultad de Derecho - Universidad de la República
(Montevideo-Uruguay), 2014, disponible en http://www.niunomenos.org.ar/attachments/article/107/articulo_
CEDECO_Adopci%C3%B3n%20y%20discapacidad.pdf; Cano V., Mariela - Díaz, Rodolfo, “Las causales de extin-
ción, privación y suspensión de la responsabilidad parental en pos del derecho a vivir en familia”, RDF, nro. 72,
AbeledoPerrot, ps. 223 y ss.
(68) Art. 23, apart. 4º, CDPCD.
(69) La Corte IDH, en el caso “González Lluy y otros v. Ecuador”, en el apart. 255 dice: En esta protección con-
tra la discriminación bajo ‘otra condición social’ se encuentra asimismo la condición de persona con VIH como
aspecto potencialmente generador de discapacidad en aquellos casos donde, además de las afectaciones orgá-
nicas emanadas del VIH, existan barreras económicas, sociales o de otra índole derivadas del VIH que afecten
su desarrollo y participación en la sociedad”.
(70) Por otra parte, la Corte federal ha dicho que “los órganos judiciales, así como toda institución estatal, han
de aplicar el principio del interés superior del niño, estudiando sistemáticamente cómo los derechos y los inte-
reses del niño se ven afectados o se verán afectados por las decisiones y las medidas que adopten... Es de re-
iterar, ciertamente, que la misión específica de los tribunales especializados en temas de familia queda total-
mente desvirtuada si éstos se limitan a decidir problemas humanos mediante la aplicación de una suerte de
fórmulas o modelos prefijados, desentendiéndose de las circunstancias del caso que la ley les manda concre-
tamente valorar” (JA 2006-II-27).
(71) Estos argumentos se reproducen en el caso “González Lluy y otros v. Ecuador”, aparts. 253 a 259.
64
Adopción y discapacidad
dad pública (72), al momento de restringir o limi- para hacerse cargo, criar y cuidar los niños (75).
tar el ejercicio de los derechos parentales de una Apoyos que deben ser entendidos como una pla-
persona con discapacidad o al momento de re- nificación hecha a medida, no seriada y aplica-
solver cuestiones relativas al cuidado parental de ble a un perfil determinado; es decir, una planifi-
sus hijos, debe analizar la cuestión bajo los cá- cación centrada en la persona (en sus intereses,
nones del escrutinio estricto o test de escrutinio necesidades y preferencias), cuyo resultado arro-
más estricto que coloca una carga de argumen- ja un apoyo individualizado (76). Es decir, se impo-
tación agravada o exigencia agravada de justifi- ne en concreto evaluar si se ha diseñado un sis-
cación (73). tema de apoyos para el ejercicio de la maternidad
y paternidad (77).
b) Modalidad asistida para el ejercicio
parental por personas en situación de El Comité de los Derechos del Niño, en la Obser-
discapacidad vación General 14, ha dicho: “…los niños no se
separarán de sus padres en razón de una disca-
“Los Estados Parte garantizarán los derechos y pacidad del menor o de sus padres. La separa-
obligaciones de las personas con discapacidad en ción ha de barajarse sólo en los casos en que la
lo que respecta a la custodia, la tutela, la guar- asistencia que la familia requiere para preservar la
da, la adopción de niños o instituciones simila- unidad familiar no es suficientemente eficaz para
res, cuando esos conceptos se recojan en la le- evitar el riesgo de descuido o abandono del niño
gislación nacional; en todos los casos se velará o un riesgo para la seguridad del niño” (78). De tal
al máximo por el interés superior del niño. Los modo, sólo cuando se encuentre acreditado que
Estados Parte prestarán la asistencia apropiada a ha fracasado el esquema de protección, preventi-
las personas con discapacidad para el desempe- vo y de apoyo será posible avanzar en la integra-
ño de sus responsabilidades en la crianza de los ción de NNA en una familia adoptiva.
hijos” (74).
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en va-
De la norma se desprende que corresponde eva- rias oportunidades, se ha expedido sobre el de-
luar si ha diseñado un sistema de apoyos que recho a la vida familiar y a la restricción de los
incluya asistencia apropiada para el desempeño y derechos parentales de personas con discapaci-
fortalecimiento de las responsabilidades y capaci- dad (79), pero por cuestiones de espacio en este
dades que las personas con discapacidad tienen trabajo nos centraremos en la jurisprudencia lo-
(72) Caso “Gelman v. Uruguay”, Sentencia de Fondo y Reparaciones, 24/2/2011, Serie C, nro. 221, párr. 239.
(73) Treacy, Guillermo, “Categorías sospechosas y control de constitucionalidad”, Revista Lecciones y Ensayos,
nro. 89, 2011; disponible en http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/lye/revistas/89/treacy-guillermo-f-catego-
rias-sospechosas-y-control-de-constitucionalidad.pdf.
(74) Art. 23, apart. 2º, el destacado nos pertenece.
(75) Art. 23, aparts. 2º y 3º, CDPCD, y art. 23 de la CDN; CIDH, “Derecho del niño y la niña a la familia. Cuidado
alternativo. Poniendo fin a la institucionalización de las Américas”, OEA/SER.L/V/II.144 Doc. 12, 10/8/2012.
Disponible en http:// www.oas.org.es/cidh/docs/pdfs.Jamaica2012esp.pdf.
(76) Aznar, A. - González Castañón, D. (2010), ¿Son o se hacen? El campo de la discapacidad intelectual estu-
diado a través de recorridos múltiples, Novedades Educativas, Buenos Aires, cit. por Paz, Melina - Núñez, Cecilia
- Azparren, María Emilia - Rivero, Cecilia - Mattioni, Mara - Bruni, Martín, “La discapacidad mental y la mater-
nidad…”, cit.
(77) Apart. 36, Observación Final del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad con relación a
la Argentina (CRPD/C/ARG/CO/1).
(78) Apart. 63, Observación General 14, CRC/C/GC/1.
(79) Caso “S. H. v. Italia”, 13/10/2015, cit. por Fernández, Silvia E., “Principio de prevención y derechos per-
sonalísimos. Una mirada desde la protección del derecho a la vida familiar en el Código Civil y Comercial de la
Nación”, RCCyC2016 (abril), p. 38, cita Online: AR/DOC/949/2016; Caso “Dmitriy Ryabov v. Rusia”, 1/8/2013;
con comentario de Laufer Cabrera, Mariano - Capurro Robles, Facundo, “Salud mental y derecho a la vida fa-
miliar”, Revista de Derechos Humanos, año III, nro. 6-B, Infojus, ps. 369 y ss., y Caso “Antonyuk v. Rusia”,
1/8/2013, con comentario de Dorrego, Marisol, “Cuestiones procedimentales del derecho a la vida privada
y familiar”, misma revista, ps. 387 y ss.; Caso “X v. Croacia”, 17/7/2008; Caso “Temenuzhka Ivachova v. Ita
lia”, 13/4/2009, y Caso “K v. Croacia”, 21/6/2011, citados por Kemelmajer de Carlucci, Aída - Herrera, Marisa,
“Familia de origen vs. Familia adoptiva: De las difíciles disyuntivas que involucra la adopción”, LL 2011-F-225;
caso “Kutzner v. Germany”, 26/2/2002, y “B. v. Romania”, ambos publicados en el Boletín Electrónico de
Jurisprudencia Internacional, Protección de la Familia.
(80) Sup. Corte Bs. As., C.118.472, http://www.pensamientocivil.com.ar/system/files/2015/11/Fallos2257.pdf.
(81) La sentencia contra la cual la progenitora dedujo recurso extraordinario federal es de la Cámara Civil, sala B,
37609/2012, de fecha julio de 2012, autos “I. J. M. s/protección especial”.
(82) Dictamen de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, 8/5/2014, disponible en file:///C:/
Users/seven/Downloads/Ver%20sentencia%20%20c-118472%20[1].pdf, consultado el 1/6/2016.
(83) http://www.fiscales.gob.ar/procuracion-general/dictaminaron-a-favor-de-la-restitucion-de-un-nino-a-su-ma-
dre-con-discapacidad/, consultado el 1/6/2016.
(84) Sup. Corte Bs. As., C.118.472, “G., A. M. Insania y curatela! y sus acumuladas; C.118.473, “G., J. E.
Abrigo”, y C.118.474, “S., R. B. y otro/a. Abrigo”; www.scba.gov.ar.
66
Adopción y discapacidad
En algunas parcelas del voto del Dr. Eduardo de perar a sus niños” (85). Confirma esa premisa la
Lázzari, puede leerse: “…la Sra. G. no se encuen- plataforma fáctica de los dos casos relativos a la
tra en condiciones de ejercer el maternaje en for- adopción de niñas y niños argentinos llegados a la
ma autónoma… la modalidad asistida de ejercicio instancia interamericana; nos referimos a la con-
parental no alcanza a ser un recurso que asegure dena de la Corte IDH en el caso “Fornerón e hi-
la superación de los obstáculos antes expuestos, ja” (86) y, al más reciente, que es el caso “María
ni cuenta con una red de contención necesarios y su hijo Mariano”, en el que la Comisión IDH ha
para la armonización de los derechos de resguar- dictado una medida cautelar en la que solicita al
do y de menor separación de la familia. Con otras Estado argentino adopte medidas especiales en
palabras, esta restricción no responde a una de- orden a la afectación del derecho a la familia,
terminación a partir de presunciones infundadas integridad física y mental del niño y su madre (87).
y estereotipadas sobre la capacidad e idoneidad
parental de poder garantizar y promover el bien- Desde allí y pensando en los progenitores –per-
estar y desarrollo del niño; por el contrario, la mis- sonas con discapacidad– que se encuentran fren-
ma ha sido considerada como conclusión adecua- te al juez, en el marco del proceso de declara-
da ‘para garantizar el fin legítimo de proteger el ción en situación de adoptabilidad, porque han
interés superior de los niños’ (v. Corte IDH, caso “tomado la decisión libre e informada de que su
“Karen Atala Riffo y niñas v. Chile”, 24/2/2012, hijo sea adoptado” (88), nos surgen los siguientes
párr. III), y el propio de la Sra. G. en su relación al interrogantes: ¿Cuándo considerar es realmente
derecho a su integridad física y mental (arts. 17 libre e informada? ¿Qué recaudos deben adoptar-
de la CDPD; 3º y 5º de la Ley de Salud Mental se? Y, en ese caso, ¿se exige una mayor rigurosi-
26.657)”. dad en su cumplimiento al tratarse de personas
en situación de vulnerabilidad por su situación de
Resta esperar la resolución del Máximo Tribunal discapacidad?
de la Nación.
Descartando la aplicación de las reglas de debi-
c) Decisión libre e informada de los padres do proceso (89), que alcanzan a todos en general,
con discapacidad de que su hijo/a sea la respuesta la encontramos en el art. 13 de la
adoptado/a CDPCD, denominado “Acceso a la Justicia”, sien-
do un aspecto destacado, “los ajustes de proce-
Lo ya expuesto en relación con la visión estereo- dimiento y adecuados a la edad, para facilitar el
tipada respecto del desempeño de la función pa- desempeño de las funciones efectivas de esas
rental por parte de personas con discapacidad personas como participantes directos e indirec-
vuelve a manifestarse en este punto dado que tos” y, en el art. 21, que reza en su primera parte:
con acierto se ha señalado que “en ocasiones los “Los Estados Parte adoptarán todas las medidas
grupos familiares que consienten la entrega en pertinentes para que las personas con discapa-
adopción, lo hacen después de haber sido obje- cidad puedan ejercer el derecho a la libertad de
to de distintas acciones institucionales que cola- expresión y opinión, incluida la libertad de reca-
boraron en persuadirlos de que ésa era la mejor bar, recibir y facilitar información e ideas en igual-
opción para sus niños o que fueron minando su dad de condiciones con las demás y mediante
capacidad para hacer valer sus derechos o recu- cualquier forma de comunicación que elijan”.
