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ajedrez revista mensual Sumario, Record logrado. Cémo nacen las novedades en aperturas, Miniaturas de todos Ios tiempos. Finales artisticos. Gradaciones Elo 1976. ‘Torneo Magistral Mar del Plata 1976. Partidas de ataque premiadas. Torneo Zonal Fortaleza 1975. Cémo se gana? Las grandes batallas del ajedrez argentino. Seccién problemas. Mida su fuerza ajedrecistica. Seccién finales. Rineén juvenil. Tigran Petrosian, campeén sovié- tico 1975. Laboratorio postal. 4. Una nueva victoria de Liuboievic. La fantasia en ajedrez. { Simultaneas en la playa. El j eee anne et mi arvereT naan YO 1976 | |) | TOMO XXIII NO 265 PRECIO DE VENTA: § 120.— EDITORIAL SOPENA ARGENTINA S. A. AJEDREZ REVISTA MENSUAL rn Directora: MERCEDES SOPENA ‘Asesor Técnico: NORMANDO J. IVALDI UNA PUBLICACION DE LA EDITORIAL SOPENA ARGENTINA Miembro de 1a Asoclactén Argentina de Editores de Revistas Boltvar 430, 6° piso T. B. 34-0748 Buenos Aires TOMO XXIII NUMERO 265 MAYO DE 1976 Record Logrado Las autoridades de la Federacién Marplatense de Ajedrez se dis- pusieron en el presente afio, lograr con la edicién del IX Torneo Abierto, un record de participantes sin precedentes en torneos si- milares en nuestro pais. A este efecto montaron un vasto plan operacional que fue desde el simple anuncio periodistico hasta la concrecién de resguardos econémicos que no hicieran peligrar su realizacion. El éxito recientemente alcanzado fue por demés singular, pues la cifra de 266 jugadores intervinientes superé lo conocido hasta entonces. Los lauros obtenidos también Jo fueron para aquellos que cola- boraron en la organizacién y direccién de este evento por demas agotador, cumpliéndose una actuacién destacadisima en una con- duccién harto complicada y dificil que va desde la confeccién del fixture de las respectivas ruedas hasta los controles de tiempo en cada partida. Ademas la participacién de numerosos maestros y jugadores de primera categoria realz6 el torneo y elevé la calidad de los juegos asi como la continua puja en la ubicacién por los puestos privi- legiados. La feliz culminacién del certamen finalizado ha dejado saldos positivos que esperamos sean de util provecho para futuros cer- tamenes. 310 AJEDREZ Mayo ve 1976 Como nacen las novedades en aperturas Existen muhas maneras de alcanzar la sapiencia en el estudio inicial de la par- tida. Por ejemplo, hay grandes maestros que no omiten una sola de las variantes de moda; pueden jugarlas practicamen- te todas, pero no tratan de aportar algo sustancial a la teoria de aperturas. Se- mejante practica quizis pueda ser dis- cutida, pero en realidad permite econo- mizar mucho tiempo, fuerzas y energia. Esos ajedrecistas generalmente tras- ladan el centro de gravedad de la lucha a la parte media de la partida. Repre- sentantes claros de tal orientacién son los ex campeones del mundo Miguel Tal y Boris Spassky. Sus antipodas —repito que se habla aqui sélo de la actitud frente a las aper- turas —son aquéllos que también cono- cen en excelente forma la teorfa y al mismo tiempo tratan de crear en los dis- tintos esquemas algo suyo propio, suge- rir un nuevo plan, nueva disposicién de piezas y, finalmente, una nueva jugada. Desde luego que éstos dedican mucho tiempo al estudio de los problemas de la apertura. Entre tales ajedrecistas pue- den contarse E. Geller y L. Portisch. Finalmente, existe un tercer grupo de grandes maestros que se han definido por un estrecho repertorio de aperturas, especialmente cuando juegan con las ne- gras. Pero en este campo reducido ellos experimentan, crean novedades y tratan de refutar o por lo menos de poner en duda lo que los teéricos han reconocido como correcto. Es posible que también sea ésta la forma mia de encarar las aperturas. Debo reconocer que precisa- mente esa funcién, la del experimenta- dor, resulta de mi agrado, por mas in- grata que ella resulte por momentos. Por el gran maestro L. Polugaievsky En realidad, el experimento dista mu- cho de resultar siempre eficaz y requie- re una enormidad de tiempo, a lo cual debe agregarse que una novedad por lo general «funciona» una sola vez, convir- tiéndose luego en un bien de todos. Y a pesar de todo, yo no cambiaria por nada esos momentos en que una celada preparada con esmero, entra en funcién y uno ve de qué manera el adversario, sin sospechar nada, se encamina confiado hacia la catastrofe. Me resulta dificil poder decir con total definicién cémo surgié en mi esta acti- tud, semejante método de conducir la lucha en Ja apertura, No excluyo en tal sentido la influencia mAgica que produ- jeron en mf en su oportunidad los co- mentarios de M. Botvinnik sobre su par- tida con P. Keres correspondiente al match torneo por el titulo de campe6n. absoluto de la U.R.SS. (1941). En ese encuentro, Botvinnik con las negras lo- gré poner en prdctica una novedad en la variante aguda de la Defensa Nimzo- vich y poco menos que de manera