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HUELE A HUEVO

De: Carlos Arturo Aguilar

Personajes:
Sarita

Samuel

Saris

Un restaurante sencillo.

Entra a escena Sarita. Es una mujer que a primera vista se nota sumamente rígida y afectada
emocionalmente. Muy clásica en su vestimenta y muy formal. Lleva el cabello estrictamente
recogido. Medias. Zapatillas de tacón mediano y un collar que combina con sus aretes y con su
blusa.

El mesero puede ser un actor o bien un empleado real del café.

Sarita: ¡Mesero!.. ¡Hola bello! ¿Puede hacerme el favor de limpiar la mesa? … Por favor.

El mesero limpia la mesa. Va a salir.

Sarita: Disculpe… (El mesero regresa) ¡Hola Bello! ¿Puede hacerme el favor de limpiar la mesa?...
Por favor. (Irónica) ¡Ah! ya lo hizo… Perdón no me di cuenta es que como veo restos de panecitos
en mi mesa y un olor a trapo con huevo que pensé que no lo había hecho.

El mesero vuelve a limpiar la mesa.

Sarita: ¡Que lindo! Siempre es un placer agradecer a la gente por realizar sus obligaciones.
(Insiste) ¿Disculpe puede hacerme el favor de limpiar la mesa?...

El mesero va a limpiar de nuevo sin objetar

Sarita: ¡No cariño! El problema no es solo limpiar. Es que el trapo huele a huevo… ¡A huevo!
¿Hablas español mi vida?

El mesero saca de su delantal otro trapo y empieza a limpiar

Sarita: ¡Corazón! (Lo toma de la camisa) Procura lavar con cloro los trapos con los que vas a
limpiar la mesa donde come la gente que atiendes ¿Quieres que pase a la cocina a ayudarte con
eso? Tengo una hora para comer, pero ¡Claro! Siempre es divertido entrar a la cocina de mi
restaurante mas cercano para lavar los trapos del muchacho que no sabe que un pinche trapo no
debe oler a huevo.
El mesero toma una servilleta de papel y limpia la mesa

Sarita: ¡Gracias señor sordomudo! (Acompaña el siguiente texto con ademanes burlones como si
estuviera hablando a un sordo) ¡Vamos a ser 3! Pon 3 juegos de manteles, 3 juegos de cubiertos y
tráeme 3 cartas.

El mesero va a hacerlo. Ella se levanta y los toma de la mesa vecina

Sarita: No te molestes hijo. Yo te ayudo. Siempre es muy reconfortante ayudar a los


discapacitados.

Los pone.

Sarita: ¡Gracias nene! Para ordenar voy a esperar a mi marido y a mi hija.

Mesero: (Conteniéndose) De Acuerdo Señora Sarita.

El mesero se va haciendo señas a sus compañeros de que el no quiere atenderla.

Aparece Samuel. Su esposo. Menos arreglado. Desganado. Con la camisa a media fajar. Viene
riendo con su hija Saris. Una adolescente de unos 16 años. Al ver a Sarita se termina la risa. La
niña lleva uniforme.

Sarita: (Con Falsa efusividad) ¡Hola mi amor! (Al esposo mientras lo abraza) ¡Que lindo te ves!. Es
absolutamente hermoso llegar a comer y encontrarse a su bello y… desfajado esposo. (Cambio)
¿Por qué carajos te pones esta camisa si ya no te queda? (Jalando la camisa) ¡Mira! ¡Mira! Estas
orillas de fuera. Pareces un adolescente. Pero en realidad eres un señor calvo y panzoncito. ¡Que
mierdas de camisa para salir a la calle! (A la hija) ¡Corazón! Cosa mas bella y mas grande. Juro
que creciste de la mañana para acá y… Cada vez mas parecida a tu papito. Mi amor, hoy no vamos
a pedir nada con grasita. Mira esa pancita, al rato te vas a desfajar la blusa porque ya no
cabes…Como papá.