(85) Ciordia, Carolina, “El tránsito institucional y la producción de hijos adoptables: una etnografía de la gestión
de la infancia y las familias”, RDF, nro. 72, sección Investigaciones, AbeledoPerrot, p. 364.
(86) Caso “Fornerón e hija v. Argentina”, 27/4/2012, disponible en http://corteidh.or.cr/.
(87) Caso “María y su hijo Mariano respecto de Argentina s/medida cautelar”, 12/4/2016, disponible en http://
www.corteidh.or.cr/; con diferencias en el acto de entrega del niño el caso “L. M. respecto de Paraguay s/medi-
da cautelar”, del 1/7/2011.
(88) Art. 607, inc. b). Es aplicable por analogía el art. 59 del CCiv.yCom. relativo al consentimiento informado
para los actos médicos, que dice: “...es la declaración de voluntad expresada por el paciente, emitida luego de
recibir información clara, precisa y adecuada...”.
(89) Art. 8º de la Convención Americana de Derechos Humanos; arts. 10 y 11 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos; art. 18 de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre; art. 14 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos y Políticos, entre otros.
68
Doctrina
SUMARIO:
I. ORIENTACIÓN SEXUAL E IDENTIDAD na, en combinación con el art. 1.1º, objetó la re-
DE GÉNERO gulación jurídica colombiana en cuanto negaba el
derecho de pensión al actor, supérstite de una pa-
A. “[L]a orientación sexual y la identidad de gé- reja de hecho de personas del mismo sexo, que
nero de las personas son categorías protegidas sí reconocía a los miembros de parejas de distin-
por la Convención Americana sobre Derechos Hu- to sexo (2).
manos. Por ello, está proscrita por la Convención
cualquier norma, acto o práctica discriminatoria B. San José reiteró, de esta manera, la impronta
basada en la orientación sexual de la persona. En que había acuñado en Atala Riffo y Niñas vs. Chi-
consecuencia, ninguna norma, decisión o prácti- le, aunque en este último respecto de otros de-
ca de derecho interno, sea por parte de autorida- rechos sustanciales (3), y prosiguió, en la especí-
des estatales o por particulares, pueden disminuir fica temática de las pensiones, los antecedentes
o restringir, de modo alguno, los derechos de una del Comité de Derechos Económicos, Sociales
persona a partir de su orientación sexual”. y Culturales (4), y del Comité de Derechos Hu-
manos (5). También se hizo eco, por primera vez,
Son juicios de la Corte Interamericana de Dere- hasta donde sabemos, de los celebrados Princi-
chos Humanos, pronunciados en la más que re- pios de Yogyakarta sobre la Aplicación de la Le-
ciente sentencia Duque vs. Colombia (1). Con ello gislación Internacional de Derechos Humanos en
y sobre la base del art. 24, Convención America- Relación con la Orientación Sexual y la Identi-
(1) Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, 26/2/2016, Serie C N° 310, § 104. La cita de pá-
rrafos (§), salvo indicación en contrario, referirá a esta sentencia.
(2) El citado art. 24 prescribe: “[t]odas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho,
sin discriminación, a igual protección de la ley”.
(3) Fondo, reparaciones y costas, 24/2/2012, Serie C N° 239, § 91.
(4) Observación general n° 19. El derecho a la seguridad social (artículo 9), 2007, § 29; asimismo: Observación
general n° 20. La no discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales (artículo 2º, párrafo 2º, del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), 2009, § 32, entre otras.
(5) P. ej., communication n° 941/2000, Edward Young v. Australia, 6/8/2003, CCPR/C/78/D/941/2000, § 10.4.
Doctrina
dad de Género (§ 109) (6). No omitió, asimismo, pensable, todavía hoy, frente al incesante drama
los recordatorios de la normativa y jurispruden- de personas o grupos de personas que, por ta-
cia concordes con su parecer, de diversos Estados les motivos, continúan sufriendo, directa o indi-
del Sistema Interamericano (7), incluido nuestro rectamente, aquí y allá, en esto y en aquello, la
país (8). Más aún; volvió sobre Atala Riffo y Ni- violencia, el hostigamiento, los prejuicios, la es-
ñas, para repetir una salvedad nada menor, por tigmatización, las barreras, los dañinos y burdos
su relevancia, inter alia, en los ámbitos, procelo- estereotipos, con los que se los marca, hiere y
sos, del llamado “margen de apreciación” de los vulnera, en carne y alma, tanto por las autorida-
Estados y de la búsqueda de un “común deno- des estatales, cuanto por los particulares, sus
minador” en el conjunto de estos: “la falta de un prójimos (10). Ratifica, Duque, con proyecciones
consenso al interior de algunos países sobre el generales, la terminante prohibición de tamaña
respeto pleno por los derechos de las minorías discriminación, con fundamento en la Convención
sexuales no puede ser considerado como un ar- Americana sobre Derechos Humanos, la cual,
gumento válido para negarles o restringirles sus conviene recordarlo, tiene jerarquía constitucional
derechos humanos o para perpetuar y reproducir en nuestro ordenamiento jurídico (CN, art. 75.22,
la discriminación histórica y estructural que estas segundo párr.)
minorías han sufrido. El hecho de que ésta pudie-
ra ser materia controversial en algunos sectores y Con todo, sin la menor mengua de todo ello, qui-
países, y que no sea necesariamente materia de siéramos introducir las siguientes breves reflexio-
consenso no puede conducir al Tribunal a abste- nes, vinculadas con otros costados de Duque.
nerse de decidir, pues al hacerlo debe remitirse
única y exclusivamente a las estipulaciones de las II. CATEGORÍAS SOSPECHOSAS E IURA
obligaciones internacionales contraídas por deci- NOVIT CURIAE
sión soberana de los Estados a través de la Con-
vención Americana” (§ 122) (9). A. Primero. Duque expresó que “tratándose de la
prohibición de discriminación por una de las ca-
C. Duque, sin dudas, no puede ser acogido sino tegorías protegidas contempladas en el artículo
con la mayor aprobación, y con el reconocimien- 1.1 de la Convención, la eventual restricción de
to de su no desigual necesidad. Toda censura so- un derecho exige una fundamentación rigurosa,
bre la discriminación derivada de la orientación lo cual implica que las razones utilizadas por el
sexual y de la identidad de género, cuanto más Estado para realizar la diferenciación de trato de-
pronunciada por un órgano jurisdiccional de la ta- ben ser particularmente serias y estar sustenta-
lla de la Corte Interamericana, sigue siendo indis- das en una argumentación exhaustiva” (§ 106,
(6) Con todo, vid. el voto parcialmente disidente del juez Vio Grossi. Sobre los citados Principios, y la discrimi-
nación derivada de la orientación sexual y de la identidad de género, en general: Gialdino, Rolando E., “Derecho
Internacional de los Derechos Humanos: Principios, Fuentes, Interpretación y Obligaciones”, AbeledoPerrot,
Buenos Aires, 2013, ps. 198/202.
(7) V.gr., Brasil (§ 115), Chile (§ 116), México (§ 112), Uruguay (§ 113). Sobre los cambios producidos en
Colombia: §§ 119/122 y 130/137.
(8) V.gr., ley 26.618; “desde el año 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación había reconocido el dere-
cho a la pensión a los convivientes del mismo sexo. En 2011, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reco-
noció el derecho al pago retroactivo de la pensión por fallecimiento a las parejas del mismo sexo a partir de la
muerte de su pareja” (§ 115, citas omitidas).
(9) Pero ver el voto parcialmente disidente del juez Vio Grossi En el ámbito de la Convención Europea de
Derechos Humanos, la doctrina del margen de apreciación ha despertado serias y justas críticas, en la medida
en que su aplicación práctica ha proporcionado a la Corte Europea de Derechos Humanos una cómoda salida
para conceder a los Estados un margen tal que reduce a la nada el propio control de proporcionalidad de las di-
ferencias de trato por parte del tribunal (vid. Sudre, Frédéric et al., Les grands arrêts de la Cour européenne des
Droits de l’Homme, París, Puf, 2003, p. 79).
(10) Vid. Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Violencia contra Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales,
Trans e Intersex en América, OEA/Ser.L/V/II. Doc. 36, 2015; Asamblea General, OEA, AG/RES. 2807 (XLIII-O/13),
Derechos humanos, orientación sexual e identidad y expresión de género, 6/6/2013; Discriminación y violen-
cia contra las personas por motivos de orientación sexual e identidad de género. Informe de la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, A/HRC/29/23, 2015.
70
Orientación sexual, identidad de género...
itálicas agregadas) Y lo hizo con cita del § 256 de Se dirá, quizás, que por el hecho de si la catego-
su sentencia Gonzales Lluy y otros vs. Ecuador, ría está “explícitamente indicada” en el art. 1.1º
en la cual había puesto de resalto “que el efec- (v.gr. raza, color, sexo) o no. Empero, si esto fue-
to jurídico directo de que una condición o carac- ra así, ¿cómo integraríamos la orientación sexual,
terística de una persona se enmarque dentro de que el precepto no menciona, en el primero de
las categorías del artículo 1.1 de la Convención es los campos antes indicados, tal como lo hizo la
que el escrutinio judicial debe ser más estricto al Corte Interamericana en Atala Riffo y Niñas y en
valorar diferencias de trato basadas en dichas ca- Duque? Será alegado, presumiblemente, que por
tegorías” (11). vía de la expresión “toda condición social” conte-
nida en el art. 1.1º, según se sigue del primero
Ambos enunciados se comunican con la doctrina de los precedentes que acabamos de mencionar
de los “criterios sospechosos” o “categorías sospe- (esp. §§ 84/85) (12). Mas, con ello, incurriría-
chosas”, términos presentes, expressis verbis, en mos en una suerte de ritornelo, por cuanto “to-
Gonzales Lluy y otros (§§ 256 y 260), e implícita- da condición social” se encuentra “explícitamente
mente en Duque, máxime, insistimos, ante la cita indicada”, pero para referir a lo no explícitamen-
que este hace de aquel. Tales criterios o categorías te indicado: “[l]os criterios específicos en virtud
sospechosos son, para esta postura, las razones de los cuales está prohibido discriminar, según
de disciminación que están “explícitamente indica- el artículo 1.1 [...] –expresa Atala Riffo y Niñas–
da[s]” –término empleado por Atala Riffo y Niñas no son un listado taxativo o limitativo sino mera-
(§ 85)– en el listado convencional. Sólo éstos, por mente enunciativo. Por el contrario, la redacción
consiguiente, serán sometidos a un examen riguro- de dicho artículo deja abiertos los criterios con la
so, que no los motivos o razones no explícitamente inclusión del término ‘otra condición social’ pa-
indicados en el listado convencional. ra incorporar así a otras categorías que no hubie-
sen sido explícitamente indicadas” (§ 85, itálicas
Ahora bien, nos preguntamos, en este orden de
agregadas)
ideas y retomando las recién transcriptas voces
de Duque y de Gonzales Lluy y otros: ¿hay ca- Hace tiempo que A. Bayevsky lo advirtió: “[d]eter-
tegorías no protegidas?, ¿existe condición o ca- minar si una distinción dada viola el principio de
racterística de una persona que no se enmarque no discriminación jamás implicará determinar si
dentro de las categorías del art. 1.1º? De res- dicha distinción está cubierta o no por la disposi-
ponderse afirmativamente, no sin error a nuestro ción no discriminatoria. Cada distinción, de cual-
juicio, poco interesaría a qué escrutinio será so- quier tipo, invocará el principio de igualdad o no
metida la diferencia de trato, puesto que caería discriminación” (13).
fuera del art. 1.1º. Y, de contestarse por la nega-
tiva, con acierto en nuestro parecer, toda diferen- No queremos extendernos en este comentario crí-
cia será objeto de examen estricto. Podrá replicar- tico, dado que la presente materia, “categorías
se, por cierto, que toda categoría, toda condición sospechosas”, no ajena, desafortunadamente,
o característica, es susceptible de enmarcarse al repertorio de la Corte Suprema de Justicia de
en el art. 1.1º, sólo que algunas despiertan sos- la Nación, la hemos estudiado, con iguales pro-
pechas y otras no, de manera que su enjuicia- pósitos, en otra oportunidad, apoyándonos en la
miento reclamaría diferentes grados de intensi- “irrelevancia de las listas de motivos” de discri-
dad. Mas, ¿por dónde pasaría este parteaguas? minación enunciadas convencionalmente (14). Sí
(15) Corte Europea de Derechos Humanos, Rasmussen v. Danemark, 28/11/1984, § 34, c/cita de Engel et
autres c. Pays-Bas. Tampoco se advierte que la jurisprudencia de la Corte Europea enuncie distintos test de re-
visión según los motivos de discriminación puestos en juego (vid. Arnardóttir, Oddný Mjöll, Equality and non-dis-
crimination under the European Convention on Human Rights, La Haya, M. Nijhof, 2003, ps. 125, 128 y no-
ta 573, 145 y nota 664, 148 y nota 674, 150 y nota 687, 151 y nota 694, 154 y 167. Dicha Corte “no tiene
propiamente distintos test de igualdad [...]” (Uprimny Yepes, Rodrigo y Sánchez Duque, Luz María, “Artículo 24.