for- zada refutar las conclusiones de los te ricos en e] sentido de que la posicién resultante favorecia a las blancas. En el plano psicolégico, aquella derrota tuvo para Keres un efecto deprimente, de tal manera que éste no pudo recobrarse del fracaso en todo el resto del torneo. iY resulta que Keres era considerado uno de los competidores favoritos para el primer puesto! No hay ninguna duda de que también me impuls6 al camino de la experimen- tacién en la apertura un suceso, en ge- neral no tan importante en su aspecto deportivo, Mayo ve 1976 AJEDREZ 31l Siendo yo un escolar de catorce afios, en mi condicién de ajedrecista de pri- mera categoria enfrenté en el campeo- nato de Kuibishov a Ivanishin, un ex- perto candidato a maestro. He aqui lo que ocurrié: APERTURA RUY LOPEZ L. Polugaievsky v. A. Ivanishin 1, P4R, P4R; 2. CR3A, CD3A; 3. ASC, P3TD; 4. ‘AAT, C3A; 5. O—O, A2R; 6. TIR, P4CD; 7, A3C, O—O; 8. P3A, PAD; 9. PxP, P5R. Actualmente este movimiento casi ha dejado de usarse, ya que se ha estable- cido que Jas blancas por distintos pro- cedimientos logran obtener mejor juego. 10. PxC, PxC; 11. DxP, ASCR; 12.D3C, TIR; 13. P3A, D6D. Recuerdo que entonces esta jugada me dio la impresién de una bomba. La impresién result6 ser, ademés, tan fuer- te porque mi adversario efectué la ju- gada practicamente sin analizar. Duran- te cierto tiempo, las blancas hallaban frente al tablero las jugadas unicas re- comendadas por la teorfa, pero luego perdieron un tiempo importantisimo y Hegaron a un final perdido, cuando, de haber continuado correctamente, debie- ron haber conservado ventaja. 14, PxA, A4A+; 15. T3R, C4D; 16. D3A? Después de 16. C3T!, las blancas re- chazaban la impetuosa, pero un tanto prematura presién de las negras. 16. ....., CxT; 17, PxC, T3R!; 18, AxT, PxT. Aportando al ara del sacrificio tam- bién calidad, las negras abrieron la co- lumna AR y su superioridad en desarro- Ho se torné decisiva. 19. DIA, DUA; 20. C3T. Lamentablemente, ahora ya esta ju- gada no salva a las blancas. 20. ....., AX; 21. PxA, TID; 22. A2C, DxA; 23. TID, T7D; 24. P3T, DxPA; 25. DIR, TxT; 26. DxT, DxPA, y habiendo obtenido un final mejor, las negras ga- naron. Grande fue mi amargura y la siguien- te decision tomada hace mas de un cuar- to de siglo: en primer lugar, no caer en variantes preparadas y segundo, tra- tar de plantear a mis adversarios con la mayor frecuencia posible problemas de dificil solucién en la apertura. Gradualmente le fui cobrando carifio al papel de experimentador, y cometeria un pecado si me quejara de él: jcuantas veces he logrado llevar al adversario a esag variantes forzadas rn lag cuales la pregarazién casera me permitia plan- tear problemas en Ia apertuca que frente a él le resultaba totalmente imposible resolver! Afio 1953. Candidato a maestro a los 18 afios, viajo al campeonato de la Re- publica Federativa de Rusia que tenia jugar en Saratov; el primer torneo im- portante en mi vida. Hasta entonces, ja- mas habia jugado con maestros. Estaba nervioso y temia enfrentamientos con adversarios de experiencia. El temor me duré mientras el ardor de la lucha no se habia apoderado de mi. En aquellos afios, a 1. P4D, en mi repertorio se registraba s6lo el sistema Merano. Cierto que yo habia procurado estudiarlo en lo posible a lo largo y a Jo ancho, e inclusive tenia preparada una innovacién, destinada a obtener am- plia resonancia. YY hete aqui que en mi partida con el maestro G. Ilivitsky (blancas) surgié la variante principal: 1. P4AD, P3R; 2. CR3A, PAD; 3. PAD, P3AD; 4. P3R, C3A; 5. A3D, CD2D; 6. C3A, PxP; 7. AxPA, P4CD; 8 A3D, P3TD; 9. PAR, P4A; 10. PSD. Esta jugada en aquellos afios recién entraba en practica. A las negras no les resulta muy sencillo hallar caminos sa- tisfactorios. Por otra parte, entonces yo practicaba un juego expansivo y la pers- 312 AJEDREZ Mayo bE 1976 pectiva de una defensa pasiva no me seducia en absoluto. Por consiguiente, fue necesario buscar contrajuego y du- rante el proceso de la biasqueda di con una curiosa idea estratégica; esto ocurrié poco antes de iniciarse el’ campeonato de Rusia. 10. ..... , PAR; 11. P3CD, A3D; 12. 0—O, O—O; 13. C2D. Mejor era prescindir de esta jugada y jugar 13. PATD. Empero, las blancas no prevén las intenciones adversarias y ti nen planeado realizar P4TD un poquito, mas tarde, luego de preparar el bloqueo de la casilla P4AD. Si hubieran logrado hacerlo, las negras se encontrarian en situacién dificil. No tanto para retener el punto 4CD, lo cual es de todas maneras imposible, sino que es la ultima preparacién para un sacrificio posicional de pedn. «Esta decisién —escribié en el anuario «Shaj- maty za 1953 god> el maestro interna- cional L. Aronin, quien luego fue mi entrenador— caracteriza una faceta po- sitiva del joven ajedrecista de Kuibi- shev, que interviene por primera vez en una competencia de tanta importanciay. 