Samuel: Siempre un bonito recibimiento.

Sarita: ¡Si!... Siéntense tenemos un servicio de maravilla. El mesero es mudo y limpia con trapo de
huevo.

Saris: ¿Trapo de huevo?

Samuel: Ya te estás peleando con la gente….

Sarita: ¿Pelear? No mi amor (A Saris) Cuando cocinas huevo y no limpias con cloro todo se apesta a
huevo. Apréndelo para cuando seas mesera hija. Y no, hoy vengo muy contenta. Vamos a comer
rico mmmmmm. Rico y rapidito porque se hace tarde. Y vamos a tener una conversación de papis
con hija.

Samuel: ¡Mesero!
Aparece el mesero.

Sarita: ¡No!

Todos la miran extrañados.

Sarita: Íbamos a ordenar pero me pareció escuchar que Papá le sugería r a la nena de la casa que
ambos se laven la manos antes de ordenar.

Samuel: Traemos las manos limpias Sara. (Al mesero) Me puedes ir trayendo…

Sarita: ¡No!

Silencio

Sarita: Papá quiere asegurarse que la nena tenga la costumbre de que siempre antes de sentarse
a la mesa se lave las manos… Y para eso el va a poner el ejemplo.

El mesero mira al padre.

Samuel: Voy a lavarme.

Sarita: ¿Quieres invitar a la nena a hacer lo mismo?

Samuel: ¡No! Ella ya no es una niña y sabrá si quiere lavarse las manos o no.

Se va al baño

Sarita: (Al mesero) Entonces no nos metemos donde no nos importa ¿Verdad? Le llamamos
cuando estemos listos. Gracias.

El mesero hace mueca y se va.

Sarita: (A Saris) ¡Ay pero quien va a enojarse por una tontería como lavarse la manos! ¿Tu irás
solita no es así mi amor?

Saris: Mamá… Traigo la manos limpias… No voy a ir.

Sarita: (Pausa) Bueno, pues a quien le importa ¿No?. Total una Giradia Lambia en tu comida. No
es mas que un microorganismo en tus alimentos que producen callosidades a tu intestino. Y
bueno… No nos vamos a pelear por un parásito… Que al fin mamá siempre paga las consultas de
Papá y la nena. Y pues como sea si el parásito adelgaza… No lo vamos a espantar ¿Verdad? justo
hoy cuando traes un parecido “parasitario” enorme a tu padre.

(Solo ríe Sarita)

Sarita: ¿Estás lista para nuestra plática de mujercitas?

Saris: No.
Sarita: Esperamos a Papá ¿Verdad? (Linda) ¿Cómo te fue en la escuela mi amor?

Saris. Bien.

Sarita: Amo a los jóvenes y sus monosílabos. “Si” “No” “Quiero” “Dame” “Cómprame”… Son lindos
ellos. Suelen creer que el odio a sus padres no es recíproco.

(Solo ríe Sarita)

Sarita: ¿No sabemos qué significa recíproco verdad? Luego te explico cariño.

Saris: Si se… Mamá.

Samuel: ¡Listo mi amor! Manos limpias igual a comida en paz. ¡Mesero!

Llega el mesero

Sarita: ¡No!

Se hace un silencio

Sarita: (A Saris) Vete a lavar las manos

Saris: Pero dijiste que…

Sarita: (En un grito) ¡Ve!

Saris se levanta de mala gana y se va al baño.

Sarita: (Sl mesero) ¡Otra vez de orejitas largas!... No estamos listos.

Se va el mesero.

Samuel: Mi amor. Es martes. Son las tres de la tarde. Llevamos medio día despiertos y nos falta
medio por terminar. Hoy vamos a estar tranquilos ¿Si?

Sarita: ¡Claro!¡No faltaba mas! Debemos estar listos para la clase que le preparaste a tu hija de
sexualidad ¿Tu vienes estresado?

