Hace más de 200 años lo que hoy es el Ecuador y la gran mayoría de América Latina eran colonias del Imperio Español. Pero en 1808 Napoleón Bonaparte el emperador de Francia, invadió España y expandió su dominio por toda Europa. Al mismo tiempo en nuestro territorio que en esa época se llamaba “LA REAL AUDIENCIA DE QUITO” muchas personas soñaban con la independencia y un grupo de ellos aprovecho la invasión francesa a España para luchar por su objetivo; entonces, se reunieron en una hacienda en el Valle De Los Chillos cerca de Quito inspirados por las ideas del gran pensador Eugenio Espejo para planificar la forma en la que al fin estos territorios serian libres. Lo hicieron en el mes de diciembre por lo que a esta reunión de la conoce como “La Conspiración de Navidad” Cuando el gobernador Español en Quito, se enteró de lo que estaba pasando los mando a la cárcel y allí estuvieron por casi tres meses, pero al salir sus ideas se hicieron más fuertes y cada vez más personas se unían a la causa. Meses después en una fría noche quiteña una valiente mujer llamada Manuela Cañizares reunió en su casa a escondidas de las autoridades a varios de ellos, con el objetivo de hacer de este sueño de independencia una realidad; sin embargo, algunos de los presentes temían por sus vida y las de sus familias y quisieron abandonar la reunión secreta. Entonces manuela tomo las llaves de la casa, los encerró y les dijo: “cobardes, hombres de poca fe, nacidos para la servidumbre, de que tienen miedo, no hay tiempo que perder”. Mientras esto ocurría el valiente Juan de Salinas, quien había salido antes de casa de la Manuela para buscar apoyo entre los militares regreso con buenas noticias, los militares le habían dado su respaldo a la causa independentista. Entonces había que notificar esto al representante del rey español en Quito, el conde Ruiz de Castilla y fue el prócer Antonio Ante quien con valentía le dijo que ya no sería más gobernador y quedaba bajo arresto. Con la primera luz del día un 10 de agosto de 1809 después de 300 años de ser colonia española, Quito amaneció libre y banderas blancas y rojas cubrieron la ciudad como símbolo de independencia y libertad. Era la primera vez en todo el continente americano, que una ciudad se revelaba contra el imperio español por eso a nuestra capital se la conoce como Quito “Luz de América”. Casi un año después de aquel histórico momento el 2 de agosto de 1810 los proceres de la independencia fueron arrestados y asesinados por las tropas españolas que habían retomado el poder, fue un día muy triste para el pueblo quiteño, sin embargo la muerte de nuestros héroes no sería en vano los ideales por los que perdieron la vida fueron las inspiración para la chispa que encendió el fuego independentistas de todo el continente. Tuvieron que pasar 12 años desde aquella matanza del 2 de agosto para que las tropas del libertador Simón Bolívar encabezadas por el mariscal Antonio José de Sucre un 24 de mayo de 1982 sellaran definitivamente en “La Batalla de Pichincha” la libertad de estos pueblos y de estas tierras, algo que no hubiera sido posible de no ser por la valentía de los proceres de la independencia quienes dieron su vida por nuestra libertad.