14. PATD, P5A!; 15. PCxP, P5C; 16. ©2R, C4A; 17. A2A, PATD, Las negras han conseguido su propé- sito: al precio de un pen se apoderaron del punto 4AD obteniendo buenas pers- pectivas de ataque en el flanca dama. En particular, se disponen a concentrar sus fuerzas contra el débil peén blanco de 4AD. No obstante, un peén es un peén y las blancas tampoco tienen las manos atadas: pueden plantear el juego en el flanco rey realizando el avance PAAR. Para ser breve: la posicién Neva un carcter experimental y, ciertamente, después fueron hallados buenos recursos por parte de las blancas. Pero entonces esta partida obtuvo no poca resonancia, convirtiéndose en tema para la discu- sién te6rica. En tanto, durante el juego de la partida, los problemas que se le presentaron a Tlivitsky resultaron ser mas que suficientes. La importancia tedrica de esta nove- dad en la apertura queda agotada, pero a pesar de ello desearfa presentar la par- tida hasta el final y decir algo sobre un tema que es de constante actualidad en ajedrez (lo mismo que en otros depor- tes): la juventud, los nuevos valores. A los jévenes ora los palmean con condes- cendencia, ora se les reprende ligera- mente, 0 se los eleva poco menos que hasta los cielos. En tales circunstancias el argumento fundamental es el resulta- do deportivo: el lugar ocupado, el pun- taje reunido. Sin embargo, existen en ajedrez tam- bién criterios objetivos: las anotaciones de las partidas. Y serfa mas exacto com- parar no la cantidad de triunfos logra- dos por los ajedrecistas de afios ante- riores y actuales sino la calidad de esos triunfos; no la medida de sus conoci- mientos sino la medida de su propia creatividad. Que no se me tilde de inmo- desto, pero desde el punto de vista de tales criterios yo atin hoy nada tengo que reprocharle a ese candidato a maes- tro que jugaba entonces con las negras. Mas atin: dominado, a igual que todos, por la influencia de los afios vividos en el ajedrez, en algo le envidio... 18. C3CR, A3T. Mayo ve 1976 AJEDREZ 313 Rectilineo, aunque consecuente. Mas prudente es 18. ....., P3C. 19. C5A, P3C; 20. CxA, DxC; 21. TIR. Las blanecas se proponen trasladar la torre por via 3R a 3TR y renuncian a P4AR. jEn vano! Jugando 21. P3C se- guido de A2C, P4A y C3A, lograban con- trachances de mayor realidad. a. » C(3)2D; 22. T3R, C3C; 23. D2R, TIA; 24, T3TR, T2A. Cumpliendo con sangre fria su plan, las negras preparan al mismo tiempo la defensa del flanco rey. 25, ARC, T(1)1A; 26. P4A, CxPA! Jugada que los comentaristas evalua- ron como apresurada. M. Botvinnik en la revista de «Elo» de los ajedrecistas de todo el mun- do, quienes estuvieron en la competitiva durante los tres ultimos afios hasta el 31 de octubre de 1975. La lista masculina de del afio 1976 registra a 284 ajedrecistas en cactividad>. De éstas, 72 tienen el titulo de maestra internacio- nal, Del continente americano figuran en Ja lista: 3 de Brasil, 2 de Canada, 1 de Colombia, 10 de Estados Unidos, 1 de México y 1 de Puerto Rico. Agreguemos que, segtin el diario ruso , las autoridades soviéticas de ajedrez, se disponen a confeccionar un suplemento a la lista «Elo» procesando resultados de sus importantes torneos, como el memorial Alekhine, Torneo Zo- nal de Vilnus y el campeonato soviético, disputados en los meses de noviembre y diciembre de 1975, entonces, después del cierre reglamentario, jel 31 de octubre de 1975! Mayo ve 1976 AJEDREZ 327 Brond y Sanguineti triunfaron en el XXX Torneo Magistral, Memorial Carlos H. Maderna - Mar del Plata 1976 Luego de varios afios, la Federacién Argentina de Ajedrez, obtuvo apo- yo econémico de la Gobernacién de Bue- nos Aires, por intermedio de la Secreta- ria de Deporte y Turismo y de la Fede- racién Marplatense, que se disputara la clasica prueba de Ajedrez. El 7 de marzo se Ievé a cabo en el salén de las Columnas del Hotel Provin- cial, sede de realizacién del torneo, el acto de inauguracién ante crecida canti- dad de piiblico y con la presencia de al- tas autoridades de la Secretaria de De- portes, Turismo y Difusién de la provin- cia de Buenos Aires. Asimismo se halla- ban presentes representantes de la Fe- deracién Argentina de Ajedrez, de la Fe- deracién Marplatense de Ajedrez y pe- riodismo especializado. Hicieron uso de la palabra el sefior Antonio Carrizo, ti- tular de la F.A.D.A. y el sefior Norberto Longo, por la Secretaria de Deportes, Turismo y Difusién de la provincia de Buenos Aires, quienes destacaron la en- comiosa organizacién del torneo y la je- rarquia de los maestros participantes. Debido a la ausencia de tres de nues- tros mejores maestros (Najdorf, Pano y Quinteros, que se hallaban disputando el torneo de Lone Pine), y a la falta de tiempo para poder invitar a jugadores europeos, el certamen perdié una parte de su fuerza y no daba norma para con- seguir titulos internacionales, pero se lo- gré reunir un selecto grupo constituido por doce representantes argentinos, tres brasilefios y un chileno, que lucharon arduamente en pos de la victoria final. Desde