Samuel: (Por contestar) No

Sarita: (A la mesa de a un lado) ¿Usted viene estresado? ¿Mesero está usted estresado? (le grita
hasta el baño) ¿Saris estás estresada? Nadie viene estresado mi amor. No alucines. Haces un rollo
por un chorrito de agua y un poquito de jabón.

Samuel: ¿Podemos ordenar entonces?

Sarita: ¡Claro!
Samuel: ¡Mesero!

Sarita: ¡No!... (Conteniéndose) Después de que llegue Sarita. Si no cuál es el chiste de atravesar la
ciudad para comer juntos.

(Regresa Saris)

Sarita: Ya volviste mi vida. Siéntate preciosa ¿No había un peinecillo en el tocador? Un poquito de
agüita nos hubiera venido de lujo. ¿Nos bañamos en la mañana?

Saris: Si mamá.

Sarita: Estos adolescentes. Soy una ternura. Por mas que se esfuercen siempre parecen recién
sacados de un bote de la basura. Pero no es tu culpa mi amor. Estás en la edad en la que todo
crece chuequito. La nariz ya nos creció y seguimos teniendo carita pequeña. Las manotas, los
piesotes. Pero nada que no componga un retoquito con un cirujano. ¿Ya le hablaste al doctor
Israel para preguntarle costos de la rinoplastia nena?

Saris: ¿Podemos ordenar?

Sarita: (Pausa) ¡Claro! Aquí la juventud manda. ¿Ya saben qué van a querer?

Saris: (A su papá) ¿Podemos pedir una hamburguesa y tu te comes las papás?

Samuel: ¡Va! Puedo pedir unas enchiladas de mole con huevo y tu te comes 2

Saris: Va

Sarita: (Después de verlos con asco) ¡Que bonita familia! Todos asi muy organizados y muy felices.
Me encanta. Me uno al menú del “No me cierra la camisa” mmmmm rico… nutritivo. La aburrida
de mamá va a pedir ensalada ¿Quién quiere compartir? …. Nadie…. Ah ya se “El Mesero” (Hace
una voz de niña como si fuera el mesero) No No tampoco quiero compartir con mamá,
evidenciemos que nadie la quiere y que se coma su lechuga sola. “Anda mesero come pasto
conmigo” (Hace la voz) No, no, no recuerda que soy sordomudo y que solo me gusta el trapo con
huevo.

(Ríe sola)

Sarita: Ay bueno ¿Qué les pasa? No aguantan ni una broma. Un día voy a llegar insoportable y a
ver qué hacen.

Saris: No mami… Eres “muy” chistosa. Solo que mi “Enorme” nariz no te deja ver mis carcajadas.

Sarita: S-a-r-c-a-s-m-o- es un recurso hermoso de las novelas. ¿Oye nena no has pensado en ser
actriz?

Saris: Siempre que salga de asesina me va a encantar…


Samuel: (A Saris) Mi amor… Pidamos de una vez.

Sarita: Anda pues pidamos. A ver a ver… que mas hay por aquí…enchiladas… hamburguesas…
también puedes pedir… Ah mira ¡Un trabajo!.... mmmm Rico… ¿Qué mas hay en la
carta?....mmmm rico… Ayudar a mamá con la educación del pequeño monstruo…. ¡¿Suena bien
no?!... que mas hay aquí a la vuelta… ¡Hablar con la nena de sexualidad!... ahhhh eso ya lo pidió
mamá pero no se la acabó… ¿Joven? ¿De casualidad no tiene el platillo “Atínale a la taza del
baño”?... AH no me diga ¡Se terminó!... Buuuu creo que lo piden mucho las esposas.

Samuel: (levantándose de la mesa) Vámonos Saris… Atravesamos la Ciudad para escuchar los
mismos cuentos de siempre.

