Está en la página 1de 3

ALEGRIA:

La alegría es una emoción que nos produce placer y bienestar, incluso felicidad,
se genera a partir de una experiencia placentera positiva, puede depender de la
intensidad emocional del momento, esta puede ser producida por un estímulo
interno o externo a nosotros.

La alegría nos ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico, como por ejemplo,
se refleja en la calidad y cantidad del sueño, en el rendimiento de nuestras labores
cotidianas, la disminución de stress, etc. Por otra parte, emocionalmente nos
ayuda a ser más creativos y a tener una buena actitud ante las circunstancias que
se nos presentan en la vida diaria, entre otras cosas.

Día con día podemos experimentar situaciones que nos causan alegría, esta
emoción es momentánea pero aunque sean unos minutos aportan de manera
positiva a nuestro bienestar general. Se diferencia de la Felicidad ya que muchas
veces puede confundirse; La felicidad suele ser más duradera, un estado que se
puede prolongar por más tiempo.

La alegría se manifiesta en el cuerpo y podemos reaccionar desde una simple


sonrisa, hasta saltar de emoción, esto depende, como se mencionó anteriormente
de la intensidad emocional del momento.
CUENTO:

“Siempre estuviste aquí”

Alegría era una niña introvertida, tranquila, callada y muy muy sería, digamos que
una niña bien portada o lo que para la gente eso significa.

Cuando estaba en la escuela se dedicaba a estudiar y a poner todo su empeño


en aprovechar bien sus clases, tenía muy pocos amigos pues era demasiado
callada e insegura para entablar comunicación con sus compañeros; En el recreo,
jugaba solamente con su amiga Mariana, de hecho era su mejor amiga, con quien
podía platicar por horas sobre todo lo que les pasaba, se les hacía corto el recreo
para todas sus aventuras.

Como todos los días, Alegría salió de su casa para ir a la escuela sin saber que
ese día sería diferente, pues pasaría algo que le cambiaría por completo el rumbo.

Caminando, Alegría se dio cuenta de algo extraño, escucho un llanto muy raro y
entre más caminaba, más cerca se escuchaba; De pronto a los cortos pasos llegó
a una casa abandonada, de ahí era de donde salía ese chillar, así de cerca y con
un poco de incertidumbre se acercó y puso un pié sobre la entrada ¡Era un
perrito! Medio greñudo y sucio, pero a Alegría no le importó y de manera
temerosa se acercó y le preguntó:

-¿Qué te pasa, por qué lloras?

El perrito de inmediato corrió hacía ella, se paró enfrente y le movió la cola. A la


niña, se le agrandaron tanto los ojos, que le sonrió, no sabía lo que sentía, pues
parecía que el corazón le palpitaba diferente, supongo que se sentía feliz, pues
esa sensación nunca la había experimentado; Le daba tanta emoción cuando el
cachorro se acercaba a ella que no tuvo remedio que llevárselo, así que lo guardo
en su mochila y siguió su camino.

Cuando llegó a la escuela, con un guiño le hablo a Mariana:

-¡Mira, lo que me encontré!


- ¿De dónde lo sacaste? Te van a regañar…

- Es mío, me lo encontré, estaba solito llorando…

Así que entraron al salón escabulléndose para que no vieran o escucharan al


perrito.

-¡Shhh! Dijo alegría a su nueva mascota, no hagas ruido porque nos pueden ver.

Y así pasaron las horas, ¡corrieron con suerte! pues la maestra nunca se dió
cuenta y no vio al perrito.

Sonó la chicharra y pa’ pronto Alegría corrió a su casa para platicarle a su mamá
todo lo que le había sucedido, pues con ella siempre podía platicar y la orientaba
en todo; Alegría quería mostrarle al cachorrito y pedirle permiso para quedárselo.
Su mamá viéndola con sus ojitos llenos de emoción, no tuvo remedio que aceptar
y dejarlo en su casa, La niña le platicó sus dudas de todo lo que había sentido
este día, y le pregunto el por qué le sucedió a ella; su mamá sabiamente le dijo
que toda esa emoción se llamaba alegría como su nombre y que siempre había
estado en ella, por eso se llamaba así, le explicó que era normal y que había que
vivirlo y disfrutarlo ya que nunca se había tomado el tiempo de experimentarlo.

También podría gustarte