las primeras ruedas, se destacé netamente el joven maestro marplatense V. Brond, quien tomé decididamente la punta, tras superar en las partidas in- dividuales a figuras prestigiosas como R. Sanguineti, R. Garcia, J. Emma y L. Bronstein, Hacia la décima fecha, Ie- vaba una ventaja de un punto y medio, y todo hacia presagiar su facil triunfo. Pero en la decimasegunda rueda, sufrié su tinico traspié con el campedn platense C. Gareja Palermo, y las distancias se acortaron. Las tres tltimas rondas fueron dra- maticas. El puntero superé en la deci- matercera a Letelier, y Rail Sanguineti a Seidler, entablando su partida indivi- dual Garcia y Rubinetti. Al comenzar la decimacuarta, la puntuacién era: Brond, 9% puntos; Sanguineti, 9; Garcia y Ru- binetti 8%. En esta fecha Sanguineti obtiene un triunfo increible frente al brasilefio Torres Trois, luego de estar perdido durante casi todo el transcurso del juego, hasta que su adversario, apu- radisimo de tiempo, comete una serie de errores que le hacen perder el punto, Brond, luego de interesantes alterna- tivas, hace tablas con Schweber, y Ru- binetti se impone a Rocha. La tltima fecha es dramatica, y el in- terés del numeroso publico asistente se concentra en los dos encuentros que da- ran el nombre de los ganadores del tor- 328 neo, Brond v. Riemsdyk y Sanguineti v. Rubinetti. A medida que transcurria el tiempo, se descontaba el triunfo de Brond, quien habia refutado el Gambito Volga defi- cientemente empleado por Riemsdyk, mientras que en la partida Sanguineti vy. Rubinetti, el primero se habia arries- gado en una entrega de los dos peones centrales para conseguir un pen pasado en el ala dama. Rubinetti habria podido entablar por ‘icin de movidas, pero juzgé su po- sicién superior y jugé para ganar. Sin embargo cometié posteriormente un error y en la sesién de suspendidas fue derro- tado, decretando este resultado un em- pate en el primer puesto. El triunfo de Brond y Sanguineti, no sorprendié a los expertos, ya que eran los maestros que habian hecho mayores méritos para ello. Brond, buen conocedor de las apertu- ras y poseedor de un estilo posicional agresivo buscé el punto en todas las par- tidas, y s6lo decliné hacia el final, posi- blemente debido a la enorme responsa- bilidad de puntear un evento de esta envergadura. Sanguineti, luego de un comienzo opa- co, fue acumulando punto tras punto, hasta aleanzar en la pentiltima rueda al campeén marplatense y compartir con 61 los laureles de la victoria. Dado que habia un trofeo para el ven- cedor del evento, éste fue adjudicado al joven campeén marplatense por mejor coeficiente Sonneborn Berger. Escoltaron a los lideres Rubineti, que luché hasta el final para conseguir me- jores resultados, y Garcia, quien realizé un buen torneo. Se esperaba mas de Cuasnici, pero el excesivo numero de tablas conspiré para una mejor colocacién. Un parrafo aparte merece el ex cam- pe6n juvenil Seidler. Dotado de un es- tilo emprendedor, aunque no demasia- do profundo, es el y siempre espera la victoria. AJEDREZ Mayo ve 1976 De los extranjeros, al representante brasilefio Torres Trois le falté un poco de suerte. Plantea bien las partidas, es poseedor de una buena técnica, pero me- dita demasiado y los apuros de tiempo le privaron de algunos puntos que le hubieron hecho avanzar en la tabla de posiciones (por ejemplo sus partidas con Sanguineti y Brond). La direccién del torneo fue ejercida con eficacia por el Arbitro internacional A. Francia, con quien colaboraron F. Gi- ménez, E. Guindén, C. Gentile, G. Soria. El elogio que puede decirse de ella es que pasé completamente desapercibida. Datos interesantes: A continuacién daremos los coeficien- tes ELO, puntos obtenidos por cada ju- gador, y entre paréntesis el puntaje ne- cesario para conservarlo. Participantes ELO Puntaje final Brond 2345 (7) i Sanguineti 2480 (9%) 11 Garcia, R. 2425 (8%) 9% Rubinetti 2380 (7%) 9% Cuasnici 2400 (8) 8% Schweber 2455 (9) 8 Seidler 2400 (8) 8 Hase 2430 (8%) 1 Riemsdyk 2370 (7) 7 Emma 2420 (8%) 6% G. Palermo 2370 (7) 6% Grinberg 2425 (8%) 6% Rocha 2315 (6) 6% Torres Trois 2310 (6) 6% Bronstein 2380 (7%) 6 Letelier 2350 (7) 2 De acuerdo a los resultados finales au- mentaron su puntaje ELO: Torres Trois, Rubinetti, Cuasnicé, Brond, R. Garcia, Rocha, R. Sanguineti. Mantuvieron el suyo Seidler y Van Riemdyk. En cam- bio descendieron su coeficiente: G. Pa- lermo, Letelier, Schweber, Hase, Brons- tein, Grinberg y Emma. De las ciento veinte partidas jugadas se definieron sesenta y tres, lo que re- Mayo ve 1976 AJEDREZ 329 presenta un 52,50 %, siendo nulas las cincuenta y siete restantes (47,50 %); un buen porcentaje para torneos magistra- les, donde muchas veces los triunfos no Megan al 50 %. Las piezas blancas predominaron, y en treinta y nueve veces se alzaron con el punto, ganando las negras solamente en veinticuatro. Sanguineti y Brond fueron los que'més victorias obtuvieron: ocho. En cambio Rocha