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La Economia en La Banda Oriental 1811-1820 Agustin Beraza 1964
La Economia en La Banda Oriental 1811-1820 Agustin Beraza 1964
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Ncció en Minos, en l9l0, donde
cursó los estudios primuríos y se-
e 3m §$qsxe#m ffirientul
eundqrios. Continuó sus estud¡os
en Montevideo, donde ingresó a É
lq Fqcultqd de Derecho. Desde -
I93l fue profesor de Enseñqnzq
Secundorio y Preporoloriq. Dictó
clqses en el lnstituto Noclurno, en
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§ffilI-182ü
el lnstituto Alfredo Vózquez Ace-
vedo y en el liceo Frqncés. Entre -t¡¡
1953 y 1962 ocup6 lq cátedro de
Historio Americono en lq Focul-
tr¡d de Humonidodes y Clencior. -
Ho publicodo lor siguienles obro¡: o
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PEDRO CAMPBEII, CDIE. GRAT.
DE MARINA (I943); tOS CORSA-
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A6USII]I BERAZA
RIOS DE ARTIGAS (1949); 1A RE. ¡&t
PRESENTACION ORIENTAI. EN tA
ASAMBTEA ORAT. CONSIIIUYEN- rl
TE (1953); LAS BANOERAS DE AR-
TIGAS (1957); [A REVOTUCION \
ORIENIAI (t9ót). Do ¡rróxlmo prr- E \
blicoclón: Et PUEBLO ARMADO. ¡{
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t8il - 1820
Agustín Berozo
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QUIEBRA DE LA ECONOMIA ORIENTAL
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zos. superar su indigencia y su infelicidad, hecho com- i I.o,r irrformcs elevadcs a las autorldades reflejan un
probado a rafz del viaje que debieron hacer a Paysan- i la vida en la cam-
r,'1,¡r!,r r.i,r'rl.ico, en que se desarrollaba
dr1, en el año 1815, por orden del Cabildo de Montevi- ¡rrr¡r d.! la Banda Oriental. El Cabildo de Montevideo,
deo, Don Antolln Reyna y el Presbftero Dámaso Anto-, ¡.xprr.rinba el 23 de agosto de 1803, refiriéndose a aquellos:
nio La¡rañaga. con el fin de entrevistarse con el Jefe
de los Orientales, Don José Artigas. "l,,srl,¡¡ gl¡ss de monstruos de la humanidad, huyendo
rlt'[ rigor de la justicia se acoge a la campaña; y eomo
"nos dijo Su Seiorla D. Antolfn Reyna que ya está- nilda se trata menos por el gobierno superior que el
bamos en sus estados. y efectivamente cada estancia ('()rrl,ciler el torrente de desórdenes y fatalidades que
de estas tiene tantas tierras que muchas provincias r,orncten en los eampo§; se entregan al desenfreno; y
y aún repúblicas de Europa no tien€n tanta extea- r':¡ cl trabajo del laborioso pastor hallan el fondo
sión. Esta era la primera vez que vefa su posesión pr:rmanente de subsistencla y en la triste familia de
y encontró sobre este magestucrso rlo varios colonos cstos honrados labradores los dbjetos bastantes a sa-
que no tenla noticia: los hizo venir, y no les impuso ciar por medio de la violencia más tirana, sus inde-
otra pensión que, alirnentándose como lo haclan, de ccntes lascivos apetitos". (4)
sus ganados, le conservasen los cueros y sebo, y ayu-
dar a las faenas de la estancia, como son malcar. re. Iln medio de estos dos grupos extremos, existía el
coger o Darar rodeo". (3) rlc los pequeños estancieros propietarios, que residiendo
Surgió un estado de cosas, una situación especial, r'n sus erstablecimientos.' diriglan personalmente los tra-
en la que la parte más numerosa de la población, se ha- Irajos pecuarios y que, por sus hábitos, forma de vida y
Uaba, o sometida a las normas que, caprichosamente, die- costumbres, se identificaban más con los segundos que
taba una fnfima burguesla terrateniente o era empujada r:on los primeros.
por las formas, las argucias y los procedinrientos lega- Esta clase de productores mantenla, por razones di-
les, al delito, al matreraje o aI contrabando. versas, una clara actitud de rechazo a cuanto proviniera
Tal fue eI resultado del absurdo sistema de repar. de los clos elernentos a los quei, prlblicamenté, acusaba
tos de tierras, que ocasionó desigualdades irritantes, y como causantes de su incapaeidad de progresar: los gran-
provocó, en el aspecto económico, el enfrentamiento de cies estancieros rdsidentes en la Capital y a las Aütorl-
dos clases: los poderosos latifundistas que enriquecfan clades de la nrisma que los apoyaban.
al amparo del proteccionismo oficial o a la sombra del Además de la diferencia del volumen del giro de
fructlfe¡o contrabando por la libre y ancha frontera del sus negociog, debemos destacar la tensa oposición i lucha
Rlo Grande del §ur Í la numerosa clase de desposefdos, de intereses que existfa, ya que los grandes estancleros
dedicados. los que no realizaban tareas serviles o seml desarrollaban una doble actividad, como productores y
remuneradas, en beüeficio de sus amo§ y patronos crio- eomo lntegrantes de la burguesla mercantil del único
llos y españoles, a la vagancia, con los viclos propios de Puerto habilitado de la Banda Oriental: Montevideo.
una situación de vida libre y sin sujeción a ninguna Corno integrantés, a la vez, del Gremio d,e los Hq.-
clase de limitaciones, en el orden ffuico, económico y cendados y de! Gremlo d:e Comerciantes, regulaban los
moral. pi'eeios de las compras y de las ventas, obteniendo po,r
Ello provocó una profunda alteración en eI orden ese medio, el monopolio de la producción de la campa-
cconómico, reflejada en robos A contrabondo: grandes ña y de su colocación en los mercados extranjeros.
arreadas de ganados hacia la frontena del Rlo Grande -Los intentos de normalizar esta situación, tuvieron
o la más distante def Rfo. Pardo, burlando las Guardias distinta orientaeión y procuraron. naturalmente, obtener
cte Arredondo, Melo, Aceguá, San Rafael, Batovl y Sau resultados en relación directa, con los intereses y necesl-
Luis de Piray y eludiendo las proximidades de las For- dades de quienes los proponfan. La mayorla de los gran.
talezas de Santa Teresa, S4n Mlguel y Santa Tecla y des hacendados de la Banda O¡iental, ansiaban sólo una
e¡r csoltos a las estancias y pulperhs y tsíolencios de todo cosai policl,o A orden, impuesto por una autoridad que
8énero, a expensa de aquel. régimen sustentado en la debía actuar en forma radical, lo que les permitfa eI
Lrjusticia oficializada. l-Tl-l""frivo General do la Nación. .Montovltloo. Ilonalo: Ilx
Archlvo Gonoral Ailmlnl¡tratlvo, CaJa 272, Doc. 29. Inforrne del
A ) Pb"o. Baldomero Vtd¿l. El Vlo.lo de Montovldoo o pay- Cabildo d6 Montevideo sobre el est¿do de l& Campafla Oriental.
.ondll, Dámaso A, Larrañaga. Mo¡ltovldeo, 1930. PáS. 68. Montevo y Agoeto 23 d6 1803.
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goce, pacífico. y sin sobresaltos ni pérdidas, de sus rique- r frrrrror, en breve, ricos, clviles y crlstianos a nuestrog
zes y no aspiraban a más. (¡rrnlx,sinos, cortados los robos, aseáurada la frontera
Buscar la solución de tal problema, a través d,e y rr,stablecidos los ganados". (6)
esos conceptos, era condsnarlo, desde su origen, al fracá-
so. pgesto- que_ quedaba,en pie la verdadera causá y l,istls ideas, generosarnente expuestas, se estrellaron
prin-eipio de.todos los males dé la campaia; el tatifuiaió, rrrrrInr cl frente de resistencia, intransigente, que opo-
lo cla.se serail, los desposeídos u le geite suel,ta aué oaga| rl¡rn r.l ogoísmo de los latifundistas y el concepto mono-
ba por ella. l",ll.;l¡¡, tlc la oligarqula burguesa del único puerto expor-
Ya a fines de la éooca cololial, el Capitán de Navío, l¡r,1,,r" Montevideo. Las sabias previsiones del Real De-
Don Félix de Azara, ptant-eo a la áuió"iaáo tos térñnod r.nr'('l(tor fracasaron, cayeron en el vaclo, pese a que
crel contlreto, en forma clara. precisa y cruda. No era, lrnlrir fundado un Pueblo con jerarqula de Villa: Batovl
por cierto, euestión de policia- y si, un proUte,mi áóJj y rr,¡xrrtids cien estancias en la zona. Igualmente eaerlan
económico - social a encarar con sinceridadl para tátfárie ,.¡r t'l mismo vacío interesado, los proyectos del Capitán
soluclones humanas y prácticas. rlc lllandensues Don Jorge Pacheco, que procuraba colo-
Propuso al efeóto, el- 9 de mayo de l80l, desde r¡l¿rrr Ia zona del alto Uruguay desde la Villa de Nues-
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Bat_ovi.-en su Memoriá lrrr Scñora de BeIén que fundara, el del Coronel Don
-sobre él E;ááo'n"iái á"r-nló
de Ia Plata, los 'medios. únicos, .lolquf¡ de Soria. Comandante de la Villa de Melo y de
i süJüicio, que pondrfan
fÍn al_confiicto: estabtéc¿i iá] ñ.i*áJ'ól", I'r:r Gualdias que le estaban adscriptas en la frontera
ta adjudica-
ción. d_e tierras y ganados realengqs-á -lós paisanói-., a y t'l del Secretario del Virrey Marqués de Avilés, Don
los rndios, otorgándoseles tÍtulo legal, anulár las corice- Migrrcl Lastarria, euyo proyecto para la "Reorganlzación
$or).. de dilatadas posesiones a unoÉ pocos que no las It I\Lan d"e Segurid,ad, Ecterior d,e los mug interesantes
nacran pro€tucrr y repartirlas entre el pioletariado rural. col,oni,us orientales d:e;l, río Paraguag o ile l,a Plata", Cuatro
autor-izar el comercio del ganado y de lrrtcnciones dirigidas a'un misrno fin que, al chocar con
,__ manutacturas
ras -l_rl1*n9nte, criollas con el Río Grande, Ir¡s intereses y el egofsmo de los grandes latifundistas,
en Uenetició ¡)cse a la unánime opinión de los funcionarios que coin'
{e .!os hacendados del norte aet nió-ñáeró v aet piiá cidian eon ellas, en la necesidad de limitar las conce-
de Ia Fanda,_ aiejados de los centioJ á-e h indirstria
s,alacteril de Montevideo, donde naturalmente, por razón siones de tierras y su extensión, entregarlas a quienes
de distancia, no volcaba.ll sus proaucioi.- las tratlajan, incorporar a los indígenas y vagos a la vida
civilizada y establecer una normal relación económica y
"Se debe permitir vender a los-portugueses nuestros <le comercio con los portugueses del Rlo Grande, se per-
ponchos, gergas pampas_ y todós - i¡Gitiói --c&"er;; dieron en el olvido e impidieron la regularización de la
pgrqug tenemos muchós de quc elo"'ür"""r, y pagan cconomía de la Banda Oriental.
Fien. Iguatmente debe ser ti_ciia-ri A todo ello se sumó la tradicional incapacidad de las
gueses tienen gravísima necesidad
"ii""c"iéí ,ü-ü:
batlos, asnos y mulos, paganáo-laá";üh--ñ;;
iáriü- autoridades españolas, de todos los tiempos, para enfren-
tar y resolver el problema vital referido a Ia tierra:
ae tates áni*;i;,
para_surtir al Brasil y sus. minas dond" su titulaeión..Si de hecho ella habfa quedado fuera del
y -'á;- no procrean.
aleance de la parte más numerosa de la población rural,
faltándotes campoJ- suficientes búH-;;iñü'e
qara su surtimiento, han menester comprarnos mái la magorla ile los hacendados tenían títulos ile posesión
de sesenta mil de' qouetloi ánimafe, que a cinco precarios o ¿o los poselan, lo Que agregaba, a los proble-
pesos nos dejarÍa trescieht_os mil. Nos q"e:á."oiAásii lrras ya existentes, nuevos elementos de perturbación.
continuos robos de animales v no áavéi-dimtlq;-,r:; !'Aburridas las gentes de formalidades, costas y visi-
imposible .sytlarl6i nÉnÉ; io -ioüü"rar"os su abso_
' luta necesidad. que es'la que autoi¡za sii prbcJaiil. ió tas al escrlbano, han descubierto medio de ponerse
en posesión de tierras arbitrariamente. Sólo con ha-
los resultados, saludables, de berlas denunciado, o con el primer decreto sin pasa¡
^_.^_PI991iq-con,preeisión
esl-as medrdas y- Ias consecuencias, benéficas,
que aétei- a la subasta. Asi están poblados los grandlsimos bam-
mrnartan sobre la economla-de la Banda .erieñtal: - pos desde Montevideo hasta pasado el Río Negro;'sin
que ninguno tenga tltulo de propledad a excepción
_"Entabladas las cosas bajo.estos principios, creo ve- de alguna docena, que por poco dinero comprarou
6 ) Féttx do Azara. Ob, clt. pág. 18, -iJ-iáI*, fdem. e'á.a. zL.
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4ro!,eio, que cutminó cJn fi'üti
rllr ¡h ¡,¡nnado, sino en el uso de una nutrida mano de
rrlrlrr rrr,rvil, csclavos en su nrayoría, aplicada a la ex-
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ot sitio'a''iü-ontevideo, p¡ ui",i-ér,llir*,,1i¿I,,sEl?i,J."§
triunfo cle li
¡rlol rrcitin pccuaria.
S[ cada hacendado patriota incorporó sus esclavos a
¡i n,ic", d" d;it"1li,ii::"J,".h"li[g
l+l..fuentes.¡¡ermanentes,-áu-i"-iiq"eza
11"*f,18?JUl.iilf{
y
de Ia produc-
lrr llt.volución, el partidario de las autoridades de Mon-
l,,vlrlr'<¡ tanrbién se los dió, sin quererlo, al dejarlos aban-
i cron en la Banda Oriental. rlr)rr¡r(l(lr¡ a sí mismos. Ellos apenas intulan lo que signi-
i auedaron desarticulados, desde_ ese momento, los ftcr¡lrr la Revolución, pero se hallaban, repentinamente,
¡I términos de ,u economÍa , ü'"íileo"a, productora de la l'¡(.nt() ¿¡ un hecho, a una realidad: poclían escapar al do-
¡ttitLLo del amo español. Ese fue su primer pensamiento, i
rnateria nrima Eug.u9".rp v-ágiá"iá v'tí-ófrñ.táitff l:
[. l"¿r¡striaiizabi ;-üy; puerto era ra vfa na- i" r.l tlc obtener la libertad. 't,
f 1iá-irt"rü"{.
tur"tl p9L la. que ICI Comandante General del Apostadero Naval de
_se eanalizábJ-'ilicia el exterior.
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:..
rrr curmi3l^e-l o.sfuerzo l\l<¡ntcvideo, Capitan de Navfo Don José Marla Salazar,
f. Sitio a Nfontevideo, se cerró bélieo con-ta instatáciOn Ael
la-etapá áálüü;;;".;ii- rk:nunciaba esta circunstancia al constatar que: .:';
t., carnpaña. de la Este cuadro general se vió agravado por las me-
,'
t Ese emfiobrecimiento general
A;'*e"¿*fi,";E#i#*"fl:{:"Y*:,H"1:#$?j
insurreccional arrastiarán iiárlt'
rlidas dictadas, en Montevideo, ante el volumen que iba
tornando la Revolución y ante la certerza de que la Pla-
za era la meta de las ansias de los rebeldes,
La organización de la defensa de la Capital Orien-
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,:
,' "q"i'áá"a",
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rrquezas.
;b;ñáb,il.ili"'?itit3'oü §,i,
con erió, tal y su aprovisionamiento, llevó al Virrey Francisco
Xavier de Elío, a disponer la requisa y arreo de todos los
El procreo d-el ganado y las tareas conexas pasa- ganados sindicados como de propiedad insurgente. Igual
el español exigía fueñes óntinse;tes y ello siE_ rnedida se dispuso respecto a los granos y harinas de-
niricó, para ta-. ca.mpana-, iá-taií toiai humanos
áéláñáii"íoñ-á". j3" positadas en las tahomas y panaderfas de extramuros. El
etementos de úl-giáies consecuencias que Comandante del Cuerpo destinado al celo de la Campa-
trr'lentos .ln!lj",- "_"ñ-tai-
de trabajo, giá"es ña recibió orden de que;
etto impticaba, nó sóto por-la--ü,rr" consecuencias
.-con
;;É;i;;;ilt":[
que
, plicada., sino por el OesámpJro qu" quedaban cuan-
*áI- "Todo ganado o hacienda perteneciente a sujeto que
ersté en armas con los levantados, será arreado y ñe-
tiosos interesé-s Sxpuestos, i"r;meáiaii;ñ;G:?'i"!
"r,
:, predaciones de tos'mÁióeda;;;:* cho conducir a esta Plaza:'. (u)
La_ sangre V no-át-i"Ooliégó, desde entonces,
t-ie¡ra Oriental-i a ello Aetémoi -ieregar la La instalación del Sitio con que culminó la ofen-
que los
es v . oriániites,- ri8lls- -ar = e;büühacen-
spaño ""d" sjva sobre ll{ontevideo fue, tambiéñ, motivo de -ñróiuñ-
$:^{ry .E
ante eI
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trernendo que da. agitación. en el terreno económico, ya que aceitu¿ lL
"Montevideo. cariz tornal¡añ-ióÉ
chos, optaron por buscar-iéiueio ;n=i; pü;;;'dtil;; né] crisis_ reinante, al exigir, primero, la manutenciOn Oá tói
sus posesiones e _intereses a cargo ¿e -ma-vJr¿o;rrr-ó:;: crecldos contingentes mililares alll concentrados, abasiá-
, patacés, haciendo, práctibaméi'te,--a¡áñ¿óñó-&, - ;ü;
cirniento realizado mediante el sacrificio de gruesas ,can,
bienes. --Il-E.frtvo
E! noder e,eonómico -General do Año
LeB&Jo: Ituenos i.ires,Nojg.
Indias. Sovltt&, S€cción Iistado.
dé estos grandes" Iatifundlstas 1812. Oficio de -rosé i¿áilá
radicaba, no sotamente, en s.i p;r;áao;JJ ñ*ájüü,fi: §al&zar aI Secretario d6 Esta,do y del Despacho Untvórs¿l áá
Marina, Montevideo, 19 de novte¡ribre de f8ii-
extensiones de uerra i ae áeceiráJae-niuái já'üüA __
No 11
) _qacetq de Buenos Aires. Jueves, 18 de Junto de
53, Pá9. 768 ( 468 ).
181I.
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tldades de ganados, que apenas solventaban las necesida- llr¡lll¡. v Carreó, Roque. Antonio Gómez V José Gestal,
des más perentorias de las tropas del asedio y, luego, r,t.rr"r r.r,rradas Ias posibilidades de mantener el fruc-
determinar la paralización de la otrora próspera indus- lll¡.ttt ((rr¡t.crcio de enSO,AO COn IOS pUertOS de SantOS, RfO
tria saladeril, por la lógica incautación. por los revolu- rl,, .l¡urr.lro, Bahla y Natal, las ventas en el extranjero,
cionarios, de esos centros de produeción, que no pudie- lrr lr¡rr'licrrlar las de tasajo, charque y de carne cons€r-
ron ser mantenidos en actividad. r.rrrl¡r tn salmuera, con las Antillas, paralizándose. asf
Faltó la mate.ria prima, la carne, destinada, ahora, rrtr¡nr(), cl más rendiclor de los monopolios que posela el
como hemos dicho, a la manutención de los ejércitos de lrrrrr,f'(.io rnontevideano: el trúfico negTero, ,
[, la Patria y también el personal apto, ya que quienes an- l,t sola enumeración de tantos nombres, represen-
t teriormente los servfan, habfan buscado con sus patro- l¡¡llvos cle un comercio próspero y opulento, nos pone en
i,
nos la protección de los trnuros de la Plaza o habfan si- ,.ntr(.to con una realidad cruda y con el daño, iremen-
!, do insurreccionados por sus capataces, incorporándolos rlr,, (lr.rc a la economía Oriental trajo la Revolución.
i:1 a la Revolución. l,os cornerciantes e industriales montevideanos. in- :
v Los hacendados del Sur de la Banda Oriental, per- , nt)rr('cs aún de percibir eI conflicto en su total
máeñL
i dieron, automátieamente, el mercado de colocación de trrrl, no cmnprendiendo el sentido que tenla ta iniuriát-
i' sus productos pecuarios y los saladeristas y los comer- r,irr, pero mostrando hasta qué punto se hallaba aféó-
'r.rrl¡r
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t,,
i., ciantes ultramarinos montevideanos vieron, a su vez, pa- Iu r¡ida económica de Ia Ciudad, ante la posi¡itiAáA :
ralizada la industria del tasajo, que en las últimas dos rl,, eu€ quedaran cortadas sus exportaciones óon el ei-
llrrrrjcro, se presentaron ante la -autoridad solicitando:
§,
fi.
rr
décadas habfan alcanzado proporciones inusitadas. Para
(', dar una idea somera de la errtidad del hecho, debemos,
para el primer caso, mencionar los establecimientos per-
i' tenecientes a tan opulentos ganaderos como Martln José
"Que
-el Superior
este desordq.n,.