La igualdad ante la ley”, en Convención Americana sobre Derechos Humanos: comentada (C. Steiner y P. Uribe,
coords.), México, Suprema Corte de Justicia de la Nación [México] - Fundación Konrad Adenauer [Bogotá],
2014, p. 603) El art. 14 citado en el texto prescribe: “[e]l goce de los derechos y libertades reconocidos en la
presente Convención ha de ser asegurado sin distinción alguna, especialmente por razones de sexo, raza, color,
lengua, religión, opiniones políticas u otras, origen nacional o social, pertenencia a una minoría nacional, fortu-
na, nacimiento o cualquier otra situación”.
(16) Opinión Consultiva OC-18/03, 17/9/2003, Serie A N° 18, §§ 101 y 106; adviértase que la expresión “cual-
quier otra condición” ni siquiera está seguida de “social”. “Es perfectamente posible, además de deseable, vol-
ver las atenciones a todas las áreas de comportamiento humano discriminatorio, incluso aquellas que hasta la
fecha han sido ignoradas o menoscabadas en el plano internacional (v.g., inter alia, status social, renta, estado
médico, edad, orientación sexual, entre otras)” (ídem, voto del juez Cançado Trindade, § 63).
(17) Idem, § 101 y opinión, punto 4.
72
La formación del contrato por medios electrónicos...
los derechos civiles y políticos, sino, también, que respaldado en la jurisprudencia internacional, pa-
entre aquellos se encuentran los relativos a la se- ra estudiar la posible violación de las normas de
guridad social: jubilaciones o pensiones (18). ¿Por la Convención que no han sido alegadas en los
qué, entonces, el examen de Duque se redujo al escritos presentados ante ella, en la inteligencia
quiebre del art. 24? Dejemos en claro, además, de que las partes hayan tenido la oportunidad de
que de no haber sido planteado el agravio, San expresar sus respectivas posiciones en relación
José, tenía competencia “con base en el principio con los hechos que las sustentan” (19). Y esto úl-
iura novit curia, el cual se encuentra sólidamente timo, desde luego, aconteció en Duque.
SUMARIO:
(18) Vid. Gialdino, Rolando E., “Derechos económicos, sociales y culturales y Convención Americana sobre
Derechos Humanos”, en LA LEY 2013-E.
(19) Usón Ramírez vs. Venezuela, excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, 20/11/2009, Serie C
N° 207, § 53 y sus citas.
(1) UNCITRAL, Model Law on Electronic Commerce with Guide to Enactment 1996, United Nations, New York,
1999, p. 16.
(2) Diario Oficial de la UE, nro. L 178 de 17/7/2000 ps. 0001/0016.
74
La formación del contrato por medios electrónicos...
Por ejemplo, el valor del comercio electrónico al nal (9). Sin embargo, y como intentaremos de-
por menor en la UE creció un 13,4% en 2014 en mostrar en el desarrollo de este trabajo, la incerti-
comparación con 2013. Las empresas de ventas dumbre jurídica sobre la contratación electrónica
al por menor han visto que la modalidad de co- resulta en realidad una resistencia cultural deri-
mercio electrónico como parte de su facturación vada del miedo al cambio –usual frente a nuevas
total ha aumentado en un 85% de 2009 a 2014, tecnologías– en lo que se refiere a usos comercia-
lo que demuestra que el comercio minorista está les y normativa legal y contractual.
creciendo mucho más rápido en la modalidad “en
línea” que en la tradicional (7). II. CONCEPTOS TECNOLÓGICOS CLAVES
EN EL COMERCIO ELECTRÓNICO
Es decir: si bien la comercialización tradicional si-
gue siendo económicamente más importante y Previo al desarrollo antes prometido, es esencial
lo será por un tiempo prolongado, el avance de identificar algunos conceptos tecnológicos claves
la modalidad electrónica va ganando espacio sin vinculados al comercio electrónico, y que presen-
pausa, mientras supera los dos principales esco- tan relevancia jurídica en lo que se refiere a la
llos que dificultan tal progreso: a) el problema téc- formación de los contratos por medios electró-
nico –la conectividad–, y b) el problema legal –la nicos. Es por tal razón que tales conceptos han
incertidumbre jurídica de la contratación electró- obtenido condición normativa por su inclusión en
nica desde el punto de vista de su seguridad, va- definiciones consagradas en convenciones inter-
lidez y prueba frente a la modalidad tradicional nacionales, legislación modelo no obligatoria pre-
por papel–. parada por organizaciones internacionales y tex-
tos legales nacionales.
Respecto de la primera cuestión, la situación de
la conectividad, si bien todavía sin alcanzar un
a) Mensaje, documento y comunicación
nivel aceptable promedio en el ámbito interna-
electrónica
cional, ha mejorado mucho, sobre todo a con-
secuencia de la adopción generalizada de la tele- Los medios electrónicos de contratación se ba-
fonía móvil y las redes sociales. Por otra parte, las san, esencialmente, en comunicaciones electró-
nuevas aplicaciones, plataformas y servicios es- nicas que, debidamente instrumentadas en siste-
tán haciendo al comercio electrónico más acce- mas de información, derivan datos de emisores a
sible y más fácil el hecho de desenvolverse en él, destinatarios.
lo que reduce las barreras de entrada. Asimismo,
las nuevas formas de pago amplían el conjunto de Por sistema de información se entenderá todo
opciones a las empresas y los consumidores para sistema que sirva para generar, enviar, recibir, ar-
llevar a cabo transacciones en línea. Están apare- chivar o procesar de alguna otra forma comuni-
ciendo cada vez más empresas de comercio elec- caciones electrónicas (10). Una comunicación
trónico en los países en desarrollo, con ofertas electrónica es toda exposición, declaración, re-
que se adaptan a las necesidades y demandas de clamación, aviso o solicitud, incluida una oferta y
los usuarios locales (8). la aceptación de una oferta, que las partes hayan
de hacer o decidan hacer por medio de mensajes
Respecto de los problemas creados por la incer- de datos en relación con la formación o el cumpli-
tidumbre sobre el valor jurídico de las comunica- miento de un contrato (11).
ciones electrónicas en los contratos, se ha toma-
do conciencia a nivel mundial de que constituyen El concepto de comunicación electrónica es pues,
un obstáculo cierto para el comercio internacio- de naturaleza formal, en el sentido de modo de
(12) Art. 4.c), UNECIC; art. 2.c) de la Ley Modelo de UNCITRAL sobre Firmas Electrónicas, adoptada en 2001
(en adelante, “LMFE”), y art. 2.a) de la Ley Modelo UNCITRAL sobre Comercio Electrónico de 1996 (con modi-
ficación de 1998; en adelante, “MOLEC”).
(13) UNCITRAL, cit., p. 26.
(14) Hill, Jennifer E., “The Future…”, cit., ps. 18/19.
(15) Art. 2.b), MOLEC.
(16) Hill, Jennifer E., “The Future…”, cit., p. 8.
76
La formación del contrato por medios electrónicos...
bunales de EE.UU. han indicado que los telegra- completa un formulario de pedido en línea y ve
mas con rúbricas impresas, membretes y/o logos los términos y condiciones del contrato en el si-
proporcionan la “firma” necesaria para un contra- tio web de la otra parte. El comprador transmite el
to vinculante (17). Consecuentemente, enviar un formulario en línea y acepta los términos y condi-
correo electrónico, con o sin pie de firma, inclu- ciones haciendo clic en un botón en la página web
yendo un nombre y la información pertinente de correspondiente. Esto se refiere a menudo como
contacto, puede simbolizar el consentimiento a la un contrato click-wrap, cuyo análisis profundizare-
formación de un contrato (18). mos en esta misma sección. La primera cuestión
que se suscita por esta operatoria es si el titular o
La complejidad del procesamiento del correo elec- explotador del sitio web queda vinculado jurídica-
trónico a través de servidores, routers y proveedo- mente por un convenio con el usuario tan pronto
res de servicios de Internet (ISP), puede explicar- como se recibe el pedido en línea.
se de la siguiente manera:
La categorización de los sitios web en diferentes
a) El proceso de envío de un correo electrónico se
tipos puede ser útil para la resolución de este pro-
iniciará cuando el emisor se conecta a su ISP y
blema. Se han distinguido tres tipos diferentes de
haga clic en el botón de envío.
sitios web, a saber:
b) Desde el ISP el correo electrónico ingresa a
a) sitios web no-interactivos, que proporcionan
continuación en Internet y rebota hacia atrás y
solamente información y cualquier contacto con
adelante entre varios servidores antes de que lle-
el titular o explotador debe hacerse a través de
gue al ISP receptor previsto.
otros medios de comunicación (generalmente, el
c) El proceso termina cuando el receptor se co- correo electrónico);
necta a su ISP y descarga el correo electrónico.
b) sitios web interactivos propiamente dichos,
Éste es sólo un ejemplo de cómo puede ser la es- donde un usuario está habilitado para iniciar se-
tructura de la tramitación de un correo electró- sión, elegir un producto ofrecido para la venta, e
nico. La comunicación también se puede inter- introducir sus datos de pago a requerimiento del
cambiar directamente entre las computadoras o a sitio, y
través de un servidor compartido. c) sitios web interactivos automatizados, que fun-
cionan de la misma manera que los sitios inte-
Las diversas etapas del proceso antes descripto
ractivos propiamente dichos, con la diferencia de
son de importancia a la hora de decidir el mo-
que son operados completamente por una com-
mento de la formación del contrato. Otro detalle
putadora.
técnico es que un mensaje de correo electrónico
se divide en varias secciones que toman diferen-
Puede resultar especialmente complicado para
tes caminos a través de Internet hacia la compu-
determinar el momento de la formación del con-
tadora del destinatario. Lo que puede complicar
trato si el sitio está totalmente automatizado. La
más el proceso es que la oferta y la aceptación
oferta y la aceptación son entonces intercambia-
se pueden intercambiar en su totalidad por co-
das dentro del mismo sistema de información y
rreo electrónico, o por una combinación de co-
esto puede dar lugar a la ausencia de diferen-
rreos electrónicos, páginas web, documentos en
cia en tiempo real entre la realización de am-
papel y negociaciones orales (19).
bas (20).