no consiguié el ha- lago del triunfo. Este maestro fue el més pacifico. So- bre quince partidas obtuvo trece tablas, siguiéndolo en «orden de méritos» Cuas- nicé con once. Letelier, el polo opuesto, no entablé nin- guno de sus juegos, Brond, Sanguineti y Cuasnicu s6lo inclinaron el rey una sola vez; Letelier trece veces. Las blancas comenzaron, en sesenta y cinco de las ciento veinte partidas, con 1. P4R; en treinta y ocho con 1. P4D, y solamente en diecisiete utilizaron las aperturas de flanco. Luego de estas estadisticas, veamos una seleccién de las mejores partidas: GAMBITO VOLGA Garcia Palermo v. Van Riemsdyk 1. P4D, P4AD; 2. PSD, C3AR; 3. PAAD, PACD; 4. PATD, PxPA; 5. C3AD, P3D; 6. PAR, A3T?; 7. P4A, CD2D; 8. C3A, P3C? 9. P5R!, PxP; 10. PxP, C5C; 11. D2B, A2CR; 12. AGA, DIC; 13. P6D!, P3R; 1. P31, C3T; 15. PACR, D5C; 16. A2C, TICD; 17. D3R, A2C; 18. O—O!, O—O; 19. AxC, AxA; 20. DxA, AxC; 21. TxA, CxP; 22. T2A. Y las negras abandonan. DEFENSA SICILIANA Hase J. ©. v. Grinberg 1. P4R, P4AD; 2. C3AR, P3R; 3. PAD, PxP; 4. CxP, C3AR; 5. C3AD, P3D; 6. ASCR, A2R?; 7. P4A, P3TR; 8. AxC, AxA; 9. C(4)5C, A2R; 10. D4D, O—0; 11. O—O—O, P4R; 12. PxP, C3A; 13. D2A, CxP; 14. C5D, A4C+; 15. RIC, ASC; 16, A2R, AxA; 17. DxA, P3T; 18. C4D, TIA; 19. TRIA, TIR; 20. C5A, C5A; 21, T4D, P4C; 22. PATR!, AxP; 23. DST, AAC. a 24. CxPC!, TxP; 25. DxP+, RIT; 26. C6R, DIC; 2%. CxA, TxT; 28. D6A+, D2C; 29. C7A+, R2T; 30. D5A+, D3C; 31. DxT, D2C; 32. D5A+, D3C; 33. DxD+, RxD; 34, C7R+, R2T; 35. RIA. Y las negras abandonaron. APERTURA LARSEN Brond v. Garcia R. 1. P3CD, P4R; 2. A2C, P3D; 3. P3C, C3AR; 4. A2C, P3CR; 5. C3AR, A2C; 6. ‘Mayo vE 1976 AJEDREZ 330 "9 ‘9 “9 “9 “9 ST “° fo 8 ws wo one oon % ooo 2 ° x 2 8 By or 6 % T g *” no woe Ratt wt no ° 2 woo e | ## eon <2 7 om moo we eo Oo oo * (@TyO) se82T Qo ocrreteteseeeeeees upaysuorg, moe (sexq) story, soxz0g, “o* (sere) eqDoy ocr sroquirp J9PIS Bocce esses saqamuas Horeca eees noruseng Hocccrereeteeeeees meurqny QQ cretteeteeeseteerees viorey cos yaumnsueg I soquedponaed VNUGGVI ‘H SOTUVO TVINOWAW 9L6I VEWId TX AVW — IWNOIOVNUGINI OANYOL XXX oT st +1 eI aL IL ao aa we om Mayo ve 1976 AJEDREZ 331 O—O, O—O; 7. P4A, CD2D; 8. C3A, TIR; 9. D2A, P3A; 10. P4R, PATD; 11. PAD, PxP; 12. CxP, C4A; 13. P3TD, D3C; 14. TRID, C5C; 15. TDIC, P4A; 16. P3T, C3TR; 17. R2T, C2A; 18. PxP, PxP; 19. CxPAR, AxC; 20. DxA, DxP. 21, C5D!, AxA; 22. C6A+, RIA; 23. CxT, TxC; 24. T2D, C5T; 25. T(1)xA, CxT; 26. DIC, DxPA; 27. TxC, PAC; 28. DxP, D5D; 29. T3C, P4A; 30. T3AR, D2C; 31, D3D. Y las negras abandonaron. DEFENSA GRUNFEL Sanguineti v. Garcia Palermo 1. P4AD, P3CR; 2. P4D, C3AR; 3. C3AD, P4D; 4. A5C, C5R; 5. AST, PAAD; 6, P3R, CxO; 7. PxC, A2C; 8. PxPD, PxP; 9. PAxP, DxP; 10. C3A, C3A; 11. A2R, O—0; 12. O—O, A4A; 13. C2D, P4R; 14. A3A, P5R; 15. A2R, CAT; 16. DAT, TR1IA; 17. TRIA, A3R; 18, ATR, TxT+; 19. TxT, DxPT; 20. DxD, AxD; 21. TIT, C3A; 22. TxA, CxA; 23. CxP, C3A; 24. C6D, P3C; 25. A3A, TID; 26. OxP, RxC; 27. AxC, PATD; 28. P4A, R3R; 29, R2A, R3D; 30. P5D, R4A; 31. P4R, TIAR; 32. R3R, A3T; 33. P3C, PACR; 34. T2A+, RSC; 35. PxP, AxP-+; 36. R4D, R6C; 37. T3A+, R5C; 38. T4A+, R6C; 39. A4T+, ROT; 40. P5R, TICD; 41, ASC. Y las negras abandonaron. APERTURA RETI Brond V. v. Hase J. C. 1. C3AR, C3AR; 2. P4A, P3CD; 3. P3CR, A2C; 4, ARC, PAR; 5. O—O, PSR; 6. CAD, P4A; 7. C2A, PAD; 8. PxP, AxP; 9. P3C, D2D; 10. A2C, AR; 11. C3R, A2C; 12. C3A, O—O; 13. DIC, TIR; 14. CxP, CxC; 15. AxC, AxA; 16, DxA, A3A; 17. DxT, AxA; 18. TDIC, C3A; 19. DxT+, DxD; 20. TxA, D4R; 21. T(1)1C, C5D; 22. P3D, PATR; 23, PATR, PAT; 24. T2D, D3R; 25. ‘FIR, P3A; 26, C2A, CAC; 27. PAD, COA; 28. PxP, PxP; 29. C3R, C5R; 30. T3D, P5T; 31. T(1)1D, PxP; 32. PxP, D4R; 33. C44, D4D; 34. T3AR, D3R; 55. C2D, C3D; 36. T3R, D4D; 37. T3D, D3R; 38. P3R, DSC; 39. TIAD, C4D; 40. T4A, DSD+; 41. R2C, R27; 42. TSD, C2R; 43. TED, O4A; 44. T5D, O2R; 45. TED, C4A; 46. TID, R3C; 47. TAR, DIA; 48. TAAD, DBD; 49. T4R, D7A; 50. T4AR, D8D; 51. PAR, C3T; 52. PSR, PxP; 53. C3A. Y¥ las negras abandonaron. DEFENSA PIRC Seidler A. v. Van Riemsdyk 1. PAR, P3D; 2. PAD, C3AR; 3. C3AD, P30R; 4. C3A, A2C; 5. ABR, O—0; 6. O—0, P3C; 7. ASCR, A2C; 8. C2D, P4A; 9. P5D, C31; 10. PATD, C2A; 11. C4A, ASTD; 12. D2D, D2D; 13, TRIR, TRIR; 14. P4A, C50; 15. PSR, PxP; 16. AxC, DxA; 17. CxPR; AxC, 18. PxA; D5D+; 19, D2A, DxD; 20. RxD, R2C. HZ) S77), 332 AJEDREZ Mayo ve 1976 21. P6D, PxP; 22. AGA+, R3T; 23. PxP, C3R; 24, P4T, PACR; 25. PxP+, R3C; 26. C5D, OxP; 27. TxT, TxT; 28. PD, TIR-+5 29, RIC, C3R; 30. C4A+, CxO; 31. P8D=D, TxP+; 32. RIT, TIA; 33. T1C+, R4A; 34. D7R, C6T; 35. DSR. Mate. DEFENSA SICILIANA Garcia Palermo v. Rocha A. 1. P4R, P4AD; 2. C3AR, P3D; 3. PAD, PxP; 4. DxP, P3TD; 5. ASCR, C3AD; 6. D2D, P3T; 7. A4T, C3A; 8. C3A, P3R; 9. O—0—0, D4T; 10. A3C, PACD!; 11, AxP. Ul. ....., P50; 12. AxA, PxO; 13. D6D, D3C; 14. P3CD, CxP; 15. D4A, P4A; 16. AxPC, D5C; 17. RIC, C7D-+. 