Gobierno a mas de cortar de ralz
Fu-direse evitar que tos insurgenteJ?e
v.
Artigas, Pablo Perafan. Joaquín Maguna, Battolomé Pé- Euenos Aires tuviesen por este-medio un recurso con
[, rez, Juan Francisco Durán, Lorenzo Larrauri, Bernardo los saladeros de la ensenada de Barragán, pa"á-poáár
l.
Suárez, I\{anuel Durán, José Cardozo, Juan Abreu, Fer- continuar sus excesos.; y desbaratar ál mismó iiem-
nando Pérez. Itamón de Cáceres. ete., y para los segun-
i
po Ia ambición extranjera con los cargamentos áL
\ dos, los de saladeristas tan principales eomo los de Anto- Tasajos r:rre, desde grasil han principiaáo á elpo"-
nio Pereira. Mateo Magariños, Juan José Seco, Pedro l.ar a la Habana e Islas de Barlovento". 1rz¡
Casavalle, Miguel A. Vjlardebó, Juan Francisco Silva,
Josef Ramlrez, Juan José Durán, José de Errazquin, Fe- No sólo sufría en este aspecto el eomercio de la
dro de Berro, Manuel Durán, José Gestal, Matfas I'ort, f.l?rr,_ sino que al mismo tiempo vió paralizada, tam-
Francisco Sebastián Bueno. Da. María A. GiI, viuda de I¡icrn, la otrora próspera exportación de- cueros, secos y
Francisco Antonio Maciel, Juan I. MartÍnez, Juan Balbín salados. el más fuerte renglón de la eeonomla montá
de Yallejo, Pedro P. Sierra, Manuel Solsona, Juan Carni- ',.ideana.
lo TráIlani ¡r Cristóbal de Salvañach. Las circunstancias- descriptas
-en tendrfan una doble
La consecuencia de ambas situaciones del consecuen-cia.,
.ya que si- !ien, principio,- aiéclata áé
abastecimiento y de la manufactura- determinó
i.
-ceseel co- rxranera decisiva la actividad meicantii áb t"-Ci"dü,
lapso del comercio exportador de la Plaza, de tan abul- perjgdigab3, e Ig vez _y, era muy importante-, fas- Renj
tado giro y con tan amplias vineulaciones con los más
l
tas.de la Real llaciendá, ya que bn if Áa-uana Ae iVfóñ-
i
lmportantes centros mercantiles de los palses neutrales tevideo se vertían los deróchos ae e,xñoiiáóiolp";;ié;-
en Europa, prllncipalmente Hamburgo, Lisboa V Oporto tos_ de miles de eueros, embarcaáos
pañolas, sino en las cle las banderasñátiááis en
:
sólo naves es-
o de Norteamérica, como Boston y Baltimore y eon los o neutralás
del Mar Caribe, principalmente con Cuba y las islas de Por otra parte, la Ciudad sufrla neceitáaá;;, -;;lei
Barlovento. asf como eon los de América del Sur, de \,-ez rnayores, ege afectaban todos los ó¡denes de lá viciá j.
Chile, del Perrl y del Brasil. draria y por ello. el Gremig de Comerciantes, concre- I
t.
Asl Cosos como l¿s de Franeiseo Juanieó. Luis Go- tó su protesta ante el Virrey, expresando:
defroy, Mateo Magariños. Antonio San Vicente, Cristo- !
I
bal Salvañach, Pascual Parodi, Pedro Francisco de Be-
rro. Joaquin de Chopitea, Manuel Costa y Texidor, Juan _ 12) Juzgado Letrado-de p_rimera frrstaneia en Io Clvi¡ d6
[egun{o Tu}no. Monrovrdoo. -Legájo iáiil-ripálieáic -ñ;: ñ]
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4,.
"El comercio disgustado' con la pérdida de la cam- Ias matahzas del Rfo Grande". (r4)
paña y mucho mas con la escesez de caqne y-^r-nil
ótrái irivaciones que ahora experimentará". (13) Esa era la vfa, natural, por la que se iba a rearticu-
lar la economía de la carnpaña y a satisfacer sus nece-
La Revolución provoeó, a¡ln. otra consecuencia gue sidades más perentorias. El mercado paraguayo de la
debe ser muy visiblemente destacada. El sistema impo- yerba mate, por virtud de la situación creada al resis-
sitivo español fue destruído en la Carnpaña y 4esaPare- tir y apartarse las autoridades de Asunción de la Junta
ció la nórmal percepción de las rentas que obtenla el bonaerense, había quedado cerrado para el comercio rio-
y hábil para destruir. es platense y, en especial, al de la Banda Oriental, su con-
Estado. La Rev-olucién, pronta sumidor permanente.
lenta y torpe para reedificar. Los inconvenientes, pro- Si los productos de la industris pecuaria Oriental
pios f resuitarites del estado anárguico que vivla .en nutri.eron la industria saladeril del Río Grande, a su vez,
áque[bs momentos la Banda oriental' impedían, Dor otra desde Misiones. San Pedro y Porto Alegre, se dirigió
párte, la reestructuración de un sistema fiscal, que tu- hacia la Banda Oriental una gran corriente de produc-
viera en cuenta tan encontrados intereses. tos manufacturados portugueses, especialmente yerba
La Revolueión Oriental. es sabido, se nutrió, sola- mate, tabaco y aguardiente.
mente, de donativos partieulares y sus realizadores fue- La Revolución dió sanción y legalizó un comercio
ron, deliberadamente. olvidados por Ia autoridad bonae- que la época y Ias autoridades coloniales reputaron co-
rense, dejándolcs librados a sus sólos esfuerzo§ y re- mo ilícito. Las formas de la economla natural restable-
cursos. cían las corrientes lógicas del libre cambio y la libre con-
Los hechos mencionados, en particular los referidos currencia, recuperando el tráfico, una unidad que habfa
a la Capital de la Banda Oriental determinaron conse- sido artificiosamente rqta, para servir, sólo, los intereses
cuenciai de capital importancia. Las eorrientes econó- de la política monopolista, en general del mercantilismo
micas perturbadas por eualquier accidente que. inhiba -su español y, en particular, cle la burguesfa del Puerto de
libre ciesenvolvimiento. procuran, natural y libremente, Montevideo.
su reequilibrio y es así, que la decadencia o düapari- Estas puntualizaciones sobre las consecuencias del
eión dá un mertado determina, fatalmente, la apertura estallido revolucionario deben, necesariamente, ser am-
de otro. pliadas con la enumeración de otros factores que agra-
La erisis de la industria de la carne, si bien alentó, varon, más arln, si cabe, la suerte de la campaña.
en un primer momento. a los aprovechados saladeristas La situación de ésta se tornó tan afligente, que la
porteños que intentaron acaparar el .mercado. pro-vo-có vida se hizo extremadamente penosa, por virtud -de la
ün desarróllo violento. en la producción de los salade- acción que desarrollaban diveisos elernentos. aparente-
ros del Río Grande del Sur. quienes se esforzaron, a su mente opuestos, pero que cumplieron, respecto a la eco-
vez, en sustituir a la producción montevideana Dara- norría de la campaña Oriefltal. idéntica acción destructi-
lizada. va: los merodeadores, cuyas depredaciones pusieron un
Por otra parte los ganaderos del norte del Rlo Ne- togue de alarma en todas las estancias y poblaciones de
gro y los que poblaban estancias en las zona¡§ compren- la Banda y los eiércitos bomaerense, portugués, español
didas entre los ríos CebollatÍ Olimar. Tacuarernbó y Ya- U a{tn. el Oriental.
guaron o entre el Aiguá. Alférez y Chuy' desde ese mo- Entre ellos, el primer elemento. sobre todo,
mento procuraron y lograron. convertirse en los .provee-
dores, permanentes. de aquellos centros industriales fo-
yó- a acentuar la decadencia de la economla contribu- Oriental.
ráneos.- El prolio .|efe del Apostadero Naval de Monte-
Enviado para consolidar la acción revolucionaria, sué
procederes, actuando como en pafs conquistado, su in-
video. Don-Joié Díaría Salazár destacaba esa aetividad,
al lnformai a sus superiores sobre el estado de la Ban- 4isciplina, las violencias y saqueos de todo género, que
llevaron a cabo en cuanto Pueblo acamparon y la indi-
da Oriental, dicie¡do: ferencia de los Jefes para rnantenerlo dentro de las nor-
, mas que imponía y exigía su misión, fueron causa de
"Con dlcho alleienJe todos los Eanados de la Fron- graves desórdenes y de un permanente estado de temor.
tera son tran§portados al territoiio portugués Dara que vedaba todo intento de actividad económica.
13 ) cacota, de Buenos Aires. Ob. cit. Tomo II. Pá9. 430 1tl ) Juzgado Letr¿do ale Prlmera Instaneia en lo Cfvll de
(684) Segundo Turno. lfonteviiloo. LegaJo citado. f'oja 52,
n 2t
: .:).
i:
Los damnlficados pusieron de relieve esa situaclón,
frente al Caserio de los Negros, la nave portuguesa
Nuestra Señora de la Bonanza, la que fue sagueada por
destacando, la gravedad de tos hechos acontecidos y sus las tropas de Buenos Aires, el 31 de mayo de 1811. An- .l
con§ecuencias: te los reclamos del Capitan de la misma, José Manuel
"El saqueo de tres días con sus-noches qu-e en 1811 I'ernández de Lima, el General José Rondeau manifes-
sufrio Santo Domingo por los de la revolución, noy tó, desaprensivamente y con un total y culpable olvido
dejó piedra sobre piédrá: entre tod-a la devastación de Ia Ordenanza: .'
te memoria cie Ío Que habfa sido". (1á) dados, que averiguase el Capitan compareciente don-
de estaba dicho robo, que el darfa providencia§". (18)
Ratificando la circunstancia, el propio Don José Ar'
Pero no podemos dejar pasar por alto, que los pro-
.,
tigas de¡nunciaba estos atropellos ante eI Jefe del Ejérci-
to, Don Manuel Belgrano primero y ante la Junta del pios integrantes de las fuerzas Orientales, contribufan
Páraguay, luego. Resbecto a los suceso§ de §anto Domin' en forma semejante a destruir los fundamentos de la
go Soriano expresó: economla de la Banda y que aplicando el criterio clási-
co, de que quien no está con la Revolución está contra i
"El desorden de estos pueblos ha sido general, y es- ella, procedieron al embargo, remate a uso, de las pro-
to se aumentó en la acción de Soriano en cuyo Pue- piedades de quienes no colaboraban 9 de aquellos que
blo ha sido tan desmedido el saqueo por nuestras Tro- se hacían sospechosos de partidarios de Montevideo, al 4
pas que varias familias han quedado enteramente no permanecer al frente de sus intereses. Estos bienes.
desnudas". (¡6) al ser ernbargados, se aplicaban a las necesidades del
scrvicio militar que, ñecesariamente, absorbfa todas las
Cuando hizo Ia relación de los acontecimientos que disponibilidades.
habfan tenido lugar con motivo del estallido revolucio- Otros hechos corroboran lo expesado: en la Est,ancia ,
nario en la Banda Oriental, estableció muy Drecisas pr¡n- de la Vírgen d.e Nuestra Señora ilel Rosorio, ocupada por
tualizaciones sobre las formas de actuar y sobre los pro- las fuerzas Orientales que dependlan del Comandante
cederes de los Jefes y subalternos del Ejército de Buenos Pedro Viera, se reprodujeron los abusos y la depreda-
Aires, denunciando, con firmeza, a los culpables de los ción, inútil, de una riqueza elaborada con esfuerzo y
atropellos. perseverancia.
"pueblos enteros han sido entregados al saco horro- "se saeó toda la caballada por orden del Comandante
rosamente, pero sobre todo la numerosa y rica pobla- de los Insurgentes, y así sucesivamente se expidieron
ción de extramuros de Montevideo, se vio completa- otra de los sr.lcesores del mando para cxtracr gana-
rnente rsaqueada y destrufda; las puertas mismas y dos con que abastecer al pueblo y las Tropas". 1re¡
ventanas, las rejas fueron todas arrancadas; los te-
ehos eran deshechos r¡or el soldado que querla que- Pero quizá nada muestre hasta qué punto, las fuer- .t.:
mar las vigas gue los sostenían; muchos plantlos aca- zas de la Revolución destruían las fuentes de la riqueza, ,i
bados. . . tos propietarios hablan de mirar eI exter- que los procedimientos y las actitudes de las Autorida- i
minio de sus caros bienes, cuando servlan a la Pa- des que las tenían a su cargo.
tria de soldFdos; y el General en Jefe se crefa en la "los mandatos y ordenes de los revolucionarios eran ,!!)
necesidad d'e tolerar estos desórdenes, por la falta de tan amplios, con entera libertad par¿ tomar todo lo
dinero para pafar las tropas". (t7) que quisiesen y se les antojase, segun consta de los .t
Esas aseveiaciones se hallan ratificadas por los he- relatos, despedazaron la Estancia hasta dejarla redu- .)
chos ocurridos en el'Campb Sitiador" con motivo de ha- cida al despreciable número de mil doscientas cua- 'i]
,i
ber varado, e¡r la desembocadura del Arroyo Miguelete, --iI'i¡orgado Letrado de Primera rnstanci¿ en lo Civll de
-láJ*I"frivo Segundo Turno. Mont€vlaloo. Protocolos. Año 1811. Tomo II. {
cerleral de Ia Nación. Montovtileo. l'ondo Ex Pá9. 131.
Archlvo Gonorol Ailminlstratlvo. CaJa Nc 630. Carpeta No 7. -19 ) Escrlbanfa de Gobierno y Haclenda. rlfontovliloo. Año
16 ) Idem, fal6m. 1812. Exp. No 51. tr'oja 14 v. .
ii
17 ) Clomento L. l'10g'6110. Artlges. 1880, Pá8,. 48. ',i
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n a :
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tro cabezas, siendo asf que cuando se recibió habfa
diez y ocho mil". (20)
24 25
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pues tuvieron la vllanted de robar hasta la corona
de la Virgen, y otros ornamentos de decir Misa, y le II. LA E'I,IIGRACION {
',l
rompieron un brazo al Niño Dios."(26) ,
,
pen por doquier, jalonan sus correrfas con los aten-
L tados ¡nás cruentos, a¡rasando las propiedades eam-
,:i,
Pesinas". 1ar¡
f, EI Jefe del Apostadero Naval de Montevideo, fue
quizás, el español mejor y más informado en el Rlo de Aouellas fuerzas populares, que en las Asambleas
ae ra ÉánaáérÍa de Vid-al-v de la Quinta de la Paraguava
I
i la Plata, y el que, con mayor sagacidad, interpretó el y en-
problema de la Revolución Oriental. Supo sentir e infor- ñáuG" poaiáo ser, moméntáneamente contenidasante el
maf, con digna y leal sinceridad, ante sus superiores, la iñüráá"í,-áilauáioir en la del Paso.de San José,
verdad de cuanto oeurrla en la Banda y tuvo aciertos y irá;i";;ircáñó a que se veian sometidas. con fuerza a¡ro-
enfoques sumamente perspicaces y ajustaCos, principal- tiadbrá, airastrando todo ante si'
--" ¡ü'ciióüiái
I
mente en el terreno económlco. por los campos de la Banda Orlental la
noticü lá tá-leiotución de tmigrar como medio. rin-ico'
"el daño de la Revoluc!ón de esta eampaña en su ri- oara poder conservar su libertaá, una segunda saeudida
#ii?t;-ú -ñáñi-""tét i, pot toitas partés, se sintió el
:
que los p-ortugueses hace dlas han arreado con las ha- . para salvar ml vida dejando todo abandonado a la
ciendas de estas inmediacion"r.',1:0)- y
discreción de aquellos que sólo aspiran a saquearnos
Las secuelas de este a enriquecerse con los despoios de nuestros bienes.
que, excediendo cuanto_cabe -hecho fueron de tal magnitud El primer suceso fue el asesinato que intentó hacer en
pormenoriza", irrciáiJióñ'áá
manera definitiva. e-n Ia evoluciOn ecoñóinltl-rif:iüiü mi ¡ersona un soldado portugués de la partida de Don
de la Banda Oriental. Benito Chaíq disparándome un balazo de fusil que por
La retirada del-Ejército de Buenos Aires, embar- la divina providéncia no me acertó"'(30)
ca9o en.el puerto ae1 Spgóe_vó;iilrl cte
y. ra _emigración del puebto biie;iai San Carlos Los desmanes perpetrados por los portugueses y sus
ridades ól"üciié ;;r;i;:
de Montevidgo y a sus- aliados, los portugueses. aliados, fue¡on denunciados por el Jefe de los Orientales
para ocupar los -r¡untos que ellos iuan'aéiaíojifat'"ijd y confirmados en la reclamación presentada por el Inten-
i nstalación de las n uevas_
-autori dente del Ejército Oriental, Don Alberto de Cálcena y
dád-Js-áeierminó, parale- Eeheverría, ante el Gobierno bonaersnse. Durante tres dl-
lamente,. una. etap¿ de aura= r;p'¿sioi!!
dc cuanto había v de revisión
ocurrido duranti ü insurrecciOn. as, habla sido saqueda su Estancia de la Invernada, en la
zona de Mandisovl, debiendo las autoridades de Montevi-
."""r""f deo, ante quie*r se dio traslado de la denuncia y, ante la
ppf_{lx::,"x,'"H"e"'*:t*i,f i";':}.1m"*r;
si cabe el cuadro oue.he¡i:os aeÉóiipt'o]rsl rueron evidencia de los hechos, indemnizar el importe de los bie-
pados San José. Coionir, S-rlt.5á#"ib'soriano ocu- nes secuestrados por los depredadores.
sandú por tas fuerzas cóminááoáí;;';i y pay- El Jefe del Apostadero Naval de Montevideo, al in-
to Chaín *v, conjuntameSle óóñ-r"§-qu!' dependÍancoroiieí Éeii- formar a sus superiores, desde su punto de vista sobre los
Coronel Juan de Dios det sucesos que tenían lugar en la Banda Oriental y ratifican-
Sar"-eto]*iomaron do sus impresiones anteriores, manifestaba;
-Mena ntiñai.óii'v 8¿ün Guale-
suaychú, Arroyo de la China, d";á;.