3.– Internet
Los acuerdos basados en Internet, v.gr., aquellos
Otra manera de celebrar un contrato por medios celebrados click-wrap (esto es, que permiten al
electrónicos se observa cuando una de las partes co-contratante prestar su consentimiento a los
78
La formación del contrato por medios electrónicos...
b) Los browse-wrap agreements tienen mayor esté actuando a título de intermediario a su res-
fuerza de exigibilidad contra los visitantes frecuen- pecto (32).
tes del sitio web del que se tratare (28).
Se aprecia en la exposición anterior la presencia
c) Del mismo modo, tales acuerdos tienen una de un tercero con un rol relevante en el proceso
mayor fuerza de exigibilidad contra compañías co- de transmisión electrónica: el intermediario.
merciales de cierta envergadura y con cierta sofis-
ticación en la forma de concretar los negocios (29). d) El intermediario
(28) “Register.com v. Verio Inc.”, 356, F. 3d 393, 431 (2d Cir. 2004).
(29) Zottola, A. J. - Walker, J. B. - Springer, L. B. - Crincoli, N. A., Contracts 2.0…, cit., p. 5 y notas 9 y 10.
(30) Art. 4.d), UNECIC.
(31) Art. 2º, MOLEC; UNCITRAL, cit., p. 28.
(32) Art. 4.e), UNECIC.
(33) Cfr. el art. 2º, MOLEC.
(34) UNCITRAL, cit., p. 28.
(35) Consid. 42), DESSI.
80
La formación del contrato por medios electrónicos...
Del mismo modo, cuando se indica que la infor- siempre que la comunicación electrónica sea ca-
mación de un documento electrónico debe ser paz, en lo pertinente, de cumplir las mismas fun-
accesible para su ulterior consulta, se quiere su- ciones que un mensaje en soporte papel. Estas
gerir que los datos informatizados deben ser legi- funciones son la posibilidad de guardar (recuperar)
bles e interpretables, y que debe conservarse to- el mensaje y entenderlo (comprenderlo). A menos
do programa informático que sea necesario para que las partes hayan limitado la noción de escri-
hacer accesible dicha información. Dicha accesi- tura, debería presumirse que las comunicaciones
bilidad, por otro lado, no se refiere únicamente a electrónicas se incluyen en el término “por escri-
la lectura e interpretación directa por un ser hu- to”. Esta presunción podría reforzarse o debilitarse
mano sino también a su procesamiento informá- conforme a la conducta previa de las partes o los
tico. En cuanto a la noción de “ulterior consul- usos comunes (art. 9º [1] y [2] CISG) (47).
ta”, parece preferible en materia de documento
electrónico a las de “durabilidad” o “inalterabili- De esta manera, el EDI caería perfectamente en
dad” propias del documento en soporte papel, el ámbito del art. 13, CISG porque se requieren
que hubiesen establecido un criterio demasiado inicialmente contratos para desarrollar las cone-
estricto (43). xiones técnicas necesarias para implementar el
intercambio electrónico.
En el mismo orden de ideas, el art. 13 de la CISG
estipula que a los efectos de la presente Conven- Como vimos antes, las partes acuerdan de ante-
ción, la expresión “por escrito” comprende el tele- mano sobre los tipos de documentos y estánda-
grama y el télex. A pesar de que la CISG no con- res técnicos que se enviarán mutuamente, permi-
templó en su preparación y celebración los medios tiendo el intercambio automático de información.
electrónicos (aún inexistentes o bien no desarrolla- La función de almacenamiento y reenvío del EDI,
dos en forma masiva) el término “por escrito” pue- el cual recoge mensajes del emisor y los remite a
de incluir a los medios de comunicación electróni- la casilla de correo del destinatario, permite la le-
cos que sean susceptibles de ser recuperados en gibilidad y la impresión si se desea (48).
forma tangible (44). Y es que aunque la CISG no
Esta situación es más clara aún en el caso del
reconoce expresamente los métodos de contrata-
correo electrónico. El mensaje de datos trans-
ción electrónica en su definición de “escrito”, son
mitido a través de este medio electrónico puede
aceptables en virtud de su intención y propósito y
transformarse fácilmente en un registro impreso.
la aplicación de otras normas de la Convención,
Aunque los mensajes y sus archivos adjuntos, ta-
como veremos en otra parte de este trabajo (45).
les como contratos, son remitidos entre los inter-
Además, la UNECIC puede operar expresamente vinientes en forma electrónica, dichos mensajes
como un texto legal de actualización de la CISG son almacenados en los sistemas del remitente y
en esta materia, atento a que sus disposiciones del destinatario, y son fácilmente accesibles e im-
serán aplicables al empleo de comunicaciones primibles. Consecuentemente, el correo electróni-
electrónicas en lo concerniente a la formación o co cumple también con la condición de “escrito”
el cumplimiento de un contrato al que sea aplica- del art. 13, CISG. La cuestión de la firma es irre-
ble, entre otros instrumentos internacionales, la levante porque tal formalidad no es requerida, en
propia CISG (46). puridad, bajo la CISG. Si las partes eligen la obli-
gatoriedad de firma, el pie de firma del correo u
Dentro del ámbito del art. 13 de la CISG, enton- otra marca o signo puede ser incluido en tal con-
ces, el presupuesto del “por escrito” se satisface cepto para satisfacer tal requerimiento (49).
82
La formación del contrato por medios electrónicos...
En lo que a ella respecta, la MOLEC (58) estipula dos en un mensaje de datos, o adjuntados o lógi-
que cuando la ley requiera la firma de una perso- camente asociados a él, que puedan ser utilizados
na, ese requisito quedará satisfecho en relación para identificar al firmante en relación con el men-
con un mensaje de datos si se utiliza un método saje de datos e indicar que el firmante aprueba la
para identificar a esa persona y para indicar que información recogida en dicho mensaje.
esa persona aprueba la información que figura en
el mensaje de datos y si ese método es tan fiable A tales propósitos, “firmante” (signatory) es la
como sea apropiado para los fines para los que persona que posee los datos de creación de la
se generó o comunicó el mensaje de datos, a la firma y que actúa por cuenta propia o por cuenta
luz de todas las circunstancias del caso, incluido de la persona a la que representa (63), mientras
cualquier acuerdo pertinente. que “prestador de servicios de certificación” es la
persona que expide certificados y puede prestar
Como se verá, tanto la UNECIC como la MOLEC otros servicios relacionados con las firmas elec-
ofrecen una fórmula general apartada de una tec- trónicas (64). El certificado es aquel mensaje de
nología en particular. Definen las condiciones ge- datos u otro registro que confirma el vínculo en-
nerales que, de cumplirse, autenticarían un men- tre un firmante y los datos de creación de la fir-
saje de datos con suficiente credibilidad para ma (65). Y es que tanto la firma como el certifica-
satisfacer los requisitos de firma que actualmen- do van dirigidos a otra persona, que debe confiar
te obstaculizan el comercio electrónico. Se cen- en la autenticidad del certificado o la firma a fin
tran así en las dos funciones básicas de la firma: de actuar como consecuencia de ello. La LMFE
la identificación del autor y la confirmación de que llama a esta persona la “parte que confía” (rel-
el autor aprueba el contenido del documento. En ying party) (66).
las comunicaciones electrónicas, esas dos funcio-
nes jurídicas básicas de la firma se cumplen al Consecuentemente, cuando la ley exija la firma
utilizarse un método que identifique al iniciador de una persona, ese requisito, para la LMFE, que-
de un mensaje de datos y confirme que el inicia- dará cumplido en relación con un mensaje de da-
dor aprueba la información en él consignada (59). tos si se utiliza una firma electrónica que, a la
luz de todas las circunstancias del caso, incluido
Por su parte, La LMFE siguió la postura tomada cualquier acuerdo aplicable, sea fiable y resulte
en la Directiva 1999/93/EC sobre Firmas Electró- igualmente apropiada para los fines con los cua-
nicas de la Unión Europea (60) (que luego fuera les se generó o comunicó ese mensaje (67).
derogada, con efecto a partir del 1/7/2016, por
el Reglamento 910/2014, que analizaremos des- Pero para la propia LMFE, la firma electrónica se
pués), conservando su posición de neutralidad considerará fiable si (68):
tecnológica pero promoviendo también el rol de
los proveedores del servicio de certificación (Cer- a) los datos de creación de la firma, en el contex-
tification Service Provider - CSP) en el estableci- to en que son utilizados, corresponden exclusiva-
miento de confianza y seguridad en el comercio mente al firmante;
electrónico (61).
b) los datos de creación de la firma estaban, en
Según la LMFE (62), por “firma electrónica” se en- el momento de la firma, bajo el control exclusivo
tenderán los datos en forma electrónica consigna- del firmante;
84
La formación del contrato por medios electrónicos...
El servicio de entrega electrónica certificada se re- por el iniciador para identificar un mensaje de da-
fiere al que permite transmitir datos entre terce- tos como propio.
ras partes por medios electrónicos y que aporta
pruebas relacionadas con la gestión de los da- Si el destinatario aplica un procedimiento de
tos transmitidos, incluida la prueba del envío y la autenticación previamente convenido y comprue-
recepción de los datos, y que protege los datos ba debidamente que el iniciador es la fuente del
transmitidos frente a los riesgos de pérdida, robo, mensaje, entonces se presumirá que el mensaje
deterioro o alteración no autorizada (80). proviene del iniciador (82).
86
La formación del contrato por medios electrónicos...
Todo ello será aplicable aun cuando el sistema el momento en que pueda ser recuperada por el
de información esté ubicado en un lugar distinto destinatario en esa dirección y en el momento en
de aquel donde se tenga por recibido el mensaje. que el destinatario tenga conocimiento de que
esa comunicación ha sido enviada a dicha direc-
De no convenir otra cosa el iniciador y el destina- ción. Se presumirá que una comunicación elec-
tario, el mensaje de datos se tendrá por expedido trónica puede ser recuperada por el destinatario
en el lugar donde el iniciador tenga su estableci- en el momento en que llegue a la dirección elec-
miento y por recibido en el lugar donde el desti- trónica de éste (92).
natario posea el suyo. Si el iniciador o el destina-
tario tienen más de un asiento de negocios, su Esto será aplicable aun cuando el sistema de infor-
establecimiento será el que guarde una relación mación que sirva de soporte a la dirección electró-
más estrecha con la operación subyacente o, de nica esté ubicado en un lugar distinto de aquel en
no haber una operación subyacente, su estable- que se tenga por recibida la comunicación (93).
cimiento principal; y si el iniciador o el destinata-
rio no tienen establecimiento, se tendrá en cuen- La comunicación electrónica se tendrá por expe-
ta su lugar de residencia habitual. dida en el lugar en que el iniciador tenga su es-
tablecimiento y por recibida en el lugar en que el
Para la UNECIC, la comunicación electrónica se destinatario tenga el suyo (94).
tendrá por expedida en el momento en que sal-
ga de un sistema de información que esté bajo La UNECIC entiende por “establecimiento” (95)
el control del iniciador o de la parte que la envíe todo lugar donde una parte mantiene un centro
en nombre de éste o, si la comunicación electró- de operaciones no temporal para realizar una ac-
nica no ha salido de un sistema de información tividad económica distinta del suministro transito-
que esté bajo el control del iniciador o de la parte rio de bienes o servicios desde determinado lugar.
que la envíe en nombre de éste, en el momento Pero un lugar no constituye un establecimiento
en que esa comunicación se reciba (89). Un men- por el mero hecho de que sea el espacio donde
saje de datos, empero, no debería considerarse estén ubicados el equipo y la tecnología que sir-
expedido si simplemente ha llegado al sistema de van de soporte para el sistema de información uti-
información del destinatario, pero sin conseguir lizado por una de las partes para la formación de
entrar en él (90). un contrato, o donde otras partes puedan obte-
ner acceso a dicho sistema de información (96).