18, DxC, PxD; 19. AxT, P4TD; 20. P4TD, A2C; 21. TxP, TID; 22. TxT+, CxT; 23. A4A, R2R; 24. TID, C2A; 25. A2C, C3D; 26. C5R, ASR; 27. P3A, OxA; 28. PxC, A1T; 29. T7D+, RIR; 30. T7TR, A2C; 31. P5A, A4D; 32. PAAD, D6C; 33. PXxA, D8D+; 34. R2T. Tablas. APERTURA RETI Sanguineti v. Garcia 1. P4AD, P4AD; 2. P3CD, P3CD; 3. AC, A2C; 4. C3AR, C3AR; 5. P3R, P3R; 6. PAD, PxP; 7. PxP, A5C+; 8. CD2D, AxC(3A); 9. DxA, AxC+; 10. RxA, PAD; 11. PxP, CxP; 12. A3T, D4C+; 13. RIR, D5A; 14. DxD, CxD; 15. TIA, RID; 16. A6D, C4D; 17. A4AD, R2D; 18. A5R, C3AD; 19. A5C, C(4)5C; 20. AxP, TRIAD 21, P3TD, P3TD; 22. AxC+, CxA; 23. R2RK, TLCR; 24, ASR, P3A; 25. AxP, TxP; 26. T3A, TIAR; 27. T3A, T5C; 28. TID, T5R+; 29. R3D, TxP+; 30, AxT, TxT+; 31. ASR, T6T; 32. RAR+, R2R; 33. AxP, TxPC; 34. A5A+, R3A; 35. TED, O2R; 36. TxPT, C4A; 37. PATD, T6TR; 38. P5T, T5T+-; 39. R3A, TxP; 40, T&T, T6T+; 41. R2C, TAT; 42. T8A+, R2C; 43. TSA, C3D; 44, AxC, TxP; 45. TIA+, R3C; 46. TIR, R4A; 47. TxP, PAR; 48. T5T+. Y las negras abandonan. DEFENSA MODERNA Bronstein v. Emma 1. PAR, P3CR; 2. PAD, A2C; 3. C3AR, P3D; 4. ASAD, P3AD; 5. P3A, C3A; 6. CD2D, O—O; 7. O—O, CR2D; 8. A3C, PATD; 9. PATD, C3C; 10. C4A, CxC; 11. AxC; C3T; 12. ASCR, C2A; 13. D2D, ASC; 14. C4T, P4D; 15. PxP, PxP; 16. P3T, ASR; 17. TDIR, D2D; 18. AGTR, TRIR; 19, AxA, RxA; 20. O3A, P3A; 21. T2R, A2A; 22. T(1)IR, D3D; 23. AxC, PxA; 24, C2T, PACR; 25. T3R, P3R; 26. PAT, P3T; 27. T3C, A3C; 28. PxP, PTxP; 29. CAC, TICR. Mayo ve 1976 AJEDKEZ4 30. CxP!?, RxC; 31. DxP+, R2A; 32. T()3R, TDIAR; 33. D6T, AA; 34. D5T+, R3A; 35. DAT+, R2A; 36. DST+, RBA; 37. DAT+. Tablas, DEFENSA NIMZOINDIA Brond v. Torres Trois 1. PAD, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. C3AD, ASC; 4. ASC, P4A; 5. P5D, P3TR; 6. AMT, P3D; 7. PxP, AxP; 8. P3R, AxC+; 9. PxA, P4CR; 10, A3C, C5R; 11. D2A, CxA; 12. PTxC, 3A; 13. FIC, D2R; 14. C3A, 0—O—O; 15. A3D, P4TR; 16, ASA, D3A; 11. AxA+, PxA; 18. C2D, RIC; 19. T3C, P4D; 20. PxP, PxP; 21. D2C, D2R; 22. C3A, C4T; 23. TSC, C5A; 24. D2R, PST; 25. PxP, PxP; 26. D3D, P3T; 27. T3C, RIT; 28. R2R, D3A; 29. T(1)ICD, P6T; 30. 'TxP, T3D; 31. PxP, TIAR; 32. PAR, D3C; 33. P5R, DxD+; 34, RxD, T3T; 35. C5C, CxP-+; 36..R2R, T3CR; 37. PAAR, C5A; 38. PATR, TST. Tablas. APERTURA TROMPOWSKY Rocha v. Brond 1. PAD, C3AR; 2. ASC, P3D; 3. AxC, POxA; 4. P3R, P3R; 5. C2D, P4AR; 6. PCR, C2D; 7. A2C, A2C; 8. P3AD, C3A; 9. D2A, P4D; 10. C2R, D2R; 11. O—0, PATR; 12. PATR, A2D; 13. P4AD, P3A; 14. PACD, TIAD; 15. TRIC, C5R; 16. C3AR, P3A; 17. P4T, R2A; 18. D3C, A3T; 19. PxP, PAxP; 20. TIAD, P3T; 21. TxT, TxT; 22, TIAD, D1R; 23. TxT, DxT; 24. CIR, D5A; 25. DxD, PxD; 26. AxC, PxA; 27. C3AD, P4A; 28, C2A, ALAR. Tablas. DEFENSA NIMZOINDIA Emma v. Schweber 1. PAD, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. C3AD, ASC; 4. P3R, P4A; 5. ASD, PAD; 6. C3A, O—O; 7. O—O, C3A; 8. PIED, PDxP; 9. PxA, PACR; 10. A3C, C5R; 11. D2A, CxA; 12. TIR, A2C; 13, PAR, CxPR; 14, TxC, OxP; 15. TAT, AxC; 16, PxA, D1D; 17. TxC, PxT; 18. PxP, DST; 19. P4A, TD1A; 20. A3R, TRID; 21. A2R, TGA; 22. PATD, D2R; 23. ABA, T6T; 24. TxT, DxT; 25. D2A, D3D; 26. A4R, P4A; 27. ABA, D2D; 28 D3C, P3TR; 29. PAT, R2T; 30. RIA, P3C; 31. D5C, DxD; 32. PxD, R20; 33. R2R, PATR; 34. R3D, R2A; 35. AGA, TIAD; 36. R4A, R2R; 37. ALA, R3D; 38. A3T+, R2A; 39. ATR, P3T; 40. AGA, PxP+; 41. RxP, R3D; 42. ASR+, R2R; 43. RxP, TIAR; 44, RUA, R2A; 45, RID, TIR; 46. PSD, T2R+; 47. R&D. Y las negras abandonan, DEFENSA INDOBENONI Letelier v. Emma 1. PAD, C3AR; 2. P4AD, P3R; 3. C3AD, P4A; 4, P5D, PxP; 5. PxP, P3D; 6. C3A, P3CR; 7. C2D, A2C; 8. PAR, O—0; 9. A2R, TIR; 10. O—0, CD2D; 11. P3TR, P3TD; 12. PATD, D2A; 13. D2A, P3C; 14. C4A, C4R; 15. C37, P5A; 16. A3R, C(3)2D; 17. P4A, C6D; 18. AxC, PxA; 19. DxP, C4A; 20. D4A, D2R; 21, TRIR, DST; 22. A2A, DxPA; 23. P5R, D4C; 24. PAT, DID; 25. PxP, TxT+; 26. TxT, A4A; 27. PACR, A2D; 28. PSTD, C2C; 29. PxP, CxP; 30. D4A, A1AD; 31. C4T, A2C; 32. O5A, AxPC; 33. CxA, CxC; 34. C4A, AGA; 35. TID, TIA; 36. P6D, D3A; 37. DAR, CID; 38. P7D, TIC; 39. A3C, TP; 40. CxT, DxC+; 41. AA, D4T; 42. P5C. Y las negras abandonan. 334 AJEDREZ Mayo ve 1976 DEFENSA SICILIANA Rubinetti v. Seidler 1. PAR, P4AD; 2. C3AD, P3D; 3. CR2R, C3AR; 4. P3CR, P4CD; 5. A2C, A2C; 6. P3D, P3TD; 7. O—O, P3R; 8. P3TD, D2A; 9, P3T, P3T; 10. P4A, PAD; 11. PSR, C(3A)2D; 12, P5A!, CxP; 13. PxP, PxP; 14, C4A, R2D; 15. DST, PAC. 16. CxPR!, RxC; 17, TxA!, TxT; 18. DxP+, T3A; 19, AxP+!, R2R; 20. AxP, O6A-+;21. R2C, CxA. F, Ws 22, TIR-+!, C3R; 23. DIC-+, R3D; 24. DxT, AxA; 25. CxA, D2D; 26. C4a, D2C+; 27. R2T, C2D; 28. DxC+, R2A; 29. C5D+, RIC; 30. D6D+-, R2T; 31. THR, TID; 32. C6A. Y¥ Jas negras abandonaron. Partidas de Ataque Premiadas La literatura ajedrecistica cuenta con una extensa némina de partidas de ata- que a ambos flancos y que accesoria- mente han obtenido premio, ya sea en el orden nacional o internacional. También hay muchas otras que no recibieron pre- mio por no haberse discernido éste, u obtenido aquel lauro. ‘Vamos a comentar ahora dos partidas de ataque al