Eaj.o 9r pretexto ae pro-teg;i iiii. p".ijrá"i"ñ;;:' ;;-i;d
^
orieltates. se cometíin tol-a, ti.ii"Jrilál .*""ror. "son indecibles e incalculables los daños que ha oca-
sionado a este territorio, por descontado han destruÍdo
. . Son particularmente
informes
áestácabl;í; e"tJ iérpácio, fos
producidos pgr el e.tanJiáit, á"-ü un sin número de ganado vacuno, y caballar, se han
cortá-á;I'Éi; llevado sobre mil esclavos de ambos sexos. que son la
J{"e.Io, Don 1t{anuet lvta"ti"áz- áe'É""ái, ^L"ien describió riqueza de estos hacendados, no cumpliendb en esta
la situación, con tintes muy vtvos l
parte el Tratado de Pacificación, han estorbado en
"suponiendo.que tal vez-cumpriría por gran parte la siembra de este año, han muerto a gran
deo con los tratados_y ofrcciirienioi queeracre Montevi-
tos veti-nos
parte de Europeos y adictos a la buena causa, han he-
no se había de hostilizar e cho perder a los habitantes el respeto y la obediencia
-incárráaár-Jn manera algu-
I_a en nuestras personas, famiiiá;; üiur"*; con esta a las A.utoridades y los han inmoralizado burlándose
idea a-unq, q no estaba- i";i¿¿I;ñ;rft de lo más sagrado de la Religión, han obligado a intro-
verdad -y buena fe de^ta^les proÁéiás-po"""?;éáü.;i'
d;"i; ducir en esta banda un ejército portugués, que acabara
conciliabte que ma+-ifiestan- Ios páitiááriás óoo ii"el de arrasar lo que han dejado; y en la retirada, Artigas
"-i a"-^üril
g,o_bl9l"o y sus auxiiiares loJ ñoit"e"i.". en sus ae- nombrado por el Gobierno subversivo Gobernador de
crones y expresiones, quise sin embargo permanecer la Provincia de Misiones, ha tomado ganados, ca-
1l_rry! haciendas por estar a ta-rniraáe-"lial¡.Iáj?i rruajes y habitantes obligándolos por la fuerza a que
mrs- .nermanos. aunque t_otalmente destruídas todo lo abandonasen y lo siguiesen, ascendiendo a
nadas por ser lasrque,más se han sac;iiicádúñi
arrul- muchos millones los daños que han ocasionado con
vicio- de la Patrial que rer-t¡af pagaáo "t-sá* -iu_ la entera desoLación de Pueblos y estancias."(31)
ror de lors e_nemigos.f_lgs
Muy-en Uráve-vi
A
telnores y desconfianzas con varios hechos "eaIirááolmis
que mé Las secuelas de este hecho fueron de tai magnitud
lran puesto en la ne,cesidad db salir de aquelloJ desti_ que, excediendo de cuanto cabe pormenorizar, iñcidie.
nos en precipitada fuga y a costa de rnu¿hoi peiigrás
ig I erchlvo Genera 30) Iilom, fdem. Gobierno N¿cional. Gobiorno. 1812, Legajo
7. I'oia,
s,h.
ro náb' #ft !t r:Éiit} áIfl,uL:§";
c i"¿i.' driiü. "á ;r
.."-'" 3ll8á"i;ti,Jf 31-) Archlvo Goneral de In¿lia§. §ovilla. l¡ontlo y Oficio
iEií. -
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Arap€y, 22 d¿ Dictemb¡e-de 3:
citados.
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,',iutio--po"tiiióo áei iete'Oe los Orientale§' siendo' e-n
lñtóimación obtenida goq - él'
:
iil;iilüu"i'iááátiti""ai-i"
"i;;' norteamericanos' Estimo
:;' ^;i ü"t"J--óá-ñiiituciónales
bon Artigas a través de §us pun-
;;" d,á"4'é es José
por cierto' a tra-
i"1" ai iüil;riiti"o-u, tto lo es menos' puesto que revela un
vés de su pensamrenio-écánOmico,
;;;id;rí;;;bát áL1 ptbut"ma'v- proporciona solucio-
nes adecuadas al mismo'
--- ñl-áse documento imperecederor gue constituye-n
us íÁi*rióá¡oi"l-áel Áno >tttt..desde'el punto de vista
'tres aspectos
;ñ"é*i"., debemos destacar fundamen-
tales.
"-'-"brimero las ftls'
El Libre Combia, establecido cn la
trucciáiiáJ'¿óc{'tiecl v catorce' ^gue significan hab,i'
fiá;ia;,Ll;;'puéiós-de -colonJa del sacramento. v. de
§;'ñ;;;"a; dJM;iáo¡rado' asÍ como el establecimien-
iid; ü'liü";dá ¿e-óiróutaóión' excePción de pas-o qc
ii,"ir]".t-ot-áu Áa"u"i,-áé-qna P-rovincia a otra v l¡ lt'
beitaC de elección de los Puertos de acceso'
a¡t. 12... Que el Puerto de Matdonado sea llbra
para todos los Buques que concurren I
s !t
i't ,
la,lntroduceión de efeetos y exportaclón "Cuerpo Muni.clpal," a cuyo cargo se hallarlá tan gra-
de frutos, poniéndose la correspondiente ve resDonsabilidad.
Aduana en aquel Pueblo; pidiendo al Débemos manifestar que alli culminaba el propósi-
efecto se oficie al Comandante de las to, limpio y digno, de un eaudillo, lntimamente consub§-
Fuerzas de S. M. B. sobre la apertura taíciado cón süs riecesidades, con su dolor y con sus mi-
de aquel Puerto para que proteja Ia na- serias. No poseemos, lamentablemente,, -el discurso con
vegación, o comercig de su Nación". que át Jefe- de los Órientales inauguró Ia sesión de ese
art. 13 Que el Puerto de la Colonia sea igual- diá, por tantos aspectos memorablé, per-o,- del- conjunto
mente habilitado en los térrninos pres- Ae ii aocumentaciBn que informa el período, de su ges-
criptos en el artlculo anterior. tián anieiior y de la-que posterior-mente llevó a cabo,
art. 74 Que ninguna tasa o derecho, se imponga ioáLmos intérñarnos en- ese, tan difícil. auscultar de sus
sobre artículos erportados de una Pro- éonceptos en el orden económico.
vincia a otra; ni que ninguna preferencia §upo expresar. con una tremenda emoción y reali-
se dé por cualquiera regulación de co- dad, tái circünstanóias apremiante¡ n9r las q.ue pasó. en
mercio o renta a los Puertos de esta Pro- tá óaisea de la Reuotución g d"e la Emigtoc¿ól¿' el. Pue-
vineia sobre los de otra; ni los Barcos Uto-Óriental y la esperanza-de una récuperación, fervo-
destinados de esta Provincia a otra se- rosamente sostenida:
rán obligados a entrar a anclar, o pagar
derechos en etra". (32) "El carácter constante y sostenido que habéis osten-
tado en los diferentes lances que ocurrieron anun-
Segundo: la lnd,ependencia Financiera, al reivindi- eió aI mundo la época de la grandeza. Sus monumen-
car por la cláusula quinta, el goce y el. uso de las ren- ioi majestuosos sé hacen desdeParaná.
los muros de nuestra
Cenizas v-rui-
tas, impuestos y recursos fiscales. que antes perteneclan Ói".iád't ária las márlenes de1
a la Real Hacienda y que ahora, constituÍan el patrimo- nis, t"rgto y desolaciÓn he ahl el,cuadro de la Ban-
nio de la Provincia. á"-citiáñi"1,''y el precio costoso de su regeneración'
Pero ella es un Pueblo Libre". (34)
art. 15... No permita se haga ley para esta Pro-
vincia sobre bienes de extranjeros que En la manifestación, de los problemas que, en or'
mueran intestados, sobre multas y con- den económico a que nos venimos refiriendo, el Jefe de
fiscaciones q.ue se aplicaban antes al Ios Orientales. dijo que:
Rey; y sobre territorios de esta rnientras ' "Ios desórdenes, abusos y excesos, que en ella se no-
ella no forma su reglamento y determi-
r1e a qué fondos deben aplicarse corno taban con gran detrimeñto de la tranquilidad públi-
única al Derecho de hacerló en lo econó- ca, y equidád social cuyos males no podía qbviar, ni
mico de su Jurisdicción". (33) su instiiuto ni sus atenciones, por estar actualmente
' ocupado en
- el principal objeto de- hostilizar a Ia Plaza
Tercero: como en. tercer térrnino lo planteó en la eneiiiáá; y qüe rerñitfa á la discreción del Pue&lo
Oración inaugural clel Congreso de Abril, la Reconstruc- h eleóci'ó¡i dé los medios para contenerla"' (3ó)
ción Económica, mediante la creacción del instituto ca-
paz de "poner fin a los abusos y excesos gue se notaban Esta exposición del Jefe de los Orientales fue ofda,
con gra.nde detrimgrto de la . tranquilidad. prlblica" y atentarnente, por ta multitud de CLud.adanos qúe gstaban
de recoustiuir la riguezd perdida y fomentar Ia produc' ieinid,os poi'si a en represqntació-n ile la Prooincln' Y.
-rneditada
ción y la industria pecuaria de la Provi¡¡cia. deipués di una discusión. acordaron, por el
El día 20 de. abril de 1813, surgla, de una nueva ntagor nQ d,e ootos:
expresión de la voluntad .soberana del Pueblo Oriental . requ€ convenía a la Provincia Oriental,- que era pu
y por meCio de su máxima repi.esentación, eI Congreso voluntad irrefragable el que, se estableciese un euér-
dc los Diputados de los Pueblos de la .Provinciá, el po Mu¡ricipal que entendiese en la administración de
32 ) Clemente L. Fregelro. Obra citada. Pús. 168. 34 ) Idom, fdom. Pág. 1&3.
38 ) Idom, fdom. Pá4. 169. 35 ) Idem, ltlom. Pág. 172'
32 3g
la Justlcla, y dernás negocios de la eeonomla interior experimentaba, entre ellos,la neeesidad de crear un Go-
del País, sin perjuicio de las ulteriores provideneias bierno que restableciera la economfa del País y que,
que, para este mismo propósito emanen de la Asam- atendiendo a esa sugestión, apremiante, fue establecido,
blea Soberana del Estado con acuerdo de los respec- el lmismo, en la Villa de Nuestra Señora de Guadalupe,
tivos Diputados de esta Provincia". 1so¡ por' "no tener estos conseios ilentro del prof¡io bulltcio
A cor¡tinuación, fue electo el Gobierno que regirla de las arm,cs."(38)
_
los destinos del Pueblo Oriental, poniéndose á la cábe- Explieaba, en la misma, los eometidos que deberla
za del mismo, al "Ciudad,ano losé Artigas Gobernad,ar cumplir y hacía propicia la oportunidad para establecer
mili.tar, g si.n ejemplar presi.dente del, Cue,rpo Munici.pal" una correspondencia entre la Provincia, el Gobierno de
y a los "Ciud.adanos Tornas Garcta de Zuíttga, A Leon Buenos Aires y la Asarnblea General Constituyente y
Perez ju.eces Gres-EI ci,udad.ano Santi.ago Sier¡a ilepo- Legislativa del Estado, dirigida a solucionar los proble-
sitario de los fondos públi.cos de la Prot¡inci,a-El ci.u- mas existentes y unir los esfuerzos para rendir la Plaza
iladamo Juan Dur6n Juez de economla El, ciudad,ano Don y el "pequeño resto de refractarios encerrados en Mon-
José &eauelta Juez de ai,gi,lancia, a asesar er¡ los cosos tevideo".
em que esté imped,ido eL propietarío. Los ciudadanos Jua.n
Ménd.ez g Franciseo Pla, proteetores de pobres El Ciu- "Cugndo Ios jef_es de las tropas sobre Montevideo
d.adano Don Bruno Ménd,ez ergtositor gral. d,e la Pro- empleaban su talento militar en los medios Ae -fráeér
oinci.a, 1¡ asesor del Cuerpo Municipal-El ciudadano !g guerra, gntonces era cuando más los aistratán áqué-
Miguel Barretro Searetario del Gobierno. El ciud,adano llas materias cle economla y gobierno inteiiou i:óó_
José Gallegos Escri.bano p{tblíco d,e d.icha Corpora- mo el arreglo_ de estas convenla al mejor servióió mi-
ción". lsz'¡ lit-ar, de aqul provino crearse un cuerpo con un- ti-
.4.1 día siguiente, el ciudadano Presidente disponía tulo_ que denominase los asuntos de su inspección, llá-
que, por Bando, se "eneatgara a tod,os los Ju.eces, co- mado por lo mismo de mera economía municipal y de
rtandantes militares" estantes 11 habitantes de la Prooin- gobierno dentro de los lfmites de la provlnciá en-que
eia Oriental", estuvieran a sus disposiciones, para el se haee la guerra al enemigo cornún. En efecto éra
cumplimiento de la parte que a cada uno correspondfa, menester que otra autoridad, que no fuese la de un
de tan,inportante resolución. general vacase materia.lmente a los cuidados de traer
Con el propósito de alejar al Gobierno de las in- nrantenimientos al sitio, a la conducción de vagajes,
fluencias y presiones que podrían ejercerce en la Llnea arreglo de caballerÍas y a todo aquello que dics la
Sitiadora, se decidió que el mi.smo deberÍa instalarse en mecánica del servicio de un Ejército; por otra parte
la Villa de Nuestra Señora de Guadalu.pe, lo que deter- era preciso proporcionar a la Provineia algunos ar-
minó se dispusieran determinaros desalojos, para poder bitrios para vestir las tropas, y pagarlas, defender la
Ilcvarlo a cabo. propiedad de sus moradores, invitarlos a las sernen-
Fue necesario llenar una fórmula polltica y comu- teras y plantíos; finalmente era preciso organizar la
n-icar, a. las autoridades representativas
-del provincia si se habÍa de mantener en ella un Ejérci-
Gobierno y, to capaz de hacer la guerra. A ese objeto fue convo-
al propio Gobierno, la instalación de un Instituto desti- cado el Fueblo Oriental en el alojamiento de su Je-
nado a obtener la regularización de vida, prlblica y Dri-
vada,de la Provincis Oriental. Se pasó al General en Je- fe y después de lamentados los males padecidos en
fe de la LÍnea Sitiadora, Coronel José Rondeaq, noticia las haciendas de campo, y propiedades del vecino, ex-
de la instalación del Goblerno iVfunicipal, que mereeió plicaron su voluntad general constituyendo un cuerpo
una .ealurosa felicitációr¡ del mismo. expresando su satis- de gobierno y policía interior de la Provincia que tu-
facción por poder dirig:irse, al misrno. para tratar sobre viera a su cargo el arreglo de todas estas mate-
los negoeios económieos y de adminlstración de Justicia. rias". (80)
En la comunicación a la Soberana Asamblea Gene-
rel Constituyente se exprésó qrñ, pese a que los Jefes de La obra del Gobi,erno Eeonhmieo, no podfa inieiar-
las Fuerzas Orientales que- sitiaban a Montevideo, dedi- se en momento más necesario y oportuno. La campañe
caban todos sus afaneq a la culminación'del mismo, se estaba agotada por la guerra, despoblada por la emigra-
--iall¿o-, fitem. 38 ) Artigas. Montovideo, 1950. Marfa Jullo Ardeo, El Go-
t7 ) Idom, fdom. Pá9. blerlo. A¡ltg:rista en Ia Frovlucla, Oriental. Pá"9, 722.
174. 39 ) Idom, ftlem, Pág. 121.
v :t5
eión, desaparecida su riqueza por los saqueos y arreadas
de ganados hacia los dominios de Portugal. El robo, el
contrabando y la inseguridad de los bienes y de las per-
sonas, eran el saldo que había dejado la guerra, pero
que, paradojalmente, era eI vehículo de la libertad.
Los centros de la industria pecuaria, la estaneia y
el saladero habían, prácticamente, desaparecido por la
falta de materia prirna y de los brazos que la sostenÍan.
Tal era eI cuadro que presentaba la Provincia, empobre-
cida, sin vigilancia, sin garantías para el trabajo y la
consecuencia, repitiendo la situación de la época colo-
nial, era el matreraje, el abigeato y las violencias.
Como tan bien observó el Dr. Francisco Bauzá, "el
calificativo de Cuerpo Municipal era algo modesto, con
relación a las facultades que se atribuían al nuevo orga-
nisrno", ya que la jurisdicción que le fue adjudicada, se
extendía, contrariando la expresión, a toda la Provincia
Oriental.
Debemos destacar un hecho muy sigtrificativo:
el nueoa Gobierno reconoció la autoridad de la Asam-
blea General ConstituEente A Legi,slatiaa, al expresar
que su gestión en los "negocios de la economía interior
del país", lo eran '1sin perjuicio de las ulteriores provi-
deneias que para este propósito emanen de la asamblea
soberana del Estado, con acuerdo de los respectivos di-
putados de esta Provincia.. . ".
La creación de un Gobierno de esta naturaleza. luego
de definida. polí'ticamente. Ia posición de los C)rientales,
en el Reconocimiento condicionado de aquella, en las
Instru,cciones impartidas a sus Diputados y en la "Con-
oención de la Proai.ncía Oriental, era la emanación ló-
gica, de un pensamiento po.ítico madurado y concluyen-
te. Su manifestación surge del artículo cuarto de las
Instrucciones, donde se establece, claramente, la existen-
cia de dos Gobiernos. Uno general, el de la Nación y
otro, particular, eI de cada una de las Provincias.
"Art.49. .. Como el objeto y fin Gobierno deben
ser conservar la igualdad, Libertad y se-
" guridad de los Ciudadanos y los Pue-
blos,.. cada Provinciá formará su gobier-
' no bajo ¡esas bases, a más del Gobierno
§uPreino"de la Nación."(4o)
La Asamblea General Constituyente ns respondió al
ofieio del Gobierno'Económico. No por falta de atención,
que le prestó mucha por cierto, sino porque contestar
a la comunicación, significaba reconocer lo que los polf-
ticos de Buenos Aires no podían admiti¡: que la sobera-
40 ) Clemente L. tr'regelro. Ob.. ctt. Pá9. 168.
36
nerlos en la propia forma que antes, y estandó ya la manutención de las fuerzas que sltiaban a Montevideo.
establecido el de Santo Domingo Soriano que acaba por lo que puso el mayor empeíto en realizar un aprovi-
de confirrnarse por este tribunal, hara V. se junten sionamiento racional de las mismas.
los Vecinos de ese Departamento y elijan a su volun- En lo que se refiere a la reol'ganización de las fuen-
tad los mismos empleos consejiles que antes: pero si tes de la producción, deben ser destacadas, en forma
por la er¿igración de sus vecinos no se pudiere pro- principal,
--v lás medidas tonradas referentes a la ganaderfa 1i
ceder a la formación del Cuerpo Municipal con aáue. a 1á
-eanaderJ aÁricultura. La situación planteada a la economía
lla extensión de todos sus particulares empleos, po- Oriental, al cerrarse su puertq de salida, Mon-
drán limitarse a sólo la elección de Comi,sionados i-evideo, dcbía, naturalmente, busear otros mercados para
hasta que mejores circunstancias permitan organizarlo colocar sus pr:oductos. Tres fueron las dirección en que )
con el decoro corrcspondiente a los principios de su se orientó lá nueva actividad. Las zonas ribereñas del
institución, dando eI competente aviso para su conflr- Plata superior y del bajo Uruguay: Colonia y Soriano \
mación en la forma acosturnbrada." (42) pudieron, a través de los aeopiadores bonaerenses, man- t:
:.1
tener el comercio del cuero.
_ 4sf misrno se dispuso la elección de los Jueees La segunda vía fue la costa del Rlo de la Plata,, en I
Camisionados y de los iueces pedd,neas, por los Vecinos los departámentos actuales de Maldonado y -Rocha, don- I
de los Pueblos y de los Pagos. Debe ser destacada ei{á de públieamente por los propietariog Y ,clandestinamente I
modalidad del Gobierno Económico, reopetuoso de loi por los changadorls, faenaloan ganados de marca, realen-
fueros de la soberanfa popular. A todos, se exigió un
juramento de fidelidad al régimen.
bo y alzado, sin limitación,yasiendo adquirido - -pql los '1
{0 {1
Ñ!Ñ;r't-tf",\
43
12
..-.,'.1'
.,,!
Ip_"9r, 1.. Ci.rcutar, en la'que anunciata ll inilá-racíori-ááf llevar a cabo, para cumplir más efectivamente sus obje-
rramanre (iobrerno que entendetía ,,en todos los negocios tivos, una sustitución total de la administiación. Como
que. l,e. e_orrespondan, g co.nci,ernarl, a tas at¡liic¡iiis -áá prirnéra meilida resolvió sustituir al Gobernador fnten-
f:t íns.talaci6rl.',, y glpresó, que tal treót¡o fo fraUji-Ji¿ol dente, designando en su lugar a vrt Delegado Eatraord,i-
'.-can tad"q, tq, etpresaón que
corresponde al carú,cter auous_ ncrío, don mando polftico, militar y económico sobre la ,l
l
Provincia.