Sarita: ¡No! ¡Siéntense! Estamos en la hora familiar. Y vamos a convivir. Mamá está siendo pesada
con sus bromas. Mamá va a detener su humor que nadie entiende. Mamá va a ser buena y linda
como papá y Sarita bebe. ¡Nos sentamos! Comemos enchiladas, hamburguesas y ensalada,
hablamos de sexo y somos una familia feliz…

(Saris y Samuel vuelven a sentarse)

Samuel: (Al mesero) Por favor unas enchiladas con huevo y una hamburguesa con papás. Y agua
del día por favor.

Sarita: Yo quiero una ensalada. La de siempre querido. Y Córrele porque llegamos desde hace rato
y mamá Sarita tiene que regresar al trabajo.

Ya no voy a bromear. La gente se toma todo muy a pecho. Voy a ser seria ¿Qué hiciste hoy cariño?

Samuel: Lo mismo que desde hace 3 meses. Buscar trabajo.

Sarita: Bien… Bien… Muy bien. Decía Moliere “ A Fuerza de buscar se encuentra a veces y con
frecuencia…

Samuel: “En los lugares menos sospechados”

Sarita: ¡Eso!... Justo eso. Somos un equipo bonito. ¿Qué hiciste hoy en la escuela mamita?
¿Aprendiste mucho?

Saris: Sigo siendo la peor en todas las clases básicamente. Y no le hablo a nadie. De ahí en fuera
nada que contar.

Sarita: ¡Eso! ¿Quién necesita hablar con la gente?... ¿Qué es la escuela sino el reflejo de un sistema
opresor?... Ay, qué gracia me hizo ese video.

Silencio

Sarita: ¿Nadie le pregunta a mamá cómo le fue?


Samuel: ¿Cómo te fue Sara?

Sarita: (Sonríe) Terrible… Me nombraron Gerente general del hotel… ¡Padrísimo! Pero todos
saben que soy la recepcionista. Básicamente una secretaria. (Rompe) ¡Cómo huele a huevo esta
mesa caramba! (Regresa al tema) Pero hago cosas ¡Súper lindas!: Contesto el teléfono, abro la
puerta cuando se atora, Recibo quejas de los clientes, y estoy a cargo de un montón de nacos a los
que no puedo decirles nacos porque se enojan con el calificativo “Les Enaquece” que básicamente
odian su trabajo y… Tengo el presentimiento que también a mi. ¿Ustedes detectan el olor a
huevo?

Samuel: Se ve que te haces muy divertido el día.

Sarita: ¿Verdad que si?... ¡Hombre! Pero somos equipo y yo entendí muy bien que cuando te
bajaron de puesto tenía que ayudar con los gastos de la casa. Total, mi maestría en letras podía
esperar uno, dos o 22 años… Si el tiempo se pasa volando. (Rompe) ¡Es que si algo no tolero es
olor a huevo! ¡ Pues si para eso es un matrimonio caray!. Y bueno, después con la mala suerte de
que te despidieran pues a aguantarse y a encerrarse en un hotel del centro de la Ciudad. ¿Qué
bonito es el centro no?

Samuel: ¿Quieres parar por favor? ¿No te cansas?

Sarita: Me canso en el hotel, pero ya sabes: Zapatito cómodo y ya está. Oye nena te recomiendo
mucho el zapato guante. No sabes que rico se siente en el pié.

Saris: Mamá: Llevamos tres meses viniendo a comer contigo. Atravesamos la ciudad para tener
nuestro “Momento en familia” y todos los días es lo mismo. Todos los días nos recibes con quejas
y con sarcasmo…

Sarita: Mi amor. ¿Te das cuenta que de no vernos a esta hora no nos veríamos nunca? A la hora
que yo llego ya están muy dormiditos los dos. Tenemos que darnos tiempo para todo. Yo
NECESITO estos minutos al día con ustedes. ¡Coño! Es que le pedí que limpiara la mesa… lo hizo
dos veces y esta estúpida mesa sigue oliendo a huevo.

Saris: Papá ¿Podemos pedir nuestra comida para llevar?