Por su lado, la recepción se produce por lo ge- Además, el mero hecho de que una parte haga
neral, según se verifica en el derecho compara- uso de un nombre de dominio o de una dirección
do, en el momento en que un mensaje se pone a de correo electrónico vinculados a cierto país no
disposición de la parte receptora en la dirección crea la presunción de que su establecimiento se
electrónica utilizada por ella, excepto que se pac- encuentra en él (97).
tare otra cosa (91).
g) Validez
La comunicación electrónica se tendrá por reci-
bida en el momento en que pueda ser recupera- Cualquiera que sea el significado legal de un men-
da por el destinatario en una dirección electróni- saje electrónico, existe la necesidad de asegurar
ca que él haya designado. Se tendrá por recibida que tal comunicación o información no pueda ser
en otra dirección electrónica del destinatario en privada de su implicancia jurídica simplemente
88
La formación del contrato por medios electrónicos...
cursor dirigido por un mouse, un lápiz electróni- sean conservados, ese requisito quedará satisfe-
co o aun el dedo en un sistema de pantalla tác- cho mediante la conservación de los mensajes de
til) sobre una palabra clave vinculada con tal URL. datos, siempre que se cumplan las condiciones
Aparecería entonces el texto de referencia. Al eva- siguientes (107):
a) que la información que con-
luar las posibilidades de acceso al texto de remi- tengan sea accesible para su ulterior consulta;
sión deben tenerse en cuenta, entre otros fac-
tores, la disponibilidad (horas de funcionamiento b) que el mensaje de datos sea conservado con el
del sitio, archivo o base de datos en el que se en- formato en que se haya generado, enviado o re-
cuentra la información y facilidad de acceso a és- cibido o con algún formato que sea demostrable
te); el costo del acceso; la integridad (verificación que reproduce con exactitud la información gene-
del contenido, autenticación del remitente, y me- rada, enviada o recibida, y
canismos para la corrección de errores de comu-
c) que se conserve, de haber alguno, todo dato
nicación), y la posibilidad de que dichas condi-
que permita determinar el origen y el destino del
ciones estén sujetas a posteriores modificaciones
mensaje, y la fecha y la hora en que fue enviado
(notificación de actualizaciones o de la política de
o recibido.
modificaciones) (105).
El hipervínculo debajo del botón de asentimien- De esta manera, preservados los documentos
to es suficiente notificación para crear un acuer- electrónicos en su formato original, y con posibili-
do, no teniendo por qué ser un cuadro o página dad de su conservación en dispositivos tecnológi-
con el texto de los términos y condiciones junto cos de almacenamiento que a pesar de su obso-
al botón de “aceptar”. Es ampliamente conocido lescencia o inutilización puedan ser reemplazados
en Internet que un enlace subrayado en azul con- sin dificultad por otros y sin producir alteración de
tiene mayor información, lo que resulta similar a los formatos de origen de los mensajes –además
un contrato en el mundo no virtual haciendo refe- de poder contarse con sistemas de lectura y de-
rencia a diferentes páginas de un acuerdo (106). codificación que sigan haciendo accesibles a los
documentos electrónicos en cuestión– no pare-
i) Conservación y almacenamiento ciera haber dificultades en contestar en forma po-
sitiva a la pregunta antes formulada.
Los documentos en papel se almacenan y con-
servan en archivos generalmente organizados y j) Sistemas automatizados y agente
con dispositivos de seguridad contra los agentes electrónico
destructivos (fuego, humedad y agua, roedores e
insectos, hurtos o robos, etc.). De esta manera, y Los agentes electrónicos, esos miniprogramas de
a lo largo de años y siglos, han llegado a nosotros computadora que automatizan las tareas para el
antiguos documentos en soporte papel o equiva- usuario, complican aún más las cosas –y gene-
lente (papiro, pergamino, etc.). ¿Puede esperarse ran más miedo al cambio– mediante la contra-
lo mismo del documento electrónico, conserva- tación sin intervención humana. Estos agentes
do en dispositivos de almacenamiento cuya vida electrónicos, dijimos, son programas de compu-
útil no suele ser muy extensa, no sólo por la ca- tación, no visibles por el usuario, que automáti-
lidad de los materiales de fabricación, sino por la camente ejecutan una tarea para éste, y que son
obsolescencia motivada tanto por razones físicas generalmente llamados en el ámbito de Internet
como por la permanente actualización y sustitu- spiders, robots o simplemente bots. Un ejemplo
ción de los sistemas informáticos de lectura, tra- de un agente electrónico puede encontrarse en
tamiento, protección, archivo y decodificación de cualquier sitio de compras minoristas de Internet:
los datos? cuando un cliente realiza un pedido, el agente
electrónico acepta instantáneamente y lo confir-
La MOLEC estipula que cuando la ley requiera que ma. Mientras la tecnología hace a los negocios
ciertos documentos, registros o informaciones más rápidos y fáciles de concertar, parte de esa
La UNECIC establece que por “sistema automa- De este modo, el uso de agentes electrónicos
tizado de mensajes” se entenderá un programa no afecta la validez legal con tal de que la ac-
informático o un medio electrónico o algún otro ción del agente sea legalmente atribuible a la per-
medio automatizado utilizado para iniciar una ac- sona a obligarse (112). Al respecto, los tribuna-
ción o para responder a operaciones o mensa- les de EE.UU. no han tenido problema alguno en
jes de datos, que actúe, total o parcialmente, sin concluir que los agentes electrónicos pueden for-
que una persona física haya de intervenir o revisar mar contratos o bien aquellas personas que los
la actuación cada vez que se inicie una acción o utilizan pueden resultar obligadas por sus accio-
que el sistema genere una respuesta (109). Ahora nes (113).
bien: no se negará validez ni fuerza ejecutoria a
un contrato que se haya formado por la interac- k) Corrección de errores en los medios
ción entre un sistema automatizado de mensajes electrónicos
y una persona física, o por la interacción entre sis-
temas automatizados de mensajes, por la simple La gran velocidad de transmisión de los mensajes
razón de que ninguna persona física haya revisado mediante la vía electrónica muchas veces impide
cada uno de los distintos actos realizados a través corregir errores en los cuales el emisor ha incurri-
de los sistemas o el contrato resultante de tales do, especialmente en aquellas operaciones a tra-
actos ni haya intervenido en ellos (110). vés de sitios web que no consisten más que en la
incorporación de unos pocos datos y en la confir-
¿Pero estamos, verdaderamente, ante un contra- mación con un clicking sin muchas posibilidades
to celebrado entre un ser humano y un ente infor- de ir hacia atrás o de rectificar con posterioridad,
mático, o entre dos entes informáticos, sin pre- al menos con la urgencia que el error o su con-
sencia humana? La “personificación” del agente secuencia negativa pueden llegar a necesitar. Sin
electrónico es un elemento más de la falta de embargo, esta cuestión no parece vinculada a la
comprensión de la tecnología aplicable. Nada que naturaleza de la comunicación electrónica, sino a
se vincule a programas informáticos aplicados a los medios que los usuarios tienen a su favor pa-
la contratación tiene una total desvinculación con ra poder corregir los errores, y ello es mayormen-
la voluntad de los co-contratantes. Es como con- te atribuible a la voluntad del co-contratante que
siderar que un contrato celebrado entre perso- a los límites de la tecnología en uso.
nas jurídicas (entes de existencia ideal) no está
celebrado entre humanos. La persona jurídica es Es por eso que para la UNECIC, cuando una per-
una fictio iuris y el agente electrónico también lo sona física cometa un error al introducir los datos
es, operando como una suerte de representante, de una comunicación electrónica intercambiada
mandatario o factor virtual. Ambos son técnicas con el sistema automatizado de mensajes de otra
utilizadas por las personas físicas para llevar a ca- parte y dicho sistema no le brinde la oportunidad
bo negocios. En el caso concreto de los agentes de corregir el error, esa persona, o la parte en cu-
90
La formación del contrato por medios electrónicos...
yo nombre ésta haya actuado, tendrá derecho a los dos mensajes de datos (115). Ambas comuni-
retirar la parte de la comunicación electrónica en caciones deben ser susceptibles de ser registra-
que se produjo dicho error, si la persona, o la par- das y almacenadas por cada parte y ser plena-
te en cuyo nombre haya actuado esa persona, no- mente accesibles llegado el caso de la necesidad
tifica a la otra parte el error tan pronto como sea de su revisión.
posible después de haberse percatado de éste y
le indica que lo ha cometido; y si tal persona, o la Es sabido en el ejercicio profesional de la abo-
parte en cuyo nombre haya actuado esa persona, gacía y de la magistratura que cuando la oferta
no ha utilizado los bienes o servicios ni ha obteni- y aceptación se intercambian entre las partes a
do ningún beneficio material o valor de los bienes distancia, sea en formato papel o digital, y suce-
o servicios, si los hubiere, que haya recibido de la da ello a través de medios de comunicación ins-
otra parte (114). tantáneos o no instantáneos, el momento en que
se haga efectiva la aceptación puede ser difícil de
IV. FORMACIÓN DEL CONTRATO determinar. Los diferentes sistemas legales apli-
POR MEDIOS ELECTRÓNICOS can una serie de diversas teorías para resolver el
problema –que pueden ser trasplantadas sin de-
El convenio electrónico estándar consta de dos masiado inconveniente a los medios de contrata-
partes, en forma similar a los contratos a distan- ción electrónica–, incluyendo:
cia o con diferimiento temporal en su celebración:
a) la teoría de la recepción (reception theory), ba-
a) La comunicación electrónica de oferta, por el jo la cual se celebra un contrato cuando la acep-
que una parte propone el entrar en relaciones tación llega o arriba al oferente, y
contractuales comerciales por medios electróni-
cos y envía o pone a disposición de la otra par- b) la regla de aceptación postal (postal accep-
te los términos bajo los cuales está preparado pa- tance rule) o teoría de la expedición, bajo la cual
ra hacerlo. se celebra el contrato cuando la aceptación de la
oferta es enviada o expedida (generalmente por
Este tipo de instrumento electrónico también medio postal) por el aceptante (116).
puede ser utilizado por alguien que no encuen-
tra aceptables las condiciones iniciales de la ofer- La UNECIC, como en muchos otros aspectos de la
ta y envía una nueva comunicación electrónica de contratación electrónica, puede suministrar cer-
oferta al remitente inicial, a título de contraoferta, teza legal al momento de determinar el tiempo
con la incorporación de los cambios propuestos, de celebración del contrato en línea. Sin embar-
que deben ser sustanciales. go, aun con la inclusión de disposiciones sobre el
momento de envío y recepción de comunicacio-
b) La comunicación electrónica de aceptación, nes electrónicas, el tiempo exacto de formación
que es remitida por el aceptante respecto a los del contrato electrónico permanece sin regulación
términos propuestos en la comunicación elec- clara en el derecho comparado.
trónica de oferta, si es que los términos pro-
puestos allí resultan plena e incondicionalmente De todos modos, aplicar las reglas de formación
aceptables. del contrato establecidas en la CISG en combina-
ción con las normas sobre el momento de envío
El convenio electrónico se celebra así por el inter- y recepción de la comunicación electrónica inclui-
cambio de las comunicaciones electrónicas de das en la UNECIC, puede ser a la fecha lo más
oferta y aceptación y no requiere como principio cercano a una normativa internacional uniforme
general más formalidades. La firma no es en prin- sobre el momento de la formación del contrato
cipio obligatoria, ya que los términos del acuerdo por vía electrónica. Sin embargo, esto sólo será
entre las Partes están claros por el intercambio de así cuando la ley aplicable del contrato conduzca
92
La formación del contrato por medios electrónicos...
la comunicación electrónica de la oferta llegare a b) Aceptación
su destinatario (120). Esta situación, dada la velo-
cidad de los medios electrónicos, es muy difícil de 1.– Concepto
concretarse en la realidad. Otra cosa sucedería si
la oferta va por medio postal ordinario y la retrac- Una oferta será aceptada cuando el remitente de
tación por vía electrónica. tal oferta haya recibido una aceptación incondicio-
nal dentro del límite temporal especificado (123).