'f"yrf:'ítr:z*"rrfr?,'iil'P[Poru"qi"epor--ii§ioáiáliá"í"t Fue designado para este evento, Don Nicolás Rodri-
La- circtlnstancia de qúe guez Peña, "conocid,o por tod,os por sus olrtud.eE', ssg¿-
-no hubiera casa que sirviera
para- el. dcsempefro de. sus funciones, rándolo de la Presidencia del Consejo de Estadp y revis-
t]
hábf; tii"ád;:; '!i
instalación_y el ejercici^o ae- sus iuncioi-ñr""o, allanado tiéndolo de 'tlas tnd,s altas tacultades". 1rs¡
el obstáculo, Ies manifestaba trrteise--pfepaiaáo-párá 51 trdem, fdom.
la
dó ,:i
ff 'r";'Jtl[;{'*1:J.{'i?HtiÉ*¿si,'é',1f ""'"1,"'5,3t1á"81'"¿%*: I
,rn#rár¡lY5?$i,,'ñi"?33t',.f#üi?"*i:Pl,::tigo.M¿l$8ff¡td":. Para Iflstorie B,fo ilei la Plata. 1913. IIL ProcLa,rno.
Pá9.
u ¡15 I
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.l ¡1
V. LA DOMINACION PORTEÑA rrr¡lorl<lades de la Capital. 1ls¡
l,l¡ cvidcnte que esta renovación de autoridades, con-
flrirrr¡rba, la organización de un cuadro administratlvo,
lo(:rlrirr:nte sometido a las directivas emanadas del Direc-
lorl«r bonaerense. La enumeración de estos hechos tiene
trr finalidad de mostrar, cómo la dominación Porteña,
r.n.l¡ los instrumentos que la capacitaron para apoderarse
<kr los intereses pollticos, personales y económicos,
¡\ eLlo siguió el despojo de la propiedad particular.
l,ac embarcaciones que se hallaban en Puerto al caer
ln Plaza, fueron declaradas buena presa, siendo requisa-
das pero, pudiendo ser rescatadas mediante el pago de
la cuarta parte de su valor. Igual hecho ocurrió dn lo
que se refiere a los efectos del comercio español y mon-
tevideano depositados en la Ciudad o en tránsito para
ella. (56)
De inmediato Fue cuestionada, de inmediato, por parte de la Au-
toridad, la legitimidad de los títulos de propiedad y se
r
te:u',"r;;;;;;"f
que venÍa munido eluiry:i1i,:,l1"i"ir#T:::"tfi,::1",f;
nélecado.-Süi"d;i""tores princioa- cstudió el destino de los bienes de los Emigrados y ante
les to fueron. frenrq a ri üü-i'ciiJria?i'ur la legftima reacción de los darnnificados, se creó e'1, Juz-
rat y Auditor de Grrerra, óñ-.dfi:;il Asesor Geire- gad,o de Propieilailes Eatrañas. (r7)
s tra t i vo y b c on
Gascón y. en -sa et Al mlsmo tiempo se ordenó al Cabildo, que pueiese
ó¡oi Jo- ui' ár oáh
i,'jrTt+.?*i¿ni "o "o"
ñ-' a disposición del Secretario d.e Estado en' el Departa-
inmediato *^_"§loq, desde el punto mento de Gobierno, todos los documentos existentes, que
-,_Pu Ias consecueneias .d'e zu l-nñ;r;;cl-ó;dey'ü;nH:
nomrco, vista eco- se solicitaran para meior ilustraeión de dicho Ministro.
crón de uniforrnar la administriciOñ A los particuláres, se les exigió una declaraciÓn sobre
de! Río de ta ptqri, süú;¡ii;;áJ'i""'b"i"r,tat már'enes
"""'L*Uas a ta bo- dineros, efectos o créditos existentes en la Psrínsula.
naerense. disponiendo
-sus que, bajo pena de confiseación de la mitad
-expatriación,
Requisó. como primera medida, todo de bieneJ y la "hagan una rnanifesta-
eI numerario ción de todas ellas etr el término perentorio de cuarenta
ii,§":lryrii"Ji&3fi:'13*;*tit$sJi"*ii:'¡i"rtitutrt: y ocho horas al Señor Doctor Pedro Pablo Vidal'"
que csí dable imaginar. Para culminar esta serie de medidas dirigidas a
r;rspuso, asÍ mismo. qtsg Ia Administraeión destruir la economÍa de la Ciudad" se dispuso que los
de Taba- Escribanos, deposltarios de la fe ptiblica, violaran el se-
f;:il,jffi *lfl :ff $ii"TeiHigi' v'ii"n;;G
fi & Áü;- creto profesioñal y pusieran sus- Protocolos al servicio
x¿r .ruerto y su,Aduana, merecieron del vencedor. (58)
ffi Ji?:Ti¿.iih'*'u*4';oqiarteo;ró;leffi tT"&'8: "Todos los Escri.banos darán dentro de ocho días al
mismo Señor Diputado una relación exacta de todas
les escrituras y documentos de obligaciones, eontratos
ii:#ilá¡;¡;rlffi,33[ig¡{ppliri'l}i#r*#x y deudas relativas a las procedencias expresadas bajo
pena de la pérdida del empleo".
rrBrii'#i!*"'H},áfH."":l,,F6";.6iiitffiE¡ Estas disposiciones estaban dtrigtdas a dár forma
co! la disolución del legal a la incautación. no sólo de los bienes de tos parti-
vrcteo y su sustitució. culares y del comercio de Montevldeo, slno también de
c¡g,otieuctuáuá-áé',it?.o$y"t*:ilRit?r,g$t8""frI; 55 ) Itlcm, ídom. Pág. 39.
58 ) trdom, fdóm. Pá8. 41.
;:irá#,*,Í;r,*ii:n:r,"g,,tl':d;i:,iü,r¡asambrea 67 ) Idom, fdem. Páá. 42.
58 ) Ialom, f¡lem. Pá9. 43.
6 47
los créditos que puüeran tener pendientes en el extran-
JerO.
El ejecutor de esta polltica de despojo, fue el pres-
bít9ro Dr. Pedro Pablo- Vidal, quien -nó iólo atribuyó
nulidad a los títulos legltimos que se le presentaban,
sino que agobié a la población, más aún, imponiéndole
una Contribuei,ón Ettraordi,nario, pese a que ya otra,
Ordinaria, gravaba, mensulamente,-los magros recursos
de la misma. (5e)
Culminaron estos procedimientos cuando el Delegado
Ex-trao-rdinario,. Don Nicolás Rodrlguez peña, dispuso*que
todo el come¡cio denunciara ante el Tribunal dé prople-
dades Extrañas, bajo pena de prisión, el monto de -sus
capitales y exhi.bieran los comprobantes del giro de sus
negocios y sus libros de Contabilidad.
Pero ocurrió un hecho más extraordinario aún, las
propiedades de los Emigrados, asÍ como las que jntes
habí-an pertenecido a la Corona, sirvieron para-retribuir
servicios, premiar adhesiones o simplementb fueron ocu-
pades por los partidarios del nuevo régimen, sin que
qled-i.ara _proceso de embargo, ni de adjudicaóión r el
Síndico Procurador del Cabildo de Montévid.eo, solicitó
del Director Supremo, una aclaración, ante las reclama.
ciones de los damnificados, sobre el decreto gue dispo-
nÍa amparar a los patriotas, que se hallaban-ocupando
las estancias, casas u otras propiedades de aquelloi.
Los mismos bienes det Estado sirvieron para man-
ten_er el rango y los privilegios de quienes iervían al
Gobierno de Bue¡os Airss, pero; principlamente, a sus
más 4tos jerarcas. AsÍ el Director Supremo, no dudó en
adjudicar a su Ministro de Guerra, General Don Fran-
cisco Xavier de Viana, por decreto'del 25 de agosto de
1-814, la estancia llamada el Rincón d,el Rey, en-la zona
del Cerro de Montevideo. (60)
Otro ejemplo. de este temperamento, fue la gestión
que inició el Ministro de Gobierno, Don NicdÍás de
Iderrera, ante los comerciantes de Monievideo, reclámañ-
do la satisfacción de los gastos realizados en ei año 1806,
con motivo de la lvIi,si,ón que desernpeñara. en su repre-
sentació¡r, ante la Corona y que habíár siao'yaiátisióátrós
en el año 1810.
La reelamación del I$inistro, sustentada por la fuer-
za del Decreto del Dileeiorio, Supremo ae-fe de aáóiio
de 1814 y de la del Delegado del Consutado. no ñl¿ó
ser rechazada por los comprciantes de Montevideo. Su
giro comercial se hallaba tan exhausto que, no puáienao
cubrir el monto de la reclarqación. dehid sé¡ prórrateado
entre todos ellos.
úC ) Idorn, ltlom. Pás. 4G.
60 ) Idorn, ,dom. Pá8. 16.
48
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Debemos destacar, asl mismo, que este temperamen-
depredador, se puso de relieve en el momento de la
VI. LA ECONOMIA DE LA PROVINCIA '?,
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una intención.
El comercie de lllontevideo fue, nuevamente, ago-
biado por una nueva Coniri,bución Patt'iótica, que rendía,
cuando el Jefe de los Orientales ordenó su suspensión y
devolución de los interesgs recaudados, una suma cer-
car¡a a los cincuenta mil pesos fuertes. (62)
Sin embargo, la orden de concentración de los es-
pañoles europeos en Paysandú primero y, luego, en Pu-
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Fue creado el Tribunal de Propiedades Extrañas, me hace temblar. Los males de la guerra han sido
que debía entender en la atención de dichos bienes, ya trascendentales a todos. Los talleres han sido aban-
que las disposiciones al respecto, establecidas en el oficio donados, los pueblos sin comercio, las haciendas de
dirigido al Cabildo de Montevideo, el día I de julio de campo destruídas y todo arruinado. Las contribucio-
:
1815, eran extremadamente precisas respecto a los fi- nes que siguieron a la ocupación de esa plaza, conclu-
nes que se perseguían. yeron con lo que habían dejado las crecidísimas que ;
ttl9 Todo extranjero que después de Ia toma de la señalaron los 22 meses de asedio, de modo que la
Plaza de Montevideo por los Orientales hubiere miseria agobia todo el pals. Yo ansío con ardor verlo
revivir y sentiría mucho cualquier medida que en la
1
salido de ella, si en el término perentorio de un actualidad ocasionase el menor atraso. Jamás dejaré
mes, contado desde el dla de esta publicación, de recordar a V. S. esa parte de mis deseos. Nada
no regresa a poseer los intereses que tenga, den- habría para mí más lisonjero, nada más satisfactorio,
tro o fuera de ella, todos serán decomisados y que eI que se arbitrase lo conduncente a restablecer
aplicados a los fondos ptlblicos. cbn prontitud los surcos de la vida y p-rosperidad
2s Todo americano que después de Ia ocupación de gener:al, y que a su fomento y progreso debiéramos
I\[ontevideo por los Orientales, se hubiera au- él poder Íacilitar lo preciso a las necesidades, propor-
sentado de ella, si en término perentorio de dos cio?rando de ese modo los ingresos suficientes a la
' meses, contados desde esta publicaeión, no re- caja pública. Yo no puedo prescindir de Ia mayor
gresa a poseer sus intereses, serán estos confis- y más en las circuns-
cados y aplicados a los fondos Dúblicos". (04¡ esóruiulosidad en ese particular,
-
iánciás actuales. Por lo mismo tengo el honor de
Estas medidas fueron dictadas, bajo los apremios répetir a V. S. que
-con se haga enhorabuena uso de Ia
que imponfan las noticias del arribo de la expedición es- *á¿i¿a indicadá, tal que no sea inconciliable con
pañola destinada a reconquistar eI Rlo de la Plata, pero los fines que llevo propuestos"' (6a)
desaparecido el temor de su arribo, todos los esfuerzos No cabe duda que los recursos escaseaban, pe¡o gl
se dirigieron a estructurar la reorganización económica espíritu de orden que imponía en la administración de
de la Provineia. A ese efecto, Don José Artigas se des- los mismos, tan estricto y ejemplar, infundfa, a todos, un
prendió de su propio Secretario, Don Miguel Barreiro, espíritu de emulación sorprendente, en la aplicación de
destinándolo, corno Delegado suyo ante eI Cabildo de los Reglamentos y de las órdenes que impartla aI res-
Montevideo. pecto. ial escrupülosidad de procederes en la administra.
Las Instrucciones de que venía munido, prueban has- ción de los intereses eonfiados a su custodia, 1o llevaba
ta que punto sus ideas eran claras al respecto. De prin- a dar cuenta de sus inversiones, rernesas de cueros y se-.
cipio, dos aspectos preocupaban fundamentalmente al bos al Cabildo y su destino: la compra de armamentos
Jefe de los Orientales: el régimen i'mpositiuo U l,a tisca- y de cómo, de los bienes de los ganaderos emigrados, ha.
lización d,e los gosúos, óbtenido tros recursos con los que se uniforman y mantie-
Describió, con total acierto, el cuadro que presenta- nen las fuerzas militares de la frontera con Portugal, Co'
ba la economía de la Provincia, de los medios que era rrientes, Misiones y Entre Rlos. A este respecto oficiaba
necesario apelar para obtener su recuperación y de cua- al Cabildo de Montevideo, insistiendo en la necesidad de
les era necesario alejarse. obligar, a los encargados de la administración y percep-
"A Inl no se me esconde la necesidad que tenemos ciOn de las rentas de las Aduanas, la rendición puntual de
d.e {9nd9s para atender a mil urgencias, qüe aún piel- sus cuentas.
cindieado de todas, óastaba la que se muestra én la
miseria que acompaña a la gloria del bravo ejército "Hago a V.S. esta prevención por creerla indispen-
que tengo el honor de mandar, vestido sólo de sus sable cuando me ofició el ministro de aduana de esa
laureles en el largo perlodq de einco años, abando- capital sobre el desfalco que padecen esos fondos con
nado siempre a todas las necesidades en la mayor ex- eI cobro de los derechos que se hacen en los respec-
tensión imaginable y sirf otro soccirró' Cftre la eiperan- . tivos puertos de la Provincia, suponiendo que ellos !
,l
za de hallarlo un dí¡i; pero la voz sola de contribución no refluirían a esa caja principal. Acaso podría ser
. ignoraneia, y por lo mismo repito a V.S. lo que a di-
63 ) Eduardo Acevealo. Ob. cit. Pá8. fiL 64 ) Ialom, iilern. Pág. 504.
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y alamedas que las adornaban. saquearon las mleses
§i{f;'i}I'l"dii":+ffrsi!:iiiltx'.fiH"i3s,#?"'*;
§e Ios adminiitrado_"u,
y las frutas que los enriqueclan, y su crueldad llegó
Drendo estos rend_ir,cuentáJ-O"""eJe.
".jJpJóiilJr.a.á ""o"- puerto, de- al extrerno de arrancarnos la esp€nanza de vivir dés- :
*rrrrrterio. Este truyendo vuestros frutales y haciendo de vuestras po-
men os e*Jii sesiones camDo raso. iAgradecimiento eterno, prez in-
ilil"*,fatx I T"sgl"Tá'dfl*?"r p u"
mortal! a nuestros libertadores y al ilustre genio que
S##yE;?J"',y""_sáíiéteñitá"r,-;ffi1%E:fi #,":il,"tá: los acaudilla y dirige flrs pasos."(66)
Ello determinó la resolución del Delegado del Jefe
de los Orientales, disponiendo que la Junta Municipal de
Propios, exonqrase a los colonos arrendatarios de las tie-
fi #'*liig,T*fli¡*lfi
crbrdo un solo centavo
d"A-ñ"'üñ.;
o eon conocimie¡
iqmfi#l mas comunales, del pago de la renta que deblan satisfa-
cer, en mérito a que: "su forrtuno habla sufrido los efec-
tos de la Guerra,"(e?)
Quizás, para poner más de relieve aún, el hecho de
r*#lii'á",".r'.rJ.T*tiir";r""i*'1}lüiüii§,11,á"1[ cómo la Revolución había destruído la economfa de la
estos fondos oúbricos Banda Oriental, en tan corto lapso y cómo, Ios más fuer-
cimiemto, requer v por""rrrr"óiáE" uo su estabre_ tes hacendados hablan visto desaparecer sus cuantiosas
giónvé*piüii"rT.."r1:i".ffii3jB|,t"t""*i;"1,X*:* fortunas, estando, en los hechos reducidos a la miseria,
Iuego que la pr estimo que es necesario recordar los petitorios formula-
naar-ar=ñini?-;'Hi{A-.ü"fiH::,?:%.I,f dos ante el Cabildo Gobernador de la Provincia y ante el
Iisencia, que at J:.,,,"tI Delegado Don Miguel Barreiro, en eI año 1816 por el Je-
Tgnog oápl"i ñiáitñ"" cada seis me_
ses; entonces conocerá fe de los Orientales, Don José Artigas y por el Coman-
*iñi.?ro ] toao el mundo
que los productos cor"eióbirátñ'i-'riir,alanes dante de Armas de la Plaza, Comandante Don Fructuoso
"rtu- por con_ Rivera.
§ervarlos".( 65 )
Ambos estaban dirigidos a obtener de la Autoridad,
los medios que pe¡rnitiesen a sus padres respectivos, re-
comenzar la explotaeión de sus estancias arruinadas y
r,*xiil{ii:*""xt{H"?üi:Eis"'u:1"Í,:*"*:,g?1,1t: reconstruir su patrirnonio sacrificado, en aras de la B,e-
3,1"*3lr*",;§"-f",1á*i1"nropue,l1i""-.ólüi.t"rraprov¡n- volución.
La indigencia de los Jefes de ésta y el sacrificio de
sus bienes personales en servicio de ese ideal, constituyó
uno de los rasgos más particulares de la Revolución
Oriental. EI primero solicitaba eI favor del Gobierno en
ff**,*m*m:}iffi;il;;:;;
otospo"-sü-p"ffú"iáq_Ti?:1iür:Srlxtslsli,1}"§,ii,?§,
apoyo de su padre, Don Martin José Artigas, subrayando
su notoria incapacidad personal para auxiliarlo:
"No ignora V.S. mi indigencia y en obsequio de mi
:::p,fli:;i?i,i,iñ .ái,*; j'üii{," " -
njldr Patria, ella me obliga a no ser gravoso y sl agra-
decido".
Conlirmando la profunda crisis económica que ago-
$fffffifl+tr$ü+liTh*rilffi biaba a todos los otrora prósperos hacendados de Ia Bán-
da y destacando la causa de ella, solicitaba se le socorrie-
ra con quinientas vacas para que pudiera recothenzar el
fomento de sus estancias.
"Todo el mundo sabe que él era un Hacendado dd cré-
-.:lt¡*:,íTIf§§ft":rfl
05 ) Idorn, fclom. p6.g.
§"t#Lffsri:+:'dtr1,,* 66 ) Iatom, filour. Pág. 49,!.
5¿6. 67 ) Archivo Gener¿l de la Nación. ltfontevldeo. Fondo Ex
Arcl¡lvo Goneral Admlnlst¡atlvo. Libro 170. Año 1815, I'oJa 86:
54
55
dito antes de la Revolueión y qu€- por efecto .::
misma todas sus haciend.as f¡án=siáo"Oestrufdas de ella que los que profesen diferentes ideas a las nuestras no
persadas." (68) o dis- intenten perturbar y envolvernos en nuevas revo-
luciones." ( 7o )
En lo que se refiere al Cabildo de Montevideo, rati-
ficando aqu.ella confianza, adelantaba los fines que debla
rrr,i*,."$[l,'+*ffiI¡,*:i,r,t+*"tiqiii"i--f¡.s
el saladero de éste v n-o satisfic¡r"r, ü;áIi"ió,
cumplir en el desempeño de sus funciones, procurando
llenar planes más ambiciosos, dirigidos, no sólo a recu-
también.
estado de miseria .ñ ái qüü;ili
velandc, con conmoveaoia eñóóío;; iJ-";;"traba, pero al re_
perar la economía del país, sino a asegllrar su definitiva
libertad.