Sarita: Pero si nos queda tiempo. Es mas. Vayan a pidiendo el postre. ¿Qué vas querer de postre
cariño? Porque yo tengo clarísimo qué postre quiero: Quiero que pedirte que saques la ropa de la
lavadora y la tiendas en la azotea porque en el cuarto de lavado no se seca. Al igual que la basura
que pasa los martes, jueves y sábados. Quiero que tengas la decencia de sacar a los perros a
pasear porque cuando llego están vueltos locos porque están encerrados todo el día en la cochera.
Quiero de postre cariño que busques a tu anterior jefe y de una buena vez le pidas disculpas para
que puedas tener tu trabajo de vuelta. Quiero que de una buena vez me ayudes a educar a la
guarra que tenemos por hija para que empiece a dar destellos de que es una mujer y no una
pinche machorra puerca que cuando llego de la casa debo recoger los putos calcetines que deja a
su paso. Y quiero como cereza de mi pastel que laves el puto trapo de mierda para que cuando
llegue a mi casa los vasos, los platos y la puta mesa no huelan a huevo. Porque si algo odio en la
vida es el pinche olor a huevo… Y… me vendría bien una gelatina sin azúcar… ¿Qué quieres de
postre tu corazón? ¿Qué se te antoja?

Samuel: (Explotando gradualmente al grado de dejar de importarle que lo escuchen) ¡Quiero


coger!. Coger… No hacer el amor… No tener sexo… No “Cuchiplanchar”… Quiero Coger bastante
cerdo…. Duro y bien tupido. Quiero copular como animal sin intelecto. ¡Meter la verga! ¿Conoces
esa palabra?

Sarita: (Asustada) Vagamente.

Samuel: Quiero coger con una puta… De esa de la calle. De las mas baratas. De las que entienden
que la vida puede ser divertida y que cuando cogen te hacen olvidar que tienes una esposa frígida
y amargada. Quiero Erectarme y meter el rabo en el agujero de una mujer que no piense en el
orden todo el día… que no le importe nada. Y quiero coger no con una… Sino con dos… o tres o
cinco, que una sea negra y que juntos hagamos una orgía. Una orgía interracial. ¿Sabes lo que es
eso? Búscalo en internet para que te des una idea…

Saris le busca en su celular “interracial” y se lo acerca a Sarita quien está aterrorizada.

Samuel: Y no solo quiero coger con mujeres quiero coger con hombres…Con muchos. Quiero coger
con los futbolistas que admiro y que tu odias… quiero que me den por todos los agujeros Messi y
Ronaldo al mismo tiempo. Y este jugador nuevo de la selección mexicana…

Saris: (Entusiasmada) ¿Carlos Vela?

Samuel: No, el otro.

Saris: ¿Raul Jiménez?

Samuel: ¡Ese! Para que mi hija se entere que no tiene nada de malo ser machorra, ni rarita.
Quiero disfrutar tanto por unos minutos que me venga en la cara de mi harem de negras, rubias,
albinas y futbolistas . Y que uno que otro se los trague y me digan que saben a gloria. Que saben a
huevo ¡Porque mis mecos señoras y señores saben a huevo! Y ese siempre ha sido el problema
entre tu y yo. Que tu odias el huevo y yo transpiro huevo.

Hija , ahí tienes tu clase de sexualidad que tanto pedía tu madre. ¡Mesero! Pónganos la comida
para llevar y bórrenos de su cartera de clientes porque nunca mas vamos a atravesar una hora la
ciudad para venir a convivir con una señora amargada que se esforzó tanto en buscar marido para
después esforzarse tanto en perderlo. ¡Con permiso!

Se van pero regresan

Por cierto. No me dejaste terminar. Conseguí empleo y uno muy bueno. Me voy de la casa. Con
mis perros, mi ropa mojada y mi hija. Eres libre. Regresa a tu maestría. Eres completamente libre.
Salen.

Se hace una pausa larga.

Sarita: Sarita: ¡Mesero!.. ¡Hola bello! ¿Puede hacerme el favor de limpiar la mesa? … Por favor.

AGOSTO 2018

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