flanco dama y que han sido acreedores a sendas distinciones; una es argentina y la otra es extranjera. Por el Dr. Roberto I. Castaiio La primera ha sido distinguida entre los maestros nacionales y ex campeones argentinos J. Iliesco y B. H. Villegas en el torneo del Club Argentino de Ajedrez del afio 1933 y que merecié el primer premio de belleza. En cuanto a la segun- da fue jugada entre los grandes maestros A. Rubinstein y K. Hromadka en el Tor- neo de Marisch Ostrau del afio 1923 y que también merecié el primer premio de belleza. He aqui la partida argentina. Mayo ve 1976 AJEDREZ 335, DEFENSA INDIA DE REY J. Illiesco v. B. H. Villegas 1, P4D, C3AR; 2. P4AD, P3CR; 3. C3AD. Este procedimiento es el mas usual. Puede también jugarse 3. P3CR, A2C; 4. A2C, O—O; 5. C3AD, PSD, etcétera (Ale- khine v. Yates, Carlsbad 1923). Bee » A2C; 4. PAR, Las blancas dominan el centro e in- tentaran de inmediato atacar por el flan- co rey sin haber desarrollado previamen- te las piezas menores, todavia en su ca- silla de origen. 4. P3D; 5. A2R, O—O. Las negras, prosiguiendo con un plan arménico, ya se ha enrocado. Las blan- cas, mas impetuosas, no se han decidido atin a hacerlo, 6. PATR. Lanzandose a un ataque prematuro sin haber completado su desarrollo minimo. Era mas prudente ahora C3AR seguido de O—O. PAR; 7. P5D. Estabilizando el centro para continuar operando en el flanco rey. Ve cease » C3TD; 8. A3R, C4A! Obligando al cambio del alfil bueno de 3R por este corcel, para aliviar la pre- sién sobre el pen de 4R: 9. AxC, PxA; 10. PST. Las blancas contintan su ofensiva. To- davia podia seguirse con C3AR y D2D para enrocar largo. 10. ..... ,» CIR. Para desarrollar el bucéfalo via 3D y continuar con P4AR! 11. D2D, C3D; 12. P3CD. Defiende el peén para dar libertad al alfil que lo custodia. To... » P4AR! Las negras asumen enérgicamente la iniciativa, especulando con 1a situacién precaria del flanco ant{fpoda. 13. PxPC, PTxP; 14. C3A. Entregando el peén rey, ya que con P3AR se hubiera obtenido una peligrosa brecha. PxP Ilevaba a la misma desven- tura. i. P3CR, Prosiguiendo con la combinacién ini- ciada en la movida 12, las negras sacri- fican la torre y toman posicién de avan- zada en el bando enemigo. 17. PxT, PxP; 18, O—O—O. Por fin se detiene a enrocar. Las pie- zas blancas han quedado con calidad con- tra dos peones y su posicién se ha tor- nado precaria por las miltiples amena- zas del adversario. 1B... , DAR! Ataca con dos piezas el caballo y do- mina la diagonal que ha de asumir un papel preponderante en el desenlace. 19. C1C, ASAR! La artilleria colabora en la ofensiva contra el monarca rival. 20. D2A, P6A'; 21. AIA, PER! Mediante maniobras de réplica forza- da las negras han conseguido pasar un pedn en 7R. 22. A3D, P7R; 23. TDIC; AxA!! PxP; 15. C5CR, T5A!; 16. (Wéase el diagrama siguiente) iEl golpe de gracia! A DxA seguira DIC mate y.a D2D, C5R!! ganando. Las blancas abandonan, pues quedan con la desventaja material decisiva de torre contra dos alfiles y dos peones y una situacién insostenible. 336 AJEDREZ Mayo ve 1976 Vj Y ahora la partida extranjera: GAMBITO DEL REY REHUSADO A. Rubinstein v. K. Hromadka 1. P4R, P4R; 2. PAR, ASAD. Las negras rehtisan tomar el peén, mediante esta movida que vulnera el punto 2AR de las blancas; otra continua- cién es también la del gambito opuesto, con P4D, denominado contragambito Falkbeer. 3. C3AR, P3D; 4. C3A, C3AR; 5. A4AD, 3A, Hasta aqui la partida es casi simétrica, Es claro que a PxPA aceptando el gam- bito por trasposicién de jugadas, seguira P4D recuperando el peén con mejor juego. 6. P3D, ASCR; 7. P3TR. Obliga al alfil negro a tomar una de- cisién sobre el caballo de 3AR. Otra al- ternativa era C4TD amenazando igual agresién sobre el alfil de 4AD negro que domina una incitante diagonal. Deceeee , AxC; 8. DxA, CSD. Amenaza la dama y al peén alfil dama con jaque, ganando la torre. Sin embar- go las blancas menosprecian esta ultima amenaza y a su vez atacan el flanco rey mediante la movida que sigue. 9. D3CR, D2R. Mejor que CxP+ ya que al tomar la dama blanca, el peén CR, por medio del enroque largo, las negras comunican ambas torres. 10, PxP, PxP. ‘Tampoco ahora resultaba conveniente CxP+, ya que hubiera seguido, 11. RID, CxT; 12, PxC, y posteriormente DxPC y CSD, etcétera, con mejor posicién, 11. RID. Ahora si es necesario evitar CxPA+ y la pérdida de la torre, ya las contra- chances no hubieran amenazado esa en- trega. Ih ..... , P3AD; 12. PATD. Impide P4CD, que hubiera privado al alfil blanco del dominio de una incitan- te diagonal. No serviria ahora DxPC por TICR y TxP. 12. ....., TICR; 13. TIAR, P3TR. Movida que impide la continuacién de ASC y DAT. 14. C2R!, O—O—O; 15. CxC, AxC. Mejor que PxC que hubiera abierto una peligrosa brecha sobre el flanco da- ma. 16. P3AD, A3C; 17. P5T!, A2A. Es obbio que a A4A seguiria P4CD con gran juego. 18. A3R. Sigue emplazAndose la artillerfa sobre el enroque rival. 