;;; eruet realidad:
'V.S.sabe la confianza que é1 me merece por sus des-
ilF,fi.is:f ,:"o.T;r",s'ti"'.L'ilx.ttrriiosmásbiende velos y virtudes, y ella me ernpeña a presentarlo para
pada con'<iiié süpie"on defenderl".,, 1offt" que la es- facilitar la adopción de las medidas que deben garan-
Es evidente oue los Orientales en tir en lo sucesivo nuestra seguridad. La manera de
su movimiento in_ entablar nuestrs comercio, la economla de todos los
ramos de Ia administración pública, el entable de las
i{í,&"f"},11I"f i?""?ii:tíáf "Jl,?g:i,".iiJ#ttÉf"",ffi sr relaciones extranjeras y otros varios negocios forman
Lg_l-*jl atenuado.
qucrores, p"t;i¡;ü:"ñ áiXif;',,itu de sus con_
pensanilllo ae quó--et--p;;;ü el objeto de su misión. V.S.tendrá en todos ellos la in-
obtenida, se
"¿ había nagaclo d" l; Llí,";;;1i intervención competente, para que dirigieldo a un
_c-on el *is áiío. bibuto que se rnismo fin nuestras miras, contribuya así cada cual,
en la parte que le gorresponde, a fijar la feLicidad del
fiTi{"o!T,T3iÍ'o!,x:;;:r{:,2}t':.;:,{;r*";*,:;ifri;
nestar a et asotamiento dé sl'-líá"áá".* ' país y realizar el triunfo de la libertad."lzr¡
peten los derecn-os- pii"iáór-]'"i"!-iái y el 16 del mismo mes, también por Boado, se publicó la
se moteste ni
a nadie por sus pl:n"irñá"*;i'iueoas, Reglamentación del Comercio en Ia Provincia, en parti-
siempre cular, en lo que tenÍa relación con las mercaderfas adqui- ,{
-p"Pry
,,,.i3
j_*t!#d*ff gi,i:}¿f;il#*H11;,[H,"]Bhevi¿eo..c.ao
d
\i
59
las maderas y tablazo-
En consecuencia el Cabildo de Montevideo, dic,tó, en v arte. los libros e imprentas' v medieina' Ias armas
setiembre del año 1815, un Band,o por el que disponfa
que las manufacturas de sebo, cueros, astas y otros pro-
ñes. la pólvora-,
üiáhé".
-"'"itll^Jáilt"á
^v ae crlsnlfi
plata Y eI oro sell :á*Ca¿f¿5,fl1;i'":, tl
ductos del país, corerlan de cargo, exclusivo, de los na- (80)
tivos y que, en el comercio general, sólo los americanos ñaiü á en barra"'
podían traficar con los frutos del país y ser los distri-
buidores de la mercadería introducida por los comercian-
tes extranjerosi en los Puertos determinados al sfecto. r""fi¿Hl,'lt:t"'"u*J'a*H*ü:"1i{",4{*E§?]it;:"{'}i1
En el recinto de los Puertos habilitados. la compra ffi rií Í'mr ti *[H""3:?i.,i3]
de los produetos de tierra, sólo podla ser realizada por ril: Jrá"*:
medio de consignatarios, que actuaban como intermedia-
rios, autorizados por el Consulado de Comercio. ';#"ff
"Estas ventajas debemos concederlas al hijo del pals
para su adelantamiento. V. S. castigue al que fuese
¡legal e"n sus eontratos o al que por su mala versa-
rlg#+rt*l+d#,Ht.:hilfl{T.}ffi
31"3t"""i;3it&':J'i? ;ientación de
ras r
ción degrade el honor americano. Enseñemos a los ó'"t tll)rrnu
paisanos a ser virtuosos a presencia de los extraños, Lo;.
y si su propio honor no los contiene en los límites ", "rr",
currencia aI Puerto
de su deber, conténgalos al menos la pena con que
sean castigados". (77) tá:"§"i,t'j"fi lt;Bi"'.
zumacas, bergan-trnes
,$,:_,**ffi
De esta manera se estableció una Matrícula de co- d.eras. que llegaban
merciantes nativos habilitados, pero muy prontamente, de Ia guerra' los-Pl
se dispuso que ellos podían acumular, solamente, hasta saladeril. Entre el-r
tres representaciones y que debían depositar fianza, de 1815. entraron a rl
que se cumplirían las disposiciones referidas a no trafi- volvieron a
car, ni arribar a puertos enemigos. (78)
La polltica económiea sostenida por el Jefe de los ' ""4f3fi::t;:iff sebos, tasajo,J,t'-"T]
s"i":^11"a'
si *'i="-*
u tif#:
"yrgj:sit'i*ul "* =
Orientales libre cambio- lo llevó, muy pronto a
-el
superar eI Reglamento de Derechos de Aduana, propuesto ;;ü";¿;;,"*"gr'#*;f l'b"Fe"i"*ti"Ui"ll."*'H:
por don José Marla Roo y a sancionar. ante el crecien-
te volumen del comereio que se desarrollaba entre las
Provincias que aceptaban su Proteetorado, el "Regl,amen-
n':"i1ti"t;#',-,sJ¡¡,,H,ii,tqíiaffL+o$+#s,13,
to Proaisional de Derechos Aduaneras que deberú,n esta- ;shsl,Tflln#i'T;,
blecerse en los Puertos de las Prouinciqs Confederad,as eos con sebo Plcaot
de estu Band"a Oriental del Paran6". (70) ierce_rolas..(*:).^ -aladeril volvía a teaer vida próspera,
Los derechos clue c{eberían ser satisfechos eran los
de Introducción, de Erportación, de Eatraniería y d,e . ."lfi \1 J;3gfff
,li#l'
Ancleo. Pero, así mismo, quedaban libres de tributos ar-
tículos que se estirnaban de principal importancia para
" idea de cÓmo
una
industria, se exporl
ílft§*ji,.*#fjf1fli
el desarrollo de la egononúa. iñ"ür*f ,ilEf{.§}iH"t.it"'#s*"t4,*",'lF:'t:l:
' "Libres de derechos de introducción.
El azogue, las máquinas, los instrumentos de ciencias
'i7 ) Rdtlarrlo
78 ) Archivo General
Ob.' cit. D{tÉ. 5L4-
de Ia Nación. --Montevidoo. Fondo cita-
^-.cvedo.
f#'i:":fo:H{{áii§:x"t'";i'r'tliii:f¡r;i*'"m*:
rlo. l.ibro N.489. AÍio 1815. tr'oias 88 y 89; Ideñ: taem.-f,iUio
N. 430. Airo 1815. I¡oja 77 c. Idem, fdem. Libro' N" 1?8, Áñó
1815- I'ota.
. 79 )
n.
-Hcrnán "
I{. Gómez. EI Cedcrel Artlgas y ios Ilombros
do Cr¡rrlontce. Pá9. 98. ffi ,É.¿H1sill.I"::":il.:"::: ;';
61
60
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Fro¡rtera con Portugal. Todas las salidas fiseales de la podrún ser a.gra.cl,a.do$ en suertes de estancia
Villa de Batovl, están fir;nadas por Artigas el que, luego si con. su trabaio g hombría de bten propen-
de pasado el peligro que significó las Invasiones Iglesas, den a su felícidad, g a la de la Prooincia.
continuó repartiendo tierras, por poder especial otorga- b) Castigar a los omisos: sá se ailoierte la mis-
do por el Gobernador de Montevideo, Coronel Francisco tna negligenci,a seró, aquel terreno d,onado a
X. Euo.lot¡ otro oecíno más laborioso a benéfico a la
El proyecto de Don Félix de Azara procuraba el fo- Proaincia.
mento de la producción y la eliminación del absurdo sis- c) Prohibición de eontraer deudas: nl podrán
tema de reparto de tierras que había consagrado la au- enajenw, o oend"er
.estas suertes de estanci,a
toridad española. Pero el pensamiento de Don José Arti- ,Li contraer sobre el,las débito atguno balo
gas iba más lejos. Había compartido las ansias, las pena de rui,idad.
miserias y
las rebeldías de una masa pauperizada, cono-
cía sus eausas y su mente habla concebido un pensamiento 4) Policiales
revolucionario, dirigido a hacer justicia a e§as masas a) Mantener el orden en la Campaíta: »elar so-
campesinas, atrayéndolas y dándoles, el lugar y los me- bre la tranqui,l"idad clel oecindario, siendo el
dios-económicos que les permitieran actuar eomo elemen- Juez inmedi.ato en tod"o el orden de la pre-
tos positivos en la sociedad, partiendo 4e {o: principios sente Instrucci.ón.
moráles: el, de que tas iniuticias soeiales ileben ser co' b) Reprimir los abusos y violeneias que se ex-
rregidss a el d,e- que Los md's inlelices deben ser los mls perimentaban en la campaña: pota d.este-
beneticl,ados mar los uagd,bundos, aprehend,er mo,lhecho-
Finalmente, el día 10 de setiembre de 1815, quedaba res a d,esertores,
terminado y aprobado el Reglamento, que estaba desti- e) Castigar los delitos: Será,n igualmente re-
nado a revolucionar la vida de la campaña Oriental. No mitídos por el subalterno al, Alcald,e Pro-
es nuestro propósito analizarlo en este mome_lto, pero oincial cualquiera que con"¿etiese alg{m ho-
sf debemos áesfacar los fines que, a través de é1, se pro- mícid,io, hurto, o tsiolencía en algún oecl,-
curaba obtener: no d.e su iuri,sdicción.
1) Econ6míeos El día 26 de setiembre el Cabildo de Montevideo
a) Diviclir la tierra y repartirla. resolvia la publicación y circulación del Reglamento.
b) Poblar la Campaña afincando a los despo- dirigiendo sus comunicaciones a las autoridades del in-
poseídos: el Señor Alcalde Proaincial g de' terior del pals expresando:
m(ts subalternas se dedi,earon a fomentar
con brazos {ttíLes la población de la Cam- "Fmpeñado el ardiente celo _del digno jefe de Pro-
paña. vincia en proponer por medio de acertadas provl-
c) Fomentar la producción pecuaria. de'ncias el fomento y prosperidad de la campaña, ba-
2) §ociales
jo el principio de ser esta el manantial de la ri-
queza del pafs, ha acordado al intento un Reglamen-
a) Vindicar la clase servil, los desposeldos y la to provisorio datado en 10 del corriente, en que se
gente vaga de la Campaña: Los indi,os, los establecen las reglas qLle deben dirigir esta ardua e
megros ll,bres, los zo,mbos d,e esta el,ase g los irnportante obra."
cri,ollos pobres, bajo el concepto de gue, lo¡
más infehBes serd.n los mfi,s prinílegiad,as. A su 'rez, el Alcalde Provincial, Don Juan de León,
b) Reconstrulr la familia: según l,gualmente dictaba en el Arroyo de la Cruz, el Ed,ícto en el que
preferídos los cas¿dos a los arll"úicar¿os sol- publicaba las faeultades que se le habfan atrilufdo. los
teros,' fines que el Reglamento procurabai "d,onúr suertes ¿Ie
3) Morales estarLcia a los que poco o mucho han contribuldo q la,
a) Incitar al trabaio y a Ia dignidad personal: d"efensa d,e esta Propincl,a d,et pod,er d.e los tl¡anos que
la i,noad"ían y eonvocaba a los Orientales a gozar de
91 ) Ils+,ado Mayor del Ejérctto. Montsvltleo. Boletln'Iftstó- Ios beneficios gue se otorgaban:
rleo. 1f)50. No 60. P¿'),9, 85. Juan Albcrto Gac[ea, Una Páilna
IIlstó¡lca rlesconoclda. "liamo a todo aquel benemérito americano, por in-
66 6t ,1
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ll i, t'. ¡
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del Amoyo Cordobés eon el Río Negro- ya que preten- Debemos expresar que el Proforor flrvkr {-|rr¡lr lr¡
día aquél, que "ilebian, ser conl$rend,idos d,ichos terrenos ubicado en el Aichivo General do l¡¡ N¡¡lfttt Arl¡llllrr¡,
en el, reparto general". Lo acusó, asl mismo, de prohi- en el Fondo Archivo General Urgulz.n, rur lúhlo il¡l ll¡
birle ertra'er ganada para poblarlas, tal como disponla nera! Don José Artigas al Hacendadt¡ l,lrro Fát,¡1, ¡Ull
el Reglamento al que se amparaba. Manifestó ser Viuda ciado com una suerte de estancia, con¡rrl¡rá¡utllll I llrr¡ r,¡
con nueve hijos, uno al servicio de la Provincia y que sara de haber corambre y fijándole un ¡rlllo rll drlr rrrr
ll, su situación se hallaba contemplada en el artlculo 79 ses para construir los ranchos y pon(,r on lr fhlrtrr,lr
l1' de las disposiciones aprobadas eI 10 de setiembre. un rbdeo de ganado manso y que, en co!r(, tlo tto tl¡ltrlcl
EI Cabildo Gobernador falló a favor de la recla- la observación:
mante, posponiendo la opinión del Alcalde lrovincial,
fundamentando su criterio en eI articúlado del propio "paso inmediatamente a proceder contr,u Vr¡¡rl v lm
Reglamento Provisorlo: se me queje después si se ve despojad<¡ do rrr ll¡l¡lr
cia, pues tampoco la conducta de Vmd, t'r lp rlc trllr
"y hallándose que el finado don Luis.Gutiérrez, ma- gún buen hacendado. Faena de ningún l¡¡t¡rfur lrr¡¡
rido de la reclamante no fue de notoriedad ptlblica Vmd. Por que la Perderá". (1ol)
emigrado, ni mal europeo y gue tampoco sus hijos
sean desnaturalizados, antes blen sean dignos de toda A su vez, el historiador Juan Alberto Gadon, l¡a llr
consideración por sus nobles servicios con que se han grado ubicar la donación de una suerte de est¡¡¡¡eln, clr
prestado y prestan a nuestra sagrada eausa.. .". (00) la zona de Durazno, a favor de Domingo Qulntunn, r'ln
la particularid,ad, de gue el beneti.ciado, ero negro ll-
Más tarde ubiqué dos nuevas donaciones de suertes bre. (los)
de estancias: una, a favor del Capitán Don Pedro Aquino, El Frofesor Ariosto Fernández a su vez, en su¡ tre.
Comandante Militar de San José, quien se dirigió, con bajos: .El 4eglamento_Arti,gui.sta de lB15 A su eleeth¡n
fecha 4 de enero de 1816, al Cabildo Gobernador Inten- aplicación Rural" y Manuel Mald.onado g il Reglámento
l.;i .
dente, solicitando su bojo ilel seroici.o, en atención a que: Proúisoris de 1815", ha probado, con ábundanie doeu.
mentación, dos nuevas donaciones de suertes de estan.
"Habiendo tenido a blen coneederme el Exmo. Sr. cia. Una, ezr favor del "vecino de Solís Chico, el cluds-
Capitán General, una estancia al otro lado del Rfo dano D. Juan Pérez, criollo pobre, descendiente de an-
Negro y no pudiendo fomentarla sfur mi asistencla tigrlos pobladores de Montevideo y fundadores de Mal-
por falta de todo recurso...". (100) donado", a quien se le asignaron las tierras de la Cos-
La resolución del Cabildo puso de relieve tos mé- ta del Solls Chico, sobre el paso de las Toscas, que ha,
ritos del solicitante, expresando: "Puede V. pasar a la biendo sido adjudicadas anteriormente a Don Thomas
Estancia del otro lado del Rlo Negro que le fue coneedi- Burgueño, el Subteniente de Provincia Don Manuel Ca-
da por el Exmo. Sr. Capitán Gral. con el objeto de afian- bral, le concedió las tierras del "rincón de Las piedras
zar su subsistencia y la de su crecida familia, siendo de afilat". Troa¡
rnuy justa esta solicitud; como lo es que igualmente este La segunda, en favor de "otro criollo pobre", Don
gobierno le reconozca y cuente entre sus virtuosos ciu- Manuel Mandonado, nativo de Córdoba del Tucuman,
dadanos por las ocupaciones del servicio de la patria
afincado en la Banda donde, en el año 1790 contrajo ma-
luego que esta en casos de organización le llarne". trimonio. Era patriota decidido, acornpaño al Pueblo
El 13 de noviembre del año 1815, Don Antolln Rei- Oriental en la Emigración y recibió la suerte de estan-
na se dirigía aF Alcalde Provincial, Don Juan de León, cia comprendida entre los Arroyos Molles y Sarandl. te-
solicitando se le retonociera por legítimo ocupante ilel niendo por fondo el Rlo Negro. 1ro0¡
Rincón ilel, Durazno. Eran las tierras comprendidas entre 102 ) Estaalo Mayor del Ejé:clto. PublicaciSn citada. Aflo
los Arroyos Molles y Castro, teniendo por fondo el Río 1957. N.7L-72. Pág.77. l'lavio-Á. Garcia. I)on Llno Pér€z a,nto
Yi. El Alcalde Provincial ftcretó la adjudicación. lror¡ Don José Artigas.
103 ) Itlem, ldem. Año 1956. N" 69. PáS. 85.
gg )-ñu-, fclom. 104 ) El Dla. Supleiuento Dominical. X{ontevldeo. Año
- 100 ) Archivo Genera.l de ]e Nación. llonúsvldoo. Iatom, falem. X)(VIII No 1.379. Ariosto l¡ernández. Ill &osla,nento Artlgulsta do
Libro ¡io 205. Foia 183. 181d. Ju¡rlo 26 tte 1959.
101 ) Juzeado- Lstra.do di Primera Instaúcia elr Io Civil rle 105 ) Idem,- fdom. No 1384. Monuol Maltlonailo y 6l no8l&-
Segrrndo Turuo. ltontevldoo, Legajo de 1919. FoJas 180 a 183. monto Provlsorlo do 181ñ. JuUo 26 do 1059.