4.– Acuse de recibo de la oferta En tal sentido, emitir simplemente una confirma-
El empleo funcional de acuses de recibo es una ción electrónica de recepción (acuse de recibo)
decisión comercial que deben tomar los usuarios de la oferta no puede crear un contrato, sea que
del comercio electrónico; la MOLEC, por ejemplo, la confirmación ocurra automáticamente (agen-
no pretende imponer ningún procedimiento de es- te electrónico) o por acción de un actor huma-
te tipo (121). no (124).
Así, dicho texto normativo establece que (122): 2.– Efectos de la aceptación
a) Cuando el iniciador haya indicado que los efec- El art. 18 [2] CISG expresa que la aceptación de
tos del mensaje de datos estarán condicionados la oferta surtirá efecto en el momento en que la
a la recepción de un acuse de recibo, se conside- prestación del asentimiento llegue al oferente. La
rará que el mensaje de datos no ha sido enviado aceptación no surtirá efecto si la prestación de
en tanto no se haya recibido el acuse de recibo. asentimiento no llega al oferente dentro del pla-
zo que éste haya fijado o, si no se ha fijado pla-
b) Cuando el iniciador no haya indicado que los zo, dentro de uno razonable, habida cuenta de
efectos del mensaje de datos estarán condicio- las circunstancias de la transacción y, en particu-
nados a la recepción de un acuse de recibo, si lar, de la rapidez de los medios de comunicación
no ha recibido acuse en el plazo fijado o conveni- empleados. La aceptación de las ofertas verbales
do o no se ha fijado o convenido ningún plazo, en tendrá que ser inmediata, a menos que de las cir-
un plazo razonable el iniciador podrá dar aviso al cunstancias resulte otra cosa. La finalidad subya-
destinatario de que no ha recibido acuse de reci- cente de este artículo es asegurar que el oferen-
bo y fijar un plazo razonable para su recepción, y te tenga una oportunidad de leer la manifestación
de no recibirse acuse dentro del plazo fijado po- de consentimiento si lo desea. No es necesario
drá, dando aviso de ello al destinatario, conside- que el oferente realmente haya leído la manifes-
rar que el mensaje de datos no ha sido enviado o tación de asentimiento, sino que tal manifesta-
ejercer cualquier otro derecho que pudiera tener. ción sea accesible para la lectura. Por lo tanto,
debe entenderse que una prestación de asenti-
Cuando el iniciador reciba acuse de recibo del miento ha llegado al oferente cuando aquélla ha
destinatario, se presumirá que éste ha recibido el entrado en la esfera de control del oferente.
mensaje de datos correspondiente. Esa presun-
ción no implicará, sin embargo, que el mensa- Dentro de su incumbencia, el art. 19 [2] CISG
je de datos corresponda necesariamente al men- expresa que, no obstante, la respuesta a una
saje recibido. oferta que pretenda ser una aceptación y que
94
La formación del contrato por medios electrónicos...
tuya comunicaciones postales o aun telefónicas guen en simultáneo. En cambio, la situación se
para que el oferente dé efecto de aceptación ple- daría claramente si la aceptación fuera efectuada
na al asentimiento tardío, desde el momento en vía postal ordinaria y el retiro se realizare vía co-
que es muy probable que una comunicación por rreo electrónico, con altas probabilidades de que
correo electrónico sea tan veloz como una comu- el mensaje electrónico llegue antes o quizá en si-
nicación telefónica e indudablemente más rápida multáneo con la misiva postal ordinaria.
que una carta o incluso un telegrama.
V. CONCLUSIONES
En lo que le corresponde, el art. 21 [2] CISG
expresa que si la carta u otra comunicación por Toda nueva tecnología que incida en las relacio-
escrito que contenga una aceptación tardía indica nes interpersonales (sean sociales o económi-
que ha sido enviada en circunstancias tales que cas), y que posea el suficiente vigor o influencia
si su transmisión hubiera sido normal habría lle- para desplazar a una tecnología anterior, genera-
gado al oferente en el plazo debido, la aceptación rá, por un lado, la fascinación de lo nuevo, pero
tardía surtirá efecto como aceptación, a menos también el temor de lo que llega, y la incertidum-
que, sin demora, el oferente informe verbalmente bre de su funcionamiento frente a la seguridad
al destinatario de que considera su oferta cadu- que otorga la vieja tecnología, ya ensayada y co-
cada o le envíe una comunicación en tal sentido. nocida en sus aciertos y errores, ventajas y des-
El comentario que hemos efectuado al art. 21 [1] ventajas. Esto es lo que está sucediendo –y por
es válido asimismo para esta norma. cierto, cada vez menos– entre los medios electró-
nicos de contratación y las modalidades tradicio-
5.– Retiro de la aceptación nales sustentadas en el soporte papel.
El art. 22 CISG expresa que la aceptación podrá Creemos haber demostrado en este trabajo que
ser retirada si su retiro llega al oferente antes que la incertidumbre jurídica suscitada por la alterna-
la aceptación haya surtido efecto o en ese mo- tiva electrónica de la formación del contrato no
mento. De esta manera, la comunicación electró- es tal, y que reemplazará claramente en un futu-
nica de retiro deberá ingresar al servidor del ofe- ro (no tan mediato) al soporte tradicional en pa-
rente con anterioridad o en simultáneo al ingreso pel –o a la concepción contractual tradicional de-
de la comunicación de aceptación. Dada la ve- rivada de su uso–, o bien lo desplazará a un lugar
locidad de las comunicaciones electrónicas y la marginal, conforme las tecnologías aplicables se
precisión de registro de los tiempos de recep- popularicen y comprendan, dejando de lado la re-
ción, no es muy probable que ambas comunica- sistencia por miedo y aceptándolas por las claras
ciones, efectuadas por la misma vía o medio, lle- ventajas que ofrecen.
98
Accidentes de trabajo
ma proporcional a la variación de sueldos de los Para justificar el uso del índice de actualización
trabajadores. RIPTE previsto en la ley 26.773 en un caso en el
que estaba en juego la reparación de un infortu-
Por ello, considero que el a quo realizó una inter- nio ocurrido mucho antes de la entrada en vigen-
pretación razonable de la ley 26.773, y esgri- cia de dicha ley (publicada en el Boletín Oficial el
mió fundamentos suficientes y acordes al prin- 26 de octubre de 2012), la cámara sostuvo, en
cipio protectorio (art. 14 bis de la Constitución síntesis, que: a) “la aplicación inmediata de la ley
Nacional), al de progresividad (art. 26 de la rige las consecuencias en curso de un acciden-
Convención Americana sobre Derechos Humanos, te, por lo cual no es necesario declarar fa incons-
y art. 2.1 del Pacto Internacional de Derechos titucionalidad de la norma en cuestión para apli-
Económicos, Sociales y Culturales) y al de apli- carla”; “esto en función del art. 3 del Cód. Civil”;
cación de la norma más favorable (art. 5.2 del y b) “la aplicación del dec. 1649/2009 con las
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos modificaciones de la ley 26.773 repara equita-
y art. 9 de la ley 20.744), sin que la mera dis- tiva y adecuadamente el perjuicio sufrido... y no
crepancia del recurrente pueda configurar un su- importa una violación del principio de irretroactivi-
puesto de arbitrariedad. dad de la Ley sino su aplicación inmediata”; “ade-
más de ser lo más justo, equitativo y razonable en
– IV –
el presente caso”.
Por todo lo expuesto, opino que corresponde des-
estimar la queja interpuesta. - Buenos Aires, 21 2°) Que contra ese pronunciamiento de la cá-
de diciembre de 2015. – Irma A. García Netto. mara, la aseguradora de riesgos del trabajo de-
mandada dedujo el recurso extraordinario fede-
Buenos Aires, junio 7 de 2016. ral (fs. 568/576) cuya denegación dio origen a la
queja en examen.
Considerando:
En síntesis, el remedio federal articulado impug-
1°) Que el fallo de primera instancia resolvió que, na el fallo de la alzada calificando de arbitraria
en virtud de la incapacidad permanente parcial la conclusión de que el caso sub examine esta-
derivada del accidente “in itinere” ocurrido el 26 ría regido por las disposiciones de la ley 26.773
de marzo de 2009, al actor le correspondía per- en materia de reajuste de las prestaciones dine-
cibir un resarcimiento de $ 65.052 de acuerdo rarias del régimen especial de reparación de infor-
con las disposiciones de la ley 24.557 de riesgos tunios laborales.
del trabajo vigentes a esa fecha; y que a la suma
mencionada debían adicionarse intereses calcu- 3°) Que aunque los argumentos del remedio fe-
lados desde el momento del infortunio según la deral remiten al examen de cuestiones de dere-
tasa de interés activa fijada por el Banco de la cho común que, en principio, no son susceptibles
Nación Argentina para el otorgamiento de présta- de revisión por la vía prevista en el art. 14 de la
mos (fs. 478/484 de los autos principales, a cuya ley 48, cabe hacer excepción a tal premisa cuan-
foliatura se aludirá). do, como aquí acontece, la sentencia apelada
se apoya en meras consideraciones dogmáticas
A su turno, la Sala VI de la Cámara Nacional de e incurre en un inequívoco apartamiento de las
Apelaciones del Trabajo (fs. 561/563) modificó normas legales aplicables al caso juzgado (Fallos:
parcialmente esa decisión disponiendo, por ma- 269: 453; 284:263; 297:106, 546; 311:1516;
yoría, que: a) desde la fecha del accidente hasta y sus citas, entre muchos otros).
el 1° de enero de 2010 debían adicionarse al ca-
pital de condena intereses según la tasa nominal 4°) Que para una mejor comprensión de la cues-
anual para préstamos personales de libre destino tión planteada es conveniente recordar que en
del Banco Nación para un plazo de 49 a 60 me- 1995 la ley 24.557 de riesgos del trabajo esta-
ses; y b) a partir del 1° de enero de 2010 el capi- bleció un sistema de reparación de los infortunios
tal debía actualizarse de acuerdo con la variación y enfermedades laborales que: 1) amén de con-
del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles templar el pago de una prestación dineraria men-
Promedio de los Trabajadores Estables) contem- sual desde la primera manifestación invalidan-
plado en la ley 26.773, y a ello sumársele intere- te y durante todo el lapso de incapacidad laboral
ses del 15% anual. “temporaria” o “permanente provisoria”, dispu-
100
Accidentes de trabajo
primera manifestación invalidante se produzca a Asociart ART. S.A. s/ accidente” (sentencia del 29
partir de esa fecha”. de abril de 2014), al descalificar un fallo del su-
perior tribunal mendocino, esta Corte señaló que
6°) Que esta Corte se expidió recientemente so- frente a circunstancias como las que allí se verifi-
bre conflictos como el aquí planteado en casos en caban, consistentes en que el accidente que da-
los que estaba en juego la aplicación del decre- ba origen al reclamo había ocurrido con anterio-
to 1278/2000. ridad al dictado del decreto 1278/2000 pero la
declaración del carácter definitivo de la incapa-
En el caso “Lucca de Hoz” (Fallos: 333:1433) la
cidad laboral permanente derivada del infortunio
viuda del trabajador fallecido en un accidente la-
había acontecido cuando ya regía el incremento
boral le imputaba arbitrariedad a un fallo de la
de las indemnizaciones dispuesto por dicho de-
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ar-
creto, los jueces debían otorgarle un adecuado
gumentando, entre otras cosas, que esta había
tratamiento al planteo de la parte actora que per-
incurrido en una grave omisión al no reconocerle
seguía la percepción de ese incremento.