18.2... , RIC. No sélo defiende el peén torre dama, sino que amenaza CxP especulando con la posicién clavada del rey blanco sin el peligro de D4C+. 19. R2A, Mayo ve 1976 AJEDREZ 337 Por lo explicado anteriormente es me- jor poner el rey a «Buen recaudo». 19. 2... » RIT. Dando lugar al alfil en 1CD para se- guir eventualmente con P3T y A2T. 20. T3AR, C4D. A fin de descabezar la posicién que se iba tornando diffcil, las negras inten- tan una combinacién mediante el sacrifi- cio de este corcel. Debe ser mejor A1C perseverando en uno de los propésitos que inspiré la movida RIT. Evidente- mente las negras han desviado su bri- jula, 21. AIC. Una interesante jugada que da origen a una brillante combinacién. La movi- da tranquila y ganadora era simplemen- te PxC, pero las blancas han visto mas y més lejos. Qe. » C5AR. Las negras persisten en el pronéstico que las guié a entregar el caballo en la jugada 204. Sin embargo, pudieron vol- ver ahora a 3A, reparando un error. «Errare humanum est». 22. D2A, Es obia la amenaza de mate en 7T. Ahora se pone en evidencia la inocuidad de C5A por la continuacién P3C, TxPA, etcétera. 22 eee , AIC; 23. P3CR! Las blancas siguen chilando fino» con el propésito de dar cima a la combina- cién iniciada con 21. AIC. 23. CxPT; 24. TxPA, D3D; 25. D6CD He aqui el ), en su segunda jugada las negras optan por el nuevo avance de su PD —a la quinta linea ahora— Por Franco Luis Di Luca (h.) eludiendo asi todo paso hacia el Gam- bito de Dama, en el cual suele derivar el juego. Las negras en tercera comple- mentan el paso hacia lo mas urticante para el planteo adversario. Ya en su séptima respuesta, el segun- do jugador —ademés de la movida del texto (7. ....., C3A) a la cual apelé— tenia a su disposicién otros dos caminos: a) 7. ...., P3AD; 8. A3R, D3D; 9. P4D, PxP; 10. DxP (10. AxP, A4A), DxD; 11. xD, A3R (Flohr). b) 7. ....., ASAD; 8. ASR, D3D; 9. CSC, D2R; 10. AxA, DxA; 11. P4D, PxP; 12. DxP, DxD (Alekhine). 8. A2R. Y también 8, A3R, DID; 9. A2R, A2R; 10. O—O, O—O; 11. P4A, PxP; 12. TxP, A3D; 13. TIAR (Pachman). 8.2.4) P8A; 9. ASR. Quedando con clara ventaja de desa- rrollo. 9. .+ssy DID; 10, PAD, PxP; 11, DxP!, DxD. El ejército negro busca simplificar an- te su atraso de desarrollo. Sin embargo, aqui aparece como preferible 11. AQR. 12, AxD, A2R; 13, O—0O—0, 0—0. (Véase et diagrama siguiente) Con los riesgos que presupone el acep- tar un combate con enroques de distinto signo, donde la premisa esencial es mon- tar un vertiginoso ataque sobre el rey. 348 AJEDREZ Mayo ve 1976 ¥ en la partida se advierte con suma nitidez que los efectivos blancos dispo- nen de los dos elementos primordiales: conjugacion de figuras hacia el objetivo y campo despejado para derramar su in- fanteria. Todo lo expuesto sirve para fundamentar la clara ventaja blanea. 14. P3TR, A3R; 15. TRIR, P3TD; 16. P4A, A5CD. En tanto se va concretando el avance de la infanterfa blanca, la torre ubicada en la columna de rey obliga a atender el AR negro indefenso (por la oportuna amenaza P5AR). No resulta muy con- veniente la solucién al problema que procura Polugaievsky, mas tampoco ser- via 16. ..... , P4CD por la réplica 17. A3A! Por otra parte, ubicar una torre en la columna de rey aumentaria la tra- bazén de las negras tras la inminente evolucién blanca P4CR - P5AR. 17. P4C, PACD; 18. P5AR, AxPAD; 19. AxA, PxA; 20. AxC, PxA; 21. T&R, AxC; 22, PxA, TRID; 23. TxP, TxT+; 24. RxT. Polugaievsky ha conseguido la simpli- ficacién que detenga el ataque sobre su monarca, pero a costa de quedar con un final perdido, ya que Panno posee mejor esqueleto de peones, mejor torre y mejor rey. PAL wee , TIAD. Tampoco servia 24. . R2D, TID+; 26. R2A, TI 28. TxPA. 25. T4T, TIT; 26. T4D, TIC; 27. R2A, T4C; 28. T4AD, T4T; 29. PAT, PAT; 30. R3C, P5T; 31. TxP, R2C; 32. T6D. Aplicando magistralmente la técnica del final de torre, en sus distintas fases: esclavizar la torre adversa, mejorar el rey, colocar en posicién zugzwang (obli- gado a jugar cuando no existe ninguna respuesta buena) al enemigo. ‘Aqui finaliza la batalla, aunque en el tablero prosiguié asi: 32. ...., TAR; 33. TxPT, TGR; 34. T6D, TxPT; 35. TID, R3T; 36. PST, T6R; 37. P6T, TIR; 38. TITD, P6T; 39. RAC, RAC; 40. P7T, PcT; 41. R5C, RxP; 42. P4A, RxP; 43. TIT. En este momento, Polugaievsky se de- cidié a abandonar. SANTA MONICA 1966 DEFENSA INDIA DE REY Najdorf v. Fischer 1. P4D, C3AR; 2. PAAD, P3CR; 3. C3AD, A2C; 4. P4R, P3D; 5. A2R, O—O; 6. ASC, P4a. Las dos iltimas jugadas del bando blanco van destinadas a impedir el ti- pico golpe negro P4R. Como ser, si ahora siguiese 6. ....., P4R; 7. PxP, PxP; 8. DxD, TxD; 9. CSD las blancas obtendrian ventaja. Y si se intentase la preparacién 6. ...., CD2D, seguiria con fuerza 7. P4A! Por ello el bando negro busca el con- trapeso en el centro merced a la movida del texto (6. ..... , P4A). 1. P5D, P3R. También se ha jugado 7. . 8. P4TD, D4T; 9. A2D, P3R. +++) P3TD;

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