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estas donaciones, cuatro por'lo
obtuvieronrner¿os, Los palsanos pobre's, por primera y únlca vez, en la
saneión legal por parte de distintas autoridades: de lac historia áe la Reptiblica, tuvieron la oportunidad de' ser r;i
cutivo, le reconocla, en el año 1833, título definitivo a actitud de la sociedad monteaideana, al respec-
sus tierras; el eoncedido a Don Manuel Gallardo. cuyo to, era definitiva. Si admitió y publicó al Reglamento,
Resguard,o, es el título fundamental de propiedad, de la por la vÍa oficial del Cabildo Gol¡erirador, reducto de
actual Estancia de Don Alejandro Hounié, y la de Don la reacción, dentro de trn régimen, aparenternente arti'
Manuel Benavides, a quien el Capitan General de la gui,sto, pero, sustancialmente eonservador de las vicjas
Provincia, General Carlos Federico Lecor, le re-conoció iormas bconórnicas y politicas, lo hizo, más--que,nada,
validez al título Artiguista que presentó, oeupando, des- Doroue el Reglamenlo les daba el goce paclfico de sus
de entonees, pública y libremente, sus tierras de la Cos' E"anAes intereies. Dámaso Antonio Larrañaga y -José Rav-
I
ta del Colla. ñr.undo Guerra, en sus Apuntes, se hacen eco de esa ac-
Pero queda mucho que investigar en este terreno. titud. nacida de las vinculaciones sociale§ de los miem-
El Jefe de los Orientales atrajo a los Caciques Guaycu- bros'de aquel: "el Cabíldo m.itó siempte con fríd, a-ateg-
rúes y Abipones, con el ánimo de poblar la Campaña y iaa" áprot»ación" el Reglamento, ya-qu-e- éste "casi .deia
naturalmente, debió repartirles tierras, probablemente i-ütéf"clOn d,e los cornan'ilantes o alcaldes cle cantón el
suertes de chacra, ya que pedía al Cabildo de Montevi- iepartimiento d,e tierras, pritsando-d,e sus antiguas Pos-9-
deo, el 22 de junio de 1816, "utiles de labranza, arados, i¿ááei á tos bropi,etwios' sin ser oíd'os. a por la solq' cuali-
azadas, algunos picos y palas, igualmente que algunas
I
dad, d.e ser éspáñoles "o españolados".
hachas, para que empiecen estos infelices a formar sus Pero además de fomentar el progreso de la cam'
poblaciones y emprender sus Tareas. Es asf mismo nece- paña con repartos de tierras y ganados y de asegurar
sario que V. S. remita semillas de todos los granos que ia tranquilidád a los habitantes de la misma, era necesa-
se crean útiles, y necesarios para su subsistencia, y la rio proñender a su población, aumentando la ya e-xisten-
de los demas". (106) te. ilt ieglamento iñclula a los Indios entre los benefi- I
Es evidente que el Jefe de tos Orientales trató de ciados, eo:mo medio de lograr la evolución de la masa in-
cifpená. incorporándola a la sociedad y dándole los me-
,t
reparto de suertgs de estancia a los desposefdos y el de- pones con sus correspondientes familias a quienes he
recho a formar nuerbs rodeos de ganado, obteniéndolos podido atraer con cuatro Caciques por medio del
del vacaje cimarrón o del de los emigrados, dando znor- principal Don José Benavides. No dudo qu-e ellos se-
ca a los que nunca la poseyeron, situándolos en un pla- rán muy útiles a la Provincia, y que todo sacrificio
I
t' no social que jamás habían q[canzado y dando a esa ma- debe dispensarse en su obsequio consiguiendo c<¡n 1
sa, desestimada por las autóridades coloniale.§, la situa- ellos el aumento de la población, que es el prineipio
ción social y económica'que merecía' str. sacrificio, anó-
I'
de todos los bienes. Al menos este es mi propósito; ,1
I
tancia debe conocerse muy presto en los resultados. Las ideas contenidas en el Reglamento, aI dilundlr'
Por lo mismo no he perdor¡ado fatiga, ni sacrificio, se, clespertaron la emulación en otro§ planos de la eco-
ni desmayaré en los que deban prodigarse, hasta no nomÍa.-El Cabildo de Guadalupe oaganizó la Junta de
ver plantada en nuestro Pals la felicidad, que es de Agri.cultwra ile Canelones, la que elaboró y-elevó a la
esperar y la miro como una consecuencia de nuestros co-nsid-eración del Jefe de'los Orientales, el ProAecto ile
afanes. Fomento de la Agricul"tura parq, la Villa d,e Guadalwe,
Estos robustos brazos darán un nuevo ser a es- oue en rnuchos a§pectos puede parangonarse con el ^pri-
tas fértiles campañas, que por su despoblación, no ññ;t y éii ét-qüé, induáablernente, se insqiró' (108)una
deseubren todo lo que en sf encierran, ni toda su ri- Igual que hicimos con el Reglamento, daremos
queza, que son capaees de producir. Ansioso de dar so¡aela idea de 6u contenido:
un impulso a esta idea feliz, es preciso, que V. S. se
empeñe eonmigo en allanar todas las dificultades. V. S. a) Se destinaba a tierras de laboreo todo el terreno
debe estar persuadido, que mi situación es aislada de que circundaba la Villa de Guadapule, eon dos
recursos, y sin embargo haciendo ostentación de mis Ieguas de diámetro.
deseos, corro presuroso aI sacrificio por el logro de b) Las chacras serán de seis cuadras cuadradas.
aquel fin. En medio de las penalidades sólo me con- c) Las estancias que hubiere dentro de ese predio
suela esta dulce satisfacción. Espero que V. S. en- deberán ser expropiadas en lo que corresponda,
cargado de iguales deberes, no perdonará momento siendo indemnizados sus propietarios.
por realizar la generosidad de estos sentimientos. d) Las tierras sc darán en propiedad.
Al efecto es preciso que V. S. nos provea de al- e) I.iadie podrá tener más de una chacra.
gunos útiles de labranza, arados, azadas, algunos pi- f) Si dentro del plazo de ocho meses no se hubie-
cos, y palas igualmente que algunas hachas, para que ran llenado las condiciones de la venta: rancho,
enr¡riecen estos infelices a formar sus poblacione§, y pozo de balde'y trabajo de sementeras, será res-
emprender sus tareas. Es asf mismo necesario que cindido el contrato.
V. S. remita las sernillas de todos los granos que se g) El españot o extranjero que trabaje bajo este sis-
crean útiles, y aun necesarios, para su subsistencia, tema, quedará bajo la protección del Gobierno
y la de los demás. En una palabra, es forzoso, que y gozará de los. privilegios de ciudadano.
V. §. sin desatender las demás obligaciones sea esta h) El poseedor está en la obligación de plantar
una de las rnuy reeomendables, que ocupen su aten- quinientos pies de árboles por año y reponer los
ción, en conforrnidad con mis deseos y el que deman- que se saquen hasta cubrir la mitad del terrerio.
da el adelantamiento de la Provincia". (r07)
El Reglamento fue aprobado y la Junta de Agrlcul-
El- Eeglamento de 1815, revela el pensamiento per- tura de Guadapule quedó instalada el día 16 de no-
sonal Cel Jefe de los Orientales sobre el punto y de-na- viembre de 1815, siendo puesta baio e'I patronato del
die.¡"aás-, pero debemos destacar su verdadera fiLra y su Jefe de los Orientales, quien se apresuró a aplaudir tan
contenido revotrucionarlo, que, como bien lo ha demos- nobles propósitos.
trado eI Dr. Eugenio Petit Muíroz, entrañaba una doc- En el aspecto industrial se pueden anotar distlntos
tlina no enunciada hasta entonces en América y que, intentos que revelan una alentadora corriente de pro-
eún- hoy, mantiene su tono inalcanzable: ,,E1 Rágiam-énj ducción.
to de Artigas establece el reparto de tierras a todo in- Ya nos hemos referido al tratar el comercio Monte-
dividuo los pobres- que deseen po-
-vtrabajarlas, bajoa la
epnecialmeltq Videano, cómo la industria de la carne, aI restablecerse
blarlas y condición iesolutoria -de la vinculación entre Ia Capital y la campaña producto-
poblarlas y trabajarlasiefectivamente o perderlas, si no ra, había recuperado, sl no su antiguo auge, al menos
lo hicieran dentro de un término breve. Ello supone que su actividad, reiniciando la exportación de un produc-
ls .uerdadera ¡tropiedad guedaba en n"¿ü¡l.os Ael Estlao, to prestigiado, que iba por ese conducto a reconquistar
quien se reseroaba lo laeultaú de rescatarla A redistrí- sus antiguos mscados, principalmente el inglés y el an-
buirla todas las ueces que ello Juese menester, pora ser- tillano. Nuevamente las costas del Miguelete y el Pan-
vir .los_ intereses genet'al{s, éon pieietrgficio al, interés tanoso, se vieron animadas por una intensa actividad que
partícular".
--rOll-l""hivo G€neral do la Nación. Montovldoo. !'onilo Ex
rOz I ¡i"*, tilom. Arclrlvo Gorror&l Ailnlnlstratlvo. fJibro N' 2O7, Año 181.5. Foja 3?'
74 75
-nuliiaás anteriores
recordaba los tlemoos -tropas a la Revolución, con ción porteña, que no atinó a organizar una administra-
la llegada de de ganado destinadas a ción estable y gue vivió, solamente, de recur§os extra-
tal ordinarios, con las consecuencias perturbadoras com-
"-' fin.
Táratel.amente, debemos destacar -la instalación de probadas.
tres lnáuitrias, que révéian cómo habl.a evolucionado el Al recibirse los Orientales de la administración, la
liilJilffi;ffiic=;á;ia lblairige¡les orie-ntales :
la indu¡- per¡uria del Erario era tan notable, que eI Alcalde de
Éi;-al ü-r*-Ñ;, ilriouiiiiá lobera v la fabricación de Primer Voto, Don Tomás GarcÍa de Zúñoga, no dudó
la
'* pólvora. en imponer el impuesto de un guarti,llo por cada cuero
-iíti-ál-primer aspecto, fu-q reglarnentada la- explota- introducido en la Plaza, como medio de obtener los re-
ci¿n llala de los moñiás, meaianté un-a Instrucción
apro' cursos, mlnimos, con que el Cabildo pudiera cumpllr su
6"ti"ui-"ru"tb. u ¿e la faena de tobos' fue misión.
""riióiaóiol reivildicaldo' como pro- Es evidente que hasta la llegada del Delegado Don
üáriáa-ñ;*un óriterio fiscal,
fauna que- poblada la rsla v -cuva Miguel Barreiro, los intentos de organización, muy plau-
il;á;á-á"i"ii.Iáao-i* -en
el mundo comerqial' El de
5áiit1t lt" -,iót"""i" que. er c-abitdo
Delesa-
Mal-
sibles, no rindieron los frutos apetecidos. La presencia
á;'ñ; Mic"¿i sairei"o, diipuio
-;n del Representante en Montevideo, Ias facultades de que
t;,,á$, ^&Ü;;";"t;ú;'e' t"j; beieficio las concesiones
áe Hacienda' el produci-
venla munido y la autoridad que el Jefe de los Orienta-
les depositó en el Cabildo, abrieron un nuevo perlodo,
otorsadas. vertiera
*"
do *iu
il]e los permisos ";-1"
de faenas en Ia rsla' caracterizado por el orden, la previsión y la probidad.
-Úón ulio eL impulso' Artisas'
S.ó"iiéil a.'-ntitioñei, {iqfmi- Debe ser destacado el esfuerzo de las autoridades
ñ- * C;-ü;;;dor,
-".tá-i*p",so Ánaiés Guacararf en oste aspecto, que puede calificarse qorno notable,
"o.
[iá.IJ'orJu"-a industrioso, aportando lo que pudiéndose adelantar que el proceso de reorganización,
il'ü'á: ";ñ-";.áiit r,i á" aqu el-motttento las Pr ov in ias
c
se desarrolló en tres etapas: ta Reorganlzación Ad,¡ninis-
t;i"?.;üd;;,ió,--pál':óiá'
"u Ét Gobe"nador habfa losra- tratioa. 29 Determinaci.ón de las Propiedades d,e Estad,o.
áiii".^táiá-" i,"lá'vil"-áu ia concepción deocho las Misiones, 3a Reorganización d,e la Recaudación d.e las Rentas.
una fábrica q,r" ptoá,tlo-, cgmo niimicia' libras y Como en la otra circunstancia en que los Orientales
media de tan Preciado Proctucto' se propusieron reestructurar la vida económica de la
muestra de la Provincia, interfirió en la gestión del Gobierno, el gran
"[1[archa por el correo una cajita conpresenta el Pue-
problema, el que permanentemente estaba incidiendo en
oóh,ora que en su piimer ensaÍo meprodueto Ia administracióni los bienes de los Emigrados, m¿Ios
ha sido
tíá'ál*c=J"-""p"ión-A; Misionei; su de la escasez europeos ! peores americanos, cuya administración, ur-
áJo"lro tibraé y me¿ia' Si en rireiio podido empr€n-de
bana y rura1, recayó, como era natural, también, sobre
sus recursos y por su solo deseo, ha¡r el Gobierno.
ü; ñ;éóáio-á¿ tantá imnqrtancia, ¿qué no la¡an En la Eeorganizacíón Administratíoa, se chocó con
üáira"?o.á-il*eniaáóli-'Por lo- mismo es mi ánimo eI concepto gue, sobre el punto sostenla eI Jefe de los
i,iiiáiii"""ráuéiia-lñ.litución.
-i su prosreso' pqr nin- Orientales, para quien, la función pública no constituía
;.á= il"o u
;iH .ffi-creo ó" desve ntai oso''.,8f una profesión, sino por el contrario, un sacrificio que
iíro lo digno de """ nuestra primere ;á3. T'ri debfa ser dado a la Patria y que jamás podfa estar su-
iiiá"t-"-ióitá1i- eñptñáióñ- eá. dgscutrimientos titi' bordinado a una aspiración de mejoramiento personal.
i;s, y;1"ó-"bterno-tá'ndrá Ia- satisfacción de ver pro-
Sostenla que en lugar de aspirarse a cargos prlblicos,
i"á"í4"-riiñauttiia-áéi-pits v con ella su adelan- sra menester que los Orientales solicitaran tierras, las
tamiento". (19e) ocupara¡¡ y las explotaran.
Vale decir que fa Provincia entrab-a en una activi- "Es un error creer que los empleos prlblicos €n un
i
da¿ ináustrial i¡lusitada, que le repgrtabapara un auge eco- pafs libre darán a nadie zubsistencia: lo primero,
üáñiii a"u"óñociáo i ,q",i Iq capaóitaba enfrentar
I
i
porgue siempre serán de poca duración, y lo ségundo
con seguridad el Porvenir.
--- TIn" que por nuestro estado de indigencia, jamás se bodrá
ntot¡lema Dartioularmente' difícil, fue el referi-
-tieiigiitzici:ión Financiero p,9 la Piooincio' E,ta con un simple empleo aventurar la suerte de un ciu-
do a-lá dada¡ro". (1r0)
fl'i iátJri?iui átá¿o ae caos en que §e debatió la administra'
ir --lo6l-r¿"ardo Acevedo. ob. clt. Pág' 613'
!
t, -E'J*I¿"*, filom. Pás. 520.
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EI hecho de que el propio Jefe de los Orientale-s' - . pe esta manera fue.org-anizada una Administración.
a obtener tos tnás Iiimái re*iitraoi
dirig_ida_
concstr¡tuara la fun¿ión pública como un esfuerzo p-atrió-
tico y no como un lucró l¡ersonal, reducía qu eÍercicio a fiscat, designándose aqueitoi au; -ñ;;;ieron",i-éi'á"áii.i
lal mexí-
un póqueño número de personas, que lo.pudieran desem- mas garantías en favor
del réáimen-
peñár,-honorariamente, poniendo ?l serv.icio de Ia misma, La reorganización administ"rativa, no era slno Ia ba_
iu competencia, su rectitud y su honesti-dad' -$1p unexige,
obs- se, el fundamento, sohre el quu ioJ ói.óJ áó,
táeulo,-es pateirte, puesto que Ia función-pública- tái-piápieaádG -áe-i;
p_ropósitos: ta deterrninación-'de "éJósrii"
in¿éfebtil¡lémente, lá presencia de quien la cumpla. Por Provincia y la reorganización--áe-lá -p"icup.ión de las
eilo, resignándose a ló inevitablq, l-e -r-ogaba al Cabildo Itentas fiscales.,.comJ meclio Ae á¡teáei rcs recursos con
áá-tvtóñtóviaeó, que sólo fueran incluÍd-os en la nómina ros que, el Gobierno, pudiera llevar a cabo la neorgait-
oue solicitaba. dó los oficinistas, aquallos "qlte r¡or sus zación Finaneiera que-se pretenOta
;.;;o;i";l;;ttó1, lanésiai u prudéncia mereci,esen ta pít' . !'ueron inventariadas todas las "eaUr"".
propiedades del Es-
pd.o, rqí-qeg, muebtes y se-mimoviéntás,-iámuié; kü,iñ-
blica estimacióm'". t-intas oficinas debierón.elevar uná-iéiaüOii dd ñ ;"é:
Pero el planteo de la reorganización de la adminis- ditoj neadientes y tos Adminisdádoi;;áé -u.
tracióa impoñÍa, resulta evidente y pese al pensami,ento dirtiñii,
renras, rendir cuenta,. circunstanciada, de ¡as recau¿á-
de quien ia o¡:ientaba, una exigencia: la necesidad de ciones y de sus inversrones.
instituir un cuerpo sobre quien recayera la resl¡onsabili-
dad de su desemPeño: . .Se reorganizaron.los-
ministración, Ia Capitanía
distintos organismos de la Ad-
la Ad_
ceneiai-d-J--Éuertos,
á" Cá*'e""to, -i.
de Coireo¡, et -Coñiüiu¿ó
"NIe manifestará V.S. una relación de todos los em- [rinistració!
Direqción Generat de .Éesguardor,-5ápo.ita"i;--eü¿úi
pleados y una propuesta igualmente-de todos los pa- de Diezmos, púbticá,. neáidtro-áe iiiñid;;'Iü:
tricios áuu puedán desempeñal algunos servieios. ministración lorería
Para etló siempre proponga V.S. aquellos hombres de la Vacuna, instilutoi q"" iüe"áf áarirI-
j
que por su conocimientbs, adhesión y pr-udeneia me- nistrados portrombrq! de É taua ¿J¡óse vld;l, AidrAs
r:ezcan la pública estimación' Ellos serán colocados I)urán,-Juan_ Ponce, pablo Zufriategui, f,álipe Ái"ái.ütr
Eeng_ochea, Jacinto Acuña
con mi apróbación para evitar la confusión originada de Figueroa, Bartblomé Hidal-_
precisaménte por aquellos sujetos que sin tomar par- qo, J9¡é, Esperari, Santiago sie¡ia, SaÍvador Caiciál-nó_
("tue Antonio Gómez, Miguel
ie e" nuestrós afánes nos acompañan en las glo- Furriol, Cipriano Cuánca.
.,uan .B'ormoso, 'I'omás Guerra, Juan José Bianqui,
rias." lrrl; Fran_
eisco_Aguilar, lomingo López', Francisco Catti,'qüe-árair
C)tro aspecto de esta reorganizaciór:,, es €I que se re- prel§q segura de dignidad y hor¡radez, eolocaiori, dt in-
fiere a la ter:uneración y núrnero de funeionarios al ser' mediato, a la Administración en un irlano descbnociAo
vicio de }a Provincia: "Deben ser ameticanos A con llasta entonces.
ant;e\s.ción los hijos d,e esta Prattincin, para eoitw los . . Po¡- consecuencia ge gsta. reorganización, la Admi_
istraciQn General de las nentas-,- }ün-clóno -uá:ó-
celos que pued,an o14gínarse." (r¡'z) n
-qr.r",
l.r'alor directo del Jefe "i-i'óii_
Fero también insistía, en "que en La ad,mi.nistración .de lo,s Orjentátás
chos, actuó como ,Superintend.ente los he_
p{tblica se guwde la m,agor economla" tanto en los suel- ae Aái¿áiaá "n áá ñ-p"ó.
dos como en la minorid,ad, de los agentes. V.S. conoce vlncla.
como yo lc indigencia de la pro»incia; g tod,os g cad,a uno .r r ración
\+ percepción de Rentas se _hizo, nediante la estruc-
de un sistema, escaloná¿Já
de sus indi,uid,uos deben corwencerse de la necesid,ad dc r
ái;áraá; I ái"ráüii"s.
L¡ Aduana de Montevid"o coñ.1it"v6 áilj"*""to
h,acer algunns s¿Crifíqios en obsequio ile la Patría." llzador,_ de todo centra-
Otro aspeeto desttcable, fue la fisealización, estricta, er movimiá1tá AÉ ññü¿Iñü;'i;
que se estableció sobre todo el personal de la Adminis- rrrrección {eDon José Marfa no-o, aepl-n-áiiiáó.ii éiíJrái
traeión, respoirsabilizándose, a ca.da uno, en su función MlnistrosSubdelegados-ae_Haclá¿ilát-¡ilni jtrad;A;e;
y sancionandc a los qud, no *tando a la altura de la mr- las A_duanas de CoÍonia aéi sáciáriiáñi" y-ü
San Fernando
sión quc sc _les con_flgra,Jrabían defra3d-apo la esperanza 11r,
lla-ta9rydo, a ca_rgo, respeciivam;ritJá;5""*'ü;#;
v r ¡urc¡sco cuerra y Jual José Bianqui.
r¡uestá en ellos. (r13). Dd
,r'¡)onolan las receptorias locales, por laséstos. a su-lár-
caracterfsticai
111 )
772 )
Idom, !além,
Idnrn, lilcm. {,'l¡[ráficas del teiritorio, tulo- *"v*-"i*portancia la
113 ) fdenr, ialem. Pó.9. 521.