la prestación adicional de suma fija de $ 50.000
incorporada al régimen de reparación por el de-
Amén de señalar que dichas circunstancias dife-
creto 1278/2000.
renciaban a este caso de aquellos en los que to-
El Tribunal descartó tal agravio remitiéndose das las consecuencias dañosas de un infortunio
a los fundamentos del dictamen de la señora se producían inmediatamente, como acontecía
Procuradora Fiscal que hizo hincapié en que dicho con el accidente fatal de la causa “Lucca de Hoz”,
decreto “no estaba vigente al momento de ocurri- el Tribunal puntualizó: 1) que la norma del art. 19
dos los hechos que dieron motivo al reclamo”, y del decreto 1278/2000 –al limitarse a indicar la
en que, al respecto, la Corte tenía dicho que: “el fecha en la que este decreto entraría en vigen-
fallo judicial que impone el pago de una indem- cia– no había fijado una pauta suficientemente
nización por un infortunio laboral solo declara la clara acerca de la aplicación temporal de las dis-
existencia del derecho que lo funda, que es an- posiciones que incrementaban las prestaciones
terior a ese pronunciamiento; por ello la compen- indemnizatorias de la ley de riesgos; 2) que ello
sación económica debe determinarse conforme a había dado lugar a planteos basados en que no
la ley vigente cuando ese derecho se concreta, lo mediaba una aplicación retroactiva de la nueva
que ocurre en el momento en que se integra el normativa si esta era tenida en cuenta para repa-
presupuesto fáctico previsto en la norma para ob- rar incapacidades que adquirieron carácter defi-
tener el resarcimiento, con independencia de la nitivo con posterioridad a su entrada en vigencia;
efectiva promoción del pleito que persigue el re- y 3) que tales planteos –atinentes a la interpreta-
conocimiento de esa situación y de sus efectos ción del citado art. 19– debían examinarse desde
en el ámbito jurídico (Fallos: 314:481; 315:885); una perspectiva que tuviera en cuenta que el de-
sostener lo contrario conllevaría la aplicación re- creto de necesidad y urgencia en cuestión, según
troactiva de la ley nueva a situaciones jurídicas sus propios considerandos, perseguía fines “pe-
cuyas consecuencias se habían producido con rentorios e impostergables”, y procuraba dar res-
anterioridad a ser sancionada (Fallos: 314:481; puesta a la necesidad de mejorar el régimen de
321:45)”. la Ley de Riesgos del Trabajo “de inmediato” (cfr.
punto III del dictamen de la señora Procuradora
Cabe destacar que la reseña de pronunciamien- Fiscal al que la Corte se remitió).
tos efectuada en el dictamen –para descartar la
aplicación retroactiva del decreto 1278/2000– Por otra parte, no puede soslayarse que, como
dio cuenta de una postura que invariablemente se desprende de los antecedentes jurispruden-
había adoptado el Tribunal al pronunciarse acerca ciales mencionados en el caso “Calderón”, entre
de los conflictos inter-temporales que suscitaron los planteos atinentes a la aplicación temporal de
las sucesivas reformas legales del régimen espe- las modificaciones introducidas en el año 2000 al
cial de reparación de los accidentes y enfermeda- régimen de la Ley de Riesgos del Trabajo figura-
des del trabajo. ba el de la invalidez constitucional del art. 8° del
decreto 410/2001 que reglamentó el art. 19 del
7°) Que, sin perjuicio de ello, en la causa CSJ decreto 1278/2000 procurando establecer qué
915/2010 (46-C)/CS1 “Calderón, Celia Marta c. contingencias quedarían regidas por dichas mo-
8°) Que las consideraciones efectuadas en la cau- Por lo demás, tampoco es posible justificar tal
sa “Calderón” en modo alguno pueden ser teni- apartamiento acudiendo a la doctrina de los pre-
das en cuenta para la solución del sub lite, pues cedentes “Arcuri Rojas” y “Camusso” (Fallos:
en este caso no cabe duda de que a) la propia 332:2454 y 294:434, respectivamente), mencio-
ley 26.773 estableció pautas precisas para deter- nados por la parte actora al solicitar la aplicación
minar a qué accidentes o enfermedades laborales de las disposiciones de la ley 26.773 que aluden a
correspondería aplicarles las nuevas disposicio- la actualización por el índice RIPTE (fs. 540/547),
nes legales en materia de prestaciones dinera- pues las circunstancias del sub examine difieren
rias; y b) ante la existencia de estas pautas le- notablemente de las tratadas en aquellos casos.
gales específicas quedó excluida la posibilidad de
acudir a las reglas generales de la legislación civil 10) Que, en efecto, en el caso “Arcuri Rojas” se
sobre aplicación temporal de las leyes. invocaba un derecho de naturaleza previsional, el
derecho a una pensión que la actora reclamaba
La simple lectura de los textos normativos rese- con motivo de la muerte de su esposo; y para re-
ñados en el considerando 5° de este pronuncia- conocer ese derecho, que no encontraba susten-
miento basta para advertir que del juego armónico to en la ley de jubilaciones y pensiones vigente a
de los arts. 8° y 17.6 de la ley 26.773 claramen- la fecha del deceso, la Corte, siguiendo un crite-
te se desprende que la intención del legislador rio que ya había adoptado ante situaciones simi-
no fue otra que la de: 1) aplicar sobre los impor- lares (Fallos: 308:116 y 883; 312:2250), tuvo
tes fijados a fines de 2009 por el decreto 1694 en cuenta un texto legal posterior más favorable a
un reajuste, según la evolución que tuvo el índice fin de evitar que la viuda quedara en una situación
RIPTE entre enero de 2010 y la fecha de entrada de total desamparo. Fue dentro de ese muy espe-
en vigencia de la ley, que los dejara “actualizados” cífico contexto que el Tribunal sostuvo que hubie-
a esta última fecha; y 2) ordenar, a partir de allí, ra sido vano el esfuerzo del legislador para cum-
un reajuste cada seis meses de esos importes de plir con la obligación impuesta por los tratados
acuerdo con la variación del mismo índice. Y que de derechos humanos de lograr progresivamen-
del art. 17.5 también se desprende claramente te la plena efectividad de los derechos sociales si
que estos nuevos importes “actualizados” solo ri- por vía interpretativa se sustraía de esa evolución
gen para la reparación de contingencias cuya pri- a quien hubiera quedado absolutamente desam-
mera manifestación invalidarte haya ocurrido con parada en caso de aplicarse la legislación ante-
posterioridad a la fecha de entrada en vigencia rior que establecía un menor grado de protección
del capítulo de la ley referente a las prestaciones (Fallos: 332:2454, considerandos 12 a 15).
dinerarias del régimen de reparación.
Esa situación de total desamparo no se verifica
En síntesis, la ley 26.773 dispuso el reajus- en el caso de autos. Por el contrario, es un dato
te mediante el índice RIPTE de los “importes” a no controvertido que las disposiciones de la Ley
los que aludían los arts. 1°, 3° y 4° del decre- de Riesgos del Trabajo vigentes al momento del
to 1694/2009 exclusivamente con el fin de que infortunio contemplaban el pago de una presta-
esas prestaciones de suma fija y pisos mínimos ción dineraria destinada a reparar el daño oca-
reajustados se aplicaran a las contingencias futu- sionado por la incapacidad laboral que el hecho
ras; más precisamente, a los accidentes que ocu- provocó. Prestación a la que, incluso, la cámara
rrieran y a las enfermedades que se manifestaran le adicionó intereses desde la fecha del acciden-
Con posterioridad a la publicación del nuevo régi- te en el entendimiento de que, de acuerdo con el
men legal. El texto del art. 17.5, al establecer que “principio general de las obligaciones civiles”, los
102
Derecho tributario (En particular)
perjuicios sufridos por el actor por no tener a su DERECHO TRIBUTARIO (En particular)
disposición el capital desde ese momento podían
compensarse mediante la imposición de tal tipo Impuesto a las ganancias – Cuestiones
de accesorios. generales – Beneficiarios del exterior
– Depósito en almacén del usuario de
11) Que tampoco guardan analogía con este ca- la zona franca para su posterior venta
so las cuestiones tratadas en la causa “Camusso” en territorio nacional – Categorización
(Fallos: 294:434). como ganancias de fuente argentina
Lo que allí estaba en juego era la aplicación de
Si el exportador no se limitó a remitir la mer-
la ley 20.695, dictada en julio de 1974, que dis-
cadería desde el exterior al importador para su
puso que los créditos laborales demandados ju-
simple introducción al territorio nacional, tal co-
dicialmente serían actualizados mediante los ín-
mo se dispone en el tercer párrafo del art. 8º de
dices oficiales de incremento del costo de vida.
la Ley del Impuesto a las Ganancias, sino que le
A diferencia de la ley 26.773, la ley 20.695 es-
envió la mercadería para que el depositario de la
tablecía que su normativa sería aplicable “inclu-
zona franca la almacenara, fraccionara y poste-
so a los juicios actualmente en trámite, compren-
riormente la entregara al comprador, concretán-
diendo el proceso de ejecución de sentencia y
dose las ventas una vez depositadas allí las mer-
cualquiera sea la etapa en que se encuentre”. Y
caderías, cabe concluir que existe una actividad
lo que, en definitiva, la Corte resolvió en aque-
realizada dentro del territorio nacional, suscepti-
lla causa fue que la actualización con arreglo a la
ble de generar ganancia de fuente argentina, en
ley 20.695 de un crédito cuyo importe había sido
los términos del art. 5° de la ley del tributo y, por
establecido mediante una sentencia firme, pero
tanto, sujeta al régimen de retención.
estaba pendiente de pago, no implicaba una alte-
ración sustancial de la cosa juzgada que menos-
C. NAC. CONT. ADM. FED., sala 4ª, 28/6/2016 – Pex
cabara las garantías constitucionales de propie-
S.R.L. v. Dirección General Impositiva
dad y de la defensa en juicio.
12) Que si bien el a quo no aclaró en qué medi- 2ª Instancia.– Buenos Aires, junio 28 de 2016.
da podría incidir el decreto 1694/2009 en la so-
lución del presente caso, huelga decir que a la luz Considerando:
de las consideraciones precedentemente efectua-
das la pretensión de aplicarlo también comporta- 1°) Que, a fs. 224/230 el Tribunal Fiscal de la
ría un indebido apartamiento de la clara norma Nación confirmó en todas sus partes la resolución
del art. 16 de dicho decreto. de la AFIP-DGI por medio de la cual se había de-
terminado de oficio el impuesto a las ganancias,
En tales condiciones, corresponde descalificar el retenciones a beneficiarios del exterior, por los pe-
fallo apelado con arreglo a la doctrina de la arbitra- ríodos 6/2003 a 10/2003, con más intereses y
riedad de sentencias mencionada en el consid. 3°. multa equivalente al ochenta por ciento (80%) del
impuesto dejado de retener y otra por los períodos
Por ello, y oída la señora Procuradora Fiscal su- fiscales 11/2003 a 10/2004 equivalente a una
brogante, se hace lugar a la queja, se declara vez el impuesto dejado de retener, en virtud de lo
procedente el recurso extraordinario y se revo- normado por el art. 45 de la ley 11.683.
ca la sentencia apelada, con costas (art. 68 del
Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación). Agréguese Para así resolver efectuó las siguientes conside-
la queja al principal y vuelvan los autos al tribu- raciones:
nal de origen a fin de que, por quien correspon-
da, se dicte un nuevo pronunciamiento con arre- a) Del informe final de inspección surgía que la
glo al presente. Reintégrese el depósito de fs. 3. actividad principal que desarrolla la actora es la
Notifíquese y remítase. – Ricardo L. Lorenzetti. – de ventas de caños de plástico para calefacción
Elena I. Highton de Nolasco. – Juan C. Maqueda. y que efectuó compras de mercaderías a provee-
dores del exterior, encontrándose esos bienes de-
positados en zona franca con anterioridad al per-
104
Derecho tributario (En particular)
ra realizar el despacho a plaza como en cualquier –descripción del lugar en que se configura el he-
operación de comercio exterior. cho imponible– adoptó para definirla los principios
de la “fuente” y la “residencia”.