A,lr¡nna de Cotonia que la'ae Ualáonáá;, aaáá-i;-riiivói
78 79
existencia de Puertos en aquella, que en esta,(11a) para obrar de conformidad, y que exponga lo eonve-
De la Aduana de Colonia dependieron las Receptorlas niente por si ellas son susceptibles en su cálculo de
de Vacas, Víboras, San Salvador, Santo Domingo, Paysan- un nuevo realce redundante en beneficio de la misma
dú y Purificación, a cargo de Montes de Oca, Illescas, ProviJrcia." (116)
Mentasti, Esperati, Gornensoro, MartÍnez y Masanti, res-
pectivamente recaudadores de los impuestos de Intro- ¿Puede extrañar gue bajo este esplritu, se elabora-
ducción, de Exportación, de Extranjería, de Ancleo, de ran y aprobaran, por el Gobierno, la serie de Reglomen-
Alcabola, Diezmos, etc., debiendo rendir cuenta mensual tos, Aranceles, lnstrucciones, Circul,ares, etc,, publicados
del producido al l\{inistro Subdelegado, quien, a su vez, en Bozr.dos, Autos g Comunícaciom,es, tanto para los par-
Ia rendía al Administrador de la Aduana de Montevideo, ticulares como para los funcionarios del Estado y gue
con lo que se cerraba eI círculo de la percepción de las Ilevando a la práctica una doctrina económica eminente-
rentas. (115) mente popular l,ibre c :nbio- y una moderación
Igual que la Administración General de la Provincia -el,
fiseal, que prestigiaron al Gobierno, determinara una
e'stuvo a cargo del Administrador de la Aduana de Mon- afluencia notable, de cornerciantes y de navíos a los
tevideo, la Tesorería General, corrió a cargo del Tesorero Puertos de la Provincia?
de Ia Aduana, Don Fracisco Acuña de Figueroa y la Y, ¿puede extrañar, gue luego de la reorganización
Contaduría General de la misma, al de Don Miguel Fu- planificada por el Delegado, Don Miguel Barreiro, la
rriol, quien, aparte de su función específica, fue investido Aduana rindieta 30.000 pesos mensuales, cuando seis me-
del cargo de Visitad.or Ord,enador. Bajo su impulso, las ses antes, Don Fracisco Acuña de Figueroa, informaba a
Aduanas de Maldonado y de Colonia y las Reeeptorlas la Autoridad, que Ia Caja de la Provincia se hallaba ex-
dependientes de ellas. unificaron su aetividad, "bajo las hausta y deblan suspenderse los pagos pendientes?
mismas reglas y métodos de cuenta y razón", que se obser- Uno de los más delicados problemas que, en este
vaba por la Administración de la Aduana de Montevideo, aspecto debió enfrentar el. Gobierno de la Provincia
con lo gue la percepción de las rentas, adquirió la unidad Oriental, fue el referido a la moneda circulante y a los
indispensable, para gue rindiera los frutos apetecidos. metales preciosos.
Como detalle, importante, para mostrar hasta qué Es notoria la escasez de la moneda en el período de
punto Ia nrás estricta escrupulosidad presidÍa los actos que tratamos y, a ella, se sumaba la complejidad. ya que
de la Administración, se hace necesario mencionar el en la Provincia circulaban tres monedas: la española, la
plantearniento hecho por la Administración de la Adua- creada por las Provincias Unidas del Rlo de la Plata y,
na de Montevideo, sobre si los barcos del Estado estaban en la zona fronteriza del Yaguarón, la Laguna Merln,
someticlos aI pago de los impuestos, establecidos en eI Santa Teresa y Rocha, llegando hasta Melo, Minas, San
Reglamento para los particulares. Por ello, tenemos la Carlos y Maldonado, la portuguesa.
oportunidad de conocer la opinión del Jefe de los Orien- Era la consecuencia obligada de la doctrina apli-
tales sobre el tema: cada: el libre cambio. Se compraba y se pagaba con lo
que se tenla, pero esa misma liberalidad trajo aparejado
"Con loq bPeues del Estado milita otra razón: ellos uu peligro mayor aún: lo eoa,sión del escaso numerario
son conduaidos con seguridad a ese puerto y i2or lo circulante hacia, el ,e*tranjero.
mismo marchan sin pagar derechos, óon conóeñto ¿é Fue necesario, por ello, iniciar una firme política
gue siendo cornprados en esa plaza, los er.tráctores prohibicionista, no sólo referida a la moneda, sino tam-
paguen los derechos y queden esos productos para bién, a los metales preciosos, en barras o chafalonla, Si
esos fondos. Yp ignore si en este método hay algó de esto tenfa lugar en plene auge de la economla Oriental,
repugnante o én q.ue se perjudique el Estado. Mi de- debemos expresar que ello se agravó, profundamente, eon
seo es el que ten§o a V.S. indicado repetidas veses, motivo de Ia Invasón Portuguesa y la posterior ocupación
y por lo mismo hago con franqueza la presente insi- de Montevideo por las fuerzas que comandaba el General
nuación, gozoso de gue V.§. se penetre de mis ideas Carlos Federico Lecor.
El Sitio puesto a la Capital de la Provincia, por las
_ 114 ) Archivo Genoral de la, NacióD. ttlonJevliloo. I'ondo Ex
Archlvo Gerroral Admintqtrativo. Ltbro lt. f?-A.-Áno -i¿ils-- -ñ-;la 84. fuerzas Orientales, no significó el divorcio total de la mis-
115 ) Revista Históiica.. lfontovtdoo. Año XLV. ( Se-ffnáá ma con la campaña y, por 1o mismo, la salida y circula-
Qpoca ) Torno XYII. Números 49 - 50. DiciemUii, igfi.- ftámé: 11O ) Archivo General de la Nación. Montovltleo, Fonilo Dx
rlaAutcblo8ráflcadgEncarnoclóniloZag.rag.r32._-' Archlvo General Admlnlstrativo. Libro No 199. Año 1815 tr'oJa 182.
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VII. LA INVAS¡ON PORTUOUESA
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pero la han estudiado viendo, solamente, uu ángulo, rados de los artiguistos. Pero debemos hacér una cons-
el politico, como base del entendimiento entre los Go- tancia aclaratoria, eran los que habían §ervido a todos
biernos de Buenos Aires y de Río de Janeiro. Si bien los gobiernos anteriores y que seguirfan sirviendo a
i para el Directorio, la eliminación del Jefe de los Orien- los que vendrían'
tales, era fundamental en el aspecto político, las conse- - - Agregádos
todos
al Estado Mayor del Generalísimo portu-
cuencias en el económico, serían aún más fructíferas, ya gués, len-lan algunos Orientales y Porteños. Entre los
que las Provincias del interior volverían a ser sus depen-
dencias, no sólo en aquel anhelo, sino principalmente, ñii-rteros. se des{acaban la pre§encia del Dr. Nicolás He-
para orientar
i..ra. ouien había redactado una Nlemoria, plano
en el económico. la acbién del Jefe invasor, yno sólo en eI militar'
A su vez, el Gobierno portugués obtendrla, no sólo sino en el político, social económico. En el primero
la culminación de sus ansias de expansión, alcanzando mientras fué seguido, los portugueses vencieron-, cuando
las, multisecularmente, ansiadas riberas del Rlo de la lo deia¡on h iñvasidn se estancó,- sieqdo estéril cuanto
Plata. Pero, también, reXtortaba a su economía, ponién- estueiuo realizaron para reanimarla. Debían darse sólo
dola a su servieio, la región ganadera más rica de la batallas campales y no entrar al estilo de guerra de la
América: La Banda Oriental. montonera. EUo le deparó las victorias de India Muerta,
- iCabe dudar que tan importantes intereses, conju- Carumbé y Catalán. Et ¿ia gue abandonaron ese sisterna
gados, no decidieran a ambos Gobiernos a sumar sus la invasióir fracasó, quedando aislados los distintos Co-
f-ue1qg¡ y destruir, a quien se mostraba como el más
ctecrctrcto opsitor a st-rs planes? La respuesta mandos Portugueses: El General Federico Lecor, el MqrI:
y^su consecuencia, fue la Invasión portuguesaes obvia
del año
tevideo; el Biigadier JoaquÍn Xavier Curado, más allá
1816. del Cuareim.
destinada a destruir un magnlfieo ensayo, En el segundo aspecto, revelador de que el Dr.
que Estaba
desconcertaba a sus_ enemigos que. añticipaaa-mén1á, Nicolás llerrera conoiía bien a sus compatriotas, dijo
creyero¡ asegurado su éxito. No sabían que-detrás dei quienes podían ser comprados, quienes podfan ser sorr¿e-
anarquista, estaban los pueblos y que Íés óoitaiia-óualro t¿dos. No falló su pronóstico, en uno sólo de los nom-
tormentosos años de lucha paia-veneertl y-¿;añA;-éj bres que dio, pero, en cambio, debemos expresar que
cay,ó, desapareciendo qd esc-enario riopiaténse, habían mencionó a quienes no se podía co|ttprar ni se sornefie-
carqo sus enemigos en Buenos Aires y los políticos portu- ror¿. No puede extrañarnos, pues, la actitud de los
gues€s, no sabÍan cómo sacarse de éntre -tas mánés-,- hombres de Montevideo frente al Conquistador. Las
territorio que dominaban, solameñt;-;;- un
'qu; fuerzas portuguesas aparecÍan como una garantía de or-
pisaban y.-sóIo, por el ej'ercicio áela er temánq
-i"L"za. den y de seguridad, como los restauradores del añorado
régimen colonial, amén de que, por su intermedio, se
^ . En sólo
Oriental,.
tres mese! a en tres batáiias, el Ejército
quedó reducido*a ta mitaa: ¿rás m¿t mlériiit podrían obtener los privilegios económicos infructuosa-
Los prtsroneros no alcanzaron a la décima parte y la mente solicitados a la Corona Española.
in.formación procede d-e fuente induda¡lál ya que fí aió Respecto a la Administración de la Aduana y de
el propio invasor lusitano. oeuparon at óaUo áe sieiá Ias Rentas, las Instrucciones que deblan regular la con-
meses de. camp?ña a Montevideb, donde tos espaAátes, ducta del Duevo Gobierno, eran claras y precisas:
con una-ingenuidad.que raya en lo inconeebible, creiári "Las aduanas serán administradas de la misma ma-
que _venÍan a rescatar ]¡ conservar, el territortó ae- h nera que hasta ahora Io fueron, y _sin alteración en
Oriental,-para el-Rey Fernando VIf
local, que sier,npre -trabajó, tanto en el, plano polÍ- el número de empleados; pero se admitirán al despa'
Ianda ñ-bur;u¿:
sla cho todas las haciendas, sin restricción alguna de
tico, como en el 'eco¡ómico, para sÍ plueban los calidad o de nación y Io mismo se observará relati-
acontecirnientos de lo3 años 1B0B y de -lo1810- en esta vamente a la salida de géneros o efectos'sin que
circunstancia, mostrando la verdaddra fibra de su- atynq haya preferencias algunas, serán igualmente admiti-
se-mostraba dócil y sumi¡a, an[e el invasor que les asegu- dos aLdespacho los buques de todas las naciones..
raba. el.goee de su_s privilegios,'encabczada por los granáes Toda§ las rentas reales gue acostumbraban a re'
comer,ci,antes g Los grardes latifundiafui q.ue, -viendo matarse, continuarán a ser administradas en la mis-
llegada la hora de su revancha, no dudaron en llevar, ma forrna. El Gobernador de la Élaza será intendente
bato palio, al Conquistador hasta Ia Catedral y.celebrar de hacienda de la provincia, el cual se arreglará en
un, Teileum de Acci,óm d,e Gracias,. por haber sido libc- su ejercicio por el reglamento de intendentes y juz-
E4 85
la pecuarla
impedla el ingreso de los productos de
gará en primera instancia las causas que por el mis-
mo reglamento le pertenecieran, dando recurso para
y por lo tanto, su rntíuttíi"ti'ación y exportación'
-labor
ü iitu-ación de Montevideo'
Debemos
la Camara de Apelaciones a aguellas que no fueren "g."e".*á;'á-
vorvñ-á-.-émei"",ri-cor,-ñ"T""[:#"r.%reti"il"tiu;et
de su alzada. el perlodo de los docóoet exterior' mantenidas por una
Todos los fondos de Ia haciendo real ascendenteg J"r'ó*""i"aciones
de los gastos de su administración y sueldos de los
empleados, serán remitidos a la tesorerfa general de l:*fr"""'r,l%T;ii;#T?ra:i:t::r*%ü¡t"l!iü§,5i
la tropa o aplicados al pagamento de ella." (118) a una Plaza que Í q"u' por el contrario'
Respecto a1 Comercio, su desarrollo y las orientaclo-
"o-ii'óállá
nes-que debfa seguir, con quienes se habrÍa de realizar,
también las Instrucciones establecían normas concretasi ..*i,#*.,H3,,"#,"1!""i:f B,i:?ff '1":ü"-1t"",'!:"¿Tqlii
"Puesto que ya arriba queda determinado que se ad- :h",a*1"9"¡lti[i""?r"""**,"iiu*:H;1"*t'i'.]"]:?s;
sorPrendentes'
mitan en IVlontevideo los buques de todas las naciones, iázuttaAot
y_ se les. permita el despacho de las hacier¡das, es S. Durante el año
-ái iüi?, partir de la cafda de Monte-
M. _servido ordenar que V. E. proteja cuanto iuele oiauí*liilü'ái iiñiJ" i5i qave¡' en el año 1818
posible . este ramo de felicidad priUlic:a y que sienclo
nec-esario establece.r alguna aduana en lfat6onááó--á ,,.
ü
86
ff''i
I
I
vlll.
ffi '§-"álit?fl 3^i, f*'rTlor,.o DE Banda Oriental y los pueblos.que la siguen están en
y quizá con más bastanté verdad pue-
lsta privaciónque
t, do asegurar, hace cinca años, que tiene estan-
il cadas todas sus negociaciones, sin que esto haya bas-
tado a sofocar su razón, ni ceder en sus derechos. La
.t: pobreza r¡o es un delito y no obstante que yo, mis
'I oficiales y soldados, acompañados de este benómérito
I
vecindario andamos cinco años rodeados de la mise-
ria, ello no me es bastante a sofocar sus senttmientos
'i.x
:
90
lx. _19§ coNVENtOS DE COMERCTO CON cación del comerclo entre la Provineia Oriental y el
TNGLATERRA y EsrAD-os úñrrios Reino Unido. Significó la neeesidad de Que "iliputase un
oticial de su rnayor confianza. para el aiuste ile las bo-
ses que deben eñ lo sueesiao reglar el, comsrcío cun te'
gurid.ad de los lnteresados".
- Sus propósitos eran claros y los expuso con total
precisión y sinceridad:
"acaso podremos
-de convenir igualmente en el- ajuqtp
oreciso alsunos artículos necesarios para el surti-
iniento de est--e Eiército ofertando a V' S' en retorno
los frutos del Pals que V. S. estime convenien-
tes". (126)
EI Jefe inglés designó eomo Delegado' aJuno de sus
Comandantes, el Teniente de Navlo Edward Frankland.
Con fecha B de agosto de 181? y desde Purificación, ofi-
ció el Jefe de los Orientales al Comodoro Bowles, ex-
presándole haber recibido la comunicación que le en-
viara por medio de su Delegado y "haber aiustailo con
el los artlculos precisos f¡ara garantizar la seguridd.d,, g
buena fe ile un libre comercio, com los Traticantes de an
M aj estad, Britó,nica" .
Las Bases propuestas por Don José Artigas, eran
92
st
cjopes.y E-xtracción que adeudan en los puertos clón de los productos de la tierra., eI aprovislonamiento
Orientales los Efectos Extranjeros v ad Fáts;.-iirái de los armamentos tan ansiosamente buscados por los
tenÍa un singular im¡rortancia, resul- Orientales. Del éxito de su gestión, dió cuenta al Secre-
ta {rlu Tratado
, evidente-, desde el punto dJvista ec-ón-Omi-cJil-áüe tario de Estado en una comu¡rlcación muy interesante,
lba a ser el instrumento que garantizarla las transacCio_ que resume su pensamiento respecto a los beneficios y ga-
nes comerciales, pe_ro.que, al mismo tiempo, el fijai lii- fantlas que habfa obtenido en favor de1 comercio de su
butaciones tan reducidas atraería, incuestionablemente, nación. Entre ellos debemos destacar la concesión' por
a los .traficantes- turgteses távóréóláo. -pái ñ ;GiÉhid;e parte del Jefe de los Orientales, a los Estados Unidos'
de obtener grandes cantidades de productos del pals, de la ClilusuLo de la nación m&s fauorecida.
tan segura colocación en el mercado europeo, pero que, "habiendo recibldo lnformaciones concernientes a
al mlsmo tiempo, proveerfa al Jefe de los -Orieñtates,^ dd un tratadq comereial celebrado o por celebrase entre
los necursos financieros necesarios para la adquisióión
de los armamentos indispensables, para el manténimien- los rel¡resentantes del Gobierno británico eq eqlt v
to de la lucha contra el invasor lusitano. el mehcionado Jefe emprendl el viaie/ a Purifica-
Pero si antes eran las consecuencias económicas del cación movido/ de una intención Comercial con el
Tratado, es indudable que su repercusión polftica supe- doble propósito de presentarle mis respetos y hacer
ré cuanto es dable imaginar, ya gue su fiima signifiia- arreglos para que los stibditos británlcos residentes
ba el reconoeimiento de la existencia de un Estádo In- en Sud América no disfrutaran los privilegios comer-
dependiente en América del Sur: la Repúbli.ca Orientu,l, ciales otorgados a los Ciudadanos de los Estados Uni-
hecho que contrastaba la polftica que, ofieialmente, ob- dos, me es grato informar a Ud. y ruego a Ud. Se-
serva-ba Inglaterra en el conflicto entre las Colonias y ñor, lo ponga en conocim.iento de su Excelencia el
España. Fue desautorizado por el Primer Ministro, Lorá el Presidente de los Estados Unidos, que ful recibido
Castlereagh, quien indudablemente e:rpresaba una opi- con marcada atención y benevoleneia no solo por Su
nión identificada con eI pensamiento Oiicial. Excelencia el Jefe sino por todo el pueblo y este me
Pero, pese a _e11o, el Tratailo tutso apllcacr,ón prácfica encarga darle a Usted la seguridad de que los Ciu-
y en los Puertos Orientales, libres del dóminio poituEués. dadanos de los Estados Unidos residentes en eI terri.
los c.omerciantes ingleses traficaron bajo tas- garáñ[iaJ torio que el manda, o gue deseen comereiar con el
que él otorgaba. Inglaterra desde el puñto de listá-óo: mismo, slempre serán admitidos y gozarán, cuando
!!rqo y europeo podía rechazarlo, pero en el Río dq la nrenos, de iguales privilegios y de la protección otor-
l'Iata tanto para los Jefes de la Estación Naval como gados a los stibditos Británicos o los de la nación más
para los particulares. tuvo valor lesal favorecida. Tengo eI honor de acompañar a la presen-
_ Por los Puertos de Hervidero, Árioyo de la China y te una copia del tratado arriba rnencionado". (r20)
Paysandir, salió una formidable corrienti aá-eipóiiáóiOá
d.e- frutos del paÍs y a su vez, ingresaron enormes can- La actlvidad del Cónsul Thomas Lloyd Halsey, des-
trdades de armarnentos. de ese momento, fue intensa había convertido en
un decidido partidario del Jefe-se de los Orientales- pro-
^ La firma
inespera*4a.
del Tratado determinó una conseeuencia
El Cónsul de los Estados Unidos curando que los comerciantes y empresario de los cen-
Aires, Thomas Lloyd Halsey, estaba aes¿e-tráciitiéni- ""-U"á"o" tros industriales norteamerieanos, tomaran partido en la
po en contacto con u¡ ¡afe de los Orientales, partieular- guerra civil que se desarrollaba en el Río de la Plata,
en to que r. ¡srjere a ta obtenci¿n'¿i-pátenTás en favor del Jefe de los Orientales.
T*j9t
<re. ucrso,- con las que l_oq marinos de su pafs poáiláñ El aprovisionamiento de armas, municiones y pólvo-
actuar pajo la bandera ddla provinciá,-coritia ej-lüti: ra, desde entonces fue asiduo, aumentando las posibili-
co marítimo de España v de portuááI.' - dades del Ejército Oriental. §i un ejemplo sirve para
-Ein la crrcunstancia, sin dejar d-e refirmar aquel pro- acredÍtar Io que expr€samos, debemos transeribir la car-
póslto. su actividad toir:ó otrá oriántaeiñl- Lléeé' ga de una sola nave, la Goleta Americana Manlíuss
ta Purificación y.ailf gestionó-y óUiuvó,-iiara toi-óomd_ ñii-
era?[es de su naclón, .un .. "1 .230 fusiles
-trato-similar al cohdedidó a los
rngle§es en ei Co,nlteaio ofreciendo, 40 pistolas
a cambiO de la obten_
r28 ) Id6m, fdem. pág. 367. L2t) ) Flavio A, Garcla. Espi8or de Ia Pr¡,tria Vi6¡o. 1[ont6-
vldoo. 1949. PáA. 18.
90 95
60 espadas gue en aquel entonces estábamos en lo más vlgoro-
250 cartucheras con correaje so de la Oposición con los Portugueses. Yo en cum-
182 bayonetas plimiento de esta Superlor orden puse las tropas, y
133 vainas §e acopiaron una surna considerable de cueros, Do-
80.000 piedras de fusil niéndolos listos en aquel puerto de mi cargo, D. Dle-
37.425 quintales de pólvora 8o Masanti se hallaba en dicho tiempo de receptor
1? barras de plomo del Pueblo de Hervidero comisionado también al mls-
1 cajón de frenos (130) mo efecto y entre é1 y yo hicimos el acopio de la cue-
rambre que se cargaron en los Puertos del Uruguay,
Pero, así mismo, debemos poner de relieve, hasta Ifervidero, San José, y Paysandrl, todo de cuenta del
qué punto la economÍa de la Provincia Oriental, esta- Estado para el expresado objeto.
ba aI servieio de la guerra. Algunos años más tarde, cuan- En este mlsmo tiempo se apersonó D. Toma¡ Hol-
do los Orientales creyeron que había llegado Ia oportu- cey en dicho Pueblo del Hervidero a tratar con nues-
nidad de reanudar su lucha por la libertad, en el año tro Gral. sobre asuntos polftieos y Iibertad de Co-
1823, uno de los hornbres que tuvieron sobre sf la res- mercio, pues era en aquel entonces Cónsu1 de los Es-
ponsabilidad del contralor de las Aduanas y Recepto- tados Unidos de Norte América: consiguió en efecto
rías de la Patria Vieja, Don Ventura Martlnez, procu- zu solicitud, y al mismo tiempo se recibió de los Po..
rando aportar recursos al Cabild,o Gobernad.or Intenilen- deres para remitirnos todos los utiles de guerra y
úe, en la posibilidad de sus conocimientos, reveló cuál ha- cuando se ofreciese sobre el particular: con esté con-
bla sido eI recurso y el medio, que habla proveldo a tan cepto se recibió dicho Holcey de la cuerambres y
denonada ansia, informando hasta qué punto, el Cónsul mándando buques I los expresados Puertos de Uru-
Thomas Lloyd Halsey intervino, con todo su poder e in- guay cargaron a su entera satisfacción para Los fines
fluencia, en favor de los Orientales y su Jefe, así como indicados.
los saldos de crrentas no rendidas y de los créditos que Cuando se verificó la expresada, yo estaba en la
obraban en su poder, pertenecientes a la situación que Colonia, encargado del Ministerio de Hacienda, por
se ansiaba reconstruir. disposición del Jefe pero con eonoclmiento de todo
De su relación surge hasta qué punto, easi exhaus- lo expuesto, y de recibir por aquel punto lo que man-
tivo, la ganadería Oriental estuvo al servicio de la gue- dase nuestro Apoderado Holsey.
rra y qué enorme número de reses fueron sacrificadas, Las circunstancias en aquel tiempo no lo perml-
como rnedio de obtener lo indispensable: eI armamento tleron, porque los Portugueses bloqueron el Puerto
necesario para luchar contra la agresión eatranjera que de Colonia, y quedaron cortas nuestras relaeiones, pe-
asolaba el país, que destruía su economla con incursianes ro por Ia parte del Entreríos mandó la cuenta del pro-
espectaeulares a cwo final sería el aoasallaml,ento ile ducto de los expresados cueros, que importaban vein-
los Orientales. Como Don José Artigas expresó al Te- te y un mil y pico de pesos cuya suma existe en su
niente de Navio, Don Edward Franklan: Ios dados esto- poder, rebajando solamente mil pesos que yo recibf
bam echad,os y no puede extrañar gue eg esa situación, én la Colonia, por orden del Gral. Artigas, y por ma-
apelara a cualquier recurso que estimara necesario, pa; no de D. Juan- Brichiman, eomerciante inglés y cien
ra el logro de sus fines. De ahl, leryendo le versión de pesos más que me dijo eran para el Gral.. gue eI lo
Don Ventura Martínez, queda acreditado. el tremendo único que he recibido a cuenta de la expresada su-
sacrificio a que fue sometida la economla Oriental y cuá- ma, como constan de mis recibos.
les fueron los rendi-grienlos que dió. Bien notorio es que el Sr. Gral. Artigas dio Pa-
¡^ tentes a los Americanos, Ingleses, y Franeeses, pera
"En el año de 18 fú'encargado de la Administración hacer la guerra por mar a los Portugucses y el mis-
del Pueblo de Paysandrl, por disposición del Exmo. mo Holcey se encargó de esta comtsión, y por su me-
Sr, Gral. D. José Artigas, qqien me comisionó igual- no, se impartieron, pues para todo tenla poder gene-
mente para ponen faenas de'cuarambres de toro, y ral de nuestro Jefe, con la obligaeión de entregar el
_ rgl_!! producto subveni, a los gastoo de la guerra, tres por ciento del producto de las prenas. y que efee-
130 ) Archivo General áe Ia Nación.Montovialeo. Fondo Ex
tivameate se hicieron bastantes, pues de todo dio
Archlvo Genera,l Ailmlnlstra,tivo. Llbro }.io 98. Libró de IIlEtr¡C&s cuenta quedando en su poder estas sumas de dineros,
de Buques. pertenecientes a la Provincia Oriental.
96 gt
Sln embargo de que las riltimas cuentas que tras unos caqitulaban, tristemente, en Los Tres Arboles y
mandó eI Sr. IIoleey, padecieron extravfo en las des- gtr-os,- mereclan los duros reproches que les dirigla el
gracias que sufrió eI Gral. Artigas en las Jurisdic- Jefe de los Orientales, como los recibidbs por los comer-
ciones de Corrientes, dos dfas antes de nuestra se- ciantes de San Fe,rnando de Maldonado, por el comer-
paración, nos hizo saber que se hallaban los expre- 9ig Oue mantenfan con la guarnicióu portuguesa de la
sados caudales en Buenos Aires, donde existe en Ia Isla de Gorriti.
actualidad D. Tomas Holcey y si las eosas toman otro En el mes de enero del año 1820. la Reslstenclo
aspecto, pudiese contar la Provincia con aquellos fon- Oriental había terminado. Sólo perma,mécla iza.¡la en el
dot, y pór lo mismo lo hizo saber a los Comandan-
-División mdstil iÍe la plaza pública de San Carlos, lo bandero
tes-d-e D. Pablo Castro, D. Jose Lopez, el que habla d.lsti,nguido o lo Pro»lnclo en su lucha con-
Mayor General D. Andres Latorre, el Receoto¡ D' t¡a el Reino ile Portugol!
Die-go Masanti, y yo; todo lo sPe po189 en noticia de Aparentemente, con la rendición de los Orientales
V. E. para tos.finés convenientes". (r31) se habfa cemado, definitivamente, un perfodo histórico y
se abrfa otro: el de la Domfuwción Pmtuguesa.,
Pero, pese a que en tan trernendo esfuerzo,-la Pro-
-desangrándose
vincia continuaba en hombres por'
-lo§ptisio'
tugueses en una potíticl intimidatoría. no haclan
neios, mataban Orientales- por una paradoia inconce-
bible, se mostraba inagotable en su economfa.
Siguió rindiendo sus frutos, proveye¡do los produc-
tos de-la industria pecuaria, que colmó los mercados de
América del Norte y de Inglaterra. De todo ese gran
tráfico, solamente se conocen detalles locales y sobre é1,
no se ha hecho, aún, el estudio gue Decesariamente
merece,
Pero hay un detalle, inverso, que debemos destacar.
A medida que los Puertos Orientales van cayendo en po-
der del invasor portugués: Colonia, Vlboras, Soriano,
Arroyo de la China, Gualeguaychrl y Gualeguay, la eco-
nomía de cada una de esas zonas se vierte en el Puer-
to que absorbe, con exigencia, toda la producción, no só-
lo pecuaria, sino de todo orden de la Provincia Orien-
tal: Monteoid.eo.
EI cansancio de una guerra a la que no se vela fin,
luego de cuatro años de lucha incesante en la que fueron
desapareciendo, por los motivos que hemos señalado an-
tes, los el.ernentos más representativos de la resisteneia,
cabe dudar que, otros más débiles, proclives al poder
que manda y ansiosos de beneficiarse de los ofrecimien-
tos que deparaba eI Gobierno de Montevideo, cedieran
en su esfuerzo y desertaran de las filas del Protector de
los Pueblos Libres. '
c, El reló,mpago d,e gl,orh, gue fue la victoria de San-
.
100 r0t
re¿¡.lk#.*r---TrrmttulVt^anlF:f,aa¡i:fl:'-1- !"- i.: :.'í ' .r'.;i 1' t; .t ., !,i._ '
. ,' ,
t'Antes de la guerra las quintas o lugares de recreo de mente y eon la auto¡idad del General, más
gur¡ propie- millones de cabez,,q ae gánááó de cuatro
loi habltantel pudientes, constitulan parapero trod u cid o at territori-o "bñ"u ";ffi;,
- que se han .i."tn-
iáiióJ retiros furales llenos de encanto' muchos
toma de razón tr ena dá. en -i;;-p;sos"
;&"ü"- .-rriJt J'tL
-iio-ñte;. -*
dá eJos delicados retiros han sido saqueados, d-ewas' _ "ü té- 6
iiaói, no pocos de sus dueños, antes. adlne¡adqs--pe . Véase con refere_ncia a esld puñtó aói h-;¿ñ;;;u-
ilir*-Jeáuciáós-trov-a-ta más crúel indigencia"' (186) riosos-. Antes de
.rerz, én_rl q"ili;i-Gftüi-e;
Gran-de, pertenecient_e' ñt
La ganaderla de la Provineia slrvló para -eumpllr deo -120 leguas,'ve_inte.
no.habla-ar siásil, tis-ia"tá-áÁ i¡óitáüil
silo ircce ,"i"aurói,-t"*'ár
-e-ñt"ora.,
aos fTñesl-seiun se tratara de Ia zona e¡t -que se hallaba. dfa hay ciento Antes qué los portu-
ul áf §ur, dara ser faenada con el pro!ósito de extraer gueses. la ca:noaña de Montevi¿eó -áburiáLü;
;".ñ qn¿ áéuian ser áxportados poi el-Puerto de Mol' nado- como nin§una ot a u"-iLüári"-pá"tu aó-emeri8i, ü'ü-
-al a la vera del Rfo
iJriiaáo] et"iael-p'o"uigñv al pa§ar
ver "el d'esograélnbl'e
en el día los brasileros que sé están po¡tan-a;;;;lü.
tienen. quq traer, ganado- de su -aerii6;io -üá ]'ilffi:
§al-ió'te,- Jipiáto su a-soñruro
esqueletos d'e oni'
á*eitiéiio dé una iron-c'aitiaad de de- sus estancias," 1:so¡
málés-áii"rcid,os en\oda ld e-ttewíón b rlanurg, -que
;¿;iir¿ñíobun á-tós eitlasots de lo grl-era"' La realidad ¡ro Tlas cotls€cüeneias de-estos hechos fueron
muy gre-
iáiió"áii " ttu pu"q"dlento, aqüellos,-¡estos, e¡an los yeq. Aquel estado de desánimo que áxpóiimánláUán-iós
ráiioi áá ,rra ooquetiá' ia caine- se- trabla transformado Orient_ales en los mescs-iniciales'¿et ánó-iaáO:-il"dücü
il ct ios cderos Í las astas hq$qn sidoprivilesiados
conducldos como hemos dicho ya-, del cansanció áe-una guerra
""q"er v expoitádos en beneficio de
; !,6;a;via'eó que no-se le vefa el fin, fue sustitufdo por un estadoa la
irritaeión, de inligaacién,. de
lavoritos. ae rencor,-tíeñtá-ii-G;r];
-'-ili; zona Norte de Ia Provincia, para ser-puesta al perpetrado. por ,,tlna g-itoilla d,e lodronñ,- protááiáós-pái
de la economfa riograndense'
-gil primóro, un doble aspec-
en una-. autoridad que daba sanción tegát á ros"-más ji-
ili';;"d;;i'iiüi
"en¡icio tT"üt. ef para proveer de
haciendas pro-
g:alificables atenfados,- que ex_perimeñfáron aquellos a
iáiría* á iáJ Ñáncias
ffi;,bd -cd"-dilicuitaá'en
portuguesasr. cuYg§
uá medio climático adverso-'
qtt iene s t e s r ob ar on to s' g ar,aaioá-,-lái-
y" les_ quitaron hasto los
üillr o "ii-"'ij¡o!
-quá d,e iesálno que cubrlan
ü;-"" aiorte
á". ""- iniliara
ió-niricanáo sü eeonomfl {:l:ryF!
ern 8u benerlclo'
-óueros
las chozc-s d,e algunos ¿ifit¡cei.;, iirr)-"-"'
**" ü'"
-ui-á-ti"óiJ i-náustriaÍ,incesante,
üna corriente,
las . oirrnsecuencias fueron
§e tba preparando un clima que debfa conducir, fa_
talmente, .9t Ojá .que supiera ser orientado,
aun ñiierlíu"- nf-Gó¡iernó instalado- en Montevideo una reacción de tremen¿as- consecue-nóia;.-la ap;';;J"- provoear
Iñi"üál es-euidente, a ü-Fiovincia que erai habfa cafdo baio
lLrL pols colt-
la época.lo atentaba con-putiiüójóiáii-ráiáriaas á¿
a las clr-
ff;iffiitiá,-¿;mJt-o üue efectivamenle cunstancias que hemos a'éscipto,-irliá?á;ü;
qulsta.ilo. elernentos paia fundamentar -li'ráic;ñ;. * *áJri Aü
=---Ñó-tuvo, en ningún momento intención de-propender En Etr pomoero,-,EtuulicJdo-éi--güá"o, Aires,
t" üol'iáió,'a ild-;;iióito' a su prosperidad v sf' úni- primer número sé decÍa al respecto: en su
"
camente, . "*"""ror"11ó- v--l'ap"ovéchai, hastay eI llmite
máximo. sus recutsos, én iavor^ae la situaclón de la de "Desde la ocupación de_ este terrltorio, se han extraf-
por varios- puntoJáe--i;.
ilil;;iil"á";éi' Ño int""esaba volver la industria mo'¡r- do. i;;;ü;'24 milrones de
iü"iáéáir1iáii- Járaae"o, J sü otrora próspera situaclón' In- ariimales, errtre vacas, ca¡áttol i *ü"i,. E;-t;;-ñ;ñ;
ü;ñü-rf, iéñiiicái'tá que se desarrollaba de en91 Rlo cantidad no asombrará a loi lu,i táñilvñfiad;;ú;
páhit-Jt"tin*,iá eñ tas inmediac-iones Puerto tros.campos y a los que conoican ráiápaáiááa
ñña6
Eiepre-'due se tranafoirüó, por virtud de la incorpora-
.ü*ñ,
continentales. parece -qu" pielagiáÉin i; qu;;stü;:
-"i3-ri,-
ób"ii""á,
-pio¿uétoraá errq"^qg cóntingentes pecuarlos, -en un :T-d_q,
y que se preciiaba} . á"ri*ir"os y enrique-
iáliio capll- de conqüistar- tbs mercados de cerse, a exasperarnos y obligarnos a toáar iaJ-ár-ñii,
íi'i'irítii"Jl áé toi plantádorei del sur-de los Estados para ver si hones-tamente. po¿ian ár¡contrar -u;-;*;:
Unidos. texto de asesinarnos v guptintai-ü"á'iir*" población
enteramente brasilera-. Ef ;6-iilt'ilñ"';; equivocaron.
"Un Dueblo cutro Méntevi{eo, lo que debe a los in- - -rlgl-fqe*, r.ten¡-Naci6nail'tfonúsvtdoo.
r,ás. 40.
vasórás esr que hayan rob'ádo §u campaña vlolenta-
u|,l,r!"#* La Auror¿. No 10.
--Is5;-rd"-, td6m, Pás' 39.
^o"lftJ
102 103
Al infeliz oriental no le queda otro recurso que la manufacto ha stdo siempre el atractlvo del comerclo
espada y sus golpes, impelidos po! !a desesp.e¡ación de Europa, no sólo se vio despreciada después de tan-
deben sór terribles. Sólo le han dejado una vida que tas y tan profundas desgracias como habfan experi-
nada tiene de apetecible, si sus días deben ser hilados mentado los hacendados arraneando a los brazos de
er¡ la desn.,dez, el hambre y las cadenas." (138) la industria, en un solo golpe, centenares de hombrés
enviados a poblar otros climas, sino que con frfa in-
Un año más tarde. en otro periódieo. .La Aurora, diferencia se vieron las haciendas entregadas al pi-
se acentuaban las acusaeiones al Gobierno eneabezado llaje de las hordas brasilenses que a tftulo de tran-
por en General Carlos Federico Lecor, denunciando aque- quilizar la campaña, se robaron los millones de reses
lla depredación oficializada, tanto en el aspecto pecuario que la cubrían, dejándola en la quietud mortal de la
como en el comercial, pero ahora, ofreciendo el nombre miseria'" (1'11)
de uno, por lo menoi, de los grandes benefrliados¡ La dominación portuguesa, pese a la ocupación de
el General Juan Crlos de Sal"danho. Cuando el General Montevideo, pese a la forzada rendición de los rlltimos
Joaqufn X.Curado decidió abandonar la Provincia, ter- (
mináda Ia guerra, lo sustituyó en el mando-que desem- ,I efectivos militares orientales en los Tres Arboles, pese a
peñara. el Brigadier Saldanha, quien halló "r¿o rincao la pacificación de la campaña, pese a la ocupación de las
d.ei*ad.ós por aquelle general mais d,e 18.000 caual,los ile Villas y Pueblos de la misma, jamás logró consolidarse.
peleio. 5-.000 -bois d.e ca.meta e- graniles rodei,os ile t El rechazo, unánime, de cuanto proviniera de aquel sec-
sad,; éle cqrte". Todo marchó para e} Rlo Grande.(13o) tor, en la opinión pública oriental, fue creando un clima
particularmente hostil y dispuesto, cuando la situación
"¿Quienes son los que os hicieron. una- guerra so¡da se rnostrara propicla, a aplicar-a los usurpadores de su
dá éxterminio y toleraron que vuestras haciendas fue' libertad y a los depredadores de su economla, Ios mismos
ian escandaloiamente saqueaclas y transportadasre-a f procedimientos.
-
ios campos de nuestro eterho enemigo,-deiándo-nos qug .it Un clima de rencor, más violento cuanto más con-
áuciAos-at esqueleto de la miseria? ¿Qui-énes.los tenido estaba, se fue enseñoreando del alma de un Pue-
ñieieión de ta]g estancias de Zamora el depósito y el
;¡
blo. Quienes pudieron, emigraron para salvar, como otro-
receptáculo de los ganados del Estado y de los par-
ri/,
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ticul-ares habriendo-en ellos la fuente del escándalo en que los portugueses invadieron la Provlncia faltan de
que produjo un manantial de plata a todos los mono' ella-más de ocho mil almas que han emigrado a Buenos
ioüslas dé la logia? ¿Quiénes log Que aniquilaron eI .t, Aires y territorios adyacentes. Esta Emigración no ha
óomercio gravándolo con derechos asombr,oso§, sin podido provocarla sólo la miseria, la nulidad total a que
otro objeto positivo que facilitarse los medios posi- ha quedado reducido aquel pafs por la falta de gir,o, nin-
tivos dé hacér exclusivamente contrabando lucrativo guná sociedad, ningrln atractivo, ningún motivo de pla-
paralizando eI giro de los otros concurrentes el Ge' cer, etc.; la razón es que siempre se alienta la esperanza
ñeral Salda¡f¡¿?" (lao) de liberarse de un yugo que degrada a los orien-
tales." lrlz¡
Se acusaba a la administración portuguesa de un he- Y la oportunidad tan ansiosamente esperada. llegó
cho infinitamente más grave y prácticamente desconoci- con la Revolución del año 1825 y ese estado de esplritu,
do en el Rfo de la Plata: el trasl,ado en msaa d.e habitan- es lo gue expliea eI tremendo empuje humano de la ear-
tás de su zono de origen a otrds gue etlstla ioterés en ga de Sarandf. Pero si habfa embargado el ánimo de las
masas, se enseñoreaba también, del esplritu de sus diri-
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Nocló en Minos, en l9IO, donde
cur¡ó los estudios primorios y se-
cundqrios. Continuó sus estúdios
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en Montevideo, donde ingresó o ri
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el lnstituto Alfredo Vózquez Ace- I
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