El Fisco consideró que, en el caso, se verifica-
ba un supuesto de fuente argentina por el hecho Conforme el criterio de la “fuente”, constituyen
de que las mercaderías, previo a su venta y des- ganancias gravadas todas aquéllas de fuente ar-
pacho a plaza, estaban depositadas en una zona gentina, obtenidas por residentes extranjeros y
franca nacional que, aunque fuera del territorio por residentes en el país (criterio de la renta mun-
aduanero general, forman parte del territorio na- dial) y las de fuente extranjera obtenidas por re-
cional en sentido político. sidentes en el país (criterio de la residencia) (ar-
tículo 1°, cit.).
5°) Que a los fines de dilucidar si la actora debió
actuar como agente de retención, se debe con- A partir de la sanción de la ley 24.073, nuestro
siderar que la conexión tributaria puede ser de- país ha incorporado el criterio de tributación –pa-
finida como la relación legal entablada entre un ra los residentes en él– según la “renta mundial”,
Estado soberano y un sujeto tributario (contribu- que origina lo que la doctrina ha llamado “obliga-
yente o sujeto pasivo) en virtud de la cual surge ción personal”, ya que es este factor subjetivo de
el derecho a imponer tributos. Dicha relación, a la residencia lo que determina la gravabilidad de
su vez, resulta de la presencia de hechos imponi- todas las ganancias del sujeto pasivo, con inde-
bles definidos por la legislación del propio Estado pendencia –en principio– del lugar donde las ha-
sobre la base de los principios de territorialidad y ya obtenido.
nacionalidad.
Mas ello no ha implicado un completo abando-
En términos generales, el criterio o principio de la no del criterio de tributación conforme a la fuen-
fuente (también denominado “principio de origen te, de ciertas ganancias de no residentes. Es de-
o territorial”) es aquél según el cual el Estado, en cir, que determinadas rentas de origen argentino
cuyo territorio la ganancia se obtiene, posee la ju- –obtenidas en nuestro país– resultan ganancias
risdicción fiscal para gravarla. gravadas para los contribuyentes, a pesar de que
éstos residan en el exterior. Por contraste, la doc-
La fuente puede estar vinculada con la localiza- trina ha denominado a este supuesto como “obli-
ción del bien generador de renta, con la realiza- gación real”, pues se atiende a la renta y su fuen-
ción de hechos o actos dentro del territorio o con te, en particular, sin permitir la personalización
la utilización o colocación de bienes o un capital. propia de un impuesto global sobre la renta de
las personas.
Con carácter previo a la búsqueda para ubicar la
fuente de la ganancia, es preciso formular el con- De conformidad con lo dispuesto en el art. 5° de
cepto que permita conocer en qué consiste y cuál la ley del gravamen, y salvo disposición especial,
es esa fuente. Teóricamente, la cuestión se pue- es de fuente argentina el resultado proveniente
de reducir a sus términos más simples, dividien- de:
do las fuentes de ganancias en dos grandes ca-
tegorías, cada una principalmente resultante de: – una actividad desarrollada en la República Ar-
gentina, incluso cuando ella implique situar, co-
a) Algún bien, sin que, aparte de la contratación, locar o utilizar económicamente algún bien activo
medie ninguna otra actividad de su beneficiario en el exterior (sin actividad en el exterior);
en la producción, se estaría así frente a un bien
fuente; – todo bien situado, colocado o utilizado econó-
micamente en la República Argentina, sin activi-
b) Una actividad, en la cual pueden o no ser em- dad en ésta, forme o no parte de los bienes de
pleados bienes, en caso afirmativo, éstos sólo una empresa cuya actividad se desarrolle en el
constituyen un medio o instrumento utilizado para extranjero.
el ejercicio de la actividad, estaríamos en presen-
cia de una actividad fuente. Por exclusión no son de fuente argentina –aunque
sí gravables para los residentes en el país– los re-
6°) Que la Ley de Impuesto a las Ganancias, en lo sultados provenientes de actividades desarrolla-
que respecta al elemento espacial del impuesto das en el exterior, y de bienes situados, colocados
– El lugar de celebración de los contratos. El art. 3° inc. b, del Código Aduanero la excluye
del concepto de territorio aduanero.
7°) Que de todo lo expuesto cabe concluir que,
para que la actora deba actuar en el caso de Las mercaderías que se introduzcan en ellas pue-
autos como agente de retención (arts. 91 a 93 den ser objeto de almacenamiento, comercializa-
LG) de los pagos efectuados a Golan Plastic Pro- ción, utilización y consumo, así como también de
ducts Ltda. se debe constatar la existencia de una transformación, elaboración, combinación, mez-
ganancia de fuente argentina que le sea atribui- cla, reparación o cualquier otro perfeccionamien-
ble a este último. to o beneficio (arg. art. 594 CA y 5° ley 24.331).
Asimismo, cabe tener en cuenta que según el En cuanto al tratamiento fiscal y aduanero, la
art. 8° de la ley del impuesto, los ingresos de los precitada ley dispone que, con las salvedades
exportadores extranjeros con motivo de la intro- que establece esta ley y el art. 590 del Código
ducción de sus productos al país son de fuente Aduanero, será aplicable a las zonas francas la to-
extranjera. Es decir que los sujetos no residentes talidad de las disposiciones de carácter impositi-
tributan sobre sus ganancias de fuente argentina, vo, aduanero y financiero incluidas las de carácter
por lo tanto en las operaciones de importación de penal que rigen en el territorio aduanero general
bienes no corresponde practicar retención alguna (art. 23); las mercaderías que ingresen en la zo-
al exportador del exterior en virtud de que dichos na franca o salgan de ella hacia terceros países,
pagos constituyen una renta de fuente extranjera estarán exentas de los tributos que gravaren su
para los beneficiarios del exterior. importación para consumo, vigentes o a crearse,
salvo las tasas correspondientes a los servicios
8°) Que, en el caso el Fisco entendió que exis- efectivamente prestados (arts. 24 y 25), eximién-
te un desdoblamiento en la operación: primero el dose del pago de los impuestos nacionales que
sujeto del exterior introduce la mercadería al país, gravan los servicios básicos que se prestan dentro
la que permanece bajo su titularidad en la zona de la zona franca, teniendo por tales a aquellos
franca, y posteriormente ésta es enajenada en la que tengan por objeto la prestación o provisión
medida en que su cliente local así lo requiera. de servicios de telecomunicaciones, gas, electrici-
Entonces considera que la primera parte de su dad, agua corriente, cloacales y de desagüe.
transacción es independiente de la segunda, con-
figurando esta última una venta de bienes en el De lo expuesto se advierte que las zonas francas
territorio nacional sujeta al gravamen de confor- no forman parte del territorio aduanero, aunque
midad con lo dispuesto en el art. 5°. se encuentran dentro del territorio nacional, razón
por la cual en él se aplican, en cuanto aquí intere-
9°) Que área franca es el ámbito dentro del cual sa, las disposiciones del impuesto a las ganancias.
la mercadería no está sometida al control habitual
del servicio aduanero y su introducción y extrac- 10) Que, según lo informado por los peritos a
ción no están gravadas con el pago de tributos, fs. 91/110 la operatoria es la siguiente:
106
Derecho tributario (En particular)
1. Inicio: mediante “e-mails”, Pex S.R.L. solici- – Despacho de importación y boletas de depósito
ta productos a Golan Plastic Ltda. y le requiere bancario en el Banco Nación.
estimación de tiempo para su disposición y em
barque. – Facturas del despachante de aduana que hizo
el trámite del despacho por los honorarios y gas-
2. Una vez acordado –a partir del intercambio tos irrogados.
epistolar– cantidades, precios y fechas estima-
das de embarque, Golan emite una factura pro- – Facturas de la empresa Selsa que prestó el ser-
forma con indicación de lo acordado en cuanto a vicio de almacenaje por el período correspondien-
tipo de material, cantidades y precios y la remite te y movimiento de mercadería involucrada.
por fax a Pex S.R.L. solicitando la aceptación de
También surge del informe pericial que las merca-
la operación.
derías fueron despachadas a plaza y la totalidad
3. Ésta, en respuesta, indica que aprueba la ope- fue trasladada para su almacenamiento a la zona
ración firmando un socio gerente y remitiendo tal franca La Plata (empresa Selsa). Todos los gas-
decisión mediante fax a Golan. tos desde la llegada al puerto de Buenos Aires,
su transporte a la zona franca La Plata, el costo y
4. Al tiempo del embarque de la mercadería en demás gastos de almacenamiento y movimiento
origen, la documentación involucrada resulta ser: de las mercaderías implicadas fueron facturadas
a Pex S.R.L. y las correspondientes facturas fue-
– bill of lading, ron pagadas por dicha empresa.
– facturas proforma emitidas por Golan ajusta- 11) Que tal como lo señaló el Tribunal Fiscal, del
das exactamente a lo efectivamente embarcado análisis de las actuaciones surge que la merca-
y con las formalidades exigidas por la legislación dería que ingresa a zona franca en un principio
aduanera. no tiene un destino prestablecido, sino que se
le envían a modo de consignatario al usuario de
5. Al tiempo del arribo de la mercadería al Puerto la zona franca que las almacena en su depósito.
de Buenos Aires, la documentación involucrada En tanto, las facturas emitidas por Golan Plastic
resulta ser: Products Ltda. son de fecha posterior al ingreso
de la mercadería en la zona franca, sin que la ac-
– facturas de Selsa S.A. (empresa de la zona fran-
tora aportara prueba fehaciente que permita con-
ca), por servicios y recupero de gastos, efectua-
siderar que la contratación por su parte efectua-
dos por cuenta y orden y que corresponden al im-
da con la empresa del exterior fuera anterior al
portador (Pex S.R.L.).
ingreso de la mercadería al territorio nacional, ya
– facturas del despachante de aduana que hizo el que coloca los bienes en el país y luego requiere
trámite del tránsito a zona franca La Plata por los que le sean vendidas las mercaderías emitiéndole
honorarios y gastos irrogados. en ese momento la correspondiente factura, va-
liéndose para ello del usuario, Selsa S.A., siendo
– facturas del exportador. quien emite la solicitud de transferencia de domi-
nio de la mercadería a favor del importador nacio-
6. Al tiempo del despacho a plaza definitivo la do- nal y en algunos caso fraccionarla.
cumentación involucrada resulta ser:
12) Que, en definitiva, el exportador no se limi-
– facturas emitidas por Golan para posibilitar el tó a remitir la mercadería desde el exterior al im-
trámite del despacho definitivo a plaza indican- portador para su simple introducción al territorio
do el tipo de material, cantidades y precios de lo nacional, tal como se dispone en el tercer párra-
involucrado en la nacionalización que se preten- fo del art. 8° de la ley del impuesto a las ganan-
de. Este procedimiento resulta necesario en razón cias, sino que le envió la mercadería para que
de que la factura involucra a cantidades mayores el depositario Selsa S.A. la almacenara, fraccio-
que fueron embarcadas e ingresadas al país pa- nara y posteriormente la entregara al comprador,
ra su almacenaje en la zona franca de La Plata y es decir Pex S.A., concretándose las ventas una
cuyo retiro usualmente es realizado en sucesivos vez depositadas allí las mercaderías. En tales con-
eventos por cantidades parciales. diciones, cabe concluir que existe una actividad
108